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Matalache

AUTOR: Enrique López Albujar


GENERO: Narrativo
ESPECIE: Cuento
PERSONAJES:
José Manuel (Matalaché)
Maria Luz
Don Juan Francisco
Antuco
Casilda
Rita
Don Baltasar

CAPITULO I: UN FAVOR SIGNO DE LOS TIEMPOS

A eso de las cinco de la tarde se acerco a la hacienda de Juan Francisco don Baltasar
Rejón de Meneses, este era conocido por traer noticias desde la ciudad de Lima hasta
Piura, pero como don Juan Francisco era el ultimo en enterarse de las noticias, realizo la
conversación con una noticia acerca de un pirata que había llegado desde Buenos Aires
hasta el Callao, ya hacia varios meses atrás, pero don Baltasar le respondió que la actitud
de su visita no fue tal sino un favor que su mujer le había pedido que este realice para una
criada suya llamada Rita, don Juan no entendiendo el pedido, pidió la explicación del
caso, este le dijo que en su Hacienda había un esclavo el cual es capaz de apechugar a
todas las criadas de la ciudad. Don Juan sorprendido por el pedido y por la noticia,
respondió que tenía entre sus esclavos un garañon llamado José Manuel, pero que este
era mas reposado que inquieto. Pero don Baltasar respondió que este esclavo gozaba de
su famita de macho fuerte que muchos quisieran tenerlo para si. Bueno respondiendo don
Juan Francisco, accedió al pedido de don Baltasar, diciéndole que sus criados se
encargarían de lo pedido.

CAPITULO II: LA TINA

La Tina era una hacienda, construida de adobe ladrillo y paja, en 1816 no parecía una
casa para hecha para habitar, por mas que en ella vivía gente de buena condición. Los
que construyeron no lo vieron con fines de vivienda sino con fines de industria.
Posiblemente este fue lo que pensó su fundador, el licenciado don Cosme Ríos. De allí su
fama de caserón sombrío, desmesurado, recio, que se encontraba alejado de la ciudad,
solitario algo así como una interrogación para los que venían de afuera como un guardián
para los que venían de adentro.

Este era un caserón al cual la industria había tomado para fabricar jabones y curtir pieles
como para la venta de cuero, se dice que era un exilio porque para trabajar ahí se tenia
que alejar de la cuidad, donde el trato feudal era mas acentuado donde el obrero era
explotado, del que solo se sentía libre fuera de estos lugares que abundaban en Piura.

Don Juan Francisco recibió de su abuelo una fábrica maltrecha y desacreditada debido a
que este no le había prestado la atención que merecía este negocio. Así pues solo llego a
recibir una fabrica encerrada entre cuatro paredes, y entre el traspaso que se le dio,
recibió una docena y media de esclavos, viejos en su mayor parte, dos de ellos medio
bozales y sin cristianizar, pero al frente de todo este rebaño había un mulato de veintiocho
años, exúbero de belleza juvenil, con vigor y flexibilidad de pantera javanesa y mirada
soberbia y firme.

Don Juan Francisco se vio en la necesidad de sacar provecho por este deteriorado capital
negro y hacerlo todo un evento productivo. Mas a pesar de los dilemas en que se puso
don Juan Francisco, este ya había aceptado a don Baltasar que le traiga su criada y si su
capataz la aceptaba por mujer, dejarla a esta al servicio de su hija, que pensaba traer a su
lado muy pronto

CAPITULO III: UNA LLEGADA INTEMPESTIVA

Una noche casi de improviso llego una persona con una noticia acerca de sus familiares
limeños donde le informaban sobre la próxima llegada de su hija llamada Maria Luz, la
cual llegaba con una caravana bulliciosa como la de una procesión, no había pasado
mucho rato cuando llego Maria Luz a la hacienda portando una carta, que su cuñada le
escribiera, comunicándole que debido a la presencia de piratas en el Callao y la causa
independista, hacían de Lima una ciudad caótica por la cual vieron conveniente enviarlo
mas lejos de la ciudad.

Don Juan no quería que su hija se quedara en la hacienda pero tuvo que hacerla porque
el lugar a donde este quería llevarlo se encontraba un poco destartalada. Solo días antes
a la llegada de Maria Luz, Rita había sido mandada al yogamiento con todas las
recomendaciones y formalidades del caso. Pero debido a la llegada de la hija del patrón
este prohibió los apareamientos dentro de la casa.

Al día siguiente de lo ocurrido entre Rita y José Manuel, don Juan al cruzar el patio de la
fábrica, notaba que los esclavos olvidados por un momento del respeto que le debían a su
amo, parecían decirle solo con la mirada:

“¡Como se ha olvidado su merced de nosotros!, ¿Qué solo ese maldito de José Manuel es
hombre?”. Solo días después llego la hija del patrón.

Don Francisco había resuelto que no ocurriese mas apareamientos por lo cual mando a
uno de sus criados Antuco que le dijera a la negra Casilda que guardara a Rita hasta que
el determinara otra cosa.

Pero con la llegada de su hija todo cambio, sus sentimientos paternales. De ahí en
adelante solo tuvo dos pensamientos el de su hija y el trabajo. Su vida giraba en torno a
estos dos ideales, que le trasmitía la belleza de su hija.

CAPITULO IV: EL SOL PIURANO

La tranquilidad del sol piurano no era más que un asolador para todos, este se elevaba en
la mañana como un himno triunfal, al medio día cae como plomo sobre los seres y se
prende de ellos como en un abrazo lujuriante y enervador, y en las tardes, se retira con la
pompa y la majestad de un Rey, bajo un palio de celajes esplendentes, dejando tras de si,
mucho después de haberse ocultado un halón de polvo de oro.
La tranquilidad que presentaba Maria Luz a la llegada no era mas que aparente, ella no
estaba acostumbrada al encierro y enclaustramiento, como lo era aquel lugar, ella era una
niña de cuidad acostumbrada al bullicio que en ella había, pero ahora en el caserón para
ella parecía mas un secuestro. Solo el atardecer alegraba su espíritu, y así podía ocultarle
su pesadumbre a su padre por esta especie de encierro.

Un día Maria Luz se encontraba asomada en su balcón sorprendió a un esclavo que la


miraba con ojos negros ofídicos que la saludaron, esta no respondió el saludo y se retiró.
Le preguntó a Casilda sobre quien era ese hombre, ella le respondió que era el capataz,
que en la fabrica no se hacia cosa sin que se le consultase a ese negro chalá. Ella le
respondió que es eso de chalá, la criada le respondió que los blancos de la hacienda lo
preferían para sus esclavas. Que dices le increpo María Luz, lo que oye le respondió la
criada, que su amo las mandaba para que este mulato las posea, para que las preñase y
salgan mulatitos como José Manuel. De la misma manera fue traída de otra hacienda
Rita, pero el amo prefirió que se quedara a su merced, le respondido Casilda. Maria luz
indignada dijo que si hubiera sabido lo que pasaba no se hubiera quedado en la hacienda,
pero Casilda le respondió, que ella era quien las preparaba, para que fueran mansitas a
el, pero era solo hasta que antes de su llegada. Pero cuando su padre se entero que
usted iba a llegar mando a Rita a su compañía hasta que llegara usted, y prohibió toda
clase de apareamiento entre los esclavos.

CAPITULO V: UN PASEO POR LA FÁBRICA

Maria quería conocer la fabrica por eso mando a Casilda para que le dijera a José Manuel
que la acompañare por las instalaciones. Cuando llego el negro Matalaché Casilda le
menciono a su ama pero ella le respondió que es eso de Matalaché, la esclava le
respondió que así le decían los esclavos.

Este le llevo por la curtiduría de pieles un lugar tan apestoso y lleno de mosca, que se
apostaban en las pieles recién salidas y que no permitían hablar debido al miedo de que
estas moscas se entraran a la boca, la niña Maria Luz pregunto como es posible que esta
gente viviera así en estas condiciones, el mulato le respondido que era la costumbre.
Luego pasaron por el depósito de charan que eran para el curtido de pieles, donde
primero las pieles pasaban por el molino para luego echarlo en los noques. El negro le
pregunto si quería ver como funcionaba el molino la niña le respondió que si, este con un
silbato llamo a un negro casi chinpancesco, para que enganchara al mulo macho para que
la ama lo viera funcionar. Este hizo lo que le ordenaron pero cada ves que hacia algo
cantaba una canción como “cógela, cógela Jose Manue; mátala, mátala Matalaché”, “no
te la coma tú solo pití, deja una alita siquiera pa mi”, cuando Casilda intervino diciendo
que negro tan desvergonzado que no le valdría 25 azotazos en mal, cuando la niña le hizo
callar, este esclavo respondió ¡soplate esa!, cuando la niña escucho esto se enfureció que
dijo al esclavo que se callara sino iba a mandarlo a el dar vueltas en ves del mulo. El
esclavo pidiendo perdón a su ama se arrodillo diciendo que ya no iba a seguir así.
Prosiguiendo el paseo por la fábrica, pasaron por la pellejera llena de pieles separadas y
clasificadas comercialmente. Pasaron luego por el patio donde estaban las tinas llenas de
cera caliente. Y luego por un cuarto un poco oscuro que el negro no pudo responder
pidiendo este retirarse, la niña un poco extrañada le respondió que si. Pero se quedo con
la duda y le pregunto a Casilda de cómo se llamaba ese lugar esta le respondió que se
llamaba Jesús Maria y José, esta extrañada por la respuesta, agrego como es la cosa de
Jesús Maria Y José , ella le decía que ese lugar era el empreñadero donde el negro
Matalaché, hacia el mandado de los amos.

CAPITULO VI: LA SIESTA

La siesta era entonces como lo sigue siendo para muchas familias piuranas una
necesidad fisiológica como espiritual. Allí Maria luz desnuda en su habitación no
descansaba ni dormía, lo que hacia era pensar en la sombría necesidad y el calenturiento
meditar acerca de de lo que le había contado Casilda. Así de estas tardes de ensoñación
y voluptuosos delirios Maria Luz salía vencida por el deseo naciente e inconfesable, que
le gritaba desde aquella tarde del paseo por la fabrica sus ojos no podían olvidar, y sus
oídos no odian callar de escuchar las voces angustiosas del sexo desencadenado que
ocurría en aquel lugar. Aquel deseo le hablaba de la igualdad entre las almas ante el
amor, de la caprichosa razón de los perjuicios raciales, de la libertad de elegir, de
disponer cada uno de un destino.

Llamo a Rita para que le ayudase a vestirse como esta se había quedado dormida llego
presurosa y un poco somnolienta, la niña Luz le pregunto acerca de lo ocurrido con José
Manuel y ella le contó todo lo sucedido aquel dia que le trajeron para que pasare la noche
con el, que donde todos piensan que había sucedido algo no paso nada, la niña le
pregunto como que no paso nada, Rita le contesto que cuando ella llego allá por Casilda
no quería entrar pero la Casilda la empujo y entonces adentro ella se envalentonó y no
quiso que el negro la tocase ella le contó que José Manuel no le presiono sino mas bien
que le dijo que si no quería no la iba a obligar porque así mulato como era también tenia
pensamiento y sentimiento. Así que me dijo si me quiero ir que me valla pero adonde iba
ir si no conocía el lugar así que me recosté por ahí no mas, luego de un rato se escucho
una vos que decía “mátala, mátala, matalaché, cógela, cógela José Manue” y el negro de
dos pasos salio de cuartucho y afuera se escucho golpes y gemidos luego un silencio ,
que tuve que cerrar la puerta para que el negro no volviera. La niña le pregunto si el negro
volvió, Rita le respondió que escucho empujones y paso en la puerta pero no la abrió
porque no quería arriesgarse, así se quedo dormida hasta que amaneció cuando Casilda
la recogió. Y el tigre no le hizo nada al venado.

CAPITULO VII: EL MILAGRO DE MARIA LUZ

Debido a la llegada de Maria Luz un sentimiento de humanización comenzó a extenderse


por todos los ámbitos de aquel caserón semipresidio. Para don Juan la vuelta de su Hija
no fue más que la llegada de la felicidad y el enriquecimiento de su vida y de la libertad de
la prisión en donde vivía. Con ella don Juan se enternecía, todo esto pasaba por la
imaginación del señor de La Tina que su hija lo salvo del borde del suicidio donde se
encontraba. Para José Manuel encontrar algo inaccesible, pero bello de admirar, su
inteligencia creció, la oscuridad de aquel mundo donde vivía desde que nació comenzó a
desvanecerse hasta dejarle ver los horizontes de la vida y la luz que le habían sido
arrebatados a todos los negros. Su corazón empezó a sentir y comprender en su mente
que la igualdad entre las razas puede darse. Este fue el milagro del cual Maria no solo
con su llegada a la Tina causo a los dos protagonistas sino también a todos los esclavos
de ese lugar.

CAPITULO VIII: MATALACHÉ


Era el negro menos negro de todos los esclavos de la tina. Su porte, poseía cierto orden e
iniciativa y un marcado sentimiento de altivez que lo diferenciaban de aquellos negros,
pues no era muy negro lo cual lo consideraban un agravio y un poco oscuro para
considerarlo blanco.

Pero este mulato era el único que entre los negros podía mandar porque tenia la
capacidad y la madures que los otros no tenían. Pero casi toda su vida el vivía en una
sombría vida. Solo la llegada de Maria Luz cambio su forma de pensar y ver la vida y fue
la única etapa de su vida donde fue realmente feliz.

CAPITULO IX: UNOS PIES DIVINOS Y UNAS MANOS HABILES

Cuando un día don Juan y su hija se disponía a salir a cabalgar ella observo las monturas
y extrañado su padre de cómo observaba este redijo que era Jose Manuel el quien había
hecho dichas monturas pues era un esclavo con hábiles manos y que su antiguo amo le
hizo aprender y al cabo de un año este ya sabia mas que el propio maestro, las talladuras
en cuero de los sillones fueron hechos por el. Ahí la niña le dijo que le iba a mandar llamar
su padre extrañado pregunto para que motivo y la niña le respondió que cuando el valla le
iba a indicar. Aquel día Jose Manuel subió hasta la habitación de la niña, a la quien tantas
veces había contemplado desde lejos, una ves dentro la niña pidió a Casilda que los
dejara solos, luego ella le pidió que le hiciera un frontal mucho mejor que el que tenia,
pero este le dijo que si se podía pero había un inconveniente la herramientas necesaria el
no las tenia y tenia que prestarlo pero era mejor traerlos desde Lima. Así después de esto
ella le pregunto si sabia hacer otras cosas, así es le respondió. Entonces le pidió que le
hiciera unos zapatos, pero el con modestia vil, le dijo que tenia que molestarla desde
ahora porque necesitaba la medida del pie o si prefería que una esclava se la tomara.
Maria accedió un poco anonadada por el respetuoso actuar del esclavo, para este era
como una profanación de algo divino. Los dos se pusieron nerviosos como si la pasión
naciente entre estos dos se encendiera como el mismo infierno, pero aun así con la
delicadeza con la que un artista sabedor de la guitarra, pudo este medir el suave pie de la
niña. Después de este fugas encuentro pero eterno para aquel esclavo, salio presuroso al
no poder esconder el nerviosismo que ambos presentaban.

CAPITULO X: EL CUARTO DE HORA PRECURSOR

Luego de aquel encuentro entre esclavo y ama lo único que dejo entre estos dos fue una
incesante pasión, debido al naciente amor que hacia que ambos se portaran de una
manera diferente lo cual pudo ser percibida por Casilda. Maria quedo ensimismada, por
aquellas palabras de grandeza que un esclavo le pudiera decir. Casilda con un aire
inquisidor quería saber que le sucedía a José Manuel, y para que la ama le había
llamado. Ella le respondió que para que le haga un par de calzados, ella respondió que
para esas cosas el si tenia habilidad. Pero luego intuyo que el mulato tenia problema de
corazón, la niña le pregunto por quien, ella le respondió que no sabia por quien por el era
muy reservado. La niña quiso averiguar más pero sabía que Jose Manuel también sentía
algo por ella así que le dijo a Casilda que ella estaba enamorada de José Manuel, y era el
único al quien podía entregarle su corazón. ASCII que con Casilda prepararon un plan
para que pudieran encontrarse Jose Manuel con ella pero era que ella iba a estar
disfrazada de una negra como lo era la Rita, para así el no pueda distinguirlas. Así se
retiro Maria Luz a su mirador a pensar quizá en la imposible locura que sucedería.

CAPITULO XI: PROMESAS CUMPLIDAS

A las cuatro semanas de encargado el pedido a Jose Manuel este ya había terminado el
trabajo en el cual había puesto toda su inventiva y habilidad cual señor entrega su obra
maestra a la sociedad, aquella obra iba hablar de el y de su capacidad, el lo presentía. Así
que cuando se lo entrego este le dijo que el trabajo había sido simbólico personal y
sincero. El sabia que en ese trabajo su corazón estaba en cada parte de las zapatillas, y
que la sangre de su corazón partido por las flechas de cupido habían hecho que la
escultura de su trabajo por fin finalizara. Ella lo recibid diciendo ¡que lindos! ¡Que lindos!
Con tanta pasión como si se entregase al amor de una persona tan enamorada del autor
de dicha obra.

CAPITULO XII: UNA APUESTA ORIGINAL

Apenas se dio comienzo al tertulio los invitados comenzaron a preguntarle a Maria Luz
acerca de las zapatillas que ella llevaba puesta esta les respondió que fue un esclavo de
la hacienda el cual había realizado dicho trabajo. Que a su vez era un gran guitarrista, el
señor Sota no se quedaba atrás pues poseía un esclavo llamado Nicanor quien era
conocido como el mejor guitarrista de todo el norte del Perú, así entre tantos dimes y
diretes llegaron a un acuerdo que se realizara un concurso del cual de ellos era el mejor
guitarrista de Piura, quedaron en apostar hasta mil pesos para luego duplicarlas, pero
nada mas de eso. Lo cual se realizaría a la semana siguiente pero después de esa
semana tendrían n mes para practicar al final del cual se enfrentarían por la apuesta, uno
de los premios sugeridos fue de la libertad del negro ganador, una vos casi apagada dijo
porque una rosa de oro pero los demás dijeron que ya no porque no era un concurso
literario.

CAPITULO XIII: UN CORAZON QUE SE ABRE Y UNA PUERTA QUE SE CIERRA

Ya había pasado lo de la tertulia cuando Maria Luz decidió dar paso a su imposible locura
de hacerse pasar por Rita y hacer llamar a Jose Manuel para acceder a su petición de
poseerla en el cuarto de los empreñaderos, donde por fin confirmaría su amor al mulato.
Cuando este llego le pregunto para que lo había llamado a este lugar si a ella no le
gustaba, pero la niña preguntándole porque ya no quería estar o poseerla, el le respondió
que ya nunca mas haría cosa alguna pues tenia su corazón con alguien que era
inalcanzable para el pero aun así el respetaría sus sentimientos y no volvería a tocar a
otra mujer. Ella le pregunto acaso es la Maria Luz, no es parte que a ti te incumba
respondido el mulato, pero al verse despreciada Maria Luz y que no le había reconocido
por estar pintada del color de Rita, esta niña se abalanzó sobre el diciéndole quien era y
que ella también lo amaba, y lo quería. Matalaché no pudiéndose contener al igual que
Maria Luz dieron rienda suelta a la pasión que en el cuarto alumbraba cual infierno rojo de
lujuria.

CAPITULO XIV: UN DIA SOLEMNE, UNA FIESTA BRILLANTE Y UNA MANO


PERDIDA
Como el día de la apuesta llego fueron invitados todos los personajes ilustres de todo
Piura como algunos invitados traídos desde Lima y otro de Buenos Aires, pero como se
sabe quien era el mas cuerdo de todos y el mas diestro de los participante tuvo que ganar
la competencia que fue nada mas que Matalache. Nicanor se corto la mano para no volver
a tocar.

CAPITULO XV: LA TENTACION

Dos mujeres giraban afanosas alrededor del lecho de Maria Luz, la Casilda y la Martina,
pues no sabían el mal que aquejaba a su ama, pues ella no hacía más que llorar desde la
fiesta ocurrida ya hace tres meses. Su padre también impaciente por una enfermedad que
no daba brillo y parecía no tener término, y su hija la que era tan fuerte no podía tomarse
la cosa tan apecho.

CAPITULO XVI: EL ÚLTIMO JABON DE LA TINA

Pasaron por el centro de la Tina dos figuras opacas pero alumbradas con un poco de luz
hacia el centro de la Tina donde se encontraban las tinas de cera. Sabes porque estas y
que te voy a hacer aquí le dijo don Juan a Jose Manuel, este le respondió lo que el
cuchillo hace a la carne humana. Pues no pues tú no te lo mereces por desleal, ingrato y
canalla, cualquiera que sea mi muerte lo recibiré con resignación pues me lo merezco por
una deuda contraída con usted, ya he rezado como buen cristiano pues la oración
consuela y purifica el alma. Don Juan le respondió desgraciadamente no te puedo cobrar
la deuda de otra manera pero tu eres peor que un perro, le dijo; soy tan hombre como
usted José Manuel piensa y siente como usted, pero que se puede esperar de los blancos
si todos son así, increpo José Manuel. Enfurecido por la respuesta del mulato hizo que lo
levantaran para poder tirarlo adentro al fondo de la tina de cera hirviendo, va a hacer
jabón conmigo, si le respondió don Juan; entonces que sirva para que la niña Maria Luz
lave a ese niño que le dejo, que seguramente va a ser mas generoso y noble que usted,
dicho esto fue arrojado, con el pavor del alarido que se escucho.

VOCABULARIO

CASERON.- Casa muy grande y destartalada.

MULATO.- Persona mestiza de raza blanca y morena.

YOGAMIENTO.- Lugar parecido al matadero de animales pero para personas.

ATENACEAR.- Arrancar con tenazas pedasos de carne de una persona.

SOLIVIANTADO.- Inducir a alguien adoptar una actitud rebelde.

GARAÑON.- Semental.

PALIO.- Dosel calado sobre varas largas que se usa en ciertas solemnidades.

LUJURIANTE.- Impureza y falta de castidad muy excesiva


ENERVADOR.- Debilitador, quitar las fuerzas

POMPA.- Acompañamiento suntuoso.

SECULARES.- Que se repite cada ciclo

ENCLAUSTRAMIENTO.- Encerrar en un claustro.

CHALÁ.- Hoja que envuelve la mazorca del maíz.

ESTRABICO.- Posición no fija de los ojos sobre un objeto que se observa

MODORRA.- Sueño muy pequeño

ENHIESTAS.- Levantado derecho

AMBITOS.- Espacio comprendido dentro de límites determinados

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