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El Contrato
El Contrato
de donde nacen la mayoría de las instituciones jurídicas civiles que existen hoy en día;
día.
derecho romano primitivo pasando por el clásico y tomando forma por el derecho
Justiniano; todo relevancia después pasando por diversos estadios en sus formación
actual.
sacerdotal.
del formalismo exagerado del derecho canónico debido al acrecentamiento del trafico
I. DERECHO ROMANO
Como es conocido por todos la semilla de las instituciones del derecho actual
surgieron en su mayoría en el derecho romano, claro que tomando un
perfeccionamiento a través del tiempo hasta llegar como lo conocemos; en cuanto al
contrato paso por los periodos de formación del derecho romano como el periodo
primitivo, clásico (/donde toman auge considerable), Justiniano, entre otros.
En el derecho romano primitivo, lo que hoy en día conocemos como contrato era el
pactum o convenio, contratus1 por el contrario, deriva de contraere y se aplicaba a
toda la obligación contraída como consecuencia de la conducta humana, fuera licita
o ilícita, pactum o delictum. Sin embargo, el uso fue limitándose la palabra
contractus a los acuerdos de voluntades y ese es el derecho que tiene ya en el
derecho clásico.
En el derecho justinianeo, el contrato es el acuerdo de voluntades capaz de constituir
a una persona en deudora de otra, incluyendo como tales a toda clase de negocio que
tuviera por fin la creación, modificación o extinción de cualquier relación
jurídica.*2
El nexun fue el primer contrato romano que se caracterizaba por las rígidas
solemnidades que debían seguirse para su perfeccionamiento, como la pesada
del cobre y la balanza y la presencia del librepiens y de los cinco testigos2.
Una derivación del nexum es la sponsio que era el contrato que consistía en
el empleo de palabras sacramentales, como ¿spondes?, a lo que el obligado
contestaba spondeo, sin necesidad del per aes et libram. Pero como este contrato
podía llevarse a cabo entre ciudadanos, aparece la stipulatio para que también
pudieran contratar los no ciudadanos, donde las partes podían interrogarse usando
cualquier expresión, a lo que el obligado contestaba siempre: promitto. De esta
manera nacieron los contratos verbales.
1
BORDA Guillermo, “Manual de Contratos”, 17ª Edición, Editorial Perrot, Buenos Aires, Pág. 13.
2
PEÑA Y ARGUELLO Guzmán, Derecho Romano, Pág. 261
De la práctica de que un ciudadano romano llevara un libro de registro doméstico, el
codex accepti et expensi, donde anotaba los crédito contra el deudor, así nos
encontramos con la nomina transcriptitia que era usada cuando el obligado era otro
ciudadano, y con la chirographa o syngrapha para el deudor extranjero. De estas
formas de celebrar una convención cuyo perfeccionamiento
3
DE LA PUENTE Y LAVALLE Manuel, “El contrato en General”, Tomo I, Palestra Editores, Perú 2003.,
Pág. 23.
Así, en las Decretales del papa Gregorio IX del año 1234 se sancionaba la
obligatoriedad de respetar los pactos cuando se adoptaran mediante juramento. El
problema en este caso derivaba de que los pactos se debían cumplir, no por su fuerza
obligatoria, sino por subordinarse al juramento del que emanaba el auténtico vínculo
jurídico, por lo que no quedaba clara la solución cuando se hiciera un pacto inválido
a la luz del Derecho, unido a un juramento válido.
El Código Civil de los franceses, vigente desde 1804, fue el modelo que inspiro a la
codificación civil durante todo el siglo XIX, debido a su demostración de influencia
individualista formulado a través del esfuerzo del pueblo francés después de su
independencia, desarrollándose un desarrollo hegemónico hasta la promulgación del
Código alemán, influyo en la codificación civil tanto europea como americana, del
siglo XIX.
El código civil francés, adopto el concepto genérico el de la convención,
estableciéndolo como un género respecto del contrato que venia a ser una de sus
especies. Así, todo contrato era una convención, pero no toda convención era un
contrato y aunque reunió una serie de aspectos legislándolos como materia propia de
la convención, lo que llevaba implícita una teoría general de la misma, la propia
doctrina francesa no la encontró suficiente para explicar los actos de la voluntad
privada como las unilaterales, toda vez que la convención solo podía ser aplicada en
su bilateralidad y por lo tanto solamente aplicados en actos bilaterales5.
El código napoleónico fue producto de la revolución francesa, cuyo ideal inspiro el
movimiento emancipador en Ibero América y la codificación de su resultado, pues
fue que a consecuencia de la ruptura de la metrópoli española. la codificaron vino a
ser entonces, la reafirmación de las nacionalidades luego de su independencia y la
instauración de las republicas6.
5
Gaceta Jurídica, “El Acto Jurídico”, 6ª Edición, Gaceta Jurídica S.A., Lima Perú, Pág. 34.
6
BRUCE ST. JOHN Ronald, “La Política Exterior”, 1ª Edición, Exituno S.A., Perú, Pág. 3.
7
Ibídem. Pp. 43,44.
libro Tercero a las obligaciones y los contratos (juntas las dos, denotándose una
acumulación y por ende confusión en estoas instituciones)
En 1922 se planteo en el Perú la reforma del código civil que venia rigiendo desde
hacia sesenta años. La comisión nombrada al efecto trabajo durante catorce años,
dándose la promulgación del nuevo código el 14 de agosto de 1936 para que iniciara
su vigencia el 14 de noviembre del mismo año.
El codificador de 1936, ubico dentro del derecho de las obligaciones al acto jurídico.
En una interpretación sistemática, esa ubicaron podía conducir a considerar el acto
jurídico como una categoría subordinaría al derecho de las obligaciones. Sin
embargo no podría ser así dado a que son las obligaciones las que quedan
subordinadas al acto jurídico , si es que pensamos en las obligaciones generadas por
la voluntad (contratos),.
De ahí que la interpretación a la que pudio conducir la ubicación del derecho de las
obligaciones es absolutamente equivocada.