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Apunteyfinalde Derechoaeronáutico
Apunteyfinalde Derechoaeronáutico
ORIGEN Y FORMACION:
Las primeras incursiones de caraá cter cientíáfico, dirigidas a posibilitar el vuelo humano, se
deben al genio Leonardo Da Vinci, quien, a traveá s de su Coá digo del vuelo de las aves,
esboza el disenñ o teoá rico de una maá quina voladora, que puede trabajar, seguá n las leyes de la
mecaá nica, proclamando con eá nfasis que tal artefacto alzara su vuelo desde la cima de la
colina, llegando al mundo de su fama, al universo de estupefaccioá n y dando gloria eterna al
lugar que lo vio nacer.
Se considera que la navegacioá n aeá rea presentoá desde sus oríágenes problemas juríádicos en
razoá n a la novedad del hecho teá cnico que lo hizo posible.
Tras el invento de los hermanos Montgolfier el 5 de Junio de 1783, pocos meses despueá s, el
21 de Noviembre, se realizaba en Paríás, el primer viaje aeá reo, por Pilatre de Dossier y el
Marqueá s de Arlandes, y el 7 de Enero de 1785, Planchar y el Doctor Jefferies, atravesaríáa en
globo el paso de Calais. La curiosidad y los alicientes de aventuras que ofrecíáa el invento,
hicieron que el nuá mero de candidatos a volar se incrementara inmediatamente.
Esto obligoá a las autoridades de policíáa de Paríás y maá s tarde a los de Milaá n, dictar
ordenanzas como la de 1819 prohibiendo las ascensiones en globo, mediante el cual el
Prefecto de Policíáa de Paríás prohibíáa el uso de globos inflados con aire caliente, al mismo
tiempo que exigíáa la obligacioá n de llevar paracaíádas, en los que llevaban personal a bordo.
En todo caso quedaba prohibida toda clase de experiencias aerostaá ticas, hasta que no
hubieran recogido las cosechas.
Estas normas son las que se podríáa considerar las primeras disposiciones especíáficas
dictadas para la navegacioá n aeá rea.
El descubrimiento del principio de ladeamiento de las alas y las pruebas de aeronaves con
motor, que tuvieron lugar a fines del antepasado siglo, permitiríáan que en la primera
deá cada del pasado siglo, los hermanos Wigth, iniciaran la era propiamente aeronaá utica, y
propiciaríáan en consecuencia el nacimiento del Derecho Aeronaá utico.
El derecho Aeronaá utico es todavíáa nueva pero su evolucioá n es sumamente raá pida, por ser
directamente proporcional al hecho teá cnico de la aviacioá n.
El primer curso regular de Derecho Aeá reo que se conoce fue el realizada en Paríás en 1910.
El origen de la ensenñ anza universitaria del Derecho Aeronaá utico fue el curso dictado por
Antonio Ambrosini entre 1919 y 1920 en la Universidad de Palermo (Italia).
1.1CONCEPTO:
S/Videla Escalada: Conjunto de principios y normas de Derecho Puá blico y Privado, de
orden interno e internacional, que rigen las instituciones y relaciones juríádicas nacidas de
la actividad aeronaá utica o modificadas por ella.
S/Ambrosini: Es la rama del derecho que estudia las relaciones nacidas de la navegacioá n
aeá rea y que fija su reglamentacioá n juríádica.
S/Rafael Gay de Montella: Conjunto de normas del derecho puá blico y privado de la
navegacioá n aeá rea dedicada al transporte de cosas y de personas, mediante la utilizacioá n de
aeronaves, y las relaciones juríádicas nacidas de ese sistema.
1.2 CARACTERES:
6. La Autonomíáa: El derecho aeronaá utico es autoá nomo, pues cuenta con principios
generales propios y con leyes especiales en la mayoríáa de los paíáses. La materia cuenta con
autonomíáa legislativa, didaá ctica, cientíáfica y administrativa.
10. La Uniformidad: Las legislaciones nacionales dan soluciones normativas similares ante
situaciones anaá logas derivadas de la aviacioá n.
Fuente Principal o Integrativa: Estaá formada por La Ley que es la principal fuente juríádica
de toda rama del derecho, pues ella tiene aplicacioá n obligatoria y general, y los Convenios
Internacionales.
Fuentes Supletorias: Formada por leyes anaá logas, los Principios Generales del Derecho, La
Costumbre, La Jurisprudencia y La Doctrina.
La Doctrina: Es una cualidad particular, no tiene fuerza creadora directa, pero reviste
importancia fundamental por cuanto inspira a todas las otras, particularmente intensa en
los trabajos de numerosos autores y publicaciones especializadas.
Es el ambiente que tiene contacto con la tierra firme, y el mar rodeando a nuestro planeta
en toda su extensioá n. Es la atmoá sfera que se extiende sobre la superficie terrestre y las
aguas del planeta.
En virtud del Tratado del Espacio de 1967, el espacio aeá reo es declarado sujeto a la
soberaníáa de los Estados subyacentes, mientras que el espacio ultraterrestre fue declarado
“res communis humanitatis” (patrimonio comuá n de la humanidad
Condicioá n Juríádica.
El hecho de que el espacio aeá reo integre el territorio de los Estados y que su utilizacioá n
lleve consigo un determinado poder sobre la superficie, por el mero hecho de encontrarse
sobre la misma, ha sido la causa desde la aparicioá n de la aeronave, de apasionadas
poleá micas doctrinales sobre la posibilidad del aprovechamiento de dicho espacio, sin el
consentimiento del duenñ o del terreno subyacente, o sin el permiso del Estado sobrevolado.
En tiempo de paz, la aviacioá n contribuye a acercar a las naciones y estrechar sus víánculos
comerciales, pero en tiempos de guerra se convierte en un terrible instrumento de
destruccioá n y de muerte. Los dos grandes intereses que aparecen opuestos corresponden a
los usos pacíáficos y militares de la aeronaá utica. Los Estados han facilitado la navegacioá n
aeá rea, pero el temor fundado a las consecuencias que podríáan provenir de tal desarrollo
los ha obligado a adoptar ciertas restricciones.
 Teoríáa de la Libertad: Parte de la base que el espacio aeá reo no es susceptible de
ninguá n derecho de propiedad ni de soberaníáa, por considerarse como anaá logo al aire. Es
una teoríáa fue resumida en 1901 por el jurista franceá s Pauá l Fauchille de la siguiente
manera: “El aire es libre. Los Estados no tienen sobre eá l en tiempos de paz y en tiempos de
guerra, maá s que los derechos necesarios para su conservacioá n. Esos derechos son relativos
a la represioá n del espionaje, a la policíáa sanitaria y a las necesidades de la defensa”. Sus
principales exponentes
 Teoríáa de la Soberaníáa: Sostiene que el Estado tiene en el espacio atmosfeá rico
por encima de su territorio el mismo derecho de propiedad soberana que el que le
corresponde respecto a sus dominios terrestres. En virtud de tal derecho, le compete la
regulacioá n del uso del espacio atmosfeá rico por encima de su territorio, respetando las
necesidades del traá fico aeá reo internacional y de la seguridad nacional, tomando las
medidas necesarias en lo militar, aduanero, ecoloá gico, sanitario, policial, e inmigratorio,
para salvaguarda de las personas y los bienes de sus habitantes. Sus principales
exponentes fueron Von Lizst, Anzilotti, Von Ullman y Balwin. “la limitacioá n absoluta y
cosmograá fica, pues seríáa una proyeccioá n geomeá trica de la soberaníáa espacial, que al
acompanñ ar a la tierra en su rotacioá n se ensenñ orearíáa, transitoriamente, de los cuerpos
celestes que se encuentran en su paso”
El Coá digo Aeronaá utico de nuestro paíás se adhiere a eá sta teoríáa, estableciendo en su Art. 1
Ley 1860/02 “La Repuá blica del Paraguay tiene soberaníáa en el espacio aeá reo situado sobre
su territorio que incluye las aguas jurisdiccionales”
El Convenio de Paríás de 1919 expresa en su Art. 1 “Que las altas partes contratantes
reconocen que toda potencia tiene la soberaníáa completa y exclusiva sobre el espacio
atmosfeá rico de encima de su territorio”
Art. 2° “Para los fines de eá sta Convencioá n se consideraraá n como territorio de un estado. La
extensioá n terrestre y las aguas territoriales adyacentes a ella y que esteá n bajo la soberaníáa,
jurisdiccioá n, proteccioá n a mandato de dicho Estado”.
 Teoríáa de Zonas: Se reconoce la libertad completa del espacio aeá reo a partir de
una altura determinada (300 a 10.000 metros), mientras que en la parte inferior a dicho
líámite rige la soberaníáa del estado subyacente, o solamente el ejercicio de ciertos derechos
de proteccioá n y conservacioá n. Los partidarios de eá sta teoríáa pretenden aplicar al espacio
aeá reo principios similares a las que determinan la condicioá n juríádica de los espacios
maríátimos, dividieá ndolos en mar territorial y alta mar. Para impugnar estos fundamentos,
se objeta que el espacio aeá reo y el maríátimo no pueden ser asimilados por ser de una
naturaleza esencialmente diferente: puede concebirse un paíás sin mar territorial, pero
nunca sin espacio aeá reo.
respectiva.
4. AERONAVES
Concepto. S/Convenio Internacional de Navegacioá n Aeá rea de Paríás. 1919. “Todo aparato
que pueda sostenerse en la atmoá sfera merced a la reaccioá n del aire”
S/Convencioá n de Chicago. 1944. “Toda maá quina que pueda sustentarse en la atmoá sfera por
reaccioá n del aire que no sean reacciones del mismo contra la superficie de la tierra”
S/Convenio de Ginebra. 1948. “La expresioá n aeronave comprende la ceá dula, los motores,
heá lices, aparatos de radio y todas las piezas destinadas al servicio de la aeronave que esteá n
unidas a ella o parezcan temporalmente separadas”.
S/Coá digo Aeronaá utico Art. 5° “Cualquier aparato destinado al transporte aeá reo de
personas o cosas”
I. Aeronaves maá s ligeras que el aire: Son los que se mantienen en el aire en virtud de su
fuerza ascensional, como el globo (sin motor propulsor) o el dirigible (dotado de uno o
maá s motores propulsores)
II. Aeronaves maá s pesadas que el aire: Las que se sostienen en el aire principalmente por
fuerzas aerodinaá micas, ya sea sin motor propulsor, como el planeador, o con motor como el
aeroplano, giroplano y helicoá ptero (los dos uá ltimos con rotores que giran sobre ejes
verticales)
III. Fin Teá cnico-Mecaá nico de la maá quina: Pueden ser a propulsioá n, forma de elevacioá n,
nuá meros de motores, cargas, pasajeros, tamanñ o del avioá n, con piloto, sin piloto, etc.
Clasificacioá n Juríádica.
Art. 9° Ley 1860/02. “Las aeronaves se clasifican en puá blicas y privadas. Son aeronaves
puá blicas las destinadas al uso oficial del poder puá blico, como los militares, de aduana y de
policíáa. Las demaá s aeronaves son privadas, aunque pertenezcan al Estado”.
Las aeronaves civiles son todas aquellas de uso comercial para el transporte de personas y
cosas, con o sin itinerario fijo y las utilizadas para fines cientíáficos, deportivos, para
fumigacioá n de plantaciones, como medio de transporte privado.
Como las cosas muebles son aquellas cosas que carecen de situacioá n fija y pueden ser
desplazadas de un lado a otro sin detrimento de su naturaleza, no cabe duda de que las
aeronaves pertenecen a esta categoríáa. Pero su construccioá n y utilizacioá n se hallan
sometidas a normas especiales de Derecho Puá blico, la autorizacioá n para volar estaá
supeditada a la previa inspeccioá n y conformidad de los organismos teá cnicos oficiales, que
deben decidir sobre sus condiciones de navegabilidad y seguridad. Ademaá s la aeronave
debe tener una nacionalidad para su reconocimiento en el orden internacional.
Individualizacioá n de la Aeronave.
Importancia:
a) Como Medio de Comunicacioá n: No existe maá s un punto geograá fico en la tierra, que no
esteá comunicado por la misma.
c) Como Medio de Trabajo: Por la cantidad de personas que estaá n involucradas en todo el
mundo en eá sta actividad.
De las consideraciones mencionadas es posible afirmar que las aeronaves son bienes
muebles de naturaleza especial o de circulacioá n juríádica restringida. De lo que se deduce
que la aeronave es “un bien mueble registrable”, con algunas caracteríásticas de los
inmuebles y por el caraá cter de su registro, puede ser sometida a embargo.
5. MATRICULA
La Matricula.
Art. 18 Ley 1860/02. “Las aeronaves paraguayas deberaá n llevar las marcas de nacionalidad
y matríácula en parte visible exterior”.
Convenio de Paríás. 1919. Preveá ademaá s un sistema de publicidad al disponer que los
Estados deben cambiar cada mes y transmitir a la Comisioá n Internacional de Navegacioá n
Aeá rea (CINA) copia de las inscripciones o bajas de la misma
Art. 4° Ley 1860/02. “Las aeronaves tienen nacionalidad del Estado donde estaá n
matriculadas”.
Art. 16 Ley 1860/02. “La inscripcioá n de una aeronave en el Registro Aeronaá utico Nacional,
produce cancelacioá n automaá tica de toda matríácula anterior, sin perjuicio de la validez de
los actos juríádicos celebrados con anterioridad”.
Desde el punto de vista del Derecho Privado, la nacionalidad tiene el valor de una
calificacioá n juríádica del objeto o cosa llamado aeronave, que denomina en las relaciones
juríádicas a la construccioá n, matriculacioá n, vuelo, transporte, seguro, etc, frente a
propietarios, armadores, comandantes, tripulaciones, viajeros, cargadores, aseguradores,
acreedores prendarios, hipotecarios, etc
A las aeronaves particulares se lo identifican con las siglas ZP-TAA y a las aeronaves
comerciales con las siglas ZP-CAA.
Cada paíás determina su propia marca de matríácula, las dimensiones de la misma, mientras
que la nacionalidad es originada en base a la Tabla de Marcas de Nacionalidad de
Aeronaves, preparada por la OACI. Las reglas establecidas por la OACI para los aviones
(aeronaves maá s pesadas que el aire<) indican lo siguiente:
b) Las dimensiones de las letras y nuá meros correspondientes a las marcas deben ser las
mismas, fijaá ndose una altura míánima de 50 cm. para las alas del fuselaje y la cola.
c) Las letras deben ser tipo romano, pintadas en mayuá scula, y los nuá meros deben ser
araá bigos, ambos de un color que contraste con el de la aeronave
6. CERTIFICADO DE NAVEGABILIDAD
7. Documentos de la Aeronave.
Art. 53 Ley 1860/02. “Toda aeronave con matríácula nacional o extranjera, que opere o
vuele en el territorio nacional, deberaá llevar a bordo la documentacioá n indicada en el
Anexo 6 de la OACI, que la Autoridad Aeronaá utica Civil podraá contratar en cualquier
momento”.
Matriculacioá n Internacional.
S/Videla Escalada, debe crearse un registro especial, que debe ser llevado por la OACI, sin
perjuicio de permitirse la matriculacioá n de las aeronaves en cualquiera de los Estados
integrantes de la organizacioá n interesada.
Convenio de Paríás. 1919. Preveá ademaá s un sistema de publicidad al disponer que los
Estados deben cambiar cada mes y transmitir a la Comisioá n Internacional de Navegacioá n
Aeá rea (CINA) copia de las inscripciones o bajas de la misma.
1-Certificado de matríácula
2-Certificado de Navegabilidad
4-Diario de Abordo
Son aplicables a las aeronaves. Son los principios que rigen la adquisicioá n de las cosas
muebles en el Derecho Civil, salvo las modificaciones establecidas por la ley entendiendo a
su naturaleza juríádica particular.
La doctrina divide a los modos de adquisicioá n de la propiedad de las aeronaves en dos
grandes grupos:
Los casos de adquisicioá n por medio de contratos de construccioá n corresponden maá s bien a
los gobiernos y a las grandes empresas de transporte aeá reo, que manejan capitales muy
considerables.
Por su parte, la presa cuenta con antecedentes antiguos en el Derecho Maríátimo, donde se
han reconocido la facultad de los Estados de apropiarse de naves mercantes de paíáses
enemigos. El uá nico que puede adquirir aeronaves por ese medio es el Estado por su
caraá cter soberano, y soá lo en la hipoá tesis de una contienda beá lica.
El comiso o requisa, tambieá n tiene como uá nico sujeto activo al Estado. Para apoderarse de
eá sta manera de las aeronaves que se encuentran en su territorio, el mismo debe justificar
una situacioá n imperiosa o el cumplimiento de alguna funcioá n de utilidad puá blica. La
requisa puede igualmente realizarse a consecuencia de la sancioá n aplicada a un acto
legalmente punible, como ser una operacioá n de contrabando de narcoá ticos.
9. Hipotecas de Aeronaves.
Concepto: Es un derecho real constituido en garantíáa de un creá dito en dinero, sobre una
aeronave o sus motores, que el propietario conserva en su poder.
La hipoteca aeronaá utica se asemeja a la prenda aeronaá utica, pues permite constituir un
derecho real de garantíáa sobre una cosa mueble, sin que se produzca el desplazamiento de
la cosa del deudor al acreedor, como sucede en la prenda ordinaria.
En la hipoteca aeronaá utica, se inscribe el gravamen en el Registro Nacional de Aeronaá utica,
dependiente del Ministerio de Defensa Nacional, y el registro de aeronaves de la Direccioá n
General de Registros Puá blicos. De eá sta manera el acreedor tiene acceso a todos los actos
juríádicos que afectan a una determinada maá quina.
El reá gimen de preferencia determina el orden de prelacioá n para el pago de los creá ditos
 Los creá ditos o gastos causíádicos hechos en intereá s del acreedor hipotecario
 Los creá ditos por derechos de utilizacioá n de aeroá dromos, servicios
complementarios a la navegacioá n aeá rea, tarifas o tasas, multas e impuestos derivados de
las operaciones aeá reas, por su orden limitaá ndose al periodo de un anñ o anterior a la fecha
del reclamo del privilegio
 Los creá ditos provenientes de la buá squeda, asistencia y salvamento de aeronaves
 Los creá ditos de aprovicionamientos y reparaciones hechas fuera del paíás de
matríácula, para continuar vuelo, y
Recieá n cuando se pague todos eá stos creá ditos regiraá el derecho del acreedor hipotecario
sobre la aeronave gravada. En caso de producirse un conflicto entre la Ley Civil y la Ley
Aeronaá utica, en cuanto a la prelacioá n de un determinado privilegio, la doctrina entiende
que debe prevalecer la segunda. En efecto, es la ley aeronaá utica la que ha considerado las
cualidades intríánsecas de los creá ditos aeronaá uticos que han determinado la creacioá n del
privilegio
d- El remate judicial
Concepto.
Embargo Ejecutivo: Se vincula con la nocioá n del patrimonio como prenda comuá n de los
acreedores, que autorizan a separar un bien al deudor para hacer efectivo el pago al
acreedor embargante.
Se pueden embargar todas las aeronaves y los motores de aeronaves excepto las aeronaves
puá blicas y a los motores afectados a dichas aeronaves:
a- Las que estaá n destinadas exclusivamente al servicio del Estado, incluso las postales
c- Las destinadas al transporte de personas o cosas por remuneracioá n, cuando esteá n listas
a partir tal transporte, con excepcioá n del caso en que se trate de una deuda contraíáda para
el viaje que va a emprender, o de un creá dito originado en el curso del viaje.
Son aeronaves puá blicas las destinadas al uso oficial del poder puá blico, como las militares,
policiales y de aduana.
Las demaá s aeronaves son privadas, aunque pertenezcan al Estado
a- Para garantizar el saldo del precio de la aeronave adquirida, que no podríáa pagar en el
momento de formalizar el contrato de compraventa. O sea es una medida precautoria
pendiente a garantizar el cobro de eá stos creá ditos, que siempre son de varios millones de
guaraníáes.
El embargo produce la inmovilizacioá n de la aeronave soá lo cuando haya sido ordenado por
Juez competente, en virtud de:
2- Un creá dito acordado para la realizacioá n del viaje aun cuando la aeronave esteá lista para
partir
4- Creá ditos por derechos de utilizacioá n de aeronaves, de los servicios accesorios o de los
servicios complementarios de la aeronavegacioá n, y
5- Una sentencia o medida cautelar dictada por tribunales extranjeros por incumplimiento
de un contrato de locacioá n o de financiacioá n de la aeronave o motores, cuando ellas se
basen en un contrato que contemple la proá rroga de jurisdiccioá n.
Inscripciones Obligatorias.
Art. 13 Ley 1860/02 “Las aeronaves, con excepcioá n de las militares y otras puá blicas,
deberaá n estar inscriptas en el Registro Aeronaá utico Nacional”.
a- “Las licencias aeronaá uticas y los certificados otorgados al personal aeronaá utico
paraguayo, asíá como la convalidacioá n a titulares de licencia otorgadas por los paíáses
extranjeros
f- Las resoluciones de la Autoridad Aeronaá utica Civil que habiliten, modifiquen o cancelen
la utilizacioá n de aeroá dromos o aeropuertos puá blicos o privados
14.
INFRAESTRUCTURA
Concepto.
Aunque la actividad aeronaá utica se desarrolla normalmente en le espacio aeá reo, necesita
de una organizacioá n terrestre puesta a su servicio. Todas estas instalaciones situadas en la
superficie reciben el nombre de infraestructuras.
Aeroá dromo: Es un aá rea de tierra o de agua, habilitada por la Autoridad Aeronaá utica Civil y
destinada total o parcialmente a la llegada, estacionamiento, maniobra y partida de
aeronaves.
Aeropuerto: Son los aeroá dromos puá blicos que cuenten con infraestructura adecuada para
la operacioá n de aeronaves, seguá n la íándole de sus obras, instalaciones, dimensiones y
servicios. Los aeropuertos se clasificaraá n en categoríáas conforme a las disposiciones
internacionales sobre la materia.
Clasificacioá n.
A- Personal de Vuelo: Comprende a todas las personas que cumplen funciones a bordo de
una aeronave bajo las oá rdenes del comandante. La especificacioá n de la tripulacioá n a la
naturaleza de los servicios prestados por la aeronave requiere una distribucioá n apropiada
a las mencionadas funciones, creando diferencias en cuanto a la autoridad y
responsabilidad de cada miembro del personal. El lugar preponderante dentro del
personal de vuelo estaá ocupado por el comandante, asistido teá cnicamente por el copiloto,
los navegantes, radio operadores y mecaá nicos de a bordo. Pertenecen igualmente a la
tripulacioá n, los comisarios de a bordo y las azafatas, dedicados a la atencioá n de los
pasajeros y a velar por el cumplimiento de los reglamentos de seguridad en la aeronave.
 Jefatura: Comprende al Jefe del Aeropuerto y Aeroá dromo, a sus subalternos y a
los miembros de los servicios administrados.
 Servicios de Comunicaciones: Son las personas que prestan sus servicios
profesionales en aeroá dromos o aeropuertos.
Certificacioá n de Idoneidad.
Este es el instrumento que acredita la aptitud del personal aeronaá utico para el desempenñ o
de su funcioá n especíáfica. Debe ser expedido por la autoridad aeronaá utica del Estado de la
matríácula de la aeronave, por ser eá ste el responsable ante la comunidad internacional por
la operacioá n de la maá quina. La legislacioá n aeronaá utica, de manera uniforme, exige que toda
persona que actuá a como miembro de la tripulacioá n de vuelo de una aeronave, o como
miembro del personal de servicios en tierra, se encuentre munido de su respectiva
certificacioá n de idoneidad, tambieá n llamada brevet o licencia.
Es la figura maá s importante del personal aeronaá utico, investida de la funcioá n de autoridad
maá xima de la aeronave. Tambieá n se lo denomina como piloto de mando
Designacioá n.
Art. 97 Ley 1860/02. “El Piloto con licencia habilitada, que ejerce el mando de una
aeronave, es le comandante de la misma, debiendo ser designado por el explotador para
cada operacioá n aeá rea o una serie de operaciones. El comandante es el representante del
explotador, asíá como la maá xima y uá nica autoridad, desde la firma del plan de vuelo, hasta la
entrega de la aeronave a persona designada por la empresa para hacerse cargo de la
misma”.
Condicioá n Juríádica.
Las leyes y convenciones otorgan al comandante el doble caraá cter de representante del
propietario u operador que lo designoá , y de representante de la autoridad puá blica cuando
actuá a circunstancialmente como tal. El comandante tiene una representacioá n legal y
necesaria. Y es responsable de la direccioá n teá cnica de maá quina puesta a su cargo, y a dicho
efecto debe ajustar su comportamiento a las prescripciones de los reglamentos
aeronaá uticos. Responde por la forma y condiciones en que se efectuá a la conduccioá n de la
aeronave. De aquíá nace la obligacioá n que se le impone de cerciorarse personalmente, antes
del viaje, del estado de la maá quina y de las condiciones de la navegabilidad. Antes de la
partida le corresponde preparar el plan de vuelo y constatar que se encuentren a bordo de
los libros y documentos que la aeronave debe llevar obligatoriamente.
Art. 102. Ley 1860/02 “El comandante tiene funciones notariales y de oficial puá blico y en
tal caraá cter registraraá en los libros correspondientes los nacimientos o defunciones y los
testamentos in extremis ocurridos a bordo y remitiraá copia a la autoridad competente.
Seraá n aplicables las disposiciones del Tíátulo III, Capíátulo III del Coá digo Penal.
Art. 59 Ley 1860/02 “Solamente en los casos de peligro inminente, podraá n arrojarse de la
aeronave en vuelo, materiales u objetos que puedan causar danñ os a las personas o bienes
en la superficie”.
Art. 100 Ley 1860/02 Inc. c) “Son obligaciones del comandante, la de permanecer a bordo
de la aeronave en caso de peligro y adoptar las medidas necesarias y uá tiles para asegurar a
los pasajeros, la tripulacioá n, los bienes de a bordo y evitar danñ os en la superficie”.
Las aeronaves solamente estaá n autorizadas a circular por las rutas aeá reas establecidas, ya
sea por las aerovíáas utilizadas por las aeronaves de servicio regulares y apoyadas desde
tierra por los servicios de proteccioá n al vuelo, o por las rutas consignadas en el
correspondiente plan de vuelo. Las aeronaves civiles para ingresar, sobrevolar o salir del
territorio nacional, requeriraá n de autorizacioá n previa de la Autoridad Aeronaá utica Civil, lo
que especificaraá las aerovíáas, puntos de cruce de la frontera y designaraá el o los
aeropuertos de control y fiscalizacioá n. Si una aeronave hubiera aterrizado o acuatizado en
lugares distintos a los autorizados para el efecto, las personas encargadas de su
conduccioá n estaraá n obligadas a comunicarlo de inmediato a la Autoridad Aeronaá utica Civil,
Aduanera o Policial, maá s proá xima, expresando la causa del apartamiento de la ruta.
Ninguna aeronave volaraá sobre una poblacioá n a menor altura que la fijada por la Autoridad
Aeronaá utica Civil, ni realizaraá vuelos acrobaá ticos sobre las zonas pobladas, con el objeto de
evitar danñ os a terceros en la superficie
La ley aeronaá utica igualmente prohibe que en ninguá n caso se permitiraá transportar en las
aeronaves que conduzcan pasajeros, como carga o equipaje, explosivos, municiones de
guerra y substancias inflamables, excepto en el caso de peligro inminente, no podraá n
arrojarse de las aeronaves material u objetos que puedan causar danñ os a las personas o
bienes en la superficie. Por uá ltimo, las aeronaves en vuelo sobre el territorio de la
Repuá blica sin excepcioá n, estaá n obligadas a aterrizar inmediatamente, despueá s de recibir la
orden desde tierra o aire, por medio de las senñ ales o comunicaciones reglamentarias. La
inobservancia de la orden daraá derecho al empleo de la fuerza, en los casos y
circunstancias que establezca la Autoridad Aeronaá utica Civil, quedando excluida toda
responsabilidad del Estado, por los danñ os y perjuicios que se produzcan
El fletamento es un contrato por el cual una de las partes, llamada fletante, se obliga a
poner a disposicioá n de la otra, llamada fletador, por un precio determinado, la capacidad
total o parcial de una aeronave, para uno o maá s viajes preestablecidos, o durante un
periodo de tiempo determinado, reservaá ndose el fletante, la direccioá n de la tripulacioá n y la
conduccioá n teá cnica de la aeronave. Por eá ste contrato, el fletante no transfiere su calidad de
explotador.
El contrato de fletamento regulado por el Derecho Aeronaá utico pertenece al grupo de los
contratos de locacioá n del Derecho Civil. Sin embargo, contrariamente a la locacioá n, el
fletamento ofrece un alto grado de imprecisioá n, lo que ha generado diversas opiniones de
los autores (algunos lo identifican equivocadamente con el contrato de locacioá n de cosas).
Existe contrato de fletamento, cuando una parte llamada fletante, se obliga a realizar una o
maá s operaciones, aeá reas especíáficamente determinadas o referidas a un periodo de
tiempo, y la otra parte, llamada fletador, se compromete a abonar en tal concepto un precio
de dinero.
Clases de Fletamento.
A- Fletamento por Viaje: Tambieá n conocido como voyage charter en el derecho anglosajoá n,
se utiliza generalmente en los viajes de larga distancia, conocidos como “expresos”. En este
tipo de fletamento el fletante se reserva el control de la navegacioá n, operando la aeronave
con su tripulacioá n habitual.
Fletamento por tiempo determinado: Tambieá n llamado de time charter, es el que suelen
concretar las empresas de aviacioá n para complementar sus servicios o para suplir una
eventual falta de maá quinas. En eá stos casos, el fletador es a la vez operador de la aeronave y
responsable de dotarla de tripulacioá n
1- La entrega del aparato al fletador por parte del fletante, a fin de que el primero la utilice
para realizar las operaciones aeá reas convenidas. En este caso el fletante se obliga a
entregar la aeronave en perfectas condiciones de vuelo, con toda su documentacioá n en
regla y con los equipos y accesorios aptos para el vuelo; la maá quina puede entregarse con
o sin tripulacioá n, seguá n lo que establezca el contrato.
2- El fletante pone la aeronave a disposicioá n del fletador, incluyendo la correspondiente
tripulacioá n, para le cumplimiento de las operaciones aeá reas estipuladas en el contrato. El
control de la navegacioá n queda a cargo del fletante.
Forma.
La ley prescribe que el contrato de fletamento deberaá estar por escrito, pudiendo ser
formalizado por instrumento puá blico o privado
El contrato puede concertarse tanto por instrumento puá blico como privado, pero en eá ste
uá ltimo caso debe ser autenticado mediante la certificacioá n de firmas ante un escribano
puá blico. Por este acto el contrato adquiere fecha cierta
En el fletamento parcial, el fletador no podraá ceder el contrato sin autorizacioá n escrita del
fletante.
Dicha norma tambieá n tiene como objetivo precautelar cuestiones de orden puá blico,
privando de validez a la transferencia que no reuniere el requisito mencionado, sin
perjuicio de las responsabilidades que pudiera emanar del acto encubierto
1- Al notable avance de la teá cnica al perfeccionar desde todos los puntos de vista los
aviones empleados
4- La popularizacioá n del nuevo medio, al ponerlo al alcance de mayor nuá mero de usuarios
y la preocupacioá n de los gobiernos al ofrecer las instalaciones apropiadas que componen
su infraestructura aeronaá utica.
Actualmente emprender un vuelo por avioá n constituye algo normal, y la mayor parte de la
humanidad ha asimilado esta realidad, aceptando al transporte aeá reo como un medio
raá pido y seguro de trasladar personas y cargas de un punto a otro del planeta.
La importancia indiscutida del transporte aeá reo de la vida moderna ha sido posible, en
gran medida, por el concurso de los siguientes factores:
 Seguridad: La experiencia adquirida por todos los integrantes del personal
aeronaá utico, tanto de los aeronavegantes como del personal de servicios en tierra, ha
resultado en un cumplimiento maá s eficiente de sus funciones especíáficas y el consiguiente
aumento en la seguridad del transporte aeá reo
 Regularidad: Los transportes aeá reos regulares constituyen la gran mayoríáa,
aunque se estaá verificando un aumento constante del nuá mero de vuelos de transporte no
regular. Se ha difundido plenamente el servicio de aeronaves que sirven el traá fico entro dos
o maá s puntos, con la frecuencia sistemaá tica que lo caracteriza, o en base a un horario fijo
establecido con anterioridad y publicado para conocimiento de los usuarios
 Comodidad: Este aspecto estaá en permanente evolucioá n. Basta comparar una
aeronave de fabricacioá n reciente con otra de hace 20 o 30 anñ os atraá s y veremos la
diferencia en cuanto a comodidades
 Rapidez: Es probablemente el signo maá s caracteríástico del transporte aeá reo
Clasificacioá n General.
1- Por su Naturaleza:
2- Por su Objeto
De Personas - De Cosas
3- Por la Causa
Oneroso – Gratuito
4- Por la Frecuencia
Regular – Irregular
5- Por la Forma
6 - Por el Fin
Traslativo – No Traslativo
7 – Por el Lugar
Nacional – Internacional
Requisitos Necesarios:
Art. 113 Ley 1860/02 “La explotacioá n de los servicios de transporte aeá reo internacional
requiere autorizacioá n previa del Poder Ejecutivo.
La explotacioá n de servicios aeá reos nacionales, de trabajo aeá reo o de aeronaá utica no
comercial soá lo requiere la autorizacioá n de la Autoridad Aeronaá utica Civil”.
Art. 121 Ley 1860/02 “Los acuerdos entre las empresas que cuenten con permiso de
operacioá n para prestar servicios de transporte aeá reo en la Repuá blica que impliquen
arreglos de explotacioá n conjunta, consorcios, riesgos compartidos o joint-ventures,
consolidacioá n o funcioá n de empresas, servicios e intereses, de Coá digo compartido o
code.sharing, o cualquier otra modalidad comercial que pueda presentarse en el futuro,
deberaá n ser autorizados por la Autoridad Aeronaá utica Civil antes del inicio de su
ejecucioá n”.
Art. 117 Ley 1860/02 “Los certificados que se expidan por la Autoridad Aeronaá utica Civil a
los explotadores u operadores aeá reos no podraá n ser cedidos, negociados ni transferidos.
Sin embargo, por razones de intereá s puá blico, se podraá autorizar la cesioá n negociacioá n o
transferencia, despueá s de comprobar que le beneficiario de la misma reuá ne los requisitos
establecidos por eá ste coá digo para ser titular del permiso de operacioá n de que se trate”.
La intencioá n de la ley es asegurarse de que le cesionario cumpla con todas las mismas
exigencias que debioá reunir el beneficiario original al solicitar la autorizacioá n.
Concepto.
Es aquel en virtud del cual un aparte se obliga a trasladar a una o maá s personas, en
aeronave y por víáa aeá rea, de un lugar a otro, y la otra parte a pagar un precio en dinero por
ese traslado, en aeronaves especialmente equipadas para este efecto.
Para que exista contrato debe tratarse de personas vivientes, porque el traslado de
cadaá veres no estaá comprendido dentro de eá sta figura juríádica.
Naturaleza Juríádica.
En la mayoríáa de los casos, el contrato del transporte de personas puede clasificarse como
de adhesioá n. Los transportistas tienen ya establecidas las condiciones, que incluso
aparecen impresas en los billetes; el hecho de adquirir este tíátulo de transporte implica
por parte del pasajero la aceptacioá n de condiciones sobre la que no se admite negociacioá n
ni variacioá n alguna.
Las empresas de transporte y muy especialmente las denominadas de traá fico regular,
suelen adoptar las condiciones generales que la I.A.T.A impone al pasajero.
El objeto del contrato es el traslado por víáa aeá rea, del pasajero junto con su equipaje de un
punto geograá fico a otro.
2- El billete de pasaje es un efecto del contrato. El efecto maá s inmediato del contrato de
pasaje aeá reo, hasta el punto que seguá n hemos dicho suele formar parte del mismo acto de
su otorgamiento, es la expedicioá n del billete.
Requisitos.
g- Plazo de validez
Para los casos de emisiones de pasajes sin billete por computadora o sistemas mecaá nicos o
electroá nicos en los aeropuertos u otros sitios sin haberse adquirido el billete previamente,
la constancia del contrato de transporte deberaá contener las exigencias de eá ste artíáculo o
las de los acuerdos internacionales vigentes
La Autoridad Aeronaá utica Civil, en virtud de los tratados internacionales vigentes sobre
billetes o documentos de transporte en general, podraá reducir las consignaciones o
teá rminos de los documentos de transporte
 Expedir el Billete: Este debe contener las indicaciones exigidas por la
reglamentacioá n pertinente, con el objeto de hacer de aquel un tíátulo vaá lido y no irregular,
siendo responsable el transportador de los danñ os e inconvenientes sufridos por el pasajero
por dichas omisiones
 Reembolsar el Importe del Billete: En los casos en que el transporte no haya
podido cumplirse por causas ajenas a la voluntad del pasajero. Tiene lugar cuando el
transporte no se realiza en su totalidad, y tambieá n por cambio de ruta, de horario o
peá rdida de una conexioá n que no fueran imputables al pasajero.
 No realizar el transporte: Sin que ello signifique incumplimiento del contrato,
en los siguientes casos:
c- Por estar expedido el billete a nombre de persona distinta del que se presenta para ser
contratado, sin autorizacioá n expresa del transportador
d- Por estar fuera dl plazo, por pretender hacer valer un billete en fecha distinta para la
que fue expedido o haber transcurrido el plazo concedido para el transporte, sin haber
sido vaá lidamente prorrogado
e- Modificar las condiciones del transporte, en cuanto al lugar y hora, por circunstancias
especiales y justificadas
 Pagar el precio del pasaje en la forma convenida: Por regla general se efectuá a en
el momento de la expedicioá n del correspondiente tíátulo de transporte (billete)
 Presentarse en el lugar indicado: Deberaá hacerlo a la hora senñ alada por el
transportador que generalmente va indicada en el billete
 Cumplir las disposiciones administrativas referentes al viaje: Como son sanidad,
policíáa, migracioá n, aduana, etc.
 Someterse a las disposiciones del Comandante: Como sabemos, seguá n la ley
aeronaá utica, el comandante tiene poder de autoridad sobre los pasajeros, en la medida
necesaria para permitir el orden y la seguridad durante el vuelo
La duracioá n del transporte aeá reo determina la vigencia del contrato de pasaje. Resulta
sumamente importante establecer claramente la duracioá n del transporte aeá reo a los
efectos de la responsabilidad del transportador, que se limita a los danñ os o lesiones
sufridos por el pasajero, por ese periodo de tiempo. Este uá ltimo comprende a su vez el
periodo de transporte propiamente dicho, que comienza en el momento en que la
aeronave inicia el carreteo en tierra o el deslizamiento por agua, y que culmina cuando la
aeronave detiene sus motores al llegar al punto final de destino, y el periodo asimilado al
transporte, que comprende las operaciones anteriores y posteriores de transporte
propiamente dicho, y que prolongan la vigencia de eá ste y la duracioá n del contrato
Art. 203 Ley 1860/02. El porteador responderaá por la muerte, lesiones corporales o
psíáquicas o danñ os de cualquier naturaleza causados a los pasajeros, cuando el hecho
causante de la misma se haya producido a bordo de la aeronave o durante las operaciones
de embarque o desembarque
Concepto.
Es aquella mediante el cual una empresa de transporte aeá rea o un simple transportista se
obliga, como consecuencia de un contrato de pasaje anterior o simultaá neamente celebrado,
a trasladar de un lugar a otro y por víáa aeá rea el equipaje del pasajero citado, comprensivo
de los objetos registrados y los que lleva a mano, asíá como el exceso de peso que sobre la
cantidad otorgada a dicho pasajero figure como franquicia, en las condiciones que en eá ste
uá ltimo caso ambas partes convengan.
Naturaleza Juríádica.
Otro elemento es la insensibilidad de los derechos del pasajero ya que si el equipaje soá lo
puede ser llevado en la aeronave debido a su vinculacioá n con el pasajero, faá cil es
comprender que no puede ser transferida a un tercero.
S/Tapia Salinas, se trata de un contrato autoá nomo, ya que el mismo implica maá s que una
simple obligacioá n del transportista o un derecho del pasajero. Existe un acuerdo de
voluntades, ya que ni el pasajero estaá obligado a llevar equipaje, ni el transportista
tampoco lo estaá a transportarlo en todos los casos y ocasiones
Que se entiende por equipaje.
Son todos aquellos artíáculos y efectos personales del pasajero, necesarios y apropiados
para usar y proporcionar comodidad o conveniencia en relacioá n con su viaje. Ej. valijas,
ropas, paraguas, caá maras fotograá ficas, maá quinas de escribir, artíáculos deportivos, etc.
Las condiciones generales de I.A.T.A establecen que por equipaje deberaá n entenderse los
artíáculos, efectos y objetos de propiedad privada del pasajero que sean necesarios para su
uso, comodidad o conveniencia. Ademaá s incluye los artíáculos fraá giles o perecederos, como
le dinero, joyas, plateríáa, los papeles negociables, documentos comerciales, etc.
Clases de Equipajes.
 Equipaje de Mano: Son los efectos personales cuya guarda conserva el pasajero
y son aquellos a que hacen referencia las condiciones generales del transporte.
Exceso de Equipaje: Es el que excede del peso que el transportista transporta por le precio
del pasaje. El transportista soá lo estaá obligado a conducirlo conjuntamente con el pasajero
cuando tenga posibilidades de trasladarlo en la misma aeronave. Debe percibir el precio
correspondiente por le exceso, y eá ste queda incluido dentro de las normas que regula el
traslado de equipaje. Si no puede ser transportado en la misma aeronave y el transportista
se compromete a trasladarlo en otro vuelo, su reá gimen juríádico es semejante al de las
mercaderíáas.
Art. 153 Coá digo Aeronaá utico. El taloá n de equipaje acredita, salvo prueba en contrario,
haberse recibido por el porteador y registrado el equipaje.
La ausencia, irregularidad o peá rdida del taloá n no afectaraá la existencia o validez del
contrato. Si el porteador aceptara los equipajes sin expedir el taloá n correspondiente, o
dicho taloá n fuese expedido en forma irregular, el porteador no tendraá derecho a ampararse
en las disposiciones de eá ste coá digo, relativas a la limitacioá n o exclusioá n de la
responsabilidad.
En el contrato de transporte aeá reo de equipaje, falta el elemento precio, hacieá ndolo
accesorios del recio del billete al estar comprendidos en el mismO.
Puede ser expedido por separado o unido al billete de pasaje dentro del cual puede quedar
refundido. Funciona como un verdadero documento al portador, ya que su presentacioá n es
tíátulo suficiente para reclamar la entrega de los efectos que integran
Art. 153 Coá digo Aeronaá utico. El taloá n de equipaje acredita, salvo prueba en contrario,
haberse recibido por el porteador y registrado el equipaje.
La ausencia, irregularidad o peá rdida del taloá n no afectaraá la existencia o validez del
contrato. Si el porteador aceptara los equipajes sin expedir el taloá n correspondiente, o
dicho taloá n fuese expedido en forma irregular, el porteador no tendraá derecho a ampararse
en las disposiciones de eá ste Coá digo relativas a la limitacioá n o exclusioá n de la
responsabilidad.
Requisitos.
Art. 152 Coá digo Aeronaá utico. En el transporte de equipajes registrados, salvo los objetos
cuya custodia conserva el pasajero, el porteador deberaá expedir un taloá n de equipaje en
dos ejemplares, que contendraá :
3- Prohibir e impedir el transporte de equipaje que contenga materias toá xicas nocivas, por
su conduccioá n peligrosa o prohibida por normas legales, asíá como todas aquellas que
afecten a la salud de los pasajeros y la tripulacioá n, como a la seguridad de la aeronave
C- Retirar el equipaje una vez llegado al punto de destino, entregando el taloá n de equipaje
o ticket al transportador, dando su conformidad con dicha recepcioá n o realizar la protesta
necesaria dentro del teá rmino de 7 díáas, conforme a las disposiciones del Convenio de
Varsovia
G- Cumplir las disposiciones legales y las instrucciones del transportista al respecto del
equipaje, su documentacioá n y su persona (revisiones de aduana, sanidad, comercio, etc).
En el caso de que por culpa del pasajero no puedan realizarse estas revisiones o que una
vez hechas, no se permita el transporte del equipaje, no tendraá aqueá l derecho de
indemnizacioá n alguna, ni existiraá responsabilidad para le transportista por la no
realizacioá n del transporte.
Se extiende desde la entrega de los efectos por parte del pasajero al transportista, hasta
una vez terminado el viaje, momento en el que el equipaje es puesto por entero a
disposicioá n del pasajero.
Muchas de las companñ íáas actuales iniciaron sus actividades con eá sta modalidad de
transporte, ademaá s de la postal, siendo secundario para ellos el transporte de pasajeros.
Concepto.
Art. 155 Coá digo Aeronaá utico. Por el contrato de transporte aeá reo de carga, el porteador se
obliga a trasladar por víáa aeá rea bienes entregados por le remitente para su entrega al
destinatario por un precio determinado. En el transporte internacional de carga se
aplicaraá n las reglas establecidas en los convenios y acuerdos internacionales aprobados y
ratificados por la Repuá blica.
Naturaleza Juríádica.
Se trata de una especie de contrato de transporte y cuenta por consiguiente, con todos los
rasgos tíápicos de esta convencioá n, y no pueden faltar en ninguá n caso la obligacioá n de hacer.
Tiene una naturaleza autoá noma e independiente.
Se considera cargas o mercancíáas todas aquellas cosas que, propuesta para su transporte
por un remitente y no comprendidas en ninguna de las excepciones y prohibiciones
expresas son aceptadas por le transportista y en consecuencia, han de ser transportadas
en un aeronave en las condiciones estipuladas en el contrato o carta de porte aeá reo
No todos los objetos transportados por una aeronave han de ser tenidos como mercancíáas.
Art. 156 Coá digo Aeronaá utico. En el contrato de transporte aeá reo de carga, el remitente,
cargador o expedidor deberaá extender en 3 ejemplares como míánimo, una carta de porte o
conocimiento, la que entregaraá con la carga al porteador.
Art. 158 Coá digo Aeronaá utico. La carta de porte aeá reo o conocimiento acredita, salvo
prueba en contrario, el perfeccionamiento del contrato, la recepcioá n de la mercancíáa en el
porteador y las condiciones de la misma
En el caso de que el porteador aceptase la carga sin la entrega de una carta de porte aeá reo
o conocimiento o, de recibida eá sta, no contuviera las indicaciones exigidas por la ley, no
tendraá derecho a ampararse en disposiciones que limiten o excluyan su responsabilidad.
Caracteres de la misma.
4- No Formal: Aparece reflejado en el derecho Positivo el rechazo del caraá cter solemne,
tanto en lo interno como en lo internacional
5- Principal: Se considera como un contrato principal, y no accesorio, como lo es el
contrato de equipajes. El contrato de mercancíáas goza de absoluta autonomíáa e
independencia de cualquier otro y no supedita su existencia a ninguna otra relacioá n
contractual.
Requisitos.
La carta de porte aeá reo o conocimiento deberaá contener las siguientes indicaciones:
Art. 168 Coá digo Aeronaá utico: La ejecucioá n del contrato de transporte de carga aeá rea se
inicia con la recepcioá n de las mercancíáas y subsiste durante le periodo en que la carga se
encuentre en poder del porteador, sea en un aeroá dromo, a bordo de la aeronave, o en
cualquier lugar para el caso de aterrizaje forzoso, hasta la entrega final del destinatario o a
las autoridades aeronaá uticas o aduaneras, conforme el reá gimen vigente.
28. EL PROBLEMA GENERAL DE LA RESPONSABILIDAD EN EL DERECHO AERONAÓ UTICO.
El tema de la responsabilidad aeronaá utica es el que maá s ha preocupado a los juristas desde
que empezaron a preparar las bases de un texto internacional en 1925. A partir del
Convenio de Varsovia de 1929 el aumento en el intereá s respecto al tema ha resultado en
innumerables estudios y trabajos.
Los actos que componen lo que conocemos como navegacioá n aeá rea no siempre resultan en
el cumplimiento del fin propuesto: en muchas oportunidades, son causantes de una serie
de consecuencias que afectan a personas, interesadas como ajenas a esta actividad.
Hay una serie de motivos que justifican la especialidad de los principios y normas relativas
a la responsabilidad en el transporte aeá reo.
Riesgos Propios: El transporte aeá reo es el maá s seguro en la actualidad, conforme a las
estadíásticas; sin embargo, los riesgos a que estaá n expuestos las personas y los bienes
transportados por víáa aeá rea son de una naturaleza tan particular que merecen una
regulacioá n juríádica especial. En los primeros tiempos de la navegacioá n aeá rea se
manifestaron 2 soluciones: la primera trataba de liberar al transportista de la rigidez de
los principios de la responsabilidad del derecho comuá n, de caraá cter limitado; l asegunda
teníáa como objetivo la proteccioá n de los derechos ajenos a la navegacioá n aeá rea que
pudieran sufrir danñ os no internacionales como consecuencia de un sobrevuelo.
Caraá cter Econoá mico: Aunque menos frecuentes, los accidentes de aeronaá uticos reciben
una cobertura periodíástica mucho mayor por la magnitud de las peá rdidas materiales y
humanas. Ademaá s la destruccioá n total de los aparatos, cuyo valor es siempre sumamente
elevado, en la mayoríáa de los casos implica ademaá s la muerte de todos los tripulantes y
pasajeros, la peá rdida de la carga y cuantiosos danñ os a terceros.
Clases de Responsabilidad.
Art. 212 Coá digo Aeronaá utico. Las limitaciones establecidas en eá ste coá digo para la
sabiendo que su actitud podríáa haber causado danñ o o cuando se hubiera pactado
expresamente por una responsabilidad mayor, tanto para pasajeros, como para las
cosas transportadas.
Las causas de exencioá n de responsabilidades son las que pueden ser alegadas por el
transportista aeá reo, a quien incumbe la prueba de su existencia, para librarse de la
responsabilidad originada en los casos de danñ os a los usuarios de un transporte aeá reo,
siempre que no ocurra el dolo o la falta dolosa. Se puede analizar lo siguiente:
 Vicios Propios de las cosas: Cuando los danñ os en el equipaje o carga provinieren
del vicio propio o de la naturaleza de lo transportado, o embalaje deficiente que no haya
sido efectuado por el porteador.
 Hechos del perjudicado: Cuando los danñ os proviniesen de hechos imputables
exclusivamente a terceros, caso fortuito, fuerza mayor, acto de guerra o conflicto armado.
 Hechos de terceros: Esta causa de exencioá n se refiere a los hechos realizados
por personas extranñ as al transporte, o que no tengan relacioá n de dependencia con el
transportador. Los empleados y representantes del transportador no pueden ser
considerados terceros y el algunos casos don perjudicados y gozan de derecho a ser
indemnizados.
 Otras claá usulas de exencioá n: Las legislaciones suelen admitir otras claá usulas
especiales de liberacioá n de responsabilidad, excluyendo los casos en que mediara dolo o
culpa y danñ os a personas.
Elementos Objetivos
1- El Danñ o: Es el perjuicio sufrido en el transporte aeá reo por incumplimiento del contrato o
ejecucioá n anormal del mismo.
2- Reparacioá n del Danñ o: Al aplicarlo al transporte aeá reo, deben considerarse los siguientes
elementos esenciales que integran el danñ o:
 Evaluacioá n: a fijacioá n del perjuicio debe hacerse con criterio amplio, a fin de
comprender tanto el danñ o emergente (perjuicio causado) con le lucro cesante (beneficio
que se ha dejado de obtener)
 Extensioá n: La misma estaá determinada por la ley, seguá n se trate de transporte
de personas o de cosas. Los danñ os que pueden sufrir el usuario con motivo de un
transporte aeá reo son los siguientes:
3- La indemnizacioá n: Es otro de los objetivos del transportista aeá reo. Es la reparacioá n del
perjuicio o compensacioá n por los danñ os sufridos por el perjudicado, cuyo monto debe ser
fijado por el tribunal competente
Limitacioá n. Fundamentos:
B- Facilitar las decisiones de los tribunales y asegurar que se haga efectivo el pago de la
indemnizacioá n, fijando sumas razonables. En caso contrario, la insolvencia del
transportista haríáa imposible el desembolso de las sumas debidas.
Las limitaciones establecidas por el Coá digo para la responsabilidad, sea contractual o
extracontractual, no se aplicaraá n cuando se comprobase que el porteador o sus
dependientes obraron con dolo, temeridad o sabiendo que su actitud podríáa causar danñ o o
cuando se hubiera pactado expresamente por un responsabilidad mayor, tanto para
pasajeros como para las cosas transportadas.
No seraá n aplicables las limitaciones de montos establecidas por eá ste Coá digo para los casos
de la responsabilidad, cuando se pruebe que el danñ o es consecuencia de una accioá n u
omisioá n del explotador o sus dependientes en funciones, con intencioá n de causar danñ o, con
temeridad o sabiendo o debiendo saber que probablemente causaríáa danñ o.
Principio de Responsabilidad:
Art. 203 Coá digo Aeronaá utico. La responsabilidad le corresponde al transportador por los
danñ os derivados de un transporte aeá reo.
Los danñ os que puedan sufrir los pasajeros durante el transporte aeá reo consisten en:
muerte, lesiones corporales y atrasos en el transporte.
Las limitaciones de la responsabilidad en el Coá digo Aeronaá utico abarca desde los Arts. 247
al 254.
Art. 248 C.C.P Establece que la responsabilidad del porteador respecto a cada pasajero por
muerte o lesioá n de cada naturaleza, queda limitada a 15.000 jornales míánimos
Sus fundamentos son la proteccioá n a las empresas de transporte aeá reo, facilitacioá n de las
decisiones judiciales y compensacioá n en el sistema de presuncioá n de la culpa del
transportador
No se aplicaraá n líámite alguno a la responsabilidad de los organismos de traá nsito aeá reo,
explotadores de aeroá dromos y fabricante de aeronaves, cuando mediase dolo o se actuase
a sabiendas de que se podríáa causar danñ o. Por lo tanto, cuando existe dolo o falta dolosa, la
responsabilidad es ilimitada y no puede ser exonerada ni por claá usulas especiales del
contrato de transporte.
En el caso de las acciones de los dependientes, debe probarse que las mismas se
encuadraban dentro de sus funciones; solamente asíá se puede extender la responsabilidad
del transportador.
Art. 223 Coá digo Aeronaá utico. El los casos de transporte aeá reo gratuito de personas, en
servicios aeá reos privados, el porteador soá lo seraá responsable si incurre en dolo o culpa
grave.
Art. 224 Coá digo Aeronaá utico. Lo dispuesto en el artíáculo anterior se aplicaraá al transporte
de equipajes y cosas que viajen bajo la guarda del pasajero.
Acciones y Prescripciones.
Prescribiraá n al anñ o:
Principios de Responsabilidad.
Los principios que rigen la responsabilidad del transportador por los danñ os en el
transporte de equipajes y de cargas, son los mismos que rigen en el transporte de
pasajeros.
La conduccioá n de personas o cosas por medio de una aeronave, se inspira por su analogíáa
entre naves y aeronaves, en el milenario transporte maríátimo, pero con variantes de
trascendencia, como resultado de su peculiaridad: la velocidad y el alcance, la facilidad
para cruzar fronteras sin ser detenido, pero con respeto de las zonas de vuelo prohibido
Toda claá usula que exonere la responsabilidad al porteador seraá nula y sin valor, sin que por
ello invalide el contrato de transporte. Igualmente se refiere a los casos de claá usulas con
líámite inferior a los montos fijados por eá ste Coá digo, a excepcioá n del caso de sobreventa de
pasajes donde el porteador no seraá responsable.
a) Si prueba que eá l o sus dependientes han obrado con diligencia, adoptando las medidas
necesarias y previsibles paras evitar el danñ o, o que les fue imposible adoptarlas
b) Si prueba que el danñ o fue causado por culpa exclusiva del perjudicado, o que el mismo
haya contribuido a causarlo y. En este caso, la responsabilidad se reduciraá en la medida de
su concurrencia.
c) Cuando los danñ os en el equipaje o carga provinieren del vicio propio o de la naturaleza
de lo transportado, o embalaje deficiente que no haya sido efectuado por el porteador.
Referidos al transporte de cosas, de equipajes y cargas, estos vicios han de ser surgidos o
apreciados despueá s de la aceptacioá n de las cosas por el transportista.
Si el pasajero o destinatario recibe los equipajes o cargas sin protesta alguna, se presume
que las cosas fueron entregadas en buen estado y conforme a lo estipulado para le
transporte.
Los vicios a que se refiere la Ley deben surgir luego de haber sido aceptadas las cosas por
el transportador, en caso contrario, eá ste tendríáa derecho a rechazarlas.
En caso de peá rdida o deterioro de las cosas transportadas, el pasajero deberaá presentar
una protesta de inmediato, o antes de los 7 díáas para los equipajes, y 14 díáas para las
cargas. Dichos plazos comienzan a contarse a partir de la fecha en que las cosas han sido
recibidas. En caso de atraso, la protesta deberaá hacerse dentro de los 21 díáas a partir de la
fecha en el equipaje o las cargas hayan sido puestos a disposicioá n del destinatario o
pasajero.
Limitacioá n de la Responsabilidad
E- Facilitar las decisiones de los tribunales y asegurar que se haga efectivo el pago de la
indemnizacioá n, fijando sumas razonables. En caso contrario, la insolvencia del
transportista haríáa imposible el desembolso de las sumas debidas.
No se aplicaraá n líámite alguno a la responsabilidad de los organismos de traá nsito aeá reo,
explotadores de aeroá dromos y fabricante de aeronaves, cuando mediase dolo o se actuase
a sabiendas de que se podríáa causar danñ o. Por lo tanto, cuando existe dolo o falta dolosa, la
responsabilidad es ilimitada y no puede ser exonerada ni por claá usulas especiales del
contrato de transporte.
En el caso de las acciones de los dependientes, debe probarse que las mismas se
encuadraban dentro de sus funciones; solamente asíá se puede extender la responsabilidad
del transportador.
Art. 223 Coá digo Aeronaá utico. El los casos de transporte aeá reo gratuito de personas, en
servicios aeá reos privados, el porteador soá lo seraá responsable si incurre en dolo o culpa
grave.
Art. 224 Coá digo Aeronaá utico. Lo dispuesto en el artíáculo anterior se aplicaraá al transporte
de equipajes y cosas que viajen bajo la guarda del pasajero.
En caso de peá rdida o deterioro de las cosas transportadas, el pasajero deberaá presentar
una protesta de inmediato, o antes de los 7 díáas para los equipajes, y 14 díáas para las
cargas. Dichos plazos comienzan a contarse a partir de la fecha en que las cosas han sido
recibidas. En caso de atraso, la protesta deberaá hacerse dentro de los 21 díáas a partir de la
fecha en el equipaje o las cargas hayan sido puestos a disposicioá n del destinatario o
pasajero.
Acciones y Prescripciones.
Prescribiraá n al anñ o:
La caíáda de una aeronave o de una cosa desprendida de la misma, puede provocar danñ os a
personas o bienes que nada tiene que ver con la autoridad aeronaá utica y que son
totalmente ajenos a la explotacioá n y operacioá n de la aeronave que produce el danñ o. En
tales casos y por consecuencia de esos danñ os, surge la responsabilidad extracontractual.
Se ha seguido, en eá sta materia el sistema de la doctrina “objetiva”, prescindiendo de toda
idea de culpa, para hacer la responsabilidad de la mera relacioá n de consecuencia entre el
hecho-causa y el hecho-efecto.
Art. 216 Coá digo Aeronaá utico. E considera que una aeronave se encuentra en vuelo desde el
momento en que cierra la puerta para iniciar el carreteo, hasta cuando deja de moverse
por su fuerza motriz, despueá s del aterrizaje.
Cuando se tratase de aeronave maá s liviana que el aire, se considera que estaá en vuelo,
desde el momento en que se desprende de la superficie hasta el momento en que queda
sujeta nuevamente a ella.
La persona que sufra danñ os en la superficie tiene derecho a la reparacioá n con soá lo probar
que los danñ os provienen de una aeronave en vuelo, o una persona o una cosa caíáda de la
misma. Sin embargo, no habraá lugar a reparacioá n si los danñ os no son consecuencia directa
del acontecimiento que los ha originado.
Deben ser indemnizadas las personas que son danñ adas ya sea en su persona propiamente
dicha o en sus cosas.
Art. 218 Coá digo Aeronaá utico. El que sin tener la disposicioá n de la aeronave, las usa sin
consentimiento del explotador, responde ilimitadamente con los líámites establecidos en
este Coá digo. Salvo que pruebe que tomoá las medidas adecuadas para evitar el uso ilegíátimo
de la aeronave.
Si los danñ os reparables se hubiera producido a causa de una colisioá n de dos o maá s
aeronaves. Si tales danñ os fueran ocasionados conjuntamente, cada una de ellas se
considerara causante del danñ o.
Art 217 Coá digo Aeronaá utico. El explotador estaraá eximido de la responsabilidad, si prueba:
 Que fue privado del uso de la aeronave por acto de autoridad puá blica
 Que los danñ os fueron consecuencia directa de un acto de guerra o conflicto
armado
 Que los danñ os fueron causados por un acto de sabotaje o terrorismo, y
 Que los danñ os fueron causados en circunstancias del apoderamiento ilíácito de la
aeronave.
Art. 247C.C.P. En el transporte aeá reo internacional de pasajeros, equipaje, carga y correo, la
responsabilidad del porteador se limitaraá a los montos establecidos en los tratados y
convenios internacionales aprobados y ratificados por la Repuá blica del Paraguay. A falta de
convenios internacionales, se aplicaraá n las disposiciones de eá ste Coá digo.
El problema maá s discutido por los expertos que crearon el sistema de la responsabilidad
objetiva, ha sido indudablemente el criterio en base al cual se fijaríáan los líámites
pecuniarios del mismo. Se propuso una suma global maá xima a ser aplicada a todos los
casos de danñ os a terceros en superficie, pero fue descartada por su falta loá gica y equidad.
Tambieá n fue propuesto el abandono de la aeronave accidentada a los damnificados, lo cual
no prosperoá porque resulta obvio que cuanto mayores sean los danñ os causados en la
superficie, mayor tambieá n seraá el perjuicio a la aeronave y menor el valor de los restos que
se pudieran salvar.
Art. 223 Coá digo Aeronaá utico. El los casos de transporte aeá reo gratuito de personas, en
servicios aeá reos privados, el porteador soá lo seraá responsable si incurre en dolo o culpa
grave.
Art. 224 Coá digo Aeronaá utico. Lo dispuesto en el artíáculo anterior se aplicaraá al transporte
de equipajes y cosas que viajen bajo la guarda del pasajero.
Acciones y Prescripciones.
Prescribiraá n al anñ o:
Principios de Responsabilidad.
Los principios que rigen la responsabilidad del transportador por los danñ os en el
transporte de equipajes y de cargas, son los mismos que rigen en el transporte de
pasajeros.
La conduccioá n de personas o cosas por medio de una aeronave, se inspira por su analogíáa
entre naves y aeronaves, en el milenario transporte maríátimo, pero con variantes de
trascendencia, como resultado de su peculiaridad: la velocidad y el alcance, la facilidad
para cruzar fronteras sin ser detenido, pero con respeto de las zonas de vuelo prohibido
Toda claá usula que exonere la responsabilidad al porteador seraá nula y sin valor, sin que por
ello invalide el contrato de transporte. Igualmente se refiere a los casos de claá usulas con
líámite inferior a los montos fijados por eá ste Coá digo, a excepcioá n del caso de sobreventa de
pasajes donde el porteador no seraá responsable.
a) Si prueba que eá l o sus dependientes han obrado con diligencia, adoptando las medidas
necesarias y previsibles paras evitar el danñ o, o que les fue imposible adoptarlas
b) Si prueba que el danñ o fue causado por culpa exclusiva del perjudicado, o que el mismo
haya contribuido a causarlo y. En este caso, la responsabilidad se reduciraá en la medida de
su concurrencia.
c) Cuando los danñ os en el equipaje o carga provinieren del vicio propio o de la naturaleza
de lo transportado, o embalaje deficiente que no haya sido efectuado por el porteador.
Referidos al transporte de cosas, de equipajes y cargas, estos vicios han de ser surgidos o
apreciados despueá s de la aceptacioá n de las cosas por el transportista.
Si el pasajero o destinatario recibe los equipajes o cargas sin protesta alguna, se presume
que las cosas fueron entregadas en buen estado y conforme a lo estipulado para le
transporte.
Los vicios a que se refiere la Ley deben surgir luego de haber sido aceptadas las cosas por
el transportador, en caso contrario, eá ste tendríáa derecho a rechazarlas.
En caso de peá rdida o deterioro de las cosas transportadas, el pasajero deberaá presentar
una protesta de inmediato, o antes de los 7 díáas para los equipajes, y 14 díáas para las
cargas. Dichos plazos comienzan a contarse a partir de la fecha en que las cosas han sido
recibidas. En caso de atraso, la protesta deberaá hacerse dentro de los 21 díáas a partir de la
fecha en el equipaje o las cargas hayan sido puestos a disposicioá n del destinatario o
pasajero.
Limitacioá n de la Responsabilidad
E- Facilitar las decisiones de los tribunales y asegurar que se haga efectivo el pago de la
indemnizacioá n, fijando sumas razonables. En caso contrario, la insolvencia del
transportista haríáa imposible el desembolso de las sumas debidas.
No se aplicaraá n líámite alguno a la responsabilidad de los organismos de traá nsito aeá reo,
explotadores de aeroá dromos y fabricante de aeronaves, cuando mediase dolo o se actuase
a sabiendas de que se podríáa causar danñ o. Por lo tanto, cuando existe dolo o falta dolosa, la
responsabilidad es ilimitada y no puede ser exonerada ni por claá usulas especiales del
contrato de transporte.
En el caso de las acciones de los dependientes, debe probarse que las mismas se
encuadraban dentro de sus funciones; solamente asíá se puede extender la responsabilidad
del transportador.
Art. 223 Coá digo Aeronaá utico. El los casos de transporte aeá reo gratuito de personas, en
servicios aeá reos privados, el porteador soá lo seraá responsable si incurre en dolo o culpa
grave.
Art. 224 Coá digo Aeronaá utico. Lo dispuesto en el artíáculo anterior se aplicaraá al transporte
de equipajes y cosas que viajen bajo la guarda del pasajero.
En caso de peá rdida o deterioro de las cosas transportadas, el pasajero deberaá presentar
una protesta de inmediato, o antes de los 7 díáas para los equipajes, y 14 díáas para las
cargas. Dichos plazos comienzan a contarse a partir de la fecha en que las cosas han sido
recibidas. En caso de atraso, la protesta deberaá hacerse dentro de los 21 díáas a partir de la
fecha en el equipaje o las cargas hayan sido puestos a disposicioá n del destinatario o
pasajero.
Acciones y Prescripciones.
Prescribiraá n al anñ o:
Art. 216 Coá digo Aeronaá utico. E considera que una aeronave se encuentra en vuelo desde el
momento en que cierra la puerta para iniciar el carreteo, hasta cuando deja de moverse
por su fuerza motriz, despueá s del aterrizaje.
Cuando se tratase de aeronave maá s liviana que el aire, se considera que estaá en vuelo,
desde el momento en que se desprende de la superficie hasta el momento en que queda
sujeta nuevamente a ella.
La persona que sufra danñ os en la superficie tiene derecho a la reparacioá n con soá lo probar
que los danñ os provienen de una aeronave en vuelo, o una persona o una cosa caíáda de la
misma. Sin embargo, no habraá lugar a reparacioá n si los danñ os no son consecuencia directa
del acontecimiento que los ha originado.
Deben ser indemnizadas las personas que son danñ adas ya sea en su persona propiamente
dicha o en sus cosas.
Art. 218 Coá digo Aeronaá utico. El que sin tener la disposicioá n de la aeronave, las usa sin
consentimiento del explotador, responde ilimitadamente con los líámites establecidos en
este Coá digo. Salvo que pruebe que tomoá las medidas adecuadas para evitar el uso ilegíátimo
de la aeronave.
Si los danñ os reparables se hubiera producido a causa de una colisioá n de dos o maá s
aeronaves. Si tales danñ os fueran ocasionados conjuntamente, cada una de ellas se
considerara causante del danñ o.
Art 217 Coá digo Aeronaá utico. El explotador estaraá eximido de la responsabilidad, si prueba:
 Que fue privado del uso de la aeronave por acto de autoridad puá blica
 Que los danñ os fueron consecuencia directa de un acto de guerra o conflicto
armado
 Que los danñ os fueron causados por un acto de sabotaje o terrorismo, y
 Que los danñ os fueron causados en circunstancias del apoderamiento ilíácito de la
aeronave.
Art. 247C.C.P. En el transporte aeá reo internacional de pasajeros, equipaje, carga y correo, la
responsabilidad del porteador se limitaraá a los montos establecidos en los tratados y
convenios internacionales aprobados y ratificados por la Repuá blica del Paraguay. A falta de
convenios internacionales, se aplicaraá n las disposiciones de eá ste Coá digo.
El problema maá s discutido por los expertos que crearon el sistema de la responsabilidad
objetiva, ha sido indudablemente el criterio en base al cual se fijaríáan los líámites
pecuniarios del mismo. Se propuso una suma global maá xima a ser aplicada a todos los
casos de danñ os a terceros en superficie, pero fue descartada por su falta loá gica y equidad.
Tambieá n fue propuesto el abandono de la aeronave accidentada a los damnificados, lo cual
no prosperoá porque resulta obvio que cuanto mayores sean los danñ os causados en la
superficie, mayor tambieá n seraá el perjuicio a la aeronave y menor el valor de los restos que
se pudieran salvar.
No se aplicaraá n líámite alguno a la responsabilidad de los organismos de traá nsito aeá reo,
explotadores de aeroá dromos y fabricante de aeronaves, cuando mediase dolo o se actuase
a sabiendas de que se podríáa causar danñ o. Por lo tanto, cuando existe dolo o falta dolosa, la
responsabilidad es ilimitada y no puede ser exonerada ni por claá usulas especiales del
contrato de transporte.
En el caso de las acciones de los dependientes, debe probarse que las mismas se
encuadraban dentro de sus funciones; solamente asíá se puede extender la responsabilidad
del transportador.
Art. 238 Coá digo Aduanero. Las acciones de reparacioá n de danñ os causados a terceros en la
superficie prescriben al anñ o
No estaá comprendido el caso el caso del choque de una maá quina en movimiento con otra
estacionada, por no reunir el requisito mencionado. En cambio el aire desplazado por el
paso de una aeronave puede ocasionar la caíáda de otra en vuelo o perjudicar a un aparato
que se encuentra efectuando maniobras en tierra; en tales casos, son plenamente
aplicables las disposiciones sobre abordaje previstas en nuestra legislacioá n. Desde el punto
de vista teá cnico, el abordaje constituye un accidente aeá reo, cuyo tratamiento podríáa ser
similar a cualquier otro. Sin embargo las consecuencias juríádicas de que esteá n
involucrados do o maá s aeronaves, justifican el establecimiento de un reá gimen especial de
responsabilidad. Todo accidente que resulte de la destruccioá n total o parcial de la
aeronave, origina los dos tipos de responsabilidad que hemos visto: la contractual basada
en la relacioá n juríádica existente entre transportador y el usuario, y la extracontractual
fundado en los danñ os causados a terceros en la superficie. Por su parte el abordaje da
origen a estos dos tipos de responsabilidad, pero no siempre afectaraá a ambos
transportadores: cuando se hubiera producido el danñ o por culpa de uno de los
transportadores, el mismo debe responder ante los usuarios de todas las aeronaves
involucrada, e incluso por los danñ os ocasionados por estas. De eá sta manera, queda
establecida una relacioá n extracontractual que coexiste con lo que deriva del contrato de
transporte.
Art. 220 Coá digo Aeronaá utico. La responsabilidad por la reparacioá n del danñ o causado por
un abordaje corresponde al explotador culpable, sea que le cause personalmente o por
medio de sus dependientes
48. Personas responsables del danñ o. Clases de abordaje y responsabilidad en cada caso.
El abordaje puede producirse por culpa de uno solo o de los operadores de las naves
involucradas; en tal caso, la obligacioá n de reparar los danñ os corresponde exclusivamente al
mismo.
Si los danñ os hubieran sido originados por culpa de los operadores de dos o maá s aeronaves,
existe culpa concurrente y cada uno de ellos responderaá ante los demaá s en la proporcioá n
en que su culpa hubiera contribuido a los perjuicios.
En caso de no poder determinarse la respectiva gravedad de las culpas, cada persona
responsable soportaraá sus propios danñ os; eá ste es el conocido como abordaje dudoso o por
culpa inescrutable. Finalmente, el abordaje puede producirse sin culpa de los operadores o
de sus dependientes, conocido como abordaje fortuito; en eá stos casos, los danñ os son
soportados igualmente por cada una de las partes.
En caso del operador que hubiera respondido por danñ os causados a terceros en la
superficie por abordaje de dos o maá s aeronaves en vuelo, los explotadores de eá stas
responden solidariamente
Art. 247C.C.P. En el transporte aeá reo internacional de pasajeros, equipaje, carga y correo, la
responsabilidad del porteador se limitaraá a los montos establecidos en los tratados y
convenios internacionales aprobados y ratificados por la Repuá blica del Paraguay. A falta de
convenios internacionales, se aplicaraá n las disposiciones de eá ste Coá digo.
Art. 248 C.C.P Establece que la responsabilidad del porteador respecto a cada pasajero por
muerte o lesioá n de cada naturaleza, queda limitada a 15.000 jornales míánimos
En lo que respecta a los objetos cuya guarda conserve el pasajero, la responsabilidad por
cada viajero quedaraá limitada a la suma equivalente a 30 jornales míánimos.
En caso de danñ o causado por retraso o denegatoria al embarque por sobreventa de pasajes
como se especifica en eá ste Coá digo, en le transporte de personas, la responsabilidad del
transportista se limita a 30 salarios míánimos por pasajero o el monto del billete al destino
del vuelo.
 Si se prueba que el danñ o fue originado en una accioá n u omisioá n del operador o
de alguno de sus dependientes, con intencioá n de causar el danñ o y con temeridad y
sabiendo que probablemente lo causaríáa. En el caso de los dependientes, debe probarse
que los mismos estaban actuando en el ejercicio de sus funciones.
En consecuencia, los dos casos de responsabilidad ilimitada son los de dolo o falta dolosa y
apoderamiento ilíácito de la aeronave.
Acciones y Prescripciones.
Art. 228 Coá digo Aduanero. Las acciones por danñ os emergentes en casos de abordaje, a
partir de la fecha de ocurrido el hecho.
Las acciones de repeticioá n entre porteadores, por los montos pagados por abordaje, o
entre explotadores obligados a pagar sumas en caso de solidaridad o culpa concurrente, a
partir de la fecha en que se efectuoá el pago.
Las acciones de reparacioá n de danñ os causados por abordaje prescriben por el transcurso
de 2 anñ os, contados a partir de la fecha en que se produjo el hecho.
50. Averíáas. Reglas aplicables a la averíáa comuá n en la navegacioá n comercial aeá rea. Idem en
el caso de averíáa simple.
A la averíáa comuá n o gruesa producida en la navegacioá n aeá rea. Le son aplicables los
principios del derecho comercial maríátimo y las disposiciones legales correspondientes;
para el efecto, se equipara la aeronave al buque. Por su parte, la averíáa particular o simple
se rige por las disposiciones del Derecho comuá n.
Averíáa Particular o Simple: Se produce cuando los danñ os o gastos resultan de un hecho
voluntario o involuntario relacionado con el buque o la carga separadamente.
Reglas de York – Amberes: Existe un acto de averíáa gruesa cuando y solamente cuando se
incurra intencionadamente y razonablemente en sacrificio o gasto extraordinario para la
seguridad comuá n con el propoá sito de preservar de un peligro, los bienes expuestos en una
aventura maríátima comuá n.