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Bases Biomecánicas del Tobillo

Sous Sánchez, José O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J.A.

Resumen (10º de flexión dorsal y 20º de fle- 1. Biomecánica del complejo


xión plantar). La rotación del astrá- articular periastragalino
El tobillo es una articulación pri- galo dentro de la mortaja del tobi-
mordial en el apoyo del pie en el llo (10º de promedio) también El tobillo y el pie constituyen
suelo y en consecuencia en la mar- debe considerarse importante para una unidad ontogénica, morfofun-
cha. Se trata, por tanto, de una es- la comprensión de la biomecánica cional y clínica, que es preciso
tructura móvil pero que también articular. La presencia de esta rota- considerar integrada en la cadena
requiere gran estabilidad. En este ción convierte el tobillo en una ar- cinemática del miembro inferior,
artículo se realiza una puesta al día ticulación biplanar (Monteagudo y de la cual constituyen el eslabón
de la biomecánica y la estabilidad Villardefrancos, 2007). distal. Este hecho exige una suerte
del tobillo El pie y sus articulaciones permi- de “superestructura” que, englo-
ten la transmisión progresiva de las bando diferentes unidades articula-
Bases Biomecánicas del tobillo cargas desde el retropié hacia el an- res y formaciones hísticas, propor-
tepié, con un mínimo gasto energé- ciones al pie posibilidades no ya de
La articulación del tobillo es tico. La movilidad de la articulación resistencia y flexibilidad, sino, muy
muy singular y no admite compa- del tobillo en el plano sagital juega especialmente, de suplencia. Esta
ración con el resto de articulacio- un papel fundamental en la com- “superestructura” existe y es el
nes del miembro inferior. Tanto es prensión de la marcha. Durante el complejo articular periastragalino,
así, que algunos autores la conside- segundo rocker o rodillo del ciclo que engloba las articulaciones ti-
ran la “reina” de las articulaciones de marcha, la articulación del tobillo bioperoneoastragalina, mediotar-
del pie. permite la transferencia eficaz de la siana y tarsometatarsiana (Angulo y
No encontramos ante una arti- carga del peso corporal hacia el an- Llanos, 1993).
culación de gran congruencia pero tepié. Si existe una limitación de la En realidad, la tibiotarsiana es la
con una fina capa de cartílago. El movilidad del tobillo por una artro- articulación más importante de
grosor medio del cartílago articular sis o por una artrodesis, se elimina el todo el complejo articular del re-
del tobillo es de unos 1,6 mm, en segundo rocker. Si la posición del tropié. Este conjunto de articula-
comparación con los 6-8 mm de la tobillo en el plano sagital es neutra, ciones, con la ayuda de la rotación
rodilla (Monteagudo y Villarde- el retropié y el antepié pueden com- axial de la rodilla, tiene las mismas
francos, 2007; Shepeherd y pensar en gran medida la pérdida del funciones que una sola articulación
Seedhom, 1999). segundo rocker. Cuando el talón de tres grados de libertad, que per-
Esta articulación soporta mucha contacta con el suelo, la articulación mite orientar la bóveda plantar en
más carga que ninguna otra en el de Chopart realiza una flexión plan- todas las direcciones para que se
cuerpo humano: 5-7 veces el peso tar para facilitar el contacto del an- adapte a los accidentes del terreno.
corporal en la fase final del ciclo de tepié con el suelo. Durante la fase de Según Kapandji (1998), los tres ejes
marcha, comparado con las 3-4 ve- apoyo intermedio, el talón se eleva principales de este complejo arti-
ces en la rodilla y 2-3 en la cadera antes y la carga se transfiere con ma- cular se interrumpen aproximada-
(Monteagudo y Villardefrancos, yor rapidez hacia el antepié, pero mente en el retropié. Cuando el
2007). La extensión de la superficie todo ello a costa de un mayor traba- pie está en una posición de refe-
articular del tobillo es similar a la jo de carga de las articulaciones del rencia, estos tres ejes son perpendi-
de la rodilla y la cadera, pero la su- mediopié. culares entre sí: (fig. 3.1)
perficie de contacto durante la car- Aunque antiguamente se consi-
ga es sólo de un tercio de la super- dera al tobillo con una simple arti- a) El eje transversal pasa por los
ficie de carga de la rodilla o de la culación en bisagra, muchos estu- dos maléolos y corresponde al
cadera (350mm2 frente a dios han mostrado claramente que eje de la articulación tibiotar-
2
1.100mm ) (Kimikuza et al., 1980). la biomecánica del tobillo es bas- siana. Grosso modo, está in-
La movilidad primaria de la arti- tante compleja (Griend et al., cluido en el plano frontal y
culación del tobillo se desarrolla en 1996). Es esencial una buena com- condiciona los movimientos
el plano sagital. El arco o rango de prensión de la anatomía y biome- de flexoextensión del pie, que
flexo-extensión medio es de 43º- cánica del tobillo antes de poder se realizan en el plano sagital.
63º, y sólo 30º de este arco son ne- valorar y tratar las lesiones que b) El eje longitudinal de la pierna
cesarios para una marcha estable afectan a esta articulación. es vertical y condiciona los mo-

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vimientos de aducción-abduc-
ción del pie, que se efectúan en
el plano transversal y que son
factibles con la rotación axial de
la rodilla flexionada. En menor
medida, estos movimientos se
localizan en las articulaciones
posteriores del tarso, aunque
siempre estarán combinados
con movimientos en torno al
tercer eje.
c) El eje longitudinal del pie es
horizontal y pertenece al plano
sagital. Condiciona la orienta-
ción de la planta del pie de for-
ma que le permite “mirar” ya
sea directamente hacia abajo, Figura 3.1
hacia fuera o hacia dentro. Por Los tres ejes principales del complejo articular del pie. (Fuente: Kapandji, 1998)
analogía con el miembro supe-
rior, estos movimientos reciben loligamentosa, con objeto de im- planos que pasan por los bordes la-
el nombre de pronación y supi- pedir los movimientos de varo y terales de la tróclea son convergen-
nación. valgo del astrágalo dentro de la tes hacia atrás formando un ángulo
mortaja tioperonea (Llanos, 1997). abierto hacia delante de unos 5º
El complejo articular periastra- Según Kapandji (1998), si se (Viladot y Viladot, 1999).
galino existe tanto estructural compara esta articulación con un Hay que resaltar la perfecta con-
como funcionalmente, pero sobre modelo mecánico, se puede descri- gruencia que existe entre la morta-
todo responde a la necesidad for- bir de la siguiente manera: ja tibioperonea y la tróclea: la pri-
mal de dar solución mecánica a un mera cubre un ángulo de unos 65º,
diseño concebido para asumir muy a) Una pieza inferior, el astrágalo, más de la mitad de la tróclea; esto
distintas exigencias en situaciones que soporta una superficie ci- tiene más valor si pensamos que la
de carga y de descarga. En este sen- líndrica (en una primera apro- movilidad total del tobillo es de
tido, y a partir del concepto de ximación) con un gran eje unos 70º, de los cuales sólo se re-
unidad del tobillo y pie, entende- transversal XX. corren apenas 20º en el giro de la
mos que aquellas alteraciones o b) Una pieza superior, la porción marcha normal (Fig. 3.2). Esta per-
trastornos que afectan alguno de inferior de la tibia y el peroné, fecta unión se halla estabilizada por
sus componentes terminan por da- que constituyen un bloque la acción de ambos maléolos con
ñar indefectiblemente todo el con- cuya superficie inferior presen- sus conexiones ligamentosas al tar-
junto, hecho éste, tanto más cierto ta un agujero en forma de seg- so. Debemos destacar que esta con-
cuanto más proximal sea la lesión mento cilíndrico idéntico al gruencia es muy superior a la del
(Llanos, 1997). anterior. resto de articulaciones de la extre-
midad inferior, en particular cade-
1.1. Biomecánica de la articulación ti- El cilindro macizo, encajado e el ra y rodilla. Esto constituye un
bioperoneoastragalina segmento de cilindro hueco y suje- buen argumento para explicar la
to lateralmente entre ambos flan- rareza de la artrosis del tobillo, pro-
La articulación tibioperoneoas- cos de la pieza superior, puede re- ceso tan frecuente en otras articu-
tragalina (ATPA) se configura ana- alizar movimientos de flexión y de laciones de la extremidad inferior.
tómica y funcionalmente de mane- extensión alrededor del eje común A la inversa, también justifica la
ra que su componente distal, el as- XX. En la realidad anatómica, el precoz aparición de la misma en
trágalo, se moviliza por intermedio cilindro macizo corresponde a la cuanto se pierde la congruencia
de su cara superior (en forma de polea astragalina, compuesta de tres (Viladot y Viladot, 1999).
polea o tróclea) en el interior de partes: una superficie superior y La ATPA posee un eje de movi-
un marco (o mortaja tibioperonea) dos superficies laterales, las carillas. miento oblicuo en relación con los
formado por dos huesos cuya La tróclea astragalina viene a ser planos anatómicos del pie (Angulo
unión tiene lugar mediante una como un segmento de cilindro de y Llanos, 1997; Inman, 1976). Este
sindesmosis. Se trata de una articu- unos 105º en el plano horizontal eje, cuyo trayecto se aproxima a la
lación de tipo troclear, que se verá presenta una forma de cuña más línea que une la zona más caudal
reforzada por un sistema de con- ancha por delante que por detrás. de ambos maléolos, se sitúa en ro-
tención ósea y de retención capsu- Debido a esta forma en cuña, los tación externa con respecto al eje

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Plantarflexión Neutral Dorsiflexión

Figura 3.2 Figura 3.1


Representación de la congruencia exis- Posición de referencia y movimientos de flexo-extensión en el tobillo.
tente entre la mortaja tibioperonea y la
tróclea astragalina. (Fuente: Viladot y amplitud de la extensión es mucho funcionalidad de la extremidad in-
Viladot, 1999) mayor que la de la flexión, con un ferior, incluida la articulación del
rango normal aproximado de 30 a tobillo, supone el conocimiento
articular de la rodilla. Está orienta- 50º y de 20 a 30º, respectivamente. exacto de los complicados fenó-
do de forma que constituye un án- Los estudios de análisis de la mar- menos que el acto de la marcha
gulo de aproximadamente 8º con cha muestran que son necesarios conlleva.
el plano transverso y de 6º con el como mínimo 10º de flexión dor- El análisis de la marcha del ser
plano frontal. La inclinación que sal y 20º de flexión plantar para la humano ha sido tratado de manera
presenta el eje le permite realizar al normal función del tobillo durante exhaustiva en trabajos clásicos
tobillo, además de un movimiento la marcha (Jiménez, 2007). como el de Eberhard e Inman
de flexión dorsoplantar del pie, un Durante la extensión completa, (1947) o el de Fisher (1985). En
desplazamiento asociado del astrá- es decir, cuando la parte anterior ellos se consideraron las coordena-
galo en el plano horizontal. Dicho del astrágalo se encuentra alojada das del espacio en el vértice crane-
desplazamiento produce un movi- en la mortaja, la distancia interma- al, grandes articulaciones, puntos
miento de aducción en el transcur- leolar aumenta mínimamente gravitatorios de las extremidades y
so de la flexión plantar y, por el (Llanos, 1997). Close (1956) midió centro de gravedad corporal.
contrario, de abducción durante la las variaciones del peroné entre los Asimismo, fueron calculadas y
dorsiflexión (Angulo y Llanos, movimientos extremos articulares, mostradas las variaciones de la ace-
1997). Debido a esta asociación de hallando que se traslada lateral- leración de la velocidad en cada
movimientos articulares realizados mente 1,5 mm, y gira sobre su eje punto asilado, así como compo-
en dos planos del espacio (sagital y mayor únicamente 2,5º. Browner nentes de la presión del suelo para
horizontal), algunos autores consi- et al. (1998) señalan que la cantidad las 31 diferentes fases en las que fue
deran el tobillo una articulación de de separación entre los maléolos desintegrado cada paso o ciclo
tipo helicoidal (Murphy et al., varía de 0,2 a 1,8 mm soportando completo de la marcha.
1992). carga y de 0 a 1,6 mm sin carga. La Desde un punto de vista mecáni-
Para la ejecución del movimien- mayoría de estos cambios ocurren co, la ARPA y el pie se comportan
to de flexo-extensión (Fig.. 3.3), la mientras el tobillo se mueve desde como una palanca de segundo gé-
posición de referencia es aquélla en la flexión plantar total a la posición nero durante la marcha (fig. 3.4). El
la que la planta del pie es perpen- neutra, con cambios menores des- punto de apoyo está constituido
dicular al eje de la pierna de la neutra a la flexión dorsal. por el apoyo metatarsiano; la resis-
(Kapandji, 1998). A partir de esta tencia la constituye el peso del
posición, la flexión dorsal o dorsi- 1.2. Requerimientos funcionales de la cuerpo que es transmitido por la
flexión se define como el movi- articulación tibioperoneoastragalina tibia al pie a través del tobillo; y la
miento que aproxima el dorso del fuerza es ejercida por el tendón de
pie a la cara anterior de la pierna. La suposición de Bragard (1932) Aquiles a través de su inserción en
Por el contrario, la extensión o fle- de que el peso corporal gravita so- el calcáneo. La distancia que separa
xión plantar de la articulación ti- bre una línea que atravesaría las ar- el punto de apoyo de la resistencia
biotarsiana aleja el dorso del pie de ticulaciones de la cadera, rodilla y se llama brazo de resistencia. La
la cara anterior de la pierna mien- tobillo, que denominó “eje de car- distancia que separa la fuerza del
tras que el pie tiende a situarse en ga”, puede conducir a falsas inter- punto de apoyo se llama brazo de
la prolongación de la pierna. La pretaciones. La comprensión de la fuerza o potencia. En el pie, el se-

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gundo es más largo que el prime- nen a estrechar solidarizando la


ro, lo cual permite al tendón de mortaja tibioperoneastragalina, su-
Aquiles elevar el peso del cuerpo ponen durante la marcha una quin-
(Viladot y Viladot, 1999). ta parte de la presión articular (de 20
Si imaginamos estáticamente las a 40 kg. Aproximadamente) (Ruiz
tres situaciones de base en la mar- Caballero, 1996).
cha, que son la fase de ataque del Durante la fase de pedestación, el
suelo con el talón, fase de pedesta- eje transversal de la ATPA rota ha-
ción y fase de abandono del suelo cia adentro pero sin llegar a alcan-
o de impulsión, representadas en el zar el plano frontal. Esto consigue
modelo para una sola pierna en el frenar la tendencia al valgo por
momento de apoyarse sobre el ta- medio de la fuerza muscular activa
lón, planta y dedos, vemos que en y puesta en tensión del ligamento
cada paso se presentan grandes va- deltoideo. Al mismo tiempo actúan
riaciones en la presión intraarticu- los músculos extensores, el cuadri- Figura 3.4
lar de la ATPA. Así, al apoyarse el ceps femoral y, algo más tarde, los Representación de la articulación tibiope-
talón, los músculos extensores evi- elevadores del arco plantar, amorti- roneoastragalina y el pie como una palan-
tan la caída del antepié, resultando guándose las fuerzas impulsoras y ca de 2º género, en donde F: Apoyo, E:
de ello una presión articular de de cizallamiento de manera elástica Potencia y R: Resistencia.
aproximadamente el doble del peso a través del complejo maléolo pe-
corporal. Al apoyar la planta del pie roneo-sindesmosis-canto tibial Asimismo, la articulación subastra-
(fase de pedestación), en situación posterior. galina y demás articulaciones del
ideal, no se produce ningún mo- Al llegar la fase de impulsión o antepié son de gran importancia
mento de torsión por lo que la abandono del suelo, se produce para la armónica función de la
presión articular será igual al peso una rotación externa de la ATPA ATPA; por tanto, no podemos ol-
corporal. Finalmente, al apoyar los ocasionada por fuerzas musculares vidar la relaciones funcionales que
dedos del pie, debido a la desigual- internas, descargándose así el malé- existen entre ellas.
dad en la longitud de los brazos de olo peroneo y transmitiéndose las
palanca, representados por el peso grandes fuerzas de presión axiales, 1.3. Biomecánica de la articulación
corporal y la potencia de la muscu- directamente a la superficie de car- subastragalina
latura sural, la presión articular será ga distal de la tibia.
tres veces mayor que el peso cor- Fisher (1985) señala que la fase La articulación subastragalina
poral (Ruiz Caballero, 1996). de ataque del suelo con el talón es está constituida por tres uniones
Así pues, la presión articular está- especialmente crítica, ya que tanto anatómicas establecidas entre la
tica que se produce en las fases de las fuerzas de presión como las im- porción inferior del astrágalo y la
apoyo del talón y los dedos está pulsoras alcanzan su máximo valor. dorsal del calcáneo. Las superficies
originada por momentos de tor- De este modo, si la ATPA experi- articulares poseen una compleja
sión o rotación, cuya fuerza viene menta de forma súbita un momen- configuración, de forma que la su-
determinada por la presión del to de torsión durante esta fase, perficie articular posterior del cal-
suelo y la acción muscular. Bajo las como consecuencia de un mal cáneo y la cabeza del astrágalo
condiciones dinámicas de la mar- apoyo o un tropiezo, el complejo constituyen un ovoide convexo,
cha, los mecanismos productores maléolo peroneo-sindesmosis-can- mientras que las superficies media
de estas presiones serán, en princi- to tibial posterior no podrá hacer y anterior del calcáneo y la super-
pio, los mismos, añadiéndose tan frente a tal requerimiento y se pro- ficie navicular del astrágalo son
sólo los impulsos y fuerzas de ciza- ducirá la fractura maleolar. ovoides cóncavos. Este hecho pro-
llamiento originados por la reac- En definitiva, podemos concluir voca que, cuando se desliza la su-
ción del suelo. que la amplitud y dirección de los perficie convexa sobre la cóncava,
Un papel muy especial en la me- requerimientos funcionales de la se produzca un giro, traslación y
cánica articular lo desempeñan el ATPA dependen del sentido de las rodamiento hacia el lado opuesto
maléolo peroneo y el canto tibial fuerzas externas y de las fuerzas al movimiento (Angulo y Llanos,
posterior. En la primera mitad de la parciales de la presión del suelo. 1197; Sarrafian, 1993). Por el con-
fase de apoyo, los dos componentes Pero la ATPA no sólo se encuentra trario, al deslizarse la superficie
de la pinza tibioperonea, unidos por sometida a fuerzas de presión, sino ovoidea cóncava sobre la convexa,
la sindesmosis inferior, se aprietan que soporta también fuerzas im- el movimiento de rodamiento que
estrechamente contra el astrágalo, pulsoras de cizallamiento, rotación se produce junto a la traslación y el
quedando los ligamentos sindesma- y acción valguizante. Estos requeri- giro posee la misma dirección del
les sometidos a fuerzas distractoras mientos son mucho mayores de lo deslizamiento (Angulo y Llanos,
considerables. Estas fuerzas, que tie- que a priori podría suponerse. 1997).

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El complejo articular subastraga- la carilla de la apófisis menor del 1.4. Requerimientos funcionales de la
lino se mueve alrededor de un mis- calcáneo y la carilla media de la ca- articulación subastragalina
mo eje, de orientación oblicua, que beza del astrágalo descansa en la
penetra por la región posterolateral carilla horizontal de la apófisis ma- Desde un punto de vista clínico,
del calcáneo, pasa perpendicular al yor. Esta posición de alineamiento el grado de movimiento de la arti-
seno del tarso y sale por la zona su- en la que las superficies se adaptan culación subastragalina está repre-
peromedial del cuello del astrágalo. unas a otras por la acción de la gra- sentado por un rango de amplitud
Dicho eje, denominado de Henke, vedad y no por los ligamentos, no de 5 a 10º para la eversión y de 25
forma un ángulo de 42º con el pla- sólo es estable, sino que se puede a 30º para la inversión (Sarrafian,
no transverso y de 16º con el pla- mantener durante largo tiempo 1993).
no sagital. Esta orientación del eje merced a la congruencia. Todas las La unión astragalocalcánea, como
origina un movimiento de despla- posiciones restantes son inestables ya hemos comentado, interviene en
zamiento conjunto de la articula- y conllevan una incongruencia más los movimientos combinados de in-
ción en los tres planos del espacio: o menos acentuada (Kapandji, versión-eversión del pie, pero la im-
flexión plantar-supinación-aduc- 1998). plicación del calcáneo y el astrágalo
ción (inversión) y flexión dorsal- La articulación subastragalina y la en ellos va a ser diferente, depen-
pronación-abducción (eversión) articulación tibioperoneoastragali- diendo de si se trata de un movi-
(Angulo y Llanos, 1997; Donatelli, na se comportan funcionalmente miento realizado con el pie en car-
1990; Inman, 1976; Kapandji, como un cardán heterocinético ga (cadena cinética cerrada) o sin el
1998). (modelo mecánico simplificado) apoyo del pie en el suelo (cadena ci-
Sarrafian (1993), citado por (Angulo y Llanos, 1997). En mecá- nética abierta) (Angulo y Llanos,
Angulo y Llanos (1997), señala nica industrial, el cardán se define 1997). En este último caso, el res-
que el grado de orientación de las como una articulación con dos ejes ponsable del movimiento es el cal-
superficies articulares afecta la am- perpendiculares entre sí, compren- cáneo, que en su, desplazamiento
plitud del movimiento de la arti- dida entre dos árboles, tales articu- arrastra consigo todo el pie, reali-
culación subastragalina. La super- lares transmiten el movimiento de zando además un movimiento de
ficie articular posterior del calcá- rotación de un árbol al otro, sea listesis (Mann, 1982).
neo posee un ángulo de inclina- cual fuere el ángulo formado entre Cuando la articulación subastra-
ción de 65º y, cuanto mayor incli- ellos. galina se halla sometida a carga, si-
nación presente, mayor compo- En lo que concierne al retropié, tuación que tiene lugar durante la
nente de flexión plantar se realiza- la gran diferencia reside en el he- marcha, el astrágalo será responsa-
rá durante el movimiento. Por su cho de que se trata de un cardán ble de la mayor parte del movi-
parte, la superficie articular poste- heterocinético, es decir, que no es miento que se produce en los pla-
rior del astrágalo posee un ángulo regular (Kapandji, 1998): sus ejes nos sagital y transverso, mientras
de declinación de aproximada- de giro están situados en planos di- que el calcáneo sólo realizará mo-
mente 37º. Un mayor ángulo de ferentes, de tal forma que los mo- vimientos en el plano frontal. En el
declinación orientará la superficie vimientos que tienen lugar encada transcurso de la deambulación
articular en dirección longitudi- una de ellas implican el movimien- normal, tras el apoyo del talón, y a
nal, lo que aumentará la flexión to de la otra (Angulo y Llanos, causa resistencia que el suelo opo-
dorsoplantar. Si el ángulo de de- 1997; Inman, 1976; Scout y ne a los desplazamientos del calcá-
clinación es pequeño, la orienta- Winter, 1991). Por esta causa se van neo, éste quedará bloqueado para
ción es más transversa y crea un a producir movimientos a lo largo realizar cualquier tipo de movi-
aumento del movimiento de pro- de unas direcciones preferenciales. miento que no sea supinación o
nación-supinación. Así, por ejemplo, en la ATPA se pronación. En esta situación, el as-
Sólo existe una posición de con- producirán movimientos de fle- trágalo originará el movimiento de
gruencia de la articulación subas- xión dorsoplantar fundamental- dorsiflexión y abducción con res-
tragalina: la posición media mente y, en menor proporción, de pecto al calcáneo durante la inver-
(Kapandji, 1998). El pie está aline- rotación o abducción-aducción, sión y, a su vez, el astrágalo es res-
ado con el astrágalo, es decir, sin movimientos que, por el contrario, ponsable del desplazamiento en
inversión ni eversión; ésta es la po- ocurrirán principalmente en la ar- flexión plantar y aducción en el
sición que adopta un pie “normal” ticulación subastragalina (Angulo y transcurso de la eversión del pie
(ni plano ni cavo) en ortostatismo Llanos, 1997). (Angulo y Llanos, 1997).
sobre un plano horizontal, en para- La comprensión del mecanismo
do, con apoyo simétrico. Las super- de este cardán heterocinético es 2. Biomecánica de las articu-
ficies articulares de la subastragali- fundamental para interpretar las laciones peroneotibiales
na posterior se corresponden en- acciones musculares, la orientación
tonces a la perfección, la carilla del de la planta del pie, su estática y su La tibia y el peroné se articulan
cuello del astrágalo descansa sobre dinámica. por sus dos extremos a la altura de

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las articulaciones peroneotibiales La articulación peroneotibial su- (medial y lateral) y por la cápsula
superior e inferior. Estas articula- perior es una artrodia que pone en articular y ligamentos interóseos.
ciones están mecánicamente com- contacto dos superficies ovales pla- Es decir que, al igual que ocurre
prometidas con la tibiotarsiana y, nas o ligeramente convexas. Se con la articulación de la cadera, su
por tanto, algunos autores conside- puede ver con claridad cuando se estabilidad es inherente al diseño
ran que deben ser analizadas al es- desplaza el peroné una vez seccio- morfológico (Llanos, 1997).
tudiar biomecánica del tobillo nados su ligamento anterior y la La contribución de las superficies
(Kapandji, 1998). expansión anterior del tendón del articulares, los ligamentos y las es-
La articulación peroneotibial in- bíceps; es entonces cuando la arti- tructuras capsulares y Iigamentarias
ferior es la primera implicada. Se culación se abre alrededor de la a la estabilidad y función del tobi-
trata de una sindesmosis que no se charnela constituida por el liga- llo están influenciadas por los cam-
une directamente los dos huesos, mento posterior. La carilla tibial se bios en las características de la car-
sino que éstos permanecen separa- localiza en el contorno posteroex- ga y la posición articular y se alte-
dos por un tejido celuloadiposo. terno de la meseta tibial, y está ran en respuesta a la lesión. Estos
Este espacio se puede ver en una orientada oblicuamente hacia atrás, estudios biomecánicos han mostra-
radiografía anterior correctamente abajo y afuera. La carilla peronea se do que a medida que en tobillo se
centrada del tobillo. Normalmente, localiza en la cara superior de la ca- mueve en el plano sagital el astrá-
la proyección del peroné penetra beza del peroné y su orientación se galo se desliza y rota al mismo
más (8mm) en el tubérculo tibial opone a la de la carilla tibial. tiempo bajo el pilón tibial (Griend,
anterior de lo que está separada La articulación peroneotibial su- Michelson y Bone, 1996). Además,
(2mm) del tubérculo posterior. Si perior acusa el contragolpe de los el movimiento del tobillo en el
la distancia entre la proyección del movimientos del maléolo externo. plano sagital induce movimientos
peroné y el tubérculo posterior es Así, durante la flexión del tobillo la acoplados en los planos axial y co-
mayor que la distancia entre el tu- carilla peronea se desliza hacia arri- ronal, La f1exión plantar del tobillo
bérculo anterior y el peroné, se ba y la interlínea bosteza hacia aba- se acompaña de la rotación interna
puede hablar de diastasis interti- jo (separación de los maléolos) y del astrágalo, mientras que la fle-
bioperonea (Kapandji, 1998). hacia atrás (rotación interna). Por xión dorsal produce su rotación
La forma de la polea astragalina el contrario, durante la extensión externa (Fig. 3.5). La dorsiflexión
permite deducir que la carilla ti- del tobillo se observan los movi- también produce la traslación pos-
bial interna es sagital, mientras mientos inversos. Estos desplaza- terolateral y la rotación externa del
que la externa, peronea, pertenece mientos son muy leves, pero exis- peroné, con un movimiento verti-
a un plano oblicuo hacia delante y tentes (Kapandji, 1998); la mejor cal mínimo.
afuera. Por consiguiente, la anchu- prueba de ello es que, a través de la Actualmente se conoce bien que
ra de la polea es menor por detrás evolución, la articulación peroneo- los patrones de lesión asociados
que por delante, siendo la diferen- tibial superior no se ha soldado to- con las fracturas de tobillo son más
cia de 5mm. Para mantener lo más davía. complejos que el simple desplaza-
próximas posible las dos carillas de De esta forma, mediante el juego miento lateral del astrágalo en la
la polea, la separación intermaleo- de las articulaciones peroneotibia- mortaja lesionada. Es difícil valorar
lar debe variar dentro de unos lí- les, de los ligamentos y del tibial este desplazamiento, que ocurre en
mites (mínimo en la extensión y posterior, la pinza bimaleolar se múltiples planos, sólo con las ra-
máximo en la f1exión), como ya adapta permanentemente a las va- diografías convencionales. Por
comentamos anteriormente. riaciones de anchura y de curva de ejemplo, lo que en la radiografía
Además, se puede constatar en la polea astragalina, asegurando así simple parece una translación late-
una preparación anatómica que la estabilidad transversal de la tibio- ral directa del astrágalo, es realmen-
este movimiento de separación y tarsiana. Entre otras razones, es para te una rotación del astrágalo dentro
aproximación de los maléolos se no comprometer esta adaptabilidad de la mortaja. No apreciar esto lle-
acompaña de una rotación axial por lo que se ha abandonado la co- va a entender mal los cambios bio-
del maléolo externo, haciendo de locación de pernos en el trata- mecánicos reales que suceden, lle-
charnela el ligamento peroneoti- miento de las diastasis tibiopero- vando al diseño de modelos expe-
bial anterior. Por último, el peroné nea. rimentales inexactos, y puede con-
realiza movimientos verticales. De tribuir a la confusión respecto al
hecho, unido a la tibia mediante 3. Estabilidad del tobillo tratamiento clínico. Los modelos
fibras oblicuas hacia abajo y afue- experimentales de las fracturas de
ra de la membrana interósea el pe- La estabilidad de la articulación tobillo que consideran únicamente
roné, cuando se separa de la tibia tibioperoneoastragalina (ATPA) se la translación lateral directa del as-
asciende ligeramente, mientras mantendrá básicamente por la trágalo no representan con exacti-
que desciende si se aproxima a configuración de las carílas articu- tud las consecuencias de la lesión
ella. lares, por el sistema ligamentario (Griend et al., 1996).

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Sous Sánchez, José O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J.A.

6 tivos sobre una articulación intacta


(Kapandji, 1998).
La amplitud de los movimientos
4 de flexoextensión de la ATPA se
encuentra limitada por una serie
2 de factores que son:

a) Factores óseos: en la flexión


0 máxima la cara superior del
cuello del astrágalo impacta
2
contra el margen anterior de la
superficie tibial. La parte ante-
rior de la cápsula se ve protegi-
4 da del pinzamiento, al ser des-
plazada por la tensión de los fle-
xores, merced a las adherencias
6
que establece con las vainas de
30 20 10 0 10 20 30 40
los mismos. En la extensión, los
Figura 3.5 tubérculos posteriores del astrá-
Diagrama del movimiento acoplado que ocurre cuando el tobillo se mueve en dorsifle- galo, sobre todo el externo,
xión y flexión plantar. (Fuente: Griend, Michelson y Bone, 1996) contactan con el margen poste-
rior de la superficie tibial. La
El área de contacto del tobillo es ciendo una estabilidad mayor de la cápsula está protegida del pinza
relativamente grande en compara- ATPA (Czarnitzki et al.,1993; miento por un mecanismo aná-
ción con la cadera y la rodilla debi- Scraton et al.,1976). logo al de la flexión.
do a la elevada congruencia de las La resistencia normal de esta úl- b) Factores capsuloligamentosos:
superficies articulares. No obstante, tima depende del cierre anatómico en la flexión, la parte posterior
el desplazamiento del astrágalo lle- de la mortaja, determinado por la de la cápsula se tensa, al igual
va a una situación de incongruen- estabilidad de la región maleolar que los haces posteriores de los
cia, disminuye el área de contacto e externa, dada por (Czamitzki et al., ligamentos laterales. En la ex-
incrementa el estrés en las áreas de 1993; Weber, 1971): tensión, por el contrario, se ten-
contacto remanente (Thordarson san la parte anterior de la cáp-
et al., 1997). Ramsey y Hamilton • Longitud normal del peroné; sula y los haces anteriores.
(1976) reportaron que el desplaza- • Relación normal entre peroné c) Factores musculares: en la fle-
miento lateral del astrágalo de 1 e incisura tibial; xión, la resistencia tónica del
mm disminuye el área de contacto • Suficiencia de los ligamentos de músculo tríceps sural intervine
en un 42%, y con 3 mm la dismi- la sindesmosis (ligamento pero- antes que los factores descritos
nución es superior al 60% neotibial anterior, ligamento anteriormente, de forma que
(Jiménez, 2007). El peroné es esen- peroneotibial posterior y mem- una retracción muscular puede
cial para brindar estabilidad y pre- brana interósea). limitar precozmente la flexión
venir el desplazamiento del astrá- e, incluso, el tobillo puede per-
galo (Browner et al., 1998). 3.1. Estabilidad anteroposterior de la manecer en extensión (pie
La fisiología y el estudio del mo- articulación tibioperoneoastragalina equino). La resistencia tónica de
vimiento de la ATPA ha determi- los músculos flexores limita en
nado que el peroné juega un papel La estabilidad anteroposterior de primer lugar la extensión y,
fundamental en el mecanismo de la tibiotarsiana y su coaptación es- cuando existe una hipertonía
dicha articulación a través de las tán aseguradas por la acción de la de los mismos, se produce una
estructuras ligamentarias que se in- gravedad que ejerce el astrágalo so- flexión permanente del tobillo
sertan en él (Kapandji, 1998), las bre la superficie tibial, cuyos már- (pie talo).
cuales les permiten realizar distin- genes anterior y posterior repre-
tos tipos de movimientos (García y sentan unas barreras que impiden 3.2. Estabilidad transversal de la arti-
Landaluce, 1989), como por ejem- que la polea se escape hacia delan- culación tibioperoneoatragalina
plo: lateromediales, de rotación te o, con mucha más frecuencia,
tanto interna como externa y prin- hacia atrás cuando el pie extendido La tibiotarsiana es una articula-
cipalmente un movimiento de des- contacta con fuerza con el suelo. ción dotada de un solo grado de li-
censo vertical activo por actuación Los ligamentos laterales aseguran la bertad, ya que su propia estructura
de los flexores del pie, profundi- coaptación pasiva y los músculos le impide cualquier movimiento
zándose en la mortaja y favore- actúan todos como coaptadores ac- alrededor de uno de sus otros dos

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Canarias Médica y Quirúrgica | Vol. 8 - Nº 24 - 2011

ejes. Esta estabilidad se debe a un tentes ligamentos laterales externo ticulación. Esto permite que algu-
estrecho acoplamiento, una verda- e interno impiden cualquier movi- nas porciones del complejo liga-
dera unión entre espiga y mortaja: miento de balanceo del astrágalo mentario lateral y medial perma-
la espiga astragalina está bien sujeta sobre su eje longitudinal nezcan tensas durante el arco de
en la mortaja tibioperonea. (Kapandji, 1998). flexoextensión y, por lo tanto, brin-
Cada rama de la pinza bimaleolar La estabilidad lateromedial está da estabilidad rotacional (Browner
sujeta lateralmente al astrágalo, definida por los maléolos y los liga- et al., 1998; Jiménez, 2007).
siempre que la separación entre el mentos que en ellos se insertan, en Posteroexterna e internamente, los
maléolo externo y el interno per- tanto que en el plano sagital va a tendones peroneos del tibial poste-
manezca inalterable. Esto supone, ser ligamentodependiente (Llanos, rior, flexor largo común de los de-
además de la integridad de los ma- 1997). El maléolo actúa como pilar dos, flexor corto del dedo gordo y
léolos, la de los ligamentos perone- de inserción de los ligamentos cer- sus vainas, también contribuirán a
otibiales inferiores. Además, los po- canos al eje de la rotación de la ar- estabilizar el sistema (Llanos, 1997).

BIBLIOGRAFÍA

1. Monteagudo de la Rosa M, Villardefrancos Gil S. 4. Angulo MT, Llanos LF. Patomecánica del Complejo articu-
Artrodesis frente a artroplastia en el tobillo traumático. lar periastragalino. Biomecánica 1993; 2 (1): 77.
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