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I. INTRODUCCION
Las vacunas son el principal logro de la investigación biomédica y una de las principales
causas de la mejora de la salud y la calidad de vida del ser humano. La historia de las
vacunas nace hace más de dos centurias y desde entonces se han dado grandes avances
en el campo de la investigación, en vacunas y su aplicación en la población. El Perú, en los
últimos años ha experimentado una evolución importante en el área de inmunizaciones; ha
considerado a las vacunas como una inversión, reconociendo el impacto no solo en salud,
calidad de vida sino también en reconocer que son costo efectivas, es así como ha
incorporado vacunas nuevas de gran importancia en la población pediátrica (hepatitis B,
haemophilus influenza tipo B, neumococo, rotavirus, virus influenza y papiloma virus
humano) y adulta (hepatitis B y virus influenza). Los profesionales de la salud peruanos
esperan que estos logros en prevención primaria no solo se puedan mantener en el tiempo,
sino que también se siga ampliando la lista de enfermedades en las que nuestra población
gane protección y con ello salud, años de mayor calidad de vida y productividad 1. Asimismo,
resaltar que a introducción de nuevas vacunas ha permitido que el país esté encaminado en
eliminar el sarampión, la poliomielitis y la rubeola, logros reconocidos por la Organización
Mundial de la Salud.
Los establecimientos de salud deben cumplir con los requisitos de un vacunatorio adecuado,
que garantice la gratuidad de la vacunación, adecuada cadena de frio e instalaciones, así
como el llenado del sistema de información oficial vigente, para lo cual debe ser verificado
por las Direcciones de Redes Integradas de Salud (DIRIS), Direcciones Regionales de Salud
(DIRESAS) y Gerencia Regional de Salud (GERESAS) de su jurisdicción
1
http://aulavirtual1.urp.edu.pe/ojs/index.php/RFMH/article/viewFile/169/128
II. LA VARICELA
Las complicaciones más frecuentes en los niños son las infecciones bacterianas
secundarias y, en los adultos, la neumonía, usualmente vírica. Los grupos con mayor riesgo
de padecer complicaciones graves son los neonatos, los lactantes, las embarazadas, los
adultos y las personas inmunodeprimidas. En los neonatos, la Varicela puede ser mortal,
sobre todo si la madre la contrae durante los 5 días anteriores o los 2 días posteriores al
parto.
El virus ingresa en el huésped a través de las vías respiratorias altas o de la conjuntiva. Tras
la primo infección por VVZ, el virus permanece latente en los ganglios nerviosos sensitivos
y puede reactivarse más tarde en la vida causando el HZ. Los datos poblacionales sobre la
epidemiología de la Varicela proceden en su mayor parte de países de ingresos altos y en
menor grado de países de ingresos bajos y medios, donde son más escasos. Durante la era
pre vacunal, en los países de ingresos altos de clima templado, más del 90% de las
infecciones ocurrían antes de la adolescencia y menos del 5% de los adultos seguían siendo
susceptibles a la infección. La enfermedad suele ser más grave en los adultos que en los
niños. En muchos países tropicales, la infección se contrae a edades más avanzadas,
observándose una mayor susceptibilidad entre los adultos jóvenes. Los motivos de estas
diferencias apenas se conocen y pueden guardar relación con las propiedades del VVZ, el
clima, la densidad de la población y el riesgo de exposición.
La Varicela presenta una pronunciada estacionalidad en los países templados y la mayoría
de los países tropicales, con un pico de incidencia durante el invierno y la primavera o
durante los meses más fríos y secos en los trópicos. Se producen amplios brotes periódicos
con un ciclo inter epidémico de 2–5 años. Los estudios de seroprevalencia efectuados en
poblaciones insulares y en países tropicales de Asia Meridional confirman que, en esas
regiones, la Varicela se adquiere a una edad más tardía que en Europa y América del Norte.
Se ha notado una menor seroprevalencia en las zonas rurales que en las urbanas.
Un estudio realizado en la India meridional reveló que, en los trópicos, el personal sanitario
puede ser más vulnerable a la Varicela nosocomial y transmitir seguidamente la infección
tanto a los pacientes hospitalizados susceptibles como a otros niños y adultos susceptibles.
Este mayor riesgo de contraer y transmitir la infección se ha constatado también en el
personal sanitario originario de regiones tropicales que trabajan en zonas templadas. Los
estudios de seroprevalencia realizados en trabajadores sanitarios o en estudiantes han
indicado cifras de prevalencia de la seronegatividad variables entre menos del 5% en los
EE.UU. y valores del 14–19% en Arabia Saudita, del 26% en la India y de alrededor del 50%
en Sri Lanka.
Durante la era pre vacunal, en los países desarrollados de ingresos altos, la tasa de letalidad
por Varicela era de 3 muertes por cada 100 000 casos, frente a 1–3 muertes por cada 1000
casos de sarampión. No obstante, conforme se van controlando otras enfermedades
prevenibles mediante vacunación, la Varicela puede representar una carga de morbilidad
considerable y evitable para la población, con costos de atención sanitaria y sociales
significativos. Los factores que afectan la gravedad de la enfermedad y sus desenlaces en
las poblaciones son la proporción de casos entre los lactantes, las embarazadas y otros
adultos, la prevalencia de enfermedades inmunodepresoras, como la infección por VIH, y el
grado de acceso a la atención sanitaria y al tratamiento adecuado. En los niños por lo demás
sanos la Varicela suele remitir de forma espontánea2.
2
OPS. Posición sobre la Varicela. Documento técnico.
3
Registro de Consulta Externa. DIRESAS/OGEI/MINSA-PERU (2015). www.ogei@minsa.gob.pe
El único reservorio del VVZ es el hombre y la forma más frecuente de transmisión es persona
a persona por contacto estrecho de un individuo susceptible con las secreciones
respiratorias de un infectado o también, por contacto directo o inhalación de aerosoles del
fluido de las vesículas de la piel debidas tanto a Varicela como al zoster.
4
INS. Vacunación post exposición del virus Varicela Zoster. Opinión técnica. Diciembre 2017
5
CDC. Sala situacional Perú. Semana Epidemiológica 3-2018
6
Informe técnico del comité de expertos sobre la introducción de la vacuna contra Varicela.
Los estudios dejan entrever que ambas respuestas inmunitarias (celular y humoral), son
responsables de la protección inducida por la vacuna. La inmunogenicidad del componente
variceloso de las vacunas combinadas no es inferior a la de las vacunas monovalentes.
Cuatro ensayos controlados aleatorizados (ECA) indican que una dosis de vacuna contra la
Varicela resulta muy eficaz para prevenir la Varicela en los niños sanos. Uno de los ensayos
permitió estimar una eficacia del 100% después de 9 meses y del 98% después de 2 años
usando una vacuna que contenía 17 000 UFP a la salida de fábrica. Otro de los ensayos
permitió estimar una eficacia vacunal del 88% tras un período medio de 29 meses usando
una vacuna con 10 000 o 15 850 UFP. Se estimó que el 95% de los vacunados
permanecieron libres de Varicela durante los 7 años de seguimiento. En el tercer ensayo, la
eficacia vacunal fue del 90,8% (IC del 95%: 88,7%–95%) después de 12 meses de
seguimiento (con una vacuna de 10 000 UFP). En el ECA más reciente, una dosis de vacuna
monovalente tuvo una eficacia del 65,4% contra la Varicela de cualquier grado de gravedad
y del 90,7% contra las formas moderada o grave de la Varicela, mientras que dos dosis de
una vacuna combinada tuvieron una eficacia del 94,9% contra la enfermedad de cualquier
grado de gravedad y del 99,5% contra la enfermedad moderada o grave.
La vacuna contra la Varicela se puede utilizar para población en riesgo, es decir, población
susceptible en ambiente hospitalario. Niños de albergues, cunas y colegios, en el grupo de
edad de 9 meses a 5 años 11 meses y 29 días de edad, susceptibles para Varicela.
Revacunación
No se conoce aún la duración de la protección conferida por las vacunas, no habiéndose
definido tampoco la necesidad de administrar dosis de refuerzo. Sin embargo, se ha
observado un refuerzo del nivel de anticuerpos en sujetos vacunados, después de
exponerse a la Varicela natural, así como también después de la administración de una
dosis de refuerzo de la vacuna, aplicada cuatro a seis años después de la inmunización.
7
OPS: Posición oficial de OPS sobre la vacuna contra Varicela
Inocuidad de la vacuna
De una revisión sistemática de los datos sobre la inocuidad de las vacunas contra la Varicela
se concluyó que la vacuna monovalente es bien tolerada; los acontecimientos adversos
registrados con mayor frecuencia tras la vacunación de los niños sanos eran de naturaleza
leve, pudiendo ir desde un dolor ligero a un eritema, pasando por una erupción cutánea en
el lugar de la inyección. En los ensayos clínicos previos a la aprobación en los que
participaron casi 11 000 niños, el 19% de los sujetos refirieron dolor en el lugar de la
inyección, el 6% padecieron un exantema de tipo variceloso localizado y el 15% tuvieron
fiebre.
Entre las complicaciones raras comprobadamente atribuibles a la cepa Oka del VVZ figuran
la neumonía, la hepatitis, la meningitis por HZ, el HZ recurrente, el exantema grave y la
transmisión secundaria; esta última se da principalmente en pacientes con enfermedades
inmunodepresoras u otras patologías graves que no se habían diagnosticado en el momento
de la vacunación.
En los ensayos clínicos previos a la aprobación de una vacuna MMR combinada con una
vacuna contra la Varicela (MMRV), se apreció una tasa de incidencia de fiebre (0–42 días
después de la vacunación) mucho mayor en los niños de 12–23 meses que habían recibido
una primera dosis de vacuna MMRV que en los que habían recibido las primeras dosis de
MMR y de la vacuna contra la Varicela en inyecciones separadas. Una revisión de los
estudios de inocuidad de la vacuna combinada MMRV realizados más recientemente, con
La tasa de incidencia de convulsiones febriles en los niños que habían recibido una primera
dosis de MMRV fue dos veces mayor que la registrada en los que habían recibido la vacuna
monovalente y la MMR al mismo tiempo, tanto 5–12 días como 7–10 días después de la
vacunación (RR: 2,0; IC del 95%: 1,4–2,9 y RR: 2,2; IC del 95%: 1,0 – 4,7), lo cual representa
un episodio de convulsión febril adicional por cada 2300–2700 niños vacunados. No se
observaron diferencias en reacciones sistémicas tales como la fiebre durante los 42 días
que siguieron a la vacunación cuando se administró la MMRV como segunda dosis a niños
durante su segundo año de vida o a la edad de 4–6 años.
No obstante, el riesgo de Varicela grave y de muerte en niños con infección por el VIH no
es tan elevado como en los niños leucémicos; en efecto, aunque la enfermedad está más
extendida, dura más y reaparece con mayor frecuencia que en los pacientes por lo demás
sanos, no es habitual que haya víctimas mortales y complicaciones graves a causa de la
Varicela en los niños infectados por el VIH. El HZ representa una importante carga de
infecciones por VVZ en los niños infectados por el VIH, cuyo riesgo de contraer tales
infecciones es 10 a 25 veces mayor que el de la población general. El riesgo es directamente
proporcional al grado de inmunodepresión, a juzgar por el número de linfocitos T CD4+
presentes en el momento de la primo infección por Varicela.
Estudios realizados en niños leucémicos que estaban en remisión desde hacía por lo menos
un año han revelado la existencia de seroconversión contra la vacuna antivaricelosa en el
82% de los que habían recibido una dosis y en el 95% de los que habían recibido dos dosis.
El 87% de los niños urémicos que habían sido vacunados con una sola dosis antes de un
Ninguno de los estudios de niños con infección por el VIH se realizó en casos con
inmunodepresión grave (número de linfocitos T CD4+ < 15%). No se registró ningún
acontecimiento adverso grave relacionado con la vacuna en los niños que presentaban
cifras de linfocitos T CD4+ ≥ 15%. Se determinó la presencia de por lo menos un indicador
de inmunidad (humoral o celular) específica contra el VVZ en el 83% de los vacunados
después de dos dosis, con independencia de su estado inmunitario. Dos estudios que
abarcaban más del 50% de todos los niños VIH-positivos estudiados revelaron reacciones
locales en el 5%–20% de los participantes después de la primera dosis y en el 3%–12%,
tras la segunda dosis.2 En un examen realizado por el Comité Consultivo Mundial sobre
Seguridad de las Vacunas de la OMS se llegó a la conclusión de que la vacuna contra la
Varicela es eficaz e inocua en los niños infectados por el VIH que tienen cifras de linfocitos
T CD4+ ≥ 15%.
Para ello, se realizó un análisis de países que representaban una serie de tasas de
seroprevalencia de la Varicela y regiones geográficas diferentes: Asia Meridional (India y
zonas urbanas y rurales de Sri Lanka); Asia Oriental y el Pacífico (Malasia, Singapur,
Tailandia); América Latina y el Caribe (Bolivia, Brasil, Santa Lucía); y África (Kenia, Nigeria).
En muchos países desarrollados (Australia, Canadá, Japón, España, Reino Unido y EE.UU.)
se han realizado varios estudios en los que se examinaron las tasas generales de HZ en la
población, y la mayoría de ellos reveló que la incidencia de HZ tendía a aumentar. No
obstante, en los países que disponían de un programa de vacunación contra la Varicela, el
aumento de la incidencia de HZ comenzaba antes de la introducción de la vacuna por
motivos poco claros. Un análisis efectuado recientemente en los EE.UU. no evidenció
ninguna diferencia en la pendiente del aumento de la tasa de incidencia de HZ antes y
después de la introducción de la vacuna contra la Varicela. También se observó un aumento
de la incidencia de HZ en países que no disponían de programas de vacunación infantil
contra la Varicela. En una revisión multidisciplinaria sistemática de la reducción del riesgo
de HZ por exposición a pacientes con Varicela, realizada en 2013, se analizaron
publicaciones con arbitraje editorial sobre estudios de refuerzo exógeno, a saber: 13
estudios observacionales de la incidencia de HZ tras una vacunación generalizada contra la
Varicela, 4 estudios longitudinales de la inmunidad frente al VVZ tras una nueva exposición,
9 estudios de los factores de riesgo epidemiológicos, 7 estudios de modelización
matemática y otros 7 estudios.11 Se sacó la conclusión de que el refuerzo exógeno existe,
aunque no en todas las personas ni situaciones, y que aún resta por determinar su magnitud
de forma apropiada en estudios sobre el terreno.
Se puede administrar simultáneamente con cualquier otra vacuna. Se debe aplicar en sitios
anatómicos diferentes. En la vacunación con virus vivos atenuados parenterales, se deben
administrar simultáneamente el mismo día, si no fuera posible, aplicar con un intervalo
mínimo de 30 días.
Es todo cuadro clínico que implica uno o más de los siguientes criterios: a).Hospitalización.
b).Riesgo de muerte. c).Discapacidad. d).Fallecimiento. Puede clasificarse como: Evento
coincidente, evento relacionado con error programático u operacional, evento relacionado
con los componentes propios de la vacuna y evento no concluyente.
El Instituto Nacional de Salud, realizó una evaluación económica en la cual determinó que
el costo total de implementar la vacunación contra la Varicela es de 71.12 soles por niño
vacunado. Una estrategia de vacunación con una dosis a los niños de 12 meses significa
un costo anual de 34, 261,202.86 soles. Costos similares a vacunas contra Neumococo y el
virus del papiloma humano.8
8
INS. Opinión técnica para la incorporación de vacuna contra Varicela en el esquema nacional de vacunación.
Desde 1974 se comercializan vacunas contra la Varicela basadas en la cepa Oka atenuada
del VZV y los resultados positivos de los numerosos análisis de la inocuidad, la eficacia y el
costo-eficacia han justificado la introducción de estas vacunas en los programas de
inmunización infantil de varios países industrializados. La observación de poblaciones de
estudio durante periodos de hasta 20 años en el Japón y 10 años en los Estados Unidos de
América (EE.UU), puso de manifiesto que más del 90% de las personas
inmunocompetentes vacunadas en la infancia seguían estando protegidas contra la
Varicela. La información relativa a varios aspectos de la vacunación contra la Varicela sigue
siendo incompleta. Hay que llegar a conocer mejor la duración de la protección contra la
Varicela y el herpes zóster sin exposición natural al virus, las consecuencias
epidemiológicas de la vacunación infantil con diversos niveles de cobertura y el efecto
preventivo que tiene frente al herpes zóster la vacunación de los adultos y las personas de
edad con antecedentes de Varicela. Además, se dispone de poca información de los países
en desarrollo sobre la carga de morbilidad de la Varicela y el herpes zóster y sobre la
incidencia y las consecuencias de las infecciones secundarias.
Los países que han introducido la vacunación contra la Varicela en sus programas de
inmunización infantil y ello ha reducido considerablemente la morbimortalidad relacionada
con la Varicela. En los EE.UU., durante la era pre vacunal, cada año había una media de 4
Un estudio en Panamá mostró que la media de costo por paciente con Varicela es US$1
209. Evidenciando, además, una alta tasa de complicaciones en los niños hospitalizados
con Varicela adquirida en la comunidad (92%), lo cual hace de esta patología relativamente
benigna, una enfermedad costosa, con potenciales implicaciones en el sistema de salud de
países que no hayan implementado la vacunación. Los infantes más jóvenes son los que
más costos relacionados presentan. Esto es especialmente cierto en niños menores de 1
año, con costos totales de atención de USD $ 343,871. En la revisión realizada por los
autores, no se encontraron estudios de costos de Varicela en países en desarrollo como
Colombia (con producto interno bruto per cápita menor de USD $ 12196 según el método
Atlas), por lo que no se compararon medidas de costos con otros países. Los costos de
Varicela fueron más altos, sin significancia estadística, en pacientes más menores de 1 año,
comparados con los pacientes de 5 a 12 años. Esto permite sugerir mayores costos y
gravedad de los pacientes menores de un año.10
9
Skull SA, Wang EEL. Varicella vaccination- a critical review of the evidence. Arch Dis Child 2001; 85: 83- 90
10
ALVIS-GUZMÁN, Nelson et al. Costos directos de Varicela complicada en una población pediátrica de Colombia.
Revista de Salud Pública, [S.l.], v. 13, n. 6, p. 921-929, nov. 2011. ISSN 2539-3596.