José Luis Valdés

Roberto Zepeda
María Cristina Rosas
Josué Padilla

trump
N° 262 | FEbrero 2017
en la mira
 D
DIRECTORIO

U NI V E R S I DA D NAC I O N AL AU T Ó N O M A D E M ÉX I C O

Rector
E nr i qu e l u i s G r au e W i ec h er s

Secretario General
Le ona r d o L o m el í Van egas

Director General de Comunicación Social

Né s t o r M ar t í n ez C r i st o

Félix Márquez
FACU LTA D D E CI EN C I AS P O L Í TI C AS Y SO C I AL ES

Directora NO ES NORMAL DESAPARECER

M a r í a A ngé l i c a C u él l ar Vázq u ez
La Desaparición Forzada, fenómeno que se ha vuelto cotidiano en los últimos
Secretario General
A r t u r o C h áv ez L ó p ez años en México, es abordado por la Facultad a través de la mirada de Mónica
González, Darío López-Mills, Rashide Frías y Félix Márquez, con la finalidad de
mostrarlo no sólo como una tragedia personal y humana, sino también como
un hecho que debe ser estudiado, investigado y analizado, para implementar
GAC ETA P O L Í T I C AS acciones que la eviten y permitir que se haga justicia.
Director
Lu ci a n o M en d o za C r u z Te invitamos a recorrer esta muestra fotográfica en la galería abierta de la
Facultad y así reflexionar, investigar y colaborar para que este lamentable
Subdirector hecho no sea normalizado sino condenado social y legalmente.
Cé s a r E m an u el R esén d i z Si lva

Editora
Le t i ci a M ar t í n ez Esl ava

Diseño e ilustración
Á nge l a Al em án L eó n
A D R I A NA G O D OY G O N ZÁL EZ C U ET O

Unidad de Información
Cynthia Lizeth Benítez García
María Guadalupe Carballo Martínez
Myriam Corte Cortes
Oscar Miranda Brenes
Katia Muciño Briseño
Nancy Isabel Pérez Ramírez
Edgar Alberto Vera Galeana
Luis Segura Nicolás
Darío López Mills

Agradecimientos
Ariadna Quirarte
Cecilia Peraza Sangines
Julieta Amigo

Gaceta Políticas, No.262, “Trump en la mira / En memoria de Fidel”, Febrero 2017, es una publicación trimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la
Coordinación de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Edificio “G”, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P.
04510, CDMX. Tel.: (0052) 55.56.22.94.70 (ext. 84352). Correo electrónico: informacion.ceu@politicas.unam.mx. Editor responsable: César Emanuel Reséndiz Silva. ISSN: en trámite.
Las opiniones expresadas por los autores no reflejan necesariamente la postura del editor de la publicación ni de la UNAM. Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos aquí
publicados, siempre y cuando se cite la fuente completa y la dirección electrónica de la revista.
 Í
PRESENTACIÓN ÍNDICE

T rump representa un reto para México y para el mundo,

pues el controvertido empresario, y ahora presidente,
hizo una campaña electoral basada en amenazas, en revivir
odios étnicos, en denigrar a las minorías y a las mujeres, en Actualidad
ofender a diversos grupos sociales e incluso a otros países.
Una de las amenazas es construir un muro en toda la frontera 0 2 La historia como venganza
con nuestro país, empresa acaso inviable técnica y financie-
0 3 México y Trump: acuerdos, no muros
ramente, y ha dado los primeros pasos para llevarla a cabo.
Además pretende imponer impuestos a productos mexicanos, 0 7 Donald Trump ¿presidente inesperado?
gravar las inversiones y acabar o limitar fuertemente la mi-
1 0 Trump y la opinocracia del todo
gración. El impacto que para México tendrá este gobierno
norteamericano debe ser analizado y discutido. Por ello en 1 2 Money is the anthem
este número de Gaceta Políticas le dedicamos un espacio a
especialistas que tratan el tema.
Por otro lado, en la sección de especiales invitamos a
reconocidas académicas a recordar a Rodolfo Stavenhagen, Entrevista
célebre sociólogo y antropólogo defensor de los derechos de los
1 4 Conversación con Jorge Castañeda
pueblos indígenas en nuestro país. Reconocer la importancia
de su labor académica y humanista es nuestra forma de rendir
homenaje a su memoria.
Adicionalmente, en este número damos cuenta, como
siempre, de los principales eventos académicos y culturales
acontecidos en nuestra Facultad en el período. Destaca la
academia
1 6 Desarrollo económico, una necesidad nacional
visita del embajador de Japón, AkiraYamada, al inaugurar el
foro Poder, liderazgo y género, así como del ex presidente de 1 7 Poder, liderazgo y género
República Dominicana, Leonel Fernández, para hablar sobre
el papel de la izquierda latinoamericana ante la crisis global.
También nos visitaron el ex militar Romeo Dallaire, como
conferencista de la onu, para hacer un llamado a proteger los
derechos de la niñez en los conflictos armados; y el acadé-
mico José Julio Fernández, de la Universidad de Santiago de
Compostela, quien habló de la amenaza terrorista en Europa.
Rolando Cordera y Mario Luis Fuentes, catedráticos am-
pliamente reconocidos, nos ofrecieron una charla sobre los
problemas del desarrollo económico de México y las alterna-
tivas en el futuro, resultado de investigaciones del Programa
Universitario de Estudios del Desarrollo (pued).
La profesora Cecilia Peraza nos hace un breve recuento
Estudiantil
del apoyo que la fcpys da al Pedregal de Santo Domingo, 1 8 El rugby se gana con el corazón
colonia vecina, a través de un proyecto en construcción.
1 8 Nuevo espacio para la expresión artística
Finalmente, queremos reconocer a los alumnos Fabiola Ale-
jandro Cabrera, Marlene Villegas Tovar y Eduardo Emanuel
Castillero, galardonados por su participación en programas de 19 libros
servicio social de gran impacto en la comunidad.

Angélica Cuéllar Vázquez cultura

1 9 Desde adentro,
Babasónicos en la fcpys
Actualidad

LA HISTORIA COMO VENGANZA

José Luis Valdés Ugalde*

I
Men of factious tempers,
of local prejudices,
or of sinister designs, may,
by intrigue, by corruption, or by other means,
first obtain the suffrages,
and then betray the interests, of the people.
Federalist 10

La tendencia sadista es el deseo de hacer

a otros sufrir o verlos sufrir. Este sufrimiento
más frecuentemente es sufrimiento mental.
Su objetivo es dañar, humillar, avergonzar a otros,
o verlos en situaciones embarazosas y humillantes

Erich Fromm
El miedo a la libertad

D
onald Trump construye un dis-
curso de mentiras en contra de
todo y de todos. Esta narrativa
nada convencional, pero entendible tra-
tándose de un político no profesional, fue
una constante en su campaña en contra de
mexicanos, musulmanes, chinos, mujeres,
discapacitados, veteranos de guerra y
afroestadounidenses. Y no fue suficiente
para que su candidatura perdiera momen-
tum. Una de las razones de que ocurriera
esto es que hay un sector de estadouni-
denses muy resentidos económicamente
que se identificaron con él y se reconocie-
ron en su discurso que afirma la reivindi-
cación de los principios de raza (blanca) y
religión (cristiana). De esta manera, Trump
hizo del extremismo discursivo su máximo
chantaje de campaña y esto abarcó prác-
ticamente todos los frentes internos y
externos. Además de romper con todas
las reglas del protocolo político y demo-
crático, se planteó una ruptura con los
preceptos esenciales de la política democrá-
tica estadunidense histórica y de aquellos
que nos hereda la democracia liberal, y se
pronunció claramente por iniciar una era
de aislacionismo hegemónico y regresar
al eu nativista y aislacionista. De un plu-
mazo, Trump pretende volver a desesta-
bilizar el Centro Racional de decisiones
que priva en el seno del establishment
estadounidense (y que Obama recuperó
después del desastre gubernamental de
George W. Bush), sólo que esta vez con
previsibles consecuencias trágicas.
El argumento aquí es una pregunta:
¿podrá Trump, el Presidente, dejar de ser
el candidato y gobernar con sentido de
Estado? ¿Podrá moderar sus impulsos
extremistas y chovinistas y seguir una po-
lítica interna y externa que cumpla con lo
que por consenso se considera prioritario en
el futuro de la agenda de la gobernanza
local y global? Dados los resultados del
sufragio popular, en el que Hillary Clinton
lo aventajó por casi tres millones de votos;
la tensión social provocada por las bravu-
conadas del empresario y la amenaza de
expulsar y retener en el exterior a toda la
escoria extranjera (muy a pesar de la ma-
nifiesta violación constitucional al rechazar
a refugiados previamente aceptados y a
los ciudadanos con “Green Card”, por
mencionar algunos); los indicios de que
Vladimir Putin estuvo directamente detrás
del apuntalamiento electoral de Trump,
se nos presenta un hecho que ojalá no
tenga que lamentar la humanidad entera
y con ella nuestro país: la historia está de
regreso pero con “una venganza”, como
lo señaló The Economist. Las formas y los
métodos de Trump recuerdan a los del
clásico líder autoritario y mesiánico, y ma-
nifiesto mi profundo escepticismo de que

2
el Trump Presidente vaya a cumplir tem-
peramentalmente con las obligaciones que
le exigirá la presidencia y no se caracterice
ésta por ser una de regresión histórica.
La evidencia mayor es la confor-
mación de su gabinete. En ello ha apostado
por el extremismo y no por la eficacia
probada, y ha dejado de manifiesto que
adora a los generales y a los millonarios,
que de paso fueron fieles donantes de
campaña. En Defensa (sd), el Consejo
de Seguridad Nacional y la Secretaría de
Seguridad Nacional nominó a tres genera-
les retirados, duros y conservadores respecto
a muchos temas. Tal es el caso de James
Mattis, nominado para la sd y famoso por
haber dirigido la incursión de Bush en
Afganistán e Iraq. Se le conoce por su
sobrenombre, Mad Dog, y por su decla-
ración: “es divertido dispararle a la gente”.
Destaca el nombramiento de Mi-
chael Flynn como asesor de seguridad
nacional. Flynn fue director de la Agencia
de Inteligencia para la Defensa, de la que
lo despidió Obama por propensión cons-
piracionista y paranoica. Algunas de sus
afirmaciones: el Islam “es un cáncer”,
Obama es un “yihadista” que “lava dine-
ro” para los terroristas musulmanes.
Una última: “Hillary Clinton encabeza
una banda de pedófilos”, ya provocó una
crisis de seguridad en Washington d.c.
Su nombramiento es preocupante, pues se
trata de un asiento clave en la coordina-
ción de las agencias de seguridad nacional.
Dado el poco talento político e inteli-
gencia emocional de Trump, la última
opinión de Flynn será determinante ante
una crisis de seguridad, la cual se espera sea
sensata. Y está visto que Flynn es todo
menos sensato. ¿Escenario de decisiones
gravemente extremas y a-históricas?
II
Postulé al inicio de este ensayo que
el principal reto que Donald Trump tenía
era el de dejar de ser el candidato estruen-
doso, agresivo, colérico y convertirse en un
actor político cuyo actuar estuviera al
nivel de la alta investidura que es la jefatu-
ra del Estado. Después de escuchar y leer su
discurso de toma de posesión, no creo equi-
vocarme, desafortunadamente, al augurar
que seguirá en la línea de provocación que
lo ha caracterizado. De entre todas las tareas
en las que Trump ha sido eficaz, la de
provocar e infundir el miedo a sus contra-
partes es quizá la más sobresaliente. El
último botón de muestra es su actuar du-
rante su primera semana en el poder:
errática, frenética, compulsiva y aterrorizante.
El discurso de toma de posesión
no se apartó de esta línea de trabajo que
Trump ha acometido con cuidado pero
poca delicadeza desde que compitió con
éxito por la presidencia. En lugar de rei-
vindicar su mote de campaña, “eu primero”,
invitando al resto de las naciones a acompa-
ñarlo en hacerlo como parte de un esfuerzo
compartido, optó por parapetarse en el dis-
curso divisivo y paranoicamente aislacio-
nista que lo ha caracterizado desde siempre
y refugiarse sólo en el minoritario ámbito
de su base electoral, ignorando a aquella
que no votó por él en forma apabullante.
Ya desde antes del discurso de toma
de protesta, Trump había arremetido en
contra de China; aún ante el riesgo de la
confrontación, se había pronunciado contra
la otan; había menospreciado a Ángela
Merkel, y había amenazado a México en
un tono francamente colonialista. Lo des-
tacable de su discurso es que, ignorando las
dimensiones de lo que son las economías
abiertas en el marco de una globalización
ciertamente inequitativa y maltrecha, acusó
a los culpables de siempre de haber robado
las riquezas y los empleos estadounidenses,
haciendo caso omiso de que la tasa de
desocupación que le hereda Obama es
una de las más bajas de la historia. En
este tenor, Trump parece creerse en serio
que eu es una nación abusada, explotada,
ninguneada por aquellos (China, México,
la ue, la otan, la onu) que son partes del
conjunto del sistema internacional que eu
coadyuvó a edificar. El tono de esta queja
permite suponer que Trump no pretende
sumar sino restar. Si sus alianzas interna-
cionales se concentraran en Rusia e Israel
(y cumple su absurda promesa de apoyar la
mudanza de la capital israelí a Jerusalén),
es muy factible pensar que los próximos
años serán de tensión y no de distensión,
con todos los riesgos implícitos que esto
tiene para la paz y la seguridad mundiales.
En el ámbito global, como en el interno
también, dado el vacío popular que obser-
vamos en el Mall durante su toma de pose-
sión y las protestas generalizadas que se han
suscitado, no se observa en Trump al Jefe de
Estado responsable, sereno y prudente que
se estaría esperando con ansias en eu y el
mundo, después del annus horribilis 2016
que creíamos haber dejado atrás.
Ciertamente la ceremonia repu-
blicana de transición de poder cumplió
aunque a medias, con la “cadencia poética
y suave sensibilidad” que sus organizadores
se propusieron. No obstante, lo que pare-
ce iniciar con el cumplimiento estricto de
la etiqueta democrática que caracteriza al
proceso político estadounidense, los des-
plantes del magnate, atronadores, egocén-
tricos, populacheros, dejan mucho que
desear con miras a la estabilidad de la
gobernabilidad en eu. En efecto, Trump
inicia su mandato con 40% de aceptación,
con el rechazo del movimiento feminista,
homosexual y de latinos y afroestadouni-
denses que al día siguiente de su toma de
protesta organizó una marcha masiva
convocada por el primero; en suma,
Trump ocupa la presidencia con una legiti-
midad puesta en duda por amplios sectores
de la sociedad y de la clase política. Ante el
riesgo potencial que esto representa para
la estabilidad de su mandato, la lógica lla-
maría a la cautela. Pues no, Trump volvió a
ser Trump y en su ofuscación lanzó un
agrio discurso en contra del establishment,
del libre comercio y de sus antecesores.
Triste comienzo y mal presagio para el fu-
turo de la gobernanza de Estado y de los
equilibrios globales. La historia se presen-
ta, de nuevo, como una gran venganza, y
como nunca antes desde el Nazismo.
­­
*Analista político, académico de la unam y miembro
de la Academia Mexicana de Ciencias.
Twitter: @JLValdesUgalde
Actualidad 3
MÉXICO Y TRUMP:
ACUERDOS, NO MUROS
Roberto Zepeda
Investigador del Centro de Investigaciones
Sobre América del Norte (cisan) de la unam
E
l pasado 8 de noviembre, el candi-
dato del Partido Republicano, Do-
nald Trump, ganó las elecciones
presidenciales para el periodo enero
2017-2021, convirtiéndose en el presi-
dente número 45 de la historia de Estados
Unidos. A pesar de que no se dieron sor-
presas en la mayoría de los estados de la
Unión Americana, en algunos, tradicio-
nalmente demócratas, ganó de manera
inesperada, en especial en los del corazón
industrial de Estados Unidos como
Wisconsin, Pensilvania, Michigan, Ohio
e Indiana. Lo anterior, debido principal-
mente a que millones de trabajadores
estadounidenses han visto crecer su frus-
tración y enojo por el impacto de años de
condiciones precarias en sus vidas, en
términos de empleo e ingresos. Además,
se ha dado un rechazo a la clase política
tradicional en Washington, lo que explica
el triunfo de Trump, un candidato exter-
no al Partido Republicano. Estos trabaja-
dores no creyeron las afirmaciones del
presidente Barack Obama, respaldadas
por la candidata del Partido Demócrata,
Hillary Clinton, de que la economía de
Estados Unidos estaba mejor que hace
ocho años y que ésta es la más fuerte y
duradera del mundo.
Aunque Obama dejó un país en
mejores condiciones económicas que como
lo recibió, una gran franja de los trabaja-
dores del foco industrial se enfrentaban a
una realidad desalentadora caracterizada
4 Actualidad
por el desempleo y subempleo,
condiciones laborales inseguras, y
un aumento de la adicción a los
opiáceos y otros desastres sociales
derivados de la crisis moral y
política del capitalismo.
El malestar de los tra-
bajadores fue aprovechado por
Trump en la campaña presi-
dencial, prometiendo acciones
para generar empleos en el sec-
tor industrial y manufacturero
del país, a través de diversas
medidas que se dirigían a redu-
cir el déficit comercial. Entre sus
propuestas destacan: construir un
muro en la frontera con México
para impedir no sólo la entrada de
migrantes sino también de drogas
ilícitas y criminales; restringir los
niveles de inmigración y deportar a
millones de indocumentados; así como
impedir, mediante un impuesto fronterizo,
la relocalización de las empresas estadou-
nidenses —en especial automotrices— a el
regiones o países con menores costes la- nú-
borales, como México y China. Incluso, cleo
prometió que México pagará por la cons- industrial
trucción del muro, aunque no se ha espe- de Estados
cificado la manera. Unidos. Se espera
que esta tendencia per-
Sin embargo, Trump no mencionó sista, por lo que se seguirán
la automatización derivada de la innova- perdiendo empleos en la industria au-
ción tecnológica, el factor principal que tomotriz, servicios de oficina, transporte y
explica la reducción de puestos de trabajo en vigilancia.

E l
Tratado de
Libre Comercio
de América del Norte
(tlcan) inició en enero de
1994 entre Estados Unidos, México
y Canadá. Como resultado, las relaciones
comerciales entre los miembros se han
expandido, y además se han creado
cadenas de suministro integradas.
Los países participantes producen
cerca del 30 por ciento de los
bienes y servicios a nivel global.
El comercio en la región casi
se ha triplicado desde que entró
en vigor el tlcan, mientras
que la inversión se ha multi-
plicado por seis. La relación
comercial de Estados Unidos
con Canadá y México repre-
senta el doble del comercio de
e.u. con China, y 10 veces más
que con el Reino Unido. Por lo
tanto, las empresas estadouni-
denses se verían perjudicadas por
una eventual salida de e.u. del
tlcan, y se perderían millones de
empleos en esa nación.
No obstante los beneficios que
genera para su país, Trump ha criticado
al tlcan durante la campaña presiden-
cial y en su gestión como presidente de
Estados Unidos. Por ejemplo, ha men-
cionado que es el peor tratado comercial
en la historia de ese país. La respuesta de
México se ha enfocado en resaltar las
ventajas para la potencia del norte, y así
lo ha comunicado en diversas ocasiones
el mandatario mexicano.
Al salir México del tlcan, las
empresas de e.u. perderían acceso a una
mano de obra barata que al mismo tiempo
las hace más competitivas, sobre todo
frente a países asiáticos. Si las empresas
estadounidenses abandonan México y
regresan a su país, perderían enormes ga-
nancias, principalmente por los altos costos
laborales. Los salarios de los trabajadores
en e.u. son 10 veces más que los de los
mexicanos en el sector manufacturero.
Además, México es el primero o
segundo socio comercial para 22 de los 50
estados de la Unión Americana. Alrede-
dor de seis millones de empleos en e.u.
dependen del comercio con México, espe-
cialmente en estados fronterizos como
California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Está por verse si éstos aceptarán la política
proteccionista de Trump, cuando su co-
mercio está tan integrado al nuestro, y del
cual dependen cientos de miles de empleos.
Alrededor del 80 por ciento de las
exportaciones de México se destinan a
Estados Unidos, las cuales representaban
cerca de $300 mil millones de dólares;
mientras que aproximadamente el 50 por
ciento de nuestras importaciones proceden
del vecino país. El comercio total entre
ambos se ha incrementado más de cinco
veces como resultado del tlcan.
A pesar de lo anterior, Trump ha
aprobado mediante una acción ejecutiva
la construcción del muro entre la frontera
de los dos países, aunque en realidad sólo
está continuando una política que inició
Actualidad 5
en la década de 1990. Actualmente éste
existe en una tercera parte de los 3,200
kilómetros de la línea divisoria. En una
gran extensión limítrofe en los estados de
California, Arizona, y Nuevo México, ya
existe el muro, no así en Texas, debido a
que el Río Bravo sirve al mismo tiempo
de línea fronteriza.
Asimismo, Trump se ha pronun-
ciado por la renegociación del tlcan con
sus socios comerciales. La negociación
será bilateral: Estados Unidos-México,
mientras que Canadá tratará aparte. Uno
de los argumentos es el déficit comercial de
Estados Unidos con México, equivalente
en alrededor de 59 mil millones de dólares,
lo cual ha significado, según Trump, la
pérdida de empleos en el sector manufac-
turero. Sin embargo, éste no menciona el
déficit comercial que e.u. tiene con China,
alrededor de 367 mil millones de dólares
en 2015, que es mucho más grande. Otros
países con los que e.u. tiene un déficit co-
mercial mayor al de México son Japón y
Alemania, pero evidentemente Trump no
ha tratado de alterar las relaciones comer-
ciales con éstos para reducirlo. Aparente-
mente Trump se está enfrentando al país
más débil como una forma de advertir al
6 Actualidad
resto de las acciones a seguir. En suma,
sus argumentos en contra de México no
se sostienen, ya que la mayor parte de los
empleos que se han perdido en Estados
Unidos se han trasladado a China, que en
los últimos años ha visto altos niveles de
crecimiento económico especialmente en
el sector manufacturero.
Trump ha mencionado que México
ha sido el más beneficiado con el tlcan.
No obstante, los empleos de México en el
sector manufacturero, uno de los más be-
neficiados con el tratado, no han crecido
de manera significativa desde el año 2000,
cuando China se incorporó a la Organi-
zación Mundial de Comercio (omc). Se
calcula que existen alrededor de cuatro
millones de empleos en México en el sector
manufacturero, lo que representa un nú-
mero importante, pero sólo ocupa a una
fracción que equivale a menos del 10 por
ciento de la población económicamente
activa de más de 53 millones de personas.
Por otra parte, México tiene varias
cartas en la renegociación del tlcan. Por
ejemplo, en materia migratoria sus es-
fuerzos son importantes en la contención
de la migración de centroamericanos que
La Coordinación de Extensión Universitaria
te invita a colaborar como reportero o fotógrafo
en nuestra Unidad de Información
Todas las carreras
son bienvenidas
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extensionuniversitaria@politicas.unam.mx
o llámanos al
56224800 ext. 8452 y 8453
atraviesan el país con rumbo a Estados
Unidos. Además, la potencia del norte
necesita la cooperación de nuestro país en
materia de seguridad en el combate al
narcotráfico y al terrorismo, que en las úl-
timas décadas se ha fortalecido a través de
la Iniciativa Mérida. La salida de México
del tlcan pondría en riesgo la colabora-
ción estrecha en estas áreas y complicaría
la seguridad en la frontera. Además, el
Muro de Trump está dirigido a contener
la migración indocumentada y detener el
flujo de drogas ilegales, por lo que sugiere
que la cooperación con México en estos
rubros no está en su agenda.
Finalmente, más que un muro,
el gobierno de Trump necesita el apoyo de
México para prevenir las causas de la mi-
gración indocumentada. En este sentido,
Estados Unidos tiene que promover la
consolidación de México como un socio
comercial clave, lo que implica la promoción
del crecimiento económico y el desarrollo
social, generando empleos y mejores con-
diciones laborales para los nacionales,
con el objetivo de prevenir la migración.
De igual manera se debe fortalecer la
cooperación en términos de seguridad,
destinando mayores recursos.
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DONALD TRUMP:
¿PRESIDENTE INESPERADO?
María Cristina Rosas
C
uando Donald John Trump fue
nominado como candidato a la
presidencia de Estados Unidos por
el Partido Republicano, muchos pensaban
—y otros tantos mantienen esa percep-
ción— que se trataba de una mala decisión.
En la historia del Partido Republicano,
fundado en 1854 por un grupo de políticos
que buscaban abolir la esclavitud, su primer
Presidente fue, nada más y nada menos,
que Abraham Lincoln. Tras su muerte, los
republicanos gobernaron por 48 años en
un largo período comprendido entre 1865
y 1933 —tomando en cuenta, sin embargo,
Internacionalista y doctora en Estudios Latinoamericanos,
que hubo también, en ese lapso, dos go-
bernantes demócratas, Grover Cleveland
y Woodrow Wilson—, considerado como
la época de la hegemonía para ese partido.
En esta etapa la economía se encontraba,
casi en su totalidad, en manos privadas y
además era protegida de la competencia
internacional mediante una política pro-
teccionista basada en altos aranceles. La
gran depresión capitalista fue un factor
determinante para que los republicanos
cedieran el poder a los demócratas, quienes,
a partir de entonces gobernaron por es-
pacio de 20 años hasta 1953. Luego, con
profesora e investigadora de la Facultad adscrita
al Centro de Relaciones Internacionales.
Eisenhower, los republicanos volvieron al
poder, pero enfrentaron, entre los 60 y los
70 una debacle, sobre todo tras la renuncia
de Nixon por corrupción, lo que derivaría
en la “refundación” del partido en los 80,
con Ronald Reagan al frente.
La “refundación” del Partido Re-
publicano fue necesaria, dado que el perfil
y las principales consignas del mismo, ha-
bían cambiado. Surgió, como se explicaba,
ante la necesidad de abolir la esclavitud,
lo que convertía a esta fuerza política en
“progresista.” Los sureños, inconformes
Actualidad 7
con los abolicionistas, encontraron en el
Partido Demócrata una fuerza política
conservadora que los arropó. Así, los de-
mócratas eran en el siglo xix conservadores,
en tanto los republicanos se apreciaban
más liberales. Por ello, la base de apoyo de
los republicanos estaba en el noreste, en
tanto los demócratas eran especialmente
fuertes en los estados sureños.
Con el advenimiento del siglo xx,
las cosas cambiaron. El liberalismo a ul-
tranza postulado por los republicanos fue
identificado como el principal responsable
de la crisis económica de 1929, por lo que
los demócratas acuñaron agendas favora-
bles a la intervención del Estado en la eco-
nomía, a la promoción de la protección
social y laboral y poco a poco se colocaron
en el espectro liberal, dejando a los con-
servadores en la “cancha” del conservaduris-
mo. Cuando Eisenhower ganó los comicios
presidenciales en 1953, la agenda republi-
cana reproducía buena parte de las políticas
que habían llevado a cabo los demócratas.
Los republicanos, para ese tiempo, ya no
“conectaban” con sus bases. En los 60, la
lucha por los derechos civiles fue apoyada
por los demócratas, de manera que los re-
publicanos poco a poco perdían identidad
y se alejaban de sus orígenes. Los afro-es-
tadunidenses se integraron, así, al Partido
Demócrata, mientras que los sureños
blancos, ante esta situación, se unieron a
las filas republicanas. El centro de gravedad
de ambos partidos cambió, y a partir de
entonces el sur se pintó de colores repu-
blicanos, en tanto el noreste se orientó a
favor de los demócratas.
Este recuento es importante para
corroborar que el Partido Republicano
que postuló a Trump a la presidencia es
muy distinto de aquél fundado en 1854.
Hoy es una fuerza política conservadora
que reivindica la libertad del individuo y
8 Actualidad
la no intromisión del Estado en sus asuntos,
y que goza de una fuerte base de apoyo
entre la población masculina, los sectores
más acaudalados, las pequeñas, medianas
y grandes empresas, el complejo militar-in-
dustrial y los llamados wasp (white an-
glo-saxon-protestant). Claro que dentro
del Partido Republicano se observan
diversas tendencias, desde las más con-
servadoras hasta otras moderadas, pasando
por la derecha cristiana, los conservadores
fiscales, etcétera. Hasta antes de la llegada
de Trump, había militantes, entre los re-
publicanos, favorables a lo que se deno-
mina el paleoconservadurismo, esto es, el
proteccionismo y el aislacionismo, que
representaban, apenas una minoría, pero
que en la administración de Trump se
posicionan con renovado vigor.
La victoria de Trump
Son muchos los factores que pueden ayudar
a explicar la victoria de Donald Trump
sobre su adversaria demócrata, Hillary
Rodham Clinton, destacando, ciertamente,
el voto anti-sistema, estrechamente vincu-
lado con la gestión de Barack Obama. A
pesar de la popularidad de que goza en el
mundo, Obama es visto, dentro de Estados
Unidos, como el responsable de generar
políticas que empobrecieron y margina-
ron a amplios sectores de la población
estadunidense, en particular a los wasp
de bajos ingresos, quienes, a manera de
protesta, dieron un apoyo decisivo a
Trump. La sobre-exposición pública de
Hillary Rodham es otro factor deter-
minante, dado que, con una trayectoria
política de tan larga data, como Primera
Dama, luego Senadora, más tarde Secre-
taria de Estado y finalmente candidata
presidencial, era una cara “muy vista”,
poco “novedosa.” El hecho de que ella carece
de carisma para “conectar” con la pobla-
ción no es un tema menor. Tampoco lo es
el “factor Bernie Sanders”, quien, pese a
su edad, apareció como “novedoso” a los
ojos de los electores y reunió fondos para
su campaña en tiempo récord entre quienes
deseaban que su candidatura trascendiera.
Al final, quedó fuera de la contienda, algo
que generó frustración y llevaría a que
Hillary Rodham no pudiera hacerse del
apoyo requerido entre los seguidores
de Sanders. Asimismo, el hecho de que los
Obama hicieran una fuerte campaña a
favor de Clinton, puede haber sido un
factor que operó en contra de ella, dado
que, a los ojos de los votantes, ello parecía
sugerir una continuidad respecto a lo
hecho por la administración de Barack
Obama, que, hay que insistir, para mu-
chos empeoró sus condiciones de vida.
El lema de la campaña de Trump,
Make America Great Again (volver a hacer
grande a Estados Unidos), constituye un
enunciado atractivo para quienes querían
un cambio, no la continuidad. Trump,
efectivamente, no es político, y de hecho,
entre 1987 y hasta 2009, de manera in-
termitente, perteneció al Partido Demó-
crata. Pero como empresario pragmático,
encontró acomodo entre los republicanos,
imponiéndose, contra todos los pronósticos,
a todos sus correligionarios, al igual que
en la contienda presidencial frente a la
candidata demócrata.
La agenda de Trump
Una palabra repetida insistentemente por
Trump a lo largo de la contienda presi-
dencial fue “desastre”. Para él, todo lo hecho
por Obama, al igual que la agenda pro-
puesta por Hillary Rodham, constituyeron
un “desastre” que él, evidentemente, modi-
ficaría. Make America Great Again significa,
dentro del país, resolver los problemas más
apremiantes de la población en aspectos
como el empleo, la competitividad, la edu-
cación, el sistema de salud, etcétera. En el
exterior, apela a recuperar el liderazgo,
repudiando la Doctrina Obama de seguri-
dad, en la que éste planteaba que Estados
Unidos debía ser un “socio indispensable”
pero no el líder absoluto en el mundo,
sino “primero entre iguales”. Para mu-
chos republicanos, Obama claudicó ante
otros países y perdió espacios que es me-
nester recuperar, siempre y cuando los
aliados de Estados Unidos cumplan con
“su parte” del trato. En esa lógica también
se inscriben el repudio al acuerdo de coo-
peración nuclear con Irán —que tantas
protestas y críticas generó en Israel—, al
igual que el proceso encaminado a revertir
la normalización de las relaciones diplo-
máticas con Cuba como parte de las pro-
mesas formuladas por Trump, en campaña,
a la comunidad cubana de Miami.
Trump, un paleoconservador, se
propone también denunciar — ­ o bien,
renegociar— todos los tratados de libre co-
mercio que Estados Unidos ha suscrito;
imponer altos aranceles a la República
Popular China; obligar a sus aliados a
asumir el financiamiento de esquemas de
seguridad colectiva como la Organiza-
ción del Tratado del Atlántico Norte
(otan), o bien los acuerdos bilaterales de
seguridad, como los existentes con Japón
y Corea del Sur. Es decir, la premisa es
ahorrar en política exterior, comercial y de
seguridad con sus aliados y socios y emplear
esos recursos para la seguridad interna,
la promoción del empleo y el bienestar de
los estadunidenses. No se sabe qué tan exi-
tosa pueda ser una propuesta de este tipo
en un mundo tan globalizado y donde las
propias empresas estadunidenses manu-
facturan casi toda su producción fuera
del territorio de Estados Unidos. Si, por
ejemplo, Estados Unidos decide gravar
con altos aranceles los productos chinos,
ello repercutirá decisivamente en los costos
y la competitividad de las empresas del
vecino país del norte que manufacturan
en el país asiático. Otro tanto se puede
decir de las empresas estadunidenses que
operan en México al amparo del tlcan,
en sectores tan estratégicos como, por
ejemplo, el aeroespacial. No parece tan
sencillo que Washington se pueda desde-
cir de compromisos comerciales que le
han acarreado muchos beneficios y que
podrían venirse abajo si las amenazas
proteccionistas y aislacionistas de Trump
se concretan.
En esta misma lógica estriba el
polémico “muro”, que, independiente-
mente de que enfrenta varios obstáculos
físico-topográficos casi insalvables, de ser
construido —o al menos, si se edifican las
partes faltantes, dado que hay muro y
doble muro en al menos mil kilómetros
de la frontera común— se buscaría que
fuera facturado a México vía las remesas
de sus migrantes o mediante altos arance-
les a su comercio con la Unión Americana.
Lo anterior implica que, como de
costumbre, la agenda México-Estados
Unidos se centrará únicamente en un par
de temas, muy posiblemente, migración y
seguridad fronteriza —con el súper muro,
ya referido—, y la renegociación del Tra-
tado de Libre Comercio de América del
Norte (tlcan). Asuntos tabú, segura-
mente, serán el endurecimiento de las
medidas en eeuu para prevenir el tráfico
ilícito de armas pequeñas y ligeras con
destino a México; el combate al lavado de
dinero; la situación ambiental en la fron-
tera, etcétera. Uno de los tópicos que se
antoja controvertido es la legislación que
posibilita el consumo de la mariguana en
varios estados de la Unión Americana
con fines medicinales o recreativos, puesto
que ello generará jurisprudencia interna-
mente, pero al mismo tiempo dará pie a
conflictos entre Estados Unidos y la comu-
nidad internacional por el cariz punitivo
de su política de combate al tráfico de
estupefacientes —amén de lo cuestiona-
ble que será que internamente se pueda
consumir, en cada vez más estados la ma-
riguana, mientras que fuera de ese país se
penaliza su tráfico y comercialización.
Con todo, la gestión de la agenda
bilateral deberá realizarse, por parte de
México, con oficio político. Las cartas
negociadoras del gobierno mexicano no
son menores: es del interés de Estados
Unidos que su vecino sureño se manten-
ga próspero y estable, de otra manera ello
tendrá serias repercusiones en la propia
economía y sociedad estadunidenses. La
seguridad y la prosperidad de Estados
Unidos pasa por las de México y viceversa.
Las expectativas de crecimiento para ambos
países en 2017 son cada vez más lúgubres
y, a menos que cierren filas, se antoja muy
difícil que de manera aislada cada nación
pueda enfrentar los desafíos que se vis-
lumbran en el horizonte. La cooperación
entre México y Estados Unidos durante
el gobierno de Donald Trump se antoja
difícil, más no imposible. Hay muchas
comunidades empresariales y legisladores
en Estados Unidos que son favorables a
México y que pueden ayudar a sensibili-
zar a la administración Trump sobre la
importancia de privilegiar la negociación
sobre las políticas intimidatorias y puni-
tivas. Lo mismo se puede decir de estados
como California, Texas, Nuevo México,
Arizona e Illinois, conectados ampliamente
con la economía mexicana y que sufrirían
si la administración Trump desarrolla
una guerra comercial contra México. Por
ello, es menester que las autoridades
nacionales no sólo negocien con el Presi-
dente de eeuu sino con los estados y los
legisladores, dado que ahí cuentan con
aliados cruciales.
Actualidad 9
TRUMP Y LA OPINOCRACIA DEL
TODO
Ernesto Josué Padilla Villamour
H
emos regresado a la Historia,
nos remitimos a ella una y otra
vez cuando existen más pre-
guntas que respuestas en la interlocución
global de las opiniones. Nos encontramos
en un mercado abierto y fugaz de las ten-
dencias prospectivas, donde se ofrecen
versiones de una realidad imperante, y al
paso de días –o incluso horas—, órdenes
ejecutivas instituidas o un simple tweet
redefinen las relaciones internacionales.
Hoy Trump es noticia, una nota reditua-
ble pero siempre especulativa, como esa
realidad que abruptamente la opinocracia
opta por llamar total. Lo que en realidad
hacemos es interactuar —tradicional y
digitalmente— en las plataformas de una
matriz de incertidumbre con una breve
noción informada.
El sistema político estadounidense
no se explica sino a partir de la Historia,
de aquella “forja de la República Prag-
mática”1 construida por oleadas migratorias
bajo el auspicio de un “inocuo” senti-
miento nativista y un cisma religioso de
predestinación; un excepcionalismo que
Seymour Martin Lipset refirió frente a
la dialéctica de los valores fundacionales
(libertad, igualdad) como el cultivo de los
problemas segregacionistas que enfrenta
Estados Unidos hasta la actualidad. El
1
Periodo histórico comparecido en: Orozco, José
Luis, Érase una Utopía en América. Los orígenes
del pensamiento político norteamericano, unam/
sitesa, México, 2008, 348 pp.
10 Actualidad
Profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la fcpys de la unam.
Colaborador del proyecto papiit in308617 “Fundamentalismos y Orden Internacional”.
éxito electoral de Trump, así como las
políticas apuntadas tras su victoria en
noviembre pasado, y que desde el 20 de
enero de 2017 han iniciado, no pueden
explicarse en términos personales. “Si vo-
tar sirviera para algo, ya estaría prohibido”,
respondía Mark Twain cuando la actividad
política solicitaba su confianza. Entonces,
¿qué tipo de democracia le permitió a
Trump ser electo?
El “presidente incómodo”, como
lo llama Forbes, llega en un momento que
revela una clara segmentación de la socie-
dad estadounidense, pero lo más sencillo y
curiosamente importante es que invoca los
sentimientos más profundos de los ciuda-
danos molestos, incluyendo a las bases de
la estructura del odio, como David Duke
(exlíder del Ku Klux Klan). Sin duda, la
democracia estadounidense no es la demo-
cracia electoral latinoamericana, ni menos
aún, una mobocracy regida por las multitudes.
Se trata más bien de un modelo basado
en el interés de la gente con interés. Ahora
se sabe que Trump ganó por un voto de
raza blanca, sin importar factores como
la educación, edad y poder adquisitivo de
los sufragantes, como muchos diarios de-
sarrollaron estadísticamente al respecto.
¿Qué pasará en el mundo con
Trump en el poder? La cratología nos
ofrece múltiples acercamientos respaldados
por variables de medición cuantitativa
e insta a la historiografía como el curso
básico de las respuestas, sin embargo re-
jpvillamour@comunidad.unam.mx
conoce que el poder se sostiene bajo dos
pilares: la mentira y el miedo. La feno-
menología, por su parte, como doctrina
de la apariencia o estudio de los aconteci-
mientos, arroja importantes intersecciones
en el análisis, y además, nos obliga a re-
construir desde la exégesis –entiéndase
ya como una forma re-interpretativa de
las explicaciones— las convulsionantes
realidades. Pero ¿cómo interpretar, o si-
quiera, asimilar las realidades del pre-
sidente estadounidense? Realmente es
improductivo construirlas pues abundan
realidades discursivas, las de su condición
como misógino, megalómano, xenófobo,
islamófobo y todas aquellas que derivan de
sus fobias y alergias sociales que le persi-
guen y que él entona con natural encono.
Posiblemente la clave de entendimiento
está dada a partir de aquellas que exporta
Estados Unidos bajo la idea del self-made
man y que, en todo caso, son conexiones
vigentes de la historia que el hijo non grato
de esa tierra ha revestido. El pragmatis-
mo, empero, se desprende de la revisión
teórica y acude por su fuerza a las deter-
minantes prácticas de un sistema plural
de intereses que se intercambian entre el
gobierno y el mercado. Ese pragmatismo
que a través de la historia concilia las voces
internas y externas del sistema, que al
extenderse visualiza el ensamblaje de las
contradicciones de la hegemonía.
No hay reserva en ubicar como
coordenadas del análisis “civilizacional
occidental” las dos variables por siempre
vigentes y ahora instrumentadas discur-
sivamente por Trump para recuperar la
grandeza de los Estados Unidos: fron-
teras y razas (frontier/races). La primera
como resultado de la modernidad y que
presupone desde 18932 una idea de la
visualización expansiva, es decir, ubicar a
la frontera como un punto en donde se
visualiza otro punto, siendo un espacio
extensible sin ser necesariamente físico.
Claro es que en este punto la frontera
porosa México-Estados Unidos pesa más
al convertirse en una frontera mental. Y la
segunda variable, la raza, llega como prin-
cipio ordenador de la Economía Política
Internacional, pero, sobre todo, como el
agregado determinante de un proyecto
político que ha convertido a la Casa Blanca
en la más blanca, adinerada y heteronor-
mativa de la historia estadounidense, pues
poder que han representado minorías, cosas, inversión en infraestructura y re-
de los 15 puestos que integran su gabinete,
como pueden ser raciales. “Los hombres ducción aparente de algunos impuestos,
13 son blancos a excepción del Secretario
y mujeres olvidados de nuestro país ya no generará más inflación y déficit. Así que
de Vivienda, Ben Carson (afroamerica-
serán olvidados”, anunció Trump, acom- el reto mediato para el ejecutivo estadou-
no) y la Secretaria de Transporte, Elaine
pañado de la venia teológica que inviste nidense, quien se encuentra regido por
Chao (taiwanesa).3 Lo anterior ejempli-
a los presidentes cuando toman el cargo, un sistema de pesos y contrapesos, es la
fica la continua aplicación de políticas
dejando en la imaginación que los “olvi- permanencia de la mayoría republicana
basadas en acciones afirmativas que colo-
dados” han sido aquellos quienes dentro hasta las elecciones de medio término que
can cuotas numéricas de personas en el
y fuera del establishment han estado espe- serán en noviembre de 2018, siendo una
rando en la agenda de esa enorme puerta evaluación general en donde si pierden
2
Jackson Turner, Frederick, The Significance of the giratoria que enlaza la intolerancia con tres senadores (de los 52/100), los demó-
Frontier in American History, 1983.
los cargos públicos y el dinero. cratas frenarían parte de esta vehemente
3
Silvia Ayuso, La Casa Blanca más blanca, rica y encarnación política del american way of
masculina de Donald Trump, [en línea] Washington, Veremos por lo pronto que en esa life al american way of war.
20 de enero de 2017, El País, Dirección url: http:// totalización las realidades comprobables
internacional.elpais.com/internacional/2017/01/19/
se fragmentan y el proyecto de creci-
estados_unidos/1484846193_760292.html (consulta:
20 de enero de 2017). miento de Trump, que busca, entre otras

Actualidad 11
 La elecciÓn estadounidense

29 Oct.
Fecha en la que Clinton comenzó a lanzar
$250,000
Monto mínimo de
$2.17 billones
anuncios de campaña para la elección contribución para el
Gasto estimado hecho
general en Wisconsin, estado que al final comité inaugural de por candidatos
perdería con Trump por una diferencia de Trump, necesario presidenciales y sus
22,000 votos. para asegurar entradas grupos de apoyo
a una "velada elegante" durante 2016 en la
en Washington D.C., y en la
carrera hacia la Casa
$2,403,082 que Donald y Melania Trump,
así como el vicepresidente Blanca.
Cifra total donada por Mike Pence y su esposa Karen
empleados de Google, $6.2 millones
estarían presentes como
Suma que donó Linda
Facebook y Amazon a la invitados especiales.
McMahon, ejecutiva de WWE
campaña presidencial de y ahora Jefa de
Clinton. Administración de la Pequeña
Empresa, a diversos grupos a
$36,511 6 favor de Trump durante las
Fue la donación Número de Jueces de la elecciones.
paraTrump. Suprema Corte
estadounidense que son
96
Porcentaje del total de
millonarios. $30 millones
donaciones de campaña Monto que la Asociación
8,000
hechas a Clinton (en Nacional del Rifle (NRA
Pies cuadrados de espacio
contra de Trump) por publicitario que la por sus siglas en inglés)
periodistas hasta organización Trump rentó, a gastó en anuncios
agosto de 2016. finales de los 90 y principios apoyando la carrera
del 2000, a un banco iraní presidencial de Trump.
11% ligado al financiamiento de
de anuncios televisivos grupos terroristas. $66.1 millones
en español patrocina-
aportó Trump de sus
dos por el equipo de
Clinton en Nevada 33 propios fondos a la
campaña presidencial de
durante la elección Número de 2016.
general. estados que serán
conducidos por un $242 millones
gobernador Monto por el que Clinton
republicano en 2017. superó a Trump en gastos
de campaña

Las cifras provienen de diversos reportes hechos por el Center for Public Integrity, una organización noticiosa de investigación apartidista y sin ánimo
12 Actualidad
de lucro. Para mayor información visita su página en internet o síguela en twitter. www.publicintegrity.org
de 2016 en números

$3.1 trillones $450,000

Capital estimado de las com- Cifra que dos Super PACs a 304
pañías de tecnología que se favor de Clinton se vieron votos obtenidos en el
reunieron con Trump en diciem- forzados a devolver por
Colegio Electoral por el
bre del año pasado. especulaciones sobre la
legalidad de los ahora presidente Donald
contribuyentes. Trump.
$600 millones
Gastaría Trump de su $47,300
propio dinero para una Cifra que el actor de 2.8 millones
campaña presidencial "James Bond", Daniel Número de votos por
según una entrevista en Craig, donó en 2015 a un los que la demócrata
supuesto super PAC a favor de Hillary Clinton venció a
2011. Bernie Sanders, fundado por un Trump en la votación
individuo arrestado en 2016,
$20.4 millones acusado de fraude por el FBI. popular nacional.
Cantidad que el billonario
magnate de casinos, Sheldon 1 3a1
Adelson, y su esposa Miriam Número de candidatos Factor por el que el equipo
Adelson, reunieron para Super Demócratas al senado de los de Clinton superó al de
PACs* y otros grupos a favor de EU a quienes ha apoyado el Trump en los canales de
Trump. antes jefe de finanzas de televisión durante la
campaña de Trump y ahora elección general.
Secretario del Tesoro,
$3,3 millones Steven Mnuchin.
Total que el gigante
49
petrolero Chevron, Suma de contribuyentes a un
compañía número 14 Super PAC en favor de Trump
entre las más grandes en cuya información de tarjetas
América, donó durante el de crédito fue erróneamente
ciclo electoral 2015 - 2016 publicada en un documento
federal.
a dos super PACs
enfocados en ayudar a los
republicanos a mantener 30
el control del congreso. Días que, según Clinton, le
llevaría como presidenta
proponer una enmienda
constitucional para anular la
sentencia del Caso Ciudadanos
Unidos contra la Comisión de Elecciones
Federales.**

*Super PACs: Comités de Acción Política sin restricciones presupuestarias ** Con esta sentencia se permitió a las empresas
Actualidad 13
para la obtención y gasto de recursos en favor (o en contra) de alguna de las participar en campañas políticas electorales.
fracciones de los candidatos en la elección).
entrevista
Llevar la fiesta en paz con los gringos, con-
versación con Jorge Castañeda
J orge Castañeda, exsecretario de Relaciones Exteriores, aca-
démico y activista político, habla con Gerardo Estrada sobre
Estados Unidos, el gobierno mexicano y el panorama político
económico después del triunfo de Trump. La entrevista formó
parte del programa de radio de la fcpys, “Tiempo de Análisis”,
transmitido el 15 de febrero de 2017 por Radio unam.
Gerardo Estrada (GE): Es obligado hablar de nuestra rela-
ción con eu, no sólo política, sino también social, más allá de las
coyunturas que estemos viviendo todos los días.
Jorge Castañeda (JC): Creo que los temas en los que debié-
ramos educarnos los próximos meses o años tienen una triple
implicación. Lo primero es que a partir de esta coyuntura nadie
puede obviar el hecho de que eu es un factor fáctico de política
interna en México, no sólo un asunto de política exterior. No es
que los eu se metan o no deban meterse en la política interna,
son y están. Siempre ha sido así, por lo menos desde finales del
siglo xix, pero no se reconocía.
Esto hoy es más obvio y significativo porque de 25 años
para acá México ha tenido mucha apertura económica y demo-
crática; para bien o para mal —yo creo que para bien— México
está más abierto al mundo; el hecho es que eu es parte ya de
nuestra vida nacional, como nosotros, por cierto, somos parte
de la suya: a través de los migrantes, el comercio y muchas cosas.
Es una doble realidad.
Un segundo punto es que hace unos 25 años, los que gober-
naban este país apostaron todo, de manera autoritaria a nombre
nuestro, a la relación con eu: económica, financiera, turística,
tecnológica e incluso cultural. Y de repente, ahora nos ama-
necemos con que esa apuesta a los norteamericanos, a un gran
número, sobre todo de las élites, ya no les gusta. Esa es una si-
tuación muy difícil para México porque no tenemos realmente
para dónde hacernos.   de México. Es decir, bien sea porque eu lo obligó, cosa que no
Escuchamos cosas muy bonitas: que debemos exportar a Bolivia
o a Ecuador, pero son estupideces. La apuesta ya se hizo. Otras es-
tupideces que oímos son fortalecer el mercado interno. Perfecto,
para ello la gente tiene que recibir más dinero en este país y
comprar más; ¡qué bueno!, y ¿qué va a comprar?, pues lo que
se produce en eu; ¿por qué?, porque aquí no se produce gran
cosa  y no se va a producir.
GE: ¿Ni a corto plazo?
JC: No, ni a largo plazo. Ya tratamos de hacer eso y no re-
sultó. Eso nos llevó al 82. Entonces ese es un segundo tema. Y
el tercero es que parece que podemos estar hoy en vísperas de
una crisis social provocada por los conflictos con eu que puede
ser muy seria, por las deportaciones en general. Obama deportó
14 Entrevista
a muchos, sí, pero si además de esos hay otros más, pues es el
doble, y será más rápido; aún más, si Trump en efecto empieza
a mandarnos a los malandros, a los que están en la cárcel, pues
esto se puede volver El Salvador.
GE: Cuando estuviste en la Secretaría de Relaciones Exte-
riores, donde tuve el gusto de acompañarte, insististe en que no
miráramos al sur, que América del norte era nuestro destino. En los
últimos 25 años que mencionas, con el tlc, siento que incluso
el sentimiento anti norteamericano, anti yanqui, que era una de
las características de esa época, comenzó a borrarse, pero hoy
está volviendo; son intentos de revivir la historia, de revivir el
pasado, y por eso hay varios reclamos.
JC: Ese sentimiento vuelve muy difícil gobernar al país, debes
equilibrar el sentimiento anti gringo o anti yanqui, como lo
quieras llamar; que creo que se ha exagerado mucho; si fuera
tan recio no tendría uno de cada tres mexicanos familia en eu.
Pero tienes que equilibrar eso con tu necesidad cotidiana de
llevar la fiesta en paz con los gringos, porque no hay manera
de no llevarla; requieres ir modulando, porque si se te agrava o
agudiza te complica mucho el día a día porque estás haciendo
y llegando a acuerdos todos los días con ellos; muchos efectiva-
mente inconfesables, sí.
GE: La cuestión de que se abra públicamente la conversa-
ción de Trump y epn es absurda.
JC: Sí, sólo los dictadores como Fidel Castro o los demagogos
como Trump divulgan conversaciones con jefes de Estado. La
gente decente no hace eso.
GE: ¿En qué momento estamos? Las palabras de Trump
sobre la intervención con tropas que vienen a ayudarnos, ¿qué
tan lejos podrían llegar?
JC: El problema es que debemos ver esto como un continuo
que viene por lo menos desde que llegó Calderón a la presidencia
creo, o bien porque él enloqueció, cosa que sí creo, Calderón
declaró la guerra al narco y fue a pedir ayuda a eu: “ayúdenme
en mi guerra”.
GE: Con lo de Mérida.
JC: Con la iniciativa Mérida. Luego Peña ha seguido con la
guerra y también pidiendo la ayuda. ¿Estás en guerra y quieres
mi ayuda?, pues te ayudo con lo que tengo y lo que tengo son
tropas. Es más, el chango que puse encargado de esto de Home
Land Security es un general de los Marines, ni siquiera del ejército.
Él es el encargado, ¿qué sabe hacer ese señor? Guerra.
Pero el responsable de todo esto es México por andar de-
clarando una guerra absurda y luego por ir a pedir ayuda. Estas
supuestas declaraciones de Trump vienen en efecto de un gobierno
norteamericano más duro, más ignorante, más neófito que el de
Bush, que cuando Calderón empieza con sus idioteces en el 2007,
aquél ya llevaba siete años de ser presidente, ya sabía de guerras,
de México, de todo; no era un genio pero ya tenía años ahí.
Trump lleva 15 días.
GE: Esto debilitó al gobierno mexicano; al decirle: está en
tus manos, nos devuelve la pelota y ahora pareciera que en un
momento México pedirá la intervención.
JC: Esto es lo que ha sucedido, sólo que ahora será más
grave. Lo que debe decir Peña, y no a Trump por teléfono, sino
al país, es que esa guerra ya se acabó y se acabó porque no se
puede ganar, porque es una estupidez; por lo tanto ya no hay
guerra y ya no queremos ayuda para una guerra que no existe.
GE: Eso provocaría a Trump.
JC: Pues sí, claro, pero lo va a provocar todo el tiempo ha-
ciendo cualquier cosa; el problema parece ser que Peña no quiere
decir ni hacer nada que moleste a Trump.
GE: Hay cosas que podemos hacer, tú lo has dicho muchas
veces: la legalización de la marihuana, que se vende en 14
estados de eu.
JC: California, que no es cualquier estado, sobre todo para
nosotros los mexicanos es el más importante. Pues ya, legalicemos
y que pasen los tráileres cargados de marihuana mexicana a eu.
El General Kelly dijo ayer o anteayer: “les vamos a ayudar a erra-
dicar la amapola”, qué fantástica idea, entonces que ahorita lle-
guen los marines a Guerrero, a Iguala y a Ayotzinapa, a quemar
sembradíos de amapola, gran idea. Lo que tiene que decir Peña
es no, no queremos erradicar la amapola, queremos volvernos
un país productor legal. Esa es la solución al tema.
GE: El gobierno mexicano parece pasmado.
JC: Sí, como país, como sociedad, como pueblo estamos
muy desprotegidos, y poco preparados para este cambio en eu.
Es un problema porque aquí vamos a tener un gobierno cada
día más débil hasta que llegue la elección, y luego tendremos
uno muy inexperto; por tanto, los dos primeros años de Trump
estaremos en una situación totalmente desfavorable, pero ade-
más, con el agregado de que va a ser imposible que este país
aborde seriamente el tema de eu en la campaña presidencial.
GE: Otro hecho es que no hay liderazgos políticos en
México. En otro momento, un comentarista como Jacobo podía
conducir a la sociedad a ciertas cosas; hoy no veo esto por nin-
gún lado, ni en la prensa, ni en los intelectuales. Ponernos todos
de acuerdo es imposible. La sociedad necesita siempre algo o
alguien en torno a quién aglutinarse.
JC: Estamos demasiado enchufados a eu y Canadá para que
pueda haber cambios importantes. Lo que vamos a tener que hacer
es aguantar vara estos dos, tres o cuatro años hasta que se debilite
lo suficiente Trump, se fortalezca la oposición dentro de su país y
podamos tal vez negociar algunas cosas.
Yo quiero suponer que habrá una acción en contra de
Trump en eu. No sé si sean los empresarios, los grupos cívicos,
las iglesias, las universidades, los activistas. Cuando esto suceda
nos va a ayudar. También podemos aliarnos con ellos, como lo
hicimos en los años ochenta con las guerras centroamericanas.
Pero acerca de explicarle a eu que el tlc no es el problema sino la
solución, ellos no necesitan que los mexicanos les expliquen sobre
sus intereses, que no han ido tan mal en estos últimos 240 años.
A mí me preocupa, mucho más que la demagogia de Peña,
una deportación, porque significa que una familia ya no recibe
remesas, y si a éstas le agregan un impuesto del 2%, se traduce
en que alguien que manda 100 dólares al mes, a su familia sólo
le llegarán 98; que por cierto, hoy tampoco llegan los 100 sino
como 90, porque los amigos que participan en este negocio, que
todos sabemos quiénes son, se llevan casi el 10. Con cuenta de
banco o una tarjeta es un poquito mejor; pero entre la comisión
y el tipo de cambio, el destinatario de la remesa de hecho no la
recibe entera. Pero, frente a un deportado, el tipo de cambio no
tiene ninguna importancia porque ya no manda nada.
GE: Hacia el futuro, hacia los próximos meses ¿qué cabe
esperar? ¿Puede haber una ligera intervención o expedición mi-
litar, una especie de expedición punitiva?
JC: No lo creo. El problema, y eso sí lo ha dicho Calderón,
sólo que nadie le exige que lo aclare, es que ya hay una presencia
de eu en México mucho más fuerte que en 2006, en términos de
agentes de la dea, de agentes de migración radicados en la
frontera sur, de agentes de la cia, del grupo militar en la Ciudad
de México. Está atascado de norteamericanos que se han ido
metiendo cada vez más, más y más a invitación de los dos
gobiernos, los dos ejércitos, la marina y la policía federal. En-
tonces, si Peña se coloca en el terreno de ellos de que tenemos
que ganar la guerra, vamos a perder; ¿por qué?, porque es más
fácil ganar una guerra con más fuerza que con menos, y ¿quién
tiene más fuerza?, pues ellos.
Por otro lado, nosotros también podemos pedir que no nos
devuelvan a los migrantes que no son de aquí, como los centro-
americanos. Los haitianos no se van de Tijuana porque quieren
cruzar y aventarse a los brazos de la patrulla fronteriza para
que los pongan en centros de detención, pidan su asilo o una
audiencia y se queden allá; no vieron para estar en Tamaulipas.
Solo un loco quiere venirse para acá.  
Lo mismo con el debate terrorista. Le hemos cuidado a eu
su frontera sur desde hace 15 años y no ha habido un solo inci-
dente; bueno, eso se hace cuando se trata de gobiernos amigos,
no de un enemigo.
GE: Pero ahí se requiere liderazgo, carácter.
JC: Ahí está la bronca, se requiere no tener miedo a pelearse
con Trump, a no estar esperando a que él te cuide las espaldas
cuando ya no seas presidente y te anden persiguiendo por el
mundo entero por violador a los derechos humanos. Ese es el pro-
blema de fondo. Epn lo último que quiere es pelearse con Trump.
GE: A nivel social, a nivel de ciudadanos ¿qué puede
hacer la gente?
JC: Poco, salvo los que tienen capacidad para incidir. Em-
presarios con dinero, los abogados apoyando jurídicamente.
Los artistas e intelectuales hablando allá, no aquí. No sirve de
nada hablar aquí. Las historias de éxito mexicanas que son
muchísimas tienen que mostrarse allá y en inglés, dirigiéndose
a los norteamericanos.
Entrevista 15
academia
Desarrollo económico, una necesidad nacional
Myriam Corte y Víctor Juárez
L os riesgos a enfrentar en el futuro inmediato no son las locuras
de Donald Trump como presidente de la nación más po-
derosa del mundo, sino nuestras diversas vulnerabilidades en
materia de economía que se reflejan claramente en nuestra ba-
lanza comercial desnivelada y en la brutal caída de los precios
del petróleo. Así, el escenario por venir será “verdaderamente
catastrófico”, aseguró el economista y profesor emérito de la
Universidad Nacional Autónoma de México, Rolando Cordera,
al participar en la presentación del informe El Crecimiento
Económico en el Desarrollo Mexicano.
Cordera, empero, consideró que sí es posible prosperar en el
mundo turbulento que se está gestando porque el epicentro de
la crisis, aunque también de la transformación, está aquí al lado,
en los Estados Unidos. Para el catedrático emérito: “la enorme
tontería de Trump es que cree que puede modificar la geografía
con un muro”.
El país requiere reivindicar y actualizar la idea de desarrollo,
pues sin avance económico y social la democracia es frágil y en-
frenta diversos obstáculos, señaló Cordera, coordinador del Pro-
Rolando Cordera. Foto: Pablo Cuéllar
16
grama Universitario de Estudios del Desarrollo (pued), durante
la presentación del informe de esta dependencia en la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales. Con esto se ofreció una perspec-
tiva acerca de la situación económica y social del país, sin dejar de
asumir que éste tiene un pasado estructural.
Cordera, acompañado de los doctores Angélica Cuéllar,
Guillermo Farfán y Mario Luis Fuentes, resaltó que el trabajo
académico está en diálogo y discusión para transformar el mundo;
busca responder a cuál es el estado de desarrollo del país, pues
identifica los fallos y pendientes de la política económica, así
como las reformas que ha seguido México. Recordó también
que un propósito es generar una conversación pública amplia
sobre el diagnóstico de los problemas clave del desarrollo.
México tiene la necesidad de trazar un nuevo curso de desa-
rrollo que sea incluyente y favorezca la reconstrucción del mercado
interno, erradique la pobreza y la desigualdad, de lo contrario se
enfrentarán severas complicaciones, con Donald Trump y sin él,
advirtió Cordera.
Rolando Cordera y Mario Luis Fuentes consideraron que la
dependencia económica mexicana del mercado petrolero y los
desequilibrios del comercio exterior pueden generar una crisis
para el país: “no necesitamos a Donald Trump para ponernos
a rezar”, enfatizó el ponente ante alumnos y académicos de
Ciencias Políticas y Sociales.
Al congratularse de que en la Facultad puedan debatirse
temas torales de la economía nacional, el docente aseveró que
frente a las tendencias “horrorosas de la resurrección autori-
taria, es preciso que México avance en la construcción de un
Estado de bienestar y un proceso en el que se administre muy
bien la redistribución social, como condición para sobrevivir”.
Refiriéndose a la Universidad, mencionó que la institución
debe gestar una manera integral y totalizadora de entender a la
sociedad en la que vivimos.
El coordinador del pued enfatizó que recuperar y actualizar la
idea del desarrollo es una necesidad nacional sin la cual la per-
manencia del Estado mexicano estará cada vez más en cuestión.
Expresó que una nueva definición del desarrollo puede convertirse
en el gran articulador de un esfuerzo colectivo social, traducible
también en un esfuerzo político que amplíe y fortalezca las bases
de la democracia política que logramos instaurar en el país a
finales del siglo xx. Y alertó: “sin desarrollo económico y social
la democracia será siempre muy frágil y enfrentará enormes
obstáculos para asegurar su reproducción, como forma de vida
y no sólo como ejercicio técnico electoral”.
A su vez, Fuentes Alcalá indicó que uno de los temas a re-
solver es la pobreza, que sigue siendo la misma que en la década
de los 90 –pese a diversos programas para combatirla–, pues la
economía no crece, no genera ingresos, devalúa salarios y es-
tanca el desarrollo social.
El académico, al detallar el informe sobre la economía
mexicana externó que la pobreza tiene rostro infantil e indígena,
ya que seis de cada diez niños en el país y ocho de cada diez
menores indígenas la viven. Frente a esta gran desigualdad es
necesario construir un nuevo curso de desarrollo que sea inclu-
yente. “Al comparar la incidencia de la pobreza en la población
indígena con la no indígena se hace evidente un hecho lace-
rante para el país: las cifras de pobreza y de pobreza extrema se
ubican en 34 y 30 puntos porcentuales, por encima de la que
padecen los no indígenas”.
Poder, liderazgo y género
Guadalupe Carballo / Foto de Luis Segura
P oder, liderazgo y género, de la inspiración a la acción, fue el
título del seminario presidido por el embajador de Japón,
Akira Yamada; Angélica Cuéllar, directora de la Facultad; y los
profesores Alicia Girón y Carlos Uscanga, en el cual se habló
de mujeres exitosas y emprendedoras en sus ramos.
El embajador Yamada señaló la importancia de las mujeres
no sólo como compañeras, sino como dirigentes y generadoras de
ideas, al tiempo que mencionó lo que tienen en común México
y Japón en todos los ámbitos. Dijo que en su nación, al con-
trario de lo que normalmente se piensa, las mujeres no viven en
sumisión, pues éste es un estereotipo.
Con respecto al salario, indicó que derivado del lento cre-
cimiento económico registrado desde 2004, cuando se dio la
última disminución de la desigualdad, la distribución del ingre-
so no ha mejorado ni registra movimientos significativos que
muestren un cambio en la tendencia.
De entre otras conclusiones, Fuentes destacó que en materia
de políticas públicas, es urgente una política social que contribuya
a garantizar el ejercicio universal del conjunto de derechos sociales
para toda la población. Así, la política de superación de la pobreza
debe ser parte de un modelo de desarrollo incluyente, que favo-
rezca el crecimiento económico y la generación de empleos dignos
para toda la población, así como un régimen de bienestar universal
que provea un conjunto de bienes y servicios sociales básicos.
C. Uscanga, A. Cuéllar, A. Yamada, J. Renge, A Girón, M. González y S. Ruíz
La mujeres participantes en esta charla fueron Neidy Cruz,
directora general adjunta internacional de Semarnat; Mayra
González, directora de Nissan México; Gina Zabludovsky,
investigadora, y Sandra Ruíz, titular de una Asociación Civil.
Gina Zabludovsky aseguró que las mujeres tienen poca par-
ticipación en política y en puestos directivos, y mucho menos
liderazgo; las cifras demuestran además que entre más educación
menos uniones de pareja se presentan y se aplaza la maternidad.
Los ponentes coincidieron en que es momento de despertar,
tirar el techo de cristal y evitar educar tanto a hombres como a
mujeres con limitaciones, ya que esto es lo que afecta a la sociedad.
academia 17
estudiantil
El rugby se gana con el
corazón
Nota y foto de Emanuel Reséndiz

E milia Gallardo, Lizeth González, Mariana Herrera y Gre-

cia Rodríguez, estudiantes de nuestra Facultad, forman
parte del equipo de Rugby Femenil de la unam. El año pasado
contribuyeron a que la escuadra, formada por chicas de distintos
planteles, conquistara el segundo lugar en el Campeonato Na-
cional Universitario. Este 2017 tienen el propósito de llevar al
conjunto al lugar más alto de la justa y, de paso, dar a conocer
esta disciplina entre la comunidad. Para ellas el Rugby es, más
que un deporte, “un nuevo hogar” en el que el esfuerzo colectivo,
la filosofía del sacrificio y la disciplina son un complemento
inigualable en su formación. Aseguran que su práctica les ha
cambiado la vida y la percepción que tienen sobre ellas mismas,
pues rompe el estereotipo de mujer al que estamos acostumbra-
dos; es una actividad en la cual “las flacas quieren ser gordas” y
enseña a los jugadores a transgredir sus límites físicos, mentales
y emocionales.

nuevo espacio para la

expresión artística
Myriam Corte / Foto de Emanuel Reséndiz

F ue inaugurada en la fcpys el salón de danza y teatro “Clau-

dio Obregón”, un espacio destinado para clases y talleres
culturales. El evento estuvo encabezado por la doctora Angélica
Cuéllar Vázquez, directora del plantel, Claudio Obregón, hijo, y
Elizabeth Clairín, viuda de Obregón.
La Directora del plantel señaló que un estudiante universi-
tario que no está cerca del arte, la danza, la cultura y el deporte
no tiene una formación integral. Por ello, “el arte tiene un papel
Considerado como uno de los actores más destacados de
muy importante en nuestra sociedad, siempre es catalizador de
teatro y cine, actuó en películas como México insurgente, El
problemas sociales, nos puede ayudar a ver la realidad de otra
encuentro de un hombre solo, Terror y encajes negros, El callejón
manera y tratar de luchar por un país más justo y solidario”.
de los milagros, entre otras muchas. En teatro interpretó obras
La apertura de la sala es parte del plan de trabajo de la ac-
de diversos dramaturgos como Lope de Vega y Juan García Pon-
tual administración, que tiene como objetivo resignificar los
ce, y actuó en telenovelas como El carruaje, Los que ayudan a
espacios físicos transformándolos en áreas que beneficien a la
Dios y Cuando llega el amor.
comunidad.
Falleció el 13 de noviembre de 2010, en la Ciudad de Mé-
Sobre Claudio Obregón se mencionó que comenzó su ca-
xico, a causa de un paro cardiorrespiratorio.
rrera como locutor y jefe de producción en Radio unam. Tam-
bién participó en teleteatro de Canal 11 y desde 1958 se dedicó
a la actuación.

18 Estudiantil
 Cultura
Cultura

Desde
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refinado
estilo
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de dehacer
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música.

Corrupcionario Mexicano
libros
Guadalupe Carballo

El Corrupcionario Mexicano es una ilustración del lenguaje utilizado día a día

por los mexicanos cuando se realiza un acto corrupto, tanto por parte de altos
funcionarios como de personas comunes. Es un reflejo de la sociedad mexicana
actual. Contiene ilustraciones que atraen al público y hace amena la lectura.
En palabras de Diego Luna, autor del prólogo, él produce películas para
sensibilizar e incidir en las personas, sin perder de vista que no todos los actos
son de corrupción o de abuso de poder, sino en ocasiones, de sobrevivencia.

Pactos y costos
Myriam Corte

En el libro Pacto por México. Agenda legislativa y reformas 2013-2014, coordinado por
el doctor Héctor Zamitiz Gamboa, los autores del trabajo cuestionan cuál es el significado del
Pacto por México para el gobierno de Peña Nieto, así como los costos y beneficios políticos
para los partidos. En la obra se expone cómo la agenda política del pan fue favorecida, mientras
que para el pri no han sido claras sus ganancias, pues el crecimiento económico, la seguridad
y la aprobación del presidente fueron nulas, es decir, no capitalizó políticamente. Se afirma
también que el prd perdió, toda vez que alimentó la división del partido, hecho que redituó a las
filas de morena. Finalmente se pone de manifiesto el distanciamiento entre estos tres partidos
hegemónicos y la ciudadanía.

cultura | Libros 19
 En memoria
de
fidel Lucio oliver
Verónica lópez
Roberto Carassou
Rosa García

N° 262 | febrero 2017

 Í
ÍNDICE PRESENTACIÓN

Actualidad
0 1 Se va un gran hombre. Perdemos todos
0 3 Fidel Castro: El necio
0 5 La solidaria obra internacionalista de Fidel
0 6 Fidel, razones para recordarlo
A unque en los últimos meses, la elección, toma de pose-
sión, y decretos controversiales de Trump han sido el
tema dominante en los ámbitos nacional e internacional, no
podíamos dejar de recordar y reflexionar sobre Fidel Castro,
quien murió en noviembre pasado.
Es innegable que Fidel fue un personaje central de la
política internacional de la segunda mitad del siglo XX y con
influencia aún en este nuevo siglo.
La relevancia e influencia de la Revolución Cubana en
el mundo, pero sobre todo en Latinoamérica; los logros in-
discutibles en materia social del estado cubano; sus carencias
en lo relativo a libertades políticas y a formas democráticas;
hicieron de Cuba y su gobierno, encabezado por Castro du-
rante más de 40 años, un tema central que ahora se analiza en
nuestra publicación trimestral.

academia
0 8 Izquierdas latinoamericanas
0 8 Prospec 2016
0 9 Necesarios liderazgos con visión multidisciplinaria
0 9 Nuevos terrorismos
1 0 Acercamiento de la Facultad al Especial
Rodolfo stavenhagen
Estudiantil 1 4 A propósito de Las siete tesis equivocadas sobre América Latina
1 1 Examen profesional de Matías Alaniz
1 5 Entre la vocación intelectual y el compromiso social
1 1 Compromiso y solidaridad
1 6 Stavenhagen, incansable promotor de los derechos indígenas
1 7 Rodolfo Stavenhagen y el estudio de los conflictos étnicos
cultura
1 2 Anita Tijoux en la Facultad

12 libros
actualidad
F
idel Castro Ruz, murió el 25 de
noviembre de 2016 a los 90 años,
tras haber vivido plenamente sus
pasiones y las de su país. Queda la memo-
ria de un “dictador” (quien en condiciones
especiales de hostigamiento externo que
perduraron medio siglo, detentó a nombre
del pueblo de Cuba —la gran mayoría de
veces con él— el poder cuasi absoluto y
emitió decretos de cumplimiento obligato-
rio). Ser humano inteligente, consecuente
con sus convicciones y político astuto. Con
su fallecimiento perdemos todos, sus
contemporáneos.
Valorar a una gran personalidad
como Fidel conlleva accionar el resorte
interno de pasiones encontradas, sobre
todo porque la absoluta mayoría de nues-
tros gobernantes actuales son burócratas
corruptos, politiqueros menores y desna-
cionalizados. No da para comparar nada
sino para sentir pena de nuestras socie-
dades, de las castas que nos gobiernan
y que viven de espaldas a las naciones y
ajenas a los problemas sociales y político
estructurales, a la sobrevivencia diaria de
millones que un día se rebelarán, como lo
hizo Fidel en su país, siguiendo razona-
1 Actualidad
se va un gran hombre.
perdemos todos
Lucio Oliver Costilla
Sociólogo. Profesor de la Facultad adscrito al Centro de Estudios
Latinoamericanos (cela) y al Centro de Estudios Sociológicos (ces)
¿Qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él?
mientos estratégicos e impulsos políticos
para emanciparse.
Al comentar sobre la personalidad,
grandes aciertos y errores del General,
Fernando Martínez Heredia propone acer-
tadamente: “Para sacarle provecho a Fidel,
tenemos que evitar repetir una y otra vez
lugares comunes y consignas. Conocer más
las creaciones y las razones que lo condu-
jeron a sus victorias, las dificultades y los
reveses que Fidel enfrentó, lo que pensó
sobre los problemas, sus acciones concretas,
puede aportarnos mucho, y de esa mane-
ra será más grande su legado”. (“Claves del
antimperialismo y el anticapitalismo hoy”,
Cuba Debate. 12 de enero de 2017).
La tarea que propone Martínez
Heredia no es fácil ni posible todavía hoy
día, sobre todo porque la trascendencia de
la actuación de Fidel como dirigente de la
Revolución Cubana de 1959-1962 y su
actuación después de esa coyuntura, opaca
lo que sucedió en el período de 1945 y
1962 en que el luchador forja su perso-
nalidad política al calor de las luchas de
resistencia a los gobiernos corruptos y en
defensa de los dictados emanados de la
Fidel, Fidel.
Verso popular cubano
.
constitución cubana de 1940 (véase “La
historia me absolverá”, discurso de Fidel
Castro en octubre de 1953). Conocer y
estudiar de manera crítica y a plenitud
esa historia de su vida política resulta una
tarea hoy tan necesaria como irrealizable
pues siempre faltó teorizar, en Cuba y fuera
de Cuba, la complejidad de la revolución
cubana, aun por sus propios actores. El fo-
quismo, concepción que exalta la rebelión
de minorías inconformes sin considerar
su vínculo con las grandes mayorías, por
ejemplo, que alentó una lucha guerrillera
posterior en América Latina, es una lectura
parcial, un tanto apresurada y emocional
de la revolución cubana (Guevara, Ernesto.
“La guerre de guérilla”, Paris, Maspéro,
Cahiers Libres, no. 31, 1967; Régis Debray,
“Révolution dans la révolution? Lutte
armée et lutte politique en Amérique la-
tine”, Paris, Maspéro, Cahiers Libres, no.
68, 1967) que recoje muy sesgadamente
las múltiples determinaciones, condicio-
nantes, luchas sociales, políticas y cultu-
rales de esos tiempos.
Algunos ejes son claves para tratar
de comprender la personalidad política de
Fidel y no resultarían muy polémicos entre
los científicos sociales: su pasión por afirmar
la nación cubana en las distintas circuns-
tancias de su vida y de la cuba posterior
a la revolución, lo que lo hace heredero
político notable y congruente de los grandes
luchadores independentistas y en particular
de José Martí. Su antimperialismo radical
que expresa la elaboración crítica necesa-
ria y urgente de una sociedad que súbita-
mente pasó de ser colonia española a ser
neocolonia estadounidense, y que no en-
contró en la sociedad de los Estados Unidos
o en América Latina los elementos de apoyo
para impedir el acoso y el bloqueo de sus
gobiernos. Su anticapitalismo asociado al
reclamo de justicia e igualdad social, que
iba más allá de los lamentos sobre la po-
breza y partía de una clara valoración de
los grandes males estructurales y político
culturales que la dominación oligárquica
empresarial había generado en Cuba en
la primera mitad del siglo xx y que sin
profundizar los cambios que la revolución
puso a la orden del día, volvería a presen-
tarse ante cualquier error o flaqueza en
el perfil de la nueva Cuba. Su impulso
emancipador para lograr que luego de la
revolución su país se encaminara hacia
una transición socialista interna que irra-
diara en otras latitudes el mismo espíritu de
emancipación que se había logrado en Cuba
(Martínez Heredia, ibid, 2017).
Hay un eje de su personalidad que,
sin embargo, genera polémica incluso en
partidarios incondicionales de la nueva
Cuba: su convencimiento de que potenciar
plenamente la autodeterminación política
y cultural abierta y libre de la sociedad cu-
bana no cuadraba con el intervencionismo
imperialista ni con el injerencismo esta-
dounidense y de las élites políticas domi-
nantes de la Europa capitalista sobre un
pequeño país insular. Éstas aprovecharían
cualquier resquicio para entrometerse y
atentar con dinero y recursos externos
para debilitar o destruir el proyecto inde-
pendiente nacional.
Ese fue un problema irresoluble
hasta el presente. Y la manera que Fidel
encontró de dominarlo fue mantener su
concepción cerrada del partido de Estado
y la democracia dirigida, sin permitir la
libertad política e ideológica para confor-
mar opciones distintas. En Cuba hubo y hay
márgenes de libertad de expresión y organi-
zación social, pero no de la amplitud nece-
saria para conformar corrientes y proyectos
autónomos del poder político dominante.
Y cabe aclarar, la cuestión de la
libertad y los derechos políticos no son
asuntos simples, sino sumamente com-
plejos, dadas las nefastas realidades y las
pobres ideas que por otra parte circulan
en Occidente sobre la democracia, el sis-
tema de partidos, las libertades públicas y
los derechos de las sociedades y los indivi-
duos, tal como lo estamos viendo hoy en
los Estados Unidos, en que la población
eligió un dictador populista en ciernes que
está imponiendo un discurso de sobre-
explotación, discriminador y de odio que
atenta contra los derechos y la civilización
democrática que ha sido construida por
la historia de ese país. Y qué decir de la
situación de países como Honduras, Brasil,
Paraguay en que con la bandera de la de-
mocracia se produjeron golpes de Estado
institucionales para revertir derechos de las
mayorías y atentar contra la diversidad, o en
México en que el fraude electoral está natu-
ralizado, tanto como el estatismo autoritario.
También está la cuestión de que la
libertad política y la igualdad ciudadanas
en Occidente se asientan en sociedades
desiguales sometidas por el dinero y el
capital y por lo mismo el margen de ac-
ción real de las mayorías es ínfimo, por lo
que prevalece en nuestros países la no-
ción de democracias de élites en donde
la libertad consiste en elegir qué grupos
de empresarios o políticos profesionales
dirigirán a los países. Qué queda de las
nociones de libertad política e ideológica
y de democracia en situaciones como las
mencionadas en las cuales la sociedad no
tiene derechos en relación a sus sociedades
políticas, especialmente cuando no tiene
el derecho a intervenir en la definición de
los asuntos públicos los cuales están en
manos de burocracias y tecnocracias que
imponen los intereses particulares nacio-
nales y transnacionales.
Democracia, sin duda es que la
sociedad tenga el derecho a debatir los
problemas estructurales que padece y a de-
terminar el rumbo de la economía, la polí-
tica y la cultura. Habla de una situación de
derechos de la sociedad civil, movimientos
sociales y fuerzas políticas en un escenario
de mediación abierta y fluida con el Estado.
Pero en nuestros Estados eso en general no
existe y los gobiernos y los parlamentos de-
ciden en forma delegativa, como delegados
con absoluta autonomía respecto de la so-
ciedad que los convierte en verdaderos au-
tócratas sin responsabilidad y sin vínculos
reales y profundos con la sociedad.
En Cuba la sociedad tampoco es
determinante de los asuntos públicos en la
medida en que una élite cerrada y autori-
taria determina éstos, pero por lo menos
el proyecto nacional es legitimado y apo-
yado totalmente por las grandes mayorías,
lo mismo que los derechos sociales, educati-
vos y culturales plasmados en la constitución.
Además la sociedad no está dominada eco-
nómicamente por el dinero y el capital,
sino que las relaciones sociales —expre-
sadas en múltiples derechos— se viven en
forma igualitaria.
La libertad de opinión y expresión
existe extendida a nivel local y con relación
a problemas concretos, en las asambleas, en
los comités de barrio, en los debates de las
ciudades y en los círculos del partido. Hay
sí una limitación evidente en términos de
la libertad para conformar corrientes políti-
cas y culturales nacionales. Esa sigue siendo
una tarea pendiente de la sociedad cubana
actual, pero, cabe decir, Fidel contribuyó a
crear las condiciones económicas, sociales
y culturales de igualdad y derechos para
que los jóvenes actuales, con la misma
pasión y búsqueda estratégica del gran
líder de la revolución, la impongan con la
misma originalidad y complejidad con
que Fidel luchaba por que la sociedad
cubana determinara los asuntos públicos
de Cuba y se identificara con el proyecto
nacional y las tareas urgentes de transfor-
mación social. Por ello como mencionamos
arriba al irse Fidel perdimos todos, los
cubanos y los latinoamericanos que sufrimos
el influjo de su ejemplo.
Actualidad 2
 fidel castro: el necio
Verónica Renata López Nájera

T
Doctora en Estudios Latinoamericanos, adscrita al cela de la fcpys
ras la declaración oficial de la
muerte de Fidel Castro el 25 de
noviembre de 2016, no se hicie-
ron esperar las reacciones mundiales que
intentaban expresar el sentir por la des-
aparición de un referente de la historia
latinoamericana y mundial, que desde
la segunda mitad del siglo xx hasta ese
momento, participó activamente en los
acontecimientos regionales.

Sin embargo, las muestras de júbilo

por su muerte también marcaron la agen-
da de quienes aportaron alguna reflexión
por su deceso. ¿Qué hizo Fidel Castro
para ser considerado por algunos un
dictador? Esa tonalidad tan peculiar cuan-
do se habla de Fidel, claro-oscura, refleja la
ambivalencia del personaje y la dificultad
de hablar de él sin asumir una postura po-
lítica e ideológica.

No podemos entender el peso

de su figura sin conocer la historia de la
región latinoamericana, particularmente
de la isla de Cuba, último bastión del
colonialismo español, primer país que
“como fruta madura” fue asumida bajo la
vigilancia intervencionista de los Estados
Unidos. La isla más grande del Caribe
hispano, primera en llevar adelante un
proyecto revolucionario de corte socialis-
ta, cercada implacablemente por distintas
estrategias encaminadas a desestabilizar
el orden revolucionario, como el blo-
queo económico o la política migratoria
de los Estados Unidos que daba asilo a
cualquier cubano que pisara las costas del
país del norte.
Pero la isla se mantuvo, a pesar
del acecho multifrontal, empujando un
proyecto de sociedad distinta que se basa
en la igualdad, fraternidad y solidaridad
entre los pueblos, sobre todo aquellos que en
su momento fueron llamados del Tercer
Mundo. Una política antiimperialista y un
apoyo irrestricto por las causas justas y
la lucha contra la opresión.
Vivimos en una época, sin embar-
go, en que todos esos valores que Fidel
encabezaba y promovía, suenan a dis-
curso anquilosado. El mundo en el cual
creció y participó como actor social, se
resquebrajó con la caída del bloque socia-
lista y los ideales que en algún momento
alimentaron la posibilidad de la revolución
en toda Latinoamérica; se desdibujaron
frente a un nuevo modelo económico
que promovía la individualidad, el culto
al consumo y la libertad del sujeto como
valores supremos.
En pleno auge de la ideología
neoliberal, que se registró durante la dé-
cada de los noventa en América Latina, y
que coincidió con el periodo de la recupe-
ración democrática en aquellos países del
sur de América que habían vivido bajo
dictaduras militares, la promoción del
discurso democrático se convirtió en el
principal baluarte de los ideales de trans-
formación de las sociedades del Cono
Sur, y la palabra “revolución”, aquella que
encendió sueños y trazó caminos, que
marcó el rumbo de miles de hombres y
mujeres que creían en la justicia social, en
la posibilidad de vivir en un mundo más
equitativo, se desmoronó.
Así, el Fidel de la revolución cu-
bana, que luchó desde el 23 de julio de
1953 contra la dictadura de Fulgencio
Batista, que estuvo preso y salió por una
amnistía rumbo a México para reorga-
nizar la insurrección, que volvió a Cuba
y organizó el levantamiento final desde
Sierra Maestra, que logró entrar victorioso
el 1 de enero de 1959 a La Habana, que

3 Actualidad
hizo huir a Batista una noche antes, ese
Fidel que declaró el socialismo en su país,
murió en un mundo que ya no podía tra-
ducir los valores que él representaba.
Por ello, poco se sabe en la ac-
tualidad de los ideales que movilizaron
tanta energía social, que cautivaron a un
pueblo y le dieron sentido, que asumieron
los ideales del hombre barbudo como
suyos. Y es que Fidel también construyó
un pueblo, le dio agencia, lo colocó como
sujeto de la historia, de su propia historia.
Por ello es necesario recordar la
concepción de pueblo que tenía Fidel,
formulada en su famoso texto La historia
me absolverá: “Entendemos por pueblo,
cuando hablamos de lucha, la gran masa
irredenta, a la que todos ofrecen y a la que
todos engañan y traicionan, la que anhela
una patria mejor y más digna y más justa;
la que está movida por ansias ancestrales
de justicia por haber padecido la injusticia
y la burla, generación tras generación; la que
ansía grandes y sabias transformaciones en
todos los órdenes y está dispuesta a dar para
lograrlo, cuando crea en algo o en alguien,
sobre todo cuando crea suficientemente en
sí misma, hasta la última gota de sangre.”
II
Mi primer y única visita a la isla
de Cuba fue en el año de 1998. En ese
entonces me encontraba estudiando la
licenciatura en Estudios Latinoamerica-
nos en la Facultad de Filosofía y Letras
de la unam. Durante ese viaje se mezcló
mi primera experiencia en otro país y mi
filiación con la revolución cubana. Desde
niña crecí en un hogar en que eran fami-
liares los nombres de Fidel y el Che, y las
ideas del socialismo y la construcción de
una sociedad mejor. La trova cubana era
casi lo único que se escuchaba en casa; así
que mi visita era una necesidad histórica
en mi biografía personal. Asistimos a un
encuentro de Casa de las Américas, el cual
fue boicoteado por el gobierno norteame-
ricano, que le negó la visa a casi la mitad
de los congresistas que estaban contem-
plados para participar. Este acto fue una
de las expresiones más claras de un im-
perio tratando de doblegar a un país so-
cialista por la afrenta de existir. La batalla
cultural, como el mismo Fidel tenía claro,
pasaba por esos espacios académicos.
Mi visita se realizó pocos años
después del llamado periodo especial, que
significó un reajuste drástico en la econo-
mía del país tras la caída del socialismo
“realmente existente” y el freno del apoyo
de la Rusia socialista a la isla. Lo que vi
y escuché rebasó mis expectativas, y du-
rante la semana que estuve en Cuba se
removieron las percepciones que yo tenía
sobre la revolución cubana: la gente en las
calles te ofrecía cualquier tipo de servicio
–ron, tabaco, música y por supuesto, ser-
vicios personales-, e incluso se ofrecían a
cocinar clandestinamente en sus propios
hogares, comida tradicional cubana a
cambio de algunos dólares. Las expresio-
nes de la mayoría de las personas con las
que tuvimos oportunidad de charlar eran
francamente negativas: “Fidel era un tira-
no y la revolución un fracaso”. “La gente
tiene hambre y deseos que un régimen
socialista no puede cumplir.”
El periodo especial quizá fue uno
de los momentos más críticos por los que
atravesó la revolución cubana. Pero fue el
pueblo cubano, que mantuvo una concien-
cia crítica, la que salvaguardó a partir de
una disciplina férrea y de un ejercicio
de austeridad asumida colectivamente, la
posibilidad de que el proyecto revolucio-
nario continuara.
En pleno auge del modelo neoliberal
y la globalización, a la isla llegaban noti-
cias de la explosión mercantil del libre
mercado. Mercancías del capitalismo que
no se podían conseguir más que en ciertos
lugares, destinados al turismo, fomenta-
ban en la población nacional expectativas
de un “mundo libre” que no conocían por
dentro. La cultura del consumo se pre-
sentaba seductora y la población parecía,
según mis primeros recorridos por La
Habana, deseosa por dejarse seducir.
Tras esa primera impresión, con
los referentes del “fin de la historia” en mi
mente, tuve la impresión de que Cuba ya
no era una sociedad distinta. Fue durante
las últimas horas que pasé en la isla, char-
lando en el malecón con un estudiante
cubano, compartiendo un cucurucho de
maní, que pude valorar con más elementos
lo que ahí, desde una mirada superficial,
parecía estar aconteciendo. “La revolu-
ción se defiende”, me dijo el joven, sin dar
mayor importancia a mis impresiones de
los días anteriores.
Después del anuncio de la muerte
de Fidel, recordé ese viaje, así como las
impresiones encontradas que tuve y me
surgió la pregunta sobre ¿qué permitió
que Cuba lograra trascender el periodo
especial? Tras la caída del bloque socia-
lista, y con el subsecuente llamado “fin de
las ideologías”, las apuestas por la caída
del régimen cubano no se hicieron esperar.
Sin embargo, la isla logró salir bien libra-
da de la crisis, y hasta el día de hoy sigue
siendo un país socialista —según lo esta-
blece su constitución vigente.
Considero que fueron dos ele-
mentos de su política. Por un lado, “…
la sistemática redistribución de la riqueza
social y la también sistemática redistribución
del poder político”1. Sin el desarrollo de
ambos, la crisis del periodo especial hubiera
logrado derrotar la revolución. Segura-
mente un levantamiento popular hubiera
terminado por derrocar a Fidel.
Durante los homenajes oficiales
en la isla, en distintas entrevistas y repor-
tajes, notas de opinión, artículos de aná-
lisis, constantemente se alude al “legado”
de Fidel. Es ese legado, lo que aún en las
condiciones difíciles que se perfilan para el
orden mundial con la llegada de Donald
Trump a la presidencia de los Estados
Unidos, mantiene y posiblemente man-
tendrá al país por el camino del socia-
lismo. Pero considero que ese legado del
que se habla, no consiste solamente en los
valores que transmitió, ni en los relatos de
sus hazañas, ni su presencia al frente del
país, sino el concepto de pueblo como un
nosotros. Es el pueblo cubano el legado
más interesante de Fidel.
1
Delia Luisa, López, “Periodo especial y democra-
cia en Cuba”, consultado en: http://publicaciones.
sodepaz.org/images/uploads/documents/revis-
ta016/04_periodoespecial.pdf
Actualidad 4
 la solidaria obra internacionalista
F
idel ha dejado una huella muy
profunda en la historia de Amé-
rica Latina y del resto del mundo
por su proverbial solidaridad humanista.
Su concepción del internacionalismo
proletario rebasó los límites de la tradi-
cional consigna partidista. No hubo en su
política de asistencia humanitaria, recono-
cida mundialmente, distinción de credo
político. Su idea de la amistad entre los
pueblos rebasó el marco de la protocolaria
y fría ayuda recíproca. Incluso sus adver-
sarios políticos sintieron la mano franca y
amiga portadora de recursos hasta en los
momentos de escasez más aguda para la
economía cubana, doblemente asediada
por el infame bloqueo norteamericano y
la desaparición del campo socialista. Su
5 Actualidad
de fidel
Roberto B. Herrera Carassou
Profesor de la Facultad. Doctor en Sociología por la unam
lema fue “compartir lo que tenemos, no lo
que nos sobra”, y este principio se cumplió
con ejemplar sentido del deber internacio-
nalista por el líder y el pueblo cubano.
Obviamente para sus enemigos
más acérrimos esos gestos humanitarios
fueron realizados con fines propagandísti-
cos. Pero esto es una insostenible falacia.
Haití nunca ha podido cubrir el costo de
la estancia de los brigadistas cubanos del
sector salud y Cuba nunca los ha retirado
o ha hecho alarde alguno de su fraternal
ayuda. La independencia de Namibia y la
guerra en defensa de la libertad de Angola,
que permitió la derrota del Apartheid en
África del Sur y la emergencia de su demo-
cracia, cobró la vida de miles de combatien-
tes cubanos voluntarios. Sin embargo, allí
no quedó ninguna deuda por cobrar. Al
concluir la Operación Carlota y desmo-
vilizarse sus victoriosos combatientes, Cuba
jamás ha permitido que se hable siquie-
ra de compensación alguna. Mandela lo
llamó “hermano grande” cuando destacó
ante su pueblo este histórico episodio y
la estatura fraterna, solidaria y revolucio-
naria de Fidel. Así lo reconocieron tam-
bién las decenas de jefes de Estado y de
gobierno que asistieron a sus funerales al
expresar públicamente la eterna gratitud
de sus pueblos por su generosa ayuda y
amistad. El mundo entero se hizo eco de
esas sinceras manifestaciones de recono-
cimiento y gratitud a la figura del falle-
cido líder de la Revolución Cubana.
fidel, razones para
recordarlo
Rosa García Chediak
Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Santiago de Compostela, España.
Adscrita al cela de la Facultad
E
l pasado noviembre nos sorprendió
con la noticia del fallecimiento
del líder histórico de la Revolu-
ción Cubana. La historia es un terreno
permanentemente movedizo y por lo
general injusto con las personalidades
sobresalientes. Sobre Fidel Castro Ruz
es casi imposible decir algo sin que sea
abducido por el idealismo que inspiró su
figura, o por el contrario, caiga entrampa-
do en las críticas biliares. En lo personal,
encontré el tono fortuitamente, en las
imágenes que comenzaron a proliferar de
ancianos humildes, vestidos con camisas
raídas pero cargando en su pecho meda-
llas, quienes apoyados en bastones o en
familiares caminaron lo necesario para
ir a rendirle los honores finales al políti-
co. Fueron inevitables las preguntas: ¿de
dónde sacan las fuerzas?, ¿cuáles podían
ser motivos tan hondos para ese esfuerzo?
Porque bien aceptando la más generosa de
las respuestas —acudían a venerar a una
figura que les había hecho sentirse repre-
sentados, ser alguien—, o decantándonos
por la peor de las hipótesis —eran lasti-
mosos fanáticos—, en ellos trasuntaba una
sinceridad desconcertante, y por ello mismo,
la mejor inspiración para estas líneas.
Lo primero llamativo fue caer en
cuenta de que para muchos era imposible
no llamarle por su nombre de pila, Fidel.
Los cubanos en particular aprendimos
pronto que este hombre estaba cerca, y
llegaba a donde no había llegado antes
presidente alguno. Llegó por ejemplo en
1963 a los pueblos orientales destruidos
por el huracán Flora y todavía incomu-
nicados ante la crecida del río Cauto,
navegando en un anfibio en el cual estuvo
a punto de perder la vida. Era una habi-
lidad muy suya la de llegar, mirar a los
ojos a los invisibles, y así con la mayor na-
turalidad del mundo sentarse a la mesa,
pedir café, fumar tabaco y por supuesto
entablar una conversación por horas, en
búsqueda obsesiva de detalles o ante la
necesidad detectada de explicar las razones
de un proyecto de la Revolución. Esa
proyección personal de cercanía, de trato
directo —propia de los entornos rura-
les donde nació—, le dotaría de especial
magnetismo para los sencillos. De forma
invariable con esa impronta habló a los
pueblos del mundo. Sobre esto son abun-
dantes los ejemplos, pero entre los pri-
meros sin duda habría que mencionar el
click especial que tuvo con la comunidad
afroamericana en su temprano viaje a los
Estados Unidos en 1960. En aquella oca-
sión conocería a Malcom X. Pero todavía
más, de allí surgió una permanente cercanía
con los políticos que defendieron la causa
de los derechos de los afroamericanos,
que llegaría en los últimos años a sólidos
vínculos de amistad con el Caucus Negro
del Congreso (cbc), formado por miembros
del Partido Demócrata. Quizá lo más
trascendente de aquella visita tejida de
rechazo y azar, donde comparecería por
primera vez ante la Asamblea de Naciones
Unidas, fue el nacimiento de su mensaje
de solidaridad hacia todas las naciones
oprimidas y colonizadas, que le ganó la
presidencia del influyente movimiento de
países no alineados en 1979, y además,
algunas dosis de éxito en su estrategia de
conseguir —hasta donde fuera posible—
desorbitarse de la urss.
Otro rasgo para no olvidar sería
su fe indoblegable en los frutos del es-
fuerzo y del sacrificio humano, algo que
seguramente aprendió con los jesuitas.
Esa característica, por lo general asociada
a las personalidades de firmes conviccio-
nes, sorprende el doble cuando se asume
que también era un hombre de acusado
instinto político, esto es, con gran olfato
para las circunstancias presentes de las
luchas de poder, cómo evolucionarían, y
cuáles eran las acciones oportunas según
sus fines. Pero volviendo a su capacidad
de consagración, un problema de Fidel era
que el baremo de factibilidad de cualquier
Actualidad 6
proyecto, arrancaba por suponer que era
normal, por ejemplo, dormir cuatro horas
y trabajar veinte; en pocas palabras, que
era normal la heroicidad. Esto, podría
pensarse, no es más que el voluntarismo de
las personalidades que en su afán transfor-
mador deben medirse con la adversidad.
Sin embargo, nos deja la pregunta de si
en la vida de las sociedades es realmente
posible un gran salto hacia adelante, o
si en el mismo se desordenan fichas que
luego agotarán el juego. Relacionado con
esto, pero mucho más difícil de ponderar
es la fabulosa concentración de poder a
la cual propende el sistema político que
diseñó. Lo más difícil es aceptar la ciza-
ña que así nació: tenebrosas cadenas de
funcionarios en las cuales muchos cua-
dros optaron ante todo por no contrariar
las orientaciones recibidas y preservar su
suerte en un río revuelto.
En la historia política de la Isla, los
grandes movimientos en pro de la inde-
pendencia y la soberanía habían fracasado
al no conseguir la unidad de distintos
grupos con el mismo objetivo último. En
1959 la diversidad social que se daba cita
para aplaudir el derrocamiento de una
dictadura era superlativa, destacando el
entusiasmo impar de las masas. Tocaba
entonces organizar una nueva forma de
participación y consenso, que terminó
tomando forma en una serie de organi-
zaciones, y especialmente en el Partido
Comunista de Cuba. Cómo articular a
las distintas fuerzas internas del Partido
e incluso disciplinarlas, era sin dudas
necesario para avanzar, y a ello se dedicó
Fidel. Justo es decir que estas estructuras
nunca subordinaron a su líder, algo con-
veniente por las tendencias burocráticas
que inevitablemente arraigarían en ellas,
impidiendo el movimiento, pero algo pe-
ligroso también en tanto su función era
garantizar el flujo y reflujo del debate con
la sociedad en su conjunto, algo reempla-
zado no pocas veces con el carisma.
Una impresión persistente es que
a pesar del rígido aislamiento al que se
intentó someter a Cuba, Fidel nunca per-
dió de vista que la ardua tarea de conseguir
la soberanía en un país pequeño y depen-
7 Actualidad
diente, tenía que conquistarse mediante un
complicado juego de alianzas internacio-
nales. Los tan reconocidos éxitos de la
diplomacia cubana en la normalización
de las relaciones con Estados Unidos, na-
cieron de esta escuela y de unas lecciones
sobre las que siempre habrá que volver.
En este campo, destaca también el uso de
la colaboración con fines humanitarios
como herramienta de política exterior,
redefiniendo sus alturas al interior de
la tradición socialista. A nivel cotidiano, la
densidad internacional de Cuba se tra-
duciría en sentirnos familiares lo mismo
con ucranianos, que con vietnamitas, an-
goleños o pakistaníes, qué decir de los
latinoamericanos.
Con todo lo visto, creo que una de
las obras más testimoniales de la voluntad
fidelista de transformar al país fue el de-
sarrollo de la educación pública. Debería
algún día cercano calcularse la estadística
de cuántos fueron los estudiantes universi-
tarios que marcaron la primera generación
de su familia en acceder a la Universidad,
un dato mucho más elocuente que el muy
citado de los más de un millón 200 mil
graduados desde 1959. Esta ampliación
sin precedente de la cobertura a todos
los niveles, producía fenómenos curiosos
como por ejemplo tropezarse con un bio-
tecnólogo oriundo de Punta de Brillante
(pueblo fantasma de la región central), o
con una Oftalmóloga de Buey Arriba, en
el Oriente montañoso del país. Fidel era
un ilustrado incorregible, un partidario
ferviente del poder liberador del conoci-
miento, que en su caso desembocaba en
un idealismo insospechado: al adentrarse
en la luz del saber los individuos no te-
nían más remedio que dejar de ser indivi-
dualistas y volcarse hacia los imperativos
que les reclamaba la sociedad.
En estos tiempos de crisis y po-
breza, será oportuno rememorar cómo
impulsó Fidel el logro de la igualdad. No
pocas veces se ha dicho que esta meta
era un capricho irracional, porque cierta-
mente primero era la igualdad, y después,
si cabe, todo lo demás; no sólo la tan recla-
mada libertad de instituciones democráti-
cas, sino incluso la propia sostenibilidad
económica de la igualdad. Será por eso
que los cubanos nacidos del 59 para acá
asumimos como naturales los derechos
sociales. Desde la experiencia cubana y
del progresismo en América Latina hemos
aprendido que no es suficiente con la re-
distribución de la riqueza para cimentar
el compromiso político con un proyecto
de cambio social. Pero el caso de Cuba
en particular, muestra que el desafío sigue
siendo magnífico, porque allí se dieron in-
tentos tenaces de transformación cultural
y moral, en especial cuando no estuvimos
sujetos a la ortodoxia del socialismo real.
No deja de sorprender que a pesar
de haberse formado como abogado, Fidel
no era un hombre de instituciones, sino
más bien de colaboradores excepcionales.
La simpatía natural nacía en él al topar
con interlocutores competentes. Todos
recordaremos los mayores ciclones de estos
cincuenta años no sólo por sus destrozos
sino también por las horas de diálogo
televisado con el fabuloso José Rubiera,
licenciado en Meteorología. Este tipo de
intercambios avivaban sus proyectos más
visionarios y variados, desde el sistema de
protección de la defensa civil ante desas-
tres naturales, al diseño de un sistema de
salud que para ser universal tenía que prio-
rizar los mecanismos de atención primaria,
pasando por la fundación del Instituto
Cubano de Arte e Industria Cinemato-
gráfica (icaic), entre muchos otros.
Concluyo reflexionando que quizá
ahora lo extrañaremos más que nunca, en
mi caso por dos razones fundamentales.
Como lo demostró en 1989, pocos como
él tenían la audacia de convocar al opti-
mismo, en un mundo copado por la incer-
tidumbre más dramática. Finalmente, por
una cualidad tan política como escasa: su
rapidez para reaccionar pero sobre todo
su capacidad de anticipación en su juego
preferido, las relaciones internacionales.
 academia
Izquierdas latinoamericanas
Myriam Corte

A través de un puntual recorrido histórico, el ex mandatario

de República Dominicana, Leonel Fernández, resaltó los
diversos golpes de Estado (reglamentados o militares), plebiscitos,
procesos democráticos, movimientos guerrilleros, gobiernos de
izquierda y de derecha que se han puesto en marcha en América
Latina en la historia reciente.
Estos escenarios han delineado el avance o retroceso de los
países de la región, resaltó Fernández al participar en la confe-
rencia magistral La izquierda latinoamericana en tiempos de la
crisis global. Pero, ¿qué es la izquierda, ante una coyuntura donde
intervienen factores nacionales e internacionales?
Recordó que en América Latina la izquierda se gesta a finales
del siglo xix cuando llegan los primeros grupos anarquistas; la
segunda etapa se identifica en 1917 con el triunfo bolchevique
y la conformación de los primeros partidos comunistas; una
tercera es con los movimientos guerrilleros y sociales a partir de
la Revolución Cubana.
Dos momentos históricos relevantes, comentó, fueron la
independencia de Haití y de República Dominicana, dos países
que rompen con el orden colonial de Europa. Referente a México
destacó que con la Revolución se reivindica el modelo social
que quedó pendiente con la Independencia.
En América Latina los procesos democráticos han sido
constantemente truncados, por ello surge otra vertiente que es
la revolución a través de grupos guerrilleros, como ocurrió en
Colombia con las farc; movimientos que proliferaron, pero, es
hasta 1979 cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional
gana un proceso electoral.
De este modo, señaló, la vía armada y la electoral son dos
rutas constantes. Sin embargo, en la época reciente la transición
democrática en América Latina es un caso extraño porque ha
predominado la decisión de los pueblos soberanos por la vía
electoral, como parte del fenómeno de la globalización, de la
revolución tecnológica, terrorismo y crisis financiera.
Con este panorama, la ola de movimientos progresistas enfrenta
una época de profundas transformaciones donde el predominio
de la economía financiera global es un mecanismo de regulación
para las naciones. “Los gobiernos de izquierda o de derecha son
afectados por la crisis económica mundial que trae consigo un
descontento social; esto nos obliga a construir nuevas utopías: que
la revolución científico-tecnológica alcance a todos, así como las
riquezas para los pueblos latinoamericanos”, concluyó.
Los comentarios a su ponencia estuvieron a cargo del secre-
tario general de la Facultad, Arturo Chávez, quien resaltó que es
importante cuestionarse cuáles son las especificidades de cada país
para explicar por qué en algunos la izquierda ha triunfado y en
otros no. El conocimiento, en este caso, es fundamental para lograr
una transformación social y un cambio político y económico.

Prospec 2016
Guadalupe Carballo / Foto de Luis Segura

E l seminario Prospectiva para un mejor futuro integró, en sus

mesas de debate, diversos ámbitos de reflexión para México.
Uno de los más sobresalientes, “Escenario: país sin brújula”, tuvo
como objetivo construir puentes para que las reformas del pre-
sente se puedan unir a las del futuro y así, mejorar el panorama.
Participaron en la reflexión del tema Eduardo Rovelo, con-
tralor de la cdmx; Ricardo Pascoe, exdelegado de Benito Juárez
y fundador del prt; Luis Humberto Fernández, senador de la
República; Mauricio Valdés, presidente del Instituto Nacional
de Administración Pública y José Ramón Amieva, secretario de
Desarrollo Social de esta ciudad.
Ricardo Pascoe

El título de este escenario respondió a la certeza de que

México es un país que no ha elegido el camino a dónde diri-
girse y las ofertas que se han tenido no se han aprovechado; se
toman decisiones formales y se hace exactamente lo contrario a
lo pactado, según los expositores. Pareciera que tenemos un panorama desolador; sin embargo,
No se puede desarrollar un país en todos los terrenos si éste hay oportunidad de mirar hacia adelante. Ante esto, los ponen-
no tiene una buena raíz y educación; es el momento de hacer tes invitaron a despertar y a hacer más grande a esta nación,
propuestas, estrategias, planes a futuro y mirar hacia el 2050. lejos de desacuerdos y desalientos.

academia 8
Necesarios liderazgos con
visión multidisciplinaria
Myriam Corte / Foto de Luis Segura
L os crímenes de lesa humanidad cometidos en países como
Ruanda en la década de los noventa y en la actualidad en
Libia y Siria, son resultado de la falta de soluciones por parte
de las naciones para resolver conflictos internos, así como de la
ausencia de estrategias de prevención por parte de los Estados
y organismos internacionales.
Estos abusos y atrocidades recaen con mayor fuerza en con-
tra de la niñez, sector utilizado como un arma de combate; un
ejemplo es el fenómeno de los “niños soldados enviados al campo
de guerra con el fin de destruir grupos étnicos”.
Ante este escenario, el general de división —ya retirado—,
Romeo Dallaire, destacó en la conferencia magistral: ¿Es posible
la intervención bajo el compromiso de protección?, la necesidad de un
sentido de humanidad, aunado a la capacidad de los políticos
para trabajar por los ciudadanos y no por sus intereses pero,
principalmente, rigor intelectual y desarrollo institucional
y disciplinario para crear líderes que actúen en contextos
igualmente complejos.
José Julio Fernández
9 Academia
Romeo Dallaire
Las nuevas generaciones, continuó, son capaces de progresar
y trabajar en favor de la naturaleza, del combate a la pobreza y
evitar los conflictos. Sin embargo, recalcó, aún faltan acciones
por realizar, es importante cuestionarse cuántos infantes y jóvenes
han muerto por ser utilizados como armas.
Luego de precisar que “no se ha trabajado mucho para
prevenir el reclutamiento de los niños”, el ponente señaló que
en el nuevo desorden mundial caracterizado por pobreza, odio,
países en conflicto y violación a los derechos humanos, es in-
dispensable crear un entorno de líderes, estudiosos y aproxi-
maciones filosóficas multidisciplinarias que faciliten la solución
de diversos conflictos.
Nuevos terrorismos
Myriam Corte / Foto de Luis Segura
E l terrorismo no es un tema nuevo para Europa, sin embargo,
el perfil cualitativo de este fenómeno que se presentó en 2016
es distinto. El terrorismo en el pasado era más ideológico-político,
pero con el yihadismo se observa en la actualidad una inter-
pretación radical del islamismo, así como una amplia capaci-
dad de reclutamiento.
Dicho planteamiento fue expuesto por el doctor José Julio
Fernández Rodríguez, de la Universidad de Santiago de Com-
postela, España, en la conferencia: Europa frente a la amenaza
terrorista. El yihadismo es comunitario, tiene fortalezas en ma-
teria de comunicación e inclusión sociopsicológica; además,
cuenta con una flexibilidad de financiamiento, expresó.
Este tipo de terrorismo pone en constante riesgo y amenaza
a España, cuyo gobierno ha previsto estrategias de seguridad
ante conflictos armados, ciberamenazas, crimen organizado,
inestabilidad económica y financiera, vulnerabilidad energética,
flujos migratorios irregulares, espionaje, entre otros.
Ante esta coyuntura, no sólo el país ibérico sino la comunidad
europea ha trabajado en líneas de acción estratégicas contra el
terrorismo, respetando las reglas del derecho. El plan se basa en
la prevención, protección y persecución.
Es decir, los gobiernos evitan que los ciudadanos se integren
a un grupo terrorista, brindan más seguridad e intercambio de
información entre naciones, ya que uno de los objetivos pri-
mordiales es buscar un equilibrio entre seguridad y libertad
para la sociedad, especificó.
ACERCAMIENTO DE LA FACULTAD
AL PEDREGAL DE SANTO DOMINGO
Cecilia Peraza Sanginés / Fotos de Ariadna Quirarte
C omo parte de la asignatura “Análisis de las organizaciones
públicas”, que se impartió por primera vez el semestre
2017-I, se llevó a cabo una práctica de campo con el propósito
de conocer algunas experiencias organizativas de la Colonia
Pedregal de Santo Domingo, así como realizar una aproximación
entre la Facultad y la comunidad vecina para generar sinergias y
explorar posibles líneas de intervención social, lo cual responde
al interés de nuestra institución en concretar una vinculación
con el entorno.
De esta manera, un grupo interdisciplinario de académicos
de diversos centros y coordinaciones del plantel, trabajó desde
agosto pasado en un diagnóstico exploratorio que sirva como
base para un proyecto de vinculación, que a la postre se ha co-
menzado a concebir en términos de un observatorio.
Conformada durante los años setenta del siglo pasado a partir
de una dinámica de ocupación de terrenos por parte de familias de
diversos orígenes geográficos y socioculturales, hoy en día la
Colonia Santo Domingo alcanza una población aproximada de
100 mil habitantes, constituye una de las colonias más grandes
de América Latina y es considerada, también, una de las más
peligrosas de la Ciudad de México.
Desde 1971, los colonos se encargaron de construir el desagüe,
el drenaje, las aceras. Para finales de siglo, había 11 mil viviendas,
electrificación, agua potable, drenaje, líneas telefónicas, once
primarias, tres secundarias, canchas de futbol, tiendas de aba-
rrotes, farmacias, tlapalerías, panaderías, etc. De acuerdo con
los testimonios históricos, las mujeres jugaron un papel fun-
damental en el proceso de resistencia y construcción barrial.
Paradójicamente, Santo Domingo registra actualmente cifras
muy elevadas de violencia familiar y contra ellas.
Como parte de la práctica se visitó ‘La Casa de las Mujeres
Ifigenia Martínez’, que tiene cuatro años de existencia. Se en-
cuentra en un extremo del Parque del Copete, también cono-
cido como La Cantera, desde donde pueden contemplarse las
canchas de los Pumas, en una inmensa reserva natural que quedó
sumergida debido a la extracción durante años de la Planta de
Asfalto. La Casa fue construida con fondos de la Universidad
de Barcelona, a través del proyecto lahas (Laboratorio de
Hábitat Social, Participación y Género). El terreno fue cedido
por la unam y la gestión operativa quedó en manos de la De-
legación Coyoacán. En el lugar se ofrece atención psicológica,
médica, dental y formativa a todas las mujeres de Coyoacán; no
obstante, es poco conocida y, de alguna manera, ha sido subu-
tilizada. Sus instalaciones son atractivas, pero se encuentran
en un estado de abandono que refleja diversas pugnas políticas
características de la Delegación.
Después de recorrer la zona sur de Santo Domingo llegaron
hasta el Centro de Artes y Oficios “Escuelita Emiliano Zapata”,
que se ha vuelto un referente cultural de la colonia. Allí escu-
chamos el testimonio de algunos de sus actores históricos acerca
del proceso de configuración de la misma y de las diversas luchas
que han sostenido –hasta el día de hoy – en relación con las
necesidades de la zona.
En su labor para combatir la drogadicción, desde los años
ochenta la Escuelita ha lanzado diversas iniciativas que han ayu-
dado a recomponer el tejido social en un entorno en el que el al-
coholismo está muy extendido, y que incluso ha llegado a la propia
Universidad. Esta iniciativa de la Facultad tiene un especial interés
en profundizar en el análisis de los hábitos de consumo y generar
estrategias pedagógicas alternativas de relación y convivencia.
En general, el observatorio hacia el cual apunta el proyecto,
pretende apoyar a la comunidad de Santo Domingo en el de-
sarrollo de planes y recomendaciones de política pública que
contribuyan a resolver participativamente los problemas más
graves de la población local.
Academia 10
estudiantil
Matías fuera de la escafandra
Nota y foto de Emanuel Reséndiz

M ientras Matías Alaníz presentaba su trabajo recepcional

ante los sinodales, una mariposa revoloteaba con insis-
tencia en la ventana del salón; recorría, casi con desesperación,
el ventanal del recinto como si quisiera entrar. Adentro, con
una tesina sobre el sistema político mexicano y sus principales
mecanismos de preservación, Matías, alumno del suayed obtenía,
con mención honorífica, el título de Licenciado en Ciencia
Política y Administración Pública. Esta noticia habría pasado
al ámbito de la estadística si no fuera porque el estudiante en
cuestión padeció, desde niño, una parálisis cerebral que definiría
su vida: se transporta en una silla de ruedas, habla con difi-

Matías y su familia
cultad, y utiliza un mecanismo especial, activado con la pierna
(única parte de su cuerpo que puede mover a voluntad) para
realizar actividades como usar la computadora.
A pesar de ello y gracias al apoyo de su familia, Alaníz logró
convertirse en un alumno destacado, concluir los créditos de la su tesis. De esta manera, Matías, como en el relato de Jean-Domi-
licenciatura, elaborar un trabajo que no proscribe la reflexión nique Bauby, logra fugarse de la escafandra y ofrecer a la comunidad
sobre temas coyunturales, y sostener con firmeza la defensa de un ejemplo de superación y tenacidad.

Compromiso y solidaridad
Nota y foto de Myriam Corte

E n el marco de los festejos por el 80 Aniversario del Servi-

cio Social en México, el doctor Enrique Graue Wiechers,
rector de la unam, expresó que la tarea social que prestan los es-
Nacional de Estudios Superiores (enes), Morelia, en repre-
sentación de los alumnos galardonados, resaltaron que con el
servicio social se aprende una nueva forma de concebir y vivir
tudiantes es un gran esfuerzo que refleja el compromiso que la el mundo real, así como asumir compromisos.
Universidad tiene con México y su solidaridad con la sociedad.
En la ceremonia conmemorativa de tal fecha fueron
galardonados 184 pasantes y 107 académicos, entre ellos tres
alumnos de nuestra Facultad: Fabiola Alejandro Cabrera,
Marlen Villegas Tovar y Eduardo Emanuel Castillero, quie-
nes fueron reconocidos por su participación en programas con
impacto social, de atención a las necesidades de las colectivi-
dades, y que coadyuvan a mejorar las condiciones de vida de la
población, así como el desarrollo económico, social, educativo
y cultural del país.
Los premiados orgullosos de su reconocimiento

Entre los invitados a la premiación asistieron Patricia Elena

Baz Gutiérrez, nieta de Gustavo Baz Prada; César Iván Astudillo
Reyes, secretario de Atención a la Comunidad Universitaria,
quien luego de señalar que 25 mil estudiantes presentan su ser-
vicio social al año, recordó que fue en 1936 cuando salieron los
primeros 18 pasantes de la Facultad de Medicina a ofrecer sus
tareas a la comunidad. También estuvieron presentes directores
y diversos funcionarios de esta casa de estudios.
Alexis Ayala, egresado de la Escuela Nacional de Enfer-
mería y Obstetricia (eneo) y Constanza Torres, de la Escuela

11 estudiantil
 Cultura
Anita Tijoux en la Facultad
Oscar Miranda / Foto de Julieta Amigo

L a cita para el Conversatorio fue a las

cuatro de la tarde, desde un poco antes
ya hacían fila los estudiantes de la Facultad
para ingresar al auditorio Ricardo Flores
Magón; la razón de esta espera era escuchar,
y por qué no, participar en la plática de Anita
Tijoux, chilena nacida en Francia, cantante,
compositora y letrista de rap, también
activista por los derechos de la mujer, quien
estuvo acompañada por Sandra Escutia y
Verónica López, académicas del Centro de
Estudios Latinoamericanos (cela).
El tema principal de la tertulia fue
“Feminicidios en América Latina”. Tanto
Anita Tijoux, como Verónica y Sandra,
reflexionaron al respecto y sumaron otros
conceptos para entender esta realidad.
Se habló sobre la migración en América
Latina y los problemas culturales; se
mencionó el adultocentrismo existente
y el poco enfoque a la niñez. Violencia,
deconstrucción hegemónica, misoginia,
separatismo, realidad política en Chile,
Brasil y Argentina, fueron los tópicos.
Alguien del público preguntó a Tijoux
cómo veía la situación política de México,
a lo que respondió: “México es muy loco,
hay que tratar de entender este país, esta
ciudad, con 30 millones de habitantes,
aún más loca todavía; el tráfico, andar en
auto, todo es loco, me parece que ya llegar
y entender cómo funciona la urbe no es
para menos… lo que construye a un país
no sólo son las noticias, sino los colores, la
comida, la urbe… lo que sí me parece es
que es un país de muchas contradicciones”.
Finalizó este conversatorio con un
pequeño recital acústico de la Tijoux, con
canciones como “Shock”, “Sacar la Voz”,
“Antipatriarcas”, “Calaveritas”, y dejó claro
que ante todo, juntas y juntos podemos
lograr un cambio, y que al final cada
quien tiene su verdad.

libros

1a Feria del libro latinoamericano y caribeño de la FCPyS

La primera Feria del libro latinoamericano y caribeño, llevada a cabo en la Facultad,

surge de la importancia de estudiar los problemas sobre la región y plantear
soluciones a los mismos.
Durante los dos días que duró hubo más de veinte presentaciones editoriales en
los principales auditorios del plantel y contó con una nutrida asistencia.

Ciencia Política ¿para qué?

Myriam Corte

Un esfuerzo colectivo, donde se reflexiona desde y para la ciencia política, se proyecta en el libro La
ciencia política hoy ¿Qué sabemos?, coordinado por Francisco Reveles, en el cual, a través de ensayos,
se aborda el proceso de institucionalización de la Ciencia Política en América Latina y en la unam.
En el trabajo se aprecia un correcto diagnóstico del estado de la disciplina. Además, por una
parte se habla del crecimiento inusitado de su estudio en los últimos años en algunos países, pero
también de cómo ha ido en picada en países como Estados Unidos y Japón . “El estudio de la
ciencia política está muerto por los resultados que produce, no ha sido capaz de ofrecer explicacio-
nes serias, empíricas y demostrables sobre los procesos políticos”.

cultura | Libros 12
Rodolfo
Stavenhagen
Destacados académicos retratan la obra y
trascendencia del sociólogo y antropólogo
defensor de los derechos indígenas.

1324 especial
academia

A propósito de las siete tesis equivocadas
sobre América Latina
R
odolfo Stavenhagen escribió este texto para el diario
El Día, en 1965. Se publicó en dos entregas y nadie en
su momento adivinó que más de 50 años después
se seguirían comentando y analizando sus tesis. Aunque el
contexto de América Latina y del mundo es muy diferente,
lo que más destaca de las tesis es que desnudan plantea-
mientos equivocados o interesados que eran –probablemente
algunos son todavía– lugares comunes que reflejaban poco
análisis académico y una gran influencia de la política, de
partidos, organizaciones y movimientos, que permeaban con
su lógica muchos análisis sociales surgidos en el mundo aca-
démico. Las tesis destacaron porque cuestionaron conceptos
que se tomaban como verdades en los parámetros de la acción
política de partidos y organizaciones de izquierda que los
modificaron a la luz de este replanteamiento.
En resumen, las tesis dicen lo siguiente:
• No existen sociedades duales en America Latina (una parte
desarrollada y otra arcaica), sino un colonialismo interno
en el cual una clase domina al resto.
• La llamada difusión de la industrialización es en realidad el
desarrollo de ciertas zonas a costa de otras (arcaicas).
• Las zonas arcaicas no son obstáculo para el mercado interno,
pues no existe un capital nacional progresista y el mercado
urbano resulta insuficiente para el desarrollo del capitalismo.
• No existe un enfrentamiento entre la burguesía y la oligar-
quía de cada país, ambos grupos son expresiones diferentes
de una misma clase dominante.
• Es ambiguo e inexacto decir que el desarrollo del capitalismo
produce clase media, pues no siempre se define igual a ésta,
se mezclan criterios económicos, sociológicos y políticos.
• Tampoco es exacto atribuir al mestizaje la integración na-
cional, pues hay errores de apreciación sobre las caracte-
rísticas de éste y criterios racistas en los análisis.
especial
Angélica Cuéllar Vázquez
Socióloga. Directora de la fcpys, unam
• No es cierto que la alianza entre obreros y campesinos pro-
duzca integración nacional, pues no coinciden los intereses
de estos grupos en lo general.
El impacto que tuvo el texto en el ámbito latinoamericano
fue contundente: en pocas líneas demostró que algunas ideas
fueron tomadas como verdades absolutas por fuerzas políticas
que aquí y allá, no tenían una base sólida ni sustento empírico (o
eran apreciaciones equivocadas) sobre la realidad de los países
en los que se buscaba influir.
En las tesis se nota un lenguaje y terminología propios
de un tipo de análisis de la época, que fueron desarrollados en
el contexto de la guerra fría, del triunfo entonces reciente de la
revolución cubana, de la aparición de guerrillas en otros países del
continente y de la existencia de dictaduras militares que pasaron
a la historia por su autoritarismo y las violaciones graves a los
derechos humanos de la población.
El documento contribuyó, mediante el cuestionamiento
de algunas ideas preconcebidas, a que muchos colectivos de
izquierda dejaran de alinearse con los partidos comunistas na-
cionales (que a su vez se alineaban con la urss) y se plantearan
nuevas vías de acción política (más cercanas a la “vía cubana”),
retomando el postulado de no aplicar recetas en Latinoamérica,
sino de tomar en consideración la realidad local de cada sitio.
Cincuenta y dos años después de la publicación de las
tesis, lamentablemente, sorprende su vigencia. El contexto in-
ternacional y los contextos nacionales son muy diferentes. El
análisis y la influencia marxista han disminuído en la realidad
política latinoamericana, pero las condiciones de pobreza y des-
igualdad en esta zona demuestran que se siguen requiriendo
reflexiones como las que Stavenhagen propuso. Incluso muchos
de los planteamientos del documento, que reflejan una época,
aún son de utilidad para estudiar y proponer soluciones a los
problemas de la región.
Especial 14
Entre la vocación intelectual y el
compromiso social
R
odolfo Stavenhagen conjuntó en su vida y en su obra el
singular encuentro entre una trayectoria existencial mar-
cada por los acontecimientos del siglo xx, una vocación
intelectual abocada a explorarlos en sus más diversas manifesta-
ciones y un compromiso social que sumó relevancia y pertinencia
al significado y alcance de su obra.
Hijo de aquella experiencia exiliar que lo desarraigó
del suelo y de la vida en Europa con el ascenso del nazismo,
miembro de aquel grupo de hombres y mujeres que pudieron
beneficiarse de la política de apertura de México —a pesar de
su carácter restrictivo y selectivo—, Rodolfo Stavehagen supo
que los destierros y compromisos renovados con el nuevo hogar
abren la oportunidad de ampliar los horizontes de vida. En las
ciencias sociales encontró ese terreno de exploración, esa ventana
que permite explicar causas y razones, estructuras y procesos, y
comprender subjetividades y significados. Desde la antropología,
casa y puerta, las ciencias sociales en general y la sociología en
particular le ofrecieron los espacios para ello.
Su amplio trabajo de investigación puso en el centro de
la atención sociológica a las identidades colectivas y la cuestión
de la etnicidad, mismas que la teoría social tendía a descartar
por suponer que serían superadas bajo el impacto de las teorías
de la modernización y la supuesta marcha hacia un progreso
homogéneo, a la sombra de los procesos de globalización.
Precisamente lo opuesto fue lo que se dio: el resurgimiento de
pertenencias originarias y primordiales. Así, el trabajo de Ro-
dolfo Stavenhagen cobró un carácter vanguardista y su vigencia
se vio reforzada. Las relaciones complejas entre etnicidad y las
dimensiones sociales, materiales y culturales de la convivencia
social le dieron mayor profundidad a su análisis.
Abordó no sólo los reclamos de reconocimiento de las
identidades subalternas y de los grupos marginales, sino tam-
bién sus reclamos de inclusión. Consideró que las expectativas
y demandas culturales no pueden ser aisladas de las fragmen-
taciones derivadas de la exclusión y la vulnerabilidad. De este
modo, teorizó sobre los vínculos entre la política de identidad
y las condiciones de marginación, al tiempo que llamó la aten-
ción sobre los riesgos de un reduccionismo que pudiese cancelar
la diversidad interna de la etnicidad. Esta diversidad es la que
15 especial
Judit Bokser Liwerant
Politóloga. Directora de la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales
puede permitirnos comprender las diferencias entre expectativas,
significados y conductas de los diversos pueblos indígenas, de
las minorías nacionales u otros agrupamientos colectivos. Estas
distinciones son las que permitieron aprehender en su comple-
jidad los móviles y lógicas de la discriminación y condujeron
a Stavenhagen a estudiar las variadas formas de racismo, de
xenofobia y el antisemitismo. Cada una de éstas, en su especi-
ficidad, exige un acercamiento singular, de modo tal que no se
subsuma un fenómeno en otro, pero tampoco se renuncie a una
perspectiva comparativa.
Conjuntados estos procesos con la construcción de la
identidad nacional como continuo histórico, en el cual cultura
y memoria convergen y se sobreponen diversas capas del pasado,
los estudios de Rodolfo Stavenhagen nos llevan al pasado y al
presente, a la configuración de América Latina y a los procesos
de globalización en los que el Estado y la nación redefinen su
lugar y papel como referentes.
El estudio de las tensiones entre Estado nacional (es-
fuerzo vinculante entre una cultura homogénea única, una
nación étnica y un Estado territorial) frente a la realidad multi-
cultural, multiétnica, multirracial y multinacional de la mayoría de
los países contemporáneos, la disolución de las antiguas “eco-
nomías nacionales” dentro del marco de la economía global; los
consecuentes desplazamientos demográficos devienen el marco
para sus análisis. En su participación social tradujo su convicción
de que los procesos de discriminación, de racismo, de xenofobia y
de antisemitismo son la expresión más contundente, tanto indi-
vidual como colectiva, subjetiva e institucional de la incapacidad
social, política y cultural para dar cuenta de la alteridad y de las
diferencias. Contribuir a entender y combatirlos fue su misión
Conocí a Rodolfo desde mi llegada a México. Fue mi
excelso comentarista en la primera participación que tuve en un
coloquio de investigación en la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales; lo reencontré en diversos contextos académicos na-
cionales e internacionales, siempre lúcido y generoso. Fue pilar
fundacional de la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y
Sociales, hoy a mi cargo. En sus páginas lo continuamos leyendo
y en ese marco le rendimos homenaje cuando la Revista cumplió
60 años.
stavenhagen, incansable promotor de los
derechos indígenas*
Antropóloga. Investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas, unam
*Este texto se publicará próximamente en la colección Coordenadas 2050, de la Coordinación de Humanidades
D
esde muy joven Rodolfo Stavenhagen se preocupó por
explicar por qué las poblaciones indígenas en México y
otros países de América Latina vivían en condiciones
de miseria y marginación. Criticaba las políticas de integración
aculturativa de los indígenas por parte de los estados nacionales,
que presionaban hacia la homogeneidad cultural como una vía
para acceder al desarrollo. Ver a los indígenas como reductos
de una sociedad arcaica, caracterizada por relaciones de tipo
esencialmente familiar y personal, así como por instituciones
tradicionales tales como el compadrazgo, era para él una tesis
equivocada. Para Stavenhagen, las grandes desigualdades sociales
no eran resultado de un proceso evolutivo del cual las pobla-
ciones indígenas se hubiesen quedado al margen, sino que, por
el contrario, eran fruto de un mismo proceso histórico global
que permitía el enriquecimiento de unos países a expensas de
otros (Stavenhagen, 1965).
Stavenhagen acudía a la historia y al conocimiento em-
pírico para dar sustento a sus análisis. Se refería, por ejemplo,
a la creación de empresas mercantiles que mantenían a la po-
blación indígena en condiciones brutales de opresión y explo-
tación. Hablaba también de las plantaciones de azúcar y de la
importación de esclavos traídos desde África, para mostrar que
los enormes latifundios brasileños y del Caribe estaban fuerte-
mente ligados a los intereses del capital global, el cual a su vez
mantenía a sus trabajadores en condiciones de servidumbre y
casi de esclavitud. Sostenía que las grandes desigualdades socia-
les expresaban las contradicciones de una sola sociedad mundial
(1963). Así, si los indígenas vivían en condiciones de margina-
ción y miseria, no se debía a su aislamiento, sino por el contrario,
a su integración asimétrica a sistemas de dominación global
originados en el periodo colonial. En la sociedad moderna se
reproducían dichos sistemas bajo una relación de colonialismo
interno mediante la cual las élites nacionales se beneficiaban de
las estructuras de explotación heredadas de la Colonia.
Sobre estos preceptos Stavenhagen argumentó a favor
del reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos
indígenas. En diversos foros se refirió a la necesidad de legislar
a favor de estos derechos, demanda que venían planteando di-
versas organizaciones y movimientos en toda América Latina.
Para sustentar esta propuesta, decía que la historia de los últimos
cien años había demostrado, a veces de forma dramática, “…que
el goce de los derechos individuales resulta ilusorio o cuando menos
Cristina Oehmichen
problemático en sociedades altamente estratificadas, con gran-
des desigualdades socioeconómicas y regionales, y con fuertes
divisiones étnicas (culturales, lingüísticas, religiosas)” (1992:
140). Por esa razón consideraba necesario reconocer los dere-
chos colectivos de los pueblos indígenas, como un mecanismo
indispensable para la protección de los derechos individuales
de sus miembros. Concluía que los derechos individuales de
las personas indígenas no podían ser respetados sin un marco
normativo que estableciera el reconocimiento a los derechos co-
lectivos, entre ellos, el derecho a la diferencia cultural. En este
contexto, impulsó la realización de estudios de caso, en los que
se demostraba la existencia de grandes injusticias cuando no era
tomada en cuenta la diversidad cultural (Stavenhagen e Iturralde,
1990). A partir de estos análisis pioneros, se conformaría en
América Latina una red de investigaciones de antropología ju-
rídica, la cual continuaría produciendo importantes aportaciones.
Con todo lo anterior, Stavenhagen se convirtió en uno
de los principales defensores de los derechos culturales de los
pueblos indígenas. Eso lo llevó a ser nombrado, en 2001, Re-
lator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos y Culturas
Indígenas. Sus aportaciones serían fundamentales para la apro-
bación, en 2007, de la Declaración sobre los Derechos Indígenas
de la onu. De ahí la importancia de conocer su obra, sus pro-
puestas y su trayectoria académica y política como antropólogo,
sociólogo mexicano y latinoamericano.
Referencias
Stavenhagen, R., 1963, “Clases, colonialismo y aculturación.
Ensayo sobre un sistema de relaciones interétnicas en
Mesoamérica”, en América Latina, Revista del Centro Latinoa-
mericano de Investigaciones en Ciencias Sociales, año vi, núm.
4, octubre-diciembre, 1963, Brasil, pp. 63-104.
Stavenhagen, R., 1965, “Siete tesis equivocadas sobre
América Latina”. Publicado originalmente en el periódico El
Día, 25 y 26 de junio de 1965.
Stavenhagen, R. y D. Iturralde, 1990, Entre la ley y la
costumbre: el derecho consuetudinario indígena en América Latina.
Instituto Indigenista Interamericano-Instituto Interamericano
de Derechos Humanos, México y Costa Rica.
Stavenhagen, Rodolfo, 1992, “Los derechos indígenas. Algu-
nos problemas conceptuales”. Revista iidh, Instituto Interamericano
de Derechos Humanos, enero–junio de 1992, vol. 15, pp. 123–143,
https://www.iidh.ed.cr/iidh/media/1638/revista-iidh-15.pdf.
especial 16
rodolfo stavenhagen y el estudio de los
conflictos étnicos
E
n los años ochenta, el sociólogo y antropólogo Rodolfo
Stavenhagen emprendió un visionario proyecto de in-
vestigación en El Colegio de México, que tenía como
objetivo principal el registro y estudio de los conflictos étnicos en
el mundo. La afectación de intereses de este tipo se registraba
en África, Asia y Medio Oriente; singaleses y tamiles en Sri
Lanka, hutus y tutsis en Ruanda, Kurdos en el Kurdistán, entre
muchos otros. Estos conflictos implicaban el replanteamiento
del concepto de etnicidad, ya que destacaban las rivalidades
interétnicas por religión, linajes, competencia por los recursos
y territorio, masacres genocidas, desplazamientos y persecuciones,
entre otras graves transgresiones a los derechos humanos.
Para llevar a cabo ese proyecto reunió a un equipo de
reconocidos científicos sociales, nacionales y extranjeros, pero
no se olvidó de incorporar a jóvenes, quienes empezábamos a
forjarnos en el ámbito de la metodología de la investigación
sobre asuntos étnicos. Iniciamos la tarea de conocer el repertorio
de atrocidades y atentados que, diversos agentes en complicidad
con el estado-nación, han ejercido hacia las minorías étnicas. Este
proyecto lo llevó a establecer vínculos importantes con otras or-
ganizaciones defensoras de derechos humanos y, universidades,
como la International Alert en Londres, y la Universidad de las
Naciones Unidas en Tokio.
La idea de Stavenhagen era reunir información sobre
la conflictividad en el mundo, ya que el ambiente era propicio
para estudiar los resurgimientos étnicos y, en concordancia, la
revisitación del abordaje teórico sobre la etnicidad y el etno-na-
cionalismo. Eran tiempos, además, en que prevalecía muy poca
conciencia sobre estas reivindicaciones y nadie veía con simpatía
a las minorías. Tampoco había fuentes que informaran sobre
las afectaciones a las poblaciones étnicas, a excepción de los
boletines que emitía la organización Minority Rights Group,
ni tecnología de cómputo para sistematizar datos. Con este
inicial proyecto, Stavenhagen había plantado la semilla para
emprender la construcción monumental para un marco legal
y de respeto a los derechos humanos de las minorías. Varios
años fueron necesarios para que pudiera materializar su idea.
Como intelectual público en la onu, fue el primer relator, y en
su mandato se aprobó la Declaración sobre los derechos de los
pueblos indígenas, que abrió, sin objeción, uno de los capítulos
más transformadores de las sociedades modernas, en tanto que
la gran mayoría de las constituciones, incluidas las de América
Latina, con algunas excepciones, reformularon la definición de
17 especial
Natividad Gutiérrez Chong
Socióloga. Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales, unam
estado-nación y reconocieron los derechos de las poblaciones
originarias. Basta leer el artículo segundo de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos para quedar infor-
mados de que nuestro marco legal propicia y protege la diversidad
cultural y lingüística, se abandona la homogeneidad que buscaba
la aculturación de los pueblos indios, y se construye legalidad
para la nación pluriétnica. Que aún quedan muchos asuntos
pendientes por resolver es, sin duda, cierto, pero se trata de un
avance sin precedentes.
Como académico, Stavenhagen continuó investigando y
estudiando los abordajes del nacionalismo y sus derivaciones,
tales como los etno-nacionalismos y la secesión; así también,
revitalizó el viejo concepto de “colonialismo interno”, dotándolo
de un nuevo significado para explicar las luchas de los pueblos
indígenas de México y del mundo.
Sobre los conflictos étnicos escribió varios libros, tra-
ducidos a otros idiomas, así como artículos científicos que
demuestran su precursora labor en el campo.
La semilla que plantó Stavenhagen también ha dado
otros frutos importantes, tal es la creación de un banco de datos
en línea: www.sicetno.com (Instituto de Investigaciones Sociales),
que abarca un amplio repertorio de daños y amenazas en el con-
tinente americano. El hecho de que sicetno se enfoque en la
situación del continente es debido a que aún hay incipientes
esfuerzos por teorizar la especificidad de la conflictividad indí-
gena y la flexibilización de los marcos teóricos que enfatizan las
posturas secesionistas propias de Asia, África y Medio Oriente,
para indicar la existencia de conflictividad entre grupos étnicos.
Don Rodolfo, como le llamábamos con cariño, fue capaz
de hacer un cambio verdadero e innovador al hacer que el mundo
reconociera, respetara y garantizará la integridad y la cultura de
las minorías étnicas, indígenas y tribales. Cuando terminó su
función como relator ante la onu, Don Rodolfo estuvo siempre
cerca de las organizaciones y de los representantes de los pue-
blos indios; ninguna solicitud por parte de los pueblos le pareció
poco importante. Ahí está la grandeza, el temple, la coherencia
de un hombre que hizo del compromiso social su mayor ejemplo.
Por eso, los más agradecidos son los pueblos indígenas que
cuentan con un instrumento legal para paliar la extinción, el ra-
cismo, pues seguirán librando todo tipo de batallas hasta erradicar
la colonización interna del continente.