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La Ensenanza Del Numero y El Sistema de Numeracion en El Nivel Inicial y El Primer Ano de La EGB Ressia Moreno
La Ensenanza Del Numero y El Sistema de Numeracion en El Nivel Inicial y El Primer Ano de La EGB Ressia Moreno
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ENSEÑAR MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL
Y EL PRIMER CICLO
DELAE.G.B
Análisis y propuestas
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Mabel Panizza
(compiladora)
~,,~
Paidós
Buenos Aires> Barcelona'
1" edición, 2003
México
1" reimpresián,
2004
Todo conocimiento debe poseer una frescura y una novedad perpetuas, una inocencia
siempre renaciente; sin lo cual el contacto de
nuestro espíritu con lo real deja de ser sentido. El verdadero COIlOcimiento debe
descubrimos el universo en cada instante, como si
110S hiciera asistir a su génesis.
Lours LAVELLE, La conscience de soi
J. INTRODUCCIÓN
ENSEÑAR
MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL.""
postula?
i:eséiIverprobiema·s
con ven-
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aprendizaje
como algo acurnulativo,
como la sumatoria de pequeñas
porciones de saber adquiridas en pequeñas dosis. Se asume que lo más
importante es el entrenamiento:
es a través de la repetición y memorización de las nociones matemáticas como un
sujeto -carente de todo saber- aprenderá.
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ENSEÑAR
MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL...
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La noción de número desde esta concepción se entiende como la síntesis entre las
operaciones de clasificación y de seriación. Se supone que con
estas actividades lógicas los niños pueden apropiarse de los conocimientos
orevios necesarios para aprender el número. La idea central es que "los ni10S no
pueden utilizar los números en el trabajo numérico".
Esta asevera.ión (como mínimo confusa) plantea entonces la necesidad de una etapa
orevia prenurnérica -clasificar, seriar, establecer correspondencias
término
1 térrnino-,
a través de la cual los alumnos construirían la noción de núrne:0 y sin la cual no
podrían utilizarlos.
La concepcion de enseñanra-aprendiraje de este enfoque tiene como
referente
teórico el desarrollo
que sobre la pregunta
"¿Cómo
se
incrementan
los conocimientos?"
hizo lean Piaget a través de la psicología genética. Esta pregunta fundamental tuvo
por objeto construir una
teoría del conocimiento
y de ese modo terciar entre el innatismo y el
ernpirismo, las dos corrientes epistemológicas
de su época, que explicaban la adquisición de conocimientos
como pcrcibidos del medio por un
organismo pasivo (empirisrno) o como "pre-programados"
desde el nacimiento, de manera tal que el sujeto se los apropiaría necesariamente
si
se produjeran ciertas condiciones en el medio (innatismo).
Las investigaciones
que Piaget y sus colaboradores
llevaron a cabo sobre la psicogénesis del número -entre otras- le permitieron
postular que
el conocimiento era el resultado de una construcción llevada a cabo por
medio de las interacciones de un sujeto con la realidad. Sin embargo, no ,
hay nada en toda su obra que se refiera a un estudio científico sobre la
enseñanza. Si se abocó al estudio de los niños, fue para encontrar un
medio que le permitiera
responder
científicamente
las cuestiones
epistcmológicas.
Como explica Brun (1994): "La psicología genética establece entonces,
en su origen, una relación de exterioridad con la investigación
sobre la
enseñanza". Dicho de otro modo, la teoría de Piager no implica un modo
diferente de enseñar matemática.
Tiene objetivos y metas distintas.
Piaget se ocupó de estudiar las grandes categorías del conocimiento
como el espacio, el tiempo, la causalidad, la longitud, etcétera para poder
comprender y describir los procesos de constitución de los conocimientos. A pesar
de esto, la transposición
directa de la teoría de Piaget
al aula es un hecho recurrente.
78
ENSEÑAR MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL
La enseñon:a dellllílllero
y del sistema de Ilumeración
79
nacimientos
culturales que se desea que él adquiera? Si no se asume
una intencionalidad
didáctica, el peligro pedagógico consecuente es el
de suponer que hay que cruzarse de brazos y esperar hasta que el sujeto
construya las estructuras operatorias definidas por medio de la lógica
(lógica de clases y de relaciones) y de esta manera vaciar al aula de contenidos de
enseñanza.
Las consecuencias
descriptas son el resultado de haber tomado las investigaciones
de Piaget como si se tratara de una teoría general de la
enseñanza y del aprendizaje que puede pautar normas para la enseñanza
de contenidos escolares.
Esta posición "aplicacionista"
(Brun, 1994) -bajo el supuesto de que
eso es el constructivismoprovocó que la escuela desconociera la principal función
de su existencia, esto es, garantizar a las futuras generaciones la transmisión de
los conocimientos
socialmente relevantes que
la humanidad ha construido y sigue construyendo
desde hace siglos.
La legitimidad de un contenido de enseñanza no puede depender solamente de la
iniciativa del maestro, sino que debe aparecer como legítimo a los ojos de la
sociedad. En ese sentido, ¿es un conocimiento
socialmente relevante la génesis de la conservación de las cantidades o
es privativo de un pequeño sector vinculado con la psicopedagogía?
Por otra parte, las investigaciones
de Piaget que se toman como.referente son justamente las que demuestran que no es
necesaria una enseñanza sistemática para lograr que los niños accedan a la
conservación
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resolución de un problema de manera independiente
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seo del maestro es necesario que tenga un proyecto (implícito)
de
aprendizaje y acepte su responsabilidad
(Perrin-Glorian, 1993).
No será esto posible si piensa que el trabajo en la hora de Matemática
consiste en hacer lo que se le pide tal y como se lo enseñaron previamente, o que
lo que produce sea algo que se hace para luego ser abandonado
sin que se pueda establecer ningún vínculo con lo precedente o los aprendizajes
futuros, o que su trabajo es importante realizarlo solamente para
"pasar de grado", "para que mi mamá se ponga contenta", etcétera.
Es el maestro guíen puede lograr que el alumno acepte la responsabilidad
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y del sistema de numeracion
3. LA RESOLUCIÓN
DE PROBLEMAS
de la matemática?
La didáctica
de la matemática
define
los problemas
como aquellas
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perfirú~Iltes-eJrripriC·arse ·enlab-CIsq·uecfa-denllev'üs·modos·de
lo que produce elavance enlos conocim'ientos~-" .
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Los problemas destinados al aprendizaje
de un nuevo conocimiento
matemático deben permitir que se genere una interacción entre el alumno y
la situación. Para organizar su actividad de resolución, el alumno deberá
.bu?car entre todos'-sus conocimientos
matemáticos
aquellos que le parezcanpertinentes,
tomar I~~~~iones
que correspondan
a la elección de éstos, anticiJ2.~r posibles resultados, etcétera.
¿Cuál sería el obstáculo al que se enfrentaría un alumno si los problemas que se le
ofrecen son siempre los mismos? ¿Por qué se implicaría en la
búsqueda de nuevos modos de resolución si con lo que sabe le alcanza')
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mita explicar las acciones vinculadas a una resolución matemática, cuidando de que
sea lo más claro posib~ara
poder ser comprendido por los compañeros. Ese lenguaje, por otra parte, deberá
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que la situación exija. Esta reconstrucción lela acción promueve el conta~tocon 16-
sdlferentes procedimientos de resolución que hayan podido
surgir entre los compañeros, lo que le permite a un alumno obtener ciertas
informaciones sobre la situación que quizás no había anticipado por no disponer de
los medios de acción suficientes. Por ejemplo, c!.~_SJbrjE
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menos costosos, errores en sus propias concepciones o en las de otros,
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MAI'EMÁTICA
EN ELNIVELINICIAL...
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En el conjunto de interacciones
que se dan entre los alumnos y el docente a propósito de un conocimiento,
se han descripto momentos en los
que los alumnos deben actuar para resolver problemas y momentos en los
que deben comunicar, argumentar y validar sus producciones.
Sin embargo, éstos no son suficientes para consolidar una situación didáctica, Son
indispensables,
además, aquellos momentos en los que el docente dará
un estatuto oficial a los conocimientos
en juego. Así, el saber construido
por los alumnos al actuar, comunicar y validar aparece connotado con una
valoración de saber cultural socialmente establecido.
Esto significa otorgar a ese conocimiento
el rango de un saber reutilizable, aun en contextos
diferentes del que le dio origen, constituyéndose
de ese modo en herramienta.
Detengámonos
un momento.
Al producir
un conocimiento
nuevo,
los matemáticos
no explicitan
el complejo
proceso por el cual ese conocimiento
fue creado. No comunican
ni los problemas
particulares
que generaron la necesidad de esa herramienta,
ni las preguntas que se
plantearon,
ni las anticipaciones,
marchas y contramarchas
que realizaron, etcétera. Comunican
el saber fuera de todo contexto, buscando la
manera más general, despersonalizada
y aternporal posible, para que pueda ser integrado al edificio matemático
(Brousseau,
1986). Esto se refleja
en los currículos y programas escolares, donde los conocimientos
aparecen enunciados de manera aislada, definidos conceptual mente y fuera de
toda situación.
Desde la perspectiva de enseñanza de la didáctica de la matemática, el
problema se plantea de manera opuesta. Si lo que se quiere lograr es que un
alumno construya con sentido el saber quese-rehansmíte,··erlna-estrotendraqu'e
contex.túafizarese
conocTrriiento realizando uri proceso similar al
que llevaron adelante los productores originales de ese saber (Brousseau,
1986). Tendrá entonces que permitir.a.los.alumnos
interactuar con los problemas que requieren de esa herramienta,
probar:descartar,reintentar,
modificar, etcétera.
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93
Una de las razones por las que la humanidad inventó los números es un
buen ejemplo de lo anterior. Cuando aún no existían los sistemas de numeración, la
gente utilizaba otros recursos para resolver problemas. Los pastores, por ejemplo,
utilizaban bolsitas de cuero y piedras para controlar
-estableciendo
una relación término a término- que todas las ovejas que
habían salido a pastar estuvieran de vuelta en el corral. Para eso. cada vez
que salía una oveja (para ellos el concepto "una" no existía) entraba una
piedra en la bolsa, salía otra oveja y entraba otra piedra, y así sucesivamente. Al
cabo del día realizaban la operación inversa, entraba una oveja en el
corral y salía una piedra, y así siguiendo. Si la bolsita quedaba vacía. entonces
la tarea estaba termi nada; si no, había que sali r a buscar tantas ovejas como
piedras quedaban, A medida que la cantidad de ganado se fue
incrernentando,
ese procedimiento
dejó de ser eficiente para resolver ese y
otros problemas. La humanidad, entonces, inventó los números y con ellos,
entre otras cosas, la posibilidad de cuantificar cantidades.
Este recorte de la historia de la creación de los números nos permite ver
claramente cómo los niños construyen este conocimiento
de manera similar. ya que una de las estrategias más utilizadas por ellos en el
jardín de
infantes para comparar colecciones de objetos es, justamente, la correspondencia
término a término. Si se incrementan las cantidades puestas el! juego en
situaciones didácticas
pensadas con la intención de incidir sobre los
conocimientos previos, los niños, al igual que lo hizo la humanidad, se apropiarán
del conteo.
Llegado a este nivel, el alumno no sabe que ha producido un conocimiento que podrá
utilizar en otras ocasiones. P.¡l~atransformar sus respuestas y conocimientos
en saber; al resolver diferentes situaciones en donde el
conteo sea herramienta,
el alumno deberá, con la ayuda del maestro,
redespersonalizar
y redesconrextualizar
el saber que ha construido en un
contexto paitlcülüi';para
poder reconocer en lo que ha hecho algo que tenga carácter universal, un
conocimiento
cultural reutilizable
(Brousseau,
1986). Como veremos más adelante, en este caso se trataría de poder reconocer el
conteo como una herramienta eficiente no sólo para comparar
colecciones;S,noi);lra:'resoivel'liIl
carnpo dqJroblemas
más amplio.
No obstante, es el maestro quien, al resaltar ese saber producido previsto en los
objetivos (institucionalización),
lo tornará en un saber reutilizable.
Dice Brousseau (1986):
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94
ENSEÑAR
MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL...
sistema
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95
ideas acerca de los números y del sistemadenumeración
aún antes de haber concurrido a la escuela. Fayol (1985) Y Schaeffer, Eggleston y
Scott
(1974) coinciden con otros investigadores
en que el conteo pre_c~c:le_a)a
conservación.
Del mismo modo, a través de diversas investigaciones
Gelman y sus colaboradores
(Gelman,
1977, 1983; Gelman y Gallistel,
1978; Gelman y Meck, 1983) consideran que la apropiación del número
está ligada al con tea y no a la noción de.conservaciónDe acuerdo con estas
investigaciones,
el interés por los números, el establecimiento
de algunas relaciones, así como el uso de ellos en diferentes
contextos de utilización, parece no estar determinado por la existencia previa de
la conservación
de las cantidades. Veamos algunos de los conocimientos que poseen y sus
características.
El recitado de la serie
Los chicos del Nivel Inicial poseen conocimientos
sobre la serie numérica oral. Estos conocimientos
no son los mismos para todos los alumnos
de una misma sala. Difieren no sólo en la extensión del intervalo numérico
conocido por ellos, sino también en las distintas competencias
de las que
disponen y que están implicadas en el recitado convencional.
No reviste la misma complejidad
para un alumno recitar la serie a partir del 1 y detenerse cuando ya no sabe más;
recitar y detenerse en el número que se le ha solicitado; recitar intercalando
palabras (por ejemplo:
un elefante, dos elefantes ... ); recitar a partir de un número diferente de 1
(5, 6, 7 ... ); reci tar de manera ascendente de 2 en 2, de 5 en 5, de 10 en 10;
recitar de manera descendente de 1 en 1, de 2 en 2, etcétera (Parra y Saiz,
1992).
La complejidad creciente de esta serie de competencias
podrá ser superada en la medida en que éstas aparezcan como herramientas
para resolver problemas.
Por ejemplo, ya nos preguntamos
por qué razón un
alumno va a descubrir la conveniencia
de recitar a partir de un número
diferente de 1 si los cálculos que se le ofrecen son del tipo "2 + 3", "3 +
4": usar los dedos o hacer "palitos" para representar
esas cantidades no
ofrece dificultad,
y en consecuencia
no necesitará
poner en juego el
sobreconteo.
En este caso, una variable didáctica para que 1(1 situación le
demuestre al sujeto la insuficiencia
de su conocimiento
sería introducir
números más grandes.
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La numeracián escrita
La investigación llevada a cabo en la Argentina por Delia Lerner y Patricia
Sadovsky ( 1994), acerca de cómo se aproximan los chicos al conocimiento del
sistema de numeración, arrojó dos certezas.
a) Los
chicos construyen muy
tenJl2.r.ª,zamentehipótesis,
ideas particu._--------.-,---_. ,._--_.' ..
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Los niños construyen ideas acerca de la escritura de los números basándose entonces
en dos informaciones: la que extraen de la numeración
hablada y la que les da el conocimiento de la escritura convencional de los
nudos.
Para escribir números de los que aún no conocen su representación convencional,
hacen uso de esos saberes yuxtaponiendo los símbolos que conocen según el orden que
les indica la numeración hablada. Por ejemplo, al
pedirle a Lucía (5 años y 10 meses) que escriba diecisiete, escribe 107;
veinticuatro lo escribe 204; trescientos noventa y seis como 300906; dos mil
trescientos como 2000300 (otros chicos lo escriben como 21000300). Esta
correspondencia estricta con la numeración hablada, es decir, la convicción
de que los números se escriben tal cual se los nombra, deriva de las
características mismas que el sistema de numeración hablada posee. A diferencia de
la numeración escrita, que es posicional, la numeración hablada no
lo es. Si lo fuera, al leer un número, por ejemplo el 7452, diríamos "siete
cuatro cinco dos". Sin embargo, leemos en función del conocimiento que
poseemos, "siete mil cuatrocientos cincuenta y dos", es decir.que al mismo
tiempo que enunciamos la cifra, enunciamos la potencia de 10 que le corresponde a
cada una.
¿Cómo avanzan los chicos hacia la escritura convencional? Las investigadoras
encontraron que este avance se produce al entrar en conflicto dos
de las hipótesis fuertes de las que disponen: por un lado, el convencimiento
de que los números se escriben tal cual se dicen; por otro, el conocimiento
de que un número es mayor que otro si tiene más cifras.
Un alumno que sabe escribir los nudos de manera convencional, por
¡J\"ejemplo el 20, el 30, etcétera, puede escribir el veintitrés como 203 y ar',el'
\ gumentar con mucha convicción que lleva más números que el 20 porque
, es más grande. Si a continuación se le pidiera que escribiera el 30, y se le
";preguntara si un número que es menor puede escribirse con más cifras
que otro mayor, comenzaría a replantearse sus ideas previas. Esto no sig;nifica que
inmediatamente acceda a la escritura convencional en cualquier
intervalo de la serie numérica, pero lo que sí es seguro es que se quedará
pensando acerca de que la escritura de los números tiene ciertas particularidades.
Si se le ofrecen diversas situaciones en las que pueda comparar números de
diferente cantidad de cifras, progresivamente irá construyendo ideas
acerca de que los "diecis", "veintis", "treintis", etcétera, "van con dos nú-
1.11
101
meros", "los cientos van con tres", "los miles van con cuatro". Estos conocimientos
funcionan como control de escrituras ligadas a la numeración
hablada: "son muchos números", se les escucha decir, y se embarcan en
reiterados intentos de modificar la escritura hasta lograr reducir la cantidad
de cifras (Lerner y Sadovsky, 1994).
4. LOS PROBLEMAS
Y LA ENSEÑANZA
DEL NÚMERO
las producciones
Utilicemos el siguiente problema para ver qué tipo de resoluciones pueden aparecer
por parte de los chicos, como también qué criterios didácticos
debería tomar en cuenta el maestro.
PROBLEMA
"EL TESORO"
(Charnay y Valentin, 1992)
Objetivos del maestro: favorecer la anticipación de resultados; desarrollar
estrategias que faciliten la resolución de cálculos aditivos.
Organización de la clase: se juega en pequeños grupos de 3 o 4 alumnos.
Materiales: una bolsa opaca o caja con tapa con tres "piedras preciosas"
103
adentro (porotos o cualquier otro material) para cada alumno, porotos sobre la
mesa, un dado, lápiz y papel para cada uno.
Consigna: "Cada uno de ustedes tiene dentro de la caja 3 piedras preciosas que yo
ya puse. Por turno tiran el dado y averiguan cuánto van a tener
ahora en su tesoro, agregando tantas piedras como diga el dado. Después
hagan lo que consideren necesario con el lápiz y el papel para poder recordar
cuántas tienen ahora en su tesoro. Al final tienen que decidir quién
ganó".
El juego supone que los chicos que ya han recibido los 3 porotos tienen
que anticipar cuántos tendrán después de haber ganado tantos como puntos hay en el
dado que acaban de tirar. Los poroto s ya recibidos no son
visibles, el alumno sabe solamente cuántos hay ya en su caja.
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a) Algunos niños sólo podrán encontrar el nuevo valor de su tesoro sacando los 3
porotos de la caja, agregando tantos como puntos hayan salido
en el dado y contándolos todos uno a uno. Estos niños no han comprendido aún que
pueden anticipar la respuesta o no saben cómo hacerla.
b) Otros harán tantas marcas en el papel como porotos tienen o usarán los
dedos para luego contarlos uno a uno.
c) Algunos (si el número que salió en el dado es bajo) hacen una representación
mental de la situación. Es decir, "ven" los porotos "en sus cabezas" y los cuentan
uno a uno sin manipular el material ni hacer ninguna
representación gráfica.
d) Otros podrán hacer sobreconteo, es decir, retendrán el 3 y seguirán contando,
apoyándose en los dedos o tocando los puntos del dado (3,4, 5,
6,7).
104
MATEMÁTICA
EN EL NIVEL IN1CIAL...
La cnsciian;o del número
Como se ve, es una propuesta viable plantear problemas aun cuando los
alumnos no dispongan de los procedimientos
de cálculo. Es justamente la
posibilidad de resolver problemas más complejos lo que le va a permitir a
un sujeto construir con significado nuevos modos de resolución al descubrir lo
costoso que resulta el conteo y al comparar sus producciones
con
otras más eficientes.
Conocimientos
previos necesarios
¿Qué necesita saber un docente acerca de los conocimientos de sus alumnos para
decidir si este problema es válido para ellos?
Como vimos, el conocimiento mínimo necesario es disponer del conteo
de las cantidades involucradas (en este caso, hasta 9). Con esto un alumno
ya está en condiciones de resolverlo. Si el maestro sabe que sus alumnos
cuentan más allá de esa cantidad, podrá poner en la caja una cantidad mayor de
porotos para que puedan hacer uso de lo que saben.
Variables didácticas
Las variables
que favorecen
el avance
en los procedimientos
didácticas
modificacióiiexigécarnbios
dimientos.
El pedido de explicitación de los nuevos recursos puestos en juego, que
pueden variar entre el sobreconteo y estrategias de cálculo mental para encontrar
los resultados, permitirá el avance progresivo de los conocimientos. En este
sentido, las intervenciones
del maestro deberían centrarse en
alentar a los alumnos a utilizar 10 que saben para descubrir lo que no saben,
es decir, a encontrar estrategias para transformar en fáciles los cálculos que
les resultan difíciles. Por ejemplo, si en la caja se pusieron 5 porotos y al
105
tirar el dado alguien obtiene el número 6, puede pensar ese cálculo como 5
posibles
El pedido de representación
de las cantidades con lápiz y papel que formula el problema tiene, por una parte,
la intencionalidad
de mostrar su
funcionalidad,
al permitir recordar una cantidad que no está presente. Por
otra parte, tiene también el sentido de propiciar el progresivo avance en el
dominio de la expresión simbólica, acerca de la cual los niños tienen ideas
previas.
La investigación
de Martín Hughes (1987) mostró que, al pedir a los
niños pequeños que hicieran sobre el papel 10 necesario para poder recordar cuántos
elementos había sobre la mesa, podían aparecer cuatro posibles
representaciones:
Idiosincrásjcas;
Estas producciones
no dan cuenta ni de la cantidad ni
Cf(;T:lc-ualidad de los objetos. Es decir que no informan qué ni cuántos
hay: En este momento, los chicos sólo cubren la hoja con "garabatos".
Pictográjicas.
La mayoría de los niños de 3 aí10S ya disponen de este
niveldérepresentación.
Dan cuenta de la cantidad exacta dibujando lo
más fielmente posible cada uno de los objetos involucrados en la situación. En el
caso del problema planteado, hacen círculos para representar los porotos. Si lo quc
hay que expresar es cantidad de llores, dibujarán
flores. Aun en los casos en los que no tienen la posibilidad de determinar el
cardinal de la colección, pueden representar la cantidad exacta,
estableciendo una correspondencia
término a término entre cada objeto
y su dibujo.
lconicas. Estas representaciones
dan cuenta de la cantidad exacta de
objetos pero a través de marcas que no brindan ninguna información
acerca de su cualidad. Dibujan en general "palitos", tantos como objetos hay. Poder
utilizar esas marcas independientemente
de si lo que re-
106
si el saber
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El conteo
Saber recitar la serie no es 10 mismo que saber contar elementos de una
colección. Es decir, unsujetoque
puede recitar la seriehasta un determinadüñlrmero no necesariamente
podrá utilizar ese conocimiento
a la hora de
contar objetos o dibujos.
Para poder contar se requiere disponer, en primer lugar, del principio de
adecuación
única (Gelrnan, 1983), esto es, asignar a cada un~defos-obje=
tos· liñay·sÓ-lou·na palabra-número,
respetando al mismo tiempo el orden
convencional de la serie. Muchas veces observamos en el jardín de infantes
que "la mano va más rápido que la boca" (o a la inversa), es decir, no pueden
establecer una correspondencia
término a término entre cada objeto y
una palabra-número
y, por lo tanto, el resultado del conteo es errado. Sin
embargo, muchos chicos que pueden establecer esa correspondencia,
al finalizar el conteo parecen desconocer cuántos objetos hay en total. Al
preguntarle "¿Cuántos lápices hay?", Joaquín (5 años), que había contado los
siete lápices desplazando uno a uno a medida que recitaba la serie, con gcs, to
sorprendido dijo: "1,2, 3,4, 5, 6, 7". Esto quiere decir que Joaquín aún
(,- .. no puede reconocer que el último número enunciado durante el conteo
corresponde a la cantidad total de objetos (principio de cardinalidad),
y cree
que la pregunta "¿Cuántos hay?" se responde repitiendo el recitado completo
utilizado para contar.
Otras de las condiciones des criptas por Gelman para lograr el conteo es
el principio de indiferencia del orden, es decir, comprender que el orden en
ir
el que se cuenten las unidades (de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de
arriba abajo, etcétera) no altera la cantidad.
97
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hipótesi.s.!.icJ.~p:s..P(I'Jif!!lares para producir ei'lierpretar represenfaciones-
11-ll;;I¿~icas.
--Cori'árg-umeñt'o;'--sf~iilr~;-~'i~sq~e describenlas investigadoras en los
casos por ellas analizados, Mercedes (5 años y 2 meses), al tener que comparar y
decidir cuál de los siguientes números es más grande: 367 y 57,
dice "éste (señalando al 367) porque tiene más números". A pesar de que
99
Mercedes no puede aún leer esos números "sabe" que a mayor cantidad de
cifras mayor el número.
Frente al pedido de comparación de dos números de igual cantidad de
cifras, 34 y 78, Julián (S años y 8 meses) argumenta "es más grande éste
(señalando el 78) porque el 7 es más grande que el 3 y el primero e.:>~gue
D.1_~_qa".
A pesar de no saber leerlos, puede argumentar-ponie-ñd'oen juego
su hipótesis acerca de que los números "valen" diferente si están en lugares
diferentes. Ese argumento está ligado a la numeración escrita: Julián sabe
que el primer número corresponde a los "veinti", "treinti", "setenti", etcétera, y
que, por lo tanto, son mayores que los "dos", "tres", "siete", etcétera. En otros
casos, las argumentaciones que ofrecen están más ligadas a la
serie numérica oral: Sebastián (S años y 9 meses), por ejemplo, explica que
"e141 es más grande que el14 porque si contás, decís 1,2,3, ... , 14, 15, ... ,
19, 20, Y tenés que seguir contando un montón hasta llegar al 41. Está después y
por eso es más grande".
Las investigadoras describen que cuando en los números a comparar la
primera cifra es la misma (21 y 23), muchos chicos argumentan que "entonces hay que
mirar el segundo número".
~onae-6ólíeilenéstas'ldea~/)Pol:
supuesto que no es del conocimiento de las agrupaciones recursivas, decenas,
centenas, etcétera, del sistema
de numeración, sino de la interacción con un medio repleto de portadores
numéricos con el que interactúan.
Pero si en el jardín de infantes y en los inicios de primer año sólo trabajan con
los números del 1 al 9, ¿cómo pueden hacer uso de lo que saben?
¿Cómo construyen y explicitan que "si tiene más números entonces es más
grande" si no pueden comparar números de diferente cantidad de cifras?
¿Cómo vinculan su conocimiento de la numeración hablada con la escrita
para argumentar (a su manera) que el valor de un número depende de la
posición que ocupe, si comparan siempre números de una cifra')
b) Los chicos no construyen la escritura convencional de los números
tal cual
orden de7ase;·ie 11/'¡;;z¿riéC;.
- .....--- --Es decir, no aprenden primero el 1 y después el 2, 3, ... ,9, 10,
11,... ,19,
20,21, etcétera. Hayciertos números que son privilegiados y éstos son los
nudos, es decir, las decenas- enteras, las centenas enteras, etcétera. Primero
pueden escribir 20, 30, 100, 200, Y posteriormente acceden a la escritura
convencional de los intervalos entre esos nudos.
et
.... -, ..
100
..
Los niños construyen ideas acerca de la escritura de los números basándose entonces
en dos informaciones:
la que extraen de la numeración
hablada y la que les da el conocimiento de la escritura convencional de los
nudos.
Para escribir números de los que aún no conocen su representación
convencional, hacen uso de esos saberes yuxtaponiendo
los símbolos que conocen según el orden que les indica la numeración hablada. Por
ejemplo, al
pedirle a Lucía (5 años y 10 meses) que escriba diecisiete, escribe 107;
veinticuatro lo escribe 204; trescientos noventa y seis como 300906; dos mil
trescientos como 2000300 (otros chicos lo escriben como 21000300). Esta
correspondencia
estricta con la numeración hablada, es decir, la convicción
de que los números se escriben tal cual se los nombra, deriva de las
características mismas que el sistema de numeración hablada posee. A diferencia de
la numeración escrita, que es posicional, la numeración hablada no
lo es. Si lo fuera, al leer un número, por ejemplo el 7452, diríamos "siete
cuatro cinco dos". Sin embargo, leemos en función del conocimiento
que
poseemos, "siete mil cuatrocientos cincuenta y dos", es decir que al mismo
tiempo que enunciamos la cifra, enunciamos la potencia de 10 que le corresponde a
cada una.
¿Cómo avanzan los chicos hacia la escritura convencional?
Las investigadoras encontraron que este avance se produce al entrar en conflicto
dos
de las hipótesis fuertes de las que disponen: por un Jada, el convencimiento
de que los números se escriben tal cual se dicen; por otro, el conocimiento
de que un número es mayor que otro si tiene más cifras.
Un alumno que sabe escribir los nudos de manera convencional,
por
ejemplo el 20, el 30, etcétera, puede escribir el veintitrés como 203 y argumentar
con mucha convicción que lleva más números que el 20 porque
es más grande. Si a continuación
se le pidiera que escribiera el 30, y se le
preguntara si un número que es menor puede escribirse con más cifras
que otro mayor, comenzaría a replantearse sus ideas previas. Esto no significa que
inmediatamente
acceda a la escritura convencional
en cualquier
intervalo de la serie numérica, pero lo que sí es seguro es que se quedará
pensando acerca de que la escritura de los números tiene ciertas particularidades.
Si se le ofrecen diversas situaciones en las que pueda comparar números de
diferente cantidad de cifras, progresivamente
irá construyendo
ideas
acerca de que los "diecis", "veintis", "treintis", etcétera, "van con dos nú-
101
con cuatro". Estos conoligadas a la numeración
decir, y se embarcan en
lograr reducir la cantidad
trabajar
COfl/O memoria
de la cantidad Los números dan la posibilidad de recordar una cantidad aunque ésta
no esté presente. Por ejemplo, si se le
pide a un alumno que busque en un armario la cantidad de tijeras necesarias para
que cada uno de los integrantes de su mesa tenga una, podrá
realizar diferentes procedimientos.
Llevar en tantos viajes C0l110 sea necesario una tijera por vez hasta completar el
reparto: tomar un montón
de tijeras al azar sin anticipar si van a ser suficientes o van a sobrar; O
contar cuántos chicos hay en su mesa incluyéndose
a sí mismo, retener
el últi 1110 número enunciado, dirigirse al armario y realizar el conteo de
las tijeras necesarias. En este último caso, se ha puesto en juego el
aspectocardinal
del número, el número como memoria de la cantidad.
tOl1/0 memoria
de la posición. Los números también permiten recordar
la posiciónde
unelementodentro
de una serie ordenada sin necesidad
de repetir toda la serie. Por ejemplo, si los percheros de la sala están
102
ENSEÑAR MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL.
e interpretar
las producciones
Utilicemos el siguiente problema para ver qué tipo de resoluciones pueden aparecer
por parte de los chicos, como también qué criterios didácticos
debería tomar en cuenta el maestro.
•
•
•
PROBLEMA
"EL TESORO"
(Charnay y Valentin, 1992)
Objetivos del maestro: favorecer la anticipación de resultados; desarrollar
estrategias que faciliten la resolución de cálculos aditivos.
Organización de la clase: se juega en pequeños grupos de 3 o 4 alumnos.
Materiales: una bolsa opaca o caja con tapa con tres "piedras preciosas"
1.(1
cl/seiian(.(l
del
número
del
sistemu
de
II1111leracü51l
103
adentro (porotos o cualquier otro material) para cada alumno, porotos sobre la
mesa, un dado, lápiz y papel para cada uno.
Consigna: "Cada uno de ustedes tiene dentro de la caja 3 piedras preciosas que yo
ya puse. Por turno tiran el dado y averiguan cuánto van a tener
ahora en su tesoro, agregando tantas piedras como diga el dado. Después
hagan lo que consideren necesario con el lápiz y el papel para poder recordar
cuántas tienen ahora en su tesoro. Al final tienen que decidir quién
ganó" .
El juego supone que los chicos que ya han recibido los 3 porotos tienen
que anticipar cuántos tendrán después de haber ganado tantos como puntos hay en el
dado que acaban de tirar. Los porotos ya recibidos no son
visibles, el alumno sabe solamente cuántos hay ya en su caja.
,, Procedimientos
_, •. _", •
..
-
._.0.
posiblf!!
., _.
.__.....
a) Algunos niños sólo podrán encontrar el nuevo valor de su tesoro sacando los 3
porotos de la caja, agregando tantos como puntos hayan salido
en el dado y contándolos todos uno a uno. Estos niños no han comprendido aún que
pueden anticipar la respuesta o no saben cómo hacerla.
b) Otros harán tantas marcas en el papel como porotos tienen o usarán los
dedos para luego contarlos uno a uno.
e) Algunos (si el número que salió en el dado es bajo) hacen una representación
mental de la situación. Es decir, "ven" los porotos "en sus cabeas" y los cuentan
uno a uno sin manipular el material ni hacer ninguna
representación gráfica.
d) Otros podrán hacer sobreeonteo, es decir, retendrán el 3 y seguirán contando,
apoyándose en los dedos o tocando los puntos del dado (3, 4, 5,
6,7).
e) Por último, algunos alumnos --dependiendo de la cantidad que salga en
el dado- podrán hacer uso de resultados memorizados (por ejemplo, 3 +
3 = 6) o realizar transformaciones sobre los números para obtener el
resultado. Por ejemplo, 3 + 2 pueden pensarlo como "dos más dos es
cuatro y uno más del tres es cinco".
Todos estos alumnos habrán resuelto el problema, aunque los procedimientos difieran
entre el conteo -en los primeros cuatro casos- y el cálculo
en el último caso.
- -- -----
104
ENSI\ÑAR
-_._--_._-------_
..-
Como se ve, es una propuesta viable plantear problemas aun cuando los
alumnos no dispongan de los procedimientos
de cálculo. Es justamente la
posibilidad de resolver problemas más complejos lo que le va a permitir a
un sujeto construir con significado nuevos modos de resolución al descubrir 10
costoso que resulta el conteo y al comparar sus producciones
con
otras más eficientes.
1I1111leracióII
105
tirar el dado alguien obtiene el número 6, puede pensar ese cálculo como 5
La investigación
de Martín Hughes (1987) mostró que, al pedir a los
niños pequeños que hicieran sobre el papel lo necesario para poder recordar cuántos
elementos había sobre la mesa, podían aparecer cuatro posibles
representaciones:
• . !!U.s.~·i2!cr4;'Jc(/~~,.~stas producciones
no dan cuenta ni de la cantidad ni
de la cualidad de los objetos. Es decir que no informan qué ni cuántos
_h.ay.En este momento. los chicos sólo cubren la hoja con "garabatos".
Pictográficas. La mayoría de los niños de 3 años ya disponen de este
nivelderepresentación.
Dan cuenta de la cantidad exacta dibujando lo
más fielmente posible cada uno de los objetos involucrados en la situación. En el
caso del problema planteado, hacen círculos para representar los porotos. Si lo que
hay que expresar es cantidad de flores, dibujarán
flores. Aun en los casos en los que no tienen la posibilidad de determinar el
cardinal de la colección, pueden representar la cantidad exacta,
estableciendo una correspondencia
término a término entre cada objeto
y su dibujo.
f.1I
107
ENSEÑAR MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL. ..
1IIIIIIcracióII
109
lenguaje oral;
lenguaje escrito;
dibujo;
signos matemáticos.
no
dos
110
que dibujar a Julián y los 7 caramelos, luego la acción de Julián comiendolos y por
último, los caramelos restantes. La cantidad de información que
tiene que controlar y la atención en los aspectos cualitativos -los caramelos
tienen que parecer caramelos y no otra cosa, el dibujo tiene que expresar
que los come y no otra acción- hacen que no pueda controlar muchas veces
los aspectos cuantitativos puestos en juego y no logre una comunicación
efectiva (Moreno y Sastre, 1986).
En la observación de diferentes producciones de niños del Nivel Inicial
es frecuente encontrar representaciones destinadas a comunicar la resolución de una
situación aditiva, que se podrían entender como de transición
antes de la utilización de los signos aritméticos. Por ejemplo, muchos niños
utilizan cifras, ya sean solas o acompañando el dibujo de los elementos
involucrados en el problema. Si bien no utilizan los signos "+" e "=", suelen darle
un diferente tratamiento a la cifra que representa el resultado: o
escriben ese número mucho más grande que los otros, o lo redondean, dando muestras
claras de que disponen conceptualmente de las relaciones de
jerarquías entre los números, aunque no puedan expresarlo a través del lenguaje
matemático.
La escritura aritmética es uno de los múltiples sistemas de simbolízación
con los que un niño puede expresar los conceptos que tiene. Para favorecer
su uso con significado, no por imposición, es necesario que el docente conozca y
acepte la existencia de los diferentes sistemas simbólicos que le
preceden (Moreno y Sastre, 1986).
999999 99999~99999999999
+
[,0
111
Debajo del gráfico modelo aparecen otros similares a los que les falta el
resultado, para que los alumnos los completen dibujando la cantidad total
de elementos.
En primer lugar, si tenemos 6 globos y luego 5 más, en el mismo acto
que los reunimos desaparecen esas totalidades previas para pasar a formar
parte de la nueva totalidad, 11 globos. En cambio, en el gráfico aparecen
los 6, los 5 y los 11 globos como si fueran cantidades yuxtapuestas al mismo nivel,
es decir hay 22 globos. Este tipo de actividades, lejos de favorecer la apropiación
de las relaciones parte/todo y de las relaciones de
jerarquías entre los números, las dificultan; por otra parte, no se corresponden
con lo que los niños hacen para resolver. Ya sea que utilicen material
concreto, dibujos de los globos, "palitos" o dedos, representarán los 6 elementos,
luego los 5 y los contarán todos, obteniendo 11 elementos que son
los mismos que fueron contando de uno en uno.
Eso, justamente, es saber sumar, es decir, comprender que dos totalidades, una vez
reunidas, se transforman en partes de una nueva totalidad.
En segundo lugar, ¿qué procedimientos de resolución pueden utilizar?
La actividad plantea una restricción en esta materia, ya que obliga a utilizar
el conteo de uno en uno de los elementos para averiguar el valor de los
sumandos. Es decir que si un alumno dispusiera del sobreconteo, del cálculo
memorizado o de estrategias de cálculo, no podría utilizarlos. En ese caso,
¿por qué dar como situación de aprendizaje algo que los alumnos no necesitan
aprender porque ya lo saben?
Por otra parte, el tipo de representación que se utiliza es el pictográfico.
Como se vio más arriba, la mayoría de los niños de 3 años disponen de esta
competencia para expresar cantidades. La situación no permite que los conocimientos
que los niños hayan construido en esta materia puedan ser utilizados (palitos,
números) y, por supuesto, no genera la necesidad de
aprender nuevos modos de representación a quienes aún necesiten dibujar
cada uno de los elementos implicados. Además, ¿qué sentido tendría plantear la
comunicación de procedimientos? Si se puede resolver de una sola
manera y si además la representación de la situación ya está pautada, ¿qué
podrían informar, comparar, discutir los alumnos? ¿Para qué pedir la prueba de la
validez de lo hecho si no hay opciones, si todos están restringidos a
resolverlo de la misma manera?
Pensemos qué sucedería si en lugar de esa actividad, el maestro planteara el
siguiente problema: "Joaquín compró 6 globos verdes y 5 azules.
112
¿Cuámos globos tiene?". Cada alumno tendría que buscar entre todo su saber
matemático lo que considere más pertinente para la resolución de este
problema. Algunos dibujarán los globos (sólo 11); otros harán 11 palitos;
otros podrán hacer sobreconteo; alguno lo podrá pensar, por ejemplo, como
5 + S + 1; Y habrá otros que dispongan del resultado memorizado. Si el
maestro pidiera que hicieran con lápiz y papel lo que consideren necesario
para registrar cómo lo resolvieron, aparecerán dibujos, palitos, números,
signos ... Pedir en este contexto la puesta en común tiene el sentido didáctico de
permitir la información y comparación de estrategias diferentes. El
saber circula, la situación de aprendizaje está desplegada.
Posteriormente, el maestro podrá ir aumentando las cantidades: ahora
hay 18 globos verdes y 9 azules. Será entonces la situación la que les demuestre a
los alumnos que dibujan o utilizan dedos o palitos que con ese
conocimiento no es suficiente, que es necesario interesarse por lo que brindan
otros compañeros al insistir en que es mejor "poner un número en la
cabeza y seguir contando" O que es más fácil si lo piensan como 18 + 10 _
1, etcétera.
Las institucionalizaciones parciales que el maestro vaya introduciendo
harán aparecer a los nuevos conocimientos construidos a través de las acciones,
explicitaciones, argumentaciones, revisiones y validaciones, con el
rango de un saber reutilizable en otros contextos, es decir, como herramientas para
resolver diferentes problemas.
6. Debe tenerse presente esta salvedad al leer las propuestas que presento a
continuación, donde utilizo indistintamente las palabras "situación" y "problema".
113
SO/1
utilizados
Para trabajar esta función del número, son adecuados todos los problemas que
impliquen la comparación de cantidades, la determinación del car-
ENSENAR MATEMÁTICA EN EL NIVEL INICIAL.
114
[8.
•
• • •
• •
•
•
• • •
•
71
1
I
11~ •
•
•
•
9
• • •
•
11:5
10
116
La cnsciiun ;« del
nlÍmero
117
Frente a esa dificultad, si bien algunos chicos necesitarán contar uno a uno
todos los puntos para poder determinar la cantidad, progresivamente (si el
material es usado reiteradamente) aparecerán procedimientos más evolucionados, como
el sobreconteo al apoyarse en el reconocimiento de una
de las configuraciones o, incluso, cálculos memorizados en algunos pares
de números.
DE LA GUERRA (Kamii, 1984)
Organización de la clase: se juega de a dos participantes, con un mazo de
cartas.
Descripción del juego: se reparten todas las cartas y se ponen boca abajo.
Los dos jugadores dan vuelta la primera carta al mismo tiempo, y el que
tiene la cantidad mayor se las lleva. Si tuvieran la misma cantidad, tapan
con una segunda carta y dan vuelta una tercera, el que tiene la cantidad
mayor se lleva todas. Gana el que al finalizar el juego haya logrado llevarse
más cartas.
Análisis de la situación: dependerá de la cantidad y de la inclusión o no
de los números en las cartas que el reconocimiento de las relaciones "mayor",
"menor" e "igual" lo hagan de manera directa por el reconocimiento
de la configuración, por la lectura de la cifra o que necesiten realizar el
conteo de los puntos. El intercambio posterior favorecerá que los alumnos puedan
descubrir nuevos modos de resolución.
JUEGO
JUEGO
DE PEDIDOS
ENSENAR
SOl1
utilizados
Materiales:
Organización
119
Objetivo del juego: armar las cuatro series de números ordenados desde el
SITUACIONES
DEASCENSORES
Problemas del tipo: "El edificio de Mercedes tiene 20 pisos. Ella vive en el
piso 14. Si comparte un viaje en el ascensor con sus vecinos de los pisos,
19, 3, 15 Y 7, ¿en qué orden habrá que tocar los botones del ascensor si
parten de la planta baja?".
120
6. ALGUNAS
DE LOS "CINCOS"
SITUACIONES
\2\
1/1II11eracióI1
(Kamii, 1984)
• Materia/es: 32 cartas numeradas del 1 al 4 (repetidas ocho veces cada una).
Organización de la clase: se puede jugar en grupos de hasta cuatro chicos.
Se reparten todas las cartas y cada uno pone las suyas boca abajo. Deciden quién va
a empezar, y éste da vuelta su primera carta. Luego lo hace el
que está a su derecha; si las dos cartas suman 5, se las lleva. Si no, juega
el tercero quien trata de formar 5 con su carta y las que están sobre la mesa;
si logra reunir esa cantidad, se lleva las cartas que utilizó y pasa el turno.
Así sucesivamente hasta que se terminen todas las cartas. Gana el que
haya logrado reunir mayor cantidad de "cincos".
• 'Extensión posible: jugar a componer los números siguientes a 5, para lo
cual habrá que agregar cartas cuyas adiciones permitan la composición
del número elegido.
• Análisis de /a situación: este problema permite trabajar de manera exhaustiva
todas las posibles composiciones aditivas de los números
involucrados. En este sentido, es un medio muy apto para plantear reflexiones con
los alumnos, acerca de la búsqueda y el establecimiento
de diferentes estrategias que faciliten la resolución de los cálculos, apoyándose
en los que ya conocen. En el caso de que los alumnos no dispongan aún de la
posibilidad de operar con cifras, se pueden utilizar las
cartas con configuraciones espaciales y números descriptas en la página 114.
JUEGO
QUE IMPLIQUEN
PARTICIONES
Materia/es: entre diez y quince figuritas para cada grupo y hojas en cantidad
necesaria sobre el escritorio del maestro.
Organización de /a clase: trabajo en pequeños grupos.
Consigna: "Hay que pegar las 12 figuritas que les di en varias hojas, cada
hoja tiene que tener la misma cantidad de figuritas. Discutan entre ustedes
para saber cuántas hojas van a necesitar. Cuando lo decidan, un secretario
va a venir a mi escritorio a pedírmelas".
Análisis de la situación: el hecho de tener que realizar el pedido de
hojas fuerza a la anticipación del resultado de la partición. En los primeros
intentos de resolución es posible que le pidan al maestro tantas
hojas como figuritas tienen. Una manera de provocar un avance es
poner una restricción en la consigna (variable didáctica) que impida
esa estrategia; por ejemplo, aclarando que sólo pueden pedir hasta
cinco hojas.
CONSIDERACIONES
DEL SISTEMA
ACERCA DE LA ENSEÑANZA
DE NUMERACIÓN
Si, como vimos, los alumnos de Nivel Inicial disponen de conocimientos previos
acerca de la organización y regularidad del sistema de numeración, hay que tomar en
cuenta estos saberes, aunque sean incompletos
e
inestables, para que los niños, a partir de ellos, puedan otorgarles sentido a
los contenidos que se desean transmitir. Desde esta perspectiva, la idea es
trabajar con la numeración escrita asumiendo toda la complejidad que esto
implica (Lcrner y Sadovsky, 1994).
Para aprender, los niños necesitan
reflexionar
sobre
35 y del 50.
Con relación a esto, la enseñanza tradicional propone, como ya vimos,
enseñar los números uno a uno. Una situación que se utiliza frecuentemente es hacer
copiar renglones del número que se está trabajando ese
día. Hacer renglones del número 5, ¿qué aspectos del número permite trabajar? Corno
no aparece asociado a ningún significado,
las distintas funciones y usos no pueden
distinción explícita acerca
go, etcétera. Por otra parte,
estudiada en sus principios,
plemente evocada a través
meros.
ser abordados,
no hay manera de hacer una
de si expresa una cantidad, un orden, un códila numeración presentada de ese modo
no es
organización
y regularidad,
sino que es simde la representación
convencional
de los nú-
122
6. l . Bandas numéricas
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
100
123
bandas numéricas?
.,
ENSEÑAR
MATEMÁTICA
EN EL NIVEL INICIAL...
números?
permiten
plantear
las bandas?
pueden
aparecer?
y de! sistema
125
de numeracián
7. ALGUNAS
CONSIDERACIONES
FINALES
127
ENSEÑAR
MATEMÁTICA
EN EL NIVELJNICIAL...
enrique-
BiBLiOGRAFÍA
Baroody,
Visor.
Brissiaud,
, rencia
Varela,
Brousseau,
A. (J 988): El pensamiento
matemático
en los niños,
de infantes?
Madrid,
mathérnatiques",
Recherches
el!
Didactique
de Mathématiques,
7, 2.
-(
12.
129