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 Introducción

 Descripción

La Región Caribe de Colombia es la región natural continental y marítima


ubicada en la parte norte de Colombia y América del Sur. Circunscribe al norte
con el mar Caribe, por ello su nombre, al oriente con Venezuela, al sur con
la región Andina y al occidente con la región del Pacífico.

 Historia

La historia del Caribe no arranca en 1492 con el descubrimiento de Cristóbal


Colón, desde antes, las islas de esta región ya estaban pobladas. Los taínos
fueron sus primeros moradores, era una tribu oriunda del lugar destacada por
sus labores de pesca.

Las primeras expediciones en el territorio se llevaron a cabo en el litoral Atlántico,


por ser punto estratégico no solo de traslado de embarcaciones a la corona
española sino también por su posición geográfica para defenderse de ataques
de piratas y corsarios. No obstante, el proceso de colonización se inició en 1509,
dando lugar a la fundación de las primeras poblaciones en la región de Urabá y
el Darié, pero estos asentamientos no prosperaron, siendo Santa Marta, fundada
en 1525 por Rodrigo Galván de Bastidas, la más antigua ciudad española que
sobrevive en la actualidad.

 Geografía

La región Caribe, cuenta con aproximadamente 142.000 kilómetros cuadrados,


en los cuales residen importantes pueblos indígenas. En la península de La
Guajira, región semidesértica habita el pueblo Wayuu, sin duda alguna
el más numeroso de los pueblos indígenas en Colombia. Por su parte, en la
Sierra Nevada de Santa Marta residen los pueblos Kogui, Arhuaco y Wiwa, En
total son diez los pueblos indígenas que conforman la Región Caribe, los
anteriormente mencionados y los Chimila, Embera Katío, Kankuamo, Mokaná,
Senú y Tule.
A continuación, abordaremos tres de los pueblos más representativos de esta
región, los cuales mantienen una pugna ante los procesos de colonización aun
persistentes en la época actual de nuestro país.

Wayú

Un poco de historia…

A principios del siglo XVI, convivían allí varios grupos étnicos diferenciados,
denominados posteriormente como “guajiros“. Una vez establecidos los
europeos, los indígenas de la región adoptaron el pastoralismo como forma de
vida e iniciaron un largo proceso de resistencia contra los intentos de reducción
por parte de la corona. Desde este período, los “guajiros“ establecieron
lazos comerciales y culturales con la sociedad mayoritaria, tal como lo han hecho
a través de su historia. En el siglo XX se han visto afectados por la explotación
petrolera del lago de Maracaibo y por la apertura de la mina de carbón El
Cerrejón y de su puerto en la Alta Guajira, a mediados de los años ochenta.

Su ubicación y población
El pueblo Wayú habita en la península de la Guajira al norte de Colombia y
noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. Es una región con un clima cálido,
seco e inhóspito, bañada por los ríos Ranchería (Colombia) y El Limón
(Venezuela).

La población Wayuú personifica el 20.5% de la población indígena nacional, y


constituyen el 48 % de la población de la Península de la Guajira (DNP-INCORA,
1997). Ubicados específicamente en el resguardo de la Alta y Media Guajira y
ocho resguardos más ubicados en el sur del departamento y la reserva de
Carraipía.

Arawuak, lengua viva

La lengua Wayuú es la Arawak. Un buen número de Wayú, en gran medida los


jóvenes, entienden el español y lo hablan con amplitud.
Los Wayuú se refieren a sí mismos simplemente como wayú. Emplean el
término Kusina para designar a otros grupos indígenas y el término Alijuna para
designar al blanco y, más generalmente, a toda persona que no sea Wayú. Los
indígenas rechazan la interpretación de Wayú como indio. Prefieren traducir
Wayú por persona o gente, mientras traducen Alijuna como "civilizado" y Kusina
como indio. ¨ (Vergara, 1987).

Deidades, creencias y organización

El dios creador para los Wayuú es Maleiwa. También están Pulowi y Juyá,
esposos asociados a la generación de la vida. Pulowi, la mujer, se asocia a la
sequía y los vientos. Juyá, su esposo, es un errante que caza y mata. Wanülü
representa el mal de la enfermedad o la muerte.
Entre los Wayú, el nacimiento de un niño ocurre en la casa, asistido por la madre
de la mujer o una pariente próxima. Mientras la supervivencia del niño no sea
segura, los miembros de su familia se alimentan con una dieta estrictamente
reducida.
¨No se destaca la pubertad en los varones, pero las niñas están sometidas a un
severo rito de paso. Cuando la muchacha empieza a menstruar, es sometida a
un período de reclusión, al término del cual se ha convertido en mujer equipada
para casarse. Durante el inicio de esta reclusión, la joven es completa o
parcialmente rapada y luego instalada en una hamaca colgada cerca del techo
de la casa. Durante los días siguientes es cuidada con alimentos vegetales
especiales, llamados jaguapi, y observa una dieta rigurosa. En ese tiempo la
bañan con frecuencia y la instruyen en las tareas femeninas, tejido, hilado, le
imparten conocimientos sobre los procesos tradicionales de control
natal, embarazo yquizás algunas técnicas eróticas.
Los Wayú, no concluyen el ciclo de vida con la muerte, ya que la gente continúa
relacionada con los huesos del difunto. Los entierros son acontecimientos
importantes en los que los parientes del muerto actúan determinada manera.
Esta relación con los muertos tiene su contrapartida en su sentido de pertenencia
e identidad, en su noción misma del territorio, pues como lo afirma Rosario
Epieyú, ¨ los wayuú son de donde son sus muertos ". Los entierros se hacen en
dos etapas: primero se sepulta el cadáver con algunas pertenencias y luego,
dos años después, se hace una exhumación del cuerpo, se incinera y se sepulta
nuevamente en el cementerio clánico, dentro de ollas de barro o tumbas de
cemento. Recuperado de http://www.todacolombia.com/etnias-de-
colombia/grupos-indigenas/wayuu.html

La organización social wayuu se sustenta en clanes definidos por


línea materna, dispersos y no corporativos. Los miembros de un
clan comparten una misma condición social y un ancestro común.
Existen veintidós clanes entre los que se destacan los Epieyú,
Uriana oUliana, Iguana o Lipuana, Pushaina, Epinayu, Jusayu,
Arpushana, Jarariyu, Wouriyu, Urariyu, Sapuana, Jinnu, Sijona,
Pausayu, Uchayaru, Uriyu, Warpushana, Worworiyu, Pipishana y
Toctouyu. El mayor porcentaje de población se encuentra en los
clanes Epieyu con el 20,8%, Uriana con el 17,1% eI puana con el
16,2%.
El parentesco de esta etnia se encuentra ligado a la sucesión y la
herencia de acuerdo a la cual el sobrino materno mayor está
destinado a suceder a su tío y a heredar sus bienes. El tío materno
asume muchas de las funciones socioeconómicas del padre. El
matrimonio se realiza preferencialmente entre miembros del
mismo clan. Un hombre puede tener varias esposas siestá en
capacidad de pagar la dote a los parientes de la novia y
mantenerla a ella y a sus hijas. Es la mujer quien regula
elementos fundamentales del grupo, ya que la dote afianza el
sistema de filiación matriarcal.
En cada asentamiento hay un hombre mayor que ejerce la
autoridad, administra los bienes colectivos y dirige las labores
cotidianas. Así mismo, a nivel del linaje, existe un hombre que lo
representa y dirige. En el ordenamiento jurídico de los wayuu,
cuando se produce un agravio contra una persona es la familia a
quien se ofende. Cuando esto ocurre, los afectados recurren al
“palabrero“ -pütchipü-, mediador y conocedor de las leyes
internas, para que intente buscar un acuerdo equitativo entre las
partes. Existen varios tipos de palabreros.
Arriba
Economía Wayuu
Las lluvias escasas y los pozos subterráneos son el determinante
ecológico que condiciona su subsistencia y poblamiento. Se
dedican principalmente a la cría de ganado caprino, el cual vincula
el mayor número de personas al pastoreo. Además realizan
actividades de pesca en toda la zona costera, explotan salen
Manaure y producen artesanías. La huerta familiar es de una
hectárea aproximadamente y es propiedad de un varón, quien
asigna partes del terreno a cada hijo para los cultivos de maíz,
fríjol, yuca, ahuyama, pepino, melón y patilla. El trabajo
asalariado y el contrabando hacen parte importante de sus
actividades económicas.
Otra fuente de subsistencia ha sido la explotación de la sal en
Manaure. Esta ha sido realizada por los Wayú desde antes de la
llegada de los españoles. Sin embargo en 1968 fueron asignadas
para su administración al Instituto de Fomento Industrial (IFI), lo
que generó conflictos y tensiones sociales. Actualmente la
explotación de la sal se hace de manera mecanizada o artesanal
en esta última participa principalmente el indígena Guajiro
utilizando "charcas" de las que saca dos cosechas anuales.

Su vivienda es de forma rectangular, dividida en dos


habitaciones con techos en los que se cuelgan las hamacas para
dormir y las mochilas. Junto a la casa se ubica la cocina, la cual
carece de techo y es encerrada en plantas de cactus para
protegerla del viento y la arena. Además, se encuentra, aparte
de la casa, una enramada techada y sin paredes en donde se
realizan las actividades diurnas y sociales. Cuentan también con
un corral para los animales, bovinos y caprinos.
La distribución demográfica de los Wayú en la península está
íntimamente relacionada con los cambios estacionales; durante
la estación seca muchos Wayú buscan trabajo en Maracaibo o en
otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran
número de ellos retorna a sus casas.

Los datos de la Organización de las Naciones Unidas revelan que los


pueblos indígenas representan una gran diversidad: hay más de 5.000
grupos distintos en 90 países aproximadamente, constituyendo 370
millones de personas, es decir, más del 5% de la población mundial.

Los Parques Nacionales Naturales de Colombia traslapan con cerca de 40


resguardos indígenas. Entre ellos se destacan los Parques Nacionales
Naturales de la Sierra Nevada de Santa Marta, Bahía Portete, Utria,
Yaigoje – Apaporis y los Santuarios de Fauna y Flora Flamencos y
Macuira, Santuario de Flora Plantas Medicinales Orito Inge Ande y las
Reservas Nacionales Naturales Nukak y Puinawai.

La región Caribe, que tiene 142.000 kilómetros cuadrados, es asiento de


importantes 10 pueblos indígenas. Allí está la península de La Guajira,
una región semidesértica en la que vive el pueblo wayuu, uno de los
más numeroso del país. Desde la Costa se levanta el gigantesco macizo
montañoso de cerca de 17.000 kilómetros conocido como la Sierra
Nevada de Santa Marta en la que viven los pueblos Kággaba (Kogui),
Iku (Arhuaco), Wiwa y Kankuamo, que son reconocidos por sus
especiales filosofías ancestrales del cuidado de la tierra.

Entre los grupos indígenas de la región Caribe están Arhuaco, Chimila,


Embera Katío, Kankuamo, Kogui, Mokaná, Senú, Tule, Wayuu y Wiwa.

Los pueblos indígenas han heredado formas únicas de relacionarse con


la gente y el medio ambiente. Conservan tradiciones ancestrales,
además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos, que son
distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven.

Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento


de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios
tradicionales y recursos naturales. En la actualidad, se encuentran sin
duda entre las poblaciones más vulnerables del mundo. La comunidad
internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para
proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.
10º Aniversario de la Declaración de la ONU sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas

El 13 de septiembre de 2007, la Asamblea General aprobó la Declaración


de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Se
trata de un hito importante y un punto de referencia en cuanto a la
cooperación y la solidaridad entre los pueblos indígenas y los Estados
Miembros que ha sentado los cimientos de una nueva alianza para la
acción en las Naciones Unidas y en todo el mundo.

En la actualidad, la Declaración es el instrumento internacional más


completo que existe sobre los derechos de los pueblos indígenas, ya que
en ella, por un lado, se establece un marco universal de normas mínimas
para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas
y, por otro, se expone en detalle cómo se aplican a su situación
particular las normas existentes de derechos humanos y las libertades
fundamentales. Entre ellos se trasciende la Consulta Previa al
Consentimiento Previo Libre e Informado, principal mecanismo para la
defensa de su Territorio Ancestral de los modelos de desarrollo
exógenos.

En la última década, la aplicación de la Declaración ha logrado algunos


éxitos importantes a nivel nacional, regional e internacional. A pesar de
los avances realizados, sigue habiendo una brecha entre el
reconocimiento formal de los pueblos indígenas y el ejercicio de sus
derechos.

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