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Pauta de Estimulación

del Lenguaje

El lenguaje es el medio que usamos para comunicarnos. Es necesario para


comprender el mundo y para poder expresar con palabras los sentimientos,
conocimientos e ideas.
La familia tiene la responsabilidad de estimular al niño para que desarrolle
sus capacidades comunicativas desde las primeras etapas de la vida.

¿Cómo podemos ayudar al niño a desarrollar su lenguaje?


 Debemos hablarle mucho al niño, desde bebé, aunque no entienda todo lo
que se le dice. Esas palabras se grabarán poco a poco su memoria y podrá
después entenderlas y utilizarlas.
 Es muy bueno conversar con el niño, haciéndolo participar de diálogos,
preguntándole, pidiéndole su opinión, es la mejor forma de desarrollar en él un
buen vocabulario y su capacidad de nombrar las personas y cosas que le rodean.
 Celébrelo cada vez que use palabras para comunicarse, aunque las pronuncie
mal o se le entienda poco.
 Muéstrese contento cada vez que él repita algo que usted ha dicho, pero
sin corregirlo.
 No insista en hacerlo repetir palabras, lo cansará y aburrirá y podría
negarse a expresarse. Prácticamente en todas las actividades se puede
estimular el uso de palabras. Lo importante es expresarlas con relación a lo que
el niño está haciendo o sintiendo.

¿Cómo puedo ayudar a que pronuncie mejor las palabras?

Para poder pronunciar los distintos sonidos del idioma, es importante


fortalecer los músculos de la boca. Para ello es útil que el niño aprenda a soplar,
por ejemplo que: sople pitos, flautas, fósforos, velas, inflar globos, etc; como
que también aprenda a realizar diferentes movimientos con la lengua y los labios,
los que pueden ejercitar frente a frente con el niño o bien sentados frente a un
espejo.
Es necesario considerar que el niño aprenderá a hablar mejor si los adultos
pronuncian bien y usan las palabras correctas. No es conveniente hablarle al niño
como guagua.
¿Cuándo el niño debiera empezar a comunicarse con frases u oraciones?

Una vez que el niño se comunique con palabras aisladas es necesario que
aprenda a unir dos palabras y se comience a comunicar con mini frases usando
con mayor soltura su lenguaje. Para esto:
Cuando el niño diga el nombre de alguna persona o cosa, introduzca
inmediatamente en una frase, la palabra que él dijo, pronunciada en forma
correcta. Por ejemplo, si el niño dice: "ahto", el adulto dirá: "si ese es el auto del
papá".

¿Cómo favorecer el uso del lenguaje a través de palabras y oraciones?

Hay muchas ocasiones para asociar la experiencia y las acciones con palabras.
Por ejemplo:

EN LAS RUTINAS DIARIAS....


Al vestirse, al comer, acostarse, al lavarse, al jugar...

EN SITUACIONES SOCIALES
Las situaciones sociales le permitirán al niño conocer nombres de personas,
formas de saludarse... de despedirse... de entrar en contacto.... de celebrar....
Por ejemplo, al saludar a los vecinos, comerciantes del barrio, al convivir en
familia, al visitar parientes, amigos, etc.

EN PASEOS
En los paseos, además de explorar, el niño puede aprender a desarrollar su
vocabulario si va nombrando y conversando sobre todo lo que ve.

COMPARTIENDO CON OTROS NIÑOS


Para el niño, la instancia de compartir con niños de su edad es muy enriquecedora,
tanto para su desarrollo social como para el lenguaje. Es excelente para aprender
a comunicarse con los otros, expresar sus ideas, aprender a jugar en grupo
respetando turnos de juego y de habla, y sobre todo para aprender a valerse por
sí mismo e iniciar la resolución de las dificultades que se le presenten.

ESTRATEGIAS
-La mejor forma de estimular el lenguaje es hablar con el niño y dejar que nos
hable con tranquilidad.
-La televisión no debe sustituir la estimulación del niño.
-Deje que se exprese, no lo interrumpa ni hable por él.
-Los padres son el modelo a seguir de cómo utilizar el lenguaje. Es por esto que
es importante que hable correctamente, de manera pausada y con frases
comprensibles y ordenadas.
-Hable educadamente: pida por favor, de las gracias, exprese sentimientos sin
herir, no interrumpa cuando alguien habla, de esta forma el niño se acostumbrará
a hacerlo.
-Exigirle que hable con frases, no sólo con palabras. Por ejemplo si su hijo (a)
quiere pan y dice “pan”, estimular a que diga: “Por favor, ¿me das pan?”.
-Permita que le cuente sus experiencias en el colegio, y usted cuéntele las suyas.
-Dé el nombre correcto de los objetos,
-Enséñele el nombre de los objetos habituales de la casa, pregúnteselos a modo
de juego: “¿Cuál es el tenedor?...¿Cómo se llama esto?”.
-Al nombrarle elementos explíquele para qué sirve, su color, su forma, sus
características. Luego fomentemos que el menor las mencione.
-En viajes o paseos nombre los objetos que vaya viendo, lo mismo al ver televisión
o leer un cuento ilustrado.
-Explíquele el nombre de los objetos que aparecen en cuentos y canciones.
-Cante con él.
-Juegue al “veo-veo” a modo de fomentar que nombre elementos.
-Conteste siempre que le pregunte “¿Qué es esto?”.
-Revise el vocabulario que están trabajando en clase y repáselo con el niño (a).
-Juegue a adivinar el nombre de objetos nombrando sólo las características.
-Busquen diferencias en dibujos casi iguales.
-Esconda cosas y déle pistas de dónde se encuentra.
-Enséñele sus nombres y apellidos, al igual que el del resto de la familia.
-Enséñele su dirección y teléfono.
-Procure hablar y pronunciar correctamente.
-Si el niño (a) comete errores al producir alguna palabra, dar el modelo correcto
una vez, si lo dice bien, elógielo, si no, no vuelva a corregirlo.
-No imitar su lenguaje infantil, ni se ria de éste.
-Evitar los alimentos triturados o mamaderas a partir de los 2, 6 años: no se
fortalecen los órganos de la boca para el habla: paladar, lengua, dientes, etc.
-Si encuentra que presenta algún problema físico como por ejemplo frenillo
sublingual corto o mordida abierta, consúltelo con un especialista.
-Estructure correctamente las frases, exíjale que lo haga también.
-Fomente preguntas de qué, quién, cómo.
-Jugar a decirle una palabra y que diga una frase. Luego con dos palabras.
-Juegue a decirle una frase de 3 o 4 palabras desordenadas, y que la tenga que
ordenar.
-Enséñele trabalenguas.
-Juegue a alargar las frases.
-Jueguen a realizar movimientos labiales y linguales, aumentando la dificultad de
éstos con el tiempo.
-Jueguen a soplar remolinos, hacer burbujas de jabón, soplar pitos, inflar globos.
-Realizar juegos de discriminación auditiva: adivinar a qué corresponden los
sonidos (imitar animales, teléfono, ruidos de auto, moto, tren, dejar caer las
llaves, etc.). Jugar a cazar las letras, por ejemplo, cada vez que digamos una
palabra que contenga el sonido “d” levantar la mano.

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