El sábado 23 de abril se realizó un taller de fotografía y audiovisuales, exactamente en
Llanganuco, laguna que se encuentra en Yungay a unos 80 a 85 km aproximadamente de la ciudad de Huaraz. Ese día me desperté temprano, pues no tuve mucho que alistar por que el viaje era de solo un día, pero si lleve ropa acogedora porque en la laguna hace mucho frio, la temperatura llega a los 10° C. Cuando me encontraba tomando mi desayuno que constaba de un vaso de quinua con un sándwich de queso me llego un mensaje de mi amiga Magali donde me decía que ya se iban y que tenía que apurarme. No pude terminar mi desayuno, por lo que me compré fruta. Pues con María, habíamos acordado no traer almuerzo ya que al final no tendríamos donde comerlo. Al llegar a la zona de embarque, en este caso Unasam central (Telemática), vi dos buses de Mony Tours completamente llenos. Y a varios de los organizadores apuntando los nombres de las personas que se habían inscrito y tenían que pagar los 15 nuevos soles para el pasaje de ida y vuelta. María había llegado las 8 am en punto, yo me había adelantado por unos 10 min. Juntas con Magali esperamos a que se trajera otro carro, uno más pequeño por supuesto, para las personas que faltábamos. Una vez arreglado todo, emprendimos el viaje a Llanganuco el cual duro cerca de tres horas. Pues se hizo una breve parada en Carhuaz, para que los choferes desayunaran y los demás fueran al baño, porque aún nos faltaba mucho que recorrer. Una vez llegado A Yungay el camino de asfalto se acabó y empezó uno lleno de rocas y tierra (trocha), muchos se quedaron dormidos cuando el viaje comenzó, pero yo no podía por que las personas con quienes me había tocado viajar hacían demasiado ruido. Al llegar al parque Huascaran, te piden pagar por el ingreso, el costo es de 3 nuevos soles, después el guardaparques nos dio indicaciones sobre el cuidado de la laguna. Al llegar a las lagunas que conforman Llanganuco (pues está formada por dos: Chinancocha y Orcochocha) nos dispusimos a tomarnos fotos y disfrutar del paisaje, de la frescura del aire que ahí se respiraba y del maravilloso paisaje que la naturaleza nos regalaba. Además de las lecciones de los que estaban a cargo del TALLER como fue Carlo Colona y el Sr. Flores. Pero aun así el hambre llego y nos dispusimos a comer. Magali había traído una lata de atún y María puso las galletas, aunque al principio tuve que traerlas del auto por que se nos había olvidado. Una vez terminado, desechamos nuestros residuos sólidos en los tachos tal como se nos indicó y nos dispusimos para el viaje de retorno a Huaraz. Para volver tampoco puede dormir pues el viaje de ida no fue tan bullero como el viaje de retorno. Aun así valió la pena haber pasado por todo ya que conocí Llanganuco una de las maravillas de Ancash y del Perú. Toledo Rafaele Anghela