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LA BATALLA POR LA ECONOMÍA MUNDIAL

CONTEXTO: A comienzos del siglo XX Hayek y Keynes habían sido testigos de la primera
era de la globalización. La vida cotidiana se transformaba por doquier: los avances
tecnológicos como el telégrafo y el teléfono revolucionaban las telecomunicaciones, los
barcos de vapor y las vías ferroviarias acortaban la distancia. Keynes describió así este
mercado global en el que las mercancías circulaban libremente, pero esta nueva era
duraría sino hasta agosto de 1914 cuando empezó la Primera Guerra Mundial. La 1ra
G.M. fue un cataclismo, la gente estaba desilusionada, resentida, buscaban algo mejor.
El socialismo aparentemente prometía algo mejor. El socialismo que era representado
por la URSS en ese tiempo pasó por una serie de cambios y mientras el comunismo
parecía escalar posiciones, el capitalismo aguardaba el cumplimiento de su sentencia.
Alemania y Austria lidiaban con las consecuencias económicas de la paz. Los gobiernos
de los países vencidos emitían más papel moneda, que traía como resultado inflación-
hiperinflación, y como esto aniquiló los ahorros de la clase media fue una de las causas
del triunfo de los nazis de Hitler. Por ello, Hayek, consideraba a la inflación como un
mal que corroía la sociedad y socavaba la democracia.
En 1920 mientras Europa experimentaba las heridas de la 1ra G.M. en EEUU se
experimentaba un auge económico. Se trataba del clásico mercado burbuja. El 24 de
octubre de 1929 la burbuja estalló; los precios bajaron vertiginosamente y el crack de
la bolsa de valores sumió a EEUU a la desesperación. Mientras tanto en Italia,
Alemania y España el fracaso del capitalismo acrecentaba la sombra del fascismo.
El nuevo presidente de EEUU Rusvelv intentó dar solución al crack de 1929 bajo la
política del “New Deal” donde la industria fue objeto de una gran cantidad de normas y
regulaciones.
PENSAMIENTO DE JHON MAYNARD KEYNES: En 1936 Keynes finalmente publicó su
Teoria general de la ocupación, el interés y el dinero un genial análisis del método para
combatir la depresión; demostrando a los gobiernos la plausibilidad del control de sus
economías. La solución propuesta por Keynes para el desempleo consistía en que el
gobierno debía invertir dinero en la restauración y el afianzamiento del pleno empleo, y
aprender a aceptar una pequeña tasa de inflación para contenerlo; decía también que
el gasto público debería ir a contracorriente, en tiempos de bonanza tenía que
reducirse el gasto y acumularse un superávit, y en las temporadas de crisis (como la
gran depresión) debería intensificarse entrar en déficit, para así devolverle el poder
adquisitivo a los trabajadores.
Resistir ante los financieros conservadores, pedir dinero prestado y contratar gente por
todo el país rescatándolos del paro este era el punto fundamental y no había que
preocuparse por el acúmulo de adeudos. Finalmente, tras aplicar las ideas de Keynes en
EEUU la depresión desapareció. Keynes expresó su esperanza de que lo que había
funcionado durante la guerra funcionaría en tiempos de paz.
PENSAMIENTO DE HAYEK: En 1914, ahora profesor de la Escuela Económicas de
Londres, Hayek temía que el mundo feliz de Keynes fuese un gran paso en la dirección
equivocada. Atacó la opinión generalizada del crecimiento en su obra Caminos de la
servidumbre donde su mensaje era sencillo y directo: demasiada planificación
gubernamental implicaba demasiado poder gubernamental, demasiado poder
gubernamental sobre la economía destruye la libertad y esclaviza al hombre. Para
Hayek el dirigismo de la administración pública central significaba el primer paso hacia
el estado totalitario, pensaba que puesto que la libertad es un valor absoluto se debe
permitir que un sistema de competencia se regule así mismo y si en ocasiones eso
acarreaba una alta tasa de desempleo habría que aguantarse con ello.
CONCLUSIONES: Hayek siempre rechazó la macroeconomía, condenó cualquier tipo de
intervencionismo estatal incluso durante la gran depresión, mientras que Keynes era
partidario de este decía que si permitimos estar así sin remediarlo estaremos
“muertos” y, además, tendremos más Hitler, numerosas guerras y montones de Stalins.
CONTINUACIÓN: Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se había perdido la fe en la
economía del mercado por la sombra de la gran depresión.
En 1945 se dio las elecciones generales en Inglaterra donde predominaban dos
partidos: el conservadorismo (Churchill) y el laborismo (Clement Attlee). Finalmente, el
partido laborista llegó al poder, ya que la mayoría de gente quería llegar a la paz y no
confiaban en Churchill para llegar a ese fin. Los laboristas instituyeron una economía
mixta en la cual las industrias nacionalizadas coexistían con las empresas privadas.
Desde aquel momento las industrias ahora estatales ya no enriquecerían a empresarios
y accionistas, sino que servirían al bien común. El estado de bienestar garantizaba la
protección gratuita desde el útero a la tumba. Nadie tenía porque preocuparse por la
pobreza, la ignorancia, el desempleo, la enfermedad, la salud o la vejez.
El socialismo avanzaba, el capitalismo y el mercado libre se batían en retirada, el
mundo estaba dividido: había estallado la Guerra Fría.
Hayeck consideraba que los ideales socialistas y el dirigismo económico atentaban
contra la libertad y, por lo tanto, corría un gran peligro; que la libertad económica es
una condición necesaria (si bien no la única) para que haya democracia.
La 2da G.M. había dejado en ruinas a Alemania. Tras varios cambios en su política
económica se generó el milagro económico alemán. La economía social de mercado
alemana aunaba el mercado libre y un sólido estado de bienestar. En pocos años, la
economía alemana superó a la economía británica más dirigida; sin embargo, por
entonces, nadie quería inspirarse en el modelo alemán. La mayor parte de los estados
preferían planificar sus economías.

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