Está en la página 1de 1

Cuidar a tu mascota es cuidar a los tuyos.

Solo hay una salud, la que engloba a la animal y la humana.

Vamos a tratar las enfermedades de transmisión vectorial que pueden afectar a tu perro y que son transmitidas al hombre por
contagio directo con el animal enfermo Se llaman enfermedades zoonoticas. Las zoonosis tienen hoy un lugar principal en las
preocupaciones de salud de los humanos. Se estima que cerca del 62% de las enfermedades infecciosas que afectan al hombre son
de origen zoonótico.Unas de las más importantes en nuestra provincia son las de transmisión vectorial a aquellas que se transmiten
por los artrópodos que se alimentan de sangre: como ser el mosquito. En los últimos tiempos la incidencia de este tipo de
enfermedades ha aumentado de manera alarmante, y en nuestro país se ha registrado un serio aumento de perros afectados por este
tipo de enfermedades infectoparasitarias. Las más comunes en nuestro territorio son la “Leishmaniasis”

Hay tres formas principales de leishmaniasis: visceral (la forma más grave de la enfermedad) cutánea (la más común) y mucocutánea.
La leishmaniasis es causada por un protozoo parásito del género Leishmania, transmitido por la picadura de flebótomos
infectados.Esta enfermedad, que afecta a las poblaciones más pobres, está asociada a la malnutrición, los desplazamientos de
población, las malas condiciones de vivienda, la debilidad del sistema inmunitario y la falta de recursos.

La leishmaniasis está vinculada a los cambios ambientales, como la deforestación, la construcción de presas, los sistemas de riego
y la urbanización.Se estima que cada año se producen 1,3 millones de nuevos casos y entre 20 000 y 30 000 defunciones.Solo una
pequeña parte de las personas infectadas por Leishmania acaban padeciendo la enfermedad
El tratamiento de la leishmaniasis canina es difícil. Los fármacos usados son caros y todos requieren regímenes de varias dosis, lo que
supone numerosas molestias tanto para los dueños como para el paciente. Existen frecuentemente recaídas de la enfermedad clínica
después del tratamiento y muchos de los fármacos tienen efectos secundarios importantes. No hay cura parasitológica para la
enfermedad, sólo podemos resolver los síntomas clínicos. En los últimos años los periodos de tratamiento se han visto prolongados,
esto puede ser debido a la resistencia desarrollada por el parásito frente a los fármacos usados comúnmente, por lo que para prevenir
la progresión de dichas resistencias deberían emplearse distintos fármacos tanto en perros como en humanos.

Mi intención con este artículo es que tomemos consciencia de la importancia de proteger a nuestros perros frente a los vectores o
parásitos externos, ya que cada vez que uno de ellos pica a nuestro perro le puede estar transmitiendo cualquiera de estas
enfermedades. Lo que quiero remarcar es que no sólo no nos gustan los parásitos externos porque son desagradables o nos da asco
tenerselos que quitar a nuestro perro, sino porque con cada picadura existe una posibilidad de que nuestro perro contraiga una
enfermedad grave. La principal idea que tiene que tener un cuidador de perro es que hay que protegerle de parásitos para que no le
lleguen a picar y no simplemente matar a los que ya tiene (prevenir, no curar). Las malas condiciones de vivienda y las deficiencias de
saneamiento de los hogares (por ejemplo, la ausencia de sistemas de gestión de residuos, alcantarillado abierto) pueden promover el
desarrollo de los lugares de cría y reposo de los flebótomos y aumentar su acceso a la población humana. Considerando que el riesgo
es mayor en la medida que la población humana y animal aumenta. Otro factor importante es el aumento de las mascotas en el hogar,
incorporación de animales exóticos o no propios de nuestro ecosistema local y el aumento de la tenencia de animales sin los cuidados
veterinarios necesarios para la prevención.

Remarco la importancia de ser consientes que cientos de miles de animales viviendo situaciones de total abandono en las calles y un
sin número mantenido bajo condiciones de precariedad.Parte importante de la tenencia responsable de mascotas es
reconocerlos como animales y respetarlos como seres vivos. Cuando reconocemos su particularidad y sus necesidades, podremos
darles un buen y responsable cuidado.

También podría gustarte