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FARMACOTERAPIA DEL SISTEMA RESPIRATORIO

El adecuado diagnóstico de las enfermedades del sistema respiratorio


requiere en primer lugar de una historia clínica del paciente. La historia
aporta información esencial y permite conocer el entorno del paciente.
Entre los datos que se deben obtener destacan las exposiciones
ambientales o laborales; los antecedentes familiares, las enfermedades
previas y el uso de fármacos. Sin embargo, lo más importante sería definir
con claridad los síntomas generales, como la pérdida de peso o la fiebre y
los principales síntomas respiratorios como tos, la disnea o el dolor
torácico. La exploración física sigue en importancia a la historia clínica.
Además del estado general, de la percepción de ansiedad, la disnea de
esfuerzo y otros datos generales que se obtienen en la entrevista al
paciente, debe aplicarse una secuencia sistemática de inspección,
palpación, percusión y auscultación que, en algunos pacientes,
proporciona una valiosa información. Finalmente, pueden necesitarse
pruebas de función pulmonar, estudios bioquímicos, microbiológicos o
estudios especiales.
Anatomía del aparato respiratorio
El intercambio gaseoso es la función principal del aparato respiratorio.
Consiste en proporcionar oxígeno (O2) a la sangre arterial y eliminar
anhídrido carbónico (CO2) de la sangre venosa mixta contenida en la
arteria pulmonar. Esta función es, a su vez, dependiente de cuatro
circunstancias:
a) La renovación periódica del gas alveolar.
b) La adecuada difusión de las moléculas de O2 y CO2 entre el alveolo y
los capilares sanguíneos.
c) Un aporte adecuado y constante de sangre a través de la circulación
pulmonar.
d) Una relación equilibrada entre ventilación y perfusión, que procure la
mayor eficacia en el intercambio de gases. Aunque no se trate
estrictamente de funciones pulmonares, la eficiencia metabólica global de
la respiración, queda adicionalmente condicionada por otros dos
componentes.
e) La adaptación de la ventilación a las necesidades metabólicas, y
f) El correcto funcionamiento del sistema de transporte de oxígeno hasta
el metabolismo celular periférico. La mezcla de gases que contiene la red
alveolar se renueva cíclicamente gracias a un sistema conductor, el árbol
traqueobronquial, y a una fuerza motriz capaz de generar el flujo
inspiratorio y vencer la resistencia que ofrecen el parénquima pulmonar y
la caja torácica. El árbol traqueobronquial es un sistema de tubos cuyo
diámetro se reduce progresivamente, a medida que aumenta su número.
Comienza en la tráquea, se ramifica en dos bronquios principales, derecho
e izquierdo, cinco bronquios lobulares, diversos bronquios segmentarios y
un enorme número de bronquiolos terminales.
LA PATALOGIA
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) le atribuye al concepto
de patología dos significados: uno lo presenta como la rama de la
medicina que se enfoca en las enfermedades del ser humano y, el otro,
como el grupo de síntomas asociadas a una determinada dolencia. En
este sentido, esta palabra no debe ser confundida con la noción
de nosología, que consiste en la descripción y la sistematización del
conjunto de males que pueden afectar al hombre.

La patología, dicen los expertos, se dedica a estudiar las enfermedades


en su más amplia aceptación, como estados o procesos fuera de lo común
que pueden surgir por motivos conocidos o desconocidos. Para demostrar
la presencia de una enfermedad, se busca y se observa una lesión en sus
niveles estructurales, se detecta la existencia de algún microorganismo
(virus, bacteria, parásito u hongo) o se trabaja sobre la alteración de algún
componente del organismo.
Los especialistas en patología pueden clasificarse, según su campo de
acción, en patólogos clínicos o anatomopatólogos. Los primeros se
especializan en el diagnóstico por medio de análisis obtenidos y
examinados en el marco de un laboratorio clínico. Los anatomopatólogos,
en cambio, concentran sus esfuerzos en las deducciones a las que pueden
llegar en base a la observación morfológica de lesiones.
Otros conceptos vinculados a la patología son la etiología (rama centrada
en estudiar los orígenes de cada enfermedad) y la patogenia (la serie de
modificaciones patológicas con la exclusión de las causas que la
provocan). Esta última puede ser abordada desde un punto de vista
funcional (tal como hace la fisiopatología) o morfológico (la patología
general). Ambos actúan de forma complementaria para la comprensión de
la patogenia.
La rama que consiste en el estudio de los aspectos morfológicos de la
patogenia se denomina morfopatología o patología general. Su aplicación
con el objetivo de reconocer las causas de una determinada enfermedad
no garantiza el éxito en el 100% de los casos.
Patología social
Cualquier rasgo del comportamiento que no responda a los parámetros de
normalidad dentro de un marco social es considerado una patología.
Existe una serie de factores que acarrean inestabilidad mental y
emocional, entre los que encontramos la excesiva actividad laboral y la

fatiga, la tensión nerviosa, el ruido propio de las ciudades, el rompimiento


del modelo de familia tradicional y el consumo desmedido y no supervisado
de fármacos.
La tendencia creciente de las sociedades a la generalización es un
proceso nefasto que agrupa a la porción de la población que reúne el
mayor porcentaje de coincidencias en sus gustos, creencias y
características físicas e ignora al resto y lo etiqueta como minoría. En este
último conjunto de seres humanos, encontramos una gran variedad, y
poco tienen en común entre ellas, más allá de su especie. Desde personas
con problemas auditivos hasta delincuentes, pasando por homosexuales
y pobres, son todos apartados para que no distraigan a los demás de las
campañas publicitarias.

La delincuencia como patología social


Si entendemos el conjunto de normas y leyes de una sociedad como lo
normal y aceptable, entonces una persona que vaya en su contra presenta
una patología social. Como la delincuencia no sólo representa un acto que
no se rige por las reglas preestablecidas sino que también atenta contra la
libertad de los ciudadanos, este tipo de comportamiento acarrea sanciones
para asegurar la seguridad del pueblo.
A su vez, para combatir esta patología, el Estado promete ayudar a
quienes comenten delitos a entender el valor y la importancia de respetar
las leyes. En una situación ideal, estas personas logran reinsertarse en la
sociedad, habiendo adoptado una visión nueva de la vida en comunidad,
que incluye el respeto por la libertad.
BRONCODILATADORES.
INTRODUCCIÓN
Enfermedades respiratorias crónicas
● ASMA Es una enfermedad inflamatoria crónica, caracterizada por la
obstrucción generalizada reversible de las vías respiratorias, que
evoluciona en crisis desencadenadas por ciertos estímulos.
● Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) Enfermedad
caracterizada por limitación al flujo aéreo no totalmente reversible, que
tiene como principal factor de riesgo al tabaquismo.
El músculo liso de la vía aérea (MLVA) es una célula mesenquimal
habilitada para expresar una notable plasticidad fenotípica, cuya
contracción y relajación están sometidas a regulación neuro humoral y
moduladas por un complejo conjunto de mecanismos diseñados para
funcionar de manera integrada y contrabalancearse.

Su maquinaria contráctil está constituida básicamente por:


a) filamentos gruesos paralelos de miosina.
b) filamentos finos formados mediante unidades repetidas de actina, con
una disposición longitudinal y una doble cadena helicoidal de tropomiosina
dispuesta en el surco que dejan las cadenas de actina.
c) otras estructuras proteínicas (cuerpos densos, filamentos intermedios
y filamina), sin naturaleza contráctil, pero que aportan cierta rigidez al
miocito y son responsables, en parte, del mantenimiento del tono3. La
miosina es un hexámero que contiene un par de cadenas asimétricas
pesadas (200-204 kDa), cada una de las cuales con sendas cadenas
ligeras de miosina (CLM) de 17 y 20 kDa. Las cadenas pesadas se
asemejan a bastones de golf, de forma que es posible distinguir un cuerpo,
en el que los bastones se enrollan entre sí en espiral, y dos cabezas
globulares con sus cadenas ligeras asociadas, dispuestas como
proyecciones laterales que sobresalen fuera del filamento; las cadenas
ligeras se ubican 2 a cada lado de estas cabezas globulares.
Los fármacos broncodilatadores, como su nombre indica, son fármacos
que dilatan el músculo liso bronquial, lo que facilita la respiración en
pacientes con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Este tipo de medicamentos, relajan y dilatan la musculatura de los
bronquios y los bronquiolos. Esto logra un aumento del flujo de aire hacia
los pulmones. Dentro de los broncodilatadores están los producidos por
nuestra cuerpo o endógenos y los medicamentos sustancias creadas para
imitar el efecto broncodilatador.
Los medicamentos broncodilatadores se usan en forma de nebulizadores,
inhaladores, inyecciones o pastillas. Hay tres tipos básicos de
broncodilatadores.
ANTITUSIVOS.
La tos está gobernada por el centro de la tos, que se encuentra en la
médula. El primer paso para controlar la tos es proporcionar al tracto
respiratorio la humedad necesaria tanto por ingestión de líquidos (agua,
caldo, leche y zumos de frutas) como por la humidificación del aire
inspirado. Si la tos es seca o improductiva, al carecer de interés fisiológico,
a diferencia de la tos productiva, puede ser eliminada con antitusivos.
Estos actúan sobre el centro medular de la tos para controlar el reflejo. Se
emplean mayoritariamente dextrometorfano, dimemorfano, codeína
(menos) y cloperastina.
 Codeína. La codeína es un alcaloide del opio, derivado de la
morfina, por lo que debe administrarse con precaución, ya que
además de controlar la tos posee un efecto depresor sobre el
sistema nervioso central y puede causar depresión respiratoria,
broncoconstricción, estreñimiento y reducción de la secreción
bronquial, lo que supone cierto grado de contraindicación para
situaciones que cursen con abundante producción de moco.
Además, no se debe olvidar su efecto de sedación, adicción o
somnolencia, sobre todo si se toma conjuntamente con otros
fármacos que también la producen, como antihistamínicos,
analgésicos, ansiolíticos y anticolinérgicos.
 Dextrometorfano. Actualmente, se utiliza mucho más este fármaco,
un derivado sintético de la mor- fina empleado únicamente como
antitusivo por su acción selectiva sobre la tos. Se diferencia de la
codeína en que no posee propiedades analgésicas y no produce
ningún tipo de depresión del sistema nervioso central, evitando los
numerosos efectos secundarios indeseables. También se utiliza el

dimemorfano, análogo del dextrometorfano.


 Cloperastina. La cloperastina es un antitusivo con diversas
propiedades: anticolinérgicas, antihistamínicas y anestésicas
locales. Está relacionado con algunos antihistamínicos H1. Se
supone que puede presentar presentar efectos centrales, inhibiendo
el centro de la tos. Asimismo, su actividad broncodilatadora y
anestésica local puede potenciar dichos efectos.
Si la tos es productiva, es decir, si va acompañada de expectoración, no
debería ser suprimida salvo que resulte tan molesta que impida conciliar
el sueño o llevar una vida normal. El motivo se debe a que la tos productiva
ayuda a eliminar el esputo favoreciendo el fin de la enfermedad.
Tos es un acto reflejo caracterizado por la contracción sinérgica y
convulsiva de los músculos espiratorios torácicos y abdominales
– Función protectora de la mucosa respiratoria
– Mantiene permeable la vía respiratoria y favoreciendo el intercambio
gaseoso
Clasificación
• Tos productiva: es la que tiene expectoración, generalmente no se trata
• Tos no productiva o seca o irritativa: no tiene expectoración, es la que
requiere tratamiento
Etiología
• Asma bronquial, bronquitis crónica y E.P.O.C.
• Reflujo gastroesofágico
• Rinitis y síndrome de goteo postnatal
• Infección viral; tos postverbal
• Neoplasias; tuberculosis y sarcoidosis
• Tumores mediastínicos; aneurisma de aorta
• Neumonías; abscesos pulmonares
• Insuficiencia cardíaca
• Cuerpos extraños
Drogas
• Producen tos:
– I.E.C.A. ( captopril, lisinopril) por aumento de bradicininas y sustancia.
– Antagonistas del receptor de AT2 ( losartán, volsartán)
• Producen broncoespasmo y desencadena tos:
– A.I.N.E. (aspirina, diclofenac, ibuprofeno),
– Bloqueadores B adrenérgicos (propanolol, timolol)
Clasificación Antitusivos
• Actúan sobre centro de la tos
– Opiáceos: codeína, dextrometorfano, noscapina
– No opiáceos: clofedianol
• Actúan sobre rama aferente del reflejo de la tos
– Anestésicos locales: lidocaína, benzocaína
• Modifican factores mucociliares o actúan sobre
rama eferente del reflejo de la tos
– Antihistamínicos H1: difenhidramina
– Anticolinérgicos: ipratropio

Opioides
• Son los más usados como antitusivos
• Producen adicción
• Tienen otros efectos como analgésicos,
Expectorantes

El aire que respiramos es conducido al interior de nuestro cuerpo a través de la vía área, la
cual se divide en superior e inferior; la primera abarca desde la nariz hasta la tráquea, en
tanto que la segunda inicia a partir de esta última estructura y termina en los bronquios
correspondientes a cada uno de los pulmones, mismos que forman los bronquiolos y
terminan en especie de racimos de miles de bolsitas (alvéolos). En estas estructuras los
glóbulos rojos (células sanguíneas) liberan el
dióxido de carbono e introducen el oxígeno en
la sangre para que sea distribuido por todo el
cuerpo.

En dichas zonas es normal que se


forme moco o flema, pues su función es
lubricar la mucosa de los bronquios, humedecer
el aire aspirado, permitir que el pulmón se estire
o distienda para que la respiración se efectúe de
manera adecuada, desechar partículas
extrañas y defender al organismo de las
mismas.

Ahora bien, cuando las paredes de los bronquios se irritan e inflaman se genera excesiva
cantidad de flemas, lo que puede deberse a causas agudas (ocasionan daño inmediato) o
crónicas (originan la afección gradualmente); entre las primeras se encuentran aspiración a
cualquier tipo de humo, detergentes, desodorantes ambientales, pinturas, pesticidas o
pegamentos, asimismo, en esta categoría se ubican alergias e infecciones de vías
respiratorias (asma, bronquitis, neumonía, faringitis, laringitis y gripe). La segunda
categoría incluye enfisema (destruye las paredes de alvéolos o sacos aéreos, lo que
deteriora la función respiratoria), tuberculosis (infección ocasionada por la
bacteria Micobacteryum tuberculosis que normalmente afecta a los pulmones), así como
bronquiectasia (afección congénita que ocasiona destrucción de las paredes de los
bronquios) o cáncer pulmonar (formación de tumores malignos en las células de los
pulmones).

Cuando se presenta alguno de los problemas anteriores, las flemas almacenadas obstruyen
las vías respiratorias, dificultan la respiración y generan tos, ante lo cual puede recurrirse a
algún expectorante, medicamento que permite la expulsión de la mucosidad al toser y
ayuda a reducir la inflamación en bronquios.
El mecanismo de acción del producto citado consiste en estimular el movimiento de los cilios
(capilares o fino vello que cubre la superficie de las vías respiratorias), lo cual impulsa a las
flemas hacia la faringe para que puedan ser eliminadas por la boca.

Cabe destacar que la mayoría de los expectorantes incluyen en su formulación sustancias


mucolíticas, es decir, aquellas que disminuyen la viscosidad de las secreciones facilitando
su expulsión.

Molesta tos

La tos es un síntoma ocasionado por alergias o las enfermedades respiratorias antes


descritas, molestia que viene acompañada de inflamación y formación de flemas. Por otro
lado, es importante saber que dicha afección puede presentarse de distintas formas, las
cuales incluyen:

 Tos aguda. Se caracteriza por durar entre 3 y 7 días, y suele ser


manifestación de gripe, resfriado, introducción de un cuerpo extraño al
organismo e inhalación de humo y sustancias irritantes.

 Tos crónica. Se prolonga por varias semanas y, en algunos casos, puede


durar meses, lo cual obedece a padecimientos más severos, como asma,
sinusitis, tos ferina, bronquitis, bronconeumonía, neumonía, alergias,
cáncer de pulmón y enfisema pulmonar, entre otros.

 Tos con flemas. También se le conoce como tos productiva, y se


caracteriza por ocasionar secreciones viscosas color blanco, verde,
amarillo o grisáceo, lo cual llega a resultar benéfico en ciertos casos, ya
que agiliza la curación del paciente.

 Tos seca. Mediante ella no se elimina ninguna sustancia nociva para el


organismo y sólo ocasiona irritación de garganta.

 Tos crupal. Principalmente afecta a niños de entre 3 meses y 5 años de


edad, y causa dificultad para respirar debido a que garganta, tráquea y
cuerdas vocales se inflaman considerablemente.
Los expectorantes son sustancias capaces de incrementar el volumen de las
secreciones bronquiales o de estimular los mecanismos para su eliminación, por
expulsión o deglución. Destacan los de activación refleja, acción directa y acción
mixta:

 Activación refleja: guayacolato de glicerilo (guaifenesina), ipecacuana,


cloruro amónico y polígala (saponinas).
 Acción directa: esencias, bálsamos y vapor de agua.
 Acción mixta: yoduro potásico.
La utilidad de los mucolíticos y expectorantes se ha puesto en duda, aunque hay
numerosos ensayos clínicos que muestran la alta valoración de estos dos tipos
de fármacos de acción solapada por parte de los pacientes. De hecho, el único
agente mucolítico que presenta una clara eficacia es la dornasa alfa, en el
tratamiento de la fibrosis quística. Para el resto de mucolíticos y expectorantes
no existe una evidencia clínica demostrable.
Mucolíticos

Los mucolíticos actúan


favoreciendo la fluidificación del
moco, permitiendo que al ser más
fluido sea más fácilmente
eliminable por medios físicos.
Reducen la retención de
secreciones y aumentan el
aclarado mucociliar, reduciendo
con ello la frecuencia e intensidad
de la tos. Se indican en situaciones
con congestión de pecho y con
dificultad respiratoria. Destacan los
siguientes subgrupos de fármacos:

Derivados de los aminoácidos o azufrados

Su mecanismo de acción se debe a que son derivados azufrados con


grupos tiólicos (-SH) libres que son capaces de reaccionar con los puentes
disulfuro (-S-S) del aminoácido cistina, responsable del mantenimiento de
la estructura terciaria (tridimensional) de las glucoproteínas constituyentes
del moco, provocando la desnaturalización de éstas últimas y la
fluidificación del moco. En este grupo se encuentran la acetilcisteína y la
carboximetilcisteína.

Derivados de la vasicina
La vasicina es un alcaloide de la planta Adhatoda vasica, empleada en el
tratamiento del asma en la medicina popular de la India. Son sustancias
con propiedades intermedias, entre mucolíticas y expectorantes. No se
conoce con certeza su mecanismo de acción, aunque se estima que
podrían actuar como irritantes locales glandulares, incrementando el
volumen de las secreciones (propiedad expectorante) y ejerciendo,
además, un efecto mucolítico.
Plantas medicinales para el sistema respiratorio

Pino:
Poderoso antiséptico, útil en caso de bronquitis, laringitis y gripe. Alivia los
trastornos respiratorios.
Administración: La forma más recomendable de utilizar pino es en aceite
esencial puro de cultivo ecológico, realizando friegas por el pecho y
masajes en la espalda. Se pueden realizar inhalaciones de vapor con
aceite esencial de pino, así como ingerir un par de gotas en infusión.
Menta:
La menta es ideal para casos, congestión nasal sinusitis o bronquitis.
Produce un frescor inmediato con un efecto tónico que mejora la
circulación de la sangre local, desinflamando los senos nasales que
producen taponamiento y ayudando a expulsar el moco.
Administración: Se puede utilizar el aceite esencial puro y ecológico de
menta para masajear pecho y espalda, así como realizar inhalaciones.
Una sola gota aplicada localmente por encima de las cejas y a los lados
de la nariz alivia la congestión y sinusitis. También se puede utilizar la
planta seca en infusión.

Romero:
Acción tonificante, relaja y alivia la carga muscular, por lo que ayuda a
relajar los músculos de la caja torácica en casos de dificultad respiratoria.
Administración: Se puede utilizar el aceite esencial puro y ecológico de
romero para masajear pecho y espalda, así como realizar inhalaciones.
También se puede utilizar la planta seca en
infusión.

Jengibre:
Estimula la función respiratoria. En infusión es un refuerzo inmunitario muy
potente para la tos, los resfriados, la gripe y la irritación de garganta. Para
estos fines es recomendable combinar el jengibre con limón fresco y miel.
Guaraná, café, té, retama negra, efedra, coca:
Al ser plantas estimulantes y contener cafeína y otros alcaloides, tienen
propiedades broncodilatadoras.
La efedra estimula la secreción de adrenalina, que tiene efectos
broncodilatadores muy beneficiosos en caso de ataque asmático. La
efedra puede producir intoxicación y adicción.

Amapola:
Los alcaloides de la amapola son
rhoeadina, rearrubina y
reagenina, se encuentran en alta
concentración en sus pétalos y
tallo y tienen propiedades
sedantes.
También contiene mucílago, que
es un antitusivo, y por eso y su
efecto calmante es
recomendable en caso de tos
seca.
Lavanda:
Tiene propiedades
antiespasmódicas y antisépticas.
Ayuda a combatir las infecciones y
las previene, a la vez que relaja
suavemente la musculatura y el
sistema nervioso.
Administración: Se puede utilizar el
aceite esencial puro y ecológico de
menta para masajear pecho y
espalda, así como realizar
inhalaciones. Una sola gota
aplicada localmente por encima de
las cejas y a los lados de la nariz
alivia la congestión y sinusitis.
También se puede utilizar la planta
seca en infusión.

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