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PODER PÚBLICO

En toda sociedad confluyen grupos sociales, que de una u otra manera crean un
centro de poder que irradia su acción en diversas direcciones, como lo religioso,
económico, cultural, hasta lo referente a la moda. Según Burdeau, la sociedad es una
verdadera “constelación de poderes”; sin embargo, esa variedad de poderes se
concentra, en una unidad que obtiene organización y permite la armonía en el
desenvolvimiento de los diversos estratos de la sociedad, lo cual conduce a la
integración del Poder Público.

Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (1689-


1755), fue un cronista y pensador político francés que vivió en la llamada Ilustración.
Es famoso por la articulación de la teoría de la separación de poderes, que se da por
descontado en los debates modernos sobre los gobiernos, y ha sido implementado en
muchas constituciones en todo el mundo. Montesquieu desarrolló las ideas de John
Locke acerca de la división de poder. En su obra "el espíritu de las leyes" manifiesta
admiración por las instituciones políticas inglesas y afirmó que la ley es lo más
importante del Estado.

La doctrina de la separación de poderes, tal como la expone Montesquieu, se


inspira en una concepción de la unidad muy próxima a la que Galeno (y luego
Descartes) mantuvieron para pensar la unidad de los organismos vivientes. La unidad
del todo se entenderá como el resultado de un equilibrio dinámico entre partes,
miembros, Estados, órganos que logran contrapesarse. Hay, además, una parte
directiva, gobernante, un «alma racional», de naturaleza monárquica, que llegaría a ser
arbitraria y despótica si las otras partes no estuvieran separadas de ella. En cualquier
caso, el «derecho», es decir, las leyes, no tendrán por qué cubrir íntegramente, de
modo «totalitario», a todas las regiones de una sociedad política, porque muchas de
estas partes actuarán sin necesidad de pasar, a toda costa, por las formas legales. El
clima, la raza, las costumbres, si no ya los mandatos divinos que actuaban en el
Antiguo Régimen por encima de cualquier poder legislativo humano, contribuirán a
canalizar la vida de las sociedades políticas.

En ese sentido, se puede decir, que el poder consiste en un fenómeno social, que
se origina de la interacción de los seres humanos. Dicha interacción amerita de ciertos
elementos o parámetros para mantener y conservar el orden social, tales como el
mando y obediencia. De allí, que nazca como una necesidad apremiante de asegurar la
convivencia humana, debido a que si no existiere orden ni autoridad, sería un desastre
convivir de manera armónica en la sociedad. El Poder del Estado es un poder de
dominación, y donde existe una comunidad con un poder originario y con el elemento
coercitivo (fuerza) para dominar sobre sus miembros y su territorio, se está en
presencia de un Estado.

Cabe destacar, que el poder en el Estado comprende, no solo el poder originario


el cual reside en el pueblo o nación, sino también el poder de autoridad del que gozan
o se encuentran investidos para actuar los diferentes órganos o individuos, a los fines
de llevar a cabo la actividad funcional del Estado. Ese poder de autoridad va a
depender y está determinado por el ordenamiento jurídico del país.

Así pues, la actuación y ejercicio del Poder Público están sometidos a unos
principios primordiales contemplados en las Constituciones precedentes, siendo
fundamentalmente los siguientes:

ü El Principio restrictivo de la competencia

Se refiere a que los órganos del Poder Público, sólo pueden realizar aquellas
atribuciones que le sean competentes, de acuerdo a lo expresado en el artículo 137 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y demás leyes. Con este
principio se evita que los titulares de los diversos órganos se extralimiten en el
desempeño de sus competencias, y a su vez que no vulneren ni trasgredan derechos.

ü Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos

Este principio rector del Poder Público, quiere decir que si un órgano usurpa en
el ejercicio de sus funciones una competencia que no le es atribuida según la ley, por
cuanto está asignada a otro órgano, lo cual trae como consecuencia, la nulidad de los
actos dictados y la ineficacia de los mismos, es decir, no van a surtir o generar efecto
alguno en beneficio del usurpador, sin embargo, tal situación implica responsabilidad
de dichos actos, bien sea civil, penal o disciplinaria.

ü Responsabilidad individual por abuso o desviación de poder o por violación


de la Constitución o la ley:

Según lo previsto en el artículo 139 de la Constitución, la aceptación en cargos


por parte de persona en la administración pública (funcionario público) o cualquier
persona que esté investida de autoridad en cualquiera de los ámbitos del poder:
nacional, estadal o municipal, en el desempeño de su ejercicio le acarrea
responsabilidad.
Cuando se habla de actuar de manera abusiva, se refiere a traspasar los límites
de las facultades a que se está autorizado por el ordenamiento jurídico. Los términos
abuso de poder o desviación de poder son términos semejantes, sin embargo, el
primero genera una situación de mayor gravedad, mientras que el segundo se trata de
una situación de menor intensidad dañina en el ejercicio del poder. Esto quiere decir,
que ambos aspectos se diferencian esencialmente por la cuantificación generadora del
daño.

Por ejemplo, en la Administración Pública, los actos realizados con abuso de


poder además, de generar situaciones que han de ser sancionadas de conformidad a la
gravedad del hecho en el que ha incurrido el sujeto o funcionario, la tendencia es
lograr, más que una pena, el restablecimiento a las situaciones normales sin la
afectación de los derechos transgredidos.

ü Responsabilidad Patrimonial del Estado por daños a los particulares

El Estado está obligado según lo dispuesto en el artículo 140 ejusdem en


responder patrimonialmente por los daños causados a los bienes y derechos de los
particulares, siempre y cuando sea a consecuencia de la administración pública.

SEPARACIÓN DE LOS PODERES


Quienes han abordado este tema coinciden en afirmar que el punto de partida
del Constitucionalismo clásico se da desde el momento, en que los Estados asumen
para su organización jurídico política textos constitucionales escritos; es decir,
codificados en un solo cuerpo normativo, fundamentalmente del tipo rígido
consagratorio de un reparto claro y definido, de competencias, inspirada en la
concepción de Montesquieu en torno a la discusión de los Poderes que garanticen al
mismo tiempo un régimen de libertades, capaz de limitar al Poder del Estado,
brindando seguridad y confianza a los gobernados, de que sus derechos, han de ser
respetados y garantizados por mecanismos expeditos y confiables.

Dentro del mismo orden de ideas, se tiene que la Constitución Norteamericana


ha representado un punto de referencia en el surgimiento del Constitucionalismo
clásico o moderno que aparte de establecer una división absoluta de los poderes
legalmente constituidos. Se observa que la mayoría de los textos constitucionales
latinoamericanos de este momento han preferido incorporar en el cuerpo normativo de
los mismos, una enumeración pormenorizadas de los derechos garantizados por la
Constitución.
Así pues, el Estado es por definición un ordenamiento jurídico; por lo que no
es posible imaginarlo en ninguna de sus formas, fuera del Derecho cualquiera que sea
su Gobierno y cualquiera que sea el juicio que pueda merecer, desde el punto de vista
político no puede no tener Constitución y ésta no puede ser jurídica, porque
Constitución, no significa otra cosa que ordenamiento jurídico.

De allí, que un Estado no constituido en un modo o en otro, bien o mal no


puede tener ni siquiera un principio de existencia como no existe un individuo sin por
lo menos la parte principal del cuerpo. El Derecho Constitucional del Estado Absoluto
o Despótico (imperioso, dictatorial, arbitrario) será poco desarrollado, se concreta en
una sola institución fundamental la del soberano, y estará regulada por escasas
normas.

Ahora bien, para que un Estado sea considerado como tal, debe distinguirse
ciertos elementos tales como: el territorio, el gobierno y la población. Entendiéndose
por territorio, la superficie, el espacio físico, hasta donde se extiende el dominio del
Estado. En cambio cuando se habla de gobierno, se refiere a aquellos órganos por
medio del cual actúa el Estado a través de un ordenamiento jurídico y en
cumplimiento de sus fines. La población, no es más que el grupo de personas que
habitan en un territorio y conforman esa población.

Es evidente, que dentro del surgimiento de los Estados Modernos, están


presentes los americanos del norte, quiénes al independizarse de la metrópoli inglesa,
se vieron abocados en 1787 a establecer su propia organización política, creando la
Constitución de los Estados Unidos de Norte América (1787).

Pocos años después que los americanos, franceses en plena fiebre


revolucionaria en el año 1789, la Constitución Francesa, la cual recogía las
aspiraciones de Poderes, desterrando para siempre primero en Francia y luego en otros
países.

En resumidas cuentas, la doctrina de Montesquieu fue utilizada para formular


y organizar sistemas que él nunca pretendió implantar. Su esencia debe verse como un
equilibrio en el ejercicio de las funciones del Estado. Asimismo, la aplicación y el
desarrollo del principio de la separación de los Poderes que se atribuyó a
Montesquieu, no sólo tuvo sus propias implicaciones en Francia, sino también en
Inglaterra y en los Estados Unidos.
DISTRIBUCION DEL PODER PÚBLICO NACIONAL
El Poder Público Nacional está dividido en 5 poderes los cuales son: el poder
legislativo, el poder ejecutivo, el poder judicial, el poder ciudadano y el poder
electoral de los ciudadanos.

Poder Legislativo
El Poder Legislativo es dirigido por una cámara unida a la Asamblea Nacional,
encargada de la formación, discusión y sanción de las leyes federales, las que rigen en
el Distrito Capital, las Dependencias y los Territorios Federales. Se compone por 165
diputados que sirven por cinco años y pueden ser reelegidos.

Poder Ejecutivo
El Poder Ejecutivo Nacional es ejercido por el Presidente Ejecutivo de la República,
Vicepresidente Ejecutivo, Ministros y demás funcionarios del Gobierno venezolano,
según los designios de la Constitución.

Poder Judicial
El Poder Judicial es el encargado de administrar la justicia emanada de los
ciudadanos, y se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley,
constituido por el Tribunal Supremo de Justicia y los demás tribunales inferiores que
el Congreso establezca.

Poder Ciudadano
El Poder Ciudadano es ejercido por el Consejo Moral Republicano (CMR) integrado
por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General de la República Bolivariana de
Venezuela y el Contralor General de la República.

Poder Electoral
El Poder Electoral está constituido y representado por el Consejo Nacional Electoral
(CNE), quien se encarga de hacer la imparcialidad a la hora de votar.

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