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Hay mucho en juego!!!!

Claro siempre lo ha habido.


Pero esta vez es diferente!!!!!
Claro, siempre lo ha sido

Pero no deja de ser cierto que en esta ocasión hay mucho en juego y que es
diferente a las otras.

No se trata solamente de cuestiones económicas, ni de mayor empleabilidad,


ni de crecimiento ni de justicia social ni de…….

Todo lo que involucre esta votación se podría resumir en dos palabras:


“paradigma social”.

Hay dos paradigmas contrapuestos que permean y moldean la estructura,


organización y comportamiento de la sociedad; ambos tienen relación con la
trascendencia de la vida. Para quién la vida es algo extraño, que desaparece y
se va, su norma de comportamiento obedece a la naturaleza humana
“natural” como diría C. S. Lewis.

Al fijar el antropocentrismo como razón única y excluyente de nuestro


comportamiento, se valida prácticamente toda clase de pensamiento y
reflexión, se tiene el predicamento del aquí y el ahora ya que se existe por
accidente y pronto ya no se estará, en este contexto, todo lo que significa
satisfacer la naturaleza humana está correcto, independientemente de si es
intrínsecamente correcta a la luz de quienes piensan distinto. Excluye otros
conceptos de la vida por lo que avasalla a las corrientes de pensamiento
diferente que lo hacen sentir en una camisa de fuerza. Tal postura tiene
pocas normas morales, pues las personas actúan como se entiende que son.
Los principios que se establecen apuntan al bienestar colectivo por sobre el
individual y pueden parecer chocantes para quienes piensan diferente.
Existen muchas sociedades que adhieren a este paradigma, unas más otras
menos pero que están influenciadas por la raigambre cristiana lo que
produce una amalgama cómoda para las personas del siglo 21. Si ponemos
este paradigma social en un continuo, diríamos que en un extremo están las
democracias occidentales tal como las conocemos y, en el otro extremo
están los que reniegan de cualquier axioma que parezca provenir de una
entidad superior por lo que existe racionalmente un solo camino de
organización social y económica. En este extremo del continuo están los
movimientos políticos de izquierda.

El otro paradigma, incorporado en occidente al concepto del cristianismo,


cree que la humanidad trasciende más allá de la muerte por lo que su visión
está alejada del nihilismo y la sensualidad en sí misma. Por estimar que
existen valores superiores a lo inmediatamente humano, su código ético
tiene un cerco más estrecho y, si bien comparten principios con la visión del
pensamiento “del frente”, tienen otros que abarcan incluso “el
comportamiento” del pensamiento. Este paradigma puede estar
representado por la sociedad fundadora de Estados Unidos y los inicios de los
países protestantes. Excepto los pueblos musulmanes que estarían al otro
extremo del continuo, no existen hoy sociedades teocéntricas y lo que queda
actualmente de la mística de los países protestantes y de Estados Unidos, se
puede reflejar en los países sudamericanos, que si bien tienen sociedades
seculares, gran parte de su población se declara creyente en Dios, manejando
con dificulta el axioma básico del cristianismo como es la justificación por la
fe, pero ejerciendo influencia en conceptos como el valor individual de las
personas y el Estado como un ente garante del derecho a la propiedad
privada, al libre emprendimiento, a la compensación al esfuerzo, al
conocimiento, al talento y al bienestar individual de las personas cuyo sumun
termina en un beneficio colectivo, es decir parte desde las personas y llega al
colectivo

Estas dos posturas afectan de manera distinta a la humanidad, por cuanto


tienen puntos que se contradicen. Algunos de ellos ya planteados y otros
son:
. Creencia en la retribución del esfuerzo y el talento individual.
. Importancia del individuo por sobre la masa.
. Derechos particulares a la posesión y administración de bienes.
. Base social en torno a una familia cuyo núcleo parte por una pareja de
distinto sexo.
. Libertad de pensamiento, de expresión y de acción en tanto sea beneficioso
para sí y para los demás,
.Reconocimiento de antivalores en el ser humano “natural”.
.El amor como principal fuerza motora del bienestar y del actuar frente al
amigo y al enemigo. En contraposición con el odio como herramienta de
lucha como lo resumió el Che Guevara:

“El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa
más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una
eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados
tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo
brutal.”

La izquierda que está al extremo del continuo establece al Estado como único
empleador y productor de bienes y servicios, eliminando previamente la
propiedad y la iniciativa privada o reduciéndola a un extremo mínimo de
aporte al PIB.

Así, con los ánimos caldeados de un pueblo en que ya no parecemos


hermanos, estamos en una encrucijada en que lo que decidamos pareciera
tener un camino a recorrer de varias décadas.

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