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diana nos rodea. No se está jamás fuera las montañas... en ella empieza el gran jue-
de ella. Ella es el centro de todo y la me- go de la libertad.5
la vida cotidiana. Creo que este camino mi querer vivir que no encuentra lími-
nos acerca al querer vivir. Y pienso que te ante sí, ni fondo en su descenso. De
sólo una política del querer vivir puede un modo paradójico se puede concluir:
evitarnos ese dilema entre una pasividad no existe la vida, sólo existe el/nuestro
total y un activismo que se autoengaña. querer vivir. Pero nosotros —que so-
Poner la vida como problema quiere de- mos hombres y mujeres que vivimos en
cir que la vida no es algo dado, no es un el interior de un desierto circular— no
simple dato del que partir. Esta consta- podemos hacer de esta recuperación
tación implica la necesidad de realizar del querer vivir un puro grito vitalista.
una genealogía del concepto de vida. 9
Sabemos demasiado bien que el querer
Dicha genealogía que radicaliza la crí- vivir no es siempre este gesto radical,
tica de la vida —que el propio hombre este desafío que deseamos. Al contrario,
anónimo lleva a cabo cuando pone el yo muchas veces nuestro querer vivir está
vivo en el centro de su existencia— debe delimitado por el miedo y la esperanza,
abrirnos el camino hacia esa otra políti- que son las dos formas de sometimien-
ca. El momento clave consiste en pasar to. Porque el querer vivir no existe en
de la vida al querer vivir, y eso es lo que el aire. El querer vivir funciona (bien
efectuamos mediante una experiencia podríamos decir: está capturado) en el
radical de la vida. La experiencia radical interior de una movilización total de la
de la vida consiste en un pensar a fondo vida que se confunde con la sociedad.
en mi vida cortando toda posible hipos- Pues bien, el ser del querer vivir captu-
tatización hacia la Vida (con mayúscu- rado, es el ser precario.
la). Provocar la vida con la vida me saca
fuera de ella, y me deja ante el querer De la crítica de la vida cotidiana a la 81
vivir que es, a la vez, mi querer vivir. crítica de la precariedad
Pensar a fondo en mi vida —y pensarla
a fondo implica haber bloqueado toda Seguramente, la categoría que mejor
renuncia— me produce zozobra. Zozo- permite dar cuenta de la mayoría de los
bra ante mi querer vivir, zozobra —más fenómenos que se producen en la post-
exactamente— ante la ambivalencia de modernidad es la de movilización. To-
ARCHIVOS DE FILOSOFÍA NOS 9-10 2014-2015
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dos y cada uno de nosotros estamos mo- traliza lo político empleando la cultu-
vilizados. Ciertamente, la explotación ra (y la idea de choque de culturas). Ya
capitalista forma parte de dicha movi- no hay sujetos políticos sino víctimas.
lización, pero la movilización en tanto Víctimas de catástrofes naturales y de
que es una política de la relación significa origen social. Lo que ciertamente es fal-
mucho más. Nuestra propia existencia so pero no deja de tener una parte de
es esa movilización total de la vida. Nos verdad si contemplamos la movilización
movilizamos para (re)producir esta rea- global como una guerra que se nos hace.
lidad obvia que se nos cae encima, cuan- El querer vivir es, pues, sujeto, lo que
do trabajamos, cuando no trabajamos, significa que literalmente está sujeto y
cuando nos buscamos a nosotros mis- es, por tanto, un engranaje del sistema.
mos, cuando construimos proyectos... Creo que esta es la novedad más impor-
La movilización global de la(s) vida(s) tante: la movilización global de la vida
crea una realidad en la que se confun- (lo que se entiende comúnmente por
den guerra y paz, orden y desorden... la globalización neoliberal) realiza un
Esta nueva territorialidad tiene la forma nuevo tipo de individuación que es el
simultáneamente de espacio fronterizo ser precario. La novedad que comporta
y de supermercado. En el espacio fron- la movilización global de la vida reside
terizo el límite se ha hecho virtual. Hay en su funcionamiento: te sujeta, cuando
infinitas fronteras y también ninguna. te abandona, y a la inversa, te abando-
Espacio de control absoluto en el que na cuando te sujeta. Esta fragilización
lo que eres viene determinado por las paradójica del querer vivir constituye
fronteras que te es permitido superar. el ser precario. Es importante destacar
82 Espacio fronterizo que también es su- que esta individuación no es normativa,
permercado donde escoger libremente. aunque, evidentemente, la normaliza-
Eres la marca que puedes comprar. La ción sigue funcionando como una espe-
movilización global produce un territo- cie de infrapenalidad. La normalización
rio aparentemente pacificado en el que producía individuos normalizados pero
la catástrofe le es inmanente/inminente. no aislados, ya que consistía en la auto-
La movilización global de la vida neu- reflexión de un grupo en relación a una
Más allá de la crítica de la vida cotidiana / Santiago López-Petit