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Resumen Daños
Resumen Daños
ARTÍCULO 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el
ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva
Requisitos: para que el daño sea resarcible, debe ser: cierto, personal y subsistente.
ARTÍCULO 1739.- Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto,
actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su contingencia sea
razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador.
ARTÍCULO 1741.- Indemnización de las consecuencias no patrimoniales. Está legitimado para reclamar la
indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre
gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato familiar ostensible.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.
Podemos decir que lo que se computa al indemnizarse la disminución sufrida por la víctima es:
a) el lesivo desequilibrio espiritual que la invalidez supone (daño moral), que trataremos en otro apartado;
b) las erogaciones que demanda la pérdida o deterioro en la victima (daño emergente) y
c) las ganancias dejadas de percibir o afectación de las aptitudes productivas de la persona (lucro cesante y pérdida de
chance).
El daño emergente consiste en el perjuicio o menoscabo efectivamente sufrido, en el empobrecimiento disminución o
minoración patrimonial que produjo el hecho dañoso. Así por ejemplo en relación a las erogaciones que implica el
daño material tenemos lo gastos médicos, farmacéuticos y por transporte.
Lucro cesante se configura con la pérdida del enriquecimiento patrimonial razonablemente esperado, entendido como
una frustración de ventajas, utilidades o ganancias.
En la perdida de chances lo que se frustra es la probabilidad o expectativas de ganancias futuras. Aquí no se
indemniza todo el beneficio o ganancia esperada por la victima (pues eso es lucro cesante) sino que el objeto es
indemnizar la oportunidad perdida. Ejemplo de pérdida de chance es el jugar de futbol que no puede continuar con
su carrera profesional.
Daño moral
Definición
El daño moral es la minoración en la subjetividad de la persona, que la afecta dañosamente en el espíritu, en su
desarrollo y en su capacidad de entender, querer o sentir, con motivo de una lesión a un interés no patrimonial. En
consecuencia, podemos decir que la persona padece un modo de estar diferente y “anímicamente perjudicial”
Antijuridicidad: Concepto.
Una acción antijurídica es aquella que resulta contraria al ordenamiento jurídico integralmente considerado.
La acción a la cual nos referimos es una conducta, ya sea comisiva u omisiva, que provoca un resultado. Para ello no
se requiere la voluntariedad de la persona. Dentro de este concepto quedan incluidos los actos habituales e instintivos,
y excluidos los actos reflejos o que provengan de estados de inconsciencia o fuerza irresistible.
ARTÍCULO 1717.- Antijuridicidad. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no está
justificada.
ARTÍCULO 1721.- Factores de atribución. La atribución de un daño al responsable puede basarse en factores
objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa.
ARTÍCULO 1724.- Factores subjetivos. Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa consiste
en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el
tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura
por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.
CULPA. REQUISITOS: requisitos para que la misma se configure:
a) La omisión de realizar la conducta que exige la naturaleza de la obligación.
a) Negligencia (art. 1724 CCC), la cual consiste en no prever lo que es previsible, o en caso de hacerlo, no adoptar la
diligencia necesaria para la evitación del daño. Es una conducta omisiva de cierta actividad, que en caso de realizarla
hubiera sido apta para evitar el daño.
b) Imprudencia: implica una conducta positiva, precipitada o irreflexiva que es llevada sin prever sus consecuencias.
c) Impericia: consiste en la incapacidad técnica para la ejecución de una determinada función, profesión o arte.
DOLO: Según la nueva norma, el dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con
manifiesta indiferencia por los intereses ajenos. El actuar con “indiferencia” significa aquel comportamiento que "no
importa que se haga de una u otra forma".
ARTÍCULO 1722.- Factor objetivo. El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a
los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto
disposición legal en contrario.
CONSECUENCIAS
El CCCN sigue los criterios más consolidados sobre el principio de la causalidad adecuada y la extensión y
simplificación de la responsabilidad a las consecuencias inmediatas y mediatas.
Reza el art. 1726: "Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de
causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles"
Y el art. 17277: Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso
natural y ordinario de las cosas, se llaman en este Código "consecuencias inmediatas". Las consecuencias que
resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman consecuencias "mediatas".
Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman "consecuencias casuales"
En síntesis: en materia de relación causal, el Código Civil y Comercial adopta como principio general la teoría de
la causalidad adecuada (art. 1726), que se funda en un parámetro objetivo de comparación: hay que establecer, en
cada caso, si era previsible que cierto hecho generara determinado resultado, de acuerdo a lo que habría previsto un
hombre medio en el momento del hecho.
EXIMENTES.
Las eximentes son circunstancias que operan enervando la antijuridicidad, la relación de causalidad o los factores de
atribución. Las mismas poseen gran importancia, ya que pueden aminorar o eximir la responsabilidad por daño al
sindicado como responsable.
HECHO DE LA VICTIMA.
La conducta de la víctima puede afectar la responsabilidad del sindicado como responsable excluyéndola o
aminorándola. Esto es así ya que no es razonable que responda este último cuando el damnificado es autor material del
daño o de parte del mismo.
Los requisitos para que opere esta eximente son los siguientes:
a) Incidencia causal. El hecho de la víctima debe tener incidencia causal adecuada en la producción del resultado, ya
sea como causa exclusiva o como concausa del daño en concurrencia con otros hechos relevantes.
b) El hecho o culpa de la víctima. el simple hecho de la víctima es suficiente para provocar la ruptura del nexo
causal.
c) Hecho no imputable al agente. Además, es necesario que el hecho de la víctima no sea imputable objetiva o
subjetivamente al agente. En otras palabras, si él lo provoca, siendo la acción de la víctima una mera consecuencia del
acto del sindicado como responsable, obviamente, no alcanzará para eximirlo.
ARTÍCULO 1729.- Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del
hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que deba tratarse de su
culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.
HECHO DE TERCEROS.
ARTÍCULO 1731.- Hecho de un tercero. Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un
tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito
El tercero por quien no se debe responder debe ser una persona distinta del responsable presunto (demandado) y de la
víctima. Puede ser una persona física o jurídica, de carácter público o privado. Sin embargo, no cualquier hecho de un
tercero es apto para eximir al sindicado como responsable. El tercero debe ser un tercero por el cual no se deba
responder. Esto es importante aclararlo, ya que la ley, en diversos supuestos, impone a una persona responder por el
hecho de un tercero (v. g., responsabilidad por el hecho del dependiente).
CASO FORTUITO.
ARTÍCULO 1730.- Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha
podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de
responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.
En la esfera obligacional, el casus provoca dos consecuencias fundamentales:
ARTÍCULO 1718.- Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho. Está justificado el
hecho que causa un daño:
a. En ejercicio regular de un derecho;
b. En legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una agresión actual o
inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de un
hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;
c. para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el peligro
no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se
causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo considere
equitativo
a) Resarcitoria. Natura-Especie.
La reparación del daño consiste en “el cumplimiento de una obligación a cargo del responsable y a favor del
damnificado, que tiene por objeto resarcir el daño injustamente al acreedor”. En este sentido, la reparación constituye,
en una perspectiva netamente jurídica, el restablecimiento del equilibrio preexistente que fuera alterado por el evento
dañoso, y el cumplimiento de la justicia y la equidad.
La finalidad de la reparación es netamente resarcitoria. En tal sentido, intenta resarcir el daño compensando el
menoscabo. El fundamento del resarcimiento está dado por el principio de justicia que impone dar a cada uno lo suyo,
debiendo restablecer el equilibrio alterado por el perjuicio causado.
ARTÍCULO 1740.- Reparación plena. La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la
situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede
optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en
cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad
personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa
del responsable.
La reparación específica en especie o in natura consiste en la ejecución de una obligación (generalmente de hacer) que
tiene por finalidad la de volver las cosas al estado en que se hallaban antes de producirse el evento dañoso. Para que
ello pueda producirse, deberán existir las posibilidades materiales y jurídicas que lo permitan.
La reparación por equivalente se traduce en la entrega de un equivalente a la víctima (normalmente pecuniario) con
entidad suficiente para la restauración del valor perjudicado.
ARTÍCULO 1711.- Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica hace
previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la concurrencia de ningún factor
de atribución.
Se incorpora una norma que establece la legitimación a quien tiene "un interés razonable" (art. 1712); no abarca a
todos los damnificados indirectos, sólo a los directos (sea que sufrieron o pueden sufrir un daño), respecto de los
cuales se presume el interés para deducir la pretensión de prevención. Para los damnificados indirectos, únicamente si
demuestran, aun sumariamente, su interés.
Procede contra actos u omisiones antijurídicas, por lo que el hecho generador debe ser, en principio, ilícito. Podría no
estar excluido el caso de acto lícito dañoso o con potencialidad dañosa, aunque debe ser apreciado más
restrictivamente
Responsabilidad directa
ARTÍCULO 1749.- Sujetos responsables. Es responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un daño
injustificado por acción u omisión.
ARTÍCULO 1750.- Daños causados por actos involuntarios. El autor de un daño causado por un acto involuntario
responde por razones de equidad. Se aplica lo dispuesto en el artículo 1742. (Ver factores objetivos).
El acto realizado por quien sufre fuerza irresistible no genera responsabilidad para su autor, sin perjuicio de la que
corresponde a título personal a quien ejerce esa fuerza.
ARTÍCULO 1751.- Pluralidad de responsables. Si varias personas participan en la producción del daño que tiene
una causa única, se aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas, se
aplican las reglas de las obligaciones concurrentes.
En el actual Código, si el daño fue causado por varios sujetos, se aplicarán las normas de las obligaciones solidarias
(arts. 827 a 843 del CCC) o concurrentes (arts. 850 a 852 del CCC –se les asigna subsidiariamente la aplicación a
éstas de las normas de las obligaciones solidarias por reenvío del art. 852 citado-), según sea el caso. Las acciones de
repetición o recurso están previstas en los arts. 840 y 851, inc. “h”. Es de suma importancia la incorporación de la
clasificación de obligaciones concurrentes en las obligaciones de sujeto plural, siendo "obligaciones concurrentes"
aquellas en las que "varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas diferentes"86, constituyendo
"obligaciones solidarias"87 las que están fundadas en una causa única. (Sagarna, 2014).
El principal podrá eximirse de responsabilidad, además de poder demostrar que no era su dependiente el que causó el
daño, que no existía entre él y éste relación de dependencia y que no había vínculo entre la función encomendada y el
daño, porque éste había sido ocasionado fuera del ejercicio de la misma o fuera de la ocasión, que el perjuicio se debió
a una causa ajena que interrumpió total o parcialmente el nexo adecuado de causalidad, por la causa ajena.
Responsabilidad del padre por los hijos. Concepto. Nociones.
ARTÍCULO 1754.- Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por los
hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad
personal y concurrente que pueda caber a los hijos.
ARTÍCULO 1755.- Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de los padres es objetiva, y cesa si
el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o permanentemente. No cesa en el
supuesto previsto en el artículo 643.
Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa
que les es atribuible.
Los padres no responden por los daños causados por sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o de
funciones subordinadas encomendadas por terceros.
Tampoco responden por el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus hijos.
El fundamento de esta responsabilidad objetiva (en la que, como en la responsabilidad civil del principal por el hecho
del dependiente, no interesa la conducta del legitimado pasivo) es la garantía. Los padres garantizan que, al
ocasionarse un daño por sus hijos, ellos responderán civilmente por el hecho ajeno.
Son presupuestos de la responsabilidad objetiva de los progenitores por el hecho dañoso de sus hijos:
1) el hecho ilícito del hijo o, al menos, objetivamente antijurídico;
2) que el descendiente sea menor de edad, es decir, menor de 18 años –por más que la "responsabilidad parental" en
cuanto a los alimentos se extienda hasta los 21 años de edad, conf. art. 658 del CCC o que, en definitiva, la obligación
de los progenitores de proveer recursos al hijo se amplíe hasta sus 25 años de edad si la prosecución de estudios o
preparación profesional de un arte u oficio le impide proveerse de medios necesarios para sostenerse
independientemente, conf. Art. 663 del CCC-;
3) que el menor se encuentre bajo la "responsabilidad parental";
4) que el menor habite con el padre responsable, requiriéndose "convivencia" con los hijos (salvo el segundo párrafo
del art. 1755 (“Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia
deriva de una causa que les es atribuible”);
5) que entre el hecho del hijo y el daño a un tercero exista relación de causalidad.
La responsabilidad de los padres entre si es solidaria (así lo expresa el propio art. 1754) y no concurrente, debido
a que ellos, sean de distinto o mismo sexo, responden por una única causa fuente, esto es, por ser los progenitores del
causante del perjuicio. Pero la responsabilidad conjunta de los padres y del hijo causante del daño resulta concurrente
frente al damnificado (conf. art. 850 del CCC), ya que aquéllos responden como progenitores por el hecho de su hijo –
responsabilidad indirecta, art. 1754- y el descendiente responde como tal – responsabilidad directa, art. 1749-. Siendo
la responsabilidad objetiva, los padres pueden eximirse total o parcialmente de responsabilidad demostrando el hecho
del damnificado (art. 1729 del CCC), el caso fortuito (art. 1730) o el hecho de un tercero por quien no deben
responder (art. 1731). Es por ello que los padres no pueden liberarse de responsabilidad civil demostrando su falta de
culpa en el hecho, pues se trata de una responsabilidad basada en un factor de atribución objetivo.
ARTÍCULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado por el
riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización
de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.
ARTÍCULO 1758.- Sujetos responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado
por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a
quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada en contra de
su voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene
provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.
El fundamento de la obligación de resarcir que pesa sobre los legitimados pasivos es de carácter objetivo, basado en la
idea de riesgo de empresa. En consecuencia, la liberación de los sindicados como responsables se producirá solamente
en caso de que logren acreditar la existencia de una causa ajena que interrumpa el nexo causal.
Daño directo
ARTICULO 40 bis: Daño directo. El daño directo es todo perjuicio o menoscabo al derecho del usuario o
consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria, ocasionado de manera inmediata sobre sus bienes o sobre su
persona, como consecuencia de la acción u omisión del proveedor de bienes o del prestador de servicios.
Los organismos de aplicación, mediante actos administrativos, fijarán las indemnizaciones para reparar los daños
materiales sufridos por el consumidor en los bienes objeto de la relación de consumo.
Esta facultad sólo puede ser ejercida por organismos de la administración que reúnan los siguientes requisitos:
a) la norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre particulares y la razonabilidad del
objetivo económico tenido en cuenta para otorgarles esa facultad es manifiesta;
b) estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad indubitadas;
c) sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente.
Este artículo no se aplica a las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos del consumidor, su
integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas, las que resultan de la interferencia en su
proyecto de vida ni, en general, a las consecuencias no patrimoniales.
ARTICULO 1765.- Responsabilidad del Estado. La responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios
del derecho administrativo nacional o local según corresponda.
ARTICULO 1766.- Responsabilidad del funcionario y del empleado público. Los hechos y las omisiones de los
funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones
legales que les están impuestas se rigen por las normas y principios del derecho administrativo nacional o local, según
corresponda.
Principio de responsabilidad El código sienta el principio de que los funcionarios públicos son responsables en
forma personal por ejercicio irregular de sus funciones.
ARTICULO 1° — Esta ley rige la responsabilidad del Estado por los daños que su actividad o inactividad les
produzca a los bienes o derechos de las personas.
La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.
Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.
La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado, sus agentes y funcionarios.
ARTICULO 2° — Se exime de responsabilidad al Estado en los siguientes casos:
a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor, salvo que sean asumidos por el Estado
expresamente por ley especial;
b) Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el Estado no debe responder.
ARTICULO 3° — Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima:
a) Daño cierto debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se persigue;
d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado; la omisión sólo genera
responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación expreso y determinado.
ARTICULO 6° — El Estado no debe responder, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios ocasionados por los
concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales se les atribuya o encomiende un cometido estatal,
cuando la acción u omisión sea imputable a la función encomendada.
ARTICULO 8° — El interesado puede deducir la acción indemnizatoria juntamente con la de nulidad de actos
administrativos de alcance individual o general o la de inconstitucionalidad, o después de finalizado el proceso de
anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de fundamento.
ARTICULO 9° — La actividad o inactividad de los funcionarios y agentes públicos en el ejercicio de sus funciones
por no cumplir sino de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las obligaciones legales que les están
impuestas, los hace responsables de los daños que causen.
La pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años.
La acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los tres (3) años
de la sentencia firme que estableció la indemnización.
ARTICULO 10. — La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas específicas. En
caso de ausencia de regulación, se aplica esta ley en forma supletoria.
Las disposiciones de la presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de empleador.
ARTICULO 11. — Invitase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a los términos de esta
ley para la regulación de la responsabilidad estatal en sus ámbitos respectivos.
ARTÍCULO 1768.- Profesionales liberales. La actividad del profesional liberal está sujeta a las reglas de las
obligaciones de hacer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se haya comprometido un resultado concreto.
Cuando la obligación de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no está comprendida en la Sección 7ª, de este
Capítulo, excepto que causen un daño derivado de su vicio. La actividad del profesional liberal no está comprendida
en la responsabilidad por actividades riesgosas previstas en el artículo 1757.
ARTÍCULO 1769.- Accidentes de tránsito. Los artículos referidos a la responsabilidad derivada de la intervención
de cosas se aplican a los daños causados por la circulación de vehículos.
La remisión efectuada por la norma implica que en los accidentes de automotores es de aplicación la responsabilidad
objetiva prevista en los arts. 1757 y 1758 del CCC.
Normas que se aplican A los accidentes de automotores se aplican las reglas de los art. 1757 y las causales de
eximición de responsabilidad: hecho de la víctima 1729, hecho del tercero asimilable al caso fortuito, art. 1731, uso
contra la voluntad expresa o presunta del dueño, 1758, caso fortuito extraño al riesgo propio de la cosa, art. 1733
En cuanto a la prueba, el accidente no se presume, y la prueba de la causalidad recae sobre quien la invoca. La
prueba de las eximentes está en cabeza del dueño o guardián. Toda la elaboración jurisprudencial de la
responsabilidad por automotores, bajo la vigencia del código sustituido, sigue siendo de aplicación.
3. Sujetos responsables Son responsables el dueño y el guardián del automotor. Por dueño, en materia de
automotores, debe entenderse al titular inscripto, quien si no efectuó la transferencia deberá haber realizado la
denuncia de venta, o al menos acreditar fehacientemente la transferencia de la guarda. (Es una cosa mueble
registrable)
ARTICULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado por el
riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización.
En caso de daños provocado por automotores uno de los responsables (sujeto pasivo) el titular registral, este
responderá aun cuando no haya participado personalmente (como conductor) en el accidente automovilístico.
ARTICULO 1729.- Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del
hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que deba tratarse de su
culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.
ARTICULO 1731.- Hecho de un tercero. Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un
tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito.
ARTICULO 1733.- Responsabilidad por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento. Aunque ocurra el
caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos: si el caso fortuito y,
en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia propia del riesgo de la
cosa o la actividad;
a- El conductor del vehículo. La obligación de resarcir cae sobre quien conducía el automóvil al momento de
producirse el daño. Es considerado responsable directo, siendo el factor de atribución objetivo pues desarrolla una
actividad riesgosa (art. 1757 del CCC).
b- Responsables por el hecho ajeno. Responsabilidad del principal por el dependiente y la responsabilidad de los
padres, tutores y curadores por los daños causados por los menores de edad sujetos a patria potestad, etc. En estos
casos se responde aun cuando los terceros hayan efectuado la conducción del vehículo.
c- La responsabilidad del titular registral del automotor en la ley 22977.
d- El asegurador. El asegurador puede ver comprometida su responsabilidad en aquellos accidentes en los cuales el
conductor, el principal, el dueño o el guardián de la cosa se encuentren acaparados por una relación de seguro que
cubra la responsabilidad civil por daños a terceros.
El seguro de responsabilidad civil: En Argentina se ha establecido el sistema del seguro obligatorio de
responsabilidad civil a terceros por los daños causados por un automotor. El seguro es un modo de socializar el daño.
Responsabilidad Colectiva
ARTICULO 1760.- Cosa suspendida o arrojada. Si de una parte de un edificio cae una cosa, o si ésta es arrojada,
los dueños y ocupantes de dicha parte responden solidariamente por el daño que cause. Sólo se libera quien demuestre
que no participó en su producción.
Este tipo de responsabilidad es objetiva y el eximente se encuentra en la causalidad y no en la falta de culpa. La
identificación del sujeto causante del daño determina que deje de ser un supuesto de responsabilidad colectiva. Se
exime el sindicado como responsable acreditando que su inmueble no se encuentra en la parte de la cual provino la
cosa que ocasionó el daño.
ARTICULO 1761.- Autor anónimo. Si el daño proviene de un miembro no identificado de un grupo determinado
responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que demuestre que no ha contribuido a su producción.
ARTICULO 1762.- Actividad peligrosa de un grupo. Si un grupo realiza una actividad peligrosa para terceros,
todos sus integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno o más de sus miembros. Sólo se libera
quien demuestra que no integraba el grupo.
-Grupo: cualquier reunión accidental de personas, el cual deber ser, además de una realidad numérica, una realidad
cualitativa;
>La causalidad: es la actuación conjunta o en común del grupo. Actividad peligrosa desarrollada en conjunto. >La
responsabilidad de todos los miembros del grupo es solidaria y sólo se eximirá quien demuestre que no integraba el
grupo.
>El factor de atribución es objetivo, pues se le atribuye la responsabilidad a la actuación grupal por ser creadora de
riesgo para terceros.
>Son legitimados pasivos todos los integrantes del grupo, quienes responden solidariamente ante la víctima.