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PRODUCTO

Cuando una persona acude a un establecimiento o visita una web para


efectuar una compra como, por ejemplo, una cámara, no solo pide información
sobre las características técnicas y el precio, sino que además solicita una
información comparativa con otra serie de marcas, así como las ventajas y
beneficios que le pueden reportar, tanto para realizar una filmación como para
su traslado físico, y se informará seguramente sobre si en ese momento existe
alguna oferta o descuento en el precio.

Las respuestas que el cliente reciba le proporcionarán una idea


comparativa acerca del producto que le ofrecen y del demandado por él que no
se refiere exclusivamente al tamaño, datos técnicos y precio, sino a un conjunto
más amplio de características que llamaremos atributos del producto.

Atendiendo a este ejemplo, extrapolable a cualquier otro bien o servicio,


podemos decir que:

Un producto es un conjunto de características y atributos tangibles


(forma, tamaño, color...) e intangibles (marca, imagen de empresa, servicio...)
que el comprador acepta, en principio, como algo que va a satisfacer sus
necesidades. Por tanto, en marketing un producto no existe hasta que no
responda a una necesidad, a un deseo. La tendencia actual es que la idea de
servicio acompañe cada vez más al producto, como medio de conseguir una
mejor penetración en el mercado y ser altamente competitivo. Hemos
considerado oportuno detenernos también aquí a considerar las posibles
diferencias entre producto y servicio, ya que los conceptos suelen ser
confundidos y utilizados erróneamente como indicábamos en el capítulo 1.

Para una mejor comprensión podemos decir que la diferenciación está


marcada principalmente por la tangibilidad o no del bien. Los productos de
consumo, industriales... se pueden ver y tocar. Los servicios financieros,
turísticos, de ocio... no. En cualquier caso, las diferentes teorías que se aplican
al producto son perfectamente utilizables en el servicio, de ahí que a partir de
ahora solo utilicemos la palabra «producto».
LA ESTRATEGIA DE PRECIOS

En este apartado estudiaremos algunas cuestiones específicas de las


decisiones de precios, como son su determinación frente a la competencia, la
fijación de precios en una línea de productos y la incidencia del ciclo de vida del
producto.

Denominamos fijación del precio, en función de la competencia, al hecho de


que las empresas determinen su precio, no por sus costes o demanda, sino en
relación al precio medio de las empresas competidoras. La decisión puede
estar entre situarse en el precio medio o bien mantener determinadas
diferencias al alza o a la baja. En estos casos, los movimientos de precios se
producen al mismo tiempo, o con pocos días de diferencia entre las distintas
empresas.

Estas actitudes responden a acuerdos implícitos o explícitos entre las firmas


competidoras y se producen en un mercado oligopolístico, es decir, con pocos
productores, como es el de la mayoría de los bienes de consumo duradero.
Estos acuerdos evitan las posibles consecuencias de una guerra de precios
entre las empresas que contribuiría a una disminución de los beneficios de
todas ellas y a desplazar la competencia hacia otras variables, como son
calidad del producto, comunicación, servicio técnico y logística.

Hace unos años, los empresarios eludían la utilización de los precios como
instrumentos para ampliar su cuota de mercado, por una serie de razones,
entre las que destacaban: el ser acciones inmediatamente detectadas por la
competencia, con lo que la respuesta era inmediata; y el que en los casos de
descenso generalizado de los precios se restablecía el equilibrio con un menor
beneficio para todos los competidores, salvo cuando la demanda era muy
elástica, como suele suceder muchas veces, en las que los hombres de
marketing crean la necesidad de un mercado que, de otra forma, sería difícil de
motivar. El precio mantiene un fuerte protagonismo en las diferentes estrategias
de marketing, lo que obliga a la mayoría de las compañías a entrar en un juego
que intentan evitar por todos los medios.
Tiene mucha importancia la actitud de la competencia en la fijación de los
precios mediante concurso o licitación. Este es un procedimiento muy
empleado en las empresas del Gobierno, compras de las industrias y en la
construcción. Consiste en que para un proyecto o producto determinado en el
que se especifican sus características básicas, las empresas concursantes
presentan sus ofertas; se adjudica el contrato a la empresa que cumpliendo los
requisitos establecidos ofrezca el precio más bajo.

La empresa decide su precio sin conocer a los competidores y sin conocer si


obtendrá el contrato. Presumiblemente, cuanto menor sea su precio más fácil
será obtenerlo. En función de su experiencia puede establecer una posibilidad
de éxito asociada a cada precio, P (P), con lo que al conocer la diferencia entre
ingresos y costes puede calcular su beneficio esperado:

Beneficio esperado = Probabilidad de obtener el contrato x (Ingresos –


Costes)

Los costes pueden ser calculados dadas las circunstancias del contrato y los
ingresos o bien será igual al precio ofertado (en caso de un producto), o puede
ser obtenido a través de él (en caso de múltiples unidades de un mismo
producto). La dificultad mayor en el modelo estriba en calcular la distribución de
probabilidad de la obtención del contrato. Para ello pueden utilizarse los datos
de experiencias anteriores, o bien acudir a estimaciones subjetivas de
probabilidad.

Ejemplo 3

Una empresa que concursa para la realización de un edificio y que estima, basándose en
las empresas competidoras del sector, la probabilidad de alcanzar el contrato.

Probabilidad de Coste Beneficio


Precio
obtenerla estimado esperado
concurso(millones)
adjudicación (millones) (millones)

80 0,98 90 – 9,80
81 0,96 90 – 8,64

82 0,90 90 – 7,20

83 0,85 90 – 5,95

90 0,60 90 0,00

91 0,30 90 0,30

92 0,10 90 0,20

93 0,05 90 0,15

Por tanto, optaría por concursar con una oferta de 91.000.000 de euros y con
unas expectativas de beneficio que podemos estimar en 300.000 euros. A
veces, se ha ofertado y ganado un concurso a la baja; significa que aun
perdiendo dinero ha interesado, por diversos factores, introducirse o continuar
en la empresa.

Por lo que respecta a la fijación de precios para una línea de productos, hay
que considerar los posibles efectos de los costes de producción conjunta, en la
medida en que un cambio en el nivel de producción de uno de ellos pudiera
afectar a los restantes componentes de la línea. Por otra parte, la demanda
puede estar interrelacionada y las ventas de un producto incrementarse a costa
de algún otro producto de la misma empresa. Por último, cada producto de la
línea ocupará posiciones diferentes en un segmento de mercado, lo que dará
una característica especial a su precio. Por ejemplo, dentro de una línea de
automóviles, podría ocurrir que solo hubiera un vehículo familiar con potencia
intermedia, lo que le daría un poder considerable dentro de su segmento de
mercado.

En realidad, el problema se resuelve estableciendo los precios


proporcionalmente a los costes de producción de cada uno de ellos. Desde un
punto de vista teórico, los precios de toda la línea de productos deben
determinarse simultáneamente mediante un modelo general de optimización
que considere no solo las elasticidades de precios, sino también las
elasticidades cruzadas entre cada uno.

La elasticidad cruzada se define como el cambio porcentual de las ventas de


un producto como consecuencia del cambio porcentual del precio del otro.

Estos modelos anteriores no son aplicables cuando se fijan los precios de un


producto nuevo. Para estos existe menos información que en los casos
anteriores y la determinación del precio no se hace mediante consideraciones
de beneficio a corto plazo, sino de acuerdo con su explotación a lo largo del
ciclo de vida.

Existen dos enfoques en la determinación del precio de un nuevo producto,


según se fije teniendo en cuenta:

La selección del mercado.

La penetración del mercado.

La empresa selecciona el mercado cuando para un nuevo producto fija un


precio artificialmente alto y, posteriormente, lo va reduciendo sucesivamente de
cara a introducirse en nuevos segmentos del mercado. Por el contrario, cuando
la empresa busca una fuerte penetración en el mercado fija un precio bajo que
permita una expansión rápida de sus ventas.

Este criterio de selección, denominado «descremado», es adecuado para


aquellos productos que son auténticas innovaciones y que, por tanto, gozan de
ventajas competitivas en el mercado. Tiene las siguientes características:

El mercado puede ser segmentado por niveles de renta, de forma que se venda
en el segmento de mayor renta, que es poco sensible al precio y,
posteriormente, las reducciones sucesivas de precios permitirán llegar a todos
los consumidores.

La demanda es inelástica, ya que los consumidores tienen poca información


sobre el producto y, además, hay pocos consumidores.
Frente al desconocimiento inicial de las reacciones de los consumidores, tiene
la ventaja de que es una decisión fácil de rectificar mediante descensos de
precios. Por el contrario, las subidas de precios tienen una acogida más difícil.

La utilización de precios iniciales altos produce mayores beneficios con los que
hacer frente a los costes de innovación y lanzamiento; otras veces es utilizado
por no disponer la empresa de recursos necesarios para penetrar en el
mercado.

Suelen ser productos con un corto ciclo de vida.

Tiene el inconveniente de que los precios y beneficios altos traerán nuevos


competidores al sector. Por lo que esta estrategia debe emplearse cuando el
producto está protegido por patentes o existan otras barreras de entrada
(tecnología, capacidad financiera, etc.) que impidan el surgimiento de
competidores.

Esta política, de corte más bien conservador, tiene como alternativa la de


penetración en el mercado, que supone un riesgo mucho más alto. Consiste en
fijar un precio lo suficientemente bajo para asegurar una fuerte demanda que
permita conquistar el máximo de segmentos del mercado; para ello deben
darse las siguientes circunstancias:

Una demanda elástica al precio.

Existencia de economías de escala (reducción del coste medio al aumentar la


producción) que compensen la bajada de precios.

La no existencia de empresas competidoras que dispongan de mayores medios


económicos y política comercial agresiva.

Tener canales de distribución con unas grandes y estrechas relaciones


comerciales.(CEF, 2018)

PLAZA
Para concretar una venta, no basta con tener un buen producto o
servicio a un precio adecuado. Además, hay que tener un plan de eficiencia
para conducir el producto o servicio hasta el cliente.

Es aquí donde entra la plaza, también conocida como distribución.

La plaza (en inglés placement), se entiende como la forma en la cual un


bien o servicio llegará de una empresa a las manos del consumidor final.

¿Para qué sirve?

Todos los productos y servicios después de producidos, necesitan


llegar a su consumidor final y no habría forma de hacerlo si no hubiera un
puente entre los dos.

Es casi imposible que un productor o fabricante alcance de manera


individual todas las tiendas. Por eso, el papel de la plaza es concretar la
transmisión de un producto o servicio hacia los puntos estratégicos de
distribución, para que lleguen impecables a sus consumidores.

Variables de la distribución

La distribución puede ser ejecutada mediante actividades realizadas por


la propia organización y a través de un intermediario. Por este motivo, la
dividimos en dos principales conceptos:

Movimiento físico

Se refiere a las actividades involucradas en el proceso de distribución


física del producto hasta el consumidor final. Estas son algunas:

 Manipulación

 Almacenamiento

 Transporte

 Control de inventario
 Procesamiento de pedidos, etc.

 Canales de distribución

Son los caminos que recorre el producto hasta llegar al consumidor. Se


trata del complejo de empresas que existen para que ocurra la distribución,
incluyendo los agentes, los minoristas y los mayoristas.

Existen distintos tipos de canales de distribución, la diferencia entre ellos


está en la cantidad de intermediarios que hay entre el productor y el usuario
final.

Canal directo

La distribución directa ocurre cuando el productor o fabricante es el único


responsable por entregar su producto o servicio, sin que sea necesaria la
participación de intermediarios. Ejemplos: tiendas de fábrica, prestadores de
servicios, como dentistas, peluqueros, etc.

Canal corto

El canal corto cuenta apenas con un intermediario en su proceso:


fabricante – minorista – consumidor final. Ejemplos: tiendas de automóviles,
hipermercados, librerías.

Canal largo

Este canal es formado, como mínimo, por cuatro niveles: fabricante,


mayorista, minorista y consumidores, aunque pueden intervenir muchos más
intermediarios (distribuidores, almacenistas, revendedores, agentes
comerciales, etc.). Este tipo de distribución es el medio más común de la gran
parte de los productos de consumo. Ejemplos: supermercados, tiendas
tradicionales, galerías de alimentación.

Elección del canal de distribución


Estás de acuerdo con que no es lo mismo vender productos lácteos y
electrónicos, ¿verdad? Pues hay mucho que considerar: transporte,
almacenamiento, intensidad de distribución, consumidores y por ahí sigue la
lista.

Por eso, la proyección de un canal de distribución debe considerar


algunos factores:

Evaluación del mercado real (compuesto por personas u organizaciones


que tienen necesidad de un producto o servicio, posee el dinero necesario para
cubrirla y voluntad de gastarlo) y potencial (público que no consume el producto
o servicio, pero que tienen o pueden llegar a tener la necesidad de consumirlo
en un horizonte temporal establecido).

Estudio de las características, comportamientos y necesidades de los


clientes, así como su cantidad, su dispersión geográfica y su frecuencia de
compra.

Determinación de las propiedades del producto o servicio (permanencia,


dimensiones, grados de estandarización, etc.).

Definición de los atributos de los intermediarios en cuanto al tipo de


transporte, sistema de equipos y almacenaje utilizado, tecnología de la
información, entre otros.

Análisis de las características ambientales relativas a las condiciones


locales, la humedad y la temperatura.

Evaluación de las empresas involucradas en la solidez financiera, los


productos, los niveles de servicio, el marketing, la marca, etc.

Estrategias de canales de distribución

Otro punto importante al momento de pensar en la estrategia de la plaza,


es considerar qué modalidad de distribución se llevará a cabo. La elección de
la modalidad está condicionada al tipo de producto y al mercado que la
empresa quiere dirigirse.
Distribución exclusiva:

en esta modalidad, el productor elige un intermediario y le autoriza la


venta exclusiva en una determinada región. En este tipo de sistema,
normalmente, el distribuidor se compromete a no vender productos de la
competencia.

Es muy usada cuando el negocio requiere la lealtad del distribuidor y un


alto grado de control sobre su actividad.

Distribución intensiva:

Aplica la lógica de “cuanto más, mejor”. El fabricante vende por medio


del máximo de intermediarios que sea posible. Se utiliza cuando se quiere
generar gran disponibilidad del producto en el mayor número de puntos de
venta.

Distribución selectiva:

Se produce cuando el fabricante vende a través de un grupo


seleccionado de intermediarios. Es utilizado cuando el negocio necesita
valorización.

Ubicación del punto de venta

La localización del punto de venta es una decisión de gran importancia


para el negocio. Si una empresa logra elegir bien su ubicación y alcanzar el
público adecuado, no tengas dudas de que tendrá éxito en sus ventas.

Para elegir la ubicación, una empresa debe considerar factores como la


relación costo beneficio. Además, si se trata de un espacio físico, debe buscar
lugares con buena visibilidad, fácil acceso, de estructura adecuada (vitrinas
atractivas, buena iluminación y disposición de productos, etc.) entre otros
aspectos.

En el caso de los establecimientos virtuales y online, analisar cuáles se


usarán (e-commerce, catálogo, redes sociales) también es esencial.
La plaza o distribución es muy importante para que el consumidor tenga
acceso a las ofertas del producto. Nada más peligroso para una marca que un
consumidor que se interesa por su producto pero no logra encontrarlo. ¡Así que
ya ves porqué este elemento es tan primordial.

Esperamos haberte ayudado a entender el concepto de plaza en el


marketing, aunque ¿sabias que existen otros pilares fundamentales para una
estrategia de marketing? ¡Mira las 4p’s del marketing: comprende el concepto
de la mezcla de mercadeo para saber más!(Grapsas, 2018)

PROMOCIÓN

Después de crear el producto y resolver cuestiones de patente,


tu siguiente paso será ponerlo en el mercado, a la venta. Sin embargo, muy
poco conocemos de tu nuevo producto. Tu gran desafío es, entonces, hacer el
producto conocido, convencer a la gente de comprarlo y hacer que
recuerden cuándo tienen problemas. En la perspectiva de los estudios de
Publicidad y Mercadotecnia, debes lidiar con una de las 4p’s: el P de promoción
en el marketing.

Las 4p’s del marketing son: Producto, Precio, Plaza y Promoción. Estas
4p’s son conocidas también como Mezcla de Mercadeo. Son los cuatro pilares
básicos de cualquier estrategia de marketing y, cuando están en equilibrio,
influyen en la conquista del público.

Hoy, sin embargo, vamos a presentar a fondo para ti uno de estos 4p’s:
el P de promoción.

¿Qué es la promoción en el marketing?

Algunos estudiosos de Publicidad y Marketing, como McCarthy y


Perreault, definen la promoción cómo la acción de transmitir información entre
el vendedor y los compradores potenciales u otros miembros del canal para
influir en sus actitudes y comportamientos.

Otros estudiosos, a su vez, como Stanton, Etzel y Walker, definen la


promoción como todos los colores personales e impersonales de un vendedor
al representante del vendedor para informar, persuadir y recordar a una
audiencia objetivo.

El hecho es que la promoción se refiere a la comunicación con el objetivo


específico de informar, persuadir y recordar una audiencia objetivo.

Y entonces, ¿para qué sirve la promoción?

La promoción es una herramienta del marketing que busca interferir en el


comportamiento y las actitudes de las personas a favor del producto o servicio
ofrecido por una empresa. Por lo tanto, la promoción sirve para que le des
fuerza a tu producto o servicio, hazlo conocido, convincente e inolvidable.

Principales herramientas de promoción en el marketing

Para alcanzar los objetivos específicos de informar, persuadir y recordar,


la promoción tiene sus propias herramientas estratégicas. Estas herramientas
son:

1. Publicidad

Se refiere a cualquier forma de presentación y promoción de ideas,


bienes o servicios. A través de la publicidad, puedes informar, dar a conocer,
persuadir o estimular el consumo del producto o servicio. Puedes posibilitar
también que los consumidores recuerden tu producto o servicio a través de
medios impersonales.

Los canales más recurrentes de la publicidad son: anuncios en TV, radio,


internet o impresos.

Para la adopción de canales de publicidad, es importante seguir estos 5


pasos para una toma de decisión eficiente:

1. Definir objetivos (¿Lo que estoy buscando a través de la publicidad?)

2. Decidir sobre el presupuesto (¿Cuánto estoy dispuesto a gastar con


publicidad?)
3. Adopción de mensaje (¿Qué mensaje quiero transmitir a través de la
publicidad?).

4. Decisión sobre los medios que se utilizarán (¿Cuál es el alcance,


frecuencia e impacto que estoy buscando para mi publicidad?).

5. Evaluación (¿Las estrategias de publicidad adoptadas alcanzaron mi


objetivo?)

2. Promoción de Ventas o Merchandising

La promoción de ventas se refiere a un conjunto de técnicas, incentivos o


actividades para estimular la afluencia de público y maximizar la compra o
venta de un producto o servicio. Las principales formas de merchandising son:
montar puestos de degustación, regalar artículos publicitarios que lleven
consigo el logo o la marca de la empresa (como, por ejemplo, camisetas,
gorras, llaveros, etc.), realizar feria de exhibición de productos, hacer
concursos, rifas, juegos, sorteos y decorar lugares estratégicos, ofrecer
paquetes promocionales, ofrecer promociones en los puntos de venta, etc.

La promoción de ventas también puede ser de 3 tipos, según el blog Promoción


Empresarial:

1. Promoción Comercial: tiene el objetivo de conseguir el apoyo


del revendedor e incrementar sus deseos por vender.

2. Promoción para la fuerza de ventas: tiene el objetivo de


estimular la fuerza de ventas y conseguir resultados más eficaces en los
colores de ventas del grupo.

3. Promoción para establecer una franquicia con el consumidor: tiene el


objetivo de promover el posicionamiento del producto y un mensaje de
venta en el trato.

4. Eventos y Experiencias
A través de eventos puedes hacer conocido tu producto o servicio y
ofrecer la posibilidad al consumidor de estar en contacto y experimentar con el
producto o servicio.

Los eventos más estratégicos de esta herramienta de promoción en el


marketing son: exposiciones artísticas, visitas a fábricas, museos de la
empresa, eventos deportivos y actividades en la calle.

5. Venta Personal

La venta personal es una estrategia de promoción en el marketing por la


cual promueves un producto o servicio a través de una interacción directa y
personal (“cara a cara”) entre vendedor y consumidor individual.

Para adoptar la estrategia de venta personal es importante seguir


los siguientes pasos: 1) pensar en clientes potenciales, 2) clasificar a los
clientes potenciales en orden de importancia, 3) recoger información sobre los
clientes potenciales y planificar la forma de abordarlos, 4) presentarse a los
clientes potenciales, 5) presentar el producto a los clientes potenciales y
planificarse con buena argumentación, 6) hacer negocio y cerrar la venta y 7)
mantenerse en contacto con el cliente para realizar un seguimiento.

Las principales estrategias de venta personal son: programas de


incentivo, representaciones de venta, muestras, reuniones de venta y
espectáculos comerciales.

6. Marketing Directo

El marketing directo permite que promuevas el producto o servicio a


un consumidor individual a través de medios que permiten comunicarte
directamente con él. Esta estrategia de promoción permite una mayor
adaptabilidad del producto o servicio a la necesidad o interés del consumidor.

Los principales canales de marketing directo son: e-mail, internet,


telemarketing, correo, compras por internet.

7. Relaciones públicas
Las relaciones públicas son importantes para la imagen de tu empresa.
Ellas son un conjunto de actitudes cuya finalidad es crear y mantener
una buena imagen de tu producto o servicio ante el público y ante los propios
trabajadores. Esta es una de las herramientas de promoción menos
comentadas, pero es la que más impacto tiene al promover la preferencia por
un producto o servicio.

Los principales mecanismos para mantener relaciones públicas son:


boletines de prensa, donaciones, relaciones con la comunidad, participar y
apoyar eventos culturales y deportivos.

Estrategias y técnicas para promoción en el marketing

La promoción en el marketing exige una serie de técnicas de marketing


para alcanzar objetivos específicos con estímulos diversificados en un
determinado tiempo. El objetivo principal es ofrecer un incentivo al consumidor
para que se vea estimulado a comprar un cierto producto o servicio,
aumentando las ventas de la empresa.

Pero para que eso ocurra de manera efectiva, necesitamos desarrollar


estrategias y técnicas para que la promoción funcione. Veamos ahora algunos
de estos tipos:

1. Eventos

Es muy importante tener creatividad en este momento, ya que en


muchos lugares se puede realizar este tipo de acto.

2. Concursos

Es un clásico del marketing que todavía tiene resultados efectivos, ya


que necesita de la participación directa de las personas.

3. Programas de fidelización
El cliente es el eje central de la estrategia profesional y comercial, donde
el programa hace que la persona sea como parte de un grupo selecto de la
empresa, lo que genera un tipo de importancia para el cliente.

4. Promociones económicas

Aquí se incluye todas las promociones que tienen algún tipo de


recompensa económica: descuentos, vales o cupones, por ejemplo.

5. Promociones del producto

Son las promociones de atracción directa al producto: Entrega de


muestras gratuitas, mayor entrega del producto con un mismo precio,
degustaciones, regalos, etc.

6. Redes sociales

Es una herramienta básica para todos de la actualidad, ya que es


gratuito o de bajo costo. Además, es de poco uso y de gran atracción. Pero
aquí se exije más que solo publicar y esperar que llegue al cliente. Hay que
desarrollar estrategias que ayuden a tu negocio a llegar a los clientes correctos.

7. Campañas por correo electrónico

Teniendo claro el concepto de un buen email marketing (aquel donde se


explora bien el correo, sabiendo cuáles clientes alcanzar y la mejor manera de
hacerlo), seleccionamos lo que mejor llama la atención de los clientes,
atendiendo a nuestras necesidades y aplicamos en el envío de los correos.

8. Buzoneo

Esta estrategia está en la misma línea de la anterior, pero está obsoleta.


Tener en cuenta que no siempre esta estrategia alcanzará a la persona que
busca tu empresa.

9. Sé simpático
No basta publicar un buen texto o agregar una buena imagen: Si te
desentiendes de todo, cualquier esfuerzo que hagas puede irse abajo. Si algún
cliente te busca con una duda, contéstale. Haz el esfuerzo de responder a
todos, uno a uno, de manera simpática y respetosa. No es nada eficaz
preocuparse apenas con cantidad y no con la calidad.

Es importante tener en cuenta qué tipo de estrategia quieres para cuál


tipo de desarrollo. Dentro de las estrategias arriba, podemos tener las
siguientes divisiones:

Estrategias de impulso

Se trata de incentivar a las personas encargadas de la venta del


producto para que de esta manera lo hagan de la mejor manera posible.

Estrategia de atracción

Diferente de la estrategia anterior, en esta el objetivo es el consumidor


del servicio o producto.

Estrategia híbrida o combinada

En esta estrategia se combinan elementos de las estrategias de impulso


y de las de atracción. Es decir, se obsequiará tanto a vendedores como
consumidores finales.

Esperamos que estos consejos hayan sido de gran valor para promover
tu producto o servicio. Para saber más sobre las otras 3P’s del marketing,
visita el siguiente artículo: Las 4p’s del marketing mix.(Redactor Rock Content,
2018)
BIBLIOGRAFÍA

CEF (2018). Marketing XXI. Concepto de producto. Recuperado de


https://www.marketing-xxi.com/concepto-de-producto-34.htm

CEF (2018). Marketing XXI. La estrategia de precios. Recuperado de


https://www.marketing-xxi.com/concepto-de-producto-34.htm

Grapsas, T. (2018). Qué es Plaza en la mezcla de marketing. Recuperado


de https://marketingdecontenidos.com/plaza-en-el-marketing/

Redactor Rock Content (2018). Qué es Promoción en la mezcla de


marketing. Recuperado de https://marketingdecontenidos.com/promocion-en-el-
marketing/

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