ESTRUCTURA DE UN ARGUMENTOS

YOSELIN BELLO
GINNA BLANCO

RICHARD VILLADIEGO
DOCENTE

OPERACIÓN DE PLANTAS PETROQUÍMICAS

GRUPO SÁBADO

CARTAGENA DE INDIAS
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE BOLÍVAR
2016
 ARGUMENTO 1

Tomado de: Díaz, Álvaro (2002). La Argumentación Escrita. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. pp. 126-127

Muchos padres consideran que deben preparar a los hijos para competir e inculcarles un
espíritu competitivo, convencidos de que tal entrenamiento es indispensable para llevarlos a
triunfar en su vida profesional.
Sin embargo, desde el momento en que los padres, profesores o entrenadores hacen énfasis
en que los niños deben saber competir, están ignorado que lo importante no es ganar,
desconociendo los males que la enseñanza puede generar.
Un muchacho competitivo sólo compite cuando está seguro de que puede ganar, privándose
así de desarrollar muchas actividades que podría disfrutar; una persona competitiva ve en
cada uno de los que le rodean un enemigo que le puede ganar y por lo tanto le es difícil
establecer relaciones sólidas y sinceras con sus compañeros; una persona competitiva no
tiene el coraje de ser imperfecta porque reconocer sus fallas es para ella admitir su
inferioridad; una persona competitiva no sabe trabajar en equipo porque se centra en cosechar
éxitos para sí misma y no puede compartir sus logros con los demás; una persona competitiva
frecuentemente es capaza de pasar por encima de sus principios morales o éticos porque
triunfar es para ella más importante que actuar con rectitud.
Contrariamente a lo que se cree, una persona no competitiva está mejor preparada para
arreglárselas en la sociedad competitiva actual, entre otras porque como no está preocupada
con lo que otros hacen sino con lo que ella puede hacer, le es posible concentrar sus energías
en lo que se propone lograr.
Igualmente, está libre para desarrollar un genuino interés y aprecio por lo demás al verlos
como sus amigos y compañeros no como los contenedores que pueden arrebatarle la victoria.
Una persona no competitiva sabe apreciar el valor intrínseco y la calidad humana de sus
semejantes y no evaluarlos únicamente por sus destrezas o habilidades.
Por último, una persona no competitiva se proyecta ante todo a través de sus contribuciones
a la sociedad y no en virtud de su status en la misma.
El verdadero éxito en la vida no reside en el número de trofeos que se logre obtener, sino en
el número de satisfacciones que se logre cosechar. La gente generosa e interesada en los
demás es apreciada, así como los prepotentes y egoístas son aborrecidos. Si se cultiva el buen
corazón de los hijos más que simplemente sus capacidades o facultades, demostrarán su valor
a través de un genuino interés por sus semejantes, de un trato sencillo y humilde con los que
tienen menos de un sincero deseo de aportar algo a su comunidad. Así su calidad humana les
llevará mucho más lejos que una buena cantidad de medallas ganadas a expensas de su propia
integridad física y moral.

Ángela Marulanda, “Lo que va del triunfo a la ética”, El Tiempo, 18 de agosto de 1996
 con CONCESIÓN
en este parafo identificamos
En este párrafo identificamos
Muchos padres consideran que deben preparar a la concesión que hace el autor
los hijos para competir e inculcarles un espíritu del texto al referir lo que
competitivo, convencidos de que tal piensan los padres en la
entrenamiento es indispensable para llevarlos a preparación de los hijos para
triunfar en su vida profesional. que puedan triunfar en su vida
profesional

REFUTACIÓN
Sin embargo, desde el momento en que los padres, En este párrafo el autor
profesores o entrenadores hacen énfasis en que los cuestiona la posición de los
niños deben saber competir, están ignorado que lo padres, profesores y
importante no es ganar, desconociendo los males entrenadores al enfatizarse en
que la enseñanza puede generar. la idea de que los niños deben
de ser competitivos sin mirar las
consecuencias de esto.

FUNDAMENTACIÓN
Un muchacho competitivo sólo compite cuando
está seguro de que puede ganar, privándose así de
desarrollar muchas actividades que podría
disfrutar; una persona competitiva ve en cada uno
de los que le rodean un enemigo que le puede
En este párrafo podemos ver lo
ganar y por lo tanto le es difícil establecer
que sucede a nivel social al
relaciones sólidas y sinceras con sus compañeros;
educar a un niño con el espíritu
una persona competitiva no tiene el coraje de ser
imperfecta porque reconocer sus fallas es para competitivo.
ella admitir su inferioridad; una persona
competitiva no sabe trabajar en equipo porque se
centra en cosechar éxitos para sí misma y no
puede compartir sus logros con los demás; una
persona competitiva frecuentemente es capaza de
pasar por encima de sus principios morales o
éticos porque triunfar es para ella más importante
que actuar con rectitud.

.
 FUNDAMENTACIÓN
Contrariamente a lo que se cree, una persona
no competitiva está mejor preparada para
arreglárselas en la sociedad competitiva actual,
entre otras porque como no está preocupada
con lo que otros hacen sino con lo que ella
puede hacer, le es posible concentrar sus
energías en lo que se propone lograr.

Igualmente, está libre para desarrollar un Encontramos tres párrafos donde

genuino interés y aprecio por lo demás al se sustenta el por qué una
verlos como sus amigos y compañeros no persona no competitiva se
como los contenedores que pueden arrebatarle encuentra preparada para la vida
la victoria. Una persona no competitiva sabe social.
apreciar el valor intrínseco y la calidad humana
de sus semejantes y no evaluarlos únicamente
por sus destrezas o habilidades.

Por último, una persona no competitiva se

proyecta ante todo a través de sus
contribuciones a la sociedad y no en virtud de
su status en la misma.

PUNTO DE VISTA
El verdadero éxito en la vida no reside en el
número de trofeos que se logre obtener, sino en
el número de satisfacciones que se logre
cosechar. La gente generosa e interesada en los
demás es apreciada, así como los prepotentes y En este párrafo encontramos la
egoístas son aborrecidos. Si se cultiva el buen posición del autor del por qué no se
corazón de los hijos más que simplemente sus está de acuerdo en la educación
capacidades o facultades, demostrarán su valor competitiva que se le quiere
a través de un genuino interés por sus enseñar a los niños.
semejantes, de un trato sencillo y humilde con
los que tienen menos de un sincero deseo de
aportar algo a su comunidad. Así su calidad
humana les llevará mucho más lejos que una
buena cantidad de medallas ganadas a
expensas de su propia integridad física y moral.
 ARGUMENTO 2

Tomado de: Díaz, Álvaro (2002). La Argumentación Escrita. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. pp. 128

El punto de vista de la iglesia Católica es, sin duda alguna, sumamente respetable. Pero la
obligación de un Estado pluralista, como Colombia bajo la Constitución del 91, no consiste,
en asuntos estrictamente morales como poner término a los padecimientos insoportables de
un enfermo incurable, en convertir en delito todo lo que una iglesia considera pecado, así esa
iglesia congregue a la mayoría de los ciudadanos. Porque el régimen pluralista tiene que
proteger –ésa es su esencia- a quienes piensan de otro modo. Si a la persona se le reconoce
como moralmente autónoma, y así lo hace la Constitución colombiana, no se la puede obligar,
a la fuerza, a observar comportamientos fundados en creencias que no son las suyas, y en
asuntos que esencialmente a ella atañen. Eso sería no sólo jurídicamente inadmisible (como
contradictorio), sino éticamente inaceptable.
La decisión de la Corte no implica, como equivocadamente piensan algunos, que el Estado
se desentiende, en este caso, de proteger el derecho a la vida (como es su deber irrenunciable)
sino que entiende en su verdadero alcance lo que es un derecho: una opción legítima, no una
obligación inescapable. Y se arguye que hay que protegerla como un bien inapreciable, es
necesario advertir que un bien deja de ser tal, cuando el sujeto moral no lo considera ya
deseable ni compatible con su dignidad. No parece pues, éticamente correcto condenar a
alguien a que soporte abrumadores sufrimientos en nombre de un credo que no comparte.

Carlos Gaviria, Magistrado de la Corte Constitucional, “EL fallo”, El Tiempo

REFUTACIÓN
El punto de vista de la iglesia Católica es, sin duda
alguna, sumamente respetable pero la obligación
de un Estado pluralista, como Colombia bajo la En este fragmento el autor muestra
Constitución del 91, no consiste, en asuntos la posición del estado ante los
estrictamente morales como poner término a los asuntos morales de la iglesia
padecimientos insoportables de un enfermo respecto al padecimiento de un
incurable, en convertir en delito todo lo que una enfermo, respetando sus creencias.
iglesia considera pecado, así esa iglesia congregue
a la mayoría de los ciudadanos.
 .
GARANTE
Porque el régimen pluralista tiene que proteger –ésa
es su esencia- a quienes piensan de otro modo. Si a
la persona se le reconoce como moralmente En este párrafo se identifica el
autónoma, y así lo hace la Constitución colombiana, garante, el cual es representado por la
no se la puede obligar, a la fuerza, a observar constitución colombiana.
comportamientos fundados en creencias que no son
las suyas, y en asuntos que esencialmente a ella
atañen.

PUNTO DE VISTA O CONCLUSIÓN Este es el punto de vista la conclusión

del autor con recto de imponer
Eso sería no sólo jurídicamente inadmisible (como creencias siendo una sociedad
contradictorio), sino éticamente inaceptable pluralista.

FUNDAMENTACIÓN
La decisión de la Corte no implica, como
equivocadamente piensan algunos, que el Estado se
desentiende, en este caso, de proteger el derecho a la
Encontramos 2 párrafos donde se
vida (como es su deber irrenunciable) sino que
sustenta las razones del
entiende en su verdadero alcance lo que es un
comportamiento jurídico del estado.
derecho: una opción legítima, no una obligación
inescapable.
Y se arguye que hay que protegerla como un bien
inapreciable, es necesario advertir que un bien deja
de ser tal, cuando el sujeto moral no lo considera ya
deseable ni compatible con su dignidad.

PUNTO DE VISTA
No parece pues, éticamente correcto condenar a
alguien a que soporte abrumadores sufrimientos en
nombre de un credo que no comparte.
En este párrafo encontramos lo que
piensa el autor de que se tenga que
soportar sufrimiento por creencias
ajenas.