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Aprender a comprender: actividades

y estrategias de comprensión
lectora en las aulas
por María Teresa LLAMAZARES PRIETO
Universidad de León
Isabel RÍOS GARCÍA
Universitat Jaume I
Carmen BUISÁN SERRADELL
Universitat de Barcelona

Introducción que se necesita recurrir al conocimiento


El estudio que presentamos describe e del mundo y a los conocimientos textuales
interpreta actividades docentes, con dife- y dominar las habilidades de descodifica-
rentes finalidades, desarrolladas para que ción y las estrategias para procesar acti-
los niños aprendan a comprender. Hemos vamente el sentido y los significados del
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realizado un seguimiento longitudinal de texto. Dichas estrategias son procedi-
cuatro años, en el marco de dos estudios mientos de alto nivel, que implican metas,
más amplios sobre las condiciones para el planificación de acciones para su consecu-
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aprendizaje inicial de la lengua escrita. ción y una permanente evaluación para


Tomando una muestra de actividades en ajustar o cambiar dichas acciones (Solé,
las aulas desde el último curso de Educa- 2006). La lectura contribuye y enriquece la
ción Infantil hasta el tercer curso de Pri- comprensión de la vida y, también, el co-
maria, pretendíamos deducir qué entien- nocimiento del mundo facilita la compren-
den los maestros por enseñar a sión. De ahí que la lectura sea una base y
comprender y qué estrategias de com- una resultante (Català, Català, Molina y
prensión lectora movilizan en las activi- Monclús, 2008) y que las dificultades lec-
dades realizadas. toras en distintos niveles educativos com-
prometan el aprendizaje de nuevos conoci-
Leer es una actividad compleja para mientos. El valor de la comprensión lectora
entender e interpretar textos escritos, con ha suscitado numerosos estudios y pro-
diferentes intenciones y objetivos, para lo puestas de intervención educativa para
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entender y mejorar esta competencia, y Estudios que tratan la lectura como


para crear condiciones mejores para el una transacción entre el lector y el texto,
aprendizaje (Sánchez, García y González, afirman que los conocimientos previos del
2007; Sánchez, García, De Sixte, Caste- lector son tan importantes para la com-
llano y Rosales, 2008). prensión como las características del texto
(De Vega, Carreiras, Gutiérrez-Calvo y
Cuando el lector se enfrenta a un texto Alonso-Quecuty, 1990; Colomer y Camps,
obtiene información de diferentes elemen- 1996). La lectura comprensiva requiere
tos (letras, palabras, gráficas), de nivel que el lector sea capaz de integrar la in-
bajo, que se propaga hacia niveles más ele- formación en unidades de sentido, en una
vados (significado de las palabras, sentido representación del contenido del texto que
de las frases, captación del sentido general es mucho más que la suma de los signifi-
del texto y /o del escenario que se plantea cados de las palabras individuales (De
en el texto). Simultáneamente, se da un Vega et al. 1990; Vidal-Abarca y Martí-
proceso descendente de verificación de las nez, 1998). En efecto, lo esencial es la ca-
expectativas creadas acerca del significado pacidad para usar ese conocimiento inte-
del texto, utilizando indicadores de tipo lé- grando los distintos componentes del texto
xico, sintáctico, grafo-fónico. Así, el lector con lo que el lector aporta (Cain, Oakhill,
pone en juego, a la vez, sus conocimientos Barnes y Bryant, 2001, en Brandao y Oak-
del mundo y del texto para comprender el hill (2005); Brandao y Oakhill, 2005). Es-
significado, situándonos en una concep- tos estudios muestran que niños pequeños
ción interactiva del proceso de lectura (Co- y malos lectores usan excesivamente el co-
lomer y Camps 1996; Solé, 2006; Català et nocimiento previo para interpretar el texto
al, 2008). según ese conocimiento; que el texto no
siempre es percibido por el lector como
Apoyarse en una u otra concepción tiene fuente de información; y que las respuestas
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consecuencias didácticas observables, a preguntas de comprensión no siempre


puesto que las actividades que parten de provienen del texto.
una concepción que enfatice el papel de los
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componentes de nivel bajo se centrarán en Así pues, las diferencias de rendi-


la descodificación y en la necesidad de au- miento de lectores expertos y menos ex-
tomatizarla como condición para compren- pertos pueden reflejar diferencias en la ca-
der; y las concepciones centradas en los pro- pacidad de utilizar los conocimientos
cesos de nivel más alto estimularán la previos y la información del texto (Cain et
anticipación de escenarios y la predicción de al., 2001). Tener un conocimiento previo re-
significados. En cambio, las actividades ba- levante no será suficiente si no se rela-
sadas en un modelo interactivo se ocuparán ciona con la información proporcionada por
de que los alumnos aprendan a procesar el el texto y ello puede ser causa de dificultad
texto y sus distintos elementos así como de en el uso de las inferencias. También hay
desarrollar estrategias que hagan posible su diferencias entre lectores en el acceso y en
comprensión, sin obviar los procesos de des- la elaboración de la información de que
codificación, llave de entrada al texto. disponen, ya que no siempre pueden inte-
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ractuar y “discutir” de la misma forma por- nexión textual y extratextual (Vidal-


que parten de posiciones desiguales (Char- Abarca y Martínez, 1998; Vidal-Abarca,
tier y Hébrard, 2000). Las características 2011); y la realización de inferencias mo-
de la comprensión difieren según la ma- vilizando informaciones textuales, explíci-
nera de enfrentarse e interaccionar con el tas o implícitas o conocimientos externos al
texto. texto (Sim-Sim y Viana, 2007).

Los primeros años escolares son clave La coincidencia de los estudios en el in-
para una buena competencia lectora, ya terés de estas dos estrategias –la activación
que se deben consolidar y aprender las de conocimientos previos y la realización de
principales estrategias para el desarrollo inferencias– nos lleva a considerarlas clave
lector. Los trabajos sobre comprensión lec- en los criterios de análisis de las tareas de
tora coinciden en cuáles son las actividades comprensión lectora que hemos observado.
cognitivas clave que un lector debe llevar a
cabo, si bien unos ponen la mirada en la ac- En suma, dos objetivos orientaron el
tividad docente y otros en la actividad del presente estudio:
alumno.
(1) Captar qué entienden los maestros
Así, en relación a la activación y uso de por enseñar a comprender:¿Qué concepción
los conocimientos previos del lector, Solé se deduce del análisis de las actividades
(2006) destaca como esencial que el do- que llevan a cabo las maestras para ense-
cente analice los conocimientos previos de ñar a comprender?
los niños; Palincsar y Brown (1984, en Solé,
2006) señalan la importancia de activar y (2) Determinar qué estrategias de lec-
aportar a la lectura los conocimientos pre- tura utilizan los docentes para enseñar a
vios pertinentes para el contenido de que se comprender: ¿Activan los conocimientos
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trate; Vidal-Abarca y Martínez (1998) y previos para ayudar a comprender un
Vidal-Abarca (2011) consideran necesario texto? ¿En todos los tipos de texto por igual,
relacionar las nuevas ideas con las ante- en unos más que en otros? ¿Fomentan o
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riores e interpretar las ayudas textuales ayudan al establecimiento de inferencias?


para relacionar ideas. Y Sim-Sim y Viana ¿Con qué tipo de inferencias lo hacen?
(2007) refieren que hay que relacionar in-
formación leída con conocimientos exterio- Para abordar el primer objetivo utili-
res al texto. zamos registros de actividades observadas
en los cursos lectivos 2007-2008 y 2008-
En cuanto al uso de otras estrategias, 2009, durante la ejecución del proyecto Las
concretamente en el establecimiento de in- condiciones del aprendizaje inicial de la
ferencias, estos autores destacan: la for- lengua escrita: influencia de las prácticas
mulación de preguntas de diferente natu- vigentes en el aula y de los conocimientos
raleza (Solé, 2006); la elaboración de previos de los alumnos, cuyo objetivo prin-
inferencias de diverso tipo (Palincsar y cipal era determinar las condiciones de
Brown, 1984); el uso de inferencias de co- aprendizaje de la lengua escrita identifi-

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cando la influencia relativa de las prácticas • Estaban a cargo de docentes de P5


docentes y de las competencias iniciales dispuestos a ser observados en sus aulas.
del alumnado [1] (Momento I de la reco-
lección de actividades). • Los centros educativos se compro-
metían a participar en la investigación du-
Para abordar el objetivo 2 utilizamos los rante dos cursos escolares, de manera que
registros de actividades observadas en los al siguiente año se seguirían observando
cursos lectivos 2009-2010 y 2010-2011, en el los mismos grupos de alumnos y sus nue-
transcurso del proyecto Las condiciones del vos docentes en 1P.
aprendizaje de la comprensión lectora, cuya
finalidad es detectar las habilidades del En el momento II (en adelante MII),
alumno y las prácticas de los docentes que participaron 54 docentes con sus respecti-
mejor contribuyen a explicar el progreso en vas aulas –27 de 2º de Primaria y 27 de 3º
la comprensión lectora en los primeros años de Primaria (en adelante 2P y 3P respec-
de la escuela primaria [2]. (Momento II de tivamente) – de los centros educativos que
la recolección de actividades). habían participado en MI y que se com-
prometieron a colaborar durante estos cur-
Método sos escolares para seguir observando los
Participantes mismos grupos de alumnos y sus nuevos
En el momento I (en adelante MI), par- docentes.
ticiparon 71 docentes de 7 regiones de Es-
paña [3] con sus respectivas aulas –39 de El corpus total de observaciones es de
tercer curso de segundo ciclo de Educación 171 en MI y 89 en MII (Tabla 1). Para pro-
Infantil (en adelante P5) y 32 de primero fundizar en el análisis de datos del MII se
de Primaria (en adelante 1P) – con plan- constituyó una submuestra con las 17 ob-
teamientos diversos sobre la enseñanza de servaciones que poseían un mayor detalle
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la lengua escrita. Las aulas seleccionadas en la recogida de datos.


cumplían las siguientes características:
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TABLA 1: Distribución de la muestra.

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Instrumentos cogen las tareas que las maestras indica-


Para la recogida de datos se utiliza la ban que son para enseñar a comprender.
observación natural, sin mediación del ob-
servador, que permite registrar las activi- MII: Se realizaron un mínimo de tres
dades captando los pormenores y matices observaciones por curso de las actividades
que aparecen en su desarrollo (Anguera, que el docente consideraba de lectura y es-
1983). critura. Las observaciones de tareas de
comprensión lectora conforman la muestra
Se registraron unidades de observa- disponible para el análisis.
ción “principio-a-fin” de las tareas que re-
alizan los niños de la clase. Lo que ocurre Criterios de análisis
en el aula se recogió en una tabla o regis- • MI: Para identificar qué entienden
tro sistematizado en diversas columnas los maestros por enseñar a comprender, el
(Fons-Esteve y Buisán-Serradell, 2012). análisis parte de lo que hacen los docentes
En el registro del MI se anotó el perfil de para enseñar comprensión lectora en P5 y
prácticas del docente (González, Buisán y 1P. Dado el objetivo del análisis, no se han
Sánchez, 2009; Tolchinsky, Bigas y Barra- tenido en cuenta las actividades de mera
gán, 2010; Buisán, Ríos y Tolchinsky, descodificación o enseñanza sistemática
2011), la tarea que realizaban los niños del código. El corpus de observaciones se
con el comentario de la maestra relacio- analizó según dos criterios, teniendo en
nado con la actividad propuesta (motivo, cuenta la idea subyacente que justifica
objetivo, etc.), el contenido de la tarea (lec- cada actividad:
tura/escritura, léxico, análisis fonológico,
morfología, identificación de palabras, —Tipo de material utilizado: Si el so-
nombres de las letras, etc.) y la dinámica porte con el que trabajan contiene palabras
del aula (cómo se desarrolla la sesión, co- o textos.
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mentarios del alumnado, etc.). En el re-
gistro del MII se anotó la actividad de com- —Finalidad de la lectura: Si la lectura
prensión lectora que desarrollaba la se propone para (i) escribir; (ii) informarse
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maestra, detallando las estrategias que y/o realizar tareas posteriores; (iii) practicar
utilizaba y la dinámica del aula. la lectura; (iv) practicar la comprensión en
sí misma; (v) obtener placer con la lectura.
Procedimiento
Las observaciones, de 1 hora de dura- • MII: Para averiguar qué estrategias
ción, se realizaron a lo largo de los cursos de lectura se utilizan para enseñar a com-
escolares especificados en las aulas a las prender, el análisis se centró en identificar,
que asisten el mismo grupo de alumnos, en el total de la muestra, dos estrategias
desde P5 a 3P. consideradas fundamentales para la com-
prensión lectora:
MI: Se realizaron un mínimo de 4 ob-
servaciones por curso. Conforman la mues- —La activación de conocimientos pre-
tra disponible para el análisis las que re- vios (ACP): Si el docente activa conoci-

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mientos previos con el objetivo de buscar El vaciado de las observaciones y el


en la mente del lector informaciones, ex- análisis cualitativo de los datos obtenidos,
periencias o sensaciones que puedan ser de acuerdo con el criterio de análisis de
conectadas de forma coherente y personal cada momento, se validó por un sistema de
con los nuevos conocimientos o informa- jueces con el siguiente procedimiento: uno
ciones que proporcionan los textos (expo- de los observadores, miembro del equipo de
sitivos, narrativos y poéticos). investigación, hace un primer análisis de
los datos recogidos y sus conclusiones se
—El establecimiento de inferencias: Si contrastan con el análisis realizado por
el docente provoca inferencias facilitando o otro miembro del equipo investigador. Las
activando la conexión de ideas explícitas discrepancias se debaten y resuelven en
que aparecen en el texto con otras ideas re- una reunión de todo el equipo. El método
lacionadas con ellas y que el lector tiene en utilizado no permite cuantificar el acuerdo
la mente, o ayuda a la deducción de una entre jueces.
idea implícita a partir de dos o más datos
del texto. Resultados
El análisis cualitativo de las activida-
Para profundizar en el estudio des- des en P5 y 1P en las aulas del MI ha per-
criptivo identificamos las preguntas que mitido captar qué ocurre en las tareas con
deben responder los niños de la submues- las cuales las maestras piensan que ense-
tra según el tipo de inferencia que movili- ñan a comprender. Según nuestros crite-
zaban en los diversos textos (expositivo, rios, aparecen dos tipos diferenciados de
narrativo y poético): actividad dependiendo del material que se
usa para leer y cinco tipos de actividades
—Literales: La respuesta requiere úni- según la finalidad de la lectura.
camente recuperar información que apa-
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rece explícitamente en el texto. El lector ha En la Tabla 2 se presenta una síntesis


obtenido la información del texto. de la categorización de las observaciones
según el criterio, la idea que suponemos
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—Locales: La respuesta requiere co- subyace en el docente y que justifica la ac-


nectar distintas partes del texto, establecer tividad para enseñar a leer y comprender,
relaciones de correferencia o relaciones se- las actividades y algunos ejemplos ilus-
mánticas entre una clase subordinada y trativos.
una instancia. El lector deduce una idea
implícita a partir de dos o más datos del En el aula, el material utilizado y la fi-
texto. nalidad de la actividad muchas veces con-
fluyen, pero es posible deducir la idea sub-
—Extratextuales: La respuesta re- yacente de los docentes: se aprende a leer
quiere utilizar información extratextual. y escribir leyendo y escribiendo; y enseñar
El lector deduce una idea implícita recu- a comprender la(s) palabra(s) es sinónimo
rriendo a sus conocimientos extratextua- de enseñar a comprender textos. Así, el ob-
les. jetivo de las actividades de lectura de pa-

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TABLA 2: Actividades de comprensión lectora en P5 y 1P según material


y finalidad de las actividades.

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labras, frecuentes en P5, es comprender cita a cuestiones referidas al código. En


extrayendo el significado de palabras ais- este grupo de actividades encontramos si-
ladas aunque, seguramente, muchas de tuaciones de lectura prototípicas: la lec-
estas actividades tienen como finalidad tura de cuentos por parte del adulto; lec-
practicar la relación sonido-grafía. Podrí- tura individual o conjunta, en la que la
amos hablar de una descodificación con maestra conduce o guía al niño hacia la in-
comprensión dando así algo más de sentido terpretación de los significados.
a la tarea realizada. Las actividades de
lectura de textos, más frecuentes a partir La finalidad de la lectura está asociada
de 1P, tienen como objetivo extraer su sig- a los motivos para leer. Suponemos que la
nificado. En estas actividades los docentes idea subyacente es que no se puede realizar
priorizan la comprensión de la informa- ninguna actividad o tarea escolar en la
ción del texto y no hacen referencia explí- que no se lea o se escriba en algún mo-

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mento, y muchas tareas escolares requie- propia competencia lectora. Finalmente,


ren comprender informaciones o mensa- dos actividades que pueden tener la idea
jes. Las demandas pueden ser colectivas o subyacente de que se aprende a leer y com-
individuales y se observan situaciones más prender leyendo son“leer para practicar la
motivadoras, relacionadas con la vida de comprensión en sí misma” cuando el interés
los niños, o tareas del libro de texto. La ex- del docente está en la mejora del proceso de
tracción de significado es prioritaria y la extracción de información y el objetivo es
forma en que se espera o se demanda esa practicar la lectura con sentido para apren-
comprensión tiene que ver con la situa- der a comprender mejor; y las actividades
ción de comunicación creada. Así, cuando de “lectura por placer” (leer para dramati-
lo que se quiere es enseñar a comprender zar, leer un cuento, leer para recitar una po-
mejor y a escribir mejor, son frecuentes esía…) que corresponden al ámbito de la
las actividades en las que se trabaja sobre educación literaria y tienen un objetivo de
ambas habilidades y se trata de “leer para disfrute acentuado. Algunas veces el do-
escribir y escribir para leer” (apartado 2.1. cente pregunta a los niños qué sienten des-
de la Tabla 2). Otras finalidades (ver apar- pués de la lectura o si les ha gustado.
tados 2.2. a 2.5 de la Tabla 2) son “leer
para informarse y/o realizar tareas poste- Los resultados del análisis de las ob-
riores” como seguir instrucciones, realizar servaciones del MII, sobre las estrategias
ejercicios, desarrollar las rutinas diarias, de lectura que utilizan los docentes de 2P
etc., o “leer para practicar la lectura oral” y 3P para enseñar a comprender, pueden
trabajando la toma de conciencia sobre la consultarse en la Tabla 3.

TABLA 3: Distribución de las estrategias de lectura observadas en las aulas de 2P y 3P.

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Los resultados obtenidos muestran cen juntas en el 16,8%, de las observacio-


que, en el 33,7% de las observaciones, no se nes. Si solamente se utiliza una de ellas, la
constatan ni activación de conocimientos inferencia es mucho más frecuente que la
previos (ACP) ni inferencias. En el resto de ACP (46,1% frente al 3,4% de los casos).
la muestra, es muchísimo más frecuente el
establecimiento de inferencias (en el 62,9% Analizando con detalle las situaciones
de las observaciones) que la ACP (en el de ACP podemos aproximarnos al objetivo
20,2%). Las dos estrategias básicas apare- que suponemos persigue el docente con su
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uso, en qué tipos de texto se ha utilizado se activan conocimientos para seguir le-
(expositivos, narrativos o poéticos) y en yendo un texto que, en nuestro estudio, es
qué momento de la actividad lectora. Como narrativo. En síntesis, encontramos que
puede observarse en la Tabla 4, la estra- la ACP es una estrategia cuya distribu-
tegia de activar conocimientos previos se ción varía en función del tipo de texto: se
distribuye de manera distinta en función asocia fundamentalmente a textos exposi-
del objetivo y del tipo de texto. De las 18 tivos (66,7%), con los que se pretende que
veces que ha aparecido, en 9 de ellas (el el alumno amplíe conocimientos, siendo
50%) tiene la finalidad de activar conoci- poco frecuente en textos narrativos (22,2%)
mientos temáticos en textos generalmente o poéticos (11,1%). Además, cuando el do-
expositivos. En 4 ocasiones (el 22,2%) se cente activa conocimientos previos para
activaban conocimientos previos para rea- que los niños puedan resolver una activi-
lizar una actividad y en 3 (el 16,6%) para dad, la estrategia aparece siempre des-
activar conocimientos textuales, y los textos pués de la lectura para ayudarles a reali-
utilizados en ambos casos son más diver- zarla; en el resto de las ocasiones se
sos. Finalmente, en 2 ocasiones (el 11,1%) produce antes de la lectura.

TABLA 4: Activación de Conocimientos Previos (ACP): Objetivo, frecuencia


y momento de uso según textos.
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Tipo de inferencias texto que más frecuentemente aparece,


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En 4 de las 17 observaciones de la sub- con 56 preguntas (el 63,6%), seguido del


muestra no se realizan preguntas tras la poético con 18 preguntas (el 20,5%). En
lectura del texto para establecer inferen- ambos predominan las preguntas litera-
cias. Las 13 restantes aportan un corpus les (46 de 56, el 88,1%, y 12 de 18, el 66,7%,
de 88 preguntas (Tabla 5), de las cuales 60 respectivamente). El expositivo sólo elicita
requieren una respuesta cuyo contenido 14 preguntas (el 15,9%) pero de todos los
aparece en el texto leído, son literales (el textos es el que tiene más preguntas de in-
68,1%), 18 requieren conectar distintas ferencia local y extratextual (12 de 14, el
partes del texto, son de inferencia local (el 85,7%). Finalmente hay que aclarar que
20,4%) y 10 requieren establecer alguna re- encontramos un solo texto prescriptivo de
lación con contenidos extratextuales (el inferencia local que, a pesar de su especi-
11,4%). En cuanto al tipo de texto soporte ficidad, hemos contabilizado como texto
de las preguntas, el narrativo es el tipo de expositivo.

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TABLA 5: Distribución del tipo de inferencia requerida


según el tipo de pregunta y texto.
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Discusión cursos, vehiculados en los textos disponi-


El aprendizaje de la lengua escrita al bles para los niños. El trabajo docente en
comienzo de la escolaridad requiere un estas etapas es fundamental pues incide a
equilibrio entre la fluidez en el uso del có- lo largo de toda la escolaridad (Adams,
digo y la apropiación de los diferentes dis- 1990).

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Del análisis de las tareas observadas La segunda parte de nuestro estudio


en aulas de P5 y 1P, deducimos que las ma- observa el tipo de estrategia docente para
estras, en conjunto, piensan que enseñar a enseñar a comprender en 2P y 3P. El aná-
leer es enseñar a extraer significados, que lisis muestra que el establecimiento de
se aprende a leer y escribir leyendo y escri- inferencias, que en nuestras observacio-
biendo, y que enseñar a comprender la(s) nes siempre se hace después de la lectura,
palabra(s) es sinónimo de enseñar a com- es mucho más frecuente que la ACP. Este
prender textos. Estas ideas subyacentes resultado sugiere que en las aulas de 2P y
fundamentan su actividad: trabajan con 3P se concibe la comprensión lectora como
palabras y/o textos en las tareas cuyo ob- algo que hay que hacer fundamentalmente
jetivo es desarrollar la capacidad de com- después de leer. Solamente en un 16,8% de
prensión lectora desde una concepción in- los casos ambas estrategias aparecen en
teractiva del proceso de lectura (Solé 2006; una misma actividad donde se observa el
Sánchez, 2011) que, en algunas ocasiones, proceso de activar conocimientos previos,
se une a procesos de nivel bajo. leer e inferir para comprender.

Así, a partir de lo que las maestras ha- La baja frecuencia con la cual se recu-
cen para que los niños extraigan significado rre a la ACP (20,2%) podría ser inferior si
de lo escrito, hemos encontrado actividades desechamos aquellas interacciones en las
en las que el modelo interactivo subyace a la que se activan conocimientos previos sobre
tarea y los niños se aproximan al texto desde algún contenido específico, ya que, como
el mismo y a la vez aportando sus conoci- advierten Vidal-Abarca y Martínez
mientos previos, y también hemos visto ac- (1998:94) la intervención pedagógica diri-
tividades donde la búsqueda del significado gida a activar conocimientos no debería
de las palabras se une al interés por la des- focalizarse en contenidos específicos, sino
codificación y los elementos del código (letras, que debería dirigirse hacia los esquemas
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sílabas), tarea frecuente al inicio de la ense- de interpretación (o constructos psicológi-
ñanza de la lectura y que está relacionada cos) que subyacen a la comprensión.
con procesos o componentes de bajo nivel.
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Muy interesantes son las diferencias


En cuanto a las finalidades de las ta- encontradas en el uso de ACP según el
reas de lectura, las maestras piensan que tipo de texto. Cuando los niños se enfren-
se lee para informarse, para practicar la tan a un texto narrativo, se activan cono-
lectura en sí misma, para mejorar la com- cimientos previos en el 22’2% de las oca-
prensión, para escribir y también por pla- siones frente al 66,7% en el caso de textos
cer y que son actividades que enseñan a expositivos. La explicación de esta desi-
comprender. Estas finalidades son de di- gual presencia de la ACP reside en una
ferente naturaleza: las que podríamos de- concepción distinta de la lectura y de sus
nominar de tipo comunicativo y las que se objetivos según el texto. La lectura de tex-
aproximan más a las de “mejorar la lec- tos expositivos, fundamentalmente consi-
tura en sí misma” y “practicar la lectura derados para aprender, requiere del esta-
oral”. blecimiento de continuidades o enganches
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con conocimientos anteriores para dotar das en un 30% de las ocasiones, son las
de sentido a la nueva información. Supo- que obligan a relacionar información, esté
nemos que los docentes tienen mayor ten- en el texto o en la mente del lector. El nú-
dencia a esta activación porque la consi- mero tan abultado de preguntas literales
deran necesaria para una comprensión permite deducir una gran tendencia a este
eficaz, cosa que no les parece tan necesaria tipo de intervenciones, lo cual puede pro-
en los textos narrativos, sean literarios o vocar una determinada manera de enten-
no. Este dato tiene una gran repercusión der la comprensión y de propiciarla, que no
en los motivos, las estrategias de lectura y se aviene a la concepción actual de la lec-
la enseñanza de la comprensión, ya que el tura y la comprensión lectora. Aunque he-
acceso a los textos, si bien debe ser dife- mos encontrado en nuestras observacio-
rente según las características de los mis- nes ejemplos de inferencias locales y
mos, requiere, en cualquier caso, de estra- extratextuales no se deduce una enseñanza
tegias que ayuden a la vinculación del explícita de estas estrategias: se usan muy
lector con el nuevo texto. Si el acceso a los poco y parece que no se enseñan.
textos narrativos no potencia la elicitación
de conocimientos previos, el lector perderá Creemos que la enseñanza de la lec-
una ocasión extraordinaria para aprender tura en 2P y 3P requeriría de una utiliza-
a enfrentarse con este tipo de textos y, por ción más explícita de las estrategias. Por un
lo tanto, solo realizará una lectura literal lado, sería necesaria una decidida presen-
que no le aportará beneficios psicológicos cia en las aulas del modelaje, por parte del
ni personales, poniendo en entredicho la docente, para realizar inferencias y para es-
educación literaria de los niños. tablecer relaciones con los conocimientos
previos. Y, por otro, habría que crear con-
Por otro lado, la actividad prototípica ciencia de lo que se está haciendo para va-
de comprensión lectora consiste, según los lorar los beneficios derivados del uso de
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resultados que hemos obtenido, en una lec- esas estrategias. En las dinámicas de nues-
tura del texto seguida de unas preguntas tras observaciones no se aprecian tomas
sobre su contenido. Una gran mayoría de de conciencia ni demandas metacognitivas
revista española de pedagogía

ellas (casi un 70%) son de tipo literal, es de- a los niños sobre cómo se llevan a cabo es-
cir, recuperan información que aparece ex- tas operaciones, así como tampoco decidi-
plícitamente, y sirven, como mucho, para dos modelos de cómo actuar. Si bien nues-
hacer una evaluación de lo comprendido, tros datos no reflejan estas operaciones, no
pero no podríamos hablar de una actividad queremos decir que no se realicen en estas
de comprensión lectora porque no hay una aulas en otros momentos de lectura, pero su
intervención en el proceso que conduce a ausencia nos lleva a reflexionar sobre esta
ese resultado, no se ayuda a los niños en la necesidad, ligada a los estudios que hablan
búsqueda de indicios que le permitan evo- de la importancia de la metacognición en
lucionar en su proceso de lectura; es decir, todo proceso de aprendizaje.
no se está enseñando a comprender. Las
preguntas que inciden en el proceso de la En síntesis, hay mucho camino para
lectura y no solo en el resultado, observa- llevar a la práctica una enseñanza de la
322
Aprender a comprender: actividades y estrategias de comprensión lectora…

lectura que aborde de manera directa, di- que habla Català et al. (2001: 17), ya que
versa y sistemática la comprensión lec- constituye una interacción entre el lector y
tora. La ACP, fundamental para Palincsar el texto, llenando vacíos, detectando diso-
y Brown (1984) y Solé (2006), tiene escasa nancias, iniciando estrategias para salvar
presencia en las aulas. Este hallazgo es dificultades, haciendo conjeturas que se
preocupante porque hay una relación di- van comprobando a lo largo de la lectura.
recta entre la capacidad de comprensión de
un texto y los conocimientos previos rela- Conclusiones
cionados con el contenido del mismo que el Buena parte de las actividades de lec-
lector posea. Y a la inversa: cuanto menor tura comportan un matiz de evaluación de
sea el conocimiento y peores estrategias se la comprensión lectora, pero hay menor
hayan adquirido, más costoso será el pro- actividad relacionada con su enseñanza
ceso y más probabilidades de que no se lo- directa, es decir con las ayudas necesarias
gre una buena comprensión (Vidal-Abarca para trabajarla antes, durante y después
y Martínez, 1998; Vidal-Abarca, 2011). de la lectura.

Igualmente, la comprensión inferen- El conjunto de las actividades recogi-


cial, se revela como esencial y está intrín- das aborda todo el espectro de tareas ne-
secamente unida a la estrategia anterior de cesarias para enseñar a leer: desde la des-
ACP (Solé, 2006; Sim-Sim y Viana, 2007), codificación a la comprensión de textos con
pero hemos constatado que está poco pre- distinta finalidad. La categorización de las
sente en las aulas donde predomina la com- actividades que hemos realizado puede
prensión literal. Cuando hay dificultades de orientar la práctica. Este inventario de po-
comprensión, la causa no hay que buscarla sibilidades podría constituir un abanico de
en el lector (falta de conocimientos sobre el tareas útiles para la enseñanza de la com-
tema, no utilización apropiada de estrate- prensión lectora, tanto en Infantil como
año LXXI, nº 255, mayo-agosto 2013, 309-326
gias…) o en el texto por separado, sino en en Primaria, necesidad ampliamente re-
la inadecuación entre el texto y el lector, y conocida.
concretamente, sostienen Vidal-Abarca y
revista española de pedagogía

Martínez (1998: 85) en el proceso donde se En relación a las estrategias de lec-


conjuntan ambos elementos: las inferen- tura, hemos constatado que la ACP, a pe-
cias. Por lo tanto, la adecuación o inade- sar de su importancia, tiene escasa pre-
cuación texto-lector se manifiesta en las sencia en actividades de comprensión
inferencias, pero tanto uno (el texto) como lectora y se usa preferentemente con tex-
el otro (el lector) son fuentes potenciales de tos expositivos leídos para aprender. En
inferencias: siempre será el lector quién cuanto a las inferencias, comprobamos que
deberá establecerlas, pero en unos casos predominan las literales, y son poco fre-
utilizará la información presente en el pro- cuentes las que enseñan a comprender (in-
pio texto y en otros casos debería acudir a ferencias locales y extratextuales). Los pro-
sus conocimientos previos. La naturaleza fesores buscan conseguir la respuesta
específica de la comprensión lectora se re- deseada más que orientar al alumno en
flejaría en la comprensión inferencial de la su elaboración, tendencia también seña-

323
María Teresa LLAMAZARES PRIETO, Isabel RÍOS GARCÍA, Carmen BUISÁN SERRADELL

lada por Sánchez (2011: 18) para la etapa tantemente. Si la escuela quiere formar
de secundaria. Opinamos que las activida- buenos lectores, debe enseñar, de forma
des observadas se centran más en la eva- explícita, estos procesos de integración.
luación de la comprensión lectora que en
Dirección para correspondencia: María Teresa
enseñar a comprender y se debería inver- Llamazares. Departamento de Filología Hispánica y
tir el objetivo. Clásica. Campus de Vegazana s/n. 24007 León, e.mail:
mtllap@unileon.es
Las características del estudio en re- Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo:
lación con el tamaño de la muestra y el 14. X. 2012.
procedimiento de recogida y análisis de
los datos limita la generalización de estas Notas
afirmaciones. Nuestros hallazgos debe- [1] Investigación financiada por el Ministerio de Educación y
Ciencia y fondos Feder (SEJ 2006/05292).
rían confirmarse en mayor cantidad de
aulas y en observaciones más abarcado- [2] Investigación financiada por el Ministerio de Ciencia e In-
ras, aunque los criterios definidos en este novación y fondos Feder(EDU2009-10321).
trabajo podrían utilizarse en futuros es-
tudios. Queda pendiente, además, exami- [3] Almería, Cantabria, Cataluña, León, Madrid, País Vasco
nar la relación entre las actividades ob- y Valencia.

servadas y el desempeño de los alumnos,


tarea que estamos encarando en otros Bibliografía
ADAMS, M. (1990) Beginning to read: Thinking and learning
trabajos (Tolcinsky, Buisán, Fernández y about print (Cambridge, MA, The MIT Press).
Gallardo, en revisión). Finalmente, sería
importante estudiar la lectura en textos ANGUERA, T. (1983) Manual de prácticas de observación (Mé-
multimodales o en soporte informático, xico, Trillas).
por la relevancia que tiene su dominio en BRANDAO, A. C. P. y OAKHILL, J. (2005) “How do You Know this
nuestra sociedad.
año LXXI, nº 255, mayo-agosto 2013, 309-326

Answer?” – Children’s Use of Text Data and General Know-


ledge in Story Comprehension, Reading and Writing, 18,
En cualquier tipo de texto, sin em- pp. 687–713.
bargo, entendemos que los procesos de
revista española de pedagogía

BUISÁN, C., RÍOS, I. y TOLCHINSKY, L. (2011) The contribution


comprensión son constructivos; es decir los of teaching practices and pupils’ initial knowledge to li-
datos que aparecen en el texto –sean cua- teracy learning, Revue Suisse de Sciences de l’Éducation,
les sean sus características– son tan im- 33, pp. 47-68.
portantes como la información disponible
en la mente del lector (De Vega, Carreiras, CAIN, K., OAKHILL, J., BARNES, M. A. y BRYANT, P. E. (2001)
Comprehension skill, inference-making ability, and their re-
Gutiérrez-Calvo y Alonso-Quecuty, 1990). lation to knowledge, Memory & Cognition, 29:6, pp.
850-859.
Asumimos que enseñar a leer es acom-
pañar al lector por los caminos de la inte- CATALÀ, G., CATALÀ, M., MOLINA, E. y MONCLÚS, R. (2008)
gración de sus conocimientos con los apor- Evaluación de la comprensión lectora. Pruebas ACL (1º-
6º de primaria) (Barcelona, Graó).
tados por el texto, ayudarlo a establecer
relaciones e incentivar la búsqueda de sig- CHARTIER, A. M. y HÉBRARD, J. (2000) Saber leer y escribir:
nificados particulares y compartidos cons- unas “herramientas mentales” que tienen su historia.

324
Aprender a comprender: actividades y estrategias de comprensión lectora…

(Reading and writing: “Mental tools” with a history), In- puesta, Textos de didáctica de la lengua y de la literatura,
fancia y Aprendizaje, 23:1, pp. 11-24. 16, pp. 85-97.

COLOMER, T. y CAMPS, A. (1996) Enseñar a leer, enseñar a Fuentes electrónicas


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VIDAL-ABARCA, E. (2011) 10 claves para que aprendas a com-
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cia y Aprendizaje, 32:2, pp. 153-169.
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PALINCSAR, A. S. y BROWN, A. L. (1984) Reciprocal teaching El objetivo último de la lectura es com-
of comprehencion-fostering and comprehension-monito- prender lo que se lee. Este estudio longitu-
ring activities, Cognition and Instruccion, 1:2, pp. 117- dinal describe e interpreta actividades de
175.
SÁNCHEZ, E., GARCÍA, J. R., DE SIXTE, R., CASTELLANO, N.
aula destinadas a trabajar la comprensión
y ROSALES, J. (2008) El análisis de la práctica educativa de textos con un doble propósito (1) detectar
y las propuestas instruccionales: integración y enrique- la concepción de los docentes sobre la com-
cimiento mutuo, Infancia y Aprendizaje, 31:2, pp. 233- prensión lectora y (2) identificar las estra-
258. tegias usadas para este aprendizaje. Para el
primer objetivo (MI), observamos activida-
SÁNCHEZ, E., GARCÍA, J. R. y GONZÁLEZ, A. J. (2007) Can Dif-
ferences in the Ability to Recognize Words Cease to des en 71 aulas de educación infantil y pri-
Have and Effect Under Certain Reading Conditions?, Jour- mer curso de primaria (P5 y 1P); para el se-

año LXXI, nº 255, mayo-agosto 2013, 309-326


nal of LearningDisabilities, 40:4, pp. 290-306. gundo (MII), las estrategias de activación de
conocimientos previos y el establecimiento
SIM-SIM, I. y VIANA, F. L. (2007) Para a Avaliação do Desem-
de inferencias utilizadas en 54 aulas de se-
penho de Leitura (Lisboa, Gabinete de Estatística e Pla-
gundo y tercer curso de primaria (2P y 3P)
revista española de pedagogía

neamento da Educação - GEPE).


en siete regiones de España. Del análisis de
SOLÉ, I. (2006) Estrategias de lectura (Barcelona, Graó). los datos se deduce que los docentes evalúan
para enseñar a leer y que la estrategia de
TOLCHINSKY, L., BIGAS, M. y BARRAGÁN, C. (2010) Pedago- activación de conocimientos previos tiene
gical Practices in the Teaching of EarlyLiteracy in Spain:
Voicesfrom the Classroom and from the Official Curricula,
escasa presencia en las aulas. Fundamen-
Research Papers in Education, 25, pp. 1-22. talmente, se establecen inferencias literales
dirigidas más a la evaluación de la com-
TOLCHINSKY, L. , BUISÁN, C., FERNÁNDEZ, P. y GALLARDO, prensión lectora que a aprender a com-
I. (en revisión) Contextual and Child level Factors explai- prender. La caracterización de las activida-
ning Reading Comprehension
des observadas ofrece un abanico de tareas
VIDAL-ABARCA, E. y MARTÍNEZ, G. (1998) ¿Por qué los textos útiles para la enseñanza de la comprensión
son difíciles de comprender? Las inferencias son la res- lectora.

325
María Teresa LLAMAZARES PRIETO, Isabel RÍOS GARCÍA, Carmen BUISÁN SERRADELL

Descriptores: Comprensión lectora, es-


trategias de lectura, aprendizaje lector, in-
ferencias, concepciones docentes.

Summary
Learning to understand: classroom
activities and strategies for reading
comprehension
The ultimate goal of learning to read is
to understand written language. This lon-
gitudinal study describes and interprets
different classroom activities aimed to te-
ach reading comprehension. The purpose
was twofold, (1) to detect how teachers
conceptualize reading comprehension, and
(2) to follow up two teaching strategies:
activation of previous knowledge and dra-
wing of inferences. For the first purpose we
observed seventy-one Kindergarten and
first grade classrooms (P5 and 1P), and
for the second aim, 54 second and third
grade classrooms (2P and 3P) in seven re-
gions of Spain. Results showed that tea-
chers conceptualize teaching reading com-
prehension as assessing reading, while
año LXXI, nº 255, mayo-agosto 2013, 309-326

activation of previous knowledge has little


presence in the classrooms. Teachers ask
for literal inferences that are more directed
revista española de pedagogía

to the assessment of reading than to tea-


ching how to understand. The characteri-
zation of the observed activities offers a
wide range of useful tasks for teaching re-
ading comprehension.

Key Words: Reading comprehension,


strategies of reading, learning to read, in-
ferences, teachers’ conceptions.

326

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