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TEMA:

INFORME EMILE DUHEIM Y LA CRISIS DE LA SOCIEDAD


LIBERAL.

ESTUDIANTE:

MAYTE GIMARLYN CHAVARRIA CHANALUISA

SEMESTRE:

PRIMER “NOCTURNO”
INFORME EMILE DUHEIM Y LA CRISIS DE LA SOCIEDAD LIBERAL.

Emile Durkheim puede considerarse el padre de la sociología francesa y, en gran


medida, el fundador de la sociología «científica». Es el artífice principal de la
institucionalización de la sociología en la Universidad francesa, y por extensión
en la demás. Se ha advertido que Durkheim es “el gran maestro de la sociología
francesa, al transformar profundamente las concepciones de Comte (1798-1856)
y al rechazar al mismo tiempo con gran vigor toda tendencia de la nueva ciencia
hacia el naturalismo, ha contribuido vigorosamente a que la sociología jurídica
encuentre un importante papel en el seno de la sociología. Ha profundizado la
tesis sobre la «especificidad de lo social» no admitiendo la explicación de los
fenómenos sociales que se producen en “el todo”, sino por los caracteres
específicos “del todo” y remitiendo, a un futuro muy alejado, la investigación de
las leyes generales del desarrollo de la sociedad. Se trata de fundar la sociología
como ciencia, como disciplina científica. En todo caso, el propio Durkheim
reconocía a Comte como uno de sus maestros. Nace en Epinal (Vosgos), antigua
provincia de Lorena (15 de abril de 1858), en el seno de una familia de rabinos.
Su padre muere cuando Durkheim era joven. Realiza sus estudios secundarios
en el Colegio Epinal. Finalizados los estudios secundarios, Durkheim obtiene el
premio del concurso general. Marcha a París para preparar en el Liceo Louis le
Grand el concurso de ingreso en la prestigiosa Escuela Normal Superior. Es un
hecho determinante en su biografía intelectual, la convivencia con Jean Jaurés
en la pensión Jauffret. Jaurés ingresaría un año antes que Durkheim en la
Escuela de la calle Ulm. En 1879, ingresa en la Escuela Normal Superior, donde
asiste a los cursos de Fustel Coulanges y de Émile Boutroux, los cuales ejercen
una gran influencia en Durkheim. Realiza el curso de filosofía; aprueba los
exámenes de agregación y es designado profesor en Sens y Saint-Quentin
(1882). Toma un año licencia para estudiar Ciencias Sociales en París, y luego
en Alemania, con Wilhelm Wundt, lo que le permite asimilar críticamente el
pensamiento social alemán más importante del momento. De regreso de su viaje
a Alemania publica en la “Revue Philosophique” tres artículos (1886-1887): “«Los
estudios recientes de las Ciencias Sociales»", “«La Ciencia Positiva de la Moral
en Alemania»”, “«La Filosofía en las Universidades Alemanas»”. Por decreto del
ministro Spuller, se le designa profesor de Pedagogía y Ciencias Sociales de la
Facultad de Letras de la Universidad de Burdeos. Este curso es el primero de
Sociología creado en las universidades francesas. Son colegas de Durkheim en
Burdeos los profesores Hamelin y Rodier, y tiene como alumnos Charles Lalo y
Léon Duguit. Publica en la “Revue Philosophique” un artículo titulado “«Suicidio
y Natalidad»” (1888). (Pérez, 2014)

Las preocupaciones por los temas relacionados con el análisis de cuestiones


políticas fueron permanentes en la actividad intelectual de Emilio Durkheim. En
sus investigaciones más difundidas, en un gran número de artículos, en los libros
de recopilación de sus clases, en sus múltiples recensiones bibliográficas,
nuestro autor mostró su interés por aportar conocimientos científicos útiles para
la solución de los problemas políticos y sociales de su sociedad. Fue, por cierto,
un observador comprometido y, seguramente, consciente de los sesgos que
podían surgir de sus propias preferencias políticas se esmeró en fundamentar
con rigor sus puntos de vista. Los debates públicos con figuras de la vida política
lo mostraron como un polemista persuasivo que intentaba colocar las
discusiones sobre planos más complejos que los usuales. La voluntad de aportar
a la explicación de los problemas que corrientemente no podían sino ser tratados
con prenociones y argumentos tendenciosos se hace notoria cuando se leen sus
intervenciones en foros sobre algunos temas que dividían a la ciudadanía. Sin
embargo, la convicción de las dificultades de construir un saber sistemático sobre
los fenómenos políticos inhibió en principio los estudios durkheimnianos al
respecto. François Simiand en 1898 resumió las razones por las que la revista
L'Année sociologique no tenía una sección dedicada a la sociología política
diciendo que "los hechos del gobierno eran demasiado complejos, particulares y
muy poco científicamente conocidos como para ser desde ahora utilizables por
la sociología" (Simiand 1898: 652-653) pero no descartó que eso pudiese
hacerse si se encontraba una categoría de hechos susceptibles de ser
analizados de un modo sistemático. (Sidicaro, 2014)

¿Por qué crisis de la democracia liberal?

El liberalismo, como tal, ve al ser humano como el fin último por encima de la
sociedad. El desarrollo de las capacidades e intereses individuales está por
encima de los colectivos. El liberalismo político pues, alimenta el liberalismo
económico en sus más fanáticas expresiones, tal y como ha quedado
demostrado históricamente y hasta nuestros días. Este liberalismo ha llevado al
mundo a una crisis insostenible, convirtiéndola en una jungla salvaje, donde el
ser humano debe despedazar a otro para su propia supervivencia.

En el campo político es igual. El que ocupa el cargo público se deja corromper


por su situación de poder. Se alza en contra de sus semejantes convirtiéndose
en uno más de los carroñeros. El que llega al poder por el voto, busca
acomodarse y ajustarse a las circunstancias de hurto y corrupción. El que decide
hacer las cosas bien, quedará en los escalones totalmente rezagado, sin poder
real de llegar a la cúspide. (Solano, 2013)

Todo esto lleva a una crisis sistémica donde el ciudadano común, sin el uso de
su poder, más que el de una marca en un papel cada cierta cantidad de años,
se da cuenta que algo falla, que hay algo que se pudre, pero que no tiene los
mecanismos para retomar las riendas de su destino. Ese ciudadano se percata
que su economía familiar va cuesta abajo pero los gobernantes se atiborran los
bolsillos de dinero. Ejerce su derecho al voto y se da cuenta que todo sigue igual
o empeora. No hay soluciones, a veces, si acaso, algún paliativo.

La crisis, pues, radica en dejar en manos de un grupúsculo de personas todo el


poder popular mientras se abandona la democracia participativa, y a su vez,
todos los intentos de transformación llevados a cabo por ciudadanos conscientes
son inmediatamente criminalizados por un orden político que no quiere perder
su poder y por una sociedad que vive sumergida en la ignorancia y en la falacia
de los derechos y las libertades. (Solano, 2013)

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