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Vigilante de Seguridad Atencion Al Cliente PDF
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Objetivos
• Conocer las técnicas, habilidades y actitudes idóneas para el trato con los
clientes.
• Comprender la importancia del cliente y mejorar la comunicación
interpersonal.
• Proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para ofrecer un
servicio y una atención al cliente de calidad.
• Conocer las pautas oportunas en un aspecto clave en la seguridad como
es la excelencia en el servicio al cliente.
• Mantener y mejorar las competencias profesionales de los participantes,
repasar y actualizar los conocimientos previamente adquiridos.
Contenidos
1. Calidad de servicio
2. El cliente: características y tipología
3. Imagen y actitud profesional
4. Habilidades de comunicación
1. CALIDAD DE SERVICIO
Para poder llegar a los clientes, las empresas organizan los recursos que tienen
en torno a la idea de negocio que quieren desarrollar, distinguiéndose los
recursos financieros (dinero), los recursos materiales (instalaciones y
maquinaria) y las personas, que son las que realizarán un trabajo orientado a
satisfacer las necesidades de los clientes, y por el que tendrán una determinada
contraprestación económica.
Teniendo por base satisfacer las necesidades de los clientes, y considerando los
recursos aportados, las empresas buscan su sostenibilidad, es decir,
permanecer en el mercado; y dentro de este marco, las organizaciones trabajan
la gestión de la calidad, ya que es uno de los aspectos más importantes entre
los que aportan competitividad a las empresas.
La calidad es la capacidad que tiene una empresa para conocer las necesidades
de los clientes y elaborar productos o servicios, al menor coste posible, y que
cumplan siempre y a la primera con las especificaciones requeridas y acordadas
con ellos.
Calidad
Recursos Personas
Para poder saber qué necesitan los clientes, la empresa realiza una
investigación sistemática de las necesidades que ellos van manifestando y
establece mecanismos de mejora continua que se aplican a todas las personas
de la organización.
Atención al
cliente
Conocimiento
Mejora Orientación
Diferenciación de Fidelización
contínua al trabajo
expectativas
Para que esta diferenciación sea óptima para la empresa, se busca saber cuáles
son las necesidades y expectativas del cliente, ya que no sirve de nada planificar
toda una serie de actividades que nosotros consideramos excelentes, si el cliente
no lo percibe así.
Como los cambios se suceden tanto a nivel tecnológico como social, las
necesidades de los clientes también van cambiando.
La mejora continua hace referencia a la flexibilidad que tienen que tener las
organizaciones, y que les posibilita poder ir adaptándose a las modificaciones
que se suceden en el sector y también a las necesidades crecientes de los
clientes.
Varios de ellos han manifestado que lo que más revisan son sus mensajes por
el teléfono móvil, así que la empresa, intentando acercarse más a sus usos, ha
dejado atrás el envío de cartas por correo postal, para enviar en la actualidad un
mensaje corto a través del móvil. Es un ejemplo de una empresa que se adapta
a las nuevas circunstancias.
Todas las personas que trabajan directamente con los clientes tienen que tener
conciencia de que además de realizar el trabajo que les es propio, la
profesionalidad exige que se respete el componente humano del trato con los
demás.
Sabemos que es más rentable retener a un cliente actual que buscar un cliente
nuevo, por lo que una buena parte de las actividades que se realizan en las
empresas van dirigidas a mantener a los clientes actuales, más que a realizar
campañas de marketing que atraigan a nuevos clientes.
Y es que, como hemos visto, las transformaciones que se van sucediendo tanto
en el mundo empresarial como en la sociedad, han provocado cambios en las
exigencias de los consumidores, que deciden a quién y dónde ir para adquirir los
bienes y servicios que necesitan.
Estos clientes se hacen una idea del servicio que prestamos como aeropuerto
en todos y cada uno de los pasos que van dando por él: van mirando la
organización en la facturación, el tiempo que esperan, cómo se les trata cuando
tienen una duda, y entre otros temas, cómo pasan los controles de vigilancia.
Este paso por los controles es especialmente importante, ya que esa contacto
con el usuario es creador de imagen.
Por otro lado y si bien para los pasajeros frecuentes este paso es muy rutinario
y ya van preparados, para las personas que no viajan mucho es una situación
incómoda, en la que se sienten rodeados de personas con autoridad, que les
revisarán a ellos, a sus familiares y también mirarán sus objetos personales,
poniéndoles simplemente en una situación alejada de su día a día y que por ello,
seguramente recordarán.
Así pues, los pasajeros se hacen una imagen de la calidad del aeropuerto en
función de todo lo que les va pasando, y esta imagen no la dan los responsables
de servicio o los grandes jefes, sino las personas que entran en contacto con
ellos.
Cada pasajero tiene sus propias necesidades y el vigilante tiene que saber
adivinar cuáles son, no tratando de la misma manera, por ejemplo, a un joven
que puede moverse con agilidad, que a un anciano que tiene dificultades para
quitarse los zapatos.
Pero en los tiempos que vivimos y, con el valor que los clientes dan a las
organizaciones en función del trato que se tiene con ellos, un vigilante no puede
perder de vista la atención al pasajero y procurar que ésta sea excelente.
Es por ello que en el enfoque actual ponemos nuestro punto de atención en las
conductas concretas, fijándonos en acciones como por ejemplo “Pide con
corrección, a un usuario, que levante los brazos”, o “Llega a su puesto de trabajo
con al menos cinco minutos de antelación”.
Este nuevo lenguaje nos habla más de competencias que de rasgos de
personalidad, siendo una competencia “el conjunto de conocimientos,
habilidades y actitudes que una persona demuestra poseer y que pone a
disposición de una función productiva con altos niveles de eficacia y eficiencia
en su desempeño”.
Así, consideramos una competencia a todo aquello que hace que la persona
tenga un rendimiento superior en su puesto de trabajo, incluyéndose en ello lo
que la persona sabe, lo que sabe hacer, y lo que quiere hacer.
- Manejar las propias emociones para ser capaz de expresar lo que se desea de
manera adecuada.
Sonríe a los compañeros cuando se los encuentra por el pasillo, mira a los ojos
de los demás cuando les habla, dice lo que piensa sin criticar a los demás
Si bien no se puede ser vigilante sin tener las competencias técnicas propias del
puesto de trabajo (es decir, sin saber cuáles son las tareas a realizar, qué
procedimientos llevar a cabo, cuáles son las funciones propias de un vigilante,
etc.), diversos autores apoyados en sucesivas investigaciones, señalan que
aproximadamente 2/3 de las competencias que se relacionan con un buen
desempeño son de carácter emocional.
Por ejemplo, cuando ante una situación de crisis un vigilante mantiene la calma
es una competencia socio-emocional. Cuando se da cuenta de que un usuario
está nervioso y gracias a ello evita una infracción, es una competencia socio-
emocional. Cuando tiene iniciativa y pone en marcha medidas que mejoran el
puesto de trabajo, está aplicando variables que son socio-emocionales.
Así, un buen vigilante muestra con sus conductas, con lo que hace en el día a
día, que:
• Es un experto en su profesión.
• Se preocupa por conocer lo que piensan los usuarios de su trabajo y se
ocupa de mejorar la calidad del mismo.
• Sabe identificar las diferentes necesidades de los usuarios y adecuar sus
actuaciones y expresiones, aportando valor, como profesional dentro de
la organización.
Las cualidades que buscan y necesitan los clientes cuando entran en contacto
con cualquier organización son:
Interés
Las personas que están utilizando un servicio o han comprado un producto,
buscan la atención del personal de la organización en la que están, ya que
entienden que de manera directa o indirecta están pagando por ello, y como
contraprestación a este pago, también se deben comprender sus necesidades.
Excelencia técnica
Todos los usuarios esperan que el personal que está en contacto con los clientes
tenga un conocimiento profundo sobre el producto o servicio que es de su
incumbencia.
Resolución de problemas
Los usuarios comprenden que las personas somos imperfectas y por tanto, las
organizaciones también. Sin embargo, lo que diferenciará a unas de las otras es
la actuación ante un problema.
Flexibilidad
Los clientes en general y los usuarios en particular, buscan que el trato que se
les otorgue sea personalizado, es decir teniendo en cuenta sus características
como persona.
La flexibilidad implica que, aunque para algunas cosas todos somos iguales
(cumplimiento de las medidas de seguridad), cuando se trata a los usuarios hay
que tener en cuenta que todos somos diferentes y por ello, también nuestras
necesidades.
Rectificación inmediata
El usuario es más exigente que antes, puesto que tiene más información sobre
los productos y servicios y sobre sus derechos.
Sus necesidades básicas están cubiertas, por lo que sus demandas tienen un
nivel más alto, y sus expectativas tienen que ver con el valor añadido que
acompaña a lo que compra y consume.
Tipología de clientes
Son clientes externos de un vigilante, entre otros, los miembros de las Fuerzas
de Seguridad del Estado, otros empleados, los vigilantes de otras empresas, el
personal de servicio de limpieza, y por supuesto y principalmente, los usuarios.
El primer concepto al que hacemos referencia, y que tiene que ver con la calidad,
es el hecho de que el vigilante presta un servicio, y como tal, es intangible y no
lo podemos almacenar.
Esto implica que todos y cada uno de los momentos en los que el vigilante tiene
un contacto con los usuarios, cuenta, porque no podemos pensar en “luego haré
esto con este usuario”, o “mañana daré los buenos días a esta persona”, porque
el tiempo habrá pasado, y con ello ya serán otras personas las afectadas. Así,
cuando hablamos del servicio, cada momento y cada situación cuenta, y se hace
especialmente importante lo de “hacerlo bien y a la primera”.
Es por ello que los usuarios se hacen una idea de la calidad del servicio que
damos, a través de las personas con las que tienen contacto: vigilantes, el
personal de limpieza, otro personal, etc.
Las habilidades que buscan actuar sobre los momentos de la verdad, con objeto
de proporcionar una excelencia en la atención al usuario:
“El vigilante debe ser una persona discreta y hábil a la hora de tratar con el
público”
“Insistimos en los perfiles más sociales del vigilante, ya que es una cualidad
esencial en esta comunidad”
Buena impresión
¿cómo se percibe esa persona que nos inspira RESPETO, nos resulta
CONFIABLE y en consecuencia nos INFLUYE?
Impacto de la comunicación
7%
corporal
paralenguaje 55%
palabra 48%
Actitudes efectivas
• Autodominio emocional
• Ser responsable
• Capacidad de concentración
• Relaciones interpersonales
• Reconocimiento
• Mas escucha y menos hablar
• Más preguntas y menos afirmaciones
• Actitud positiva y optimista
• Asertividad
• Conocer limitaciones y fortalezas
4. HABILIDADES DE COMUNICACIÓN
Conceptos básicos
Expresión Llegada
Escucha
Principios de comunicación
Tipos de comunicación
Existen dos tipos de comunicación. Cada una de ellas tiene unas características
definitorias propias y unos factores relacionados que pasaremos a especificar a
continuación. Estamos hablando de la comunicación verbal y no verbal.
La comunicación verbal
- Utiliza un código común tanto para el receptor como para el emisor y éste
puede ser escrito, oral, etc.
- El contenido del mensaje debe estar contextualizado pudiendo apoyarse
de gestos, actitudes, etc.
- Es posible la retroalimentación inmediata
- Los parámetros a considerar para que sea eficaz podrían ser
o precisión
o claridad
o objetividad
o oportunidad
o sencillez
o pertinencia
La comunicación no verbal
Sin embargo, una cosa es la realidad y otra cosa, a veces muy diferente, es
nuestra forma de percibir, ya que percibimos la realidad con todo lo que somos
(conocimientos, experiencias, creencias, actitudes, valores…). Romper este
supuesto nos lleva a ser más tolerantes, a escuchar y estar mejor predispuestos
para atender.
Cuando entramos en contacto con una persona normalmente nos creamos una
imagen de ella, positiva o negativa. La imagen condiciona nuestro
comportamiento y el de la otra persona, para bien o para mal, de ahí la
importancia que cobra el hecho de ser conscientes de este proceso, mientras no
cambiemos la imagen difícilmente se cambia el comportamiento.
Es importante cada cierto tiempo, analizar las rutinas, los métodos de trabajo,
con el fin de actualizarlos, creando nuevas rutinas o métodos más eficaces.