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4-Respuestas Divertidas PDF
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Permíteme explicarte con exactitud a qué se refiere el título de este libro. A las
mujeres les gusta hacer preguntas, y no sólo eso, sino también críticas y hasta
ataques directos, en especial cuando son hermosas y perciben interés en el chico
que se les acerca. Ignoro de dónde aprenden esto, si de sus madres, de sus
amigas, o van a alguna escuela donde les enseñen; el caso es que todas conocen
estas frases y las aplican, la mayoría de las veces con gran éxito.
Sabes bien a qué me refiero, a frases como el clásico “tengo novio” que emplean
para alejar a los intrusos ya sea porque perciben escaso valor en ellos, porque a
nivel consciente no desean enfrascarse en una nueva relación, y a veces hasta
por simple placer.
El problema con los aros es que son muy difíciles de identificar para el hombre
común, una pregunta tan simple como “¿Qué edad tienes?”, o una petición tan
inocente como “¿Me invitas una copa?” son aros, si respondes de inmediato tu
edad o si accedes a su petición y le invitas la copa has caído en su aro. Por eso
todos los días millones de chicos buenos entran en aros, con lo que reducen su
atractivo y terminan siendo literalmente botados no sólo por las hermosísimas
chicas 9 y 10, sino también por otras de belleza y nivel cultural promedio; algo
que podrían evitar fácilmente si no ignoraran dos cosas:
1. Entrar en un aro es una demostración de bajo valor
2. Es fácil esquivar un aro cuando sabes identificarlo
Mientras no sabes identificar sus trampas, sus preguntas capciosas y sus aros,
estas pasan desapercibidas como tales ante ti, pero cuando las conoces y las
identificas esquivarlas es relativamente sencillo, improvisando respuestas
acordes a la situación. Las respuestas enlatadas que este libro te proporciona
considéralas como una referencia para crear nuevas respuestas y no como la
única solución.
Una mala noticia más: No sólo las chicas te pondrán trampas y aros disfrazadas
de preguntas, comentarios y peticiones inocentes; también algunos tipos mala
leche lo intentarán a menudo, en especial si al tipo le gusta tu objetivo y te
percibe como un peligro tratará de ridiculizarte y hacerte quedar mal delante del
grupo. Lo peor es que si se lo permites él crecerá mientras tú te empequeñeces.
Por eso este libro también te ofrece respuestas para devolverle la bola a esos
sujetos que tratan de crecer a tus costillas, para que terminen tan pequeños que
no les quede más remedio que alejarse de ti, de tu set y de tu objetivo, reptando
como los bichos rastreros que son.
Algunas de las respuestas divertidas a preguntas capciosas que este libro incluye
son de mi inspiración; la mayoría han sido tomadas de foros en Internet, de
otros libros, o por referencia de amigos. Si te das el tiempo para buscar más
respuestas e idear las tuyas obtendrás una buena recompensa: Tus respuestas
servirán para toda tu vida y podrás aplicarlas con todas las chicas y todos los
tipos mala leche que encuentres en tu carrera de seductor.
CAPÍTULO I
RESPUESTAS DIVERTIDAS A PREGUNTAS
CAPCIOSAS DE LAS CHICAS
Tu objetivo o algunas de sus amigas en el grupo te tenderán aros psicológicos
disfrazados de preguntas, te dirán cosas que ellas acostumbran decir para alejar
a los ligones y objetarán tus aspiraciones de acercamiento y de construir una
relación. Como la mayoría no sabe qué responden y cómo actuar ante ese
comportamiento típico femenino lo único que hacen es dar media vuelta y
alejarse con su orgullo por el suelo, o permanecer en el grupo viendo cómo el
control de la conversación y su percepción de alto valor se va reduciendo hasta
su mínima expresión, finalmente quedarán fuera.
Por cierto, esto sucederá algunas veces incluso sabiendo qué responder, así
ocurre en los primeros acercamientos, tan pronto el nuevo estilo de
comunicación se haya hecho parte, no sólo de tu vocabulario sino de tu
personalidad, notarás que las cosas son cada vez más fáciles para ti en el juego
de la seducción.
Tengo novio
Esta es sin duda una de las frases más frecuentes, es sencillo, es elegante, no es
ofensivo, y constituye una poderosa forma de quitarse perdedores de encima. Lo
cierto es que el supuesto novio puede no existir, puede ser sólo un chico con el
que está saliendo, o puede ser un pretendiente que a ella no le interesa pero lo
utiliza cuando lo requiere.
Vienes a ligar, ¿verdad?
• ¿Ni siquiera?
• Tengo un amigo que sí, ¿quieres que te dé su teléfono?
• Bueno, la verdad es que yo tampoco salgo con bobas descerebradas, pero
estoy dispuesto a hacer una excepción contigo. ¿Qué tal?
• Yo tampoco salgo con gordas incultas, pero pensé que contigo podría hacer
una excepción. ¿Qué me dices? (variación de la anterior)
¿Tienes novia?
• En teoría no.
• La tuve, pero no se adaptó a mi estilo de vida libre y arriesgado.
• Sí, pero después de ver tu reacción es la última vez que lo hago. Contigo
me retiro.
• No, no a todas, sólo al 60 por ciento.
• Puede ser, pero dudo que sea tan doloroso como seguir escuchándote.
• ¿Qué quieres decir? ¿Que estás esperando a que llegue un súper hombre
como yo para sacarte del apuro.
• ¡Claro! Tu sonrisa y tu carácter lo dicen todo (en tono irónico)
• ¿Qué quieres decir? ¿Que hace años que no te echan uno como Dios
manda? Serías la primera, y eso que me he encontrado chicas en esa
situación.
• Adivina...
Dile tu edad después de su primer intento de adivinación, así pasas por su aro
después que ella ha pasado por el tuyo y neutralizas el efecto negativo.
• Tengo 98 años, pero siempre digo que tengo 92 para que no digan que soy
demasiado viejo.
• 92... De acuerdo, me caíste en la mentira... Tengo 98, pero siempre digo
que tengo 92 para que las chicas me crean más joven.
¿A qué te dedicas?
¿En qué trabajas?
• Adivina...
Igual que en el caso anterior, responde después de su primer intento de
adivinación para neutralizar el efecto negativo del aro.
• Sí, esos pantalones te hacen ver gorda... Espera, no, creo que no son los
pantalones.
• No, yo no diría que estás gorda... Aunque sí te ha crecido un poco la
barriga... ¡Ya! Estás embarazada. ¡Felicidades!
¿Estoy gorda?
Sonríe, muéstrate humilde y menciona otro de tus defectos. Después te frotas las
manos y dices: “Bueno, ¡Por fin!, Ahora es mi turno...”
• Tú tampoco eres Michael Jordan (si te dice que por lo general los chicos
son más altos que las chicas mírala de arriba a abajo y dices: “Pues qué te
digo, yo he estado con chicas más altas, ¿Tú cuánto mides? 1.80 a lo
mucho... y eso con tacones.
• Árboles más grandes han caído... (Dices mientras la miras de arriba a
abajo, después te alejas y esperas que ella venga a ti.)
• Es cierto, no soy muy alto... Pero curiosamente he salido con chicas más
altas que tú y siempre nos hemos acoplado cuando estamos en posición
horizontal.
• Cierto, tengo una biznieta de tu edad y voy a llevarla al circo mañana, ¿nos
acompañas?
• Y tú eres una bebé para mi, ten cuidado, que no se te caiga la mollera.
• Tan viejo que quizá mañana amanezca muerto, así que aprovéchate hoy.
• No soy tan viejo, lo que pasa es que tú sabes... las mujeres... el vino... las
mujeres... el tabaco... las mujeres...
• No soy tan viejo, lo que pasa es que viví durante casi tres años en una casa
solo con cuatro chicas, la menor de ellas de tu edad... Eran insaciables y...
Tú sabes, eso acaba.
• Hasta eso que no, yo no creo serlo, pero cincuenta millones de mexicanas
(o la población femenina de tu país) no pueden estar equivocadas.
• Tanto que hasta me duele la cara.
• Claro que sí, pero antes dime ¿Qué clase de masaje me vas a dar como
recompensa?
• ¿Y después qué? ¿Vas a besarme?
Si habla demasiado
• Por supuesto que no, ¿porqué ibas a hacerlo? (si puedes bésala)
• Ni siquiera había pasado por mi mente, pero ya me sembraste la idea.
No eres mi tipo
¿Eres virgen?
¿Cómo te llamas?
• Tranquila, es normal que las personas no quieran dar su edad cuando son
más grandes de lo que aparentan.
• ¿Veintidós años tenías hace cuánto? ¿Hace treinta?
• ¿Qué debo preguntarte entonces? ¿Cómo se llaman tus nietos?
Está bien, lo adivinaré, tienes treinta años... Es que mi sobrina tiene
quince y es media boba.
• Perdona, es que no estoy acostumbrado a hablar con personas mayores.
• Ok, no me digas tu edad; pero cuéntame qué hacías durante la Revolución
(o cualquier otro hecho histórico realmente antiguo)
• Espera, voy a conseguir una calculadora (Si te pregunta cuántos crees o
cuántos le calculas)
¿Te gusto?
Muchos lectores de mis libros, boletines y blogs me escriben con frecuencia para
preguntar qué hacer para conquistar a una chica que tiene novio. La primera
consideración es cuál es el tipo de relación que la chica tiene con ese novio y cuál
el tipo de relación que quieres tener con ella. Considero prudente respetar una
relación seria y un compromiso formal, pero si la relación no es seria y en
algunos casos ni siquiera existe, entonces ligarla tiene sentido y es una
aspiración legítima. Por otro lado, si su relación es seria pero te interesa lo
suficiente como para pasar con ella el resto de tu vida, entonces nadie, ni
siquiera el novio, tiene derecho de quitártela.
Las siguientes son estrategias que puedes aplicar para minimizar a tus
competidores, ridiculizarlos ante tu objetivo y sacarlos de la jugada con
facilidad:
Delatarlo
Recibirlo
Halagarlo
Los chicos caen rápido ante los invasores porque intentan minimizarlos, pero
con eso sólo logran que su objetivo piense que ese chico tiene algo bueno y por
eso lo tratas de hacer menos. Si, por el contrario, halagas un defecto, lo dejas en
ridículo fácilmente. Los siguientes son algunos ejemplos de falsos cumplidos y lo
que realmente significan:
• Este Gabriel es un buen chico, muy buen chico (Es muy aburrido)
• Admiro a este Juan, es de esos tipos que no parecen preocupados por la
apariencia (Es un desarrapado)
• José es un tipo admirable, trabaja todo el día y no se cansa (No tiene
futuro)
• Eduardo es un bromista, dice que la capital de Francia es Madrid (Es un
idiota)
Cuando el intruso cometa un error, mira a las chicas con un aire de complicidad,
como diciendo: “¡Vieron qué gran perdedor!”. El código basado en miradas que
las chicas utilizan sólo podrás aprendiendo conviviendo con chicas.
Las siguientes son frases que con frecuencia los intrusos emplearán para
minimizarte, y las respuestas que puedes devolver. También puedes usar las
frases, pero asegúrate de que tu víctima no conozca las respuestas:
• Sí, la verdad es que debo aparentar ser malo para que no salir lastimado,
no puedes abrir tu corazón con todo el mundo. Como me pasó con una
chica el otro día, comprendí enseguida que sólo estaba interesado en mi
aspecto físico, así que pensé, esto no irá más allá del sexo, así que no abras
tu corazón.
¿Qué te pasa?
¿Estás bien?
No hablas
Te noto raro
• Veo que estás muy obsesionado con ligar, tranquilo... Por cierto, tienes
razón, yo en ese tiempo no ligaba, pero gracias a eso nació en mí la
inquietud por el tema y ahora puedo tener a la chica que me dé la gana
tener. Pero también ahora sé que ligar no es importante, sólo lo es para la
gente que sigue siendo insegura. Tranquilo.
• Sí, me lo contó. También me dijo que eras tan pequeño que debía fingir los
gemidos.
• Lo sé, por eso en cuanto me conoció de inmediato supo lo que se estaba
perdiendo.
• Sí, fue porque le dije que no te comías ni una dona y andabas demasiado
deprimido.
• Claro, como no iba a pedir más si siempre la dejabas a medias.
CONCLUSION
Con las respuestas que este libro te proporciona te será más fácil salir airoso de
las trampas, los test de aptitud, los aros, y todas aquellas herramientas de
comunicación aparentemente inocentes que las chicas saben manejar con gran
éxito.
Hace varios meses me encontraba tomando una copa en un bar y pude apreciar
el intento de acercamiento de un chico bueno hacia una chica a la que calificaría
con un 9.5. La conversación fue más o menos así.
Ella bebió la copa mientras contestaba algunas de las preguntas que él le hacía,
evidentemente por compromiso. En cuanto terminó su copa ella dijo:
-Bueno, un placer conocerte, debo ir con mis amigas. Ciao. Ah, y gracias por la
copa.
Eso sucederá siempre que caigas en sus trampas y aros, se aburrirá de ti, te
utilizará para después dejarte ahí completamente desarmado.