"Los revolucionarios deben
pensar que, una vez conseguido su propósito,
la revolución suele transformarse
en la negación misma de los principios
que la han inspirado"
CON GUSTAVE THIBON,
BAJO LA LUZ
Nimca pense que tuviera tai
estatura Como un campesino
singular —largas piernas, torso
amplio, alta cabeza tono sv3-
roente tostado—, ios ojos de Gus-
tave Thibon se alzan al cielo
y en el cielo no hay sol ni luna,
smc una luz extraña, luz d3 capi-
DIÁLOGOS CON LA CULTURA tal, tubo fluorescente cruzando al
techo ds esta habitación donde
hablamos
Thibon tiene actualmente ss-
tenta y tres años Arruga los ojos
GUSTAVE THtBON nace en 1303, en Saint-Marcel, pue- ante esa luz de un sel artiticial y
blecido situado en Ardáche, departamento de la región Rhó- sin nubas, aussnts amanecer y
ne-Alpes, en el sureste trances. Oe la escuela primaria pasa atardecer, una luz sin campo ni
a trabajar en la granja de su padre. A los veintitrés años, naturaleza horizonte de hierro y
alterna las faenas agrícolas con un apasionado estudio de la maderas, arco-iris de cuadros en
filosofía, matemáticas, psicología v biolooía. t a lectura aten- paredes, bruma de cigarrillos
ta de Santo Tomás le conduce a la fe. Su modo de expre-
Ha venido a Madrid para pro-
nunciar una conferencia en la
sión es, preferenteirsnte, el aforismo. Pensador penetrante,
en su agudeza y hondura se mezclan el «sentido común» Fundación General Mediterránea
A sus años, este original pensa-
y la belleza, todo ello reflejado en libros como «La Sciencis
dor de nuestro tiempo, conserva
du Caractere» (1933), «Diagnostica, essai de pnsyiotogie so- un VICIO que alienta sn é!. andar,
cial» (1942), «L Echeile de Jacob» (1942), «Destín de L'Hom- caminar, recorrer senderos. Cada
Tie» (1942) y «Retour au résh nouveaux diagnostics (1943). día del año, su paseo se alarga
hasta seis, siete, diez kilómetros
Entre las obras suyas traducidas al castellano, destacan: A veces —me confiesa— Hega,
«El pan de cada día», «Sobre el amor humano» y «Nuestra sin prisas y a buen paso, hasta
mirada ciega ante la luz» las tres publicadas por Edicio- los veinte. El a<re se abre ante
nes Rialp—. así como «La crisis moderna del amor», que su rostro, lo colorea y lo trans-
acaba de aparecer en Editorial Fontanella. En Francia, su forma. Mientras tanto, corazón y
último volumen titulado «Equilibrio y armonía», en sólo tres mente marchan también con la-
tidos y cerebro- es la inteligencia
semanas ha alcanzado la venta de diez mil ejemplares
y Ja sensibilidad avanzando ki-
José Julio Perlaoo, habitual colaborador de nuestras pá- lómetros de historia curvas ¡del
ginas, y que en el curso de sus tareas periodísticas ha «enido pasado, llanuras de Itbros , y
ocasión de dialogar con personalidades tan relevantes en el ese «rumiar» de pensamientos
mundo de la cultura como Igor Strawinski, Gabriel Marcel, vertidos luego en obras
Francois Mauriac, Gian Cario Menotti, Federico Felimi, Diego
Y sentados ahora los dos en
Fabbri, Jean Gtaitton, etc., ha mantenido en exclusiva para un rincón confortable de Madrid,
A B C la entrevista con Gustave Thibon que ofrecemos hoy he aquí que empezamos a an-
-a ««estros lectores. dar, Thibon y yo, al suave paso
de ese manso caballo invisible,
ABC (Madrid) - 05/12/1976, Página 130 al que llamamos «dialogo»
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Por José Julio PERLADO
LIBERTAD
Y MUNDO ACTUAL
—¿Qué puede decirme sobrí
la libertad del hombre en el mun
do contemporáneo'
—Bien. En primer lugar, yt
creo que el mundo actual ha per
dkto a la vez, el orden y la ii
bertad. Puesto que es el ordei
auténtico el que asegura la li
bertad, y la misma libertad re
clama un orden para que el I
pueda ejercerse: todo esto, pe
!a excelente razón de que, si s
establece un desorden absotutt
ninguna libertad es posible, la I
bertad no puede exteriorizarse
Existen, p o r ejemplo, libertade
elementales, como la de despl;
zarse, pero ante una huelga d
ferrocarriles o del servicio aére<
quedan cortadas La libertad d
hombre no es una libertad abs<
luta, sino una libertad enma
cada en un orden. Libertad
orden son, pues, dos realidad*
complementarias, y no opuesta
£nciende un pitillo, y lo de
reposar en el centro de los I
bios. Mi interés se centra aho
en el «diagnostico del mundo <
hoy» que Thibon guarda en
mente
—Diría —responde Thibon-
que se constata perfec
por una parte el desorden,
por otra, la anarquía. La ana
quia en todos ios dominios:
anarquía en política, la snarqu
en las costumbres, la anarqt
económica, etc. La gran ten
ción es el totalitarismo: impo
el orden, pero mata la liberta
Es como reemplazar un msemto
haciendo una prótesis Por e
estoy inquieto. Si la libertad
acepta el orden, la disciplina,
solidaridad, terminara tal coi
acaba un miembro que esta e
termo, por ejemplo, con una gs
greña en una pierna, donde
único remedio llega a ser
amputación; y tras la ¡
la prótesis: sustitución con
didas artificiales. Tal ocurre
la mayoría de los países
Este
»Por otro lado, la tiranía ste
pre ha aparecido más o men
tras periodos de'anarquía. Y
por ello, por lo que los reve
cionarios deben pensar que, t
vez conseguido su proposito,
revolución suele transforma
en la negación misma de
principios que la han insp