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NADIE SINO TÚ" de Charles Bukowski

Nadie puede salvarte sino


tú mismo.
te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.

nadie puede salvarte sino


tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
limítate a mirarlos.
escucharlos.
¿quieres ser así?
¿un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?

nadie puede salvarte sino


tú mismo
y mereces salvarte.
no es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.

piénsalo.
piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.
sálvala.
no te unas a los muertos de espíritu.

mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.

nadie puede salvarte sino


tú mismo.
¡Hazlo! ¡sálvate!
entonces sabrás exactamente de
qué hablo.

Charles Bukowski.
SI CONSIDERAMOS de CHARLES
BUKOWSKI
Si consideramos lo que puede verse:
motores que nos vuelven locos,
amantes que acaban odiándose,
ese pescado que en el mercado
mira fijamente hacia arriba adentrándose en nuestras mentes,
flores podridas, moscas atrapadas en telarañas,
motines, rugidos de leones enjaulados,
payasos enamorados de billetes,
naciones que trasladan a la gente como peones de ajedrez,
ladrones a la luz del día con maravillosas
esposas y vinos por la noche,
las cárceles atestadas,
el tópico de los parados,
hierba moribunda, fuegos insignificantes,
hombres suficientemente viejos como para amar la tumba.

Esas y otras cosas


demuestran que la vida gira sobre un eje podrido.

Pero nos han dejado un poco de música


y un póster clavado en un rincón
un vaso de whisky, una corbata azul
un delgado volumen de poemas de Rimbaud,
un caballo que corre como si el diablo le estuviera
retorciendo la cola
sobre la hierba y el griterío
y después, de nuevo, el amor
como un coche que dobla la esquina,
puntual,
la ciudad a la espera
el vino y las flores
el agua corriendo a través del lago
y verano e invierno y verano y verano
y de nuevo invierno.

Charles Bukowski.

" SUERTE II " de CHARLES BUKOWSKI


Hubo una vez
en que fuimos jóvenes
dentro de esta máquina...
bebíamos
fumábamos
tecleábamos.
Fue un tiempo de
esplendor
un milagro
aún
lo es.
Sólo que ahora
en vez de
ir hacia
el tiempo
es el tiempo
el que viene hacia
nosotros
y hace que cada palabra
taladre el papel
clara
rápida
contundente
alimentando
un espacio
que se cierra

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