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titularidad
La disputa entre la libertad de conciencia del menor y la libertad que tienen sus
padres/guardadores para poder direccionar de una u otra forma la vida de sus hijos, se
contrapone en muchos casos. Es menester para el derecho y la sociedad en su conjunto
ponderar cuando dicha libertad de los padres se puede imponer por sobre la libertad de
conciencia del menor y cuando no, ya que existen muchas controversias a raíz la discusión
de identidad de género que actualmente se encuentra en tramitación una ley para ello en el
congreso. Para ello, tenemos que fijar qué se entenderá como conciencia del menor y cuáles
son los límites que tienen los padres sobre esta conciencia. Debemos establecer sobre que
bases jurídicas y que conceptos no jurídicos vamos a utilizar para poder responder a esta
interrogante.
“Un criterio que asume que los niveles de autonomía de las decisiones de los
niños varían de acuerdo con factores y circunstancias específicas de cada caso,
atendiendo en especial a la edad, madurez y capacidad de comprensión de los
involucrados. A medida que avanza la edad de nuestros hijos disminuye la
esfera de control que tanto el Estado y los padres tienen sobre él, abriéndose el
campo a decisiones libres”1
Así las cosas, el interés superior del niño queda relegado a criterios más bien
casuísticos, ya que dicho interés superior del niño queda como un concepto abierto pero
cerrado. Abierto a las situaciones en que el niño, niña o adolescente requiera de una u otra
cosa para su desarrollo integro y adecuada formación de sus capacidades, por lo que el juez
debería ponderar qué es lo mejor para el niño tomando en cuenta su opinión y llevando a
cabo las pericias correspondientes para que se logre determinar si el menor tiene la
autonomía suficiente para poder tomar sus propias decisiones respecto a sí mismo. Cerrado
a las normas y criterios que no busquen su interés superior, sino se basen en criterios
morales más que criterios de bienestar en sí.
1 Lovera Parmo, Domingo. (2009). LIBERTAD DE EXPRESIÓN E INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO, A PROPÓSITO DE
LA SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES DE ANTOFAGASTA DE 6 DE MARZO DE 2009 Y CORTE SUPREMA
DE 23 DE ABRIL DE 2009, (12), pp, 215-225.
Respecto a la discusión nacional sobre la identidad de género y el conflicto que
tienen sus padres con el cambio de nombre de sus hijos, hay que entender jurídicamente
que significa que los padres tengan la direccionalidad y guía de sus hijos. Que tengan dicha
responsabilidad debe siempre estar al alero del interés superior del niño y de su autonomía
progresiva, ya que la evolución de las capacidades y reconocimiento de que tienen los niños
de sí mismos, supera la direccionalidad que los padres dan a sus hijos.
"La identidad del niño abarca características como el sexo, la orientación sexual,
el origen nacional, la religión y las creencias, la identidad cultural y la personalidad.
Aunque los niños y los jóvenes comparten las necesidades universales básicas, la expresión
de esas necesidades depende de una amplia gama de aspectos personales, físicos, sociales
y culturales, incluida la evolución de sus facultades. El derecho del niño a preservar su
identidad está garantizado por la Convención (Art. 8°) y debe ser respetado y tenido en
cuenta al evaluar el interés superior del niño"2
Para finalizar, el interés superior del niño como bien lo dice la profesora Lathrop
Gómez y el profesor Espejo Yaksic, también abarca la identidad de género, por lo que
2 Espejo Yaksic & Lathrop Gómez. (2015) IDENTIDAD DE GÉNERO, RELACIONES FAMILIARES Y DERECHOS DE
NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES. COMENTARIOS AL PROYECTO DE LEY QUE RECONOCE Y DA PROTECCIÓN AL
DERECHO A LA IDENTIDAD DE GÉNERO. (22).
debería ser incluida en la ley de identidad de género la posibilidad de que los menores
puedan autodeterminarse como ellos deseen. Coartar su libertad de conciencia sobre lo que
ellos mismos son va en contra del interés superior del niño y toda otra forma ya sea moral y
religiosa de terceros, ya sean padres u otros, deben ser tomados en cuenta solo cuando no es
posible determinar mediante pericias que el niño en virtud de su autonomía progresiva goza
de una autonomía tal de poder tomar sus propias decisiones.