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ISSN 0188—9834
VOL. 21
NÚMERO
42
AGOSTO - DICIEMBRE
2012
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CIUDAD JUÁREZ
Nóesis, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades
del Instituto de Ciencias Sociales y Administración
Francisco Javier Sánchez Carlos Comité Editorial Interno:
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Ciencias Sociales
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Juárez, a través del Instituto de Ciencias Sociales y Administración Universidad de Texas en El Paso (Estados Unidos)
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N.dE. Se respeta la ortografía original de este texto, escrito antes de las modificaciones a la
gramática y ortografía dispuestas por la Real Academia Española, como señal de respeto al
trabajo invaluable del Dr. Federico Ferro Gay.
Contenido
7 Abstracts
Presentación
Roberto Estrada Olguín, Alberto Escalera Narváez,
13 Juan de Dios Viramontes Miranda
Sección Monográfica
El concepto de “tradición” en la filosofía de las ciencias sociales y humanas
18 Renato Huarte Cuéllar
La dificultad de medir
182 Samuel Schmidt Nedvedovich
Resumen
La comprensión de la “ciencia”, la “filosofía” y la “moral” depende en cierta medida de
la comprensión de lo racional, entonces, es claro que el problema de fondo es: ¿cuáles
son los fundamentos que tienen las diversas “filosofías” para estipular lo racional? Así,
lo que a continuación exponemos es el carácter problemático de la racionalidad, particu-
larmente, la oscilación de la bioética entre dos paradigmas de la moral, cuyas nociones
de racionalidad están en disputa. Para ello, dividimos la exposición en tres apartados:
primero, describimos el contexto filosófico en el cual surge la bioética; luego, una breve
historia de la bioética y el ámbito de esta disciplina; en seguida, desarrollamos la pro-
blemática de la racionalidad bajo Nicolas Rescher, y finalmente, ejemplificamos dos
tipos de paradigma de la ética: 1) la phronesis aristotélica y 2) el imperativo categórico
kantiano, en las cuales la racionalidad juega distinto papel.
Abstract
The understanding of the "Science", "philosophy" and "morality" depends to some
extent for the understanding of the rationality, then is clear that the fundamental prob-
lem is: what are the fundamentals that have several "philosophies" to provide what the
rational is? This paper exposed a philosophic perspective of the problem of rationality
in bioethics and this exposition we divide into three sections: first, describe a brief
history of bioethics and the scope of this discipline. Secondly, we develop the issue of
rationality under Nicolas Rescher, and the end, we exposed two ethics alternatives for
the bioethics: 1) the Aristotelian phronesis and 2) the Kantian categorical imperative,
which the rationality plays a different role.
1. Nacionalidad: Mexicana
Grado máximo de estudios: Doctorado en Filosofía de la Ciencia
Especialización: filosofía de la ciencia
Adscripción: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Correo electrónico: roberto.estrada@uacj.mx
“E
n los departamentos de filosofía de las universidades nor-
teamericanas, con excepción de las universidades católicas,
predominaba la influencia del neopositivismo lógico en el
estudio de la filosofía moral” Esta afirmación se encuentra en la obra
Para fundamentarla bioética, teorías y paradigmas teóricos en la bioética
contemporánea. Los autores además, señalan lo siguiente: “El primer
gran filósofo en interesarse por los temas de lo que vendría a ser la
bioética fue Hans Jonas, un alemán trasplantado a los Estados Unidos
después de la Segunda Guerra Mundial. Jonas se había formado en
Alemania en la década de los veinte, bajo la dirección de los grandes
maestros Edmund Husserl, Martin Heidegger y del teólogo Rudolf
Bultmman”. (Ferrer, J. J. y Álvarez, J., C., 2003, 75 y 76).
Las afirmaciones del párrafo anterior nos permiten señalar tres
aspectos sobre el surgimiento de la Bioética. Primero, que tiene pre-
ocupaciones compartidas con la filosofía de la ciencia derivada del ver-
tiginoso progreso de las ciencias y particularmente de las ciencias de
la salud. En segundo lugar, que el surgimiento de la bioética coincide
con el colapso del neopositivismo lógico y por tanto, con el colapso de
la ética kantiana. Y en tercer lugar, dado ese colapso, el planteamiento
de la bioética se refugia en la vertiente de la hermenéutica que pro-
viene de la ética aristotélica, lo que es patente a partir de la idea según
la cual, es necesario unir dos ámbitos: las ciencias (naturales) y las
humanidades, expresada por los creadores de la palabra bioética. Es
decir, la bioética desde su surgimiento, ha oscilado entre la concepción
aristotélica y la concepción kantiana de la moralidad.
La comprensión de la “ciencia”, de la “filosofía”, de la “moral” y por
tanto, de la bioética, depende en cierta medida de la comprensión de
lo racional, entonces, es claro que, tanto para la filosofía y la ciencia,
en general, como para la bioética, en particular, el problema de fondo
es: ¿cuáles son los fundamentos que tienen las diversas “filosofías” para
estipular lo racional? Por ello, para mostrar que la problemática de la
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exponer brevemente, en primer lugar, el contexto filosófico en el cual
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néutica de Heidegger1—; así, a través de Kuhn se tendieron posibles
La problemática de la racionalidad y la Bioética
1 Véase, por ejemplo, el texto de Joseph Rouse, Knowledge and Power y también el de
Teodor Kiesel, “Heidegger and the new image of science”, en Christopher Macan (edi-
tor), Martin Heidegger, volumen IV, Routledge, London, 1997.
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filosofía de la ciencia y reservando el contexto de descubrimiento para la
2 Señalemos que aquí estamos hablado, grosso modo, de la tendencia que predominó en
el Círculo de Viena y de la versión más popular de ese Círculo; esta versión tuvo su
origen después de 1922 (con la llegada de Schlick a Viena y, posteriormente, Carnap,
1926), pero antes de esa fecha —desde 1907— un grupo de intelectuales con intereses
comunes, grupo que encabezaban Hans Han, Otto Neurath y Philiph Frank, ya tenía
la costumbre de reunirse para discutir asuntos de intereses diversos. De este grupo
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Neurath fue el miembro que más diferencias manifestó con la tendencia que predo-
minó a partir de 1926. De esta diferencia de opiniones es muestra lo que dice Carnap
relativo a Neurath en su Autobiografía Intelectual: “...Criticaba duramente la opinión
común, mantenida entre otros por Schlick y Russell, en virtud de la cual la aceptación
universal de una doctrina filosófica dependía principalmente de la verdad de la misma.
Neurath señalaba que la situación sociológica en una cultura dada y en un periodo his-
tórico dado es favorable a cierto tipo de ideología o actitud filosófica...” Baste con esta
cita para ejemplificar esas diferencias, aunque Carnap señala también como temas de
discusión entre Neurath y el resto del grupo la distinción entre Naturalwissenschaften y
Geisteswissenshaften, por un lado, y el marxismo y la dialéctica, por otro. En suma, pues,
quizá el pensamiento de Neurath sea el más difícil de conciliar con la imagen de la
ciencia descrita en esos tres puntos.
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Pero en la década de los sesentas, en el ámbito de la filosofía de
La problemática de la racionalidad y la Bioética
3 Sin embargo, ya a principios del siglo XX existen los elementos que cambiarían la ima-
gen de la ciencia en las obras de Pierre Duhem: La theorie Phisique: sa estructure et son
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la filosofía de Martin Heidegger. Debemos tener en cuenta que los
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nión según la cual los supuestos de la nueva imagen de la ciencia tienen
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paciente con cáncer cervical ulcerado, inmediatamente después sin
4 Para consultar datos sobre estos casos véase: Levine, R. J., Ethics and Regulation of
Clinical Research, New Haven, Yale University Press, 1988, 69-70 y 70-71, y Jonsen
A. R., The Birth of Bioethics, New York, Oxford University Press, 1998, pág., 146-148 y
153-154.
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Estos, y muchos otros abusos en la investigación, estimularon el
La problemática de la racionalidad y la Bioética
5 Para una visión general de los problemas sobre los trasplantes de órganos puede consul-
tarse el libro de Eduardo Rivera López, Ética y trasplante de órganos, FCE-IIF-UNAM,
México, 2001.
154
Por otra parte, los avances en la genética dieron surgimiento a nue-
6 Para un panorama general sobre los problemas específicos de la eugenesia puede con-
sultarse el reciente libro titulado Los desafíos éticos de la genética humana, que compilan
Florencia Luna y Eduardo Rivera López, que editan el Fondo de Cultura Económica
y el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, 2005.
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nal nos encontramos con Hans Jonas, de quien como ya hemos seña-
La problemática de la racionalidad y la Bioética
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Particularmente las desarrolladas en el ámbito de la hermenéutica
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Es decir, a pesar de la distinción de diferentes tipos de racionalidad
La problemática de la racionalidad y la Bioética
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tiva y fundamental: ¿por qué ser racional?, o ¿ hay buenas
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puestas son: la piedra es piedra porque así son las piedras o porque así las
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elegir nuestros objetivos y valores; pero ¿qué pasa cuando se concibe a
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Así, pues, Rescher parece estar en contra de una concepción “ins-
La problemática de la racionalidad y la Bioética
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la elección de los medios que debemos emplear para el logro de esos
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siguiente señalamiento, donde concede la razón a Aristóteles sobre el
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table de la vida orgánica consciente”. Además dice: “Pero el hecho de
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implica deliberación). Rescher plantea la tarea por realizar, a saber:
La problemática de la racionalidad y la Bioética
8 “...la racionalidad posee —dice Rescher— de modo crucial una dimensión económica,
ya que se considera que la tendencia económica es inherente al comportamiento inte-
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obtener otra cosa, sino algo que se persigue por sí mismo (Aristoóte-
9 Cfr., Política, 1252b-1253a. Hay que señalar que la definición aristotélica supone la
distinción entre acto y potencia. En efecto, el logos es análogo al sentido de la vista: la
finalidad de este es ver, pero si cerramos los ojos, no estamos viendo actualmente, ello,
sin embargo, no significa que los ojos carezcan de la potencialidad del ver; de la misma
manera sucede con la facultad de pensar puede ser en acto o en potencia.
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4. Breve comparación entre phronesis aristotélica e imperativo
La problemática de la racionalidad y la Bioética
categórico kantiano
a) Phronesis.
El planteamiento ético de Aristóteles adquiere relevancia por su posi-
ble actualidad. No obstante, ello plantea el problema según el cual para
Aristóteles la Ética y la Política es algo genéricamente distinto de la
Ciencia (episteme). Este problema no es observado por la filosofía de
la ciencia, lo cual tiene consecuencias relativas a las distinciones esta-
blecidas por Aristóteles entre theoria, praxis y poiesis. Estas consecuen-
cias fueron apuntadas ya por Gadamer en su Réplica a Hermenéutica y
crítica de la ideología (Gadamer, H.-G., 1985, capítulo 19, págs., 243-
265). Sin embargo, Gadamer no aborda con detalle la distinción entre
episteme y phronesis, por lo cual es necesario desarrollar esa distinción
para mostrar porqué la segunda no puede reducirse a la primera, ni vice
versa. Sin embargo, la elucidación de la phronesis también requiere que
esta sea distinguida de otras capacidades del alma para poder ver con
claridad la distinción entre teoría, práctica y producción.
En Aristóteles hay una interrelación entre ontología y epistemo-
logía, entre lo que se conoce y el cómo se conoce. En el libro VI de
la Ética a Nicómaco, se distingue la parte racional (logos) de la parte
irracional (alogos) del alma. Ahora, los seres u objetos cuyos principios
no pueden ser de otra manera de como son (objetos necesarios) debe-
rán ser conocidos por una capacidad del alma distinta de la capacidad
cognoscitiva con la que se conocen los seres u objetos, cuyos principios
sí pueden ser de otra manera de como son (objetos contingentes). Por
lo tanto, la parte racional del alma debe sufrir una división que co-
rresponda a la división de los objetos. Así, la parte racional del alma
la divide Aristóteles en lo epistemonikon (cuyos objetos son los nece-
sarios) y lo logistikon (cuyos objetos son los contingentes) (Cf., Etica a
Nicómaco, VI, 2, 1139a 2-20. Véase también: Marino, López Antonio,
1995, pp., 29-52 y asimismo: Aubenque, Pierre, 1963, pp., 7-8).
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que los contingentes están en el tiempo. Pero los objetos de la techne,
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a ella. El lugar de una cosa es, para la física, “lo interior de lo que es
La problemática de la racionalidad y la Bioética
10 “In sensation, even in touch, my body is not present as a body (which it surely is and has
to be for the possibility of sensation). Rather, in sensing the table, my body ‘mediates’
between me and the table. My body is the transparet medium of my presence...When
I sense something, I do not sense the thing directly (without my body as a medium),
nor do I sense the medium directly —I do not sense my hand touching the table. When
I see something, my body is not present as a visible objet. My body is present in vision
as a ‘point of view’. The ‘Here’ of my body is present in sensation as a perspective.” (“En
la sensación, incluso en el tacto, mi cuerpo no está presente como un cuerpo (que se-
guramente está y ha de estar para la posibilidad de la sensación). Más bien, sintiendo la
mesa, mi cuerpo ‘media’ entre yo y la mesa. Mi cuerpo es el medium transparente de mi
presencia...Cuando yo siento algo, no siento la cosa directamente (sin mi cuerpo como
un medio), ni siento el medium directamente —no siento mi mano tocando la mesa.
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Cuando veo algo, mi cuerpo no está presente como un objeto visible. Mi cuerpo está
presente como un ‘punto de vista’. El ‘Aquí’ de mi cuerpo está presente en la sensación
como una perspectiva”). (White, J., 1994 p., 26).
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forma orgánica) no es la suma de sus partes y sus partes no son homo-
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La relación entre biología y ética en Aristóteles complementa la
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buena y el deseo sea recto, si la elección deliberada ha de
12 Marino López ve aquí la integración de la parte irracional con la parte racional del
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alma: la inclinación (orexis) mutable se transforma en hábito (hexis) permanente (Ma-
rino Antonio, 1995., p. 34). Véase también Ando, Takatura, Aristotle’s Theory of Practical
Cognition, Martinus Nijhoff, Netherlands, 1971: este autor entiende lo irracional y lo
racional en Aristóteles en dos sentidos uno donde lo irracional no tiene relación alguna
con lo racional, y otra donde lo irracional se puede relacionar con lo racional. El punto
en el cual se establece esta relación es precisamente la apetencia (orexis); véase el capí-
tulo II The funcions of the soul, págs., 76-137. Cf., Aristóteles, Etica a Nicómaco, 13,
1102b-1103a.
13 Aristóteles definió la elección (proairesis) en el libro III, 5, 1113a 11, como un deseo
deliberado (bouletike orexis), ahora se trata de una elección (y, por tanto de un deseo
deliberado) correcta.
14 Este término es traducido por Aubenque y por Samaranch (traductor de Aristóteles de
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como un tipo de saber (gnome) que capta lo adecuado (epieikos) de cada
La problemática de la racionalidad y la Bioética
caso. Siendo esto lo que distingue al hombre prudente del resto de los
humanos. Este tipo de conocimiento o saber es lo que más adelante
denominaremos —siguiendo a Antonio Marino— percepción pruden-
cial.
La phronesis queda caracterizada como una hexis, acompañada de
razón verdadera, dirigida a la acción y con referencia a lo que es bueno y
malo para el hombre (Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1140b, 20). Ahora,
con lo anteriormente dicho podemos distinguir más claramente a la
phronesis de la episteme y de la techne.
La episteme, por su parte, en tanto trata sobre objetos de lo necesa-
rio y eterno, no tiene como su objeto lo bueno y malo para el hombre,
no es en lo eterno donde Aristóteles busca lo bueno, sino en lo logis-
tikon, pues lo eterno y necesario no admiten ser de otra manera de
como es, pero el hombre y su vida pertenecen a lo que sí puede ser de
otra manera de como es. Además, la episteme, en tanto es susceptible
de ser enseñada y aprendida, no es práctica sino teórica. (Marino Ló-
pez, 1995, p. 34).
La techne, por su lado, a pesar de referirse a los objetos de lo logis-
tikon —igual que la phronesis— tampoco tiene como su objeto lo bueno
y malo para el hombre, pues en tanto disposición (hexis) productiva —y
no práctica— es un conocimiento que se busca no por sí mismo, sino
en vista de un fin externo; mientras que la phronesis es un conocimiento
que se busca por sí mismo. Podemos decir que en la techne no es nece-
sario que el deseo (orexis) sea recto y la razón verdadera, pues el fin de
la producción es otro que la producción misma. Mientras que para la
phronesis la acción buena, el acto virtuoso, es el fin en sí mismo. Además,
la techne admite grados, mientras que en la phronesis no hay grados.
la editorial Aguilar) como “buena deliberación” y por Marino López como “buen conse-
jo”. Hay desacuerdo igualmente entre estos autores para traducir la palabra epieikos, los
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dos primeros la traducen como “equitativo”( Pierre Aubenque, 1963, pág., 116 y ss; tam-
bién 151), mientras que el último la traduce como “lo adecuado” o “lo idóneo”(Marino,
L..A.,1995, pág., 37).
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Aristóteles hace algunas otras distinciones de la phronesis con capa-
b) Imperativo categórico.
Por ahora, quizá, un ejemplo de una manera opuesta de ver la ética,
el conocimiento práctico, nos muestre la importancia que tiene el ver
dicho conocimiento de una o de otra manera. Comparemos, por ejem-
plo, lo que plantea Kant en la Metafisica de las costumbres. Sin olvidar
que es probable que el propio Kant cambiara su planteamiento con la
introducción del Juicio reflexivo en la Tercer Crítica.17
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Kant también distingue entre lo necesario —en su terminología
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18 “...cuando se trata del valor moral no importan las acciones, que se ven, sino aquellos
íntimos principios de las mismas, que no se ven” (Fundamentación de la metafísica de
las costumbres, 1983, p., 30).
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deber será a priori y por tanto, universal. Es en la universalidad de la ley
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y por tanto, alguien es responsable de sus actos, si y solo si, asumimos
La problemática de la racionalidad y la Bioética
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Bibliografía
179
Platts, Mark (compilador). Dilemas éticos. México: FEC-IIF-UNAM,
La problemática de la racionalidad y la Bioética
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Rescher, N. La Racionalidad, una indagación filosófica sobre la naturaleza
y la justificación de la razón, Tecnos, 1991.
Rivera, López, Eduardo. Ética y trasplante de órganos. México: FCE-
IIF-UNAM, 2001.
Rouse, Joseph. Knowledge and Power: toward a political philosophy of
science. Ithaca Cornell University Press, 1987.
Kiesel, Teodor. “Heidegger and the new image of science”, en:
Christopher Macan (editor). Martin Heidegger, volumen IV,
London: Routledge, 1997.
White, Jhon. A Biological Theme in Aristotle’s Ethics, Editado en The
St. John’s Review, Vol. XLII, no. 3, 1994.
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