Palapa

Universidad de Colima
palapa@ucol.mx
ISSN (Versión impresa): 1870-7483
MÉXICO

2006
Juan Alberto Bedolla Arroyo
LAS ESTRUCTURAS DE MADERA DE LAS CAPILLAS DE LA SIERRA
PURÉPECHA. ORIGEN Y MODELO
Palapa, año/vol. 1, número 001
Universidad de Colima
Colima, México
pp. 29-38

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

http://redalyc.uaemex.mx

Las estructuras de madera de las capillas
de la sierra purépecha. Origen y modelo•
Wood carvings in chapels of the
purépecha sierra:origin and model
Juan Alberto Bedolla Arroyo1
Resumen
Las cubiertas de madera de las capillas de hospital de
la sierra Purépecha son un testimonio muy rico como do-
cumento, alojan información tecnológica no escrita que re-
velan la intervención de la mano de obra indígena aplicada
sobre elementos estructurales, motivo por el cual surge el
interés de estudiar los sistemas constructivos tradicionales
de esta zona.
El objetivo de este trabajo es encontrar el origen de
los modelos y el grado de intervención de la tecnología
indígena en la construcción de las estructuras de madera
aplicadas en las capillas de hospital, seleccionando estos
edificios por ser unas de las primeras construcciones con
formalidad europea pero edificada por indígenas con sus
sistemas constructivos tradicionales.
En el transcurso de esta investigación se encontraron
datos que han confirmado un mestizaje de dos culturas en
respecto al conocimiento tecnológico sobre el trabajo de
la madera, encontrándonos con la adopción de un modelo
geométrico pero solucionado con un sistema constructivo
indígena.
• Recibido: 10/09/2004
Dictaminado: 19/05/2005, 24/01/2005.
1
bedollaalberto@gmail.com
Dirección de estudios de Posgrado. Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo.
  
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 Palapa | Vol.  | Núm.  | pp. - | Junio de  
Abstract
The woodwork of the hospital chapels of the Purépecha
mountain chain represents a rich historical document. They
houses unwritten technological information that reveals the
ingenuity of indigenous craftsmanship applied over struc-
tural elements. Motivated by this fact, the interest in study-
ing traditional construction systems in this area arises.
The objective of this work is to find the origin of the
models and the degree in which indigenous technology in-
tervened in building wooden structures, such as the ones
found in hospital chapels. These buildings were selected
because they are some of the first constructions using Eu-
ropean norms, yet built by indigenous workers with tradi-
tional building systems.
During this research, data were found that confirmed
a mixture of two cultures with respect wood working and
wood carving technology which resulted in the adoption of
a geometric model that was resolved using an indigenous
construction system.
PALABRAS CLAVE|estructuras de madera, capillas, sistema
constructivo tradicional.
KEY WORDS|timber structure, chapels, traditional buil-
ding systems.
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  Bedolla, J.A. 
Introducción
El territorio michoacano es, a lo largo y ancho de su ex-
tensión, poseedor de una enorme producción arquitectó-
nica colonial que tiene sus orígenes en el siglo XVI y que en
muchas ocasiones es considerada como patrimonio cultu-
ral, como es el caso de la arquitectura religiosa que a partir
del siglo XVI se valoró como el gran género arquitectónico
que rebasó a todos los demás, y no sólo en esa centuria
sino probablemente en toda la época virreinal.
La producción arquitectónica religiosa que se encuen-
tra a lo largo del territorio michoacano presenta una gran
variedad de obras arquitectónicas en las que se puede en-
contrar una amplia gama de estilos que se fueron dando en
el transcurso de diferentes periodos. Una de las primeras
manifestaciones de esta arquitectura dentro de la zona de
estudio, fueron las que acompañaron a las congregaciones
evangelizadoras en el siglo XVI, en la modalidad de hospi-
tales, conjunto compuesto por una capilla dedicada a la
Virgen de la Concepción, misma que en la primera mitad
del siglo XVI (1530-1540) se describe hecha con materiales
perecederos (Kubler, 1982). A este tipo de construcciones
Kubler las llama “iglesias pajizas” o “habitaciones pobres”,
las que, después de 1550, a raíz de las epidemias de 1545
y 1548 y ante la necesidad de más labor hospitalaria, se
comenzaron a reedificar con materiales más durables, pro-
pios de conjuntos hospitalarios (Gutiérrez, 1999: 193).
Son éstas, las capillas de hospital, las construcciones
que se tomarán como objeto de estudio. Los casos ana-
lizados pertenecen a las construidas en las comunidades
que a la llegada de los evangelizadores mantenían poca
población indígena, y cuya arquitectura se adecuó y sujetó
a las condicionantes imperantes del lugar, además de ser
construidas por los propios habitantes de esa comunidad
durante los siglos XVI y XVII.
La construcción ejercida en una zona con características
muy particulares, como lo es la Sierra Purépecha, propició
la producción de una arquitectura con un sistema construc-
tivo muy propio del lugar, utilizando la madera tanto como
elemento primario desde un elemento estructural, o bien,
como elemento decorativo, a lo cual poca importancia se le
ha dado en los estudios realizados hasta la fecha, aunque
es un aspecto importante que muestra los sistemas y téc-
nicas de construcción utilizados en las diferentes épocas
y que en estudios recientes se ha mostrado que no fueron
sistemas importados de Europa, sino producto del mesti-
zaje de conocimientos de dos culturas, tal como lo afirma
Luis Torres Garibay (1999) en su investigación sobre las
cubiertas de madera en la Zona Lacustre de Pátzcuaro.
Este tema tiende a la idea de reforzar que la historia no
sólo posee el valor del pasado, sino también las técnicas y
métodos sencillos de análisis que abordan los problemas
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de identificación estructural, proporcionando una herra-
mienta más para poder conocer mejor la concepción de
sus diseños y adaptaciones, con los cuales podemos llegar
a conclusiones sobre las causas de ruina de muchos de
ellos y, en consecuencia, los caminos adecuados para su
conservación y restauración (Cabrera, 1999).
La mano de obra indígena
De la misma manera en que se aborda el tema de la ma-
dera como material primario, debemos de tener en cuenta
la mano de obra que la trabajó, y que, como mencionamos
anteriormente, fue un mestizaje de las técnicas construc-
tivas lo que dio origen a las estructuras que se mantienen
en pie en estas construcciones, pero quedaría la duda de
hasta qué punto influyó la técnica extranjera. Si retomamos
autores como Marcia Castro, quien dice: “Cuando se des-
cubre el nuevo mundo se encontraron civilizaciones que
sorprendieron y maravillaron a los europeos [...] con cono-
cimientos como el calendario, la escritura, la arquitectura y
los aspectos artísticos como la escultura en piedra o barro”
(Castro, 1978: 113), o como Bravo Ugarte, quien al hacer
referencia a la arquitectura prehispánica la califica de im-
presionante, dudaríamos de las capacidades de la mano
de obra indígena y la tecnología prehispánica que la acom-
pañaba.
Para poder describir la especialización del oficio del car-
pintero de los antiguos habitantes del imperio purépecha,
se tienen los resultados de las fuentes escritas en los años
posteriores a la conquista española.
Esta información se obtiene durante el siglo XVI por me-
dio de los relatos, mitos narraciones o creencias de dife-
rente índole de los mismos indígenas del lugar, transcritos
por la mano española, documentos donde podemos basar
nuestra investigación, ya que proporcionan datos de suma
importancia para el tema estudiado.
Como fuente más representativa de la Sierra Purépecha
encontramos la Relación de Michoacán, texto dictado por
indígenas y escrito por la mano europea sin remarcar su
punto de vista español, como ocurre en algunos otros do-
cumentos (Castro, 1978: 117).
Dentro de la organización social que existía en el imperio
tarasco, los carpinteros fungían un papel importante ante
el cazonci, quien era el gobernante supremo y controlaba
los recursos naturales que el medio le ofrecía, mediante
una extensa red de organización, de donde se desligaban
distintos cargos y posiciones sociales (Castro, 1978: 252).
Dentro del círculo social de los achaecha o señores de
esta red burocrática purépecha, se encontraban los fun-
cionarios que estaban relacionados con algún sector de la
economía o con la aportación de algún tributo, y que en el
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  Las estructuras de madera de las capillas de la sierra purépecha. Origen y modelo 
|lámina XXVIII de la Relación de Michoacán.
FIGURA 1
caso de los madereros era un diputado llamado pucuriqua-
ri, quien controlaba todo lo concerniente a la madera de los
montes, como se menciona en la relación de Michoacán:
Había otro llamado Pucuriquari, diputado sobre todos los
que guardaban los montes, que tenía cargo de cortar vigas
y hacer tablas y otra madera de los montes, y este tenía sus
principales por sí y los otros señores (Alcalá, 1980: 227).
Esta labor era reconocida entre los diversos oficios exis-
tentes en la sociedad tarasca, como se puede apreciar en la
lámina XVIII de la Relación de Michoacán, donde se observan
los grupos de artesanos de la cantería y la carpintería con
los utensilios utilizados para su labor.
Su oficio constituía en gran medida la vida cotidiana
que llevaban en la época prehispánica, un factor primordial
para la elaboración de instrumentos y enseres tan necesa-
rios para cubrir las necesidades de su vida cotidiana, ya
que, como lo describe Bravo Ugarte: “se hacían de madera
las tablas y palos para la construcción, las sillas las canoas,
los atabales, y muchas de las armas” (Bravo, 1995: 107).
Por otro lado, este oficio fungía como un importante
factor en el desarrollo económico del imperio tarasco. Su
labor dentro de las sociedades era la de suministrar mate-
ria prima para la elaboración de sus viviendas, así que es-
  
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FIGURA 2|artesanos carpinteros, detalle de la figura 1.
tos individuos debían de conocer su medio ambiente. Esto
se lograba con base en la herencia de los cargos políticos
a descendientes directos, por lo que el oficio iba pasando
de padres a hijos, herencia que conservan hasta la actua-
lidad.
Esta labor se desarrollaba con gran precisión. Los car-
pinteros, a quienes se les llamaba oficiales por conocer su
oficio desde niños, debían medir y escuadrar la madera
para sus diferentes usos.
Tenían una faena en particular, como lo describe fray
Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas
de la Nueva España:
El carpintero es de su oficio hacer lo siguiente: cortar con
hacha, hender las vigas y hacer trozos, y aserrar, cortar
ramos de árboles, y hender con cuñas cualquier madero
[…] El buen carpintero suele medir y compasar la madera
con nivel y labrarla con la juntera para que valla derecha, y
acepillar, emparejar y entarugar, y encajar unas tablas con
otras, y poner las vigas en concierto sobre las paredes; en
fin ser diestro en su oficio, el mal carpintero desparpaja lo
que está bien cepillado, y es descuidado tramposo y daña-
dor de la obra que le dan para hacer y en todo lo que le dan
es torpe y nada curioso (Sahagún, 1985: 554).
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Más tarde, después de la conquista española, los gre-
mios de artesanos, como los canteros, artífices, carpinte-
ros escultores, plateros y orfebres, continúan teniendo una
posición social un tanto privilegiada, por ser tan necesa-
rios para la edificación de las construcciones religiosas y
particulares, trasladándose de un lugar a otro conforme se
requería su mano de obra (Torres, 1999: 34).
El uso de la madera en la construcción prehispánica
La región de la Sierra Purépecha debió contar con gran-
des recursos materiales dentro de su medio físico geográ-
fico, debido a sus propicias condiciones climáticas, ade-
cuadas para la apropiación de los recursos aplicables en la
construcción, como la madera y la piedra.
Este medio natural creaba factores climáticos favorables
para la incautación de la madera como material de cons-
trucción por su abundancia, propiedades térmicas y docili-
dad, permitiendo así la construcción de viviendas resisten-
tes a las bajas temperaturas, lo que, aunado a las grandes
precipitaciones pluviales existentes en esa región, hicieron
de este material uno de los más importantes de los tiem-
pos prehispánicos.
Durante la época prehispánica la madera se utilizó tan-
to para la construcción de la vivienda popular como en la
construcción de murallas o cercas. Estas cercas rodeaban
los templos importantes y en ocasiones eran utilizadas
como murallas en las fronteras territoriales donde eran re-
novadas periódicamente los maderos viejos por otros re-
cién cortados. “Por alto y por el lienzo de afuera y de aden-
tro, iba tan igual y tupida la cerca que no pudiera ser mejor
labrada en cantería” (Castro, Díaz, García, 1978: 242).
De acuerdo a Torres Garibay, también dentro de la arqui-
tectura civil y doméstica el uso de la madera o de carrizos
era generalizado, por su abundancia y por ser materiales
adecuados a las construcciones propias del lugar, como lo
menciona fray Jerónimo de Alcalá: “Y yendo siguiendo el
agua no había comino, que estaba todo cerrado con árbo-
les y con encinas muy grandes y estaba todo oscuro y he-
cho monte” (De Alcalá, 1980: 46).
Sin duda, el uso de la madera para la edificación era un
sistema cotidianamente utilizado desde fechas anteriores
al establecimiento de la cultura hispánica. Las unidades ha-
bitacionales formaban parte de la ciudad, pero eran cons-
trucciones sencillas y en su mayoría perecederas, como lo
menciona Bravo Ugarte (1995: 108): “Todas las construc-
ciones tarascas eran de madera con excepción de las bases
de los templos y quizás también de los juegos de pelota y
de algunas fortificaciones que fueron hechas de piedra”.
La utilización de este material continuó siendo de vital
importancia después de la conquista europea. La tala y su
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uso se intensificó con la edificación de las grandes cons-
trucciones religiosas en sus sistemas constructivos y en los
elementos decorativos, así como también en la fabricación
de las residencias de los nuevos señores que gobernaban
en ese tiempo.
Las estructuras de madera en la Sierra Purépecha
La tecnología y el conocimiento sobre el trabajo en ma-
dera utilizados para las construcciones de estas estructu-
ras son producto del mestizaje de ambas culturas, lo cual
es ampliamente fundamentado por Torres Garibay, quien
lo expone ante la construcción de los templos de la zona
lacustre del lago de Pátzcuaro, que en su mayoría son per-
tenecientes a finales del siglo XVII y principios del XVIII y son
construidos en diseño y forma bajo la dirección y supervi-
sión de conocimientos europeos que para esta época ya
se habían esparcido por toda la nueva España, imitando
modelos y reproduciendo las tendencias arquitectónicas
(Torres, 1999: 30).
Pero qué se podría pensar a mediados del siglo XVI,
cuando se construyen los primeros hospitales con la for-
malidad que vemos en la actualidad, de cómo obtienen los
indígenas los modelos de las estructuras de madera para
aplicarlos en estas construcciones si no existían aún los
templos… Por otro lado, las crónicas hablan de lo difícil
que era el acceso a la denominada Sierra Purépecha y de la
poca presencia española en esta zona, por lo que la intro-
ducción, tanto de modelos como de patrones de diseño, no
llegaba fácil ni rápidamente a esta zona.
Por otro lado, no existe ningún documento que revele
las artes de la fábrica en madera de la sociedad purépecha,
por lo que la única fuente a la que podemos recurrir es a los
tratados europeos, con los que trataremos de comprender
la concepción de los modelos que utilizaban los purépe-
chas para sus construcciones.
Después de la conquista española, los gremios de ar-
tesanos, como lo eran los conteros, artífices, carpinteros
escultores, plateros y orfebres, continúan teniendo una
posición social un tanto privilegiada, al ser éstos tan nece-
sarios para la edificación de las construcciones religiosas y
particulares, por lo que se trasladaban de un lugar a otro
conforme se requería su mano de obra (Torres, 1999: 34).
La mano de obra indígena, por su calidad y experiencia
en el manejo de los materiales para la construcción, fue
factor importante para el desarrollo urbano arquitectónico
de la Nueva España, razón por la que sus conocimientos
eran valorados y aprovechados por los frailes para la cons-
trucción de las grandes edificaciones religiosas que perdu-
ran hasta nuestros días, manteniendo una posición dentro
de los niveles sociales en que se dividía la raza indígena.
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  Las estructuras de madera de las capillas de la sierra purépecha. Origen y modelo 

Con lo anterior no podemos tener duda alguna de que una cultura extranjera, como se muestra en la publicación
los indígenas conocían el trabajo de la madera. De igual de Rafael López Guzmán que modela el arte mudéjar con-
manera, el resto de crónicas y relaciones consultadas ha- tenido en algunas construcciones eclesiásticas de la región
blan similarmente de la conformación social y de las labo- como una aportación extranjera de gran valor ornamental,
res que desempeñaban los carpinteros en la sociedad pu- menospreciando la sobriedad y el tallado burdo que ofrece
répecha, los cuales hacían uso de la madera como material la mano y la idea indígena dentro de las capillas de hospital
abundante y disponible, un material de construcción coti- (López, 1992: 142).
diano. Sin embargo, en ninguna de las crónicas se habla Por otra parte, Luis Torres señala la intervención indíge-
de alguna tipología en cubiertas o elementos estructurales na dentro de las construcciones eclesiásticas de la ribera
dentro de sus construcciones, por lo que no podemos cote- del lago de Pátzcuaro al decir:
jar elementos estructurales entre ambas culturas.
Si recordamos que el primer hospital y su capilla, dentro …dos culturas cuya producción de arquitectura religiosa
de la Sierra Purépecha, que fue construido con materiales muestran el producto de su mestizaje con toda la fuerza
más duraderos como la piedra y la madera, data de entre de su autenticidad. Las manifestaciones posteriores, que
1534 y 1540, antes que cualquier templo dentro de la sierra, comprenden la etapa del siglo XVII, se presentan como fac-
podríamos preguntarnos de dónde se obtuvo el modelo de tores de consolidación y afirmación cultural de una nueva
cubierta. Lo que origina la duda sobre la procedencia de sociedad... (Torres, 1999: 57).
los modelos de las estructuras de madera en los hospita-
les, siendo éstos los primeros edificios edificados para una Los elementos encontrados por Luis Torres para afirmar
finalidad europea, la evangelización y congregación de los dicho mestizaje son contundentes e innegables, abriendo
pueblos, lo que nos remite en primer término al tratado de con esto una nueva ruta de investigación que no había sido
fray Andrés de San Miguel, La carpintería de lo blanco, don- tocada por los estudiosos de la historia y de la arquitectu-
de describe el trazo y componentes de una estructura que ra y dejando también dudas que pueden ser aclaradas con
identificamos como la de par y nudillo, y que en sus propias nuevos estudios.
palabras la describe de la siguiente manera: “Una armadu-
ra en corte, se presenta l perfil de la letra A. El plano hori-
zontal visible únicamente desde el interior es el almizate, Las estructuras de madera de las
harneruelo o nudillo, y los planos inclinados son alfardas o capillas de hospital: Casos de estudio
paresk” (Baes, 1969: 71).
Otros de los tratados enfocados directamente a las es- Los sistemas estructurales de cubiertas de madera han
tructuras de madera son los manuscritos de López de Are- existido desde épocas prehispánicas dentro de la Sierra Pu-
nas, textos paleografiados por Enrique Nuere, cuya orienta- répecha, manteniéndose hasta la fecha con rasgos caracte-
ción sigue un enfoque muy especialista en la temática de rísticos en sus construcciones actuales.
las armaduras de madera. Éstas tres obras: La carpintería Se han seleccionado algunos casos de estudio de la Sie-
de lo blanco, La carpintería de lazo y La Carpintería del armar
española, transcritas por Nuere, muestran la tipología y sis-
temas constructivos utilizados en España durante varios
siglos. Los elementos, trazos y sistemas constructivos que
se muestran en el texto son muy similares en las estruc-
turas utilizadas en la Nueva España durante el siglo XVII,
por lo que las aportaciones de López Arenas pueden ser
detectadas a través de la observación directa en todo lo que
se relaciona con el campo de la tecnología para la construc-
ción de las estructuras de madera en las capillas de hospi-
tal de la Sierra Purépecha.
En la actualidad se han desarrollado valiosos estudios
de la Sierra Purépecha, pero valdría la pena revisar sus afir-
maciones con respecto a la calidad y manufactura de las
construcciones purépechas. El valor y la calidad de la arqui-
tectura sencilla y tosca de los hospitales de la Sierra Puré-
pecha no pueden compararse con la majestuosidad de los
grandes templos que muestran su asimilación completa de PLANO 1|ubicación de la Sierra Purépecha.

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  Bedolla, J.A. 

rra Purépecha para analizar las tipologías en estructuras de

madera en los hospitales dentro de los cuales las cubiertas
de madera han sido un recurso utilizado para solucionar la
problemática de los aspectos ambientales, tal como lo des-
cribe Luis Torres: “las cubiertas de madera han sido siem-
pre un recurso utilizado en la región michoacana”, aunque
agregaría que no solamente en la región michoacana, sino
en todo el territorio del país, de distinta manera pero siem-
pre utilizando a la madera como materia prima, a manera
de elemento estructural.
Establecer las técnicas y modelos que le dieron origen,
así como su adaptación o transformación, fue el objetivo
de trabajo de esta investigación, reconociendo las tipolo-
gías y clasificaciones de varios casos de estudio. Con este
fin se escogieron las localidades de Nurio, Cheran, Sevi-
na, Comachuen, Turícuaro, Angaguan, Zacan, Charapan y
Uruapan, ubicadas dentro del corazón de la Sierra Tarasca,
las cuales presentan características muy similares en dos
tipologías: la de par y nudillo, y la de larguero y caballete.
Estas tipologías encontradas, aunque de sistemas cons-
tructivos diferentes, presentan similitudes constructivas y
de diseño, mencionadas en el tratado de Diego López de
Arenas.
Este resultado se obtiene tras la aplicación de los méto-
dos constructivos paso a paso, de Diego López de Arenas,
sobre las estructuras seleccionadas de la Sierra Purépecha,
como se observa a continuación en los trazos de dos arma-
duras de cada tipología.
Santa María Comachuen
Su iglesia consta de una nave de paredes de piedra y lodo,
techo de tejamanil, entablado inferior, artesón pintado [...]
La capilla del hospital es de igual construcción a la de la
parroquia sin otra diferencia que el no tener artesón ni en-
tablado superior ni coro formal y con un sólo retablo chico
de pésima escultura, pero aseado y dorado también (Bravo,
1960).2
FOTO 1 |capilla de Santa María Comachuen.
la cubierta de 25°. Los ejes de los largueros se ven inte-
rrumpidos con las limas que forman los faldones frontal y
testero, naciendo de ellas tres manguetas que terminan los
faldones laterales.
En la parte superior de la cumbrera se encuentran apo-
yadas sobre el caballete, sin ensamble, colocadas a hueso
en sus caras laterales. En la cara inferior de esta viga, la
cual está en contacto con el caballete, se forma un saque
a manera de tope, lo que disminuye el grado de desliza-
miento natural de la viga. En el extremo inferior de la viga,
a diferencia de la estructura de par y nudillo, ésta se apoya
directamente sobre la viguería a paño del saledizo que for-
ma el alero con un corte horizontal en su extremo, de tal
manera que el corte sea paralelo a la viga tirante. No se
encontró ningún elemento de fijación de las uniones, por
lo que el trabajo es a base de gravedad y del propio peso
del elemento.
En la confrontación con los tratados encontramos que
la solución del diseño se aproxima a lo establecido en el
tratado de López de Arenas, aunque con variantes en su
sistema constructivo, como se aprecia en la imagen ante-
rior donde el trazo de la cola y cabeza establecen la altura
correspondiente a la cumbrera de la estructura.

La estructura pertenece a la denominada de caballete

con largueros (Bravo, 1960: 105), con algunas variantes del
caso con respecto a los tratados. Podríamos decir que los
componentes que la conforman son cuatro: largueros, ca-
ballete, tijeras y un pie derecho de apoyo.
La viga larguero de sección rectangular se ubica a lo an-
cho de la planta arquitectónica con ocho ejes inclinados
con separaciones irregulares formando una inclinación de

2
Bravo Ugarte, José (introducción) (1960). Inspección ocular
en Michoacán, México: Jus. FIGURA 3 |estructura de caballete con largueros.

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  Las estructuras de madera de las capillas de la sierra purépecha. Origen y modelo 
FIGURA 4 |estructura de caballete con largueros.
San Andrés Turicuaro
Este esta fundado en una cañada pedregosa rodeada de
zerros y montes, temple muy frió de malos ayres, neblinas
y que nunca faltan achaques.
Tiene una iglesia de piedra y varro y esta por acabar
[...] Tiene así mismo su hospital muy maltratado... (Bravo,
1960: 347).
Esta tipología de cubiertas, muy típica de la zona, proba-
blemente responda a las necesidades de la región. Al tener
un clima muy húmedo con fuertes lluvias, se hace nece-
saria una cubierta con vertientes muy inclinadas, pero al
mismo tiempo sencillas en su fabricación.
FOTO 2|capilla de San Andrés Turicuaro.
  
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Las vigas larguero que hacen la función de vigas pares o
alfardas en esta armadura, mantienen la particularidad de
transmitir las cargas horizontales sobre los muros, pero no
con la concentración de esfuerzos sobre los muros como
la de par e hilera. Se ubican a lo largo de la planta arqui-
tectónica con ocho ejes de largueros hasta donde nace del
muro testero y complementándola con dos manguetas con
la misma separación que guarda la viguería.
En la parte superior de la cumbrera los largueros se en-
cuentran ensamblados a hueso en su cara lateral y éstos
apoyados sobre el caballete en su cara inferior, a la cual se
le hace un minúsculo saque que sirva de tope y disminuya
FIGURA 5 | cubierta con vertientes muy inclinadas y sencillas en su fa-
bricación.
el grado de deslizamiento del elemento, en la parte inferior
del larguero. A diferencia de la estructura de par y nudi-
llo, ésta se apoya directamente sobre la viguería a paño del
saledizo que forma el alero con un corte horizontal en su
extremo, de tal manera que el corte es paralelo a la viga
tirante. No se encontró ningún elemento de fijación de las
uniones, por lo que el trabajo es a base de gravedad y del
propio peso del elemento.
En este caso, la aplicación de los trazos de López de
Arenas nos indica la altura por debajo de la cubierta, sin
embargo la altura de la armadura sí se aproxima a la esta-
blecida en el tratado.
FIGURA 6| vista de la armadura.
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FIGURA 7|largueros ensamblados a hueso en su cara lateral.
En los casos anteriores se observó cómo la aplicación
del tratado sobre estructuras de madera de Diego López de
Arenas coincidió de forma aproximada en el diseño de las
armaduras, aunque sean de una tipología para la cual no
se diseñó el tratado, por lo que se podría pensar que la so-
lución de diseño de este tipo de estructuras tiene la misma
raíz que las de par y nudillo, como se verá a continuación.
5.20
FIGURA 8 l diseño de la armadura.
Santiago Nurio Tepecua
Su hospital, su capilla y retablo de la concepción, su tribuna
que sirve de coro y en ella un órgano; todo ello muy decente
(Carrillo, 1993: 330).
La cubierta, como ya se mencionó anteriormente, perte-
nece a la de tipología de pares y nudillos, aunque en años
recientes, con las acciones que se realizaron para su con-
servación, se vio modificada en su sistema constructivo.
En la actualidad la cubierta sigue consistiendo en pares
  
palapa (3).indd 36
FOTO 3 |capilla de Santiago Nurio Tepecua.
y nudillos con dos elementos agregados: un caballete y un
pie derecho, los cuales fueron agregados como parte de la
protección hacia la bóveda de madera.
La viga par de sección rectangular se ubica a lo largo de
la planta arquitectónica, con nueve ejes con una separación
regular entre una y otra.
En la parte superior de la cumbrera se encuentra en-
samblada con la viga par que forma el faldón contrario por
medio de un ensamble de escopladura, mientras que en la
parte inferior las vigas pares contienen un saque a manera
de tope el cual se ensambla en los arrastres exteriores en
un saque de caja de tope, el cual no permite el deslizamien-
to natural de la viga y transmite las cargas directamente
sobre el muro por medio de los arrastres. Ambas vigas pa-
res se encuentran apoyadas sobre un caballete de sección
rectangular apoyado sobre pies derechos o puntales que
descansan sobre los nudillos de la estructura también.
El ensamble existente del pie derecho sobre el nudillo
corresponde al de espiga por parte del pie derecho y caja
FIGURA 9 l detalle de la armadura.
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1/
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FIGURA 10 l diseño de la cubierta.

en el nudillo, encontrándolos intercalados en los ejes de

las alfardas uno y uno. En lo que respecta al ensamble del
nudillo con las vigas pares, éste es de media madera pero
solamente en la sección del nudillo.
La estructura hasta antes de la intervención no contem-
plaba estos dos últimos elementos, el puntal o pie derecho,
ni el caballete, sino únicamente una estructura de pares y
nudillos simples, los pares con el mismo tipo de ensamble,
pero los nudillos eran simplemente adosados a la cara late-
ral de las alfardas por medio de clavo metálico.
En este caso, el resultado de la aplicación del proceso de
diseño del tratado de López de Arenas coincide de manera
más exacta que los anteriores, tomando en cuenta que la
estructura no tuvo cambios en su aspecto constructivo du-
rante su restauración.
Santa María Sevina
Y tiene este pueblo de Santa Maria Cibina la iglesia parro-
chial, con los grandes temblores que ubo, la maltrato en
extremo, y la capilla fue dicha no callese, y un lienso de la
iglesia lo derribo y así mismo derribo la portada de dicha
iglesia, que era de piedra labrada muy curiosa. An adereza-
do la capilla y el lienso, y la portada la están aderezando y
esta dicha iglesia (Carrillo, 1993: 431).
FOTO 4 |capilla de Santa María Sevina.
Los ensambles con los que están resueltas las intersec-
ciones con los otros elementos son de la siguiente manera:
en la cumbrera el ensamble de ambos pares o alfardas está
resuelto por medio de escopladura y espiga; en la parte
inferior, la intersección del par con el arrastre superior es
resuelta por medio de un saque en ambos elementos, co-
nocido como caja de tope, donde a la viga par se le hace un
saque en su sección inferior formando una cuña, mientras
que al arrastre el saque es en la parte superior y a manera
de caja donde topa la cuña de la viga par.
En cuanto al nudillo, éste es un elemento de sección
rectangular ubicado sobre las vigas pares. Las limas que
forman el vértice de los faldones frontal y posterior son
de las mismas secciones que las vigas pares, apoyándose
éstas en el último eje de cada extremo. De estas vigas se
desprenden cinco vigas manguetas de cada lado, todas con
las mimas medidas que las vigas pares.

La cubierta de esta capilla seaproximaba más aún a la

descrita por Enrique Nuere. Perteneciente a la tipología de
pares y nudillos, muestra lo elementos utilizados en el ca-
pítulo “Las armaduras de pares y nudillos”, del manuscrito
de Diego López de Arenas, con excepción de la hilera, tal
como se aprecia en las imágenes donde se aplica el trazo
a la armadura.
La armadura está compuesta por 17 ejes de pares de
sección rectangular, los cuales forman los faldones con una
inclinación de 23° y una altura total de 8.15 m. FIGURA 11 l vista de la armadura.

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  Bedolla, J.A. 
1/3
del
par
FIGURA 12 l diseño de la cubierta.
Conclusiones
Por principio, se considera que en todos los casos se
presentan rasgos que revelan una concepción de los dise-
ños de estas estructuras, fundados en la influencia de las
formas de trazos que plantean los tratados de arquitectura
correspondientes a esa época de construcción, entre los
que, como ya vimos en los análisis que se realizaron, des-
tacan el Breve compendio de carpintería de lo blanco de Diego
López de Arenas y el manuscrito La carpintería de lazo de
Fray Andrés de San Miguel, entre otros.
Por otra parte, se plantea que los diseños de las armadu-
ras se originan en los conocimientos adquiridos por los arte-
sanos locales en la práctica que se tuvo durante la realización
de las obras de los conventos, iglesias y construcciones civi-
les dirigidas por frailes y constructores españoles, quienes se
basaban en el conocimiento adquirido de manera indirecta,
por imitación, de los que se realizaba en sus lugares de ori-
gen sobre la construcción de las cubiertas de madera.
Un punto que es importante remarcar es que las arma-
duras de las cubiertas analizadas presentan soluciones par-
ticulares en cada localidad, esto debido a que en cada solu-
ción se aplicaron los conocimientos técnicos constructivos
que los carpinteros tenían de cada zona, de tal forma que
solucionaron los problemas que surgían durante el proce-
so de la fabricación de estas estructuras, incluso llegando
a generar y aplicar nuevos elementos estructurales como
el caso, pies derechos, tijeras, riostras en forma de cruz de
San Andrés, entre otros, que permitieran una mayor seguri-
dad para la estabilidad de las cubiertas de las capillas.
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JUAN ALBERTO BEDOLLA ARROYO|licenciado en Arquitectura
por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidal-
go, así como Maestría en Arquitectura, Investigación y
Restauración de Sitios y Monumentos por parte de la
misma universidad. En la actualidad es profesor inves-
tigador de tiempo completo en la Facultad de Arquitec-
tura e integrante de la planta básica de la División de
Estudios de posgrado, donde cubre las asignaturas del
área de Tecnología Histórica. Trabaja el tema de la arqui-
tectura vernácula del estado de Michoacán, sobre la cual
ha publicado varios artículos nacionales.
02/07/2006 02:46:14 a.m.