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Posición intercuspídea.

Se valoran detenidamente varias características de la posición intercuspídea: maloclusión aguda, estabilidad de la PIC máxima,
discrepancia entre la PIC y la posición articular,integridad de la arcada y dimensión vertical.

Maloclusión aguda.

Se trata de un cambio brusco en la PIC directamente relacionado con un trastorno funcional. El paciente es consciente de este
cambio y lo describe cuando se le pide. Las maloclusiones agudas pueden estar inducidas por trastornos musculares e
intracapsulares. Los espasmos musculares pueden alterar la posición postural de la mandíbula. Cuando esto ocurre y los dientes
entran en contacto,el paciente nota un estado oclusal alterado. Los espasmos del pterigoideo lateral inferior hacen que el cóndilo
del lado afectado sea traccionado hacia delante y medialmente, dando lugar a una desoclusión de los dientes posteriores del
mismo lado y a contactos dentarios anteriores intensos en el lado contrario (fig. 9-41).

El espasmo completo de un músculo elevador (p. ej., el masetero) no permite la apertura de la boca; sin embargo, un espasmo
parcial de un músculo elevador tiene un efecto menos marcado. El espasmo parcial de un músculo elevador causa tan sólo ligeros
cambios que pueden no observarse clínicamente. Aunque estos cambios no se aprecien, el paciente indica a menudo que «los
dientes no ajustan bien».

Los trastornos intracapsulares que causan cambios rápidos en la relación de las superficies articulares de la articulación pueden
crear una maloclusión aguda. Estos cambios pueden incluir desplazamientos y luxaciones funcionales del disco, retrodiscitis y
alteraciones óseas agudas. Cuando dichos cambios crean una situación que permite que las estructuras óseas se aproximen más,
como en el caso de la luxación funcional del disco o la pérdida ósea asociada con osteoartritis, se nota un contacto intenso en los
dientes posteriores ipsilaterales (fig. 9-42).

Si, por el contrario, crean una situación que separa las estructuras óseas, como en una retrodiscitis o una inyección de líquido en la
articulación (p. ej., una inyección de corticoides o una artrocentesis), los dientes posteriores ipsilaterales pueden no contactar y
podría apreciarse un contacto más intenso de los dientes posteriores contralaterales.

Conviene señalar que las técnicas de manipulación funcional también son útiles para identificar el origen de la maloclusión aguda.

Estabilidad de la posición intercuspídea máxima.

Ha de evaluarse la integridad exacta de la PIC. Un estudio demostró que la falta de contacto intercuspídeo podría ser un factor de
riesgo para ciertos Trastornos TemporoMandibulares. En el cierre habitual en máxima intercuspidación, la mayoría de los dientes
deben contactar. Una simple visión de la boca no es suficiente para evaluar la corrección de la PIC. A menudo, los dientes parecen
tener unos buenos contactos oclusales, pero en realidad faltan muchos contactos.

La mejor forma de determinar la estabilidad de la PIC es haciendo que el paciente muerda y manteniendo los dientes juntos
mientras el paciente hace pasar una cinta entre ellos. Hay que evaluar cada grupo de dientes de esta manera para determinar si
existe un contacto adecuado que presiona sobre la cinta. Debido a la migración y desplazamiento de los dientes, la mayoría de los
individuos desarrollan de una forma natural contactos intercuspídeos correctos.

Sin embargo, es muy importante examinar la integridad de la PIC si se va a someter al paciente a un procedimiento dental que
pueda modificar la oclusión (p. ej., unacorona, un tratamiento de ortodoncia). Demasiado a menudo, el odontólogo puede olvidar
esta parte tan importante del examen oclusal. De hecho, en opinión del autor, esta característica es probablemente más
importante para mantener un buen funcionamiento de la masticación que muchos otros aspectos de la oclusión a los que se dio
mucha importancia en el pasado (p. ej., el tipo de guía, el desplazamiento de RC) (cap. 7).

Discrepancia entre la posición intercuspídea y la posición articular.

No debe existir ninguna discrepancia importante entre la posición de las articulaciones y la PIC estable de los dientes.

Ya se ha indicado que con frecuencia existen pequeñas diferencias (1-2 mm) entre la RC y la PIC. Aunque esto no altera
necesariamente la estabilidad mandibular, las discrepancias mayores sí pueden hacerlo.

La estabilidad oclusal se explora colocando al paciente en una posición erguida y relajada. Éste cierra la boca poco a poco hasta
que se produce el primer contacto dentario. Se mantiene así mientras el clínico observa la relación oclusal. A continuación, el
paciente aprieta los dientes. Si se produce una desviación importante de la posición mandibular al pasar del contacto dentario leve
a la posición de dientes apretados, debe sospecharse una falta de estabilidad entre las posiciones articulares y dentarias. Dado
que esta desviación depende de varias características que están bajo el control del paciente, se repite varias veces para verificar
los resultados.

La falta de estabilidadentre las posiciones intercuspídea y articular puede ser un factor que contribuya a producir alteraciones
discales. Cuando en esta prueba se observa una inestabilidad ortopédica, ésta debe verificarse mediante otras técnicas de
exploración que ya se han indicado. Aunque el método puede ser útil, no hay que basarse en él como único determinante de la
inestabilidad ortopédica.
Integridad de la arcada.

A continuación, se valora la calidad de la PIC. Se registra cualquier pérdida de la integridad de la arcada (por pérdida de piezas
dentarias o de la estructura dentaria a causa de caries) (fig. 9-43). Asimismo, se registran las posibles migraciones, inclinaciones o
sobre erupciones de los dientes.

Dimensión vertical de la oclusión.

La dimensión vertical de la oclusión es la distancia existente entre las arcadas maxilar y mandibular cuando los dientes están en
oclusión. Puede verse afectada por falta de dientes, caries, migraciones o desgastes oclusales. Un trastorno frecuente que da lugar
a una pérdida de la dimensión vertical es el que se produce cuando se pierde un número importante de dientes posteriores y los
anteriores pasan a ser el tope funcional para el cierre mandibular. Los dientes anteriores maxilares no están en situación de
aceptar fuerzas oclusales intensas; a menudo, se desplazan en dirección labial. A medida que disminuye la dimensión vertical se
crea un espacio entre los dientes anteriores. Esta situación se denomina colapso de mordida posterior y puede asociarse con
alteraciones funcionales.

A veces, la dimensión vertical aumenta por causas iatrogénicas; por ejemplo, al colocar restauraciones demasiado altas. Durante la
exploración se registra cualquier alteración de la dimensión vertical de la oclusión, tanto si se trata de un aumento como de una
disminución.

FIGURA 9-41 Maloclusión aguda. Este cambio fue provocado por


espasmos unilaterales del pterigoideo lateral inferior. El paciente
describía una pérdida del contacto dentario en los dientes posteriores
ipsilaterales y un contacto intenso en los caninos contralaterales.

FIGURA 9-42 Maloclusión aguda. Pérdida grave del soporte articular óseo en el

cóndilo izquierdo como consecuencia de una osteoartritis. Con esta pérdida sea producido
una maloclusión aguda. El paciente se queja de que sólo puede

establecer un contacto en los dientes posteriores izquierdos. Con la pérdida del

soporte condíleo, la mandíbula se ha desplazado y existen contactos intensos en

este lado. Esto actúa como fulcro, permitiendo una pivotación de la mandíbula y

una separación de los dientes posteriores del lado opuesto. No existen contactos

dentarios posteriores en el lado derecho.

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