Está en la página 1de 6

Mañana del 16 de noviembre, 2011 en Almansa

Jorge López Teulón

16 noviembre 2011

Hoy tiene lugar la evacuación completa de la Cárcel Modelo de Madrid, provocada por los
últimos bombardeos que estos días el ejército del General Franco ha realizado sobre la ciudad. Los miles de
presos que se encuentran hacinados son distribuidos por el resto de cárceles madrileñas: 1.500 a San
Antón, 2.500 a Porlier y 1.000 a Ventas. El régimen del Comité de control y milicianos para el servicio de
vigilancia interior de la Cárcel Modelo se mantiene hasta este día. Este sistema ha facilitado las sacas de los
presos destinados a ser asesinados que, al principio de una manera individual y más tarde en expediciones
numerosas, han tenido lugar hasta la clausura de esta cárcel. Los presos conducidos a las otras cárceles
tienen cada día más cerca su sentencia.

En esta mañana nos trasladamos a Almansa. La biografía del Beato Miguel Díaz arroja, en distintos
lugares consultados, un aparente error en su descripción. Las biografías autorizadas señalan que el 9 de
noviembre es detenido, el 10 es asesinado y al día siguiente encuentran su cuerpo en la carretera de
Almansa. Otros afirman, sin base, que el día del martirio es el 15 de noviembre y el 16 encuentran su
cadáver. Nosotros iniciamos el relato con la descripción que días después pone por escrito el forense.

Le encuentran un caja de hojalata con reliquias y simientes

El médico forense de Almansa (Albacete), don Manuel Manzanera Cuenca, y el titular de turno,
don Juan Cuesta Salamanca, practicaron hace unos días la autopsia al cadáver de don Miguel Díaz,
informando de que “este falleció a consecuencia de las heridas producidas por varios disparos de arma de
fuego, cargadas unas con plomos y otras con bala, que interesaron (impactaron) las cavidades craneana y
torácica y las vísceras en ellas contenidas, así como las extremidades torácicas, produciendo una abundante
hemorragia. Que las lesiones eran mortales de necesidad, y la topografía de las lesiones demuestra que la
agresión la recibió la víctima sobre el flanco derecho… siendo los disparos a boca de jarro...”.
Don Manuel Manzanera está elaborando un informe en el que dice que “dicho cuerpo de hombre es
cadáver, habiendo sobrevenido la muerte por disparos de arma de fuego... Registradas las ropas del mismo
se le encuentra una caja de hojalata con reliquias y simientes... un sobre dirigido a Miguel Díaz, calle de las
Parras Caudete, con un Santo-Cristo... una estampa con la inscripción “De la salvación de España”...”

Beato Miguel Díaz Sánchez

Miguel Abdón Senén nació el 30 de julio de 1879 en Caudete (Albacete), siendo bautizado ese mismo día,
en la parroquia de Santa Catalina que, por aquel entonces, pertenecía a la diócesis de Orihuela. Sus padres,
que eran muy piadosos, se llamaban Miguel y Trinidad. Pocos datos hay de su infancia y niñez, pero sí
sabemos que muy pronto sintió el Beato la llamada al sacerdocio. Cuando alcanzó la edad señalada para
decidir su vocación, ingresó en el Seminario de San Miguel de Orihuela (grabado antiguo, bajo estas líneas),
donde, según afirmaron los compañeros que sobrevivieron, fue considerado siempre como modelo de
seminaristas, tanto por su comportamiento, como por su piedad.

Ordenado sacerdote en 1903, el Prelado le destinó como coadjutor de la parroquia de su pueblo natal.
Más adelante fue nombrado párroco de Tabarca, y, en 1927, cura ecónomo de Santa Ana de Elda (Alicante),
siempre en la diócesis de Orihuela.

Existía en esta población una gran masa obrera, con ideas bastante revolucionarias. En este ambiente
desarrolló el Beato tal actividad, que llegó a captarse las simpatías del mundo obrero, hasta el punto
de que, al ser trasladado nuevamente a la parroquia de Caudete, se reunieron rápidamente catorce mil
firmas para pedir al Prelado que lo dejase en Elda. Pero su destino estaba en Caudete.
La persecución religiosa de julio de 1936 le sorprendió en plena actividad pastoral. A partir de las elecciones
de febrero de 1936 y, más concretamente, desde el 19 de marzo, los frentepopulistas le cerraron la Iglesia
viéndose obligado a empezar a esconderse. Y en ese periodo, hasta el 18 de julio, tuvo que afanarse para ir
sacando todo lo que pudo del templo y poder guardarlo en su casa, ocupando el lugar más importante el
Santísimo Sacramento. Allí también se refugió el sacristán.

Cuando, finalmente, estalló la guerra el Beato se oculta, cambiando con frecuencia de vivienda, para no
caer en manos de los ya declarados perseguidores de la fe cristiana, pero no por eso interrumpió el servicio
ministerial de sus fieles. Vivió un verdadero calvario hasta que fue detenido el día 14 de octubre, pasó al
convento de los PP. Carmelitas convertido en cárcel.

El 22 de julio de 1936 parte del antiguo convento y toda la iglesia del Carmen fueron devorados por un
incendio. Con él desaparecieron numerosas obras de arte de la escultura valenciana de los siglos XVI y XVII
que enriquecían el patrimonio artístico de Caudete. De la iglesia solo permanecieron en pie los muros de la
fachada, el campanario y la sacristía. Durante la Guerra Civil el edificio se convirtió en almacén de abonos,
prisión, cuartel de las Brigadas Internacionales y hospital de campaña.
Al enterarse los milicianos de Elda de que don Miguel estaba detenido, se trasladaron a Caudete con
intención de salvarlo. Estaban muy agradecidos por la labor que había realizado en su ciudad. Pero no
pudieron hacer nada. Ante esta situación, el comité local lo sacó de la cárcel el 9 de noviembre con
intención de llevarlo a Albacete. Luego, mientras los milicianos cenaban en una posada, dejaron al
sacerdote al cuidado de los dueños que le aconsejaron que huyera; pero él no quiso.

A primeras horas de la mañana llegó otro coche en el que recogieron a don Miguel para llevarlo a Almansa
y, al llegar junto al puente que hay cerca de la venta de la Vega, lo asesinaron sencillamente por ser
sacerdote. Lo más horrible es que fueron sus mismos paisanos y feligreses quienes cometieron tan
horrendo crimen. A la mañana siguiente fue encontrado su cadáver en la carretera de Almansa, en el
término de Bonete.

Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI el 28 de octubre de 2007. El 29 de noviembre de 2009 sus restos
fueron trasladados a la parroquia de Santa Catalina de Caudete (bajo estas líneas).

También podría gustarte