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1
Traducción del original del portugués, realizada por Mauro Brigeiro, profesor, Departamento
de Antropología, Universidad Nacional de Colombia.
de la familia se transmite de padre y madre hacia hijo e hija. De una generación
a otra, la continuidad prevalece sobre la discontinuidad.2
Las investigaciones sobre las prácticas y comportamientos familiares no siem-
pre fueron objeto de interés para los antropólogos, a excepción de los estudios de
parentesco. A pesar de que los fundadores del pensamiento sociológico se hayan
dedicado al estudio de la familia y la convirtieran en uno de los objetos a ser ob-
servados en las diversas variaciones que se derivaron de las revoluciones política
e industrial, fue necesario esperar hasta los años sesenta para que los pensadores
contemporáneos comenzaran a interesarse por las relaciones familiares.3 Además,
las teorías y los métodos evolucionaron considerablemente a lo largo de las últimas
décadas, lo que cambia mucho nuestra percepción de los hechos familiares y se
torna difícil detectar, por un lado, cual es la real magnitud del cambio, pues no
se sabe si es el objeto o la mirada lo que se modificó y, por el otro, el cúmulo de
resultados en comparación con las adquisiciones.
En las últimas décadas se ha discutido mucho sobre lo que se llamó crisis de la
familia, la cual se dio como resultado del descenso de la fecundidad, la creciente
proporción de la población de más de 60 años el aumento de la esperanza de vida,
el declinamiento de la institución del matrimonio y la frecuencia del divorcio. De
hecho, lo que observamos no fue exactamente un debilitamiento de la institución
de la familia, mas bien el surgimiento de nuevos modelos familiares, construidos a
partir de estos fenómenos sociales pero, principalmente, de las transformaciones
en las relaciones entre los sexos, a través de un mayor control de la natalidad, de
la inserción intensiva de la mujer al mercado laboral, etc. Estos fenómenos no
son típicamente europeos, ellos también están presentes en Brasil.4
Las investigaciones sobre familia realizadas en Brasil, por lo general, han
sido marcadas por estudios con énfasis en historia de la familia y por la variedad
de modelos familiares, desde la formulación clásica de la familia patriarcal y los
estudios más específicos sobre familia y organización sociopolítica de la sociedad
brasilera, hasta las investigaciones más recientes sobre tradición y moral. A partir
de 1970, las investigaciones sobre la “familia moderna” brasilera optaron por
diversas perspectivas teóricas, y se dividieron entre los estudios de comunidad,
de dinámica social y fuerza de trabajo, y aquellos sobre cambio social. Al realizar
un análisis de las familias a partir de la teoría de la modernización, estos trabajos
elaboraron distintos tipos de “familia”, con base en la tesis de la modernización
2
Peixoto, Clarice Eles e Cicchelli, Vincenzo. “Sociologia e antropologia da vida privada na Europa
e no Brasil. Os paradoxos da mudanza”, en Peixoto, Clarice E., De Singly, François e Cicchelli,
Vincenzo. Família e Individualização. Río de Janeiro: ed. FGV, 2000.
3
Sobre este punto, véase Cicchelli-Pugeault y Cicchelli, 1998.
4
Peixoto, 2000, op. cit.
5
“Favela” es un término en portugués para denominar espacios urbanos formados por viviendas
populares, sin planeación, generalmente con infraestructura irregular o insuficiente. N. del T.
6
Peixoto, 2000, op. cit.
7
De Singly, François. Sociologie de la famille contemporaine. Paris: Nathan, col. 128, 1993.
8
Godbout, Jacques T. “L’affectif, l’obligation et le don”, en Informations Sociales. No. 35/36, 1994.
pp. 41-48.
9
Se trata de la encuesta Género, Trabajo y Familia que integra el International Social Survey Progra-
mme (ISSP), coordinada en Brasil por Clara Araujo y Celi Scalon (2005), que encuestó a 2000
personas mayores de 18 años, en todo el territorio nacional. El cuestionario estaba compuesto por
dos grandes bloques: uno sobre percepciones y otro sobre actitudes y prácticas en la organización
de la vida cotidiana. De aquí en adelante, me voy a referir a Solidaridad Familiar Intergeneracional,
o apenas survey, puesto que los datos aquí referidos constituyen parte específica del análisis sobre
solidaridad familiar. Para un análisis más completo ver Peixoto, Clarice Ehlers. “Solidariedade
familiar intergeracional”, en Araujo, Clara e Scalon, Celi. Gênero, Famíla e trabalho no Brasil.
Río de Janeiro: ed. FGV, 2005a.
10
Peixoto, 2005, op. cit. Véase: Peixoto. Envelhecimento, políticas sociais e novas tecnologias. Río de
Janeiro: FGV, 2005b. Peixoto. “Aposentadoria: retorno ao trabalho e solidariedade familiar”, en
Peixoto, Clarice E. Família & Envelhecimento, Río de Janeiro: ed. FGV, 2004. Peixoto. “Avós e
netos na França e no Brasil: a individualização das transmissões afetivas e materiais”, en Peixoto.
De Singly, François e Cicchelli, Vincenzo Família e Individualização. Río de Janeiro: ed. FGV,
2000a. Peixoto. Envelhecimento e Imagem. As fronteiras entre Paris e Rio de Janeiro. São Paulo:
Annablume, 2000b.
11
Peixoto, 2000a, op. cit.
12
El programa “Bolsa-familia” fue recientemente reestructurada para el Programa Nacional Cero
Hambre (2003), englobando el salario familiar y la “Bolsa-escuela” y “Bolsa-alimentación”. Hasta
entonces el salario familiar solo era concedido a las familias cuyo salario-contribución era inferior
a 2,3 salarios mínimos, siendo atribuido a cada hijo menor de 15 años o con alguna discapacidad,
que tenga el carné de vacunación actualizado y esté vinculado al sistema escolar. El término
“Bolsa” en portugués equivale a un subsidio. N. del T.
13
Pitrou, Agnès. Les solidarités familiales. Vivre sans famille?. Toulouse: Privat, 1992.
14
Martín, Claude. “À l’épreuve de la désunion”, en Informations Sociales. No. 35/36, 1994, p. 30.
15
Instituto Brasilero de Geografía y Estatística (IBGE).
16
Indicadores Sociais 2003, IBGE, Peixoto. 2004, op. cit.
17
Indicadores Sociais 2003, IBGE.
18
Attias-Donfut, Claudine e Renaut, Sylvie. “Vieillir avec ses enfants”, en Corésidence de toujours
et recohabitation. Communications. No. 59, 1994, pp. 29-52.
19
Lins de Barros, Myriam. Autoridade e Afeto: avós, filhos e netos na família brasileira. Río de Janeiro:
Jorge Zahar ed. 1987, p. 46.
Attias-Donfut, Claudine; Segalen, Martine e Lapierre, Nicole. Le nouvel esprit de famille. Ed.
20
21
Raros fueron los abuelos que cuidaban o criaban a los nietos. Sin embargo, sí eran solidarios
con ayudas esporádicas como llevarlos y recogerlos en la escuela, pasearlos, etc.
22
Los procesos jurídicos son largos y su costo no siempre es accesible a los más pobres. Además,
hay un alto índice de trabajo informal, lo que dificulta comprobar el recibimiento de alguna
remuneración.
23
Citado en: Ferrand, Michèle. “Famílias e educação dos filhos na França”, en Revista de estudos
interdisciplinares. Río de Janeiro: UERJ, año 3, No. 2, 2001, p. 191.
24
Peixoto, 2000a, op. cit.
Llevar al médico
A lo largo de los años, se observó una transformación del papel de los abuelos,
en consecuencia del aumento de la esperanza de vida y del desafío al modelo
patriarcal, hasta entonces asimilado a una imposición de la autoridad de la ge-
neración más antigua en la transmisión de los valores morales y familiares. Las
relaciones afectivas entre abuelos y nietos emergen solamente en 1930, cuando
los primeros se tornan auxiliares de los padres en la socialización de los niños y
las niñas.27 Innumerables investigaciones sobre solidaridad familiar, cualitativas
y cuantitativas, realizadas en Europa a lo largo de estos años, muestran que el
25
Ibíd.
26
Ferrand, 2001, op. cit., p. 192.
27
Donfut e Segalen, 1998, op. cit.
Análise Social (Famílias). ISCTE. No. 163, vol. XXXVII, Lisboa, 2002, p. 539.
29
Ministerio Portugués de la Solidaridad y Seguridad Social. Lisboa, 1997, p. 181.
Consideraciones finales
Los estudios sobre la familia contemporánea han apuntado hacia el creciente
proceso de individualización, manifiesto en la realización de un ego autónomo y en
la satisfacción de las necesidades de cada uno de sus miembros. La centralización
de la familia conyugal que F. de Singly llama “familia individualista y relacional”,
aún así, no elimina los lazos con los parientes. De este modo afirma el autor: “la
lógica de la elección, de la libertad, de carácter gratuito que rige oficialmente
las relaciones afectivas entre los hombres y las mujeres en el seno de las parejas,
se extiende, sobre modalidades específicas, a las otras relaciones de familia y se
conjugan, en los dos casos, con las obligaciones, los hábitos, el sentido de ‘deber’
(o al menos del ‘deber ser’)”.30
En Brasil todavía no han sido realizadas investigaciones cuantitativas con-
sistentes sobre las solidaridades y las relaciones entre las tres y/o cuatro gene-
raciones y este survey no estaba dirigido hacia la investigación específica de los
intercambios y ayudas familiares intergeneracionales. Lo que podemos percibir en
la información disponible es que los apoyos familiares parecen ser constitutivos
de la identidad femenina y son practicados, buscando garantizar la proximidad
30
Singly, 1993, op. cit., p. 51.
31
Attias-Donfut, 1994, op. cit. Lins de Barros. “Redes sociais e cotidiano de velhos num subúrbio
carioca”, en Interseções: revista de estudos interdisciplinares. UERJ, año 3, No. 2. Río de Janeiro,
2001, pp. 233-245.
32
Peixoto, 2004, op. cit.
33
Djaoui, Elia. “La dynamique de la dette”, en Informations Sociales. No. 35/36. 1994, p. 149.