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“EL ASESINO DEL MARTILLO”

En casi todos los casos de homicidio se plantea la cuestión de cuáles fueron las razones
del crimen, entre ellas se exponen causas de acuerdo al nivel de consciencia o
inconsciencia que tiene el homicida al momento de realizar el crimen, es decir, si el homicida
estaba fuera de sí, sea por agentes toxicómanos o por algún trastorno característico de la
separación de la mente del cuerpo por espacios de tiempo, o no. Sin embargo, definir con
certeza cuáles son las causas del crimen es una tarea ardua y extensa en la que se deben
estudiar diversos factores que influyen en el comportamiento del asesino.

Un caso donde existió mucha controversia fue el caso de Juan Clímaco Basombrío
Pendavis, de “clase alta” y “buen apellido”, el “asesino del martillo”, que asesinó a la
hermana de su amigo, dejó grave a la empleada del hogar y agredió a dos de sus amigos,
todo esto con el uso de un martillo. Muchos especialistas refirieron que el factor
determinante que incitó al joven de 19 años a cometer el acto de asesinato fue la cocaína
que se encontró en leves cantidades en su sangre, pero había más factores que
determinarían que Clímaco asesine a Alexandra, la hermana de 16 años de su amigo, a 44
martillazos para asegurar su muerte.

Según la escuela positivista de la criminología, se debe estudiar antropológicamente al


criminal y los efectos jurídicos para adaptar jurídicamente a las varias causas que produce
el crimen, remedios eficaces. Los rasgos que presenta Clímaco que lo caracterizarían como
un criminal son: pómulos sobresalientes, protuberancia craneal, impulsividad, frialdad
afectiva, egocentrismo, introvertido, entre otros. Asimismo, la influencia del ambiente y el
aspecto social determinaron que él realice el crimen, pues, Clímaco estaba lleno de envidia
y cólera hacia la familia Brenes (en la que se encontraba y ocurrió el crimen), por su
situación económica y la imagen de familia perfecta junto a la imagen paterno- filial que él
no tenía.
Huertas (2011), cita a Lombrosso, el cual expresa que el criminal nace con diferencias del
sujeto normal por causas genéticas denominado atávico o nato y entre las tipologías de
delincuentes u homicidas que realiza, la que pertenece a Clímaco es la de ocasional,
persona, casi siempre normal, aunque de escasa energía volitiva, que asesina por
sugestión del ambiente o por motivo pasajero sentimental. En este caso, Clímaco había
perdido a su padre a los 11 años, al morir este, se quedó solo con su madre y sus dos
hermanas, por otro lado, perdieron gran parte económica y los beneficios a los que estaban
acostumbrados a vivir. Él siempre era una persona callada y realizaba actividades
normales, constantemente activo en su religión católica pero lleno de sentimientos que
acallaba.

La teoría de la frenología refiere a la importancia del cerebro y del relieve del cráneo para
determinar la facultad mental de la persona. Clímaco, si bien es cierto no presentaba
anormalidades en la forma de su cerebro o cráneo, manifestaba que, desde hace tiempo,
tenía ruidos en la cabeza que le causaban dolor y momentos antes del crimen los empezó
a sentir. Recuerda que cogió el martillo y después de eso, se ve en con sangre en sus
brazos y cuerpo, no recuerda los martillazos ni las veces ni las personas en las que puso
este instrumento encima. Su cabeza se paralizó y actuó con un ser irracional y salvaje,
cuando recuperó la normalidad ya había realizado el crimen.

A lo largo del tiempo los seres humanos hemos ido evolucionando, el cerebro de la persona
no ha cambiado mucho desde los últimos tiempos, las personas aún poseemos ese instinto
y conducta salvaje de los animales, especialmente cuando reaccionamos. Nos hemos
adaptado al medio que vivimos y a las personas con las que convivimos. Hemos ido
evolucionando, pero no siempre para bien, hemos desarrollado emociones y sentimientos
y también hemos adquirido un conjunto de trastornos psicológicos que se heredan por
factores genéticos y biológicos o se adquieren por el medio en el que vivimos, desde la
familia hasta la sociedad en general. Clímaco fue diagnosticado con trastorno de
personalidad disocial con rasgos narcisistas e histriónicos que lo evidencia en el desajuste
social y conductas de carácter negativo que poseía al no poder tener lo que su amigo tenía,
con una inteligencia en promedio normal.
Clímaco tenía diversas razones para causar la tragedia en la familia Brenes, el
resentimiento y venganza a causa de la envidia y resentimiento social que poseía, por otro
lado, la razón que expresa el hermano de la víctima y amigo del homicida, este había
ingresado recientemente a la universidad San Ignacio de Loyola y pudo identificar en
Clímaco la envidia que tenía porque él no sería capaz de establecer su estancia en una
universidad por falta de medios económicos, entre otros.” Un posible amor hacia Alexandra,
la hermana de su amigo, pudo haber sido otro factor determinante para el crimen”(Montoro,
2008). Y sin dejar de lado la cocaína, que afectó su cerebro y contribuyó, junto a la carga
de sentimientos y emociones que retenía, que realizara el homicidio.

Identificar las causas ayuda a determinar la pena por el delito cometido, el aspecto del nivel
de consciencia en la que realizó el acto influye, pero al no ser diagnosticado con una
alteración psicopatológica o episodios psicóticos anteriores dio como resultado que lo
sentencien a 20 años de cárcel. Siendo un ferviente seguidor de su religión y de tener una
familia, no completa, pero que estaba ahí para él, no desarrolló una inteligencia emocional
adecuada para su vida y esto causó que en unos minutos de su vida perdiera el control y
desate una desgracia en sus manos, frustre su vida y cause un dolor eterno en las personas
que lo acogieron como parte de su familia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Huertas Díaz, Omar (2011). Aproximaciones a la antropología penal desde la


perspectiva de Lombroso. Bogotá: ISSN.
- Montoro Salazar, Hamilton (2008). El interés mayor y egoísta como factor
determinante en el homicidio doloso del caso el asesino del martillo.

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