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bidimensional
2 de febrero de 2005
ii
Prefacio
Lehner [10]; texto recomendado por Troels Jørgensen, y muy adecuado para
llegar de manera rápida y formal al estudio de las regiones fundamentales.
No obstante, la materia fundamental del presente libro son las notas que
elaboré para los seminarios de geometrı́a, álgebra y análisis, de los últimos
niveles de la licenciatura, donde ensen̄é temas básicos de geometrı́a hiperbóli-
ca, los grupos fuchsianos y las transformaciones de Möbius. Es mi intención
también en este trabajo hacer más accesibles algunas de las ideas del impor-
tante libro de Alan F. Beardon [2], en particular el estudio del grupo general
de Möbius. Aunque la naturaleza del contenido es en general bidimensional,
en diversas partes se sen̄alan generalizaciones a dimensiones mayores, y al-
gunas veces también se prueban. El espı́ritu del libro es el de mostrar que las
matemáticas no son ramas aisladas sino que interactúan fuertemente unas
con otras. En este texto el lector podrá observar cómo se mezclan temas de
los cursos de álgebra moderna I, análisis matemático I, variable compleja I
y topologı́a. El texto puede ser cubierto en un curso semestral, omitiendo si
es necesario la mayorı́a de los resultados de la última sección del segundo
capı́tulo.
El enfoque del libro es analı́tico y no axiomático. Éste inicia con el estu-
dio de las transformaciones de Möbius complejas actuando en la esfera para
posteriormente mostrar los grupos completos de isometrı́as hiperbólicas en el
modelo del semiplano y en el del disco de Beltrami-Poincaré, ası́ como algu-
nas propiedades de los grupos discretos de P SL(2, C) y del carácter fractal
de su conjunto lı́mite. El texto concluye en el ámbito de las teselaciones con
la construcción de las regiones fundamentales de Dirichlet y Ford. Uno de los
objetivos es presentar de manera formal y sistemática una introducción a los
polı́gonos fundamentales. Para el caso de los subgrupos modulares, estos do-
minios son de gran utilidad para visualizar resultados numéricos, véase, por
ejemplo, [7] y [9]. En el caso kleiniano, el conocimiento de poliedros funda-
mentales es una herramienta muy importante en la topologı́a tridimensional
(cf. [12]).
Se han escrito muchos textos avanzados sobre el tema en las últimas
décadas, probablemente los más importantes son [2], [3], [12], [14], [16], [20]
y [22]. Algunos otros libros en espan̄ol, dirigidos a los estudiantes de licen-
ciatura, sobre otros temas de la geometrı́a hiperbólica de los que se presentan
en este libro –o con otros enfoques– son [17], [18], [15] y [23].
Las Figuras 2.9 y 3.1 fueron tomadas de las páginas de Curt Mc Mullen
y David Wright, respectivamente. Ası́mismo, la Figura 4.11 fue tomada del
libro de Joseph Lehner [10].
Agradecimientos
v
vi
Contenido
2. Métrica hiperbólica 43
2.1. Densidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.2. El modelo del semiplano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2.3. El modelo del disco de Poincaré . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.4. El grupo completo de isometrı́as . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3. Grupos fuchsianos 87
3.1. Discontinuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
3.2. Grupos Discretos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
3.3. Conjunto lı́mite de un grupo discreto . . . . . . . . . . . . . . 118
vii
Capı́tulo 1
Transformaciones de Möbius
complejas
1
2 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
(x1 , x2 , x3 )
p
x21 + x22
e3
1
x3
|z |
z
y despejando
|z|2 − 1
x3 = . (1.1)
|z|2 + 1
También
2x1
z+z = ,
1 − x3
y
|z|2 − 1
(z + z)(1 − x3 ) z+z z+z 2
x1 = = 1− 2 = ,
2 2 |z| + 1 2 |z|2 + 1
z+z
x1 = . (1.2)
|z|2 + 1
Finalmente, como
2ix2
z−z = ,
1 − x3
se sigue que
z−z
x2 = . (1.3)
i(|z|2 + 1)
4 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
Demostración.
1. Un cı́rculo en S2 es la intersección de un plano con la esfera, por lo
que sus puntos satisfacen una ecuación de la forma
(x1 − x01 )2 + (x2 − x02 )2 + (x3 − x03 )2 = 2 − 2(x1 x01 + x2 x02 + x3 x03 ).
(ya que se puede tomar < 2). Por lo que, dado M > 0, tomando tal que
r
4
M= − 1,
2
se obtiene |zn | > M, si n > N y |zn | → ∞.
EJERCICIOS 1.1
1. Demuestre que la función estereográfica (x1 , x2 , x3 ) → x1−x
1 +ix2
3
de la esfera
de Riemann en el plano complejo extendido es suprayectiva.
2. Demuestre que si zn → ∞, cuando n → ∞, entonces dc (zn , ∞) → 0,
cuando n → ∞.
A este grupo de matrices se le denota por SL(2, C). El centro de este grupo
consiste de las matrices ±Id (ejercicio).
Proposición 1.2.1 Las transformaciones de Möbius complejas son funciones
continuas en C
b con la métrica cordal.
−1
la transformación inversa T está definida por
−1 d −b
T = .
−c a
az + b a0 z + b 0
T (z) = y S(z) =
cz + d c0 z + d 0
Escribiendo
d/d 0 = c/c0 = λ, b/b0 = a/a0 = µ,
se sigue que
az + b µ a0 z + µ b0 µ (a0 z + b0 )
= = .
cz + d λ c 0z + λ d 0 λ (c 0 z + d 0 )
En particular, al evaluar S y T en la preimagen de 1, se tiene µ/λ = 1,
por lo cual µ = λ.
Los casos en los que algún coeficiente es cero son más sencillos, mostramos
dos de ellos y dejamos los cuatro restantes como ejercicio.
entonces
1 = a0 d 0 − b0 c0 = k 2 (ad − bc) = k 2
y
a0 b 0
a b
k = ±1, i.e. =± .
c0 d 0 c d
Al cociente de SL(2, C) sobre su centro ±Id se le llama su proyec-
tivización, este grupo cociente, denotado por P SL(2, C), es isomorfo al
grupo de transformaciones de Möbius complejas. La afirmación anterior es
12 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
'
µC
De ahora en adelante identificaremos al grupo de transformaciones de Möbius
con P SL(2, C).
z+b
az
θ z
kz z
z kz
(5) La transformación
T (z) = 1/z,
que es la composición de la inversión en el cı́rculo unitario
z → z/ |z|2 = 1/ z,
1/z̄
1/z
cuando z → ∞, y cerca de 0
a/z + b a + bz a
g(z) = = 7−→ ,
c/z + d c + dz c
cuando z → 0, por lo que 0 es una singularidad removible de g.
Volviendo al contexto general de una función f : C b → C b meromorfa,
se sigue del teorema de Liouville que si f es entera en C, b entonces f es
constante. Por otra parte, si f es entera en C y f tiene un polo en ∞,
entonces f es necesariamente un polinomio. Esto es consecuencia del teorema
de las desigualdades de Cauchy y el principio de continuación analı́tica; queda
como ejercicio la verificación de los detalles. Estos resultados básicos de la
variable compleja se pueden consultar, por ejemplo, en [5] (pp. 170, 397).
Este hecho tiene una interesante y fundamental consecuencia: toda fun-
ción meromorfa en la esfera es necesariamente racional. Esto se sigue, ya que
b→C
si f : C b es meromorfa, entonces por compacidad f tiene solamente un
número finito de polos, y es claro que al multiplicar a f por un polinomio
adecuado, se obtiene una función constante u otro polinomio. En particular,
las únicas biyecciones meromorfas de la esfera en la esfera son las de Möbius.
z = a + bt, a, b ∈ C, t ∈ R,
en la recta
w = kz = ka + k b t, t ∈ R,
y el cı́rculo
|z − a| = r,
en el cı́rculo
|kz − ka| = kr.
El caso de la traslación es también trivial (ejercicio).
Para mostrar que la transformación z → 1/z tiene dicha propiedad,
usamos la ecuación general del “cı́rculo”
A(x2 + y 2 ) + Bx + Cy = D. (1.4)
1 1
z1 w2
z2 T
z3
w3
EJERCICIOS 1.2
az+b
1. Sea T (z) = cz+d
, tal que ad − bc = 0, demuestre que T es constante.
2. Demuestre que el centro de SL(2, Z) es ±Id. Sugerencia: usar las matrices
( 10 11 ) , ( 11 01 ) .
3. Termine la prueba de la Proposición 1.2.1.
4. Termine la prueba de la Proposición 1.2.2.
5. Demuestre que la transformación z → 1/z es una rotación en la esfera de
Riemann de π radianes alrededor del eje x.
6. Sea T (z) = az+b
cz+d
de Möbius, demuestre que T tiene un polo simple en
−d/c, si c 6= 0, y en ∞, si c = 0.
7. Sea f una función entera en C, tal que f (∞) = ∞, demuestre que f
es un polinomio.
8. Demuestre que las traslaciones preservan la familia de cı́rculos y la familia
de rectas.
9. Termine las pruebas de los Teoremas 1.2.4 y 1.2.5.
az + b
T (z) = =z ⇐⇒ az + b = cz 2 + dz
cz + d
y si ∞ es un punto fijo, la ecuación
a b
z+ =z
d d
tiene a lo más una solución.
Demostración.
1
ϕ(z) = ,
z − z0
22 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
S(z) = αz + β.
Se sigue del lema anterior que S no tiene otro punto fijo, por lo cual α = 1
(si α 6= 1, la ecuación αz + β = z tendrı́a una solución finita).
Para probar la segunda parte, supongamos que T fija 2 puntos distintos
w1 , w2 y que
z − w1
ϕ(z) =
z − w2
(si w2 = ∞, se toma ϕ(z) = z − w1 ). Bajo estas hipótesis la función
S = ϕ T ϕ−1
az + b
ϕ(z) = ,
cz + d
como ϕ(0) = b/d y ϕ(∞) = a/c, se tiene que a, d = 0 y que
b
ϕ(z) = .
cz
1.4. GEOMETRÍA 23
EJERCICIOS 1.3
1. Demuestre que si una función en P SL(2, C) es de orden finito, entonces
es necesariamente elı́ptica.
2. Demuestre que cualquier traslación z → z + b, b ∈ C, es conjugada en
P SL(2, C) a la traslación z → z + 1.
1.4. Geometrı́a
Para visualizar la acción geométrica de las transformaciones de Möbius en la
esfera de Riemann y en el plano complejo, es útil considerar ciertas familias
24 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
α2
ϕ
α1
P1: ∀p ∈ C,
b p 6= α1 , α2 , se tiene que p está exactamente en un “cı́rculo”
de la familia C1 y uno de la familia C2 .
T (z)
z
α1 α2
Sϕ(A)
θ T (A) θ
α1 α2
θ ϕ(A)
T (C) Sϕ(C)
α1 α2
ϕ(C)
S(z) = ϕ T ϕ −1 = kz, k ∈ R+ .
ϕ −1 S ϕ(C) = T (C)
28 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
T (z)
n
T (z)
z n
T (z) T (z)
z
α1 α2
n
Por lo cual, si k > 1 y z 6= α1 , entonces T (z) → α2 , cuando n → ∞, ya
n
que S ϕ(z) se acerca a ∞. En este caso los puntos fluyen hacia α2 y se
n n
dice que α2 es el atractor. También, S ϕ(z) se aleja de 0 y T (z) de α1 ,
se dice que α1 es el repulsor. Si k < 1, es claro que se invierten los papeles,
α1 es ahora el atractor (véase las Figuras 1.13 y 1.14).
1.4. GEOMETRÍA 29
z0 enr+inθ , n ∈ Z,
z0 enr+inθ
z0
1
ϕ(z) = ,
z−α
α z+b
α
z+b
z
EJERCICIOS 1.4
1. Demuestre análitica y geométricamente que existe solamente una recta de
Apolonio.
2. Demuestre la existencia de espirales invariantes bajo las transformaciones
loxodrómicas.
3. Demuestre que una transformación loxodrómica tiene como puntos fijos
un atractor y un repulsor.
µR
De ahora en adelante nos referiremos a estas transformaciones como los
elementos de P SL(2, R).
Demostración. Sea
az + b
T (z) = , ab − bc = 1, a, b, c, d ∈ R,
cz + d
ai + b (a i + b)(−c i + d)
T (i) = = ,
ci + d c2 + d2
se tiene que
1
Im(T (i)) = > 0,
c2 + d2
y se sigue entonces por conexidad que T preserva H2 .
Por otra parte, si una función en P SL(2, C)
az + b
T (z) = , ad − bc = 1,
cz + d
preserva H2 , entonces la continuidad y la biyectividad implican que T tam-
bién preserva la recta real extendida R.
b
Ahora, si
az + b
S(z) = ,
cz + d
resulta que T y S coinciden en R, b ya que si z ∈ R,
b entonces
a = ± a, b = ± b, c = ± c, d = ± d.
αz + β
S(z) = , |α|2 − |β|2 = 1 α, β ∈ C.
βz + α
basta calcular T U T −1 .
Como
−1 i/2 i i/2 i 1 1
T = = (1/2) I ,
−1/2 i 1/2 i i −i
se tiene
−1 1 −i
a b 1 1
T U T = (1/2) I
1 i
c d i −i
a − ic b − id 1 1
= (1/2) I
a + ic b + id i −i
a + d + i(b − c) a − d − i(b + c)
= (1/2) I ,
a − d + i(b + c) a + d + i(c − b)
la cual es una matriz de la forma
α β
, |α|2 − |β|2 = 1, α, β ∈ C.
β α
36 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
az + c
z 7−→ , |a|2 − |c|2 = 1,
cz + a
2
a c
z− −
|a| a
=
ac aa
z+ 2
|a|2 |a|
e iθ (z − z0 )
= , z0 ∈ ∆, (1.6)
−z 0 z + 1
donde e iθ = (a/|a|)2 y z0 = −c/a (como |a|2 − |c|2 = 1, z0 ∈ ∆).
Viceversa, se sigue por biyectividad y conexidad, que toda transformación
de la forma (1.6) preserva ∆, ya que T (z0 ) = 0 y si |z| = 1, entonces
|z − z0 | |zz − z0 z|
= = 1.
| − z 0 z + 1| | − z 0 z + 1|
EJERCICIOS 1.5
1. Sea f : ∆ → ∆ una biyección conforme, demuestre que f es de Möbius.
Sugerencia: usar la unicidad del teorema del “mapeo” de Riemann.
2. Demuestre que P SL(2, R) está generado por homotecias, traslaciones por
reales y la función z → −1/z.
1.6. CLASIFICACIÓN POR LA TRAZA 37
Demostración.
Caso 1: T es parabólica.
Como el cuadrado de la traza es invariante bajo conjugación, se tiene
2 2 1 t
χ (T ) = tr =4
0 1
y se sigue el resultado.
Caso 2: T no es parabólica.
En este caso T es conjugada a una transformación de la forma S(z) = kz,
la cual está definida por la matriz
√
k 0
S= 1 ∈ SL(2, C).
0 √
k
Por lo cual √ 1 2 1
χ2 (T ) = χ2 (S) = k+√ = k + + 2.
k k
Para transformaciones con dos puntos fijos finitos α1 , α2 , se tiene una
expresión de los multiplicadores en términos de estos puntos. Sea
az + b
T (z) =
cz + d
con esta propiedad, S(z) = kz, donde k es uno de los multiplicadores de T
y
z − α1
ϕ(z) = .
z − α2
Entonces,
S = ϕ T ϕ −1 y S ϕ = ϕ T .
Por lo cual
T (z) − α1 z − α1
=k ,
T (z) − α2 z − α2
y evaluando en ∞, se tiene
a/c − α1 a/c − α2
k= y 1/k = .
a/c − α2 a/c − α1
40 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
z → iz + 5
por lo cual
√
2
2 2 1 1
χ (T ) = χ (S) = k+√ =k+2+ > 4,
k k
puesto que
√
2
1
k−√ > 0.
k
1
ρ(cos θ + i sen θ) + (cos θ − i sen θ) + 2 = χ2 (T ).
ρ
χ2 (T ) = χ2 (S).
42 CAPÍTULO 1. TRANSFORMACIONES DE MÖBIUS COMPLEJAS
EJERCICIOS 1.6
1. Sea T ∈ P SL(2, C), demuestre que T preserva un “disco” si y sólo si T
no es loxodrómica.
2. Demuestre que una transformación en P SL(2, C) es de orden dos si y sólo
si su traza es 0.
3. Demuestre que los puntos fijos de una transformación elı́ptica en P SL(2, R)
son conjugados.
4. Demuestre que los puntos fijos finitos de una transformación hiperbólica
o parabólica en P SL(2, R) son reales.
z−i
5. Demuestre que la función z → z+i
es elı́ptica de orden 3.
6. Demuestre el Corolario 1.6.4.
Capı́tulo 2
Métrica hiperbólica
2.1. Densidades
Recordamos que si A es un abierto en Rn y f es una función diferenciable
de A en Rn , se dice que f es conforme en x0 ∈ A, si Df (x0 ) es el producto
de una matriz ortogonal por la matriz k I, k ∈ R+ . Al número k se le llama
el factor de conformalidad y se le denota por µf (x0 ), o simplemente por
µ(x0 ).
43
44 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
ı́nf lλ (γ),
γ
donde el ı́nfimo es sobre todas las curvas γ de clase C 1 por tramos que unen
z1 con z2 . A esta distancia se le denota por ρλ (z1 , z2 ).
puesto que cualquier curva que une x con un punto en ∂D tiene una longitud
mayor o igual a r. Por lo tanto ρ(x, y) ≥ mr > 0.
γ(t0 )
y
x
EJERCICIOS 2.1
1. Demuestre formalmente la existencia del punto t0 descrito al final de la
demostración del Teorema 2.1.1.
2.2. EL MODELO DEL SEMIPLANO 47
entonces
az + b (az + b)(cz + d)
Im T (z) = Im = Im
cz + d |cz + d|2
adz + bcz Im(z)
= Im = .
|cz + d|2 |cz + d|2
También, como
1
T 0 (z) = ,
(cz + d)2
se sigue de las ecuaciones de Cauchy-Riemann que
1
µT (z) = .
|cz + d|2
|cz + d|2
1 1 1
= = ,
Im T (z) Im(z) Im(z) µT (z)
pertenecen a SL(2, R). Obsérvese que esto implica que al trasladar cualquier
curva horizontalmente su longitud hiperbólica permanece invariante.
La reflexión en el eje imaginario
ϕ(z) = −z
b
p b
(γ2 0 (t))2 γ2 0 (t)
Z Z b
≥ dt ≥ dt = log(γ2 (t))
a γ2 (t) a γ2 (t) a
ki ki
i z w i
z
w
|z − w|2
cosh ρ(z, w) = 1 + .
2 Im z Im w
k + 1/k
cosh ρ(i, k i) = cosh (log k) =
2
k + 1/k − 2 (k − 1)2
= +1 = +1
2 2k
|i − k i|2
= + 1.
2 Im i Im(k i)
El caso general se sigue del lema anterior y de los Teoremas 2.2.2 y 2.2.1,
ya que se puede encontrar una transformación en P SL(2, R) que mande z y
w en i y k i, k > 1. Esto último se logra enviando la geodésica por z y w
al eje imaginario, y posteriormente –si es necesario– aplicando una homotecia
y la función z → −1/z.
Se puede probar que la fórmula del teorema anterior es también válida
en todas las dimensiones (véase [2] p. 35 y el final de este capı́tulo).
z0
Una primera aplicación de esta fórmula muestra que los cı́rculos hiperbóli-
cos son cı́rculos euclideanos, donde el centro euclideano se obtiene incremen-
tando la parte imaginaria del centro hiperbólico (véase la Figura 2.4).
54 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
|z − z0 |2
cosh ρ(z, z0 ) = cosh r = 1 + ,
2 Im z Im z0
y se tiene
(x − x0 )2 + y 2 + y02
coshr = .
2 y y0
Despejando y completando cuadrados se tiene
y
(x − x0 )2 + (y − y0 cosh r)2 = y02 senh2 r.
Se ha probado entonces que el cı́rculo hiperbólico con centro z0 = x0 +iy0
y radio hiperbólico r es el cı́rculo euclideano con centro en x0 + iy0 cosh r y
radio y0 senh r (véase la Figura 2.4). De nuevo, esta fórmula de los cı́rculos
hiperbólicos se generaliza a esferas hiperbólicas de cualquier dimensión (cf.
[2] p. 35). Mostramos ahora otra manera de probar que los cı́rculos hiperbóli-
cos son cı́rculos euclideanos. Sean z0 ∈ H2 y r ∈ R+ , trazando cualquier
geodésica en H2 por el punto z0 , se encuentra otro punto z ∈ H2 , tal que
ρ(z, z0 ) = r. Ahora, si C denota el cı́rculo de Apolonio con respecto a z0 y
z 0 que pasa por z, como R b es también un “cı́rculo” de Apolonio con respec-
to a estos puntos lı́mite, se tiene que cualquier transformación elı́ptica, que
fije z0 y z 0 , está en P SL(2, R) y preserva C. En consecuencia, C consiste
de puntos que equidistan hiperbólicamente una distancia r de z0 , esto se
sigue ya que las transformaciones en P SL(2, R) son isometrı́as. Finalmente,
si ρ(z0 , w) = r, al trazar la geodésica que une z0 con w, ésta intersecta C
en 2 puntos y es claro que uno de ellos es w (véase la Figura 2.5).
2.2. EL MODELO DEL SEMIPLANO 55
w
C
z0
z
z0
Se tiene entonces que las elı́pticas son rotaciones hiperbólicas en los cı́rcu-
los de Apolonio contenidos en H2 . Las transformaciones parabólicas son un
caso lı́mite de las elı́pticas cuando los puntos fijos z0 y z 0 se juntan en la
recta real para coincidir en un solo punto, digamos α; se dice que son una
rotación lı́mite, esto es, son rotaciones en los horociclos (véase la Figura 2.6).
Por otra parte, si T es hiperbólica con puntos fijos α, β ∈ R, b entonces T
preserva los hiperciclos por α y β. Más aún, al iterar T los puntos viajan en
estos hiperciclos hacia el atractor, por lo que T es una traslación hiperbólica
(véase la Figura 1.13). En particular, la geodésica por α y β, llamada el eje,
56 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
z0
z0
por lo cual
a2 + (b − t)2 x2 + (y − t)2
=
b y
y
y a2 + (b − t)2 = b x2 + (y − t)2 .
b=y y a = ± x.
T ϕ = Id o T ϕ (z) = −z.
Una caracterización del grupo completo de isometrı́as en el espacio hiperbó-
lico n-dimensional aparece en [20], pp. 129 y 130. Una versión más geométrica,
que sin embargo asume diferenciabilidad, se puede consultar en [14] p. 61.
Estas generalizaciones muestran que –como en el caso bidimensional– este
grupo está generado por las reflexiones en “esferas” ortogonales a Rn−1 . El
siguiente resultado muestra que la distancia de un punto a una geodésica se
alcanza trazando otra geodésica ortogonal.
i |z|
EJERCICIOS 2.2
1. Demuestre formalmente que si se tiene una curva C 1 por tramos que une
i con k i, k > 1, y que no está contenida en el segmento vertical [i , k i],
entonces su longitud hiperbólica es estrictamente mayor que log k.
2.3. EL MODELO DEL DISCO DE POINCARÉ 59
b i |z| α
b z
b
α
b
b
y
(z + i) − (z − i) 2i
f 0 (z) = = .
(z + i)2 (z + i)2
Ahora, se sigue de las ecuaciones de Cauchy-Riemann que el factor de con-
formalidad, denotado en (2.1) por µ(z) está dado por |f 0 (z)|, por lo cual
2
µ(z) = .
|z + i|2
También
" #
−1 hw + 1i (w + 1)(1 − w) 1 − |w|2
Im f (w) = Re = Re = .
1−w |1 − w|2 |1 − w|2
Este modelo del disco es ciertamente más homogéneo que el del semiplano,
al ser todos los puntos en la recta al infinito ∂∆ similares, a diferencia
62 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
ti
−ti
Casi todas las propiedades que se probaron para el semiplano son también
válidas en el disco de Poincaré, ya que la función f es una isometrı́a de
Möbius y es por lo tanto conforme y preserva la familia de todos los “cı́rculos”.
En primera instancia, f transforma los “cı́rculos” ortogonales a la recta
real en los “cı́rculos” ortogonales al cı́rculo unitario; también se sigue de la
prueba de la relación (2.1) que esta función no solamente es una isometrı́a,
sino que también preserva la longitud de las curvas de clase C 1 por tramos,
en particular las que minimizan la distancia. Por lo tanto, los segmentos en
∆ de los “cı́rculos” ortogonales al cı́rculo unitario minimizan las distancias
hiperbólicas. Se sigue también de la discusión en la sección anterior, referente
a que la única curva que minimiza la distancia entre i y k i es el correspon-
diente segmento vertical en el eje imaginario, que esta propiedad de unicidad
también la cumplen los segmentos de los “cı́rculos” ortogonales al cı́rculo
unitario. En consecuencia, las geodésicas en este modelo son los semicı́rculos
ortogonales al cı́rculo unitario, ası́ como los diámetros (véase la Figura 2.11).
Estos argumentos muestran que el Teorema 2.2.3 también se cumple en este
modelo.
2.3. EL MODELO DEL DISCO DE POINCARÉ 63
siguiente sección se probará una fórmula general para la distancia entre dos
puntos cualesquiera en ∆. A continuación probamos un caso particular.
EJERCICIOS
1. Demuestre que los cı́rculos hiperbólicos con centro en el origen son cı́rculos
euclideanos con centro en el origen.
2. Pruebe que el grupo M (∆) actúa transitivamente en geodésicas de ∆ y
en puntos de ∆.
3. Demuestre directamente, sin hacer uso del semiplano superior, que la fun-
ción z → z es una isometrı́a hiperbólica del disco de Poincaré.
4. Demuestre que las funciones en P SL(2, C) que preservan tanto el origen
como el cı́rculo unitario son rotaciones.
5. Verifique los detalles de la prueba del Teorema 2.3.1.
en Rb n = Rn ∪ {∞}.
La proyección estereográfica se puede definir en cualquier dimensión, una
demostración muy similar a la que se hizo al principio del libro muestra que
esta función es una biyección entre Rn ∪{∞} y la esfera unitaria centrada en
el origen en Rn+1 . Para medir continuidad de las funciones en Rn ∪ {∞} se
usa la métrica cordal, la cual se deriva de manera análoga al caso complejo,
más aún, la fórmula que se obtiene es exactamente la misma que la de la
Definición 2 en el capı́tulo 1 (cf. [2] pp. 20-22).
Geométricamente es evidente que ϕ es una involución y que
ϕ (z) = z ⇐⇒ z ∈ C(a, r).
Una prueba analı́tica de estos hechos, en cualquier dimensión, es además
muy simple (ejercicio). Esta función ϕ es también continua en la esfera de
Riemann con la métrica cordal, dejamos la verificación de este hecho como
b n.
ejercicio para el lector; obsérvese que esta prueba también se aplica en R
Un cálculo sencillo –que se aplica también a esferas en Rn – muestra que si
T es la traslación z → z − a, S la homotecia z → z/r y ψ la reflexión en
el cı́rculo unitario ∂∆, entonces
−1 −1
ϕ=T S ψ S T. (2.4)
Para definir las reflexiones en rectas conviene identificar al plano complejo
extendido con R b 2 , de esta manera se puede usar el producto escalar usual en
2 b 2 están determinados
R . Con este producto, los puntos de una recta en R
por la siguiente expresión
R(a, t) = z ∈ R2 z · a = t, a ∈ R2 − {0}, t ∈ R ∪ {∞}.
donde |a| = 1.
ϕ(z)
z
θ
0
b n.
Esta misma definición se aplica a reflexiones en planos P (a, t) en R
Análogamente al caso de los cı́rculos, ϕ es una involución y
−1
entonces un cálculo sencillo muestra que ϕ = T ψ T . Estas últimas afirma-
ciones se cumplen también para planos P (a, t) en R b n (ejercicio). Además,
si ϕ es la reflexión en el plano P (a, 0), entonces ϕ es lineal y preserva nor-
mas, por ende, es ortogonal; esto se sigue de un cálculo elemental que queda
como ejercicio para el lector. El siguiente resultado relaciona las distintas
reflexiones sobre rectas por el origen.
Proposición 2.4.1 Sean ψ(z) = z, S(z) = eiθ z y ϕ la reflexión en la
recta L que pasa por el origen y por eiθ , donde 0 < θ ≤ π, entonces
−1
ϕ = SψS .
Demostración. Un vector normal unitario a L está dado por a = ieiθ .
Escribiendo a = a1 + ia2 y z = x + iy, se tiene que Re (z a) = a1 x + a2 y,
por lo cual
ϕ(z) = z − 2Re (z a) a = z − (z a + a z) a = −a2 z.
Finalmente,
ϕ S(z) = ϕ(ei θ z) = ei 2 θ e−i θ z = ei θ z = S( z) = S ψ(z).
La proposición anterior muestra de nuevo que las reflexiones en rectas
por el origen son funciones lineales ortogonales, y por lo tanto las reflexiones
en rectas son conformes. Más aún, la prueba de dicha proposición exhibe la
matriz que determina la reflexión como función lineal de R2 en R2
cos2 θ −sen2 θ 1 0 cos2 θ sen2 θ
= . (2.5)
sen2 θ cos2 θ 0 −1 sen2 θ −cos2 θ
En Rn , las reflexiones en planos de codimensión uno son también conformes,
al ser conjugadas por traslaciones a funciones lineales ortogonales.
Como las funciones en P SL(2, C) y la función z → z son continuas
en la esfera de Riemann con la métrica cordal, se sigue de la Proposición
2.4.1 que la reflexión en cualquier recta es también continua en todos los
puntos incluyendo ∞. En general, las traslaciones y las transformaciones
ortogonales son continuas en R b n con la métrica cordal, ya que, como en
el caso complejo, si se tiene una sucesión de puntos finitos en la esfera de
Riemann xn , n ∈ N, entonces
dC (xn , ∞) 7−→ 0 ⇐⇒ xn 7−→ ∞.
68 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
W2
L1 W1
L2
L1 L2 W2
W1
b/2 b
Teorema 2.4.4 b 2 ).
P SL(2, C) = M (R
L1
W1
L2
W2
ϕ −1 σ2 ϕ = σ1 ,
por lo cual
σ2 ϕ = ϕ σ1 .
Ahora, si z, w son puntos inversos con respecto a W1 , se tiene
σ2 ϕ(z) = ϕ σ1 (z),
y
σ2 ϕ(z) = ϕ (w),
lo que prueba el resultado.
Estos corolarios son también válidos en Rb n (véase [2] pp. 31, 32). Tam-
bién, se siguen del Teorema 2.4.4 otros resultados muy importantes del plano
hiperbólico.
|x − y|
|ϕ(x) − ϕ(y)| = r2 .
|x − a| |y − a|
x2 + y 2 − 1
2x 2y
= , , ,
x2 + y 2 + 1 x2 + y 2 + 1 x2 + y 2 + 1
lo cual muestra que la proyección estereográfica es la restricción, al plano
complejo, de una reflexión en una esfera en R3 , es decir, de una función de
Möbius del grupo GM ( R b 3 ). Al ser esta reflexión una involución, se tiene
que también su restricción a la esfera unitaria es la inversa de esta función
estereográfica, esto es, si (x1 , x2 , x3 ) ∈ S2 , entonces
x1 x2
ϕ(x1 , x2 , x3 ) = , ,0 .
1 − x3 1 − x3
|b
z − w| 2 |z − w|
|ϕ(b
z ) − ϕ(w)|
b
b =2 =p p ,
|b
z − e 3 | |w
b − e 3| ( |z|2 + 1) ( |w|2 + 1)
|f (x) − f (x0 )|
lı́m
x→x0 |x − x0 |
r2
.
|z − a|2
2.4. EL GRUPO COMPLETO DE ISOMETRÍAS 75
1
r
a∗ a
(ii) ϕ(0) = a∗ ;
(iii) |a|2 = 1 + r2 ;
|a|2 = 1 + r2 ,
76 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
ϕ(0) = a − r2 a∗ = |a|2 − r2 a∗ = a∗ ,
(|a|2 − 1) |z − a∗ | |z − a∗ |
= = |a| .
1 |z − a| |z − a|
|a| 1 − 2
|a|
Por consiguiente
|z − a|2 − |a|2 |z − a∗ |2
1 − |ϕ(z)|2 = .
|z − a|2
Ahora, el numerador de esta expresión está dado por
a 2
|z − a|2 − |a| z −
|a|
−1
Corolario 2.4.5 que S σj S es la reflexión en Wj , j = 1, 2. Finalmente,
como
−1 −1
T = S σ2 S S σ1 S ,
se sigue el resultado. El caso hiperbólico se prueba de manera análoga. Véase
las Figuras 2.13, 2.14 y 2.15.
(i) elı́ptico: los dos puntos lı́mite son complejos conjugados (o son puntos
inversos con respecto a ∂∆);
(véase las Figuras 2.17, 2.18 y 2.19). Esta descripción refina los resultados
del Teorema 2.4.13: si T ∈ P SL(2, R) (o T ∈ M (∆) ), entonces
T = σ2 σ1 ,
teiφ
teiψ
t ei ϕ , t ∈ R + , s eiψ , s ∈ R+ ,
1 |t ei ϕ − s ei ψ |2
cos h ρ(t ei ϕ , s ei ψ ) − 1 =
2 4 Im(t ei ϕ) Im(s ei ψ )
1
≥ (2 − 2 cos(ϕ − ψ)) ,
4 sen ϕ sen ψ
por lo cual el ı́nfimo se alcanza cuando t = s.
Obsérvese que en la prueba del caso hiperbólico en el teorema anterior,
se usó la propiedad del paralelismo para probar que
ρ(t ei ϕ , t ei ψ ) = ρ(C1 , C2 ).
α α
b
α α
b
|x − y|2
,
x3 y3
|x − y|2
cosh ρ(x, y) = 1 + .
2 x3 y3
EJERCICIOS 2.4
1. Sea ϕ una reflexión en un “esfera ” W, demuestre de manera analı́tica
b n y que ϕ(z) = z si y sólo si z ∈ W .
que ϕ es una involución en R
2. Demuestre que las reflexiones en “cı́rculos” son continuas en la esfera de
Riemann.
3. Sea ϕ la reflexión en el plano P (a, t), ψ la reflexión en el plano P (a, 0)
y f (x) = x − ta, demuestre que ϕ = f −1 ψ f.
b n , demuestre que ϕ es ortogonal.
4. Sea ϕ la reflexión en el plano P (a, 0) ⊂ R
5. Demuestre de dos maneras que las reflexiones en “cı́rculos” ortogonales al
cı́rculo unitario, restringidas al disco de Poincaré ∆, son isometrı́as hiperbóli-
cas.
6. Probar el caso elı́ptico en el Teorema 2.4.13.
7. Demuestre que la reflexión en la esfera S(a, r) de Rn está dada por la
función f −1 g −1 ψ g f , donde f es la traslación x → x−a, g es la homotecia
x → x/r y ψ es la reflexión en la esfera unitaria.
86 CAPÍTULO 2. MÉTRICA HIPERBÓLICA
8. Demuestre de dos maneras que dados dos puntos en ∆, existe una isometrı́a
hiperbólica en GM (∆) que los manda a los puntos 0 y t ∈ (0, 1), donde
GM (∆) denota el subgrupo de GM (R b 2 ) que preserva ∆.
9. Sean L1 y L2 dos geodésicas disjuntas y no tangentes en H2 (o en ∆),
demuestre que existe otra geodésica M, que es ortogonal común a L1 y a
L2 .
10. Terminar la prueba analı́tica del Teorema 2.4.14 (sugerencia: usar la
fórmula de la distancia hiperbólica en el disco de Poincaré en el caso elı́ptico).
11. Sea T ∈ GM (∆), tal que fija el origen, demuestre que T es ortogonal.
12. Demuestre que el Lema 2.2.4 también es válido para el grupo completo
de isometrı́as de H2 .
13. Demuestre que b 2 , entonces ϕ
3
si
2
ϕ es la reflexión en un “cı́rculo” en R b
preserva H y ϕ R = ϕ.
bb
14. Sea ϕ la reflexión en la esfera unitaria con centro en el origen en Rn ,
demuestre que la entrada i, j de la matriz jacobiana de ϕ 0 (x) está dada por
δi j 2x x
|x|2
− |x|i 4 j , donde δi j denota la delta de Kronecker.
2 xi xj
15. Sea M la matriz cuadrada de n×n con entradas Mi j = |x|2
, demuestre
que la matriz I − M es ortogonal.
16. Demuestre que la igualdad (2.1), aplicada a la métrica hiperbólica de H3 ,
se cumple bajo las extensiones de Poincaré de las reflexiones en “cı́rculos”
de Rb 2.
|x−y|2
17. Demuestre que la expresión x, y ∈ H3 , es invariante bajo las ex-
x3 y3
,
b 2.
tensiones de Poincaré de las reflexiones en “cı́rculos” de R
18 Demuestre que P SL(2, R) consiste en las extensiones de Poincaré de
M (R).
b
19. Pruebe que las reflexiones en “cı́rculos” ortogonales a la recta real (o al
cı́rculo unitario) generan el grupo completo de isometrı́as del plano hiperbóli-
co H2 (o ∆).
20. Demuestre que los elementos de GM (R b 2 ) preservan la familia de “cı́rcu-
los” de C.b
Capı́tulo 3
Grupos fuchsianos
3.1. Discontinuidad
Establecemos primero ciertos resultados –los cuales usaremos posteriormente–
que relacionan los puntos fijos de las funciones en P SL(2, C) con sus propieda-
des conmutativas. En la mayorı́a de los casos estas transformaciones de
87
88 CAPÍTULO 3. GRUPOS FUCHSIANOS
2. T no parabólico.
Si F T 6= F S , se sigue del lema anterior que S intercambia los puntos
2
fijos de T , y por lo tanto S fija tres o más puntos y es necesariamente
2
la función identidad (ya que bajo estas hipótesis, S fija los puntos
fijos de T y de S). Se tiene entonces que S es elı́ptica de orden 2,
con puntos fijos conjugados entre sı́; sin embargo, aplicando otra vez el
Lema 3.1.1, se sigue que T intercambia los puntos fijos de S, lo cual
es una contradicción, ya que T ∈ P SL(2, R).
3.1. DISCONTINUIDAD 89
Teorema 3.1.3 Los conjuntos lı́mite L(Γ) y ordinario O(Γ) definidos por
un subgrupo Γ de P SL(2, C) son invariantes bajo la acción de Γ.
T n (z) 7−→ α.
U n T k (z) 7−→ α,
O(ϕ Γ ϕ −1 ) = ϕ O(Γ) .
c
Demostración. Como ϕ es biyectiva, se tiene que ϕ O(Γ) = ϕ L(Γ) ,
por lo que basta probar que
L ϕ Γ ϕ −1 = ϕ L(Γ) .
Para esto, sea ϕ(z) ∈ ϕ L(Γ) , por lo que existen T n ∈ Γ distintas y
w ∈ C,
b tales que T n (w) → z; se sigue entonces por continuidad que
ϕ(z) ∈ L ϕ Γ ϕ −1 ,
Demostración.
Caso 1: T es parabólica.
Si T tiene su punto fijo finito α, tomando
1
ϕ(z) = ,
z−α
se tiene
nk
ϕ −1 ϕ(z) = ϕ(z) + n k b,
ϕT b ∈ C, b 6= 0.
También,
nk
ϕ −1 ϕ(w) 7−→ ϕ(z0 ),
ϕT cuando k → ∞.
Además,
nk
ϕ −1 ϕ(w) 7−→ ϕ(z0 ),
ϕT cuando k → ∞
Por lo cual ϕ(z0 ) = 0, ∞ y z0 = α, β.
94 CAPÍTULO 3. GRUPOS FUCHSIANOS
ejemplos
(5) Los subgrupos del grupo modular son muy importantes en la teorı́a de
los números, uno de ellos es el subgrupo principal de congruencias de
nivel N
a b
Γ(N ) = ∈ SL(2, Z) a, d ≡ 1 mod N, b, c ≡ 0 mod N .
c d
y también, si
a b α β
A= y B=
c d γ δ
son matrices en Γ(N ), entonces
aα + bγ aβ + bδ 1 0
AB = ≡ mod N y AB ∈ Γ(N ).
cα + dγ cβ + dδ 0 1
Demostración. Sean
a b α β
∈ SL(2, Z) y ∈ Γ(N ),
c d γ δ
entonces
a b α β d −b aα + bγ aβ + bδ d −b
=
c d γ δ −c a cα + dγ cβ + dδ −c a
ad − bc −ab + ab
≡ mod N,
cd − cd −cb + ad
puesto que α, δ ≡ 1 mod N y β, γ ≡ 0 mod N. Por lo tanto Γ(N ) es
normal en SL(2, Z).
3.1. DISCONTINUIDAD 97
Esto se debe a que la clase de una matriz T ∈ SL(2, C) puede ser distinta a la
de −T, pero ambas son la misma al proyectarse al grupo de transformaciones;
dejamos la verificación de los detalles como ejercicio. En particular, para
N > 2, se tiene que 2[P SL(2, Z), Γ(N )] = [SL(2, Z), Γ(N )]. Se sigue de
estas observaciones que la Proposición 3.1.7 también es válida para los corres-
pondientes grupos de transformaciones. Se define ahora la convergencia de
matrices.
Definición 23 Sean
an b n a b
Tn = , n ∈ N, T =
cn dn c d
matrices en SL(2, C), (o en GL(2, C)), se dice que Tn → T, si an → a,
bn → b, cn → c y dn → d, cuando n → ∞.
An Bn → AB.
Demostración. Si
an b n αn βn a b α β
An = , Bn = , A= y B= ,
cn dn γn δn c d γ δ
entonces
an αn + bn γn an βn + bn δn
An Bn =
cn αn + dn γn cn βn + dn δn
y
aα + bγ aβ + bδ
An Bn 7−→ = AB.
cα + dγ cβ + dδ
3.1. DISCONTINUIDAD 99
Para terminar esta sección mostramos que los grupos discontinuos son a
lo sumo numerables.
Lema 3.1.10 Sea M un subconjunto no numerable de Rn , entonces existe
un punto en Rn que es punto de acumulación de M.
Demostración. Supongamos que el conjunto M no se acumula en ningún
punto. Sean
xj , j ∈ I,
los elementos de M, entonces para toda xj existe δj , tal que
B(xj , δj ) = y ∈ Rn |y − xj | < δj
EJERCICIOS 3.1
1. Demuestre que la propiedad de conmutar y la de fijar los mismos puntos
es invariante bajo conjugación en P SL(2, C).
2. Demuestre que si dos transformaciones no parabólicas tienen exactamente
un punto fijo en común α, entonces el conmutador es parabólico y fija α.
3. Exhiba un ejemplo de un punto lı́mite que no sea un punto de acumulación
y que tampoco sea el punto fijo de una transformación de orden infinito.
4. Demuestre que P SL(2, R) no es discontinuo.
3.2. GRUPOS DISCRETOS. 101
Demostración. Probamos que bajo estas hipótesis los puntos del semiespa-
cio superior son ordinarios. Suponiendo que esto no se cumple, existe entonces
un punto z0 ∈ H2 ∩ L(Γ) y transformaciones T n ∈ Γ, n ∈ N, distintas, tales
que T n (z) → z0 , donde z ∈ H2 . Esto último se sigue, ya que Γ < P SL(2, R).
Tomando S ∈ P SL(2, R), tal que S(i) = z, se tiene T n S(i) → z0 y
−1 −1
S T n S(i) 7−→ S (z0 ).
1 −1
−
7 → Im S (z0 ) >0
c2n + d2n
y
a2n + b2n −1
S (z0 )2 > 0.
−
7 →
c2n + d2n
Se sigue entonces que las sucesiones {cn } y {dn } están acotadas superior-
mente. También, las sucesiones {an }, {bn } están acotadas superiormente,
puesto que existe un real positivo k, tal que
g(K) ∩ K 6= ∅
{T ∈ Γ | T (z) = z}.
−1 −1
⇐⇒ T S T ∈ Γz ⇐⇒ S ∈ T Γz T .
y Γ no serı́a discreto.
Ahora, se afirma que
M = {n µ, n ∈ Z},
M = { µn | n ∈ Z },
y Γ no serı́a discreto.
Finalmente, sea θ el menor elemento positivo de M, se afirma que
M = { θ n, n ∈ Z} ,
F T = {0, ∞} y F S ∩ F T = {∞}.
(i) si z ∈ R,
b Γz es la identidad o cı́clico infinito;
Proposición 3.2.11 Sea Γ < P SL(2, R), tal que L(Γ) = {z0 }, entonces
Γ es cı́clico parabólico.
{g ∈ G | gΓg −1 = Γ}.
NG (Γ) = {g ∈ G | gΓ = Γg}.
N G (Γ) = K,
N G (Γ) = G0 ,
ya que todos los elementos de G que fijan 0, también fijan ∞ (en virtud
del Teorema 3.2.8).
En contraste, si el grupo G contiene una transformación elı́ptica de orden
2, S, tal que S(0) = ∞, entonces como S es una involución de la forma
z → α/z, se sigue que
n
n α k α z
n −1
−n
S T S (z) = S T =S = n = T (z),
z z k
−1
λ dn −λ−1 bn
λan λbn
=
λ cn λ−1 dn
−1
−λcn λan
an dn − λ2 bn cn −an bn + λ2 an bn
= ,
λ−2 dn cn − dn cn −λ−2 bn cn + an dn
= 2 − bn cn (λ − λ−1 )2 . (3.2)
y
λ−1 0 1 − bn cn (λ−2 − 1) −an bn (λ2 − 1)
−1
T Cn−1
=
0 λ −cn dn (λ−2 − 1) 1 − bn cn (λ2 − 1)
−1
λ 1 − bn cn (λ−2 − 1) −1
2
−λ a n b n (λ − 1)
= .
−λcn dn (λ−2 − 1)
λ 1 − bn cn (λ2 − 1)
116 CAPÍTULO 3. GRUPOS FUCHSIANOS
En consecuencia, la traza de Dn es
= 2 + an bn cn dn (λ − λ−1 )4 . (3.3)
Ahora, ya que |χ(Cn )| ≥ 2 y bn cn → 0, se sigue de (3.2) que χ(Cn ) ≥ 2,
si n es suficientemente grande. En particular, existe un natural N1 , tal que
si n > N1 , se tiene bn cn ≤ 0.
También, como |χ(Dn )| ≥ 2 y an bn cn dn → 0, se sigue de (3.3) que
χ(Dn ) ≥ 2, si n es suficientemente grande, digamos n > N2 . En consecuen-
cia, an bn cn dn ≥ 0, si n > N2 . Más aún, ya que an dn → 1, cuando n → ∞,
existe un natural N3 , tal que si n > N3 , an dn > 0.
Por consiguiente, tomando N = max{N1 , N2 , N3 } y n > N, se tiene
bn cn ≤ 0 y también bn cn ≥ 0, por lo cual bn cn = 0. Se sigue entonces
de (3.2) que χ(Cn ) = 2 y que Cn = Id, ya que el grupo es puramente
hiperbólico. Finalmente, como T y Tn conmutan, si n > N, necesariamente
Tn fija 0 e ∞.
El sorprendente resultado que se muestra a continuación fue encontrado
por Lauritzen, la demostración que se exhibe se debe a Siegel.
EJERCICIOS 3.2.
1. Demuestre que si dos grupos de matrices en SL(2, C) determinan el mismo
grupo de transformaciones, entonces ambos simultáneamente son (o no son)
discretos.
2. Sea ψ un homeomorfismo entre dos espacios métricos X y Y, demuestre
que un grupo G actúa discontinuamente en X si y sólo si el grupo ψ G ψ −1
actúa discontinuamente en Y.
3. Sea Γ un subgrupo de P SL(2, C) que actúa en un subdominio M de la
esfera de Riemann, supóngase también que M intersecta al conjunto lı́mite
de Γ, demuestre que Γ no actúa discontinuamente en M.
4. Demuestre que si T ∈ P SL(2, R), entonces 2 cos h ρ i, T (i) = ||T ||2 ,
donde T es una matriz en SL(2, R) que representa a T .
5. Demuestre que si Γ es un grupo discreto de P SL(2, R), entonces Γ actúa
discontinuamente en H2 .
6. Exhiba un subgrupo discreto abeliano de P SL(2, C) con transformaciones
parabólicas y que no sea cı́clico.
7. Exhiba un subgrupo discreto abeliano de P SL(2, C) que no contenga
transformaciones parabólicas y que no sea cı́clico.
T (z)
z
n
T (z)
Caso 2: T es hiperbólica.
Se sigue de la discusión en el primer capı́tulo sobre la geometrı́a de las
hiperbólicas que
b − {λ, λ0 },
∀z ∈ C
Γ(z) se acumula en el atractor y en el repulsor (véase la Figura 3.3).
T (z)
n
z T (z)
λ′ λ
cuando n → ∞, y
Kn = B(0, n) ∩ An ,
Además, el conjunto
−an −1
= T n (∞), n ∈ N,
cn
está acotado, ya que no puede acumularse en el punto ordinario ∞; por lo
que existe un punto de acumulación λ0 y una subsucesión T nk , para la cual
−1
T nk (∞) → λ0 (nótese que λ0 ∈ L(Γ)).
−1
Ahora, si z ∈ C, z 6= λ0 , entonces el conjunto T nk (∞), k ∈ N, no se
acumula en z, por lo que
z − −ank ≥ > 0, si k > N.
(3.8)
cnk
(i) L = d(Γ(z)) ∀z ∈ O;
Λ(z) = L ∀ z ∈ C.
b
En el caso no elemental todas las órbitas son densas en los puntos lı́mite;
sin embargo este conjunto (cuando no es R b o C)
b es en cierta manera delgado.
Los siguientes resultados muestran ese carácter fractal, o de conjunto de
Cantor, que tienen los conjuntos lı́mite en estos casos.
Teorema 3.3.12 Sea Γ un subgrupo discreto de P SL(2, R), entonces el
conjunto lı́mite de Γ es toda la recta real extendida, o es un conjunto que en
ninguna parte es denso en R.b
3.3. CONJUNTO LÍMITE DE UN GRUPO DISCRETO 127
α ∈ O(Γ) ∩ R.
b
L(Γ) ⊂ W.
EJERCICIOS 3.3
1. Demuestre la existencia de subgrupos de P SL(2, C) con puntos lı́mite que
no son puntos de acumulación de las órbitas en C,
b ni tampoco son puntos
fijos de transformaciones de orden infinito.
2. Pruebe que si un grupo de matrices representa a un subgrupo discreto
P SL(2, C), entonces alguno de los cuatro conjuntos de números complejos
definidos por las entradas de estas matrices no es acotado.
3. Demuestre la primera parte del Lema 3.3.4.
4. Sea λ un punto lı́mite de un grupo fuchsiano Γ, demuestre la existencia
de un punto λ0 ∈ C,
b con la siguiente propiedad: si K es un conjunto com-
pacto en C,
b tal que λ0 ∈/ K, se tiene entonces que existen transformaciones
distintas T n ∈ Γ, n ∈ N, tales que T n (z) → λ uniformemente en K.
5. Demuestre que si el conjunto de puntos fijos de un grupo fuchsiano Γ con-
siste en dos puntos, entonces el grupo es cı́clico hiperbólico o cı́clico elı́ptico.
130 CAPÍTULO 3. GRUPOS FUCHSIANOS
Capı́tulo 4
Regiones fundamentales
(ii) ∀z ∈ H2 (o en C)
b existe T ∈ Γ, tal que T (z) ∈ F.
0 λ
e2πi/q
Definición 36 Sea Γ < P SL(2, R), se dice que una región R es un dominio
fundamental en H2 para Γ, si se cumplen las siguientes condiciones:
Z Z Z
dµ 1 1 dµ
= 2 |cz + d|4 dµ = .
(Im z)2 (Im z)2
A A Im T (z) T (A)
Hn = {z ∈ H2 | Im z > 1/n}
y
Rn = {z ∈ H2 | − n < Re z < n}.
El Teorema 4.1.1 se puede enunciar de manera más general: el área
hiperbólica de cualquier región en H2 es invariante bajo cualquier isometrı́a
hiperbólica (ejercicio). A continuación describimos ciertas mediatrices que se
ocupan en la construcción de las regiones fundamentales de Dirichlet, que
estudiaremos en la siguiente sección.
w z
z zn
z0
w
wn
e no es h-convexa, existen z, w ∈ A,
Demostración. Si A e tal que
[z, w] 6⊂ A.
e
−δ < Re zn , Re wn < δ;
w1
α1 α α2
wn = xn + iyn ∈ A, n ∈ N, n > 2,
tal que wn → w2 , se puede también suponer que xn > 0 (el caso xn < 0 es
análogo). Nótese que las ordenadas en el origen de las rectas euclideanas que
pasan por α1 y wn están dadas por
(yn − v)
yn − xn ,
(xn − u)
EJERCICIOS 4.1
T (Nw ) = Nw , si T (w) = w.
4.2. CONSTRUCCIÓN DEL POLÍGONO DE DIRICHLET 141
T n (w0 ) = wn , n ∈ N,
z
w0
Figura 4.8: Li ⊂ Ai
D(w0 , r) wi
K
w0
wi ∈ Dh (w0 , 2r)
λj1
λj2
z λj3
w 7−→ ρ(w, z)
Figura 4.11: Teselación del plano hiperbólico definida por el grupo modular
λjn
D
D
λj2
λj1
w0
D ∩ N 6= ∅
ρ(z, w0 ) ≤ ρ(z, wi ) ∀ i.
De otra manera, si ρ(z, w0 ) > ρ(z, wi ), entonces z ∈ L0i , y existe una vecin-
dad de z contenida en L0i , por lo que z ∈ / ∂D.
Finalmente, si la desigualdad ρ(z, w0 ) ≤ ρ(z, wi ) es estricta ∀ i, entonces
z ∈ D; por lo que ρ(z, w0 ) = ρ(z, wi ), para al menos alguna i.
ρ(z, w0 ) ≤ ρ(z, wi ) ∀ i
si y sólo si
z ∈ D ∪ ∂D.
ρ(z, wj ) ≤ ρ(z, wi ) ∀ i.
−1
Ahora, si T j (w0 ) = wj y T j (z) = z 0 , se sigue de la invariabilidad de la
métrica que
ρ(z 0 , w0 ) ≤ ρ(z 0 , wk ) ∀ k;
lo cual significa, en virtud del Lema 4.2.6, que z 0 ∈ D.
e
2
Finalmente, las geodésicas en H tienen medida bidimensional cero, y
como ∂D está contenida en una unión numerable de geodésicas, se sigue que
tiene medida cero.
Nótese que el Teorema 4.2.8 muestra que los polı́gonos Di son también de
Dirichlet para Γ (ejercicio). Recordamos del capı́tulo de métrica hiperbólica
que la distancia de un punto z a una geodésica λ se alcanza trazando una
segunda geodésica que pasa por z y es ortogonal a λ (véase la Figura 2.7).
Usando este hecho, para el caso particular descrito en la Definición 40, si λj
es el bisector perpendicular de [w0 , wj ], se tiene que
1
ρ(w0 , λj ) = ρ(w0 , wj ).
2
A continuación mostramos una propiedad de los polı́gonos de Dirichlet; a los
dominios fundamentales que cumplen esta propiedad se les llama localmente
finitos.
si z ∈ D
e j ∩Dh (w0 , r), entonces el punto medio de [w0 , wj ] está en Dh (w0 , r).
En consecuencia, wj ∈ Dh (w0 , 2r). Finalmente, como la órbita de w0 no se
acumula en Dh (w0 , 2r) se sigue el resultado (véase la Figura 4.13).
ej
D
λj
w0
z′ Tk z
w0
wk
e
D ek
D
1 πki/m
2e
θ
θ 1
2
1 2πki/m
2e
eπi/m
λ1
λm−1
e−πi/m
λ3
λ4 λ2
λ5 w2 λ1
w1
w3 w0
w4 w5
Ahora, como la reflexión en la recta que pasa por el origen y por eπ k i/m
es una isometrı́a hiperbólica, se sigue que si 1 < k < m, entonces
1 πki
e m
2
equidista hiperbólicamente de 1/2 y
1 2πki
e m
2
(véase la Figura 4.15). En consecuencia, el conjunto de bisectores λk consiste
en los diámetros por el origen
πki
t e m , −1 ≤ t ≤ 1, 0 < k < m.
4.2. CONSTRUCCIÓN DEL POLÍGONO DE DIRICHLET 151
πi π i (m−1)
t em, 0≤t≤1 y te m , −1 ≤ t ≤ 0
w0
ϕ T ϕ −1 (ϕ(z)) = ϕ(w).
ϕ T ϕ −1 ϕ(z) = ϕ(w)
λk
i w0 m wk
w0 w1 w2
0 1 2 3
w1
λ1
w0
λ−1
w−1
2i
√
2i
λ2
i λ1
i/2
λ−1
w1
w0
w−1
w0
w1
w−1
EJERCICIOS 4.2
1. Demuestre que si Γ es un subgrupo discreto de P SL(2, R) y w ∈ H2 ,
entonces w tiene una vecindad estable.
2. Termine la prueba del Lema 4.10.
3. Sea D un polı́gono de Dirichlet de un subgrupo discreto Γ de P SL(2, R),
demuestre que sus imágenes (bajo elementos de Γ) son también polı́gonos
de Dirichlet de Γ.
156 CAPÍTULO 4. REGIONES FUNDAMENTALES
Obsérvese que el lema implica que existe m > 0, tal que para toda
a b
T = ∈Γ
c d
se tiene |c| ≥ m, o c = 0.
Demostración. Como Γ∞ , el grupo estabilizador de ∞, es cı́clico, existe
una matriz
1 λ
T = ∈ Γ, λ > 0,
0 1
tal que su correspondiente transformación T genera Γ∞ .
Si el lema no se cumple, existe una sucesión
an b n
Tn = ∈ Γ, n ∈ N,
cn dn
4.3. POLÍGONO DE FORD 157
Obsérvese que todas estas matrices son distintas, ya que las entradas cn lo
son. Bajo esta nueva notación se tiene
1 ≤ αn δn ≤ 1 + 2λcn + λ2 c2n
y
αn δn − 1
0 ≤ βn = ≤ 2λ + λ2 cn .
cn
Sin embargo, esta última desigualdad junto con (4.2) implica que las matrices
Bn , n ∈ N, están acotadas, lo cual contradice que Γ es discreto.
A continuación probaremos que las transformaciones de Möbius que no
fijan ∞, actúan euclidianamente en un único cı́rculo llamado isométrico.
158 CAPÍTULO 4. REGIONES FUNDAMENTALES
Definición 41 Sea
az + b
T (z) = , ad − bc = 1, c 6= 0,
cz + d
una transformación en P SL(2, C), se define el cı́rculo isométrico de T ,
denotado por I(T ), como
{z ∈ C | |T 0 (z)| = 1}.
T
−1
I T I T
Ahora, como
1
T 0 (z) = ,
(cz + d)2
160 CAPÍTULO 4. REGIONES FUNDAMENTALES
y que
−1
z ∈ I(T ) ⇐⇒ T (z) ∈ I T ,
etcétera.
Estos hechos se cumplen también en cualquier dimensión. Para aquellas
transformaciones de Möbius en GM (R b n ) que no fijan ∞ se define la esfera
isométrica como aquellos puntos donde el factor de conformalidad del jaco-
biano de la transformación es 1. Resulta, como en el caso bidimensional, que
estos puntos son en efecto una esfera de codimensión 1; más aún, todas las
observaciones y resultados que hemos mencionado para el caso de P SL(2, C),
también se cumplen para transformaciones en GM (R b n ) (cf. [2] pp. 41 y 42).
A manera de conclusión del texto, mostramos la construcción del polı́gono
de Ford para grupos con traslaciones, y aplicamos estos resultados para ex-
hibir una región fundamental del grupo clásico modular, que es a la vez un
polı́gono de Ford y también uno de Dirichlet. En realidad, ambos polı́gonos,
el de Dirichlet y el de Ford, se pueden considerar como distintos casos de
la misma construcción (polı́gono de Dirichlet generalizado). Véase [2] pp.
234-239.
donde
R∞ = {z ∈ H2 | λ < Re z < λ + µ}
y z → z + µ es un generador de Γ∞ .
4.3. POLÍGONO DE FORD 161
Nótese que bajo las hipótesis de la definición anterior, el Lema 4.3.1 im-
plica que los radios de los cı́rculos isométricos, de las transformaciones del
grupo que no son traslaciones, convergen a 0. Esto se sigue, ya que dado
m > 0, sólo existe un número finito de transformaciones T ∈ Γ − Γ∞ ,
az + b
T (z) = ,
cz + d
tales que |c| ≤ 1/m, o
1
≥ m.
|c|
Por consiguiente, el conjunto R es no vacı́o. Más aún, el polı́gono R es un
conjunto abierto h-convexo y por lo tanto conexo. Esto se sigue, ya que es
intersección de semiplanos.
Teorema 4.3.4 Sean R y Γ como en la definición anterior, entonces R es
una región fundamental para Γ.
Demostración. Probamos primero que no hay puntos Γ − equivalentes
en R. Para esto, sea z ∈ R y T ∈ Γ. Si T ∈ Γ∞ , T 6= Id, entonces T
traslada z fuera de R∞ , y por lo tanto T (z) ∈
/ R. Por otra parte, si T no
fija ∞, como z ∈ Ext I(T ), se sigue que
−1
T (z) ∈ Int I T ,
πi
−ρ ρ=e 3
−2 −1 0 1 2
Figura 4.26: Una región fundamental de Dirichlet y Ford del grupo clásico
modular
Resulta que el polı́gono de Ford que acabamos de describir, es también el
polı́gono de Dirichlet con centro en 2i. Para probar esta afirmación, obsérvese
primero que 2 i no es un punto fijo. Una manera de probar esta afirmación
es usando la fórmula de los puntos fijos, dado que la parte imaginaria y de
un punto fijo elı́ptico está dada por
p
4 − χ2
.
2|c|
164 CAPÍTULO 4. REGIONES FUNDAMENTALES
2
y≤ ≤ 1.
2|c|
z
w
Figura 4.27: Prueba de que el polı́gono de Ford del grupo modular es también
de Dirichlet
4.3. POLÍGONO DE FORD 165
EJERCICIOS 4.3
1. Termine la prueba del Lema 4.3.1.
2. Demuestre que si los cı́rculos isométricos de una transformación T y de su
inversa se intersectan, entonces los puntos de intersección son puntos fijos.
−1
3. Sean I(T ) y I T los cı́rculos isométricos de una transformación T y
−1
su inversa. Demuestre que: si T es elı́ptica, I(T ) y I T se intersectan
en dos puntos; si T es parabólica, son tangentes; y si T es hiperbólica, son
ajenos.
4. Demuestre que los cı́rculos isométricos de una transformación loxodrómica
y su inversa son ajenos.
5. Demuestre que dado un subgrupo discreto Γ de P SL(2, R) existen re-
giones fundamentales de Γ, R1 , R2 , tales que R1 es un subconjunto propio
de R2 .
6. Sea Γ el subconjunto del grupo modular determinado por las matrices
cuyas entradas inferiores izquierdas son múltiplos de 2, demuestre que Γ es
un subgrupo y encuentre una de sus regiones de Ford.
166 CAPÍTULO 4. REGIONES FUNDAMENTALES
Bibliografı́a
167
168 BIBLIOGRAFÍA
169
170 ÍNDICE ANALÍTICO
Poincaré
disco de, 60
extensión de, 83
principal de congruencias, grupo, 96
proyección estereográfica, 2
P SL(2, C), 11
P SL(2, R), 32
SL(2, C), 9
SL(2, R), 32
Steiner, configuración de, 25