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Modelos Contemporáneos de Organización Política

Concepto de Legitimidad
En el campo de la política, la legitimidad es la justificación ética del origen del poder, del ejercicio
del mando político, de la procedencia y aplicación de la ley o de cualquier otro acto de la autoridad
pública.

Tipos de legitimidad
Max Weber distinguió tres fuentes de legítimas de autoridad:
La legal-racional (confianza en las normas positivas y en la autoridad que las pone en práctica), la
tradicional (creencia en las normas acostumbradas y en los que gobiernan conforme a ellas) y la
carismática (sumisión a un individuo de influjo extraordinario).

Concepto de Autoridad
La autoridad es la facultad de que está investida una persona dentro de una organización, para dar
órdenes y exigir que sean cumplidas por sus subordinados, para la realización de aquellas acciones
que quien las dicta considera apropiadas para el logro de los objetivos del grupo.

Tipos de autoridad
Formal: Cuando es conferida por la organización, la que emana de un superior para ser ejercida
sobre otras personas. Puede ser lineal o funcional; la lineal es cuando es ejercida por un jefe sobre
una persona o grupo, y la funcional es ejercida por uno o varios jefes sobre funciones distintas.
Técnica: Nace de los conocimientos especializados de quien la posee.
Personal: se origina en la personalidad del individuo.

Para Babbio la autoridad se define como:


“La autoridad del padre es un poder cuyo fundamento es natural, en cuanto deriva de la
procreación. La autoridad patronal es el efecto del derecho de castigar a quien se ha hecho culpable
de un delito gravo y, por tanto, es acreedor a una pena igualmente gravo como la esclavitud. El
poder civil, conceso manifiesto tácito de quienes son sus destinatarios. Como se puede apreciar,
trata de las tres formas clásicas del fundamento de toda obligación: ex natura, ex delito, ex
contractu.”

Fue Aristóteles quien realizó una de las primeras clasificaciones sobre los sistemas de gobierno:
A. Aristóteles tomó en cuenta el número de gobernantes y estableció:
 Gobierno de Uno: Monarquía,
 Gobierno de varios: Aristocracia,
 Gobierno de todos: República.

B. Aristóteles de fijó en la manera en que se ejercía el gobierno; estableciendo diferencias


entre las formas puras e impuras:
 PURA. Era pura cuando el gobierno se ejercía en beneficio e interés de todos y se practicaba
la justicia.
 IMPURA. Era impura cuando se buscaba el interés de los gobernantes.
Aristóteles enlaza las formas puras con las impuras.
a) Dice que el gobierno de uno basado en el interés general se llama Monarquía
b) El de algunos sea cual fuere el número, se llama Aristocracia, o sea el gobierno de los
mejores;
c) y el de todos: República.

Aristóteles estima aceptables distintos sistemas políticos. Cree que el mejor gobierno no es
necesariamente el mismo para todos los tiempos y para todos los países.

Desde un principio establece que el ejercicio del gobierno de la ciudad puede recaer, sobre un
individuo, sobre un pequeño número o sobre una muchedumbre (criterio cuantitativo). A su vez, se
puede analizar según se considere si los mismos gobiernan de acuerdo al interés general –o de
acuerdo a las leyes dirá algunas veces-, o si lo que predomina es el interés propio (criterio
cualitativo).

Así, establece que si el fin del gobierno es el interés general, la forma de gobierno será auténtica;
cuando es el interés particular de los gobernantes, la forma de gobierno estará alterada. (Esto es lo
que denomina Aristóteles como formas puras e impuras de gobierno).

Formas puras e impuras de gobierno.


Según establece Aristóteles, en su Libro VI, capítulo II:
En primer lugar, el gobierno de uno solo en beneficio de todos, realeza o monarquía, cuya
desviación constituye la tiranía.
En segundo lugar, el gobierno de un número reducido, de los mejores, aristocracia, cuya desviación
es la oligarquía...
En tercer lugar, el gobierno de un gran número en interés general, que denomina democracia,
(aunque el término que describiremos es el actual y difiere del que utilizaba el filósofo) cuya
desviación es la demagogia.

Concepto de Dominación
Desde el punto de vista de la Sociología, más precisamente desde la del sociólogo Max Weber, un
estudioso de los alcances del concepto, la dominación es la probabilidad de hallar obediencia
dentro de un grupo determinado para mandatos de tipo específicos o de toda clase.

La dominación estará ligada a diferentes cuestiones como ser: costumbres, afectos, intereses
materiales, en tanto, de estas cuestiones se determinará el tipo de dominación en cuestión, que
según Weber podrá ser: dominación legal (la legitimidad tiene carácter racional y se apoya en la fe
de la legalidad de los órdenes establecidos, por ejemplo, la obediencia a un conjunto de normas;
las leyes son las que delimitarán el tipo de autoridad que podrá ejercer el gobernante) dominación
tradicional (se encuentra apoyada en la fe cotidiana, en la importancia de las tradiciones y en la
legitimidad que ostentan aquellos que fueron oportunamente llamados a poseer autoridad en los
ordenamientos tradicionales; se trata de una estructuración feudal o patriarcal) y la dominación
carismática (se caracteriza por la entrega a la persona a la cual se considera como líder absoluto,
porque rompe con lo cotidiano y lo ordinario, cayendo rendido ante la fuerza carismática que
encarna el líder, es decir, de acuerdo a lo que se admira de él es que se lo respeta y se acepta ser
dominado).

Formas Políticas de Gobierno

La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo


para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer el
poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se
producen dentro de una sociedad. La utilización del término ganó popularidad en el siglo V A.C.,
cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente “Política”.

Los sistemas políticos de la antigüedad eran generalmente absolutistas ya que la totalidad del
poder se encontraba en manos de un único sujeto. En Grecia, existían también algunas polis
donde se practicaba una democracia parcial y se llevaban a cabo asambleas. A partir de
la Revolución Francesa el esquema político experimentó un cambio importante, donde un
elemento fundamental fue la constitución de los Estados Unidos. Desde ese momento se
instauraron regímenes con características democráticas, donde la toma de decisiones responde a
la voluntad general.

En toda sociedad compleja el poder se encuentra organizado; en este sentido, los regímenes
políticos constituyen los diferentes tipos de organización del poder. Son el resultado, por una
parte, de instituciones formales, oficiales, establecidas por las constituciones y por las leyes y, por
otro lado, de instituciones de hecho, de hábitos, costumbres, usos y prácticas.

Para Maurice Duverger toda clasificación de los regímenes políticos implica, explicita o
implícitamente, un Sistema de valores. Las tipologías clásicas de las formas de gobierno son tres:

1. La de Aristoteles
Planteaba que el Estado es algo que se da de forma natural, ya que el hombre tiende a asociarse
naturalmente debido a que su propia esencia lo conduce a ello. El hombre es un animal político,
un “zoon politicón”. El Estado surge a partir de la asociación de varias familias, que conforman
aldeas y luego crecen hasta llegar a la forma más grande de agrupación.
El hombre, divide su ámbito en 2 partes: el ámbito privado (es decir, el oikos) y el ámbito público
(es decir, la polis).
El oikos es el ámbito en el cual se desarrollan relaciones de desigualdad. Fue la unidad básica de la
sociedad en la mayoría de las ciudades-estado, e incluía a la cabeza del oikos (el varón de mayor
edad), su familia extendida (esposa y niños), y esclavos que vivían juntos en un marco doméstico.

2. La de Maquiavelo

Su postura es “realista”, ya que se aleja de las concepciones ideales, y muestra la realidad tal cual
es. Exalta el gobierno Republicano.
Detecta que hay 2 fuerzas esenciales que determinan la política:
• “Virtud”: Es la capacidad del político para aprovechar las circunstancias oportunamente, leyendo
la historia y midiendo los tiempos, eligiendo el momento adecuado para la acción política
utilizando todas las herramientas a su alcance. El virtuoso es el político que logra alcanzar sus
objetivos mediante la fuerza y la astucia. Es virtud saber utilizar la fuerza y la violencia, pero
también el engaño y la traición cuando estos resultan útiles. Es una cualidad subjetiva e interna.

• “Fortuna”: Es la suerte, el azar, el conjunto de elementos que los hombres no pueden controlar
ni entender, y que sin embargo son determinantes para sus empresas. Es una cualidad objetiva y
exterior.

La virtud y la fortuna operan en conjunto: es virtuoso aquel que es capaz de actuar cuando la
fortuna está de su lado, y también el que es capaz de generar las condiciones para que la fortuna
lo acompañe. El arte de la politico depende de ambos cuestiones.

3. La de Montesquieu

Su ideología política advierte la existencia de tres tipos posibles de gobierno: república, monarquía
y despotismo, cada uno con sus propias normas y pautas de actuación.

Para Montesquieu, la república debe gobernarse por el principio de la virtud, el amor a la patria y
la igualdad. La monarquía se rige por el honor, mientras que el despotismo está gobernado por el
terror. Desde este punto de vista, cada forma de gobierno se rige por principios distintos de los
que derivan códigos legales y morales diferentes que condicionan los más variados aspectos del
comportamiento de los hombres.

La decadencia de los sistemas de gobierno se produce cuando los principios de gobierno no son
debidamente cumplidos o sufren alteración, corrompiéndose todo el sistema de gobierno. De este
modo, su análisis histórico encuentra un modelo de explicación racional del devenir de los pueblos
y naciones.

Montesquieu critica la forma de gobierno que él mismo denomina despotismo, esto es, la sujeción
de los individuos no a las leyes sino a la fuerza del gobernante. Encuentra contradictorio que el
terror, principio que rige las formas de gobierno despóticas, haya de asegurar la paz y la seguridad
de los gobernados, restringiendo su libertad.

Contra la república, participación de los ciudadanos en su propio gobierno, Montesquieu alega que
es necesaria una excesiva implicación de los individuos en las tareas de gobierno y que la
extensión del estado queda muy limitada.

Monarquia y Republica
I. Las monarquías

La monarquía absoluta: concede todo el poder al rey, dueño de la cosa pública, como lo es, por
otra parte, del cuerpo de la Nación o del pueblo.
Ese orden de realeza se parece a la autoridad del padre que, a su vez, constituye una especie de
realeza ejercida sobre la familia.

La monarquía heroica: es la de los tiempos y de los pueblos guerreros. Consiste, por una parte, en
un generalato perpetuamente hereditario, en un linaje que ejerce el mando supremo de la guerra,
y por otra parte, en un pontificado, cuando el ministerio de los sacerdotes no es indispensable. El
poder se lo otorga el pueblo en reconocimiento por haber fundado la ciudad, por haberlos guiado
en el proceso.

La realeza casi tiránica: Donde el poder arbitrario ya es considerable, pero sin embargo, descansa
sobre la base de las leyes y de la herencia. El casi tirano confía su seguridad (aún) a sus
ciudadanos.

La tiranía: El tirano gobierna en su solo interés, y sin tener para nada en cuenta los intereses de las
personas que valen tanto o más que él. Al igual que su antecesor, en lo que refiere a la brutalidad
de dicho sistema, no puede ser jamás incluido dentro de las formas deseables de gobierno.

"...tiranía propiamente dicha, es la profunda corrupción de la monarquía: es el despotismo de uno


solo, que manda sin responsabilidad a los hombres mejores que él y que reina, no en provecho del
pueblo, sino en el suyo propio. No hay hombre virtuoso que no se revuelva contra este gobierno
violento." (Aristoteles, Libro VI, cap.9, op.cit. p.187)

II. Las Republicas

Por república se entiende hoy la forma de gobierno opuesta a la monarquía, en la que la jefatura
del Estado se provee por elección, ya sea directa mediante el voto del Cuerpo Electoral, o indirecta
como consecuencia del pronunciamiento de un colegio electoral especial o del Parlamento.

La república implica normalmente un régimen constitucional que fija un término para el mandato
presidencial (generalmente 4, 5, 6 y 7 años). Aunque pueden citarse algunos ejemplos atípicos de
presidencia vitalicia (Haití bajo el régimen de Duvalier) parece que el carácter vitalicio de la
Jefatura del Estado es más bien un elemento caracterizante de las monarquías.

La república constitucional de nuestros días es incompatible con la dictadura y con la tiranía.

La república moderna y constitucional es incompatible con la tiranía, porque ésta es expresión de


un poder absoluto y arbitrario, ilegítimo y antipopular, inconciliable con el constitucionalismo
civilizado e incluso con la dictadura en sus acepciones romana o revolucionaria.

El nuevo concepto de república nace en el siglo XVIII con la Constitución de los Estados Unidos
(1878) y con la Revolución Francesa después de la caída de la Monarquía en 1792. A partir de
entonces –y durante años– república fue un concepto dialécticamente opuesto a monarquía como
expresión del reconocimiento de los derechos del pueblo y del origen del poder y de la soberanía,
que las monarquías todavía entonces, en su mayoría, hacían recaer en la persona del rey.
La república fue, políticamente, expresión de la modernidad y de la oposición a sistemas basados
en la desigualdad. Durante todo el siglo XIX y en los primeros años del XX la fórmula republicana
siguió siendo minoritaria, ya que con excepción de los Estados Unidos, de Francia, de alguna otra
experiencia europea breve y circunstancial (I República Española por ejemplo) y de las repúblicas
latinoamericanas, las formas monárquicas fueron predominantes. El fin de la I Guerra Mundial
marcó el término de esta situación y el comienzo del predominio en el Derecho Comparado de las
formas republicanas. Luego el fin del colonialismo en el siglo XX, después del fin de la II Guerra
Mundial, llevó la forma de gobierno republicano a prácticamente todos los nuevos Estados nacidos
a la vida independiente.

Hoy las monarquías están limitadas a algunos pocos Estados de Europa Occidental (España,
Bélgica, Países Bajos, Gran Bretaña, Luxemburgo, Dinamarca, Noruega y Suecia) y de Asia (por
ejemplo, Japón, Thailandia, Nepal, Birmania). Toda América Latina, Estados Unidos, toda África
(con alguna excepción atípica y ya superada en el Imperio Centro Africano), la mayoría de los
países asiáticos, Europa, con las excepciones ya indicadas, la URSS y todos los Estados comunistas
de Europa Oriental, han adoptado la forma republicana. Hay, sin embargo, que matizar esta
afirmación por la circunstancia de que los Estados miembros del Commonwealth (por ejemplo,
Canadá, Australia, Nueva Zelandia y múltiples Estados de África, el Caribe y Asia) reconocen a la
Reina de Gran Bretaña como cabeza de la comunidad.

Presidencialismo y Parlamentarismo
III. Presidencialismo

Este régimen posee las características del Gobierno Presidencial, pero acentuando el rol del
Ejecutivo. Este tipo de gobierno Presidencialista que se da en países de América Latina, llamado
también de Cesarismo Representativo, se caracteriza por un Ejecutivo Fuerte con amplias
atribuciones, mayores que los otros dos poderes del Estado.

Los Presidentes latinoamericanos disponen a menudo de atribuciones co-legislativas junto con el


Congreso o Parlamento, tales como: iniciativa de ley, convocatoria a legislatura extraordinaria,
declaración de urgencia en la tramitación de los proyectos de ley, participación en el debate
parlamentario de la ley a través de los Ministros de Estado, veto parcial, etc.

A pesar de las facultades amplias del Jefe de Estado, su poder no es ilimitado ni arbitrario, ya que
está normado por una Carta Fundamental o Constitución preestablecida, que respeta las
instituciones y garantiza las libertades públicas. Su autoridad, proviene de una elección popular
competitiva, de tal modo debe responder políticamente al país y sus electores.

IV. Parlamentarismo

En este régimen, el Poder Legislativo (representado por el Parlamento) elige a quienes ejercerán
el Poder Ejecutivo (el gobierno). En esta clase de sistema, el jefe de Gobierno o Primer Ministro no
es el mismo que el jefe de Estado: el primero preside el Poder Ejecutivo, mientras que el segundo
puede ser un monarca que accedió a su condición de manera hereditaria o un representante
seleccionado por el Parlamento.
La población elige a través de su voto a los integrantes del Parlamento y luego los parlamentarios
votan al jefe de Gobierno. Distinto es el caso del régimen presidencialista, en el cual la gente vota
de manera directa al líder del Poder Ejecutivo (el presidente).

Quienes defienden el régimen parlamentario destacan que, al ingresar diversos partidos políticos
al Parlamento, las decisiones tienen un alto consenso social. El jefe de Gobierno incluso debe
responder ante el Parlamento, lo que implica una mayor participación en la política activa que
dirige los destinos de un país.

Actualmente en el régimen parlamentario suelen convivir un Primer Ministro que gobierna junto a
su gabinete y un jefe de Estado que actúa como mediador y que cuenta con atribuciones muy
específicas. El Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, mientras tanto, interactúan de acuerdo a lo
establecido por la Constitución: por lo general el Parlamento puede destituir al Primer Ministro y
éste puede disolver el Parlamento en ocasiones extraordinarias.

Regímenes Pluralistas y Unitarios

En su tipología sociológica Duverger diferencia los regímenes pluralistas o democráticos de los


regímenes unitarios o autocráticos:

V. Regimenes Pluraristas o Democraticos

La lucha política se desarrolla a luz pública y libremente pueden actuar dos o más partidos.

Todo se desarrolla públicamente ante la prensa, libertades de expresión, de información; cada uno
es libre de expresar su opinión.

Este tiene la capacidad para responder las inquietudes de los ciudadanos, sin ninguna clase de
distinción política racial o cualquier otra.
 Todos deben tener oportunidades e igualdades para tener preferencias.
 Para manifestar abiertamente sus preferencias políticas.
 Recibir por parte del estado igualdad de trato sin ser discriminado por ningún motivo.
 Libertad de asociación.
 Libertad de voto.
 Libertad de expresión.
 Libertad de los candidatos políticos compitan en busca de apoyo.
 Diversidad de fuentes de información.
 Elecciones libres e imparciales.
 Instituciones que garanticen que la política del gobierno dependa de los votos.

VI. Regimenes Unitarios o Autocraticos

La opinión del rey, príncipe no puede ser discutida, porque su poder supremo esta fuera del
campo de lucha político.
Es una organización política que pretende oficiar el poder político y conservarlo mediante medidas
arbitrarias. Son gobiernos que privilegian la adquisición y la permanencia en el mando, sin
considerar la participación ciudadana.

Durante el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, el Gobierno de Alemania era considerado como


autoritario. También fueron calificados de autoritarios los Gobiernos de la Unión Soviética,
durante el mandato de Stalin; la República Popular China, bajo el gobierno comunista de Mao
Zedong, o Mao Tsé-tung; de Italia, bajo el régimen de Benito Mussolini; de España, con el gobierno
de Franco; de Corea del Norte, bajo Kim Il Sung; de Siria, bajo la autoridad de Hafiz al-Assad, y de
Irak, con Saddam Hussein.

El poder político se concentra en un solo hombre y se resta valor a las instituciones


representativas.

Todas las actividades sociales, políticas, económicas, intelectuales, culturales y espirituales son
orientadas de acuerdo con los intereses de los mandatarios y de la ideología inspiradora del
Estado.

Es una forma de autocracia (dictadura, absolutismo, despotismo, tiranía) propia del siglo XX. Se
distingue de las anteriores formas de autocracia, en las cuales se podía vivir y trabajar con una
relativa independencia, porque en el autoritarismo moderno el pueblo depende enteramente de
las pretensiones de un partido político y de sus dirigentes.

Por lo general, está dirigido por un partido político, que simboliza la ideología de una supuesta
autoridad universal y no admite diferencia de lealtad.
Bbiliografia
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tatianaruiz10.blogspot.com/ Sitio web: http://tatianaruiz10.blogspot.com/2011/02/tabla-de-
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