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CICLOS DE LA MARCHA
La marcha es un ejemplo de movimiento periódico, es decir, se repite el mismo ciclo infinitas
veces; como es necesario definir el principio y el final de uno de estos ciclos, definiremos
zancada como la secuencia de acontecimientos que tiene lugar entre dos repeticiones
consecutivas de uno cualquiera de los sucesos de la marcha. Adoptamos por convenio como
principio del ciclo el instante en que uno de los pies toma contacto con el suelo,
habitualmente a través del talón; así un ciclo de la marcha será el conjunto de sucesos
comprendidos entre dos choques de talón consecutivos del mismo pie.
La distancia media entre dos apoyos consecutivos del mismo pie se denomina longitud de
zancada y es, en definitiva, la suma de las longitudes del paso izquierdo y del derecho.
En una zancada, cada pie pasa por dos fases distintas: fase de apoyo en la que el pie está
en contacto con el suelo, y la fase de oscilación en la que el pie se encuentra en el aire.
A su vez, estas dos fases tienen respectivas subfases, como además podemos apreciar en
el dibujo de la página siguiente:
Fase de apoyo (constituye el 60% del ciclo completo de zancada):
1. Fase de contacto inicial o choque de talón
2. Fase inicial de apoyo o respuesta de carga en el que hay apoyo plantar completo o apoyo
medio
3. Fase de apoyo medio: apoyo del antepié y apoyo fugaz del borde externo.
4. Fase final de apoyo: se realiza el impulso hacia delante con elevación del talón.
5. Fase previa a la oscilación: Despegue del antepié finalizando con el dedo gordo, tras
apoyarse en la cabeza del primer metatarsiano
Fase de oscilación:
6. Fase inicial de oscilación: se realiza flexión de rodilla con inicio de la oscilación hacia
delante.
7. Fase media de oscilación: la pierna oscilante se dirige hacia delante cruzando la vertical.
8. Fase final de oscilación: frenado y preparación para el siguiente apoyo de talón.
DETERMINANTES DE LA MARCHA
Durante la marcha, el movimiento que imprime el centro de gravedad es sinuoso y no
rectilíneo, lo cual exige ciertos intercambios de energía: conversiones entre energía cinética
y potencial y transferencias de energía entre segmentos.
Durante la fase de apoyo bipodal el centro de gravedad del tronco se encuentra en su
posición más baja y presenta su máxima velocidad hacia delante, es decir, su energía
potencial es mínima y su energía cinética máxima.
Tradicionalmente se han identificado seis mecanismos fundamentales de optimización de la
marcha encaminados a la reducción de las oscilaciones que presentaría teóricamente el
centro de gravedad del cuerpo. Estos seis mecanismos fundamentales son:
• Rotación pélvica: (en el plano transversal): La pelvis rota hacia delante en el plano
horizontal 4º cada lado de la línea central, cuando el centro de gravedad está en el punto
inferior de la trayectoria de la curva. Esta rotación permite que el desplazamiento vertical del
centro de gravedad disminuya 1 cm. Para compensar, los brazos se mueven en sentido
opuesto a los miembros inferiores y la cintura escapular gira en el sentido contrario a la
pelviana.
• Inclinación pélvica: Durante la marcha, la pelvis desciende hacia el lado de la pierna
oscilante, mientras que la pierna que soporta el peso entra en aducción conforme la pelvis
de desplaza hacia ella. Este ligero desplazamiento sirve para reducir la elevación del centro
de gravedad en 3 mm.
• Flexión de la rodilla durante la fase de apoyo: Tras el apoyo de talón, la rodilla se
flexiona unos 15º, lo cual desciende en otros 3 mm el centro de gravedad en su punto
máximo.
• Ancho de la base de sustentación: En la marcha normal, la pelvis debe desplazarse
horizontalmente para mantener su estabilidad en el apoyo medio. La estrecha base de
sustentación, entre 5 y 10 cms reduce el desplazamiento lateral del centro de gravedad.
• Contacto mediante el talón y despegue mediante el antepié.
• Ligera angulación fisiológica en valgo de la rodilla: Persiguiendo una reducción del
desplazamiento lateral del centro de gravedad.
Cuando se pierde cualquiera de estos 6 mecanismos fundamentales, se produce un
aumento del gasto de energía.
Además, durante la marcha humana tiene lugar un movimiento de oscilación recíproco al
de los miembros inferiores. El momento angular asociado al balanceo de los brazos,
evoluciona según un patrón simétrico al del resto del cuerpo. El movimiento de las piernas
necesario para caminar se realiza sin transmitir una rotación excesiva al resto del cuerpo.
Sin embargo, el movimiento de oscilación de los brazos, en oposición de fase con las
piernas, puede resultar de utilidad, pero no constituye un mecanismo esencial para la
marcha.
Los miembros superiores impulsan en sentido opuesto a los inferiores, es decir, el
miembro superior izquierdo impulsa hacia delante cuando la pierna derecha se impulsa en
este mismo sentido y viceversa. Esto normalmente se acompaña de una aparente
inactividad muscular y sirve para equilibrar la rotación de la pelvis de manera refleja.
El aumento de amplitud de la flexión de hombro ocurre en el apoyo del miembro inferior
opuesto y la máxima extensión de hombro se da en el momento de apoyo de talón del
mismo lado. El aumento de la amplitud de estos movimientos articulares depende
exclusivamente de la velocidad; a mayor velocidad, mayores amplitudes articulares.
Para que nosotros podamos realizar la marcha se necesita un plano fijo (suelo) sobre el que
se aplican una serie de fuerzas ejercidas por la gravedad y también por el cuerpo mediante
la acción muscular. Estas fuerzas que ejercemos y que nos permiten caminar son:
• Fuerza de acción vertical: Son los desplazamientos verticales del centro de gravedad.
• Fuerza de reacción longitudinal o antero-posterior: es la que produce el empuje y el
frenado.
• Fuerza medio-lateral: traduce los desplazamientos laterales del centro de gravedad.
• Fuerza de torsión: que es la que traduce los movimientos de rotación de la extremidad
inferior durante la marcha.
MARCHAS PATOLÓGICAS
Marcha Atáxica: Tiene muchísimos sinónimos según el lugar de la lesión (ataxia
cerebelosa, vestibular y sensitiva), la marcha es inestable gracias a los movimientos
desiguales por la inadecuada colocación del pie durante la fase final del balanceo.
Cuando hay una lesión a nivel del cerebelo (Ataxia cerebelosa), los movimientos tienden a
tener una base de sustentación amplia y la marcha es en forma de zigzag como si la
persona estuviera ebria. Si existe una lesión en el sistema vestibular, el paciente no tiene
equilibrio y control de los movimientos de los ojos (nistagmo), no tiene estabilidad postural,
tiene también vértigo giratorio, base de sustentación amplia para evitar tambalearse hacia
atrás y adelante. La inestabilidad en este caso, es más por mantener los pies juntos en
bipedestación que por estar en la oscuridad. La fisioterapia esencialmente consiste en la
reeducación con ejercicios oculomotores (fijación de un punto luminoso durante la marcha
o sobre un objeto giratorio), ejercicios laberínticos (movimientos de cabeza con rapidez
variable, ejercicios con ojos cerrados y abiertos en distintas posiciones y en marcha),
ejercicios de orientación espacial, propioceptivos, coordinación, trabajar lo músculos
posturales, estiramientos.
Marcha hemipléjica: La hemiplejía está relacionada y es típica en personas que han
sufrido una lesión unilateral de la vía piramidal (fibras corticoespinales), en donde el
hemicuerpo ipsilateral se paraliza, por lo que uno de los miembros inferiores se
encuentra mantenido en extensión durante la marcha, es precisamente en la fase de
balanceo donde realiza un movimiento de circunducción, eleva la cadera para tratar
de adelantar un paso y en la fase de apoyo la cadera cae del lado opuesto debido a la
debilidad de los músculos abductores. La movilidad voluntaria de dicho miembro se
ve afectada, hay sincinesias, espasticidad, modificación de los reflejos tendinosos y
cutáneos, trastornos sensitivos, agnosia espacial (hemiplejía izquierda), afasia
(hemiplejía derecha) y apraxias. El brazo ipsilateral pierde su balanceo normal,
manteniéndose en semiflexión y pronación por delante del cuerpo. Las causas
generalmente son vasculares (isquemia o ECV), pero también se deben a
traumatismos, tumores e infecciones.
Marcha paraparésica o espástica: Ocurre cuando hay lesiones medulares que
afectan bilateralmente las vías piramidales, por lo que afecta a ambos miembros
inferiores. La cadera y rodillas se mantienen moderadamente flexionadas, con
hipertonía de ambos aductores donde las piernas se cruzan al caminar como si
ambas rodillas chocarán y entrecruzaran un poco generando la famosa marcha en
tijeras con una gran compensación del tronco y miembros superiores. La
hiperextensión espástica de ambos miembros inferiores hace que los pies queden
en equinovaro y exista una sensación de pesadez como si no pudiera quitar los pies
del piso.
Marcha parkinsoniana o festinante: La marcha Parkinsoniana se caracteriza por ser
rápida pero con pasos cortos, como si estuviera trotando, siempre apoyando la planta
del pie, el tronco está inclinado hacia adelante con ambas piernas ligeramente
flexionadas y los brazos en semi-flexión. No son capaces de alargar el paso, esto lo
hacen para intentar mantener el equilibrio. La postura del paciente es encorvada y
rígida, con la cabeza y cuello anteriorizados. Su causa principal por supuesto es el
Parkinson, el cual es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la sustancia
negra, el cual tiene repercusiones neuromusculares y articulares que modifican la
postura y la marcha. Hay hipertonía que disminuye al reposo y aumenta al
movimiento, con el frio y emociones, los temblores son muy comunes en especial en
miembros superiores y disminuye con los movimientos pero aumenta cuando se
intenta tener selectividad del movimiento, acinesia (distinto a la parálisis, disminución
importante de la movilidad, incluye la pérdida de balanceo de los brazos.
Marcha de pato o balanceante: La presencia de paresia en los músculos de la
cintura pélvica debido a trastornos congénitos, del desarrollo, dislocaciones,
displasias, distrofia musculares, la combinación de espasticidad y ataxia, provoca un
balanceo latero-lateral con elevación de cadera que es muy parecido al de los patos o
pingüinos al caminar.
Marcha equina o en estepaje: La Marcha equina o steppage (en inglés), es
característica de las lesiones del nervio periférico, en especial del ciático y poplíteo
externo, el cual afecta principalmente la acción de flexionar dorsalmente el pie y
realizar la eversión, el pie se observa caído con los dedos mirando al suelo como si
estos rasparan el suelo al caminar. El paciente siempre evita arrastrar el pie durante
la marcha por lo que levanta exageradamente la pierna y al momento de apoyar el pie
en el suelo lo hace con la punta de éste.
Marcha Distónica: La Distonía son movimientos involuntarios intermitentes que
imponen a los miembros superiores e inferiores a actitudes extremas. La principal
causa es la distonía muscular deformante, que provoca que en la marcha haya una
inversión del pie que hace que se apoye el borde externo este. Además produce
contracturas que modifican la postura de la persona y espasmos de la musculatura
torácica. La fisioterapia consiste en relajar los músculos implicados y de enseñar al
paciente a desenvolverse a pesar de las contracciones.
Marcha Coreica: La marcha no es coordinada, tiene un apoyo podal errático con
movimientos rápidos, bruscos y cambiantes de todo el cuerpo. Aumenta con la
emoción, la atención y los movimientos voluntarios a distancia, disminuye con el
aislamiento y desaparece durante el sueño. La Fisioterapia en este caso se concentra
en la reeducación neuromuscular activa con ligera resistencia, se le indica ejercicios
simétricos, de equilibrio, coordinación, de mantenimiento que no ocasionen fatiga,
técnicas de reeducación psicomotora y de relajación, todo esto debe ser realizado en
un ambiente tranquilo.
Marcha antiálgica: La alteración del desplazamiento o apoyo inadecuado de los
miembros inferiores durante la marcha es causada generalmente por el dolor según
sea su etiología, como forma de compensación para aliviarlo o evitarlo. Esto a la larga
trae consecuencias como modificaciones estructurales en el cuerpo humano por el
desequilibrio muscular y articular que este puede generar.
Marcha histérica: Los aspectos son más teatrales, la persona realiza movimientos de
piernas exageradas dando saltos con gran separación de pies. Se puede distinguir
de otras marchas realmente patológicas porque al realizar bruscos vaivenes la
persona no cae, evidenciándose unos buenos mecanismos de control. Generalmente
se observa en niños y en pacientes psiquiátricos.
Marcha senil: Depende de factores de etiología variable que incluyen desde las
alteraciones visuales (disminución de agudeza visual, cataratas, etc.), a los problemas
osteotendinosos producto de la edad. Usualmente sufren de dolores a nivel de cadera
y rodillas, alteraciones en la sensibilidad propioceptiva y en el arco reflejo (con
hiporreflexia y disminución de la respuesta cutáneo plantar).