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SUPERVISIÓN DE OBRAS:

¿CÓMO HACERLA?
Son muchas las ocasiones en las que a lo largo de tu carrera oirás estas palabras:
Supervisión de Obras. ¿Realmente en qué consiste supervisar?, y sobre todo, ¿cómo
garantizas que estás supervisando tu obra de la mejor manera posible?

Sigue esta Guía para la supervisión de obras, en ella encontrarás los puntos clave a tener
en cuenta, para más tarde analizar cómo cuando nos saltamos algunos de estos puntos
vienen los errores, o la falta de supervisión de obras y sus consecuencias.
Guía para la supervisión de obras
No pretendo descubrir nada nuevo, sino lo que realmente funciona, o en mi experiencia,
ha funcionado siempre.

Los pasos a seguir tampoco tienen por qué ser algo novedoso, ni extraordinario, sino ni
más ni menos tareas que bien acopladas en nuestra rutina, consiguen mejorar nuestros
resultados, además de no darnos más trabajos, y por supuesto, evitarnos problemas y
pérdida de energía, algo que en el desempeño de nuestras funciones en obra, se
agradece.

Cuando digo que son pasos bien acoplados, me refiero como siempre, a realizar
determinadas tareas enfocadas al avance de otras. Máxima utilización de nuestro tiempo
y recursos.
Los pasos para realizar una buena supervisión de obras son los siguientes:
1. REVISIÓN PREVIA DE LA TÉCNICA CONSTRUCTIVA A APLICAR.

2. PONER DE ACUERDO A TODAS LAS PARTES RESPONSABLES.

3. TRANSMITIR DELEGAR LAS INSTRUCCIONES DE LA FORMA CORRECTA.

4. REVISIÓN DE LA EJECUCIÓN.

En los tres primeros pasos, prima el tiempo, es decir, ir por delante de los
acontecimientos, mientras en el último paso, es el único que realizaremos después de
ejecutada la obra.
Esta diferencia es muy importante, si alguno de los tres primeros pasos se realiza fuera
de tiempo, perderá su efectividad y pudiera llegar a provocar grandes dolores de cabeza,
que es lo que les pasa a muchas personas en el desempeño de su actividad, que al ir por
detrás de los acontecimientos, son éstos quienes le sobrevienen, teniéndose que limitar a
solucionarlos, a apagar fuegos (como siempre digo).
Supervisión de obras es cuidar la obra desde el principio, no es detectar
errores cuando la obra se ha ejecutado.
Imagina por un momento la diferencia entre las dos situaciones anteriores, lo que ello
supondría en tu trabajo.

REVISIÓN PREVIA DE LA TÉCNICA CONSTRUCTIVA A APLICAR.


Antes de dedicarnos a la supervisión de obras, habremos interiorizado en nuestra mente
lo que se va a ejecutar en la obra.

Comprobando la idoneidad del detalle constructivo, la compatibilidad de los


materiales, la posibilidad de optimizarlo o mejorarlo, tanto técnica, como
económicamente, o acortar su plazo de ejecución.

Por supuesto, con la experiencia esta tarea la tienes tan interiorizada que sale sola.

Y, tampoco se trata, de dedicarnos a dicha revisión de todas las unidades de la obra de


golpe, sino en el momento justo, bien acoplado con el resto de nuestras tareas y
siguiendo un orden.

PONER DE ACUERDO A TODAS LAS PARTES RESPONSABLES.


No podemos ejecutar algo que está mal, sabiendo que no es idóneo, ni podemos
ejecutar lo que nosotros creamos conveniente.

Necesariamente tenemos que poner de acuerdo, coordinar, organizar y obtener el visto


de los responsables de la obra.
No podemos saltarnos el Proyecto, sin haber obtenido previamente el permiso de los
responsables de obra.
Y además, dicho permiso se hará de la forma adecuada, es decir, por escrito. No
confiaremos en que el viento no se lleve palabras, que quizás algún día sean
determinantes.
Tampoco defenderemos opciones técnicas mediocres por ahorrarnos trabajo o
complicaciones. Porque en el caso del ahorro económico, lo barato al final sale
caro, y la mejor forma de construir o las más económica, es hacerlo bien desde el
principio.
Por lo tanto, de la forma oportuna presentaremos nuestras propuestas y sabremos
manejar situaciones delicadas como errores de Proyecto, etc.

TRANSMITIR DELEGAR LAS INSTRUCCIONES DE LA FORMA CORRECTA.


Además, tendremos la habilidad y mecanismos de hacer llegar al resto de involucrados
en la obra las modificaciones e indicaciones oportunas, en tiempo y forma.

Haciéndolo así, las tan temidas ampliaciones de contrato, discusiones por cuestiones
económicas con los diferentes subcontratas durante la ejecución de lo contratado, la
supervisión de obras, la detección y corrección de errores: todo se facilita y favorece un
mejor resultado para todos los involucrados.

Ellos, y nuestro equipo trabajan mejor, invierten su tiempo y energía en avanzar y no


en dar un paso hacia delante y dos hacia atrás.

Y tú, tú controlas tu obra, el resultado, la calidad, sus beneficios económicos.

REVISIÓN DE LA EJECUCIÓN. SUPERVISIÓN DE OBRAS.


Y, por último, una adecuada supervisión de obras.

Cuando has realizado los pasos anteriores, no es necesario ningún sobreesfuerzo para
detectar posibles errores en tu obra.

Sencillamente cuando estás concentrado en la tarea de la supervisión de obras, saltan.

Eso sí, una vez más los tiempos son muy importantes, pues no se puede efectuar una
buena supervisión de obras, o de oficios, si llegamos tarde o si la obra está desorganizada.
Es decir, cuando un nuevo subcontrata, o una nueva ejecución entra en la obra, lo
anterior ya ha tenido que ser supervisado y corregido.
Construir encima de algo que no es correcto, en la mayoría de los casos,
no produce el resultado deseado, acrecienta el desastre.
Más vale cuidar todos los pasos anteriores y repetirlos con cada subcontrata, oficio y
unidad de obra. Sólo así nos garantizamos que la obra está ejecutada correctamente y
si detectamos un fallo, es algo que se puede solucionar en ese momento.

Tendremos la seguridad que lo hecho es correcto, y por tanto, los errores detectados
son de fácil solución.

Trabajar así te dota de seguridad y tranquilidad, con la sensación de


controlar tu obra.
Y esto es fundamental para realizar un buen trabajo, y sentirnos satisfechos, poder
salvar los obstáculos más fácilmente, y al fin y al cabo, ser más felices, enfocar nuestras
energías en temas productivos, y no sólo en la resolución de conflictos.
Falta de Supervisión de Obras y sus consecuencias.
Aunque a estas alturas del artículo ya habrás sacado tus conclusiones, resumimos los
problemas que genera una falta de supervisión de obras, no sólo el proceso total (lo cual
ya puedes imaginar el desastre que sería), sino parcial, es decir, saltarse cualquiera de
los pasos anteriores.
SALTARSE LA REVISION PREVIA DE LA TECNICA CONSTRUCTIVA A
APLICAR.
No sólo no te ayuda a interiorizar la ejecución de tu obra, y por tanto, dificulta la
supervisión de obras, sino que dejarás colar o pasar a tu obra todos los errores de proyecto,
con el peligro que nadie los detecte, o que sea lo suficientemente tarde como pata que
afecte a otras unidades de obra u oficios.
SALTARSE EL ACUERDO DE TODAS LAS PARTES RESPONSABLES.
Saltarse este paso, no te ayuda a ganarte la confianza de los demás. Recuerda que
aunque seas muy bueno en la realización de tu trabajo, no trabajas solo.

Necesitas a los demás.

Además, es necesario que respetes las competencias de los responsables de obra.

Y déjame que te diga, que para obtener los mejores resultados en tu obra, necesitas
que éstos, los responsables de tu obra, sepan que están en buenas manos.

Este privilegio se gana yendo por delante de tu obra, cuidándola.


Además, te evitarás muchos malentendidos que pudieran complicarte el trabajo, y como
poco, arruinarte tu buen humor.

NO TRANSMITIR, NO DELEGAR LAS INSTRUCCIONES DE LA FORMA


CORRECTA.
Hace dos semanas hablábamos de los errores que podemos llegar a sufrir en obra,
derivados de una mala comunicación.

¡Cuántos problemas podemos ahorrarnos!


¿Quién, en una obra, quiera más problemas?

En una obra y en la vida misma, y el trabajo nos ocupa gran parte de ella, todos estamos
deseando tener cuantos menos problemas, mejor. Así que cuanto mejor podamos
trabajar, más felices seremos.

Y aunque los problemas son obstáculos que nos ayudan a crecer como profesionales y
personas; en una obra, este aprendizaje debe ser acelerado, por la responsabilidad que
tenemos.

Por ello, no podemos permitirnos el lujo de tropezar dos veces con la misma piedra.
REVISIÓN DE LA EJECUCIÓN.
Y por último, muchas veces fallamos en este sencillo paso, el no dedicar el tiempo
suficiente a la supervisión de obras.

No debemos nunca delegarla del todo.

Entre otros temas, porque muchas veces es una cuestión subjetiva.

Y en la mayoría de las ocasiones, te encontrarás que tu criterio era más exigente que el
de los demás.

Así, al delegar al 100% la supervisión de las obras, estás dejando de lado tu criterio en
favor de otro, muchas vece menos acertado, o que no corresponde a los criterios
acordados con los responsables de obra.

Que la ejecución de la obra se vea cuestionada, sin duda te proveerá de nuevos y


mayores problemas.
Si los pasos anteriores han sido respetados, estaremos enfrentándonos a un problema
de repasos de obra que bien gestionados, no supondrá un gran esfuerzo económico,
pero que en el caso de que alguno de los pasos anteriores no hayan sido realizados
escrupulosamente, pudiera dar lugar a agraves problemas, no sólo económicos, sino de
patologías.

Por ello, es muy peligroso construir deprisa dejando para adelante el rematar con
calidad, confiándolo a dos o tres meses de dos oficiales.

Normalmente, quien construye así también es coherente en su forma de hacer y llevar


la supervisión de la obra: deja para más adelante…. Demasiadas cosas, no sólo remates
de acabados, sino cuestiones que anteriores a éstos debieran haber sido resueltas.
Es entonces cuando las direcciones de las constructoras se llevan grandes y serios
disgustos, pues pensando que la obra terminaba en plazo, se encuentran que el
resultado no es aceptable y que su solución muchas veces es compleja.

La situación del Jefe de Obra se puede llegar a ver muy comprometida, a pesar de haber
trabajado duro, se ve cuestionado. Cuando las cosas no van bien, siempre se necesita
cabezas que cortar que justifiquen la falta de supervisión de obras en todas sus facetas.

Fuente: https://procedimientoconstructivoardila.com/supervision-de-obras/

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