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Procedimientos Constructivos y Ambientes Energeticos en Muros TESIS PDF
Procedimientos Constructivos y Ambientes Energeticos en Muros TESIS PDF
— MÉXICO —
ISBN: 978-970-36-0477-7
FIPN: 2007-508
Prólogo ............................................................................................................ 11
Introducción ...................................................................................................... 5
Antecedentes ..................................................................................................... 6
Es menester destacar el gran auge que tales temas están suscitando, tanto en
México como internacionalmente, donde organizaciones como la Agencia
Internacional de la Energía están poniendo en práctica importantes progra-
mas de investigación y desarrollo. No se debe olvidar que más de 30% del
consumo de energía primaria proviene del sector de la edificación, y el papel
que puede jugar la arquitectura bioclimática para reducir el consumo energé-
tico se presenta muy relevante.
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La gran novedad de este libro no es sólo exponer de una manera sencilla las
distintas condiciones que el arquitecto o ingeniero tiene en cuenta en la pro-
puesta de muros en el diseño de los edificios, sino que además proporciona
estudios desde leyes reglamentarias, pasando por una contribución efectiva
en el sistema estructural, hasta conocer el comportamiento ambiental de los
muros de tabique y bloques, mediante una serie de pruebas de laboratorio.
Estamos convencidos que esta investigación y las sucesivas que sobre el tema
se estudian, contribuirán a la extensión del conocimiento y a la aplicación de
técnicas para que el proceso de edificaciones sea más eficaz, y así conseguir
que los conceptos de arquitectura e ingeniería se encuentren cada vez más
vinculados con los conceptos energéticos.
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El comportamiento del edificio puede verse afectado por las variaciones que
en los muros se presenten debido al calor, al sonido, al movimiento del aire y
a ciertos aspectos ocasionados por la penetración del agua.
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nada también por los parámetros objetivos del ambiente, los cuales entran ya
a formar parte de las propuestas para un nuevo orden arquitectónico; por tal
razón aquí vamos a hablar del muro desde el punto de vista de la envoltura
global o recubrimiento, que permita aislarse de las acciones exteriores y con-
seguir condiciones adecuadas en el interior del edificio, para que el ser huma-
no pueda realizar sus actividades en condiciones óptimas y con seguridad;
buscando con esto responder prioritariamente a las realidades sociales,
contextuales y constructivas, para propiciar un sistema general de
sustentabilidad.
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2.1.1. Agua
En una edificación el agua es un agente que está presente en todos los casos
de patología de la construcción; en los casos patológicos el agua se presenta
por medio de:
La acción indirecta del agua en otros casos de daños se debe a que ésta produ-
ce procesos físicos, químicos, y además causa numerosos perjuicios y deterio-
ros básicos en la construcción del edificio.
Los daños que pueden producir en los edificios cuando los muros sobre los
que inciden tienen defectos constructivos o de diseño.
Aunque las humedades por capilaridad son muy difíciles de combatir, su re-
ducción o eliminación no sólo mejora las condiciones de vida de los usuarios,
sino que evita la aparición de problemas estructurales, especialmente en las
construcciones con estructura metálica o de entramados de madera.
por ello, un adecuado diseño de los elementos metálicos tiene que evitar
que se deposite el agua y la suciedad.
• Pudrición de la madera.
En los diferentes códigos y reglamentos existentes en el ámbito mundial
se establecen una serie de exigencias que cumplir:
- Las partes del edificio que puedan ser afectadas por escurrimientos
deben construirse de manera que se impida el paso inadecuado del agua
al interior.
Cuando una pared opaca y homogénea se coloca entre dos ambientes a dife-
rente temperatura, se produce una transferencia de calor de la cara caliente a
la cara fría, dicha transmisión se produce en varias formas:
- Del aire interior (ambiente más caliente) a la cara interna de la pared por
convección (a través del aire caliente en contacto con la pared más fría).
- Las partes de los muros en las que se puede formar puentes térmicos
deben ser tratadas adecuadamente.
2.1.3. El viento
- El viento combinado con la lluvia causa que ésta penetre a través de las
fachadas cuando los materiales son porosos. También puede penetrar a
través de las juntas del revestimiento exterior (fachadas transventiladas) o
a través de fisuras, grietas y juntas más resueltas que puede tener el muro.
Los procesos citados serán mayores cuanto mayor sea el trayecto o masa de
aire que han de recorrer los rayos solares a través de la atmósfera.
2.1.5. El sismo
De acuerdo con diversos autores que nos describen qué es un sismo, podemos
decir:
Comportamiento sísmico
1) Poco peso. Se recomienda que las estructuras sean ligeras, pues las fuer-
zas de un terremoto surgen como consecuencia de la inercia de las masas al
desplazarse, por lo que cuanto menos pesen, menores serán los efectos de
los cataclismos sobre ellas.
2.1.6. El ruido
El sonido se traslada a través del aire, pero también puede propagarse a me-
diante los materiales: acero, madera, concreto, albañilería o de cualquier ma-
terial rígido de construcción. Por ejemplo, el sonido de una pisada o el correr
de un niño son transmitidos inmediatamente a través de una losa de concreto
al aire de la habitación de abajo. La estructura puede transmitir el ruido o la
vibración de una máquina sujeta a la pared o apoyada sobre el suelo.
El diseño de los edificios tiene que cumplir los requisitos y las exigencias esta-
blecidas en la normatividad vigente, cuya finalidad es evitar que los usuarios de
los edificios padezcan enfermedades o molestias causadas por el ruido.
2.1.7. El fuego
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La seguridad en las estructuras precisa que se tenga en cuenta todos los efec-
tos de las cargas que especifica el reglamento y que son:
2. Acciones Variables. Son las que actúan en una estructura con una intensi-
dad que varía en el tiempo en forma significativa.
3. Acciones Accidentales. Son las que actúan en una estructura con intensi-
dades significativas solamente durante cortos espacios de tiempo.
2.1 La carga viva debido al peso de las personas, muebles y maquinaria no fija.
Por lo que se refiere a los muros, se puede decir que los estructurales signifi-
can una contribución efectiva en un sistema estructural, de dos maneras posi-
bles: (Fisher, R., 1976.)
Para estas funciones estructurales básicas, los muros pueden tomar una o
varias formas:
La estructura que aparece en la figura 6a, pertenece a los casos en que los
elementos del sistema se apoyan más bien sueltos o de forma simple, como en
la fabricación de ladrillos o de bloques. La figura 6b se refiere al caso de que
se cree una unión rígida resistente a los momentos propios de una estructura
monolítica de concreto armado. En tales circunstancias la capacidad de per-
manencia de la estructura depende de los momentos de resistencia frente a la
flexión de los muros y de sus juntas con las losas.
En el caso de dos muros estructurales perpendiculares (fig. 8), una fuerza hori-
zontal obligará al sistema a girar alrededor del eje común 0-0. Cualquier muro
(idem) no radialmente dispuesto desde el eje 0-0 contribuirá a estabilizar el
sistema porque la fuerza actuante (o una sustancial componente de ésta) queda
en el plano de (idem). Por tanto, ésta se ve sometida al esfuerzo cortante.
• Sostener los pisos superiores y los techos, así como las cargas superpuestas.
• Evitar la penetración de la humedad.
• Proporcionar un aislamiento térmico adecuado.
• Proporcionar suficiente aislamiento acústico.
• Ofrecer suficiente resistencia al fuego.
• Tener una apariencia agradable y una distribución satisfactoria de las
ventanas y las puertas.
Antes de elegir algunos materiales para construir casas o edificios hay que
pensar en:
Una grieta o fisura puede tener múltiples orígenes. A veces una simple mirada
puede darnos la pista, pero en la mayoría de los casos para detectar las causas
reales hay que realizar una pesquisa que requiere unir datos aislados, observa-
ciones, comprobaciones simples o más complejas, unida al razonamiento ló-
gico y crítico para determinar la causa del defecto.
Una grieta es una abertura que abarca todo o casi todo el espesor del muro. Una
grieta en su máxima expresión pasa de lado a lado de un muro. Puede darse
sobre el tabique o puede dirigirse siguiendo el camino del mortero (mezcla de
asiento).
a. Problemas de humedad.
b. Problemas de estabilidad, resistencia del terreno, movimientos diferen-
ciales, etc. Estructurales.
c. Mala ejecución en obra.
d. Deficiencias en el diseño.
a. Problemas de humedad
El muro está expuesto permanentemente a diferentes tipos de humedad.
Por momentos absorbe y por momentos evapora. Esta variación en el con-
tenido de humedad lo somete a expansiones y contracciones muy impor-
tantes que provocan cambios dimensionales, que a su vez se traducen en
empujes estructurales a los elementos vecinos.
Si hay anclajes entre las columnas y la pared, estas grietas aparecen a poca
distancia de las columnas, si no tiene anclajes en el centro del paño. Estas
fisuras verticales son contrarrestadas por el peso propio del muro. A su vez,
estos esfuerzos de contracción se traducen en empujes horizontales que ac-
cionan contra los elementos a los cuales están vinculados.
Este tipo de esfuerzo está más vinculado a los arriostres que pueden ceder
parte de su anclaje, que en problemas en los planos de asentamiento.
Figura 12. Empuje producido por la expansión de la losa sobre las paredes.
A su vez existe una relación inversa entre agua y resistencia de un suelo arci-
lloso. A mayor expansión menor resistencia. Luego si el contenido de agua
sigue aumentando, por ejemplo, por largos periodos de lluvias o pérdida de la
capacidad de absorción del terreno, se pierde rápidamente volumen y el me-
canismo se invierte.
Actividad física y mental. Nuestro cuerpo debe generar calor para mante-
ner la temperatura corporal, pero también es un “subproducto” de nuestra
actividad física y mental. Para una situación de reposo, el cuerpo consume
unas 70 K cal/hora, frente a una situación de trabajo, donde se pueden con-
sumir hasta 700 K cal/h para un ejercicio físico intenso.
Ropa de abrigo. La ropa de abrigo mantiene una capa de aire entre la super-
ficie de nuestro cuerpo y el tejido que nos aísla térmicamente. Aunque la ropa
de abrigo provoca una sensación de calentamiento del organismo, en realidad
lo único que hace es reducir las pérdidas de calor, pues, evidentemente, no
consumen energía ninguna y, por tanto, no producen calor. Como no consu-
men, es el mecanismo más barato energéticamente hablando para regular la
temperatura del cuerpo.
Temperatura del aire. Es el dato que siempre se maneja pero, como decía-
mos, no es el fundamental a la hora de alcanzar el confort térmico.
Movimiento del aire. El viento aumenta las pérdidas de calor del organismo,
por dos causas: por infiltración, al internarse el aire en las ropas de abrigo y
“llevarse” la capa de aire que nos aísla; y por aumentar la evaporación del
sudor, que es un mecanismo para eliminar calor (ver más adelante “calor de
vaporización”).
Efecto climático del suelo. El suelo tiene mucha inercia térmica (ya explica-
mos lo que es esto), lo que amortigua y retarda las variaciones de temperatu-
ra, entre el día y la noche, e incluso entre estaciones. La amortiguación de
temperatura que se produce depende de la profundidad y del tipo de suelo.
Para amortiguar las variaciones día- noche el espesor debe ser de 20-30 cm;
para amortiguar las variaciones entre días de distintas temperaturas, el espe-
sor debe ser de 80 a 200 cm, y para amortiguar variaciones invierno-verano,
ser requieren espesores de 6-12 m.
Hay que cuidar los llamados puentes térmicos, que son lugares de refuerzo
o juntas de los paramentos que pueden estar construidos con materiales dife-
rentes al resto, existiendo una discontinuidad de la capa aislante. Estos luga-
res pueden convertirse en vías rápidas de escape del calor.
Sin embargo existe otra causa de pérdida de calor: la ventilación. Para que
una casa sea salubre necesita un ritmo adecuado de renovación de aire. Si esta
renovación se realiza con el aire exterior, estamos perdiendo aire caliente e
introduciendo aire frío. Hay que llegar a un compromiso entre la ventilación
que necesitamos y las pérdidas de calor que podemos admitir, a no ser que se
“precaliente” el aire exterior de alguna manera.
Microclima
Al construir una casa bioclimática, el primer estudio tiene que dedicarse a las
condiciones climáticas de la región y, después, a las condiciones microclimáticas
de la ubicación concreta.
Ubicación
Forma y orientación
Los materiales calentados por la energía solar guardan este calor y lo liberan
posteriormente, atendiendo a un retardo que depende de su inercia térmica.
Para un mayor rendimiento, es aconsejable disponer de sistemas de aislamien-
to móviles (persianas, contraventanas, etc.) que se puedan cerrar por la noche
para evitar pérdidas de calor por conducción y convección a través del vidrio.
Los sistemas de captación pueden ser definidos por dos parámetros: rendi-
miento, o fracción de energía realmente aprovechada respecto de la que inci-
de, y retardo, o tiempo que transcurre mientras la energía es almacenada y
liberada. Hay varios tipos de sistemas:
La vivienda con elevada masa térmica mantiene una temperatura sin varia-
ciones bruscas, relativamente estable frente a las condiciones externas. El
3.9.1. Ventilación
Una ventilación convectiva que introduzca como aire renovado aire caliente
del exterior será poco eficaz. Por eso, el aire de renovación puede provenir, por
ejemplo, de un patio fresco, de un sótano, o de tubos enterrados en el suelo.
Nunca se debe ventilar a un ritmo demasiado rápido, que consuma el aire fresco
de renovación y anule la capacidad que tienen los dispositivos anteriores de
refrescar el aire. En este caso es necesario frenar el ritmo de renovación o inclu-
so detenerlo, y esperar la noche para ventilar de forma natural.
La elevada inercia térmica del suelo produce que las oscilaciones térmicas del
exterior se amortigüen cada vez más según la profundidad. A una determina-
da profundidad, la temperatura permanece constante (por eso el aire del inte-
rior de las cuevas permanece a una temperatura casi constante e independiente
de la temperatura exterior). La temperatura del suelo suele ser tal que es me-
nor que la temperatura exterior en verano, y mayor que la exterior en invierno,
con lo que siempre se agradece su influencia. Además de la inercia térmica,
una capa de tierra puede actuar como aislante adicional.
Las cuevas siempre fueron utilizadas como protección frente a las inclemencias
del tiempo; los sótanos han sido conocidos siempre por su frescor del verano, pero
las dos grandes desventajas del enterramiento: la ausencia de luz y la alta hume-
dad relativa, han hecho que cualquier idea de habitar bajo suelo sea infravalorada.
Sin embargo, nuevos diseños pretenden aprovechar los efectos climáticos del sue-
lo sin suponer una merma de iluminación y controlando la humedad.
Una idea interesante puede ser que ciertas fachadas de la casa estén enterradas
o semienterradas. Por ejemplo, una casa en una pendiente orientada al sur se
puede construir de tal manera que la fachada norte esté parcialmente enterrada,
o enterrarla totalmente e incluso echar una capa de tierra sobre el techo (que
será plano). La luz entrará por la fachada sur y, si fuera necesario, se pueden
abrir claraboyas para la iluminación de las habitaciones más interiores.
Cada uno debe evaluar para qué va a utilizar este espacio. Para aprovechar su
aislamiento, se puede colocar en la fachada norte (más fría en invierno), o en la
fachada oeste (donde el sol del atardecer de verano castiga de forma especial).
Es evidente que en verano hay que reducir las ganancias caloríficas al mínimo.
Ciertas técnicas utilizadas para el invierno (aislamiento, espacios tapón) contri-
buyen con igual eficacia para el verano. Otras técnicas, como la ventilación,
ayudan casi exclusivamente en verano. Sin embargo, los sistemas de captación
solar pasiva, tan útiles en invierno, son ahora perjudiciales, por cuanto es nece-
sario impedir la penetración de la radiación solar, en vez de captarla.
Por fortuna, en verano el sol está más alto que en invierno, lo cual dificulta su
penetración en las cristaleras orientadas al sur. La utilización de un alero o
tejadillo sobre la cristalera dificulta aún más la penetración de la radiación
directa, y afecta poco a la penetración invernal.
También el propio comportamiento del vidrio nos beneficia, porque con án-
gulos de incidencia de la radiación más oblicuos, el coeficiente de transmisión
es menor. A pesar de estos beneficios, contamos con tres inconvenientes:
Para hacerse una idea, hemos estimado que la radiación recibida por una fa-
chada sur en Tlaxcala es de 2.43 Kwh/m2 en enero y de 4.56 Kwh/m2 en
agosto, por término medio. Esto significa que necesitamos dispositivos que
impidan a esta radiación llegar hasta nuestra cristalera. Algunos de estos dis-
positivos son:
• Alero fijo, con unas dimensiones adecuadas que impidan algo la penetra-
ción solar en verano y no estorben mucho en invierno. Para hacerse una
idea, un tejadillo situado a 0.5 m por encima de la cristalera, y con 1.3 m
de anchura, en Tlaxcala, si la cristalera tiene 2 m de alto, hace que la
radiación solar incidente sea de 2.24 Kwh/m2 en enero (8% menor que
sin alero) y de 2.71 Kwh/m2 en agosto (41% menor), en promedio.
• Toldos y otros dispositivos externos, cuya ventaja es que son ajustables
a las condiciones requeridas.
• Alero con vegetación de hoja caduca. Debe ser más largo que el alero fijo
y con un enrejado que deje penetrar la luz. Tiene la ventaja de que las hojas
se caen en invierno, dejando pasar la luz a través del enrejado, mientras que
en verano las hojas lo vuelven opaco. El ciclo vital de las plantas de hoja
caduca coincide mejor con el verano real que con el solsticio de verano; así,
no tenemos el inconveniente que comentábamos con el alero fijo.
Algunas de las técnicas anteriores son válidas en general para proteger tam-
bién muros y no sólo cristaleras, aunque quizá las mejores técnicas en este
caso sean disponer plantas trepadoras sobre los muros y utilizar colores poco
absorbentes de la luz solar (colores claros, en especial blanco). Los espacios
tapón también protegen eficazmente (desván y estacionamiento).
Las fachadas este (al amanecer) y oeste (al atardecer), así como la cubierta
(durante todo el día), también están expuestas a una radiación intensa en vera-
no. Se procurará que en estas zonas haya pocas aberturas (ventanas y clarabo-
yas), o que sean pequeñas, puesto que no tienen utilidad para ganancia solar
invernal, aunque se les puede necesitar para ventilación o iluminación.
Sin embargo hay que considerar dos cosas: por una parte, un exceso de vege-
tación puede crear un exceso de humedad que, combinado con el calor dismi-
nuirá la sensación de confort, por otra, en invierno habrá también algo más de
humedad. De cualquier manera, en climas calurosos suele ser conveniente
casi siempre el uso de esta técnica. El riego esporádico alrededor de la casa, o
la pulverización de agua sobre fachadas y tejado, también refrescará la casa y
el ambiente.
Los muros deben tener suficiente espesor para que los esfuerzos se manten-
gan dentro de los límites permisibles de los esfuerzos de compresión en los
materiales del muro, por ejemplo los ladrillos y el mortero. (Fisher, op. cit.)
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Figura 39. Tensión no uniforme por desplazamiento de las cargas respecto del eje.
Con casi todos los materiales utilizados en muros, el grosor necesario para
satisfacer las condiciones de control ambiental es tal, que las tensiones debi-
das a la carga estructural son considerablemente menores que las admitidas
por los reglamentos. No obstante, en algunos edificios grandes, puede ser
necesario recurrir a espesores y otras dimensiones determinados por los regla-
mentos y normas de construcción, a fin de satisfacer los requerimientos es-
tructurales.
Construcción
que se fija al muro con adhesivo y se cubre con tres capas de enlucido; y
piezas prefabricadas con un núcleo de uretano o poliestireno que se fija con
adhesivo, anclajes de metal o enlucido.
Los niveles de ruido tanto dentro como fuera de los edificios han aumentado
considerablemente en los últimos años. Dos tipos de fuentes producen los
ruidos que se oyen en una vivienda, los propagados por el aire, como la con-
versación, los instrumentos musicales y los altoparlantes, y las de impacto,
como las pisadas y el movimiento de muebles.
resistentes al fuego que los demás muros del propio edificio, aun si las rodean
“huecos protegidos” para ascensores y escaleras de escape en caso de incen-
dio. Con tales medios se limita la magnitud del fuego al periodo de resistencia
de los elementos de aislamiento o compartimentación y separación.
Cuando se tienen en cuenta las medidas de seguridad a partir del diseño del
edificio, así como las medidas constructivas que contribuyan a la seguridad,
los efectos de un incendio disminuyen considerablemente.
Por ello, los edificios, sean para viviendas u otras actividades, deben tener
una resistencia al fuego (RF) que soporte una combustión total de su conteni-
do combustible, estimándose que el mínimo requerido sea de RF 180 (resis-
tencia al fuego de 180 minutos).
Las alturas y áreas de edificios deben estar limitadas para evitar volúmenes
excesivos sujetos a un solo foco de incendio, y así permitir su evacuación, y
facilitar la intervención de los bomberos. La limitación de áreas interiores de
edificios por medio de subdivisiones contra incendio es igualmente importan-
te, ya que se puede lograr el aislamiento de un incendio y permitir el combate
en el interior.
La integridad constructiva contra incendio protege por igual todos los miem-
bros estructurales. Un solo punto débil puede inutilizar todos los demás me-
dios de protección cuando se produce un incendio, y ocasionar grandes daños,
además de poner en peligro a los ocupantes y bomberos. Un muro tendrá el
grado de resistencia al fuego dado por su rango, sólo si está construido e
instalado con propiedad y se ha unido a otros miembros, de tal manera que la
resistencia al incendio de la combinación no se debilite o disminuya.
Algunos reglamentos como The National Building Code publicado por The
American lnsurance Association (idem), por ejemplo, no aceptan edificios con
un solo frente a la calle, a menos que tenga aberturas de acceso adecuadas para
la intervención de los bomberos, a través de los muros exteriores de cada piso
con no menos de 0.80 m de ancho y 1.20 m de alto, con un antepecho no mayor
de 0.80 m del piso y con una saliente o cornisa, que deben estar espaciadas por
no más de 15 m entre sí. Dichos reglamentos igualmente requieren sistemas
automáticos de rociadores para los edificios sin los accesos equivalentes a los
anteriores, si el edificio es de más de dos pisos de altura y si cualquier piso
encima de la planta baja o primer piso tiene una área mayor de 200 m2.
Los muros contra incendio deben extenderse a lo largo y por encima de los
techos combustibles, a manera de parapeto, para evitar la propagación del
fuego. Un parapeto debe tener 1.00 m de altura mínima en edificios con techo
combustible. En algunos casos son necesarias alturas mayores para mayor
seguridad, como en muros de más de 15 m de longitud. Mientras más alto sea
un parapeto mayor será el grado de seguridad.
Una división contra incendio sirve para evitar la propagación interior del fue-
go, pero no cumple las especificaciones de un muro contra incendio. Estas
divisiones poseen menor resistencia al fuego y no se extienden desde el sóta-
no hasta el techo como los muros contra incendio. Por lo común, se utilizan
para subdividir un piso o un área y se construyen para extenderse desde el
nivel de piso hasta la parte inferior del techo.
Consiste en una reacción química entre las sales de sulfato en los ladrillos de
arcilla y el constituyente de aluminato del cemento Pórtland en el mortero. Se
forma un nuevo compuesto que provoca expansión. Los sitios más vulnera-
bles son los pretiles, los muros limítrofes y de contención y las chimeneas,
donde puede ocurrir el deterioro y la expansión del mortero y la fractura y
resquebrajamiento de los ladrillos. Se aconseja usar ladrillos con un bajo con-
tenido de sulfato en estos sitios y poner especial atención en la distribución
del impermeabilizante.
Morteros inadecuados
Puede haber picadura y fractura del mortero, si el que se usó en las juntas es
demasiado fuerte o si contiene partículas sin apagar de cal viva.
El daño a los ladrillos por las heladas normalmente se limita a la obra nueva o
a los muros que permanecen húmedos durante el invierno. El mortero fuerte
para pegar ladrillo, el mortero poroso para techos y los ladrillos suaves o débi-
les son especialmente vulnerables. Las precauciones que se deben tomar cuando
se colocan ladrillos en climas adversos incluyen: detener la obra cuando la
temperatura esté por debajo de 2 ºC, cuando haya vientos fuertes o lluvia
constante; revisar que los agregados no estén congelados; asegurarse que la
obra nueva se proteja de la lluvia y de la posible helada nocturna, y obtener
predicciones locales del clima.
La acción de la humedad, los ácidos, los sulfatos o los cloruros en los metales
puede causar corrosión, lo que produce expansión y abertura de las juntas en
los muros, la fractura de los ladrillos, y las manchas en los muros causadas por
el óxido. Las medidas preventivas incluyen la aplicación de una pintura
anticorrosiva al metal, una capa de pintura bituminosa y, luego, recubrirlo con
mortero cemento de 25 mm de espesor.
Movimiento
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Si bien las oscilaciones térmicas son menores, pueden causar más deterioro
que los cambios anuales, de intervalo más amplio. La capacidad térmica de
un material determina el ritmo con que varía su temperatura y, en consecuen-
cia, también el del movimiento. Así, los miembros de poco tamaño y escasa
capacidad térmica se calentarán y dilatarán más rápidamente que los más
densos y mayores. Los efectos de esta diferencia serán nocivos si no se pro-
yectan con gran cuidado las juntas, o sea, los lugares donde se reúnen varios
componentes relativamente pequeños y de materiales diferentes.
Así, los productos del cemento sufren una contracción inicial de secado que
viene a ser 50% mayor que cualquier otro movimiento que posteriormente
lleguen a experimentar, además, esta contracción es irreversible. Los ladrillos
de arcilla se dilatan después de salir del horno hasta 0.1% y, en casos excep-
cionales, hasta 0.2%. Pero casi toda la dilatación ocurre antes de su coloca-
ción. Al cabo de una semana de salir del horno se produce ya la mitad de la
dilatación, y parte del resto tendrá lugar antes de que el mortero adquiera toda
su resistencia. De modo parecido, los productos de la madera se dilatan des-
pués de secarlos en el horno.
Los movimientos por asentamiento de los cimientos o por deflexión bajo car-
ga de los elementos portantes entre apoyos suceden por el diseño estructural.
Muchas veces se puede predecir la magnitud de la diferencia de asentamiento.
Este suele ser el caso cuando un edificio consta de elementos cargados de
modo netamente distinto. Por ejemplo, una casa de plantas con un anexo de
uno o dos pisos, o la ampliación de un edificio. Así, los asentamientos se
producirán en grados distintos en las dos partes, para lo cual se deben prever
juntas especiales para compensar los movimientos.
La formación de sales por acción química dentro del material sucede en de-
terminadas circunstancias. Son ejemplos: la formación de sulfatos en el caso
de cemento y la corrosión de los metales. Para que estas reacciones se desa-
rrollen es necesaria la presencia de agua. Con frecuencia, la formación de
sales causa dilataciones localizadas que, en algunos casos, pueden dar lugar a
deformaciones.
Una vez que se han abierto grietas como resultado de los movimientos descri-
tos, en ocasiones el agua se introduce en ellas, se congela y dilata el material.
Los materiales utilizados para la construcción de muros son particularmente
sensibles a esta clase de deterioro, sobre todo si en la edificación se utiliza
agua, la cual se congelará en los intersticios del cemento o del mortero en fase
de fraguado. Es evidente proteger estos materiales si el tiempo es muy frío.
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Las construcciones hechas con el sistema covintec presentan una mayor re-
sistencia debido a su singular estructura tridimensional de acero de alta resis-
tencia hecha a base de triángulos, la cual queda ahogada en el mortero, lo que
garantiza su resistencia y duración.
.
Ventajas de usar el sistema prefabricado:
• Muy resistente
• Rapidez en la instalación
• Adaptable a cualquier estructura
• Fácil de armar
• Aislante térmico y acústico
• Mayor facilidad en las instalaciones
• No requiere de mano de obra especializada.
Proceso constructivo:
Una vez que se instalan los paneles de muro, se repellan por ambas caras con
mortero de cemento-arena hecho en obra (porción 1:4), de una resistencia a la
compresión f ’c mínima de 100 kg/cm2, hasta lograr el espesor recomendado
de 8 a 10 cm. Los módulos previamente habilitados compuestos de hasta 4
piezas de W Panel se colocan en su lugar, empezando siempre por una esqui-
na, cuidando que las varillas de los anclajes queden por dentro de la estructu-
ra del panel.
Los módulos se sujetan a las anclas mediante amarres con alambre recocido
cal. 18. Una vez que se han terminado de instalar todos los muros es momen-
to de revisar que la totalidad de las instalaciones estén en su lugar. Los muros
ya instalados deben plomearse y rigidizarse antes de iniciar el proceso de apli-
cación del recubrimiento; esto se logra fijando duelas metálicas o de madera
en forma horizontal en la parte superior e intermedia por uno de los lados del
muro, apuntalándolas con otras inclinadas que van fijas al piso. También pue-
den usarse tirantes de alambre entre el muro y el piso para tensarlo y rigidizarlo.
Cualquier error en esta operación nos lleva a corregirlo posteriormente apli-
cando un espesor de mortero mayor al especificado, con el consecuente incre-
mento en el costo de la obra.
Los principales defectos que han sido identificados en los sistemas no tradi-
cionales son:
• Realizar una obra más liviana, reducir los tiempos, y hacer una obra
seca, utilizando productos y técnicas industriales.
• Es un sistema más económico y rápido.
• Hay sistemas pesados, semipesados y livianos.
Los materiales empleados son muy diversos, pero más comúnmente se utili-
zan, el tabique rojo, piedra pómez, madera, metal o plástico.
Canceles de aluminio HB
Este tipo de canceles ofrece muchas bondades, con ellos se obtiene una insta-
lación rápida y muy económica. Esta constituida a base de elementos de alu-
minio barra continua, que permite una colocación cómoda y un acabado
perfecto, asimismo, es ventajosa la ligereza del material y la facilidad para la
instalación del sistema eléctrico.
Este tipo de muro no debe considerarse como elemento de carga, se usa prin-
cipalmente como elemento decorativo o de iluminación. Para su construc-
ción se usarán exclusivamente bloques reconocidos por su calidad y aprobados
por el supervisor de la obra, se vigilará que lleguen en buen estado y que no
hayan sufrido algún deterioro durante el transporte. Se pegarán con juntas de
mortero cemento-arena 1:4, la arena debe ser cernida y se colocará un alambrón
de ¼” entre cada hilada de block si la junta es mayor de 5 mm, y para juntas
menores se usarán tres hiladas de alambre recocido del número 10, retorcido
como amarre. En ambos casos el armado se amarrará a los castillos o elemen-
tos rígidos inmediatos que enmarquen al muro de block, ya sea horizontal o
verticalmente; como acabado es recomendable que las juntas queden redon-
deadas o boleadas con una lechada de cemento blanco.
Todas las estructuras están sujetas a la acción de fuerzas laterales generadas por la
acción del viento, y en algunas zonas geográficas pueden estar sujetas a fuerzas
laterales producidas por el movimiento del suelo durante la acción de un sismo.
Otros tipos de cargas laterales que pueden actuar en las estructuras son las presio-
nes de tierra o explosiones. Se presenta una propuesta para el diseño de los siste-
mas construidos con madera para resistir los diferentes tipos de cargas laterales.
con los datos de las pruebas se presentan valores de resistencia para el diseño
o revisión de muros de cortante.
Tipos de soluciones
Las soluciones de “muros de cortante” que se revisan en este inciso son las que
cuentan como elemento básico con un bastidor sobre el cual se colocan los dife-
rentes materiales de recubrimiento que sirven para impartirle resistencia y rigidez
al muro en su plano. Las características del bastidor se muestran en la figura 43.
continúa
Los muros con aplanado de cemento tienen una resistencia de valor interme-
dio; se observó que dependen directamente de la resistencia del alambre de la
tela de gallinero, puesto que se notó en todos los muros ensayados que el
tablero quedó prácticamente íntegro y los conectores rompieron el alambre
de la malla. Es de esperar que una mayor cantidad de conectores en el períme-
tro del tablero incremente la resistencia de este tipo de forro; esto se deduce
al analizar el tipo de falla.
ductilidad en este tipo de muros como el que presenta una de las curvas que
se extiende más a la derecha que las otras dos. Para lo cual es necesario reali-
zar pruebas variando los factores que influyen en el comportamiento, como
tipo y diámetro de la malla, separación de conectores, etcétera.
Un material que se confirma como adecuado para construir edificios que pue-
dan enfrentar con éxito a los sismos o vientos es la madera contrachapada, ya
que la energía que puede absorber es mayor que la de los demás materiales,
como se puede observar en las curvas de carga-deformación.
continúa
Variedades y funciones
Cualidades
Tipos
a. Sólidos: Del volumen del ladrillo o del bloque, no más de 25% de aguje-
ros pequeños o de 20% en cavidades.
b. Perforados: Agujeros pequeños en más de 25 por ciento.
c. Huecos: Agujeros más grandes en más de 25 por ciento.
d. Celulares: Agujeros cerrados en un extremo en más de 20 por ciento.
Los ladrillos de bloques de calidad común deberán estar bien cocidos y razo-
nablemente libres de grietas y de daños en las aristas y las esquinas, que pro-
vienen de guijarros y partículas expansivas de cal. Cuando se examine una
superficie cortada, deberán mostrar una textura razonablemente uniforme.
Casi todos los tipos de tierra sirven para la construcción de muros, sea por medio
de bloques —adobe— o de muros apisonados. Como hay diferentes tipos de
tierra en su composición, aun dentro de regiones pequeñas muchas veces hay que
combinar varios tipos. Es decir, se usa la tierra del lugar, pero añadiendo más
arcilla cuando es pobre o añadiendo arena cuando es demasiado rica.
Para determinar si la tierra del lugar tiene la composición adecuada para hacer
un muro durable, se hace lo siguiente:
Para hacer el adobe resistente contra la humedad hay que añadir emulsión de
asfalto. Cuando se utiliza aceite quemado en lugar de asfalto, solamente se usará
la mitad de la cantidad. Otra parte de la mezcla puede ser estiércol de caballo en
pequeñas proporciones. También se puede agregar paja, zacate u hojas de pino.
Arena 80 botes
Arcilla 40 botes
Agua 40 botes
Asfalto 10 botes
Se fabrica con tierra arcillosa o barro común, que contenga poca cantidad de
arena, para que al cocerlos no se agrieten ni se deformen, o resulten muy
porosos o fofos.
Una vez secos, su cocción se realiza en hornos; las paredes del horno se ela-
boran de adobe y al piso se le hacen canales para que sirvan de fogones;
también se requieren una entrada y una salida, para meter y sacar los tabiques
que se van a cocer.
Adobe
Para obtener un buen adobe debe agregársele a la arcilla: limo (si no tiene),
paja o zacate (de 10 cm de largo), estiércol de vaca, hoja de pino, crin o pelo
de animal; que mejorarán la calidad del producto obtenido.
• Prueba de plasticidad:
Que la mezcla no se pegue en las manos.
• Prueba de resistencia:
Con cuidado, se hace una tira redonda de la mezcla reposada, de mas o
menos 30 cm de largo, se toma con la mano y se ve dónde se rompe; si la
ruptura se hace antes de 5 cm, habrá que agregar arcilla; si la ruptura está
entre los 5 y 15 cm, la tierra es buena; si acontece después de 15 cm,
entonces le falta arena.
• Prueba de sedimentación:
Se pone en una botella de un litro una cuarta parte de la tierra selecciona-
da, se agrega 1/2 botella de agua; se agita y se deja reposar ocho horas; y
se observa:
10 x 20 x 40 cm
15 x 20 x 40 cm
Los blocks huecos más usados fabricados con máquina, tienen por medidas:
10 x 20 x 40 cm
15 x 20 x 40 cm
20 x 20 x 40 cm
14 x 14 x 44 cm
Los blocks machihembrados son de varios tipos, destacan los que pueden
erigirse sin juntas de mezcla.
También hay blocks sólidos ligeros, que se fabrican con agregados como el
tezontle, etcétera.
El muro de 0.135, “al hilo”, es el más utilizado como muro de carga, para
viviendas de 1, 2 y 3 pisos.
Los muros de tabicón, deben ser empleados principalmente para muros inte-
riores, por su baja capacidad de carga y alta porosidad.
Los muros de block hueco son recomendados por sus cualidades aislantes del
frío y del calor. Se fabrican en forma doméstica y fabrilmente. Para comenzar a
levantar el muro; se coloca después del cimiento una cadena de desplante, con
4 varillas de 3/8" y estribos de alambrón de 1/4", colocándolos a cada 20 cm.
Muros de celosía
Las celosías se deben colocar al hilo y nivelarlas hasta lograr la altura requerida.
Los muros calados permiten el paso del aire para ventilación, protegen del sol
y obstruyen parcialmente la vista. Pueden ser construidos de diferentes mate-
riales y servir de ornato. Su uso es indicado para lugares de clima caliente.
Cuando se requiere, su estructuración se hace por medio de castillos y cade-
nas o con Mon-Ten.
Para pegar el adobe se usa una mezcla terciada de cal, arena y arcilla o una
mezcla de cal-arena 1:6, que puede ser enriquecida con cemento. También se
ha usado como mortero barro especial (atocle).
Los muros de adobe son bastante resistentes si están a plomo, con buenos
amarres y protegidos de la humedad.
Los amarres nunca deberán hacerse de concreto, porque no ligan entre si, y su
trabajo estructural es muy diferente; si se necesitan amarres habrá que hacer
“garabatos”.
Procedimiento de montaje
No obstante, la planificación del proceso debe ir más allá, con el fin de lograr
la máxima productividad de las cuadrillas de operarios y del equipo mecánico
de la obra. Así, se deben almacenar los materiales al alcance de la grúa y en el
orden de utilización previsto, para ahorrarle movimientos a aquélla. Los ma-
teriales a grane, como el mortero, los ladrillos, el concreto (hecho en obra y/
A principios de los años cuarenta, Pier Luigi Nervi revivió la idea original de
Lambot al observar que reforzando el mortero con diversas capas de malla de
alambre, se obtenía un material que presentaba extraordinarias características
mecánicas y con gran resistencia al impacto.
El Mortero.
Los Agregados.
Especial importancia reviste el contenido de finos bajo malla # 50, para efec-
to de la terminación de los elementos. Es recomendable que como mínimo
esté sobre 10 por ciento.
El Agua.
Debe ser potable, limpia y exenta de sales nocivas o materias extrañas que
pueden menoscabar la resistencia del mortero
Los Aditivos.
Consideraciones de diseño.
Propiedades de funcionalidad:
Este tipo de muros presenta grandes ventajas desde todos los puntos de vista;
además de poder resistir esfuerzos de compresión, pueden estar sujetos a
flexiones y empujes horizontales.
Los costos también se ven afectados, lo que origina una reducción del presu-
puesto general, este sistema presenta mayores ahorros en los costos indirec-
tos. La principal diferencia entre el sistema tradicional y el monolítico, se
presenta en el cuadro 13.
- Formaletas
- Concreto
- Acero
- Mano de obra.
En las obras que utilizan estos sistemas, se produce una menor cantidad de
desperdicios y escombros que en obras realizadas con los sistemas construc-
tivos tradicionales, es decir, se tiene una mejor administración de la obra.
Con este sistema se tiene una mejor administración y control, se produce una
reducción de inventarios, debido a que se eliminan piezas de block, sacos de
cemento y cal, etc. También se tiene una disminución de variables por admi-
nistrar (materiales, proveedores y mano de obra).
Son sistemas muy eficientes, pues la estructura funciona también como cerra-
miento.
Las rocas o piedra natural son uno de los más antiguos materiales de cons-
trucción empleados por el hombre. Éste aprendió a trabajar y manejar la pie-
dra natural como arma, herramienta y materia prima para la construcción de
sus primeros refugios y monumentos. Muchos de estos objetos y construccio-
nes primitivas han llegado hasta nosotros, gracias a las condiciones excepcio-
nales del material con que fueron realizadas.
8.1. ROCAS
141
La clasificación más común, agrupa las piedras según su origen, dividiéndolas así:
• Ígneas
• Sedimentarias
• Metamórficas.
Labra de las piedras. Una vez extraídos los bloques de piedra de las canteras o
formaciones de roca en explotación, se procede a darles la forma en que han
de ser colocados en la obra. A este trabajo se le da el nombre de labra. La
labra de la piedra comprende dos trabajos primordiales: el desbaste y la labra
propiamente dicha.
Tampoco deben emplearse piedras que estén aglomeradas con óxidos de magnesio
o hierro, ya que no resistirían al aire. Los exquisitos pizarrosos y piedras que al
golpe se parten en lajas, no deben emplearse, pues son piedras en que la humedad
puede penetrar fácilmente. En cuanto a las piedras que absorben agua o tienden a
disgregarse por las heladas, deben desecharse por completo.
Para este sistema constructivo se debe vigilar que la piedra empleada sea
mayor de 30 cm, exenta de grietas o de deficiencia que disminuye su resisten-
cia, deben rechazarse las piedras redondas; se procurará que una de las caras
del muro sea plana.
Las puntas de mortero no debe ser mayores de 2.5 cm, y cuando por lo morfo
de las piedras quedan espacios mayores de 3 cm, deberá acuñarse con piedras
Si a los morteros se les agrega otro inerte de mayor tamaño como piedras y
cascotes se convierte en concreto.
La elección del tipo de mortero, depende del objetivo que el o los elementos
necesitan cumplir. Ahora más importante es saber identificar el tipo de uso
que se le dará al mortero, ya que si se toma un mortero para pegar piedra en
cimientos, éste no cumplirá las necesidades para pegar tabique.
145
Arena. Se origina por el desgaste de las rocas, hasta formar granos duros de
tamaño pequeño. La arena se encuentra en minas; en las playas de los ríos y
también puede producirse mecánicamente por trituración de piedra. La arena
de mar no se usa en construcción por su gran contenido de materia orgánica y
otras substancias que no son propiamente arena.
El cemento mezclado con arena y agua produce una pasta llamada mortero, y
sirve para ligar piedra, ladrillo, block, etc. Mezclado el cemento con arena
fina y agua, sirve para lechadas en techos, pisos de mosaico, acabados, etcétera.
El mezclado en obra del cemento con sus “agregados” y el agua, deberá ha-
cerse en un lugar limpio para que no se contamine la mezcla con tierra, basu-
ra, materia orgánica, etc.; primero se mezcla el cemento con la arena (dos
pasadas con la pala), después se agrega la grava (tres pasadas) y enseguida se
agrega agua, a razón de aproximadamente 30 l por saco de cemento (deberá
tenerse cuidado de no agregar demasiada agua, porque a mayor cantidad de
agua, menor resistencia y se traspalea); una vez preparada la mezcla, se trans-
porta en botes o carretillas, para su colocación en los moldes o cimbras.
Mezclado mecánico:
Mezclado manual:
Generalmente utilizado para pequeñas cantidades, los pasos por seguir son:
Como las arenas o áridos finos, las gravas son pequeños fragmentos de rocas,
pero de mayor tamaño. Por lo general, se consideran gravas los áridos que
quedan retenidos en un tamiz de mallas de 5 mm de diámetro. Pueden ser el
producto de la disgregación natural de las rocas o de su trituración o machaqueo.
En cuanto a la forma, son preferibles los áridos rodados, esto es, los proce-
dentes de ríos y playas. Los áridos naturales, de forma más o menos redondea-
da, dan concretos más dóciles y de más fácil colocación que los obtenidos con
piedra machacada.
153
• Concreto ciclópeo
• Concreto de cascote
• Concreto precolado
• Concreto blindado
• Concreto aerocluso
Concreto ligero
• Buena resistencia
• Juntas impermeables
• Sin puentes térmicos e hidrófugos
• Adecuada terminación estética.
Materiales:
La calidad de los morteros está dada por los materiales que los componen,
cumpliendo cada uno con una función específica:
continúa
Agrietamiento
Causas:
Soluciones
• Cadenamientos.
Se disponen dos cadenamientos dentro de la pared, uno a nivel de la fun-
dación y otro en la parte superior de la pared, que además de su función
propia sirve de apoyo a la cubierta. Cuando la altura de la pared no excede
los 3 m, y la distancia entre los dinteles y el borde superior no es mayor de
dos hiladas, puede disponerse el cadenamiento superior a la altura de los
dinteles, y se eliminn éstos.
• Refuerzos horizontales.
Otro sistema consiste en disponer dos barras de acero de 6 mm de diáme-
tro cada una dentro del mortero de las juntas horizontales en una o más
hiladas. Estas armaduras deben circundar el perímetro de la construcción.
• Absorción de agua.
La absorción de agua de los bloques no será mayor que 240 kg/m de
concreto, es decir 24 por ciento.
La absorción de agua promedio de la muestra no será mayor que 220 kg/
m de concreto, es decir 22 por ciento.
Para esto fue necesario obtener un esfuerzo correcto en kg/cm2; como éstos
son materiales heterogéneos, se tuvo que aplicar un esfuerzo–deformación
con la finalidad de conocer sus propiedades físico-mecánicas y así saber sus
límites de proporcionalidad elástica y plástica, con el objetivo final de poder
diseñar con el mejor material y dar el grosor que uno desee a los muros.
Al utilizar la ley de Hooke, podemos conocer esos límites y nos ayudan al diseño.
Hooke nos dice que la deformación es directamente proporcional al esfuerzo. El
máximo esfuerzo que un material puede soportar antes de quedar deformado se
denomina límite de elasticidad, y la reacción entre el esfuerzo y la deformación
están determinados por la estructura molecular del material (fig. 53).
165
Con esto último se tienen los datos suficientes para poder dimensionar muros
a nuestras necesidades, sean estructurales, ambientales y estéticos.
Flexión-compresión
Resistió 4 440 kg Fallo con deslizamiento por excentricidad con cortante ± 45º
Foto 7. Falla con deslizamiento por excentricidad con cortante ± 45º en probeta 2.
Compresión
Resistió 19 150 g.
Compresión
Resistió 21 481 kg
Compresión
1) Resistió 1 510 kg
2) Resistió 3 950 kg
Compresión
Compresión
Finalmente con la ayuda del laboratorio se obtienen los datos suficientes para
poder diseñar muros con las exigencias de los elementos de un sistema estruc-
tural y de control ambiental.
183
Resistencia térmica
En la pérdida directa del calor por transmisión a través de los muros, intervie-
nen la forma del edificio y su orientación. La forma de edificación determina-
rá la relación entre superficie de paramentos exteriores y la superficie total, a
través de la cual puede tener lugar la pérdida de calor. La orientación determi-
nará la exposición de los muros y su posible contenido de agua.
Los materiales porosos, que pueden ser buenos aislantes cuando están secos,
son bastante inferiores al respecto cuando están húmedos. Ello se debe a que
el agua absorbida que sustituye el aire intersticial, tiene una resistencia térmi-
ca 20 veces menor. Las proyecciones de los aleros en los coronamientos con-
tribuyen de modo importante a mantener secos los muros y a conservar su
valor de aislamiento.
Conductividad térmica, k
Medida por la cantidad de calor que pasa por la unidad de grosor, por la uni-
dad de superficie de material y por la unidad de tiempo, al mantener una
diferencia de temperatura unida entre ambas caras.
Resistividad, r
Conductancia térmica, C
Transmisión térmica, U
En la figura 58, se ilustran estas unidades. Sus valores dependen de las condi-
ciones físicas en que se usan los materiales. Tanto el contenido en humedad
como el grado de exposición influyen en la cantidad de calor transmitida, al
igual que la capacidad térmica de los materiales y la emisión calórica de su
superficie.
Por tanto, para calcular las pérdidas caloríficas a través de los muros es nece-
sario partir de ciertas hipótesis y aceptar aproximaciones. Así, en la mayoría
de los casos se tiene suficiente precisión al asignar unos valores a las resisten-
cias superficiales: Rso = 0.053 m2 °C/W y Rsi = 0.123 °C/W. La resistencia
de una cavidad hermética de 50 mm puede considerarse de 0.176 m2 C/W sin
gran error. Los sufijos so, si, se refieren a las superficies exteriores e interiores,
respectivamente.
Para paredes de varias capas (fig. 16) la transmisión térmica o valor U viene
dada por:
Donde las R son las resistencias térmicas de las capas y Rsi, Rso, las resisten-
cias de las superficies internas y externas, respectivamente.
Sa sb sn
y U = 1/( —— + —— +............+ — + Rsi + Rso)
ka kb kn
1
U = —————————————————————
Rso + Ra + Rb + Rc + Rd + Rsi
1
U = ———————————————————————— W/m2 ºC
0.053 + Sa + 0.176 + Sc + Sd + 0.123
ka kc kd
1
U = ———————————————————————————
0.053 + 0.105 + 0.176 + 0.1 + 0.016 + 0.123
0.84 0.19 0.16
U = 0.906 W/m2 ºC
Capacidad térmica
Las ventanas y las puertas suelen ser causa de movimientos del aire que ayu-
dan a lograr o malograr bienestar durante el año; sin embargo, condiciones
óptimas de ventilación propician la aproximación a situaciones de bienestar
térmico en el interior de las edificaciones.
Dentro de las actividades que se realizan en un espacio, el flujo del aire debe
orientarse hacia la ventilación, y la corriente de aire debe estar dirigida hacia
la ubicación de las aberturas de entrada y de la ubicación de entrada.
continúa
1. Masa
2. Hermeticidad del aire
3. Falta de rigidez.
Los materiales de este tipo no siempre contribuyen al valor total del aisla-
miento de la pared a la que se aplican.
Muros exteriores
En los edificios cuando se tiene ventilación natural. Si esta se logra al abrir las
ventanas, no hay manera de mantener un grado aceptable de aislamiento acús-
tico. En cambio, si la ventilación se consigue mediante conductos se deben
proyectar éstos con grandes precauciones y revestirlos con materiales que
absorban el sonido.
continúa
Muros interiores
continúa
Tabiques
Los muros no sólo son imagen o soporte estructural, en ellos y con ellos se
actúa de forma decisoria sobre el ambiente interior de los edificios, hasta el
punto de que podamos hablar del “clima de los muros”, entendiendo por mu-
ros, en sentido amplio, a todas las paredes opacas que separan el espacio
interior del exterior.
Ahora bien, cuando se piensa en una barrera, se asume una separación total,
perfecta, cosa que nunca se cumple por entero con los muros que construi-
mos. Para ciertos agentes exteriores, como es el caso de la radiación visible (la
luz) y el del viento (el aire), esta acción de barrera es perfecta o casi perfecta.
En cambio, otros agentes, como el calor, el sonido o la humedad, no son del
todo contenidos por los muros; aunque conceptualmente así lo desearan, casi
siempre, el arquitecto y el usuario.
Por otro lado, el efecto de barrera debe considerarse en ambos sentidos, y por ello
conviene analizar no sólo los efectos que entran, sino también los que salen.
Como se advierte, los factores expuestos que intervienen en el clima de los mu-
ros, son derivados del papel que tiene la arquitectura; a continuación, con mayor
detalle, comentaremos la acción de este clima sobre los espacios interiores.
Son quizá el primer tema por abordar dada su doble influencia: térmica y
lumínica, y la importancia del tema radiante. Los muros, como se ha visto,
son obstáculos a la radiación en general y barrera para la luz.
Los muros del edificio reciben la radiación solar incidente, sea directa, difusa
o reflejada. De esta radiación, y según el acabado superficial del muro, una
parte es reflejada y otra absorbida, sin que pueda considerarse que exista nin-
La parte absorbida de la radiación (más reducida cuanto más claro sea el color
de la pared), se transforma en energía térmica que calienta el muro. Ésta trans-
mite parte del calor hacia el interior, donde lo cede calentando directamente el
aire y, además, emitiendo radiación (no luz) hacia el interior. En este sentido,
consideramos que aunque el muro se comporte como barrera casi total a la
radiación, no lo es respecto de la energía térmica que esta radiación comparte,
lo que puede resaltar especialmente crítico para el funcionamiento en el verano.
El resultado final de los procesos radiantes sobre los muros, es que éstos se
convierten en alucinaciones energéticas de diversos procesos, que repercuten
en su estado térmico: como pérdidas y ganancias a lo largo del tiempo, y como
consecuencia en las condiciones ambientales interiores.
Los efectos son poco apreciables en el ciclo anual, ya que el retraso que pue-
den producir los muros en el paso del calor, hace que los máximos periodos
fríos o cálidos se noten en el interior una o dos horas más tarde, siendo estas
variaciones poco relevantes en el curso de un año.
Pero los efectos de la inercia de los muros no terminan aquí. Además del que
tiene sobre la transmisión del calor, existe el de su acción directa en el exterior
como captora y censora de dicho calor. En tal caso, las paredes ayudadas por
los elementos constructivos interiores (muros, tabiques, forjados, etc.) y por
el propio mobiliario u otros materiales contenidos en el interior del edificio.
Entre los materiales pesados de un interior; el agua que puede estar contenida
en cualquier tipo de recipiente, presenta especial interés. Al tratarse de un
material con capacidad calorífica de construcción, para un mismo volumen, y
así, aunque pesa la mitad que otros materiales resulta el mejor acumulador
posible de calor para el interior.
Y un tercer tema por tratar; las paredes y el sonido, que puede reafirmar la
conveniencia de los paramentos y separaciones pesadas en la arquitectura.
Como es sabido los problemas acústicos básicos en nuestra sociedad moder-
na son los causados por la penetración incontrolada de sonidos no deseados
(ruidos) en los ambientes habitados.
Los diversos capítulos que trata este trabajo son relativamente extensos por-
que sirven para presentar ciertos principios generales que relacionan los mu-
ros con el conjunto del edificio. En éstos se describe, por ejemplo, la
contribución estructural y ambiental de aquéllos y se estudia la variabilidad
dimensional, las implicaciones de los métodos de construcción y de las nor-
mas oficiales mexicanas.
Finalmente, se puede decir que esta investigación ha sido realizada para to-
dos aquellos estudiantes que se preparan para intervenir en el mundo de la
construcción y profesionistas que ya lo hacen, con el objetivo de que com-
prendan las consecuencias probables de las decisiones que tomen con respec-
to a materiales y métodos de construcción, cuando proyecten un muro.
205
Hinz, Heke et al., Proyecto, clima y arquitectura, México, Gustavo Gili, 1986.
Johan Van Lengen, Manual del arquitecto descalzo. Cómo construir casas y
otros edificios, México, PAX, 2002.
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207
Ortiz Berrocal, Luis, Resistencia de materiales, Madrid, Mc. Graw Hill, 1980.
http://aupec.univalle.edu.co/informes/marzo99/guadua.html. Sandra
Banguero, AUPEC-Univalle; Arquitecto Ricardo Aguilera, Profesor Escuela
de Arquitectura de la Universidad del Valle. Cali, Colombia.
http://www.desenredando.org/public/libros/2001/csrvbe/guadua_lared.pdf.
Andrés Blanco, Agencia AUPEC; Gabriel Libreros González. Ingeniero Civil.
Universidad del Valle.
http://www.douglasdreher.com/proyectos/canaguadua/default.asp.