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marketing de alta complejidad compuesta por una serie de técnicas. Y una de ellas
el email marketing, es decir, el envío de correos electrónicos a un conjunto de
contactos.
Siendo el inbound marketing un método caracterizado por ser no invasivo y por esperar
a que sean los clientes los que contacten con nosotros y no al revés, la utilización del
email marketing puede parecer, a priori, contradictoria.
Pero lo cierto es que no lo es debido al especial tratamiento que tiene la base de datos
en un proyecto inbound. Te lo cuento en este post.
✏️ ÍNDICE DE CONTENIDOS:
En base a esta filosofía de trabajo, en un proyecto de este tipo solo se envían emails a
aquellos contactos que cumplen dos premisas básicas:
1. Son personas que nos han proporcionado sus datos a cambio de descargarse
contenidos de su interés: ebooks, infografías, guías, etc.
2. Nos han dado previamente su consentimiento para recibir los emails con los
que haremos seguimiento y los preparemos para una futura compra.
Esto significa que lo que nunca vamos a hacer en una estrategia de inbound
marketing es comprar una base de datos y comenzar a enviar contenidos de forma
indiscriminada a contactos que, probablemente, no tengan ninguna relación ni interés
por los mismos.
1. Contenidos
2. Lifecycle Stage
3. Periodicidad
4. Automatización/Workflows
5. Engagement
1. Contenido
2. Lifecycle stage
Se trata de filtrar a las personas de tu base de datos no tanto por la temática del
contenido sino en relación con la siguiente pregunta: “¿Está listo el contacto para
recibir esta oferta que vas a mandar?”
Un contacto puede ser: subscriber, lead (registro), MQL (lead cualificado para
marketing), SQL (lead cualificado para venta), opportunity o customer, en función de si
está más o menos cerca de convertirse en cliente. Es decir, de la fase del proceso de
compra en la que se encuentre.
Si, por ejemplo, tenemos un contacto que simplemente se ha suscrito al blog, es muy
posible que todavía no conozca nuestra marca. Por este motivo, enviarle una oferta más
BOFU o comercial podría ser considerado demasiado abusivo o intrusivo, provocando
un efecto negativo para nosotros.
Incluso dentro de un mismo lifecycle stage se puede segmentar. Quizá quieras enviar
una oferta BOFU a los contactos que ya sean registros para que conviertan a MQL. En
ese caso, puedes excluir aquellos registros que todavía estén muy “verdes”. O enviarla
solo a aquellos que hayan visitado alguna página corporativa.
De la misma manera, no envíes esta oferta a los contactos que ya son MQL. Solo será
un mail que ocupe su bandeja de entrada y además verán la poca personalización con la
que lo has tratado.
3. Periodicidad
4. Automatización/Workflows
Excluir a los contactos que no han abierto tus anteriores mails (bounced).
Descartar aquellos que tienen muy poco engagement (que no abren o clican
en un mail desde hace mucho tiempo, por ejemplo).
En este filtro debes actuar también de forma flexible, ya que si un usuario, después de
un tiempo sin hacerlo, vuelve a abrir tus mails, quizás deberías replantearte al alza su
nivel de engagement.
En realidad, la clave está en definir una estrategia para los envíos sin que se convierta
en una cuestión automática: debes pensar muy bien cuál es tu objetivo con el envío.
Lo que no tiene sentido es hacer continuamente envíos masivos.