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1 CORINTIOS 15:1-8

Corinto era una ciudad griega, y los griegos no creían en la resurrección de los muertos.
Cuando Pablo estaba predicando en Atenas, al llegar al punto de hablar de la
resurrección de Cristo, algunos de los que oían el mensaje se burlaban abiertamente de
Pablo. Hechos 17:32

El hecho que éste sea el capítulo más extenso de toda la carta, nos dice que para
Pablo y la iglesia universal la doctrina de la resurrección permanece como
fundamental.

1Corintios 15:1- 4 Es importante notar que Pablo da por sentado, fuera de toda duda, que
Cristo resucitó de entre los muertos.

1 Corintios 15:1-2 Pablo había llegado a Corinto y había predicado el evangelio.

La palabra evangelio significa: Buenas noticias. Hablando de estas buenas noticias, este
pasaje bíblico muestra que las buenas noticias necesitan ser predicadas.

Si las buenas noticias no son proclamadas no benefician a nadie.


Luego, las buenas noticias necesitan ser recibidas.
Esto no significa un mero asentimiento intelectual sino una aceptación total y absoluta.
Tiene que intervenir el intelecto, las emociones y la voluntad.

Con el intelecto conocemos lo que somos y lo que Cristo hizo por nosotros.
Con las emociones, nos sentimos dolidos por cuanto un inocente ha tenido que
sufrir para que seamos librados de un castigo.
Con la voluntad debemos recibir a Cristo como Salvador.
Después se necesita perseverar en las buenas noticias.

Perseverar, verbo griego que también pudo haberse traducido en pie o estar firme.
Los que hemos recibido a Cristo como nuestro Salvador, estamos absolutamente firmes
en la verdad que comunica el evangelio.

Finalmente, las buenas noticias necesitan ser retenidas. verbo griego que también
pudo haber sido traducido como sostener, o sujetar firmemente.

Los creyentes corintios oyeron, recibieron, perseveraron y retuvieron las buenas noticias,
en consecuencia son salvos.
Leyendo superficialmente el texto, parecería decir que para ser salvo es necesario
perseverar y retener las buenas noticias. Pero no es así, lo que el texto está diciendo es
que por cuanto ya son salvos, los creyentes corintios están en capacidad de perseverar y
retener las buenas noticias.

Uno de los síntomas de una persona genuinamente salva es que persevera y retiene las
buenas. Para que la fe esté realmente viva, debe mostrarse perseverante en las
enseñanzas y en la aplicación del evangelio. De otra manera, dice Pablo, «habéis creído
en vano».noticias.

1 Corintios 15:3-4 El mensaje del evangelio es el mensaje más importante que una
iglesia puede proclamar. El mensaje del evangelio gira alrededor de una persona, la
persona de Cristo.

El mensaje del evangelio contempla tres obras grandiosas que tienen que ver con Cristo.
Él murió, él fue sepultado, y él resucitó.

Según Gálatas 1:11 Pablo entregó el mensaje que recibió por revelación de Jesucristo.
Estas tres maravillosas obras de Cristo, fueron realizadas conforme a las Escrituras.

Cuando Pablo habla de las Escrituras, se está refiriendo a los escritos del A.T.
La primera, Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras
Fue el cumplimiento de las profecías mesiánicas del Salmo 22 e Isaías 53.

En estos pasajes, la preposición griega huper (=por) comunica la idea de que


Jesús es tanto nuestro representante como nuestro sustituto.9 En suma, Cristo no
sólo nos representa delante de Dios, sino que toma nuestro lugar muriendo en la
cruz por nuestros pecados.

Como nuestro sustituto, Cristo murió para aplacar la ira de Dios y satisfacer las demandas
de la ley (Ro. 3:25, 26; 5:9, 10).
Como nuestro abogado, llevó a cabo la reconciliación y nos hizo justos delante de Dios (2
Co. 5:21; 1 Jn. 2:1, 2).
Como nuestro mediador, estableció un nuevo pacto y nos aceptó como sus socios (Lc.
22:20; 1 Co. 11:25).
Como nuestro salvador, nos concede vida eterna a través de la fe en él (Jn. 3:16).

La segunda obra maravillosa relacionada con Cristo es que fue sepultado.


Alguien pudiera haber dicho: Cristo sólo sufrió un desmayo en la cruz y nunca murió.
El evangelio comunica que Cristo fue sepultado, hace de su muerte una realidad fuera de
cualquier duda. El Nuevo Testamento relata que su cuerpo sin vida fue colocado en un
sepulcro nuevo que José, hombre rico de Arimatea, había labrado en la peña.

y que Cristo resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras


La resurrección de Cristo fue la manera que Dios el Padre expresó su satisfacción con la
obra sublime de su Hijo amado al morir en la cruz en rescate por nuestros pecados.

Es imperativo tomar en cuenta que si Cristo no hubiera resucitado físicamente de entre


los muertos, no habría garantía alguna de que Dios había aceptado la obra expiatoria de
Cristo. Pero habiendo resucitado, está garantizada nuestra justificación. Romanos 4:25.

Al igual que con la muerte de Cristo, su resurrección física también ocurrió conforme a las
Escrituras. Isaías 53:10.

«Y que se le apareció a Cefas, luego a los doce». En los versículos 5–9,


Pablo enumera las apariciones de Jesús después de su resurrección. Se refiere a
la presencia física del Señor resucitado, no a visiones como las que Pablo experimentó
cuando Jesús le habló en Corinto y en Jerusalén (Hch. 18:9, 10; 23:11).
Pablo menciona primero a Pedro, a quien por lo general llama Cefas (1:12).
Aquella mañana, el ángel mandó a las mujeres que le dijeran a los discípulos y a Pedro
que vayan a Galilea, donde Jesús los encontraría (Mr. 16:7). Allí Jesús perdonó a Pedro y
lo restauró (Jn. 21:15–19).
El libro de Hechos revela que inmediatamente después de la ascensión de Jesús,
Pedro vino a ser el líder indiscutido de la iglesia de Jerusalén. Es por esto que se le
menciona primero en la lista de apariciones, aun cuando fueron las mujeres las que
presenciaron primero la resurrección.
Además, Pablo menciona que Jesús se les apareció a los doce. Los Evangelios y Hechos
comúnmente usan la expresión «los doce» para referirse a los discípulos en forma
colectiva.

6. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los


cuales todavía vive, aunque algunos han dormido.
Con esto da a entender que si alguien duda el hecho de que Jesús venció la tumba,
puede consultar a cualquiera de los creyentes que vio al Señor resucitado. No se sabe si
estos testigos estaban con vida, pero se entiende que Pablo y los corintios conocían a
muchos de ellos.
7. Después de esto se le apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles.
8. Y al último de todos, se me apareció a mí también, como a uno nacido fuera de
tiempo. Pablo alude a Jacobo porque tenía una posición prominente en la antigua
comunidad
Cristiana.

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