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CAPITULO CUARTO. FORMAS DE REALIZACIÓN DEL COMPORTAMIENTO. ARTÍCULO 27.

ACCIÓN Y
OMISIÓN. Las faltas disciplinarias se realizan por acción u omisión en el cumplimiento de los
deberes propios del cargo o función, o con ocasión de ellos, o por extralimitación de sus funciones.
Cuando se tiene el deber jurídico de impedir un resultado, no evitarlo, pudiendo hacerlo, equivale
a producirlo.

ARTÍCULO 43. CRITERIOS PARA DETERMINAR LA GRAVEDAD O LEVEDAD DE LA FALTA. Las faltas
gravísimas están taxativamente señaladas en este código. Se determinará si la falta es grave o leve
de conformidad con los siguientes criterios: 1. El grado de culpabilidad. 2. La naturaleza esencial
del servicio. 3. El grado de perturbación del servicio. 4. La jerarquía y mando que el servidor
público tenga en la respectiva institución. 5. La trascendencia social de la falta o el perjuicio
causado.

49. Las demás conductas que en la Constitución o en la ley hayan sido previstas con sanción de
remoción o destitución, o como causales de mala conducta.

55. El abandono injustificado del cargo, función o servicio

ARTÍCULO 50. FALTAS GRAVES Y LEVES. Constituye falta disciplinaria grave o leve, el
incumplimiento de los deberes, el abuso de los derechos, la extralimitación de las funciones, o la
violación al régimen de prohibiciones, impedimentos, inhabilidades, incompatibilidades o conflicto
de intereses consagrados en la Constitución o en la ley. La gravedad o levedad de la falta se
establecerá de conformidad con los criterios señalados en el artículo 43 de este código. Los
comportamientos previstos en normas constitucionales o legales como causales de mala conducta
constituyen falta disciplinaria grave o leve si fueren cometidos a título diferente de dolo o culpa
gravísima.

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