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RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 1

RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 2

SINOPSIS
Traducido por °●°reprisse°●°

Georgina Kincaid tiene formidables poderes. Inmortalidad, seducción, el


cambiar su cuerpo a cualquier forma humana que desee, caminar en tacones
que dejarían lisiados a los simples mortales todo esto es un juego de niños para
una succubus como ella.
Ayudar a planear la boda de su ex-novio es una historia diferente.
Georgina no está segura de que es peor- que Seth se case con otra mujer, o que
Georgina tenga que recorrer todo Seattle probándose vestidos de dama de
honor. Aún así, hay distracciones. El compañero de habitación de Georgina,
Roman, está cargando su departamento de tensión sexual. Entonces está
Simone, la nueva Succubus de la ciudad, que está decidida a corromper a Seth.
Y si esto no fuera lo suficientemente malo, ha comenzado a tener
sombríos sueños, peligrosos pero fascinantes sueños, sueños de los que no se
quiere despertar. Esos sueños son creados por los Oneroi, demonios al servicio
de Nyx, una criatura del infierno obsesionada con vengarse. Estos sueños
pueden atrapar a su victima y drenar sus poderes a través de pesadillas.
Esta fuerza misteriosa que está visitando sus pensamientos, está tratando
de llevarla dentro de un oscuro reino del otro mundo. Tarde o temprano,
Georgina sabe que será demasiado débil para resistirse. Y mientras Georgina
observa impotente a aquellos en el mundo real tratando de encontrarla,
comprende que su libertad y su destino, yacen en las manos del único hombre
que puede encontrar su alma, el mismo hombre que está a punto de casarse con
alguien más. Ella descubrirá en quien puede confiar, en quien no y que el
Infierno no es el peor lugar para pasar la eternidad…
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EXTENSION
Traducido por °●°reprisse°●°

Georgina Kincaid es una succubus--- una demonio inmortal que drena la


fuerza vital de mortales, marcando sus almas permanentemente y así
condenarlos al infierno. Ella es una succubus muy capaz; después de todo, los
superpoderes como la capacidad de cambiar de forma en cualquier forma
humana o cambiar instantáneamente su ropa en lo que desee vienen con la
descripción del trabajo. Pero Georgina sigue siendo un demonio reacio y en
conflicto, incluso después de siglos como uno. Fue forzada a firmar un contrato
convirtiéndola en sirviente del infierno para proteger a aquellos que amaba
después de cometer un terrible error en su vida mortal hace mucho tiempo
atrás. A pesar de todo lo que ha hecho y visto a favor del infierno, sigue
atormentada por los recuerdos de los puros y maravillosos hombres que ella ha
amado y perdido en su vida.
Mientras, Georgina no se ha mantenido ajena a los oscuros días en su
vida, su humor se ha tornado mas sombrío de lo usual debido a la inminente
boda de su en algun momento novio (y mortal) Seth y su amiga y compañera de
trabajo Maddie. Para su horror, de alguna manera término siendo dama de
honor y se enfrenta ante la perspectiva de ayudar a Maddie a elegir un vestido
de novia para casarse con el hombre de quien ella todavía está profundamente
enamorada.
Aunque cualquier mujer podría hundirse en la desesperación en estas
condiciones, en el caso de Georgina, la depresión acarrea un mayor riesgo: cada
vez que duerme, se encuentra seducida por un canto de sirena. Atrayéndola y
amenazándola con envolverla en su periodo depresivo y atraerla por una
puerta dimensional de algún tipo. Después de descartar estos episodios como
‘alusiones inducidas por el alcohol’ o de alguna clase, Georgina lentamente
comprende que hay algo siniestro en este canto de sirena y que alguna entidad
está tratando de atraerla a otro mundo con un objetivo desconocido. Ahora
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Georgina debe decidir luchar contra el impulso de pasar por aquella puerta o ir
allí y ver qué es lo que la espera.

Tanto ella y su compañero de habitación (y otro ex novio, aunque de la


clase no humana) Roman, trabajan juntos para descubrir que es lo que le está
sucediendo y protegerla de cualquier entidad o entidades que se encuentran
acechándola y Georgina esta hundida por aun mas miseria. Simone, una
misteriosa y de no toda confianza nueva succubus, ha llegado a la ciudad y va
directo por Seth, al parecer tratando de llegar a él con el objetivo de traicionar a
Maddie.
Incluso si los grandes inmortales, el jodido jefe de Georgina Jerome y su
lacónico amigo y Ángel Carter, saben cuál es el propósito de la visita de Simone
en Seattle, ellos no lo están contando.
Tomando en cuenta todo, estas son circunstancias que ponen a prueba a
cualquier mujer, inmortal o de otra clase…
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Capítulo 1
Traducido por Melissa

Estaba borracha.
No estaba completamente segura de cuándo había ocurrido, pero
sospechaba que había sido más o menos en el momento en que mi amigo Doug
había apostado a que no podría beber tres vodka gimlets más rápido que él. Él
había prometido hacer mi trabajo el fin de semana si ganaba, y yo iba a hacer
sus funciones de abastecimiento por una semana si él ganaba.
Cuando terminamos, parecía que no iba a tener que trabajar el próximo
fin de semana.
"¿Cómo pudiste beber más que él?" Mi amigo Hugh quiso saber. "Él es
dos veces tu tamaño".
A través del gentio abarrotado en mi departamento, miré fijamente la
puerta cerrada del baño, detrás de la cuál Doug había desaparecido. "Él estuvo
mal del estómago esta semana. Supongo que eso no viene tan bien con el
vodka".
Hugh arqueó una ceja. "¿Por qué mierda alguien aceptaría una apuesta
como esta, después de estar enfermo?"
Me encogí de hombros. "Porque es Doug".
Esperando que Doug estuviese bien, escudriñé el resto de mi fiesta con la
satisfacción de una reina evaluando su reino. Me había mudado a este lugar en
julio y había estado retrasando por largo tiempo una fiesta de inauguración.
Cuando finalmente había llegado Halloween, combinar los dos acontecimientos
había parecido ser una solución bastante razonable. Por consiguiente, mis
invitados de esta noche, vestían una variedad de disfraces, todo desde bellos
vestidos del renacimiento a holgazanes que simplemente se habían puesto
rápidamente un sombrero de bruja.
Yo, me vestí como una pastorcita — bien, es decir, estaba vestida como
una pastorcita si ella fuese una stripper y/o una prostituta desvergonzada. Mi
falda plisada azul llegaba sólo por encima de la mitad de mis muslos, y mi
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blusa blanca con mangas era tan escotada que tenía que ser precavida al
inclinarme. El logro más importante — literalmente — era mi melena rubia de
cabello rizado, pulcramente organizada en dos coletas atadas con pequeños
lazos azules. Se veía perfecto, absolutamente indistinguible de lo real porque…
pues bien, era real.
El cambio-de-forma siempre venía de la mano con un succubus, pero
para Halloween, era oro. Siempre había tenido los mejores trajes porque en
realidad podía convertirme en cualquier cosa que quisiera. Por supuesto, tenía
que mantenerlo dentro de lo razonable. Demasiado cambio incrementaba las
sospechas de los humanos a mí alrededor. ¿Pero para un cambio de pelo? Sí. El
cambio-de-forma era bastante conveniente.
Alguien tocó mi codo. Di la vuelta, y mí presumido entusiasmo
disminuyó un poco, cuando vi quién era: Román, mi psicópata compañero de
cuarto.
"Creo que hay alguien enfermo en el baño", me dijo. Roman era un
nephilim, medio ángel y medio humano, con un suave pelo negro y unos ojos
verdemar. De no ser por el hecho de que él ocasionalmente mataba a inmortales
por diversión y me tenía en su lista negra, habría sido un buen partido.
"Sí", dije. "Es Doug. Perdió un reto de vodka".
Roman hizo una mueca. Él llevaba unos cuernos de diablo y una capa
roja. La ironía no me fue indiferente. "Espero que tenga buena puntería. No
quiero limpiar eso".
"Qué, tampoco haces quehaceres domésticos?" preguntó Hugh.
Recientemente se había dado cuenta de que Roman no me pagaba alquiler
porque estaba "desempleado". "Parece que deberías hacer tu parte aquí de
alguna modo".
Roman le dio a Hugh una mirada de advertencia. "Mantente alejado de
esto, Spiro Agnew* ".1
"¡Soy Calvin Coolidge* !" Exclamado Hugh, altamente ofendido. "Éste es2

1
Político y abogado estadounidense.
2
fue el trigésimo Presidente de los Estados Unidos.
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el mismo traje que llevó puesto en su inauguración".


Suspiré. "Hugh, nadie aquí recuerda eso". Ese era el lado negativo de ser
inmortal. Nuestros recuerdos se vuelven obsoletos a medida que pasa más
tiempo. Hugh, un diablillo que compraba almas para el infierno, era mucho
más joven que Roman y yo, pero tenía muchos más años que cualquier humano
aquí.
Escabulléndome de Roman y de la discusión de Hugh, me dirigí a través
del cuarto a mezclarme con mis invitados. Algunos de mis compañeros de
trabajo de la librería, donde Doug y yo trabajábamos estaban agrupados
alrededor de la ponchera, por lo que me detuve a charlar. Inmediatamente, fui
bombardeada con cumplidos.
"¡Tu pelo es asombroso!"
"¿Lo teñiste tú?"
"¡No parece una peluca!"
Les aseguré que era una muy buena peluca y les respondí con alabanzas
a cambio. Una persona, sin embargo, ganó un lamentable movimiento de
cabeza de mí parte.
"Tienes más creatividad que todos nosotros juntos, y esto es lo mejor que
puedes hacer?" Pregunté.
El autor de Bestsellers, Seth Mortensen volvió su mirada hacia mí con
una de sus sonrisas de marca registrada. Aún cuando estaba mareada con el
vodka, esa sonrisa nunca fallaba en hacer que mi corazón se acelerara. Seth y yo
habíamos salido por algún tiempo, zambulléndome en las profundidades de un
amor que nunca había imaginado posible. Parte de ser una succubus era tener
una eternidad para seducir hombres y acaparar la energía de sus almas — una
relación real había estado fuera de cuestión. Y finalmente, lo había estado. Seth
y yo habíamos terminado la relación —dos veces— y mientras usualmente
aceptaba que él siguiera adelante, sabía que lo amaría por siempre. Y para mí,
por siempre era un asunto muy serio.
"No la puedo desperdiciar en un disfraz", dijo. Sus ojos color miel me
miraban cariñosamente. Ya no sabía si también me amaba; Sólo sabía con
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seguridad que todavía le importaba ser mi amigo. Me mantuve intentando


mostrar la misma imagen. "Voy a ahórrala para el siguiente libro".
"Excusa poco creíble", dije. Su camisa representaba a Freddy Krueger, lo
cual podría haber sido aceptable de no ser por el hecho que sospechaba que la
poseía desde hace mucho antes de Halloween.
Seth negó con la cabeza. "De todas formas, a nadie le importa lo que los
chicos vistan en Halloween. Se trata de las mujeres. Mira alrededor". Lo hice y
vi que él tenía razón. Todos los trajes elaborados y sensuales eran vestidos por
mis invitadas. Con algunas excepciones, los hombres deslucían en comparación.
"Peter se vistió muy bien", señalé. Seth siguió mi mirada hacia otro de
mis amigos inmortales. Peter era un vampiro, uno obsesivo compulsivo y muy
escrupuloso. Vestía un completo atuendo francés pre-revolucionario, con abrigo
bordado y una peluca empolvada sobre lo que normalmente era un delgado
cabello café.
"Peter no cuenta", dijo Seth.
Recordando cómo Peter había marcado cuidadosamente los cisnes
alrededor de los zócalos de su cuarto de baño la semana pasada, no podía
ayudarme pero estaba de acuerdo. "Buen punto".
"¿De qué está disfrazado Hugh? ¿Jimmy Carter?"
"Calvin Coolidge".
"¿Cómo puedes decirlo?"
Me salvé de contestar cuando la prometida de Seth — y una de mis
mejores amigas — Maddie Sato apareció. Estaba vestida de hada, con alas y un
vestido vaporoso, en ningún caso tan erótico como el mío. Las flores falsas
decoraban el negro cabello que había sido jalado en moño. Su noviazgo con
Seth era algo que más o menos había aceptado, aunque sospechaba que el
pinchazo nunca se iría. Maddie no sabía que Seth y yo habíamos salido y no
tenía ni idea de la turbación que sentía sobre su relación.
Esperaba que ella resbalara su brazo alrededor del de Seth, pero fue del
mío de quien ella se agarró y tiró con fuerza. Tropecé un poco. Los tacones de
cinco pulgadas normalmente no eran un problema para mí, pero el vodka
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complicó un poco las cosas.


"Georgina", exclamó, una vez que estuvimos lo suficientemente lejos de
Seth. "Necesito tu ayuda". Metiendo la mano en su bolso, arrancó dos páginas
desgarradas de revistas.
"Con qu — oh". Mi estómago se retorció con inquietud, y esperaba no
unirme a Doug en el baño. Las páginas mostraban fotos de vestidos de novia.
"Casi me he decidido por estos", explico. "¿Qué piensas?"
Aceptar a regañadientes que el hombre que amaba iba a casarse con una
de mi mejores amigas era una cosa. Ayudarles a planificar su boda era una
materia completamente diferente. Tragué.
"Oh, vaya, Maddie. No soy buena con eso".
Sus oscuros ojos se ampliaron. "¿Estás bromeando? Eres justamente
quien me enseñó a vestir en primer lugar".
Aparentemente ella no había tomado a pecho las lecciones. Los vestidos,
mientras se veían bellos en las modelos anoréxicas, se verían terribles en
Maddie. "No lo sé", dije débilmente, arrastrando mis ojos. Los vestidos
evocaban imágenes mentales de Maddie y Seth caminando juntos por el altar.
"Vamos", ella rogó. "Sé que tienes una opinión".
La tenía. Una mala. Y honestamente, si fuera una buena sirviente del
Infierno, le habría dicho que en ambos se vería bien. O habría respaldado el
peor. Lo que ella llevara puesto no era de mi incumbencia y puede que si ella
apareciera en su boda viéndose patética, Seth se daría cuenta de lo que había
perdido cuando terminamos.
Y aún así… no podría. Incluso después de todo lo que había ocurrido,
simplemente no podía dejar a Maddie hacerlo. Ella había sido una buena amiga,
nunca sospechó lo que había ocurrido entre Seth y yo, antes y durante su
relación. Y tanto como esa parte mezquina y egoísta de mí lo quería, no la podía
dejar seguir adelante en un mal vestido.
"Ninguno es bueno", dije al fin. "La falda de vuelo en ese te hará ver
pequeña. Las flores arriba de ese te harán ver gorda".
Se quedó desconcertada. "¿En serio? nunca…" estudió las fotos, su cara
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cayó. "Mierda. Pensé que tenía controladas estas cosas ahora".


Sólo puedo asumir que mis siguientes palabras vinieron del licor. "Si
quieres, iré contigo a algunos lugares esta semana. Puedes probarte algunas
cosas y te diré cual funciona".
Maddie se iluminó. No era bella para las normas, del tipo de revistas,
pero cuando sonreía, era bella. "¿En serio? Oh, gracias. Y tú puedes buscar tu
vestido también".
"¿Mi Qué?"
"Bien " Su sonrisa se volvió astuta. "Vas a ser mi madrina, ¿no?"
En ese momento, reconsideré mis anteriores pensamientos acerca de que
nada podría ser más doloroso que ayudar a planificar su boda. Ser su madrina
de bodas era mucho peor que eso. Aquellos que creían que hacíamos nuestro
propio infierno en la tierra debieron de haber tenido algo como esto en mente.
"Oh, bien, no lo sé"
"¡Tienes que serlo! No hay nadie más a quien quiera tener".
"No soy en realidad del tipo madrina de bodas".
"Por supuesto que lo eres". Los ojos de Maddie repentinamente miraron
algo más allá de mí. "Oh, vaya. Doug está de regreso. Voy a ir a ver cómo está.
Hablaremos de esto más tarde. Cederás". Maddie corrió a toda prisa hacia su
hermano, dejándome entumecida y muda. Decidí entonces que valia la pena el
riesgo de enfermarme e ir por otra bebida. Esta fiesta había dado un definitivo
viraje en U.
A pesar de todo, cuando di la vuelta, no fui hacia el bar. Fui hacia mi
terraza. Una de las mejores características de este departamento era su gran
balcón, una que tenía vista a Puget Sound y más allá del horizonte de Seattle.
Aunque, estaba de pie allí, no era la vista lo que me cautivaba. Era... algo más.
Algo que no podía explicar. Pero era cálido y maravilloso y le hablaba a todos
mis sentidos. Imaginé que podía ver la luz de distintos colores en mi balcón,
como las olas de una aurora. También podía oír un tipo de música que
desafiaba a todas las palabras humanas y no tenía nada que ver con Pink Floyd
saliendo desde mi estéreo.
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La fiesta se desvanecía en el fondo a medida que me movía lentamente


hacia el balcón. La puerta estaba abierta para extractar el aire del cuarto caliente
y mis dos gatas, Aubrey y Godiva, yacían cerca de él para mirar hacia afuera. Di
un paso delante de ellas, atraída hacia algo que no tenía ninguna explicación o
descripción. El aire caliente otoñal me absorbía mientras buscaba qué me
llamaba. Estaba en todo mí alrededor y aun así lejos de mi alcance. Estaba
convocándome, atrayéndome directamente hacia el borde del balcón. Casi
consideré subirme a la cornisa en mis tacones y mirar encima. Tenía que
alcanzar esa belleza.
"Hola, Georgina".
La voz de Peter me sacó del trance. Miré alrededor, alarmada. No había
música, ningún color, ninguna atracción estrecha. Sólo la noche, la vista y los
muebles en mi balcón. Di la vuelta, encontrándome con sus ojos.
"Tenemos un problema", dijo.
"Tenemos un montón de problemas", dije, pensando en el vestido de
novia de Maddie y el hecho de que casi salgo caminando por mi propio balcón.
Temblé. Definitivamente no iba a volver por la siguiente bebida. Enfermarse era
una cosa. Las alucinaciones eran otra. "¿Qué pasa?"
Peter me llevó hacia adentro y señaló. "Cody está enamorado".
Miré a nuestro amigo Cody, otro vampiro y el aprendiz de Peter. Cody
era un joven inmortal, optimista y cautivador. Estaba vestido como un
alienígena, con antenas verdes sobresaliendo de su desordenado cabello rubio.
La perfección de su traje plateado espacial me hizo pensar que Peter había
desempeñado un papel en él. Ahora mismo, Cody estaba mirando a través del
cuarto, con la boca abierta mientras observaba a alguien. Se veía como me había
sentido hace solo unos momentos.
Su nombre era Gabrielle, y acababa de ponerse a trabajar en la librería.
Era diminuta, casi como un duende, y llevaba puesta unas medias caladas
negras y un vestido negro rasgado. Sus cabellos estaban en punta y también
eran negros, como lo era su lápiz labial. Fácil coordinación. Cody clavaba los
ojos en ella como si fuera la criatura más bella en la tierra.
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"Huh", dije. Hugh tenía citas todo el tiempo, pero nunca realmente había
pensado en los vampiros —en particular Peter — teniendo cualquier tipo de
interacciones románticas.
"Creo que le gusto que ella se disfrazara como un vampiro", dijo Peter.
Negué con la cabeza. "De hecho, así es como se viste siempre".
Caminamos hacia Cody y requirió de varios momentos para que nos
notara. Parecía excitado por verme. "¿Cómo se llama?" Él respiró.
Intenté esconder mi sonrisa. Cody quedando impresionado era una de
las más cosas más tiernas que alguna vez había visto y una bienvenida
distracción al otro drama de esta noche. "Gabrielle. Trabaja en la tienda".
"¿Está soltera?"
Volví la mirada hacia ella, mientras se reía de algo que Maddie había
dicho. "No lo sé. ¿Quieres que lo averigue?"
Cody se sonrojó — tanto como un vampiro pálido podría. "¡No! Quiero
decir… a menos que ¿crees que sería demasiado obvio? No quiero que vayas a
tener algún problema".
"No es problema para mí", dije, mientras Doug pasaba caminando.
"Oye". Agarré su manga. "Hazme un favor, y me retractaré de mi apuesta".
Doug, cuya piel americana-japonesa estaba normalmente bronceada,
podría haber pasado por un alienígena por su tono verde. "Preferiría tener mi
estomago de vuelta, Kincaid".
"Ve a investigar el estatus romántico de Gabrielle. Cody está interesado".
"¡Georgina!" Exclamado Cody, mortificado.
Enfermo o no, Doug no podría resistir un poco de intriga. "Es un hecho".
Caminó a través del cuarto y jaló a Gabrielle hacia él, inclinándose hacia
abajo de forma que pudiera escuchar. En una oportunidad, él miró en nuestra
dirección, y Gabrielle miró también. Cody casi murió.
"Oh Dios".
Doug regresó cinco minutos más tarde y negó con la cabeza. "Lo siento,
niño. Está soltera, pero no cree que seas su tipo. Está metida en lo gótico y actos
vampíricos. Tú eres demasiado tradicional para ella". Bebía un vaso de agua y
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casi me atraganté con él.


"Eso", dijo Peter, tan pronto como Doug se fue, "Es lo que llamamos
ironía".
"¿Cómo puede ser posible?" Exclamo Cody. "Soy un vampiro. Debería
ser exactamente lo que ella quiere".
"Sí, pero no te pareces a uno", dije. Si Gabrielle hubiera sido una
Trekkie *, él podría haber tenido una oportunidad esta noche.3

"¡Me parezco exactamente a un vampiro porque soy uno! ¿Cómo debería


vestirme? ¿Como el Conde Chocula *?"4

La fiesta continuó vigente por otro par de horas, y finalmente, las


personas comenzaron a irse paulatinamente. Con Román y yo, jugando a los
buenos anfitriones, sonriendo y despidiéndonos de cada uno de ellos. Para
cuando todo el mundo se había ido, estaba cansada y más que feliz de que todo
hubiese terminado. Me había rehusado a beber después del incidente del balcón
y ahora tenía dolor de cabeza como un agradable recordatorio de mi
absolución. Roman se veía tan exhausto como yo mientras observaba el
desordenado departamento.
"Divertido, ¿no? Haces una fiesta de inauguración para lucirte con el
lugar y entonces las personas lo basurean".
"Se limpia rápido", dije, estudiando todas las botellas y los platos de
cartón con restos de comida. Aubrey lamía lustrando un bizcocho a medio
comer y se lo quité precipitadamente. "Pero no esta noche. Ayúdame a limpiar
los productos perecibles, y haremos el resto mañana".
"No hay ‘nosotros’ en ‘limpiar'" dijo Roman.
"No estás siendo razonable", dije, tapando alguna salsa. "Y Peter tiene
razón, sabes. En realidad deberías hacer más por aquí".
"Proveo de buena compañía. Además, ¿cómo puedes deshacerte de mí?"
"Iré a Jerome", le advertí, refiriéndome a su padre demonio, quien
también resultaba ser mi jefe.

3
término usado para referirse a los fans de Star Trek
4
vampiro que aparece en unas cajas de cereales de chocolate
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"Seguro. Ve corriendo y cuéntale de mi". Roman reprimió un bostezo,


demostrando qué tan preocupado estaba por la furia de su padre. La parte
molesta era, que él tenía un buen punto. No podía deshacerme de él por mí
misma y dudaba que Jerome realmente ayudara. Aún así, apenas pude creerlo
cuando Roman se alejó hacia la cama y me dejó sola con toda la limpieza. No
había pensado que iría tan lejos.
"¡Imbécil!" Grité detrás de él, consiguiendo solo un portazo como
respuesta. En realidad no era tan mal compañero de cuarto, pero dado nuestro
pasado tormentoso que a menudo lo hacía querer molestarme. Surtía efecto.
Echando humo, terminé de hacer el aseo necesario y me dejé caer en la
cama una media hora más tarde. Aubrey y Godiva me siguieron, acostándose
de lado al final de la cama. Eran un contraste de colores, como alguna pieza de
arte moderno. Aubrey era blanca con motas negras en su cabeza; Godiva era
una mezcla de naranja, café y negro. Las tres nos quedamos dormidas
inmediatamente.
Un poco más tarde, desperté con el sonido de una canción... o, más bien,
era lo más cercano en que lo podía describir. Era lo mismo que había sentido
más temprano, una inquietante atracción, que le hablaba a cada parte de mí.
Cálido, brillante y hermoso. Estaba en todas partes y en todo, y deseaba tener
más de eso, caminar hacia la luz que brillaba con colores indescriptibles. Se
sentía tan, tan bien — como algo en lo que podría derretirme, si sólo lo pudiera
alcanzar. Tuve la impresión de una entrada, una puerta que simplemente debía
empujar para abrir, pasar a través y—
Manos ásperas agarraron mis hombros y me sacudieron con fuerza.
"¡Despierta!"
Como antes, la sobrecarga sensorial desapareció. Me quedé sola en un
mundo silencioso, vacío. Sin ninguna canción de sirena. Roman estaba frente a
mí, con sus manos sacudiéndome, mientras su cara me miraba con
preocupación. Miré alrededor. Estábamos en la cocina. No recordaba cómo
había llegado ahí.
"¿Cómo — qué pasó?" Tartamudeé.
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La cara que se había burlado de mí antes, ahora estaba llena de


preocupación, algo de eso le molestaba a una pequeña parte de mí. ¿Por qué
alguien que quiso matarme debería estar preocupado por mí?
"Tú dímelo", dijo, soltando su agarre.
Me restregué los ojos, queriendo recordar lo que sucedió. "Yo… no lo sé.
Debí estar sonámbula".
Su cara todavía tenía un aspecto demacrado y ansioso. "No... había algo
aquí".
Negué con la cabeza. "No, fue un sueño. O una alucinación. Me ocurrió
más temprano. Sólo bebí demasiado".
"¿No me oíste?" Allí estaba otra vez, miedo por mí, debajo de la cólera.
"Había algo aquí, alguna… fuerza. Lo sentí. Me despertó. ¿No recuerdas nada?"
Mire fijamente, intentando llamar a la luz y a la melodía cautivadora. No
pude.
"Era… era delicado. Quería… quería ir ahí… ser parte de eso…" Había
un tono ensoñador y triste en mi voz.
La expresión de Roman se oscureció. Como una succubus, era un
inmortal menor, uno que alguna vez había sido humano. Los inmortales
mayores, como ángeles y demonios, habían sido creados en el comienzo del
universo. Los nephilim habían nacido y caído en alguna parte del medio. Como
tal, sus poderes y sus sentidos eran mayores que los míos. Roman podía
detectar cosas que yo no podía.
"No lo hagas", dijo. "Si lo sientes otra vez, aléjate. No lo dejes arrastrarte.
Bajo ninguna circunstancia deberías ir a eso".
Volví la mirada hacia él con el ceño fruncido. "¿Por qué? ¿Sabes lo qué
es?"
"No", dijo sombríamente. "Y ese es el problema".
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Capítulo 2
Traducido por Melissa

Me moví para todos lados el resto de la noche. Ser visitada por una
fuerza extraña sobrenatural te hace eso. Además, nunca me había recobrado
completamente de la vez en que una extremadamente-poderosa entidad del
caos se había fusionado conmigo en mis sueños y succionado mi energía. Su
nombre era Nyx, y lo último que había escuchado, es que estaba prisionera.
Aún así, lo que me había hecho — y lo que me había mostrado — había dejado
una impresión duradera. El hecho de que Roman no pudiera identificar lo que
había sucedido esta noche era un poco inquietante.
Así que, me desperté con los ojos hinchados, luciendo un abultado dolor
de cabeza que probablemente se debía en partes iguales a la resaca y la falta de
sueño. Los succubus tenían la sanación rápida que todos los inmortales poseían,
lo que quería decir que realmente me había jodido a mi misma para tener estos
efectos prolongados. Sabía que el dolor de cabeza pasaría pronto, pero tomé
algo de ibuprofeno para ayudar al proceso.
El condominio estaba tranquilo mientras caminaba arrastrando los pies
en la cocina, y a pesar de mis esfuerzos para limpiar la comida anoche, todavía
estaba rodeada de una sensación sucia y agotadora, que seguía a la mayoría de
las fiestas. Godiva, estaba acurrucada en la parte trasera del sofá, alzó su cabeza
a mi llegada, pero Aubrey continuó durmiendo imperturbablemente en su
lugar en un sillón. Preparé algo de café y entonces deambulé por mi terraza,
mirando fijamente el día soleado y el horizonte de Seattle al otro lado del agua
azul grisácea que se extendía delante de mí.
Una sensación familiar repentinamente me barrió, como azufre y agujas
candentes. Suspiré.
"Un poco temprano para ti, ¿no?" Pregunté, sin necesidad dar la vuelta
para saber que Jerome, el archidemonio mayor del área de Seattle y mi jefe
infernal, estaba detrás de mí.
"Es mediodía, Georgie", contestó secamente. "El resto del mundo está
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levantado y andando."
"Es sábado. Las leyes del tiempo y del espacio son diferentes hoy.
Mediodía califica como temprano."
Finalmente di la vuelta, mayormente porque había oído la cafetera
terminar. Jerome estaba apoyado contra la pared de mi cocina, como siempre
inmaculadamente vestido, en un traje negro de diseñador. También, como
siempre, el demonio se veía exactamente como una versión cercana al John
Cusack de los 90’. Podía parecerse a cualquier cosa o cualquier persona que
quisiera en este mundo, pero por razones que él mantenía imprecisas, el Sr.
Cusack era su forma preferida. Me había acostumbrado tanto a eso que cada
vez que veía Say Anything *5 o Grosse Pointe Blank *6 en la TV, siempre tenía que

hacer una pausa y preguntarme, "¿Qué está haciendo Jerome en esta película?"
Serví una taza de café y la sostuve en alto a manera de invitación. Jerome
negó con la cabeza. "Supongo", dijo, "¿que tu compañero de cuarto también está
siendo perezoso y realmente no está haciendo diligencias?"
"Esa sería mi suposición". Le agregué generosamente crema de vainilla a
mi café.
"Albergaba la esperanza de que cuando él no andaba por los alrededores,
significaba que estaba fuera buscando trabajo. Resulta que estaba solo
preparándome para la desilusión."
Honestamente, me alegraba de que Jerome hubiera venido a ver a
Román. Cuando Jerome me buscaba, no era para nada bueno. Siempre tendía a
ser un traumático evento de amenaza-mundial en el submundo inmortal.
Caminé con pesadez de regreso, atravesando la sala de estar, notando
que las gatas habían desaparecido con la llegada de Jerome. Con el café todavía
en mano, me encaminé hacia el cuarto de Román, golpeando una vez antes de
abrir la puerta. Supuse que como casera, tenía ese derecho. También, me había
dado cuenta de que Román tenía la notable habilidad de ignorar el golpe por

5
*Pertenece a la emblemática escena en donde Jhon Cusack levanta una radio sobre su cabeza en
forma de serenata
6
*Jhon Cusack es un asesino a sueldo insatisfecho de su profesión y con depresión que decide asistir a la
reunión de 10 años de su secundaria.
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una gran cantidad de tiempo.


Estaba tumbado de un lado a otro de su cama, vestido sólo con un par de
calzoncillos azul marino que me hicieron hacer una pausa. Como había notado
antes, él era muy guapo, a pesar de la actitud espinosa que había tenido desde
que se había mudado. Verlo a medio vestir siempre me producía un recuerdo
de la única vez que habíamos dormido juntos. Entonces, tenía que recordarme a
mi misma que él probablemente estaba tramando cómo matarme. Era una
buena forma de reprimir cualquier lujuria residual.
Roman se cubrió los ojos con su brazo en contra de la luz del sol
fluyendo a través de su ventana. Cambió de posición, moviendo el brazo
ligeramente, y me miró fijamente con un ojo. "Es temprano", dijo.
"No según tu exaltado señor."
Algunos segundos pasaron, y entonces él hizo una mueca mientras
también sentía la firma inmortal de Jerome. Con un suspiro, Román se sentó,
deteniéndose para restregarse los ojos. Él lucía tan cansado como yo me sentía,
pero si había una fuerza en este mundo que podía sacarlo de la cama después
trasnochar, era mi jefe — sin importar los osados reclamos de Román anoche. Se
tambaleó y pasó junto a mí por la puerta.
"¿No vas a vestirte?" Exclamé.
La única respuesta de Roman fue una desinteresada sacudida con su
mano mientras él se dirigía hacia el vestíbulo. Lo seguí de regreso y descubrí a
Jerome vertiéndose en un jarro algún sobrante de vodka de anoche. Bueno, eran
las cinco en alguna parte. Él arqueó una ceja cuando vio la escasa vestimenta de
Román.
"Que bien que te vistieras."
Roman fue directo hacia el café. "Sólo lo mejor para ti, Papá. Además, a
Georgina le gusta."
Un momento de pesado silencio siguió mientras los oscuros ojos de
Jerome estudiaban a Roman. No sabía nada de la madre de Román, pero Jerome
era el demonio que lo había engendrado hace miles de años atrás.
Técnicamente, Jerome había sido un ángel en ese momento, pero cuando hizo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 19

un movimiento con un humano lo habían despedido del Cielo y lo habían


enviado a trabajar para los de abajo. Sin paquete de cesantía.
Román ocasionalmente hacía comentarios sarcásticos acerca de su
relación familiar, pero Jerome nunca lo reconocía. De hecho, según las reglas de
ambos, Cielo e Infierno, Jerome debería haber sacado a Román de la tierra hace
muchísimo tiempo. Ángeles y demonios consideraban a los nephilim
antinaturales y ofensivos y continuamente trataban de cazarlos hasta la
extinción. Era un poco rudo, incluso con las tendencias sicópatas que los
nephilim tendían a tener. Roman había sido un instrumento para salvar a
Jerome recientemente, sin embargo, los dos habían llegado a un trato en que
dejaba vivir pacíficamente a Roman en Seattle — por ahora. Si cualquiera de los
colegas de Jerome se enterara de este acuerdo ilícito, literalmente pagaríamos
con el infierno — todos nosotros. Una buena succubus habría delatado a su jefe
por quebrantar las reglas.
"¿Así que, qué te trae por aquí?" preguntó Román, acercando una silla.
"¿Vienes a estimular a tu lanzador *?"7

La cara de Jerome permaneció impasible. "Tengo trabajo para ti".


"¿Como uno para pagar la renta?" Pregunté esperanzadamente.
"Como uno que asegure que continuaré dejándolo vivir con el estilo de
vida que está acostumbrado", contestó Jerome.
Román hizo una entretenida, sonrisa de demonio-muy-interesado que
era típica de él, pero no fui engañada. Él conocía la amenaza que Jerome
representaba y también sabía que parte del trato involucraba a Román haciendo
mandados para su padre. Aún así, Román hizo un buen trabajo actuando como
si fuera él quien estuviera haciéndole un favor a Jerome. El nephilim hizo un
despreocupado encogimiento de hombros.
"Seguro. No tengo nada que hacer hoy. ¿Qué ocurre?"
"Tenemos una nueva visita inmortal en la ciudad", dijo Jerome. Si la
actitud de Román le molestaba, el demonio era muy bueno enmascarando sus

7
*Juego palabras de doble sentido que significa por un lado que viene a conversar mientras lanzan una
pelota de un lado a otro y por el otro masturbarse
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 20

sentimientos. "Una succubus".


Mi estudio distante y psicológico de la dinámica entre padre e hijo vino
con una parada en seco. "¿Qué?" Exclamé, irguiéndome tan rápidamente que
casi derramé mi café. "Pensé que estábamos listos con Tawny".
Había trabajado a solas en la escena del succubus aquí por años hasta
que Jerome adquirió a otra hace varios meses. Su nombre era Tawny, y a pesar
de que ella era molesta y bastante inepta a diferencia de la mayoría de las
succubus, aún había algo más bien encantador en ella. Afortunadamente,
Jerome la había mandado a Bellingham, manteniéndola cómodamente a una
hora y media de viaje lejos de mí.
"No es que sea de tu incumbencia, Georgie, pero ella no está aquí para
trabajar. Está aquí.... como una visita. De vacaciones". Los labios de Jerome se
retorcieron con amarga diversión.
Román y yo intercambiamos una mirada. Los inmortales ciertamente
podían tomar vacaciones, pero claramente, había algo más en esto.
"¿Y?" preguntó Roman. "¿Está en realidad aquí porque...?"
"Porque estoy seguro de que mis superiores quieren vigilarme
detenidamente después del reciente… incidente".
Sus palabras fueron delicadas, con una advertencia muy sutil de no
explicar lo que significaba dicho incidente. Román y yo lo habíamos rescatado
de — una invocación que había encarcelado a Jerome como parte de un juego
demoníaco de poder. Dejarse invocar era embarazoso para un demonio y
podría poner en tela de juicio su control territorial. Que el infierno pusiera a
alguien para examinar la situación no era tan loco.
"¿Crees que es una espía que viene a ver si todavía puedes manejar las
cosas?" preguntó Román.
"Estoy seguro de eso. Quiero que las sigas y veas a quién le rinde
cuentas. Lo haría, pero es mejor si no parezco ser sospechoso. Así es que
necesito permanecer visible".
"Encantador", dijo Román, con su voz tan seca como la de su padre. "No
hay nada que quiera hacer más que rastrear a una succubus".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 21

"Por lo que he oído, eres bueno en eso", lo consideré. Era verdad. Román
me había asechado invisiblemente algunas veces. Los inmortales inferiores
como yo no podíamos esconder la firma que nos distinguía a todos nosotros,
pero Román había heredado esa habilidad de Jerome, haciéndolo el perfecto
espía.
Roman me disparó una mirada irónica, luego se devolvió a Jerome.
"¿Cuándo empiezo?"
"Inmediatamente. Su nombre es Simonne, y se está quedando en Four
Seasons *. Ve hacia allá y ve lo que hace. Mei te relevará de vez en cuando". Mei8

era la demonio-segundo-al-mando de Jerome.


"¿Four Seasons?" Pregunté. "¿El Infierno paga por eso? Digo, estamos en
recesión".
Jerome suspiró. "El infierno nunca está en recesión. Y no creía que tus
comentarios jocosos empezaran hasta después de que hubieras terminado tu
café".
Le mostré mi taza. Estaba vacía.
Jerome suspiró otra vez y entonces se desvaneció sin previo aviso.
Aparentemente no tenía dudas de que Roman seguiría sus órdenes.
Román y yo nos quedamos allí por varios segundos en silencio, durante
los cuales ambas gatas reaparecieron. Aubrey se frotó contra la pierna desnuda
de Roman, y él le rascó la cabeza.
"Supongo que debería ducharme y vestirme", dijo al fin, poniéndose de
pie.
"No te molestes", dije. "¿Y no estarás invisible de todas formas?"
Me dio la espalda y caminó hacia el corredor. "Pensaba en dejar caer
algunas solicitudes de empleo cuando Mei me dé un descanzo".
"Mentiroso", dije. No creí que me escuchara.
No fue hasta que la ducha sonó que me di cuenta de que le debería haber
preguntado a Jerome por la extraña sensación de anoche. Fue tan extraño; aun
no sabía cómo describirlo. Entre más lo pensaba, más me preguntaba si había

8
Es una cadena canadiense de hoteles de lujo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 22

sido inducido por el alcohol. De hecho, Román afirmaba que había sentido algo,
pero él había bebido tanto como yo.
Y hablando de trabajos… el reloj de mi cocina me decía que necesitaba
dirigirme al mío. Una cosa de este departamento era que la vista del horizonte
había venido a costa de la conveniencia del trabajo. Mi viejo departamento
había estado en Queen Anne, en el mismo barrio que Emerald City Books and
Café. Solía ir caminando al trabajo, pero eso era imposible desde el oeste Seattle,
lo que quería decir que el trayecto era largo.
A diferencia de Román, no tenía necesidad física de una ducha y un
cambio— no que no me hubiese gustado. Encontraba las rutinas humanas
confortables. Con el poder de succubus, cambié de forma con una breve ráfaga,
quedando limpia, me puse un vestido sin mangas color durazno apropiado
para el trabajo y arreglé mi pelo café claro en una cola suelta. Román no se
asomó antes de que tuviera que irme, así es que agarré otra taza de café y le
dejé una nota preguntándole si lo mataría sacar la basura antes de que saliera a
jugar al agente secreto.
Mi dolor de cabeza y los últimos efectos de la resaca ya se habían ido
para cuando entré en la tienda. Estaba repleto de compradores tardíos, personas
que habían salido a pasear un sábado y turistas que habían vagado desde Space
Needle y Seattle Center hasta calle abajo. Dejé mi bolso en mi oficina y entonces
hice que un barrido administrativo en la tienda, estaba satisfecha de que todo
funcionaba sin problemas — hasta que me fijé que teníamos una fila de ocho
personas y sólo un cajero.
"¿Por qué estás sola?" Le pregunté a Beth. Era una antigua y buena
empleada, contestó mi pregunta sin quitar la mirada de la orden de su cliente.
"Gabrielle está en su hora de descanso, y Doug… no se siente bien".
Recuerdos de la competencia de vodka regresaron. Hice una mueca,
sintiéndome a la vez culpable y orgullosa. "¿Dónde está él?"
"En la sección erótica".
Sentí a mis cejas alzarse, pero no dije nada mientras me marchaba dando
media vuelta y caminaba a través de la tienda. Nuestra pequeña sección erótica
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 23

estaba estrafalariamente embutida entre la automotriz y la de animales


(anfibios, para ser precisa). Y apretujado en medio de los dos estantes de la
sección erótica estaba Doug, sentado en el piso con su cabeza descansando boca
abajo sobre sus rodillas. Me arrodillé a su lado.
"¿Momento de un clavo saca otro clavo *?" Pregunté.9

Elevó su cabeza y quitó el cabello negro en su cara. Su expresión era


miserable.
"Hiciste trampa. Tienes la mitad de mi tamaño. ¿Cómo es que no estás en
coma?"
"Más vieja y más sabia", dije. Si sólo supiera qué tan vieja. Sujeté su brazo
y lo jalé.
"Vamos. Vamos al café y consigamos algo de agua para ti".
Por un momento, parecía que se resistiría, pero pronto lo siguió un
valiente esfuerzo. Incluso se controló para no tambalearse demasiado mientras
lo conducía hasta al segundo piso de la tienda, la que era mitad librería y mitad
cafetería.
Agarré una botella de agua, y le dije al barista * que pagaría por eso más10

tarde, y comencé a arrastrar a Doug a una silla. Mientras escudriñaba los


alrededores, me detuve a medio camino, dando lugar a que el pobre Doug
tropezara. Seth estaba sentado en una mesa, con el portátil extendido y abierto
enfrente de él. Era su lugar favorito para escribir, lo cual había sido bueno
cuando salíamos y ahora era… incómodo. Maddie estaba sentada junto a él, con
su bolso en la mano y con un abrigo ligero puesto. Me acordé de que
empezábamos a la misma hora hoy. Recién debía de haber llegado.
Nos saludaron con la mano, y ella le dio a su hermano una mirada
castigadora.
"Que te sirva de lección".
Doug tomó un gran trago de agua. "¿Qué es lo que le ocurrió al amor
fraternal?"

9
En inglés: Hair of the dog time? Se refiere a usar alcohol para disminuir la resaca de alcohol o del uso
de otras drogas.
10
Profesional especializado en el café de alta calidad
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 24

"Todavía no te he perdonado de la vez que afeitaste mi perro salchicha".


"Eso fue hace como veinte años atrás. Y ese pequeño bastardo se lo
merecía".
Sonreí por costumbre. Las burlas de Doug y Maddie usualmente eran
algo que debería ser visto en televisión. Hoy, Seth mantenía mi atención. Había
sido más fácil ignorarlo anoche mientras el ansia del alcohol, hacía más fácil
disimular que había aceptado a regañadientes que se mudara con Maddie. Pero
ahora, en la fría luz de la sobriedad, sentía ese viejo dolor agitarse dentro de mi
pecho. Juro que podía oler el perfume de su piel, su sudor mezclado con el
jabón de bosque de manzana que usaba. La luz del sol de las grandes ventanas
de la cafetería se metía en su desordenado cabello café-cobrizo, y podía
recordar perfectamente lo que había sido acariciar las líneas de su cara, la suave
piel bajo su mejilla y la barba incipiente en su barbilla.
Mirando sus ojos, estaba sorprendida de ver que su atención estaba en
mí mientras los hermanos continuaban con su juguetona riña. Anoche, casi me
había convencido a mi misma que él sólo pensaba en mí como una amiga, pero
ahora… ahora no estaba tan segura. Había algo cálido, algo evaluador. Algo
que sabía que no debería estar ahí. Repentinamente tuve la furtiva sospecha de
que él estaba recordando el puñado de veces que habíamos tenido sexo. Estaba
pensando en eso también. Mis poderes habían sido desconectados cuando
Jerome desapareció, y Seth y yo habíamos podido tener sexo "seguro" — lo que
quería decir, ningún efecto colaterales de sucubbus.
Excepto por uno. Él todavía había estado saliendo con Maddie en ese
momento, y engañándola había manchado su alma con pecado. Eso fue peor
que si yo hubiese succionado su energía. En este momento, Seth tenía su alma
atada al infierno. No se había dado cuenta de eso, pero lamentaba su traición,
que era la razón que lo había incitado a un compromiso apresurado. Él sentía
que se lo debía.
La culpabilidad me obligó a apartar la vista, y entonces noté que Maddie
y Doug habían detenido su debate. Maddie estaba mirando hacia la barra del
café, pero los ojos de Doug estaban en mí. Estaban inyectados de sangre y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 25

cansados, con pesados círculos oscuros. Pero en medio de su mirada miserable


y con resaca... ahí había un destello, algo de desconcierto y sorpresa.
"Hora de trabajar", dijo Maddie alegremente, poniéndose de pie. Ella
pinchó el hombro de su hermano, haciéndolo respingar y alejar su atención de
mí. Estuve complacida. "¿Vas a sobrevivir a tu último par de horas?"
"Sí", él masculló, bebiendo más agua.
"Ve a hacer inventario en la parte trasera", dije, parándome también. "No
quiero que los clientes piensen que nuestro personal no tiene buena cabeza para
el licor. Estarían sobre la cadena de tiendas tan rápido, que eso no sería
gracioso."
Los labios de Maddie giraron abruptamente en una sonrisa mientras su
hermano se ponía de pie cansadamente. "Oye, Georgina. ¿Te importa si Doug y
yo intercambiamos turnos el martes? Necesito ir a hacer algunas diligencias
para la boda durante las horas de trabajo".
Doug le dio una mirada cortante. "¿Cuándo ibas a preguntarme si me
importaba?"
"Seguro", dije, tratando de no hacer una mueca de dolor con la palabra
‘boda’. "Puedes trabajar en el turno de la noche conmigo".
"¿Quieres venir también?" Ella preguntó. "Dijiste que lo harías".
"¿Lo hice?"
"Anoche".
Fruncí el ceño. Sólo Dios sabía cuántas promesas había hecho y ahora
había olvidado, gracias al vodka y las extrañas fuerzas mágicas. Vagamente, la
recordaba mostrándome fotografías de bodas. "Creo que tengo cosas que
hacer".
"Uno de los lugares está justamente a la vuelta de la esquina para ti," ella
urgió.
"Maddie", dijo Seth precipitadamente, claramente tan incómodo como yo
con este cambio de tema. "Si ella está ocupada—"
"No puedes estar ocupada todo el día", Maddie imploró. "¿Por favor?"
Sabía que sería desastroso, sabía que sería ir en búsqueda de angustia y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 26

problemas. Pero Maddie era mi amiga, y la mirada suplicante en sus ojos le hizo
algo a mis entrañas. Me di cuenta de que era culpabilidad. Culpabilidad por
cómo la habíamos traicionado Seth y yo. Su expresión ahora estaba llena de tal
fe y esperanza en mí — en mí, la mejor amiga que tenía en Seattle y la única que
creía que la podía ayudar a planificar esta boda.
Lo cual es por el qué me encontré aceptando, igual que anoche. Solo que
esta vez, no había alcohol para culpar. "Está bien".
La culpabilidad era probablemente el peor responsable de todo, cuando
se trataba de comportamiento estúpido.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 27

Capítulo 3
Traducido por Melissa

Trabajé hasta cerrar esa noche y no llegué a casa hasta alrededor de diez.
Para mi sorpresa, encontré a Roman en el sofá comiendo un tazón de cereales
mientras las gatas competían sobre su regazo para ver quién podía conseguir la
mayor parte de sus atenciones. Sinceramente, parecía que últimamente lo
quisiesen más que a mí. Era una traición de proporciones imperiales.
"¿Qué estás haciendo aquí?" Pregunté, sentándome sobre el sillón en
frente de él. Entonces noté que los restos del desorden de la fiesta de anoche
habían desaparecido. En cierta forma, sospeché que mencionarlo provocaría
que nunca volviese a limpiar. "Imaginé que estarías fuera persiguiendo a la
succubus de Jerome".
Roman reprimió un bostezo y colocó el tazón vacío sobre la mesita de
café. Inmediatamente, ambos gatos brincaron saliendo de su regazo para
conseguir los restos de la leche. "Estoy tomándome un descanso. Sin embargo,
he estado siguiéndola todo el día".
"¿Y?" Aparte de mi curiosidad natural, estaba intranquila con la idea de
que la autoridad de Jerome estuviera siendo cuestionada. El archidemonio me
podía molestar a veces, pero no deseaba un nuevo jefe. Nos habíamos acercado
peligrosamente a un cambio de jefatura cuando él fue invocado, y no me había
quedado impresionada con ninguno de los candidatos.
"Es increíblemente aburrida. Acecharte a ti es mucho más divertido. Se
fue de compras durante la mayor parte del día. Ni siquiera sabía que las tiendas
te dejaban llevar tanta mierda a los vestuarios. Luego recogió a un amigo en un
bar y, bueno, puedes imaginarte el resto".
Me gustó bastante la idea de Roman sufriendo mientras Simonne tenía
relaciones sexuales. "Pensé que con tus tendencias voyeuristas estarías metido
en esta clase de representaciones pornográficas.”
Él hizo una mueca. "No fue buen porno. Fue como el porno sucio y
pervertido, que se queda en la parte trasera de la tienda. La clase de cosas que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 28

sólo las personas realmente enfermas buscan.”


"¿Así que no hubo reuniones clandestinas de las que informar a Jerome?"
"No.”
"Supongo que tiene sentido". Me desperecé y puse mis pies sobre el
tapete. Con Doug incapacitado, había pasado un extraño día en los registros,
soportando más de lo que ya normalmente hacía. A menos que estuviese
equivocada, los ojos de Roman se detuvieron en mis piernas antes de regresar a
mi cara. "Si hoy ella no ve ninguna actividad inmortal, no tendría nada que
descubrir."
"Al menos no hasta esta noche.”
"¿Esta noche?"
"¿Cómo estás de distraída? Peter y Cody tienen una de sus cosas esta
noche.”
"Oh, hombre. Se me olvidó.”A Peter le gustaba dar cenas y reuniones y
daba la impresión de que no les importaba que había acabado de dar mi propia
gran fiesta. Como criaturas nocturnas, sus veladas siempre eran a altas horas de
la noche. "¿Y Simonne va a ir?"
"Sip. Mei está con ella ahora, y la relevaré en lo de Peter.”
"Así es que estarás allí en espíritu, pero no en persona.”
"Algo parecido.” Sonrió ante mi chiste y, por primera vez desde que
había regresado a la ciudad, vi un destello genuinamente divertido en esos ojos
verde-azulados. Me recordó un poquito al gracioso y galante hombre con el que
solía salir. También se me ocurrió que, para nosotros, ésta era una rara
conversación no-hostil. Era casi... normal. Entendiendo mal mi silencio, él me
miró cauteloso. "No estás pensando en poner una excusa para no ir, ¿verdad?
No puedes haber tenido un día tan duro.”
En realidad había estado pensando en excusarme. Después del drama de
ayer, y ahora el dolor a causa de mi rendición ante Maddie, no estaba segura de
estar preparada para los actos estrafalarios de mis inmortales amigos.
"Vamos,” dijo Roman. "Simonne es tan aburrida. Y ni siquiera quiero
mencionar sus actividades. Es tan sosa. Si no estás allí para entretenerme, no sé
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 29

lo que haré".
"¿Estás diciendo que el resto de mis amigos no son entretenidos?"
"Palidecen en comparación contigo.”
Finalmente acepté ir. Aunque, no me habría asombrado, si su interés en
que yo apareciese, era sólo por un aventón. No obstante, estaba de buen humor
mientras me dirigía hacia Capitol Hill. Era un poco extraño que Roman
estuviera y no estuviera conmigo. Para continuar espiando, se había vuelto
invisible y sin firma. Era como tener a un fantasma en mi coche.
Como siempre, fui una de las últimas en llegar. Los Tres Amigos11*—

Peter, Cody, y Hugh — estaban allí, vestidos ahora con su atuendo habitual, en
vez de con los trajes rigurosamente históricos. Eso significaba, un conjunto
combinado de suéter y pantalones holgados para Peter, vaqueros y una
camiseta para Cody y un traje de negocios casual para Hugh. Mantuve la puerta
abierta, un poco más de lo normal, para facilitar que Roman entrase
rápidamente después de mí. Después de eso, asumí que estaba conmigo. Tan
pronto como nos dejó entrar, Peter corrió de vuelta a su cocina a toda prisa sin
decir una palabra.
Simonne también estaba allí. Estaba sentada sobre el sofá de dos plazas,
con las largas piernas perfectamente cruzadas y las manos descansando sobre
sus rodillas. Su cuerpo era delgado con unos pechos de respetables
dimensiones, llevaba una falda negra y una blusa plateada de seda. Su pelo era
—de manera poco sorprendente— largo y rubio. La mayoría de los succubus
parecían pensar que ser rubia era una manera de tener el éxito asegurado al
llevarse hombres a la cama. Consideraba esa actitud un signo de falta de
experiencia. Fui morena —aunque con reflejos dorados— durante algún tiempo
y nunca tuve problemas para conseguir acción.
Hugh estaba sentado a su lado, con una cara de coqueteo que era normal
en él cuando quería cortejar a una mujer para meterla en su cama. Simone lo
evaluó con una sonrisa educada, la misma que me ofreció cuando entré. Se
puso de pie y me tendió la mano. Su firma inmortal olía a violetas y trajo a mi

11
En español original
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 30

mente la luz de la luna y la música de violoncelo.


"Debes de ser Georgina", dijo ella. "Encantada de conocerte".
Ella mantuvo esa misma expresión educada, y podía decir que no estaba
fingiendo. Tampoco era traviesa o excesivamente encantadora. Asimismo, no
manifestaba la abierta hostilidad que las succubus tenemos alrededor de las
demás, o incluso la almibarada agresividad pasiva que también era común
entre nosotras. Era sólo medianamente agradable. Era… sosa.
"Lo mismo digo,” dije. Me giré hacia Cody mientras intentaba identificar
los olores que venían de la cocina.
"¿Qué hay para cenar?"
"Pastel de pastor12*".

Esperé la broma, pero no llegó. "Ese no es el estilo habitual de Peter.” Era


un gran cocinero pero tendía a inclinarse hacia el solomillo o los escalopes.
Cody asintió con la cabeza. "Más temprano estuvo viendo un
documental sobre las Islas Británicas y eso le inspiró".
"Bien, no tengo nada en contra de eso,” dije, sentándome sobre el brazo
del sofá.
"Supongo que tan sólo deberíamos estar agradecidos de que no decidiera
hacer morcilla13*".

"En Australia, tienen una variante del pastel de pastor que tiene patata
en la parte superior y en el fondo", dijo Simone de forma inesperada. "Lo
llaman pastel de patata.”
Le siguieron unos segundos de silencio. Su comentario no estaba
completamente fuera de lugar, pero era simplemente extraño — en particular
considerando que no lo dijo con la voz presumida y sabionda que podías
encontrar entre las personas que siempre ganaban al Trivial Pursuit14*. Era

simplemente la exposición de un hecho. Tampoco era muy interesante.

12
Es un plato tradicional británico consistente en una capa de carne de cordero picada y recubierta de
puré de patata y opcionalmente de una capa de queso.
13
es un embutido sin carne, relleno principalmente con sangre (prietas). Muy popular, especialmente en
el norte de Inglaterra, Escocia e Irlanda. También conocida como prieta.
14
es un juego de mesa donde el avance está determinado por la habilidad del jugador para contestar
preguntas sobre conocimientos generales.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 31

"Hum,” dije al fin con una voz inexpresiva. "Es bueno conocer el nombre
preciso. Evitará cualquier confusión bochornosa que pudiera ocurrir durante la
cena. Sólo Dios sabe cuántos locos percances han ocurrido cuando las personas
piden dulces.”
Cody se atragantó un poco con su cerveza, pero Hugh obsequió a
Simone con una amplia sonrisa. "Eso es fascinante. ¿Eres cocinera?"
"No", dijo ella. Nada más.
Peter apareció de pronto en la parte de atrás con un gimlet de Vodka
para mí. Después del enfrentamiento de la última noche con Doug, había
prometido renunciar por un tiempo — como por unos pocos días.
Repentinamente decidí que después de todo podría necesitar una bebida.
Peter echó un vistazo alrededor con el ceño ligeramente fruncido. "¿Esto
es todo? Tenía la esperanza de que Jerome viniera”. Nuestro jefe solía reunirse
bastante con nosotros, pero había estado evitando los acontecimientos sociales
desde su invocacion.
"Creo que tiene unos negocios de los que encargarse”, dije. Sinceramente
no tenía ni idea, pero tenía la esperanza que mi vaga alusión pudiera
desencadenar alguna reacción en Simone. No lo hizo.
Peter sirvió un buen banquete, como siempre, con la mesa de su cocina
impecablemente decorada, más adelante con un cabernet sauvignon 15*
complementando el pastel de pastor. Le comenté que una Guinness * podría16

ser un mejor acompañamiento, pero él me ignoró.


"¿De dónde eres?" Le pregunté a Simone. "Estás aquí de vacaciones,
¿verdad?"
Asintió con la cabeza, alzando su tenedor con delicadeza. Había cortado
su pastel en cubos perfectos de una pulgada. Era suficiente para rivalizar con la
compulsión obsesiva de Peter. "Soy de Charleston,” dijo. "Probablemente me
quedaré una semana. Tal vez dos, si mi archidemonio me lo permite. Seattle es
agradable.”

15
*Clase de vino
16
Cerveza negra seca.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 32

"He oído que Charleston también es agradable", dijo Hugh.


Aparentemente no había perdido las esperanzas de tener relaciones sexuales
esta noche.
"Fue fundado en 1670", dijo a modo de respuesta.
De nuevo la siguió ese extraño silencio. "¿Estabas allí en ese momento?"
Pregunté.
"No. "
Comimos sin más conversación. Al menos lo hicimos hasta que llegó el
postre, y Cody volvió su atención hacia mí. "Entonces, ¿Me ayudarás o no?"
Había estado pensando cuidadosamente en cómo Simone conseguía
hombres y si su uso de adjetivos se ampliaba más allá del "agradable". La
pregunta de Cody me sorprendió. "¿Qué?"
"Con Gabrielle. ¿Recuerdas? ¿Anoche?" Bien. Gabrielle la vendedora de
libros que sólo salía con góticos y chicos vampiros.
"No te prometí que lo haría, ¿verdad?" Pregunté ansiosamente. Tenía
demasiadas lagunas mentales de esa fiesta.
"No, pero si fueras mi amiga, lo harías. Además, ¿No eres una especie de
experta en el amor?"
"Para mí misma".
"Y si me memoria no me falla", dijo Hugh "Realmente no es buena en
eso".
Le lancé una mirada.
"Tienes que darme algo", dijo Cody. "Necesito verla otra vez… necesito
algo de lo que hablarle... "
Había pensado que su enamoramiento de Gabrielle había sido
provocado por el alcohol de la última noche —en serio, ¿había algo por lo que
no se le pudiera echar la culpa al alcohol?— pero esa mirada de cachorro
enamorado todavía estaba en sus ojos. Conocía a Cody desde hacía algunos
años y nunca había visto esta clase de reacción en él. Tampoco se la había visto
nunca a Peter, pero mis amigos y yo, secretamente, habíamos decidido hacía
mucho tiempo que simplemente era asexuado. Si los vampiros pudieran
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 33

reproducirse, él lo habría hecho al estilo ameba17*.

Me devané los sesos. "La vi leyendo The Seattle Sinner en su descanso el


otro día.”
"¿Qué es eso?" Cody preguntó.
"Es nuestro periódico local clandestino industrial-gótico-fetichista-
sadomasoquista-angustioso", dijo Peter.
Todos nosotros dimos vuelta y clavamos los ojos en él.
"Es lo que he escuchado", agregó precipitadamente.
Volví la mirada hacia Cody encogiéndome de hombros. "Es un comienzo.
Lo tenemos en la tienda".
"¿Chicos han terminado con esas aburridas cosas del amor?" preguntó
una voz repentinamente. "Es hora de ponernos en marcha.”
La nueva voz me hizo saltar, y entonces sentí la transparente aura
familiar señalando la presencia de un ángel. Carter se materializó en la única
silla vacía de la mesa — Peter había puesto seis, esperando que Jerome viniese.
El ángel peor vestido de Seattle se recostó en la silla, con los brazos cruzados
sobre su pecho y su expresión típicamente sarcástica. Sus pantalones vaqueros y
su camisa de franela parecía que habían pasado por una trituradora, pero el
sombrero de cachemira tejido que descansaba sobre su cabello rubio hasta los
hombros estaba inmaculado. Había sido un regalo mío, y no pude evitar
sonreír. Los ojos grises de Carter destellaron con diversión cuando reparó en
mí.
Salir con un ángel podía ser extraño en algunos círculos infernales, pero
se había convertido en bastante habitual en nuestro grupo. Estábamos
acostumbrados a las idas y venidas de Carter, así como también a sus crípticos
—y a menudo exasperantes— comentarios. Era lo más cercano que Jerome tenía
a un mejor amigo y siempre tuvo un interés especial en mí y en mi vida
amorosa. Él había aflojado desde la reciente catástrofe con Seth.
Carter podía ser común para nosotros — pero no para Simone. Sus ojos
azules se ampliaron cuando él apareció, su cara se transformó completamente.

17
Las amebas maduras se multiplican asexualmente por división binaria.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 34

Se apoyó sobre la mesa, y a menos que estuviese equivocada, su escote se había


bajado un poco más desde mi llegada. Estrechó la mano de Carter.
"No creo que nos hayamos conocido", dijo. "Soy Simone".
"Carter", contestó, con los ojos todavía divertidos.
"Simone nos visita desde Charleston,” dije. "Fue fundado en 1670"
La sonrisa de Carter se torció un poco. "Eso he escuchado".
"Deberías visitarlo,” dijo ella. "Me encantaría enseñártelo. Es muy
agradable.”
Intercambié una mirada asombrada con Peter, Cody, y Hugh. La
conducta insípida de Simone no se había iluminado exactamente, pero
repentinamente había pasado a ser un 2 por ciento más interesante. No estaba
encaprichada con Carter de la manera en que Cody lo estaba con Gabrielle. Sólo
estaba tratando de atrapar a un ángel. Buena suerte con eso, pensé. Eso era osado
para cualquier succubus. Desde luego los ángeles caían a causa del amor y del
sexo —Jerome era una prueba viviente— y yo incluso lo había presenciado una
vez. ¿Pero Carter? Si alguna vez hubiera un ser acérrimamente resistente, era él.
Excepto que esto venia con fumar un cigarrillo tras otro y beber licor de gran
contenido alcohólico, por supuesto. Sí, las cosas con Simone definitivamente se
habían puesto más interesantes.
"Claro,” dijo Carter. "Apostaría a que me podrías mostrar toda clase de
lugares fuera del recorrido habitual”.
"Claro que sí,” contestó. "Sabes, allí hay una posada en la que George
Washington cenó una vez".
Puse mis ojos en blanco. Dudé que hubiese cualquier parte de Charleston
que ella pudiese enseñarle que Carter no conociese. Carter había estado por ahí
observando ciudades como Babilonia y Troya desde su auge hasta su declive.
Por todo lo que yo sabía, él personalmente había ayudado a derribar Sodoma y
Gomorra.
"¿Así es que, qué clase de actividad tienes en mente?" Le pregunté a
Carter. Podría ser algo tan entretenido como el patético coqueteo de Simone, no
estaba segura de estar preparada para la clase de Historia Americana 101 esta
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 35

noche. "No quiero jugar ‘Have You Ever’18* otra vez".


"Mejor,” dijo. De la nada, Carter generó un Pictionary *. Y cuando digo19

de la nada, era lo que quería decir.


"No,” dijo Hugh. "Pasé años perfeccionando mi firma de doctor ilegible.
He perdido completamente cualquier aptitud artística que tuviese.”
"Amo el Pictionary", dijo Simone.
"Creo que tengo algunas cosas que hacer,” agregué. Sentí un empujón
sobre mi hombro y eché una mirada sorprendida a mí alrededor, no vi nada.
Entonces, lo supe. Roman, aparentemente, todavía quería que lo entretuviera.
Suspiré. "Pero puedo quedarme durante un rato.”
"Estupendo. Está decidido”, dijo Carter. Se giró hacia Peter. "¿Tienes un
caballete?"
Por supuesto que Peter lo tenía. Por qué, no tenía idea, pero después de
que se hubiera comprado un Roomba 20* y un reproductor Betamax21*, había

aprendido a no hacer preguntas. Nos dividimos en equipos: Yo, Cody, y Hugh


en contra de los demás.
Fui la primera. La tarjeta que tenía que dibujar decía "Compuerta
hidráulica22*".Oh, vamos", dije. "Esto es ridículo".

"No lloriquees", dijo Carter, con su molesta sonrisa petulante. "Aquí


todos tenemos una oportunidad al azar.”
Encendieron el temporizador. Dibujé algunas olas que inmediatamente
consiguieron un "¡Agua-water!" de Cody. Eso prometía. Entonces, dibujé lo que
esperaba que pareciese una pared con una compuerta sobre ella.
Aparentemente, hice un trabajo demasiado bueno.
"Pared-wall,” dijo Hugh.
"Compuerta-door,” dijo Cody.
Le añadí algunas líneas verticales a la puerta para enfatizar la apariencia

18
un juego en que uno pregunta "alguna ves has echo tal cosa" y la otra persona responde si o no
19
*Pictionary, palabra compuesta entre picture/imagen y dictionary/diccionario, un juego de tablero
para 4-8 jugadores en el que se intenta dibujar una determinada palabra en un plazo.
20
*Roomba es un aspirador robótico fabricado y vendido por iRobot.
21
*Betamax es un formato de vídeo, hoy descatalogado, introducido por Sony a principios de 1976.
22
* La palabra que utiliza la autora es 'Watergate', por lo que también puede referirse al escándalo que
hubo en EEUU cuando el presidente Nixon espió a sus rivales políticos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 36

de entrada. Después de un momento de reflexión, dibujé un signo más entre el


agua y la compuerta para mostrar su conexión.
"Acueducto,” dijo Cody.
"Un puente sobre agua turbulenta,” barruntó Hugh.
"Oh Dios mío,” gemí.
De manera poco sorprendente, mi tiempo se acabó antes de que mis
compañeros de equipo lo descifraran, sin embargo no antes de que ellos dijeran
"La presa Hoover23*" y "Hans Brinker24*". Con un gemido, salté encima del sofá.

Entonces el otro equipo tuvo la oportunidad de vencer.


"Compuerta hidráulica", dijo Carter de inmediato.
Hugh se volvió contra mí, con cara de incredulidad. "¿Por qué no
dibujaste sólo una entrada?"
Simone fue después de mí, y esperaba que le tocara "Crisis de los misiles
en Cuba" o "leyes de Bohr25*". El temporizador se encendió, y ella dibujó un

círculo con líneas irradiando hacia el exterior.


"Sol", dijo Peter inmediatamente.
"¡Bien!" dijo ella.
Miré encolerizadamente a Carter. "Eres. Un. Tramposo".
"Y tú eres una mala perdedora", contestó él.
Jugamos durante otra hora, pero después de que mi equipo recibiera
"Oncología”, “El hombre que vendió su alma 26*" y "Guerra de 1812", y el de

ellos consiguiera "Corazón", "Flor" y "Sonrisa", decidí irme a casa. En la puerta,


oí un suspiro triste en mi oído.
"Tendrás que arreglártelas por tu cuenta”, le gruñí a Roman por lo bajo.
Salí en medio de las quejas acerca de ser una mala deportista y me

23
* Está situada en el curso del río Colorado, en la frontera entre los estados de Arizona y Nevada (EE.
UU.).
24
* Hans Brinker es el protagonista de una fábula en la que el protagonista de la historia, un niño
holandés, salva a su pueblo de quedar inundado tapando un agujero del dique, que contenía el avance
del mar, con su dedo durante toda una noche.
25
* Los electrones giran a grandes velocidades alrededor del núcleo atómico. En ese caso, los electrones
se disponen en diversas órbitas circulares, las cuales determinan diferentes niveles de energía.
26
* Película dirigida por Alec Baldwin.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 37

consideré afortunada cuando Carter dijo que después iban a jugar a Jenga *.27

El viaje de regreso a West Seattle fue silencioso a esa hora de la noche, y


después de aparcar debajo de mi edificio, estuve encantada de ver que el calor
poco común de hoy aún flotaba en el aire. Estar tan cerca del agua lo había
enfriado ligeramente, produciendo una noche con una temperatura perfecta.
En un impulso, crucé la calle hacia la playa, que ahora mismo parecía más bien
un parque: cubierta de hierba con sólo algunos pies de arena. En Seattle, había
pocos lugares que ofrecieran mucho más.
Aún así, amaba el agua y los suaves sonidos de las olas contra la playa.
Una ligera brisa revolvió mi pelo, y esas luminosas y costosas luces brillaban a
lo lejos. Me había mudado aquí en parte para alejarme de Queen Anne y del
contacto asiduo con Seth, pero también porque el océano siempre me trajo
recuerdos de mi juventud mortal. Puget Sound estaba muy lejos de las calientes
aguas mediterráneas en las que había crecido, pero, no obstante, eso apaciguaba
algo en mi interior. El consuelo era agridulce, por supuesto, pero era una
desafortunada tendencia, de mortales e inmortales por igual, gravitar hacia
cosas que sabíamos que nos provocarían dolor.
El agua estaba cautivadora, brillando intensamente bajo la luz de la luna
y la de la calle. Miré fijamente un transbordador que se movía hacia Bain-bridge
Island, después volví a mirar hacia las runruneantes olas delante de mí. Parecía
que estaban coreografiadas en un baile, con un patrón atrayente que me pedía
que me uniese. Quizás no era capaz de dibujar, pero bailar era un arte que había
mantenido desde mis días mortales. El agua me cautivaba, y casi podía oír la
música con la que bailaba. Era embriagadora, me llenaba de un calor y de un
amor, que prometían aliviar ese constante y sordo dolor de mi pecho, el dolor
que había acarreado desde que había perdido a Seth...
No fue hasta que tuve las pantorrillas en el agua, que me di cuenta de lo
que había hecho. Mis tacones altos se hundían en la arena, y día cálido o no, el
agua todavía tenía una temperatura baja, su toque helado se filtraba en mi piel.

27
*jenga/yenga, construir una torre de bloques con la intención de que no pierda el equilibrio en el
transcurso y su connotación sexual es sexo oral simultanea con múltiples parejas.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 38

El mundo, que antes parecía de ensueño y nebuloso, ahora se rompía


haciéndose evidente, ya no era un incitante baile que prometía comodidad y
placer.
El miedo hizo que mi corazón corriera a toda velocidad, y
precipitadamente di marcha atrás, algo que no era fácil con la arena pegada
alrededor de mis tacones. Finalmente me saqué los zapatos y me agaché,
sacándolos del agua y caminando descalza de regreso hacia la costa. Me quedé
mirando fijamente hacia el sonido algunos momentos más, sorprendida de lo
mucho que ahora me asustaba. ¿Hasta dónde había caminado? No lo sabía y no
quería pensar demasiado en ello.
Me di la vuelta y muy rápidamente me dirigí hacia mi apartamento,
olvidándome del áspero asfalto contra mis pies. No fue hasta que estuve a salvo
en mi sala de estar habiendo cerrado con llave la puerta detrás de mí— que me
sentí un poco más segura. Aubrey saltó sobre mí, olfateando mis tobillos y
después lamiendo el agua salada que todavía se aferraba a ellos.
Había bebido una copa hacía casi dos horas, una bebida que había sido
asimilada por mi organismo hacía mucho tiempo. Ésta no había sido una
impresión errónea a causa del alcohol — ni tenía el sonambulismo de la última
noche o un balcón cercano para saltar. Estaba sentada sobre mi sofá, con los
brazos envueltos a mí alrededor. Todo a mí alrededor me parecía una amenaza.
"¿Roman?" Pregunté en voz alta. "¿Estás aquí?"
Mi única respuesta fue el silencio. Todavía estaba fuera con Simone y
probablemente no regresaría durante el resto de la noche. Estaba asombrada de
cómo repentina y desesperadamente deseaba que él estuviese aquí. Mi
apartamento parecía solitario y amenazador.
El agua había salpicado mi vestido, y me lo quité, cambiándolo por la
suave comodidad de mi pijama. Decidí entonces que no dormiría. Esperaría por
Roman en la sala de estar. Necesitaba contarle lo que había sucedido.
Necesitaba que él vigilara mi sueño.
A pesar de todo, alrededor de las cuatro, mi propia fatiga me venció.
Extendida a lo largo del sofá, con ambas gatas enrolladas contra mí, y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 39

perdiendo la pista, poco a poco, del infocomercial de la televisión. Cuando me


desperté, era la última hora de la mañana, y la luz del sol calentaba mi piel.
Roman aún estaba fuera. No había sido capaz de esperarle hasta que volviese,
pero todavía estaba en el sofá. Por ahora, eso era lo mejor que podía esperar.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 40

CAPITULO 4
Traducido por Dama Oscura

Pasé toda la mañana esperando impacientemente a Roman.


Seguramente tenía que ir a casa en algún momento para dormir, ¿no? Por
supuesto, siendo en su mayoría inmortal, tendría muchos de los rasgos de su
ascendencia angelical ---y los ángeles y demonios nunca necesitaron dormir.
Roman probablemente podría arreglárselas con muy poco descanso y
simplemente optó por dormir tan frecuentemente solo por el gusto de hacerlo.
Dejé un mensaje en el celular de Jerome, lo cual era inútil la mayoría de
las veces. También deseé no haberme separado de Carter tan pronto.
Atrapada en el absurdo Pictionary, había olvidado por completo lo de mis
encuentros con el canto de la sirena. De hecho, casi los había anulado hasta que
se repitió la noche anterior. Pero si para Jerome era difícil tener un móvil para
Carter era imposible. Él no tenía un móvil y parecía enorgullecerse por
aparecerse en los momentos más inesperados.
Al no tener otras opciones, llamé a mi amigo Erik. Él era un humano que
tenía una tienda especializada en productos esotéricos y paganos. A menudo él
era mi respaldo en situaciones extrañas y sobrenaturales, a veces sabía más que
mis propios amigos. Mientras marcaba el número de su tienda, no podía dejar
de maravillarme ante las vueltas que mi vida parecía recorrer. Estaba repitiendo
el mismo patrón una y otra vez. Algo raro iba a pasar, infructuosamente intente
contactar a mis superiores y termine buscando a Erik por ayuda.
"¿Por qué rayos esto sigue ocurriéndome a mí?" murmuré mientras
sonaba el teléfono. Cody nunca fue acechado por fuerzas paranormales.
Tampoco ninguno de los otros. Era como si yo estuviese específicamente
señalada como objetivo. O maldita. O simplemente impregnada de mala suerte.
Sí, mi vida era una espiral sin fin, condenados a repetir los mismos patrones de
molestas amenazas inmortales – y miserables situaciones románticas.
“¿Hola?”
“¿Erik? Soy Georgina”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 41

“Señorita Kincaid” dijo en su usual voz amable. “Es un placer


escucharte”
“Necesito tu ayuda en algo. De nuevo. ¿Estás cerca? Quisiera
intercambiar algunas ideas antes de ir a trabajar”
Hubo una pausa, y luego oí un lamento en su voz. "Desafortunadamente,
tengo que hacer los mandados y cerrar la tienda hoy. Volveré esta tarde.
¿Cuándo termina de trabajar?"
“Probablemente estaré libre a las diez”. Otro turno de noche.
“Puedo verle a esa hora”
Me sentí mal. Su tienda usualmente se cerraba a las cinco. “No, no… Es
muy tarde. Podríamos intentarlo mañana…”
“Señorita Kincaid” dijo gentilmente “Siempre estoy feliz de verle. Eso no
es una dificultad en absoluto.”

Aun me sentía culpable cuando cortamos. Erik estaba envejeciendo. ¿No


debería estar en la cama a las diez? ¿A las nueve? No había nada que hacer por
ahora, sin embargo. Dijo que lo haría, y yo lo había visto cuando se comportaba
obstinado. No tenía nada que hacer ahora más que aguardar y esperar que
Roman apareciera antes de que tuviera que irme trabajar. Cuando no lo hizo,
simplemente le dejé una nota diciendo que tenía que hablar con él de
inmediato. Fue lo mejor que podía hacer.
En el trabajo, nadie estaba decaído o --lo mejor de todo--- con resaca.
Estuve atrapada en mi papeleo, lo que me dio un montón de tiempo libre. Si
esto era bueno o malo, no podría decirlo. Esto me mantuvo apartada de mi
trabajo pero simplemente me dejó en un ciclo de reflexión.
Era casi la hora de cierre, cuando note a Seth en su habitual puesto en la
cafetería. Maddie había trabajado el turno de día, lo que significaba que no tenía
que hacer frente a sus payasadas de linda pareja. Llamó mi atención mientras
caminaba directo hacia allí, y en contra de mi buen juicio, me senté frente a él.
"¿Cómo va todo?", Le pregunté. Mi usual fijación romántica con él fue
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 42

puesta en pausa cuando vi que parecía inquieto.


Golpeo la pantalla molesto. “Mal, He estado mirando en esta pantalla
durante dos horas y no he terminado nada”. Pauso. “No, no es del todo cierto.
Ordene una camiseta de Los Gemelos Maravilla* y vi algunos videos en
YouTube*”.
Sonreí y apoye el mentón en la mano. "No suena como un mal día de
trabajo".
"Lo es cuando ha estado sucediendo durante toda la semana. Mi musa es
una ramera ingrata que me abandonó con mis propias conspiraciones".
"Es un récord para ti," observé. Cuando salíamos lo había visto tener
ataques por bloqueos como escritor, pero nunca duraba más que unos pocos
días.
"¿Cuándo es tu fecha límite de entrega?"
"No será por un tiempo, pero todavía...” suspiró-. "No me gusta estar
estancado. No estoy realmente seguro de qué hacer con mis días, si no estoy
escribiendo”.
Pensé decirle que debía tener muchas cosas que hacer para la boda, pero
luego lo pensé mejor. Seguí con temas más ligeros. "Tal vez es hora de
reanudar un hobby. ¿Esgrima? ¿Origami?"
Esa sonrisa ligeramente desconcertada que era tan característica de él
cruzó sus labios. "Traté de tejer una vez."
“No es cierto”
“Lo hice. ¿Sabes lo difícil que es hacerlo?”
“De hecho es muy fácil”, dije tratando de contener la risa.”Hasta los
niños lo hacen, sabes. Tus sobrinas probablemente puede hacerlo.”
“Pueden hacerlo. Y tú no estás ayudando a que me sienta mejor” Esos
hermosos ojos castaños se estaban divirtiendo. Los estudie por un momento,
adorando la manera en que a veces se tornaban color ámbar. Un momento
después, me expulse del hechizo de amor.
“Siempre hay bailes” dije malévolamente.
Esto le hizo reír. "Creo que hemos demostrado lo inútil que es". Yo había
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 43

intentado dos veces enseñarle cómo hacerlo – el swing y la salsa—siempre con


resultados desastrosos. El talento de Seth estaba en su mente, no en su cuerpo.
Bueno, tras un nuevo estudio, me di cuenta que no era del todo cierto.
"No has encontrado el tipo adecuado de hobby", dije. Había renunciado
a ocultar mi sonrisa.
"¿Qué falta? ¿Riverdance (baile irlandés)? ¿Square dancing? Y ni siquiera
sugieras el jazz. Vi Newsies* y quede traumatizado como por cinco años.”
"Chillón", le dije. “Probablemente Aún podrías usar tu camisetas para
bailar jazz. Sé que debes tener una camiseta estampada con ‘Dancing Queen’*
28en alguna parte". Su camisa lucía hoy una imagen de Chuck Norris* ". A 29

menos que, quieras un poco de variedad. Los bailarines de square dancing


tienen unos trajes encantadores".
Sacudió la cabeza con exasperación. "Voy a dejar los atuendos de baile
para ti. Y no, no tengo una camiseta de ‘Dancing Queen’ todavía---creo que
tengo una de ABBA. De todas maneras creo que una camiseta de ‘Dancing
Queen’ se vería mejor en ti que en mi". Sus ojos se movieron de mi cara hacia la
parte de mi cuerpo que se podía ver por encima del escritorio. “Luces como si
fueras a bailar justo ahora”.
Empecé a sentirme sonrojada por su mirada e inmediatamente cambie-
de-forma para ocultarlo. El tiempo cálido fuera de temporada permitía vestidos
de verano y yo utilizaba otro hoy. Este era un trapecio de color cremoso y
colorido, sin mangas con un agujero en la parte de arriba que podía o no estar
revelando una apropiada dirección del escote. No me comió con los ojos ni
nada así, pero yo había aprendido hacía mucho tiempo que Seth era bueno en
mantener sus emociones fuera de su rostro. Me pregunte que habrá pasado por
su mente. ¿Una simple admiración estética? ¿Lujuria? ¿Desaprobación hacia el

28
*Dancing Queen, nombre y coro en una canción de ABBA. YOU CAN DANCE, YOU
CAN JIVE, HAVING THE TIME OF YOUR LIFE/ TU PUEDES BAILAR, TU TIENES EL SWING, TENIENDO EL
TIEMPO DE TU VIDA.
29
*Chuck Norris, actor, campeón de kickboxing y fundador de una asociación
de karate y se le dice “El más viril del hombre en la Tierra”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 44

escote no directo?
"¿Esto es algo viejo?", Le pregunté despreocupadamente, incómoda por
razones que no podía explicar.
"Usabas ese color la primera vez que nos vimos". De repente pareció
avergonzado. “No estoy seguro de por qué me acuerdo de eso".
"No," dije. "Yo llevaba un color púrpura". Ahora me sentía nerviosa por
recordarlo.
Frunció el ceño de una forma que me pareció linda“. En serio? Oh, sí.
Supongo que sí. El top color violeta y la falda de flores."
Cada detalles. Si él me hubiera dicho que yo vestía una chaqueta de piel
de serpiente, Podría haberlo dejado pasar. Sin embargo, tuve la sensación de
que se acordaba de eso. Probablemente por mis zapatos o por el estilo de mi
corte de cabello también. Un incómodo silencio creció. Pude haber ocultado mi
cara sonrojada, pero había calidez propagándose a través de mí. Y sólo la mitad
de este era deseo. El resto fue algo más... algo más dulce y más profundo.
Aclaré mí la garganta “¿Qué ha pasado con el Libro? ¿Es Candy y
O`Neill, verdad?
Él asintió con la cabeza, mirando agradecido por el cambio de tema. “Lo
de siempre. Misterio e intriga, tensión sexual y situaciones que amenazan la
vida”. Vaciló.
"Es el último".
“Yo--- ¿Qué?” Sentí la mandíbula caída. Cualquier sentimiento
romántico que había estado conmoviéndome inmediatamente fue empujado a
un segundo plano.”Quieres decir que… ¿Es el final de la serie?” Seth había
escrito muchos libros de misterio durante su carrera, pero Cady y O'Neill --- su
dúo intrépido explorador de arte y arqueología ---fue su serie estrella. "¿Por
qué?"
Se encogió de hombros, con los ojos de regreso a la pantalla del portátil.
“Porque ya es hora.”
“Como… ¿De qué vivirás?”
Su sonrisa se volvió irónica, mientras me miro de abajo hacia arriba. "He
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 45

escrito otros libros que no son relacionados con ellos dos, Georgina. Además,
¿Crees que mi fans no tendrán la suficiente fé en mi para seguirme en nuevas
series?"
“Es verdad” dije suavemente. “Te seguiremos a donde sea” yo quería
decir ‘te seguirán a donde sea,’ pero era demasiado tarde para corregirlo.
“Eso espero” dijo, desviando la mirada por un momento. Cuando volvió
a mirar, vi una chispa de emoción. "Realmente estoy haciendo algo nuevo. He
tenido esta idea- y es realmente genial. ¿Sabes? Sólo quiero perderme en ella",
Yo lo sabía. Lo había visto olvidar partes de su vida un montón de veces
mientras estaba atrapado en un libro. Me pregunté si este nuevo proyecto lo
entusiasmaba tanto que intensificaría su empeño.
“Y, has descubierto el final para Candy y O`Neill” Pregunte
“No,” dijo con un suspiro de resplandor ensombrecido. "Ese es el
problema. No sé cómo se va a terminar".
De repente me pregunté si aun estaba hablando de los libros. Nuestras
miradas se encontraron de nuevo y todo lo que pudo haber pasado, fue
interrumpido cuando Beth apareció a mi lado.
“¿Geogina? Un amigo tuyo esta aquí buscándote”
Mi corazón saltó. Roman. Roman había leído mi nota. Su consejo sobre el
misterioso canto de sirena era prácticamente lo único que podría haberme
arrastrado lejos de Seth. Me levanté de mi asiento, dando una mirada de
disculpa a Seth. "Me tengo que ir."
Él asintió, hubo algo de emoción preocupada en sus ojos que no pude
identificar. Eso me preocupó en cambio. Él podría ser bueno en mantener sus
emociones de forma inexpresiva, pero en cierta época, yo había sido bastante
buena para comprender lo que pasaba.
“No hay problema” dijo. ¿Nostalgia? ¿Era esa la misteriosa emoción?
No podía pensarlo por más tiempo. Roman era más importante. Me
dirigí al primer piso bajando de a dos escalones a la vez, ansiosa por verlo. Pero
cuando llegué a la caja, donde Beth había dicho que mi amigo estaba esperando,
no fue a Roman a quien vi. Era Cody.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 46

O, bueno, eso creo.


Me tome un momento para averiguarlo. Estaba vestido de negro --- y no
solo los jeans ni la camiseta. Estamos hablando de todo su vestuario: Una
chaqueta de cuero decorada con taches, botas con punta de acero, y una – ugh—
camisa de malla. Su pelo rubio tenía rayos negros, y delineador de ojos y lápiz
labial negro pesado sobre blanco maquillaje de fondo completando su
apariencia. No supe que decir, así que simplemente lo agarre del brazo y lo
arrastre hacia mi oficina antes de que alguien más pudiera verlo.
“¿Qué demonios estás haciendo?” El sol apenas había descendido, lo que
significaba que debió haber doblado el límite de velocidad para llegar hasta
aquí tan pronto.
“Estoy aquí para ver a Gabrielle”, Explico, lanzando una mirada ansiosa
hacia mi puerta. “¿Dónde está ella? Quise llegar aquí antes de que cerraran.”
“Ella no trabaja esta noche” Su rostro se despedazo, pero no pude evitar
agregar, “Y honestamente, creo que eso es algo bueno”
“¿Por qué? Peter tenía un ejemplar de El Pecador de Seattle, y después de
llegar hasta el final de este, pensamos que ésta sería la manera de llamar su
atención. Él me ayudó a vestir.”
Cody hizo un gesto hacia su atuendo. “Ella está dentro de esta onda. Tu
misma has dicho que ella se viste de negro".
“See” admití. “Pero lo tuyo parece…no sé. Sobreexcedido. Las personas
como ella siempre están a la vigilia de aspirantes. Si te esfuerzas demasiado,
sólo lograras alejarla.”
Suspiro y se desplomo abatido en una silla de mi escritorio. “Entonces
¿Qué se supone que debo hacer? Ese diario era mi única guía.”
“Bueno, para empezar, no dejes que Peter te vista de nuevo. Nunca. Y
por lo demás… no lo sé. Déjame preguntar por ahí y ver si puedo obtener algo
para guiarte. Solo no uses esa vestimenta de nuevo.”
“Está bien” concedió.
Solo entonces, Doug asomó la cabeza. El no trabajaba esta noche, así que
estuve algo sorprendida, pero no tan sorprendida como él.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 47

“Hola, Kincaid, tenía una duda acerca del horari…. Oh Dios mío ¿Qué es
esto?”
“Es Cody” Dije.
Doug caminó cautelosamente hacia la oficina y miro fijamente el rostro
de Cody.
“Bueno, que me condenen. Pero lo es. Pensé que era el fantasma de Gene
Simmons*."
“Gene Simmons no ha muerto,” dijo Cody.
“Cody está tratando de impresionar a Gabrielle,” Explique. Doug abrió la
boca, sin duda para comentar sobre la imposibilidad de eso, pero levante una
mano para detenerlo.
“Si, si. Lo sé. ¿Qué era lo que necesitabas?”
Doug necesitaba cambiar algunos turnos, y sin su amada al rededor
Cody decidió irse. Lo deje salir por la puerta trasera, tratando de no causar
pánico en la tienda. Una vez que el horario estuvo cuadrado, Doug y yo
bromeamos sobre la situación de Cody y Gabrielle. En poco tiempo, había
perdido la noción del tiempo y los anuncios de cierre se estaban realizando por
el intercomunicador. Doug se despidió medio asustado de que lo hubiera
puesto a trabajar si se quedaba--- y me puse en camino para terminar mis
propias tareas. Mi reunión con Erik estaba acercándose, y sentí una mezcla de
excitación y aprehensión.
Una hora después de que las puertas estuvieron cerradas, el personal
comenzó irse a casa. Hice un último barrido por la tienda y vi a Seth todavía
sentado en el café. No es de sorprenderse. Mis compañeros de trabajo no
podían echarlo cuando cerrábamos. De hecho una vez se había quedado
encerrado y había detonado la alarma. Camine hacia su escritorio, observando
la mirada embelesada en su rostro mientras sus dedos bailaban a lo largo de las
teclas del portátil.
“Hola, Mortensen” dije “No tienes que irte a casa, pero no puedes
quedarte aquí”
Le tomo cerca de treinta segundos levantar la mirada, e incluso después,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 48

pareció sorprendido de verme. “Oh, Hola.”


Pude sentir una sonrisa desplegándose en mis labios. Este era el
comportamiento perfecto de Seth. "Hey, todos estamos cerrando. Es hora de
irte."
Miró a su alrededor, observando las ventanas oscuras y la ausencia de
gente en la tienda. "Oh, Hombre. Lo siento. No me había dado cuenta. "
“¿Tomo eso como que la musa volvió?”
“Lo hizo”
“¿Entonces ahora sabes cómo va a terminar?”
“No, todavía no”
Camine con Seth hasta la puerta trasera y encendí la alarma antes de
salir. Me dijo adiós, y si él había tenido alguna fantasía afectiva hacia mí al
principio de la noche, se había ido. En este momento sus personajes consumían
su corazón. Eso era algo que tenía que aceptar cuando estábamos juntos, y
viéndolo caminar por la calle, decidí que así debía de ser. Los escritos de Seth
tenían demasiado de su propio ser.
Deje que mis propias fantasías afectivas se marcharan y conduje hacia el
norte de la ciudad hacia la tienda de Erik. Aun me sentía un poco mal por
nuestra reunión tan tarde, pero las luces en su ventana brillaban en la noche. Y
adentro, la música de siempre y el incienso estaban encendidos, tal como lo
estarían en el horario comercial. Mire alrededor y mo lo vi de inmediato.
Entonces, lo vi de rodillas en frente de algunos libros de quiromancia.
“Hola, Erik”
“Señorita Kincaid”
Se puso de pie, pero sus movimientos eran espasmódicos e inestables. Y
cuando finalmente se dio la vuelta para mirarme, hubo una delgadez en su
rostro de piel oscura que no había estado allí la última vez que lo vi. Mi instinto
fue correr y apoyarlo, pero tuve la sensación de que a él no le complacería eso.
Aún así, le pregunté lo obvio.
“¿Estás bien? ¿Has estado enfermo?”
Me dio una gentil sonrisa y empezó a moverse –lentamente—directo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 49

hacia la caja registradora del mostrador. “Es un resfriado pasajero. Parecen


durar más tiempo que antes, pero estaré bien.”
No estuve tan segura. Había conocido a Erik desde hacía mucho
tiempo… en realidad había perdido la cuenta de los años. Eso no era una cosa
poco común entre los mortales, lo que a menudo me atacaba desprevenida. En
un momento parecen jóvenes y saludables… luego, son viejos y mueren. Nunca
dolía menos tampoco. Parte de las razones por las que Seth había terminado
conmigo fue ahorrarme el dolor de esa pérdida, porque empecé a comportarme
excesivamente paranoica acerca de su bienestar.
Ahora, viendo a Erik, me sentí aun peor por mantenerlo fuera de su casa
hasta tan tarde. También me sentí mal porque me di cuenta de que yo nunca lo
habia visitado excepto cuando necesitaba algo. ¿Cuánto hacia que lo había
visto? Hace meses, cuando Jerome había sido invocado. Yo había buscado la
ayuda de Erik entonces y no había venido desde esa vez.
“¿Té?” me ofreció, como siempre.
“No, no. No quiero demorarte” dije. Me apoyé en el mostrador y me
sentí aliviada cuando se instaló en un taburete. “Solo quería hacerte un par de
preguntas. Algo extraño paso” Casi me reí mientras las palabras salieron de mi
boca. Eso era una típica declaración de apertura para mí. Una vez más, el
pensamiento de antes regreso: mi vida era un gran círculo, repitiéndose y
repitiéndose.
Le di el resumen de mis extraños encuentros con lo desconocido y ---en
gran parte---la indescriptible fuerza. Escuchó con atención, sus tupidas cejas
grises se encontraron en el ceño fruncido.
“Odio decirte esto” dijo cuando termine, “Pero probablemente hay un
sin número de cosas que podrían describirlo.”
“Sorpresa, sorpresa”, murmuré. Eso fue más un comentario sobre mi
vida, no sobre sus habilidades.
“El hecho de que tu-… uh, amigo no pudiera identifícalo es intrigante.”
Erik era una de las pocas personas que sabía que Roman estaba en Seattle. Erik
no estaba interesado en la política del Cielo o el infierno y no sería acusado de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 50

algo en poco tiempo.


”Por supuesto, le hace falta el nutrido conjunto de habilidad que sus
parientes tienen. Supongo que no has hablado con ningún inmortal mayor,
¿verdad?”
Negué con la cabeza. "No. Están notoriamente ausentes, como de
costumbre. Creo que pronto iré a ver a Jerome". Probablemente quiera
revisarlo con Roman. "Así que nos veremos entonces."
“Lo siento, no tengo ninguna respuesta. Nunca lo parece”.
“Al principio no” dije “Pero tú siempre vuelves en medio del final. Mas
patrones.”
“¿Humm?”
“Nada,” dije con un pequeño suspiro. “A veces siento como si las
mismas cosas estuvieran pasándome a mí una y otra vez. Al igual que esta cosa
de la sirena. ¿Por qué a mí? En el último año, he sido blanco de una y otra cosa.
¿Cuáles son las probabilidades? ¿Por qué esto continúa sucediendo?”
Los ojos de Erik me estudiaron por varios momentos. “Hay algunas
personas a las cuales los poderes y los seres sobrenaturales del mundo siempre
rodearan. Tu pareces ser una de ellas.”
“Pero ¿Por qué?” Pregunte, sorprendida por el tono infantil de mi voz.
“Yo solo soy otra succubus. Hay toneladas de nosotras ahí afuera. ¿Y por qué
ahora? ¿Por qué solo en este ultimo año?” Tenía que ser la broma más cruel en
el mundo que todos estos contratiempos paranormales hubieran comenzado a
suceder cuando los románticos habían empezado también. Aparentemente una
sola fuente de dolor no era suficiente.
“No lo sé,” Admitió Erik. “Las cosas cambian. Las fuerzas mueven lo que
no podemos ver”. Paro y tosió, haciendo una mueca de dolor. ¿Qué tan enfermo
estaba? “Una vez más, siento que soy inútil para ti”.
Extendí la mano y apreté suavemente su hombro. “No, no. Eres muy
valioso para mí. No sé cómo lo hubiera conseguido todos estos años sin ti".
Esto me costó una sonrisa.
Deseando que se fuera a la cama, cogí mi bolso para irme. Mientras me
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 51

dirigía a la puerta; de repente dijo, “¿Señorita Kincaid?”


Mire hacia atrás. “¿Si?”
“¿Sigue hablando con el Señor Mortensen?”
La pregunta me tomó por sorpresa. Erik había estado intrigado cuando
Seth y yo estábamos juntos, maravillado por la conexión entre un humano y
una succubus, aunque él no tenía la loca obsesión que acostumbraba Carter.
“Si, a veces” Mi reciente conversación con Seth volvió a mí, la
tranquilidad y la calidez que nos había rodeado.
“Y las cosas están amistosas?”
“Más o menos.” Por supuesto todo a parte de su próxima boda.
“Eso es bueno. No siempre pasa en situaciones como estas”
“Si, lo sé. Aunque---” Mordí mis palabras
Erik ladeo la cabeza, estudiándome con curiosidad. “¿Aunque qué?”
"Es amistoso, excepto que a veces... a veces toda esta situación con él. Es
como tener mi alma dividida en dos".
"Es comprensible", dijo. Esos ojos ardían con compasión, y sentí las
lágrimas brotar de los míos. "Lo siento, Lo traje a colación porque tenía
curiosidad".
Le aseguré que estaba bien y dije adiós de nuevo. La mención de Seth y
el recuerdo de estar con él recientemente habían hecho que mi estado de ánimo
se pusiera melancólico. Conduje de vuelta hacia el oeste de Seattle, miserable de
que mañana estaría ayudando con su boda y preocupada por el enfermizo
estado de Erik. Tan pesadamente como estos pensamientos se abalanzaron
sobre mí, de inmediato volaron de mi mente tan pronto como entré en mi sala
de estar.
“¡Roman!”
Se sentó en el sofá como lo había hecho la última vez, ahora estaba
comiendo un pastel de pollo para microondas. La televisión estaba encendida,
pero no parecía que él estuviera mirándola. Cuando me vio, no tenían esa
divertida y burlona mirada. Su expresión estaba oscura. Incluso preocupada.
“He estado esperando que llegaras a casa” exclame, arrojando mi bolso y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 52

las llaves al suelo. “No creerás lo que paso”


Roman suspiro “No, tú no creerás lo que paso”
“Si, pero esto es---”
Levantó una mano para interrumpirme. "Déjame decir esto primero. Me
Ha estado volviendo loco".
Tragué mi impaciencia “Esta bien. Adivinare. ¿Tiene algo que ver con
Simone?”
Él asintió. “Sí. La he seguido esta noche a esta cafetería veinticuatro
horas llamado Bird of Paradise/Aves del Paraíso". Me miró con atención. "¿La
conoces?"
Sentí un seño frunciéndose en mi cara. “Si… es en Queen Anne, a la
vuelta de la esquina de Emerald City. ¿Qué hacia ella allá? Quiero decir, ¿A
parte de comprando un café?”
La expresión de Roman se torno aun más oscura y ---a menos de que yo
estuviera equivocada--- condescendiente. “Ella estuvo allí asechando a un tipo”
dijo.
“A Seth”.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 53

CAPITULO 5
Traducido por Dama Oscura

Me quedé mirándolo, y el mundo se detuvo por un momento. “Espera…


¿Seth fue a reunirse con Simone ahí?”
Roman negó con la cabeza. "Yo no diría eso exactamente. Era más bien
como si ella lo hubiera buscado. Parecía que él hubiera estado trabajando allí
durante un tiempo cuando ella apareció.”
“¿Y entonces?” Mi voz era muy baja.
“Después, se acercó a él y con timidez se presentó como una fans,
diciendo que lo había reconocido por su página de internet. En la foto recatada,
coqueta y perfecta.”
“¿Y entonces?”
“Dijo que desearía tener un libro con ella para que lo firmara y le
pregunto si en su lugar el podría firmar un pedazo de papel. Él dijo que lo
haría, luego se sentó, y se disculpó por molestarlo. Ella dijo que tenía un par de
preguntas y que esperaba que a él no le importaba se quedaba por un
momento.”
Me di cuenta de que estaba apretando mis puños. Con una respiración
profunda, los solté. “Seth no entablaría una conversación con una desconocida.
No sin haber estado horriblemente incómodo.”
“Si,” Román estuvo de acuerdo. “Él definitivamente tiene algo de esa
torpeza social en él.” Hubo una nota irónica en la voz de Román que no me
gustó. Los dos hombres habían sido rivales una vez por mi afecto, y al parecer,
Román todavía se aferraba a algo de amargura – y a un sentimiento de
superioridad. Román podía ser muy carismático cuando quería. “Pero ella hizo
un muy buen trabajo actuando tan tímida y nerviosa. Creo que eso hizo que él
se sintiera mejor.”
“¿Así que si se sentó?”
“Sip… y permaneció allí cerca de media hora.”
“¿Qué?” Exclame. El volumen de mi voz hizo que Godiva sacudiera con
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 54

fuerza la cabeza en medio de su siesta. “¿Ella trató de seducirlo?”


La expresión de Román cambió, considerando mi pregunta. “No de la
forma usual. Quiero decir, Ella no fue tan aburrida como siempre. Pero lo
puso tan cómodo que se relajó y parecía como si le gustara hablar con ella. Ella
no fue abiertamente sexual, y él no lucía como si quisiera saltar sobre ella. Solo
fue… no lo sé. Una conversación agradable. Incluso, hubo algunos de esos
molestos acontecimientos que a ella le encanta contar.” Él se detuvo. “Oh, y ella
fue morena.”
Eso me molesto más de lo que probablemente debería. “Pero él la
despidió ¿Verdad?”
“No, Maddie apareció, y él se fue con ella---después de decirle a Simone
que fue un gusto conocerla.”
Oh. Que irónico. Nunca, nunca imaginé que estaría tan aliviada de que
Maddie apareciera y se llevara a Seth a casa. Tampoco pensé que yo estaría
encantada de que su devoción hacia ella lo protegiera de caer preso en los
encantos de otra mujer.
Di un paso hacia Román, apretando los puños de nuevo. No lo culpé por
ser el mensajero; simplemente era conducida por la furia.
“¿Qué demonios?” Exigí. “¿Que juego de mierda está jugando ella?”
Suspiró. “No lo sé. Tal vez no es un juego en absoluto. A ella le gusta el
café. Ciertamente la he visto comprando. Ella pudo haber terminado ahí por
casualidad y pensar que él parecía un buen partido. Solo Dios sabe por qué.”
No hice caso de la mofa. "Oh, vamos, Román. No eres tan estúpido.
¿Honestamente crees que en una ciudad como Seattle, de todos los hombres
que hay aquí, es una coincidencia que ella apareciera y empezara a contactar
por la fuerza a mi ex? Sabes tan bien como yo que no hay muchas coincidencias
en nuestro mundo.”
“Es verdad” Admitió, dejando los restos de su comida sobre la mesita de
café. Los gatos fueron por ellas.
“¿Dejarías de hacer eso?” pregunté. “Se supone que ellos no deben estar
comiendo esa clase de cosas.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 55

“No lances tu actitud maliciosa sobre mí,” Se levantó y llevó el plato a la


cocina, cuando volvió, cruzo los brazos sobre su pecho y se paró delante de mí.
“Mira, tienes razón hasta cierto punto sobre las coincidencias. Es raro que ella
se hubiera lanzado hacia Seth. Pero piensa también esto: ¿No crees que hay
algunas cosas por aquí un poco más importantes que tu ex novio? La teoría de
Jerome tiene más sentido, lo sabes. El Infierno le permitió conservar su trabajo,
pero no significa que van a olvidar todo el incidente. Ellos son los últimos
poseedores del rencor. Querían evaluar la situación. Es por eso que ella está
aquí.”
“¡Excepto que ella no está asegurándose de nada! A menos que
consideres las habilidades de mis amigos en Pictionary.”
“Deberías haberlos visto jugar Jenga.”
“No es una Broma. Necesito saber cuál es su juego. Tienes que llevarme
contigo cuando la espíes de nuevo.”
Él levanto una ceja. “Creo que es una pésima idea”
“Puedo volverme invisible.”
“Aun así ella te sentirá.”
“Puedes ocultarme. Antes me dijiste que podrías. ¿Era una mentira?”
Román hizo una mueca. Justo antes de que las cosas literalmente
hubieran estallado entre nosotros, me había pedido que nos fugáramos,
prometiendo que podría ocultarme de los grandes inmortales.
“Puedo hacerlo,” Admitió. “Pero creo que estás buscando problemas.”
“¿Qué puedo perder?”
“Mucho. Se trate de Seth o Jerome, obviamente algo está pasando.
Enrédate en eso, y podrías estar arriesgando tu vida. No dejaré que eso pase.”
"¿Desde cuándo te importa lo que me pase a mí?" pregunté con
incredulidad.
"Desde que te convertiste en mi boleto a una vida libre de alquiler."
Y con eso, él desapareció, ocultando su rastro también.
"¡Cobarde!” Grité. Mi única respuesta fue la apertura de la puerta
delantera y luego un portazo. Él estaba perdido para mi, y me di cuenta que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 56

había perdido de nuevo la oportunidad de sacar a colación los encuentros


extraños de los últimos días.
Di vueltas y vueltas esa noche, pero no tenía nada que ver con el miedo
de caminar por el balcón o en el Puget Sound. Me llené de rabia hacia Simone
por hacer sus movimientos sobre Seth, y hacia Román por abandonarme.
Cuando me desperté en la mañana, sentí confort sabiendo que no necesitaba a
Román para confrontar a Simone. Podía hacer eso por mi cuenta.
Por supuesto, había unas cuantas complicaciones, la primera era que yo
no sabía dónde estaba Simone. Probablemente su hotel era el lugar más lógico
para empezar, aunque la mayoría de las Succubus – incluso uno suave como
ella--- no pasarían mucho tiempo andando por ahí. Bueno, a menos que tuviera
compañía --- y realmente no quisiera meterme en nada de eso. De todos modos,
tenía un pequeño compromiso que atender antes de que pudiera ir a cazar a esa
perra.
Maddie.

Me arrepentí de mi decisión de ir de compras con ella en el momento en


que las palabras salían de mi boca. Sin embargo, de alguna manera, ayer
bloqueé totalmente esos sentimientos, cuando había estado sentada con Seth.
Un breve pensamiento sobre la boda había flotado por mi mente… y luego se
había ido. Habría pasado el resto del tiempo riendo y hablando con él como si
no hubiera existido Maddie en el mundo. Pero mientras me dirigía a la librería,
donde ella y yo habíamos acordado reunirnos, tuve que aceptar la realidad una
vez más. Seth ya no era mío.
Tampoco era de Simone. Pero tenía que lidiar con eso después.
Maddie estaba esperándome en el piso inferior, pero usé la excusa de que
necesitaba un café antes de irnos, con el fin de ir corriendo hasta el café. Quería
ver si Simone estaba al acecho. Sin importa su forma, yo sabría si ella estaba allí.
Mientras casualmente esperaba en fila por mi moca de chocolate blanco, no
sentí nada inmortal. Seth estaba allí, absorto en su trabajo, y ni siquiera me vio.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 57

Al parecer, su musa estaba fuerte de nuevo.


Lo dejé estar y me uní a Maddie escaleras abajo. Ella tenía una lista de los
nombres de ocho tiendas y la dirección. La mayoría eran tiendas de vestidos,
yo estaba escéptica de que pudiéramos recorrerlas todas antes de que
tuviéramos que ir al trabajo. Ella estaba mucho más optimista, pero por
supuesto, eso era típico de Maddie.
"No hay necesidad de preocuparse en este momento", dijo. "Sólo vamos a
recorrer una a la vez y ver qué pasa. Además, las últimas son panaderías, y no
queremos comer un montón de pastel antes de probarnos los vestidos."
“Habla por ti” Dije, dejándome caer en el asiento del pasajero. “No me
voy a probar nada.”
Me dio una sonrisa torcida. “¿No? Tú eres mi dama de honor, ¿Te
acuerdas? Hablamos de ello en la fiesta.”
“No,” le dije rápidamente. “Yo dije e hice toda clase de cosas locas esa
noche, pero nunca estuve de acuerdo en ser tu dama de honor. Eso lo
recuerdo".
La expresión de Maddie seguía siendo ligera, pero me pareció oír un
poco de dolor en su voz cuando habló a continuación. “¿Cuál es el problema?
¿Por qué no quieres serlo? Tu sabes que nunca te vestiría con algo horrible.”
¿Por qué? Medité la respuesta mientras circulaba dentro del tráfico.
Porque estoy enamorada de tu futuro marido. No podía decirle eso, por supuesto.
Mientras tanto, pude ver que mi continuo silencio la hacía sentir peor. Ella lo
veía como un desaire a nuestra amistad.
“Es solo… Es solo que no me gusta la, uh, fanfarronería que acompaña a
las bodas. Hay tanto por planear y tú estresándote por pequeños detalles.
Prefiero simplemente sentarme atrás del auditorio y verte pasar por el pasillo.”
Bueno, de hecho, esa era una de las últimas cosas que quería hacer.
“¿De verdad?” Maddie frunció el ceño, pero por suerte, era más de
sorpresa que la decepción. “Siempre eres tan buena planeando los pequeños
detalles, pensé que estabas en eso.”
Ese era un punto equitativo. Fue por eso que hice una buena gestión. “Si,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 58

más o menos…pero me refiero a la recepción, los chicos ebrios siempre saltan


sobre la dama de honor, sabes. Creen que estamos desesperadas porque somos
las únicas que no nos hemos casado.” En mi caso eso no estaba del todo lejos de
la verdad.
Maddie me sonrió a cambio. "Esas son excusas bastante tontas."
Lo eran de hecho, pero ella no dijo nada más mientras nos dirigíamos.
Después del fracaso inicial de Maddie escogiendo el elegante vestido de
novia, ella lanzó su fé por completo en mí para llevarla al éxito de la moda. Esta
no era la primera vez que pasaba, y me encontré cayendo muy fácilmente en el
papel de asesora de imagen. De hecho, si yo era capaz de preocuparme por la
parte objetiva de este proceso. ---de ajuste favorecedor, color, etc.--- Era más
fácil bloquear la gran imagen de ella y Seth.
La vendedora que trabajaba en la tienda de pronto aprendió quien estaba
a cargo aquí y dio marcha atrás con sus recomendaciones, simplemente
buscaba los vestidos que yo le indicaba. Estudie cada uno de los que Maddie se
probaba, manteniendo mi nivel alto. Con tantas tiendas para escoger, podíamos
darnos el lujo de ser exigentes.
"Ese es bueno", le dije en nuestra tercera tienda. Tenía un corsé,
estrechando su cintura, y una falda que no brillaba. Aquella textura abombada
siempre hacía lucir las caderas grandes, aunque nadie nunca pareció darse
cuenta de eso. Tienes que ser alta y delgada para salirte con la tuya, no baja y
rolliza como Maddie.
Ella se miró en el espejo con una mirada de sorpresa en su cara. Aun
estaba considerando lo que yo creía que eran buenas opciones, y esta fue la
primera de mis elecciones que verdaderamente a ella le gustó. La vendedora
ansiosa anotó el número del estilo y, a continuación Maddie comenzó a dar la
vuelta y a probarse el resto de vestidos esperando en su camerino. Mientras lo
hacía, un vestido en un maniquí le llamó la atención.
“Oh, Georgina, yo sé lo que dijiste, pero tienes que probarte ese,"
Maddie rogó.
Seguí su mirada. Era un vestido sexy y seductor, de largo hasta el piso,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 59

violeta carmesí con correas que se ataban alrededor del cuello. Tú vestías con ese
color la primera vez que nos vimos.
Aparté los ojos. “No es lo suficientemente feo para ser un vestido de
dama de honor.”
“Luciría grandioso en ti. Todo luce grandioso en ti,” añadió con un leve
movimiento de cabeza. “Además, podrías usarlo para otras cosas. Fiestas y esas
cosas."
Era cierto. No gritaba dama de honor. Nada de telas duras o naranjas
brillantes. Antes de que pudiera adelantarme y protestar, la vendedora ya había
traído uno del perchero, suponiendo mi talla con esa clase de habilidad
misteriosa que tenía.
Por lo tanto, a regañadientes, me probé el vestido, mientras que Maddie
fue a su siguiente opción. La talla no era perfecta, pero un pequeño cambio de
forma lo acampanaba hacia arriba donde tenía que estar. Maddie estaba en lo
cierto. Se veía bien en mí, y cuando salí, ella tomó como un hecho que lo iba a
comprar—no, ella se ofreció a comprármelo--- estaría en su boda. La
vendedora, viendo una oportunidad, y una posibilidad de que volviera a mí la
tiránica actitud, había "amablemente" buscado dos vestidos más para
probármelos mientras esperaba a Maddie. Maddie dijo que ella no podía
soportar la idea de que yo esperara sin nada que hacer, así que a regañadientes
los tomé entrando al vestuario. Esos también se veían bien, pero no tan bien
como el violeta.
Los estaba devolviendo a la vendedora cuando mis ojos captaron algo.
Era un vestido de novia. Estaba hecho de satén duquesa marfil, la tela envolvía
la cintura y la parte superior tenía un cabestrillo. La falda era cubierta,
devastándose en pequeñas hileras. Lo miré, hubiera sido un desastre en
Maddie, pero en mí…
“¿Quiere probárselo?” preguntó la vendedora astutamente. Algo me
decía que las damas de honor probándose los vestidos de novia no era un
fenómeno raro por aquí. La actitud desesperada y triste de no-estarse-casando
entraba en acción.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 60

Antes de darme cuenta, estaba de vuelta en el vestuario, con el vestido


marfil. Vestías con ese color la primera vez que nos conocimos. Seth se había
equivocado en eso y se corrigió a sí mismo, pero por alguna razón, las palabras
vinieron a mí una vez más. Y el vestido se veía bien. Realmente genial. Yo no
era muy alta, pero era lo suficientemente delgada para que eso no importara ---
y yo llenaba la parte superior de maravilla. Me quedé mirándome de una
manera que no lo había hecho con el otro vestido, tratando de imaginarme
como una novia. Había algo sobre novias y bodas que instintivamente hablaba
a muchas mujeres, yo también compartía el impulso, succubus o no. Las
sombrías estadísticas no importaban: las tasas de divorcio, la infidelidad que
había presenciado tan a menudo…
Sí, había algo mágico sobre las novias, una imagen fija en el
subconsciente colectivo. Me veía con flores en las manos y un velo en la cabeza.
Había gente con buenos deseos y estando alegres, la fe vertiginosa y la
esperanza de una vida hermosa juntos. Había sido una novia una vez, hacía
mucho tiempo. Había tenido esos sueños, y se me escaparon.
Suspiré y me quité el vestido, temiendo que me pusiera a llorar. No
habrá boda para mí. Ninguna esperanzas de ser una novia. No con Seth, no con
nadie. Esas cosas se perdían para siempre. Sólo quedaba una eternidad sola, no
había una vida larga de amantes, sólo los que compartí una noche con....
Como era de esperarse, estuve algo depresiva el resto del día.
Maddie compró el vestido violeta para mí, y yo estaba demasiado triste
para protestar –Ella lo había tomado como una aceptación de mi destino como
dama de honor. Continuamos por el resto de estaciones de vestidos, pero no
llegamos a las panaderías. Al final de todo esto, tuvimos cuatro candidatos para
su vestido, lo que consideré como un buen progreso.
Mi estado de ánimo no mejoró durante el trabajo. Me encerré en mi
oficina lo más que pude, buscando a la soledad y a mis propios pensamientos
oscuros. Cuando por fin llegué a casa después de ese día tan largo y eterno,
encontré el apartamento vacío y me sorprendió lo mucho que eso me dolió.
Deseé con todo mi corazón que Román estuviera cerca, no era siquiera para
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 61

hablar sobre Simone u otros misterios inmortales. Solo quería su compañía. Solo
quería hablar con él y no estar sola. Él fue una parte desesperante de mi vida,
pero también estaba convirtiéndose en una parte desesperante permamente.
Con una eternidad sombría por delante, eso significaba algo.
Yo sabía que no debía esperar por él... pero me encontré haciéndolo de
todos modos. Me esparcí en el sofá con Grey Goose* y las gatas, obteniendo30

algo de dulzura de esas criaturas calentitas y peludas que me amaban. Eternal


Sunshine of the Spotless Mind/ El eterno resplandor de una mente sin recuerdos*31

estaba puesto, lo cual no me animaría para nada. Pero como la masoquista que
era, la vi de todos modos.
Al menos pensé que así era, porque de repente, el sonido de una bocina
de un coche atacó mis oídos. Parpadeé y moví la cabeza al rededor. Ya no
estaba en el sofá. No había gatos, ni vodka. Estaba sentada en la barandilla de
mi balcón, precariamente posicionada. El sonido de la bocina vino desde abajo,
en la calle. Uno de los coches había chocado contra otro, y la indignada casi
víctima había tocado el claxon.
No recuerdo exactamente como llegue ahí. Sin embargo, recuerdo la
fuerza que me había jalado---en gran parte porque todavía estaba allí. La luz y
la música---esa sensación de confort y bienestar que fueron tan difíciles de
articular flotaban delante de mí, afuera en el aire. Era como un túnel. No, era
como un abrazo, eran unos brazos esperando para darme la bienvenida a casa.
Ven aquí, ven aquí. Todo va a estar bien. Estás segura. Eres amada.
A pesar de mí misma, una de mis piernas se movió sobre la barandilla.
¿Qué tan fácil sería pasar por encima, para entrar en ese dulce consuelo? ¿Me
caería? ¿Simplemente golpearía la dura acera de abajo? No me mataría si lo
hiciera. Pero quizás no me caería. Tal vez me abriría paso dentro de esa luz,

30
* Grey Goose, marca de vodka.
31
*Eternal Sunshine of the Spotless Mind, es una película triiissste que trata de
cómo las personas pagaban a una clínica con el objetivo de borrar sus malos
recuerdos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 62

dentro del éxtasis que bloquearía el dolor que últimamente siempre parecía
rodearme...
“¿Te has vuelto loco?”
El conductor que había sido casi golpeado había salido de su coche y
estaba gritándole al otro. Ese conductor se bajó de su carro y le devolvió los
insultos, y empezó una ruidosa conversación acalorada... uno de mis vecinos
del piso de abajo abrió su puerta trasera y gritó para que ellos se callaran.
La discusión y el ruido discordante, me trajeron de vuelta. Una vez más,
el canto de la sirena se desvaneció, y por primera vez, casi sentí... pesar.
Cuidadosamente, me bajé de la baranda y di la vuelta hacia la sólida terraza.
Una caída no podría matarme, pero Dios Santo, si que dolería.
Caminé de vuelta dentro del apartamento, encontrando todo tal como lo
había dejado. Incluso los gatos no se habían movido, sin embargo miraron hacia
arriba cuando entré. Me senté en medio de ellos, acariciando distraídamente a
Aubrey. Tenía miedo de nuevo, miedo y una extraña atracción por lo que había
acabado de suceder --- Eso me asustaba más.
A pesar del vodka de esta noche, mi último encuentro había probado que
el alcohol no tenía la culpa. No hay conexión. Sin embargo... se me ocurrió que
había un vínculo común las tres veces. Mi estado de ánimo. Cada vez, había
estado decaída… triste por mi suerte en la vida, buscando la seguridad que no
encontraba. Era entonces cuando este fenómeno ocurriría, ofreciendo una
solución y la comodidad que pensaba que estaba más allá de mí.
Esas eran malas noticias para mí. Porque si esto era dirigido por la
aflicción e infelicidad, tenía un montón de eso que ofrecer.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 63

Capítulo 6
Traducido por Sidonie

Me desperté con el aroma a huevos y beicon. Por un momento, tuve una


extraña sensación de déjà vu. Cuando Seth y yo estábamos empezando a
conocernos el uno al otro, acabé en su casa tras haber bebido demasiado.
Cuando me levanté, encontré un desayuno completo extendido en su cocina.
Un instante después, la realidad me golpeó. No había ningún escritorio o
tablón de notas sobre libros, ningún osito de peluche con una camiseta de la
Universidad de Chicago. Era mi propio armario el que me devolvía la mirada,
mis propias sábanas azul pálido enredadas entre mis piernas.
Con un suspiro, gateé fuera de la cama y me dirigí hacia la cocina,
preguntándome qué estaba pasando. Para mi sorpresa, era Roman jugando a
chef en mi cocina, con ambas gatas sentadas a sus pies – sin duda esperando
que se cayera un poco de beicon.
“¿Tú cocinas?” pregunté, sirviéndome una taza de café.
“Yo cocino constantemente. Simplemente no te fijas.”
“Me fijo en que calientas un montón de comida congelada. ¿Qué es todo
esto?”
Él se encogió de hombros. “Estoy hambriento. No se tiene mucho tiempo
para comer cuando se está en una misión de espionaje.”
Miré los huevos, el beicon y los panqueques. “Bueno, creo que estarás
servido para el resto del día. Tal vez los dos próximos días. Realmente has
hecho mucho,” agregué esperanzada.
“No hay necesidad de ser tímida,” dijo él, intentando esconder una
sonrisa. “Puedes coger algo.”
Esa era la mejor noticia que había oído en todo el día. Claro que, sólo
llevaba levantada unos cinco minutos. Entonces, los acontecimientos de la
pasada noche se estrellaron contra mí. “Oh, mierda.”
Roman levantó la vista de donde estaba volteando un panqueque.
“¿Hmm?”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 64

“Anoche sucedió algo gracioso...” Fruncí el ceño. “Bueno, no tan


gracioso...”
Le expliqué que esa fuerza misteriosa hizo su reaparición anoche, así
como mi inesperado baño del otro día. Roman escuchó en silencio, con la
anterior frivolidad desapareciendo rápidamente de su cara.
Cuando terminé, él dejó la sartenada de huevos en un bol con tanta
fuerza que el bol se rompió. Di un paso atrás inquieta. “Hijo de puta,” gruñó él.
“Whoa, hey,” dije yo. Un nephilim cabreado era algo que no quería tener
a mí alrededor. “Eso es parte de un conjunto a juego.”
Él me miró furioso, aunque sabía que el enfado no era hacia mí,
exactamente. “Tres veces, Georgina. Esto ha pasado tres jodidas veces, y yo no
estaba allí.”
“¿Por qué deberías estar?” pregunté sorprendida. Mi sorpresa dio luego
un extraño giro hacia la indignación. “No eres mi guardián.”
“No, pero alguna entidad está invadiendo mi casa.” Decidí no señalar
que era mi casa. “Debería estar enfrentándome a esto, no persiguiendo a una
aburrida succubus para Jerome.”
“Pedid, y se os dará,” dijo de pronto una voz familiar. El aura de Jerome
nos rodeó mientras se materializaba junto a la mesa de la cocina.
“Ya era hora,” dijo bruscamente Roman, esa oscura mirada aún en su
cara. “He estado esperando una eternidad a que aparecieras.”
Jerome arqueó una ceja y encendió un cigarro. “Una eternidad, ¿huh? Ni
siquiera ha sido una semana.
“Lo parece,” dijo Roman. Él me pasó un plato de comida, y me senté a la
mesa sin decir nada, decidiendo que debería esperar a que expusiese este
informe de situación antes de lanzar mis últimos problemas sobre Jerome.
“Deberíais añadir el seguir a Simone a vuestra lista de castigos para los
eternamente condenados.”
Jerome sonrió y se libró de la ceniza en un vaso de margaritas de
gerbera*32 sobre mi mesa. No estaba muy contenta por ello, pero al menos no

32
* Una variedad de margaritas, se caracteriza por tener muchos pétalos y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 65

era en mi suelo. “¿Debo entender con eso que no has visto ninguna actividad
digna de mención? Mei me informó de lo mismo.”
Roman se sentó a mi lado con su propia comida, soltando el plato con
más fuerza de la necesaria. Hice una mueca de dolor, pero no se rompió. “Ella
no hace otra cosa salvo comprar y coger víctimas. Oh, y cruzarse con
Mortensen.”
Jerome alzó ambas cejas esta vez. “¿Seth Mortensen?”
Estaba a punto de preguntar cuántos Mortensen conocía, pero las
siguientes palabras de Roman me interrumpieron. “Sí, ella se ha dejado ver un
par de veces, intentando algún tipo de penosa seducción.”
Mi enfado empezó a avivarse de nuevo y entonces...
“Espera. ¿Un par de veces?” Exclamé. “¿Más que la de la cafetería?”
Roman me miró, con un breve destello de disculpa mostrándose a través
de su expresión enfadada. “Sí, no he tenido una oportunidad para contártelo.
Ella vino a la librería ayer mientras estabas fuera con Maddie. Muy bien
compaginado con tu ausencia.”
Arrojé mi tenedor sobre el plato. En realidad, era un milagro que aún me
quedasen platos. “¿Por qué demonios no me lo has dicho?”
“¡Porque apenas he tenido ocasión, en vista de que hemos tenido
problemas más grandes!”
Jerome se había puesto tenso cuando Roman mencionó que Simone
intentaba seducir a Seth. La reacción fue extraña, como si lo hubiese cogido por
sorpresa. Si eso era raro en un demonio, era más raro aún que uno lo mostrase.
Unos instantes más tarde, recuperó la compostura, volviendo su atención al
comentario de Roman. “¿Problemas más grandes?”
“Georgina está siendo acechada,” declaró Roman.
“Georgina siempre está siendo acechada.” Jerome suspiró. “¿De qué se
trata esta vez?”
Él mantuvo su expresión neutral, pero mientras le explicábamos la

colores.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 66

situación, vi algo destellar en su mirada… algún tipo de interés. Por lo menos


especulación.
Se hizo el silencio cuando Roman y yo terminamos nuestra historia. Le
eché un vistazo, ambos esperábamos que mi jefe supremo nos ofreciese alguna
clase de explicación.
“Tu trabajo con Simone ha terminado,” dijo Jerome al fin.
“Gracias a Dios,” dijo Roman.
“En vez de eso vas a seguir a Georgie.”
“¿Qué?” exclamamos Roman y yo al unísono.
“El mismo trato,” agregó Jerome. “Invisible, sin firma. Salvo cuando
estés aquí, por supuesto. La mayoría saben que los dos sois compañeros de
piso. Sería extraño si desaparecieses de la faz de la tierra.”
El último par de veces que la canción de la sirena había aparecido, había
querido desesperadamente a Roman. Ahora debería estar feliz de tenerle, por lo
que la indignación que vino a continuación fue totalmente irracional.
“¡Pero él tiene que seguir a Simone!”
“¿Oh?” preguntó Jerome. “¿Puedo saber por qué? Ella no ha hecho
ningún contacto con nadie del Infierno. O bien ella está aquí por razones
inocentes, o es demasiado buena ocultando sus informes.”
“Pero... pero... ella está persiguiendo a Seth. ¡Tenemos que averiguar el
porqué!”
“No creo que sea necesario un genio para averiguar el por qué,” dijo
Jerome secamente.
“Sin embargo tenemos que detenerla.”
El demonio resopló. “Georgina, ¿tienes la remota idea de lo poco que me
preocupa tu ex novio? Hay más cosas en este universo que el absurdo amor de
tu vida – o la falta de él.” Me estremecí. “Sobre todo desde que se está
acostando con otra persona. Si ahora está tan enamorado de ella, Simone no
debería ser un problema. Y no me mires así”, añadió él. “Ya jodiste su alma
cuando follaste con él la pasada primavera. Simone no supondrá ninguna
diferencia.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 67

Apreté mis dientes. “Aún así no creo...”


“No.” La voz de Jerome fue dura, y estaba usando ese tono de no
discutas conmigo. Él volvió su atención hacia Roman. “Has terminado con
Simone. Ahora estás con Georgie. ¿Entendido?”
Roman asintió, sin compartir mi indignación. “Entendido. ¿Sabes qué es
esto? ¿Lo que le está pasando a Georgina?”
“Tengo algunas ideas,” gruñó Jerome. Y de esa manera, desapareció.
“Hijo de perra,” dije yo.
Roman tomó un mordisco de un huevo y pareciendo
extraordinariamente relajado, en comparación con su anterior estado. “¿Eso fue
una declaración general de frustración o una calumnia contra Jerome?"
“Ambas. ¿Por qué pareces tan contento de repente? Antes estabas
dispuesto a causar destrozos.”
“Porque he terminado con Simone. Y ahora tengo que perseguir a una
mejor presa.”
“Y porque no te importa Seth en absoluto.”
“Eso también.”
Clavé la vista en mi comida sin verla realmente. Mi apetito había
desaparecido.
“Tengo que verle. Tengo que verla a ella y averiguar si le está siguiendo.”
“Nada bueno puede salir de eso,” advirtió Roman.
No le respondí. Mi estado de ánimo estaba destrozado. Estaba
agradecida por la actual protección de Roman, pero en muchos sentidos…
bueno, quería poner a Seth antes que a mí misma. Quería defenderlo de… ¿qué?
¿De ver su vida acortada por una succubus? ¿De que su alma se oscureciera aún
más? ¿O eran mis motivos más egoístas… simplemente no queriendo que él
durmiese con otra mujer? Aceptar lo de él y Maddie fue suficientemente duro…
y aún así, si Simone lo seducía, ¿rompería eso la inminente boda? No, decidí,
Seth permanecería fiel a Maddie. Él no la engañaría. ¿No lo haría? Preguntó una
voz desagradable en mi cabeza. Él la engañó contigo...
“Maldita sea. Desearía que no tuvieras ese aspecto.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 68

Levanté la vista hacia Roman. “¿Huh?”


“Esa patética mirada en tu cara me está matando.” Él volvió su mirada
hacia abajo, removiendo los huevos en su plato. Con un suspiro, levantó la vista
de nuevo. “Sé donde va a estar Seth hoy. Pero no sé si Simone estará allí.”
Mis ojos se abrieron. “¿Dónde?”
Roman dudó sólo un momento más. “El museo de arte. Se lo mencionó a
Maddie ayer… Alguna exposición que él quería ver, pero ella no. Iba a
deambular por allí hoy. No estoy seguro de la hora, pero Simone podría haberlo
oído por casualidad. Si es así, sería el momento perfecto.”
Me puse en pie, y mi apariencia cambió inmediatamente, lista para salir.
El pelo peinado largo y ondulado. Vaqueros y una camiseta. El maquillaje
perfecto. “Bueno, vamos. Tenemos que vigilar el lugar.”
“No tan rápido. Algunos no podemos arreglarnos con tanta rapidez. Y
algunos de nosotros no hemos terminado de comer.”
Volví a sentarme, sin molestarme en ocultar mi impaciencia. Él continuó
comiendo, ignorándome intencionadamente y masticando cada bocado con
mucho cuidado. Un pensamiento me asaltó. “¿Puedes esconder mi firma? Iré
invisible. Engañándola.”
Roman negó con la cabeza exasperado. “Estaba esperando que no
pensaras en eso.”
Esperaba que se negara, pero para mi sorpresa, él efectivamente ocultó
mi firma inmortal cuando finalmente salimos hacia el museo. Después de
volverme invisible, estaba tan de incógnito como lo estaba él a mi lado.

Era un día precioso para estar en el centro de Seattle. Las nubes de la


mañana se habían evaporado, y no había nada que ocultara el sol. Sin embargo,
era engañoso. El cielo era de un radiante azul claro, pero el frío otoñal estaba
finalmente a punto de tomar el control. Así pues mientras que el tiempo parecía
magnífico a través de las ventanas, era necesario un abrigo una vez salías al
exterior.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 69

El Seattle Art Museum – o, como era conocido cariñosamente por los


residentes, SAM – era enorme, y su colección habitual mantenía exposiciones de
cada lugar y periodo imaginable. Roman me había dicho que la exposición que
Seth quería ver era una especial, que sólo estaría en la ciudad unas semanas. Era
una exposición de joyería de finales de la Antigüedad, y habría apostado
mucho dinero a que Seth estaba allí para documentarse para Cady y O’Neill.
Pero cuando llegamos, no había ninguna señal de Seth. Un montón de
turistas – incluso en un día laborable – abarrotaban el lugar, deambulando sin
rumbo fijo y parando para estudiar o para leer acerca de las piezas. Este periodo
de tiempo era cercano y querido para mí, y no pude evitar sentirme un poco
inquieta. Fue la era en la que crecí, la era en la que pasé mis días como mortal.
Ver estos objetos – anillos, brazaletes y collares – era surrealista. Muchos eran
de la región Mediterránea del Imperio Romano. Algunas veces, cuando pienso
en mi pasado, hace que mi corazón arda. Otras, me siento trasladada, como si
estuviese viendo una película de la vida de otra persona.
Había estado estudiando cada pieza en detalle, intrigada de cómo
algunas habían sido pulidas hasta brillar y otras estaban corroídas por el
tiempo. Un suave golpe sobre mi hombro me hizo levantar la mirada. No vi a
nadie cerca de mí y me di cuenta de que había sido Roman. Girando alrededor,
examiné la galería y encontré lo que – o más bien a quien – había visto. Seth
estaba al otro lado de la sala, con su rostro pensativo y curioso mientras
estudiaba una de las vitrinas. Tenía un cuaderno de notas y un bolígrafo en sus
manos. Él había venido para documentarse, tal y como sospeché.
Lo estudié con la misma fascinación. Por lo que a mí respecta, él era tan
raro y precioso para mí como cualquiera de las joyas que nos rodeaban. Mierda,
pensé. Era una idiota si creía que lo había superado. Tan sólo estando allí en la
misma habitación, me sentía más atraída hacia él que nunca.
Me apoyé sobre la pared cercana a mí, permaneciendo fuera del camino
de los turistas y manteniendo simplemente un ojo sobre Seth, preguntándome
si Simone mostraría su cara traidora. Después de media hora, mi impaciencia
aumentó. Era estúpido, lo sabía. Probablemente Seth estaría aquí toda la tarde,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 70

y ella podría llegar después. Pero… de repente, hablar con él parecía más
importante. Sabía que era una imprudencia, sabía que estaba mal… pero,
bueno, había hecho cosas más estúpidas en el pasado.
Caminé fuera de la galería y fui hasta el hueco de la escalera que estaba
momentáneamente vacío. Sólo me llevó un segundo volverme visible de nuevo.
Oí la voz de Roman siseándome al oído, “¿Estás loca?”
“Mantén mi firma oculta,” respondí bruscamente. “Si ella aparece, la
sentiremos antes de que ella me vea.”
Una pareja de ancianos que bajaba las escaleras justo cuando terminé de
hablar, me dirigieron una extraña mirada. Sonreí encantadoramente y les
mantuve la puerta abierta. Ellos se apresuraron a pasar a través de ella.
Seth estaba en una muestra de diademas Bizantinas cuando toqué su
brazo. Él se estremeció y se dio la vuelta, sin embargo su susto se transformó
inmediatamente en placer en cuando me vio. Mierda, pensé otra vez. Hubiese
sido mucho mejor si hubiese parecido consternado.
“Déjame adivinar,” dije yo. “Estás planeando el atraco perfecto para
Cady y O’Neill.”
Él sonrió. “Ellos son los buenos.”
“Se han hecho famosos por infringir la ley,” señalé.
“Me gusta pensar en ello como bordear la ley. ¿Qué estás haciendo
aquí?”
Hice un gesto a nuestro alrededor. “Haciendo una visita a mi juventud –
o lo que queda de ella. Las arenas del tiempo sepultaron la mayoría, pero
quedan algunas cosas.”
“Nunca pensé en eso,” dijo Seth, claramente intrigado. “Esta es tu era.
Debería haber acudido a ti para documentarme.”
Una visión de nosotros teniendo una sesión de estudio privada me vino a
la mente. La aplasté inmediatamente. “Mejor la ayuda visual de aquí. “¿Algo
capta tu interés?”
Él señaló la vitrina de diademas a su lado. “Me gustan estas. Es una pena
que ya no se lleven objetos como estos.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 71

Seguí su mirada. “¿No llevamos suficientes brillos en el pelo hoy en


día?”
Él me dio una de esas medias sonrisas suyas. “No. Es sólo que… no lo sé.
Hay una belleza y una habilidad que ya no utilizamos. Mira esa.” Hizo un gesto
hacia una diadema, pensada para parecerse a una corona de monedas de oro.
Pequeñas cadenas de círculos dorados colgaban, cayendo a través del cabello.
“Mira las imperfecciones. Esa fue hecha a mano, cada una de ellas.”
“Algunos lo llamarían defectuoso.” Me encantaba cuando Seth se
enredaba en esas reflexiones filosóficas.
“Eso es lo que lo hace fantástico. Y en cualquier caso, me gusta la idea de
adornar a las mujeres con coronas y joyas. Llámame sexista, pero creo que el
bello sexo debería ser adorado”. Él hizo una pausa. “Y tener completo acceso a
todos los derechos y oportunidades de los hombres.”
Me reí y di un paso hacia el lado así otros podrían aproximarse a la
vitrina. “Creo que eres romántico, no sexista”. Un pensamiento perturbador
surgió en mi mente, recordando cómo ayer Maddie había admirado las tiaras
de perlas y las cintas para la cabeza en la tienda nupcial. Diademas modernas.
¿Le gustarían esas a Seth?
“Llámalo como quieras”, dijo él, “pero creo que nuestra civilización se ha
deteriorado cuando los scrunchies*33 se volvieron la forma predominante de

arreglarse el pelo.
Deambulamos por la exposición después de eso, comentando y
analizando. Intenté no pensar en exceso sobre la situación. No me engañé a mí
misma a cerca de si podíamos ser amigos. No me revolqué en la culpa por estar
enamorada sin ser correspondida. Simplemente intenté disfrutar del momento.
Durante todo nuestro tiempo juntos no sentí a Simone. Puesto que los sentidos
de Roman eran más fuertes, tuve que asumir que él tampoco lo hizo. También
sospeché que estaba poniendo los ojos en blanco a causa del tiempo que pasaba
con Seth.

33
* Hace referencia a los cabellos tiesos y crujientes por la gomina y productos
similares)
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 72

Por último Seth y yo alcanzamos el final de la exposición: anillos de boda


Bizantinos. Cuando los vi, los sentimientos cálidos y confortables que me
habían estado envolviendo, de repente se convirtieron en hielo. También sentí
el cambio en Seth. La mayoría de los anillos eran de diseño similar, con un
círculo plano situado en la parte superior del anillo, la superficie del círculo era
luego grabada con alguna imagen. Mis sentimientos problemáticos no tenían
nada que ver con las bodas o cualquier otra asociación con Maddie.
Las pasadas Navidades, Seth había mandado hacer un anillo de este
estilo para mí. Él no lo había previsto como un anillo de boda o compromiso.
Tan sólo lo hizo como un regalo, sabiendo que el estilo era parte de mi pasado.
Era precioso, y todavía lo tenía. Estaba encerrado bajo llave en una caja de
tesoros que he mantenido a lo largo de los siglos – objetos demasiado preciados
para tirarlos y demasiado dolorosos para verlos.
Ninguno de los dos dijo nada, y me pregunté qué estaba pensando él.
¿Era simplemente el incómodo malestar por los recuerdos de una ex novia?
¿Eran conmovedores sentimientos agridulces similares a los que se
arremolinaban en mí? Cuando él y Maddie empezaron su relación en serio,
estaba convencida de que él había pasado página. Después, tras nuestra breve
aventura en primavera, lo había reconsiderado. Eran ya demasiadas las veces
que me había mirado de forma extraña, demasiadas las veces que me
recordaban cuando yo era su novia y las veces que me decía que me amaba.
Pero su boda aún seguía adelante, sin ningún signo de duda por su parte. No
sabía que pensar.
No estoy segura de cuánto tiempo permanecimos en silencio, pero Seth
lo rompió.
“Bueno… supongo que esta es la exposición, ¿huh?”
Eché un vistazo alrededor como si intentara determinar si la habíamos
visto entera. Ya sabía que sí. “Sí, supongo que esto es todo.”
Él no quiso mirarme a los ojos, y todo su cuerpo irradiaba nerviosismo.
“Gracias por la ayuda con la documentación. Debería regresar a la tienda y
hacer buen uso de ella.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 73

“Buena suerte.”
Sus ojos se alzaron, y le ofrecí una pequeña sonrisa que él me devolvió.
“Gracias.”
Nos despedimos, y yo dejé el museo, no muy segura de a dónde iba a ir –
sólo que tenía que ir a algún lugar donde él no estuviese. Durante una hora o
así, había representado una fantasía con él, manteniendo lejos esa familiar
depresión y permitiéndome a mí misma una pequeña alegría. Ahora, esa
oscuridad se cernió sobre mí… e inquieta, recordé cómo esa misteriosa fuerza
siempre aparecía cuando estaba preocupada. Ese era su señuelo: consuelo
cuando me sentía desesperada y sola.
Roman podría ser mi ofensiva, pero entonces decidí ir a por una buena
defensa. Necesitaba distracción. “No te va a gustar esto,” murmuré, asumiendo
que Roman estaba los suficientemente cerca para oír.
Distracción no era lo único que necesitaba. También una buena dosis de
energía. Estaba durmiendo con suficientes hombres con regularidad por lo que
tenía un suministro de energía bastante consistente. Aún así, estar totalmente
cargada, por así decirlo, mantendría mis fuerzas altas – lo cual con suerte
aumentaría mi entereza mental.
No es que dormir con hombres al azar siempre fuese estimulante. No
estaba de humor para ir a cazar víctimas a un bar. Necesitaba algo ligeramente
más fácil, algo un poco menos sórdido. Normalmente esas dos cosas eran
mutuamente excluyentes, pero había tenido una idea mientras conducía a casa
con la que podría conseguir ambas.
Había un tipo de veintitantos llamado Gavin que vivía un apartamento
por debajo del mío. Era lo suficientemente agradable y tenía un cuelgue serio
conmigo. Nunca dijo o hizo nada abiertamente, pero era obvio. Cada vez que
estaba cerca de él, alternaba entre el nerviosismo y los chistes malos. Siempre
parecía reacio a irse cuando nos encontrábamos en el garaje, o en el pasillo o en
cualquier sitio. Además su mirada pasaba más tiempo en mi escote que en mis
ojos.
Lo mejor de todo era que también tenía novia. No sé si la había engañado
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 74

antes o sólo quería hacerlo. Eso no era importante en este momento. Lo


importante era que cuando aparecí en su puerta después del museo, su novia
no estaba cerca.
“Georgina,” dijo él, asombrado. “¿Cómo... cómo va todo?”
“No muy bien,” dije, forzando la angustia en mi voz. “Me he quedado
encerrada fuera de mi casa y tengo que esperar a que mi amiga aparezca con un
juego de llaves de repuesto. ¿Puedo esperarla aquí? Tengo miedo de que, si
salgo fuera, llueva de nuevo.”
Fue entonces cuando Gavin pareció darse cuenta de que estaba
empapada, en particular el vestido blanco de tirantes sin sujetador, ahora
transparente, que había creado cambiando de forma.
Sus ojos se salieron de las órbitas, y después echó un vistazo rápido
detrás de él antes de volver a mirar la tela húmeda pegada a mis pechos y a sus
endurecidos pezones. “¿Ha… ha llovido? Pero hace tan buen día.” Unos
enérgicos rayos de sol entraban a tropel por sus ventanas.
“Lo sé,” dije elocuentemente. “Yo también estaba un tanto sorprendida.
Fue una cosa realmente extraña y rápida que salió de la nada.”
Al parecer era tan increíble en realidad que Gavin fue capaz de arrancar
su mirada de mí una vez más para examinar a fondo el brillante cielo azul de
fuera. Finalmente, decidiendo no luchar contra ello, me hizo señas para que
entrara.
“¿Tienes una camiseta o algo que pueda ponerme?” le pregunté
dulcemente. “Me estoy helando dentro de esto.”
Su escrutinio se había deslizado de mis pechos a la muy notable tanga
negra bajo el vestido. Creo que quitarme el vestido era una enorme decepción
para él, pero no era tan socialmente inepto como para negarse.
“Claro, ven.”
Le seguí hasta su dormitorio donde sacó una camiseta enorme de los
Seattle Mariners* y unos verdes pantalones cortos de franela. Me los pasó.34

34
* Grupo local de béisbol.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 75

“Mira si te valen,” dijo él, saliendo de la habitación para darme


privacidad.
“Gracias,” dije, ofreciéndole una sonrisa encantadora.
Él se las arregló para responder con una nerviosa sonrisa justo antes de
cerrar la puerta. Crucé mis brazos y esperé un minuto, durante el cual un
invisible Roman dijo: “Esto es ridículo. Deberías haber aparecido como una
repartidora de pizza.”
“Hey, la técnica del vestido mojado está testada y probada. Funciona
siempre.”
Roman suspiró.
“Espera en la otra habitación entonces,” dije. “Esto no debe tomar mucho
tiempo.”
Abrí la puerta y grité por el pasillo, “Hey, ¿Gavin? ¿Puedes venir a
ayudarme?”
Apareció de nuevo, y no pude evitar fijarme en que su pelo castaño
oscuro estaba bastante más arreglado de lo que había estado antes.
Probablemente se había ido corriendo hacia el baño en un intento de arreglo
rápido para impresionarme.
“¿Qué pasa?” preguntó.
Me di la vuelta y aparté el pelo sobre mil hombro, mostrando el lugar
donde los tirantes de mi vestido se ataban detrás de mi cuello. “Hay un nudo
aquí que no soy capaz de deshacer. ¿Puedes echarle un vistazo?”
Tan sólo vaciló un momento antes de avanzar para ayudarme. Hice un
buen nudo con mi cambio de forma, y le costó un tiempo deshacerlo, durante el
cual reculé tanto como pude para pegarme a él. Al final, logró deshacerlo,
apartando las tiras y liberándolas de manera que yo pudiese agarrarlas. Se me
escaparon, por supuesto, y cuando los tirantes cayeron también lo hizo el
vestido. Fue contra las leyes de la física, teniendo en cuenta lo pegada que había
estado la tela mojada.
Atrapé el vestido en un débil intento de modestia, pero no antes de que
casi cayera por completo. Cerca, escuché otro suspiro de exasperación de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 76

Roman.
Giré mi cara hacia Gavin, sosteniendo el vestido contra mí de forma que
mi pecho quedaba completamente al descubierto. Naturalmente sus ojos se
clavaron en él, y yo también miré hacia abajo, como si tratara de averiguar lo
que él estaba mirando.
“Oh, vaya. Estoy toda mojada. ¿Tienes una toalla? No quiero mojar la
camiseta.”
“Uh... ¿qué? Sí...”
En un tiempo récord, corrió al cuarto de baño y volvió con una pequeña
toalla de mano. Decidí entonces no molestarme con ninguna otra excusa
conveniente y simplemente di un paso adelante, esperando que fuese lo
suficientemente inteligente como para aceptar la invitación.
Lo fue. Vacilante al principio, frotó lentamente la toalla por mis pechos,
insistiendo en ellos cuando era obvio que estaban secos. Se desplazó hacia mi
vientre – el cual secó tremendamente rápido – y luego por mis caderas y
muslos. Lo había anhelado desde que dejé caer mi empapado vestido al suelo y
amablemente me quité mi tanga de forma que él pudiera alcanzar cada
resquicio. Tuvo que arrodillarse para alcanzar el interior de mis muslos, y lo oí
murmurar, “Oh Dios mío.” No estuve segura si simplemente fue por la
situación en la que se encontraba o porque su novia no tenía ingles brasileñas.
“Tienes unas manos magníficas,” ronroneé.
“Gr-gracias,” dijo tontamente. Acababa de terminar con mis piernas y se
puso en pie. Cogí la toalla y la tiré sobre la cama. Agarrando su mano, la
acaricié suavemente y la llevé entre mis muslos.
“Realmente magníficas,” dije con un tono aún más bajo. “Largos
dedos…”
Guié un par de esos dedos dentro de mí, y juro que él jadeó más fuerte
que yo. Después de un poco más de insistencia, ya no necesitó de mi ayuda y
empezó a empujar rápidamente sus dedos por sí mismo. Me presioné contra él,
gimiendo como si fuese la experiencia más emocionante de mi vida. Estaba más
mojada por dentro que por fuera, y la única resistencia que encontró fue en lo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 77

estrecha que me había hecho.


Esquivando su brazo, desabroché sus pantalones y se los quité con un
movimiento. Su erección señalaba hacia mí, larga, dura y preparada.
Probablemente había estado así desde el momento en que aparecí en su puerta.
Agarrándolo de su camiseta tiré de él hacia la cama.
“El resto,” jadeé, extendiéndome delante de él. “Déjame ver cómo se
siente el resto.”
Sacó la mano que había tenido dentro de mí mientras se tumbaba encima
mío. Apartó mis muslos y me penetró con una fuerza que contradecía su
anterior timidez. De hecho, su cara ya no mostraba nerviosismo en absoluto. Él
era todo ansia y deseo, emitiendo pequeños gruñidos cada vez que empujaba
dentro de mí.
“Más fuerte,” le dije, mirándolo con grandes ojos apasionados. “Lo
quiero más fuerte.”
Él se obligó, aumentando la velocidad y la fuerza. Después de
aproximadamente un minuto de eso, se incorporó de forma que estaba de
rodillas. Sosteniendo mis muslos justo por debajo de mis rodillas, separó aún
más mis piernas y se inclinó. La nueva posición le permitía llegar más
profundo, y yo exclamé mi aprobación, incitándolo de nuevo a que lo hiciera
más y más fuerte.
Poco a poco, sentí su energía vital empezar a fluir hacia mí. Era una
cantidad decente, y se sentía gloriosa, extendiéndose por todo mi ser y
revigorizándome. Con ello llegaron sus pensamientos y emociones, momento
en el cual aprendí que en realidad nunca antes había engañado a su novia –
aunque, oh, hubiera querido muchas veces. Él estaba demasiado consumido por
mí para sentir mucha culpa. La única y breve inquietud que tenía era que
debería haber usado condón. Eso era remordimiento, pero no era lo suficiente
fuerte para hacerlo detenerse, no cuando yo sentía ese placer.
Dejé que mis gemidos crecieran hasta pequeños gritos y lo sentí acercarse
más y más al orgasmo. Mi cabeza estaba acercándose peligrosamente al
cabecero, pero la brusquedad de todo ello estaba excitándole realmente. Nunca
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 78

había tenido la oportunidad de ser tan salvaje. Se volvió más y más rudo,
hundiéndose hasta el fondo en cada embestida. La energía aumentó a pasos
agigantados, y justo antes de que el gran momento llegara, decidí aprovechar el
momento para que se culpase un poco. Lo cual me hizo sentir algo culpable,
pero al final del día, la culpa marcaba el alma, y eso era para lo que el Infierno
me empleaba.
“¿Puede ella hacer esto?” jadeé. Él estaba a medio segundo de correrse.
“¿Puede tu novia follar así?”
El orgasmo hizo explosión – y él también. Salió en el último segundo, no
por lo que yo había dicho sino porque eso era su solución al problema del
condón. La retirada era un horrible método de sexo seguro, pero daba igual. Su
cuerpo se tensó y se corrió en mi abdomen. Estaba cálido contra mi piel, y
miraba con una perversa fascinación.
Aún así, justo antes de que ocurriera, había sentido como mi puñal
golpeaba. Él había estado tan consumido por la lujuria que, anteriormente,
había sido capaz de bloquear a su novia. Mi comentario la había traído al frente,
pero no había forma alguna de que pudiese parar lo que estaba haciendo en ese
momento. Yo había sentido la espina de la culpa, justo mientras la última ráfaga
de energía vital centelleaba a través de mí.
El cayó de espaldas contra las mantas, jadeando y exhausto. Perder algo
de tu vida tiene ese efecto. Cualquier pensamiento de culpa o satisfacción que
ahora sentía eran sólo para él. La toalla permanecía aún convenientemente
sobre la cama, y la usé para limpiarme. Me levanté y caminé hacia la ventana
mientras él todavía intentaba recuperar su aliento. Probablemente caería
dormido en pocos minutos.
“Oh, hey,” dije alegremente. “Mi amiga está ahí fuera con la llave.”
Recogí el vestido empapado y me dirigí hacia la puerta. “Gracias por
permitirme pasar un rato.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 79

Capítulo 7
Traducido por Sidonie y Kiiariitha

“Tienes razón,” dijo Roman a la siguiente mañana, cavilando sobre lo


que había pasado con Gavin. “No me gustó.”
Yo estaba de pie en el baño, repasando mi pelo con una plancha. Era
como un grano en el culo comparado con el cambio-de-forma, pero me gustaba
el reto. Además, siempre podría arreglar lo encrespado después.
“No es como si fuese la primera vez que pasa”, señalé, mis ojos sobre el
espejo mejor que donde él estaba apoyado en la entrada. “Antes no te
importaba.”
“¿No?” preguntó secamente.
“Bueno, estar con él me distrajo de revolcarme en mi autocompasión. No
es que tampoco me hiciera sentir muy bien,” admití. “Pero mantuvo mi… lo
que sea… lejos. Y hey, no pudo haber sido tan desagradable como lo que le
viste hacer a Simone.”
“Cierto, pero ahora ese tipo va a dejarse caer por aquí todo el tiempo.
Aparecerá para pedir tazas de azúcar con la esperanza de poder conseguir un
poco más de acción.”
“Yo me encargaré de él. Tengo un poco de práctica en espantar tipos.”
“Como si no lo supiera.”
Me detuve para lanzarle una mirada. “¿Dejarás esa actitud de esta
mañana? Estás empezando a sonar como si estuvieras celoso o algo así.”
Roman resopló. “Difícilmente. ¿Por qué, en el nombre de Dios, estaría
celoso por la mujer que hizo que mataran a mi hermana y trató de desatar las
fuerzas del Cielo y el Infierno para destruirme?”
Buen punto. “Es un poco más complicado que eso.”
“Oh, sí, estoy seguro”. Cruzó sus brazos y miró hacia el suelo. “Pero tal
vez la próxima vez que busques distracción, podríamos alquilar una película y
hacer unas palomitas en vez de follar con los vecinos”.
“Tienes un gusto horrible con las películas”, mascullé. Pero eso puso fin
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 80

a la conversación, y Roman se alejó. Un momento después, oí encenderse la TV.


Tenía que trabajar hoy, aunque era el turno de la tarde. Estaba levantada
y lista para ir temprano porque quería visitar a Erik. Debería haberme sentido
segura con la habilidad de Jerome para averiguar lo que estaba pasando, así
como con la protección de Roman. Pero había sufrido demasiada mierda en el
pasado como para confiar plenamente en nadie nunca más. Erik siempre ha
resultado ser un recurso valioso.
Roman vino conmigo, secretamente, pero me llevó un rato de hecho
conseguir un momento de calidad con Erik. Tenía clientes en la tienda – lo cual
era genial para él, pero difícilmente podía tratar temas inmortales con otros
alrededor. Cuando finalmente la gente disminuyó, Erik volvió su atención hacia
mí, preparado con su típica sonrisa amistosa. Su aspecto parecía mejor, y sus
movimientos no eran tan temblorosos. Todavía estaba débil, pero no tan débil.
“Tu resfriado se ha despejado,” le dije.
Su sonrisa se ensanchó. “Sí, le dije que no era nada. Un simple resfriado
no va a matarme.”
Su voz fue ligera, pero no pude evitar un pequeño ceño. Había algo en
sus palabras – algo que apenas pude captar – que hizo que sonara como si él
realmente supiese lo que iba a matarlo. Un escalofrío recorrió mi espalda. No
me gustaba pensar en esa clase de cosas.
Me senté en su pequeña mesa con él pero rehusé el té. “Sólo quería ver si
te habías enterado de algo más”. Era un impulso nervioso de mi parte. Sabía
que él habría contactado conmigo si hubiese descubierto algo.”
“No, pero como dije, la información que tenemos es lo suficientemente
vaga como para que pueda ser un montón de cosas.”
“Eso es lo que dijo Jerome.”
Erik parecía complacido. “Me alegra que él lo sepa. Siempre he dicho que
es más probable que tu propia gente sepa más que yo.”
No pude evitar una pequeña sonrisa. “Discutible. Podría tener algo para
hacerlo un poco menos vago.” Brevemente, le expliqué mi reciente encuentro y
cómo me había sucedido, que esta fuerza sólo me visitaba cuando estaba
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 81

preocupada o deprimida. “Es como… es como si aprovechara mi debilidad.


Intentando atraerme con promesas de consuelo.”
“Entonces debes tener cuidado de no ceder.”
Si Roman hubiese dicho eso, le habría gruñido por decir lo evidente. “Es
fácil decir eso ahora, ante la fría luz de la lógica, pero cuando sucede… no sé.
Pierdo mi agarre sobre el mundo. La razón desaparece. Maldición, la mitad de
las veces ni siquiera sé lo que está pasando hasta después. Es como… dormir.
Sonambulismo. Lo que sea.”
“¿Y siempre aparece como una especie de portal?”
Lo consideré durante unos segundos. “No lo sé… algo así. No sé cómo
describirlo – y ya sé que continúo diciendo eso. Y lo inútil que suena. No estoy
segura si es una entrada, exactamente, pero definitivamente está tratando de
tirar de mí hacia algo.”
Erik se preparó té y se sentó bebiéndolo a sorbos casi durante un minuto,
su cejas unidas mientras pensaba. “Pensaré sobre todo esto. Mientras tanto, le
aconsejaría…” Vaciló. “Bueno, permítame ponerlo de esta forma. Usted es una
delicia, Señorita Kincaid y siempre disfruto de mi tiempo con usted. Sin
embargo, usted también es –cómo puedo decir esto– alguien propensa a estados
de ánimo sombríos.
“¿Esa es tu forma educada de decir que siempre estoy deprimida?”
bromeé.
“No... no exactamente. Pero si esa cosa está buscando a aquellos con
estados emocionales depresivos, entonces diría que eres particularmente
susceptible. Si es posible, deberías intentar alejarte de esos estados de humor.”
Pensé en ello. Una de mis mejores amigas iba a casarse con mi ex – un ex
del que estaba empezando a enamorarme perdidamente de nuevo. Un ex cuya
alma había condenado al Infierno inconscientemente y que estaba siendo
acechado por otra succubus. Mi propia alma lleva mucho tiempo atada al
Infierno y estaba obligada a una eternidad de acostarme con hombres que no
suelen gustarme. Oh, sí. No olvidemos que mi compañero de piso tenía
tendencias sociópatas y me tenía al principio de su lista.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 82

“Eso podría ser más fácil de decir que de hacer,” le dije a Erik.
“Me imagino,” dijo él afligido. “Pero puede ser la única forma de
protegerte a ti misma. Eso y tu propia fuerza de voluntad – la fuerza en la que
creo firmemente.”
La fé de Erik en mí abrigo una parte de mi corazón, aún cuando el resto
del conocimiento de hoy no había sido tan perspicaz. Le di las gracias por su
tiempo y me dirigí hacia el trabajo, agradecida de que Roman no ofreciera
ningún comentario “gracioso” durante el viaje.
En la librería, Seth trabajaba solo en la cafetería. Simone no estaba en
ningún sitio a la vista, lo cual era aún mejor. Además el hecho de que era el día
libre de Maddie mejoró mi ánimo. Tal vez mantenerme lejos de mi estado
sombrío habitual no sería tan difícil como pensé.
“Hey, Kincaid.”
Doug me encontró pegando etiquetas en nuestro estante de libros de
liquidación. Consistían en su mayoría de libros de mesita de café fuera-de-
impresión, cosas como Arcos de Piedra de la Toscana y El Completo Libro de
Punto de Cruz Nupcial* No estaba completamente segura de qué era ese35

último, pero tal vez sería un buen regalo de boda para Seth y Maddie. El precio
era realmente una ganga. Ya lo habíamos rebajado en tres ocasiones, y aún así
nadie lo quería comprar.
“¿Qué pasa?” pregunté.
“Tengo noticias que van a sacudir tu mundo. Y te harán pensar que soy
más imponente de lo que ya creías.”
“Eso es una declaración audaz.”
Él hizo una pausa, aparentemente intentando decidir si había sido
halagado o insultado. “He averiguado que Gabrielle es fan de Blue Satin Bra* ”36

“Nunca me ha parecido de ese tipo. Pensé que toda su lencería sería


negra.”

35
*En el original dice: The Complete Book of Bridal Cross-stitch. En inglés “stitch” hace referencia tanto
a puntada de costura como de sutura médica, incluso el hecho de areglar o terminar algo
satisfactoriamente, o engañar y traicionar.
36
*Sujetador de Satén Azul.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 83

Doug me lanzó una mirada fulminante. “No, Kincaid. No me refiero a


que ella lleva uno. Quiero decir que a ella le gusta el grupo. ¿No has oído hablar
de ellos?”
“¿Hay un grupo llamado Blue Satin Bra?” Negué con la cabeza. “Lo
siento. No puedo mantenerme al corriente de cada nueva banda de garaje en
Seattle.”
“¡No son una banda de garaje! Son lo más caliente para golpear el
panorama de música metal. Van a hacerse grandes.”
Traté de esconder mi escepticismo. Doug estaba en una banda llamada
Nocturnal Admission, y siempre que habla de bandas locales, parecía como si
cada una estuviera a punto de hacerse grande.
“¿Y qué tiene que ver eso con Gabrielle?”
Doug estaba claramente poniéndose más frustrado conmigo. “Ella es una
gran fan – y ellos tienen un concierto mañana por la noche. Desgraciadamente,
no quedan entradas. Ella estaba bastante desanimada por ello.”
A pesar de su enfado conmigo, podía sentir la autosuficiencia dentro de
él.
“Aquí viene…”
El orgullo iluminó sus facciones. “Soy amigo del bajista y me las arreglé
para conseguir algunas entradas. Si tu amigo Cody se acerca a Gabrielle con
ellas…
Dejé de pegar etiquetas. “Tienes razón. Acabas de volverte más
imponente.”
“Tú tienes que ir también, ya sabes.”
“Yo – ¿qué?” Cargar conmigo no sonaba muy romántico en lo más
mínimo.
Doug se encogió de hombros. “Él no puede pedirle salir en una cita real.
No todavía. La espantaría.”
“¿Entonces exactamente cómo se supone que le pedirá salir?”
“Yo lo haré. Simplemente será como, ‘Hey, Gabby, tengo algunas
entradas de sobra para el concierto. ¿Quieres venir conmigo y mis amigos?’
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 84

Entonces bajara la guardia. Ella viene, Cody está allí, la magia surge…”
“Wow,” dije. “Parece que lo tienes todo planeado. Y no creo que a ella le
guste que la llamen Gabby.”
“Es un buen plan.” Era evidente que estaba muy satisfecho de sí mismo.
“He visto el mundo, Kincaid. Cuando tengas súper habilidades románticas
como yo, lo entenderás.”
Puse los ojos en blanco. “Sólo podemos esperar. ¿Entonces cuantos
amigos van a ir exactamente?”
“Conseguí cuatro entradas. Así que: tú, yo, Cody, y Gabrielle.”
“Suena sospechosamente como una cita doble. ¿Estás intentando tus
súper habilidades románticas en mí?” No sería la primera vez.
“Dios no. ¿Parezco suicida? Tú ya estás solicitada.” Durante un minuto,
Seth vino a mi mente, luego Doug añadió: “No voy provocar el lado malo de
ese tipo con el que te has ido a vivir. Quiero decir, puedo defenderme en una
pelea, pero él parece como si pudiera joder seriamente a alguien.”
“No tienes ni idea,” murmuré. Sin duda a Roman – permaneciendo cerca
invisiblemente – le estaba encantando esto. “Pero no estamos juntos. Tan sólo es
mi compañero de piso.”
“De momento,” dijo Doug siniestramente. Empezó la retirada. “Iré a
invitar a Gabs. Cuéntale a Cody el trato y que serás su mujer-apoyo* ”.37

Negué con la cabeza después de que Doug se fuera, preguntándome en


qué me había metido. Dejando de lado sus absurdos comentarios sobre súper
habilidades y mujer-apoyo, todo eso del grupo casual podría ser una buena
forma para conseguir acercar a Gabrielle a Cody. Sólo espero que ella no haya
tenido noticias sobre su atuendo gótico del otro día. También me pregunté en
qué clase de experiencia iba a meterme con Blue Satin Bra. La extraña música
industrial alternativa de Doug me había gustado durante años, pero tenía la
sensación de que este concierto sería una experiencia muy diferente.
Casi una hora más tarde, estaba en mi oficina cuando unos invitados

37
*En el original “wing-woman”, se refiere a la amiga que sale contigo y/o baila contigo mientras estas
de marcha con la finalidad de mantener a raya tipos feos o escalofriantes.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 85

inesperados asomaron su cabeza dentro. Bueno, uno no era del todo


inesperado. Había descubierto que incluso cuando Maddie no trabajaba, nunca
había una seguridad real. No podías contar con su ausencia, no cuando su
novio y hermano estaban a menudo en la tienda. Podía sentir alguna seguridad
cuando no teníamos el mismo turno, pero había aceptado hacía mucho tiempo
que Maddie podía realmente aparecer en cualquier momento.
No, la verdadera sorpresa era que Maddie estaba en mi oficina con
Brandy Mortensen, sobrina de Seth. Él tenía cinco de esos y ella era la mayor.
Cuando Seth y yo habíamos salido, le había cogido bastante cariño a esa prole.
Mi anhelo de niños y lo totalmente adorables que eran las niñas, hicieron fácil
que las amara. Ellos también se encariñaron conmigo.
Por supuesto, a los catorce, sospecho que Brandy no apreciaría ser
llamada “adorable.” Ella estaba de pie junto a Maddie, quien estaba
sosteniendo una bolsa de ropa en una percha. Brandy tenía sorprendentemente
una expresión arisca de adolescente. Parecía más alta que la última vez que la
vi. Como con Erik, el tiempo pasaba rápidamente para los humanos.
“Hey, chicas,” dije, poniendo a un lado mi papeleo. “¿Qué pasa?”
“Más recados de la boda,” dijo Maddie con entusiasmo. “Sólo hemos
venido para recoger a Seth. Volvimos a esa tienda y compramos un vestido
para Brandy. Ella también es una dama de honor.”
Maddie levantó el borde de la bolsa, mostrando el mismo vestido que
Maddie me había comprado el otro día.
“Qué embarazoso,” le dije a Brandy. “Vamos a acudir con el mismo
conjunto.”
Ella me dio el amago de una sonrisa pero permaneció en silencio.
“También fuimos a hablar con algunos floristas pero no se nos ha
ocurrido ninguna idea de lo que comprar. ¿Si escojo algo morado, sería
demasiado monocromático? ¿Y si cojo un color diferente, se vería extraño?”
“Preguntas difíciles,” dije solemnemente. Unas que no quería contestar.
“¿Tal vez puedas volver conmigo y echar un vistazo a sus libros?”
Maddie estaba lanzándome esa esperanzada y alegre sonrisa que era tan buena
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 86

inspirando culpabilidad en mí.


“No sé,” dije vagamente. “Depende de mi agenda.”
“Bueno, házmelo saber. Déjame ir a agarrar a Seth – quizás él tenga
algunas ideas.”
Buena suerte con eso, pensé yo. Seth era notoriamente horrible
ofreciendo opiniones, y había parecido especialmente nada-comprometido con
estas cosas de la boda, sin juego de palabras intencionado. Maddie dejó a
Brandy conmigo, y le ofrecí una sonrisa genuina.
“¿Así que cómo ha ido?” le pregunté. “¿Te has divertido con las
compras?”
Brandy cruzó sus brazos delante del pecho y echó su pelo rubio sobre un
hombro. Ella llevaba una camiseta ajustada de Rocky Horror Picture Show* .38

En serio, pensé. Ella estaba a un paso de volverse como su tío.


“No,” dijo ella sin rodeos.
Alcé una ceja sorprendida. Según mi conocimiento, ir de compras y que
la gente te compre ropa era bastante dulce cuando eras una adolescente. Tal vez
estaba fuera de onda. “¿Por qué no?”
“Porque,” dijo ella dramáticamente. “Esta boda es un chiste.”
Eché una mirada inquieta hacia la puerta. “Será mejor que no dejes que
te oigan decir eso.”
Brandy me miró despreocupada. No estaba frunciendo el ceño
exactamente, pero estaba bastante cerca. “Tío Seth no debería casarse con ella”.
“¿Por qué no? Ellos han estado saliendo durante... bueno, un tiempo. Eso
era más o menos verdad, compromiso inducido por la culpa o no. “Él se lo
propuso. Ella aceptó. Tan sencillo como eso.”

38
* The Rocky Horror Picture Show, dirigida en 1975 por Jim Sharman sobre el musical The
Rocky Horror Show, de Richard O'Brien, es una película de culto sobre una pareja que, tras una
avería en su coche, se ven obligados a pasar la noche en la mansión del Doctor Frank-N-Furter
que celebra la convención de transilvanos con motivo de la creación de su criatura, Rocky
Horror, un hombre perfecto cuyo "medio" cerebro pertenece a un delincuente juvenil. La
película no tardó en ser objeto de culto y pasar a la historia siendo todavía exhibida en cines
donde se montan auténticas fiestas en torno a la película.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 87

“Ella no es la apropiada,” dijo Brandy firmemente. “Él debería casarse


contigo.”
Sí, realmente deseé que la puerta estuviese cerrada. “Brandy,” le dije,
bajando mi voz tanto como pude. “Tu tío y yo rompimos. Así es como es. La
gente sigue adelante.”
“Se suponía que ustedes dos no. Ustedes estaban enamorados.”
“Él también la ama.”
“No es lo mismo.”
Esta no era la conversación que esperaba tener. Yo sabía que a las
sobrinas de Seth todavía les gustaba, pero difícilmente pensé que había dejado
este tipo de impresión. “¿No te gusta Maddie o algo?”
Brandy se me dio encogió de hombres y apartó la vista. “Ella está bien.
Pero no eres tú.”
No dije nada por varios momentos. Me pregunté si el resentimiento de
Brandy hacia la boda era porque tenía una gran devoción a mí antes que a
Maddie—o si era parte de algunas ideas románticas de las chicas de su edad
que a menudo tenían sobre el amor y almas gemelas.
“Lo siento” dije. “El amor en el mundo real usualmente no funciona de la
manera que las historias nos hacen pensar que deberían. Nosotros no siempre
tenemos finales de cuentos de hadas. La gente se separa y continúa. Solo porque
tu amas a alguien no significa que no puedas amar a alguien mas.” Me
estremecí. Esto fue muy similar a una conversación que Carter y yo habíamos
tenido una vez, poco después de la (primera) ruptura con Seth.
“Todavía no está bien,” dijo Brandy obstinadamente.

Seth y Maddie la recogieron poco después, lo cual agradecí. Yo


realmente no quería tener que interpretar de abogado del diablo y defender un
matrimonio que difícilmente me emocionaba. Sentí esa lástima que siempre
pareció molestarme cuando pensaba en ellos superficialmente…y luego recordé
los comentarios de Erik. No cedas a ello. Permanece lejos de ello—eso era lo que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 88

seguía guiándome hacia problemas.


Es más fácil decirlo que hacerlo, justo como le había dicho. La distracción
parecía ser la llave para todo, y no me sentía animada para otra conexión esta
noche. Desde luego no necesitaba la energía.
“Distráeme”, murmuré cuando estaba sentada en mi auto. “Moléstame
con tu ‘ingenio’, o simplemente vuélveme totalmente furiosa”.
Ninguna evidencia física apareció de Roman—ninguna firma, ninguna
apariencia física— pero su voz me respondió suavemente. “Ve a ver a tus
amigos. ¿No irán a ese bar esta noche? Necesitas decirle a Cody que irá en una
cita doble.”
“No es una cita doble,” gruñí de regreso.
Pero Roman tenía razón. Probablemente debería dejar que el joven
vampiro supiera lo que habría en la tienda mañana. También era un tipo de
curiosidad por saber cómo Roman incluso sabía sobre el bar de salida. Hoy
temprano había recibido un mensaje de voz que uno pensaría que habría estado
fuera del alcance de audición de Roman. Tampoco había estado parado muy
cerca, o los nephilim solo tenían un oído sobrehumano. Y, bueno, viendo que
ellos eran superhumano, supuse que no estaba demasiado lejos.
Otra idea de repente vino a mi mente sobre la reunión social de esta
noche, una que más definitivamente proporcionaría una distracción— y
posiblemente se encargaría de una molestia.
“El bar será,” declaré
Conduje hasta la Pioneer Square, el barrio histórico de Seattle, y busqué
el Cellar* , un bar ubicado en un sótano similar a su nombre. Era un lugar 39

favorito para los inmortales— bueno, diabólicos inmortales. Ya que la mayoría


de los ángeles no bebían— Carter siendo la excepción—usualmente no los
encuentras pasando el rato en bares. Ellos tenían más probabilidades de ser
encontrados en tiendas de café de lujo. Por razones inexplicables, a muchos de
ellos también le gustaba pasar el rato en el restaurante en la cima del Space

39
*The Cellar, es el bar donde la mayoría de las veces se juntan, en algunos libros se coloco el
sotano o el cellar…hay k arreglarlo xD
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 89

Needle. Quizás pensaban que los acercaba al cielo.


Mientras caminaba por las escaleras hacia el Cellar, sentí la sintonía de
Carter, junto con los de mi pandilla habitual. Lo mejor de todo, había una
sintonía adicional que estaba deseando encontrar.
“Maldita caliente,” dije, caminando hacia la mesa donde Simone se sentó
con mis amigos. Ella quemaba con el resplandor de energía que una succubus
roba a sus víctimas. Odiaba admitirlo, pero la suya era más brillante que la que
todavía llevaba. Me asegure a mi misma que era solo porque ella había
probablemente pescado a alguien hoy, en lugar de la noche anterior. .
Hugh se movió para hacerme lugar y saque una silla de una mesa vecina.
“No pensé que aparecerías esta noche.”
Hice un gesto al camarero y ordené una barrena de vodka. “Ya sabes no
puedo permanecer lejos de ustedes.”
“Llegas justo a tiempo,” dijo Carter. Su rostro estaba neutral, pero
capture un destello travieso en sus ojos cuando bebió su whisky. “Simone nos
estaba deleitando con los cuentos del Viaje Subterráneo. ¿Has oído que Seattle
se quemó a fondo y fue reconstruido hace un siglo?”
“Solo cada vez que tomo el viaje,” respondí. Lo cual había sido una
docena de veces. Era un hervidero de turistas, a menudo llevaba amigos y
victimas de afuera de la ciudad. Le di a Simone una mirada curiosa. “¿Hiciste
eso hoy?”
Ella asintió. “Supuse que debería tomarlo mientras estoy aquí en la
ciudad”. Ella aun estaba usando esa voz bibliotecaria, pero tenía que admitir
que lucía mucho más como una succubus que la última vez que la había visto.
Su escote estaba hecho tan abajo, que fue un milagro que sus pezones no se
vieran. Sus labios eran rojo Follame, y a menos que estuviera equivocada, su
cabello estaba más largo y más voluminoso que antes. No podía decidir si ella
se parecía a un ángel o un conejito de playa* .40

40
*beach bunny dice en el texto original, lo cual se refiere a las mujeres k pasan sus días en la
playa, tomando sol y su significado sexual vendría siendo “dama de compañía” o simplemente
una mujer fácil.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 90

Y hablando de ángeles… Simone tenía su silla junto a la de Carter, tan


cerca que ella no podía evitar frotar su brazo contra el de él cada vez que
alcanzaba su bebida. Sospeche que su pierna estaba presionada a la suya
también.
Él miró por encima, dándole una mirada que no era precisamente
romántica pero llena de profundo interés, yo estaba segura que era fingida.
“Encontré la historia de Seattle fascinante. No he estado aquí tanto
tiempo, así que es estupendo seguir aprendiendo cosas nuevas.”
Simone reboso de alegría. A través de la mesa, Hugh se atragantó un
poco en su bebida. Carter había estado en Seattle por un par de cien años.
ciertamente—no tanto tiempo para un inmortal como él, pero él con toda
seguridad había estado aquí para el incendio de Seattle. Diablos, considerando
como había una vez accidentalmente quemado mi árbol navideño, él podría
haber sido el que puso la ciudad en llamas, por todo lo que sabía.
Mi gimlet apareció, y tomé un largo trago del valorado líquido. “Por lo
que he oído también has estado revisando algunas de nuestras celebridades
locales,” dije dulcemente.
Simone movió su mirada de adoración de Carter y la fijó en mí con el
ceño fruncido. “Creo que no me he encontrado con muchas
celebridades.”
“Bueno,” dije, todavía sonriendo como una idiota. “Creo que depende en
como tu defines “celebridad”. Yo claramente considero celebridades a los
autores con mejores ventas. Han estado conversando un poco.”
Inmediatamente, Cody, Hugh, y Peter entusiasmadamente chasquearon
para prestar atención. Ellos podían oler los conflictos femeninos a una milla de
distancia y estaban indudablemente preparándose para una pelea de gatas.
“Oh, eso,” dijo ella despectivamente. “Pensé que te referías a un actor o
algo. Si, él es solo alguien en mi radar. Uno de muchos. Muy lindo. Lo
suficiente agradable.
“Y un amigo mío,” dije. Mi voz todavía estaba alegre, pero podía ver en
sus ojos que estaba bien consiente de la creciente tensión.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 91

“Aún así, juego limpio”, respondió ella encogiéndose de hombros. “¿Y


qué te importa? Su alma ya está contaminada. Él no es tan buena captura. No es
como si pudiera hacer mucho más daño.”
Eso no era cierto. Seth podía actualmente estar ligado al infierno, pero él
no estaba más allá de la redención— a pesar de que las probabilidades de
aquello eran supuestamente escasas. Si por alguna loca casualidad Simone
conseguía qué volviera a engañar Maddie, su alma se oscurecería y mataría
cualquier posibilidad persistente de salvarlo. Además, el pecado a un lado,
Simone acortaría su vida— lo cual era algo de lo que definitivamente estaba en
contra.
“Entonces, ¿Él es solo un individuo al azar que encontraste?” pregunté.
La amabilidad estaba desapareciendo de mí. Estaba desapareciendo de ella
también. Así que, la aburrida Simone no era tan inconsciente mientras jugaba.
“¿El hecho de que sea amigo mío y alguien con quien solía salir no hace
ninguna diferencia?”
“Lo haces sonar como si estuviera tratando llevarte hacia algo. Ni
siquiera te conozco. Solo estoy aquí de vacaciones. Consiguiendo tipos es parte
de nuestras vidas— y tú no tienes ningún control territorial como ellos.” Ella
asintió hacia los vampiros, quienes tenían muy bien definidos terrenos de caza.
“A menos,” añadió ella con aire de suficiencia, “Que tengas algún tipo de
arreglo con Jerome.”
Ciertamente no lo tenía. De hecho, mi jefe había dejado bien en claro que
a él no le importaba lo que le ocurría a Seth.
“No, pero creo que sería como una muestra de cortesía cuando estas
visitando la ciudad de otra persona. Es la cosa más agradable que hacer”. Mi
sonrisa regreso, llena de hielo esta vez. “Y también te asegura que tu visita
permanezca agradable”. Quizás usando su adjetivo favorito llegaría a casa mi
mensaje.
Simone se puso rígida, ahora su atención estaba totalmente en mí. “¿Qué
es esto, algún tipo de advertencia de que tu vendrás por mi si no retrocedo?”
Me encogí de hombros y terminé mi bebida. “Solo un consejo amistoso.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 92

Se levanto y se colgó la cartera sobre su hombro con tanta fuerza que casi
golpea a Carter en la cabeza. Al parecer, él ya no estaba más en el radar. Bueno,
al menos por ahora. “No me voy a quedar y escuchar amenazas finamente
veladas. Especialmente una sobre un hombre no importante. Si lo deseo, lo
tendré.”
“Serás extrañada,” murmuré cuando ella se alejó.
“Oh,” dijo Hugh radiante. “No hay nada que me guste más que cuando
las succubus luchan. Pone a Dinastía* en vergüenza. Podrías haber limpiado el41

suelo con Tawny, pero Simone podría darte un igualado.”


“Difícilmente,” dije. “Y ella tendra la misma suerte con Seth como con
Carter.”
Carter levantó una ceja, aparentemente no concordando con mi
declaración.
“¿Ella realmente está acechando a Seth?” preguntó Cody.
“Así es. En una manera tímida, con ojos de entusiasta niña soñadora.”
“¿No es así como te lo ganaste en aquel entonces?” preguntó Peter.
Le lancé una mirada. “Es irrelevante. No funcionara.”
“Entonces, ¿Por qué preocuparse?” preguntó Hugh astutamente.
“Por qué una pizca de prevención— oh, no importa.” Gemí. “Necesito
otra bebida.”
Hugh y los vampiros estaban claramente divertidos por todo esto y no
estaban particularmente preocupados. Pienso que ellos también creían que Seth
se demostraría inalterable; solo les gustaba la idea de mí enfureciendo a otra
succubus. La parte triste era que probablemente solo alenté a Simone a
intentarlo incluso más.
Dos bebidas después, decidí volver a casa. Estaba lo suficiente enojada
que no le temía a la comodidad de los cantos de sirenas. Antes de irme, le
informe a Cody sobre su inminente cita. Como era de esperar, él se asustó.

41
*Dinastia o Dinasty, Telenovela de los años 80 en EEUU, que trataba de los engaños y
traiciones dentro de una familia adinerada donde las mujeres actuaban como brujas para
conseguir lo que deseaban.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 93

“¿Qué? No…No puedo. ¿Qué voy a decir? ¿Qué voy a hacer?”


“Francamente, mi querido… comenzó Hugh en voz baja.
“Estarás bien,” dije. “Solo deja de estresarte y se tu mismo.”
“Suena como una cita doble.” Dijo Peter. “Puedo obtener más tinte de
cabello negro.”
“No,” le advertí. “Ni siquiera pienses en ello.” Todavía podía ver débil
rayas que no se habían completamente salido de la melena rubia de Cody. “Solo
vístete como estas ahora. Te veré en el club.”
Comencé a girar, y luego un pensamiento vino a mí. “Carter, ¿Puedo
hablar contigo?”
Sus labios temblaron ligeramente. Si eso fue su señal de sorpresa, no
podía decirlo. “Cualquier cosa por ti, Hija de Lilith.”
Él me siguió fuera del bar, donde nos paramos en medio de todos los
fiesteros del Pioneer Square. Una vez fuera del interior del edificio para no
fumadores, él rápidamente encendió un cigarrillo.
“Si estas celosa de mi relación con Simone”, dijo él. “Puedo asegurarte,
que solo somos amigos.”
“Oh, cállate. Sabes que no es eso de lo que se trata. Mira, ella estaba
mintiendo, ¿verdad? ¿Sobre Seth siendo una coincidencia?”
Carter tomo una larga fumada antes de responder. Los ángeles podían
decir cuando otros estaban mintiendo. “Si, pero ella parecía bastante sincera en
el último comentario sobre ir tras él a pesar de todo.”
Hice una mueca. “¿Por qué? ¿Por qué eligió como blanco a Seth? ¿Es
acaso algún tipo de afirmar dominio sobre la succubus local?”
“No estoy seguro. Las formas de las succubus— y de todas las mujeres—
son un misterio para mí.”
“Jerome primero pensó que había llegado para espiar. Él tenía a Roman
siguiéndola, pero nada vino de ello. Nunca informo o nada. Permitió que
Roman dejara de seguirla—” me detuve, de repente volviéndome sobre los
acontecimientos y analizándolos de una manera que no había considerado
antes. “Pero no fue hasta que le dije que Simone estaba acechando a Seth.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 94

Pareció que ese fue el momento en que Jerome sacó a Roman. Parecía bastante
firme acerca de dejarla sola.”
“¿Lo hizo ahora?” Carter inhaló del cigarrillo otra vez, pero podía ver
pensamientos agitándose detrás de sus ojos.
“¿Qué?” pregunté.
“Solo reflexionando,” dijo él. Un media verdad, típico de los ángeles.
“¿Hizo algo mas Jerome después de eso?”
“Si, puso a Roman sobre mí.”
Esto provoco sorpresa. “¿Por qué?”
Aparentemente, Jerome y Carter no habían estado saliendo
recientemente. Le di a Carter el informe detallado sobre mi última situación
extraña.
“Eso es extraño” admitió él.
“¿Sabes lo que podría ser?”
“Cualquier cantidad de cosas.” Habló ligeramente, pero yo sabía que
había picado su curiosidad— incluso su preocupación.
Suspiré. “Desearía que la gente dejara de decir eso. Realmente nadie está
ayudando.”
“Te ayudare”, dijo él, botando su cigarrillo y pisándolo. “Seguiré a
Simone.”
Eso no era en absoluto lo que esperaba. “¿Por qué harías eso? ¿Vas a
detenerla de hacer sus movimientos sobre Seth?”
Eso ganó su diversión. “Sabes que no puedo interferir con ese tipo de
cosa. Pero estoy curioso con las actividades de Simone.”
Un sentimiento de inquietud burbujeaba dentro de mí, uno que me había
preocupado desde la primera vez que conocí a Seth, y Carter había comenzado
a tomar un papel activo en mi vida. “¿Por qué? ¿Por qué te preocupas tanto por
Seth? Siempre has tenido curiosidad sobre lo que hace él— y como
interactuamos.”
“Estoy interesado en el proceso creativo de un gran artista. Es divertido
observar.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 95

“Otra media verdad.” Como siempre, respondió la pregunta sin


realmente responderla. Me quede asombrada al ver la desesperación en mi voz
cuando hable a continuación. “Hablo en serio, ¿Por qué Carter? ¿Cómo Seth— y
yo estando con Seth—te preocupa?”
Me tiro de la barbilla. “Tienes mejores cosas que hacer que preocuparte
sobre las venidas de un ángel curioso. Además, ¿No te sentirás mejor si alguien
estuviese informándote sobre Simone?”
“Bueno, si,” admití. “Pero—”
“Entonces está arreglado. De nada.”
Él se giro rápidamente y desapareció hacia la multitud de fiesteros. Sabía
que no debía ir tras él porque probablemente literalmente desaparecía una vez
que nadie estuviese prestando atención. Suspiré de nuevo.
Jodidos ángeles.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 96

CAPÍTULO 8
Traducido por Pargulin

Saber que Carter estaba siguiendo a Simone me hizo sentir ligeramente


mejor, pero había algo en él que siempre me había inquietado cuando se trataba
de Seth – y, bueno, mi vida amorosa en general. Estaba demasiado interesado.
Me había acostumbrado a que un ángel pasara tiempo con mis amigos, pero a
veces me preguntaba si estaba siendo envuelta en una especie de trampa. El
cielo tenía su propia agenda, tal como nosotros, y sus motivos eran a menudo
más difíciles de averiguar.
Tenía el turno de mañana al día siguiente. Transcurrió tranquilamente
hasta que Doug me entregó una mala noticia, unos diez minutos antes de que
me fuera.
“No puedo ir contigo esta noche, Kincaid.”
Levanté la vista de la hoja de cálculo con incredulidad. “¿Qué?”
Se encogió de hombros, flotando cerca de la puerta de mi oficina. Tenía el
mismo turno que yo hoy, y tuve la sensación de que me estaba diciendo esto al
final para librarse de horas de ira. Algo así como cuando las personas son
despedidas y se les comunicaba la decisión un viernes al final del día.
“Hay una chica que conocí... y de verdad, no puedo rechazar la
posibilidad de salir con ella. Oh, hombre. Está tan caliente. Tiene un cuerpo
que...”
“No necesito los detalles”, le interrumpí. “¿No puedes llevarla en mi
lugar? Cody estaba empezando a confiar en esta idea... va a deprimirse mucho
si se cancela.”
"No hay necesidad de cancelarlo. Sólo tienes que ir sin mí. No puedo
llevarla en tu lugar... Cody te necesita.”
Gemí. “Sí, pero la seguridad que da el grupo se ha ido, y me convierto en
la tercera en discordia.”
“Entonces encuentra a alguien más que pueda ir.”
Fue entonces cuando Maddie apareció junto a su hermano. Lo estaba
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 97

relevando para el turno siguiente. “¿Ir a dónde?”


Mis siguientes palabras me hicieron encogerme, pero no quería ir sola
con Cody y Gabrielle. “¿Quieres ir a un, um, concierto de música metal esta
noche?” Por lo menos llevar a otra mujer acallaría las insinuaciones de una cita
doble.
Esta, claramente, no era una invitación que ella hubiese estado
esperando. “Bueno... iría, excepto porque tengo que cerrar y, luego, se supone
que debo encontrarme con un amigo.” Tenía serias dudas sobre el “iría” y la
parte de este supuesto amigo. La música metálica no era para Maddie. De
repente se animó. “¿Sabes qué? Deberías llevarte a Seth.”
“Yo... ¿qué?” Le pregunté.
“¿Mortensen?” Preguntó Doug, sonando tan desconcertado como yo.
“No creo que le guste”, dije con inquietud. Yo sabía a ciencia cierta que
no lo hacía.
“Sí”, asintió Doug. “Probablemente no es una buena idea.”
Oculté una mueca ante las palabras de Doug. Tanto como quería librarse
de esto y ver a esa caliente mujer, imaginé que estaría dispuesto a presionar a
cualquiera para que fuese conmigo.
Maddie no se daba cuenta de nada. “No, en serio. Ha estado encerrado
durante semanas con el libro, y creo que salir sería bueno para él. Creo que los
preparativos de la boda lo están estresando.”
Sí, ya éramos dos. “Oh, no quiero, eh, obligarlo a salir de su elemento,”
dije sin convicción.
Ella se echó a reír. "Como dije, sería bueno para él. Ahora voy a
preguntárselo.”
Ella se había ido antes de que Doug o yo pudiésemos protestar. Varios
instantes de silencio se interpusieron entre nosotros. “Bueno”, dijo por fin. “Ella
puede convencerlo casi de cualquier cosa. Supongo que ya está arreglado.”
“Supongo que sí.” Él se marchó, y me pareció interesante que ninguno
los dos hubiese estado emocionado con esta perspectiva. Acentuó todavía más
el tema de la doble cita y me hizo sentir culpable por la confianza ciega de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 98

Maddie. Viéndolo por el lado positivo –un poco positivo– se suponía que
Simone necesitaría cojones para aparecer en el concierto y continuar su
“seducción” de Seth.
Como Doug había predicho, Maddie, efectivamente, convenció a Seth
para ir. Era tarde, y los cuatro habíamos accedido a reunirnos fuera del club
alrededor de las 10:30 para que yo pudiera distribuir las entradas. Una vez que
estuvimos todos allí, miré a las tres caras de delante de mí, tratando de decidir
si todo esto era cómico o patético. Seth estaba haciendo eso de evitarme la
mirada, visiblemente incómodo de que Maddie lo hubiese empujado a esto.
Cody estaba más pálido de lo normal en un vampiro y parecía a punto de salir
corriendo en cualquier momento. De hecho, no me habría sorprendido si los
dos hombres se unieran para elaborar un plan de huida. Gabrielle era la única
que parecía contenta de estar ahí, con sus ojos brillantes y ansiosos.
También era la única realmente vestida para ese ambiente, toda de negro,
con sus pelos de punta y maquillada hasta niveles dramáticos. Cody y Seth
llevaban su ropa normal del día a día y yo llevaba algo intermedio: vaqueros
negros y un top bustier negro, adornado con joyas de pesada plata. Sin
embargo, era claramente demasiado de diseño para este lugar.
“Muchísimas gracias por permitirme venir con ustedes chicos,” dijo. “No
sabía que a ninguno les gustaba Blue Satin Bra.”
“¿Qué podría no gustarnos?” Preguntó Seth, con rostro inocente.
Mantuve la mirada alejada de él porque tenía la sensación de que iba a
empezar a sonreír. Entregué las entradas, y nos dirigimos al interior, rodeados
por una multitud que decidí que querría tener de mi parte si alguna vez me
metiese en una pelea callejera.
Nos las arreglamos para conseguir una mesa alta en la parte de atrás.
Significaba que estaríamos de pie todo el tiempo, pero al menos teníamos una
superficie para dejar nuestros vasos. “Ofrécete a pagarle una copa,” le susurré a
Cody. Lo bueno de jugar a Cyrano* con un vampiro era que su audición 42

42
*Cyrano, nombre de la obra y del protagonista que por su gran nariz, decide
ocultar su amor por Roxana, pero bajo un pacto con Cristian decide escribirle
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 99

mejorada implicaba que podía mantener mi voz muy por debajo de los niveles
que Gabrielle pudiera captar. El ruido en el interior de la sala – incluso antes de
que el grupo empezase – también fomentaba la naturaleza encubierta de todo
esto.
Cody, consciente de sus deberes, obedeció, y cuando Gabrielle empezó a
sacar dinero en efectivo, le aseguró que la primera ronda la pagaba él. La
sonrisa que ella le dio pareció fortalecer su confianza cuando se dirigía hacia la
barra.
Seth se inclinó hacia mi oído. Se puso de pie en el lado opuesto a mí y a
Gabrielle, y ella estaba demasiado fascinada por el entorno como para notarnos.
“Esto podría ser lo suficientemente loco como para que funcionase,”
murmuró.
“No te dejes llevar,” respondí de nuevo, tratando de no pensar en su
proximidad. “La noche es joven. Como resultado pueden surgir un número
ilimitado de absurdos problemas.”
Sonrió. “Esos son tu especialidad, ¿no?”
“Por desgracia, sí.”
Cody regresó con las bebidas, ganándose aún más la aprobación de
Gabrielle. No mostraba ninguna atracción romántica hacia él en absoluto, pero
al menos sabía que estaba vivo. Aunque todavía mantenía firmemente que no
debía excederse en lo de vampiro/gótico, me di cuenta de que íbamos a tener
que trabajar duro para llegar más allá de la fachada “corriente” que ella veía.
“Habla con ella,” le dije. Se había deslizado de nuevo a su lugar entre
Gabrielle y yo. “Una vez que empiecen, probablemente vaya a ser imposible.”
“¿Qué digo?”
Seth, oyendo por casualidad, se inclinó sobre mí, y yo deseé haberme
cubierto más piel. Su brazo, al rozarme, enviaba escalofríos que atravesaban mi
cuerpo.
“Pregúntale si alguna vez los ha visto en vivo antes,” dijo Seth. “Si dice

sus sentimientos aunque no sea en su beneficio, aceptando que es el único


medio para confesarle su amor.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 100

que no, cuéntale algo sobre una vez que tú los viste en... no sé. Una fiesta
privada. Si ella dice que sí, pregúntale que le pareció.”
Cody hizo un gesto inquieto. Se inclinó hacia ella, y aunque sólo
capturaba trozos de la conversación, ella se animó mientras hablaba. Me recosté
contra Seth.
“¿Cuando te convertiste en experto para dar consejos sobre citas?”
Pregunté con incredulidad.
“Es lo que O'Neill haría.”
Me burlé. “¿Estás utilizando la ficción para ayudar en la vida amorosa de
Cody?”
“La vida imita al arte y el arte imita a la vida.”
“Esa afirmación es ridícula. Y, sabes, yo nunca te he visto utilizar ese
consejo.”
“Bueno, ese es un consejo de O'Neill. Tengo un montón de personajes de
los que puedo sacar información.”
“Es curioso, yo no recuerdo ningún escritor introvertido, tartamudo en
tus libros.”
“Yo no tartamudeo”, dijo a la defensiva — aunque había una sonrisa
debajo de sus palabras. “Además, a lo mejor habrá alguien así en la nueva
serie.”
“Oh,” dije, burlándome de su melodrama. “¿Qué pasa con el ‘tal vez’?”
Pensé que tenías la premisa de toda esta cosa nueva y fantástica resuelta.”
“Sí. Pero siempre se puede mejorar en el proceso.”
“Los autores introvertidos lo mejoran todo.”
“Maldita sea, así es.”
Riendo, me acordé de que debería estar ayudando a Cody, pero él estaba
hablando con Gabrielle por su cuenta, lo que tomé como un signo positivo. Me
di la vuelta hacia Seth. “¿O sea eso significa que has descubierto el final de
Cady y O'Neill?”
“No.” Todavía estaba de buen humor, a pesar de tener el ceño un poco
fruncido. “Uno de estos días, voy a tener que...”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 101

Sus palabras fueron interrumpidas cuando el chirrido de una guitarra


rasgadora de tímpanos sonó través de la habitación. Blue Satin Bra había
llegado al escenario mientras yo estaba hablando (¿coqueteando?) Con Seth.
Odiaba los estereotipos, pero sinceramente: parecían justo lo que esperarías de
un grupo metal completamente masculino. Ropa negra, piercings y un pelo que
pasaba de un extremo a otro: afeitado o súper largo. Lo único que los
diferenciaba era, bueno, el hecho de que llevaban sujetadores de raso azul sobre
sus ropas.
Incluso por encima de la música ensordecedora que siguió, pude oír a
Gabrielle gritando: “¡Oh Dios mío!” Su cara estaba en éxtasis, y cuando Cody le
dijo algo, ella se excitó aún más y asintió con entusiasmo mirando hacia el
grupo. Mi hipótesis era que – fuera cierto o no – él estaba confirmándole lo
maravillosos que eran.
La música nos obligó a Seth y a mí a inclinarnos más cerca para hablar.
“Sabes”, dijo, "Estoy bastante seguro de que el bajista rellenó su sujetador.”
“Nah,” le devolví la broma. “Es un sujetador push-up, así que parece que
lo hizo. Hacen cosas asombrosas con los escotes.”
A fin de cuentas, Blue Satin Bra no era tan malo. El metal puede no ser
mi música favorita, pero aún seguía receptiva a un montón de tipos de música.
Los empujones y la locura que se produjo durante la noche nos dio a Seth y a mí
un montón de material para bromear. Los dos estábamos en muy buen estado
de ánimo cuando el espectáculo finalmente terminó y salimos con Gabrielle y
Cody.
“Eso fue increíble,” exclamó. “Muchas gracias por compartir las
entradas.”
“No hay problema,” dije. Me zumbaban los oídos, y no estaba segura de
si yo seguía gritando.
“Creo que fue el mejor espectáculo que he visto nunca,” dijo Cody
noblemente.
Gabrielle lo agarró de la manga y abrió los ojos. “¡Lo sé! ¿Cuál fue tu
canción favorita?”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 102

Silencio.
“La mía era la que decía ‘My Armageddon scales will burn your post
office/ mi escala d Armagdon se quemará en tu oficina postal,’” dijo Seth
inexpresivo.
“Oh, sí. Esa es una de sus más grandiosas,” dijo. “Se llama ‘Plywood
Fuck’”.
“Esa también es mi favorita”, dijo Cody. De alguna manera dudaba de
que hubiese escuchado cualquier parte de la música de esta noche. Todos sus
sentidos estaban centrados en Gabrielle.
En perfecta sincronía, Seth y yo nos miramos el uno al otro e
intercambiamos sigilosas sonrisas, ambos divertidos a causa del amor de Cody.
Yo no estaba tan ida como él, pero cuando nuestro grupo se separó, me di
cuenta de que también andaba flotando en el aire.
“Interesante noche,” me dijo Roman cuando llegamos a casa. Había
estado junto a nosotros en el modo de espía. “Creo que, de hecho, Cody puede
tener una oportunidad.”
“Tal vez,” dije. “Realmente está locamente enamorado, pero ella sólo
parece estar levemente interesada. De una manera amistosa, creo.”
Roman inspeccionó la cocina y se sirvió un plato de Lucky Charms. “Él
no es el único que está enamorado.”
Suspiré y me desplomé sobre el sofá. “Déjalo estar, ¿vale? Todos
sabemos que estoy muy lejos de olvidar a Seth.”
Roman me lanzó una mirada astuta. “No estaba hablando de ti.”
Le miré fijamente durante un momento, con mi cerebro lleno de vodka
tratando de darles sentido a sus palabras. “Espera... ¿estás hablando de Seth? Él
superó lo mío.”
“Oh, Dios mío, Georgina. ¿Podrías delirar más?”
“Él se va a casar.”
“Eso no significa nada. Si así fuera, los hombres no se contagiarían de
clamidia en sus despedidas de soltero.”
“Pero él ama a Maddie. Y no importa lo que pienses acerca de sus
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 103

sentimientos, él estará fuera de mi alcance una vez que estén casados.”


“El hecho de que estén saliendo significa que ya debería estar fuera de tu
alcance – pero hay evidencias pasadas que demuestran que no es verdad.”
Fruncí el ceño y me quité los zapatos. “No saques ese tema. Ya me siento
suficientemente mal – y él también. Si sólo vas provocarme con tus burlas,
entonces me voy a la cama.”
Pero para mi sorpresa, Roman no tenía esa mirada burlona que se había
vuelto tan típica en él desde que regresó a Seattle. Sus ojos estaban serios, su
expresión – casi – preocupada. “No estoy tratando de provocarte. Sólo estoy
exponiendo los hechos. No importa lo que pase, tú y Seth parece que no podéis
quedaros lejos el uno del otro. Deberías enviar una solicitud de traslado.”
“¿Qué, fuera de Seattle?” Pregunté con incredulidad. “Me encanta estar
aquí.”
“Aprenderás a amar otro lugar. Sinceramente, es la única forma en la que
van a ser capaces de seguir con sus vidas – es la única forma de que los dos
puedan seguir adelante. Estás en una situación donde lo ves todos los días –
esta noche es un ejemplo excelente. Él rompió contigo, y luego tú rompiste con
él para alcanzar alguna clase de ‘bien mayor’. Pero si siguen estando uno
alrededor del otro, no importará. La herida nunca cerrará. Sólo vas a conseguir
que tu corazón se rompa a diario.”
Estaba tan aturdida que ni siquiera pude responder durante varios
segundos. La vieja mofa bailaba en mi cabeza: círculos y círculos. “Yo... ¿por
qué dices eso? ¿Por qué te importa?”
“Porque lo veo ocurrir todos los días. Te están arrancando el corazón una
y otra vez y me mata verlo.”
Una vez más, me quedé sin palabras por un momento. “Pensé... pensé
que me odiabas. Pensé que querías destruirme.”
Terminó sus cereales y dejó la taza. No tenía ánimos para espantar a los
gatos. “Yo no te odio, Georgina,” dijo con cansancio. “¿Estoy furioso por lo que
le sucedió a Helena? Por supuesto. ¿Estoy molesto porque mentiste sobre
amarme? Sí. ¿Quiero alguna clase de venganza? Tal vez. Sinceramente, mis
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 104

sentimientos cambian día a día. Hay días en los que quiero que algo terrible te
suceda. Algunos días... bueno, sé que hiciste lo que hiciste por un sentido
equivocado de... no sé. Pensaste que estabas haciendo lo correcto.”
Quería decirle que yo lo había amado, en cierto modo. Pero eso,
probablemente, no sería útil en este momento. “Bueno, mirar cómo se
desarrolla este drama con Seth probablemente te esté dando un montón de
material para cuando intentes que me pase algo terrible.”
“No,” dijo, sacudiendo la cabeza cansadamente. “No me gusta esto.
Como he dicho, prefiero verte marchar y empezar una nueva vida. Ahora, cada
vez que te veo, es como... es como verte morir. Una y otra vez.”
Me puse de pie, queriendo irme a dormir de repente. “Sí,” dije en voz
baja. “Así es como me siento.” Dudé. "Gracias por tu atención. Y por
entenderme.”
“Cuando quieras,” dijo.
Eso también me pilló por sorpresa. En algún lugar en estos últimos locos
meses, me di cuenta, de que Roman y yo nos habíamos convertido de nuevo en
amigos. “Odio preguntarte esto, pero, bueno, no estoy haciendo un trabajo muy
bueno tratando de mantener un estado de ánimo optimista esta noche.
¿Podrías...?”
Se levantó también. “Sip. Iré a verte dormir. Si puedes arreglártelas con
el factor espeluznante.”
“Es un trato aceptable,” dije con una sonrisa. “Gracias.”
Y, tal vez fuese el vodka, pero me adelanté y lo abracé. Estuvo tenso
durante un momento, claramente sorprendido con la guardia baja, pero luego
se relajó y me envolvió con sus brazos. Apoyé la cabeza contra su pecho,
consiguiendo algo de consuelo con alguien cálido y vivo que no era un extraño.
Olía como yo recordaba, el aroma limpio y acre de su colonia, que me rodeaba
de una manera muy diferente del olor a bosque de Seth.
Estaba pensando que debería alejarme cuando una voz preguntó:
“¿Interrumpo algo?”
Me aparté del abrazo y encontré a Carter de pie en la sala de estar con los
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 105

brazos cruzados y una ceja arqueada. Roman parecía igualmente nervioso y dio
unos pasos atrás, alejándose de mí tanto como pudo.
“¿Nunca llamas a la puerta?” Le pregunté.
“No estaba seguro de que respondieras,” dijo Carter afablemente.
“Especialmente con las noticias que traigo.”
Gemí. “Eso fue rápido. ¿Tiene algo que ver con Simone?”
Él asintió con la cabeza. “Me temo que sí. Se encontró con Seth otra vez.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 106

CAPÍTULO 9
Traducido por Pargulin

“¡No puede haberlo conseguido!” Exclamé. “Él estuvo conmigo toda la


noche.”
“No después de que el concierto acabase,” precisó Roman. “Sabes, la
verdad es que pienso que el grupo podría llegar a ser famoso.” Cualquier rastro
de emoción que me hubiese mostrado anteriormente se había desvanecido con
la presencia de Carter.
“Simone estaba pasando el rato en esa cafetería que abre las veinticuatro
horas,” dijo Carter. “Seth se fue allí a trabajar después de... ¿qué dijiste?
¿Estabais en un concierto?”
“Sí,” dije. “De Blue Satin Bra.”
El ángel le dio a Roman un gesto de acuerdo. “Esos chicos son
fantásticos.”
“Oye, ¿podemos seguir con lo nuestro?” Les fulminé a ambos con la
mirada.
“¿Qué pasó con Seth y Simone?”
Carter se encogió de hombros. “Lo mismo de siempre. Entró y la vio
primero, creo. Ella tenía la cabeza metida en un libro – ni siquiera levantó la
vista hasta que él se acercó.”
“Bien jugado,” le dije. “Le obliga a adoptar un papel agresivo.”
“No creo que Seth haya adoptado nunca un papel realmente agresivo,”
reflexionó Carter. “Simplemente lo puso en una situación en la que tenía que
dar el primer paso, si quería ser amable.”
Durante nuestro breve romance, Seth y yo habíamos hecho el amor con
tanta ternura y tanta dulzura que los poetas habrían llorado a causa de su
belleza. Otras veces, las cosas habían sido descaradamente obscenas, y creo que
Carter podría haber reconsiderado su comentario acerca del comportamiento
agresivo de Seth si lo supiese.
“Y luego ¿qué?” le exigí.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 107

“Como te he dicho, lo mismo. Hablaron sobre varias cosas – sobre un


montón de temas que le interesaban a Seth, la verdad. Creo que ella podría
haberle investigado un poco.”
“Jodidamente encantadora.” Me desplomé sobre el sofá, y luego di
marcha atrás con rapidez. “Voy para allá...”
“Se marcharon,” Carter me interrumpió. “Se marcharon por separado, y
luego recogió a un hombre, y decidí que era el momento de largarme.”
“Bastardo afortunado,” se quejó Roman. “No tienes idea de la clase de
mierda que tuve que soportar.”
La insinuación de una sonrisa destelló sobre la cara de Carter antes de
que se girara de nuevo hacia mí. Suspiré y volví a sentarme. “De todas maneras
enfrentarme a ella no sería útil. Ya lo hiciste tú y no conseguiste nada. Supongo
que esto sólo sería lo mismo.”
Seguramente era verdad. Meterse en una pelea con una succubus era un
poco problemático. Podría golpear a Hugh o a los vampiros, e incluso con su
curación inmortal, seguirían teniendo un ojo negro durante unas pocas horas –
durante más tiempo si lo hacía realmente bien. ¿Pero con una succubus? Podría
golpearla y ella arreglaría los daños cambiando de forma. ¿Y en cuanto a los
enfrentamientos verbales? Bueno, viendo que ya no tenía ninguna influencia
real, probablemente la irritaría más todavía y la pelea de gatas les
proporcionaría más espectáculo a mis amigos.
“Bueno,” le dije a Roman. “Creo que ahora estoy bastante cabreada así
que no tienes que venir a la cama conmigo.”
Carter levantó una ceja de nuevo.
“Quiero decir, que no tiene que vigilarme mientras duermo”, le expliqué.
“Antes estaba un poco triste y nos preocupaba que mi misteriosa... cosa...
pudiera aparecer de nuevo.”
"¿Por qué triste?,” preguntó Carter. Intentó aparentar inocencia, pero no
me dejé engañar. Incluso sin estar en el concierto, podía imaginarse fácilmente
que era lo que me había deprimido.
“Es una larga historia.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 108

Esos ojos grises plateados me atravesaron, y yo me revolví y miré hacia


otro lado. Odiaba cuando él me hacía eso. Era como si pudiese ver el interior de
mi alma. Era un lugar en el que no quería ni mirar – y mucho menos que otros
lo hiciesen. Intenté cambiar de tema.
“Sabes, he estado pensando en lo que está pasando... esta energía o
canción de sirena o lo que sea. No es como lo que pasó con Nyx, pero sigue
teniendo las mismas cualidades que un sueño, ¿me entiendes? Quiero decir
que, en definitiva, parece como si estuviera sonámbula. ¿Crees que ella podría
haber vuelto?”
“No,” dijo Carter. “Definitivamente está todavía encerrada. Yo mismo lo
comprobé.”
“¿En serio?”
“En serio.”
No hice la pregunta obvia. ¿Lo había hecho Carter por mi causa? Quiero
decir, controlar a Nyx probablemente no era demasiado difícil para él. Es
posible que sólo le pidiese a alguno de sus compañeros ángeles que le
preguntase a otro ángel... etc. Todavía me preguntaba acerca de los propósitos
del juego de Carter. ¿Por qué meterse en tantos problemas por mí? ¿Por qué
investigar esto? ¿Por qué seguirle a Simone la pista?
Su expresión me hizo pensar que había adivinado mis pensamientos,
algo que odiaba.
“Gracias,” le dije. “Pero creo que ahora me voy a la cama.”
“Y yo,” dijo Carter, “voy a tomar un trago.”
“¿Has terminado con Simone para siempre?” preguntó Roman.
Carter hizo un gesto desdeñoso. “Al menos por esta noche. La encontraré
por la mañana.”
“Eres un espía un poco vago,” le señalé, aunque definitivamente
entendía sus razones para evitar los flirteos de otra succubus.
Su única respuesta fue otra sonrisa antes de desaparecer.
“¿Y ahora qué?” Me pregunté en voz alta.
“Ahora,” dijo Román, “Vas a dormir unas horas para que yo pueda tener
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 109

otro día enloquecedor escuchándote dar recomendaciones a las personas que


les gustó El Código Da Vinci* .”43

“Sabes que me encanta,” le dije, alejándome hacia mi dormitorio.


“¿Estás segura de no querer compañía?”
Miré atrás hacia él y estudié su cara, sus hermosos rasgos y sus ojos azul-
verdosos, como el Mediterráneo de mi juventud. Su expresión era especulativa,
sonreía sarcásticamente. No sería capaz de asegurar que estuviese bromeando.
O que era lo que quería decir con exactitud.
“Segurísima.”

Mis palabras eran un poco más audaces que yo, pero la noche transcurrió
sin incidentes, fomentando una vez más la idea de que mis estados de ánimo
melancólicos eran el objetivo. Por eso me puse de buen humor cuando me fui a
trabajar al día siguiente. Incluso me vestí de amarillo intentando animarme más
y saludé a mis compañeros de trabajo con tanto entusiasmo que Doug quiso
saber qué medicamentos tomaba - y si podría conseguirle alguno.
Todo eso cambió cuando, mientras me dirigía a la sección de ciencia
ficción, sentí algo totalmente desagradable: una firma inmortal. Una firma
inmortal succubus. Y sabía exactamente a que succubus pertenecía ésta. Hice
un giro de 180º, di unos pocos pasos, y traté de localizar su dirección. Ficción.
Me dirigí directamente hacia allí y, efectivamente, ahí estaba Simone –
con Seth. Ella utilizaba esa apariencia que había oído hablar en los informes, de
una enamorada de los libros – pero sexy – morena. Estaban de pie junto a la
sección de Seth, y ella estaba sosteniendo uno de sus libros de bolsillo,
Idiosyncraso. Sabía que podía sentir mi firma mientras me acercaba, pero sus
ojos permanecieron sobre Seth, su conversación no perdiendo el ritmo.

43
* El Código Da Vinci, es una novela de misterio, de gran éxito comercial,
escrita por Dan Brown y publicada por primera vez por Random House en
2003.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 110

“¿Realmente escribiste esto en la universidad?”


“Sí,” dijo. “Sin embargo no fue el primero que publiqué. Lo dejé de lado
durante años antes de desenterrarlo y revisarlo.”
“Impresionante,” dijo ella, hojeando las páginas. “No puedo esperar para
leerlo. Me permite hacer algo antes del próximo que publiques.”
“Bueno, no te hagas... oh, hola.”
Seth me había visto. Paré a su lado, y Simone se volvió hacia mí
educadamente.
“¿Cómo te va?” Le pregunté, con la voz más severa de lo que pretendía.
Seth, siempre delicado conmigo, parecía un poco sorprendido por mi
tono, pero no lo reconoció. “Muy bien. Georgina, esta es Kelly. Kelly, Georgina.
Georgina es la gerente de este sitio.”
“Hola, Kelly.”
Le estreché la mano con una firmeza que ella igualó, y ambas
continuamos sonriéndonos la una a la otra como una de las 'Mujeres
perfectas'*44.

“Conocí a Kelly en una cafetería,” dijo Seth suavemente, sin saber que
estaba en medio de un fuego cruzado entre succubus. “Le dije que debería
pasarse por la tienda alguna vez.”
“Es fantástica,” dijo Simone, intentando parecer adorablemente inocente.
“Soy una gran lectora. Me encanta todo lo que tenga que ver con los libros. Y
conocer a uno de mis autores favoritos me ha dado una gran perspectiva.”
“Bueno,” dijo Seth, un poco avergonzado por su interés. “No sé cuántas
perspectivas estoy ofreciéndote realmente.”

44
* The Stepford Wives (en España, Las mujeres perfectas; en Hispanoamérica,
Las mujeres perfectas), es una novela de 1972, escrita por el autor de El bebe de
Rosemary, Ira Levin.La novela implica a los hombres casados de la ciudad
ficticia de Stepford, Connecticut, y de sus esposas, sumisas y siempre hermosas.
La protagonista es Joanna Eberhart, una exitosa y talentosa productora de una
importante cadena de television de New York, que se muda con su marido
Walter y sus hijos a Stepford, impacientes por comenzar una nueva vida.
Mientras pasa el tiempo, ella se desconcierta cada vez más por las mujeres de
ese lugar siempre bien arregladas y sonrientes.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 111

Simone se rió. “Muchas. Siento que estoy consiguiendo algo de ti cada


vez que te veo.”
“¿Se han visto mucho?” le pregunté.
“Kelly se mudó a Queen Anne,” dijo Seth. “Así que seguimos
encontrándonos.”
“Es una zona muy buena,” dije. “¿Dónde vives?”
Simone se tambaleó. “Um, en Queen Anne.”
“¿Calle, Avenida o Camino?”
Seth parecía sorprendido por el tono interrogativo de la pregunta.
Simone se puso nerviosa. “Eh, avenida.”
Maldita sea. Un golpe de suerte. Queen Anne Street no existía.
“Bonito lugar.” Dándole la espalda a ella, miré a Seth. “Vine porque oí a
alguien decir que Maddie estaba buscándote.” Eso no era cierto en absoluto.
Maddie ni siquiera estaría por aquí en por lo menos, otra hora. Le eché a
Simone una mirada informal. “Maddie es su prometida.”
“Pensé que aún no estaría aquí,” dijo Seth.
¿Por qué hoy, de todos los días, su memoria era útil y estaba
funcionando? “Tal vez he oído mal,” dije encogiéndome de hombros. “Pero
supuse que querrías comprobarlo.”
“Lo haré,” dijo, todavía un poco desconcertado. “Tengo que mostrarle a
Kelly otro libro.”
Ella me lanzó una mirada de triunfo, pero yo sabía que no había logrado
nada con Seth. Tenía esa expresión que ponía cuando estaba tan concentrado en
algo que – en este caso, la historia del libro – se olvidaba del mundo. “Kelly”,
fue una agradable coincidencia. Simone tenía demasiado exceso de confianza
para darse cuenta.
Seth se giró hacia las estanterías, y que me quedase hubiese parecido
extraño. Con su atención en otro sitio, le lancé a Simone una mirada de
advertencia. “Bueno, estoy segura de que te veré por ahí.”
“Oh,” dijo ella con una sonrisa serena, “Lo harás.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 112

Cuando más tarde llegué a casa, estaba lista para destrozar algunos
muebles. “Has visto...”
“Sí, sí, lo vi,” dijo Roman, materializándose a mi lado. “Cálmate.”
Dejé escapar un pequeño gemido de frustración, algo primitivo y sin
forma real. “¡No puedo creérmelo, que puta! ¡De verdad que no puedo creerme
que lo haya hecho justo delante de mí! Lo hizo a propósito. Lo hizo a propósito
para provocarme.”
Roman era la imagen de la tranquilidad mientras se apoyaba contra la
pared, muy distinto de mi agotadora inestabilidad. “Por supuesto que lo hizo.
Es como esos mafiosos que amenazan a sus víctimas delante de una multitud –
no hay ninguna manera en absoluto de poder contraatacar, no con tantos
testigos.”
“Una buena analogía,” murmuré. “Tal vez ahora encontraré una cabeza
de caballo en mi cama*.”
“Podría dejar una en la suya, si eso ayuda,” ofreció.
Eso casi me hizo sonreír. Casi. Salvo que no estaba del todo segura de
que estuviese bromeando. "La parte realmente cómica era que Seth fue el que lo
provocó, ¿sabes? Estaba tratando de permanecer lejos de mí y cayó
directamente en esto.”
“El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.”
No me digné responder.
“Mira”, dijo con toda seriedad, dando algunos pasos hacia mí. “Es un
asco que ella está haciendo esto, y definitivamente puedes descartar las
coincidencias. Pero si Seth está con Maddie mientras ella está allí, sabes que no
va a pasar nada. Y Carter nos entregará los informes. No tiene sentido seguir
poniéndote furiosa a causa de ella.”
“Es más fácil decirlo que hacerlo. Nada me va a distraer de esto.”
Se acercó aún más y apoyó sus manos sobre la parte superior de mis
brazos. “¿Sí? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a bailar?”
Parpadeé sorprendida. ¿La última vez que había estado bailando? Había
sido una lección de salsa en la librería a principios de este año, después de la
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 113

cual Seth y yo nos habíamos arrancado la ropa el uno al otro en mi oficina.


“Hace tiempo”, le dije evasivamente, alejándome de ambas cosas, de la
pregunta y de las yemas de sus dedos sobre mi piel. “¿Por qué?”
“Vamos a salir,” dijo. “Hay un millón de sitios a los cuales podemos ir.
Cualquier tipo de baile que desees. Si la memoria no me falla, eres una buena
bailarina.”
Entrecerré los ojos. “Soy una excelente bailarina y tú lo sabes.”
Se inclinó más cerca de mi rostro. “Entonces, demuéstralo.”
“No viene al caso. No me apetece salir.”
Roman suspiró y se alejó caminando. Me di cuenta de que estaba un
poco decepcionado por haberle dejado ir. “Hombre,” dijo. “Recuerdo cuando
solías ser divertida. Me alegro de haber abandonado la ciudad cuando lo hice”.
Se acercó a mi mueble para la tele y se arrodilló. “Bueno, si Mahoma no va a la
montaña...”
“¡Santo cielo! Esta noche tienes un buen suministro de refranes
religiosos, ¿no?”
“Hey, sólo estoy tratando de... Jesucristo. ¿CDs? Deberías saber que la
Era Oscura terminó hace mucho tiempo”. Dijo, señalando mi colección con
desdén. “Ahora todo es digital. Ya sabes, ¿esos pequeños dispositivos mágicos
que almacenan música? ¿O los crees algún tipo de brujería?”
“La tecnología cambia cada año. Le siguen la corriente a las modas, y ya
estás obsoleto antes de que lo sepas.”
“Sinceramente, es un milagro que no estés cocinando sobre un fuego en
medio de tu sala de estar.”
“Te has olvidado... no cocino.”
“Vivo aquí. No lo he olvidado.”
Para entonces, él había puesto uno de mis “arcaicos” CDs en el
reproductor. Me eché a reír. “Tú eres el indicado para hablar de historia
antigua. Esto es de la vieja escuela.”
“Nah.” Se levantó y me ofreció sus manos. “Este es un clásico. Nunca
pasa de moda.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 114

“Sí,” dije, mientras la música empezó a sonar. “Hoy en día todos los
niños bailan el foxtrot. Caray, sigue siendo el estilo lento.” Pero de todos modos
le permití cogerme las manos.
“Hey, tú eres la dueña de ese CD.”
Los dos nos dejamos llevar por los pasos sin esforzarnos, deslizándonos
por la sala y tratando de esquivar los muebles con bastante elegancia. Roman
tenía una larga lista de defectos, pero uno de sus mejores rasgos era que era casi
tan buen bailarín como yo.
“¿Por qué bailas tan bien?” Le pregunté, pasando por encima de Aubrey.
Ella no parecía en absoluto preocupada por ser aplastada y no había mostrado
indicios de moverse cuando empezamos a bailar.
“¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Por qué bailas tan bien?”
“Instinto natural, supongo. Eso es lo que te estoy preguntando. ¿Fue algo
con lo que naciste? ¿O es algo que no puedes dejar de perfeccionar con los años?
Quiero decir, has estado por aquí durante algún tiempo. Supongo que si te
interesas en algo durante todo ese tiempo, no puedes dejar de dominarlo.”
Se echó a reír. “A decir verdad, no lo sé. Tal vez esté en la sangre.”
“Oh, vamos. No me puedo imaginar a Jerome sobre una pista de baile.”
“Él no. Mi madre. Ella era bailarina. Una esclava de un rey hace mucho,
mucho tiempo...” La mirada de Roman se volvió reflexiva. No parecía
enfadado, sino más bien nostálgico. “Por supuesto, él estaba bastante enfadado
cuando ella quedó embarazada. Ese tipo de cosas tiende a arruinar el perfil del
coro.”
“¿Qué le pasó?” Yo no había estado viva durante tanto tiempo, pero
ciertas cosas se mantenían igual a través del tiempo. A los esclavos que
enfurecían a sus amos les daban una paliza o eran vendidos a otra persona. O
peor.
“No lo sé. Jerome se la llevó lejos, a algún pueblo donde pudiese ser una
mujer libre.”
Fruncí el ceño. Todavía tenía problemas para comprender la idea de mi
jefe cayendo – romántica y divinamente– por una mortal. “¿Se quedó con ella?
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 115

Hubiese sido un demonio para entonces...”


“No volvió nunca. La primera vez que lo vi fue el año pasado. Sin
embargo mi madre no le guardaba rencor. Ella hablaba de él todo el tiempo...
decía que era hermoso. Claro que no sé si quería decir como ángel o como
demonio.
Probablemente tendría el mismo aspecto, ya que, en realidad, son los
mismos seres.”
“Sin embargo, supongo que no se parecía a John Cusack.”
“No,” Eso hizo que Roman se riese otra vez. “Probablemente no. Mi
madre aceptaba trabajos rutinarios cada vez que nos mudábamos – lavandera,
trabajadora del campo. Pero al menos era libre. Y seguía bailando algunas
veces. La vi una vez, cuando yo era muy joven... justo antes de que fuera
asesinada. Hubo un festival, y me acuerdo de su baile delante del fuego, llevaba
un vestido rojo.” Toda su felicidad desapareció. “Esa imagen está grabada en
mi mente. Puedo imaginarme porque un ángel pudo caer por ella".
No hice ninguna pregunta acerca de cómo fue asesinada. En aquellos
días, podría haber sido tan simple como una incursión o un ataque. Eran muy
comunes. O, más probablemente, había sido asesinada en un atentado contra
Román y su hermana. Él había mencionado una vez que estaban siempre
huyendo de los ángeles y los demonios.
“Así que tal vez aprendiste a bailar como un tributo subconsciente a
ella,” dije, pasando a algo más ligero.
Esa media sonrisa regresó. “O tal vez sólo heredé de mi padre la
atracción por las mujeres elegantes y sensuales.”
La canción terminó, y nos quedamos allí de pie, congelados en el tiempo
con las manos aún entrelazadas. El foxtrot casi nunca se bailaba con giros y
repeticiones como se veía en los clubes modernos, pero nuestros cuerpos
estaban cerca, y podía sentir el calor del suyo. Si era real o imaginario, no podía
decirlo. Pero sabía que había algo muy seductor en el baile, sobre duplicar el
movimiento de otro cuerpo, y de alguna manera, no estaba sorprendida cuando
él se inclinó y me besó.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 116

Me sorprendí un poco al devolverle el beso. Pero no por mucho tiempo.


Debido a que nuestros labios se encontraron, me di cuenta de lo mucho que
había llegado a apreciar a Roman como una parte reconfortante de mi vida.
Habíamos pasado de ser adversarios a ser amigos a... ¿qué? No estaba segura
del todo. Sabía que me gustaba tenerle cerca y que nunca me había librado
realmente de la atracción que había hecho que me interesase en él tiempo atrás.
También sabía que estaba aislada del roce de alguien que me gustase y que
tenía un instinto automático para responder a este tipo de cosas.
Su boca se apretó más contra la mía, tan caliente y exigente como yo
recordaba. Sus manos pasaron rápidamente de la postura formal del foxtrot a
algo más íntimo y apasionado, deslizándose por mis caderas y de alguna
manera consiguiendo empujarme contra la pared mientras me levantaba la
camisa. Mis propias manos estaban alrededor de su cuello, la parte inferior de
mi cuerpo presionaba contra la suya mientras sentía como todos mis nervios
ardían y la lujuria me atravesaba.
Se las arregló para alejarse lo suficiente como para tirar de mi camisa, y
luego trasladó a sus manos a mis pechos, que estaban cubiertos por un
sujetador de encaje blanco. Bajó la mirada e hizo una mueca mientras se
separaba de mi boca. “¿Puedes hacerlo con un cierre delantero?"
Un pequeño cambio de forma hizo desaparecer al sujetador por
completo. “No te molestes,” le dije.
Sonrió y puso sus labios en mi cuello mientras sus manos ahuecaban las
curvas de mis pechos. Se me hizo imposible quitarle la camisa, pero deslicé mis
manos por debajo de ella, adoraba la sensación de su piel tibia y sus músculos
tensos. Incliné mi cabeza hacia atrás, dejando que me saboreara y que
aumentara la intensidad de sus besos.
Y a pesar de todo, no hubo voces en mi cabeza. No oí ninguno de sus
pensamientos, no sentí ninguno de sus sentimientos. Estaba sola – a solas con
mis propias reacciones, disfrutando simplemente de la forma en que mi cuerpo
se sentía sin otras interrupciones. Fue glorioso.
Al fin logré un descanso que me permitió sacarle la camisa de un tirón, y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 117

luego puse mis manos sobre sus pantalones, poniéndonos brevemente en un


callejón sin salida, mientras él trataba de llevar sus labios hasta mis pezones.
Gané y vi sus pantalones caer al suelo. Con esa concesión, también me echó
hacia abajo y continuó con sus esfuerzos para besar mis pechos, casi de rodillas
delante de mí mientras lo hacía. Pasé las manos por su pelo, sujetando con
fuerza su cabeza mientras su boca chupaba y me provocaba. Mientras lo hacía,
sus ojos miraron hacia arriba y se encontraron con los míos. Vi deseo en ellos y
– algo más.
Algo que no esperaba ver. Había... ¿qué? ¿Amor? ¿Adoración? ¿Cariño?
No sabría decir exactamente lo que era, pero me di cuenta de cuál era su
naturaleza en general. Fue una bofetada en la cara. No lo había previsto. Había
esperado que fuese lujuria. Un instinto primitivo de tirarme al suelo y follarme,
con el fin de aliviar la necesidad de su cuerpo. Durante mucho tiempo, sopesé
la posibilidad de que yo le gustase un poco y que quería odiarme. Sin embargo,
ahora, me di cuenta de que los buenos momentos que tuvimos hacía poco no
eran una coincidencia. Su comportamiento brusco había sido una fachada,
destinada a ocultar sus sentimientos.
Roman todavía me amaba.
Lo reconocí como lo que era. No estaba haciendo esto simplemente
porque quisiese mi cuerpo. Él me quería a mí. Esto significaba más para él que
satisfacer un instinto físico, y de repente... de repente, yo no sabía qué hacer.
Porque me di cuenta entonces, que yo no sabía por qué estaba haciendo esto.
Habia una buena cantidad de lujuria por mi parte, y me había vuelto más
cercana a él desde su regreso a Seattle. ¿Pero el resto...? No estaba segura. Había
tantas cosas sucediendo en este momento: Maddie, Simone, Seth... Siempre
Seth. Seth, que aún ahora hacía que me doliera el corazón cuando estaba
rodeada por los brazos de otro hombre. Mis emociones eran una maraña de
confusión, dolor y desesperación. Estaba con Roman como una especie de
reacción, algún intento de llenar el agujero de mi corazón y buscar un falso
consuelo. Mis sentimientos no coincidían con los suyos. No podía hacerle esto.
No merecía que le hiciese esto.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 118

Le empujé y me puse de pie de un salto, retrocediendo hacia el pasillo.


“No...” dije. “No puedo... no puedo. Lo siento.”
Se quedó mirándome, comprensiblemente confuso y un poco herido
después de la pasión que había mostrado hacía unos segundos. “¿Qué estás
diciendo? ¿Qué tiene de malo?”
No sabía cómo explicarlo, no sabía cómo sería capaz de expresar lo que
sentía mi interior. Tan sólo sacudí la cabeza y continué retrocediendo. “Lo
siento... lo siento... no estoy lista.”
Román se puso en pie con un movimiento elegante. Dio un paso hacia
mí.
“Georgina...”
Pero yo ya me estaba alejando, hacia la seguridad de mi dormitorio.
Cerré la puerta detrás de mí – no por rabia, sino por la necesidad desesperada
de mantenerme alejada de él. Desde el pasillo, le oí llamarme por mi nombre y
temí que hubiese venido de todos modos, a pesar de mi negativa a responder.
No tenía cerradura, e incluso si lo hiciera, no lo detendría. Dijo mi nombre
varias veces más, y luego se hizo el silencio. Creo que él volvió a la sala de estar,
alejándose y dándome mi espacio.
Me dejé caer sobre la cama, agarrando las sábanas con fuerza y tratando
de no llorar. Esa horrible desesperación que me había inundado tantas veces
ahora me llenaba. Era un viejo amigo, al que yo nunca sería capaz de dejar.
Todas mis relaciones – amigos y amantes – eran un desastre. Estaba o bien
lastimándolos a ellos, o ellos lastimándome a mí. No habría paz para mí. Nunca
la habría, no para esta sierva del Infierno.
Y luego, a través de ese dolor horrible y asfixiante de mi interior, sentí el
más ligero de los toques. Un susurro. Un soplo de música, de color, de luz.
Levanté la cabeza, desde donde la había hundido en la almohada y miré a mi
alrededor. No había nada tangible, no exactamente, pero pude sentirla a mi
alrededor: esa canción de sirena, cálida y reconfortante. Sin embargo me quedé
muda, en mi desesperación la oía perfectamente. Me decía que estaba
equivocada, que podía tener paz. Y no sólo eso – podía tener consuelo y amor y
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 119

mucho más. Era como si unos brazos me hiciesen señas, como una madre
acogiendo en casa a un hijo perdido hacía mucho tiempo.
Lentamente me levanté de la cama, moviéndome hacia lo que no tenía
forma. Ven, ven.
Fuera de mi puerta, oí a Roman gritar mi nombre, pero el tono era muy
diferente al anterior. No se trataba de confusión o de petición. Era furioso y
preocupado. El sonido chirriaba en mis oídos mientras me acercaba más a esa
hermosa calidez. Era el hogar. Era una invitación. Todo lo que tenía que hacer
era aceptar.
“¡Georgina!” La puerta se abrió de repente, y Roman se quedó allí,
llameando de poder. “Georgina, para...”
Pero ya era demasiado tarde. Yo había aceptado.
Toda esa alegría y protección me envolvían, tomándome en sus brazos.
El mundo se disolvió.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 120

CAPITULO 10
Traducido por Pirotase

Desperté en la oscuridad. Oscuridad y asfixia.


Estaba en una pequeña habitación, una caja en realidad, metida tan
ajustadamente que mis brazos me envolvían y mis rodillas estaban pegadas a
mi pecho. Extrañamente, mis piernas parecían demasiado largas. Mi cuerpo
entero lo parecía, realmente. Mi cuerpo cambiaba todo el tiempo con el cambio-
de-forma, pero esto no era lo que había estado vistiendo con Roman. Esto era
diferente. Por un momento, pareció que ese horrible espacio se cerraba en torno
a mí. No podía respirar. Con gran esfuerzo, traté de calmarme. Había suficiente
aire. Podía respirar. Y aunque yo no hubiera podido, no habría importado. El
miedo a la asfixia era un instinto humano.
¿Dónde estaba? No recordaba nada después del dormitorio. Me acordé
de la luz y la música y Roman irrumpiendo demasiado tarde. Había sentido
crecer su poder, como si estuviera a punto de tomar medidas, pero no había
visto el final. Y ahora, aquí estaba yo.
Ante mis ojos, dos formas luminosas idénticas aparecieron de repente,
como antorchas iluminando en la oscuridad. Eran altos y delgados, con esbeltos
rasgos andróginos. Una tela negra envolvía sus cuerpos, que parecía brillar con
una luz propia, y un pelo largo y negro fluía de sus cabezas, mezclándose, y
perdiéndose en la tela. Sus ojos eran de un sorprendente azul radiactivo,
demasiado azul para cualquier humano, y parecía que al fijarse en esas largas,
pálidas caras no eran ni hombre ni mujer.
Era demasiado extraño porque era como si ellos estuvieran delante de mí
en una gran sala, aunque ellos estaban a una decena de pies de distancia. Aún
así, todavía estaba afinada en los confines de mi caja y sus paredes invisibles,
apenas capaz de moverme. Aparte de ellos, todo lo demás era puro, la
oscuridad insondable. Ni siquiera podía ver mi propio cuerpo o cualquier otra
característica de la habitación. Mi cerebro no podía obtener un control sobre
esta hipocresía espacial. Todo era demasiado surrealista.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 121

"¿Quiénes son?" exigí. "¿Qué estoy haciendo aquí?" No vi ningún punto


en perder el tiempo.
El dúo no respondió de inmediato. Sus ojos eran fríos e ilegibles, pero vi
un poco de presunción en sus labios.
"Nuestra succubus," dijo uno. Él—mi cerebro decidió asignarles un
género—su voz era baja y ronca, con un ceceo que me recordó a una serpiente.
"Nuestra succubu al fin."
"Más difícil de capturar de lo que pensamos", agregó el otro, con voz
idéntica. "Creímos que habrías sucumbido hace mucho tiempo."
"¿Quiénes son?" Repetí, encendiendo mi ira. Me retorcí en un vano
intento de fuga. Mi confinamiento era tan apretado que ni siquiera tenía espacio
para golpear mis puños contra las inexistentes paredes.
"Madre estará satisfecha", dijo el primero.
"Muy satisfecha," confirmó el otro.
La forma en que ellos alternaban las frases me recordó cómo Grace—la
antigua demonio teniente de Jerome—y Mei lo utilizaban para interactuar. Eso
había tenido una sensación de encanto, moderadamente espeluznante como “El
Resplandor* ” Esto... esto era otra cosa. Algo terrible y glacial, abrasando mis45

sentidos como las uñas en una pizarra.


"Madre nos recompensará", dijo el primero. Decidí llamarlos Uno y Dos
para para facilitar mis pensamientos. "Ella nos recompensará cuando se libere,
cuando escape de los ángeles."
"¿Quién es su madre?" pregunté. Una sospecha inquietante estaba
empezando a formarse.
"Nosotros le haremos justicia hasta que ella pueda hacerlo por sí misma,"
dijo Dos. "Ustedes sufrirán por haberla traicionado."
"Nyx", murmuré. "Nyx es su madre. Y ustedes son...son Oneroi".
Ellos no dijeron nada, lo que me tomé como una afirmación. Mi cabeza se
tambaleó. Oneroi? ¿Cómo había sucedido esto? Los Oneroi eran un tipo de

45
*Película de terror protagonizada por Jack Nicholson, donde aparecen unas gemelas.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 122

demonio del sueño, pero no demonios como con los que yo me relacionaba.
Cielo e Infierno eran las fuerzas del universo, pero había otros, otros que se
mezclaban con frecuencia y circulaban en paralelo al sistema en el que yo
existía. Nyx era una fuerza tal, una entidad del caos desde el principio de los
tiempos, cuando el mundo había sido creado a partir del desorden.
Y los Oneroi eran sus hijos.
Yo sabía algunas cosas sobre ellos, pero nunca los había visto—o nunca
lo había esperado. Ellos visitaban los sueños, alimentándose de ellos. Nyx había
hecho esto también, pero la forma había sido un poco diferente. Ella había
manipulado a la gente viendo el futuro en sus sueños—una retorcida versión
que no se desarrollaba de la manera que el soñador esperaba. Había dado lugar
a acciones locas que generaron un caos en el mundo, permitiéndole a ella crecer
y ser más fuerte. Se había alimentado además de mi energía directamente,
tomándola en su forma más pura y distrayéndome con sueños de mi misma.
Pero los Oneroi se alimentaban de los mismos sueños, derivando su
poder de las emociones y realidades alimentadas por el soñador. Tenía
entendido que también tenían el poder de manipular los sueños, pero rara vez
había razón para hacerlo. Los seres humanos proporcionaban un montón de
esperanzas, sueños y temores por su propia cuenta. No necesitaban ayuda
externa.
Esa era la extensión de mi conocimiento sobre los Oneroi, pero fue
suficiente. Sintiéndome incluso un poco informada sobre la situación me
envalentoné. "Es de eso lo que trata? Me tomaron para Nyx? Yo no fui la única
que la capturó. Los ángeles lo hicieron."
“Tú les ayudaste," dijo Uno. "Les llevaste hasta ella."
"Y luego te negaste a salvarla", agregó Dos.
Con una punzada de remordimiento, me recordé aquella horrible noche,
cuando Carter y sus compañeros habían capturado a Nyx después de su
devastador desmadre en Seattle. Un ángel había muerto esa noche. Otro había
caído. Y Nyx había prometido mostrarme un futuro y una familia con un
hombre al que podía amar, si sólo le diera el resto de mi energía y dejara que se
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 123

liberase.
"Ella estaba mintiendo," dije. "Ella estaba tratando de hacer un trato
cuando no tenía nada que ofrecer".
"Madre siempre muestra la verdad," dijo Uno. "Los sueños pueden ser
mentiras, pero la verdad es la verdad."
Decidí que señalar la redundancia de esa afirmación era inútil. "Bueno,
estoy segura de que apreciará el regalo del Día de la Madre, pero están
perdiendo el tiempo. Jerome vendrá por mí. Mi archidemonio. Él no dejará que
me quede aquí."
"Él no te encontrará", dijo Dos. Esta vez, definitivamente pude ver
suficiencia. "Él no puede encontrarte. Tú ya no existes para él".
“Te equivocas” le respondí, con un poco de mi propia autosuficiencia.
"No hay lugar en este mundo al que puedan llevarme donde él no pueda
encontrarme." Eso era, por supuesto, asumiendo que no hubieran logrado
ocultar mi aura inmortal. Que yo supiera, sólo los inmortales mayores podían
hacer eso. No estaba segura dónde encajaban los Oneroi
Uno sonrió de verdad. No era atractivo. "Tú no estas en el mundo. No en
el mundo mortal. Este es el mundo de sueños."
"Tú eres uno de muchos sueños", dijo Dos. "Un sueño entre todos los
sueños de la humanidad. Tu esencia está aquí. Tu alma. Perdida en un mar de
muchos otros."
Mi miedo me impidió ofrecer comentarios sobre su repentino cambio a la
metáfora. La metafísica del universo, sus capas y la creación estaban más allá de
mí. Incluso si alguien me las hubiese explicado, era algo que superaba la
comprensión de un mortal, un inmortal menor, o de cualquier otro ser creado
no-nacido. Tenía comprensión suficiente, sin embargo, para reconocer algo de
verdad en sus palabras. Había un mundo de los sueños, un mundo sin forma
con casi tanto poder como en el físico en el que yo vivía ¿Era posible atrapar mi
esencia en él y ocultarme de Jerome? Yo estaba lo suficiente insegura que no
podría asegurarlo.
"Entonces, ¿qué?" Le pregunté, tratando con arrogancia pero sobre todo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 124

sonando tan inquieta como me sentía. "Solo me mantendrán en esta caja de


mimo y se sentirán mejor con ustedes mismos?"
“No” dijo Uno. "Estás en el mundo de los sueños. Tú soñarás".
El mundo se disolvió de nuevo.

Era el día de mi boda.


Yo tenía quince años, demasiado joven en el siglo XXI pero edad más que
suficiente para ser una esposa en el Chipre del siglo IV. Y más que
suficientemente alta también. Los Oneroi me habían enviado a un recuerdo o
un sueño de un recuerdo o algo así. Se parecía mucho a los sueños que Nyx
había mostrado. Estaba viéndome a mí misma como una película... pero al
mismo tiempo, yo estaba en mi misma, experimentando todo bastante natural.
Era una sensación desconcertante, agravada por el hecho de que nunca
había querido ver a mi yo humano otra vez. Vender mi alma había venido con
desventajas obvias, pero también había habido ventajas: la capacidad de
cambiar de forma y nunca más tener que usar el cuerpo que había cometido tan
dolorosos pecados en mi vida mortal.
Sin embargo, allí estaba yo, y no podía apartar la mirada. Era como estar
en La Naranja Mecánica* . Mi yo más joven había sido de un metro setenta y46

siete, alta para los estándares actuales y una mujer gigante en una época donde
la gente había sido más baja. Cuando bailaba, había sido capaz de poner ese
largo cuerpo y todos esos miembros en buen uso, moviéndose con gracia y sin
esfuerzo. En la vida cotidiana, sin embargo, siempre había sido dolorosamente
consciente de mi estatura, sintiéndome torpe y antinatural.
Mirando mi antiguo yo caminar ahora, desde el exterior, me quedé
asombrada al ver que no parecía tan torpe como siempre había creído. Eso no

46
*La Naranja Mecanica novela y película, Se la considera parte de la tradición de las
novelas distópicas británicas, una utopía perversa donde la realidad transcurre en
términos opuestos a los de una sociedad ideal.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 125

negaba la repulsión que sentí al ver el cabello espeso, negro largo hasta la
cintura o la pasable bonita cara. Aun así, era una especie de sorpresa ver la
realidad (si esto era la realidad) y engranar los recuerdos.
Fue justo después del amanecer, y yo cargaba una ánfora grande de
aceite a una casa de almacenamiento más allá de la casa de mi familia. Mis
pasos eran ligeros, con cuidado de no derramar nada, y de nuevo me maravilló
la forma en que me movía. Dejé la vasija al lado de las otras dentro de la
cabaña y comencé a dirigirme de vuelta hacia la casa. Había tomado apenas dos
pasos fuera cuando Kyriakos, mi marido-por-ser, apareció. Había una expresión
encubierta en su rostro, una que instantáneamente me dijo que había colado
aquí para buscarme y sabía perfectamente bien que no debería haberlo hecho.
Fue un movimiento audaz e inusual para él, y le regañé por la indiscreción.
"¿Qué estás haciendo? Vas a verme esta tarde... y luego todos los días
después de eso!"
"Tenía que darte estos antes de la boda". Levantó un collar de cuentas de
madera, pequeñas y perfectamente formadas con pequeños ankhs* grabados47

en ellas. "Eran de mi madre. Quiero que los tengas tú, para vestirlos hoy."
Se inclinó hacia delante, colocando las bolas alrededor de mi cuello. A
medida que sus dedos rozaban mi piel, sentí que algo cálido y hormigueante
recorría todo mi cuerpo. A la tierna edad de quince años, yo no había entendido
muy bien esas sensaciones, aunque estaba ansiosa por explorarlas. Mi yo más
sabio de hoy día las reconocía como los principios de excitación de la lujuria, y...
bueno, había habido algo más allí. Otra cosa que yo todavía no comprendía
suficiente. Una conexión eléctrica, una sensación de que nos dirigíamos hacia
algo más grande que nosotros mismos. Que nuestro estar juntos era inevitable.
“Ya está” dijo, una vez que las cuentas estuvieron seguras y mi pelo
peinado hacia atrás en su lugar. "Perfecto".
Él no dijo nada más después de eso. No lo necesitaba. Sus ojos me decían
todo lo que necesitaba saber, y me estremecí. Hasta Kyriakos, ningún hombre

47
*Ankhs es una cruz egipcia.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 126

nunca me había dirigido una segunda mirada. Yo era la hija demasiado alta de
Marthanes después de todo, la única con la lengua afilada que no pensaba antes
de hablar. Pero Kyriakos siempre me había escuchado y me miraba como si yo
fuera alguien más, alguien tentadora y deseable, como las hermosas
sacerdotisas de Afrodita, quienes todavía continuaban sus rituales lejos de los
sacerdotes cristianos.
Yo quería que me tocara entonces, sin darme cuenta de cuanto hasta que
cogí su mano de repente y de forma inesperada. Tomándola, la puse alrededor
de mi cintura y tiré de él hacia mí. Sus ojos se agrandaron con sorpresa, pero no
se echó atrás. Éramos casi de la misma altura, haciendo más fácil para su boca el
buscar la mía en un beso demoledor. Me apoyé en la pared de piedra caliente
detrás de mí así que yo estaba apretada entre ella y él. Podía sentir cada parte
de su cuerpo contra el mío, pero todavía no estaban suficientemente cerca. No
lo suficiente.
Nuestros besos se hicieron más ardientes, como si nuestros labios por sí
solos pudieran apagar el dolor de la distancia entre nosotros. Moví su mano de
nuevo, esta vez para levantar la falda en el lateral de una pierna. Su mano
acariciaba la suave piel allí y, sin más insistencia, se deslizó a la cara interna de
mi muslo. Yo arqueé la parte inferior del cuerpo hacia el suyo, casi
retorciéndome contra él ahora, necesitando que él me tocara en todas partes.
"Letha? Donde estás?”
La voz de mi hermana llegaba a través de viento; ella no estaba cerca
pero no podía dudar que aparecería si me buscaba. Kyriakos y yo nos
separamos, ambos jadeando, con el pulso acelerado. Él me miraba como si
nunca me hubiera visto antes. La pasión ardía en su mirada.
"¿Alguna vez has estado con alguien antes?", Preguntó extrañado.
Negué con la cabeza.
"¿Cómo ... nunca te imaginé haciendo eso…"
"Aprendo rápido".
Nos quedamos allí, encerrados en el tiempo por un momento. Entonces,
él me tiró de nuevo hacia él, sus labios aplastaron los míos una vez más. Su
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 127

mano volvió a mi vestido, yendo de excursión a lo largo de mi cintura.


Agarraba mis caderas descubiertas con firmeza y se apretó contra mi cuerpo. Lo
sentí duro contra mí, sentí a mi cuerpo responder a algo que parecía nuevo y
natural al mismo tiempo. Los dedos de una mano se deslizaron sintiendo la
humedad entre mis muslos. Su tacto se sentía como fuego, y gemí, deseando
que me acariciara ahí más y más.
En cambio, me dio la vuelta para que quedara de cara a la pared. Con
una mano, mantenía la falda de mi vestido arriba, y con la otra, tuve la vaga
impresión de él buscando a tientas en su ropa. Entonces, un momento después,
se metió en mi interior de un empujón. Fue un shock, como nada que hubiera
experimentado antes. Quería decir lo que había dicho antes: que yo nunca había
estado con otro hombre. Y aún húmeda de deseo, aún dolía tenerlo en mi
interior esa primera vez. Él parecía demasiado grande y yo demasiado pequeña.
Grité por el dolor, una extraña clase de dolor que no disminuyó el fuego
que había estado creciendo dentro de mí. Sus embates eran duros y urgentes,
sin duda alimentados por sentimientos que él había estado conteniendo durante
mucho tiempo. Y después de un momento, el dolor inicial parecía irrelevante.
El placer comenzó a crecer a medida que se movía en mí una y otra vez, me
ajusté inclinándome más y dejé que me tomara más profundamente. Empujó
con más fuerza, y yo de nuevo grité con sorpresa y un gozoso dolor. Oí un
gemido sordo, y luego su cuerpo se estremeció mientras él mismo se agotaba,
sus movimientos al fin bajaron el ritmo.
Cuando terminó, salió y me dio la vuelta. Era la primera vez que le había
visto desnudo en todo esto. Había sangre y semen en los dos, que yo trataba de
limpiar de mis muslos antes de que finalmente dejara caer a mi vestido de
nuevo sobre mí. Yo tenía que ser lavada antes de la boda de todos modos.
Kyriakos acababa de ponerse de nuevo su ropa cuando oímos mi nombre
otra vez. Esta vez, fue mi madre. Él y yo nos miramos el uno al otro con
asombro, apenas creyendo lo que acabábamos de hacer. Yo estaba radiante con
el amor y la alegría del sexo y toda una serie de nuevos sentimientos que yo
quería explorar con más detalle. El miedo a mi madre nos hizo separarnos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 128

Retrocediendo, sonrió y me presionó mi mano con sus labios. "Esta


noche," suspiró él. "Esta noche nosotros..."
"Esta noche," estuve de acuerdo. "Lo haremos de nuevo. Te amo".
Me sonrió, con ojos ardientes, y luego a toda prisa se fue antes de que
fuésemos atrapados. Yo lo observaba ir, con mi corazón lleno de alegría.
El resto del día transcurrió en una bruma de ensueño, en parte debido a
la intensa actividad de la boda y en parte debido a lo que había sucedido con
Kyriakos. Yo tenía una vaga idea de lo que ocurriría en nuestra noche de bodas,
pero mi imaginación nunca se había acercado a la realidad. Prácticamente bailé
por el resto del día, impaciente por ser verdaderamente esposa de Kyriakos y
hacer el amor una y otra vez.
La boda se celebraba en nuestra casa, así que no había suficiente trabajo
(junto con mi propia preparación) para mantenerme distraída. A medida que la
ceremonia se acercaba, estaba bañada y vestida en mi vestido de novia: una
túnica marfil de material fino, envuelto con un velo rojo fuego. Tuve que
arrodillarme un poco para que mi madre ajustase adecuadamente el velo,
ganando una serie de chistes sobre mi estatura de mi hermana.
No importaba. Nada importaba excepto yo y Kyriakos estando juntos
para siempre. Pronto, los invitados comenzaron a llegar, y aumentó mi ritmo
cardíaco. La anticipación y el calor del día me hizo sudar, y me inquietaba
arruinar el vestido.
Alguien gritó que Kyriakos y su familia se acercaba. La emoción en el
aire se hizo palpable, compartida por todo el mundo ahora. Sin embargo,
cuando llegó Kyriakos, irrumpió directamente en la casa, yendo en contra de la
tradicional procesión y una majestuosa ceremonia que debería haber tenido
lugar. Durante medio segundo, una infantil parte de la niña en mí pensó que
Kyriakos—en su ardiente amor por mí—no podía esperar a concluir el proceso
de una ceremonia. Fui iluminada con rapidez.
Con un rostro enrojecido de ira, se dirigió a mi padre. "Marthanes,"
gruñó Kyriakos, con el dedo en la cara de mi padre. "Me insultas si piensas que
voy a llevar a cabo esta boda".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 129

Mi padre estaba claramente sorprendido—no una cosa fácil de lograr. La


gente me criticaba por mi lengua afilada, pero eso era en gran parte porque yo
era una mujer. No era ni la mitad de mala que mi padre, y él había intimidado a
muchos hombres del doble de su tamaño. (Era una triste ironía que mientras yo
era alta para una mujer, mi padre era bajo para un hombre.) Unos momentos
más tarde, mi padre recuperó su habitual fanfarronería.
"Por supuesto que sí!", exclamó. "Hemos hecho el compromiso. Hemos
pagado la dote".
El padre de Kyriakos estaba allí, y juzgando por su ropa fina y expresión
de sorpresa, todo esto era nuevo para él también. Puso una mano sobre el
hombro de su hijo. "Kyriakos, de que trata todo esto?"
"Ella", dijo Kyriakos, señalándome con el dedo. Su mirada se volvió a mi
cara y di un respingo por su fuerza, como si hubiera sido abofeteada. "No me
casaré con la puta de la hija de Marthanes!"
Hubo exclamaciones y murmullos de los que nos rodeaban. La cara de
mi padre se volvió rojo brillante. "Estás insultándome! Todas mis hijas son
castas. Todas son vírgenes".
"¿Lo son?" Kyriakos se volvió hacia mí. "Lo eres?"
Todas las miradas se volvieron hacia mí, y palidecí. Sentía mi lengua
seca. No podía reunir todas las palabras.
Mi padre alzó las manos, claramente exasperado por este disparate.
"Díselo a ellos, Letha. Díselo y así podemos poner fin a esto y tomar de vuelta
nuestra dote".
Kyriakos tenía un brillo peligroso en sus ojos mientras me estudiaba. "Sí,
díselo a todos para que podamos terminar con esto. ¿Eres virgen? "
“No, pero—"
El caos estalló. Los hombres gritaban. Mi madre lloraba. Los invitados
eran una mezcla de shock de asombro y deleite sobre un nuevo escándalo.
Desesperada, traté de encontrar mi voz y gritar por encima del estruendo.
"Fue sólo con Kyriakos!" Lloré. "Hoy fue la primera vez!"
Kyriakos se alejó de donde le había estado diciendo a mi padre que la
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 130

dote no sería devuelta. Él me miró a mí. "Es verdad", dijo. "Lo hicimos hoy. Ella
se ofreció a sí misma con tanta facilidad y conocimiento como cualquier puta,
rogándome que la tomara. No se se a cuántos hombres les ofreció su cuerpo—o
con cuántos lo hará incluso cuando se case".
"¡No!" Exclamé. "No es cierto!"
Pero nadie me escuchó. Había demasiada gente discutiendo ahora. La
familia de Kyriakos estaba furiosa por el insulto. Mi familia estaba
defendiéndose contra los insultos, y mi padre estaba haciendo todo lo posible
para calmar el ambiente, aunque sabía perfectamente que mi propia confesión
nos había condenado. Las relaciones sexuales prematrimoniales no estaba tan
fuera de lo común para las clases bajas, pero como familia de un comerciante,
adaptamos muchas de nuestras costumbres para nuestro beneficio entre la
nobleza—o lo fingíamos. La virtud de una chica era una cosa sagrada, una que
repercutía sobre su padre y su familia en todo su conjunto. Esto les deshonraba
a todos ellos—y tenía serias repercusiones para mí. Como bien sabía Kyriakos.
Él se había movido hacia mí para que yo pudiera oírle a través del ruido.
"Ahora todos saben", dijo en voz baja. "Todos saben lo que eres."
"No es cierto” dije a través de mis lágrimas. "Tú sabes que no lo es."
"Nadie te tendrá ahora", continuó. "Nadie digno de tener. Pasarás el
resto de tu vida sobre tu espalda, abriendo las piernas para quien venga. Y al
final, estarás sola. Nadie te tendrá".

Apreté mis ojos cerrados para tratar de detener las lágrimas, y cuando
los abrí de nuevo, estaba rodeada de oscuridad.
Bueno, no del todo en la oscuridad.
Ante mí, los Oneroi brillaban con más intensidad que antes, iluminados
desde dentro por esa luz misteriosa.
"Un sueño interesante", dijo Dos, con lo que creo que pasaba por una
sonrisa. "Uno que nos ha dado mucho para alimentarnos."
"No es verdad” dije. Había lágrimas en mis mejillas al despertar, justo
como habían estado en el sueño. "Eso no era cierto. Era una mentira. No fue así
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 131

como sucedieron las cosas".


El sueño estaba confundiendo mi cerebro, casi haciéndome cuestionarme
a mí misma, pero pronto mis propios recuerdos ganaron. Recordé ese día.
Recordé besar a Kyriakos en el almacén y cómo habíamos ido a continuación
por caminos separados, fortalecidos por el conocimiento de que pronto
seríamos marido y mujer, haciendo nuestra noche de bodas mucho más dulce.
Y lo había sido. No había sido precipitada contra una pared. Habíamos tomado
tiempo para aprender y explorar el cuerpo del otro. Había estado encima de mí,
mirando a mis ojos—no mi espalda. Él me dijo que yo era su vida. Él me dijo
que yo era su mundo.
"Era una mentira", repetí con mayor firmeza, fulminando a los Oneroi
con una mirada. "Así no es como pasó. Eso no es lo que pasó". Sabía que tenía
razón, sin embargo, sentía la necesidad de seguir repitiéndolo, para asegurarme
de que las palabras eran ciertas.
Uno se encogió un poco de hombros, indiferente. "No importa. Te lo dije:
Madre muestra la verdad. Pero los sueños? Los sueños son sueños. Ellos
pueden ser verdad o mentira, y todos nos proveen de alimento a nosotros. ¿Y
tú? "Él sonrió con una sonrisa que era el espejo de su gemelo. "Tú soñarás... y
soñarás... y soñarás..."
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 132

CAPÍTULO 11
Traducido por Pargulin

Estaba en Seattle. En la actualidad, gracias a Dios. No quería estar en


ninguna parte cerca del siglo cuarto, aunque temía la terrible visión que los
Oneroi me mostrarían ahora.
No sólo estaba en Seattle, estaba con Roman. Acababa de aparcar en la
calle Cherry y estaba caminando hacia el corazón del Pioneer Square, que hoy
estaba lleno de turistas y otros que disfrutaban de la clara noche de otoño. Esta
vez, no estaba en el sueño. Era solo un observador, siguiéndolo como un
fantasma o tal vez una cámara documental. Quería hablar con él, comunicarme
de alguna manera, pero no tenía boca para hablar. No tenía ni que siquiera
forma, sólo mi conciencia viendo esta visión.
Su paso era rápido, y se abrió paso entre la multitud sin preocuparse por
las miradas desagradables y comentarios ocasionales. Se centró en su destino,
uno que reconocí de inmediato: El Cellar. Nuestro lugar de reunión favorito
para inmortales esta noche estaba lleno de los mortales. Sin embargo, por la
razón que sea, no importaba lo ocupado que estaba el bar, Jerome siempre se las
arreglaba para tener la misma mesa en la esquina de atrás. Estaba sentado allí
ahora con Carter, pero no llevaba la usual mirada indiferente, con la que a
menudo lo encontrábamos cuando estaba bebiendo. El rostro del demonio
estaba lleno de agitación, y él y Carter estaban discutiendo sobre algo.
La firma de Roman estaba enmascarada, por lo que ni el ángel ni el
demonio se dieron cuenta de su acercamiento. Jerome le disparó una mirada,
pensando sin duda que algún humano les estaba molestando. Su expresión
cambió rápidamente cuando vio quién era, y abrió la boca para decir algo. No
tuvo la oportunidad, ya que Roman habló primero
“¿Dónde está ella?” Exigió Román. Se sentó en una silla y tiró de ella
hacia Jerome para que padre e hijo pudieran mirarse a los ojos. “¿Dónde mierda
está Georgina?”
La música y la conversación cubrían la mayor parte de sus gritos, pero
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 133

un par de clientes cercanos les dirigieron miradas sorprendidas. Román era


ajeno a ellos. Toda su atención estaba en Jerome. La ira crepitaba en torno al
nephilim como un aura.
Jerome había estado claramente angustiado por algo, cuando Román
había entrado, pero ahora, en la presencia de un subalterno, el demonio puso la
expresión fría, arrogante, que era típica de él.
“Es curioso,” dijo Jerome. “Yo te iba a preguntar lo mismo.”
Román lo fulminó con la mirada. “¿Cómo diablos yo iba a saber? ¡Ella
desapareció delante de mis ojos! Tú eres el que se supone que tiene algún tipo
de conexión divina con ella.”
La cara de Jerome no cambió, pero sus palabras fueron como un
puñetazo en el estómago para mí y Román. “Ya no puedo sentirla. Ella
desapareció para mí también.”
Podría no haber tenido ninguna forma física, pero un miedo helado me
recorrió el cuerpo, no obstante. Un Archidemonio estaba conectado a sus
subordinados. Él siempre sabía dónde estaban y podría notar si estaban
sintiendo dolor. Cuando Jerome había sido convocado, esa conexión había sido
destrozada, cortando nuestros infernales “dones.” Ahora, todo lo contrario
había sucedido. Yo había sido convocada, por así decirlo, y arrancada de
Jerome. Las palabras de los Oneroi llegaron de nuevo a mí: No te encontrará. No
te puede encontrar. Ya no existes para él.
“Eso es imposible,” gruñó Roman. “A menos que...” Una mirada de
preocupación se apoderó de él. “¿Alguien está ocultando su rastro?” Sería
terriblemente irónico que lo que él había planeado una vez llegara a través de
otra persona.
Jerome sacudió la cabeza e hizo un gesto al camarero para otra ronda.
“Yo no sería capaz de encontrarla si eso hubiera sucedido, pero la conexión aún
estaría allí. Yo sabría si todavía existe.”
Ya no existes para él.
“¿Esta ella... esta muerta?” Algo de la furia inicial de Román se había
atenuado un poco.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 134

Era una pregunta razonable, en realidad. Yo me sentía como muerta.


“No. Su alma habría aparecido en el infierno.” Jerome tomó un sorbo de
su nueva bebida y entornó los ojos a Román. “Sin embargo, no es tu trabajo
hacer preguntas. ¿Qué sabes tú? Has dicho que ella desapareció.
¿Literalmente?”
La cara de Román estaba francamente desolada ahora. Miró entre Jerome
y un sombrío, hasta ahora en silencio, Carter. “Sí. Literalmente. Ella había
estado teniendo estos... no sé cómo explicarlo. Ni siquiera ella podía explicarlo.”
“Yo estuve ahí,” le recordó Jerome. “Ella me dijo. La música. Los
colores.” El desprecio en su voz dejó claro que consideraba este tipo de cosas
como molestias.
“Fue como si esta fuerza extraña tirara de ella, encantándola. Esta cosa
quería que fuera hacia ella”. Román estaba repitiendo información conocida,
posiblemente para hacer que Jerome lo tomara con más seriedad. “Ella lo llamó
un canto de sirena y siguió caminando dormida, tratando de llegar a ella. Y
luego... y luego esta noche, fue a ello.”
“¿Lo viste?” Preguntó Carter. Era extraño verlo tan serio y... bueno,
confundido. La extraña emoción que había visto sólo un puñado de veces. La
única que nunca había visto en él.
“La vi desaparecer. Como, desvanecerse en el aire. Pero no lo vi
exactamente. Lo sentí. Podía sentir cada vez que estaba alrededor.”
“¿Cómo se siente?” Preguntó Jerome.
Román se encogió de hombros. “No lo sé. Simplemente... una fuerza. Un
poder. No es una entidad con exactitud. Y no es algo que pueda identificar. No
es un inmortal mayor o algo así.”
“Esa,” declaró Jeróme, “es información absolutamente inútil.”
La ira de Román volvió. “¡Es todo lo que tengo! Si la hubieras escuchado
más, esto no habría sucedido. Tú dejaste que ocurriera esto. ¡No la tomaste en
serio, y ahora se ha ido!”
Gritarle a Jeróme. No era algo bueno.
“Ten cuidado, no vaya a ser que revoque tu invitación,” susurró el
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 135

demonio, con los ojos clavados en su hijo. “Y si la escuché. Te puse a ti para


protegerla. Al parecer tú, eres el que ‘dejo’ que esto sucediera.”
Román se sonrojó. “Yo estaba en la otra habitación cuando esa cosa se
presentó de nuevo. Entré lo más rápido que pude, pero ya era demasiado tarde.
Georgina ya se había dado por vencida, y honestamente... no estoy seguro de si
podría haberlo evitado de todos modos.”
Era una gran concesión para Román. Los nephilim podían heredar desde
nada hasta todo el poder de sus padres inmortal. Román estaba muy cerca de
tener tanta fuerza como Jerome, pero todavía se quedaba un poco atrás.
Además, los tipos de poder ejercidos por los inmortales mayores y menores
eran diferentes. Como una clase de híbrido, Román no habría sido capaz de
luchar contra lo que Jerome podría.
Jerome no presionó más sobre ese asunto. “Por lo tanto, todavía no
sabemos nada.”
“Sabemos que lo que hizo esto no es uno de los nuestros,” dijo Carter en
voz baja, hablando finalmente.
“Sí,” espetó Jerome. “Lo que sólo deja mil millones de otras cosas que
podrían ser. A menos que...”
Echó una mirada a una de las sillas de la mesa. En un momento estaba
vacía. Al siguiente, Simone estaba sentada allí. Carter no se mostró
sorprendido, pero Román y yo sin duda lo estábamos. Y ella estaba
especialmente sorprendida, mientras mostraba su chillido de miedo y expresión
confundida. Ser teletransportado por un inmortal mayor no era una experiencia
agradable.
Era rubia hoy, vestida con una blusa sencilla y un par de vaqueros. Era
un signo de su agitación que no amplió su escote cuando vio a Carter. “¿Qué –
qué está pasando?” Balbuceó.
“¿Qué le has hecho Georgina?” Preguntó Jerome.
Sus ojos se agrandaron. Él podría estar usando la apariencia de John
Cusack, pero por como la miró, era fácil ver que realmente era un demonio del
Infierno.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 136

“¡Nada!” Exclamó Simone. Retrocedió en su silla. “¡No sé de lo que estás


hablando!”
Jerome se había puesto de pie y alejado de la silla tan rápido, que podría
haberse teletransportado a sí mismo. Tiró de Simone y la empujó contra una
pared cercana, su mano en la garganta de ella. Yo había estado en una situación
similar con él antes y sentí pena por la otra succubus. Nadie más en el bar se dio
cuenta, así que o Jerome estaba encantándolos o se había hecho a él y Simone
invisibles.
“¡No me mientas!", Exclamó. “¿Qué has hecho? ¿A quién llegaste para
que hiciera esto?”
Pude ver su línea de razonamiento ahora. Lo que había sentido Román
podría no ser un demonio o un ángel, pero no era imposible que alguien de
nuestro lado pudiera haber trabajado con una entidad desconocida. No sería la
primera vez. Román se había enganchado también y saltó hasta ponerse de pie
al lado de su padre.
“Juro, que si la has lastimado aunque sea un poco, ¡Voy a hacerte
pedazos!”
El miedo de Simone fue puesto en pausa mientras daba una mirada
confundida a Román. Con su rastro oculto, él solo parecía un ser humano. En lo
que a ella se refería, probablemente, no tenía ninguna participación en nada de
esto – y ninguna habilidad para respaldar su amenaza. Poco sabía ella.
Se volvió de nuevo a Jerome, rastrera, cuando lo miró a la cara una vez
más. “Nada,” dijo ella con una voz difícil de entender con Jerome
estrangulándola y dejándola sin aire. “¡Yo no le hice nada, lo juro!”
“Estabas tratando de meter a Seth en la cama,” dijo Roman.
“¡Eso es todo! No le hice nada a ella. Nada.” La cara de Simone se volvió
de súplica mientras hablaba con Jerome. “Tú ya debes de saber por qué estoy
aquí. No es para hacerle daño a ella.”
La cara de Jerome todavía estaba llena de una terrible furia, pero también
había un parpadeo de consideración en sus ojos. No dijo nada, y fue la voz de
Carter la que llenó el tenso silencio.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 137

“Ella está diciendo la verdad,” dijo.


Jerome no rompió su dominio sobre Simone, pero esa mirada calculadora
se encontraba todavía en su cara. “¿Sabes algo acerca de su desaparición?
¿Cualquier cosa?”
“¡No! ¡No!”
Jerome miró a Carter, quien asintió rápidamente. Con un suspiro
decepcionado, Jerome la soltó y dio un paso atrás.
Román pareció dudar, pero él también tenía que saber que si Carter
avalaba por ella, era la pura verdad, por así decirlo. Jerome regresó a su silla,
devorando su bebida de un trago. Román se unió a él un momento más tarde,
pero Simone se quedó de pie, mirando a todo el grupo con incertidumbre
mientras se frotaba la garganta magullada.
“No sé lo que está pasando, pero si hay algo–”
“Ya he terminado contigo,” dijo Jerome con dureza. Agitó la mano en
una clase de despido, y Simone se desvaneció tan rápido como había llegado.
“Eso fue cruel,” señaló Carter, agitando vagamente su bourbon* .48

“La envié de vuelta a su hotel,” dijo Jerome. “No a una isla desierta.”
La ira de Román se había enfriado un poco, y llevaba una calmada, y
considerada expresión que se parecía mucho a la de su padre. “¿Qué quería
decir cuando dijo que sabías por qué estaba aquí? ¿Por qué estaba yo
siguiéndola?”
“No puede informar eso”, dijo Jerome. Estaba hablando con Carter, como
si Román no estuviera allí. “Todavía no... no a menos que tenga que hacerlo. No
podemos permitir que ninguna autoridad superior lo sepa.”
“Y yo no puedo hacer nada en absoluto”, reflexionó Carter. “Esto es
técnicamente tu problema”. Tomó un largo trago, como si eso fuera arreglar
todo.
“Pero lo harás,” dijo Román con audacia. “¿Vas a tratar de encontrarla?”
“Por supuesto”, dijo Carter. Una de sus cínicas sonrisas iluminó sus

48
*Bourbon, whisky americano hecho en Kentucky.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 138

labios, en sustitución de la expresión sombría de antes. Sospechaba que era un


encubrimiento de la forma en que realmente se sentía. “Este lugar sería
demasiado aburrido sin ella.”
Por lo que dura el latido de un corazón, me gustó esto de observadora
invisible. Carter no sentía que yo estaba allí, y por primera vez, tuve la
oportunidad de realmente estudiarlo sin él mirándome de vuelta. Podría tener
esa molesta ligereza ahora, pero ya había mostrado preocupación por mi
bienestar. Y realmente no podía creer que era simplemente porque me
encontrara entretenida. ¿Cuál era su juego? Esos ojos grises no revelaban nada.
“Sí,” dijo Jerome secamente. “Quién sabe cómo vamos a salir adelante sin
sus contratiempos sentimentales.”
Carter comenzó a protestar, pero una vez más, Román vino con una
interrupción. “Oh. Eso es lo otro, le hablamos a Erik acerca de ello”. Les dio una
breve recapitulación de las observaciones de Erik y cómo yo era visitada sólo
cuando estaba deprimida. Román también describió cada uno de los incidentes
con el mayor detalle posible.
Jerome y Carter se miraron. “Con lo deprimida que está normalmente,
no es mucho para seguir adelante”, señaló el demonio. “Pero puede ser que
valga la pena hacerle una visita al viejo”.
“Jerome,” dijo Carter en una voz de advertencia.
Las dos miradas se encontraron de nuevo y hubo algún tipo de
comunicación silenciosa. Cuando Jerome finalmente apartó la vista, fue para
recoger casualmente hasta su último trago. “No te preocupes. No lo asustaré.
Mucho.”
Me pregunté si iría a Erik en ese mismo momento, pero no tuve la
oportunidad de averiguarlo. El mundo se disolvió una vez más, y me encontré
de nuevo en mi prisión. Aparte de estar muy incómoda, también me sentía
exhausta. Los brillantes Oneroi me estaban estudiando con una sonrisa, podía
adivinar lo que había sucedido. En la alimentación de mi sueño, se habían
llevado a algo de mi energía con ellos.
“Sueño...” murmuré, de pronto confundida. Me había preparado para
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 139

algún resultado terrible, pero no había sucedido. “Eso no era un sueño. Eso era
real. Me mostraron lo que realmente estaba sucediendo. Lo que mis amigos
están haciendo.”
“Algunos sueños son de verdad, y algunos son mentiras,” dijo Dos.
Tenía muchas ganas de abofetearlo. “Ese era verdad.”
Una historia volvió a mí, el más leve recuerdo de mi infancia. Sacerdotes
cristianos habían tenido durante mucho tiempo un punto de apoyo en Chipre
cuando yo nací, pero las viejas historias y los ritos se mantuvieron. Lo que se
consideraba mitos hoy en día se había sostenido como un hecho en aquel
entonces. Una de estas historias, decía que los sueños se enviaban a los
humanos desde una de dos puertas: una de marfil y una de cuerno. Los de la
puerta de marfil eran falsos; los de la puerta de cuerno eran ciertos. No sabía si
eso era sólo una metáfora, pero el resultado al parecer tenía cierta validez.
“¿Pero por qué?” Le pregunté. “¿Por qué me muestran sueños
verdaderos? Me torturarían mucho más con otra estúpida pesadilla”. Esa
pesadilla no había sido estúpida. Había sido agonizante, pero no quería que lo
supieran. Lo que era una estupidez era que yo estuviera sugiriendo la forma en
que debían atormentarme.
“Porque no lo sabrás,” dijo Uno. “Dentro de poco no distinguirás la
verdad de las mentiras. Asumirás que todo lo que te cause dolor debe ser una
mentira. Pero no lo sabrás. Pronto no confiarás en nada en absoluto.”
“Lo sabré,” dije firmemente. “Puedo notar la diferencia.”
“¿Crees que lo que viste era cierto?” Preguntó Dos.
“Sí. Por supuesto.”
“Bien,” dijo Uno. “Entonces, has aprendido también otra verdad: es
imposible que alguien te encuentre. Tú te quedarás aquí para siempre.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 140

CAPITULO 12
Traducido por Pirotase

Se me ocurrió en algún momento que deseaba que los Oneroi sólo me


mandaran falsos sueños. Dolerían—sin duda— pero había un muy, muy
pequeño consuelo después de saber que no habían sucedido realmente. Pero,
mis siguientes sueños fueron verdaderos, y me vi obligada a revivir el pasado
una y otra vez.
Un recuerdo me trajo de vuelta a la Florencia del siglo XV. Al principio,
sentí florecer una pequeña alegría por la repetición de este. El Renacimiento
italiano había sido una cosa hermosa, y yo había estado viendo con asombro el
ingenio de los seres humanos despertar después de los deprimentes últimos
siglos. Las cosas se hicieron mucho más interesantes porque la Iglesia siempre
estaba tomando la ofensiva contra este florecimiento artístico. Ese tipo de
conflicto fue por lo que mi clase prosperó.
Otra succubus y yo habíamos compartido una casa, viviendo
lujosamente de un negocio textil que aparentemente manejábamos mientras
nuestro tío mercante (un incubus que nunca estuvo) viajaba. Era un buen
sistema y yo— usando el nombre de Bianca—era la niña preferida de nuestra
demonio local, Tavia, gracias a conquista tras conquista.
Todo empezó a ir mal cuando contraté a un pintor excéntrico y
extremadamente guapo llamado Niccolò para crear un fresco (pintura) para
nuestra casa. Era extravagante, divertido e inteligente y se había sentido atraído
por mí desde el primer día. Sin embargo, un sentido de propiedad y los límites
profesionales le hizo mantener su distancia. Esto era algo que yo pretendía
cambiar, y con frecuencia me quedaba con él mientras trabajaba en la pared,
sabiendo que sólo sería cuestión de tiempo antes de que él cediese a mis
encantos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 141

"Ovidio* no sabía nada sobre el amor", le dije un día. Yo estaba49

holgazaneando en un sofá, envuelta en una de las discusiones literarias en las


que nosotros tan a menudo nos enzarzábamos. Su capacidad para participar en
estas conversaciones se añadía a su encanto. Él me miró con incredulidad
fingida, haciendo una pausa en su pintura.
"Nada sobre el amor? Mujer, muerde tu lengua! Él es la autoridad!
Escribió libros sobre ello. Libros que aún se leen y utilizan hoy día".
Me incorporé de mi descanso indigno. “No son relevantes. Fueron
escritos durante un tiempo diferente. Él dedica páginas para decirles a los
hombres donde encontrar mujeres. Pero esos lugares ya no existen. Las mujeres
no van a carreras o a peleas. Nosotras no podemos ni siquiera permanecer en
lugares públicos”. Esto salió con más amargura de la que quise. La cultura
artística de este tiempo era maravillosa, pero había venido con una restricción
de los papeles femeninos que diferían de aquellos con los que había crecido y
usado en otros lugares y épocas.
“Tal vez” admitió Niccolò. “Pero los principios siguen siendo los
mismos. Como lo son las técnicas."
"Técnicas?” Reprimí un bufido. Honestamente, ¿qué podría saber un
simple mortal acerca de las técnicas seducción? "No son nada más que gestos
superficiales. Dar a tu amada cumplidos. Hablar de cosas que tienen en
común—como el clima. Ayúdala a arreglar su vestido si se desordena. ¿Qué
tiene que ver nada de esto con el amor?"
“Qué tiene que ver nada con el amor nunca más? Si acaso, esas
observaciones son particularmente aplicables ahora. El matrimonio es todo
negocio”. Él inclinó su cabeza hacia mi de una manera especulativa que era
típica de él. “Has hecho algo con tu pelo hoy que está extremadamente bonito,
por cierto.”
Me detuve brevemente a cambio, confundida por el cumplido. “Gracias.

49
* Ovidio, poeta romano que escribió la Metamorfosis, un famoso poema épico y fue
una gran inspiración para las obras de Shakespeare.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 142

De todos modos. Tienes razón: el matrimonio es negocio. Pero algunos de ellos


son amores correspondidos. O el amor puede crecer. Y muchos asuntos
clandestinos, no importa cuan ‘pecaminoso,’ están basados en el amor”.
“Así que tu problema es que Ovidio está arruinando lo que aún queda de
amor? "Sus ojos se acercaron a la ventana, y frunció el ceño. "¿Parece que
lloverá ahí fuera?"
El fervor de este tema se apoderó de mí, haciendo su abrupta
interrupción mucho más molesta. “Sí—qué? Quiero decir, no, no va a llover, y,
sí, eso es lo que él está haciendo. El amor es ya tan raro. Por acercarse a ello
como un juego, él degrada lo poco que hay.”
Niccolò abandonó sus pinceles y colores y se sentó a mi lado en el sofá.
"¿No crees que el amor es un juego?"
"A veces—de acuerdo, la mayoría de las veces—sí, pero eso no significa
que nosotros no deberíamos—” Me detuve. Sus dedos se había deslizado hasta
el borde del escote de mi vestido. "¿Qué estás haciendo?"
"Esto está torcido. Lo estoy enderezando".
Le miré y luego empecé a reír cuando el ardid se reveló. "Lo estás
haciendo. Estás siguiendo su consejo.”
"¿Está funcionando?"
Cedí ante él. "Sí".
Retrocedió. Esto no era lo que él había esperado. Él solo pretendía
burlarse de mí, demostrando su argumento con un juego. Apartando sus ojos,
comenzó a levantarse.
"Debería volver al trabajo..." Él rara vez era confundido, y yo lo había
desarmado.
Agarrándolo con una fuerza sorprendente, le di un tirón hacia mí y
presioné mis labios en los suyos. Eran suaves y dulces, y después de algunos
momentos atontado, él respondió, moviendo su lengua con impaciencia en mi
boca. Entonces, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, se alejó una vez más.
“Lo siento. No debería haber...”
Yo podía ver el anhelo en sus ojos, el deseo que había contenido desde
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 143

que trabajaba para mí. Él me quería, pero incluso un tipo pícaro y artístico
sentía que era incorrecto hacer esto con una soltera, una mujer de clase alta—
particularmente una que lo había contratado.
“Tú lo empezaste” le advertí en voz baja. “Estabas intentado
demostrarme que estoy equivocada acerca de Ovidio. Parece que funcionó.”
Puse mi mano detrás de su cuello, atrayendo su boca de vuelta a la mía.
Al principio aún se resistía, pero no duró demasiado. Y cuando su mano
empezó a subirme lentamente los pliegues de mi falda, supe que había ganado
y que era hora de retirarse al dormitorio.
Una vez allí, abandonó cualquier intento de decoro. Me empujó sobre la
cama, los dedos que con tanta destreza pintaban paredes ahora se movían
torpes para liberarme de mi complicado vestido y sus capas de ricas telas.
Cuando él me hubo despojado de mi delgada blusa, me hice cargo,
quitándole su ropa con una rápida eficiencia y gozando de la manera en que su
piel se sentía bajo mis dedos mientras mis manos exploraban su cuerpo. A
horcajadas sobre él, bajé mi cara y dejé que mi lengua bailara en círculos
alrededor de su pezón. Ellos se endurecieron dentro de mi boca, y tuve la
satisfacción de oírle gritar con voz contenida cuando mis dientes
mordisquearon su sensible superficie.
Moviéndome hacia abajo, dejé un rastro de besos a lo largo de su
estómago—hacia abajo, hacia donde él estaba duro e hinchado. Con delicadeza,
pasé mi lengua contra su erección, desde la base hasta la punta. Él volvió a
gritar, ese grito se convirtió en un gemido cuando lo tomé con mi boca. Le sentí
a crecer entre mis labios, haciéndose más duro y más grande, cuando
lentamente me moví arriba y abajo.
Sin siquiera darse cuenta de lo que hacía, creo, pasó sus manos por mi
pelo, agarrándose con sus dedos en la elaborada fijación y los rizos
cuidadosamente dispuestos. Succionando más fuerte, incrementé mi
ritmo, exaltándome en la sensación de tenerlo llenando mi boca. Las primeras
punzadas de su energía comenzaron a filtrarse dentro de mí, como corrientes
de brillante color y fuego. Aunque no físicamente placentera de por sí, me
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 144

provocó de un manera similar, al despertar mi hambre de succubus y


encendiendo mi carne, Haciéndome recrearme al tocarlo y ser tocada a cambio.
"Ah ... Bianca, no deberías ..."
Momentáneamente le liberé de mi boca, dejando a mi mano continuar el
trabajo de acariciarlo para acercarlo más al clímax. "¿Quieres que me detenga?"
"Yo... bueno, ah! No, pero las mujeres como tú no... no se supone que tú
... "
Me reí, con sonido bajo y peligroso en mi garganta. "No tienes idea de
qué clase de mujer soy. Yo quiero hacer esto. Quiero sentirte en mi boca...
saborearte..."
"Oh, Dios” gimió él, con ojos cerrados y los labios entreabiertos.
Sus músculos se tensaron, arqueando un poco el cuerpo, y me las arreglé
para dirigirlo a mi boca a tiempo. Él se vino y lo tomé todo mientras a su cuerpo
le siguió un espasmo. El hilo de la energía vital en mi interior se clavaba con
intensidad, y casi había llegado al clímax por mi cuenta. Apenas habíamos
empezado, y yo estaba obteniendo más vida de él de la que había esperado.
Esta sería una buena noche. Cuando su cuerpo tembloroso finalmente se calmó,
me moví para que mis caderas rodearan las suyas. Me pasé la lengua por los
labios.
"Oh Dios," repitió, respirando con dificultad y los ojos abiertos. Sus
manos viajaron hasta mi cintura y descansó en mis pechos, ganándose mi
aprobación. "Pensaba... pensaba que sólo las putas hacían eso...."
Yo arqueé una ceja. "¿Decepcionado?"
“Oh, no. No. "
Inclinándome hacia delante, rocé mis labios contra los suyo. “Entonces,
devuelve el favor."
Él solo estaba demasiado ansioso, a pesar de su cansancio. Después de
sacar mi blusa sobre mi cabeza, saqueó mi cuerpo con su boca, sus manos
sosteniendo mis pechos mientras sus labios chupaban y los dientes provocaban
mis pezones, del mismo modo que yo le había hecho a él. Mi deseo crecía, mis
instintos me instaban a tomar más y más de su vida y avivar la ardiente
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 145

necesidad de mi cuerpo. Cuando movió su boca entre mis piernas, separando


mis muslos, tiré de su cabeza hacía arriba.
“Dijiste una vez que yo pensaba como un hombre", le susurré en voz
baja. “Entonces trátame como uno. Ponte de rodillas."
Él parpadeó sorprendido, desconcertado, pero yo podría decir que algo
sobre la fuerza de la orden lo excitó. Un destello animal brilló en sus ojos
mientras se hundía de rodillas en el suelo, y yo estaba delante de él, con mi
parte posterior apoyada contra la cama.
Agarrando mis caderas con las manos, apretó su cara contra el suave
pedazo de vello entre mis muslos, su lengua deslizándose entre mis labios y
acariciando el ardor, enterrado dentro del hinchado corazón. En ese primer
tacto, todo mi cuerpo se estremeció, y yo arqueé la cabeza hacia atrás.
Impulsado por esta reacción, él lamió con entusiasmo, dejando a su lengua
bailar con un ritmo constante. Enroscando mis manos en su pelo, lo empujé más
cerca de mí, lo que le obligó a probar más de mí, para aumentar la presión de su
lengua sobre mí.
Cuando la ardiente, deliciosa sensación en la parte inferior de mi cuerpo
no pudo más, explotó, como el sol explotando. Como el fuego y la luz de las
estrellas recorriendo a través de mí, jugando con cada parte de mi cuerpo
hormigueando y gritando. Imitando lo que yo le había hecho a él antes, no
apartó su boca hasta que mi clímax finalmente cedió, mi cuerpo todavía se
convulsionaba cada vez que su lengua burlonamente salía lanzada y provocaba
esa-área-oh-tan-sensible.
Cuando finalmente se separó, miró hacia arriba con una sonrisa de
desconcierto. "No sé lo que eres. Servil... dominante... No sé cómo
tratarte".
Yo le devolví la sonrisa, con mis manos acariciando los lados de su
rostro. "Soy todo lo que quieras que sea. Cómo quieres tratarme?
Pensó en ello, hablando finalmente con voz insegura. "Yo quiero... quiero
pensar en ti como una diosa... y tomarte como una puta...."
Mi sonrisa creció. Eso resumía mi vida, pensé.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 146

"Soy cualquier cosa que quieras que sea", repetí.


Poniéndose de pie, me empujó contra la cama, sujetándome. Él estaba
listo de nuevo, aunque podía ver el esfuerzo que le costaba. La mayoría de los
hombres se habrían desplomado después de esa pérdida de energía vital, pero
él estaba luchando contra su agotamiento a fin de tomarme de nuevo. Sentí la
fuerte presión de él contra mí, y luego empujó—casi metiéndose —a sí mismo
en mi interior, deslizándose casi sin esfuerzo ahora que estaba tan mojada.
Gimiendo, me moví de tal manera que él podría conseguir una mejor
posición y tomarme más profundamente. Sus manos agarraron mis caderas
mientras él se movía con una agresividad casi primitiva, y el sonido de nuestros
cuerpos golpeándose el uno al otro llenó la habitación. Mi cuerpo respondía al
suyo, amando la manera en que me llenaba y se movía dentro de mí. Mis gritos
se hicieron más fuerte, sus estocadas más duras.
Y, oh, la vida vertiéndose en mí. Ahora era un río, dorado y abrasador,
renovando mi propia vida y existencia. Junto con su energía, cedieron algunas
de sus emociones y pensamientos, y yo podía sentir literalmente su lujuria y
afecto por mí.
Esa fuerza vital guerreaba con mi propio placer físico, ambos me estaban
consumiendo y volviéndome loca, no podía apenas pensar o incluso separarlas
una de otra. El sentimiento creció y creció dentro de mí, quemando mi interior,
acumulándose con tal intensidad que apenas podía contenerlo. Apreté mi rostro
contra él, ahogando mis gritos.
El fuego dentro de mí aumentó, y no hice más intentos por contener mi
clímax. Rompió dentro de mí, explotando, envolviendo todo mi cuerpo en un
terrible, maravilloso éxtasis. Niccolò no tuvo piedad, nunca aflojó cuando el
placer sacudió mi cuerpo. Me retorcí contra él, incluso cuando gritaba por más.
Hacer esto podría hacer a Niccolò inmoral a ojos de la Iglesia, pero en el
meollo del asunto, era un hombre decente. Él era amable con los demás y tenía
un carácter fuerte, cuyos principios no eran fácilmente sacudidos. Como
resultado, había tenido mucha bondad y mucha vida para dar, la vida que yo
absorbí sin remordimiento. Se extendió en mí cuando nuestros cuerpos se
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 147

movían juntos, más dulce que cualquier néctar. Quemaba en mi venas,


haciéndome sentir viva, convirtiéndome en la diosa que él seguía murmurando
que era.
Por desgracia, la pérdida de tal cantidad de energía tuvo su efecto, y
después yació inmóvil en mi cama, respirando superficialmente y con la cara
pálida. Desnuda, me senté y lo observé, pasando una mano por encima de su
sudorosa frente. Sonrió.
"Iba a escribir un soneto sobre ti.... Yo no creo que pueda capturar esto
con palabras.
"Luchó por sentarse, el movimiento le costó esfuerzo. El hecho de que
hubiera logrado todo esto era bastante extraordinario. "Yo necesito irme... el
toque de queda de la ciudad..."
"Olvídalo. Puedes quedarte aquí esta noche. "
“Pero tus sirvientes— "
"—son bien pagados por su discreción". Rocé mis labios sobre su piel.
"Además, no quieres...discutir más filosofía?".
Cerró sus ojos, pero mantuvo la sonrisa. “Sí, por supuesto. Pero yo... lo
siento. No sé lo que está mal conmigo. Necesito descansar primero...”
Me acosté a su lado. "Entonces descansa."
Desarrollamos un patrón entre nosotros después de eso. Él trabajaba en
el fresco durante el día—su progreso disminuyó significativamente—y pasaba
las noches conmigo. Ese acento de culpa no le abandonaba, haciendo la
experiencia doblemente emocionante para mí. Mi esencia bebía de su alma
mientras mi cuerpo disfrutaba de sus habilidades.
Un día, se fue a hacer recados—y no regresó. Dos días más pasaron sin
noticias de él, y mi preocupación comenzó a crecer. Cuando se presentó a la
tercera noche, había una mirada inquieta, acosándolo. Más preocupada que
nunca, le apresuré a entrar, y señaló un bulto bajo el brazo.
"¿Dónde has estado? ¿Qué es eso?”
Desenvolviendo su capa, reveló una pila de libros. Yo los escudriñé con la
maravilla que siempre había tenido por esas cosas. El Decamerón de Boccaccio.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 148

Amores de Ovidio. Muchos otros. Algunos que había leído. Algunos que había
deseado leer. Mi corazón latió con fuerza, y mis dedos morían de ganas por
pasar las páginas.
"He reunido estos de algunos de mis amigos", explicó. "Están
preocupados de que los matones de Savonarola se apoderen de ellos".
Fruncí el ceño ante su referencia al sacerdote más poderoso de la ciudad.
"Savonarola?”
"Él está recogiendo ‘objetos del pecado’ con el fin de destruirlos.
¿Ocultarás estos aquí? Nadie forzaría a alejarlos de alguien como tú."
Los libros prácticamente brillaban para mí, mucho más valiosos que las
joyas que había acumulado. Quería dejar caer todo y empezar a leer. “Por
supuesto.” Pasé a través de las páginas de Boccaccio. "No puedo creer alguien
quiera destruir esto."
"Estos son días oscuros", dijo, con cara seria. "Si no tenemos cuidado,
todo el conocimiento se perderá. Los ignorantes aplastarán a los sabios".
Yo sabía que él decía la verdad. Lo había visto, una y otra vez. El
conocimiento destruido, pisoteado por los que son demasiado estúpidos para
saber lo que hacían. A veces sucedía por la fuerza, por sangrientas invasiones;
A veces sucedía con menos violencia pero con igualmente insidiosos medios,
como los de Fra* Savonarola. Había crecido tan acostumbrada a ello que ya50

apenas lo notaba. Por alguna razón, me golpeó más duro esta vez. Tal vez era
porque lo estaba viendo a través de sus ojos urgentes y no sólo observando
desde la distancia.
"Bianca?" Niccolò se rió entre dientes en voz baja. "¿Estás siquiera
escuchándome? Tenía la esperanza de pasar la noche contigo, pero tal vez tú
prefieras estar con Boccaccio...”
Levanté mis ojos de las páginas, sintiendo mis labios transformarse en
una media sonrisa. "No puedo tenerlos a los dos?"

50
*Fra, abreviatura de hermano en latin, como decir Bro en ingles. O sea el hermano
Savonarola.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 149

Durante los pocos días siguientes, Niccolò continuó pasándome de


contrabando más y más bienes. Y no sólo libros. Pinturas se acumulaban en mi
casa. Pequeñas esculturas. Incluso las cosas más superficiales como telas
extravagantes y joyas, todos considerados pecaminosos.
Me sentí como si me hubieran permitido cruzar por las puertas del cielo.
Las horas pasaban mientras estudiaba pinturas y esculturas, maravillándome
por el ingenio de los seres humanos, celosa de una creatividad que nunca había
poseido, ya sea como un mortal o inmortal. Ese arte me llenó de una alegría
indescriptible, exquisita y dulce, casi recordándome cuando mi alma había sido
mía.
Y los libros... oh, los libros. Mis empleados y asociados pronto
encontraron sus manos llenas de trabajo extra cuando yo los descuidaba.
¿Quién se preocupaba por las cuentas y los envíos con tanto conocimiento en
mis manos? Yo lo bebía, saboreando las palabras—palabras que la Iglesia
condenaba como herejía. Una secreta presunción me llenó sobre el papel que yo
jugaba, protegiendo estos tesoros. Yo pasaría el conocimiento de la humanidad
y frustraría la agenda del Cielo. La luz del genio y la creatividad no se
desvanecería de este mundo, y lo mejor de todo, yo conseguiría disfrutar de ello
a lo largo del camino.
Las cosas cambiaron cuando Tavia se presentó un día para hacer una
revisión. La demonio estaba satisfecha por el informe de mis conquistas, pero se
desconcertó cuando notó una pequeña escultura de Baco en una mesa. Yo
todavía no había tenido oportunidad de esconder la estatua con mi alijo.
Tavia exigió una explicación, y yo le conté sobre mi papel en la
protección del contrabando. Como siempre, su respuesta tardó mucho en llegar,
y cuando lo hizo, mi corazón casi se detuvo.
"Necesitas poner fin a esto inmediatamente".
"Yo—qué?"
"Y necesitas entregar estos artículos al Padre Betto”.
La estudié con incredulidad, esperando que la broma se revelase. El
Padre Betto era mi sacerdote local. "Tú no puedes... no puedes decirlo en serio.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 150

Este material no puede ser destruido. Estaríamos apoyando a la Iglesia. Se


supone que nosotros vamos en contra de ellos".
Tavia levantó una oscura ceja, acentuada. "Se supone que nosotros
extendemos el mal en el mundo, mi amor, lo que puede o no estar de acuerdo
con los planes de la Iglesia. En este caso, lo está".
"¿Cómo?” Exclamé.
"Porque no hay mayor mal que la ignorancia y la destrucción del genio.
La ignorancia ha sido responsable de más muertes, más intolerancia, y más
pecado que cualquier otra fuerza. Es el destructor de la humanidad".
"Pero Eva pecó cuando buscaba conocimiento…"
La demonio hizo una mueca. "¿Está segura? ¿De verdad sabes lo que es
bueno y qué es malo? "
"Yo... no lo sé", susurré. "Parecen del tipo indistinguibles uno de lo otro".
Fue la primera vez desde que me convertí en succubus que las líneas de lo real
y la verdad se había vuelto tan borrosas para mi. Tras de la pérdida de mi vida
mortal me había oscurecido, me había arrojado a ser una succubus, nunca
cuestioné el papel del infierno o la corrupción de hombres como Niccolò.
“Sí” admitió ella. "A veces lo son". Su sonrisa se desvaneció. "Esto no es
tema de debate. Tú revelarás tu alijo de inmediato. Y tal vez tratar de seducir a
Padre Betto mientras estás en ello. Eso sería un buen beneficio."
"Pero yo—" Las palabras "no puedo" estaban en mis labios, y me las
tragué. Bajo el escrutinio de su mirada y poder, me sentí muy pequeña y muy
débil. Tú no contradices a los demonios. Tragué saliva. “Sí, Tavia."
La siguiente vez que Niccolò y yo hicimos el amor, dirigió un cansado
pero feliz intento de conversación en su agotamiento después del sexo. "Lenzo
va a traerme una de sus pinturas mañana. Espera hasta que la veas. Muestra a
Venus y Adonis—"
"No"
Levantó la cabeza hacia arriba. "Hmm?"
"No. No me traigas más". Fue difícil, oh Dios, era muy difícil hablar con
él en un tono tan frío. Seguí recordándome a mí misma lo que era y lo que tenía
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 151

que hacer.
Una arruga cruzó su atractivo rostro. "¿De qué estás hablando? Ya has
recogido tanto—"
"Ya no los tengo. Se los entregé a Savonarola."
"Tú... estás bromeando."
Negué con la cabeza. "No. Me puse en contacto con sus Bandas de la
Esperanza esta mañana. Ellos vinieron y se lo llevaron todo".
Niccolò luchó por sentarse. "Ya basta. Esto no es divertido".
"No es una broma. Todos se han ido. Irán a la hoguera. Son objetos del
pecado. Tienen que ser destruidos".
"Estás mintiendo. Para esto, Bianca. Tú no quieres decir—"
Mi voz se afiló. "Están equivocados y son heréticos. Se han ido".
Nuestros ojos se encontraron, y mientras él estudiaba mi cara, pude ver
que él estaba empezando a darse cuenta de que tal vez, sólo tal vez, yo decía la
verdad. Y lo hice. Más o menos. Yo era muy buena en hacer que la gente—
especialmente los hombres—creyese lo que yo quería.
Nos vestimos y lo llevé a la sala de almacenamiento donde antes había
escondido los objetos. Él miró fijamente el espacio vacío, con cara pálida y sin
poder creerlo. Me quedé cerca, con los brazos cruzados, manteniendo una
rígida y desaprobadora postura.
Con los ojos abiertos, se volvió hacia mí. "¿Cómo pudiste? ¿Cómo
pudiste hacerme esto a mí? "
“Te lo dije—"
"Yo confiaba en ti! Dijiste que los mantendrías a salvo!"
"Estaba equivocada. Satán nubló mi juicio".
Agarró mi brazo dolorosamente y se acercó a mí. "¿Qué te han hecho?
¿Ellos te amenazaron? Tú no harías esto. ¿Qué están usando en tu contra? ¿Es
ese sacerdote que siempre estás visitando?"
"Nadie me hizo hacer esto", le respondí con tristeza. "Es hacer lo
correcto".
Él se apartó, como si no pudiese soportar mi tacto, y mi corazón se
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 152

sacudió dolorosamente con la expresión de sus ojos. “¿Sabes lo que has hecho?
Algunos de esos nunca podrán ser remplazados. "
"Lo sé. Pero es mejor así".
Niccolò me miró fijamente durante varios segundos más y luego tropezó
con la puerta, indiferente al toque de queda o su estado debilitado. Lo vi irse,
sintiéndome muerta por dentro. No es más que otro hombre, pensé. Deja que se
vaya. Había tenido tantos en mi vida; tendría muchos más. Qué importaba él?
Tragándome las lágrimas, me arrastré escaleras abajo hacia el nivel
inferior, con cuidado de no despertar a los que dormían en la casa. Hice el
mismo viaje la noche anterior, cargando laboriosamente parte del alijo aquí
abajo—una parte que no di a los subordinados de la Iglesia.
Dividir el arte y los libros habían sido como elegir cuál de mis hijos tenía
que vivir o morir. Las sedas y terciopelos había sido un sin sentido; todas ellas
fueron a Fra Savonarola. Pero el resto... eso había sido duro. Yo había dejado ir
la mayor parte de las obras de Ovidio. Sus trabajos eran tan generalizados, tenía
que creer que algunas copias sobrevivirían—si no en Florencia, entonces tal vez
en algún otro lugar al margen de esta intolerancia. Otros autores, aquellos que
había temido una edición limitada, se quedaron conmigo.
Las pinturas y esculturas resultaron los más difíciles de todos. Eran
únicas. No podía esperar que otras copias pudieran existir. Pero sabía que no
podía mantenerlas a todas tampoco, no con Tavia supervisando. Y así, había
escogido las que pensé que tenían más valor salvándolas, protegiéndolas de la
Iglesia. Niccolò no podía saber eso, sin embargo.
No lo vi durante casi tres semanas, hasta que nos cruzamos en la gran
quema de Savonarola. La historia la conocería más tarde como La Hoguera de
las Vanidades. Fue una gran pirámide rellenada con combustible y pecado. Los
fanáticos lanzaban cada vez más y más artículos adentro cuando estos ardían,
pareciendo tener un suministro interminable. Miré mientras el mismo Botticelli
lanzaba una de sus pinturas adentro.
El saludo de Niccolò fue cortante. "Bianca".
"Hola, Niccolò". Mantuve mi voz fría y tajante. Indiferente.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 153

Se puso delante de mí, sus ojos grises parecían negros a la luz


parpadeante. Su rostro parecía haber envejecido desde nuestro último
encuentro. Los dos nos volvimos y observamos en silencio el fuego de nuevo,
viendo cómo más y más de las mejores cosas del hombre eran sacrificadas.
"Has matado progreso", dijo Nicolás, por fin. "Me traicionaste".
"He retrasado el progreso. Y no tenía ninguna obligación para contigo.
Excepto por esto". Buscando en los pliegues de mi vestido, le entregué una
pesada bolsa con florines. Era la última parte de mi plan. Él la tomó,
parpadeando por su peso.
"Esto es más de lo que me debes. Y no voy a terminar el fresco".
"Lo sé. Todo está bien. Tómalo. Ve a algún otro lugar, algún lugar lejos
de esto. Pinta. Escribe. Crear algo hermoso. Lo que sea que te haga feliz.
Realmente no me importa."
Miró fijamente, y temí que me devolvería el dinero. "Todavía no lo
entiendo. ¿Cómo puede no importarte nada de esto? ¿Cómo puedes ser tan
cruel? ¿Por qué lo hiciste?"
Estudié el fuego de nuevo. A los seres humanos, me di cuenta de brazos
cruzados, les gustaba quemar cosas. Objetos. Unos a otros. "Porque los hombres
no pueden superar a los dioses. No aún… de todos modos. "
"Prometeo nunca pensó en usar su regalo de esta manera."
Sonreí sin humor, recordando un viejo debate de los nuestros acerca de
la mitología clásica, de vuelta durante nuestros días más dulces. "No. Supongo
que no".
No dijimos nada más. Un momento después, él se alejó, desapareciendo
en la oscuridad. Por un latido del corazón, consideré decirle la verdad, que gran
parte de su tesoro estaba aún a salvo. Había pagado bien para que fuese de
contrabando fuera de Florencia, lejos de esta destrucción sin sentido.
De hecho, realmente le había enviado las mercancías a un ángel. No me
gustaban los ángeles por regla general, pero éste era un erudito, uno que yo
había conocido en Inglaterra y tolerado. Heréticos o no, los libros y el arte le
atraían a él tanto como a mí. Él los mantendría a salvo. Qué irónico, pensé, que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 154

me volvería al enemigo por ayuda. Tavia había tenido razón. A veces el bien y
el mal eran imposibles de distinguir uno de otro. Y si ella hubiera sabido lo que
había hecho, mi existencia, probablemente habría terminado.
Así que no podía decírselo a nadie. El secreto tenía que quedarse
conmigo y con el ángel, no importaba cuanto deseara y pudiera compartirlo con
Niccolò y consolarlo. Tenía que vivir con el conocimiento que le había quitado
la vida, el alma, y la esperanza. Él me odiaría para siempre, y era un
remordimiento que también llevaría conmigo eternamente—uno que poco a
poco haría mi existencia más y más miserable.
Mi mundo se disolvió en la oscuridad. Estaba de vuelta en mi caja,
todavía estrecha e incómoda. Como de costumbre, no podía ver nada, pero mis
mejillas estaban húmedas con lágrimas una vez más. Me sentía agotada, incluso
un poco desorientada, y me dolía el corazón con un dolor que nunca podría
expresar con palabras. No vi a los Oneroi, pero algo me decía que
probablemente estaban alrededor.
"Eso fue verdad," susurré. "Eso realmente ocurrió".
Como sospechaba, una voz me respondió en la oscuridad, y de repente
supe la verdadera razón por la que ellos continuaban mostrándome sueños
verdaderos.
"Tus verdades son peores que tus mentiras."
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 155

Capitulo 13
Traducido por Aurim

Me desperté junto a Seth, y durante un segundo, pensé que de verdad


estaba despertándome… Despertándome de un sueño horrible, horrible sobre los
Oneroi y todo lo demás que había sucedido desde que Seth y yo habíamos
terminado. Él yacía dormido en la cama, enredado entre las sábanas, con su
cabello castaño claro brillando con destellos rojizos al sol de la mañana. Dormía
sólo con bóxers, y su pecho parecía un lugar cálido, suave y perfecto al que
abrazarse.
Su respiración era acompasada, su postura tranquila y relajada. Me
empapé de todo aquello, de todos los pequeños detalles de Seth que había
echado de menos durante meses. Podía jurar que incluso podía olerle. ¿Los
sueños tenían olores? En éste sí, estaba segura. Ese suave aroma a bosque y
manzanas me envolvía como un abrazo.
Después de unos instantes, comenzó a revolverse y a abrir los ojos,
soñoliento. Él entrecerró lo ojos con la luz y se dio la vuelta, poniéndose sobre
su espalda y sofocando un bostezo. Quería rodar, ponerme justo sobre él y
acurrucarme contra su calidez, contándole todo acerca de las pesadillas que
había estado teniendo.
Entonces, me di cuenta de que no había forma de que pudiera ir con él. No
podía moverme. Bueno, eso no era exactamente verdad. Había algo más que
eso. Simplemente no tenía cuerpo. Yo era sólo una observadora, como la cámara
invisible que había sido con Roman y Jerome. Aparentemente, esto no era un
sueño en el que yo estuviera en activo, y la comprensión de eso puso de
manifiesto la verdad: esto era aún un sueño de Oneroi. Yo no me los había
imaginado. No me había imaginado a Seth y a mí rompiendo.
Él se incorporó en la cama y se frotó los ojos. Era una visión tan familiar y
nostálgica… Levantarse siempre había sido duro para él, en gran parte debido
al extraño horario de escritura que guardaba. Le echó un vistazo al reloj, que
estaba cerca de la dirección desde la que yo estaba ‘observando’. Sus ojos
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 156

pasaron justo por donde yo habría estado. Sí. Yo era sólo un fantasma en
aquello. Pero, ¿qué era ‘aquello’ exactamente? ¿Verdad o mentira?
La hora que marcaba el reloj –las nueve de la mañana– debía de ser
motivación suficiente para que él saliera arrastrándose de la cama. Aún en
bóxers, se tropezó en el baño, sin darse milagrosamente con nada en su estado
soñoliento. Mientras se cepillaba los dientes, se percató de una nota sobre la
encimera. Yo reconocí inmediatamente la escritura porque la veía todo el
tiempo en la librería.
‘Salí hoy temprano a hacer unas cuantas cosas que deberían estar para las seis.
Trae a Brandy, si puedes, para probarle esos zapatos.
Con amor, Maddie.’
Ver el nombre de Maddie me sacó dando tumbos del Reino de Fantasía de
Seth en el que había estado viviendo mientras él pasaba por sus rutinas
matutinas. Ampliando mi visión ahora, vi cambios en su baño… Cosas que no
habían estado allí cuando salíamos juntos. Otro cepillo de dientes, por decir
algo. Maquillaje en la esquina, una bata rosa en el perchero del cuarto de
baño… Oficialmente, Maddie aún estaba compartiendo piso con Doug, pero
todos nosotros sabíamos cuál era la verdad. Ese dolor que no me había
abandonado desde mi último sueño se apretó más fuerte en el interior de mi
pecho. Ella estaba allí por todas partes. Había dejado su huella en todos los
lugares, en todos los lugares de ese espacio que él y yo habíamos compartido
juntos una vez. Yo había sido sustituida.
Seth siguió con el resto de sus rutinas, incluyendo una ducha
sorprendentemente rápida. Era bien conocido que él permanecía allí dentro
eternamente mientras hubiera alguna trama argumental que trazar. Intenté con
mucho esfuerzo no centrarme en la imagen de él desnudo y mojado, en vez de
eso sopesé adónde iría hoy. Si fuera sólo a escribir en la librería, no se habría
movido con tanto dinamismo.
Seth encontró con facilidad unos bóxers y unos pantalones vaqueros
limpios, pero la parte más dura de su día vino a continuación: ¿Qué camiseta se
pondría? Cuando habíamos estado juntos, a mí me había encantado observar
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 157

aquello. Me quedaba en la cama –después de todo, nunca tenía prisas para


arreglarme– riéndome mientras él deliberaba y deliberaba junto a su enorme
colección de camisetas. Cada una tenía su propia percha, mostrando algún tipo
de motivo de la cultura retro o pop: Vanilla Ice, ALF, los cereales de Mr. T… Él
pasaba por todas ellas, estudiando cada una con cuidado mientras tocaba cada
manga con la mano.
Entonces, sus dedos rozaron de pronto una manga más larga que las
demás. Su armario no estaba lleno sólo de camisetas. Había unos cuanto
suéteres y jerséis arrinconados en los laterales. Había también una camisa de
franela; era en la que se había detenido y puesto su atención. Haciendo las otras
camisas a un lado, sacó la de franela de su percha y la sostuvo en alto, con
movimientos casi reverentes.
Incluso sin su forma física, tuve la sensación de que mi corazón se
paralizaba. Yo conocía aquella camisa. Era la que él me había dado para que yo
me pusiera hacía mucho tiempo atrás, la noche que yo me había quedado en su
casa por haber bebido demasiado. Yo conocí a su familia al día siguiente a eso,
apareciendo ridícula con la camisa de franela sobre mi vestido de fiesta de
tirantes. Incluso mientras salíamos, me había olvidado totalmente de aquella
camisa.
Él la sostenía allí entre sus manos, y la mirada en su rostro… Había tanto
allí, ni siquiera sabría por dónde empezar. Seth era muy bueno manteniendo su
expresión neutral y podía ser extremadamente poco hablador cuando así lo
decidía. Pero ahora, solo, estaba con la guardia baja. Había dolor en su rostro.
Dolor y pesar. Y cuando levantó la camisa y dejó descansar su cabeza en ella, vi
añoranza también. Toda la atmósfera se envolvió con una especie de
resignación e impotencia. Él inhaló profundamente y luego volvió a colgar la
camisa. Mientras lo hacía, capté un ligerísimo olorcillo a flores de nardo… Los
vestigios de mi perfume Michael Kors. Seth nunca se la había vuelto a poner o
la había lavado, me di cuenta con sorpresa. Él sólo la había atesorado como algo
preciado.
Después de eso, él simplemente agarró la primera camiseta con la que dio
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 158

sin ni siquiera mirarla. Era una de sus antiguas favoritas, que mostraba al
Demonio de Tasmania de los Looney Tunes. El humor de Seth había cambiado
considerablemente, bajando a algo un poco más serio y meditabundo que
cuando había salido de la ducha. Sin embargo, mis observaciones no podían
penetrar en su mente. Sólo podía juzgar por las señales exteriores.
Su motivo para levantarse resultó ser una salida a casa de su hermano.
Como siempre, la casa del mayor de los Mortensen era un caos, con adorables
niñitas rubias correteando por todas partes, y muchas de ellas gritando cuando
vieron a su tío favorito. Él apenas había dado un paso dentro de la casa cuando
Andrea, su cuñada, salió a saludarlo. Llevaba una chaqueta de pana con
vaqueros y camiseta, con su pelo rubio estirado y engominado hacia atrás en
una pulcra coleta. Ella dirigió a Seth una mirada sorprendida.
“¿No has traído tu portátil?” Andrea estaba tan alegre como siempre pero
parecía cansada.
Él hizo un gesto hacia donde sus sobrinas gemelas, McKenna y Morgan,
estaban jugando a tirar de la soga con un cable de lucecitas de Navidad. Era
extraño porque hacía ya un mes de Navidad y también porque las luces estaban
enchufadas, lo que a mí me pareció bastante riesgo de electrocutarse. Al parecer
Seth pensaba de igual manera, porque a toda prisa las interceptó y les quitó el
cable de las luces, entre grandes protestas.
“No creo que consiguiera escribir mucho con estas chicas,” le contestó él
secamente.
“Sí,” admitió ella. “Puedo darme cuenta”. Echó una ojeada a su reloj.
“Vale, tengo que irme. No sé cuánto llevará esto.”
“No hay problema,” dijo él. “Lo que necesites.”
Ella salió disparada por la puerta. Yo quería preguntar a dónde se iba ella,
pero no tenía sentido. Además, eso me recordó lo al margen que estaba yo
ahora del mundo de los Mortensen. Una vez había conocido cada detalle.
Kendall, de unos precoces nueve años, se acercó solemnemente a Seth.
“Tío Seth,” dijo, “¿jugarás conmigo a Prestar?”
Seth enarcó una ceja.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 159

“¿A Prestar? ¿Qué es eso?”


“Es donde yo soy corredora hipotecaria, y tú vienes a conseguir un
préstamo para una casa, pero no tienes el dinero para el primer pago”. Ella hizo
una pausa. “Tenemos que hacer como que estamos con el impuesto sobre la
renta para ti.”
“Fijar impuestos”, le corrigió él. “¿Y qué te parece ir a la librería en vez de
eso?”
Ella frunció el ceño.
“Quiero jugar a Prestar.”
“Allí tienen libros sobre patrimonio real”, le indicó él. “Creo que no
podemos jugar a Prestar sin formación alguna.”
“Está bien,” le concedió ella. “Podemos ir.”
Brandy entró en el salón justo en ese momento, con su hermana de cuatro
años en brazos. Kayla parecía que se hubiese despertado de un sueñecito y,
adormilada, apoyaba la cabeza contra el hombro de Brandy. Yo quería a todas
las niñas, pero algo en Kayla siempre me había conmovido totalmente.
“¿Ir a dónde?” preguntó Brandy, cambiando el peso de Kayla en sus
brazos. Aunque sostenía a su hermana con ternura, Brandy estaba rodeada por
una nube oscura.
“A Emerald City.”
Brandy suspiró.
“¿No pasas ya suficiente tiempo allí?”
“Maddie tiene unos cuantos pares de zapatos para el vestido y necesita
que vayas para probártelos.”
Brandy le dirigió una mirada que expresaba de modo exquisito todo lo
que sentía respecto a ese tema.
“No empieces,” le advirtió él, con un tono de regañina que yo ya le había
oído utilizar. Bienvenido a la adolescencia, Seth.
“¿Está trabajando Georgina?” inquirió ella.
Kendall levantó la mirada de donde había empezado a colorear, con un
lápiz de color naranja, en un pliegue de papel en blanco en el que se leía
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 160

‘IRS’* .51

“Sí, ¿podemos ver a Georgina?” intervino Kendall.


Seth parecía apesadumbrado.
“No sé si este allí o no.”
Yo tampoco lo sabía. No sabía si esto era verdad o un falso sueño. Se
sentía verdadero hasta el momento, pero no confiaba en los Oneroi. Al ser una
observadora, tenía que pensar que yo no estaba allí. Desde luego, no lo estaba si
esto era verdad. Me pregunté qué sucedió en la librería cuando yo de repente
dejé de aparecer.
“Yo puedo quedarme simplemente aquí mientras ustedes van”, dijo
Brandy. “A mamá no le importa si yo me quede sola.”
“Entonces no podrás probarte los zapatos. Lo que frustra el principal
propósito.”
Después de una ‘discusión’ cuidadosamente expresada, en la que Brandy
sugería que él simplemente le trajera los zapatos, ella finalmente accedió. Con la
pandilla al completo, tuvieron que tomar la furgoneta de los Mortensen, lo que
no parecía encantar demasiado a Seth. Pero no había otra manera de transportar
a cinco chicas, y además una de las cuales necesitaba una silla para niños
adaptada.
La cuadrilla llegó a Emerald City y Seth dejó a las cuatro más pequeñas en
la sección para niños, que era un país de las maravillas de los libros ilustrados,
los puzles y los animales de peluche. Janice estaba trabajando hoy en esa área y
le dijo que ella les echaría un ojo a las niñas. Seth también puso a Kendall a
cargo de sus hermanas, con el soborno de que le compraría algunos libros sobre
finanzas.
Eso les permitía a él y a Brandy ir a buscar a Maddie, que estaba
escondida en un despacho. El rostro de ella se iluminó cuando los vio, y
prácticamente voló desde su asiento para darle a él un rápido beso. Brandy
frunció el ceño, y una sensación atribulada ardió dentro de mí. El amor en el

51
*IRS, Internal Revenue Service, Hacienda Pública en los Estados Unidos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 161

rostro de Maddie era tan obvio… tan fuerte… que cualquiera podía verlo. Ella
no había hecho intento alguno por ocultarlo, ni siquiera en el trabajo. Yo odiaba
su relación, pero ¿cómo podía ofenderme por sus sentimientos? ¿Cómo podía
ofenderme que amara al hombre que lo significaba todo para mí?
“¿Cómo va el trabajo?” le preguntó él, sonriendo cariñosamente. ¿Así era
su modo de mostrar amor también? ¿Cómo había sido él a mi lado? Por alguna
razón, estaba segurísima de que él había sido diferente… ¿no? No podía
recordarlo.
Maddie hizo un gesto hacia el escritorio que ella compartía con Doug.
“Un poco loco. Pero aburrido de un modo extraño. Metida en papeleo
todo el día. Resúmenes de rendimiento”.
“Oye, que yo ando metido en papeleo todos los días.”
Ella puso los ojos en blanco.
“Qué chiste tan malo… Y no es lo mismo en absoluto.”
“Intenta meter algo de sexo y violencia en esos informes, y puede que se
nos haga más ameno.”
Yo estaba demasiado agitada por sus bromas para prestar atención al
hecho de que Maddie estaba haciendo mi trabajo. Brandy parecía igualmente
apesadumbrada por la conversación. Mientras Maddie y Seth hablaban, yo lo
estudié a él más de cerca, tratando de leer sus sentimientos. Sí, había cariño…
Sin embargo, me recordaba un poco a la cálida indulgencia que él mostraba con
sus sobrinas.
Al final, Maddie sacó la bolsa de una tienda llena de zapatos. El vestido de
Brandy estaba colgado en el despacho, y Maddie le ordenó a Seth que saliera
mientras su sobrina se cambiaba.
Justo antes de que lo echaran de allí, Maddie le comentó a Brandy:
“Me alegra que te quede tan bien este color. Decidí hacerlo todo en
morado por lo bien que le quedaba a Georgina. También encontré unas flores
increíbles que armonizan con todo ello.”
¡Oh, jodidamente fantástico! Yo había influido en la combinación de
colores para su boda.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 162

Seth se fue, y yo me fui con él. Se paseó por la librería, hojeando algunos
libros… una actividad de la que nunca se cansaba. Le saludaron varios
empleados cuando pasaron cerca de él.
Incluida yo.
Ver cómo los Oneroi ya me habían puesto en los sueños un par de veces,
no debería de haberme sorprendido. Excepto porque, siempre que era un
personaje en el teatro de aquellos sueños, había tenido conciencia de ello. Me
contemplaba y me sentía. Ahora, me veía a mí misma aproximándome a Seth
exactamente de la misma manera en la que había visto a Maddie y Brandy
dirigiéndose a él. Yo aún era objetiva, sin una conexión íntima. De nuevo, como
si viera una película. No lo entendía del todo, pero nada que hicieran los Oneroi
me impresionaba ya realmente.
“¡Hola!” dije yo (o ¿ella?), colocando un par de libros. Eran ejemplares de
‘La Letra Escarlata’, y los había puesto en nuevos lanzamientos.
“¡Hola!,” contestó Seth, con esa manera suya, combinación de timidez y
familiaridad. “¿Cómo va?”
“No va mal,” le dije. “Un día tranquilo. En su mayor parte ordenando
libros.”
“Tienes a Maddie haciendo revisión.”
“Sí, bueno, pensé que ella podía ocuparse de ello. Además, este vestido es
nuevo. Sería una pena mantenerlo oculto.”
Mi yo del sueño que observaba ya se había fijado en el vestido porque esa
era mi segunda naturaleza. Era un vestido estupendo pero no necesariamente
para llevar en el trabajo. Era un vestido de tubo de seda, que quedaba a la altura
del muslo, con tirantes que se anudaban alrededor del cuello y con un escote
redondeado que mostraba una considerable cantidad de busto. No había
sujetador allí por ningún sitio. Parecía que yo hubiese estado de bares en vez de
colocando libros. Al ver como toda esta visión no era un recuerdo mío, el
vestido sólo promovía el hecho de que aquello era una de las mentiras. No me
asustaba vestir provocativamente, pero hasta yo tenía límites en el trabajo.
Seth parecía sorprendido por el vestido pero no desagradecido.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 163

“Deberías estar de cara al público,” dijo él. “Sal ahí fuera con un libro, y
apuesto a que podrías colocárselo a cualquiera.”
“Este vestido podría no funcionar con todo el mundo,” señalé yo.
Él me dedicó una de esas pequeñas sonrisas suyas, y me pregunté si la
otra Georgina se estaba derritiendo como yo lo hacía.
“El vestido es sólo la mitad del asunto. Tú eres suficientemente
encantadora para persuadir a cualquiera de cualquier cosa.”
Le devolví la sonrisa, una que era a la vez alegre y astuta.
“¿De cualquier cosa?”
La insinuación no siguió adelante porque de repente Kayla se acercó
brincando y envolvió sus brazos alrededor de las piernas de Seth. Éste la cogió
en brazos y echó un vistazo a su alrededor.
“¿Qué pasó con Kendall? No hay libros de finanzas para las niñeras
malas.”
Mi alter ego echó un vistazo a las revistas.
“¿Es ella?” Yo sonaba dudosa, lo que era extraño porque, cuando Seth se
volvió para mirar, era perfectamente evidente que se trataba de Kendall. Estaba
leyendo Forbes*52

Seth suspiró y la llamó para que viniera. Ella se iluminó cuando me vio.
“¡Hola, Georgina! Estás tan guapa hoy…”
“Gracias,” le dije, sonriendo abiertamente.
“Se suponía que debías de estar a cargo”, se quejó Seth. “Ve por las
gemelas. Esperemos que no se hayan metido en mitad del tráfico.”
Kendall negó con la cabeza.
“Ellas están jugando con puzles.” Sin embargo, se marchó a la carrera.
Kayla estaba mirando con atención la librería a su alrededor de esa
manera distraída de los niños de su edad, observando a la gente y el paisaje.
Seth le dio un ligero golpecito con el codo.
“¿Qué pasa contigo? ¿No vas a decirle hola a Georgina?”

52
*Revista publicada en los Estados Unidos especializada en el mundo de los negocios y
las finanzas.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 164

Kayla miró en la dirección que él le indicaba, me examinó, y luego


continuó con su inspección de la librería. No era tanto como si ella me rehuyera
o me rechazara; era más como si no estuviera interesada. Para ella yo no
destacaba más que cualquier otro cliente o incluso una de las estanterías de
libros.
“Uno de sus cambios de humor,” dijo Seth, disculpándose.
Apareció Brandy, aún enfadada por lo de los zapatos, pero inmensamente
feliz de verme. El resto de las chicas fueron reunidas rápidamente y, después de
un poco más de charla, Seth y las sobrinas me dejaron con mi defectuosa
ordenación de las estanterías. Él continuó sosteniendo en los brazos a Kayla, y
ésta de repente se volvió hacia él muy seria.
“¿Cuándo vas a ver a Georgina?” le preguntó ella. Su voz era pequeña y
dulce. Ella rara vez hablaba, así que siempre me encantaba el sonido de su voz
cuando lo hacía.
Él frunció el ceño, intentando abrir la puerta de la furgoneta con una
mano.
“Acabamos de ver a Georgina”, le contestó. “Allí dentro.”
“No, no la vimos,” protestó Kayla.
“Sí que lo hicimos. Tú la ignoraste”, se rió él de ella. “Te dije que le dijeras
hola.”
“Esa no era Georgina. Tienes que encontrarla.”
“¿Qué has estado fumando?” le preguntó Brandy, haciéndose cargo de
abrochar a Kayla en su asiento de seguridad en el coche. “Esa era Georgina.”
Seth suspiró.
“Sé cuidadosa al elegir tus expresiones.”
El tema quedó en el abandono después de eso, pero, mientras conducían
de vuelta a casa de Terry y Andrea, me recorrió un escalofrío. Kayla lo sabía.
Kayla sabía que yo no estaba. Este debía de ser un sueño verdadero después de
todo. Habíamos sabido hacía poco que ella vivía apenas su despertar en los
poderes psíquicos y la habilidad de percibir algunas cosas en el plano
sobrenatural. Ella tuvo una sensación imprecisa de mi aura y se dio cuenta de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 165

que no era yo en la librería. Ese era el porqué de que hubiese estado tan
desinteresada. También era el motivo por el que yo no había sido allí dentro esa
Georgina. Aquella no era Georgina.
Entonces, ¿quién era?
Con una sensación de desazón, inmediatamente respondí a mi propia
pregunta. ¿Quién más tendría interés en tener mi apariencia y flirtear con Seth?
Simone. Simone estaba haciéndose pasar por mí en mi ausencia, estaba
segura de ello. ¡Hija de puta! No podía sentir su aura en esta forma del sueño,
ningún mortal podía, y punto. Excepto por Kayla. ¡Mierda! Esto no era
precisamente lo que necesitaba.

El resto del día de Seth fue tranquilo, aunque gracias a Dios él no volvió a
toparse ‘conmigo’ otra vez. Andrea regresó y fue entonces cuando supe que ella
había estado en la consulta del médico. Le dio las gracias a Seth por su ayuda,
pero a éste le llevó bastante tiempo marcharse debido a todas las despedidas de
las niñas pequeñas.
Finalmente, Seth regresó a su casa y pasó el día escribiendo, lo que fue
aburrido de observar para mí. No entendía por qué los Oneroi no me habían
sacado todavía de allí. Desde luego, había sido descorazonador ver que ningún
mortal sabía que yo me había ido, pero este sueño no había tenido los efectos
demoledores de los demás.
Cayó la noche y Maddie regresó a casa. Seth, absorto en su trabajo, se
quedó en su escritorio hasta que ella vino en su busca e hizo girar su silla. Se
subió a su regazo, envolviéndole con las piernas de un modo muy similar a
como yo solía hacer.
Él le sonrió, envolviéndola también con sus brazos y devolviéndole el beso
de saludo.
“¿Cómo ha ido tu papeleo?” le preguntó él.
Maddie le recorrió un lado de la cara con sus dedos, con aquel amor
manando de ella.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 166

“Sin descanso. Hoy Georgina me lo dejó todo a mí. No sé qué es lo que


está pasando.”
“Ella dijo que creía que tú podías ocuparte de ello.”
Maddie puso cara larga.
“Más bien parece que quisiera tomarse el día libre y pavonearse por ahí.
¿Viste ese vestido que llevaba? Me refiero a que, sí, puede permitirse llevar
cualquier cosa que quiera, pero eso no era realmente apropiado para ir a
trabajar.”
Él se echó a reír y tiró de ella acercándola más.
“Creo que Georgina piensa que su encanto e ingenio pueden permitirle
salirse con la suya en cualquier cosa que desee.”
“Sí, bueno, ella no es tan graciosa como siempre ha pensado que es,” se
quejó Maddie. “Y todo lo que ha hecho hoy se parecía a que estuviera
intentando ligar con tipos en la librería.”
“No sería la primera vez”, le dijo Seth, encogiéndose de hombros.
“¿Qué?”
“¿No lo sabes? Ella ha estado acostándose con Warren todo este tiempo.
Normalmente en su despacho.”
Yo no podía creerme lo que estaba oyendo. No sólo era que ellos dos se
burlaran de mí, Seth también le había hablado a Maddie de mis idas y venidas
con Warren, el dueño de la librería. Doug siempre había tenido sus sospechas,
pero aparte de Seth, nadie más sabía acerca de ello. Nunca hubiera esperado de
Seth que revelara ese secreto.
“No tenía ni idea,” dijo Maddie. “Y aun así… No sé. Tal vez lo sabía. Es
decir, todo lo que ella lleva puesto es como de putilla.”
“Ella se acuesta con muchos. Muy a menudo se va a casa con cualquiera.”
Él hizo una pausa. “Hasta lo intentó conmigo una vez.”
“¿De verdad?” Los ojos de Maddie se abrieron como platos. “¿Qué
hiciste?”
“Nada. No tengo interés en eso. No podría ser capaz de estar con alguien
tan fácil. Probablemente ella se esté acostando con todos mis amigos mientras
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 167

nosotros salimos”. Él rodeó el rostro de Maddie con las manos. “No es que eso
me importe. No tengo razón alguna para ir fijándome, no cuando tengo lo
mejor justo aquí.”
Él tiró de ella y se besaron de nuevo. Éste no era el beso de bienvenida de
antes. Fue profundo y apasionado, los dos tratando con avidez de conseguir
tanto del otro como pudieran. Las manos de él agarraron la parte de debajo de
su top sin mangas y se lo sacó por la cabeza, revelando un sujetador de satén
negro que estaba bastante segura que yo le había ayudado a elegir. Luego, sin
interrumpir nunca el beso, él paseó sus manos por su cintura mientras medio la
cargaba, medio la sacaba a trompicones del despacho y la llevaba al dormitorio.
Cayeron sobre colcha, con sus manos moviéndose por todas partes del cuerpo
del otro y con los besos desplegándose más allá de los labios.
No, pensé, poco segura de si los Oneroi podían oírme o no. No. No quiero
ver esto. Llévenme de vuelta. Llévenme de vuelta a la caja. Mándenme a otro sueño.
Pero si ellos estaban allí, no estaban escuchando. Yo no podía cerrar los
ojos. No podía apartar la mirada. No había manera de dejar de ver lo que estaba
viendo. Yo había experimentado muchas cosas desgarradoras en mi relación
con Seth, cosas que me habían herido con tanta desesperación que juro que
deseaba morir. Pero nada, nada podía haberme preparado para verle tener sexo
con otra mujer. Y no era sólo contemplar el acto en sí, la manera en la que sus
cuerpos desnudos se entrelazaban uno con el otro y los gritos de placer que
venían con la culminación del orgasmo.
Era la mirada en el rostro de él mientras lo hacían. Allí estaba. El amor que
había estado buscando anteriormente. Yo antes había pensado que él sólo la
contemplaba con un fuerte cariño, similar al amor cariñoso que él tenía por sus
sobrinas. No. Era pasión lo que veía yo ahora en su rostro, el tipo de amor que
arde tan profundamente que pone en conexión las almas de dos personas.
Él la estaba mirando de la manera en la que una vez me había mirado a
mí.
Jamás hubiera pensado que eso fuese posible. En algún momento, de
algún modo, yo me había estado convenciendo de que él la amaba de un modo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 168

diferente a mí. Quizás su amor era fuerte, pero yo había sentido la certeza de
que nunca podría igualarse a lo que él sintió por mí. Lo nuestro era diferente.
Aunque, viéndolos ahora, sentía que aquello no era verdad. Y cuando, al final,
él le dijo que ella era su mundo –al igual que una vez me había dicho a mí–
supe que yo no fui nada realmente especial. El amor que había sentido por mí
se había ido.
Y con el terrible y atroz dolor de aquel momento, ya no quise morir. No
tenía sentido porque tuve la certeza de que justo en ese momento yo había
muerto…, porque sin duda, sin ninguna duda, el Infierno no podía ser peor que
esto.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 169

Capítulo 14
Traducido por Carmen

Nunca estuve completamente segura de cuanto de ese sueño era verdad


o mentira. Que fuese una mezcla, estaba segura. No podría pensar en alguna
razón por la que el Oneroi me mostrase a Kayla notando mi ausencia cuando no
lo hizo ningún otro. Eso tuvo que ser verdadero. Aunque, también no podía
imaginar a Seth y a Maddie calumniándome tanto. Especialmente no le podría
imaginar quebrantando una confidencia. ¿Seguramente eso era una mentira…
cierto? Y por lo que respecta a lo demás de sueño... bueno eso no tenía
importancia.
El Oneroi no ofreció respuestas. Y como cada vez más los sueños me
llegaron, el destino que habían predicho comenzó a hacerse realidad: Ya no
podía decir lo que era real y cuál no. A menudo, intenté decirme que toda era
una mentira. Eso me costaba menos esfuerzo que estar viviendo con la duda.
No importaba que tan fuertemente lo intenté, no pude quitarme la sensación de
verdad que algunos tuvieron. Por lo que, siempre cuestionaba todo, y fue
creciendo hasta desquiciarme al cabo de un rato. Se agravaba por el hecho de
que los Oneroi siempre se alimentaban de esos sueños, en consecuencia
absorbía mi energía. Una succubus necesita que esa energía funcione. Me daba
la habilidad de moverme en el mundo, pensar claramente, moldear mis
cambios. Agotarme no me mataba – todavía era inmortal, después de todo –
pero esto me hizo inútil. No es que importara en mi prisión. Yo todavía tenía la
sensación de estar encerrada en una caja en la oscuridad, y la poca conciencia
de mi cuerpo humano había dejado de simplemente mostrarme dolor y
debilidad. Si me soltase, habría tenido problemas para caminar. También
probablemente estaría en mi forma verdadera.
Ya que en su mayor parte mi conciencia estaba suspendida ahora, los
aspectos físicos se volvieron irrelevantes. Mi mente se convirtió en mi
verdadera responsabilidad, cuando la falta de energía y la tortura de los sueños
comenzaron a desgarrarme. Era más coherente y analítica durante los sueños
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 170

mismos, pero cuando cesaron y las emociones me golpeaban, mi pensamiento


racional se fracturaba. Mis bromas con el Oneroi se convirtieron principalmente
en insultos ó en gritos. La mayor parte del tiempo no podía pensar en absoluto.
Yo era simplemente dolor y desesperación. Y furia. Parecía mentira, pero debajo
de la agonía que me sofocaba, una pequeña chispa de cólera a duras penas
lograba permanecer viva, alimentándola cada vez que veía a los Oneroi. Creo
que el aferrarme a la furia fue la única cosa que evitó que mi mente destrozada
cediera completamente a locura.
Perdí todo el sentido del tiempo, pero tenía más que ver con la
naturaleza extraña de esos sueños y no con mi cerebro. Yo en realidad pienso
que poco tiempo transcurría en la vida real porque cada vez que el Oneroi daba
un vislumbre de ella, ningún progreso parecía haber sido hecho en encontrarme
– algo con lo que yo creía los Oneroi esperaban quebrantarme aún más.
¿“Por qué sigues preguntándonos?”
La pregunta vino de Cody. Yo ahora observaba a Peter, a Hugh y a él
siendo interrogados por Jerome. Carter estaba sentado en una esquina lejana,
fumando a pesar de la norma de no – cigarrillos en el apartamento de Peter.
Roman también se encontraba allí, invisible en cuerpo y aura. Lo que quería
decir que no le debería de haber visto, pero algo – puede que porque él fuese mi
blanco en este sueño – me dejó saber que él estaba allí, a pesar de lo que mis
sentidos me dijeron. Mis amigos sabían de él. Por lo que no tenía necesidad de
ocultar su presencia, a menos de que Jerome temiese que pudiese haber ojos
demoníacos observando a Seattle– lo que no era tan ilógico. Mi desaparición
probablemente había aumentado las sospechas.
La pregunta de Cody había sido dirigida a Jerome, y nunca en mi vida
había visto tal furia en la cara del joven vampiro. Él era el más gentil de todos
nosotros, el más reciente en el círculo inmortal de Seattle. Él todavía saltaba
cuando Jerome decía salten y pasaba más tiempo observando y aprendiendo
que tomando un papel activo. Verlo así me conmocionó.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 171

¡“No sabemos nada!” Cody continuó. “Nuestros poderes están limitados.


Tu eres el que se supone es omnipotente y todopoderoso. ¿No controla el
Infierno la mitad de universo?”
“'Hay más cosas en cielo y la tierra, Horacio* , de lo que soñaste en tu53

filosofía”, citó a Carter solemnemente.


“Cállense, ustedes dos,” le contestó bruscamente Jerome. Él iluminó al
ángel. “Ya te he escuchado usar eso antes.”
Carter se encogió de hombros. “me has oído utilizarlos todos antes.
Muchas, muchas veces.” Jerome se giró hacia mis tres amigos. “Nada. ¿Ustedes
están absolutamente seguros de que no notaron nada sobre ella antes de que
esto ocurriera?”
“Estaba deprimida,” contestó Peter. “Siempre está deprimida,” añadió
Hugh. “No nos ha contado a ninguno sobre alguna cosa que estuviera
sintiendo”, Cody expresó con un gruñido. “Ella sólo habló con Roman.”
¿Por qué no se lo preguntas tú?”
“Lo haré,” dijo Jerome. Él dio un paso acercándose al joven vampiro e
inclinó su rostro hacia él. “Y cuida tu tono. Tienes suerte de que me sienta
bondadoso en este momento.”
“¿Qué está haciendo Mei?” Peter preguntó. Su tono fue correcto y
educado mientras le daba una mirada inquieta a Cody.
Media pregunta de Peter fue probablemente una táctica para salvar a su
protegido de ser lastimado en seguida.
Jerome suspiró y dio un paso atrás. “Interrogando a los otros. Buscando
cualquier pista – cualquier cosa – de alguno de nuestros inmortales que
pudieron haber sentido algo”. Hugh, quien estaba sentado sobre el sofá y
guardando la distancia de nuestro enojado jefe, se aclaró la voz nerviosamente.
“No deseo sacar esto a colación… pero, Te encuentras en libertad
condicional después de, um, haber sido invocado.” La ardiente mirada fija de

53
*Carter acaba de citar a Hamlet, Acto 1, escena 5, 159-167.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 172

Jerome cayó sobre el diablillo, quien se sobresaltó. “¿Crees que no lo sé? ¿Por
qué me da todo el mundo aquí información inútil?”
“Todo lo que digo,” aclaró Hugh, “Es que si alguien quiso aprovecharse
de la situación, haciéndote perder a uno de tus inmortales sería una buena
manera. Alguien que, digamos, tal vez busca una promoción en su trabajo.”
“Mei no podría hacer esto”, respondió Jerome, cayendo en cuenta. Él ya
había tenido a una demonio teniente que lo había traicionado una vez, así que
la hipótesis de Hugh no estaba tan desencaminada. “Ella no podría esconder a
Georgina en algo como esto… aun si ella trabajara con alguien que si pudiese,
ella encontraría una mejor forma para llegar a mí”. Hubo casi una nota de
orgullo en su voz.
¿“Qué hay sobre Simone?” demandó Cody. “Ella está ahí haciéndose
pasar por Georgina, ya sabes.” Ambos tanto Peter como Hugh lo miraron con
asombro.
“¿Ella esta qué?” Exclamó el diablillo.
La atención de sus amigos pareció poner nervioso a Cody más que la
furia de Jerome. “Sí, yo estaba, um, visitando a Gabrielle en la librería, y vi a
Simone. Ella tenía la forma de Georgina, pero pude sentir que era ella.”
¿“Viste a Gabrielle?” Carter preguntó con interés, como si mi
desaparición del universo ahora hubiese disminuido en comparación con el
romance de Cody.
Cody se sonrojó. “… teníamos una cita. Pero la cancelé cuando supe lo de
Georgina. No es la gran cosa.”
¿No es la gran cosa? Mi secuestro ahora arruinaba las oportunidades de
Cody con la mujer de sus sueños.
“Esta es más información inútil,” expresó Jerome con un gruñido. “Y, sí,
sé de Simone.”
“Tal vez deberías hablar con Ella” dijo Cody.
“Ella no lo hizo,” le respondió Jerome. La forma en la que habló quiso
decir que era caso cerrado.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 173

Peter todavía pisaba cautelosamente alrededor de Jerome. “Si tu dices


que ella no lo hizo… entonces no lo hizo. ¿Pero por qué personifica a Georgina
si es inocente en todo esto?”
“Tiene sus razones,” dijo Jerome vagamente.
Cody se indignó. “¡Y solo la dejaras hacerlo! ¿No te da vergüenza?”
¡“Porque no me importa!” Jerome expresó a gritos. Una ola de poder
salió en una llamarada lejos de él como una onda de choque. Todo el mundo
excepto Carter fue lanzado hacia atrás por eso. La porcelana china en el
gabinete de Peter se sacudió ruidosamente. “No me importa lo que otra
succubus hace. No me importan los amigos humanos de Georgina o lo que
piensan. Pero sobre todo, ustedes deberían estar agradecidos. El acto de Simone
evita que los demás noten lo sucedido.”
Ninguno de mis amigos tuvo nada que decir a eso. Con un gruñido
exagerado, Jerome se dirigió hacia la puerta. “He tenido suficiente de esto.
Necesito respuestas concretas.”
Él salió violentamente al vestíbulo, dejando la puerta abierta.
Probablemente, lo hizo como un acto de desafío enojado, pero supe que fue
para que Roman pudiese seguirlo. Normalmente, el demonio simplemente se
hubiera tele transportado, pero no importa la razón, padre e hijo investigaban
hoy juntos. Una vez solos en el hueco de la escalera, Jerome masculló,
“Sujétate.”
Roman debió hacerlo ya que Jerome desapareció. Reapareció – y yo junto
con él – en un nuevo escenario: La tienda de Erik. Era de tarde, y Erik había
cerrado por la noche. Las fuentes estaban apagadas. La música había dejado de
tocar. Sin embargo, cerca de la trastienda, algunas notas tarareadas aun podían
oírse. Se marcharon casi inmediatamente, y el ruido de pasos sonaba como si
alguien se aproximara.
Jerome se quedó quieto dónde estaba, sin dignarse a moverse. Supo que
su presencia habría sido sentida de forma inmediata. Supo que Erik lo
localizaría.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 174

Y bastante seguro, camino con un paso inseguro por haber estado


enfermo recientemente, Erik se dirigió al frente de la tienda. Irradiaba cautela
mientras se movía. Para mí, él siempre tenía una sonrisa amigable y una taza de
té. Aun Carter, el más poderoso inmortal en Seattle, se ganaría una sonrisa
respetuosa. Pero Erik estuva en guardia ahora – lo que realmente no fue tan
extraño, considerando quién estaba en su tienda.
Erik se detuvo a algunos pasos de Jerome y se irguió hasta alcanzar su
estatura completa. Le dio a Jerome una mínima inclinación de cabeza como
saludo.
“Sr. Hanan'el”, dijo Erik. “Una visita inesperada.”
Jerome acababa de sacar un cigarrillo de su abrigo, cayendo de sus
dedos. La mirada que él le dio Erik fue cien veces más aterradora que cualquier
otra cosa que hubiese alguna vez visto. Esperé otra llamarada de poder, una
que haría volar por completo el edificio.
“No lo hagas,” exclamó Jerome, “Nunca dejes que alguna vez ese
nombre cruce tus labios otra vez, o te los arrancaré.” Su voz fue baja y pareja, a
pesar de la furia y el poder que refrenaba.
Si yo hubiese estado allí, habría quedado sin aliento. El verdadero
nombre de Jerome. Erik sabía el verdadero nombre de Jerome. Usé nombres
falsos para armonizar y olvidar mi identidad. Pero para los ángeles y demonios,
los nombres eran poder. En las manos correctas, un nombre podría usarse para
convocar o controlar a un inmortal mayor. De hecho, para que Dante hubiera
podido convocar a Jerome en primavera, Grace debió haberle revelado ese
nombre.
Erik no se acobardó ante Jerome al ser tratado de ese modo. “Asumo,”
expresó Erik, “Que ustedes buscan algo.”
“Sí,” respondió Jerome, imitando ligeramente el tono de voz de Erik.
“'Busco a mi succubus.”
Las cejas de Erik se elevaron ligeramente. “¿La señorita Kincaid?”
¡“Por supuesto! ¿Quién más?” Jerome técnicamente tuvo a otra succubus,
Tawny. Pero tal vez él no la buscaría si desapareciese. Sacó otro cigarrillo y lo
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 175

prendio sin un encendedor. “¿Sabes dónde está? Y no me mientas. Si la


mantienes alejada de mí, te desgarraré, dejando tu lengua para el final.”
“Desgarrar partes del cuerpo humano parece ser el tema de esta noche,”
le contestó Erik, juntando sus manos en su espalda. “Pero no, no sé donde se
encuentra la señorita Kincaid. No sabía que estaba desaparecida.”
Jerome dio un paso hacia adelante, sus ojos entornados. “Te lo dije, no
me mientas.”
“No tengo razón para mentir. Me agrada la señorita Kincaid. Nunca le
desearía un mal. Si la puedo ayudar, lo haré.” La expresión de Erik fue
cuidadosa. Era a mí a quien ofrecía ayuda – no a Jerome.
“Ella te habló sobre alguna fuerza – alguna 'canción de sirena' que
continuó sonando para ella,” le preguntó Jerome. Le dio un informe conciso de
lo que Roman había observado cuándo desaparecí. “¿Qué sabes sobre esta cosa?
¿Qué clase de criatura es esa? Esta se alimentaba de su depresión?.”
Desde el momento en que este sueño había empezado, Jerome había
mostrado nada menos que furia y terror. Pero… mientras lanzaba sus
preguntas, fue casi como si él divagara. Había desesperación debajo de toda esa
cólera. Desesperación y frustración porque él estaba en una situación sin
respuestas y se sentía impotente. A los demonios, por regla general, no les gusta
sentirse impotentes. Buscar la ayuda de un humano – un humano que conocía
su nombre, nada menos – ha debido haber sido angustiosamente doloroso para
mi jefe.
Erik, elegante como siempre, permaneció calmado y formal. “Hay
criaturas que lo hacen, sí, pero no creo que fuese uno de esos. Creo que escogió
esos momentos porque ella fue más débil. Fue simplemente un aliciente –
probablemente no por la criatura o responsable por si misma.”
¿“Entonces qué criatura es?” Erik extendió sus manos ampliamente.
“Podría ser cualquier número de cosas.”
“Jodido Dios, maldita sea”, soltó Jerome, dejando caer su cigarrillo en el
piso de Erik y pisoteándolo fuertemente.
“¿Ya no están conectados con ella?”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 176

“Correcto.”
“¿No tienen conciencia de ella – uno de su clase no la está
enmascarando?”
“Correcto.”
“¿Y saben que ella no está muerta?”
“Correcto”, Los ojos café de Erik fueron prudentes.
“Entonces la criatura esta probable fuera de su alcance”.
“Por qué,” Jerome preguntó cansadamente, ¿“Todos se mantienen
diciéndome cosas que ya sé?” La pregunta pudo haber sido dirigida a Erik,
Roman, o al aire. El demonio sacó otro cigarrillo.
“Necesitan descubrir quien la tomaría y por qué. Ella tiene enemigos.
Nyx no estuvo contenta por como se resolvió su última visita.”
“Nyx esta prisionera”. Jerome habló como si lo hubiese declarada cientos
de veces. Estaba segura de que le había hecho todas esas preguntas sobre mí
cien veces también. “Su invocador, el señor Moriarty, no estaba demasiado
contento con ella tampoco”. Aunque Erik era un profesional, sus labios se
torcieron muy ligeramente, como si hubiera saboreado algo amargo.
Independientemente de sus sentimientos hacia el demonio, ambos Erik y
Jerome compartían un odio mutuo hacia Dante. Esto le dio la pausa a Jerome.
“Dudo que ésta fuese magia humana, aunque supongo que él pudo haber
tenido ayuda –ha buscado aliados antes. Lo investigaré”. Él dejó caer este
nuevo cigarrillo y lo pisó también. “De todos modos, todavía no puedo creer
que no sienta a Georgina en el mundo.”
“Tal vez no está en este mundo”.
Las palabras de Erik quedaron colgadas entre ellos por varios segundos.
“No”, exclamó Jerome al fin. “Muchos tienen interés en ella – pero
ninguno haría eso”.
Vi en la cara de Erik que las palabras ‘Muchos tienen interés en Ella’,
había atrapado su atención. Él permaneció silencioso sin embargo, y esperó la
siguiente declaración de Jerome. La cuál no era tan profunda.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 177

“Es hora de irse,” dijo el demonio, probablemente para que Roman


pudiera asirse otra vez.
Jerome se tele transportó, adonde quiera él tuviera que ir.
¿Y yo? Yo regresé a mi prisión.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 178

CAPÍTULO 15
Traducido por Dana

Era 1942, y estaba en Francia.


No quería estar en Francia. No había querido estar ahí por los últimos
cincuenta años, sin embargo, Bastien me seguía diciéndome que me quedara.
También estaba el pequeño hecho de que nuestro supervisor archidemonio no
quería que nos marcháramos. A él le gustaba el modo en el que trabajábamos
juntos. Los equipos incubus-succubus eran a veces acertados o errados, pero
nosotros éramos excepcionales, y nuestros superiores habían tomado nota. Era
bueno para nuestras carreras infernales, pero no para mi moral.
Bastien no vio cual era mi problema. “El infierno ni siquiera nos necesita
aquí”, me dijo un día, después que me había quejado como por milésima vez.
“Piensa que es como vacacionar. Hordas de almas estás siendo condenas cada
día aquí”.
Caminé hacia la ventana de nuestra tienda y eché un vistazo a la
concurrida calle, presionando mis manos contra el vidrio. Ciclistas y peatones
en movimiento, todos necesitando llegar a alguna parte y rápido. Pudo haber
sido un fin de semana común en París, pero este no era un día común. Nada
había sido común desde que los alemanes ocuparon Francia, y los soldados se
dispersaban en la calle destacándose como velas en la noche.
Mala comparación, pensé. Velas implicaban una especie de esperanza o
luz. Y mientras a París le iba mucho mejor que la mayoría de las personas bajo
la regla Nazi, algo en la ciudad había cambiado. La energía, el espíritu… como
sea como quieras llamarlo, tenía una mancha para mí. Bastien decía que estaba
loca. La mayoría de las personas seguían viviendo sus vidas normales. La
escasez de comida aquí no era tan mala como en otros lugares. Y después de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 179

cambiar de forma en el mejor ejemplo de una Raza Aria* con cabello rubio y54

ojos azules, éramos más o menos dejados en paz.


Bastien seguía quejándose por mi humor desanimado mientras reubicaba
y enderezaba vitrinas de sombreros en mi periferia. Él había escogido un
sombrerero como profesión para su identidad, una que funcionaba bien para
conocer a las adineradas mujeres Parisinas. Yo jugaba el rol de su hermana –
mientras también hacía a menudo en otros escenarios - ayudando con la tienda
y manteniendo la casa por él. Era mejor que salones de baile o burdeles, las
cuales habían sido nuestras ocupaciones anteriores en Francia.
“Qué hay de tu amigo?”, me preguntó Bastien furtivamente. “El Joven
Monsieur Luc?”.
Al mencionar a Luc, detuve mi evaluación desalentada del mundo
exterior a la tienda de sombreros. Si iba a hablar sobre velas en la noche,
entonces Luc era la mía. Una real. Él era un humano que había conocido
recientemente, trabajando con su padre – un creador de violines. Su oficio había
sufrido incluso más que el nuestro, mientras el mercado de artículos de lujo se
marchitaba en estos tiempos difíciles.
Pero Luc nunca pareció dejar que sus males financieros lo afectaran.
Cada vez que lo veía, siempre estaba alegre, siempre lleno de esperanza. El
peso de tantos siglos de pecado y oscuridad estaban comenzando a pasarme la
cuenta, y estar en París solo lo empeoraba. Aún así, Luc era una maravilla para
mí. Ser capaz de mirar al mundo con tal optimismo, con tal convicción que bien
prevalecería… bueno, era un concepto extraño. Uno que me intrigaba. No podía
alejarme de él.
“Luc es diferente”, admití, finalmente volteándome de la ventana. “No es
parte de esto”.
Bastien resopló y se apoyó en la pared. “Todos son parte de esto, Fleur”.

54
*Raza Aria, El término raza aria es un concepto cuya aceptación alcanzó su auge en el
siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Donde el ideal físico es ser rubio, ojos azules,
tez blanca y rasgos proporcionados ¬¬…
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 180

Fleur era su antiguo apodo para mí a través de los años, sin importar la
identidad que asumiera. “Supongo que no te has acostado con él todavía?”
Mi respuesta fue voltearme nuevamente y permanecer en silencio. No,
no me había acostado con Luc. Aunque, quería hacerlo. Quería hacerlo con los
instintos de una mujer que se había enamorado de un hombre, como también
por las ansias de una succubus de consumir la energía y probar el alma de
alguien tan bueno. Nunca antes había dudado. Este era el tipo de cosa que
siempre había buscado. Igualaba mi trabajo. Pero algo en mi interior estaba
cambiando. Quizás eran estos tiempos deprimentes, pero siempre que miraba a
Luc y veía esa pureza irradiando de él – y su extenso amor y confianza en mí –
simplemente no podía hacerlo.
“Él va a venir esta noche,” dije al final, esquivando la pregunta. “Vamos
a pasear”.
“Oh”, dijo Bastien. “Ya veo. Una caminata. Eso seguro impresiona a
Theodosia”. Theodosia era nuestro archidemonio.
Retrocedí bruscamente, mirando a Bastien. “¡No es asunto de nadie lo
que yo haga!”, exclamé. “Por otro lado, si esta es la ‘vacación’ que alegas que es,
no debería necesitar conseguir un alma buena.”
“Las almas están cayendo a diestra y siniestra aquí,” concedió él. “Pero
aún tienes que entregar alguna de vez en cuando. No puedes pasar el resto de
tu existencia solo yendo tras las malas.”
No le hablé por el resto del día, y afortunadamente, el negocio repuntó
un poco en la tarde. Nos mantuvo a ambos ocupados, aunque contaba los
minutos hasta que Luc se apareció esa noche. Él saludó cortésmente a mi
“hermano”, y luego salimos a empujones de ahí, así no tendría que ver la
mirada conocida en los ojos de Bastien.
Luc también podía pasar por mi hermano también con ese cabello
dorado. Él siempre sonreía cuando me miraba, haciendo pequeñas arrugas
alrededor de sus ojos azules que fantasiosamente comparaba con zafiros. Él
sostuvo mi brazo mientras pasábamos entre la multitud nocturna, llena de
aquellos que iban a casa después del trabajo o posiblemente buscando
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 181

entretenimiento nocturno. Dijo que me veía hermosa, y charlamos de cosas


inconsecuentes: el clima, chismes del vecindario, asuntos cotidianos…
Terminamos en un pequeño parque urbano que era un lugar popular
para otros buscando paseos nocturnos antes del toque de queda. Encontramos
un área relativamente aislada entre algunos árboles y nos ubicamos sobre el
césped. Luc había estado cargando todo el tiempo con una cesta y reveló su
contenido: pasteles y una botella de vino. Él no tenía dinero extra para
desperdiciarlo en ese tipo de cosas, pero lo sabía mejor como para protestar. Ya
estaba hecho. Lo que sea que él había sacrificado en retribución valdría la pena,
hasta donde a él le preocupaba.
También me tenía otra sorpresa: un libro. Él y yo siempre estábamos
intercambiando novelas, y mientras me acostaba en el césped, examinando las
páginas, una extraña y cálida paz floreció dentro de mí.
“La próxima vez deberías traer tu violín”, dije, bajando el libro. “Quiero
escucharte tocándolo otra vez”.
Él se estiró a mi lado, sus manos encontrando las mías. Entrelazamos
nuestros dedos y observamos el cielo púrpura. “No aquí”, dijo. “No quiero
hacer un concierto público”.
“Los conquistarías a todos”, dije. “Toda la ciudad se alinearía y bailaría a
tus órdenes, tal como el Flautista de Hamelin* .”55

Él se rió, el sonido fue tan dorado como su cabello o incluso el mismo sol.
“Y entonces qué haría con ellos?”
“Alinearlos y enviarlos lejos así podríamos estar solos.”
“Estamos solos”, dijo, riéndose nuevamente. “Algo así.”
Rodé de lado y me incliné hacia él. Sombras desde los árboles

55
*Flautista de Hamelin, es un cuento y fabula que habla de cómo un desconocido
ofreció sus servicios para liberar un pueblo de ratas, cuando regreso por el pago
prometido los aldeanos se negaron, provocando su venganza, al tiempo de esto el
flautista regreso pero ahora encantando a todos los niños del pueblo y encerrándolos
en una cueva de donde nunca se les volvió a ver…
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 182

circundantes nos encerraban. “Lo suficientemente solos”.


Hundí mis labios y lo besé, sorprendiéndonos a ambos. No había
pretendido hacerlo. Nunca antes nos habíamos besado. Me alejé de él, ganando
todos esos regaños de Bastien. Jamás tomaría la energía de Luc y acortaría su
vida. Aún, algo vino a mí luego. Pudo haber sido mi humor gris o los
sentimientos dentro de mí que eran inquietantementes como amor. Lo que sea
que fuera, ser una succubus no importó entonces.
Bueno, no hasta que su energía comenzó a fluir dentro de mí. Nuestro
beso se volvió más intenso, nuestros labios llenos de exigencia. Su alma brillaba
tan fuertemente que incluso un beso fue suficiente para probar su energía. Era
gloriosa. Todo mi cuerpo se emocionaba ante eso y su toque.
Él envolvió su brazo en mi cintura, y sin pensarlo, comencé a
desabotonar su camisa. Él me volteó así yo era la que ahora estaba apoyada en
mi espalda y bajaba su boca a mi cuello. Las faldas de largo a la rodilla de esa
época le daban un fácil acceso para mover su mano en mi pierna, y me acerqué
más a él, jalando sus ropas mientras sus labios hambrientos se movían más y
más abajo. Todo el tiempo, esa hermosa vida llenándome. Ahogándome en
ella.
Cuando sus labios alcanzaron el lugar entre mis pechos, algo pareció
sacudirlo a la realidad. Se elevó hacia mí, corriendo su mano por mi cabello
mientras miraba a mis ojos.
“Oh Dios”, dijo él. “No podemos hacer esto. No ahora”. El mantra de
moral de hombre por todas partes.
“Si podemos”, dije, sorprendida ante la súplica en mi propia voz. Era el
afecto que sentía por él lo que estaba hablando, no cualquier agenda del
infierno. Quería –necesitaba– tenerlo cerca de mí.
Él suspiró. “Suzette, Suzette. Quiero. Pero quiero que nos casemos. No
puedo hacer esto – no puedo hacerte esto – a menos que sepa que serás mi
esposa. De otro modo no es correcto”.
Lo miré fijamente, insegura de interferir con mi deseo. “Estás… estás
proponiéndomelo?”.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 183

Luc pensó en ello por un momento y luego sonrió nuevamente, dándome


otra de esas radiantes sonrisas que nunca fallaban en hacer acelerar mi corazón.
“Si. Supongo que sí. Tendremos que esperar un poco – esperar hasta que tenga
más dinero. Pero cuando la guerra termine, las cosas mejorarán”.
Esta guerra jamás va a terminar, pensó una parte sombría de mí. Pero
ahora, ese no era el problema real. Era él queriendo casarse conmigo. Era
imposible, por supuesto. Teóricamente podía cambiar de forma así envejecería
con él, además de conseguir todo el tiempo sexo succubus. Algunos Succubus
hacían eso, teniendo incontables esposos durante los siglos. La mayoría ni
siquiera se quedaba. Solo desaparecían. Sus votos no significaban nada.
Mirándolo ahora, al ardiente amor en sus ojos, sentí mi corazón
partiéndose en dos. Si decía que si, él me rodearía nuevamente y me haría el
amor. Si decía que no, no lo haría – no por despecho, sino por lo que era
honroso. Esto podía ser tan fácil. Decir que sí. Prometerle que me casaría con él
y tomarlo ahora. Podía llenar mi añorado corazón, mi anhelado cuerpo, y
mantener mi buena posición con el infierno. Podía marcharme después de que
nos casemos. O, más fácil aún, romper el compromiso.
Todo lo que tenía que darle era un deshonesto “si”. Tener sexo con él no
era correcto sin eso. Realmente, era una maravilla que no haya insistido en
esperar hasta el matrimonio. El compromiso era aparentemente suficiente. Él
creía en mí. Creía que era una persona buena y honesta. Si decía que lo amaba y
sería suya para siempre, entonces él aceptaría eso. Solo di que sí.
Pero las palabras se atascaron en mi garganta, no podía mentirle. No
podía dejarle que supiera cuan vil era realmente. Y era su anhelada energía de
vida la que ardía dentro de mí, me di cuenta que no podía robar más de él. La
culpa de lo que ya había hecho me golpeaba duro. Solo había sido la probada
más mínima, pero había recortado tiempo de su vida. Y si me retractaba del
matrimonio después de haber tenido sexo, él pensaría que lo que hicimos estaba
mal. Un pecado. Una marca negra en su alma.
Me deslicé fuera de él y me senté. “No”, dije. “No puedo casarme
contigo.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 184

Su rostro feliz se mantuvo igual. “No tiene que ser ahora. Y ni siquiera
tiene que ser… por esto”. Él hizo señas donde había estado tendida en el
césped. “Como dije, de todos modos no podemos casarnos por un tiempo.”
“No”, repetí, mi corazón hundiéndose. “No puedo… no puedo casarme
contigo. Jamás”. No puedo hacerte daño. Me importas demasiado. No puedo tomar tu
luz del mundo.
Él debió haber visto algo en mi rostro, algo que resaltó la verdad de mis
palabras. Esa sonrisa se desvaneció. El sol desapareció detrás de las nubes. Mi
corazón se rompió. Apresuradamente me puse de pie, de pronto incapaz de
mirarlo. Qué pasaba conmigo? No lo sabía. Todo lo que sabía era que no podía
quedarme ahí. No podía quedarme ahí y verlo dolido. Si lo hacía, comenzaría a
sollozar. Como era, pude sentir lágrimas comenzando a arder en mis ojos.
“Suzette, espera!”
Me marché apresurada pero pronto lo escuché viniendo tras de mí.
Incluso después de mi rechazo, él no sonaba enojado. Él estaba preocupado,
preocupado por mí. Odiaba eso mucho más. Deseaba que tuviese rabia. Pero,
no, incluso algo como esto… lo heriría, aún asi respetaría mi decisión y a mí.
Lo cual era por lo qué tenía que alejarme de él. No solo ahora, sino
siempre. Ahora supe que no podía estar alrededor de alguien que me
importaba. No podía soportar la idea de causar dolor a quien quería. No podía
soportar la idea de condenar un alma buena. En alguna parte, de alguna forma,
después de siglos de dañar sin preocupación a otros, me había salido
terriblemente fuera de lugar como una succubus. Cómo? Cuando? Con
Niccoló? Era solo la suma gradual de todas las vidas y almas que había dañado
finalmente pasándome cuenta?
Me dirigía de regreso a la tienda de sombreros. Bastien y yo vivíamos
arriba. Aún podía oír a Luc siguiéndome, gritándome que todo estaba bien.
Sabía que si lograba llegar dentro, él no irrumpiría tras de mí. Probablemente él
habría golpeado cortésmente la puerta pero se iría si Bastien se lo dijera.
Tomé un atajo, cortando detrás de algunos edificios fuera de la calle
principal. Conocía bien el camino, pero ahora estaba oscuro, limitando mi
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 185

visión lo suficiente como para no ver el soldado hasta que corrí directo a él. Él
estaba de pie tan firme y sólido que fue como si accidentalmente hubiese
chocado en una de las paredes del edificio. Me levanté, y él me agarró del
hombro.
“Tranquila ahí”, dijo él. Su francés tenía un pesado acento alemán pero
pronunciaba bien. “Te harás daño”.
Él era un hombre gigante, joven y no poco atractivo. No podía notarlo
completamente en la luz tenue, pero su uniforme me hizo pensar que era un
oficial de algún tipo. Él me sonreía y no dejó ir mi hombro.
“Gracias”, dije recatadamente. Intenté retroceder con gracia, pero su
agarre era fuerte.
“No deberías estar aquí afuera”, añadió. “Es peligroso. Especialmente
con el toque de queda aproximándose”. El toque de queda no estaba nada
cerca, a pesar del cielo oscuro. Él me examinó mientras hablaba. Mi falda había
vuelto a su lugar mientras corría, pero varios botones de mi blusa se habían
desabrochado con Luc y no habían sido arreglados. Proporcionaba una ventaja
bastante buena de mi sujetador y escote.
“Mi casa está por ahí”, dije. “Yo solo – me iré ahora.”
La mano sobre mi hombro se quedó agarrada donde estaba, pero su otra
mano se deslizó por la abertura de mi blusa y estaba examinando la forma de
mi pecho. Genial. Después de todas las revelaciones profundas y traumáticas
que había tenido sobre maldecir de mi vida como una succubus, la última cosa
que necesitaba era un nazi toqueteándome.
Tacha eso. Había algo peor.
“Déjala ir”.
La voz de Luc resonó detrás de mí, e hice una mueca. Había esperado
haberlo perdido en la persecución, pero si me había visto seguir en esta
dirección, pudo haber hecho una buena suposición sobre cual camino iba a
tomar a casa.
“Vete”, dijo el oficial. “Esto no tiene que ver contigo.”
Los puños de Luc estaban cerrados. “Déjala ir”, repitió. “No te lo diré de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 186

nuevo.”
El oficial se rió, pero fue un sonido discordante y terrible. “No me lo
dirás de nuevo.”
Hice mi mejor esfuerzo para mirar a Luc mientras aún estaba en ese
fuerte agarre. “Vete”, le dije. “Todo estará bien. Estaré bien.”
“Chica lista”, dijo el alemán.
Luc arremetió contra él, y fui empujada del camino mientras los dos
hombres forcejeaban. Miré con horror. Todo sucedió tan rápido que mi cerebro
apenas tuvo tiempo de siquiera registrar lo que estaba viendo. Luc era fuerte y
rápido, pero el otro tipo era enorme – y tenía un cuchillo. Lo vi destellando
brevemente en lo que la luz se alejaba, y luego el cuerpo de Luc se puso rígido.
El oficial retrocedió, tirando la cuchilla fuera de estómago de Luc mientras lo
hacía.
Chillé e intenté correr hacia él, pero el brazo del nazi me detuvo,
agarrándome una vez más. Las manos de Luc se aferraron en su estómago
mientras la sangre fluía de ahí. Él miró abajo con incredulidad, como si
estuviera esperando por un remate de un chiste, y luego colapsó en el suelo.
Intenté nuevamente liberarme de mi captor pero no podía. Los ojos de Luc me
miraban fijamente, aunque sus labios no podían formar ninguna palabra
mientras yacía ahí en esa terrible agonía, la vida saliéndose de su cuerpo.
“Allí”, dijo el oficial alemán, empujándome y dejándome nuevamente
presionada contra su pecho. Su cuchillo había desaparecido de donde sea que
haya venido, y la mano que lo había sostenido - la mano que había apuñalado a
Luc - estaba bajo mi blusa nuevamente. “Ahora no hay más distracciones.”
Escuché a Luc hacer un sonido estrangulado mientras el oficial abría el
último de mis botones. Suficiente de mi horror entumecido hizo que no
recordara que podía contraatacar. Podía cambiar de forma para duplicar el
tamaño de este tipo y – Bam. La cabeza del nazi tambaleaba mientras algo le
golpeaba por detrás. Su agarre se soltó, y cayó al suelo inconsciente. Bastien
estaba detrás de él sosteniendo un bloque de sombrero: un objeto pesado de
madera redondeado usado para hacer sombreros.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 187

“Hubiera reconocido tu grito en cualquier parte”, dijo él.


No tenía tiempo para sus bromas o para darle las gracias. Caí de rodillas
al lado de Luc y me saqué la chaqueta, intentando frenéticamente detener el
sangrado. Él aún estaba consciente, y sus ojos estaban en mi rostro, aún lleno de
esperanza y amor que era tan característico de él. Bastien se arrodilló a mi lado,
con el rostro tranquilo.
“Ninguna medicina humana puede arreglar esto, Fleur”, dijo
tranquilamente.
“Lo sé”. Lo supe tan pronto vi caer a Luc. Esa fue la razón por la cual no
envié a Bastien por ayuda. “Oh Dios. Esto no puede estar ocurriendo”.
“Está… bien”. Las palabras de Luc eran apenas audibles, y tenía el
presentimiento que estaba ahogándose con sangre. “Estás a salvo… eso es todo
lo que importa…” tosió de nuevo, y esta vez vi la sangre cerca de sus labios.
“No, no,” dije. “No valía la pena. No valía la pena. Nada de esto debió
ocurrir!”
Era mi culpa. Todo mi culpa. Luc había venido a salvarme del alemán.
Yo había corrido al alemán porque huía de Luc. Y huía de Luc porque de
pronto había cogido una onda de moral y me rehusaba a tener sexo con él. Si
solo me hubiese entregado… si solo hubiese dicho que me casaría con él y
tomarlo como una succubus lo haría, esto jamás habría sucedido. Habríamos
estado tendidos en el césped ahora mismo, desnudos en los brazos del otro. En
lugar de él muriendo en este callejón por mi culpa, por mi debilidad. Era una
succubus que intentaba actuar como humano – e hice un trabajo de mierda en
ambos.
Luc ahora estaba más lejos del habla. Todo lo decía con sus ojos mientras
me miraba, como si fuera algún ángel enviado para llevarlo a casa. Bastien me
golpeó con el codo.
“Fleur, él va a estar vivo un rato más. Sabes cuánto tardan las heridas
estomacales. Es una agonía.”
“Lo sé”, gruñí, cortando un sollozo. “No necesitas decírmelo.”
La voz de Bastien se volvió seria. “Puedes detenerlo. Cesar su
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sufrimiento”.
Miré a Bastien incrédulamente. “Qué esperas que haga? Ir por el cuchillo
y acabarlo?”.
Él negó con su cabeza. “Solo le queda un poco de vida, Fleur. Solo un
poco. No necesitas hacer mucho.”
No lo comprendí inmediatamente. Cuando lo hice, sentí mis ojos
ensancharse. “No… no puedo…”
“Él va a morir de todos modos”, dijo Bastien. “Puedes hacerlo más
rápido… más dulce…”
Aún estaba negando con mi cabeza, pero las palabras de Bastien me
habían llegado. Tenía razón. Tenía razón, y lo odiaba porque tenía razón.
Volteándome de Bastien, miré a Luc, cuya frente había estado acariciando con
mi mano. Su mirada aún era hacia arriba, hacia mí. Una gota de agua cayó
sobre su mejilla, y me di cuenta que era una de mis lágrimas.
“Adiós Luc”, dije suavemente. Parecía como si debiera decirle un millón
de otras cosas, pero no podía formar las palabras. Así que en lugar de eso, me
incliné y llevé mis labios a los de él. Los presioné, haciendo contacto completo,
aunque no tenía nada de la pasión animal de antes. Este era más suave. El
susurro de un beso.
Pero como había dicho Bastien, no tomaría mucho. La hermosa y
resplandeciente dulzura de la energía de su vida fluía dentro de mí. Era tan
pura y perfecta como antes – y se fue rápidamente. La tomé y me levanté, justo
mientras Luc exhalaba su último aliento. Los ojos que me habían mirado tan
adorablemente ya no veían nada ahora. Me levanté y me apoyé en Bastien.
“Lo maté”, dije, sin contener las lágrimas.
“Le diste paz. Fuiste su ángel”. Era un inquietante eco de mis
sentimientos más tempranos.
“No, esto… quiero decir, antes. Él no debió estar aquí. Él está aquí
porque… por mi culpa. Si me hubiese acostado con él, esto no habría ocurrido.
Pero no podía. No quería herirlo… no quería contaminarlo… y luego ocurrió
esto…”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 189

Bastien puso un brazo a mí alrededor. “Si te hace sentir mejor, su alma


no irá a nuestra gente”.
Enterré mi rostro en su hombro. “Esto es mi culpa. Mi culpa… debí haber
hecho lo que se suponía que debía hacer. Estaba lista para –luego él me pidió
matrimonio y– maldición. Debí haberlo hecho. Debí haber mentido. Habría sido
mejor para todos. No sé como ocurrió esto…”
“Sucedió porque te acercas demasiado a ellos”, dijo Bastien. Él era severo
pero intentando ser gentil. “Hombres así… cualquiera así… te cautivan, Fleur.
Te encariñas con ellos y luego sales lastimada”
“O yo los lastimo,” murmuré.
“Necesitas ser indiferente”.
“Se vuelve peor”, dije. “Cada vez, es más difícil para mí. No lo
comprendo. Qué me ocurre? Que me pasa?”
“Inmortalidad”, dijo él sabiamente. “Demasiados años.”
“Qué sabes? Eres más joven que yo.”
Bastien me ayudó a levantar, aunque estaba reacia a dejar a Luc. “Sé que
no puedes seguir haciendo esto. Escucha lo que digo: no te encariñes con los
buenos. No importa lo que hagas, no terminará bien.”
“No estaré cerca de los buenos”, dije en voz baja. “No más. Me alejaré de
ellos por completo.”
El semblante amable de Bastien desapareció. “Eso es ridículo”, se burló.
“No me escuchaste antes? No puedes ir tras hombres inmorales por la
eternidad. No obtendrás energía. Tendrás que hacerlo cualquier otro día.”
Miré a Luc, Luc quien me había amado y había sido asesinado por mí. Mi
culpa. Todo mi culpa.
“Nunca más”, dije. “No volveré a dañar a nadie así de nuevo”.
Cuando regresé a la caja en la oscuridad, no necesitaba a los Oneroi para
iluminarme. Todo ese sueño había sido real – excepto la última parte. Había
sido mentira. Había continuado hiriendo a gente, una y otra vez.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 190

Capitulo 16
Traducido por Aurim.

Realmente, cuando lo pensabas, lo que me sucedia no era muy diferente


de morir, después de todo. Siempre se ha dicho que veías tu vida pasar como
una ráfaga ante tus ojos, y así es como era para mí. Sueño tras sueño. Reviví los
momentos más dolorosos de mi vida, sueños verdaderos donde yo había hecho
cosas horribles y donde aparecían cosas horribles que le habían sucedido a
aquellos a quienes amaba. También me mostraron más ‘realidades’ que jamás
habían tenido lugar. En una, la reciente demostración de afecto de Roman
resultaba ser un engaño. Era una tapadera para castigarme por mi papel en la
muerte de su hermana. Sólo que él no había ido detrás de mí directamente.
Había ido detrás de todos mis amigos, mortales e inmortales. Le vi matándolos
uno a uno mientras ignoraba mis súplicas de que simplemente acabara conmigo
de una vez.
Los Oneroi habían notado cómo me preocupaba más por el sufrimiento de
aquellos a quienes amaba que por mí misma. Ellos se reían de mí, reivindicando
aquella atrocidad de Roman como una visión del futuro que había llegado a
través de la puerta de cuerno* . Yo no me lo creía… al menos, no creía hacerlo.56

Nyx podía ver el futuro. ¿Ellos también? ¿O tal vez estaban en contacto con ella,
a pesar de su encarcelamiento? Mi más alta reflexión estaba dando paso a la
paranoia a medida que me despojaba más y más de mi esencia. Hasta
comenzaba a temer los sueños verdaderos del mundo mortal, en los que se me
mostraban a mis amigos. Ya no eran un consuelo; simplemente me habían
sumido más y más en la oscuridad. Porque, como los Oneroi habían
pronosticado, ya no parecía haber esperanza de rescate a la vista.
Y aun así, seguía soñando…

56
*Puerta de cuerno, (*Imagen literaria que describe la existencia de dos puertas
por las que llegan los sueños, una de cuerno y otra de marfil; los que llegan por
la de cuerno nos anuncian verdades, por la de marfil son los sueños que nos
engañan)
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 191

Roman, Hugh y los vampiros estaban en una furgoneta. Peter iba


conduciendo, y en el reloj del salpicadero se podían leer las dos en punto de la
madrugada. Nadie hablaba en aquel pequeño espacio, dándome una pista de lo
que estaba sucediendo. Los faros del coche iluminaron una señal en la autopista
que indicaba una salida al estado de Idaho por la Carretera 41. ¿Idaho?
“¿Puedo cambiar la emisora de radio?” preguntó Hugh. “Odio las tertulias
radiofónicas.”
“¿Porque podrías aprender algo?” le preguntó Peter.
“Porque estoy intentando permanecer despierto.”
“Es una de las leyes de la carretera: el conductor tiene el control de la
radio.”
“¿En qué libro de normas sale eso?”
“Ya está bien,” dijo Roman. Su voz sonaba cansada, su rostro lo estaba aún
más. Parecía como si no hubiera dormido mucho, pero considerando la hora de
la noche que era, no era sorprendente. Él desplegó un mapa y luego revisó un
trozo de papel con unas anotaciones garabateadas en él. “Debería ser la
siguiente salida.”
“¿Cómo ha encontrado Carter a ese tipo?” preguntó Cody.
“Porque Carter se mueve por senderos misteriosos”, respondió Hugh.
“Los misteriosos senderos de la bebida y el fumar.”
“Sí, pero si él lo sabía, ¿por qué no se lo dijo a Jerome?”
“Porque Jerome se pondría en modo explosivo si se enterara. Supongo que
Carter lo mantendrá en secreto en una especie de acto compasivo. Él es un
ángel y todo eso.”
“Oh, cierto”. Cody parecía haberse olvidado de eso. Era un error
comprensible.
“Jerome también arremetería contra nosotros si supiera lo que estamos
haciendo”, advirtió Peter.
“Él está demasiado distraído. Piensa que sólo estamos siguiendo a un líder
vampiro.”
“Esa es la cosa”, replicó Peter. “Si descubre que le hemos mentido…”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 192

“No lo hará,” le interrumpió Roman con impaciencia. “No sí simplemente


conseguimos lo que necesitamos de ese tipo y salimos de aquí. Ésta es… Toma
esa salida.”
Peter se desvió de lo que apenas parecía una calle a duras penas. No había
comercios y sólo una farola iluminaba una intersección, justo antes de que la
oscuridad se lo tragara todo. Roman continuó dando instrucciones,
conduciéndoles y adentrándoles más y más en el campo.
“Tú no le puedes hacer nada”, dijo Hugh, volviendo la cabeza para mirar
a Roman en el asiento trasero. “Muestra cualquier destello de poder en el
territorio de otro demonio, y estarás muerto… probablemente junto al resto de
nosotros.”
“¿Crees que soy estúpido?” le exigió Roman.
“No exactamente. Pero creo que tienes un humor de mierda, poco
autocontrol y que harías cualquier cosa por Georgina.”
Yo esperaba que Roman negara todo eso –o al menos la última parte– pero
no dijo nada. El silencio cayó de nuevo hasta que Roman finalmente señaló
hacia un estrecho camino de entrada, de gravilla. Era tan difícil ver que Peter se
lo pasó, hizo rechinar los frenos y dio marcha atrás. Aparcaron cerca del final
del camino de entrada y comenzaron a subirlo andando. Vi entonces que la
parte de atrás de la furgoneta tenía las ventanas selladas, y eso era una apuesta
segura de que los ataúdes de los vampiros estaban probablemente detrás en
caso de se requiriera viajar de día. Allí fuera en mitad de ninguna parte, las
estrellas salpicaban el cielo y los insectos nocturnos llovían por todas partes en
una sinfonía de murmullos. El apenas perceptible perfil de la casa apareció ante
ellos. No había luces en el interior.
“¿Podemos hacerlo al estilo de los SWAT* ?” preguntó Cody 57

entusiasmado. “¿Rodeamos la casa y entramos a toda velocidad?


“No creo que eso sea necesario,” indicó Roman y le dio una fuerte patada
a la puerta. Ésta se sacudió pero no llegó a romperse al estilo de una película de

57
*SWAT, Unidades especializadas en intervenciones especiales de gran peligro
en diversos cuerpos policiales de Estados Unidos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 193

acción. Mantener sus poderes de nephilim restringidos significaba que él tenía


las mismas habilidades que un humano.
Peter soltó un suspiro.
“Déjame a mí.” Tomó el lugar de Roman, repitió la patada y esta vez la
puerta se rompió hecha pedazos. Con sus actitudes bobaliconas, era fácil
olvidar a veces que Cody y Peter tenían reflejos superfinos y una fuerza
realzada. Peter dio un paso atrás, sacudiéndose las astillas de los pantalones.
El grupo entró y la luz se encendió al fondo en la casa.
“¿Qué demonios?” demandó una voz.
Efectivamente, ¡qué demonios! En la habitación entró Dante.
Él echó una ojeada a mis amigos y dijo:
“¡Oh, mierda!”
Luego salió disparado hacia la habitación de la que había venido, sin duda
dirigiéndose hacia una ventana. Sin embargo, fue demasiado lento. En un
destello, Cody tuvo a Dante agarrado por el cuello de la camisa y lo arrastró
hasta el salón, empujando a mi ex-novio hacia una silla. De inmediato Dante
comenzó a levantarse y, dándose cuenta de cómo mis amigos se acercaban
posicionándose a su alrededor, se lo pensó mejor.
Dante suspiró.
“Bien, sabía que esto tenía que suceder algún día. ¿Por qué no ha venido
su jefe en persona?” Fijó la mirada en Roman. “¿Y yo no te he visto en alguna
parte?” Dante había visto a Roman en una playa cuando nosotros rescatamos a
Jerome de la invocación. Había dominado un enorme caos entonces, así que no
me sorprendió que el recuerdo de Dante fuera poco preciso… especialmente
cuando había recibido una paliza de una demonio.
“No estamos aquí por Jerome”, le soltó Hugh. Luego, lo reconsideró.
“Bueno, lo estamos, pero no por las razones que crees.”
“Responde a nuestras preguntas y podrás vivir un día más”, señaló Peter.
Por lo visto, el tema de las películas de acción aún seguía vigente.
“¿Dónde está Georgina?” exigió Roman. Era interesante ver que cada vez
que mi pandilla de inmortales interrogaba a alguien, hacían la pregunta de esta
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 194

manera desde el principio, en vez de ‘¿Sabes dónde está Georgina?’ Cuando


trabajabas para el Infierno, todo el mundo es culpable hasta que se demuestre
su inocencia.
El rostro de Dante perdió algo de su miedo y asumió su habitual aire
cínico. Se apartó su despeinado pelo negro de la cara.
“En Seattle, acostándose con ese jodido escritor.”
“No,” dijo Roman. “No lo está.”
“¿No lo está, el qué? ¿En Seattle o acostándose con el escritor?” Dante
enarcó una ceja. “¿Y quién eres tú exactamente?
“Mr. músculo,” señaló Hugh secamente. “Georgina se ha ido.
Desaparecida. Y si alguien tiene alguna razón para hacerla desaparecer…” –
hizo una pausa y echó una mirada incómoda a Roman– “eres tú.”
“No soy la clase de mago que saca conejos de la chistera. O los hace
desaparecer”. Dante estaba ganando más y más confianza ahora que sabía que
Jerome no iba a mandarlo a ser torturado a los abismos del Infierno. “Si no
pueden encontrarla, pregúntenle a su archidemonio. A menos que él haya sido
invocado otra vez, él lo sabrá.”
“Él no lo sabe”, dijo Cody. “Pero tal vez tú ya sepas eso.”
Dante puso los ojos en blanco.
“¿Creen que voy a ir a algun sitio cerca de Seattle cuando han puesto
precio a mi cabeza? ¿Creen que me estoy escondiendo en la jodida mierda
porque quiero? Lo único que puedo hacer es vender hechizos y engañar a los
turistas en Coeur d´Alene.”
“Carter debería haber venido con nosotros,” dijo Hugh con exasperación.
“Él también debía saberlo después de enviarnos aquí.”
Dante se puso tenso, sintiendo flaquear su arrogancia.
“¿Ese ángel sabe dónde estoy? Entonces Jerome tiene que saberlo.”
“Se lo está ocultando a Jerome. Por ahora”. Peter aún seguía utilizando ese
tono melodramático. “Eso puede cambiar si no nos ayudas.”
“No sé dónde mierda está ella, ¿vale? Se los he dicho: no puedo hacer
desaparecer a una succubus.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 195

La mano de Roman se cerró en torno al cuello de Dante, aproximándose


bastante al modo de Jerome. Incluso sin habilidades sobrenaturales, Roman era
aún fuerte.
“Tú ya has trabajado con inmortales antes. Podrías hacerlo otra vez y
obligarles a hacer el trabajo sucio.”
“Le enseño mi cara a cualquier inmortal y soy hombre muerto”, dijo
ahogadamente Dante.
Roman fulminó a Dante con una oscura mirada que me recordó a aquella
vez que Roman había intentado matarme. Y a cuando él me había matado en un
reciente sueño de los Oneroi. Finalmente, Roman lo soltó. Frotándose el cuello,
un desconcertado Dante volvió a preguntar:
“¿Quién eres?”
Cody echó una ojeada a los demás.
“¿Creen que está mintiendo?”
“No me sorprendería”, contestó Hugh. Cruzó los brazos sobre su ancho
pecho. “Pero quizás pueda sernos de utilidad. ¿Qué podría hacer desaparecer a
una succubus?”
“¿Qué me darán por ayudarlos?” preguntó Dante con astucia. Sí, ese era
mi ex. Siempre buscando un provecho.
“No llamaremos a Jerome”, gruñó Peter. Esta vez, el enfado de su voz no
era falso estilo de pelicula. Era real, de nuevo un recordatorio de que, al final
del día, él era realmente un vampiro que podía romper cuellos con facilidad.
Esto espabiló a Dante.
“Está bien. No es que me importe una mierda lo que le suceda a ella.
¿Cómo desapareció?”
Una vez más, la historia fue relatada, algo que estaba empezando a
deprimirme… en gran parte porque todo el mundo parecía acabar enfatizando
lo deprimente y miserable que era mi vida.
“Es una inducción”, dijo Dante con seguridad.
“Sabemos eso”, contestó Roman. “Erik nos lo dijo.”
Dante frunció el ceño ante la mención de su némesis.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 196

“Por supuesto que lo ha hecho. Es increíble que me necesiten con su


sabiduría todopoderosa a su disposición…”
“¿Qué la induciría?” dijo Peter, sin duda interrumpiendo a Dante de
volver a preguntar quién era Roman.
“Todo tipo de cosas”, respondió Dante. “Cualquier cosa que pueda crear
una inducción, pero visiones como esa lo más probable es que esté relacionado
con los sueños. ¿Se les ha escapado Nyx otra vez, chicos?”
“No,” dijo Hugh.
Dante se encogió de hombros.
“Entonces busquen otra cosa que pueda controlar los sueños, tal vez
probar con…”
Y estaba en el pueblo en el que había crecido.
La transición fue tan abrupta que me sentí mareada por un momento. No
había sido una transición, no hubo fragmentación de la imagen o fundido al
negro. Había sido un rápido corte en la película. Un mal trabajo de edición.
Miré a mí alrededor, contemplando de nuevo el lugar que me había
causado tanto tormento. Me pregunté qué más tenían los Oneroi que
mostrarme de allí y por qué me habían traído tan de repente. Yo ya había
revivido las falsas acusaciones de la boda. Y en un momento dado, hasta me
habían tenido soñando la historia verdadera de cómo mi infidelidad me había
llevado a vender mi alma. Ahora, probablemente, estaba a la espera de algún
nuevo horror inventado. El mundo daba vueltas en torno a mí, los edificios y la
gente se movían alrededor con ropas de toscos tejidos, mareándome.
“¿Se encuentra bien?” preguntó una voz.
Me di la vuelta, el paisaje se asentó un poco y me encontré mirando la cara
de un hombre mayor. Las pobladas cejas se extendían sobre una frente muy
arrugada, casi ocultando los ojos castaño oscuro.
“Sí… Estoy bien.” Fruncí el ceño y tuve una reacción tardía. “¿Gaius?”
Aquellas cejas se alzaron.
“¿Nos conocemos?”
Me quedé mirándolo, incapaz por un momento de hablar. Yo conocía a
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 197

Gaius desde que aprendí a andar. Él era herrero, la fuerza bruta de sus brazos
lo demostraba a las claras. Pero él había sido joven la última vez que lo vi, un
hombre en la flor de la vida. Sin ningún control, las palabras se derramaron de
mis labios, palabras que yo había dicho antes, cuando había vivido este
acontecimiento por primera vez. Este era un recuerdo real. Hasta el momento.
“Nos conocemos desde hace mucho tiempo,” le dije.
Él se rió entre dientes.
“Muchacha, te recordaría. Y ‘desde hace mucho tiempo’ sólo pueden
haber sido unos cuantos años para ti.”
Fui consciente de mi cuerpo, sabiendo qué apariencia tenía incluso sin un
espejo. Había cambiado de forma justo antes de entrar en el pueblo, adoptando
una forma que había jurado no volver a utilizar jamás. Y, de hecho, después de
este día, nunca la volvería a llevar otra vez. Era mi cuerpo original: la Letha de
quince años, demasiado alta y de despeinada melena morena. Había venido
hasta aquí para descubrir algo. Algo que tenía que conocer.
Le dirigí un débil asentimiento con la cabeza a Gaius. Mi antigua yo estaba
tan estupefacta como la actual respecto a cuánto tiempo había pasado para él.
¿Cuánto hacía desde que yo me había convertido en una succubus y había
dejado mi pueblo? ¿Treinta años?

“¿Puede decirme… si hay un hombre aquí, un pescador, llamado


Marthanes? ¿Su familia aún vive aquí?”
“Desde luego,” respondió él. “En la misma casa en la que siempre han
estado, afuera, pasando la…”
“Sé dónde es,” le contesté rápidamente.
Él se encogió de hombros, sin preocuparse por mi interrupción.
“Sin embargo, seguramente él esté abajo, en el muelle. Es demasiado viejo
para seguir aún trabajando, pero él jura que sus yernos no pueden arreglárselas
sin él.”
Yernos. Por supuesto. Mis hermanas se habrían casado hace mucho.
“Gracias,” le dije. Y comencé a alejarme. “Ha sido agradable volverte a
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 198

verte.”
Él me dedicó una mirada confundida pero no dijo nada más.
Me encaminé hacia los muelles, donde el agua rielaba con un azul verdoso
tan vivo que parecía ser una visión Technicolor. Pues, sin duda nada en la
naturaleza podía producir tal belleza. La añoranza y la nostalgia manaron con
mi contemplación.
La villa estaba concurrida al mediodía, y reconocí más caras de las que
esperaba. Los niños que había conocido se habían hecho adultos, adultos a los
que había conocido ahora en sus años ya cercanos a la jubilación. Los muelles
estaban igual de concurridos, con barcos que cargaban y descargaban las
mercancías con las que se comerciaba en plena prosperidad del Mediterráneo.
Me llevó un rato encontrar a mi padre, y allí me topé con más miradas de las
que había tenido en el pueblo. Las mujeres eran una rareza en esta zona, pues
preferían evitar a los rudos marineros y trabajadores. Localicé a mi padre en
gran parte por su voz, que gritaba órdenes al igual que había hecho en mi
juventud.
“¿Estás intentando costarme una fortuna? ¿Qué haces ahí fuera todo el
día? ¡Mi nieta podría coger esta cantidad de pescado vadeando por la playa!”
Él estaba gritando a un hombre que yo no conocía, su rostro avergonzado
e intimidado mientras mostraba lo que debía de haber sido la precaria captura
del día. Me pregunté si este sería uno de los maridos de mis hermanas. El
hombre prometió haber hecho lo que pudo y después se marchó a toda prisa.
“¿Pa… Marthanes?”
Mi padre se dio la vuelta al acercarme, y traté de ahogar una exclamación.
Como en Gaius, los años también habían hecho mella en Marthanes, el
pescador. ¿Cuántos años tendría ahora? ¿Sesenta? ¿Setenta? El tiempo se había
vuelto algo borroso desde que me había convertido en inmortal.
“¿Qué quieres?” me espetó él. “Ya no acostumbro a ir con prostitutas.
Hazle una mamada a Claudius si estás buscando trabajo. Hace diez años que no
se acuesta con su propia esposa. No es que le culpe de ello… Esa mujer es una
harpía.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 199

La edad podía haber encanecido su cabello, habérselo hecho perder, las


arrugas pudo surcar su rostro… pero la lengua de mi padre todavía era la
misma.
“N-no. No es por eso que estoy aquí. Yo te conocía… hace unos años.”
Él frunció el entrecejo, mirándome de arriba abajo.
“Nunca te he visto en mi vida. Estoy bastante seguro de que recordaría a
alguien tan alta como tú.”
Como succubus, podía convertirme en la fantasía de cualquier hombre,
adoptando la forma de una mujer cuya belleza fuera más allá de las palabras. Y
aun así, todavía con esa habilidad, el viejo comentario sobre mi altura me hería.
“Bueno, yo sí te recuerdo”. Al ver que sus ojos se desviaban con
impaciencia hacia sus trabajadores, le pregunté: “¿Conoces a un músico
llamado Kyriakos? Debe tener mi edad… esto…, unos treinta años mayor que
yo. Vivía al sur de la ciudad.”
Mi padre resopló.
“¿Ese Kyriakos? Él no es músico. Se hizo cargo del negocio de su padre
cuando éste murió. Le va bien en ello, aunque los precios que exige por mi
pescado son ridículos.”
“¿Aún vive en la misma casa?”
“¿Te refieres a la casa de su padre? Sí. Como has dicho, en el sur.” Ahora
la impaciencia de mi padre era manifiesta. No me conocía y no tenía ninguna
utilidad para él.
“Gracias”, le dije. Estuve a punto de decirle que me alegraba de verle,
como había hecho con Gaius, pero mi padre se había ido antes de que pudiera
hacerlo.
Con un peso en el corazón, me encaminé de vuelta a la ciudad, pero en
vez de dirigirme al sur di un rodeo hacia mi antigua casa, preguntándome con
qué me encontraría. Lo que encontré fue a mi madre, tendiendo la ropa en el
exterior y tatareando mientras lo hacía. Afuera, a un lado de la casa, una mujer
de mediana edad arrancaba hierbas del suelo. Me llevó unos instantes
reconocerla como mi hermana menor.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 200

El rostro de mi madre estaba diferente, pero sus ojos amables eran aún los
mismos mientras me daba indicaciones para llegar a un lugar que yo ya
conocía. Mi hermana levantó la mirada y se quedó mirando un momento, luego
volvió a su trabajo. Ninguna de las dos me reconoció. Al igual que para mi
padre, yo era una breve interrupción en su jornada.
Sabía que esto sucedería. Era por lo que había vendido mi alma. Mi
contrato con el Infierno había borrado todo recuerdo de mí en todos aquellos
que me habían conocido. Los Oneroi me habían mostrado una mentira en el día
de mi boda. Yo había sido virgen y fiel para Kyriakos. Pero un par de años
después, la debilidad me golpeó. Yo le había traicionado, y eso le había
devastado más de lo que nadie podría haber imaginado. Bajo la pena, se había
querido quitar la vida y solamente mi acuerdo le había salvado. Esa era la
verdad.
Aun así… una parte de mí había pensado que tal vez, sólo tal vez, alguien
podría reconocerme. Un solo destello de recuerdo.
Kyriakos podía haber estado allí abajo cerca de mi padre, supervisando su
flota, pero algo me decía que él estaría realizando tareas administrativas, no
labores manuales. Mi corazonada fue acertada. Antes de que me convirtiera en
succubus, Kyriakos y yo habíamos tenido nuestra propia casa. Él debía de
haberse vuelto a mudar a la casa de su familia después de que el Infierno
borrara sus recuerdos.
Me preparé para encontrarme con la señora de la casa, la mujer con la que
Kyriakos indudablemente debía de haberse casado. Pero cuando él salió a ver
quién le visitaba, lo encontré solo. Verle hizo que mi corazón se detuviera. Él
también había sido tocado por la edad, pero todavía era suficientemente joven
como para que las arrugas fueran pocas. Sólo le había aparecido un ligerísimo
gris en su cabello y, al igual que mi madre, sus ojos eran los mismos. Oscuros y
maravillosos y llenos de bondad.
“¿Necesita ayuda?” preguntó, con voz cordial y curiosa.
Por un momento, no pude decir nada. Estaba embriagada de verle, llena
con una mezcla de amor y dolor. Deseé tan desesperadamente haberme
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 201

quedado con él, no haber cometido jamás semejante pecado… Ojalá no tuviera
yo este rostro joven. Debería haber envejecido con él. En aquel entonces mi
capacidad para concebir hijos había parecido dudosa, pero tal vez al final
habríamos tenido una familia.
Al igual que con todos los demás, le dije que necesitaba indicaciones,
tartamudeando el primer lugar que se me pasó por la cabeza. Él describió el
camino con detalle, aunque yo ya lo conocía.
“¿Quiere que le acompañe hasta allí? Este es un barrio seguro… pero
nunca se sabe.”
Sonreí aunque sin sentir alegría. El mismo Kyriakos. Infinitamente amable
con los demás, hasta con los desconocidos.
“Estaré perfectamente. No quiero entretenerle de su trabajo.” Vacilé.
“Nosotros nos conocimos… hace unos años.”
“¿Sí?”
Él me observó, al parecer, haciendo memoria. Aunque sus ojos siguieron
en blanco, sin indicio de reconocimiento. Yo era una desconocida. Nunca había
existido para él. Me preguntaba si tan siquiera me recordaría cuando me fuera
de allí.
Él negó con la cabeza, y dijo con un sincero tono de disculpa:
“Lo siento. No lo recuerdo…” Se quedó esperando a saber mi nombre.
“Letha.” La palabra me ardió en los labios. Como este cuerpo, ese nombre
estaba muerto para mí. Sólo el Infierno lo utilizaba alguna vez.
“Lo siento,” volvió a decir.
“Está bien. Tal vez me haya equivocado. Pensé… pensé que eras músico.”
Cuando nos casamos él trabajaba para su padre, pero tenía la esperanza de
dejarlo tocar música a tiempo completo.
Kyriakos se rió entre dientes.
“Sólo como aficionado. La mayoría de mis días me los paso encorvado
sobre números.”
La pérdida de su ambición me entristeció casi tanto como su falta de
recuerdo.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 202

“Bueno… su esposa debe de estar contenta de tenerle en casa.”


“Lo siento, no estoy casado.” Él aún sonreía. “Mi hermana mantiene la
casa por mí cuando viene.”
“¿No está casado?” pregunté incrédula. “Pero, ¿por qué? A tu edad…” Me
ruboricé al darme cuenta de lo maleducada que debía parecer. “Lo siento.”
Él no estaba ofendido.
“A tu edad, el matrimonio es en lo que piensan todas las muchachas, ¿no
es verdad? Probablemente tú tendrás una docena de pretendientes con lo bonita
que eres”. Típico. Pocos me habían encontrado bonita mientras era mortal; él
siempre me había creído bella. “Simplemente no encontré nunca la mujer
adecuada. He preferido estar solo a pasar mi vida con la persona equivocada”.
Sus rasgos se llenaron de un aire melancólico y triste, y luego negó con la
cabeza y se rió. Era una sonrisa incómoda. “De todas maneras, no querrás oír a
un viejo parlotear sobre tonterías románticas. ¿Estás segura de que no quieres
que te enseñe el camino?”
“No, no… Creo que ahora sé en dónde es. Gracias”. Comencé a apartarme
y, entonces, me detuve. “Kyriakos… ¿eres… eres feliz?”.
La pregunta viniendo de alguien con menos de la mitad de su edad le
cogió por sorpresa. Y a mí me sorprendió que él respondiera.
“¿Feliz? Bueno… contento, supongo. Tengo una buena vida. Mejor que la
mayoría. Una vida muy buena, en realidad. A veces me pregunto…”
Contuve la respiración.
“¿Te preguntas el qué?”
“Nada,” dijo, dedicándome otra sonrisa afable. “Más tonterías. Sí, Letha.
Soy feliz. ¿Por qué quieres saberlo?”
“Mis propias tonterías”, murmuré. “¿Y tú, estás seguro de que no me
recuerdas?”
Tenía la respuesta antes de hablar. No. Aquellos ojos jamás se habían
posado sobre mí antes. Yo sólo era una extraña muchacha de paso. Yo no era
nadie.
“Lo siento, no”. Me guiñó un ojo. “Pero me acordaré de ti ahora”.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 203

Por alguna razón, yo lo dudaba. Al dejarle, sentí que se me partía el


corazón. En realidad, mi corazón estaba roto todo el tiempo. Pensarías que eso
sólo podía suceder una vez. Era esto lo que yo había querido. Por lo que yo
había apostado por la eternidad. Que Kyriakos fuera feliz. Lo había salvado y
debería estar feliz por ello. Pero me sentía más infeliz de lo que me había
sentido cuando me convertí en succubus. En aquel momento decidí que nunca
utilizaría la forma o el nombre de Letha otra vez. También yo quise borrármela
de la cabeza…
“Es tan fácil contigo”, siseó el Oneroi. Era Dos, pensé. Estaba de nuevo en
la caja. “Ni siquiera necesitamos la puerta de marfil.”
Estaba tan marcada por el recuerdo de Kyriakos, por la verdad de lo que
realmente significaba ser borrada de la vida de alguien, que me inclinaba a
pensar lo mismo que Dos. Entonces, un minúsculo destello dentro de mí brilló
sólo un poco. Estudié al Oneroi Dos cuidadosamente.
“¿Qué era el otro sueño?” le inquirí. “¿Antes del de mi marido? ¿Por qué
no lo dejasteis terminar?”
“Terminó”, dijo Uno. Sus ojos azules, azules eran los mismos, no
revelaban nada.
“No lo hizo”, le discutí. “Lo cortaron. No fue de la manera que planearon,
¿no es así? Mis amigos han averiguado algo de manos de Dante… algo que no
querían que supieran.”
“No han averiguado nada,” replicó Dos. “Era una mentira. Te dimos falsas
esperanzas, esperanzas que se convertirán en cenizas cuando te encuentres
pasando el resto de la eternidad aquí.”
“Ustedes son la mentira”, dije. El destello dentro de mi harapiento y
gastado cuerpo brilló sólo un poco más. “El sueño era verdad.”
Uno continuó la negación.
“La única verdad es que no puedes ver la diferencia. Y que no hay
esperanza.”
“Estás mintiendo”, le dije, pero aquel frío par de ojos me inspeccionó, mi
destello titiló y la incertidumbre se extendió en mi interior. Yo había pasado
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 204

tanto, en una especie de violación mental, que me pregunté una vez más si
confiaba en mí misma. Mis palabras eran audaces, pero yo ya no sabía si podía
creer en ellas.
Dos sonrió, capaz de ver dentro de mi mente.
“Sueño,” dijo.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 205

Capítulo 17
Traducido por Melissa

Mi tiempo inicial con los Oneroi había sido una mezcla de sueños
verdaderos y falsos. Como el paso del tiempo sigue su rumbo — y en realidad
no había forma de decir cuánto de eso era verdad— la mayor parte de ellos
parecían ser verdaderos. Tampoco habían visitas de terribles recuerdos o más
visiones de mi vida actual, tenían la intención de desmoralizarme y hacerme
sentir nostálgica.
Todavía estaba destrozada, todavía me sentía más animal que humana o
succubus o… lo que sea. Aun así, las fugaces piezas de racionalidad dentro de
mí, me hicieron preguntarme por la repentina falta de visiones fabricadas a
mano. Uno podría argumentar que los Oneroi estaban siendo perezosos.
Acababan de darme material reciclado, y cada vez que veía a mis amigos en el
mundo, tuve la impresión de que estaba menos en un sueño y más como si los
Oneroi me lanzara dentro de un canal de televisión, para asegurarse de que
permanecía distraída y les daba algo para alimentarse completamente. Casi
sentía que estaban tratando de mantenerme ocupada porque… bien, estaban
ocupados. ¿Sino por qué? ¿Qué había pasado? ¿Qué es lo que Dante había
estado a punto de decirle a Roman y los a demás? ¿Era suficiente para hacer
que los Oneroi llamara un poco de mi atención? ¿O era simplemente un juego
más con mi mente con la intención de dejarme confundida?
Me mantuve esperando para ver lo que sucedió con Dante, pero el
Oneroi tenía otras partes de la vida que había dejado atrás para mostrarme. O,
bien, partes que no había dejado atrás. Simone todavía me personificaba y el
Oneroi quería que yo lo supiera.
Añadiendo insulto a la ofensa, ella ayudaba a Maddie y a Seth con la
boda. Los tres estaban comprando el pastel y honestamente, estaba casi más
sorprendida de encontrar a Seth allí de lo que estaba con el disfraz de Simone.
Se había mantenido bastante alejado de la planificación de la boda, usando el
pretexto de que no era bueno decidiendo y que era feliz de dejar que Maddie
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 206

manejara las cosas de la forma que ella quisiera.


No dudaba de la primera parte de lo que dijo, pero me preguntaba por la
segunda. En lo más hondo de mi alma, creía que todavía estaba enamorado de
mí, en secreto esperaba que él se lo dejara a Maddie solamente porque él era
ajeno a todo eso. Quería creer que en realidad no se preocupaba por la
planificación porque no se preocupaba por la boda.
Era claro, sin embargo, que me importaba. O más bien — a Simone le
importaba. Considerando mi renuencia a comprar un vestido, habrías pensado
que Maddie podría haber notado el alza rápido en el entusiasmo. No. Maddie
también fue cogida desprevenida en su burbuja de felicidad y le dio la
bienvenida a "mi" asistencia.
Entonces, los tres se pusieron en camino hacia la aventura del pastel,
visitando todas las reposterías que Maddie había compilado y clasificado en
una lista sacada desde hace unas horas en una búsqueda en Internet.
"Lo quieres cremoso", dijo Simone, lamiendo una capa dulce de pastel
con sus dedos en una repostería en Belltown. En verdad, fue más como chupar.
"Esto es demasiado azucarado". El trío se sentó a una mesa donde habían sido
provistos con un plato de muestras.
"Ese es el punto", dijo Maddie. Ella comía un pedazo de gran tamaño de
pastel de chocolate en una forma mucho menos pornográfica. "Descarga mega
azucarada".
"Sí, pero si pones demasiada azúcar, sólo sabe a granado. Quieres que
eso se deslice justamente sobre tus labios". Ella recurrió a Seth. "¿No piensas
así?"
Seth había sacado un bocado de un pedazo de torta veteada. "Es una
clase de granado".
Simone le dio una sonrisa cognoscitiva, uno que parecía decir, ¿Oye? Te
conozco mejor que cualquier otra en el mundo.
Seth sostuvo su mirada por un momento, pero su expresión fue ilegible.
Se dio la vuelta hacia Maddie. "Pero podemos hacer cualquier cosa que
quieras".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 207

"No, no", dijo, no sonando demasiado decepcionada. "Esto es para


ambos. Quiero que esto sea algo que a ti te guste también".
Seth le dio a ella una sonrisa traviesa. "¿Tiene importancia? Todo es
empujado en la cara de cualquier manera".
Los ojos de Maddie se salieron de su lugar. "¡No, no lo es! Ni siquiera
pienses en hacer eso".
"Supongo que no sabrás hasta que llegue el momento, ¿no?" Su sonrisa
había aumentado.
Verlo jugar con ella me hizo (figuradamente) retorcerme, pero me
reconfortó ver un destello de molestia en los ojos de Simone. Maddie tenía éxito
donde Simone no podía. ¿Eso era cómo debería ser… o como debió ser? El
triunfo involuntario de Maddie sobre Simone significaba que ella… bien, había
triunfado sobre mí. ¿O no? Simone se parecía a mí pero no era de verdad yo.
Maldición. Todo esto era tan confuso.
"Seth no lo hará", dijo Simone, apoyando su mano sobre su hombro lo
cual parecía ser una forma amigable. Maddie no lo podía ver desde su posición,
pero los dedos de Simone ligeramente acariciaban la parte de atrás de su cuello.
"No, si él quiere una buena luna de miel".
Ella habló ligeramente, pero había un tono bajo astuto allí. Traer a
colación su vida sexual, hizo sonrojar a Maddie. Seth se había movido con
inquietud, pero la razón era poco clara. ¿Los dedos de Simone? ¿La mención del
sexo? Tal vez ambos. Simone quitó su mano, pareciendo inocente a todo el
mundo, excepto para mí y para Seth.
Maddie parecía ansiosa de cambiar a otro tema que no fueran los sucesos
románticos de una luna de miel. "Creo que al menos deberías elegir el sabor del
pastel", dijo ella. "Estoy escogiendo todo lo demás".
"No lo sé", dijo Seth. Él todavía parecía incómodo. "No me importa si lo
haces".
"Sí, pero ella quiere que seas tú", dijo Simone. "Vamos, haz una decisión
firme aquí. No puedes desviarte del buen camino. Maddie comerá cualquier
cosa que escojas".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 208

Una declaración cargada. Ni Seth ni Maddie actuaron como si hubiesen


leído entre líneas, pero tuve la sensación de que Simone lo había dicho como
una referencia a los grandes senos de Maddie.
"Exactamente", dijo Maddie. "¿Cuál es tu sabor favorito?"
"Apuesto a que puedo adivinar", dijo Simone. "El chocolate".
"Fresa", dijo Maddie.
Perdedoras. Era vainilla.
"Vanilla", dijo Seth.
Maddie gimió. "Naturalmente. Bien, hay una decisión hecha". Ella se
levantó de la mesa. “Intentemos algunos otros lugares y tomaremos el resto
con cuidado. No queda mucho después de esto". Alcanzó la puerta, y Maddie
se detuvo para mirar a Simone. "Oh, oye. ¿Me harías un favor? ¿Llevarías a Seth
a comprarse su esmoquin?"
"¿Qué?" Seth preguntó. No había ninguna cara neutral ahora. Él estaba
en shock.
Maddie sonrió abiertamente. "Si no tienes un guardián, aparecerás en la
iglesia en una camiseta de Billy Idol. Y es de mala suerte si voy contigo".
"Creí que eso sólo contaba para la novia", dijo Seth.
"Quiero ser sorprendida", se opuso Maddie.
"Por supuesto que iré", dijo Simone, rodeando con el brazo a Seth otra
vez de forma "Amigable”.
Maddie resplandeció, y la repostería se desvaneció… transformándose
en la tienda de Erik.

Erik estaba sentado en una pequeña mesa con Jerome y Roman— para
ayudarme — y bebían té. Incluso Jerome. Roman estaba visible, lo que me hizo
pensar Jerome debía de haber decidido que ya no necesitaba temer a los ojos de
poderosos más altos que podrían preguntarse por qué mi compañero "humano"
de cuarto se quedaba junto al archidemonio de Seattle.
Erik golpeaba ligeramente su taza de té pensativamente. "Si tu teoría es
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 209

correcta, explicaría bastante". Estas palabras eran dirigidas a Roman. "La


calidad de sueños de las visiones. La completa incapacidad del Sr. Jerome de
encontrarla".
La ceja ligeramente arqueada de Jerome fue la única indicación de su
desagrado sobre la palabra "incapacidad".
Erik continuó, con sus ojos en su taza mientras consideraba
cuidadosamente todo ello. "Y si estás en lo correcto… de todas las criaturas que
sugieres, los demonios Oneroi o los Morphean* tienen mayor sentido".
¡Oh! Pensé en el triunfo de los Oneroi. ¿Qué tanto les gusta eso, perras? Mis
amigos los descubrieron. La no respuesta llegó. Sin disolver el sueño, como había
esperado.
"¿Pero por qué ella?" Roman pregunto irritablemente. Tuve la sensación
de que él se había atribuido el mérito de la idea del sueño, escudando a Dante
de la furia de Jerome. "¿Por qué una succubus? ¿No les importa sólo los sueños
de los humanos?"
"Están atados a Nyx", señaló Erik. Oh, sí. Mis amigos eran listos. Más
listos que Nancy Drew* y Hardy Boys* juntos. Tal vez más que Matlock* 58
59 60

también.
"El ‘por qué’ es irrelevante", dijo Jerome, hablando al fin. "Si es Oneroi o
Morphean también es irrelevante. Si algo la ha llevado al mundo de los sueños,
está completamente inaccesible".
Roman fruncio el ceño. "¿Por qué? ¿No puedes sólo ir allí y desatascarla
ahora que sabes?"
Jerome le dio a su hijo una sonrisa que casi, casi pareció genuinamente

58
*Nancy Drew, protagonista de los libros “Nancy Drew”, quien es una chica
muy apasionada por los misterios, por lo que siempre quiere resolver todo tipo
de secretos, de modo que ya es una estrella local en su ciudad.
59
*Hardy Boys, fue un equipo de lucha libre profesional que trabajó en la World
Wrestling Entertainment.
60
*Matlock, un pseudo-detective-abogado que era capaz de dar vuelta los casos
haciendole trampas de lenguaje y cachativas a los culpables cuan Shertlock
Holmes texano.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 210

divertida. "Eres medio humano, y sale a la vista. Los inmortales mayores no


pueden ir hacia allá. No soñamos. Sólo los humanos lo hacen. El camino está
obstruido para nosotros".
"Porque no tienes esperanzas o fantasías de lo que podrían ser", dijo Erik.
Su manera y su tono claramente mostraban que él creía que tal cosa era un
defecto de los ángeles y los demonios. "Necesitas un alma que sueñe".
"Bien, si soy medio-humano, entonces iré hacia allá", dijo Roman
obstinadamente, recortando cualquier réplica que Jerome podría haber dado.
"Sueño. Así que puedo entrar, ¿correcto? Y puedo encargarme de cualquier cosa
que esté allí". Hubo tanta determinación en su voz que medio creí que él podría
encargarse de un ejército de Oneroi ahora mismo.
"No tienes idea de lo que estás hablando", dijo Jerome. "Claramente.
¿Tienes alguna idea de cómo es el mundo de los sueños?"
"¿La tienes tú?" Roman pregunto secamente. "Pensé que no podías ir
allá".
"Los sueños son el combustible de la existencia humana. Sueñan con
poder, amor, venganza, redención… los sueños de la raza humana son vastos,
incontables. Los humanos sueñan mientras están despiertos y dormidos. Esas
esperanzas y esos miedos son los que los ponen en riesgo — apuestan sus vidas
y almas en los sueños. Cuando entras en el mundo de los sueños, es como
entrar en una ventisca. Cada copo de nieve es un poco de la imaginación de un
humano moviéndose tan rápidamente que no lo puedes ver. Todo lo que ves es
un borrón, un enredo de anhelos y caos. Si Georgina está allí, ella es uno de esos
copos de nieve. Nunca encontrarías su alma".
El pesado silencio cayó.
Finalmente, Roman dijo, "Eso fue como poesía, Papá".
"Pero él está en lo correcto", Erik le dijo a Roman.
Más silencio.
Roman recorrió con la mirada a la pareja incrédulamente. "¿Así que eso
es todo? ¿Es irremediable? ¿Te das por vencido sin siquiera tratar de
encontrarla?"
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 211

"No tiene sentido intentarlo", dijo Jerome. Los demonios no pueden


soñar de la manera en que lo hacen los humanos, pero sospechaba que incluso
él podía imaginar lo que sus superiores harían cuando se enteraran de que él
había perdido una succubus. "La magia humana podría acceder al mundo de
sueños, pero lo haría mal". Él miró hacia Erik, quien asintió con la cabeza.
"Alguien perdido entre todo eso no podría ser llamado de regreso. Ni
siquiera el ritual más fuerte podría hacerlo. Su alma nunca oiría nada que
pudiéramos lograr formar".
La cara de Roman era una mezcla de emociones. Cólera. Incredulidad.
Y… resignación. Eso no me asombró. Sin embargo, la cara de Jerome lo hizo. Él
se había tensado con las palabras de Erik, un poco de entendimiento profundo
brilló en esos ojos fríos y oscuros.
"Pero podrías hacer el ritual, ¿cierto?" Le preguntó a Erik. "Eres humano.
Eres lo suficientemente fuerte como para abrir el camino".
Erik lo miró con cautela. "Sí… pero por tu propia confesión, no serviría
de nada. La conexión que tuviste con ella seria teóricamente lo suficientemente
fuerte como para tal vez invocarla de regreso, pero no puedes entrar. Todo lo
que tendríamos es un portal inútil".
Jerome se puso de pie abruptamente. Él miró a Roman. "Encuentra tu
propio camino a casa". El demonio se desvaneció con un vistoso ‘puf’ de humo.
Y me desvanecí de vuelta a la prisión de los Oneroi. Estaban allí en la
oscuridad, resplandeciendo de lo que habían tomado de mí. En los sueños,
aunque sufría, nunca sentía los efectos horrorosos que me causaban hasta que
regresaba a ellos. Ahí era cuando la agonía, la pérdida de energía, y la
confusión me golpeaba. Pero esta vez, no estaba completamente perdida por la
desesperación.
"Estabas equivocado", dije. Intenté poner algo de satisfacción en mi voz,
pero salió ronca por mi cansancio excesivo. Dios mío. Estaba tan, tan cansada.
Supongo que soñar no necesariamente significaba dormir. "Mis amigos lo han
descubierto. Saben dónde estoy".
Como siempre, Uno y Dos eran casi imposibles de leer. "¿Qué te hace
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 212

pensar que eso fue un sueño real?"


Excelente pregunta. "Instinto interior", dije.
"¿Crees que puedes confiar en eso?" Preguntó Uno. "¿Después de todo
este tiempo? ¿Después de tantos sueños? ¿Cómo puedes decir qué es real e
irreal?"
No podía. Sabía cuándo los recuerdos eran verdaderos —por ahora—
pero las escenas "realmente mundiales" eran más difíciles. Tal vez no era mi
interior, si no mi optimismo ciego que creía que lo que acababa de ver era real.
Dos adivinó mis pensamientos. "Esperanzada. Y hemos alimentado esa
esperanza, haciéndote pensar que tienes una oportunidad. Así tú esperarás. Y
esperarás. Y esperarás".
"Fue real", dije firmemente, como si eso lo hiciera así.
"Aun si lo fue", dijo Uno, "no significó nada. Lo viste por ti misma. No
hay forma de traerte de vuelta".
"Tal vez esa fue la mentira", dije. "Tal vez el resto era cierto. Lo mezclaste.
Sacaron en claro dónde estaba, pero no me mostraste la parte donde entendían
cómo rescatarme. Van a hacer ese ritual".
"Fallarán. Nada puede jalar tu alma de aquí".
"Estás equivocado". Aunque realmente no sabía lo que decía. Mi esencia
se sentía como si estuviera rompiéndose, y realmente, la única cosa que sabía
hacer era mantenerme contradiciéndolos.
"Y tú eres ingenua. Siempre lo has sido. Los inmortales inferiores
acarrean esa debilidad de sus días humanos y eres una de los peores. Nuestra
madre casi usó tu debilidad para liberarse de los ángeles. Ahora será tu ruina".
"¿Cómo que casi la usó Nyx?"
Los Oneroi intercambiaron miradas — muy, muy complacidos. "Tu
sueño. Tu fantasía", explicó Dos. "El que ella te prometió mostrarte si la
liberabas. Querías tan malamente creer que era posible, que casi cediste".
Por un momento, no los vi o a esa perpetua oscuridad. Estaba en un
sueño de mi propia creación, no la de ellos. El sueño que Nyx me había enviado
repetidas veces había sido uno de mi futuro, con una casa y una niña — y un
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 213

hombre. Un hombre que amaba, de quién su identidad permanecía como un


misterio. Nyx nunca me había mostrado el final. Nunca me mostró al hombre
en el sueño.
"Estás tan lleno de mierda", dije. "Aduces que Nyx muestra la verdad —
el futuro. ¿Pero cómo podría ser que la visión era verdadera si además
supuestamente estaré encerrada aquí por toda la eternidad? Ambas no pueden
ser verdaderas".
"El futuro siempre cambia", dijo Uno. "Eso era cierto cuando te lo mostró.
Tu camino se ha desviado".
"¡Oh, vamos! ¿Cuál es el punto de tener una visión del futuro si puede
cambiar de un momento a otro? Eso no es una verdad o una mentira. Eso es una
suposición. Y nunca le creí de todas formas. Lo que ella me mostró era
imposible — incluso si no estaba aquí con ustedes dos imbéciles".
"Nunca sabrás si lo era", dijo Dos. Entonces, él lo reconsideró. "De verdad
era posible, pero vivirás con el conocimiento de que es un futuro que te ha sido
quitado".
"No puedes tomar lo que nunca tuve", gruñí. "Las succubus no pueden
tener hijos. Nunca podría tener esa clase de vida".
Lo que no agregué fue que una cosa sorprendente había provenido del
sueño. En él, había tenido dos gatos. En ese momento, sólo había tenido una—
Aubrey. No mucho después, había encontrado a Godiva, quien era la otra gata
en el sueño. ¿Coincidencia? ¿O yo verdaderamente había estado en el camino
para ese futuro, sólo para hacerlo añicos ahora? Como siempre, el Oneroi podía
ver dentro de mi corazón y podía saber lo que pensaba.
"¿Lo quieres ver?" preguntó Uno.
"¿Ver qué?"
"Al hombre", dijo Dos. "El hombre en el sueño".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 214

Capítulo 18
Traducido por Melissa

Empezó antes de que lo pudiera detener.


Estaba de pie en una cocina, en uno de esos sueños donde estaba
observándome y sintiéndome. La cocina era brillante y moderna, mucho más
grande que cualquier cosa que pudiera imaginar que necesitara una negada
para la cocina como yo. En mi propio sueño estaba parada en el fregadero, con
los brazos hundidos hasta los codos en el agua espumosa que olía como a
naranjas. Estaba lavando los patos a mano y haciendo un tipo de trabajo muy
incompetente, pero estaba muy feliz para notarlo. En el piso, un lavaplatos real
yacía hecho pedazos, explicando así la necesidad del trabajo manual.
Desde el otro cuarto, los sonidos de "Sweet Home Alabama" llegaron a
mis oídos. Tarareaba mientras lavaba. Estaba contenta, llena con una alegría tan
absolutamente perfecta, apenas podía entenderla después de todo lo que había
ocurrido en mi vida — en particular después de estar prisionera con los Oneroi.
Después de tararear algunas barras más, pongo una copa húmeda en el
mostrador y giro para mirar a hurtadillas hacia la sala de estar más allá de mí.
Una niñita estaba sentada allí, aproximadamente de dos años de edad.
Estaba sobre una manta, rodeada de animales acolchados y otros juguetes. Ella
agarró firmemente una jirafa de felpa en sus manos. Que sonó cuando la
sacudió. Sin embargo como sintiendo mi mirada, miró hacia arriba.
Tenía cachetes regordetes que no habían perdido su grasa de bebé. Los
tenues rizos café claro cubrían su cabeza, y sus ojos color avellana eran grandes
y enmarcados con pestañas oscuras. Era adorable. Detrás de ella en el sofá,
Aubrey descansaba enrollada en una bolita apretada. Godiva estaba al lado de
ella.
Una sonrisa muy contenta se extendió por la cara de la niñita, creando un
hoyuelo en una mejilla. Una ola poderosa de amor y alegría se propagó a través
de mí, emociones que mi tosco, doloroso y autentico yo apenas permitió salir
adelante. Justo como la primera vez que había soñado este sueño, sabía con
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 215

certeza —certeza absoluta— que esta niña era mi hija.


Luego de unos momentos después, regresé a mis platos, aunque no
quería nada más que volver a la sala de estar. Maldito trabajo manual. Ni mi yo
en mi sueño ni mi yo caminante podían conseguir bastante de la niña. Quería
sumergirme en ella. La podría haber observado por siempre, ingiriendo esos
ojos con grandes pestañas y tenues rizos.
Incapaz de resistir — y aburrida de lavar platos — finalmente cedí y miré
atrás otra vez. La niña se había ido. Saqué mis manos del agua, justo al mismo
tiempo en que oía un golpe y un choque. El sonido de un llanto siguió.
Corrí a toda velocidad fuera de la cocina. Aubrey y Godiva movieron con
fuerza sus cabezas mirando hacia arriba, asombradas de mi repentino
movimiento. Al otro lado de la sala de estar, mi hija estaba sentada sobre el piso
al lado de una mesa auxiliar con esquinas afiladas, una mano pequeña
presionaba su frente. Lágrimas fluían hacia sus mejillas mientras ella sollozaba.
En un instante, estaba de rodillas, envolviéndola en un abrazo
apremiante. Observando y sintiendo este sueño, quise llorar igualmente por la
sensación de ese suave y caliente cuerpo en mis brazos. Mecí a la niña,
murmurando palabras calmantes y sin sentido, mientras rozaba mis labios por
sus sedosos risos. Eventualmente, sus sollozos se detuvieron, y ella descansó su
cabeza en contra de mi pecho, contenta simplemente de ser amada y mecida.
Nos sentamos como por otro feliz minuto o algo así, y entonces, lejanamente, oí
el sonido del motor de un automóvil. Alcé mi cabeza.
"¿Oyes eso?" Pregunté". Papá está en casa".
La excitación se vio reflejada en la cara de la niña mientras me ponía de
pie, todavía sujetándola y balanceándola en mi cadera. Era un acto que requería
alguna coordinación, considerando lo pequeña que era.
Caminamos hacia la puerta principal y salimos hacia fuera encima de un
porche. Era de noche, todo con una tranquila oscuridad excepto por una
pequeña luz que estaba colgada en lo alto. Brillaba encima de una larga
expansión de nieve blanca intacta en el césped y el camino de acceso. En todas
partes, más nieve caía como en una corriente sostenida. No reconocí el lugar,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 216

pero ciertamente no era Seattle. Ese exceso de nieve habría puesto a la ciudad
en pánico, poniendo todo el mundo en una alerta de Armagedón. Mi hija y yo
estábamos perfectamente a gusto, apenas notando la nieve. Dondequiera que
estuviéramos, este clima era un acontecimiento común.
Bajo el camino de acceso, el coche que había oído ya se había
estacionado. Mi corazón se hinchó con felicidad. Un hombre estaba detrás de
eso, una figura oscura difícil de describir con el débil alumbrado. Él sacó una
maleta rodante y cerró de golpe el maletero. La niñita estrechó sus manos con la
excitación, y agité mi propia mano para saludar. El hombre devolvió el saludo
mientras él caminaba hacia la casa. Estaba demasiado oscuro, y no lo podía ver
aún.
Su cara. Tenía que ver su cara. Estábamos tan cerca. Hasta aquí era donde
el sueño se había detenido antes, negándome su conclusión. Alguna parte de mí
estaba segura que esto era un truco también — que el Oneroi iba a hacer lo que
había hecho Nyx y terminar el sueño
No lo hicieron.
El hombre continuó caminando en nuestra dirección, y al fin, la luz del
porche iluminó sus características.
Era Seth.
Encajes de copos de nieve descansaban en su pelo desordenado, y podía
distinguir una camiseta loca debajo del abrigo atrincherado de lana pesada. Él
dejó la maleta en las escaleras y corrió a toda velocidad hacia arriba para llegar
a nosotras un poco más rápidamente.
Sus brazos nos rodearon a ambas, mi hija y yo nos acurrucamos en
contra de él. Podría haberse congelado en algún otro sitio, pero nuestro
pequeño círculo sujetaba todo el calor en el mundo.
"Mis chicas", murmuró. Se quitó uno de sus guantes y recorrió con su
mano sobre la fina seda del pelo de nuestra hija. Él rozó un beso en su frente y
entonces se inclinó hacia mí. Nuestros labios se encontraron en un suave beso, y
cuando nos apartamos, podía ver niebla en el aire por el calor de su boca. Él nos
abrazó más apretado.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 217

Suspiré felizmente. "No te alejes más", dije. "No hagas más viajes al
extranjero".
Él se rió en silencio y me dio otro beso, esta vez en mi mejilla. "Veré lo
que puedo hacer. Si fuera mi decisión, nunca saldría".
Pero el sueño terminó, rompiéndose como pedazos de copas que
entonces fueron barridos hacia fuera con una escoba. Mientras que antes había
contado los segundos para que estos sueños se desvanecieran, esta vez quería
aferrarme a eso. Las manos que no había tenido en esta forma insustancial
desearon coger esos pedazos de vidrios rotos, ensangrentando mi carne, si sólo
tuviera algunos momentos más de esa dicha perfecta, contenta de la felicidad
que mí yo en el sueño había tenido.
Pero se fue. Estaba vacía.
Por mucho tiempo, simplemente no podía lograr reponerme de la
pérdida del sueño. Era un enredo de emociones: Lastima, enojo y anhelo e
incompletitud. Todo eso sentía, ningún pensamiento. Cuando la coherencia
comenzó a volver, aun era una confusión. Seth. ¿Seth era el hombre en el sueño?
Por supuesto que lo era. ¿No lo había sentido desde casi la primera vez que nos
encontramos? ¿No había dicho a menudo que él era como un pedazo de mi
alma? ¿No había tenido la impresión de que algo faltaba cuando nos habíamos
separado?
Entonces, toda la duda que el Oneroi había sido tan hábil en
implantarme comenzó a descender. No podía ser Seth. No podía estar con un
mortal, no en cualquier capacidad real. Ciertamente no podía tener un hijo con
uno, y de cualquier manera, Seth se casaría con alguien más. Esto era un truco.
Otra mentira. Todo aquí era una mentira, que suponía continuar con el
tormento que el Oneroi pensaba que merecía.
"Eso no puede ocurrir", dije. Las palabras fueron duras. ¿Y no se los
había dicho más temprano? Círculos, círculos. Mi vida era repetirse a sí misma
una y otra vez. “Nada de eso alguna vez podría ocurrir".
"No", acordó Dos. "Ya no más. Tu futuro se desvió".
"Ese nunca fue mi futuro. Mientes. Nyx Mintió. No hay verdad en
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 218

ninguna parte".
"Ésta es la verdad", dijo Uno.
Otro sueño. ¿Un sueño real? No, no. La parte de mí que comenzaba a
perderse juró de arriba abajo que no podría ser cierto. No hay verdad en ninguna
parte.

Estaba en el común mundo humano otra vez, con Seth y Simone-como-


Georgina. Estaban en una tienda de esmoquin, buscando trajes, y útilmente hice
un gran esfuerzo mental para aclarar esto. Maddie había pedido que fueran de
compras… no obstante, seguramente no había ocurrido ese día. ¿O si? ¿Era esto
otro día? ¿Cuánto tiempo había pasado? No podía decir si estos sueños duraron
un segundo o toda una vida. El cielo de afuera se hacía más profundo con el
crepúsculo, así que tal vez era el mismo el día.
"No tienes que llevar puesta una corbata de lazo", dijo Simone,
estudiando un maniquí bien vestido. Ella misma estaba vestida
magníficamente, con un vestido apretado que era de color naranja reminiscente
de un follaje otoñal. Era pequeño, por supuesto, y enfatizaba mis pechos tanto
como era decentemente posible — tal vez un poco más. Tacones altos de bronce
completaron la vestimenta. Estaba demasiado elaborado para la compra de un
esmoquin, pero se veía genial en ella. Yo. Nosotras. Lo que sea.
Seth deambuló por el colgador al lado de ella, estudiando el traje. Si no
hubiera estado un vendedor erguido en un mostrador cerca de la puerta, tenía
la sensación de que Seth habría salido a toda prisa.
"Es más tradicional", dijo Seth. “Creo que eso es lo que quiere Maddie".
Simone se mofó. "¿Así que…? ¿Qué es lo que quieres?" Dio un paso en
dirección hacia él. "¡No puedes sólo estar sentado observando y dejar que los
otros te digan qué hacer! Tienes tus propias necesidades. Tus propios deseos.
No puedes ser pasivo aquí".
Había pasión en sus palabras, una convicción que incluso no podía
entender, pero si admirar. Era la clase de discurso que congregaba a las
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 219

personas por una causa — pero como todo lo demás que ella había dicho
últimamente, había un doble sentido sexual enlazado a él. Él clavó los ojos en
ella por breves segundos, tan impresionado como yo, pero finalmente apartó la
mirada. También dio un paso atrás.
"Tal vez. Pero realmente no tengo la impresión de que mi vida actual se
salga de su orden si escojo una corbata de lazo o una corbata normal. Creo que
debería ahorrarlo para mis momentos heroicos, para algo un poco más grande".
Él se desvió de su camino para mirar otro traje y no vio el semblante ceñudo en
su cara que yo sí.
Pronto, ella tuvo esa dulce sonrisa otra vez y estaba de regreso a su lado
— muy cerca a su lado — mientras examinaban cortes, colores, y todos los
innumerables detalles que llegaban al planificar un compromiso para toda la
vida. El vendedor no podía mantenerse alejado, por supuesto, y finalmente se
precipitó para ofrecer su asistencia.
"Esta chaqueta resaltaría con su constitución", le dijo a Seth. "Viene en
negro y gris, así como también algunos otros — por lo que definitivamente
complementaría su traje". Esa última parte fue dirigida a Simone. Ella se rió
alegremente. Eso era como uñas en un pizarrón para mí.
"Oh, no nos casamos". Ella palmeó el brazo de Seth. "Simplemente somos
buenos amigos. Le echo una mano".
Seth se alejó, librándose del brazo, y repentinamente parecía muy
interesado en probarse la chaqueta. El vendedor encontró el tamaño de Seth,
llenándolo con cumplidos, y entonces dejó a la pareja para que reflexionaran.
"Se te ve genial", dijo Simone, caminando hacia el colgador justamente
delante de él. No podía ver ningún espacio entre ellos. Ella casualmente
enderezó la solapa de la chaqueta, no que lo necesitara. "Te calza bien como un
guante".
Seth agarró sus manos, apartándolas con fuerza y entonces retrocedió.
"Necesitas detener esto", dijo bajando su voz, de forma que los otros no
escucharan.
"¿Detener qué?" preguntó Simone.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 220

"¡Tú sabes qué! Las indirectas. El manoseo. Todo eso. No puedes


continuar haciéndolo".
Simone dio un paso más cerca, poniendo sus manos en sus caderas. Su
voz también era suave, pero era más un ronroneo. Lo que lo hizo especialmente
irritante era que, realmente era mi voz. "¿Por qué? ¿Por qué no te gusta esto?
Vamos, Seth. ¿Cuánto tiempo más vas a seguir engañándote? Sabes que todavía
me quieres. Esta farsa de boda no va a cambiar eso. Lo que tuvimos… lo que
tenemos es demasiado poderoso. Veo la manera en que me miras — y no la
miras de ese modo. ¿Dices que quieres que me detenga? No. Eres el único que
necesita detener esta boda. Termina con ella. O si no tienes las agallas, entonces
déjanos estar juntos otra vez. Como mínimo — solo una noche más. Quiero
sentirte otra vez, sentirte dentro de mí. Y sé que lo quieres también".
Estaba consternada por su audacia. No podía creer lo que esa perra había
intentado hacer. Personificarme era suficientemente malo, ¿pero ahora estaba
descaradamente intentando atraer a Seth con halagos a su cama? Imperdonable.
Esperaba que Seth se enojara también, pero su cara era la imagen de la calma.
Él se quitó la chaqueta y la colocó en un mostrador". No sé quién eres,
pero mantente lejos de mí. No me hables otra vez — o a Maddie". Eso fue
severo, con un tono de peligro en sus palabras, esa cólera que raras veces oía de
él.
Por una vez, Simone vaciló. "¿De qué estás hablando?"
"No eres Georgina", dijo. “Debería haber escuchado cuando mi sobrina
me lo dijo en un principio. Georgina nunca haría esto, sin importar cómo se
sienta. Georgina no intentaría abiertamente romper la boda de sus amigos. No
traicionaría a Maddie".
Los ojos de Simone relampaguearon de ira. "¿En serio? ¿Entonces cómo
exactamente clasificarías tú la pequeña aventura amorosa primaveral?" No
estaba sorprendida ella lo supiera. Todo el mundo en mi círculo infernal lo
había sacado en claro cuándo se oscureció el alma de Seth.
Su sonrisa era amarga y fría. "Georgina lo hizo... inadvertidamente. Ella
era consciente de lo que estaba haciendo, pero las motivaciones… bien, fueron
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 221

diferentes".
"Deja de intentar justificar tu infidelidad. ¡Deja de hablar de mí en tercera
persona!"
"Tú no eres ella", dijo Seth otra vez. “La conozco. La conocería en casi
cualquier forma. Y aunque te le pareces, tú — obviamente — no la conoces".
Él se dio vuelta para salir — y se topó con Jerome.
Seth no había visto a Jerome entrar o teletransportarse en la tienda.
Tampoco yo. Con todo y eso, incluso si el demonio se hubiese paseado
abiertamente, creo que Seth hubiese tenido la misma reacción de asombro y
profundo trastorno. La fría actitud que había mostrado con Simone desapareció.
"Lo siento", dijo Seth, dando un paso hacia atrás. Él recorrió
ansiosamente con la mirada a Simone, quien estaba igual de asombrada. “Yo —
los dejaré a solas".
"No estoy aquí por ella", gruñó Jerome.
"¿Qué?". Ella exclamó, pareciendo profundamente ofendida.
“Los ojos oscuros de Jerome perforaron a Seth. “Estoy aquí por ti.
Necesitas venir conmigo. Ahora".
Cuando un demonio te dice que hagas algo, es muy duro rehusarse. Mis
amigos y yo podíamos bromear por la ridícula apariencia de John Cusack de
Jerome, pero debajo de eso, Jerome era malditamente espeluznante. Y cuando él
desviaba su furia demoníaca en un humano, aterraba categóricamente.
Aún así, con una extraordinaria muestra de valentía, Seth preguntó:
"¿Por qué?"
Jerome se molestó al ver que Seth instantáneamente no había saltado a
obedecer. "Para traer a Georgie de regreso".
"¿De regreso?" Simone repitió. “Pero si ella regresa—"
Jerome quitó sus ojos de Seth y la miró ferozmente. "Sí, sí, lo sé. Pero
también puedes ceder. Fallaste".
"Pero puedo—"
"Claramente, no puedes". Jerome caminó con grandes pasos hacia ella,
inclinándose cerca de su cara. Entonó una voz baja, pero podía oír desde mi
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 222

visión de observadora. "Éste no es el camino. Ahora sé por qué estás aquí, pero
dile a Niphon que cada vez que él intenta arreglar cosas, termina cagándola
más. Es muy tarde. Me ocuparé de esto. No te involucres".
"Pero—"
"Suficiente". La palabra estalló a través de la tienda. El vendedor miró
hacia arriba, sobresaltado, pero manteniendo su distancia. "No cuestioné tu
presencia antes, pero ahora te puedes ir".
Aparentemente, sonó como si le diera permiso para irse. Pero ella y yo
podíamos oír el significado subyacente: Si no volvía a su propio yo, él "la
ayudaría". Ella no volvió a protestar.
Jerome regresó a Seth. "Georgina ha sido raptada. Vamos a conseguir que
regrese. Y tú vas a jugar un papel en eso".
Seth no pudo hablar por un momento, y cuando lo hizo, fue para
pronunciar la respuesta más obvia: "¿Cómo?"
"Para empezar, puedes dejar de perder el tiempo aquí con preguntas
estúpidas. Ven conmigo y te enterarás". Entonces Jerome sonó dominante.
“Cada instante que te demoras, está en más peligro".
Nada más podría haber incitado a Seth a la acción. Se sobresaltó con las
palabras, y su cara recorrió un caleidoscopio de emociones.
"Bien", le dijo a Jerome. "Vamos".
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 223

CAPÍTULO 19
Traducido por Melissa

"Real", me quedé sin aliento. "Eso era... real. Seth no cedió a la tentación.
Seth se quedó con Maddie".
"Tal vez", dijo Uno.
El instinto de arañar sus ojos se levantó dentro de mí, fuerte y
repentinamente. Era animal e impulsivo — e imposible considerando que aquí
no tenía forma. Era un deseo que había tenido en más que una ocasión con los
Oneroi.
“Verdad. Eso fue verdad”. Esto era como un juego infantil con ellos, una
y otra vez. O tal vez la sección de verdadero y falso en el SAT* . Círculos. 61

Círculos. Mi vida era un círculo. “Y Jerome…” El final del sueño vino a mí


donde mi jefe se había alejado con Seth. “Él viene por mí. Tomó a Seth. Van a
hacer ese ritual. Erik va a convocarlo.”
“Sí. Y él va a fallar.”
“No, no lo hará”, lloriqueé. Cada onza de mí, se había convertido en
desesperación: voz, mente, alma. “Jerome vendrá por mí. Me salvará.”
“Nadie vendrá por ti”, dijo Dos. “Lo intentarán, pero fallarán.”
Otra vez, me devolvieron a mi mundo, y tanto como extrañaba las caras
familiares, la duda y la incertidumbre que los Oneroi habían sembrado en mí
me llenaba con un tipo de confusión desesperada.
Estaba donde Erik. Y aparentemente, todos los demás también.
Su tienda tenía una gran trastienda destinada al almacenamiento que
solo había visto una vez momentáneamente. Me recordaba a un garaje, con
pisos de cementos sin acabar y sencillos paneles de yeso en los lados. Una
pequeña mesa que contenía un cuenco para quemar incienso que hacía el aire

61
*SAT: es una prueba estandarizada frecuentemente usada para seleccionar el ingreso a la
educación superior en EE.UU.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 224

nebuloso. Los bordes del cuarto estaban apilados con cajas y cajones que
parecieron haber sido apartados de un empujón para crear un espacio vacío
alrededor del borde del cuarto. A lo largo de los bordes también estaba el club
inmortal de Seattle: Hugh, Cody, Peter, Carter e incluso Mei. Román
probablemente también estaba allí, escondido por Mei. En el centro del cuarto,
Erik dibujaba patrones con tiza en el piso. Jerome estaba parado cerca y Seth
revoloteaba ansiosamente entre ellos y mis amigos a lo largo de la pared. Creo
que estaba pasando un mal rato decidiendo quien era más seguro. De no ser por
Mei, probablemente él habría escogido a mis amigos.
Mei miraba a Erik y a Jerome con desaprobación, con sus ojos casi negros
entrecerrados y sus labios color rojo ladrillo fruncidos. Finalmente, descruzó
sus brazos y pasó de una zancada hacia el centro, con sus zapatos de tacón
aguja sonando fuerte en contra del cemento. Seth se alejó de su camino,
retirándose hacia la seguridad de mis amigos.
“Esto es ridículo”, dijo Mei. “Estás haciéndonos perder el tiempo a todos.
Incluso con todos ellos”— hizo señas hacia la pandilla en la pared — “no basta
con traerla de regreso. Necesitas informarlo y conseguir a otra succubus.”
“Lo informo y habrá otro archidemonio aquí también.” Jerome le dio una
mirada cortante. “Estoy sorprendido de que aún no lo hayas hecho”.
Buen punto. Como su segunda al mando, Mei le obedecía, pero era
ambiciosa. Si Jerome se metiera en problemas por perderme, podría ser una
ventaja para ella.
“No lo necesito”, dijo rotundamente. “Pronto les dirás tú mismo. ¿Por
qué tengo que estar aquí? No tengo una conexión con ella”.
“¡Porque yo lo dijo! Deja de discutir”. Jerome la miró con furia, y los dos
demonios cerraron miradas. Finalmente, Mei le dio un cortante asentimiento,
pero no como si cediera por su autoridad. Era más bien como que él le había
comunicado algo, y ella lo aceptaba. Ella regresó a un lado del cuarto, al frente
de mis amigos ahora.
Erik tuvo que inclinarse y ponerse de rodillas para trabajar con una
buena cantidad de tiza, algo que tenía que ser muy doloroso para su espalda.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 225

Con un suspiro, finalmente se puso de pie y examinó su diseño. Se veían


dos grandes círculos concéntricos, rellenos y rodeados con un número de
símbolos arcanos. Conocía algo de eso. Jerome también estudió el patrón, y por
primera vez, mi jefe se vio… nervioso.
“¿Está listo?” demandó.
Erik asintió con la cabeza, con una mano frotando distraídamente su
espalda. “El hechizo en si mismo, sí.”
Los ojos de Jerome cayeron sobre Seth, quien se sobresaltó. “Tú,” dijo el
demonio. “Ven acá.”
Seth miró hacia el patrón casi tan ansiosamente como Jerome lo había
hecho. “¿Qué me ocurrirá?”
“No te matará, si eso es por lo que estás preocupado. Y puedes dejar el
círculo cuando quieras. Ahora deja de perder el tiempo.”
No me gustó oír que Jerome le diera ordenes Seth. Revolvió esos
carbones de furia que habían estado quemándose dentro de mí últimamente.
Inclusive me ponía más furiosa ver a Seth obedecer; más o menos quería que
desafiara a Jerome. Un momento más tarde, intenté desterrar tales
pensamientos. Necesitaba guardar mi furia para los Oneroi, no para este grupo.
Sin duda alguna Jerome no mentía. Carter, quien había permanecido
completamente callado con todo esto, le habría llamado la atención a Jerome en
eso. Esperaba.
Seth caminó por delante de Jerome, teniendo cuidado de no pisar
ninguna de las líneas de tiza —como las personas supersticiosas que evitan
grietas en las aceras. Erik le dio a Seth una pequeña sonrisa.
“Tiene razón, Sr. Mortensen. Esto no lo lastimará. Aunque será…
extraño.”
Mei repentinamente se volvió rígida otra vez. “¿Él? ¿Eso es todo lo que
estás usando? Jerome, una persona no puede—”
“¡Suficiente!” gritó Jerome. “Estoy cansado de escuchar que todo el
mundo me responda impertinentemente. ¿Podemos comenzar con esto?”
Erik asintió y caminó hacia la mesa con el incienso. También había un
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 226

pequeño tazón con agua y un gran pedazo de piedra extraída en bruto. Cuarzo
ahumado, pensé. Erik lo recogió cuidadosa y respetuosamente. Él empujó la
punta varita dentro del incienso que ardía lentamente, y entonces la sujetó hacia
arriba, de forma que el humo pudiera envolverla. Un par de segundos después,
sumergió la punta de la varita en el agua. Cuando hubo terminado, comenzó a
llevar la varita hacia el círculo.
“Espera”, dijo Carter de pronto. Se enderezó de donde había estado con
los hombros caídos en contra de algunas cajas. “También voy”.
“Todos están locos”, masculló Mei.
“Ella tiene un buen punto”, dijo Jerome. “Si estás aquí dentro—”
“Lo sé, lo sé”, dijo Carter, pasando por encima de las líneas para unirse a
Jerome. “Y también sé lo que podría salir”. La pareja intercambió miradas, más
mensajes silenciosos pasaron y entonces nadie habló otra vez.
Erik regresó al centro del círculo, sujetando la varita en lo alto. Ambos
Carter y Jerome se habían movido tan lejos de los humanos como era posible,
sin cruzar el círculo interior. Mientras Erik alzaba los brazos hacia el cielo,
repentinamente, no se veía como un hombre viejo y débil. Era verdad que su
cuerpo estaba endeble y cada día más delgado, pero él estaba allí y comenzó a
cambiar. Se convirtió en algo un poco más que humano. Dante era un mejor
mago cuando cayó en eso, pero Erik no estaba sin su propio poder, aun si raras
veces lo usaba. Si hubiera estado allí en carne y hueso, habría sentido la magia
que convocaba. Sabiendo que estaba allí casi me hizo creer que lo podía ver.
Él terminó su cántico, hablado con palabras que apenas conocía, y
entonces paseó alrededor del círculo. Tocó en cuatro lugares con la varita, todos
equidistantes el uno con el otro. En el mismo momento en que su varita tocó el
cuarto lugar, cada inmortal en el cuarto repentinamente se sobresaltó y se vio
incómodo — incluso los mayores. Seth mayormente lucía confundido.
Como un observador desconectado, mi vista era como la de Seth.
Tampoco vi que ocurriera nada. Pero entonces me di cuenta de que si hubiese
estado allí, habría sentido lo mismo que el resto de los inmortales. Erik había
bloqueado el círculo, cerrándolo con paredes invisibles en su lugar. Todos los
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 227

círculos mágicos eran diferentes, pero él le había dicho a Seth que podía
cruzarlo para salir — lo que significaba que este era un círculo para conservar
sólo a los inmortales adentro. No era exactamente como una invocación. Las
convocaciones requerían grandes cantidades de magia porque esclavizaban a
un inmortal en contra de su voluntad. Este círculo también era una prisión, pero
requería menos magia porque los inmortales habían entrado a propósito.
Jerome y Carter sabían que habían permitido estar atrapados.
Esto era el por qué él quería a Mei alrededor. Para un usuario mágico
inescrupuloso — digamos, como Dante — ésta era una excelente oportunidad.
¿Dos inmortales mayores prisioneros? Había infinitas posibilidades para un
mago. Lo que sea que Erik estuviera haciendo aquí, no creía que se
aprovecharía de la situación. Pero Jerome, siendo un demonio, no confiaba en
nadie. Jerome quería tener a Mei a la mano para hacer algo de daño en caso de
que Erik no soltara a sus prisioneros. Por supuesto, ella estaría impotente de
hacer algo hasta que Erik dejara el círculo — lo cuál tendría que hacer
eventualmente.
Sin embargo, si todos estaban tratando de rescatarme, Erik no podría
haber creado este círculo con el intento de atrapar a Jerome y Carter
específicamente. Las palabras del ángel vinieron de regreso a mí: También sé lo
que puede salir.
Erik estaba en frente de Seth, quien se ponía más nervioso a cada
segundo. La tensión en la cara de Erik mostraba el poder que estaba
manteniendo bloqueado. Él no podría jugar al amigable hombre anciano ahora
mismo, pero hizo lo que podía.
“¿Te importa la Srta. Kincaid?” le preguntó a Seth. “¿Quieres salvarla?”
“Sí”, contestó Seth velozmente.
“Entonces debes pensar en ella. Canaliza cada onza de tu ser en ella.
Imagínatela. Clámala. No debe haber pensamientos en tu cabeza — sólo ella”.
Seth se vio desconcertado pero asintió. Erik se dirigió a Jerome y a
Carter. “Y ustedes le deben impedir entrar completamente. No pueden entrar,
pero pueden mantenerlo aquí. Tienen que, o los perderán a ambos.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 228

Erik no esperó ninguna afirmación del ángel y del demonio. Él sostuvo


en alto su varita otra vez y tocó a Seth en su frente, ambas mejillas y la barbilla.
Seth tembló.
“Recuerda”, dijo Erik. “Cuando el portal se abra, piensa en ella. Sólo en
ella. Trata de alcanzarla. Y cuando la encuentres, no la dejes ir”.
“¿El portal?” Seth preguntó. “Qué—”
Pero Erik cantó otra vez y un viento emergió de la nada, rizando el vello
de aquellos en el círculo. Su voz se volvió cada vez más poderosa, y entonces—
Estaba de regreso con los Oneroi.
“¿Qué pasa?” Exclamé. Por millonésima vez, deseaba poder golpear las
paredes de mi prisión. Quería arañar sus ojos otra vez. Quería
estrangularlos. “¡Muéstrenme lo que ocurre!”
“Fracaso", dijo Uno.
“No tendrán éxito”, agregó Dos. “La demonio estaba en lo correcto. Ni
una docena de humanos que te amaran podrían alcanzarte, mucho menos—”
Él dejó de hablar. Sus ojos se encontraron con los de Uno y entonces
ambos echaron un vistazo alrededor como buscando algo. Intenté ver lo que
vieron u oyeron, pero no había nada para mí. Sólo la oscuridad y el silencio.
Entonces, sentí la agitación de otro sueño que venía a mí. El oscuro
mundo comenzó a volverse borroso, y ambos Oneroi sacudieron con fuerza sus
cabezas en dirección a mí.
“¡No!” Exclamado Dos, extendiendo su mano.
Todo se aclaró otra vez. No soñé. Me quedé dónde estaba.
Georgina.
Mi nombre. Por primera vez en — pues bien, no tenía ni idea en cuántos
días — oí algo que no eran los Oneroi. Era apenas perceptible, un susurro
perdido en el viento. Mi nombre. Uno de ellos, al menos.
No podía decir de dónde vino, pero cada parte de mí intentó enfocarse
en eso, descifrar su origen.
Georgina.
“¿Sí?” Dije en voz alta. “¡Estoy aquí!”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 229

El mundo se volvió borroso otra vez. No oía mi nombre, pero era como la
canción de la sirena una vez más. La música sin sonido, colores sin descripción.
“¡Detén Esto!” gritó Uno. Nunca había oído a los Oneroi alzar sus voces.
Siempre hablaban en tonos bajos y maliciosos. Pero estaban bastante molestos
ahora.
“¡Combátelo!” Ese fue Dos, que hablaba a Uno. “¡Únete a mí! No lo
dejes”
Los dejé por otro sueño. O, bien, algo más como otro lugar. No, no era
incluso un lugar. Era como si flotara en el espacio, en una nebulosa. Quizá un
huracán era una forma más precisa de describirla porque las cosas estaban
formando remolinos a mí alrededor y estallando después. Vestigios de humo.
Pedacitos de colores. Estrellas brillantes. Algunos me tocaron. Algunos me
traspasaron. Y cada vez que establecía contacto, sentía una emoción — una
emoción que no era mía. Felicidad. Terror. Con cada emoción vino un destello
breve de una imagen. Un campo verde. Un avión. Un monstruo. Era una
nevada de estímulos.
Estaba perdida y a la deriva, casi más asustada que en mi prisión con los
Oneroi. Al menos eso había tenido alguna sustancia, no importa cuán
insignificante. Pero esto… ¿qué era esto? Alguna que otra vez, comenzaría a
disolverse en negro, como si estuviera regresando a la caja…. Entonces, la
oscuridad se desvanecería, otra vez dejándome indefensa en este disturbio
alocado de sensaciones.
Georgina.
Mi nombre otra vez. Y con eso, ese jalón. Ese jalón de familiaridad.
Aunque técnicamente no tenía cuerpo aquí tampoco, busqué por esa voz y ese
jalón, mirando a través del color alborotado.
Georgina.
Fue más fuerte. Esa sensación de invocación. Ardía por la necesidad de
acercarme a eso. Era parte de mí. Era el hogar. Y entonces, todo fue un caos, una
luz brillaba más que todas las demás. Era blanca, pura y prístina en medio del
caleidoscopio que caía como lluvia sobre mí. Clavé los ojos en eso, tratando de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 230

alcanzarlo tanto como podía. El mundo comenzó a romperse a negro otra vez,
pero fue la última vez. No regresaría a la caja. No con esta luz delante de mí.
Era difícil de decir si se volvía más y más brillante o si sólo se agrandaba más y
más cerca, pero repentinamente estaba delante de mí. A mí alrededor. Era eso.
Justo cuando había rozado contra esos otros sueños, tuve un destello de
visión que me partía en dos brevemente desde el torbellino. Estaba en los
brazos de Seth. ¿O no? Mientras me sujetaba, su cara parecía cambiar una y otra
vez, en diferentes formas. No, era él. Lo reconocería en cualquier parte. Él era
tan familiar, y ahora que estaba cerca de mí, no lo podía soltar. Él era el hogar.
Georgina. La voz vino otra vez,y era de él. Georgina, no te sueltes.
No. No me soltaría. Nunca me soltaría otra vez…
Ese breve momento de contacto humano me dio el camino al campo
estrellado de los sueños, pero esta vez, tenía un ancla. Estaba con la luz. Era la
luz. Lo sentía jalándome, pero no necesitaba apurarme. Iba dondequiera que me
llevara. Solté todo el control. Tenía la sensación de flotar, de ser estirada y llegar
adelante. Detrás de mí, algo me tiraba, pero no era lo suficientemente fuerte. Me
movía hacia adelante. Adelante y adelante y—
El sonido de gritos llenó el cuarto. Mis gritos. Gritar sobre el dolor de ser
partida en dos y reensamblada de nuevo. El dolor de ser despojada de toda la
energía dentro de mí. Estaba débil. En carne viva. Nada.
¿Qué cuarto era este? Vi caras. Caras cerca de mí, caras a lo largo de la
pared del cuarto. Me miraban como si me conocieran. ¿Lo hacían? ¿Los
conocía? Mis piernas estaban dobladas debajo de mí, débil como un potro. Uno
de los hombres que estaban parados cerca de mí extendió la mano, pero gateé
hacia atrás, necesitando escapar. No lo podía dejar tocarme. De eso, estaba
segura. Mi mente había sido desmenuzada y abierta de un tirón. No quería ser
tocada de ninguna otra forma. El suelo estaba frío y suave mientras me escurría
sobre él, pero fui detenida por una pared. Al menos, se sintió como una. No vi
nada allí, sólo una línea azul en el piso. La pared invisible me era familiar y me
provocó miedo. Me recordó a la caja. Tiré de mis rodillas hacia mí, intentando
hacerme pequeña mientras temblaba.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 231

Los hombres cerca de mí — cuatro de ellos — hablaban en un lenguaje


que no conocía. Discutían. Uno seguía intentando llegar a mí, pero otro lo
detuvo. Aquél aterraba. Sus características no eran nada extraordinarias — alto,
ojos y cabello café oscuro— pero había algo en él que me hacía sentir frío en
todas partes. Había poder en él, poder por todo su alrededor. Lo podía sentir y
lo podía ver. Me recordó a azufre. Sus ojos cayeron sobre mí mientras hablaba
severamente a los demás, y me encogí más por miedo. Estaba segura que lo
conocía, pero todavía me asustaba.
Repentinamente, otro de los hombres exclamó algo y tocó el brazo del de
cabello oscuro. Este hombre era rubio. Sentí poder alrededor de él también,
pero se sentía diferente. Estaba limpio y cristalino. Los cuatro dieron vuelta
alrededor, poniéndose de espaldas a mí, mientras se quedaban mirando a algo.
Al principio, no había nada, luego comencé a verlo y a sentirlo. Una brillante
esfera púrpura apareció ante ellos, haciéndose más y más. Mientras lo hacía, vi
que giraba más en espiral, sus extremidades formaron remolinos mientras
crecía. Los dos hombres que no irradiaban poder dieron un paso atrás. Si la
pared invisible me hubiese dejado, también me habría alejado.
Fuera de la luz púrpura, dos formas negras repentinamente se
materializaron y dieron un paso adelante. Dos figuras negras que eran en cierta
forma luminescentes y al mismo tiempo tenían ojos azul brillantes. Mis propios
ojos se ensancharon. Quizás no conociera nada más de lo que estaba ocurriendo
a mí alrededor, pero los conocía. Los conocía e iba a matarlos.
No estoy segura de cómo lo hice, considerando que no me quedaba ni
una chispa de vida dentro de mí, pero en cierta forma, reuní la fuerza para
levantarme y correr en dirección a ellos. Mis alaridos eran incoherentes, pero no
tenía importancia. Sólo su destrucción lo tenía. Los desgarraría. Los haría sufrir
de la misma la manera que ellos—
Brazos fuertes me agarraron, deteniéndome tan infaliblemente como lo
hacía la pared. Era el rubio, y su agarre era como hierro. “¡Déjame ir!" Grité.
“¡Déjame ir! ¡Los mataré! ¡Los mataré a ambos!”
El hombre de pelo oscuro miró hacia atrás en nuestra dirección. “No la
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 232

dejes ir", dijo suavemente, esta vez en un lenguaje que comprendí. Peleé en
vano contra esos brazos pero no logré avanzar.
El hombre de pelo oscuro se giró hacia los Oneroi. “Éste no es su
mundo”, dijo.
“Hemos venido por lo que es nuestro," dijo uno de los Oneroi. “La
tomaste.”
“Traje de vuelta lo que es mío”, el hombre de pelo oscuro rebatió. “La
robaste”.
“La ganamos. Llegó a nosotros por su libre albedrío”.
El hombre de pelo oscuro bufó. Jerome, repentinamente recordé. Su
nombre era Jerome. “Tenemos definiciones diferentes de ‘libre albedrío’”, dijo.
"La queremos de vuelta", protestó el Oneroi.
“No se llevaran nada” rebatió Jerome con voz dura. “Váyanse antes de
que cambie de idea.”
Me había descuidado mientras hablaban, pero ahora mi furia se había
renovado. Luché otra vez. “¡Déjame matarlos!" Grité. “¡Jerome, es mi derecho!
¡Déjame destruirlos!”
Jerome se devolvió, sorprendido tal vez de que hubiese usado su
nombre. “No creo que estés en forma para matar algo.”
“Es mi derecho”, dije. “Después de lo que hicieron — sufrirán como yo lo
hice. Los despedazaré. ¡Desgarraré sus almas!”
“No tienen almas”, dijo secamente. “Pero me gusta tu entusiasmo”. Él se
volvió a los Oneroi. “Entonces, robaste a mi succubus y la torturaste”. Su voz
acarreó ese frío reptil. Congeló mi sangre. Hizo el aire crujir con tensión. Los
Oneroi cambiaron de posición con inquietud. Fueron afectados.
“Por su culpa, nuestra madre fue recapturada”, dijo uno de ellos. Pero no
sonó tan seguro o indignado como antes. “Merecemos cobrar venganza”
“¿Crees que ofender a otro justifique venganza?” Jerome preguntó. Oh,
esa voz. Esa voz hizo al aire aquietarse.
“Sí”, dijo el Oneroi.
“También yo”, contestó Jerome.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 233

Ni siquiera se movió, pero sentí la llamarada de poder de él, como una


antorcha echada dentro de yesca seca. Estalló — y así también los Oneroi. Bien,
fue más como que explosionaron. Ese poder los golpeó, y entonces — dejaron
de existir. Así como así.
"Oh, Jerome", dijo el hombre que me sujetaba. “¿Sabes lo qué has hecho?”
Jerome volvió la mirada atrás hacia nosotros y se encogió de hombros.
“No me gustan que las personas tomen mis cosas.”
El portal púrpura remolinante nunca se había ido y ahora comenzó
crecer y a hacerse más brillante y a rotar más rápido.
“Mierda”, dijo Jerome. “Esperaba que nadie lo notara”.
El hombre que me tenía suspiró. Él miró abajo hacia mí, y los ojos grises
plateados perforaron mi alma. “Escúchame. No te muevas. ¿Entiendes?
Quédate aquí mismo”. Cuando no contesté, suspiró otra vez. “¿Me conoces?”
¿Lo conocía? Si. Los ojos. Conocía esos ojos. “Carter”. La palabra salió
extrañamente de mi lengua.
“Sí”, dijo. “Me conoces. Confía en mí. No te muevas”.
Me soltó, esperó a ver lo que yo haría y entonces se acercó junto a Jerome
cuando me quedé en el lugar. Nada me pudo haber hecho moverme de
cualquier manera, no cuando vi lo que venía a través del portal.
Era monstruoso. Literalmente. Ojos amarillos y escamosos, moteados de
púrpura y gris. Tenía lo que se parecía ser un hocico de cerdo, y siete cuernos se
desparramaban por su cabeza como puntos en una corona. Se elevó sobre
Jerome y Carter mientras emergía del portal, pero los dos se mantuvieron de
pie dónde estaban, observándolo desafiantes.
“Destruiste a mis súbditos”, la criatura gruñó. Su voz vino
profundamente dentro de su garganta e hizo el piso vibrar. “Rompiste las
reglas.”
“Tus súbditos estaban en nuestra área”, dijo Jerome. Él estaba
perfectamente tranquilo. “Robaron a uno de los míos y la maltrataron. Ellos
rompieron las reglas.”
“Eso no te da el derecho para hacer lo que hiciste,” vino como respuesta.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 234

“La habrían destruido si hubiesen podido. La próxima vez, mantén una


mejor vigilancia en tus empleados a fin de que no vayan a provocar líos donde
no deberían.”
Las ventanas de la nariz del monstruo dieron una llamarada. “Te podría
destruir por esto”.
“Inténtalo”, dijo Jerome. “Intenta tomarnos a ambos.”
Esos ojos amarillos miraron de arriba a abajo a Carter. Algunos dientes se
vieron en la boca de la criatura. Creo que él sonreía. “Un ángel y un demonio
peleando juntos. Casi sería digno de ver.”
El pesado silencio cayó mientras cada lado evaluaba al otro. No sentía la
fuerza del monstruo. El tamaño físico no era proporcional al poder. Jerome y
Carter, sin embargo, estaban ardiendo como pequeños soles, en condición de
explotar de un momento a otro.
Finalmente, el monstruo se encogió de hombros. O hizo su equivalente
de eso. “Pero ha sido suficiente simplemente verlos defender el honor del otro.
No te destruiré… hoy. No habrá más asaltos a mi gente. Si hay, no seré tan
clemente”.
“Y si tu gente no deja tranquila a la mía”, dijo Jerome suavemente, “no
seré tan misericordioso tampoco.”
La criatura gruñó, y por un momento, pensé que muy bien podría
cambiar de idea. No lo hizo. En lugar de eso, dio un paso atrás hacia la luz
púrpura. Él se confundió paulatinamente con eso, desvaneciéndose de nuestros
ojos, y entonces el mismo portal desapareció también.
“Es un maldito mentiroso”, dijo Jerome. “Con que ‘clemente’. Sabía que
haríamos estallar su culo escamoso fuera de aquí”.
"Sí, bien, espero que nunca nos demos cuenta de que si eso es verdad o
no”, dijo Carter. “Combatir a un demonio Morphean generaría papeleo incluso
en mi lado”.
Los labios de Jerome se crisparon en una sonrisa. “Ahora eso sería digno
de ver.”
Miré a ambos, mi miedo de una confrontación-cercana se había
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 235

desvanecido. Con lo último de mi energía, me abalancé hacia Jerome, batiendo


mis puños en contra de su pecho. Él los atrapó y me detuvo tan fácilmente
como Carter.
“¡Me deberías haber dejado hacerlo! ¡Me deberías haber dejado
destruirlos! ¡Era mi derecho!"
“¿Por eso es por lo que estás tan enojada? Georgie, no estoy seguro de
cómo todavía estás de pie.”
“Era mi derecho”, repetí. “No sabes lo que me hicieron”.
“Puedo hacer algunas suposiciones.”
Dejé de luchar y finalmente, la completa fuerza de todo lo que me había
ocurrido descendió a mí. Un agotamiento completo de mi ser me golpeó. Me
encorvé en sus brazos y me atrapó. La escena y las personas a mi alrededor
todavía estaban un poco enmarañadas, pero un montón de cosas comenzaron a
regresar.
“Se suponía que tenías que mantenerme a salvo”, dije en una voz muy
baja. Sentí que mis ojos se humedecieron. “No deberías haber dejado que eso
ocurriera — dejarlos tomarme. Se supone que tienes que protegerme”.
Jerome se vio verdaderamente sorprendido y no me respondió
inmediatamente. Temía que se enojara, pero en lugar de eso, dijo quedamente,
"Sí. Tenía. Finalmente lo hice, sólo que — me retrasé”.
“Gran disculpa,” dijo Carter.
Ahora la cólera de Jerome regresó. “¡No tengo nada por que
disculparme!” Él se giró hacia mí y otra vez, su voz era calmada y paciente. Casi
suave. Sabía que esto era poco común para él. “Te traje de vuelta. Ahora estás a
salvo. Nunca te dañarán otra vez. ¿Entiendes?”
Asentí con la cabeza.
"Bien. Ahora es tiempo de terminar esto”.
Jerome dio vuelta hacia los humanos. Uno de ellos era viejo, muy viejo —
con piel café oscura y su cabello un poco gris. Sus ojos eran compasivos. El otro
hombre era más joven, con el pelo desordenado y ojos cafés que se volvieron
acaramelados cuando la luz los atrapó. Me miraba como si me conociera, lo cual
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 236

no era una sorpresa porque también lo conocía. No sabía cómo, pero lo hacía.
De hecho, comenzaba a darme cuenta de que conocía a todo el mundo en este
cuarto. Otros nombres regresaban a mi. El nombre de este hombre me evadía,
sin embargo, mayormente porque varios saltos se mantenían en mi cabeza. Me
estudió fijamente, como si estuviera tratando de decifrar algo y me encontré
cayendo en esos ojos cafés dorados.
Jerome le dijo algo al hombre canoso en otro lenguaje. Todavía no lo
podía comprender, pero había algo familiar en sus sonidos. El hombre viejo no
respondió ni se movió de inmediato y una tensión palpable cayó por todo el
cuarto. Finalmente el hombre viejo tomó una varita que sujetaba y comenzó a
tocar puntos en el círculo del piso, murmurando suavemente mientras lo hacía.
Cuando tocó el círculo una cuarta vez, fue como si una gran presión — una que
tampoco había sabido estaba allí — fuera lanzada del cuarto.
Jerome intercambió algunas palabras bruscas con el hombre y entonces
me habló. “Como decía, el cómo estás consciente está más allá de mí — pero
considerando el resto de cosas absurdas que haces, no debería estar
sorprendido”.
Él dio un paso en mi dirección y presionó sus dedos en mi frente. Me
quedé sin aliento como si una sacudida de… algo… corriendo a través de mí. Al
principio, era chocante y espinosa. Luego, se transformó en algo más dulce y
más maravilloso. La cosa más maravillosa en la tierra. Me llenó,
energizándome, sanándome. Hasta este momento, ¿cómo podía pensar que
estaba viva?.
El mundo se veía con un mayor foco, las escenas eran más familiares. Me
tambaleé, no de debilidad esta vez, sino de pura felicidad por la vida que
Jerome me había regalado. Me dijo algo en otro idioma y fruncí el ceño, sin
entender.
Él habló otra vez en mis propias palabras. “Cambia de regreso, Georgina.
Hora de volver”.
“¿Cambiar a qué?”
“Cualquier cosa que quieras. Tu favorito actual, supongo. No esto”. Su
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 237

mano gesticuló hacia mi cuerpo.


Me auto examiné por primera vez. No era tan alta como él, algunas
pulgadas más pequeña, tal vez. Mis piernas y mis brazos eran largos y
delgados, mi piel bronceada por el sol. Un simple vestido de marfil me cubría y
podía ver la punta de mi pelo negro cayendo encima de mi pecho. Fruncí el
ceño. Ésta era yo… y aún no era yo.
“Cambia de regreso, Georgina”, repitió.
“Ese no es mi nombre”, dije.
“Quítate lo que te hicieron”, dijo, claramente impaciente. ”Se acabó. Han
empañado tu mente, pero la puedes aclarar. Vuelve a lo mismo de antes,
Georgina. Regresa a este tiempo”. Sus siguientes palabras estaban en ese otro
idioma y sacudí mi cabeza coléricamente.
"No entiendo. No debería estar aquí. Éste es mi cuerpo, pero este no es
mi tiempo”.
Él dio otra orden que todavía no comprendía y pronuncié la misma
respuesta. Tres veces pasamos a través de eso y entonces a la cuarta, sus
palabras vinieron a mí, perfectamente comprensibles. Sabía lo que él hablaba. El
idioma inglés estalló en mi mente, y con eso, mucho más.
Sostuve mis manos delante de mí, mirando por un largo y duro
momento como si las estuviera viendo por primera vez. “Este es mi tiempo”,
murmuré en inglés. Miré hacia abajo a mis largas piernas. Un extraño
sentimiento de repulsión me atravesó. “Éste no es mi cuerpo”. Pero… lo fue. Lo
fue y no lo fue. Sin energía, lo que era, había vuelto a su condición anterior.
“¿Cuál es tu nombre?” Él demandó.
Letha. Mi nombre es Letha.
“Georgina”, dije. Y con eso, convoqué al poder para cambiar la forma de
mi cuerpo. Delgado y pequeño, con cabello café claro, y ojos verdes dorados. La
rústica tela blanquecina, se convirtió en un vestido azul de algodón. Un
momento más tarde, lo cambié por pantalones de mezclilla y una camisa azul.
Jerome miró hacia Carter. “¿Lo ves? Sin daños”.
Carter no respondió. En lugar de eso, preguntó, “¿Y ahora qué?"
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 238

“¿Ahora?” La mirada de Jerome cayó sobre mí otra vez. “Ahora


Georgina duerme”.
“¿Qué?” Lloriqueé. “¡No! No después… no. Nunca voy a dormir otra
vez”.
Jerome casi sonrió antes de tocar mi frente otra vez.
Me dormí.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 239

Capitulo 20
Traducido por Annaev

Me desperté en mi cama y me encontré con Mei sentada junto a mí. Ni


siquiera la enfermera Ratched* me hubiera asustado tanto.62

Mei estaba hojeando una revista y miró hacia arriba; parecía


aburrida. "Oh. Estás despierta. Por fin". Se puso de pie.
"¿Qué?... ¿qué pasó?" Le pregunté, parpadeando con la luz que entraba
por mi ventana. Estaba un poco extrañada de que ella no hubiese cerrado las
cortinas. En realidad ella no me parecía que fuera una persona que disfrutara
del sol.
"¿No te acuerdas?" Su desinteresada expresión relució. "Jerome dijo que
recordarías todo. Si no lo ha..."
Me senté, acercando mis rodillas a mi cuerpo. “No, no. Recuerdo...
Recuerdo lo que pasó con Erik. Recuerdo... los Oneroi". Decir la palabra me hizo
estremecer. "Pero, ¿qué pasó después? ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?"
"Tres días", dijo rotundamente.
"¿Qué?" Me la quedé mirando, mi boca abierta. Si Mei fuese del tipo de
los que dicen bromas, yo habría esperado el chiste ahora. "Yo no... quiero decir,
pasó muy rápido. Y yo no soñé".
Ella torció su boca con una sonrisa. “Pareciera que querías eso. Y el sueño
pesado te cura más rápido". La sonrisa cambió a una mueca. "No es que
esperase junto a tu cama durante tres días... se ha sentido tan rápido. Jerome me
hizo mantener a todos tus amigos a cierta distancia. Eso fue divertido".
"¿Acabas de usar sarcasmo?”
"Me voy" dijo, de regreso a sus asuntos importantes. "He hecho lo que ha

62
*Enfermera Ratched, personaje de la novela ‘One Flew Over the Cuckoo's Nest’, se ha
convertido en una popular metáfora sobre la influencia corruptora del poder y la
autoridad al igual que en la institución mental en el que se desarrolla la novela.
Castigaba y humillaba a los internos solo por el placer de demostrar su autoridad.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 240

pedido Jerome".
"¡Espera! ¿Qué pasó con Seth y Erik? ¿Están bien?"
“Bien” dijo ella. Esperé a que desapareciera, pero no lo hizo. Ella me
miró con curiosidad. "No debería haber funcionado, sabes.”
"¿Qué no debería de haber funcionado?"
"Ese ritual. No hay forma en que ese humano pudiera encontrarte. No
entre todas las otras almas.”
Los Oneroi habían dicho lo mismo, y pensando de regreso en la tormenta
de color y desorden, podía entender su razonamiento. "Nosotros... nos
amamos". No estaba segura si tenía derecho a esas palabras, pero ellas vinieron
de todos modos.
Mei rodo sus ojos. "Eso no significa nada. El amor humano –sin importar
lo que todas sus canciones y películas románticas digan– no es suficiente. No
debería haber funcionado”.
Yo no sabía qué decir. "Bueno... supongo que así fue".
"Jerome sabía que lo haría también", reflexionó, con una pequeña mueca
y frunciendo la frente. Su mirada se endureció en mí. “¿Y tu? ¿Sabes cómo eso
sucedió?"
"¿Qué?" chirrié. "¡No! No entiendo nada de esto".
Supuse que lo negaría y volvería a preguntarme algo adicional. En su
lugar sólo profundizó su ceño, y me di cuenta de que ya no le era útil el
encontrarle una solución a este dilema. Ella desapareció.
En el instante en que desapareció, Roman entró de lleno en mi
habitación. "¿Se ha ido?", Preguntó. Si él hubiese estado cerca, hubiera sentido
su firma desaparecer.
"¿Has estado fuera de mi habitación todo este tiempo?", le pregunté.
Se sentó en la silla en la que ella había estado. "Jerome le ordenó no dejar
entrar a nadie o acercarse a ti."
“Podrías habérla capturado", le dije, intentando una broma.
"No sin causar un montón de problemas". Frunció el ceño, ojos
preocupados por pensamientos. "Aunque, me habría descubierto si hubiese
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 241

sido necesario cuando esa… cosa vino por el portal tratando de atacar a Carter
y Jerome."
Me estremecí ante el recuerdo. "Yo ni siquiera sabía que había monstruos
como ese en el–- espera. ¿Cómo podrías haberlos ayudado? ¿Estabas tú... tú
estabas en el círculo?" Yo había asumido que había estado mirando desde los
costados.
“Por supuesto". No dijo más y por la manera en la que hablo implicaba
que esa había sido una pregunta ridícula de mi parte en primer lugar.
"¿Estás loco?" Exclamé. "No era como si sólo te estuvieses dejando
atrapar. Si eras descubierto por Mei– incluso por cualquiera de esas criaturas de
los sueños- estarías jodido. Se habrían vuelto contra ti también”.
"No había otra opción", dijo Roman. "Yo tenía que estar allí, en caso de
que me necesitaras".
"Era un riesgo demasiado grande", repliqué, mi voz entrecortada en ese
momento. "Si hubiera habido una pelea, Jerome y Carter no habrían tenido
ninguna razón para defenderte. Y mientras que ese Morphean podría haber
tenido miedo de enfrentarlos, tú hubieras sido la presa fácil".
“Te lo dije, eso no importa. Tenía que estar allí para ti."
Sus ojos, aquellos ojos que eran como el mar se habían ampliado,
sostenían tal seriedad y afecto que tuve que apartar la mirada. No podía creer
que había arriesgado lo que tenía por mí. ¿Por qué? No tenía motivos para
preocuparse por mí después de lo que le había hecho, sin embargo, era claro
que aún me quería. La noche en que había sido raptada parecía ser una
eternidad, pero sus eventos volvieron a mí con todo detalle: los labios, las
manos...
“Desearía que quisieras matarme otra vez", murmuré. "Era más fácil."
Apoyó su mano sobre la mía, extendiendo su calor a través de mí. "Nada
sobre tu vida alguna vez ha sido fácil.”
Miré de regreso, hacia él. "Eso es malditamente cierto. Pero no lo sé... No
sé si puedo hacer esto... lo que quiero decir, bueno, ya sabes".
“Tú no tienes que hacer nada", dijo. "Simplemente nos mantendremos
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 242

con lo que tenemos. Como compañeros de habitación. Vamos a ver por dónde
van las cosas. Si cambian, cambian. Si no..." Se encogió de hombros. "Así son las
cosas."
"¿Mencione que era más fácil cuando querías matarme? No estoy segura
de cómo me siento acerca de tú siendo tan razonable".
“Sí, bueno, tal vez yo siento pena por ti ahora, después de todo lo que
pasó. Tal vez voy a cambiar de opinión dentro de un rato". Me apretó la mano.
"¿Fue eso... fue horrible?"
Miré a otro lado de nuevo. “Sí. Más allá de horrible. Es difícil de explicar.
Me mostraron cada pesadilla que podía tener, cada temor se hizo carne.
Algunas de las cosas que me mostraron ya habían pasado y eran casi tan malas
como las pesadillas. Yo no sabía cual era la realidad. Me los mostraban a
ustedes... pero no siempre fue real. Dudaba de todo: quién era, lo que sentía..."
Me tragué las lágrimas, contenta de haber tenido que desviar los ojos.
"Oye", dijo en voz baja, llegando a la punta de mi barbilla y haciéndome
mirar de regreso a él. "Se acabó. Estás a salvo. Te ayudaremos a estar mejor--
ayudare. No permitiré que nada te suceda”.
Una vez más, sus sentimientos hacia mí me hacían sentir incómoda y
confusa. Era un efecto persistente por los Oneroi? No, decidí un momento
después. Este era el tipo de situación que podía confundir a cualquiera. Mi
corazón todavía estaba enredado por Seth, alguien que sabía que debía dejar ir,
pero para lo que había encontrado muy pocas posibilidades. Y aquí estaba
Roman, alguien con quien podría estar de una forma más fácil--bueno, algo
así—y quien había arriesgado su vida por mí. Podría seguir adelante con él? No
lo sabía. Pero podía intentarlo.
Encontré otra vez su mano y la apreté. "Gracias".
Se inclinó hacia mí, y creo que nos podríamos haber besado, pero el
timbre de mi teléfono móvil vibró y nos sacó de cualquier romántico hechizo.
Quite mi mano de él y agarré el móvil de mi mesilla.
"¿Hola?"
"Srta. Kincaid”, vino de una voz familiar. "Es un placer hablar con usted
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 243

de nuevo".
"Erik! Oh, estoy tan feliz de que seas tú. Quería darte las gracias--”
"No hay nada que agradecerme. Con mucho gusto lo volvería hacer".
“Bueno, entonces, aun te agradezco de todos modos”. Roman,
entendiendo que esto no tenía que ver con él, se levantó y se alejó-- pero no
antes de darme otra mirada llena de cariño.
“Como desee", dijo Erik. "¿Se siente mejor?"
Más o menos. Sin duda mejor en el cuerpo. Y creo que el resto ya
vendrá". Deseé que como mi cuerpo, yo también pudiera olvidar todas las cosas
horribles que había visto. Eso no ocurriría, sin embargo, no sentía ninguna
necesidad de molestarlo con mis problemas.
"Me alegro", dijo. "Realmente me alegro".
Se hizo el silencio, y una sensación sospechosa dio un codazo, a su
manera, en mi cerebro. Supuse que simplemente estaba llamando para verificar
cómo estaba, pero algo me dijo que ahora había más.
"Srta. Kincaid", dijo al fin. "Estoy seguro de que no quiere hablar de lo
que pasó...".
"Yo--también". Dudé. Sabía que Erik no traería esta oportunidad sin una
buena razón. "¿Hay algo de lo que deberíamos hablar?"
Ahora fue su turno de vacilar. "Usted me agradece... pero para ser
sinceros, lo que hicimos no debió haber funcionado. No lo esperaba".
Los comentarios de Mei volvieron a mí, al igual que las otras
conversaciones que había presenciado a través de los sueños. "Nadie parecía
esperarlo".
"El señor Jerome sí".
"¿A dónde va todo esto?"
"No sé cómo esto funciono. Pero el Sr. Mortensen no debería haber
encontrado su alma".
Me encantaba Erik y odiaba la irritación en mi voz. "He estado
escuchando esto una y otra vez, pero obviamente lo hizo. ¿Tal vez debería
haber sido imposible, pero después de lo que he pasado? No me importa como
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 244

pasó".
"Me imagino que no, pero aún así... Aún así, no puedo dejar de pensar en
esto. ¿Le importaría decirme como era cuando la encontró?
Esa fue una parte de la prueba que no me importaba contar, en gran
parte porque había tenido un final feliz. Por supuesto, la logística de explicar
eso no era tan fácil. Hice lo mejor para describir cómo era estar a la deriva en el
mundo de los sueños y cómo Seth parecía llamarme. Erik escuchó
pacientemente y después me preguntó si quería hablarle de mi contrato con el
infierno y cómo había vendido mi alma.
Eso fue un poco más difícil de contar, por no mencionar una pregunta
extraña. El Oneroi me había mostrado tantas versiones de lo que había sucedido
con Kyriakos y yo, y mientras que algunos habían sido verdad y algunos falsos,
esos habían sido horribles. Aún así, sintiendo que algo grande podía estar
pasando aquí, conté vacilantemente la experiencia, todo: cómo había engañado
a Kyriakos con su mejor amigo, la infidelidad que fue descubierta más tarde.
Fue la tristeza de lo anterior lo que había conducido a Kyriakos al intento de
suicidio, que a su vez me condujo a que firmara un contrato con el infierno. Y
yo había vendido mi alma y convertido en una succubus, a cambio de que todos
mis conocidos -incluidos Kyriakos- me olvidaran y las cosas terribles que les
había hecho.
“Dígame los términos una vez más", dijo Erik.
"Trataba de que todo el mundo al que conocía en aquel entonces debía
olvidarme y olvidar lo que pasó con mi familia, amigos y especialmente mi
marido". Se me atragantó un poco la voz. "Funcionó. Volví después y nadie me
conocía. Ni siquiera un atisbo de familiaridad".
"¿No había nada más en el contrato?"
"No. Una diablillo lo examinó recientemente y lo verificó".
"Oh?" Eso llamó el interés de Erik. "¿Por qué haría eso?"
"Ella, lo hizo como un favor. El diablillo que había negociado la venta de
mi alma fue el que trabajó con Nyx y se mantuvo molestando a Seth. Hugh dijo
que cuando un diablillo muestra mucho interés, hay algo malo en un contrato.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 245

Así que Kristin, este otro diablillo miró mi contrato". Ella no estaba muy feliz
acerca de hacer eso. Si hubiese sido sorprendida husmeando en los registros del
infierno, habría habido algunas malas, muy malas consecuencias. Su gratitud
hacia mí por haberla ligado con su jefe domino su miedo. "Ella me dijo que era
hermético. Todo era como se suponía que debía ser. Sin errores".
Más silencio. Esta conversación estaba comenzando a ponerme inquieta.
"¿Este diablillo Niphon? Termino haciéndole algo al señor Mortensen?”
"No tanto... quiero decir, fue parte de lo que nos llevó a romper...." Hice
una pausa para serenarme. "Pero hubo muchos otros factores que lo hicieron
también".
"¿Niphon podría regresar?"
“No, pero apareció esta Succubus". Con todo lo demás, me había
olvidado de Simone. "Ella se estuvo haciendo pasar por mí. Tratando de seducir
a Seth... pero no funcionó. Creo que Jerome la envió de viaje, pero no estoy
segura."
Una vez más, Erik tomó mucho tiempo para responder. Por último,
suspiró. "Gracias, señorita Kincaid. Usted me ha dado mucho de que pensar.
Pido disculpas si he traído recuerdos dolorosos. Y estoy muy feliz que se sienta
mejor".
“Gracias” le dije. "Y gracias de nuevo por tu ayuda."
Colgamos, y vague hacia la sala de estar. Roman estaba en la cocina,
haciendo unos bocadillos de queso. "¿Hambrienta?", me preguntó.
"Muerta de hambre", le dije. Me entregó un plato, junto con una taza de
café y sonreí. "Gracias. No estoy segura de lo que hice para merecer esto".
"Tu no tienes que hacer nada. Además, tenía extra. Quería una gran
comida antes de ir a trabajar”.
"¿Antes de qué?"
La sonrisa que me dio indicó que se había estado muriendo por dar las
noticias. "Tengo un trabajo."
"No lo tienes".
"Sí lo tengo. Volví a la escuela donde solía enseñar. Tenían un par de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 246

ventanas, así que estoy haciendo unas pocas clases."


Me quedé sin habla. Después de todo, Roman habían buscado empleo
remunerado en su especialidad, no menos: la lingüística.
"¿Significa esto que vas a pagar el alquiler ahora?"
"No hay que dejarse llevar, amor."
Cogió un plato para sí y comimos en la sala mientras los gatos nos
observaban esperando que les dejáramos las sobras. Al ver a Godiva, sentí un
algo venir. El sueño. El hombre en el sueño. El Oneroi había dicho que era
Seth... pero eso era imposible. Alcé los ojos hasta Roman, preguntándome si
podría revivir el amor que había sentido una vez. Si no había ningún hombre en
ningún sueño, él sería el mejor candidato.
"¿Hablaste con Erik por un tiempo?", dijo Roman, observando mi
escrutinio.
"Esta extrañado por mi rescate. Él dice que no debió haber funcionado."
"Sí, he oído eso también."
Entre bocado y bocado, relaté la conversación, incluido el interés de Erick
en Seth y mi contrato. "No veo cual es el gran problema" concluí. "Seth y yo aún
tenemos sentimientos el uno por el otro-- sentimientos que tratamos de
superar". Aunque en aquel momento cuando nuestras almas se encontraron,
separarme de él había sido la última cosa que yo había querido. "Tal vez eso fue
suficiente. Tal vez la gente no tiene fe en el poder del amor".
"Tal vez", dijo Roman. Pero ahora él también se veía pensativo.
Un golpe en la puerta interrumpió la conversación. No sentí firma
inmortal y esperaba que no fuera mi vecino arrastrándose por más sexo.
Misericordiosamente me había dejado sola hasta ahora.
Pero no, no era Gavin. Era Maddie.
Y estaba llorando.

No hice preguntas. Cuando los amigos están en problemas, te preocupas


por ellos primero. Tiré de su brazo derecho al interior y la conduje hasta el sofá,
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 247

inmediatamente puse mis brazos alrededor de ella. "¿Qué sucede?" Le pregunté


por último. "¿Qué sucedió?"
Ella no podía hablar de inmediato. Sus sollozos eran demasiado grandes,
y se ahogaba en sus propias lágrimas. Algo dio un codazo a mi brazo. Era
Roman entregándome una caja de pañuelos. Le lance una mirada agradecida y
le di algunos a Maddie.
Al final, dijo sin aliento: "Es Seth."
Mi corazón se detuvo. Por un momento, un centenar de escenarios
horribles volaron por mi mente. Seth atropellado por un coche. Seth golpeado
por una enfermedad mortal. Agarre su brazo, con tanta fuerza que me di cuenta
que mis uñas estaban enterradas en ella. Relajé mi apretón lo mejor que pude.
"¿Qué pasó?" Exigí. "¿Está bien?"
"Terminó". Renovando su llanto. "Rompió el compromiso y me dijo que
todo había terminado". Hundió su rostro sobre mi hombro y yo le acariciaba
distraídamente mientras mi cerebro se esforzaba por comprender realmente sus
palabras. Debía haber oído mal.
"No puede haberlo hecho", le dije, mi voz tan agrietada como la suya.
"Él... él te ama."
Ella levantó la cabeza y me miró con tristeza y ojos brillantes. "Dijo que
no me amaba de la forma en que debía-- que no me amaba de la forma que
merecía. Dijo que era un error que me casara con él, que no estábamos
destinados a pasar nuestra vida juntos". Tomó un pañuelo y se limpió la nariz,
luego, sus ojos se agrandaron con desesperación. "¿Qué significa eso, Georgina?
¿Por qué iba a decir que me estaba haciendo casarme con él? yo quiero. No lo
entiendo".
Mire por encima de ella, encontrándome con los ojos de Román. No
podíamos hablar de la manera en que los inmortales mayores podían pero
suficientes mensajes pasaban entre nosotros. Seth no la había forzado a que se
comprometieran, no, pero lo había hecho por la culpa, la culpa por engañarla y
estar continuamente atraído hacia mí cuando creía que era mejor para nosotros
estuvieramos separados.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 248

"Me dijo que me amaba", continuó Maddie. "Pero que yo necesitaba a


alguien que me amara más-- alguien para quien yo fuera el mundo. Dijo que
sólo me lastimaría mas si seguimos adelante. ¿Cómo podría dolerme más?" Las
lágrimas aumentaron. Ella se apartó y se cubrió el rostro con las manos. "No
podría dolerme más que esto. Me quiero morir"
"¡No! dije, acercándola de regreso a mí. "No digas eso. ¡No vuelvas a
decir eso!"
"Georgina", advirtió Roman en voz baja. Me di cuenta que estaba
sacudiendo a Maddie y me detuve de inmediato.
“Escúchame” le dije, volviendo su cara hacia la mía. "Tú eres una
persona asombrosa. Tú eres una de las mejores personas que conozco. Te
sobrepondrás a esto... te lo juro. No te dejare pasar por esto sola, ¿de acuerdo? Y
tú mereces lo mejor. Si no es él, entonces puedes conseguir a alguien mejor". Las
palabras siguientes fueron duras para mí. Me había alegrado por la noticia. No
tendría que verlos juntos. También tuve la sensación de que yo estaba
involucrada en esto de alguna manera. ¿Qué había dicho ella? ¿Dijo que Seth…
le había dicho que merecía ser el mundo de alguien? Él me dijo que yo era el
suyo. En uno de los sueños, él le había dicho eso a ella, pero ahora sabía que era
mentira. Aún así, no pude evitar sorprenderme cuando dije: "Tal vez... tal vez si
ustedes hablaran más, se entenderían...”
Los sollozos disminuyeron un poco—solo un poco-- y ella me miró
perpleja. "Esa es la cosa. No puedo".
"Puede parecer así, pero él no es totalmente irrazonable". ¿Por qué
diablos yo iba hacer de abogado del diablo aquí? Debido a que Maddie era mi
amiga, y yo no podía soportar ver su daño-- y porque yo también había tenido
el corazón roto demasiadas veces. "Espera un par de días y luego ve hablar con
él y ve si pueden tener, no lo sé, un diálogo productivo. Tal vez tú puedas
arreglar las cosas". Oh…. "Tal vez por lo menos puedas entender... entender su
decisión."
Ella negó con la cabeza. "Pero no puedo encontrarlo. Nadie puede.
Georgina, está desaparecido."
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 249

Capítulo 21
Traducido por Rocio y Juli

Maddie afirmó que incluso la familia de Seth, no sabía dónde estaba.


Según ella, él en realidad solo se había... esfumado. No contestaba al teléfono.
No estaba apareciendo por la librería. Cuando la gente desaparece,
inmediatamente me precipito a suponer que son cosas sobrenaturales, pero
luego Maddie añadió -entre más lágrimas- que ella había usado su llave para
sacar sus cosas de la casa de Seth y notó que faltaba una maleta y alguna ropa.
Sintiéndose culpable por seguir teniendo la llave, luego la puso sobre mi mano
y me dijo que la devolviese. O la tirase a la basura.
Hice lo que pude para consolarla un poco más y luego me ofrecí a
llevarla a casa de Doug. Roman me lanzó una mirada de advertencia cuando
estábamos a punto de salir.
"No hagas nada estúpido”, dijo cuando Maddie ya no podía oírle.
"Sabía que tu trato agradable no iba a continuar", repliqué.
A pesar del estilo de vida de rockero holgazán de Doug, sabía que con él
Maddie estaba en buenas manos. La dejé allí y me dí cuenta de que Doug era
una mezcla de personajes. Con Maddie, era sorprendentemente amable y dulce,
el hermano protector en comparación con el hermano bromista que solía ser.
Una vez que ella estuvo acostada en la otra habitación, se aseguró de que
supiese exactamente lo que pensaba de Seth detallándomelo muy
explícitamente. No había mucho que pudiese decir a excepción de que me
llamase si necesitaba algo. Me fui.
De todos modos, a pesar de lo que había dicho Maddie, me dirigí a casa
de Terry y Andrea. Que Seth dejase a Maddie tan repentinamente era una
locura, casi tan alocado como cuando al principio se lo propuso. ¿Pero que
desapareciese sin decírselo antes a su familia? No. Él no haría eso. Era
demasiado responsable. Lo más probable es que les hubiese dicho a ellos que no
le dijesen a Maddie dónde estaba.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 250

Kendall abrió la puerta cuando llegué, con la cara iluminada como si


fuese la mañana de Navidad. "¡Georgina! ¡Georgina está aquí!" Morgan y
McKenna, que estaban viendo dibujos animados, fueron llegando y cada una se
enroscó alrededor de una de mis piernas.
"También me alegro de volver a verlos,” me reí.
Terry estaba sentado en el sofá, cerca de las gemelas y se acercó a mí con
un poco menos de entusiasmo. "Hola Georgina,” dijo con su expresión amistosa
de siempre. Era más bajo que Seth y tenía unos pocos años más, pero en
general, tenían un parecido notable. "Siento lo del ataque en grupo."
"No pasa nada." Desenrollé a Morgan de mi pierna, pero McKenna
demostró que era un poco más testaruda. Volviendo a echarle un vistazo a
Terry, le dije dubitativamente, “me preguntaba si podría hablar contigo, eh, de
una cosa".
Terry no era estúpido. Ninguno de los Mortensen lo era. “Claro,” dijo.
“Niñas, suelten a Georgina y vayan a ver otra vez los dibujos. Vamos a la
cocina.”
"¡Pero queremos que vea la televisión con nosotras!"
“¿Podemos ir? "
Terry mantuvo su orden, firme pero paternalmente cariñoso y con una
gran desgana, las chicas volvieron al sofá. Estaba impresionada. No estaba
segura de haberles podido negar nada a esas dos. Él me condujo hasta la cocina,
pero antes de que ninguno de los dos pudiese decir nada, Andrea entró por el
pasillo, sonriendo sorprendida cuando me vio. Le devolví la sorprendida
sonrisa, pero era más por su apariencia que por otra cosa. Estábamos en mitad
del día, pero tenía puesta una bata por encima del pijama. Su pelo rubio
alborotado y sus ojeras sugirieron que estaba durmiendo.
Terry se había apoyado en el mostrador, pero se levantó de un saltó
cuando la vio. "Oh, cariño, tienes que volver a la cama."
Ella le restó importancia. "Quería ver quién estaba aquí. ¿Cómo te va?"
“Bien,” le dije. Entonces, incapaz de resistirme: "¿Te sientes bien?"
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 251

"Un poco descompuesta. Afortunadamente, hoy Terry se encarga de


todo. Hace un trabajo con las chicas casi tan bueno como el mío."
Me reí amablemente con la broma, pero pronto decayó. Nos pusimos de
pie torpemente, durante un momento todo el mundo supo por qué estaba yo
aquí, pero nadie decía nada al respecto. Por fin respiré profundamente.
"He venido a preguntarles donde está Seth."
“Es curioso”, dijo Andrea. "Íbamos a preguntarte lo mismo."
Estaba sorprendida. "¿Cómo voy a saberlo?"
Ambos se me quedaron mirando.
"¡No lo sé!"
"Cuando esto sucedió hace un par de días... lo que pasó con Maddie..."
Terry miró inquieto a su mujer antes de continuar. "Nosotros asumimos, bueno,
que fue por ti."
"¿Por qué iba a ser por mi? Me acabo de enterar de eso hoy".
"Siempre ha sido por ti”, dijo Andrea con suavidad. "Nunca hubo
ninguna otra persona. Nos gusta Maddie. A él le gusta ella. Pero el problema es
este. De principio a fin, podríamos decir que siempre fuiste la única. Bueno, lo
que pasara entre ustedes dos para hacer que todo haya ido tan mal, no es
problema nuestro. Simplemente no estamos sorprendidos con las nuevas
circunstancias".
"Sin embargo nos gustaría saber dónde está," dijo Terry de forma más
pragmática.
"No lo sé", dije inútilmente, aún un poco aturdida por las palabras de
Andrea. "Maddie dijo que había empacado, y pensé que ustedes le estaban
ocultando donde estaba”. Les miré recelosa."¿Y a mí?"
"No," dijo Terry. "De verdad no lo sabemos." Yo no tenía el talento de un
ángel, pero creía que él me estaba diciendo la verdad.
Andrea asintió con la cabeza mostrando que estaba de acuerdo.
"Simplemente nos llamó hace un par de días y nos dijo que había puesto fin a su
relación. No nos dio ninguna explicación - pero bueno, ya sabes cómo es él. En
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 252

resumidas cuentas no da muchas explicaciones. Luego, cuando ni Maddie ni


nadie más lo volvió a ver, empezamos a preocuparnos".
Un par de días antes. Seth había terminado su relación con ella un par de
días antes - de cuando todo el asunto de recuperar mi alma había terminado.
"De hecho, intentamos llamarte", añadió Terry. "Pero nunca contestaste."
"Ah, sí. También he estado enferma esta semana". Mirando a Andrea -
que parecía agotada- de repente me sentí mal por robarles más tiempo. "Miren,
tengo que irme. Gracias por la información. ¿Tú... me informarás si sabes algo
de él? "
Andrea volvió a sonreír. "Algo me dice que tú sabrás algo de él antes que
nosotros".
Yo no estaba tan segura. Salir de la casa fue un poco difícil ya que las
otras chicas no querían que me fuera, pero al fin me las arreglé para escapar de
sus adorables garras y marcharme. Estaba caminando hacia mi coche cuando
una voz dijo: "Está enferma, sabes."
Me giré, sobresaltada, y vi a Brandy cerca de una puerta que llevaba a su
patio trasero. Tenía la misma expresión hosca que había tenido desde hacía
tanto tiempo. “Hey,” le dije a modo de saludo. "¿De dónde vienes?"

"Estaba por ahí. Te escuché hablando con papá y mamá"


Repetí las primera palabras de Brandy. "Tu mamá... Quieres decir que
está enferma, ¿no? Me di cuenta".
"No, quiero decir que está realmente enferma. Está muy enferma, y no van
a hablar de ello". Brandy hizo un gesto con la cabeza hacia la puerta principal.
“Nadie más lo sabe. Ni siquiera el tío Seth sabe exactamente lo enferma que
está.”
Una brisa fría agito las hojas secas alrededor de mis pies, pero no era
nada en comparación con el frío que me estaba invadiendo. "¿Qué tan enferma
estamos hablando, Brandy?”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 253

Brandy dejaba las marcas de sus pies en la carretera, apartando la


mirada. "Tiene cáncer de ovario. Es malo, pero... todavía están tratando de
averiguar lo malo que es".
"Iba al médico ese día que estuve aquí”, recordé en voz alta. Andrea
había estado tan llena de vida y tan animada, que yo supuse que era algo
rutinario. También caí en la cuenta de que técnicamente no había estado aquí, lo
había visto en mi sueño. Afortunadamente, Brandy estaba demasiado distraída
para notar mi desliz.
"Ha ido al médico un montón de veces. Papá ha faltado demasiado al
trabajo. A veces el tío Seth ayudaba, y yo he estado haciendo de niñera todos los
días".
De pronto me sentí increíblemente egoísta. Había asumido que los
cambios de humor de Brandy eran por culpa de mi ruptura con Seth. Pero sólo
eran un síntoma del principal problema. Su madre estaba gravemente enferma,
y cada parte de su mundo se estaba desestabilizando. Su propia vida estaba,
probablemente, puesta en suspenso para cuidar de sus hermanas, e incluso
algo, como la vida romántica de su tío, podría hacer que lo que ella había
considerado normal se tambalease. Todas las cosas estables de su mundo
estaban desapareciendo.
"Brandy, yo..."
"Tengo que irme”, me interrumpió, dirigiéndose hacia la puerta, con una
expresión glacial. "Kayla se despertará pronto de su siesta. Se supone que hoy
debo mantener un ojo puesto en ella".
Brandy desapareció a la vuelta de la esquina antes de que pudiera decir
nada. Me quedé allí, sintiéndome perdida. No sabía por quien sentirme peor:
por Brandy y por Terry por saber lo que estaba pasando, o por las niñas que
eran ajenas a eso. Me sentí bastante mal porque no había nada que pudiese
hacer. Nunca hubo nada que pudiese hacer. Tenía poderes más allá de la
imaginación humana, pero no eran algo que en realidad pudiese ayudar a los
seres humanos.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 254

Me dirigí hacia el centro con el corazón oprimido, haciendo un esfuerzo


y- no fallando - para no reaccionar de forma exagerada. La misma Brandy me
había dicho que las cosas estaban mal, pero que todavía se estaban enterando
de lo grave que era. Seguramente habría más pruebas, pruebas que podrían
darles alguna esperanza. Y seguramente habría tratamiento. Los seres humanos
eran capaces de hacer muchas cosas por su cuenta.
Jerome estaba donde yo esperaba que estuviese. En realidad, decidí, El

Cellar era casi tan útil como que tuviese una oficina. Carter estaba a su lado en
la mesa del fondo, los dos estaban bebiéndose una botella de Jägermeister* .63

Esos dos no hacían discriminaciones con los licores. Me pregunté si


bebían para distanciarse de las dificultades del otro día o estaban brindando
por su éxito. Tenía que ser lo último porque Jerome casi sonrió cuando me vio.
"Georgie, de vuelta entre los vivos y de vuelta a su propia personalidad.
Sin embargo... tan melancólica. Melancólica como siempre."
Sí, había estado bebiendo. Los ángeles y los demonios podían ponerse
sobrios a voluntad, y al parecer estaba sucumbiendo a los efectos (del alcohol).
"Tengo una mala noticia", dije, sentándome frente a ellos.
"¿Qué, sobre la desaparición de Mortensen?” preguntó Jerome.
"¿Cómo sabes eso?"
"Hablé con Roman. Él me resumió tu día - el viejo hombre poniéndose al
día, tú consolando a tu rival en el amor... fue muy conmovedor. "
Fruncí el ceño. Genial. “Tienes a Román espiándome.”
"No es espionaje. Acabo de exigirle respuestas. Si te hace sentir mejor,
nunca está muy contento de dar esas respuestas".
"¿Con qué frecuencia lo haces?" pregunte con incredulidad.
"No es tan a menudo". Una camarera trajo una nueva botella. "Sobre todo
quería ver cómo te estabas recuperando después del sueño".
“Bien, estoy bien”. Miré a Carter. “¿Hoy no vas a hacer ningún
comentario?”

63
*Jägermeister, licor alemán. Tiene un 35% vol. de contenido alcohólico y que
por lo general se utiliza como un digestivo.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 255

“Déjame fuera de esto”, respondió. “Sólo estoy bebiendo”. Eso dijo, pero
también estaba mirando y escuchando con mucha atención. No dejaba que el
alcohol le afectase.
Miré de nuevo a Jerome. “He venido a cobrar mi favor”.
La oscura diversión de sus ojos se volvió sospecha. “¿Qué favor?”
“El que me prometiste por ayudar a salvarte de Grace, ¿recuerdas?”
Sí, ya no había nada de diversión. “Te acabo de rescatar de otra
dimension, de unas criaturas que estaban torturando tu mente.”
Eso dolió pero seguí presionándole con mis palabras. “Me prometiste un
favor, y no lo cobré en ese momento. Además, lo hubieras hecho de todas
maneras para no tener problemas.”
“Ese favor lo ofrecí en medio de todo el drama que había en ese
momento”, respondió. “Probablemente dije toda clase de cosas.”
“Lo prometiste,” repetí.
“Puedo entenderte perfectamente sin necesidad de que lo enfatices tanto,
Georgie”, me espetó.
“Pero lo hiciste”, señaló Carter. Los demonios podían mentir –y lo
hacían– pero ciertos pactos tenían que cumplirse. Jerome había dicho que me
debía un favor en la playa, y había sido una verdadera promesa.
“De acuerdo”, dijo irritado, pidiendo por señas otra copa. “¿Qué es lo
que quieres? Y no tengo que concederlo si es algo completamente irracional.”
“Quiero saber...“
“Con cuidado”, me interrumpió Carter.
Me quedé callada, y Jerome miró furiosamente al ángel. Carter no dijo
nada más, pero esos ojos grises todavía estaban atentos – y cautelosos. Que era
como yo tenía que estar. Jerome me había prometido un favor, y como todos los
demonios, intentaría encontrar tantas lagunas en él como fuese posible para no
concederlo. Había estado a punto de preguntarle dónde estaba Seth, pero eso
no me hubiese ayudado. No sería capaz de llegar hasta él.
“Quiero que me mandes con Seth así puedo pasar un par de días con él”.
Jerome me observó, con una expresión astuta. “Hay un par de
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 256

problemas. Uno es que, más o menos, pediste dos cosas. El otro es que no soy
omnisciente. No sé dónde está”.
“Puedes averiguarlo,” dije. “Al menos, si ha cogido un avión a algún
lado, lo puedes averiguar.”
Que Seth empacase indicaba un viaje serio. Maddie había dicho que su
coche aún estaba en su casa, lo que significaba que no había conducido hasta
ningún lugar. Si lo hubiese hecho, hubiese sido más difícil de encontrar. Pero
los aeropuertos tenían registros, y el Infierno estaba metido en todo ese tipo de
cosas. Jerome podía conseguir fácilmente que un demonio inferior accediese a
los registros del Sea-Tac’s y mirase a dónde había ido Seth sin ninguna clase de
problemas. Probablemente podría haberle pedido a Hugh que lo hiciese, pero
eso no me hubiese permitido llegar hasta él, de ahí mi petición.
“Y ambos sabemos que sería estúpido que me mandases allí para ir y
volver. Pedir un par de días hace que valga la pena, sino es un favor sin
sentido”.
“Eso es debatible”, replicó Jerome.
“Podría ser peor”, dijo Carter. “No pidió la paz mundial o algo de eso”.
“No te metas en esto”, le respondió el demonio. “Sé lo que quieres.”
Carter se encogió de hombros y pidió otra copa.
“De acuerdo”, dijo Jerome finalmente. “Haré que Hugh controle los
registros de los viajes. Sabes que podría no haber rastros escritos del viaje.”
“Lo sé, pero ¿y si lo encuentras?”
“Entonces puedes ir con él. Por ahora, ve a casa. Estás estropeando mi
buen humor. Te encontraré si tengo buenas noticias.”
No necesité que me lo dijese dos veces. “Pronto,” dije, “Tienes que
buscarlo pronto”.
Los labios de Jerome formaron una pequeña sonrisa “No dijiste eso en tu
petición”.
Carter le dio un codazo y yo tuve que conformarme con tener fe en que
Jerome actuaría rápido. Mis palabras implicaban que quería estar donde Seth
estaba ahora. Se podía argumentar que esperar significaba que Seth podía
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 257

desplazarse, lo que no era algo que yo quisiese. También tenía que creer que
Carter tenía razón cuando dijo que era un favor sencillo. Podría haber pedido
más.
Sencillo o no, era difícil esperar a tener noticias. Roman no estaba cuando
volví a mi apartamento y no tenía nada que hacer excepto reflexionar. Me había
tomado un descanso en el trabajo y no lo lamentaba. Aún así, estar sola con mis
pensamientos nunca era algo bueno y tenía demasiados que me preocupaban:
el Oneroi, Seth, Andrea…
“De acuerdo Georgie”.
Cuatro horas más tarde Jerome apareció en mi salón con una bebida.
Me relajé aliviada. “¿Lo encontraste?”
“Sí”
“¿Y me enviarás con él – durante una cantidad de tiempo que valga la
pena?”
“Tres días”, dijo el demonio. Parecía irritable e impaciente. Me pregunté
si había estado bebiendo todo este tiempo y si estaba enfadado porque le
interrumpiese. “Te quiero de regreso en setenta y dos horas, y es problema tuyo
cómo lo haces. ¿Lo entendiste?”
“Sí,” dije ansiosa. “Tan sólo envíame con él.” Tenía que hablar con él,
tenía que descubrir exactamente lo que había pasado. Tenía que asegurarme de
que estuviese bien.
“Y eso paga mi favor. ¿De acuerdo?”
“De acuerdo”, dije. Había poder en esa palabra, exactamente como lo
hubo en la promesa inicial de Jerome. Ya no podía pedir nada más.
“Entonces ve,” dijo.
Desaparecí de mi salón... y reaparecí en una calle abarrotada de gente.
Las personas se arremolinaban en torno a mí, ninguno de ellos se dio cuenta de
que había aparecido de la nada. El sol estaba descendiendo, pero el cielo estaba
claro y brillante – y hacía calor. Mucho calor. La gente que se acumulaba a mi
alrededor, estaba vestida con ropa de playa y parecían ser turistas. Salí de su
camino y me encontré frente un hotel muy grande, una especie de balneario.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 258

La brusquedad del traslado –y el malestar a causa de la


teletransportación– me habían desorientado, y necesitaba saber dónde estaba.
Dándome cuenta de lo que había a mi alrededor, pude escuchar a la gente
hablando en español y en inglés. Me giré hacia la persona más cercana a mí, un
hombre bajito y muy moreno, con el uniforme de un hotel, que estaba
dirigiendo los taxis hacia la entrada del hotel.
Iba a preguntarle dónde estaba y decidí que eso sería muy estúpido. Le
señalé al hotel y pregunte cuál era su nombre. Dominaba muchísimos idiomas
perfectamente y el español salió de mis labios con facilidad.
“El Grande Mazatlán, señorita”, contestó.
¿Mazatlán? Esta vez, sí que hice una pregunta estúpida. “¿Estoy en
México?”
Asintió, mirándome como si estuviese loca, lo que ya me esperaba.
Probablemente fue peor que mi sorpresa fuera tan grande como para quedarme
con la boca abierta.
Bueno, supongo que si te vas a escapar, deberías escaparte a un lugar
cálido.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 259

CAPITULO 22
Traducido por Dama Oscura

Entré en el Hotel, un poco aturdida aún por la situación en la que me


encontraba. Seth estaba en México. Suponiendo que Jerome se mantuviese fiel a
su pacto, por supuesto. Tuve que creer que lo era, pero la cuestión era si
realmente me había enviado cerca de Seth. Esa era una de las condiciones de
mi petición que podría estar un poco confusa. Echándole un vistazo al hotel,
deseé que los sirvientes de Jerome hubiesen ido tan lejos como para buscar en
los hoteles locales el nombre de Seth cuando rastrearon el billete de avión.
Dirigiéndole una rápida sonrisa al hombre que me había ayudado, me dirigí
hacia la entrada del hotel.
En un lugar que atendía a tantos turistas, abarrotado con personal de
habla inglesa, no era que me importase mucho. Fui a recepción, preguntando si
tenían a un huésped llamado Seth Mortensen. La mujer que trabajaba allí, miró
en el sistema, y cuando lo encontró en su ordenador, me quedé sin aliento.
Estaba aquí. Realmente lo había encontrado.
Bueno, algo así. Cuando le pregunté por el numero de su habitación, me
dijo que el Hotel no podía revelar esa información. Pero que sí podía `pasarme
con su habitación. Dudé antes de aceptar. Si Seth realmente no quería que le
encontrasen, cambiaría de hotel o incluso de ciudad una vez que se enterase de
que lo había localizado. Aún así, forzosamente, no tenía otra manera de
ponerme en contacto con él, así que dejé que la mujer me contactara con su
habitación. No sirvió de nada. No hubo respuesta.
Agradeciéndole a la recepcionista, me dirigí a la puerta trasera del
balneario, pensando en que había dejado atrás mi frustración y la esperanza
aclaraba mis pensamientos, mientras decidía que medidas tomaría ahora. La
piscina y la playa se extendían detrás del edificio que estaba destinado sólo
para los huéspedes, pero fue bastante fácil burlar la seguridad. Incluso
aproveche la oportunidad, cuando me quedé sola durante un momento en una
habitación, para cambiar-de-forma poniéndome una ropa más adecuada: un
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 260

bikini rojo y un pareo.


Fuera, el calor me afectó de nuevo, me detuve, dejando que el sol
penetrase en mi interior. La zona horaria de aquí no era muy diferente de la de
Seattle, pero incluso por la tarde, la temperatura era elevada --- lo que me
encantó. Más allá de la piscina y sus bares, pude ver un tramo de suave arena
dorada curvándose en torno al color azul, el azul del agua. Aún así no era tan
colorido como con el que yo había crecido, pero a pesar de todo era hermoso.
Las tumbonas para broncearse y las cabañas estaban esparcidas a lo largo de la
playa como hambrientas de sol, tratando de captar los últimos rayos del día.
Caminé hacia ellas, con la esperanza de encontrar una tumbona para mí y tal
vez un Mai Tai* . Si no iba a encontrar de inmediato Seth, tal vez podría...64

Ahí estaba.
Me detuve repentinamente, casi provocando que una pareja de jóvenes,
que estaban riéndose nerviosamente, cayesen sobre mí y derramasen sus
bebidas. No podía creerme esto. Dios podía trabajar de forma misteriosa, pero
demonios, sí que lo hacían de forma eficiente. Murmurando me disculpé con la
pareja y me fui directamente hacia Seth, deteniéndome de nuevo unos pasos
antes de llegar. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a decir? Seth rompió su
compromiso y escapó de todos los que le conocían. Ahora, aquí estaba yo,
inmiscuyéndome en su fuga. Recorrí mentalmente algunos escenarios
probables, pero no decidí nada en concreto. Con una profunda respiración,
tomé la decisión de simplemente continuar e improvisar.
Me puse detrás de su tumbona, mi sombra caía sobre él mientras
aumentaba de tamaño cuando me acercaba. El estaba acostado con un pantalón
corto y una camiseta de Tootsi Pops* .65 Una bebida que parecía

sospechosamente alcoholizada puesta a su lado, y estaba leyendo un libro con


una cubierta que no podía ver desde este ángulo. Una vez más, me detuve,
confundida acerca de lo que sentía.

64
*Mai Tai, coctel tropical.
65
*Tootsi Pops, son paletas de caramelo rellenas de chocolate. Fueron
inventadas en 1931.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 261

“El perfume”, dijo sin previo aviso. “Incluso aquí afuera, puedo olerlo.
Te reconocería en cualquier lugar. Es Nardo e incienso”.
Me di la vuelta, poniéndome de pie a su derecha. Puse las manos sobre
mis caderas. “No pareces sorprendido de verme.”
Se quito las gafas de sol y me observó con una de esas pequeñas y
divertidas sonrisas en su rostro. “Lo estoy… y no lo estoy. Pensé que había
hecho un buen trabajo desapareciendo. Pero sabía que si alguien podía
encontrarme, esa serias tú.”
“¿Por qué estoy bien conectada?”.
“Porque tú eres tú”.
Buscando un lugar despejado de arena, me agaché para sentarme, pero
Seth se removió sobre su silla y me indicó un sitio a su lado. Vacilando sólo un
momento, me senté al lado de donde él estaba estirado, mirando por encima de
él mientras nuestras piernas se rozaban. Cogió su bebida -una monstruosidad
de color melocotón con fruta en rodajas suficiente como para una ensalada- y
tomó un sorbo.
“¿Qué es eso?” pregunté.
“Lo llaman ‘el Chupacabra’”.
“No es cierto.”
“Claro que sí. Creo que contiene más o menos veinte clases de vodka.
Te gustará.”
“Estoy sorprendida de que te guste”
“Si vas a convertirte en un villano, tienes que asegurarte de hacerlo
bien,” respondió, haciéndole señas a un camarero para que le trajese otra copa.
“No eres un villano” le dije con voz aterciopelada.
“¿Segura? ¿Es eso lo que están diciendo todos en casa?”
Aparté la mirada y observé las pequeñas olas que rompían en la arena.
“Realmente no he hablado con mucha gente. La mayoría de tu familia está
preocupada.”
“Has evitado cuidadosamente la pregunta.”
“¿Realmente quieres hablar de eso?” me giré hacia él.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 262

Se encogió de hombros ligeramente. “¿Qué hay que decir? Le rompí el


corazón. Rompí tu corazón. No creo que alguien como yo este destinado a tener
una relación.”
“Eso es ridículo. No eres el único que le ha arrancado el alma a alguien”.
“Depende de lo literal que te tomes esa metáfora.”
“Seth, para. Para de hacer bromas sobre esto. ¿Por qué lo haces?”
“¿Tienes que preguntarlo?” La nueva copa llegó rápidamente, y el
camarero me la entregó a mí. Él estaba en lo cierto. El cóctel sabía como si
tuviese veinte tipos de vodka.
“No lo siento. No de la manera en que debería hacerlo. sabes.”
Lo hacía y estuve sorprendida de la franca y honesta naturalidad de
nuestra conversación. Nunca habíamos hecho algo así… bueno, no desde que
éramos novios. Siempre había estado alerta y protegiendo mis sentimientos
desde que las cosas empezaron venirse abajo.
“¿Pero, por qué ahora?”
Era su turno de mirar hacia otro lado, echando un vistazo hacia el
paisaje, como el de una tarjeta postal, sin fijarse en él. Los rayos del sol aún no
se habían vuelto naranjas, pero estaban haciendo que su cabello se volviese del
color del cobre y sus ojos de color ámbar. Le mire, observando cada detalle, sin
apenas darme cuenta de cuánto le llevaría responderme.
“Georgina,” dijo al fin, con la mirada puesta aun en otra parte. “Cuando
terminé contigo en Navidad… lo hice pensando que nunca te haría daño. Y,
supongo, que tú tampoco me harías daño. Acudí a Maddie por las razones
equivocadas, pero no me parecieron tan malas ya que en realidad me interesaba
por ella -es decir, a parte del hecho de que tú tuvieses que vivir con esto frente a
ti todos los días. Nunca quise que pasase eso”.
“Está bien,” le dije automáticamente, odiando la tristeza de su voz. “Yo
no...”
“Shh” dijo, levantando una mano. “De hecho, hablaré, por una vez voy a
hablar, así que mejor déjame antes de que pierda el valor.”
Sonreí -aunque nada de esto era divertido- y asentí.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 263

“De una u otra manera, me hubiese gustado escoger a alguien al que no


respetase o que no me gustase. Eso habría hecho las cosas más sencillas. Pero a
medida que pasaba el tiempo, me encontré cada vez más cerca de ella -pero sin
alejarme de ti. Mis planes no funcionaron. Sólo estaba haciéndonos daño a los
dos una y otra vez. Tal vez debí desaparecer en ese momento.”
Me mordí el labio para no decirle algo.
“La única que no había sido herida era Maddie -porque la mantuvimos
engañada. Y después de que tu y yo…. bueno, tú sabes a que me refiero.
Después de que estuvimos juntos, Me sentí tan mal…. tan culpable… me odié a
mi mismo por lo que le había hecho. Quería desesperadamente que una
persona fuese feliz. Quería que fuese feliz en su ignorancia. Quería hacerlo por
ella.”
Lo entendía. También yo conocía la culpabilidad… la culpabilidad del
pecado que había dejado una mancha en su alma. Seth no conocía esa parte y
probablemente nunca debería hacerlo.
“Pero cualquier tipo de felicidad que yo pudiese darle no sería real”
continuó. “y me di cuenta de eso el otro día, cuando estuvimos en casa de Erik
y yo…. demonios, Georgina. Realmente no sé lo que pasó o incluso lo que vi.
Hay solo dos cosas de las que estoy seguro. La primera es que cuando Jerome
vino y me dijo que necesitaba que fuese con él para ayudarte, lo hice. Y la
segunda es que si él me hubiese dicho que para eso tenía que llevarme al mismo
Infierno, lo habría hecho”.
Cerré los ojos “Seth...”
“Y cuando estuve allí y Erik me envió a donde lo hizo, sentí…. bueno,
algo que estaba más allá de todo lo que había experimentado antes. Al
principio, estuve muy confundido y desorientado. No entendía lo que ellos
decían a cerca de encontrarte. Parecía irreal. Luego, fue la cosa más sencilla en
el mundo. Sólo te busqué y estabas ahí. En todo ese espacio y todo ese caos,
llegar a ti era como buscar dentro de mí. Estábamos muy unidos… eso desafió
la física y todas las reglas de la naturaleza que yo conocía. No parecía real que
yo pudiese estar así de cerca de alguien.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 264

“Y cuando terminó, fue como te conté - No estoy seguro de lo había


estado formando parte. Pero supe que nunca había experimentado una unión
como esa con ninguna otra mujer. Tal vez eres la única o tal vez haya otra...
pero independientemente de eso, no tengo eso con Maddie. Ella es fantástica.
La quiero. Pero en una situación como esa? Nunca podría encontrarla. Y supe
que no era justo para ella arrastrarla a una vida sin esa conexión. Tu y yo… no
consigo comprender lo que hay entre nosotros. Pero prefiero pasar la vida solo
que con alguien que no seas tú.”
Se quedó en silencio y este fue uno de esos extraños momentos donde no
tenía una respuesta preparada. En lugar de eso, uní mi mano con la suya y me
estiré a su lado en el sitio que él me había dejado en la tumbona, descansando
mi cabeza sobre su pecho. El puso su mano en mi hombro, con sus dedos
presionando mi piel para asegurarse que de estaba allí. Los latidos de su
corazón golpeaban contra mi oreja.
“¿Cómo terminará esto?” pregunté desesperanzada.
“Yo… no lo sé, no sé nada mas aparte de cómo va a terminar la historia
de Cady y Neill”, suspiró. “Tengo el presentimiento de que estaré solo. A pesar
de todo lo que ha cambiado entre nosotros, en realidad nada ha cambiado.”
“Yo…. no lo sé.”
Una vez más, se me habían acabado las frases inteligentes, pero él tenía
razón. Toda una vida parecía haber pasado desde que nos habíamos separado,
y aun así seguíamos teniendo los mismos problemas. Yo podría hacer poesía
con la conexión universal de nuestras almas, pero eso nunca podría ser igual
físicamente, no por mucho tiempo, solo mientras no se lo negase. Y la
Mortalidad… siempre estaba ahí la mortalidad machacándonos. Seth no viviría
para siempre y ese conocimiento -hablando en sentido figurado- me mataba.
Lo que me recordó algo. Levanté la cabeza y me apoye sobre él, mi
cabello colgaba alrededor de nosotros mientras le miraba a la cara. “¿Cuando
volverás a casa?”
Me apartó un poco el pelo, metiéndomelo detrás de la oreja. Después se
soltó de nuevo. “¿Quién dijo que volvería a casa?”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 265

“No bromees. Tienes que volver.”


“No estoy bromeando. ¿Crees que puedo volver allí? No puedo ver a
Maddie…. No puedo quedarme a ver lo que le he hecho”.
“No tienes que verla”, dije “No vayas a la tienda. Las personas terminan
sus relaciones todo el tiempo y no tiene que mudarse”.
Seth sacudió la cabeza. “Si, pero con mi suerte, seguiremos cruzándonos
uno en el camino del otro. En una película, en un restaurante o en algún sitio.
Soy un cobarde, Georgina. No quiero verla… no después de… bueno, tu no le
viste la cara cuando se lo dije.”
“Vi su cara justo después”, le dije. “Probablemente esa cara estaba muy
cercana a la que tu viste. No puedo creer que me estés diciendo seriamente que
no volverías a Seattle solo por evitarla.”
“Ella no es la única persona a la que estaría evitando”. De nuevo, trató de
de meter el pelo rebelde detrás de mi oreja. Cuando falló de nuevo,
simplemente deslizó la mano por mi brazo, trazando las curvas con los dedos.
“No creo que pueda arreglármelas viéndote a ti también. Incluso estando aquí
contigo… es lo mejor del mundo y también lo peor. Viendo como todos los días
te vas a casa porque no podemos estar juntos - y sabes que nos veremos todos
los días. Si algo he aprendido, es que el destino no me permite estar lejos de ti
durante mucho tiempo”.
Las palabras de Seth eran una extraña contradicción. Por un lado,
estaban llenas de amor y sentimientos románticos acerca de lo dolorosa que
sería su vida sin mí. Sin embargo... había mucho más que eso. En medio de
todo eso había una actitud derrotista, algo que nunca había visto en él antes. En
alguna parte de todo esto, Seth había conseguido una nueva amargura y tuve el
incómodo pensamiento de que si pudiese ver su alma como lo hacía Hugh, la
mancha del pecado sería aún más oscura que antes… Lo intenté otra vez.
“Mantenme fuera de esto. Tienes que volver por tu familia. Ellos te
necesitan. Andrea está enferma".
“Todo el mundo se pone enfermo. Ese no es un argumento convincente”.
“No… tu no lo entiendes. No te lo dijeron. Ella no tiene gripe… tiene
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 266

cáncer”.
Eso le hizo reaccionar. Su expresión se endureció. "No, ella no tiene
cáncer."
“Si, Brandy me lo dijo.”
“Debe de haberse confundido,” dijo rotundamente. “Ellos me lo
hubieran dicho”
“No creo que ella hubiese confundido ‘Resfriado’ con ‘Cáncer de ovario’.
¿Realmente crees que ella haría algo así?”
Lo consideró durante un momento. “No, no lo haría. ¿Pero por qué no
me dijeron nada?”
“Supongo que no se lo dijeron a nadie, antes de conseguir más
información. ¿No te parece?” Me incliné más cerca, con la esperanza de que mi
súplica nos hiciese volver a casa. “Ellos te necesitan. Tienes que volver a casa
por ellos.”
Por un momento, pensé que lo había convencido, pero lentamente negó
con la cabeza. “Estarán bien sin mí. Y tú misma dijiste que estaban esperando
más información. Así que puede que no sea tan malo”.
“¡Seth! Es cáncer. Va a ser malo a algún nivel, sin importar lo demás.
¿Cómo puedes abandonarlos?”
“Demonios,” dijo, tan furioso como nunca le había visto - ya que siempre
se enfadaba ligeramente. “No necesito un ángel moralista sobre mi hombro.
Solo déjame… déjame ser egoísta por una sola vez. Solo quiero alejarme de
todo. Quiero esconderme de los problemas por primera vez, en lugar de ser
siempre el responsable. Si estás aquí solo para atormentarme con lo que puede
o no puede ser, deberías… deberías marcharte. Deja que me esconda y sea libre.
Deja que escriba la nueva serie y me olvide de todo lo demás“.
Esto era casi lo mismo que yo había hecho hacía mucho tiempo. Sólo que,
en lugar de tratar de olvidar mis problemas, hice que todo el mundo se olvidara
de mi. A veces, yo deseaba haber añadido esa última parte a la negociación.
Por lo tanto, pude entender lo que quería decir. Podía entender ese deseo
de hacer que todas las cosas malas desapareciesen. Yo también había deseado
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 267

eso. Hice que ocurriese. Lo que pasaba era que, yo esperaba más de él que de
mí. Notando mis dudas, cogió mi cara entre sus manos y me atrajo hacia abajo
para darme un pequeño beso.
“¿Qué fue eso?” le pregunté.
“Probablemente últimamente he tratado de evitarte, pero si ahora te he
encontrado de nuevo, probablemente también deba disfrutar del momento”.
Había un brillo malvado en sus ojos, uno al que no podía evitar sonreír, a
pesar de todas las dudas de mi interior.
“Eres un Hipócrita”, le dije.
“Un Oportunista”, contrarrestó. “¿Que es lo que estás haciendo aquí
realmente, Georgina? ¿Qué es lo que quieres?”
Bajé la mirada. No lo sabía. No sabía por qué estaba aquí. Había venido
para asegurarme de que él estuviese bien… ¿pero después qué? Siempre estaba
dando tumbos. Lo amé. Tuve que olvidarlo. De un lado a otro.
“No lo sé”, admití. “Esta es la mejor respuesta que tengo.”
Y sin más explicaciones, lo besé de nuevo, esta vez durante más tiempo,
sorprendida de lo fácil que era volver a recurrir al tipo de besos que solíamos
darnos - esos de los que nos separábamos antes de comenzar a robar su
energía. Parecía como si estuviese dispuesto a seguir adelante, por lo que tuve
que ser yo la que lo detuvo y volví a mentirle mientras veíamos como el sol se
ocultaba y pintaba el cielo de brillantes colores. No protestó y daba la
impresión de estar complacido sólo por tenerme cerca.
Cenamos dentro del restaurante del balneario, mi falta de equipaje no era
un problema ya que tenía la posibilidad de cambiar-de-forma. Me puse un
vestido de noche, con un sexy corte en V, de color violeta, cuyo matiz me
recordaba nuestro primer encuentro. Mientras hablábamos y bebíamos durante
la cena, nuestra conversación se desarrolló de manera divertida y cómoda,
como siempre. Con Maddie fuera de juego, fue exactamente como él había
dicho: a pesar de todo lo que había cambiado entre nosotros, en realidad nada
había cambiado. La relación, la conexión... todo ardía entre nosotros - al igual
que la tensión sexual mientras nos observábamos el uno al otro durante la
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 268

fluida conversación. Estaba más vivo de lo que le había visto desde hacía
mucho tiempo, no sabía si era por las bebidas o por su libertad, en realidad no
podría decirlo.
Aunque mi corazón cantaba por estar con él otra vez por fin, aún me
asaltaban un millón de dudas. Él me había dicho que las dejara a un lado, pero
era muy difícil. Maddie. Su pesimismo latente. Su deseo de escapar. Su familia,
mi propio egoísmo.
Cuando terminamos de cenar, todas las preocupaciones desaparecieron.
Tan pronto como estuvimos de vuelta en su cuarto -una ancha y espaciosa suite
que parecía sacada de las oscuras aguas del mar- Nos lanzamos uno encima del
otro. El deseo que se había acumulado entre nosotros explotó. Sus manos
desabrocharon la cremallera de mi vestido, despegándolo de mi cuerpo. Caímos
sobre la cama, rompí sus pantalones cortos junto con mi responsabilidad y mi
sentido común.
Sus manos recorrieron todo mi cuerpo, bajando por los lados de mis
caderas, mientras su boca iba desde mi clavícula hasta un lugar en medio de
mis pechos y luego, por fin, hacia uno de ellos y su endurecido pezón.
Estaba bajándole los pantalones cuando sentí el resplandor de la energía
vital empezar a deslizarse dentro de mí. Durante unos instantes, pude ignorar
las consecuencias. Yo lo deseaba. Quería sentir lo que no había sentido hacia
meses, cuando su cuerpo estuvo dentro de mí y pude notar la sensación de
perfecta unión entre los dos. La energía vital era un afrodisíaco que aumentaba
el deseo de mi cuerpo físico.
Tal vez fue una reacción refleja de aquellos días en los que éramos
novios, pero una vez más, fui yo la que tuvo que detenerlo todo. Puse algo de
distancia entre nosotros, aunque todavía estábamos entrelazados.
“Es suficiente, “dije, con el corazón golpeándome el pecho. “Estamos
muy cerca de cruzar la línea.”
Había lujuria en los ojos de Seth. Lujuria, amor y esa ardiente necesidad
que yo tenía de terminar lo que estábamos haciendo. “La cruzamos un poco
¿verdad?” preguntó sin aliento. “Lo noté.”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 269

“Si,” admití. “No mucho”. Pero no mucho significa demasiado.


Frunció un poco el ceño, con su mano recorría aún mi pierna. Era muy,
muy peligroso. Un poco más y estaríamos tambaleándonos al borde del abismo
otra vez.
“He sentido esto antes”, dijo “Cuando empezaste a tomar algo de mí. Era
una vaga sensación, pero la sentí. De alguna manera... de alguna manera, no
parecía tan malo en éste momento.”
Tenía razón, eso era porque el ligero oscurecimiento de su alma. Claro
que, él no era, ni remotamente, tan malo como muchas de las personas
atrapadas en el Infierno, pero incluso esa leve marca marcaba la diferencia. Yo
podía sentirlo. Antes, el era puro e inmaculado, centelleando con el color de la
plata y con una vida íntegra. La mayor parte estaba allí… salvo esa ligera
sombra, una sombra que sospechaba iba en aumento cuanto más se decidía a
darles la espalda a las personas que formaban parte de su vida. Y cuanto más
oscura es un alma, habrá menos de la parte que le quité.
“Tienes razón” No me molesté en meterme en los detalles técnicos. “Pero
aun así estaría mal seguir adelante.”
"¿Es tan malo como para no arriesgarse una sola vez?"
Era un viejo argumento. “¿que sucederá contigo si me entrego?”
“Lo haré si es necesario. Estoy listo. Pero eso fue antes de que vinieras...
aún no me has dicho por qué estás aquí, qué es lo que quieres. Lo haría otra vez.
Estaría contigo otra vez, pero no quiero más restricciones físicas”. Cortó mi
protesta. “Lo sé, conozco el riesgo. Y sé -como tú deberías saber- que lo que hay
entre nosotros es algo más que sexo. Pero eso aún es como una espina clavada y
no importa lo mucho que sepamos que no debería ser así porque lo será. No
quiero que nada como eso vuelva a suceder. Me arriesgaré. Es mi elección.”
“Yo... no lo sé. Yo no….”
“Bueno, eso es mejor que un ‘No puedo’”. Se rió entre dientes. Se acercó
más, lo justo para que sus labios rozasen los míos. “Y si decides no hacerlo, así
será. Pero tal vez… tal vez solo por esta vez podamos… tal vez sólo por una vez
puedas entregarte…”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 270

Cerré los ojos mientras sus labios se apretaban contra los míos una vez
más, esta vez con más fuerza y nuestros cuerpos volvieron a unirse. Una vez
más, el tenía razón. Casi podía entregarme esta vez. Había pasado por muchas
cosas últimamente, demasiada agitación emocional y espiritual. Estando con él
sentaí como si las cosas más naturales del mundo estuviesen justo ahí…. pero
mis alarmas de advertencia no habían cesado de funcionar. Si yo redujese su
vida con un alma oscura, él estaría mucho más cerca del infierno.
“No” dije por fin. Se hacía más difícil mantenerme tirando hacia atrás.
“Aún no estoy preparada. No todavía. No estoy diciendo que nunca lo haré. yo
sólo. Estoy muy confundida. Lo siento.”
Parecía decepcionado, pero para mí alivio, no insistió en el tema de
nuevo. Si lo hubiese hecho no hubiese sido capaz de resistirme. “¿Aún así te
quedaras conmigo? ¿Te quedarás conmigo toda la noche por lo menos?”
Asentí. "Puedo quedarme aquí durante tres días."
“Tres días. Es perfecto. Soy capaz de manejar eso. Tres días más para
pensar en todo esto. Si podemos estar juntos… entonces lo haremos. Si no
podemos, entonces estaré solo hasta que encuentre otra Georgina”. Su tono
irónico señaló sus dudas al respecto. “Por ahora, esto es suficiente.”
Después de eso descansamos desnudos uno en los brazos del otro,
arreglándonoslas milagrosamente para que las cosas no se intensificasen. Por
supuesto, era una habilidad que habíamos perfeccionado desde que éramos
novios, por lo que sucedió de forma natural -aunque también de mala gana.
Estuvimos hablando durante mucho tiempo, como si no nos hubiéramos visto
en años y tuviéramos una vida entera para ponernos al día. Algo que no
estaba tan lejos de la realidad.
Por fin, se durmió, pero estaba inquieto. Miré su respiración tranquila en
la oscuridad y el sueño pesado a causa de las bebidas. Notaba su piel caliente
contra la mía y me sentí más segura de lo que había estado desde hacía mucho
tiempo.
Tres días. Tendríamos estos tres días, y durante un poco más de tiempo,
podía fingir que él era mío otra vez, como solía serlo. Si quisiese, podría incluso
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 271

hacer que esto fuera permanente. Le dije que lo pensaría. El único problema de
todo esto era que las cosas no estaban igual que antes. El repetitivo sueño en mi
cabeza, el sueño que pudo haber sido una mentira. Seth había sido el hombre de
mi sueño, el único con el que yo podría estar si lo que me había mostrado el
Oneroi era cierto. ¿Pero era este Seth que descansa en mis brazos el hombre del
sueño? El que yo había soñado que había sido infinitamente bueno y amable –
del que me había enamorado. El verdadero Seth había cambiado- poco a poco,
sí... pero el cambio estaba ahí.
Estaba mal por mi parte juzgarle, ya que parte de los cambios del último
año habían sido el resultado de que yo formase parte de su vida. Sin embargo,
una vez más, la parte egoísta de mi interior pensaba que él debería haberse
resistido. Me había enamorado de Seth debido a su carácter ético, algo que
siempre me atrajo de un hombre. Irónico y posiblemente hipócrita para un
servidor del infierno. Todavía amaba Seth, aún sentía esa conexión, pero en este
momento las cosas eran confusas.
Esta amargura, esta actitud que le hacía querer encerrarse lejos a sí
mismo, una retirada egoísta no era lo que yo esperaba de él. No, yo esperaba
más de él.
No quería perderle. Quería estos últimos días con él. Quería estar con él
para siempre, pero si me quedaba, fomentaría esta actitud que yo odiaba en él.
Propiciaría que la oscuridad creciese en su interior. No quería presenciar eso. Y
por mucho que lo amase y me sintiese orgullosa de poder estar con él durante
unos momentos más, me di cuenta de que quedarme con este Seth que me
decepcionaba mucho, era una mala idea. Seth había dicho que prefería quedarse
solo a estar con la mujer equivocada. Yo preferiría estar separada de él antes de
verle así. Quería que mis recuerdos de él siguiesen puros.
Y así, aunque se me rompió el corazón, me desenredé de él. En su pesado
sueño, no se movió. Una vez más, la hipocresía no me pasó desapercibida.
Intenté convencerlo tantas veces para que se tomase una copa y ahora lo veía
utilizar los cócteles como una forma de aliviar el dolor. Qué estúpida, pensé
que su alma oscurecida haría más fácil para los dos el estar juntos... y, sin
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 272

embargo, por culpa de mi corazón, era imposible.


Me transformé para ponerme unos vaqueros y una brillante camiseta sin
mangas y busque algún papel para escribir. En él, garabatee:
Seth,
Lo siento -pero tengo que irme. Te dije que lo tendría en cuenta todo. Pero me
equivoqué. Te amo demasiado para quedarme.
¿Demasiado enigmático? Una forma pobre de expresar todas esas
emociones, pero de alguna manera, sospeché que lo entendería. El me conocía.
Dejé la carta junto a la mesilla de noche y después le observé durante unos
minutos, admirando al hombre que amaba y que siempre amaría. Finalmente,
con los ojos húmedos, me di media vuelta y abandoné el cuarto para coger un
taxi hacia el aeropuerto.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 273

Capítulo 23
Traducido por Carmen y Melissa

“¿Dónde has estado?” me preguntó Román.


Yo no había aterrizado en Seattle hasta más tarde al día siguiente.
Resulta que conseguir vuelos de México al Noroeste del Pacífico puede tomar
un poco más de tiempo que la teletransportación inmortal, sobre todo a corto
plazo.
“En los límites del mundo conocido y de regreso,” dije, cayendo sobre el
sofá. Ambas gatas se me acercaron, lo cual tomé con algo de satisfacción,
viendo como usualmente actuaban servilmente siguiendo a Román por todas
partes.
“Así que, qué, ¿Dakota del Sur?”
Le hice una mueca y me cubrí los ojos con un brazo. Mi viaje para
localizar a Seth sólo había tomado veinticuatro horas, pero realmente, era
mucho que aguantar en un tiempo tan corto. “Encontré a Seth.”
“Oh.” El entusiasmo de Román disminuyó considerablemente.
“Supongo que su desaparición no fue tanto como para cajas de cartón de leche,
como Maddie lo hizo sonar.”
“Bueno, tuve que – literalmente – pedir un favor demoníaco para
seguirle la pista.”
“¿Y? ¿Están corriendo juntos hacia la puesta del sol ahora que es libre?”
La mención de la puesta de sol me hizo sobresaltar, recordando como
Seth y yo nos abrazamos en la playa. “No del todo. Lo… dejé.”
“¿Qué significa eso exactamente?”
Traté de explicarle todo lo que había pasado con Seth, pero no fue fácil.
Era casi demasiado para que mi cerebro trabajase penosamente en ello, y
mucho menos describírselo a alguien más. Cuando terminé, me sentí aun más
agotada que antes.
“Así que, ¿eso es todo? ¿No se van a ver nunca otra vez?” La voz de
Román fue escéptica.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 274

“Me dijo que no volverá, y no me quedé por ahí. Entonces, sí.”


“Me es muy difícil creer eso. ¿Entonces él simplemente va ir a vivir en
ese hotel permanentemente? Ni siquiera él puede tener tanto dinero.”
“No, mencionó en la cena que se establecería en alguna otra parte. Sólo
que no ha decidido dónde.”
Todo fue silencio entre nosotros por un minuto o más o menos. Los
únicos sonidos fueron el tráfico de afuera y Aubrey ronroneando cerca de mi
oído. Al final, Román preguntó, “¿Te encuentras bien?”
Lo miré sorprendida. “¿Qué quieres decir?”
“Exactamente lo que dije. Esto no puede ser fácil para ti. Digo, ni siquiera
has tenido ningún tiempo de inactividad desde los Oneroi.”
No sé por qué sus palabras me cogieron por sorpresa. Creo que fue
porque entre todos los infortunios que estuvieron siempre ocurriendo en mi
vida, pocas personas alguna vez me preguntaron si estaba bien. Tal vez habían
dejado de preguntar porque las cosas deprimentes eran cosas de todos los días
para mí. Qué extraño, pensé, que Román se había transformado de ser un
sociópata a compasivo mientras que Seth había caído en un camino más oscuro.
Por supuesto, no tenía una evidencia sólida de que Román no fuese en realidad
un sociópata compasivo. De todos modos, le di una sonrisa de gratitud.
“Estoy bien – o lo estaré eventualmente. Gracias.”
Debe de haber habido algo en mi sonrisa que le dio esperanza o lo hizo
sentirse inspirado porque su sonrisa se volvió radiante. Me había olvidado
simplemente qué tan bella era, la forma en que podía iluminar su cara. Nos
olvidamos de los temas peligrosos después de eso, pero pasamos el resto de la
noche juntos. Yo no estaba completamente bien de ninguna forma, pero fue
lindo el simplemente ser alguien común por algún rato y libre de drama. Me
pregunté si así es cómo sería mi vida ahora – y que papel Román jugaría.
Aún así, adaptarme a una vida sin Seth no fue fácil durante los
siguientes días. Aún cuando él había estado con Maddie, aún cuando el verlo
me había provocado dolor, él todavía había estado allí. Y había sabido que él
estaba allí. Ahora, el saber que se había ido y que no regresaría dejaba un
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 275

extraño vacío en mi corazón, incluso mientras el resto de mi vida comenzaba a


estabilizarse.
Volví al trabajo, algo bueno para la tienda ya que Maddie se había
tomado un muy necesario tiempo libre. Averigüé sobre ella por medio de Doug
y me ofrecí a visitarla si era necesario, a pesar de saber que no disfrutaría el
escucharla afligiéndose por Seth. Por supuesto, ya que yo hacía lo mismo, tal
vez no debería ser tan rápida en rechazar consuelo.
“En estos momentos, sólo quiere estar sola” Doug había respondido,
recostado en mi umbral. Él no era gracioso hoy, nada de su locura usual.
“Todavía está molesta – pero es una optimista. Te dejaré saber cuándo esté lista
para ver a alguien.”
“De acuerdo” Mi corazón se compadeció de ella. “Mantenme al tanto.”
Era cerca de la hora del cierre, y me dirigí a la parte principal de la tienda
para ayudar con algunas de las tareas de la noche. Unos cuantos miembros de
la administración ya se iban a casa. Una de ellos era Gabrielle. Y se estaba
yendo con Cody.
“¿Qué está pasando?” Murmuré al oído de él mientras ella iba por su
bolso. Él ni siquiera estaba vestido de negro.
“Hemos salido un par de veces desde que… pues bien, mientras estabas
ausente.” Él sonó como si se disculpara por su felicidad.
“Eso es fantástico,” dije. El amor lograba sobrevivir en alguna parte de
este mundo. “¿Qué la hizo cambiar de opinión? ¿El concierto?”
“Un poco. Creo que eso abrió la puerta. A ella le entusiasma realmente
que yo sólo salga de noche. Y que le puedo mostrar a auténticos vampiros.”
“¿Qué? ¿Lograste convencerla de que Peter es un vampiro?” Para el
humano común, eso es menos probable que Cody sea un vampiro.
“No, claro que no”. Su expresión enferma de amor se endureció un poco.
“Pero Milton – ¿conoces a ese vampiro de Eugene?–Él ha estado en la ciudad
esta semana. Alega que está visitando a amigos”. Los vampiros son muy
territoriales sobre sus áreas de caza, incluso unos como Peter y Cody quienes
raras veces tomaban víctimas y no mataban cuando lo hacían. “Él no ha
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 276

causado ningún problema, pero no acepto ese asunto de las vacaciones. Es tan
ridículo como tener a Simone de visita.”
“Ella se ha ido, ¿verdad?” Ese había sido el rumor, y ya no había locos
contratiempos con dos Georginas por allí, tuve que creer que era cierto. Nunca
conocería cual había sido su motivación.
“Sip, hasta donde yo sé. De todos modos. Milton. Él ciertamente parece
un vampiro. ¿Lo has visto? Él es como un moderno Nosferatu. Llevé a Gabrielle
cuando fui a espiarlo a un club de baile, y ella realmente se entusiasmó. Piensa
que tengo algún talento natural especial para encontrar a los vampiros – por lo
menos a los aspirantes”.
“Huh,” dije. “Eso es de cierta manera espeluznante, gracioso y lindo al
mismo tiempo. Tal vez un poco perturbador”. Me sonrió mostrando sus
colmillos. “¿Qué piensa de los dientes? no puedes ocultarlos si estás tan cercano
e íntimo todo el tiempo.”
“Le dije que me los había hecho cosméticamente”. Se veía complacido.
“Piensa que son sexys”.
Su nuevo romance me puso de buen humor cuando finalmente salí. Di
un paso afuera en la noche moderadamente fría, sorprendida de que no me
importara tanto. Algo en el aire limpio, enérgico pareció refrescarme y por
primera vez después de tiempo, lamenté mudarme de Queen Anne. Habría
sido agradable caminar a casa en esta tarde de invierno anticipada, en vez de
subirme al plástico y metal de mi coche.
Sin embargo, no había nada que hacer. Giré en encendido y revisé mi
móvil antes de manejar fuera del aparcamiento. A menudo apagaba el timbre
mientras trabajaba y tres llamadas habían entrado para mí. Tenía un correo de
voz por cada una. La primera era hace algunas horas, de Erik. Hablaba en su
usual tono gentil, pero pude oír la urgencia por debajo. Me dijo que se le había
ocurrido algunas teorías sobre de mi contrato y quería hablar conmigo pronto.
El siguiente mensaje era de Román, de una hora antes. Él conocía
perfectamente mi horario llamaba para saber qué tipo de comida para llevar me
apetecía. Si lo llamaba mientras salía, me explicó, probablemente tendría la
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 277

comida para el momento en que llegara a casa. Sentí a mis labios curvarse en
una sonrisa ante eso– una que prontamente cayó cuando oí el último mensaje.
Había llegado hacia cinco minutos y era Erik otra vez.
“Georgina –”
Eso fue todo. Solo mi nombre, tenso y estrangulado. Después de eso
estática, un sonido como el teléfono cayéndose y luego el correo de voz cesó.
Miré el móvil como si fuera un objeto completamente extraño.
Nunca, jamás había oído a Erik llamarme por mi nombre de pila.
Mi coche ya se dirigía hacia su tienda cuando le devolví la llamada. Era
muy tarde para que la tienda estuviera abierta, pero ese era el número que mi
móvil mostraba en la pantalla. Nadie contestó. Probé el número de su casa,
simplemente para estar segura, y no recibí respuesta tampoco. Mi miedo
aumentó, como lo hizo mi velocidad. El escaso tráfico me hizo avanzar, pero
todavía tuve la impresión de que su tienda estaba a cientos de kilómetros de
distancia.
Conseguí llegar allí en quince minutos, lo cual fue en verdad bastante
notable. Las luces de la tienda estaban encendidas, pero todo lo demás en el
centro comercial y la parte posterior se encontraban a oscuras. Aparqué justo
enfrente, en un espacio para minusválidos, y salí con ímpetu del coche
deteniéndome intempestivamente con lo que encontré.
El cristal de la puerta y la ventana estaba hecho pedazos, con los
brillantes pedazos del vidrio quebrado cubriendo la acera. Aun si la puerta
hubiese estado asegurada, podría haberla abierto con mi mano desde adentro.
Me abrí camino, ingresando para encontrar más destrucción. Las fuentes
todavía tintinaban, la música todavía sonaba, pero todo lo demás estaba hecho
un desastre. Los estantes de libros volcados. El estatuario destrozado. Los
embalajes de las joyas despedazados – y vacíos.
“¿Erik?” Llamé, caminando rápidamente a través de la tienda. No hubo
respuesta. Pasé por la caja registradora, el cajón colgaba abierto y sospeché que
lo encontraría vacío como sucede en estos casos.
Me dirigía a la trastienda cuando oí un ruido bajo. Volviéndome, miré
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 278

con atención buscando salvajemente y vislumbré momentáneamente una mano,


detrás del mostrador de la caja. Allí, encontré a Erik tumbado desgarbadamente
en el piso, pálido a pesar de su piel oscura. Una mano descansaba sobre su
estómago, la cual era una piscina de sangre oscura. Sus ojos estaban vidriosos y
por un momento, pensé que él estaba muerto. Entonces sus parpados temblaron
y sus ojos se enfocaron en mí.
“Señorita Kincaid…”
Marqué el 911 mientras simultáneamente intentaba quitarme el abrigo.
Les grité que me enviaran una ambulancia y presioné la tela ligera del abrigo en
su estómago. El esfuerzo fue fútil. Una mancha rojiza comenzó a propagarse
por la tela.
“No digas nada,” le imploré cuando vi sus labios moverse. Estaban de
un color azulado. “Alguien viene. Estarás bien.”
Quise hacerle cientos de preguntas: Qué había sucedido, quien había
hecho esto. Ninguna tenía importancia. Sólo salvarlo – y además, el panorama
parecía dolorosamente claro. Un robo, uno en el cual él había interferido. Dos
balazos en la pared revelaron lo que sucedió a su estómago. El tercer disparo lo
había alcanzado.
“Señorita Kincaid…” Su voz fue tan baja, apenas un graznido.
“Shh. Hablaremos más tarde, después de que los paramédicos lleguen.
Ahorra tu fuerza.”
“No habrá un después”, jadeó. Juro que intentó sonreír. “No… para…
mí…”
“Ellos estarán aquí, como, en cinco minutos,” contesté.
“No importa. Demasiado débil. Demasiada sangre.”
“No,” respondí desesperadamente. “No.” Incluso cuando suplicaba, mi
histeria aumentó, sabía que él estaba en lo correcto. Había perdido demasiada
sangre. Él aun se encontraba vivo porque ésta era una herida lenta pero mortal.
Aun si los paramédicos llegaban en este momento, no lo tratarían a tiempo para
salvarlo. Con su edad y la reciente enfermedad, él no volvería de esto. De todos
modos lo negué. “Estarás bien. Escucha –”
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 279

“Tú escucha.” No había fuerza auténtica detrás de la orden, pero me


callé. Una de sus manos se aferró a la mía. “No es… tu contrato”.
Estaba confusa, mi mente todavía en su estado y la tienda. Entonces,
percibí el contexto. “Olvídate del contrato. Nos preocuparemos de eso más
tarde.”
Su agarre se apretó “Debe haber otro. Dos contratos”.
“¿Allí… Qué? No. Así no es como funciona. Sé eso con seguridad. Un
contrato por alma. Firmé uno. Ahora, por favor. No digas cualquier otra cosa.”
“Encuéntralo”, él tosió. Había sangre en sus labios. “Encuén… tralo”.
“Lo haré, lo haré.” Habría accedido a cualquier cosa, a pesar que lo que
él decía no tenía sentido. Mis palabras deben de haberlo confortado porque se
relajó muy ligeramente. Sin embargo, no había necesidad de preguntarle si
tenía demasiado dolor. Levanté mi mirada hacia el frente de la tienda,
intentando concentrarme para oír sirenas. “Estarán aquí,” dije.
“Demasiado… tarde. Tú… tú puedes detener el dolor.”
Ahora era tan difícil escucharlo, que tuve que acercarme. Incluso
entonces no analicé completamente sus palabras, hasta unos momentos más
tarde. "Lo intentaré". Cambié de posición el abrigo, el cual resultó ser
totalmente ineficaz.
"Un beso... un único beso..."
"Yo..." mis ojos estaban ensanchados. "No. No. Te mataré..." Incluso
mientras decía las palabras, me di cuenta de lo estúpidas que eran. Este disparo
ya iba a matarlo. Él iba a morir. Un beso. Él quería un beso para acelerar su
muerte, justo como se lo había dado a Luc. Nunca había realizado esa acción
otra vez y no quería hacerlo. Tal vez había sido misericordia, pero me había
sentido como una asesina. Y aún así, justo como esa vez, sabía que facilitaría la
muerte...
Sacudí mi cabeza. "No".
"Nyx... me lo mostró. Me mostró mi muerte: tú".
Él tosió otra vez y ya no pudo hablar más. Todavía, se aferraba a la vida,
con dolor en su cara y con sus ojos implorando.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 280

¿Nyx? Nyx le había mostrado su muerte...


En el fondo de mi mente, recordé haberlo encontrado un día, justo
después de la noche en que Nyx lo había visitado y le había mostrado una
visión. Él se había alejado de mí al principio y luego, más tarde se había
desentendido del asunto, riéndose de ello como los restos de una pesadilla.
Pero ahora entendí. Él había visto su muerte -me había visto causarla. Había
estado asustado de mí en esos momentos. Mi hombre en el sueño había sido
una mentira, pero todas las otras visiones que ella había mostrado habían sido
verdad. Mi rol en la muerte de Erik había estado destinado... pero no de una
manera maliciosa. Así era como a menudo funcionaban los sueños. Nunca era
completamente lo que esperabas.
Y así, por segunda vez, me convertí en un ángel de misericordia... un
ángel de la muerte.... o lo que sea. Me encorvé y lo besé, ignorando la sangre en
su boca. Justo como con Luc, sólo quedaba un aliento de vida. Cinco minutos
más y Erik se habría ido sin mí. Esa muy pequeña cantidad de vida, era tan
buena y pura como sabía que lo sería. Erik sería recompensado en la otra vida.
Mientras alzaba mi cabeza y miraba la tranquilidad que se asentada en
su semblante, débiles sentimientos se filtraron a través de mi, como a veces
ocurría cuando tomaba energía. Había afecto hacia mí. No era amor romántico.
Más como amor paternal. Camaradería. Estima. Y debajo de eso había una
advertencia, una advertencia para mí, que nunca me pudo comunicar. Estaba
tan desprevenida, por los últimos exabruptos de la vida, que fui remotamente
consciente, cuando las luces y las sirenas vinieron.
Alguien me tomó y me alejó, y vi a gente apiñarse alrededor de él - muy
tarde. Me quedé mirando la conmoción que siguió - paramédicos, policías. Los
miré sin verlos, respondí preguntas, sin incluso saber lo que decía. Un policía
con ojos amables lo llevó todo y me habló con palabras amables, a menudo
repitiéndose. No sé cuánto tiempo tomó todo eso. Tal vez una hora, tal vez más.
Sólo recordaba haberles asegurado una y otra vez que estaba bien, que iría a
casa y que respondería a cualquier otra pregunta que surgiera.
Pero cuando me fui, todavía choqueada, apenas entendiendo lo que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 281

había pasado, no fui al oeste de Seattle. Fui a Pioneer Square* , me estacioné en66

un callejón con suerte y entonces serpenteé mi camino a través de las masas


enfiestadas. Algunas personas me dieron una mirada de curiosidad cuando
caminé dentro del Cellar, viendo como no les prestaba atención mientras me
dirigía a la mesa de Jerome. Bebía solo esta noche. Sus ojos oscuros me miraron
fijamente a medida que me aproximaba.
"Georgie", dijo cuando me detuve frente a él, "¿Cuál es el punto de
cambiar de forma si vas a caminar por ahí con sangre encima?"
Miré hacia abajo, solo entonces registré las manchas en mi camisa. Me
giré hacia él ignorando la sugerencia del cambio de forma.
"Erik está muerto", le dije, con mi voz plana.
La cara de Jerome no mostró reacción. “¿Cómo?"
"Un robo. Alguien le disparó".
Jerome sorbió de su whisky americano y se quedó en silencio.
"¿Y bien? ¿No tienes nada que decir?"
Él frunció el ceño. "¿Qué es lo que esperas que diga? ¿Debería llorar?
¿Andar de luto? Los humanos mueren todo el tiempo, Georgie. Tú eres la única
que te acongojas por ellos - no yo. No tengo sentimientos por ninguno de ellos.
Sabes eso. Y seguramente no por él".
Sabía eso. Cuando Diane -Una de las empleadas anteriores de Jerome-
había sido asesinada, la única reacción del demonio había sido molestia.
"Lo que es extraño...." Me detuve juntando las palabras que habían
estado metidas en el fondo de mi mente todo este tiempo. "Lo que es extraño, es
que alguien haya asaltado una tienda de New Age en absoluto. No es un buen
lugar para un robo".
"Si tiene dinero, es un buen lugar para robar. Si está en un centro
comercial vacío, con sólo un anciano ahí, es incluso un mejor lugar para robar.

66
*Pioneer Square: es el centro original de la ciudad de Seattle, está compuesto
por seis manzanas de edificios de un siglo de edad restaurados. Ahora éstos
alojan tiendas, restaurantes, oficinas, clubes nocturnos y galerías.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 282

¿Se llevaron los objetos de valor?"


"Si", admití.
"¿Entonces por qué estás aquí desperdiciando mi tiempo?"
"El vidrio."
"¿El vidrio?"
"El vidrio fue roto desde adentro", dije. "Los pedazos estaban esparcidos
por la acera. Quienquiera que lo hizo, no rompió el vidrio para entrar. Acabo
de darme cuenta."
Jerome suspiró irritablemente. "Después de todo lo que has visto,
¿honestamente puedes cuestionar la conducta humana?".
"Sólo parece extraño que alguien como Erik - quien comercia con lo
supernatural y quien ha-" vacilé acerca de decirle que él había estado
reconsiderando mi contrato. En lugar de eso dije, "quien acaba de involucrarse
en una reunión de grandes inmortales, podría ser víctima de esto por pura
coincidencia."
"Las coincidencias ocurren".
"Ya no creo en coincidencias."
"Entonces replantea tus propias palabras 'tú reunión grandes inmortales'
es la respuesta. Ellos no pueden vivir en nuestro mundo, ¿pero crees que las
criaturas de los sueños no tienen influencias aquí?"
Fruncí el seño. "¿Qué es lo que estás diciendo?”
"Que creo que fue muy apropiado que el jefe de los Oneroi se alejara
dando media vuelta. Sabía que no podía tocarme o a cualquier otro inmortal.
¿Pero un humano? ¿Uno que había estado activamente involucrado en su
combate?" Jerome se encogió de hombros. "Es venganza. Él podía preparar eso.
No podemos probarlo - y no podemos hacer nada". Asegúrate de entender eso.
No voy a vengar a tu amigo si es lo que pides".
No lo esperaba de él. De hecho realmente no estaba segura de lo que
esperaba de él en todo esto. ¿Por qué había venido aquí? Porque estaba
choqueada. Porque lo que pasó con Erik no tenía sentido. Porque Jerome a
menudo tenía respuestas para mí.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 283

Esta vez, las tenía también... pero no estaba segura si creerlas. El viejo
proverbio volvió: ¿Cómo sabes que un demonio miente? Porque sus labios se están
moviendo.
"Está bien", dije con un pequeño asentimiento. Sus ojos se estrecharon un
poco. Creo que estaba sorprendido, de que hubiese cedido tan rápidamente.
Mirando hacia abajo, cambié de forma quitando la sangre. "Voy a ir a casa y...
no sé. No sé lo que voy a hacer".
Mi confusión no era fingida, y esperaba que fuera suficiente para aclarar
cualquier sospecha. Y realmente, ¿qué tenía que sospechar? Ni siquiera lo sabía.
Dos contratos.
Jerome no había intentado detenerme. Conduje hasta mi casa, sin tener la
menor idea de lo que estaba haciendo hasta que entré en el estacionamiento
debajo de mi edificio. Tan pronto como abrí la puerta del departamento, capté
un olor apenas imperceptible de comida china. Olía delicioso, y al mismo
tiempo, tenía esa leve punzada de comida que había estado posada por algún
rato. Román estaba tumbado en el sofá, mirando a la nada por lo que pude
notar. La televisión estaba apagada. Las gatas no estaban siendo acariciadas.
"Lo siento, no llamé", dije "No creerás lo que-"
"Tengo algo para ti", dijo, "De hecho dos cosas".
El extraño tono de su voz fue la única cosa que me habría impedido
contar de manera efusiva lo que había sucedido a Erik esta noche. Incluso
ahora, lo acontecido en la tienda era tan surrealista que apenas daba la
impresión de que me había pasado a mí. Sin duda era algo que yo había visto
en una película. Me senté en el sillón cerca de Román, el sentimiento de
intranquilidad en mi estómago creció a medida que me preguntaba qué otra
cosa podría ocurrir esta noche.
"¿Qué es?"
Él me dio una hoja de papel. "Esto estaba bajo la puerta cuando volví con
la comida. No tenía la intención de leerlo, pero... bien, no estaba en un sobre o
cualquier cosa".
La tomé sin palabras, inmediatamente reconocí la letra garabateada. Era
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 284

Seth. Para muchas personas podría ser indescifrable, pero yo tenía un montón
de práctica descifrando su desordenada caligrafía.
Georgina,
Cuando me desperté sin ti en Mazatlán, estaba tan enojado. Me sentí traicionado
y abandonado, y me pregunté si habías estado jugando conmigo todo el tiempo.
Entonces, entre más pensaba en tus palabras, mi vida más comenzaba a enfocarse.
Todavía no quiero tratar con el desorden aquí en Seattle. No quiero enfrentar a Maddie.
No quiero enfrentarme a mí. Pero, me di cuenta, de que quiero que estés orgullosa de
mí.
Tal vez "orgullosa" no es la palabra correcta. ¿Respeto? ¿Querer? ¿Amor?, no
estoy seguro, pero lo que sucedió donde Erik, todavía me dejó impresionado. Realmente,
yacer en tus brazos me ha dejado una impresión. Lo que quiero decir: Prefiero estar solo
que no estar contigo. Incluso separados; sin embargo no puedo aguantar que pienses que
estás decepcionada de mi. Para recuperar tu buena opinión de mí, arriesgaría casi
cualquier cosa. Incluso volver aquí y hacerle frente a mis demonios.
Y he regresado, a pesar de lo mucho que deseo alejarme. Sin embargo,
desaparecer no borrará las malas cosas a mí alrededor. Tal vez eres alguna mensajera de
algún tipo, algún agente del destino. De no ser por ti, casi ciertamente no habría
regresado, pero resulta que lo necesito. Terry y Andrea recibieron sus resultados ayer. A
ella sólo le quedan unos meses de vida, algo que juraría que es una broma del doctor.
Hace sólo algunas semanas atrás, ella se veía perfectamente bien. No quiero encarar eso,
no más de lo que quiero encarar todo lo demás. Pero me necesitan más que nunca, y los
amo. Los amo tanto que mi propia vida y mis penurias no tienen importancia. Tan
pronto como termine este libro, voy a poner todo lo demás - incluso las nuevas series -
en espera. Nada de eso tiene importancia. Sólo ellos la tienen. Me necesitarán en los
próximos meses, me necesitarán más en los meses después de eso.
No sé cuando nos veremos otra vez - pero fíjate que digo "cuando" y no "si".
Como lo dije en México, sé mejor como para pensar que el universo nos mantendrá
separados. Independientemente, quiero que tú seas feliz sin importar el rumbo que tomes
- y espero que algún día pueda ser digno de tu respeto otra vez.
También quiero que sepas que cuando regrese, no espero nada de ti. Sólo quiero
que estés segura que entiendes lo que hice... y cómo me has afectado.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 285

- Seth.
Miré hacia arriba a Román, quien me había estado estudiando mientras
leía. No sabía lo que me asombró más: Seth regresando - por mi - o la atroz
noticia de Andrea. Ambos eran enormes a su propia manera. Una era una
tragedia de proporciones épicas.
Tragué, asustada de que si procesaba completamente todo esto,
comenzaría a llorar. "No estoy segura de cuanto más pueda manejar esta
noche", dije con una pequeña voz.
La cara de Román era una mezcla entre simpatía y cinismo. "Bien, tienes
algo más".
Me dio una revista. Era una de chismes baratos de las celebridades, una
que era una popular fuente de burlas en la librería. No podía imaginar por qué
me estaba pasando algo tan frívolo. En vista de todo lo demás que había
venido. Una página estaba marcada con un marcador, y me lancé hacia ella.
Eran rumores de fotografías de diversas celebridades, del tipo de
fotografías sin posar que deleitaba a los paparazzi: actores fuera con sus hijos,
estrellas de pop divisadas en clubes nocturnos en Las Vegas. Examiné
rápidamente las dos páginas, sintiendo crecer un ceño fruncido en mi cara a
medida que intentaba imaginar porqué en la tierra me tendría que importar
algo como esto ahora.
Entonces, lo encontré. Era una pequeña fotografía, apartada a un lado de
entre muchos más interesantes y grandes actores mal vestidos. El título decía: El
autor de Best sellers Seth Mortensen disfrutando de algo de belleza natural en
Mazatlán.
Y mostraba a Seth y a mí besándonos en la playa.

Capítulo 24
Traducido por Queennie
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 286

"Esto... no es posible," le dije.


"No sé," dijo Roman secamente. "A mí me parece bastante posible."
"Pero Seth es un escritor. Este tipo de revistas no prestan atención a la
gente como él."
"Estás tan acostumbrada a él que no te das cuenta de lo famoso que es. Y,
oye, si es una semana aburrida, probablemente echen mano a lo que puedan
conseguir. El sexo vende - y eso es muy sexy."
Miré hacia abajo de nuevo. Era muy sexy. Nos habían cogido cuando
estaba tendida sobre Seth, y el pareo se había deslizado lo suficiente para
enseñar una gran cantidad de piel. Las náuseas me atravesaron.
"Tal vez nadie lo vea". Sin embargo, incluso aunque las palabras salían
de mis labios, sabía que era un deseo ilusorio. Como había señalado antes, esta
revista era una de las favoritas de la tienda, en gran parte debido a sus ridículos
artículos escandalosos. Alguien, en algún lugar, iba a ver esta imagen. Y
mientras que los artículos podrían ser mentiras, una foto como esta - que
mostraba claramente nuestras caras – no podía mentir.
Dejé caer la revista al suelo. "No puedo... no puedo enfrentarme a esto.
No después de todo lo demás."
Roman frunció el ceño, con su rostro inundado por una genuina
preocupación. Creo que él no estaba contento ya fuese a causa de la foto o de las
nuevas decisiones de Seth, pero tenía que ser evidente que algo más que por
estas pocas noticias me estaba atormentando.
"Georgina, ¿qué otra cosa..."
Levanté la mano. "Ahora no. Mañana. Hablaremos mañana. Demasiadas
cosas... han ocurrido demasiadas cosas esta noche." Los ojos sin vida de Erik
brillaban en mi mente. "Hace que esto parezca insignificante."
Vaciló y luego asintió. "Muy bien. ¿Quieres reservarme algo de tiempo
para mañana por la noche? No quiero decir que tengamos una cita.
Simplemente, no sé. Cenar, hablar de todo esto para que no te consuma.
Realmente estoy preocupado por ti."
Empecé a decirle que no debía preocuparse, que yo iba a estar bien, pero
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 287

di marcha atrás. En realidad no sabía si lo iba a estar. "Me gustaría," le dije con
sinceridad. "Si no entra en conflicto con mi control de daños* , entonces67

seguro. Te lo contaré todo." Me levanté agotada. "Pero ahora... a la cama."


Dejó que me retirase a mi habitación, con el corazón en sus ojos* . Me68

hizo sentir mal, en gran parte debido a lo bajos que estaban sus sentimientos en
mi escala de prioridades en este momento. Obviamente, eran importantes para
él, y yo apreciaba su apasionamiento. Y sus sentimientos sí significaban algo
para mí. Había algo muy dulce y reconfortante en su oferta para tomarnos un
descanso y tan sólo hablar. Pero ¿comparado con todo lo demás que estaba
pasando? Ahora mismo no podía permitirme considerar nuestra relación
profundamente.
Especialmente cuando tenía que hacer frente al desafío de la librería al
día siguiente. Algunas veces en el pasado, al entrar en Emerald City me habían
recibido con miradas curiosas y disimuladas. Lo más frecuente era que fuese
por algo ridículo, y yo no tuviese ni idea hasta más tarde. Hoy, sabía
exactamente lo que estaba pasando. No había duda de que la maldita revista
había circulado por ahí.
Y en esta ocasión las miradas no eran curiosas o petulantes. Eran
acusatorias. Indignadas. No podía hacerles frente. Todavía no. Me apresuré a
atravesar la tienda tan rápido como pude, buscando mi oficina - que me había
prometido no abandonar durante el resto de mi turno. Fui bastante hipócrita,
teniendo en cuenta mi opinión sobre que Seth evitase sus problemas. Sólo que,
yo no tenía tanta suerte alejándome de los míos.
Maddie estaba sentada en mi escritorio.
No la había visto en una semana, no desde que había venido a mi
apartamento. Entonces le dije que podía tener un permiso indefinido del trabajo
y no esperaba que volviese tan pronto. Ahora ella me hizo parar en seco.
Su cara era mucho más tranquila de lo que yo hubiese esperado. No, era
más que tranquilidad. Se quedó en silencio. Perfectamente, extrañamente

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Expresión tipicamente militar. En este caso se refiere a solucionar el problema crado por la publicación
de las fotos en la revista.
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Expresión que quiere decir que mostraba sus sentimientos en su mirada.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 288

quieta. Al igual que una escultura. Y cuando me miró, era como estar mirando a
los ojos de los muertos. Fría. Sin emociones. Sin embargo, cerré la puerta,
temiendo lo que iba a venir.
"Tuve un millón de teorías, sabes." Su voz era tan plana como su
expresión. "Nunca, nunca consideré esta. Quiero decir, me pregunté si podría
haber otra mujer. Pero nunca pensé en ti."
Me llevó un tiempo increíblemente largo poner mis labios en
movimiento. "No... no fue eso. No fue así en absoluto. Eso no es por lo qué lo
hizo... "No pude terminar y de repente puse en duda mis palabras. ¿No era eso -
lo que quería decir, que era yo- exactamente la razón por la cual la había
dejado? Tal vez nuestro encuentro en la playa no había sido la causa directa,
pero yo había sido sin duda el catalizador.
La revista estaba sobre mi escritorio, abierta en la página culpable. Ella la
recogió, estudiándola con una mirada calculadora. "Entonces, ¿qué pasó? Se
limitaron a consolarse después de los hechos?"
"En realidad... bueno, en realidad, sí. Esa foto fue tomada después."
Todavía sonaba mal, y ambas lo sabíamos. Ella tiró la revista a un lado y,
por último, la emoción apareció sobre su cara. "¿Qué, y eso hace que esté bien?"
gritó. "¿Tú - una de mis mejores amigas - sales corriendo con mi prometido el
día después de que me deje?"
"No pasó así," repetí. "Fui a buscarlo... a ver si se encontraba bien."
"¿Y luego te aseguraste de que lo estaba?" me reprochó. Sus palabras
fueron sarcásticas, pero las lágrimas brillaban en sus ojos.
"No... no me esperaba que sucediese algo así. Y, de verdad, que no paso
mucho más. Lo cierto es..." respiré profundamente. "Solíamos salir. Antes de
que estuvieran juntos. Nunca se lo dije a nadie. Las cosas terminaron... bueno,
más o menos justo antes de que empezaran a salir." Si lo prefieres el día antes.
Eso la cogió con la guardia baja. Sus ojos se agrandaron. "¿Qué? Tuviste
un pasado... saliste con mi novio y nunca me lo dijiste? ¿Él nunca me lo dijo?"
"Pensamos que sería más fácil."
"¿Más fácil? ¿Más fácil?" Ella señaló a la revista de nuevo. "¿Crees que
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 289

verlos juntos de nuevo a todo color sería más fácil?"


"No estamos juntos de nuevo", le dije rápidamente. "Él no terminó
contigo porque estuviese engañándote..." Una vez más, tuve que admitir la
verdad ante mí misma. No había estado engañándola cuando se rompió el
compromiso, pero habíamos dormimos juntos antes, durante su relación. "Yo
estaba tan sorprendida como tú. Y estaba preocupada. Ya te lo dije, fui a
buscarlo, pero no dormimos juntos. Después me fui. Eso es todo".
Ahora tenía lágrimas sobre sus mejillas. "No hubiese importado si
hubiesen dormido juntos. Ustedes me ocultaron ese pasado - que me mintieran
es peor. ¡Yo confiaba en ti! ¡Confiaba en los dos! ¿Cómo pudiste hacerme esto?
¿Qué clase de persona hace esto a su amiga?"
Un alma condenada, pensé. Pero no le dije eso. No le dije nada.
Maddie se levantó rápidamente del escritorio, tratando inútilmente de
enjuagarse las lágrimas que todavía derramaba. "Doug me advirtió una vez,
sabes. Dijo que ustedes, siempre tenían esa forma de mirarse mutuamente que
le sorprendía. Le dije que estaba loco. Le dije que lo que estaba imaginando era
imposible. Que nunca me harían eso a mí."
"Maddie, lo siento..."
Ella corrió hacia la puerta, apartándome al pasar a mi lado. "No tanto
como yo lo siento por depositar mi confianza en ti. Por depositar mi confianza
en ambos. Lo dejo. Ahora mismo. No esperen verme de nuevo". Abrió la puerta
de un tirón. "No sé cómo puedes vivir contigo misma. ¡Ustedes dos se merecen
el uno al otro!"
La puerta se cerró ruidosamente, haciendo vibrar mis oídos. Me quedé
donde estaba, mirando fijamente al escritorio, incapaz de moverme. Sin poder
pensar, o reaccionar o hacer algo útil. ‘No sé cómo puedes vivir contigo misma’.
Yo tampoco lo sabía.
"Caramba, las cosas se te han puesto bastante jodidas."
Carter se materializó a mi lado, con su firma angelical llenando la
habitación. Vestido tan cutremente como siempre -exceptuando su sombreo- se
paseaba casualmente hasta la mesa y cogió la revista. "Sin embargo esa es una
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 290

buena foto tuya."


"Cállate," le dije. La agonía que había tratado de ocultarle a Maddie
empezó a asomar. "¡Cállate! No puedo enfrentarme a tus comentarios en este
momento, ¿de acuerdo? No con todo lo demás. Por supuesto que no con esto..."
Me hundí en el suelo, apoyada contra la puerta y pasándome las manos por el
pelo. Cuando levanté la vista hacia Carter, esperaba una de sus sonrisas
lacónicas, pero su rostro estaba serio.
"No estaba siendo sarcástico," dijo. "Las cosas están jodidas".
De repente deseé tener un cigarrillo. "Sí. Es cierto, lo están. Erik está
muerto, ¿sabes?"
"Lo sé."
Cerré los ojos por un momento, permitiéndome sentir por completo el
dolor a causa de ello. Con tantas cosas sucediendo, no parecía que me hubiese
permitido tener la gran llorera que se merecían algunos de esos problemas
.Alguien, me di cuenta, tendría que hacer ahora las cosas apropiadas por Erik.
¿Tenía familia en algún sitio? Dante, de entre todas las personas, podría saberlo.
De lo contrario, yo estaba dispuesto a asumir cualquier arreglo funerario, sin
importar el costo o el trabajo. Le debía mucho a Erik. Le debía mucho más.
"No fue una coincidencia", dije en voz baja. "No pudo serlo. Jerome dice
que fue una venganza del maestro de los Oneroi... pero yo no lo creo. Erik había
estado intentando resolver mi contrato. Antes de morir... antes de que él..." Mi
voz se bloqueó como si estuviese recordando que había sido yo la que había
tomado ese último aliento. "Me dijo que había dos contratos. Que el mío no era
el problema. No sé lo que eso significa".
Carter seguía sin decir nada, pero sus ojos estaban fijos en mí con tanta
atención que puede ser que también hubiese estado clavando a la pared.
"Pero tú lo sabes, ¿no?" Le pregunté. "Tú siempre lo has sabido. Y
Simone..." Fruncí el ceño. "Antes de que Jerome la despidiese, mencionó algo
acerca de conocer a Niphon y 'joder aún más las cosas'. También forma parte de
todo esto, ¿no?"
Carter todavía permanecía en silencio. Se rió con aspereza.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 291

"Pero, por supuesto, no puedes decir nada. No puedes hacer nada. El


infierno siempre se mete en los asuntos mortales - o incluso en los asuntos
inmortales menores - ¿pero ustedes chicos? Nada. ¿Cómo puedes ser una fuerza
del bien en este mundo? ¡No ayudas a alcanzarlo! Sólo tienes que esperar y
esperar a que suceda por sí mismo."
"La mayor parte de lo bueno de este mundo sucede sin ninguna ayuda
nuestra", dijo evasivamente.
"Oh buen Dios. ¡Qué bonita contestación la tuya! ¿Y sabes qué? No creo
que haya algo bueno en este mundo. Durante todo este tiempo... desde que
vendí mi alma, he estado aferrada a la idea de que había algo puro y decente
ahí fuera. Que había algo para darme la esperanza de que, aunque yo era una
causa perdida, por lo menos había algo brillante y bueno en el mundo. Pero no
lo hay. Si lo hubiera, Seth no habría caído. Erik no habría muerto. Andrea
Mortensen no se estaría muriendo".
"Lo bueno todavía puede existir aun cuando suceden cosas malas, al
igual que el mal persiste cuando ocurren cosas buenas".
"¿Qué bien causa que Andrea se esté muriendo? ¿Qué bien causa dejar a
cinco niñas solas y sin madre en el mundo?" Me estaba ahogando en mi propio
llanto. "Si tú -si cualquiera de ustedes- realmente pudiese influir en el mundo,
no dejarías que eso sucediese."
"No puedo cambiar el destino. Yo no soy Dios". Todavía estaba tan
jodidamente tranquilo que quería darle un puñetazo. Sin embargo, ¿qué podía
esperar? Jerome no les tenía cariño a los seres humanos, y después de todo, los
ángeles y los demonios no eran tan diferentes.
Hundí la cara entre mis manos. "No se puede cambiar nada. Ninguno de
nosotros puede cambiar nada. Tenemos que resignarnos con nuestros destinos,
justo como Nyx me mostró".
"Los seres humanos cambian su destino constantemente. Incluso los
inmortales menores lo hacen. Empieza poco a poco, pero sucede".
De repente me sentí cansada. Muy, muy cansada. No debería haber
venido aquí hoy. Nunca debí haber dejado la cama. Ya no tenía la energía
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 292

necesaria para discutir con él o reprenderlo por su actitud inútil y frustrante.


"¿Seth puede cambiar?" Le pregunté por fin. "¿Son las buenas intenciones
suficientes para redimir un alma?"
"Todo es posible. Y no lo digo como un cliché", añadió, sin duda, al ver la
mueca en mi cara. "Es cierto. Los mortales y los mortales-transformados-en-
inmortales no siempre se lo creen - por eso es por lo que el Infierno se hace
fuerte en el mundo. Y no estoy diciendo que si lo crees vaya a suceder. Las
cosas no siempre cambian para mejor, pero los milagros son reales Georgina.
Sólo tienes que conseguir alejarte de la maldad para conseguirlo. Tienes que
aprovechar la oportunidad".
Sí, definitivamente necesitaba un cigarrillo después de esto. Carter tenía
probablemente uno con él. Le sonreí tanto como pude. "Para ti es fácil decirlo.
¿Tú puedes hacer milagros?"
"Lo intento," dijo. "Lo intento. ¿Lo harás tú?"
Y con esto, desapareció antes de que yo pudiese encender un cigarrillo.
Jodidos ángeles.

Pero sus palabras me acompañaron cuando me fui a casa esa noche, tal
vez porque aún tan deprimentes como parecían, eran aún más alegres que
soportar la alternativa. Mis órdenes de gestión todavía se obedecían, pero por lo
demás, pude ver la desaprobación y la condena hirviendo en los ojos de mis
colegas. Fue un recordatorio sorprendente de la reacción de mi pueblo cuando
todo el mundo se había enterado de que había engañado a Kyriakos. Sólo que
esta vez, no había manera de borrarlo de las mentes de estas personas. No tenía
nada que negociar con el infierno.
En el apartamento encontré una nota de Roman, diciendo que se
quedaría en la escuela esa noche durante un rato para dejar listos algunos
arreglos. Si quería, sin embargo, él estaría encantado de llevarme a cenar como
me había prometido. Eso me dio tiempo para estirarme en el sofá, ya que
todavía estaba agotada a causa de las consecuencias emocionales que había
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 293

estado evitando durante esta última semana. El sueño no llegaba, sólo una
especie de malestar sombrío mientras miraba fijamente el techo. Probablemente
menos mal. Sólo Dios sabría lo que habría soñado.
Soñar.
Suspiré. El hombre del sueño. Me había estado molestando una y otra
vez en mi subconsciente, y sin ni siquiera mencionarlo, Carter, de alguna
manera me hizo tenerlo presente en mi mente. El Oneroi afirmó que Seth era el
hombre del sueño. Me dije por enésima vez que era una fantasía ridícula. No
podría tener ninguna relación real con un mortal. Seth había caído en desgracia,
y yo le había rechazado. Ahora todo era imposible.
Todas las cosas son posibles.
Erik y Mei me habían dicho que era imposible que Seth encontrara mi
alma a través de la inmensidad del mundo de los sueños y sin embargo lo hizo.
Kristin me había dicho que mi contrato era hermético - aunque Erik me
había jurado que había un error en alguna parte. Él había muerto por culpa de
esa información, estaba segura. Seth había protestado diciendo que nada podría
traerle de vuelta a Seattle - sin embargo, yo le traje. Todos los que trabajaban
para el Infierno me habían dicho que las almas oscuras casi nunca se redimían -
aunque Seth estuviese intentando recobrar mi buena opinión sobre él. También
estaba sacrificando lo que amaba - su escritura - para ayudar a su familia, a la
que amaba más. ¿Sería eso suficiente? ¿Podría salvarse?
Todas las cosas son posibles.
Me senté en el sofá, con la mirada puesta sobre el lugar en que Aubrey y
Godiva dormían, una junto a la otra. Godiva había llegado a mí después de que
hubiese soñado con ella. El sueño que, todavía mantenía que era imposible.
"Los milagros son reales Georgina. Sólo tienes que conseguir alejarte de
la maldad para conseguirlo. Tienes que aprovechar la oportunidad".
¿Podría? ¿Lo conseguiría? ¿Había un milagro en algún lugar de la
maldad de esta desesperación, de la angustia, de la muerte y de la traición? No
podía ver a través de ellas. No sabía por dónde empezar. Carter dijo que el
cambio sucedía a través de pequeños actos. Todo lo que tenía que hacer era
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 294

elegir algo. Lo que fuese. Aprovechar la oportunidad.


Una vez más, me centré en Godiva. El hombre del sueño. Tal vez fuese
Seth. Tal vez no lo fuese. Tal vez yo podría hacer que lo fuese. Su amor había
sido lo suficientemente fuerte como para rescatarme y luego tratar de salvarse.
Ahora me di cuenta de lo que me había estado molestando. Él estaba haciendo
todo esto, ¿cómo podría yo hacer menos? Toda mi vida, me había escondido de
las decisiones difíciles. Había encontrado siempre una manera de evitar las
cosas malas, cuyos resultados nunca resultaron ser tan buenos. En todo caso,
habían empeorado. Mi amor por Seth no era menos que el suyo por mí, pero no
estuve dispuesta a hacer cosas que podían doler.
Me dijo que no había forma de que el universo nos dejase estar
separados. Tenía razón, y esta vez, yo sería la que se asegurase de que nos
reuniésemos de nuevo. No le abandonaría. Iba hacia la puerta, con mi abrigo y
mi bolso en la mano, cuando Roman llegó a casa, llevándome flores. Me echó
una mirada y me ofreció una amarga y pequeña risa que sostenía toda la
aflicción y la resignación del mundo. El ramo se hundió en sus manos.
“Vas a junto a Seth.”
“¿Cómo lo sabes?”
“Porque... porque estás resplandeciente. Porque parece que hubieses
encontrado todas las respuestas del universo."
“No sé nada de eso”, dije."Pero he encontrado algunas respuestas. Se
arriesgó tanto por mí.... Nos encontramos, el uno al otro, en medio de todas las
otras almas del mundo..." Me callé, con una sensación horrible. Mi decisión
sobre Seth me quemaba viva, pero el rostro de Roman... no parecía haber nada
en este mundo que no llegase a causarle dolor a alguien. "Me equivoqué al
abandonarlo. Sobre todo ahora"
"Parece que es mejor que te vayas con él", dijo Roman por último.
"Roman..."
Negó con la cabeza. "Vete."
Me fui.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 295

No había estado en el apartamento de Seth desde hacía mucho tiempo,


no en persona. Mientras caminaba hasta la puerta, un aluvión de recuerdos me
inundaba, en especial la primera noche en la que me había quedado, cuando él
se había ocupado de mí...
No es que fuese tarde, pero cuando abrió la puerta, tenía un aspecto
disperso y despeinado, que me hizo pensar que había estado durmiendo. O tal
vez había estado demasiado absorto en la escritura como para arreglarse
correctamente. Le sucedía a veces, cuando se quedaba atrapado dentro de sus
mundos imaginarios.
Por la mirada que tenía en su rostro, era evidente que ahora estaba en
este mundo. No creo que él creyese que me vería en un larguísimo tiempo. Me
pregunté si seguía brillando de la manera en que Roman había afirmado que lo
hacía, porque Seth me miró con algo más que sólo sorpresa. Allí había asombro
y extrañeza. Tan sólo había atravesado la ciudad conduciendo, tomando la
impulsiva decisión de venir aquí, pero podía ser que también nos estuviésemos
reuniendo de nuevo a través del tiempo y el espacio.
"Georgina," susurró. "¿Qué estás..."
No le dejé terminar. Me arrojé en sus brazos y le besé.
Y esta vez, no me eché atrás.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 296

Capitulo 25
Traducido por Pirotase

Ni siquiera cuando sentí su energía vital entrar en mí. Seguí adelante.


Él me metió en su apartamento, cerró hábilmente la puerta pateándola
con el pie. Sus brazos me estrecharon fuertemente y nunca rompimos el beso
incluso cuando tropezamos a través de la sala de estar y en su dormitorio.
Caímos sobre la cama, quitándonos la ropa el uno al otro con soltura, casi como
si México hubiera sido sólo el calentamiento. Mis manos pasaron sobre los
magros músculos de su pecho, el olor de su piel me estaba ahogando.
Ignorar todas las restricciones me hizo sentir muy mareada—como lo hizo el
dulce y glorioso sabor de su alma envolviéndome.
¿Era mi imaginación o era un poco más pura de lo que había sido en
México? ¿La decisión de volver y enfrentar sus miedos había limpiado esa
oscuridad, aunque fuese un poco? No lo sabía seguro, y aunque no era perfecta,
la energía todavía parecía increíble.
"¿Por qué?” Preguntó por fin. Sus pensamientos y sus sentimientos
fueron llegándome con la energía, y me pregunté cuando plantearía el
problema en conflicto con su deseo. Sus manos siguieron tocándome todo el
tiempo, una se deslizó entre mis muslos. "¿Por qué ahora?"
Arqueé mis caderas contra él, gritando en voz baja cuando sus dedos se
deslizaron dentro de mí. Su boca aplastaba la mía, sofocando mi respuesta por
un momento. "Porque estoy cansada de luchar contra esto. Tienes razón. Vamos
a seguir volviendo el uno al otro una y otra vez...." Mi elocuente discurso fue
pospuesto de nuevo cuando su boca bajó hasta mi pecho, dejando que su
lengua juguetease con mi pezón. "Antes me dijiste que te arriesgarías a acortar
tu vida... Yo arriesgaré tu mortalidad. Voy a arriesgarlo todo para estar
contigo... para ayudarte. Si tú todavía lo deseas..."
“Sí,” suspiró contra mi piel. "Sí".
"No te dejaré pasar por esto solo”, murmuré. "Y yo tampoco quiero estar
sola..."
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 297

Esas fueron mis últimas palabras coherentes. Él suavemente rodó sobre


mí y deslizó sus manos sobre mis brazos de forma que pudiesen sujetar mis
muñecas contra la cama. Abrí las piernas, dándole la bienvenida a su cuerpo
mientras se introducía dentro de mí. Justo como la primera vez que habíamos
tenido sexo, hubo un momento perfecto—un momento de asombrosa y total
culminación. Como si hubiésemos encontrado algo que hubiésemos perdido y
tuviésemos miedo de perderlo de nuevo si nos movíamos.
Luego, el sentimiento metafísico desapareció, sustituido por el
embriagador deseo de nuestros cuerpos. Él se hundía en mi interior, con
delicadeza al principio, luego, de forma constante, aumentó la intensidad. Le
miré fijamente con los ojos abiertos, memorizando cada rasgo, negándome a
perderme un instante de esta experiencia. Y créeme, estaba consiguiendo
bastante de la experiencia. Además del éxtasis de nuestros cuerpos moviéndose
juntos, su energía y sus sentimientos seguían llegándome. Después de todo,
saber lo que él estaba pensando mientras hacíamos el amor le añadía una nueva
dimensión. A veces con los hombres podían tener pensamientos coherentes.
Con él, era sólo pura emoción. El amor, la confianza y el anhelo... sentimientos
tan fuertes que él estaba dispuesto a arriesgar cualquier cosa por ellos,
cualquier cosa para estar conmigo. Incluso su vida.
Mi cuerpo se excitaba contra el suyo, cada vez más apasionado por el
éxtasis y el amor en su rostro combinados con la ferocidad en su forma de
abrazarme y en como continuaba entrando en mí. Todo se hizo más intenso—
tanto físico como espiritualmente—y mi cuerpo llegó por fin al clímax. Me corrí
con un fuerte grito y me retorcí contra él, deseando liberar mis brazos y
envolverlos a su alrededor. Él continuó agarrándome hasta que se corrió, lo que
no le llevó mucho más tiempo. El completo desbordamiento de su alma me
inundó cuando llegó al orgasmo, y me oí a mi misma gemir otra vez por el
placer. Entró dentro de mí unas pocas veces más, los movimientos se hacían
más lentos y más largos mientras su cuerpo conseguía la liberación. El agarre de
mis muñecas se aflojó, y él se puso de lado, llevándome con él. Me apreté contra
su pecho, sintiendo su corazón acelerado y el sudor de su piel.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 298

Mi propio corazón latía demasiado deprisa mientras mi cuerpo se


deleitaba con su propia saciedad. Cada parte de mí seguía hormigueando y
aunque realmente no había manera de estar más cerca, lo intenté de todos
modos. Quería tocar tanta piel como fuese posible. Quería tanto de él en mi
interior como fuese posible. Él me apartó el pelo de la cara y me llenó la frente
de besos.
"Así que eso es el efecto succubus al completo, ¿eh?"
"Ajá."
"Vale la pena", murmuró. Ya podía ver la pérdida de energía pasándole
factura. "Sea cual sea el precio, vale la pena".
Me negué a dejarme influir por el coste. Hacer el amor con mis
capacidades de succubus al completo podría haber añadido un elemento
poderoso, pero indudablemente le había quitado años de vida. Sin embargo no
era yo quién debía decidir si valía la pena. Él había hecho su elección.
Esa elección le estaba agotando, y yo sabía que él pronto dormiría,
durante mucho tiempo, mientras su cuerpo y su alma se recuperaban de sus
pérdidas. Me moví para que pudiésemos cambiar de postura, moviendo su
cabeza para que reposase sobre mi pecho.
"Descansa", le dije, envolviendo mis brazos a su alrededor.
Él inclinó la cabeza, mirándome con sus ojos cálidos y adormilados. "No
quiero dormir todavía... quiero quedarme contigo. ¿Esta vez estarás aquí por la
mañana?"
“Sí” dije, besando la parte superior de su cabeza. “Lo prometo. No te
dejaré de nuevo”.
Una pequeña sonrisa se asomó entre sus labios, y permitió que sus
párpados se cerrasen. Se acurrucó contra mí, relajando su cuerpo. “El mundo…"
dijo en voz baja, mientras el sueño se apoderaba de él. “Tú eres mi mundo,
Letha...”
Me puse rígida.
"¿Qué has dicho?"
Mi voz era demasiado fuerte, desentonando lo suficiente para
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 299

sobresaltarlo momentáneamente sacándole del sueño que ahora su cuerpo


extrañaba. "¿Hmm? Te dije que tú eras mi mundo, Georgina". Bostezó
ligeramente.
"No me llamaste así,” dije, tratando de que mi voz se mantuviese
tranquila.
"¿Qué te llame? ¿Thetis?" Oh, si fuera eso. Si sólo hubiera sido su apodo
para mí.
“Me has llamado... Letha".
Luchó por mantener los ojos abiertos y volvió a bostezar. "¿Por qué
habría dicho eso?"
"Yo... no lo sé. ¿Dónde lo escuchaste?"
Sí, por supuesto. ¿Dónde habría oído él mi nombre? Casi nadie lo sabía.
Los Grandes inmortales lo sabían, y eso era todo. Los únicos inmortales
menores que lo sabían eran Niphon y Kristin, quienes habían tenido acceso a
mis archivos. Estaba bastante segura de que nunca se lo habían dicho a mis
otros amigos inmortales. Estaba segura de que nunca se lo había dicho a Seth.
Seth frunció el ceño ligeramente, entonces lo suavizó mientras cerraba los
ojos. “No lo sé. Los mitos griegos, supongo. El Río Lethe, donde los muertos
van a borrar los recuerdos de sus almas... a olvidar el pasado. ¿No es así?"
“Sí” dije, casi sin respirar. ¿De dónde sacaría él ese nombre?
"Letha, Lethe..." Yo apenas podía oírlo ahora. "Son casi lo mismo".
"Casi", estuve de acuerdo. Mi voz era casi tan imperceptible como la
suya. Mi nombre. Él no debería haber conocido mi nombre. Un pánico que no
podía explicar comenzó a agitarse en mi interior.
Algo acerca de mi estado de ánimo debía haber traspasado su confusión
porque él se movió un poco, aunque sus ojos permanecieron cerrados. Había
preocupación en sus somnolientas palabras.
"¿Qué es lo que está mal?"
"Nada. Descansa un poco".
¿Dónde había oído él mi nombre? Unos minutos antes estaba ardiendo.
Ahora me sentía fría.
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 300

"¿Estás segura?", murmuró. "¿Está todo bien?" Exhaló profundamente y


sentí como sucumbía al sueño con esas últimas palabras.
“Bien” dije, con la mirada perdida en la noche. "Todo está bien."

[FIN]
RICHELLE MEAD DT & ALISHEA DREAMS 301

AGRADECIMIENTOS

∼ TRADUCCION EN DT &FORO ALISHEA DREAMS


∼ http://thedarktwins.blogspot.com/
∼ http://alisheadreams.foroactivo.com/portal.htm

∼ LIBRO 5 DE LA SAGA
∼ “Succubus-Richelle Mead”

∼ CORRECCION Y EDICION TRADUCCION


∼ Reprisse
∼ Queennie
∼ Jhos
∼ Juli

∼ RECOPILACION DE TEXTO
∼ Ivonne.cullen

[Quennie e Ivonne.cullen dieron su 200% en este libro, toda mi gratitud se encuentra dirigida a
ellas como a todas los traductores de esta Saga, sin duda moderar un proyecto cuesta trabajo
pero sin ellas no hubiésemos podido leer estos fantasticos libros]

La traducción de la saga “Succubus” continuara siendo en el Blog Dark Twins


DT & Foro Alishea Dreams AD.

Los invitamos a unirse a esta maravillosa historia.

LIBRO SEIS “SIN TITULO /EN EL 2011”

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