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reactivos
Resumen
Los ensayos realizados indican que las substancias más móviles (Cd, Cu, Ni, Zn, Pb
y Co), lixiviadas a partir de un suelo contaminado por residuos mineros, se
inmovilizan casi totalmente. Los mejores resultados se obtienen gracias al empleo
de barreras de MgO, llegándose a una retención de Cd, Pb y Zn superior al 90%, y
próxima al 80% para Cu, Fe y Ni. La barrera de MgO y fango de depuración obtiene
buenos resultados en la retención de Cd, Fe, Pb y Zn, sin embargo favorece la
movilización de Cu y Ni. Cuando se analiza el efecto del MgO ante un lixiviado
metálico, que simula un drenaje ácido de mina (AMD), con altas concentraciones de
As (42.9 mg/L), Cd (78.6 mg/L), Cu (7.9 mg/L), Pb (3.5 mg/L), Se (5.6 mg/L), Sb (2.8
mg/L) y Zn (94.6 mg/L), los mejores resultados se obtienen en la retención de As,
Cu, Cd, Pb, Sb y Zn. El empleo del microscopio electrónico de barrido (SEM) y
modelos de simulación permiten una mejor comprensión de los fenómenos que se
producen en el material reactivo.
INTRODUCCIÓN
Las barreras contienen materiales reactivos que colocados en la dirección del flujo
subterráneo pueden prevenir la migración de los contaminantes aguas abajo del foco
de contaminación y por tanto minimizar la formación de un penacho (Mc Govern et
al., 2002; Vidic and Pohland, 1996, Ludwig et al., 2002). Los materiales empleados
en las barreras reactivas deben ser compatibles con el medio subterráneo, es decir,
no se deben producir reacciones contraproducentes, o bien productos intermedios
de carácter nocivo, o que reaccionen con los contaminantes y produzcan efectos
perjudiciales. Por todo ello, el material debe ser adecuadamente caracterizado,
debiendo cumplir también otras especificaciones, como la de no interrumpir el flujo
subterráneo, presentar una larga duración y ser de bajo coste (Navarro et al., 2003).
Las PRBs permiten eliminar metales como: As, Cr(VI), Cd, Cu, Hg, Mn, Ni, U y Zn
por reducción con Fe elemental y coprecipitación en fases secundarias (Ahn et al.,
2003; Fernández-Sánchez et al., 2004 Wilkin y McNeil, 2003), en condiciones
altamente reductoras, que en el caso de volver a ser oxidantes pueden removilizar
los metales precipitados (Blowes et al., 2000). Las reacciones de reducción
catalizadas por procesos biológicos pueden provocar también, de forma eficiente, la
eliminación de los cationes inorgánicos gracias a la reducción directa del catión o
mediante la precipitación indirecta resultante de la oxidación o reducción de un anión
inorgánico, tal y como sucede de forma natural en suelos contaminados (Navarro et
al., 1991). Éste es el caso de la eliminación de Ag, Cd, Co, Cu, Fe, Ni, Pb, y Zn,
gracias a su precipitación-coprecipitación en forma de sulfuros. Un ejemplo de
aplicación son las PRBs compuestas por materiales como: compost de RSU, virutas
de madera y compost vegetal, etc., en las cuales la descomposición de la materia
orgánica crea y mantiene un ambiente “anaerobio” que promueve (en un agua
subterránea con Fe2+ y SO42- como iones dominantes) el crecimiento de bacterias
heterotróficas sulfato-reductoras. Dichas bacterias obtienen su energía y nutrientes
de la oxidación de los compuestos orgánicos de bajo peso molecular empleando los
sulfatos como aceptores de electrones, reacción que puede ser expresada de la
forma siguiente:
Ejemplos de este tipo de barreras son las instaladas en Aznalcóllar (Bolzicco et al.,
2001) y también en acuíferos costeros de Canadá (Ludwig et al., 2002), con resultados
muy diversos. En ese sentido, Blowes et al. (2003) sugieren que el empleo de
mezclas que contengan carbono orgánico son, generalmante, las más apropiadas
para tratar los drenajes ácidos de mina. La mayor ventaja de las PRBs sobre otros
sistemas de tratamiento en relación con las técnicas convencionales está en los
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reducidos costes de operación y mantenimiento, y también en la eficiencia del
sistema ante dispositivos como el bombeo y tratamiento del agua contaminada. Las
desventajas más importantes que presenta el empleo de PRBs se centran en la vida
media de las mismas, cuyo valor aproximado es difícil de cuantificar a causa de la
complejidad de los fenómenos de precipitación, adsorción y otros de menor entidad
que se producen en el interior de las mismas, y que conducen a una reducción del
espacio de poro y por tanto de la conductividad hidráulica o a una disminución de la
capacidad reactiva del medio. Todo ello implica la necesidad de renovar la barrera al
cabo de algunos años (EPA, 1998), o la construcción de la misma mediante técnicas
que permitan una fácil extracción del material “gastado” (Day et al., 1999). Las PRBs
deben dimensionarse en base a las características del agua subterránea a tratar, su
posible variabilidad espacial y temporal y de acuerdo con las características
hidráulicas del acuífero (conductividad hidráulica, porosidad y transmisividad,
fundamentalmente) y del flujo subterráneo, conociendo de antemano las posibles
variaciones estacionales del flujo así como la geometría del acuífero (Amos y
Younger, 2003; Navarro y Chimenos, 2002).
Tabla 1.- Valores geoquímicos medios de los suelos contaminados empleados en los
ensayos.
Tabla 2.- Parámetros analizados del lodo orgánico. Análisis realizados por INAA e ICP-OES. El
lixiviado* del lodo se obtuvo con agua destilada, los parámetros se determinaron por ICP-MS e ICP-
Óptico.
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Los resultados obtenidos en los ensayos (fig. 1) indican un buena retención de la
mayor parte de los metales movilizables desde el suelo contaminado, como son: Cd,
Co, Zn, Pb, Mn y Fe. Por otro lado, substancias como Cu, Ni, K y Na aumentan
considerablemente en la experiencia realizada, en el caso del K y Na por elución
desde el lodo biológico y Cu y Ni por posible formación de complejos organo-
metálicos, aunque ello está todavía en discusión. Los resultados generales
obtenidos aparecen en la tabla nº3.
Tabla 3.- Resultados del ensayo de lixiviación (valor máximo y mínimo de concentración en μg/L) y
porcentaje de retención de cada elemento en la barrera de lodo ensayada. (*): porcentaje medio de
retención.
1000
900
800
700
Concentración en ppm
600
Zn-L
Pb-L
Cu-L
500
Zn
Pb
Cu
400
300
200
100
0
0 50 100 150 200 250
tiempo (min)
Fig. 1.- Evolución de la retención de contaminantes por el lodo biológico. Zn-L: lixiviado, Zn:
concentración en el efluente después del tratamiento.
Tabla 4.- Composición y granulometría del óxido de magnesio empleado en los ensayos.
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El valor del pH en las experiencias realizadas se mantuvo entre 14.1 al inicio y
alrededor de 12 al final, correlacionándose con altas concentraciones en Ca,
atribuibles a la disolución de Ca (OH)2 (Portlandita). La estabilización del pH en
valores próximos a 12 ó inferiores sería indicativo de la disolución de la brucita
(Cortina et al., 2003).
Retención Zn-Pb-Cu
6000
5000
4000
Concentración (ppb)
3000
Zn
Pb
Cu
2000
1000
0
0 50 100 150 200 250 300 350
-1000
tiempo (min)
Fig. 4.- Precipitados de hidróxido de Mg (Brucita) junto con posibles cristales de Brochantita y de
hidróxido de Zn.
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De hecho, la aplicación del código PHREEQCI a ensayos realizados con aguas
subterráneas indica la existencia de fenómenos de precipitación de hidróxidos
metálicos y celestina. Dichos resultados obtenidos mediante el módulo de
“modelización inversa” del código mencionado muestran la posible precipitación de
dolomita, yeso, halita, ferrihidrita, pirita, celestina, brucita e hidróxidos de Pb y Zn
(tabla 6).
Moles
FASES M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8
Dolomita - - -1.30E-02 -1.22E-02 - - -1.24E-02 -1.22E-02
Yeso -6.10E-04 - -6.10E-04 - -4.01E-04 - -4.01E-04 -
Halita -5.26E-02 -4.58E-02 -5.26E-02 -4.58E-02 -4.81E-02 -4.58E-02 -4.81E-02 -4.58E-02
Fe(OH)3 -1.12E-06 -1.01E-06 -1.12E-06 -1.01E-06 -1.05E-06 -1.01E-06 -1.05E-06 -1.01E-06
Pirita -1.43E-07 -1.35E-07 -1.43E-07 -1.35E-07 -1.38E-07 -1.35E-07 -1.38E-07 -1.35E-07
Celestina -5.99E-06 - -5.99E-06 - - -3.28E-06 - -3.28E-06
Barita 8.41E-07 8.86E-07 8.41E-07 8.86E-07 8.71E-07 8.86E-07 8.71E-07 8.86E-07
Smithsonita 2.15E+01 1.72E+01 2.15E+01 1.72E+01 1.87E+01 1.72E+01 1.87E+01 1.72E+01
Zn(OH)2 -2.15E+01 -1.72E+01 -2.15E+01 -1.72E+01 -1.87E+01 -1.72E+01 -1.87E+01 -1.72E+01
Pb(OH)2 -1.41E-07 -1.30E-07 -1.41E-07 -1.30E-07 -1.34E-07 -1.30E-07 -1.34E-07 -1.30E-07
Calcedonia 2.21E-03 2.22E-03 2.21E-03 2.22E-03 2.22E-03 2.22E-03 2.22E-03 2.22E-03
Mg(OH)2 -1.30E-02 -1.22E-02 - - -1.24E-02 -1.22E-02 - -
Ca(OH)2 2.13E-02 2.08E-02 3.42E-02 3.30E-02 2.09E-02 2.08E-02 3.34E-02 3.30E-02
Tabla 6: Modelos de transferencia de masa simulados con el programa PHREEQCI. Los valores
negativos indican precipitación y los positivos disolución.
CONCLUSIONES
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Los agregados cristalinos generados durante el ensayo en columna y observados
por SEM, forman un “tapiz” de cristales de brucita sobre las partículas de MgO,
apareciendo como cristales de color claro sobre un fondo gris. Entre dichos
agregados cristalinos también parecen observarse posibles cristales monoclínicos
de brochantita e hidróxidos de Zn. Los análisis por EDS (fig. 4) mostrarían los
elementos que intervienen en dichos minerales, indicando la presencia de O, Mg,
Pb, Cu, Zn, Cr y Cd, y que formarían parte de los hidróxidos anteriormente
mencionados o que en el caso de los metales podrían haber quedado adsorbidos
sobre la brucita.
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS
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