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Soy una simple mujer

mujer incípida,
mujer callada
y no me quejo, no
nunca me quejo.
Soy una simple mujer
encerrada en el invernadero
con nombre y apellido
que a veces es hirviente
o es congelado
pero nunca tibio.
Soy una simple mujer
que extraña a su mama
extraña a su papa
y no puede volver;
-estoy enfrascada
en el invernadero-
Jamás digo que lo soporto
ya no sé si lo soporto o no
hace años que ya no lo cuestiono
solo lo soporto
porque ya me acostumbré a soportarlo
que ahora soportar
para mí es una simple
estructura de letras
sin semántica.
Soy una simple mujer
obligada a parir a este,
a este que no lo quiero
y no sé si lo voy a querer
pero, como todos estos años…
debo soportar, tal vez, quererlo.
Simple,
como todos los días
me recuerda
que solo soy una simple mujer
y ahora para mí
el único valor que me queda
es ser una simple mujer.
Una condenada mujer
en verdad,
no sé si seré una víctima
o si seré la culpable
de mi propia condena…
No sé que soy,
simplemente ser una simple mujer.
Y sí, estoy condenada
porque si algún día
-y lo pienso como si fuera un sueño-
dejara de ser una simple mujer
y dejara de soportar
y abortara lo que crece dentro de mí
y me dijera a mí misma
que puedo volver y llamar a mama y a papa,
ese mismo día
yo sé que él me buscaría
y sin decirme nada,
simplemente me quitara la vida,
mi vida simple, una mujer simple
embarazada simplemente,
soportando algo continuo,
siendo invisible, solo su casa,
solo esas paredes que me conocen
él podría matar a mama y a papa
mi única luz
y quedar suelto
y volver a comenzar su vida
con otra simple mujer…

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