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En fecha 24 de febrero de 2015, se dejó constancia que el 11 del mismo mes y año
fue electa la Junta Directiva de este Supremo Tribunal, de conformidad con lo previsto en el
artículo 20 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.
Mediante sentencia Nro. 00673 del 10 de junio de 2015, esta Sala: i) declaró su
competencia para conocer la demanda interpuesta; ii) admitió la misma y iii) decretó
procedente la solicitud de amparo cautelar peticionada; en consecuencia, acordó oficiar a la
Comisión Judicial de este Supremo Tribunal para que girara las instrucciones pertinentes a
la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM) a los fines de que se restableciera el pago
del sueldo del abogado Diego Antonio Araujo Aguilar, así como la cobertura del seguro
médico -Fondo Autoadministrado de Salud (FASDEM)- del que gozaba el recurrente y su
grupo familiar, a partir de la publicación de ese fallo y mientras durara el presente juicio.
En fecha 21 de octubre de 2015, el accionante presentó escrito por medio del cual
pidió que se oficiara nuevamente a la Comisión Judicial de este Tribunal Supremo de
Justicia “(…) por no haber cumplido con la Medida Cautelar que (…) declaró
PROCEDENTE la solicitud de Amparo Cautelar propuesta” (sic).
Mediante sentencia Nro. 00312 del 16 de marzo de 2016, la Sala emitió el fallo en
el que declaró improcedente la solicitud de reposición de la causa al estado de admisión,
realizada por la representación del Ministerio Público en la oportunidad en que se celebró la
Audiencia de Juicio.
Por auto del 30 de marzo de 2016, se acordó notificar a las partes, a la prenombrada
Fiscal del Ministerio Público y a la Procuraduría General de la República de la decisión
supra descrita, para lo cual se otorgaron los plazos de ley. De igual forma, se advirtió que
una vez que constaran en autos y vencidos los mencionados términos, comenzaría a
discurrir el lapso de tres (3) días de despacho para la oposición a las pruebas promovidas en
la Audiencia de Juicio.
El 26 de octubre de 2016, se dio cuenta en Sala y se fijó un lapso de cinco (5) días
de despacho para la presentación de los informes, de conformidad con lo establecido en el
artículo 85 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Revisadas las actas que integran el expediente, esta Sala pasa a decidir, previas las
siguientes consideraciones:
I
Dicho acto fue tácitamente ratificado en virtud del silencio administrativo que se
verificó frente al recurso de reconsideración ejercido por el actor en fecha 15 de julio de
2013.
II
Destacó que la situación resulta agravada con la cesación del pago de su sueldo y
demás remuneraciones y beneficios laborales derivados de su actividad como Juez, “(…)
en ausencia absoluta del debido procedimiento administrativo previo alguno, bajo
circunstancias abiertamente arbitrarias, injustas y desapegadas al orden jurídico
establecido”; respecto de lo cual precisó que la grave situación que le aflige “lleva al 29 de
septiembre de 2014 (…) (455)” días.
Continuó señalando que el acto de su “(…) remoción resulta viciado y, por ende,
mal podría tener una eficacia diferida hasta un año después, cuando hubiere cesado la
inamovilidad por fuero paternal”.
En razón de lo anterior, adujo que el acto impugnado está viciado de nulidad a tenor
de lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos,
“(…) y de ser anulado por la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, retrae (sic) la
situación del administrado al momento previo de la emisión de dicho acto írrito, que en
este caso sería la reincorporación del funcionario al cargo del cual [fue] removido y el
pago de las remuneraciones dejadas de percibir hasta la fecha de [su] efectiva
reincorporación” (sic) (agregados de la Sala).
Por otra parte, aseveró que desde el año 2004 ejerce el cargo de Juez Provisorio
“mas no temporal”, del Juzgado Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación
y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, pues “(…)
no existe ninguna causa o supuesto legal objetivo de temporalidad”.
En ese mismo orden, sostuvo que en el ejercicio del cargo de “JUEZ Provisorio” ha
mantenido un rendimiento por encima del promedio, ha cumplido con los deberes y el
decoro que exige el Poder Judicial, y garantizando siempre al justiciable una tutela judicial
efectiva, una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma,
independiente, responsable, equitativa y expedita.
Seguidamente, indicó que “(…) la infracción de la norma legal que concretiza el
desarrollo de tal derecho social constitucionalmente proclamado, se verifica ya nacida
[su] hija el 14 de Abril de 2012 (…), lo que se acredita con la copia certificada de su acta
de nacimiento que fue anexada toda vez que el en (sic) fecha primero (01) de julio del
2013, emanado de la Comisión judicial del Tribunal Supremo de Justicia, mediante el cual
acordó dejar sin efecto su designación en el cargo como Juez temporal (…). Y en fecha
trece (13) de diciembre de 2013, nació [su] sexto hijo (…). Ello así, resulta
incontrovertible que la suspensión sin goce de sueldo (sic) a [su] asestada (sic) se traduce
en un grave y notorio desmejoramiento en [sus] condiciones de trabajo, siendo que [es] el
padre de un niño de quien la presente (sic) fecha, aun no ha transcurrido un año desde su
nacimiento” (agregados de la Sala).
El abogado Diego Antonio Araujo Aguilar pidió, con base en el artículo 5 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, lo siguiente:
“(…) que ante las infracciones perpetradas por la Comisión Judicial
(…) de las normas Constitucionales en las que incardinan los derechos
fundamentales al trabajo y al Debido Proceso (…) violados, [esta Sala]
brinde AMPARO CAUTELAR CONSTITUCIONAL (…) contra la vía de
hecho reflejada en la actuación desplegada por dicho órgano al acordar
[su] suspensión un goce (sic) de sueldo en el cargo de Juez y de esta
manera, provea como MEDIDA CAUTELAR para la reparación de la
situación jurídica que [le] fue infringida, en forma inmediata y con
prescindencia de consideraciones formales o de averiguaciones
sumarias, donde dejaron sin efecto la designación en el cargo como
Juez, de la actuación material surgida de la Comisión Judicial (…)
manifestada en dejar sin efecto y sin goce de sueldo del cargo de Juez
Temporal (…).
Por consiguiente (…) [requirió que] se ordene lo conducente y se haga
efectiva [su] REINCORPORACIÓN INMEDIATA AL CARGO DE JUEZ
DEL JUZGADO SEPTIMO DE PRIMERA INSTANCIA DEL TRABAJO
del Circuito Judicial del Área Metropolitana de Caracas (…), y se
ordene a La Dirección Ejecutiva de la Magistratura que se brinde a [su]
familia y a [su] persona la cobertura correspondiente al fondo Auto
administrativo de Salud de la Dirección Ejecutiva de la magistratura
(FADEM)” (sic) (agregados de la Sala).
Agregó como sustento de su solicitud de amparo, que: a) este Máximo Tribunal lo
designó como Juez “Titular” del Juzgado Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas, según se desprende del Oficio Nro. TPE-04-1176 del 21 de julio de 2004,
emanado de la Comisión Judicial; b) el peligro de daño inminente se manifiesta del
evidente carácter lesivo de la medida de suspensión en el cargo sin goce de sueldo, dada la
imposibilidad de desempeñar alguna actividad laboral que le permita devengar
remuneración económica y, en consecuencia, la falta de recursos para la manutención de su
familia, la cual -destacó- no cuenta actualmente con el seguro FASDEM.
2. Que se declare con lugar el amparo cautelar y se suspendan los efectos “de la
actuación material de la Comisión Judicial (…) representada por [su] suspensión sin goce
de sueldo, y se ordene así el restablecimiento inmediato (…) a través de [su]
reincorporación al cargo de Juez del Tribunal Séptimo de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas (…), o en su defecto. Se
disponga la reincorporación en el cargo de Juez y se ordene a la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura que se brinde a [su] familia y a [su] persona la correspondiente cobertura
por el FASDEM” (sic) (agregados de la Sala).
III
En ese sentido, sostuvo que la Sala Plena de este Máximo Tribunal ha establecido
que el aludido órgano es “(…) la representación abreviada de la totalidad de los miembros
que componen el Tribunal Supremo de Justicia, al punto que se encuentra integrada por un
magistrado de cada una de las Salas pudiendo actuar por delegación en las tareas que le
sean asignadas por la Sala Plena (…) dentro del amplio espectro que conlleva la
dirección, gobierno y administración del Poder Judicial, lo cual implica el ingreso y
permanencia de los jueces¸ de todo lo cual se deriva la legitimidad de dicho organismo
para designar y remover jueces, sujeto a la determinación de la Sala Plena”.
Seguidamente, hizo alusión al contenido del fallo Nro. 1183 dictado por esta Sala
Político-Administrativa el 6 de agosto de 2014, coligiendo que de acuerdo a lo allí expuesto
la Comisión accionada tiene entre sus funciones los nombramientos de los Jueces
Provisorios o Temporales, y la de dejar sin efecto tales nombramientos.
A su vez, también estimó pertinente hacer mención a la sentencia Nro. 2414 dictada
por la Sala Constitucional el 20 de diciembre de 2007, respecto a la cual señaló que “(…)
de acuerdo al máximo Tribunal (…) la potestad que tiene la Comisión Judicial, para
remover de sus cargos a los funcionarios designados con carácter provisional, es de
carácter discrecional y que para dejar sin efecto la designación de jueces provisorios,
accidentales y temporales no se requiere la realización de procedimiento previo ni la
exposición de los motivos de esa decisión”.
A modo de resumen, sostuvo que “(…) no se trata de una persona que ingresa a la
carrera judicial por concurso para derivar de allí una situación de estabilidad, pues se
trata de una persona que ostentaba un cargo de Juez Temporal, que aunado a ello la
medida de la que fue objeto no le impide ejercer como profesional del derecho en cualquier
otra área o campo ajeno al Poder Judicial”.
Ahora bien, en cuanto “(…) al tema del fuero paternal de la sentencia número 673
del 10 de junio de 2015 que resolvió la medida cautelar [apuntó] que la Sala resolvió la
medida de amparo ejercida conjuntamente con la acción de nulidad, declarándolo
procedente, ordenando a la Comisión Judicial girar las instrucciones correspondientes a
los fines de restablecer el pago y los demás beneficios laborales, mientras dure el juicio.
Quedando resuelta, con dicha sentencia, la situación jurídica infringida relacionada con el
fuero paternal que gozaba el actor para el momento de la suspensión de que fue objeto”
(sic) (agregado de la Sala).
IV
Sobre este aspecto, la aludida Fiscal señaló que “(…) el Juzgado de Sustanciación
de [esta] Sala (…) mediante decisión de fecha 13 de agosto de 2015 no admitió el recurso
de manera definitiva, ni de ninguna otra forma, sino que dio por sentado que: ‘Por
sentencia N° 00673, publicada el 10 de junio de 2015 (…) la Sala admitió la prenombrada
demanda (…)’ y reiteró que ‘Admitida como ha sido la presente demanda de nulidad por la
Sala Político-Administrativa, [ese] órgano sustanciador’ [acordó] las notificaciones y
[solicitó] el expediente administrativo (…)” (agregados de la Sala).
Por ello, consideró que se está ante un proceso sin admisión definitiva del recurso, y
“(…) siendo el proceso de orden público (…) esta no admisión requeriría la reposición de
la causa al estado en el cual el Juzgado de Sustanciación se pronuncie respecto a la
admisión o no definitiva del recurso, tal reposición la solicita el Ministerio Público, dado
que el proceso no puede ser relajado hasta el punto de no contar con la decisión de
admisión definitiva o no del recurso, o su admisibilidad, por cuanto ello crearía un
precedente negativo”.
Que el 14 de abril de 2012, el accionante tuvo una hija con la ciudadana Ireida
Luzmery Reatiga Moreno, lo que lo hace acreedor de la protección de inamovilidad laboral
por un lapso de dos (2) años, es decir, hasta el 14 de abril de 2014, según lo establecido en
el artículo 420 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras.
Tal protección, según la representación fiscal, fue transgredida con la emisión del
acto impugnado ya que el mismo fue dictado el 17 de junio de 2013, esto es, dentro del
plazo de inamovilidad, en contradicción a lo establecido en la prenombrada ley laboral.
Aunado a ello, adujo que el 1° de mayo de 2016 nació otro hijo del accionante pero
esta vez con la ciudadana Ida María Maldonado, lo que extendería la referida inamovilidad
por dos años más, a saber: hasta el 1° de mayo de 2018.
Así pues, una vez establecido que “(…) efectivamente el recurrente estaba
amparado por la inamovilidad laboral, en razón del nacimiento de sus tres hijos, hasta el
1° de mayo de 2018 (…)”, la representación fiscal estimó pertinente señalar que esta Sala, a
través de la sentencia Nro. 00673 del 10 de junio de 2015, acordó “(…) oficiar a la
Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia, para que girara las instrucciones
pertinentes a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, a los fines de que se restableciera
el pago del salario –que no implique la prestación efectiva del cargo– al recurrente, así
como la cobertura del seguro médico (…) del que gozaba (…) [éste] y su grupo familiar, a
partir de la publicación del fallo recurrido y mientras durara el presente juicio” (agregado
de la Sala).
En el orden de lo expuesto, manifestó que “(…) con lo ordenado por la Sala, hasta
el momento en que se tuvo conocimiento del embarazo de la cónyuge del recurrente, ya se
había resarcido el daño ocasionado, debido a que al haberse cumplido el 13 de diciembre
de 2015, el plazo para que venciera el período de inamovilidad que le amparaba, gozando
de todos los beneficios que le correspondían como Juez Temporal, la impugnación aquí
solicitada perdía su eficacia”.
Esgrimió que lo anterior “(…) tiene su asidero jurídico en el hecho de que (…) la
Comisión Judicial (…) es el órgano competente para dejar sin efecto su designación como
Juez Temporal, y si bien es cierto, que no debió hacerlo, porque el recurrente se
encontraba amparado por el régimen de inamovilidad, esa Sala (…) acordó
acertadamente restablecer los beneficios laborales al recurrente, de los cuales viene
haciendo uso hasta la fecha, pero (…) a juicio de [esa] Representación (…) sin que ello
implicara que ejerciera como Juez (…)” (agregado de la Sala).
No obstante, arguyó que “(…) el nacimiento del menor (…) en fecha 1° de mayo de
2016, generó una nueva extensión del lapso de inamovilidad, hasta el día 1° de mayo de
2018 (…)”.
Así las cosas, sostuvo que “(…) si bien es cierto que la Comisión Judicial (…) en
principio no actuó ajustada a derecho al dejar sin efecto la designación como Juez
Temporal del recurrente, cuando éste gozaba de inamovilidad laboral por paternidad, no
es menos cierto que dicho órgano es el competente para dejar sin efecto su designación,
como Juez temporal, por lo cual en el presente caso, al no ser posible la reincorporación
del recurrente en el cargo de Juez, debe cancelarse el salario, así como hacerle extensiva
la cobertura del seguro médico (…) del que gozaba el recurrente y su grupo familiar, a
partir del momento de su reincorporación del cargo, hasta el 1° de mayo de 2018, fecha en
que vence el lapso de inamovilidad del fuero paternal, por [el] nacimiento de su último
hijo” (agregado de la Sala).
Finalmente, solicitó a esta Sala que “(…) se le otorgue (…) el pago de lo que le
corresponde hasta cesar su fuero paternal y la cobertura del seguro correspondiente para
él y para sus familiares amparados por esa cobertura, pero que ello no implique que el
recurrente ejerza el cargo de Juez, quedando firme el acto mediante el cual se dejó sin
efecto su designación como Juez temporal, pero (…) restableciendo lo que le corresponde
en protección de sus hijos”.
Punto previo.
De la reposición de la causa:
Al respecto, esta Sala debe indicar que mediante sentencia Nro. 00312 del 16 de
marzo de 2016, declaró improcedente la petición supra descrita, señalando que:
“(…) mediante sentencias de esta Máxima Instancia Nros. 1.050 y
1.060 del 3 de agosto de 2011, se consideró necesario retomar y
aplicar nuevamente el criterio sentado en la decisión Nro. 402 del
20 de marzo de 2001 (caso: Marvin Enrique Sierra Velasco),
estableciéndose que cuando se interponga un recurso contencioso
administrativo de nulidad conjuntamente con una solicitud de
amparo cautelar, tal como en el caso de autos, la Sala deberá
pronunciarse provisionalmente sobre la admisibilidad de la acción
principal con prescindencia del análisis del requisito relativo a la
caducidad del recurso ejercido, cuyo examen, de resultar
improcedente el amparo cautelar, corresponderá al Juzgado de
Sustanciación.
Igualmente, se precisó que en el supuesto de decretarse el amparo
cautelar y que la contraparte se oponga a éste, deberá seguirse el
procedimiento previsto en los artículos 602 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil, de conformidad con lo establecido en el
artículo 106 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa.
Ahora bien, el hecho de que en el procedimiento antes descrito se
establezca la posibilidad para esta Sala de emitir un dictamen
respecto a la admisibilidad de la acción, en el cual no se realice
pronunciamiento alguno en relación a la caducidad, encuentra su
fundamento en artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, el cual establece:
(…Omissis…)
Tomando en cuenta lo anterior, es conveniente destacar que
cuando la solicitud de amparo cautelar ejercida conjuntamente
con la demanda contencioso administrativa de nulidad es
declarada improcedente, se suscitan dos pronunciamientos
relativos a la admisibilidad de la acción, a saber: i) el que
corresponde a la admisión provisional del recurso por parte de
esta Sala, a los fines de pasar a examinar la procedencia o no del
amparo (sin emitirse señalamiento alguno en relación a la
caducidad de la acción); y ii) el que corresponde a la admisión
definitiva, declarada por el Juzgado de Sustanciación una vez
evaluado el requisito de la caducidad, lo cual procede por haberse
decidido la improcedencia de la pretensión cautelar de amparo.
Por otra parte, cuando el amparo cautelar es decretado
procedente, existe una declaratoria preliminar por parte de la Sala
en la que se admite provisionalmente la acción, posterior a lo cual
pasa este órgano jurisdiccional a realizar las consideraciones
correspondientes que lo llevarían a decidir la procedencia del
amparo; luego –en esa misma sentencia– admite definitivamente la
demanda, no existiendo la necesidad de un pronunciamiento
ulterior por parte del Juzgado de Sustanciación, ya que al
otorgarse la protección cautelar, resulta innecesaria la evaluación
del elemento relativo la caducidad de la acción, en atención al
parágrafo único del artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, pues se constató la
presunción de una violación de un derecho constitucional que
exime al juzgador de examinar esa causal de inadmisibilidad.
Es por todo lo anterior que en la sentencia Nro. 673 dictada por
esta Sala el 10 de junio de 2015, se establece que esta Máxima
Instancia pasará a revisar ‘las causales de inadmisibilidad
previstas en el artículo 35 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, sin proferir pronunciamiento alguno
con relación a la caducidad de la acción (…), aspecto este que
será analizado –de ser el caso- al momento de la admisión
definitiva que del recurso realice el Juzgado de Sustanciación’; y
visto que en efecto se declaró procedente la mencionada pretensión
de amparo requerida por la actora, finalmente se realiza la
admisión definitiva, lo cual además quedó expresamente
establecido como el punto Nro. 2 de la dispositiva, cuando
determinó: ‘2.- ADMITE la demanda contencioso administrativa
de nulidad incoada’ (Vid. folio 80 del expediente judicial)”.
Así pues, visto que ya hubo una declaración por parte de esta Sala respecto de la
solicitud de reposición formulada nuevamente por la representación fiscal y bajo los
mismos argumentos, ya dirimidos, esta Máxima Instancia desecha tal pedimento. Así se
decide.
Así pues, luego de una revisión del escrito libelar, este órgano jurisdiccional observa
que la acción incoada se circunscribe a las denuncias que se indican a continuación: i)
violación del derecho al trabajo; ii) transgresión del derecho al debido proceso; iii)
vulneración de las garantías previstas en los artículos 75 y 76 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y de la inamovilidad laboral por fuero paternal, y iv)
violación de los artículos 73 y 78 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
En virtud de los alegatos señalados, esta Sala pasa a dirimirlos en el orden siguiente:
La Comisión Judicial nace así como un organismo auxiliar que participa mediante la
figura de la delegación en la dirección, gobierno y administración del Poder Judicial.
Coexisten, dos órganos que cumplen funciones específicas en materia administrativa de
acuerdo a la Normativa antes mencionada, conforme a lo previsto en el Reglamento Interno
del Tribunal Supremo de Justicia, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nro. 38.496 del 9 de agosto de 2006.
Ahora bien, también esta Sala ha indicado que toda sanción disciplinaria debe
necesariamente estar antecedida por el procedimiento administrativo correspondiente, sea
que se trate de un funcionario de carrera o de libre nombramiento y remoción.
Bajo esta premisa, de la revisión de las actas que conforman el expediente judicial,
se observa que en los recaudos presentados por el accionante no consta el hecho de que al
momento de dictarse el acto impugnado éste se desempeñase como Juez Titular del
Tribunal Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Por el contrario, de sus mismos dichos se desprende que siempre ocupó el aludido
cargo de forma “provisional”, tan es así que para el momento en que la Comisión Judicial
dejó sin efecto su designación, ocupaba el cargo de Juez Temporal del mencionado
Tribunal Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas (vid., folio 43 del
expediente judicial).
Al aplicar el referido criterio vinculante al caso bajo examen, esta Máxima Instancia
debe ratificar que la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia tenía la potestad
para dejar sin efecto el nombramiento del accionante en el cargo de Juez Temporal del
Tribunal Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, sin necesidad de
someterlo a procedimiento administrativo alguno y sin que puedan considerarse lesionados
los derechos a la defensa, al debido proceso ni a la estabilidad laboral del demandante.
Insiste la Sala en que la estabilidad de los Jueces está sujeta a la participación en un
concurso público de oposición en el que hayan ganado la titularidad del cargo. Esta
circunstancia, como ya se indicó, no se verificó en el caso sub examine, por lo que las
denuncias relativas a la violación del derecho al debido proceso se desechan. Así se decide.
Hechas tales precisiones, vale señalar que habiendo quedado sin efecto la
designación del accionante, y dado que su situación se ubica en la posición de quien ha
ingresado al Poder Judicial de manera temporal, puede ejercer libremente su derecho al
trabajo, puesto que ya no le son aplicables las previsiones contenidas en el aludido artículo
256 eiusdem, toda vez que ello, en modo alguno, le vulneraba ese derecho, más aun cuando
el mismo puede participar en un futuro concurso de oposición para optar por los cargos de
Inspectores de Tribunales o, incluso, de Jueces y Juezas de la República, si es su aspiración
(vid., sentencia Nro. 01477 de fecha 15 de diciembre de 2016). En virtud de lo expuesto, se
desestima la denuncia bajo análisis. Así se decide.
En cuanto a este punto, la parte demandante adujo que la Comisión Judicial de este
Supremo Tribunal, al momento de dictar el acto administrativo impugnado, no tomó en
consideración que se encontraba amparado por inamovilidad laboral por fuero paternal en
razón de que el 14 de abril de 2012 nació su quinta (5ta) hija, y que por tal motivo en esa
misma oportunidad solicitó ante la Comisión accionada que se le acordara “(…) el permiso
remunerado a que se refiere el artículo 9 de la Ley para la Protección de las Familias, la
Maternidad y la Paternidad, en concordancia con lo establecido con (sic) la inamovilidad
prevista en los artículos 339 y 420 literal 2) de la Ley Orgánica del Trabajo, Los
Trabajadores y Las Trabajadoras (LOTTT) (…)”.
Advertido lo anterior, esta Sala observa que constan en autos, entre otros, los
siguientes documentos:
- Acta de nacimiento Nro. 615 del 10 de julio de 2012, en la cual quedó registrado
que el 14 de abril de ese año nació una niña (cuya identidad se omite en atención a lo
dispuesto en el artículo 65, Parágrafo Segundo, de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes), hija del demandante con la ciudadana Ireida Luzmery
Reatiga Moreno (cédula de identidad Nro. 22.523.590) (vid., folios 47 y 48 del expediente
judicial).
- Oficio Nro. 1271-2013 del 27 de junio de 2013, suscrito por la Jueza Rectora Civil
del Área Metropolitana de Caracas, mediante el cual notificó al accionante de la decisión
emitida por la Comisión Judicial de este Alto Tribunal el 17 de junio de 2013. El Oficio en
cuestión fue recibido por la mencionada parte el 1° de julio de ese mismo año (vid., folio 42
del expediente judicial).
- Copia certificada del Acta de Matrimonio Nro. 30, suscrita entre el demandante y
la ciudadana Ida María Maldonado Díaz (cédula de identidad Nro. 9.496.550), en fecha 16
de agosto de 2013, ante el Registro Civil del Municipio Escuque del Estado Trujillo (vid.,
folios 138 y 139 del expediente judicial).
- Acta de Nacimiento Nro. 565 del 16 de diciembre de 2013, en la cual consta que el
13 de ese mismo mes y año nació un niño (cuya identidad se omite en atención a lo
dispuesto en el artículo 65, Parágrafo Segundo, de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes) como hijo del accionante con la ciudadana Gleidys Damaris
Reatiga Moreno (cédula de identidad Nro. “26.351.511”) (vid., folio 45 del expediente
judicial).
- Copia simple del Carnet de Asistencia del Servicio Médico del Fondo Auto-
administrado de Salud (FASDEM), emitido a nombre del accionante el 22 de junio de 2015
y del cual se evidencia que la ciudadana Ida María Maldonado de Araujo figura como una
de las beneficiarias, en condición de “cónyuge” de dicha parte (vid., folio 142 del
expediente judicial).
- Copia simple del Certificado de Nacimiento Nro. 7775179 proferido por el Centro
Hospitalario “Dr. Juan Motezuma Ginnari”, en el cual se certificó que el 1° de mayo de
2016 nació un niño (cuya identidad se omite en atención a lo dispuesto en el artículo 65,
Parágrafo Segundo, de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes),
como hijo del demandante y de su cónyuge (vid., folio 220 del expediente judicial).
De manera tal, que para el momento en que se dictó el acto por el cual se resolvió
dejar sin efecto la designación del accionante en el cargo de Juez Temporal del Tribunal
Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, éste se encontraba en período
de inamovilidad laboral derivada de la protección que el artículo 339 de la Ley Orgánica
del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, confiere al padre desde el embarazo hasta
dos (2) años después del nacimiento de su hijo, en desarrollo de las normas
constitucionales.
Por lo que, se estima que, en el caso concreto, la Administración debió haber dejado
transcurrir íntegramente el aludido período, contado desde el 14 de abril de 2012, fecha de
nacimiento del niño, hasta el 14 de abril de 2014 fecha en que se cumplieron los dos (2)
años de su nacimiento. Así se declara.
Ahora bien, dado que tal actuación no estuvo en concordancia con lo dispuesto en el
ordenamiento jurídico y visto que mediante la sentencia Nro. 00673 del 10 de junio de
2015, esta Sala acordó la protección cautelar del accionante mientras durara el presente
juicio, a lo cual no se ha dado cumplimiento, se estima pertinente advertir que el fuero
paternal de dicha parte se extendió hasta el 1° de mayo de 2018 en virtud de que el 1° de
mayo de 2016 nació el último de sus hijos. Así se establece.
En cuanto a la solicitud de reincorporación del demandante al cargo que venía
desempeñando como Juez Temporal del Tribunal Séptimo de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, la Sala aprecia que para la fecha en que se dicta esta sentencia ya
venció el período de inamovilidad laboral por fuero paternal del accionante, y en virtud de
la potestad que tiene la Comisión Judicial de este Máximo Tribunal para remover de sus
cargos a los funcionarios designados con carácter provisional, se considera improcedente
tal pretensión. Así se decide.
Finalmente, debe esta Sala señalar que el hecho de haber quedado sin efecto la
designación del abogado Diego Antonio Araujo Aguilar en el cargo de Jueza Temporal del
Tribunal Séptimo de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en modo alguno
imposibilita su participación en cualquier concurso de oposición en el que a futuro quisiera
intervenir, ya que su exclusión del Poder Judicial no ha obedecido a la comprobación de
falta disciplinaria alguna. Así se establece.
Precisado lo anterior, se advierte que de una revisión del oficio por medio del cual le
fue notificado al accionante el aludido acto, se observa que además de que se reprodujo en
los mismos términos el contenido de este último, en la parte inferior izquierda la
Administración señaló lo siguiente: “Anexo: Lo indicado constante de dos (02) folios
útiles” (vid., folio 42 al 44).
Por lo que, mal podría considerarse que la Administración incurrió en algún error al
no transcribir de seguidas a la notificación el acto como tal, ya que si bien es cierto la
normativa supra transcrita prevé que la notificación debe contener el texto íntegro del
aquel, ello no supone que no pueda anexarse de forma contigua como sucedió en este caso.
Por ende, se desecha la denuncia bajo análisis. Así se declara.
Con base en todos los razonamientos expresados esta Sala declara parcialmente con
lugar la demanda de nulidad incoada, en consecuencia: i) improcedente la petición de
reincorporación formulada por el accionante por las razones anteriormente expuestas, ii) se
ordena a la Comisión Judicial de este Máximo Tribunal que gire las instrucciones
pertinentes a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM) a fin de que le pague al
accionante los sueldos dejados de percibir desde el 1° de julio de 2013 (fecha en la que fue
notificado del acto impugnado) hasta el 1° de mayo de 2018 (fecha en que culminó la
inamovilidad que por paternidad le correspondía), así como los beneficios pecuniarios
dejados de percibir que no requieran de la prestación efectiva del servicio, durante el
referido período; y iii) firme el acto administrativo impugnado. Así se decide.
VI
DECISIÓN
La Presidenta - Ponente
MARÍA CAROLINA
AMELIACH
VILLARROEL
El Vicepresidente,
MARCO
ANTONIO
MEDINA SALAS
La Magistrada,
BÁRBARA GABRIELA
CÉSAR SIERO
El Magistrado,
INOCENCIO
FIGUEROA
ARIZALETA
La Magistrada,
EULALIA COROMOTO
GUERRERO RIVERO
La Secretaria,
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