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Anonimo - Alquimia - Rosarium Abbreviatum
Anonimo - Alquimia - Rosarium Abbreviatum
Anónimo
Advierte, estimado lector, que lo que sigue es algo muy auténtico para toda persona
inteligente.
El segundo preparado tiene lugar cuando el agua se transforma en cuerpo, ya que uno no se
disuelve si no se coagula el otro, porque el cuerpo, tras absorver el mercurio, lo coagula y
es coagulado por éste, convirtiéndose así en tierra. Esta es la máxima del procedimiento,
sobre la cual dicen los Filósofos: el agua es engendrada de la tierra, porque el agua se
convierte en tierra cuando es vencida por las cualidades de la tierra, y la tierra se convierte
en agua cuando es vencida por las cualidades del agua; hágase pues la disolución del
cuerpo y la coagulación del espíritu de manera que tengan lugar en una sola operación, y
hágase un solo bronce, al que nada más se añada del exterior, excepto lo que en una
preparación rebosante se quite con los instrumentos.
Cuarto preparado: La Naturaleza se complace con la Naturaleza, ya que con ella se regocija;
la Naturaleza vence a la Naturaleza porque la persigue y la abarca, y la obra es llevada a
cabo por voluntad de Dios. Esta es la cuarta máxima de la obra, de la cual hablan los
Filósofos, y que puede ser denominada Sublimación o Adopción. El agua misma se
transforma en agua de bronce, tan pronto como es espesada y solidificada con tierra y esto
es por la interposición, por supuesto, de su naturaleza cercana; por esta razón, la Naturaleza
se complace con la Naturaleza y se regocija, ya que la retención de sí misma es su cercanía.
Tan grande es la cercanía entre la Naturaleza y la Naturaleza, como lo es entre el diamante y
el hierro, e incluso aún mayor dado que en orígen son una sólo y no diversas, así como por
sus cualidades, pues el espíritu es la destrucción del cuerpo de la otra, con una muerte
imperceptible, y por eso la Naturaleza vence a la Naturaleza destruyendo y vivificando sin
duda a los cuerpos, porque de ello mismo fue en orígen y hacia esto es convertido,
aumentado y multiplicado, y Dios extrae varios a partir de uno solo; por eso, la Naturaleza
contiene a la Naturaleza, y persigue a la Naturaleza y es perfeccionada.
Quinto preparado: Nuestro espíritu es delator de las virtudes del alma porque nuestro
bronce, como el hombre, tiene espíritu, cuerpo y alma. Esta es la quinta máxima de nuestra
obra, sobre la cual dicen los Filósofos: ciertamente, su espíritu es agua, su alma es tintura,
su cuerpo es tierra y el espíritu es espíritu, y así como el cuerpo es la atadura del alma
misma, también el cuerpo es algo seco y fijo, reteniendo al espíritu y al alma. El espíritu, por
consiguiente, penetra al cuerpo y el cuerpo fija al espíritu, el alma une, purifica, blanquea y
tiñe.
Sexto preparado: Se varía y se cambia de un color a otro hasta que llega al objetivo del
blanqueo y del enrojecimiento, sobre lo cual dicen los Filósofos: muchas veces amarillea y
muchas veces ennegrace, muchas veces se seca y se licúa. Fijate que la Piedra Filosofal
está compuesta de dos naturalezas, una húmeda y la otra seca, y cuando son cocidas se
convierten en una sola, ya que ni una ni otra se abandonan mutuamente y se las llama una
sola naturaleza; mientras perdure la humedad ennegrece, pues el calor actuando con lo
húmedo genera primeramente la negrura, y con lo seco genera la blancura, y en lo blanco
genera lo amarillento tal y como aparece en el plomo cuando hacemos minio. Date cuenta
de que nuestra piedra es vinagre muy agrio (Acetum Acerrimum) con lo cual debe tomarse la
máxima precaución para que no se convierta en humo a causa de un fuego excesivo y
destruya la operación. La negrura se pierde, ya que una vez que la tierra es secada y
blanqueada, al sobrevenir la sequedad se lleva consigo su régimen y el humo penetra en su
cuerpo y el espíritu es retenido por lo seco; entonces cesará la negrura descubriendo lo
deformado, y se hace blanco, brillante, claro; entonces se casa a la mujer blanca con el
marido rojo, luego lo recibe a él y lo abraza y entonces el rey coronado con la diadema
clama: "Yo soy el hijo blanco, negro y rojo, y soy el hijo de la blancura y el hombre del
cambio", y por eso dicen los Filósofos: Cocedlos hasta que se vuelvan negros, luego
blancos, después amarillos y luego, tiñéndolos, se vuelvan elixir (Venenum), ya que cuanto
más se cuezan más se secarán y más se blanquearán. En tercer lugar, cuanto más sean
cocidos más se enrojecerán, hasta que se concluya.
En la Disolución el fuego ha de ser lento, en la Sublimación medio, en la Coagulación
moderado, en el blanqueo contínuo y en el enrojecimiento fuerte. Aquel que se equivoque, a
causa de su ignorancia en este tipo de cosas, deplorará este error muy a menudo; por tanto,
la substancia cuya cabeza es roja, los pies blancos y los ojos negros es el magisterio. Si el
triángulo es completado en el cuadrado, entonces la piedra es dignificada con honor.
FINAL