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MANUEL FELIX LEON

Un hombre que nació


para hacer el bien

Jaime Félix Pico


Esteban Félix Pico
M anuel Félix L e ó n
Un ho m b re que nació para hacer el bien

Jaime Félix Pico


Esteban Félix Pico

Diciembre de 2014
P r i m e r a e di c i ón, 2 0 1 4

D . R . © J a i m e Félix Pico, E s t e b a n Félix Pi co

E n t r á mi t e

I m p r e s o e n C u l i a c á n , Si na l oa , Mé xi c o.
M a d e in M é xico
Contenido

Presentación

Prólogo

Datos de familia
• 12 •

Semblanza
• 16 •

Elsa Lucila, su esposa


• 40 •

Árbol genealógico
• 53 •

Historia de los apellidos


Félix Pico
• 60 •

Su mundo: Contexto social,


económico y cultural
• 63 •

4
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 5

Su ciudad
• 75 •

Su equipo social: empleados,


vecinos y circulo de amigos
• 82 •

Testimonios de sus hijos,


hija y amigos
• 87 •

Testimonios registrados en libros


y medios de comunicación
• 118 •

Anexo gráfico
• 156» •
A familiares y amigos que en
vida disfrutaron de la paternidad,
amistad y bonhomia de este singu­
lar personaje de Culiacán.
En ocasión de la conmemoración
del centenario de su nacimiento
1914-2014
Presen tació n

n esta obra se compendian testimonios sobre la vida

E cotidiana e interesante de don Manuel Félix León.


Aunque el reto de elaborar un libro que contenga
las vivencias de una persona no es fácil, nos dimos a la
tarea de realizarlo, pues se trata más bien de hacer un
acopio de cartas, escritos en periódicos y libros, do­
cumentos, fotografías y recuerdos familiares, que nos
permitan contar, no juzgar; ante todo, no censurar.
La mayor parte de la información se halla dispersa,
y en algunos casos está en la memoria de familiares y
amigos.
Todo lo escrito en esta biografía es un cumulo de
vivencias interesantes para resaltar los méritos que es­
peramos sean ejemplo para sus descendientes. Además
de que esto sea algo divertido, de entretenimiento y que
sea fuente de inspiración.
Por fortuna, Jaime ya tenía avanzada una buena
parte del libro y él proporcionó gran parte del material
disponible.
La historia comienza en un rancho de los Altos de
Culiacán llamado Amatán.
Esteban Félix Pico
7
Prólogo

cien años del nacimiento de nuestro padre, mi her­

A mano Esteban y yo, nos entusiasmamos con la idea


de escribir su biografía, o cuando menos reunir en
un documento todo lo que existe escrito sobre él, que
no obstante ya estar publicados, al presentarlos juntos,
sea en documento electrónico o libro impreso, daría una
nueva visión, interesante, del biografiado; su perfil como
ser humano, hijo, esposo, padre, amigo y comerciante,
oficio al que dedicó la mayor parte de su vida.
Pero nunca im aginam os lo com plicado que nos
resultaría esta suerte de aventura, y lo digo no por el
trabajo de recopilación de datos, testimonios, textos y
fotografías existentes, sino por la dificultad de enfrentar­
nos de nuevo al personaje acudiendo a la memoria, las
anécdotas, los comentarios, las vivencias que tendríamos
que reconstruir, corriendo todo tipo de riesgos, desde
mostrarnos ingratos y mal agradecidos con el padre que
todo nos dio, o exagerar su figura, poniéndolo en nicho
aparte, en lo más alto, pues es difícil sustraerse a esta ten­
tación, cuando de un ser querido se trata, y más cuando
estamos conscientes de todas las virtudes y valores que

8
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 9

en vida profesó y los buenas acciones que todo mundo


le reconoce.
Gabriel García Márquez nos dejó este pensamiento:
“La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda
y cómo la recuerda para contarla”. En efecto, escribir bio­
grafías de personas o autobiografiarse, es una tarea ardua
y difícil, pues irremediablemente tenemos que acudir
a la memoria y luego valorar el recuerdo para contarlo,
con objetividad; no juzgar o manipular la información
para cuadrar algún acontecimiento o hecho significativo;
ante todo, no censurar.
La conmemoración familiar que este año nos ocupa,
al recordar el centenario del nacimiento de Manuel Fé­
lix León, nos motiva aportar a la familia y a la sociedad
este documento como un testimonio de su vida, desde
la óptica de sus hijos y amigos que en vida lo trataron y
conocieron.
Nuestro padre ha sido valorado por muchos como
un hombre excepcional, un fuera de serie, y a nosotros,
sus hijos, nos corresponde darle visibilidad a su histo­
ria de vida que estimamos es ejemplo a seguir por sus
descendientes y cualquier lector que se interese en sus
acciones con las que trascendió en la vida.
Manuel Félix fue un ser humano íntegro y un empre­
sario honesto, responsable, con una vocación poco co­
mún para servir a la comunidad. Para él, el trabajo dentro
del comercio, o en la promoción social, fue sinónimo
de servicio, de ayuda a los demás. Desde que tengo uso
de razón percibí a mi padre como un hombre bueno,
10 PRÓLOGO

sensible, generoso y respetuoso; siempre se mantuvo


alejado de actitudes egoístas y nunca encerrado en sus
intereses personales, por el contrario, siempre pensó que
el trabajo era para servir y hacer el bien a muchos y eso,
además, le dio sentido a su vida.
Su actitud siempre solidaria, listo para tender la mano
al más necesitado le acercó muchos amigos, afectos y
grandes muestras de reconocimiento a su persona. Hoy
lo recordamos con orgullo, les ofrecemos este valioso
testimonio de su historia de vida, y no tenemos la menor
duda, que es ejemplo a seguir, pues en vida se significó
como portador de una cultura fundada en el respeto a
la dignidad del hombre y a sus derechos fundamentales
inherentes.
No obstante su escasa formación académica, cursó
hasta el nivel básico, era un hombre entendido y amante
de la cultura, que lo manifestaba en los frecuentes viajes
que realizó por todo el mundo, así como también en su
afición a la filatelia y la numismática. Lector asiduo, logró
formar una gran biblioteca, tenía gusto por coleccionar
enciclopedias.
En su vida espiritual, fue un hombre de fe, practicante
de la religión católica y respetuoso de otras, creo que
tenía una especial admiración por la vida de Buda y de
Mahoma, junto con Jesucristo; no era muy expresivo
en sus prácticas y creencias, más bien era moderado, no
exhibía su apego a la iglesia, pero sus acciones fueron
siempre congruentes con el ejercicio de los valores del
cristianismo. La amistad que llevó con Monseñor José
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 11

Lorenzo Barraza Mota, quien lo acercó a don Lino Agui­


rre, Obispo de Culiacán, de quien también fue amigo, es
prueba de esta faceta de su vida.
Ahora nos explicamos muchas de sus actitudes de
humildad, respeto y amor al prójimo; quizá lo haya
marcado su vida de niño, de la cual sabemos poco, pero
seguro padeció muchas carencias y vivió en la pobreza
hasta que llegó a Culiacán y tuvo la fortuna de encon­
trarse con un benefactor que lo ayudó a forjar su vida
como comerciante.
Si quisiéramos dibujar con pocos trazos la figura de
Manuel Félix León, en justicia habría que resaltar las
siguientes cualidades: Sinceridad y lealtad a toda prueba,
gran amigo de sus amigos; un hombre recto y honesto,
en el mundo de los negocios esto no le favoreció para
acumular capital, por el contrario, era un hombre des­
prendido, repartió lo que tenía, decía: “bichi” vine al
mundo, lo que traigo encima es ganancia”, era uno de
sus dichos; su humildad y sencillez en su forma de ser,
le impidió caer en la lisonja, el aplauso y la vanidad, lo
demostró estando detrás del mostrador de El Fénix,
atendiendo personalmente, sin distingos, a cuanto
cliente se presentaba en la tienda; lo hizo durante casi
cincuenta años.
Este es el personaje que usted amable lector, querida
familia, va a encontrar en las siguientes páginas.

Jaime Félix Pico.


D ato s de fa m ilia

Manuel Félix León, nació el 24 de diciembre de 1914

E en Amatán, Las Tapias, Culiacán, Sinaloa. Falleció


el 20 de enero dei988, en Culiacán, Sinaloa.
Padre: Loreto Félix, originario del municipio de C u­
liacán, fallecido por accidente de la naturaleza (Rayo,
descarga eléctrica).
Madre: Paula León, originaria de Tamazula, Dgo.,
Maestra de profesión; falleció en 1966.
Hermanos: Fue el tercer hijo de una familia integrada
por Rosario, su hermana mayor, Jesús y Emilia, su her­
mana menor.
Profesión: Comerciante.
Estado civil: Casado con Elsa Lucila Pico García, por
lo civil el día 27 de abril, y por la Iglesia, el día 30 de
abril del año 1943, en la Catedral de Nuestra Señora del
Rosario, en Culiacán, Sinaloa. Testigos de honor: José C.
castaños, Álvaro D. Acosta, Carlos Monge, Alfredo Meza.
Hijos: José Manuel, Jaime Alberto, Marco Antonio,
Luis Guillermo, Esteban Fernando, Gustavo Adolfo,
Carlos Javier, Flor de María Guadalupe y César Bernardo
todos ellos de apellido Félix Pico; Jesús Antonio (Félix
Gaxiola).
12
GOBIERNO DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE SIN A LOA
E n n o m b r e de la R e p ú b l i c a de Mé x i c o , y c o m o Of i c i a l del R e g i s t r o C i v i l de e s t a pobl a c i ón
h a go s a b e r a los q u e la p r e s e n t e v i e r e n , y c e r t i f i c o s e r c i e r t o , q u e a l a s * - - - - - - - - - fojas.
73 y 7 4 . SETENTA Y TRES V SETENTA Y CUATRO................................ ~ - • - d e l l i br o n ú m e r o
2 JCS j £ RE CONO C i M1EN Í C J - - c o r r e s p o n d i e n t e al a ñ o de 1 9 3 / « MIL NOVECIENTOS
.¿ 1 E T E . - - ~ ~ ~ - ~ - ~ ~ " de e s t a O f i c i n a del R e g i s t r o C i v i l a m i car go, se e n c u e n t r a
a s e n t a d a u n a a ct a del t e n o r s i g u i e n t e :

AL MARGEN.- 6 o rfc t a n u m e r o sesenta. R e c o n o c i m i e n t o de Ma n u e l -

i’& m f y ’VvYs y j f
F é l i x León* Pa go por e x c e s o

¡ TRO. - En l a c i u d a o d e ° u l i a c í n ,
de t é r m i n o

a las
$ 1 . 0 0 un

1 5, quince
peso.

horas
AL CEN__

del día-
?■
) nueve de a p t i e r n b r e de 19 27 n i 1 n o v e c i e n t o s veinte y siete -
W -ln i. « ' *
a n t 9 mi , Conrado b a t i z y Bá t i z , Oficial del Registro Civil, d9 -

osla capital, compareció la señora Paula León o r i g i n a r i a d e T a -

maztila Qurango, y v e c i n a de e s t a c i u d a d , soltera, de 4 0 cuaren­

ta a ñ o s de e d a d , con h a b i t a c i ó n en la c a l l e Benito Uu a r e 2 c a s a -

numero 4p cuarenta y cinco, poniente, y presentó un n i ñ o vivo -

nacido en Amat an a l a s 23 v e i n t i t r é s horas del día 24 v e i n t i c u a ­


.S -2
jg < tro de ^ i c i e m b r e del a ñ o de 1913 mil novecientos trece, a quien-

puso p o r n o m b r e ? MANUEL FELIX LEON, hijo natural de l a exponen­

t o , a quien reconoce en t o d a forma y p a ra que el presente recono­

c im ie n to quede p e r f e c to y surta los efectos legales a que h u b i e *

re lugar, en derecho c o ncurre a este acto otorg^nlo su c o n s e n ­

timiento y conform idad el ciudadano Joaquín ^oto ma yor de e d a d ,

.° o casado empleado p u b l i c o y do e s t e domicilio, nombrado tutor -


" S -j:
o c
especial p a r a e s t e a c t o por el ciudadano L ice nc iado F r a n c is c o -
I?
D. -£
c c Lav ín y V e g a J u e z de P r i m e r a Instancia de l Ramo C i v i l , de e s t a •
_5
* 5» M unicipalidad 9n a u t o f e c ha 8 ocho del actual c uyo t e s t i m o n i o -

se a r c h i v a marcado con el n u m e r o de l a p r e s e n t e a c t a . Pueron —


■Participación
a la boda reli­
giosa, acta de
matrimonio y su
acta de naci­
miento.
N? 71615

Tin nombre bel d o b tem o bel fle ta b a |5ibre g S o b e ra n o


be f i n a b a g como oficial bel ^Registro (Efoil be_________
_______ C T JIIA O A N ________ certifico que en el ^¡ibro be JR a -
trimonio» be esta oficina que e» a mi cargo, rorresponbien-
te al año be 19 43 , g a la foja número 106 te encuen­

tra asentaba la siguiente


A C T A DE MATRIMONIO
Al margen: Acta No. AIA Matrimonio del Sr. M a n u e l e Í X L e p n --------------------------------------------------
_____________________ )o ^ i t a . E l s a L u c i l a P i c o _______________________________________________
Huella digital de él. Huella digital de ella.
OFICINA DEL REGISTRO CIVIL EN_____________C U L I A CAN_____________________________________________________
En _______l a C i u d a d _&£ C u l í a c á n ______________ Estado de Sinaloa, a las— —Uo C 6 —i lO T a s -----------------
PESO S

del día 2 8 ______________d e ______ A b r i l de mil novecientos c u a r e n t a y t r e s , ----------

matrimonio bajo el Régimen de


,
_________________________________________________________________ comparecieron ante mi J r u n c i - S CO______
_______________ H aÍIO £ Oficial ael Registro Civil, para contraer
50 C Í e d a d _C Q Iiy U P .a l ?----------------------------------------------------------------------------------
los wünrA« M an uel F é l i x L e ó n y B is a L u c ila P ic o , ________
de acuerdo con la solicitud y documentes qué presftntnrrm rnn fechn ^ v e in t is ie t e d e l a c tu a l
____________________________________________________________ los cuales contienen los siguientes datos___________
ONCE

DEL CO N TR A YE N T E DE LA C O N TR AYEN TE

28 v e i n t i o c h o años 21 v e i n t i ú n a ñ o s
C o m e rc ia n te tra b a jo s d e l h o g ar
E sco b ed o 14 P . C o l ó n 67 P o n i e n t e
Estado Civil: so lte ro s o lte ra
C u lia c á n , S in a lo a C u lia c á n , S in a lo a
HOJA

Originario de:
Nacionalidad: m e x ic a n a m e x ic a n a

PADRES DEL CO N TR A YEN TE


L o re to F é lix P a u la L eón
fin a d o am a d e c a s a
ESTA

Originario de: T a m a z u l a . D u ra n d o
E sco b ed o 14 P o n ie n te
PADRES DE LA C O N TR A YE N T E
l e f u g i o G a r c ía d e P ic o
DE

am a d e c a s a
A guanueva E lo ta
C o ló n 67 P o n i e n t e
VALOR

TESTIG O S DE ESTE A C T O

C a r l o s M onge A l f r e d o M e za
30 t r e i n t a a ñ o s 34 t r e i n t a y c u a t r o años
M l j r i. s o lte ro ca sado
e m p le a d o p a r t i o u l a r c o m e rc ia n te
E scobedo 8 P o n ie n te C o ló :. ,y f f i o r e l o s
o ............... n in g u n o n in g u n o

Nnmh- T- J o s é c - C a s ta ñ o s A l v a r o D. A c o s t a
_H j 4 9 - c u a r e n t a .y n u e v e a ñ o s 45 c u a r e n t a y c i n c o años
n..n. casado casado
^ ____i*.. c o m e rc ia n te e m n le a d o m u n i c i n a l
J u á r e z 1 4 -E o n ie n te 0. G a b r i e l L ev va
Pnrrntr, „ . n in g u n o n in g u n o *■ .

sigue a. la vuelta

\•
V
Se m b l a n z a

U n a vida entregada al com ercio


y al servicio de la c o m u n id a d

ació en el poblado de Amatán, Sindicatura de Las

N Tapias, municipio de Culiacán, el 24 de diciembre


de 1914. Hijo de Loreto Félix y de la maestra rural
Paula León quién durante más de treinta años se dedicó
al magisterio en beneficio de la educación de la niñez que
habitaba en esa zona de los Altos
de Sinaloa. Fue el tercer hijo de
una familia integrada por Rosa­
rio, su hermana mayor, Jesús y
Emilia, su hermana menor.
Formó una numerosa familia
con su esposa doña Elsa Pico
García, mujer emprendedora,
hija de don Félix Pico Mancillas
y doña Refugio García, oriundos
del municipio de San Ignacio y
Elota, respectivamente; don Fé- a M anuel Félix León.
16
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 17

lix fue hermano de doña Natividad Pico, esposa del Gral.


José Aguilar Barraza, Gobernador de Sinaloa durante
la última etapa de la Revolución Mexicana y padre de
Rigoberto, Doctor en medicina y de Saúl, Licenciado en
Derecho, ambos fueron, como su padre, gobernadores
del estado de Sinaloa en la década de los cincuentas.
Su matrimonio y religioso tuvo verificativo el día 30
de abril de 1943 en Culiacán. En su larga vida matri­
monial, de casi 45 años, procrearon nueve hijos: ocho
hombres y una mujer, destacando en su educación que
todos lograron obtener un título profesional estudiando
en prestigiadas universidades del país y del extranjero,
lo que dio sentido a su vida familiar, poniendo por de­
lante la necesidad de formar a sus hijos para que estos
fueran útiles a la sociedad y dentro de la cultura del
trabajo digno y honesto: José Manuel, el primogénito,
técnico en fotografía;Jaime Alberto, Contador Público,
graduado en el Tecnológico de Monterrey y Diplomado
en Administración Pública, de la Universidad de Lo-
vaina, Bélgica; Marco Antonio, Ingeniero Quím ico del
Tecnológico de Monterrey; Luis Guillermo, Contador
Público, de esa misma institución; Esteban Fernando,
Oceanólogo, egresado de la Universidad de Baja Califor­
nia y Doctorado en Biotecnología Marina que le otorgó
el Instituto Politécnico Nacional, a través del c i c i m a r
de Baja California Sur; Gustavo A dolfo, Ingeniero
Industrial, de la Universidad Iberoamericana; Carlos
Javier, D octor en Medicina, especialista en Oncología y
estudios de Postgrado en Administración Hospitalaria;
18 SEM BLA N ZA

Flor de María, Licenciada en Turismo y César Bernardo,


D octor en medicina, especialidad Ginecología, estos
últimos graduados en la Universidad de Guadalajara.

Desde niño, cuando su madre se trasladó a vivir a la ca­


becera municipal, Culiacán era una comunidad pequeña
con menos de treinta mil habitantes, Manuel tuvo que
trabajar para ayudar a su familia; ingresó a los doce años
de edad como ayudante en una tienda de ropa conocida
El Fénix, comercio establecido en un solar al lado del
mercado Garmendia; fundado en 1926 por D on José C.
Castaños, hombre muy bondadoso y comedido, quien
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* En la mercería E l Fenix en compañía de sus empleadas.

vio en el niño Manuel muchas cualidades personales,


buen carácter, carismático, trabajador; a la postre se en­
cariñó con él y luego lo adoptó como su hijo de crianza
a quien le trasmitió, no sólo la responsabilidad y la vo­
cación del trabajo, sino su don de gentes, su capacidad
de servicio a los seres necesitados venidos de la costa,
los altos y las rancherías del Valle de Culiacán.
El Fénix era el lugar preferido de cientos de com ­
pradores del medio rural y de vendedores ambulantes
que adquirían al medio mayoreo sus mercaderías en esa
tienda la cual evolucionó rápidamente y se transformó en
un comercio general y popular acorde a las necesidades
de una población en pleno crecimiento, alentado por el
desarrollo de la agricultura a que dio lugar la construc­
ción de la presa de Sanalona en 1948.
20 SEM BLANZA

C o m e r c ia n t e de cepa

D on Manuel Félix dedicó la mayor parte de su vida al


comercio. Fue comerciante de cepa y muy exitoso. Su
ingreso a El Fénix marcó su destino. En 1950 don Manuel
compra a don José C. Castaños sus derechos y se con­
vierte en flamante propietario de esta prestigiada tienda
general, cuyo sitio estaba en la entrada de lo que hoy se
conoce como “El Pasillo” o “Pasaje del Garmendia”.
En la década de los cincuenta y parte de los sesentas
del pasado siglo, no existía en la ciudad otro comercio
del tamaño y las características de El Fénix, donde se

▼A un costado del mercado Garmendia estuvo el estableci­


miento comercial E l Fenix.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 21

podía encontrar todo género de artículos: mercería,


ferretería, papelería, regalos, juguetería, artículos del
hogar, bicicletas y sus refacciones, cámaras fotográficas
y todos los accesorios fotográficos incluyendo servi­
cios de revelado e impresión de rollos de fotografía; de
hecho fue el primer comercio en Culiacán que ofreció
estos servicios como concesionario de la Kodak, y su
hijo Manuel asumió profesionalmente esta actividad
capacitándose en la ciudad de M éxico y montando el
primer laboratorio de fotografía comercial en la ciudad.
Casi 50 años trabajó don Manuel detrás del mostrador
de El Fénix donde logró proyectar una imagen de hom ­
bre público muy querido y apreciado por todos , por su
don de gentes, muy bondadoso y servicial, carismático
y siempre listo para prestar ayuda y tender la mano al
más necesitado.
La experiencia de toda su vida lo llevó a poner en un
lugar muy especial en sus sentimientos el concepto de la
amistad. Por eso siempre mostraba una actitud positiva;
sonriente, atendía a todos sin distingos y mostraba un
corazón abierto para servir a las gentes, dando consejos,
avales, otorgando créditos y ayudas especiales, conser­
vando la fe en los ciudadanos, en su palabra empeñada
y olvidando los sinsabores de aquellos que no respon­
dieron a su confianza.
Todos los que conocieron o trataron a don Manuel
Félix le han reconocido sus valores, su altruismo y su
exacerbado humanismo; periodistas de su generación
llegaron a expresarse vehementemente acerca de su
22 sE M B L A N zA

manera de ser: “hay hombres que por sus acciones, por


su calidad humana, su humanismo, se convierten en
parte misma de su ciudad. Culiacán lo hizo suyo porque
fue un hombre bondadoso. Generoso, tal vez, hasta la
irreflexión. Que yo sepa nunca se detuvo a medir las con­
secuencias de sus favores”. (Antonio Pineda Gutiérrez).

H o m b r e con visión de f u t u r o

Com o hombre de negocios, un visionario. El auge co­


mercial lo llevó a desarrollar otras actividades e invertir
en nuevos proyectos mercantiles. Adquirió la gasolinera
conocida como “El Alacrán”, propiedad de don Luis
Iribe, ubicada en el boulevard Francisco I. Madero y
avenida Sepúlveda, que entregó a su esposa para que la
administrara.
Doña Elsa en ese momento había vendido su negocio
denominado “El Aladino”, una tienda de regalos de su
propiedad ubicada en la calle Hidalgo, entre Morelos y
Rubí, en pleno centro comercial de la vieja ciudad, que
había formado con el apoyo económico de don Manuel,
concebido, acordado desde su matrimonio, para apoyar
la capacidad emprendedora de su esposa que quería ser
productiva y ayudar a sacar adelante a la familia, lo cual
no era muy común en ese tiempo, que la mujer se dedi­
cara a actividades distintas a las del hogar.
Doña Elsa trabajó incansablemente; la transformo
en una moderna estación de gasolina y la denominó
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 23

“Servicio M odelo de Culiacán S. A. fungiendo como


administradora y propietaria por más de 25 años, hasta
el año 2007 que la vendió.

T ra n sp o rtista , líder de su grem io

A fines de la década de los cincuentas, en pleno auge


de sus negocios, don Manuel se inicia en el servicio
público de transporte, actividad que ejerció hasta los
últimos días de su vida. Com o transportista adquirió
dos camiones de carga “rabones” para el servicio de la
embotelladora Pepsi Cola de Culiacán, transportando
así esa bebida de su planta de origen hasta el puerto de
Mazatlán. Años después amplió sus servicios a la Cer­
vecería Cuauhtémoc, planta Culiacán, con unidades
de mayor capacidad, llevando cerveza a los estados de
Sonora y Baja California.
En 1960 ya contaba con una flotilla de tráilers y pres­
taba servicios a los agricultores legumbreros del valle de
Culiacán. El pujante desarrollo agrícola y comercial de la
región llevó a don Manuel a advertir un futuro muy pro­
misorio para esta actividad. Con su amplia experiencia,
su profundo sentido de la organización social, el respeto
que le merecían las instituciones y las leyes, muy pronto
visualizó que la irregularidad que presentaba entonces
la prestación del servicio público de carga, significaba
un grave obstáculo para su desarrollo. Lucho, junto con
otros transportistas de Sinaloa, por regularizar el Trans­
porte Público Federal, lo cual ocurrió en 1974 cuando
sE M B L A N zA
24

se extendieron, por la Secretaría de Comunicaciones y


Transportes, las primeras concesiones de Servicio Pú­
blico Federal de carga a las empresas locales, lo que le
permitió integrar la empresa Transportes Félix S. A. de
C. V. pionera en la transportación de productos agrícolas
a los Estados Unidos.

P r o m o to r so cia l y d ep o rtivo

Una faceta interesante de la personalidad de don Manuel


Félix León es la de haber sido un excelente promotor
social y deportivo. En su juventud, por más de 10 años,
es decir desde 1935 a 1945, fue el principal impulsor
y luego presidente del Club Atlético Humaya, de gran

▼Las tertulias del Club Atlético Humaya.


M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 25

* Equipo representativo de basquet bol del Club Atlético


Humaya.

memoria como centro de la vida social Culiacanense


de la época y también como facilitador de toda una ge­
neración de deportistas destacados en el básquetbol, el
atletismo y el béisbol.
La sede del club estaba en la esquina poniente de las
calles Alvaro Obregón y Mariano Escobedo donde con­
currían hombres y mujeres de todas las clases sociales a
divertirse en los rumbosos bailes que se organizaban los
sábados y durante las tradicionales fiestas del Carnaval
que año tras año competían en organización y alegría
con el de Mazatlán, al grado de que llegó a significarse
como el mejor y más popular Carnaval de Sinaloa. De
aquí don Manuel pasó a ser promotor y organizador del
béisbol profesional.
26 SEM BLANZA

D ir e c tiv o del club de beisbol


^ ta c u a r in e r o s ” de C u lia c á n

En 1945 se creó la Liga de Béisbol de la Costa del Pacífi­


co, primer circuito deportivo profesional en el noroeste
de México. Es el antecedente de la actual Liga Mexicana
del Pacífico, y en sus inicios la promovió el popular líder
social don Enrique Peña Bátiz, quien estuvo a cargo del
Club Culiacán los tres primeros años.
Al término de la III temporada (1947-1948), las cosas
no marchaban bien y fue necesario un cambio en la mesa
directiva, cargo que le ofrecieron a don Manuel quien
lo aceptó y desde ese momento hasta que se suspendió
la Liga en 1958, participó como directivo del Club al
frente del equipo de béisbol “Tacuarineros” de Culiacán.

Tacuarineros de Culiacán primer campeonato en ¡a I V


temporada, Liga de la Costa del Pacífico, 1948-49.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 27

Com o Presidente de la Mesa Directiva en la IV Tem­


porada (1948-49) el Club Culiacán consiguió su primer
campeonato de Liga. En ese año conformó, junto con
otros hombres de negocios, el Patronato Pro C on s­
trucción del Estadio Gral. Angel Flores, que presidió
Francisco Del Rincón.
El estadio se inauguró, aun sin terminar, en noviembre
de 1948. Hoy el “Ángel Flores”, ya modernizado, es uno
de los estadios de mayor tradición beisbolera en esta
región del país y casa de los “Tomateros de Culiacán” .
Al frente de la mesa directiva don Manuel Félix vivió
los momentos cumbres del Club Culiacán en sus tres
campeonatos; y también los momentos difíciles del
equipo el cual por distintas circunstancias no podía
sostenerse. En los últimos años de la Liga de la Costa
del Pacífico el equipo Culiacán permaneció, pese a su
bajo rendimiento deportivo, gracias a él, quien junto
con don Alfonso Zaragoza, don Luis Flores Sarmiento,
don José Díaz Garza, don Guillermo Echavarria y otros,
arriesgaron hasta su patrimonio personal por tal de que
el béisbol permaneciera como espectáculo favorito de
la afición “culiche”

C o le ccio n ista

D on Manuel era un hombre de hábitos y aficiones. C o ­


nocía la filatelia y la numismática; aprendió a coleccionar
timbres y tarjetas postales. Desde el mostrador de su
negocio El Fénix se convirtió en un experimentado co­
28 sE M B L A N zA

leccionista de monedas anti­


guas que adquiría de quienes
se las ofrecían por interés
económ ico. Basado en la
experiencia y conocimientos
sobre numismática, poco a
poco los fue adquiriendo,
valuaba monedas antiguas
a sus am igos o cualquier
persona que solicitaba su
opinión.
^ M oneda Caballito 1914
En esta actividad también
de su colección.
se ganó la confianza de la
gente, al grado tal que algunos afortunados buscadores
de tesoros o “entierros”, denominación acorde con nues­
tro lenguaje tradicional, le llevaban hasta el mostrador
de su negocio, en talegas, monedas de oro y plata de
distintas épocas para que las valuara o recomendara un
postor. Sus amplios conocimientos los compartía des­
interesadamente con otros coleccionistas o personas
amantes de la Numismática. Logró formar una valiosa
colección de monedas mexicanas, en particular las
acuñadas en la Casa de Moneda de Culiacán, durante
su operación en la segunda mitad del siglo XIX, misma
que posee actualmente su familia.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 29

V i a j ó p o r los cinco contin entes

Otra de sus aficiones, casi una pasión personal, era viajar


por todo el mundo y conocer los más apartados lugares
de la tierra. Esta actividad la compartió con sus mejores
amigos entre los que se cuentan el Q.F.B Luis Flores Sar­
miento y Aurelio Aguirre Aguilar, quien fuera su eterno
compañero de viaje. En los años cincuenta viajaba fre­
cuentemente a los Estados Unidos a presenciar la Serie

▼En la India, 1982.


^ Edificio de la Ópera en Sydney, Australia, su último viaje.

Mundial de Béisbol, en Nueva York o San Francisco y


Los Ángeles.
Posteriormente visitó Río de Janeiro, Brasil para
asistir a su famoso Carnaval. A partir de allí, cada año,
siempre que sus ocupaciones se lo permitían y los nego­
cios marchaban bien, organizaba un viaje al extranjero.
Com o turista y hombre de mundo alcanzó a visitar los
cinco continentes y conoció las capitales de los princi­
pales países del mundo de oriente y occidente. Su último
viaje lo realizo, meses antes de morir, a Australia y Nueva
Zelanda, acompañado de su hijo Gustavo. Curiosamente
viajó poco acompañado de su esposa Elsa; ella también
muy aficionada al turismo internacional.
No obstante que don Manuel apenas aprendió a leer,
escribir y hacer cuentas, en su escasa educación primaria,
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 31

su madre le inculcó el hábito de la lectura siendo esta


uno de sus entretenimientos favoritos. Le gustaba leer y
compraba todo tipo de libros para integrar bibliotecas;
coleccionaba ediciones de enciclopedias. Así adquirió
una amplia cultura general que le permitió apreciar en
sus viajes la diversidad de las culturas, sistemas sociales,
económicos y sus distintas formas de vida. Simpatizaba
con los logros obtenidos en los países de la entonces
Unión Soviética, en materia de educación y desarrollo
tecnológico. Desde luego al término de cada viaje relata­
ba con emoción a sus amigos las experiencias y vivencias
de sus largos viajes; concentraba objetos de recuerdo de
la identidad de las poblaciones visitadas, entre los que
sobresalían monedas, tarjetas postales y estampillas
recreando su perfil de coleccionista.
A propósito de sus frecuentes viajes la familia cuenta
una anécdota que ocurrió en el verano de 1983: viajó
a Europa central y según su costumbre, antes del viaje,
dejaba enterada a su familia de todo el itinerario y los
hoteles donde se hospedaría. A l concluir el recorrido
viajaría de Madrid a México y allí sería recibido en el
aeropuerto por su hijo Jaime quien tenía los datos del
vuelo.
SEM BLANZA
32

R u m o r que se p r o p a g ó p o r to d o C u lia c á n

En la mañana del día que debería arribar a la Ciudad de


México, en Culiacán se difundió por la radio y en todos
los puestos del mercado Garmendia una trágica noticia
“don Manuel Félix murió en un accidente de tránsito
en M adrid”. La especie se difundió como reguero de
pólvora en la ciudad dada la popularidad y estimación
de que gozaba don Manuel.
La escueta noticia por supuesto alarmó a la familia que
decidió de inmediato comunicarse al hotel donde dijo se
hospedaría. Por la tarde su hijo Jaime logró hablar al hotel
donde le informaron que efectivamente los huéspedes
mexicanos, entre los que se encontraba don Manuel,
habían salido en un taxi muy temprano al aeropuerto y
que no tenían más información. Esto aminoró la angustia
familiar y decidieron esperar la hora de llegada del vuelo
y le pidieron a Jaime que se presentara en el aeropuerto.
Así fue, pero resultó que don Manuel no llegó en el vuelo
anunciado y obvio es que pensaron lo peor. La alarma
familiar se incrementó y durante toda esa noche conti­
nuaron las pesquisas telefónicas hasta la gendarmería
de Madrid donde no tenían noticia de accidente alguno
con mexicanos involucrados. El rumor se acrecentó en
la ciudad y hasta hubo muestras de condolencias.
En la mañana siguiente su hijo Jaime, que residía en
México, recibió una llamada telefónica de Miami y era
don Manuel que informaba llegaría a México al mediodía
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 33

explicando que habían cambiado de vuelo en Madrid.


Jaime cuenta que se quedó mudo en el teléfono y no
pudo hilar conversación descargando en ese momento
toda la angustia acumulada en el supuesto trágico día
anterior. Llegó don Manuel y todos felices lo recibieron
en el aeropuerto de Culiacán, asombrados de verlo de
nuevo con vida y él nunca se explicó porqué se sentía un
raro ambiente entre la concurrencia. Hombre sensible y
observador preguntó que si pasaba algo que no le que­
rían comunicar, hasta que le explicaron con detalles el
rumor que cundió en la ciudad sobre su trágica muerte
en Madrid.
Con el humor que lo caracterizaba les comentó a
todos los presentes: “cuando ya tenga que viajar a “M o ­
relia” yo se los voy a decir personalmente para que lo
sepan de buena fuente”. D e esta manera don Manuel
quizá presagió su muerte, pues días antes de caer abati­
do por el terrible cáncer que lo consumió, comentó sin
sobresaltos a su amigo don Luis Flores, con un dejo de
resignación: “... si en diez días no me alivio me voy a
“Morelia” y siguió su conversación tranquilo con su gran
amigo frente a una televisión. La semana siguiente, un
día gris de enero, en absoluta paz dejó de existir en su
lecho acompañado por toda su familia que lo reconfortó
hasta el último aliento de su existencia.
sE M B L A N zA
34

H o m b r e recto y generoso

Ese era don Manuel Félix León un hombre de una sola


pieza, con una gran fuerza interior que en vida supo
traducirla en gestos permanentes de generosidad hacia
su prójimo. Pocas veces se le vio enojado, cuentan sus
numerosos amigos; al contrario, su sonrisa, su comen­
tario amable siempre a flor de labio, sus actitudes casi
irreflexivas para ayudar a la gente, fueron sus mejores
cartas de presentación.

^ Durante uno de sus múltiples viajes,


aquí posa cargando a un koala.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 35

R e c o n o c im ie n to s
a su trayectoria de vid a

D on Manuel recibió en vida muchos reconocimientos


por sus actividades al servicio de clubs sociales y de­
portivos: Atlético Humaya, “Tacuarineros de Culiacán”,
Leones, Sembradores de la Amistad, del cual fue socio
fundador; de la Cámara de Comercio. Socio fundador
del Club de G olf Lomas de Guadalupe y posteriormente
del Country Club de Culiacán. El gobierno de Sinaloa
le entregó la presea al Mérito Comercial, que recibió de
manos del Lic. Francisco Labastida Ochoa, gobernador
del estado, con motivo del homenaje que rindió a los
pioneros del comercio en Culiacán.
En esta ocasión don Manuel tomó la palabra para
expresar, entre otros conceptos, el siguiente mensaje:

“. con positivo gusto y agrado asisto a este inmerecido ho­


menaje que se hace a mi persona, por los muchos años que
dediqué a la siempre hermosa, fascinante y noble actividad
del c o m ercio .H o y en día el momento que vivimos en el
mundo entero es sumamente difícil, a veces angustioso.
Nuestro amado México vive la más grande crisis de su
existencia .ta m b ié n Sinaloa vive momentos difíciles. No
puede ser la excepción en esta hora. Pero aquí se advierte la
fe en el destino del país, juntos todos, con trabajo vamos a
superar esta hora crítica... Las nuevas generaciones con sus
conocimientos adquiridos en las aulas universitarias, con
sE M B L A N zA
36

la tecnología moderna, han venido a relevarnos a quienes


cansados ya de nuestra lucha, con nuestros hijos togados
profesionistas, necesitamos del necesario d escan so . pero
nos retiramos satisfechos del fruto o b te n id o . tengan fe
los nuevos mexicanos que así va a suceder ahora. Trabajen
con entusiasmo, con mucha fe y con honestidad y ya verán
que vendrán tiempos mejores”.

S u deceso im p a ctó
a la so c ie d a d cu liaca n en se

Con m otivo de su fallecimiento y en refrendo de su


personalidad y carácter, a muchas personas, en sus
condolencias a la familia, les motivó expresar su sentir
valorando públicamente su vida y sus obras en forma
muy espontánea y sincera.
Com o colofón a ésta su semblanza reproducimos
aquí algunos comentarios que fueron publicados en los
diarios de la ciudad.
El periodista Jorge M edina León en su columna
Sinaloa de Frente y de Perfil, de E l dia rio de Culiacán,
escribió:

“La muerte de Manuel Félix León, nos ha recordado el


Club Atlético Humaya y la certidumbre de que pocas
cosas han estado tan adentradas en el alma de esta ciudad
como ese centro que funcionó en Obregón y E sco b ed o .
Allí también asistió Enrique “El Guacho” Félix, entonó el
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 37

* Con su cuñada y nietos en la fiesta de su última navidad.

himno espléndido de la inteligencia y proclamó los fueros


eternos del espíritu” .

En otro momento comentó:

“Ha fallecido Manuel Félix León, el propietario de El Fé­


nix que estaba ubicado en el pasaje oriente del mercado
Garmendia, el hombre bueno que daba la firma de cono­
cimiento a quien se lo pedía (aunque no lo conociera),
perdiendo en ello grandes fortunas, el hombre de la eterna
bonhomía. Impulsor principal del béisbol profesional en
Culiacán y fundador del Club Atlético Humaya que llenó
una época de la capital de Sinaloa. Con él muere algo del
espíritu de esta vieja ciudad”.
sE M B L A N zA
38

En su columna Tribuna del periódico Noroeste, Este­


ban Zamora escribió:

“Un personaje de Culiacán se nos ha m a rc h a d o . Don


Manuel Félix se llevó su sonrisa, su bondad, su simpatía,
pero ha dejado la huella profunda de su paso, en el agra­
decimiento de todos los que recibieron sus se rv ic io s.
Personalidad de múltiples facetas... fue comerciante, trans­
portista, impulsor del deporte, pero ante todo, hombre de
bien. En el mundo del comercio don Manuel fue toda una
institución. Vio siempre en los demás comerciantes al co­
lega y no al competidor y la prueba de ello es que algunas
empresas que después fueron fuertes se fundaron gracias a
la ayuda generosa en los siempre difíciles primeros pasos”.

El promotor cultural y periodista Ulises Cisneros


escribió en E l Sol de Sinaloa:

“El Fénix era el vigilante del Pasillo de los lo c o s . Don


Manuel Fénix, como mucha gente lo conoció por la fácil
asociación de su apellido con el nombre de su mercería,
siempre tuvo la sonrisa presta. En veinte años que lo vi
casi a diario, nunca -y aunque pueda no creerm e- tuvo
don Manuel una mala cara en público. Si de feria se tratara,
si de una pieza de oro, si de despachar un hilo o aquellos
galonados que eran un prodigio de tramado, Don Manuel
estaba listo a atender, a servir a su clientela, a sus conocidos,
a sus amigos . tenía esa prodigiosa habilidad de conversar
y prestar atención a su n e g o c io .D o n Manuel fue el para­
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 39

digma del buen caballero . a las cinco, a las seis, ya para las
siete el Pasillo era una verbena . esfera en la que él brillaba
con su luz innegable de bonhomía . Su tienda lo que todo
curioso o niño esculcón podía hallar como la cúspide de
sus s u e ñ o s . Se fue un caballero sin tacha. Me pesa, me
puede. Me queda recordarlo para enaltecerlo”.

Y finalmente el comentario provocado por el periodis­


ta Antonio Pineda “Toñico” que escribió en su columna
de E l dia rio de Sinaloa, en la entrevista que le hizo a la
Lic. María de Jesús Jiménez de Riestra:

“Oye!, cómo lamenté la muerte de Manuel Félix. Hombre


tan bueno, tan fino, tan dispuesto a servir. Y además ¿te
acuerdas que era el alma del Club Atlético Humaya? Qué
bailes tan lindos se organizaban. con él creo que se fue
un pedacito de C u liacán . Desde la noche del miércoles
Manuel Félix ya no está entre nosotros. Emprendió el úl­
timo de sus viajes. Al partir estaban con él ayer, su esposa,
Elsa Pico de Félix, sus hijos Manuel, Jaime, Marco, Esteban,
Luis. Gustavo, Carlos, Flor y Bernardo; estaban también
sus hijos políticos y sus nietos. Estaban sus amigos. Estaba
el dolor de Culiacán”.
E l sa L u c il a , su e sp o sa

d o n m a n u e l y d o ñ a E ls a ,
un a p a r e ja m u y sin g ula r

Esta etapa de su vida fue recogida con mucha sensibili­


dad y tino por Jesús Héctor M uñoz Escobar en su libro
Empresarios y Personajes Sinaloenses (Editorial Pandora.
2006) en la entrevista que sostuvo con doña Elsa, de
donde transcribimos los siguientes párrafos:

“Después de un largo noviazgo, entre fiestas en el Atlético


Humaya, tertulias en las plazuelas, de bailes de carnaval,
de paseos a Altata y El Tambor, la pareja decidió contraer
matrimonio y formar una familia, siempre pensando en el
trabajo que les permitiera llevar una vida digna y ante todo
seguir creciendo en el mundo del comercio, idea que ambos
concibieron para forjarse su futuro.

Resulta difícil valorar los logros personales de doña


Elsa si no los relacionamos con la vida de quien fuera
su pareja: D on Manuel Félix León, comerciante m uy
conocido y en cierto aspecto un hombre público por
su don de servir a la gente. Doña Elsa está convencida
de que pudo realizar sus negocios gracias a que Manuel
viejo, así lo recuerda con cariño, le otorgó la confianza,

40
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 41

libertad de acción y el necesario apoyo económico, lo


que combinó bien con su carácter independiente, actitud
emprendedora e iniciativa personal, todo ello elementos
indispensables- dice- para tener éxito en el comercio.
“Manuel siempre fue un hombre que movía su dinero,
lo mantenía productivo; y yo, al amparo económico de
Manuel, empecé a hacer mis negocios”.
D on Manuel nació en Amatán, sindicatura de Las
Tapias, municipio de Culiacán el 25 de diciembre de
1914. Su padre se llamó Loreto Félix; su madre Paula
León, quien era maestra en el pueblo, pero pronto tuvo
que cambiar su residencia a Culiacán, por lo cual Manuel
entró a trabajar a tan temprana edad con don José Cas­
taños, quien no tuvo hijos, pero vio como tal a Manuel
hasta el último día de su vida.

▼Los paseos al mar en su noviazgo.


M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 43

Don Pepe -alude doña Elsa- fue un hombre bondado­


so y comedido, trasmitió a Manuel no solo la responsa­
bilidad y vocación del trabajo, sino su don de gentes, su
capacidad de servicio a los seres necesitados venidos de
la costa, los altos y las rancherías del Valle de Culiacán.
A don Manuel se le veía siempre parado detrás del
mostrador de El Fénix y, aunque no fue un comerciante
m uy formado en cuanto a la administración, él desde
ahí dirigía su negocio. Debido a su afable carácter, todo
el mundo acudía a él, ya sea buscando consejo o ayuda;
y don Manuel, como era un hombre muy bondadoso,
siempre respondía. En su afán por servir se daba gusto
otorgando su firma de conocimiento a cuanta persona se
lo solicitaba. Incluso llegó a firmar como aval en más de
una ocasión, lo que le costó mucho dinero, porque él sa­
lía pagando por la gente; se metió también en problemas
con Correos y Telégrafos, porque a veces le llevaban giros
y telegramas apócrifos y hasta robados y él, sin saberlo,
firmaba de conocimiento y tenía que pagarlos también.

“Don Mingo Morales, que tenía su restaurante enfrente,


le decía:
—Pero, Manuel, ¿cómo es posible? Todo el mundo te friega
y sigues todavía con esa costumbre.
—Mira -le respondía-, yo no gasto en publicidad, no pago
nunca en el periódico, en el radio, ni nada; esto a mí me
sirve de publicidad.
Le encontraba una justificación, pero realmente él lo hacía
porque era un hombre muy generoso. Todo mundo acudía
44 E L S A L U C I L A , SU E S P O S A

a él: los Armenta, que tenían ahí enfrente el negocio de


abarrotes La Única; los Castaños, que estaban ahí enfrentito
de él, en la pura esquina del callejón del mercado; y todos
los grandes comerciantes de Culiacán en la época de los
cincuenta: Nacho Campos, Miguel Ángel Rico, Farjí, los
Mudeci, los Camarena, todos”

No obstante fue un hombre emprendedor que gusta­


ba formar nuevas empresas. Entre los negocios que tuvo
don Manuel, promovidos desde la mercería El Fénix,
figuraba un servicio de taxis. Él era propietario de algu­
nos vehículos en el Sitio 39 o Rubí, pero se los daba a
los choferes para que ellos los administraran. Doña Elsa
asegura que ése fue un negocio que nunca le redituó a
él sino a los choferes, que fueron sus grandes amigos:
Manuel “el Chino” Chang, Mario “Pelavacas” Franco, el
“Perico” Figueroa, el “Chato” Zabalsa... D on Manuel les
dejó los carros y se inició en los camiones de carga, trans­
portando productos de la Cervecería Cuauhtemoc entre
Sinaloa y Sonora, hasta que logró constituir Transportes
Félix, que inició a fines de los sesenta. Don Manuel se
dedicó en los últimos años de su vida a esta actividad,
ya que vendió la mercería El Fénix, que duró más de
50 años, lo que les valió incluso un reconocimiento del
gobernador Francisco Labastida Ochoa.
El Fénix fue la primera tienda en ofrecer los servi­
cios de revelado a color en Culiacán pues era el único
distribuidor autorizado de la Kodak; antes, los rollos se
mandaban a Guadalajara y a México. La pareja envió a su
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 45

hij o Manuel a estudiar un año a México con el fin de que


aprendiera todo sobre el proceso de impresión, revelado
y comprara la maquinaria necesaria. Frente a la tienda, en
un local del Pasillo se instaló el cuarto obscuro donde se
revelaban automáticamente los rollos e imprimían las fo­
tografías. También se vendían cámaras fotográficas, todo
tipo de accesorios, rollos, material para revelar y papel de
impresión, etc. Había un gran surtido en este ramo de la
fotografía, donde se abastecían fotógrafos profesionales
y clientes aficionados a esta actividad. Tiempo después,
Manuel ya no quiso trabajar en el área de la fotografía y
optó por desempeñarse en Transportes Félix, la empresa
de servicio público de transportes de carga creada por
su padre; este departamento lo siguió atendiendo don
Félix Pico, hermano de doña Elsa.
En los sesenta compró una gasolinera que está en el
boulevard Madero al oriente esquina con Granados: El
Alacrán, se llamaba entonces; se la compró a don Carlos
Iribe, cuando en Culiacán había muy pocas estaciones
expendedoras de gasolina. Él no la administraba, sino su
hijo Manuel y luego su cuñado Víctor, pero hubo proble­
mas y como doña Elsa acababa de vender El Aladino, se
dedicó a administrarla. Hasta la fecha es la propietaria,
pero en un inicio era no solamente la gerente, sino que
despachaba gasolina, arreglaba las bombas, etcétera.
Doña Elsa recuerda estos difíciles momentos:

“Y lo hice. Con una secretaria como única compañera,


trabajaba desde las seis de la mañana hasta las once de la
46 E L S A L U C I L A , SU E S P O S A

noche. Fue un trabajo agobiante, porque además este tipo


de negocios manejaban mucho dinero en efectivo y eso
representaba un riesgo extra para mí; más de una vez me
asaltaron. Fueron tiempos muy pesados, pero me mantuve
en pie por el compromiso de sacar adelante a mis hij os. Hoy
doy gracias a Dios porque lo pude lograr”.

Don Manuel era un hombre de hábitos y aficiones. Le


gustaba coleccionar timbres y tarjetas postales. Desde
su negocio, en el propio mostrador de El Fénix, se con­
virtió en un experimentado coleccionista de monedas
antiguas que adquiría de quien se las ofrecía por interés
económico. Basado en su experiencia y conocimientos
que tenía valuaba monedas antiguas a sus amigos o a
cualquier persona que le solicitara su opinión. Com o
don Manuel inspiraba confianza, algunos afortunados
buscadores de tesoros o “entierros” como dicen en los
ranchos, le llevaban hasta el mostrador en talegas, mone­
das de oro, plata para que las valuara o recomendara un
postor. En esa práctica adquirió muchos conocimientos
sobre Numismática mismos que compartía desinteresa­
damente con coleccionistas como él. Logró integrar una
valiosa colección de monedas mexicanas, especialmente
las acuñadas en la Casa de Moneda de Culiacán, hoy
considerada única en el estado y quizá en el país.
Toda esa actividad económica hizo de don Manuel
un hombre público. La sociedad lo reconoció como un
hombre honesto y trabajador, un hombre que ayudaba
a todo el mundo. Esa era su manera de ser: utilizó los
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 47

negocios para sacar adelante a su familia, y aunque no


llegó a hacer gran capital, siempre vivió muy bien, nos
cuenta doña Elsa y continua:

“El legado de Manuel, básicamente, ha sido un legado m o­


ral, por los valores que él ejerció en vida: ser un hombre
bueno, carismático, entregado; participaba en patronatos,
clubs de servicio pero no le gustaba figurar, no le gustaba
que le reconocieran, siempre fue muy modesto. Es el legado
que les dejó a mis hijos. Murió a los 7 4 años, en enero de
1988 ”.

E l C lu b A t lé t ic o H u m a y a ,
los “ T a cu a r in e r o s” de C u lia c á n ,
los largos viajes y el C a rn a v a l
de la C o ló n

La pareja formada por don Manuel y doña Elsa parti­


ciparon - juntos o separados- en muchas actividades
sociales, festivas, deportivas, altruistas que hoy se les
reconoce no solo por su voluntarismo sino porque al­
gunas sentaron bases de tradiciones que aún perduran
en la ciudad.
Don Manuel combinaba sus actividades comerciales
con las de organizador deportivo. Él, junto con otras
personas, fundó el Club Atlético Humaya, donde se
promovía el deporte y se hacían fiestas y carnavales.
En ese tiempo, los carnavales de Culiacán llegaron a
48 E L S A L U C I L A , SU E S P O S A

ser más populares que los de Mazatlán, pero cuando la


tradicional coronación de la reina se mudó a Mazatlán y
el festejo en la capital perdía fuerza, doña Elsa y su ami­
ga Socorro Castillo invirtieron muchos años y energía
para consolidar el evento, que inicialmente se llevaba a
cabo frente al edificio del periódico E l Debate, en Colón
y Donato Guerra. Tras muchos años, E l deba te se hizo
cargo de conseguir los permisos del Ayuntamiento y
organizar el Carnaval.
Comenta doña Elsa:

▼Organizador de los fam osos carnavales de Culiacán (en


los años treinta).
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 49

“el Club Atlético Humaya nació por allá en los años treinta,
fue un centro social que funcionó en la esquina de Obregón
y Escobedo; pocas cosas han estado tan arraigadas en la
ciudad como este club”.

Entre los m iem bros del Club A tlético Humaya,


que procedían de diversos niveles socioeconómicos,
figuraban: Fidencio “Güero” Gutiérrez, Alfonso “A m i”
Cañedo, Nicolás Vidales Tamayo, Leopoldo Muro -d e
excelentes cualidades de bailarín de Tap- “Loco” Fave­
la, “Chino” Niebla, Carlitos López Alvarado, Gilberto
“Pipo” verdugo -organizador de los recordados viajes
a Los Ángeles-, Hom obono de la Rocha, “Griego” M a­
nos -miembro del equipó de Básquetbol de fama estatal
y regional- junto con los hermanos Zamudio “C u y” y
“Tracas” basquetbolistas m uy connotados, el profesor
Luis Flores Sarmiento, Carlos Monge, Toño Monarrez,
Gaudencio Tovar -original publicista y caricaturista-
Mario Camelo, Francisco Peregrina y tantos otros que
escapan a la memoria.
En 1945 inició la Liga de la Costa del Pacífico, promo­
vida por don Enrique Peña Bátiz. Esta liga antecedente
de la actual Liga Mexicana del Pacífico, fue el primer
circuito de béisbol profesional en el noroeste de M éxi­
co. En los dos o tres primeros años logró marchar más
o menos en Culiacán, pero se presentó la necesidad de
un nuevo timón en la mesa directiva. Le ofrecieron el
puesto a don Manuel, y éste lo ocupó hasta le final de la
Liga, en 1958.
50 E L S A L U C I L A , SU E S P O S A

Com o presidente del Club de Béisbol “Tacuarineros”


de Culiacán compartió la responsabilidad con otros
empresarios: don Alfonso Zaragoza, don Luis Flores
Sarmiento, don José Díaz Garza, don Luis Echavarría,
Constantino Haza, Héctor Peña Bátiz, haciendo realidad
el sueño de forjar una liga profesional, que a la postre,
dejó valiosas experiencias para las futuras generaciones
amantes del rey de los deportes.
Fueron tiempos de romanticismo deportivo donde se
involucraron por igual hombres de negocios, políticos y
hasta el más modesto trabajador; los equipos vivían de
las aportaciones de personas económicamente solventes
que ya sabían que su dinero jamás iba a regresar, pero
tenían dos objetivos muy claros: pelear el campeonato
y perder lo menos posible.
Los “Tacuarineros” de Culiacán lograron la hazaña
de ser Tricampeones (en forma consecutiva entre 1948
y 1951), y aún más, en la séptima temporada (1951-52)
dividieron el campeonato con Guaymas, o sea que fue­
ron tres y medio veces campeones. Este es el equipo que
antecede históricamente a los gloriosos “Tomateros” de
Culiacán, ambos portadores del uniforme guinda.
Durante el sexenio del general Macías, se formó un
comité ciudadano para construir el estadio Ángel Flores,
encabezado por don Alfonso Zaragoza y donde don
Manuel Félix participó de manera importante. Com o
no había suficientes recursos, el gobernador otorgó un
permiso para cobrar una cuota por cartón de cerveza que
se vendiera en el juego, dinero que se destinó para cons­
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 51

truir el estadio en un terreno donado por el industrial


Jorge Almada, en donde el gobierno municipal habría
de construir una ambiciosa Unidad Deportiva. pero a
fines de 1948, cuando el estadio de la universidad, que
fue donde empezó la Liga de la Costa del Pacífico, ya no
fue suficiente, se inauguró el estadio.
Otra de las facetas personales de Manuel era que le
gustaba mucho viajar, afición que le vino, según doña
Elsa, de tener alma de coleccionista, y aunque ella tam­
bién se define como una excelente viajera, pocas veces
lo hicieron juntos: ella organizaba caravanas a Europa
y Manuel hacía sus viajes con sus amigos, entre ellos,
don Aurelio Aguirre, que era su compañero de viaje
tradicional.

“Hicimos un viaje a Vancouver, Canadá, por allá en el 54 o


55 , junto con Luis Flores y doña Soco, en una camioneta
que teníamos, una guayina del año; llevábamos nuestro
chofer. Pasamos por Los Ángeles y San Francisco. Luego
Manuel viajaba a ver la Serie Mundial de Béisbol en Nueva
York”.

El siguiente viaje que hizo don Manuel, y ya sin doña


Elsa, fue con don José Castaños. Fueron a un carnaval
a Río de Janeiro, Brasil, por los años sesentas, y no paró
desde entonces: Europa central, Unión Soviética, Medio
Oriente, la India, China y Japón; su último viaje fue a
Australia y Nueva Zelanda con su hijo Gustavo, un año
antes de morir (Termina la cita del libro de Jesús Héctor
M uñoz Escobar).
FAMILIA FELIX PICO
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 53

Á r b o l gen ea lóg ico

1. Hijos:José M anuelf, Jaime Alberto, Marco Antonio,


Luis Guillermo, Esteban Fernando, Gustavo Adolfo,
Carlos Javierf, Flor de María Guadalupe y Cesar
Bernardo. Antonio (Familia Félix Gaxiola).
Nietos: Tuvo 21 nietos y 23 bisnietos a junio 2014.

TRONCO FAMILIAR (PADRES)


C. Manuel Félix León (N. 25-Dic-1914 y F. 20-Ene-
1988).- Orig. de Am atán, La Tapias, Culiacán,
M atrimonio religioso el 30 de abril de 1943 e n
Culiacán, Sin.
C- Elsa Lucila Pico García (* 26-Sep-1921 y + 3-Ago-
2012).- Originaria de Culiacán.

DESCENDIENTES (HIJOS)
C 1- José Manuel Félix Pico (n. 27-Ene-1944 y f. 11-May-
2003).- Orig. de Culiacán, Sin. y f. en el Campo El
Diez, Culiacán, Sin.
c. Margarita Calderón Dablantes (n. 6-Ene-1945 y f.
6-Oct-2001).- Orig. de La Higuerita, Navolato, Sin.
y f. Culiacán, Sin.
C 1-1- Elsa Guadalupe Félix Calderón (n. 12-Dic-1969).-
Orig. de Culiacán, Sin.
c. Rafael Ornelas Fuentes (n. 2-Feb-1971).- Orig. de
Guasave, Sin.
C1-1-1-Elsa Margarita Ornelas Félix (n. n-M ay-1993).-
Orig. de Guasave, Sin.
S4 á r b o l g e n e a l ó g ic o

C i-i-2 -K en ia Paola Ornelas Félix (n. io-O ct-i996).-


Orig. de Guasave, Sin.
Ci-i-3-M anuel Rafael Ornelas Félix (n. io-Nov-2000).-
Orig. de Guasave, Sin.
C i-2 - José Manuel Félix Calderón (n. 24-M ar-i97i).-
Orig. de Culiacán, Sin.
c. Carina Valenzuela Ramírez.- Orig. de Culiacán,
Sin.
C i-2 - i- José Manuel Félix Valenzuela.- Orig. de Culia-
cán, Sin.
C i-3- Katia Georgina Félix Calderón (n. 27-Abr-i97s).-
Orig. de Culiacán, Sin.
c. Gustavo A dolfo Andrade M edina (n. 5-May-
i975).- Orig. de Culiacán, Sin.
C i-3 -i- Manuel Andrade Félix.- Orig. de Culiacán, Sin.
Ci-3-2- Gustavo Andrade Félix.- Orig. de Culiacán, Sin.

C2- Jaime Alberto Félix Pico (n. 5-Ago-i94s).- Orig.


de Culiacán, Sin.
c. Yolanda Miranda G óm ez (8-Ago-i96o).- Orig. de
Culiacán, Sin.
C2- i- Jaime Alberto Félix Miranda (n. i5-N ov-i9 8 i).-
Orig. de Culiacán, Sin.
c. Claudia Mora Pacheco (n. 3-Oct-i98o).- Orig. de
Chulavista, Cal., USA.
C 2 -i- i- Jaime Santiago Félix Mora (n. 26-Abril-20i3).-
Orig. de Los Mochis, Sin.
C2- 2- Alejandro Félix Miranda (n. i4-Jun-i984).- Orig.
de Culiacán, Sin.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 55

C2- 3- Juan Pablo Félix Miranda (n. i7-M ay-i99o).-


Orig. de Culiacán, Sin.
C2-4- Carlos Daniel Félix Miranda (n. 18-JUI-1992).-
Orig. de Culiacán, Sin.

C3- Marco Antonio Félix Pico (n. 15-Ene-1947).- Orig.


de Culiacán, Sin.
c. Bertha Patricia Smith Pico (n. 18-Mar-1954).- Orig.
de México, D.F.
C3-1- Carlos Rodrigo Félix Smith (n. ^-N ov-1973).-
Orig. de México, D.F.
c. Lorena González Anaya: (n. 24-Oct-i974).- Orig. de
México D.F.
C3-1- 1- Jessica Félix González (n. 7-Abril-i996).- Orig.
de México, D.F.
C3-1- 2- Juan José Félix González (n. 30-Oct-i998).-
Orig. de México, D.F.
C3-1- 3- Bárbara Félix González (n. (n. 28-Ago-2006).-
Orig. de Chihuahua, Chih.
C3-1- 4- Jacobo Félix González (n. 3-Ene-2008).- Orig.
de El Paso, Texas, EUA.
C3-2- Elsa Vannesa Félix Smith (n. 18-Ene-1977).- Orig.
de México, D.F.
c. Pavel Cruz: (n. 4-Sep-i973).- Orig. Cd. Juárez,
Chih.
C3-2- 1- Regina Cruz Félix (n. i2-Feb-2004).- Orig. de
Chihuahua, Chih.
C3-2- 2- Emilio Cruz Félix (n. 15-DE-2005).- Orig.
Chihuahua, Chih.
56 á r b o l g e n e a l ó g ic o

C3-2- 3- Valentina Cruz Félix (io-O ct-2007).- Orig.


Chihuahua, Chih.
C3-3- Marissa Félix Smith (n. 7-Dic-i978).- Orig. de
México, D.F.
c. Juan González: (n. i-Ene-i976).- Orig. de México,
D.F.
C3-3- i- Isabella González Félix (n. 26-Jun-2007).- Orig.
de Chihuahua, Chi.
C3-3-2- Melissa González Félix (n. 8-Sept-20io).- Orig.
de Chihuahua, Chi.

C4- Luis Guillermo Félix Pico (n. 5-Nov-i948).- Orig.


de Culiacán, Sin.
c. Rosalinda Castro Murrieta (n. 22-Oct-i954) Orig.
de Los Mochis, Sin.
C 4 -i- Luis Guillermo Félix Castro (n. 28-Ago-i98i).-
Orig. de Culiacán, Sin.
c. Brenda Huerta García: (n. 7-Nov-i98o).- Orig. de
Guadalajara, Jal.
C4-2- Jorge René Félix Castro (n. ii- O c t ^984).- Orig.
de Culiacán, Sin.

C5- Esteban Fernando Félix Pico (n. i2-M ay-i95i).-


Orig. de Culiacán, Sin.
c. Elisa Anaya M oore (n. 3o-Oct-i952).- Orig. de
Ensenada, B.C.
C 5 -i- Marina Félix Anaya (n. i6 -D ic-i9 7s).- Orig. de
La Paz, B.C.S.
Solt. con Héctor de la Toba Garciglia.- Orig. de Cd.
Constitución, B.C.S.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 57

C5-1-1- Esteban Fernando Félix Anaya (n. 14-JUI-1999).-


Orig. de La Paz, B.C.S.
Solt. con Juan M anuel Angulo Olachea (15-Jul-
1980).- Orig. de La Paz, B.C.S.
C5-1-2- Melissa Angulo Félix (n. 30-Ene-20i3).- Orig.
de La Paz, B.C.S.
C5-2- Elsa Genoveva Félix Anaya (n. 5-E ne-i98 i).-
Orig. de Ensenada, B.C.
c. Jesús Flores Díaz Santana: (n. 30-DF-1980).- Orig.
de La Paz, B.C.S.
C5-2- 1- Rebeca Flores Félix (n. 7-M ar-20ii).- Orig. de
La Paz, B.C.S.

C6- Gustavo Adolfo Félix Pico (n. 5-Dic-i953).- Orig.


de Culiacán, Sin.
c. Lydiette Pineda Flores (n. 9-Abr-i958).- Orig. de
Culiacán, Sin.
C6-1- Lydiette Félix Pineda (n. 4-Mar-i983).- Orig. de
Culiacán, Sin.
c. René RangelJones (n. i-Jul-1980).- Orig. de Tam­
pico, Tam.
C6-1-1- Alexa Rangel Félix (n. m-Mar-2013).- Orig. de
Monterrey, NL.
C6-2- Andrea Félix Pineda (n. 19-Feb-1986).- Orig. de
Culiacán, Sin.

C7- Carlos Javier Félix Pico (n. 12-Abr-1956 y f. 8-May-


2001).- Orig. de Culiacán, Sin. y f. en México, D.F.
á r b o l g e n e a l ó g ic o
SS

C8- Flor de María Guadalupe Félix Pico (n. 29-Oct-


i957).- Orig. de Culiacán, Sin.
c. Luis Peña Tamayo (n. 3-O ct-i954).- Orig. de
Culiacán, Sin.
C 8 -i- Luis Ricardo Peña Félix (n. i9-Jun-i98i).- Orig.
de Culiacán, Sin.
c. Estefanía Esquerra Retamoza: (n. 2 i-oct-i9 8 i).-
Orig. de Culiacán, Sin.
C 8 - i-i- Mariano Peña Esquerra (n. 2o-M ar-2oi2).-
Orig. de Querétaro, Qro.
C8-i-2- Joaquín Peña Esquerra (n. i3-Jun-20i3).- Orig.
de Culiacán, Sin.
C8-2- Sergio René Peña Félix (n. io-M ar-i983).- Orig.
de Culiacán, Sin.
c. Yuliana Monárrez Martín: (n. 7-Jun-i986).- Orig.
de Culiacán, Sin.
C8-3- Melissa Peña Félix (n. 23-Abr-i99o).- Orig. de
Culiacán, Sin.

C9- César Bernardo Félix Pico (n. 20-Ago-i96o).- Orig.


de Culiacán, Sin.
c. María Begoña Rascón Larrinaga (n. io-Ene-i962).-
Orig. de Huatabampo, Son.
C 9 -i- María Begoña Félix Rascón (n. is-Jul-i989).-
Orig. de Culiacán, Sin.
C9-2- Daniela Félix Rascón (n. ii-S ep -i9 9 3 ).- Orig. de
Culiacán, Sin.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 59

C10.- Jesús Antonio Félix Gaxiola (n. 20-jun-i9Ó7).


Originario de Guadalajara, Jal. Profesión médico
veterinario.
c. Laura Crina Cota Martínez (n. 22-mayoi9óó).-
Originaria Empalme, Sonora. Profesión contador
público.
C10-1.- Alexia Karina Félix Cota (n. 3-jun-i993). O ri­
ginaria Guaymas, Sonora.
C10-2.- José Antonio Fpelix Cota (n. m -o ct-19 9 7).
Originario de Guaymas, Sonora.
H isto r ia de los a pellid o s
FÉLIX p i c o

F é lix

l apellido castellano Félix tiene un origen patroní­

E mico, es decir deriva del nombre propio del padre


y otro antecesor de su portador inicial. El apellido
Félix significa “hijo o descendiente de uno llamado Fé­
lix”. D e acuerdo con los etimologistas, el nombre propio
Félix se deriva del latín “felix” que significa “feliz” en
castellano. Este apellido fue muy popular durante la Edad
Media, dando cuna a cuatro Papas, tres de los cuales
fueron declarados santos. Com o nombre propio, Félix
aparece documentado ya en el Siglo IX, cuando vivían
un Obispo en Urgel con este nombre. También se hallan
referencias a San Félix de Valous, fundador de la Orden
de la Trinidad en el año 1197. San Félix de Nola, quien
fuera Arzobispo de Nola, y que fue martirizado por los
romanos, en defensa de su fé. Alternativamente, este
apellido puede también tener un origen toponímico, ya
que existe un lugar en Navarra llamado Félix, dándose
a conocer sus portadores como “oriundos de Félix”. En
el “Catálogo de Pasajeros a Indias”, se localiza el nombre
de Alonso Félix, natural de Villalar, hijo de Juan Félix y

60
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 61

de Baltasara Ramírez, oidor de la Audiencia, en el año


1578. Se encuentran documentados en el índice de ex-
pedientillos personales del “Archivo General Militar de
Segovia”, los nombres de Tomás Félix, Alférez (1878),
Francisco Félix Bernal, General de Brigada (1896);
Agustín Félix y Cabral, Coronel (1861), Eduardo Félix
Castro, Milicias (1880); Gabriel Félix Crespo, del D e­
partamento de Sanidad (1879) yJosé Félix Domínguez,
del regimiento de Caballería (1896).
b l a s o n d e a r m a s : En gules, un palo escacado de oro

y azur. Interpretación: Gules (rojo) significa Magnanimi­


dad y Fuerza Militar. Oro (amarillo) denota Riqueza,
Generosidad.
t i m b r e : Tres Plumas de avestruz.
o r i g e n : España.

P ic o

El apellido asturiano Pico es de origen toponímico, es


decir, que se basó al originarse en el nombre del lugar
de procedencia de su portador inicial. D e esta forma,
el apellido Pico identificaba en un principio a una per­
sona procedente de uno de los varios lugares que con
este nombre, se localizan en las diferentes regiones de
España.
Este antiguo y noble linaje de Asturias tuvo su casa
ancestral en la villa de Coaña y fue llamada de los Picos.
Una rama de este linaje comenzó a apellidarse Pico de
Coaña y Picos de Coaña. Igualmente, en la providencia
62 H IS T O R IA D E L O S A P E L L ID O S F É L IX P IC O

de Santander hubo varias casas de este apellido pero no


se ha podido establecer si tenían parentesco a los Pico
de Asturias. Ramón Antonio Pico y de la Calzada, fue
Caballero de la Orden de los Carlos III en el año 1816.
Entre otras referencias que se hallan a este apellido se
cita el bautizo de Isabel Pico, hija de Juan y Juana Pico
Montanes, que fue celebrado en la iglesia de Santa María,
en Cabezón de Pisuerga, en la provincia de Valladolid,
el 24 de mayo de 1562, igualmente, en la iglesia de San
Cipriano, en Tanero, en la provincia de Vizcaya, se cele­
bró el bautizo de Josefa Tomasa Pico Santiesteban, hija
de Juan Antonio Pico y de JoanaSantiesteban el 9 de
marzo de 1787. D e un archivo militar español, se extra,
entre otros, el nombre de Juan del Pico que sirvió en la
Armada en 1790. Este apellido se encuentra también
en América Latina, donde se registró el matrimonio de
Santiago Pico y de Margarita Leguizamon, en la igle­
sia de Nuestra Señora de la Asunción, en la ciudad de
Córdoba, Argentina, el 15 de noviembre de 1873. Las
armas descritas a continuación, le fueron concedidas
a la familia Pico de Coaña por los Estamentos Nobles
correspondientes.
b l a s o n d e a r m a s : En campo de sinople, una torre
almenada de plata, y en sus almenas un hombre armado
de lo mismo, con una espada en la mano diestra.
t i m b r e : Tres plumas de avestruz.
o r i g e n : España.
S u M U N D O : C O N T E X T O SOCIAL,
E C O N Ó M IC O Y CU LTU R A L

ste apartado de la biografía tiene la finalidad de

E ubicar al personaje en su contexto social, para enten­


derlo mejor, de tal forma que los acontecimientos
aquí relacionados, efemérides tomadas del libro del Dr.
Modesto Aguilar Alvarado, las relacionemos con algunos
de los logros que en vida obtuvo Manuel Félix, o bien
nos explican su forma de ser y ciertos comportamientos
que algunos han observado como actitudes increíbles.
Cada uno de los momentos que reportan estos hechos
históricos, de alguna forma tocan la vida de Manuel
Félix, sea por los protagonistas que seguramente fueron
sus amigos o porque le enmarcaron sus decisiones per­
sonales para emprender sus empresas.
Sugerimos al lector aplicarse con creatividad e ima­
ginación para explicarnos la vida del protagonista de
esta biografía.
Se seleccionaron acontecimientos de los años 1920
a 1960, período de crecimiento y madurez en su vida
profesional.
• En 1920 Sinaloa define su vocación de produc­
tor de bienes agrícolas de gran valor comercial y

63
64 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

comienza su gran aventura como productor de


alimentos para México. La siembra del tomate en
Sinaloa observa un aumento importante, acompa­
ñado de una mejora en la tecnología de su cultivo,
y las formas de transporte y comercialización. En
1927 los municipios de Ahome, Culiacán, Gua-
save y Sinaloa de Leyva son los productores más
sobresalientes.
• El 23 de junio de 1921 el general Ángel Flores
promueve la construcción del Canal Rosales, que
da inicio a la intervención del estado en materia
hidroagrícola. Para alcanzar este resultado se unió
un grupo de agricultores, formando la Compañía
Irrigadora del Humaya. Así fue como pudieron
irrigarse 80 mil hectáreas. El general Flores pen­
saba que el Canal Rosales podría irrigar hasta 200
mil hectáreas.
• El 25 de julio de 1921, el general Álvaro Obregón
emitió el decreto de creación de la Secretaría de
Educación Pública y Bellas Artes, reconociendo
con ello la importancia de la educación para salir
del atraso dejado como saldos negativos de la
revolución de 1910.
• En octubre de 1924 fue creada por decreto del
gobernador de Sinaloa la Dirección General de
Educación Primaria, dependiente directamente
del ejecutivo del estado, sumándose a esa tarea
enorme que entonces se tenía por alfabetizar a
niños y adultos.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 65

• En 1927 el ferrocarril Sud-pacífico enlazó a Sina­


loa con Guadalajara, comunicando al estado con
el resto del país. A partir de entonces los flujos de
personas y de cosas fueron en aumento y, lo más
importante, se pudo contar con un medio barato
para consolidar al grupo productor de sinaloenses
• El 18 de noviembre de 1930 se constituyó la C á­
mara Nacional de Comercio Culiacán. El primer
presidente electo fue don Francisco del Rincón
y com o vicepresidente el profesor Rosendo
Flores Sarmiento. Com enzaba entonces una
organización que a través del tiempo ha dejado
muestras sobradas de fortalecer la actividad de
los comerciantes y de realizar tareas filantrópicas
muy meritorias.
• El 19 de noviembre de 1932 se crea la Asociación
de Productores de Legumbres del Río Culiacán,
por decreto del gobernador M acario Gaxiola
66 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

Urías. Actualmente se denomina Asociación de


Agricultores del Río Culiacán. En ella se encuen­
tran los empresarios agrícolas más importantes e
innovadores del estado.
En 1932 nace la Federación de Trabajadores de
Sinaloa, antes de la llegada de Lázaro Cárdenas
a la presidencia de la República. Esta agrupación
nació antes que la Confederación de Trabajadores
de México, que fue creada el 24 de febrero de 1936.
En noviembre de 1932 el gobernador Macario
Gaxiola impulsa la creación de la Confederación
de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa
(c a a d e s ). Con esta agrupación los sinaloenses
forjaron una organización única a nivel nacional,
dando muestras de creatividad e ingenio.
El 16 de septiembre de 1932 inaugura el goberna­
dor Macario Gaxiola el Hospital Civil, designando
como primer director al doctor Mario Camelo y
Vega. Este hospital comenzó a funcionar como
tal en 1929, cubriendo una urgente necesidad de
atención a los enfermos de la ciudad. Desde enton­
ces este dispensario ha sido una oportunidad para
los enfermos de todos los estratos de Sinaloa. Un
Patronato de hombres respetables ha asegurado
su existencia, haciendo patente su filantropía.
El 27 de mayo de 1933 Manuel J. Esquer trans­
formó su establecimiento bancario “Manuel J.
Esquer, Establecimiento Bancario Nacional” en
el Banco de Culiacán S.A.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 67

• En abril de 1933, un grupo de agricultores sina-


loenses, de la mano con la Comisión Monetaria
fundaron el Banco de Sinaloa, S.A. en la ciudad de
Culiacán, cuya orientación estaba destinada a sol­
ventar la necesidad de crédito de los agricultores.
• En 1936 don Enrique Maximiliano Gómez Blanco
funda en Culiacán la estación de radio x e b l . Cu-
liacán entra a la modernidad en comunicaciones
y se conecta con lo que sucedía en otras regiones
de M éxico y el mundo. Culiacán comenzaba a
despejar sus dudas sobre lo que acontecía en
otras partes y convertía a este medio en parte de
su convivencia diaria.
• El 20 de febrero de 1937 se efectuó una ceremonia
para la inauguración de cursos del Instituto Poli­
técnico Nacional, en el Palacio de Bellas Artes, a
la cual asistió el presidente Lázaro Cárdenas. Esta
fecha es considerada como la creación oficial del
IPN y en el cual tendría un papel central la inter­
vención de un sinaloense ilustre: el Ing. Juan de
Dios Bátiz Paredes.
• El 23 de noviembre de 1938 nació la Liga de C o ­
munidades Agrarias de Sinaloa, siendo Secretario
General de la Confederación Nacional Cam pe­
sina el profesor Graciano Sánchez. Doña Paula
Moreno, oriunda de Bachimeto fue la primera
Secretaría General
68 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

• En 1939 inicia, con el presidente Lázaro Cárdenas,


la construcción de la presa Sanalona. Fue con­
cluida en 1948 en el gobierno de Miguel Alemán
Valdés. A partir de entonces se consolidó el grupo
de agricultores del valle de Culiacán que venían
luchando a brazo partido desde 1920.
• El 29 de mayo de 1939 un grupo de agricultores y
comerciantes de Angostura y Guamúchil, Sinaloa,
con ayuda del Banco de México y del Banco Na­
cional de México fundaron el Banco del Noroeste
de México, S.A. de C.V. con domicilio en Culiacán,
con ello, la agricultura ganaba predominio en el
espectro productivo del estado.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 69

• El 5 de enero de 1940 se creó el Banco Provincial


de Sinaloa, S.A con domicilio en Culiacán por
Alfonso Díaz Garza, con un capital de 500 mil
pesos. Con esta institución la agricultura mandaba
un mensaje de empuje e incontenible crecimiento.
• En 1940 con la enseñanza de los japoneses, el ca­
marón comenzó a explotarse de manera comercial
en Sinaloa. A partir de entonces se sentaron las
bases para la explotación de un producto pesquero
de gran valor comercial en el mercado internacio­
nal. El entusiasmo de los pescadores sinaloenses
no tenía fronteras.
• En 1941 Manuel Moreno Rivas fundó en Los Mo-
chis el periódico E l Debate, saliendo el 10 de marzo
de ese año el primer número. La comunicación no
alcanzaba todavía al fenómeno de masas, pero ya
se sentaban las bases para una empresa editorial
importante.
• En 1941 Enrique Coppel Tamayo funda la tienda
el Regalo en Culiacán, antecedente de la tiendas
Coppel. Este ejemplo es único en el estado, porque
suma innovación, calculo del riesgo y aprovecha­
miento de oportunidades, logrando consolidar un
grupo que es ejemplo a escala nacional.
• El 18 de mayo de 1941 don Roberto Pérez Alvara­
do funda la x e s a , ampliando la frecuencia recep­
tora para los culiacanenses y una ventana para las
expresiones culturales de la entonces romántica
provincia sinaloense.
70 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

El 1 de diciembre de 1943 se funda la primera


tienda de Almacenes Zaragoza en Culiacán por
los hermanos Gaspar, Pedro, José maría, Florencio
y Alfonso, procedentes de Guaymas, Son. Esta
familia es también ejemplo de empuje y visión
empresarial, observando una presencia sostenida
en diversas regiones del estado.
En 1944 inicia la construcción de la carretera
Guadalajara-Nogales, M éxico 15. Que entró en
operación en 1952. Esta empresa incluyó un gran
esfuerzo con la apertura de importantes líneas
transversales como Culiacán, Altata, Verdura-
Guasave-Boca del Río, M ocorito-G uam úchil-
Angostura, Topolobampo-Los Mochis-El Fuerte.
En 1945 inicia Guillermo Freeman Rojo la cons­
trucción, en Olas Altas, de su hotel, que sería
durante mucho tiempo el único rascacielos del
puerto, terminado en 1950. Este hombre pudo
desde entonces visualizar el crecimiento futuro
del puerto de Mazatlán en el renglón turístico.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 71

* Estadio de la Universidad de Sinaloa,, juego de la I Tem­


porada 1945-1946.

• En 1945 en plena Guerra Mundial, tres sinaloenses


distinguidos, Teodoro Mariscal, Emrique Peña
Bátiz, Florencio Zaragoza y Fernando M. Ortíz
se dieron a la tarea de organizar la liga profesional
de béisbol en Sinaloa y Sonora. Con base en estos
esfuerzos dieron nacimiento a la Liga de la Costa
del Pacífico, que representó un gran orgullo para
todos los sinaloenses.
• En 1946 se construyó en Mazatlán el primer barco
camaronero; en la década posterior se construye­
ron más de 150. Se expandió la industria naviera
y entró en operaciones Astilleros Unidos del
Pacífico. El esfuerzo y capacidad de trabajo de los
sinaloenses se canalizaba para beneficio de todos.
• En 1947 Enrique Sánchez Ortíz, fue el técnico
impulsor que incorporó el arroz a la agricultura
72 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

sinaloense, también el algodón, el cártamo y la


soya. El consolidó el interés de los agricultores de
Sinaloa por las ventajas de la ciencia, que despun­
taba ya desde 1920.
El 18 de abril de 1947 el gobernador Pablo Ma-
cías Valenzuela, acordó crear la Escuela Normal
de Sinaloa, dando atención a una demanda muy
sentida de la población. Funcionó primero en el
hoy Palacio Municipal de Culiacán hasta el 22 de
diciembre de 1949.
El 25 de mayo de 1947 surge la estación de radio
x e c q siendo su impulsor el Sr. Oscar Pérez Es-
cobosa. Con esta radioemisora los sinaloenses
podían ufanarse de contar con un medio de unión,
pues fue la primera que abarcó los medios urbano
y rural.
El 10 de noviembre de 1948 se inauguró, durante
la gestión del gobernador general Pablo Macías
Valenzuela el estadio de beisbol “Ángel Flores” con
capacidad para 4 mil aficionados. El primer juego
se realizó entre las novenas de “Los Tacuarineros”
de Culiacán y “Trigueros” de Ciudad Obregón.
En 1948 en el municipio de El Rosario, los esposos
Pablo Gandarilla y Severa del Rincón comienzan a
producir la salsa Guacamaya, que hasta la fecha es
un ícono de este condimento entre los sinaloenses.
Este ingrediente se ha convertido en producto
infaltable en la mesa de numerosos hogares, tanto
estatales como nacionales.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 73

• El 6 de septiembre de 1948 un nutrido grupo de


agricultores y comerciantes fundaron el Banco
Agrícola Sinaloense, S.A con capital social de 3
millones de pesos. El dinamismo de la agricultura
seguía siendo imparable y se requería de mayores
cantidades de financiamiento.
• La creación de la presa Sanalona en 1948 y su
extensa red de canales alienta las corrientes mi­
gratorias a los valles y en 1950 llegan a Culiacán
nuevos inmigrantes griegos que le han dado un
im pulso sostenido a la actividad agrícola del
estado. También fueron atraídos mexicanos de
Jalisco, Durango, M ichoacán, Sonora, Tepic,
principalmente.
• En 1953 toma posesión como gobernador del
estado de Sinaloa, el Dr. Rigoberto Aguilar Pico,
en sustitución del Lic. Enrique Pérez Arce, cuyo
mandato constitucional se vio envuelto en una
crisis política que lo obligó a dimitir.
74 SU M U N D O : C O N T E X T O S O C IA L , E C O N Ó M IC O Y C U L T U R A L

• En enero de 1954 toma posesión como Presi­


dente Municipal de Culiacán el q f b Luis Flores
Sarmiento
• El 14 de diciembre de 1958 el gobernador Gabriel
Leyva Velázquez inauguró el Centro Cívico Cons­
titución. El presidente del Patronato fue don Atila-
no Bon Bustamante y se invirtieron 2 millones de
pesos sobre una superficie de siete hectáreas. Este
lugar sigue siendo la fuente principal de recreación
de los culiacanenses.
• En enero de 1959 termina la XIII temporada
(1957-1958) de la Liga de la Costa del Pacífico
y se toma la decisión de cerrar el circuito, ante el
retiro del Club de Béisbol Tomateros de Culiacán,
hecho que impactó la estabilidad y permanencia
de la primera liga de béisbol profesional en el
Noroeste de México.
S u C IU D A D

anuel Félix vivió siempre en Culiacán, ciudad

M que le brindó las oportunidades para formarse y


desarrollarse; fue la ciudad de sus amores.
El escritor Manuel Picos Tirado, radicado en La Paz,
B.C. describe el centro de Culiacán de la segunda mitad
del siglo xx ; la transcribimos de su libro Historia real:
mexicano muy singular (2010) para mostrar el ambiente
que se vivía en esos días.

▼Vista aérea del viejo Culiacán de 1960

*
76 S U C IU D A D

“Recuerdo bien, corría el año de 1953, se ubicaba un


letrero a la entrada de la ciudad de Culiacán, llegando de
Mazatlán, que decía: Culiacán, cuarenta mil habitantes;
también se encontraba en la entrada el basurero muni­
cipal, hoy gasolinera la Faja de Oro. Llegamos a vivir
con mi tío y luego nos cambiamos cuando nos dieron
un lotecito en la colonia de reciente creación llamada
Colonia Mazatlán. Después de 5 años mi papá vendió
la casita y nos fuimos a vivir a una colonia muy alejada
llamada El Barrio. Vivimos una situación precaria, mi
papa vendía agua fresca en una palangana. M i hermano
y yo nos fuimos a vender periódicos, era el matutino El
Diario de Culiacán del licenciado Román Millán. Nos
permitieron quedarnos a vivir en esa casa editora, ya que
está bastante lejos de nuestra casa. El licenciado Millán
nos llegó a querer mucho y nos consideró las mascotas
del diario.
Cuando por alguna razón no se publicaba el diario nos
íbamos a ofrecer nuestros servicios de bolero casa por
casa, así como también íbamos al mercado Garmendia
para canastear, es decir ayudar a las damitas con sus ca­
nastas mientras ellas hacían sus compras. Algunas veces
las llenaban y eran pesadas y las llevábamos a sus vehícu­
los o bien a sus casas si vivían cerca; a cambio recibíamos
una buena propina o a veces casi nada. También a veces
vendíamos el periódico vespertino llamadoLa Voz de
Sinaloa, del licenciado Gustavo D ’ Cañedo.
Por cada periódico vendido ganábamos 10 centavos.
Salíamos tempranito a venderlo (5 a 6 de la mañana);
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 77

había un señor llamado Calixto que en invierno vendía


en las afueras del mercado Garmendia atole de pinole,
chocolatito caliente, molletillos de pan bolillo con man­
tequilla. En cada una de las puertas de ese mercado había
un puesto que vendía leche y pan; después de vender
mis periódicos me daba un opíparo desayuno que con­
sistía en tomar un cuartito de leche con un suculento
cortadillo de pan dulce, verdaderamente una delicia.
Por las noches me iba al mercado y pedía una orden de
frijol con muchas rebanaditas de tomate a su alrededor,
el cual me costaba $1.50 y si quería con queso pagaba
$2.00 pesos. Cóm o no recordar esos famosos chocolates
llamados esquimos y las macedonias que se vendían en
el interior del mercado.
Más retirado estaba otro mercado, al cual siempre le
decíamos mercadito Rafael Buelna, me gustaba mucho ir
a ése mercadito por tener a su vez terminal de camiones
tranvías de pasajeros que llegaban a la ciudad de los pue­
blos y ranchos circunvecinos, siendo verdaderamente
un relajo ver tanto movimiento de tanta gente, todo era
comercio y alegría. Cuando vendía periódicos por ese
lugar casi siempre desayunaba un menudito de a peso.
Junto a ese mercado había un cine llamado Alcázardonde
seguido íbamos mis hermanos y yo a la función: aquellas
clásicas de balazos, moquetes y de indios. El otro cine
al que asistíamos era el cine Humaya, además enfrente
había una cenaduría del señor Tino Rojas, quién era
empleado del periódico y nos invitaba a comer el caldo
de la carne que cocían para las tostadas.
78 S U C IU D A D

También, el m ercadito Izabalde la calle Cañedo,


donde se dieron a conocer y se comían muy sabrosas las
enchiladas del suelo. Se llamaban así porque la señora La
Güera que las vendía tenía su comal en el suelo, después
se hicieron tradición.
Atrás de la editora corría el río Tamazula donde mis
hermanos y yo, seguido solíamos ir a nadar y hasta dejá­
bamos de ir a la escuela por ir a bañarnos al río. En una
ocasión jugando con una pelota le pegamos con ella a
un señor que resultó ser policía y nos levó detenidos a
la barandilla. Ésta estaba casi junto al periódico donde
vivíamos y después de varias horas nos dejaron libres.
Cóm o olvidar el tren cañero llamado El Tacuarinero,
el cual tenía su estación en donde se ubicaba la tienda
Ley, cerca del estadio de beisbol General Ángel Flores.
Este tren recorría a un costado del centro de la ciudad
y salía cerca de la estación del Ferrocarril del Pacífico,
haciendo su ruta hacia Navolato y Costa Rica, jalado
por una locomotora negra la cual trabajaba a base de
leña y carbón. Su pitido era muy singular y nostálgico.
También recuerdo el puente Cañedo,único que unía a la
ciudad con la colonia Tierra Blanca; este puente llegaba
al Hospital Civil.
Con el tiempo, en el periódico empecé a trabajar
com o ayudante tanto en la prensa impresora como
en linotipo y fotograbado. Un hermano del licenciado
Millán, don Pepe, abrió una fábrica embotelladora de
refrescos llamada Jarritos de Sinaloa. Poco tiempo des­
pués (1963) la editora de E l Diario de Culiacán quebró y
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 79

nos despidieron. Com o yo estaba casado la situación era


difícil y tuve que irme a Mexicali con mis tíos a buscar
trabajo, pero tampoco me pude quedar por el clima que
le cayó mal a mi familia. Regresé a trabajar a Culiacán
sin éxito y finalmente en Mazatlán me quedé a trabajar
en la empresa de los transbordadores a La Paz”.
8o S U C IU D A D

Sus lecturas favoritas:


Alegorías poéticas a Culiacán

Culiacán

“Emperatriz que guardas los sacros lares míos,


y en cuya f a z reflejan las ninfas de los ríos
que como dos vasallos que tu belleza encanta
se adunan presurosos para besar tu planta.

H ada buena que en tiempo de próspera fortuna,


Meciste en tus manos pentélicas mi cuna,
Y al agitar tu vara de virtudes, inquieta,
En mi lugar hiciste los sueños del poeta,
Y hoy, entre las tinieblas de mi alma desolada
Enciendes como estrellas los ojos de mi amada.

Yo te he visto en las tardes cual fabulosa reina,


Cuando el sol declina sus cabellos despeinada
Perfilar tus encantos en el celeste domo
Com o en un abanico de esplendor policromo

H e mirado tu corte de nubiles doncellas,


D e cuerpos voluptuosos y de pupilas bellas,
Pupilas fascinantes cuyo fondo atesora
Las sombras de la noche y el fuego de la aurora.”

Fragmento del poema C uliacán del poeta culiacanense


Jesús G. Andrade “Chuy Andrade”
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 81

Alegorías Poéticas a Culiacán

“Los ríos de agua iluminada, los arroyos de temblor


argentado, las lluvias de cristal, el verde transparente de
arboledas y montañas, el espejo inmenso del Océano
Pacífico y la pureza azul de sus distancias esfumadas,
aumentan la luz perfecta del sol de Culiacán que incendia
tardes y corazones, en la hora mona que gravita sobre el
destino común de las bestias y los hombres”.
“La luz de enero navega visiblemente en la mirada de
las mujeres; los aires de marzo flotan sobre los naranjos
doblados de luz; abril es un incendio de plata y millares
de pájaros en vuelo; junio es boa que inclina las casas
con su aliento; septiembre es el arcoiris; octubre es un
llanto de palomas y diciembre es un fantasma tremante
de esperanza y de frío”.

Enrique Félix Castro “Guacho”


Poeta Culiacanense

►Enrique
Sánchez A lo n ­
so, compositor
del himno de
la ciudad.
S u E q u i p o SOCIAL: EMPLEADOS,
V E C IN O S Y CIRCU LO DE A M IG OS

n la casa: los cargos de cocinera, recamarera y

E planchadora, eran ocupados por tres personas. En


el tiempo que a mí me tocó, ellas fueron: Adela
(cocinera), Teresa (planchadora), Lupe, Sara y Victoria
en las recamaras, ellas después se organizan y forman
una cenaduría. Eran de un rancho llamado los Vasitos.
En la Mercería Félix, mejor conocida por El Fénix:
Félix Benito Pico, Tío Félix “Feliciano” responsable
de la sección de fotografía; Sergio Aguirre, “Tonchi”,
trabajó un tiempo com o administrador, becado en
Monterrey; Emilio y Timoteo Uribe, el “Compadre” y
“Timo”, respectivamente, al primero lo adoptó casi como
de la familia, fue su asistente personal en la empresa de
transportes, Timo era “varillero” comisionista, llevaba
mercancías a vender a los campos agrícolas en una Van,
tipo “Perica”; Darío Corrales “Loco Darío”, Juan Alvara­
do, El Oso u osito mentiroso responsable de la atención
a los bancos y en tiempos libres “batboy” correbolas de
los Tacuarineros; Manuel Martínez, “El M ochomo”, ayu­
dante y también auxiliaba al Club de Béisbol; Guadalupe
Aguilar, “Lupillo”, fotógrafo y ayudante de Manuel en el

82
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 83

taller de revelado de fotografía, murió trágicamente; Luis


Jacobo “jacobón”, técnico en fotografía; María “M ery”,
la heredo don Pepe Castaños, a cargo de la tienda El
Fénix que estaba por la Juan Carrasco; Bety y Chayo
Inzunza, despachadoras en mostrador; Gloria Gaxiola
y Mercedes, asistentes.
Empleados de la gasolinera: Víctor Pico, “Tío V íc­
tor” o “Tokio” Gerente en los primeros años, junto con
Manuel; Chabelita, secretaria, asistente general de doña
Elsa; don Félix Pico, “Papá Félix”; Juan “La Juana, el
Joto”, “El Chino” Chang, El Chabelo, El Rino, El Negro
José “El llantero”.

▼M anuel Félix, fam ilia y empleados.


84 s u E Q U IP O S O C IA L : E M P L E A D O S , V E C IN O S Y C IR C U L O D E A M IG O S

E n Transportes

Los choferes de taxis: Manuel “El Chino” Chang, el


comandante Mario “Pela vacas” Franco, “El Perico” Fi­
gueroa, “el Chato” Zabalsa, Elías Gil, el “Beiby” murió
en un accidente de tránsito regresando de Altata;
Los choferes de transportes de carga: José Camacho
“El Cubano”, probablemente fue el que indujo a don
Manuel a meterse en este negocio, fue chofer de tráiler
después de que se terminó la Liga de la Costa del Pacífico
en donde trabajaba con los “Tacuarineros”, como Scout o
buscador de peloteros extranjeros, de procedencia Anti­
llana, su dominio del idioma inglés y su conocimiento del
Rey de los Deportes le permitieron desempeñarse como
asesor del Club de Béisbol; “Loca” Ramírez, también
se convirtió en chofer de camión tipo torton al término
de la liga de béisbol, allí fungía como masajista de los
peloteros; “El Güero” Patón, Aristeo “El Canteado”, “el
Chupa”, “El Sandy”, el Robert, el Marín; en el taller como
responsable de suministro de refacciones, Cabanillas
“Caguamillas” y en los últimos tiempos como asistente
ejecutivo de Manuel, Miguel “el Güero” Muro.

Vecinos del B a r r io de la C o l ó n
esqu in a con M o r e l o s

D e los vecinos de la Colón esquina con Morelos se re­


cuerdan: Ramón Escobar; Tere y Esteban Moreno, trans­
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 85

portistas de la ruta Culiacán-Navolato-Altata; Chepe y


Cuquita Cabanillas, tenían un taller de zapatos donde
elaboraban a mano y a la medida toda clase de artículos
de piel como zapatos, bolsas y cinturones; desde luego
recuerda a la familia Aguilar Bernal, conformada por el
licenciado Saúl Aguilar Pico y su esposa Socorro Bernal
de Aguilar, quien era hermana de Cleotilde Bernal espo­
sa de Rigoberto, su hermano. En la acera sur de la misma
calle Colón, próximo a la esquina con Morelos, estaba el
restaurante Tai Pak, cuando sus propietarios acababan
de llegar a Culiacán; de recién casada, la pareja formada
por Elsa y Manuel vivieron en la casa que albergó el tan
popular restaurante.
En su barrio habitaron muchas respetables familias
del viejo Culiacán: los Zambada, D e la Vega, Burgueño;
a la vuelta por la Morelos al sur, don Manuel Moreno,
doña Trinidad Noriega, el doctor Espiridión Chávez, mé­
dico partero de la familia; Félix Benito Pico su cuñado,
responsable de la sección de fotografía de El Fenix, su
esposa María Aguirre y sus hijos Angélica, Gadier, Elsa
y Melba; hacia al norte por la Morelos vivía la familia
Cebreros Murillo y muchas otras. Los establecimientos
comerciales de este antiguo sector de la ciudad fueron
en su mayoría restaurantes y cenadurías: El Oriental, de
comida china, ubicado en la esquina de Colón y Morelos;
las cenadurías: de doña Lola Castaños y El Principal, de
la familia Sanz, estaban junto y frente al famoso Cine
Colón, propiedad de don Alejandro Rodríguez. Por la
Escobedo casi esquina con Morelos estaba la tortillería
El Pato Pascual.
86 SU E Q U IP O S O C IA L : E M P L E A D O S , V E C IN O S Y C IR C U L O DE A M IG O S

L o s vecinos del B a r r io de la C o l ó n ,
esqu in a con D o n a t o G uerra

Los Niebla, Benito Niebla e Ina Álvarez y sus nueve hijos,


Mariano Góm ez yJuana y dos sus hijos Beto y Abelardo;
Doña Lola Flores, madre de don Mariano, con su hija
Martha Góm ez y sus nietas, Guillermo “M emo” Barraza
y Olga, Socorro “Soco” Castillo con tres hijos Marco
“Burro”, Guadalupe y Paty; Los Romero y doña Picuta,
Los Aispuro, propietarios del famoso almacén de Ma­
deras Finas; “Calvo” Palazuelos, cocineros que mataban
cochi para hacer tamales; el “Gilillo Villareal”, pelotero
profesional, segunda base de los Tacuarineros; Doña T i­
chy y Don Sebas Arellano, María Sánchez, los Velázquez
M endoza, G regorio
“G o y o ” V elázq u ez,
compadre y Los Vai-
bures; M iguel Ángel
y Enriqueta “Queta”
Rico, y todos sus hijos
e hijas, sobresaliendo
por su fama “el C h i­
ch o ”, El R ó m u lo y
El Tavo; Rigoberto y
“Güero” Fonseca; el
“C h in o ” Niebla; los
Béj ar, Mario Vej ar; los
a Profr. Luis Flores Sarmiento, su Landgrave Manjarrez,
gran amigo.
propietarios del edifi­
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 87

cio de departamentos, donde vivieron: Juan S. Millán,


Roberto Zavala Echavarría, familia Fuentes; los Pauwel,
Inga y Leo; los Duarte; los hermanos Murillo “El Rata”,
Bella, “El Tecolote”; Los Sanz “Güero”, propietarios de
la cenaduría El Principal

C ir c u lo de amigos

Realmente es un atrevimiento tratar de relacionar los


amigos de don Manuel Félix, pues se corre el riesgo de
que falten la mayoría, se puede decir que él era amigo
de todo Culiacán, le decían que lo conocían hasta los
perros y los locos del mercado. La popularidad de don
Manuel tenía su origen en su carisma personal y en su
establecimiento El Fénix, cuya ubicación, en el mero

* Con sus mejores amigos en la cenaduría de don domingo


Morales.
88 SU E Q U IP O S O C IA L : E M P L E A D O S , V E C IN O S Y C IR C U L O D E A M IG O S

centro comercial de la vieja ciudad, contiguo al Merca­


do Garmendia, fue su plataforma para darse a conocer
entre toda la población citadina y de las rancherías de
los Altos, valles y la Costa.
Pero no se puede dejar de mencionar a los siguientes:
Su mejor amigo y compadre, el Profesor Luis Flores
Sarmiento (Botica Nacional y Farmacia Lux), Aurelio
Aguirre “Viejo Prieto” (Materiales de construcción),
Miguel Ángel Rico “M ike” (Almacén de ropas Rico),
José Camacho El Cubano (D T del equipo de béisbol),
Hermanos Castaños (Tienda de abarrotes), Los her­
manos Alejandro, “compadre” y Macario Armenta Soto
(La Única y La Realizadora, Tiendas de abarrotes), D o ­
mingo “Mingo” Morales y doña Romualda (Cenaduría
y refresquería del Pasillo Garmendia); Mariano Gómez,
de Central de Regalos; Feliciano y Lidia Jiménez, pro­
pietarios de “Casa Liz”; Ignacio “Nacho” Campos, de la
Competidora; los Hermanos Farjí de “Farjí el Barato”;
Anastacio Moreno, “Tacho Cambalacho”; “El Güero”
Rea (Funeraria); Antonio Campaña (Narrador de te­
soros escondidos), don Arnulfo Aguilar, compadre de
Navolato; el “Chito” Miller, compadre; Gregorio Veláz­
quez, “compagoyo”, Eduardo Pascual, venía de vez en
vez desde México, D. F.; Andrés Moncayo, dueño de la
cantina “El Tambor”, de Hidalgo y Rubí; Manuel Verdu­
go Alvarado, de Farmacia La Moderna; Agripín Acosta
y José Quiroz, coleccionistas de monedas; Humberto
Gastélum Sánchez y Alej andro García García, entre
otros muchos.
T e s t i m o n i o s d e s u s H ijo s,
h ija y a m ig o s

T e stim o n io de F l o r

omo única hija mujer entre nueve hermanos me

C siento muy bendecida y muy agradecida con Dios


por haberme dado a unos padres ejemplares. Yo
siempre he dicho que la herencia más valiosa que reci­
bimos de nuestro padre fueron los valores con los que
él vivió para servir y ayudar a los demás: su sencillez,
generosidad, humildad, y agradecimiento a Dios y con
la vida hicieron de él una persona feliz, tranquila y amo­
rosa, que disfrutaba con alegría de todo lo que hacia, su
trabajo, su familia y sus amigos.
D e papá yo recuerdo cuando visitaba su famosa
tienda El Fénix, donde había toda clase de artículos
y de juguetes, que cuando yo visitaba con mis amigas
salíamos cargadas de regalos, y en las navidades, de los
pinos naturales que traían de Canadá y llegaban a la casa,
escogíamos el más grande y frondoso , y la nochebuena,
cuando Santa Claus llegaba lleno de regalos, toda la sala
de la casa parecía una juguetería, desde teleférico eléc­
trico colgado de las escaleras, carros y trenes de control

89
90 T e s t i m o n i o d e s u s H ijo s , h ij a y a m ig o s

remoto, muñeca gigante que hablaba y caminaba, hornos


mágicos de pasteles y de horripicosas, bicicletas, patine­
tas, juegos de te, pontenis, globalón etc. Cóm o olvidar
esa mañana cuando despertábamos y encontrábamos ese
mundo de juguetes que él nos traía de Estados Unidos,
las últimas novedades.
Cóm o olvidar aquel día cuando con mucho orgullo
nos presumía el carro nuevo de los años 1920 que le
compró a su Chalito, un flamante Ford con visera que
había comprado a don Luis Larraudi para que su Cha-
lito se lo llevara a Guadalajara y nosotros sin saber y al
verlo estacionado afuera de la casa, le hacíamos burla a
Chalito de su nuevo carro, cuando él sale y nos dice que
no les gusta el carro que le compraron. Finalmente no

▼ Chalito, Celina, Elsita y Tony.


M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 91

supimos que hizo con el carro pero hoy fuera una joya
automovilística.
Cuando fue a Guadalajara, donde yo estudiaba
Administración Turística, a comprar una Agencia de
Viajes, acompañado por mi tío Tony, y cuando le dieron
el precio, dijo: “Está gorda Antonia”, eseera uno de sus
dichos, y en ese mismo viaje cuando se sentó a que mi tío
Tony le diera de desayunar, ¿Qué vamos a desayunar, mi
Tony?”, mi tío Tony le dijo:“Aquí si te vas a fregar, cada
quien se hace lo suyo”. El no se servía ni un vaso de agua.
También en esas idas a Guadalajara, cuando su amigo
incondicional, el famoso Pelavacas, lo dejó en el centro
y no fue por él, llegó a la casa asoleado y enojado con
él porque lo había dejado allá, y cuando llegó le dijo:
“Pelos, ¿donde te metiste?, te anduve buscando mucho
y no te encontré, y con toda la calma que lo caracterizaba
le respondió:“Sí tú, en el almanaque me has de haber
buscado”, y se dio la media vuelta. Jamás lo vi enojado,
ni gritar. En una ocasión, cuando mamá le gritaba y re­
clamaba que ya le debían mucho en la gasolinera y no le
pagaban, que eran unos sinvergüenzas y que ya no les iba
a dar gasolina, él, calmadamente le respondía: “Sí mujer,
sí, lo que tú digas, ahorita te mando pagar”, y se daba la
media vuelta y me decía, “Hummm, tu mamá, ¿cómo la
ve m 'ija?, es como ver llover y no mojarse”, o sea que no
le calentaba ni el sol.
Otras de sus famosas frases eran cuando las esposas
de los traileros le iban a pedir el gasto de la semana a la
tienda, y les decía: “¿Cuánto quieres, mujer?, hummm,
92 T e s t i m o n i o d e s u s H ijo s , h ij a y a m ig o s

pues te irás a casar, o Irás a poner casa aparte, no la ha­


rás con tanto”, o sea que siempre le regateaba a lo que
le pedían. También cuando preguntaba por alguien, y
andaba de viaje o de fiesta, decía: “¡Qué felicidad! Y
uno que no puede salir ni a la esquina”Com o hija única
y ya siendo la octava no me tocó mucho convivir con
él, como lo hicieron mis hermanos mayores cuando los
llevaba al Béisbol, a jugar G o lf y de paseo; mi relación
como padre a hija siempre fue de mucho respeto y sólo
me preguntaba:“¿Cómo amaneció m 'ija, cómo le ha
ido?”, y nunca me regañó; sólo en dos ocasiones me
habló fuerte a su modo y me dio mucho sentimiento.
Una vez que mamá salió de viaje a Europa y me dejó
encargada con la Adela, nuestra segunda mama, y yo
acostumbrada a pedirle permisos a ella, me quedé a
dormir a casa de la Paty Romero, mi amiga y vecina, y en
la mañana que llegué muy oronda a la casa, que me dice,
“¿Para dónde andabas, dónde dormiste y por qué no me
pediste permiso?, yo contesté: “Es que yo a usted nunca
le he pedido permiso, siempre a la Adela y a ella le avisé”,
y me contestó: “Pues, ¿qué yo estoy pintado aquí? Mejor
hubiera tenido puros hombres, porque usted algún día
va a salir con su gracia”, y estas palabras nunca se me
olvidaron y no le guardé rencor, pues de cierta forma se
lo agradezco porque me hicieron tomar conciencia. En
otra ocasión cuando choqué un Dodge Dart verde nuevo
de Jaime, mi hermano, me dijo: “M 'ija, que se fregó en
el carro de Jaime”,y hazte de cuenta que me hubieran
pegado, me dio un sentimiento, acostumbrada yo sólo
a que me chiquearan y todos me consintieran.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 93

Ya para casarme pasó algún desacuerdo entre nosotros


y luego me comenzó a llamar: “Doña Flor, eres igualita
que tu mamá, no se les puede decir nada”, así ,me decía
y yo entre mí pensaba:(y a mucha honra soy como mi
mama y seguiré siendo con ese carácter alegre, peleonera
hasta no luchar y conseguir lo que me propongo.) Yo
creo que con mi papa nunca tuve la preferencia por ser la
única mujer, y qué bueno, se lo agradezco porque yo de
él solo aprendí cosas positivas que a diario me enseñan
a ser una mejor persona y trato de vivir con los valores
que él y mamá nos enseñaron.
Gracias, papá, por tu gran ejemplo de vida, por ser
congruente entre lo que pensabas y hacías, por tu gran
calidad humana. H oy eres nuestro orgullo y patrón a
seguir, pues dejaste en nuestros corazones los valores
de humildad, generosidad, responsabilidad y respeto a
ti mismo y a los demás y por ser un gran padre, esposo
y amigo
Te quiero mucho, papá, y te pido perdón por lo que
yo te haya ofendido. Siempre te recordaré con todo mi
agradecimiento y cariño.
Tu hija, Flor.
T e s t im o n io de E ste b a n

i amá con sus reclamos le decía a mi apá: “¿Qué


M no sabes decir que no?”, por los problemas eco­
nómicos que con frecuencia se le presentaban por dar
créditos o firmas de aval.
Siempre que llegaba mi amá a la casa con gritos y
reclamos, mi apá le decía:“¡Hay llegó la leona!”.
El día que me casé por el civil con Elisa le avisé por
teléfono desde Ensenada a mí mamá, mi papá al saberlo
no le pareció, ya que no le tomé su parecer y menos invi­
tarlos, fue una ingratitud haberle hecho eso como padres.
Los huaraches de cintas gruesas los consideraba poco
varonil, para él sólo se los ponían los afeminados, como
era el caso del florista que le decían Teodorón, que era
conocido por arreglar a las comparsas del carnaval.
Creo que vivía por la colonia Mazatlán, por la Caseta 4
de policía.
M i apá me contaba que antes las mercancías llegaban
al mercado Garmendia en carretones jalados por caba­
llos que los manejaban unos peones que les llamaban
tamemes, gente de la sierra de aspecto rudo, vestidos
con cueras, sombrero ancho y huaraches de correas, con
sus machetes y látigos.
En el Pasillo de los Locos -com o lo llama Ulises C is­
neros- frecuentemente aparecían tirados descansando

94
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 95

y ahí dormían algunos locos, tenían aspecto muy des­


agradable, mechudos y sucios, esos personajes que nos
asustaban y que también les llamaban los robachicos.
Aunque había locos de todo tipo, como fue Lupita”, la
Novia de Culiacán, un personaje urbano con una triste
historia que la llevó a la locura. Todos los días hacía un
recorrido por las calles de Culiacán, vestida pulcramente
con un traje de novia blanco y su cara maquillada; día
tras día, sin importar el clima, con frio, calor, lluvia o
viento chubasquero, Lupita hacía el recorrido a la misma
hora por el centro de la ciudad al atrio de la Catedral.
La recuerdo desde 1966, cuando pasaba por el pasillo y
llegaba a la tienda El Fénix, era atendida por algún de­
pendiente, más que todo para conversar y le invitaban
un refresco o agua.
Todas las tardes, y entrada la noche, se reunían los
amigos de mi apá en la mercería, para comentar las
noticias de todo tipo, desde lo cotidiano, la política y
el deporte. N o faltaban las charras o vaciladas; una de
esas personas era el Güero Rea, que llega con su cinta
métrica en la cintura y al que se descuidaba le empezaba
a tomar medidas -era para hacerle su estuche- ya que él
era sepulturero. Para algunos la broma no era buena, se
molestaban y todos se reían de él, entre ellos “el Mocho-
mo”, el Emilio. No faltaban también los que les gustaba
vacilar haciéndose pasar por homosexuales para estar
molestando a algún personaje.
96 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

L a casa f a m i l i a r

La casa familiar la compró mi apá en 1953, ubicada en la


calle Cristóbal Colón #394 Poniente. y Donato Guerra.
Es una construcción de finales del siglo XIX o principios
del XX, de una sola planta, con características de arqui­
tectura rústica, en forma de U con las habitaciones en
torno a un patio, con un amplio pasillo con arcos, y para
tener acceso se abría un portón con zaguán principal de
madera gruesa con dos puertas, con la entrada por la
calle Colón (es ahora la entrada de la casa de la familia
Niebla Álvarez), con un amplio patio que llegaba casi
hasta el bulevar Madero. Los techos altos construidos
con vigas de madera de amapa y con pilares centrales
de soporte. Las ventanas eran enrejados de fierro, altas
y con ventanas de madera de cuatro hojas. La altura de
\l
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 97

los muros hasta unos 8 metros de adobe y rematados


con una cornisa o saliente. Por la parte del patio se tenía
acceso por un portón (No recuerdo como era*).
No sé cuándo se dividió la casa, quedando separado
el patio central, en la esquina la casa de mis padres y al
otro lado la casa de los Niebla, que por muchos años se
les rentó.
Cuando se hicieron las remodelaciones de la casa,
en 1956, el espacio que ocupa hoy el comedor y la re­
camara que da a la Donato Guerra era una palapa con
jardín alrededor, a la sombra de una enorme y frondosa
ceiba, y la cocina era un cuarto amplio y alto que tenía
hornillas para leña para estufa y horno, un comal para las
tortillas, un molino de nixtamal de mano, los muebles
para las hoyas y trastos, y la alacena que colgaba del techo,
además como desayunador una mesa de lámina (de la
cervecería Carta Blanca) con cuatro sillas. Para el agua
fresca o potable se tenía una destiladera de roca excavada
que era el filtro, una hoya de barro, un pocillo de peltre
y todo dentro de un mueble de madera como enrejado.
En el alto se construyó una recámara para mi Papá
y una terraza, una escalera con escalones blancos tipo
mármol, con barandal de estructura metálica con formas
de rombos y ángulos de color negro. La terraza amplia
con una jardinera en forma de L, que tenía vista hacia
la calle Donato Guerra, al extremo se distinguían las
cúpulas amarillas de la iglesia del Santuario.
La casa de arriba, segundo piso, en un principio se
la rentaban a los peloteros que venían de fuera y que
98 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

jugaban en el equipo de los Tacuarineros. Después, por


muchos años, se le rentaba a doña Lupita con sus hijos,
Fernando y Aidé Salcido, asimismo una enfermera que
la asistía, Olimpia Fierro.
Angelina viuda de Rivas (vive en Tijuana) y su her­
mana Gloria fueron un tiempo huéspedes de mi abuela
Cuca y vivieron en la casa de la Donato Guerra.

L a s e m p le a d a s d om ésticas

En la casa los cargos de cocinera, recamarera y plancha­


dora, eran ocupados por tres personas. En el tiempo
que a mí me tocó, ellas fueron: Adela (cocinera), Teresa
(planchadora), Lupe, Sara y Victoria en las recamaras,
ellas después se organizaron y formaron una cenaduría.
Eran de un rancho llamado Los Vasitos.

C ó m o m u r ió el ab u elo L o r e to

Un rayo es una descarga eléctrica que se produce entre


nubes de lluvia o entre una de estas nubes y la tierra. La
descarga es visible con trayectorias sinuosas y de rami­
ficaciones irregulares, a veces de muchos kilómetros de
distancia. A una velocidad de 22,000 km/h y con una
carga de 300,000 vatios de electricidad, un rayo cae y
calienta el aire a su alrededor hasta 28,000 °C, cinco
veces la temperatura de la superficie solar. El abuelo L o ­
reto tuvo la mala fortuna de estar en su camino, recibió
una terrible descarga eléctrica. Los rayos matan al 30%
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 99

de las personas que los reciben y el resto sobrevive con


discapacidades permanentes, cuando un rayo recorre
el cuerpo así, ocurre lo que se llama una combustión
súbita. También puede fluir a través del cuerpo y salir
por las piernas o por algún pie, y causar daños internos
(González, 2008).
Cuentan que el abuelo se encontraba en el campo
agrícola de Amatán, y durante una tormenta salió a lla­
mar a los peones para que se protegieran de los rayos,
cuando levantó la mano para hacerles señales, él tría un
anillo con piedras preciosas en la mano que levantó. Tal
vez esto atrajo al rayo o el árbol que estaba cercano a él.

E l p r e m i o de la L o t e r i a N a c i o n a l ,
le cayó “ el g o r d o ”

En 1980, se sacó un premio de cerca de un millón de


pesos, mi hermano Manuel, “Chevel”, y Margarita, Magy.
A ellos mi papa' les encomendó ir a Mexicali para hacer
pagos de los camiones de la Keenwood; de regreso com­
praron un carro Ford Galaxy, recorriendo la península de
Baja California y llegaron hasta La Paz, con la sorpresa
que fue un regalo para mí de parte de mi papá.
El vendedor de los cachitos de lotería era un perso­
naje exótico, se vestía muy colorido y a veces traía una
serpiente viva enredada en el cuerpo. Siempre le llevaba
a la tienda los cachitos a vender. También, si mi apá no
tenía dinero para comprar los cachitos él se los dej aba, y
la condición era que le regalara parte del premio.
100 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

S u gu sto p o r la mús ica


t r a d ic io n a l sinaloen se

Además de todo eso, tenía pasión por las colecciones


de monedas, timbres, postales y todo aquello que le
permitía formar un álbum. D on Manuel era un hombre
de hábitos y aficiones. Le gustaba coleccionar timbres
y tarjetas postales. Desde el mostrador de su negocio El
Fénix se convirtió en un experimentado coleccionista de
monedas antiguas que adquiría de quienes se las ofre­
cían por interés económico. Basado en la experiencia y
conocimientos sobre numismática, que poco a poco fue
adquiriendo, valuaba monedas antiguas a sus amigos o
a cualquier persona que solicitaba su opinión.
En esta actividad también se ganó la confianza de la
gente, a grado tal que algunos afortunados buscadores
de tesoros o entierros,denominación acorde con nuestro
lenguaj e tradicional, le llevaban hasta el mostrador de su
negocio, en talegas, monedas de oro y plata de distintas
épocas para que las valuara o recomendara un postor.
Sus amplios conocimientos los compartía desinteresa­
damente con otros coleccionistas o personas amantes
de la Numismática. Logró formar una valiosa colección
de monedas mexicanas, en particular las acuñadas en
la Casa de Moneda de Culiacán, durante su operación
en la segunda mitad del siglo XIX, misma que posee
actualmente su familia.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 101

M úsica

Todos los sinaloenses quisiéramos que al nacer nos


recibieran con la banda de música, lo mismo cuando
nos despiden de este mundo. La tambora de ese tiempo
tocaba las piezas de moda como “El Toro”, “El Quelite”,
“El Guango”, “A h que mis tiempos”, “El Cuervo”, “El
Coyote”, “El Tecolote, “La Barrigona”, “La Reventada”,
“La Culebra Huevera” y muchas más.
En las fiestas de aniversario o en su santo acostumbra­
ba a festejarse el día de Corpus Cristi, tercer jueves de
junio (en este año de 2014 cayó en jueves 19 de junio),
la tambora tocaba en el pasillo de la entrada de la casa.
Recuerdo que eran grandes festines y uno que otro día
con tormentas que cortaban la electricidad y se tenía que
continuar con velas y lámparas.
En uno de esos apagones, alguien se disfrazó de la
novia o espanto de la casa que según mi hermano M a­
nuel, de cariñoChevel, decía que se aparecía en el pasillo
que da al patio. El espanto se apareció en el centro de la
sala, donde algunos estaban bailando; al verlo muchos
se aterrorizaron y alguien tomó una silla y se la estrelló
en la cabeza, terminando todo esto en una tragedia, ya
que tuvieron que llevarlo al hospital.
La familia de los músicos Anaya Landeros que tenían
la orquesta de música del Cachi Anaya, de don Salvador
Anaya Tostado, fueron estos intérpretes de aquellos inol­
vidables bailes en el Club Humaya, eran los integrantes
102 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

de la Orquesta Royal. Siempre existió una amistad entre


los Anaya y mi apá, desde jóvenes eran amigos de los
hermanos Salvador yJosé, además, que radicaban por la
calle Colón y Obregón, cerca de nuestra casa. Don José
“El Cuate”, desde muy joven salió a buscar su suerte al
norte, quedando en la Bella Cenicienta del Pacífico, el
puerto de Ensenada, BC.
Don Salvador El Cachi decía que la música de aque­
llos años era más bonita y se escuchaba con más senti­
miento. Sin embargo, la música de estos tiempos es más
estridente y no se puede oír o complacer. Había más
nobleza, pues ahora se utiliza más la droga y se pierden
por completo los sentimientos de todo género. A pesar
de estar perdiendo la vista, El Cachi, en 1934, tomó la
decisión de formar su primera Orquesta Royal, que
marcó una importante época por sus interpretaciones
musicales. Después, formó con sus tres hijos, Jesús, José
Salvador y Carlos, la orquesta que hoy todavía lleva su
nombre Cachi Anaya. Toda una época de música popu­
lar, clásica y semi clásica en aquella inolvidable época de
los cuarentas.
T e s t im o n io de G u stavo

ecuerdo a mi papá por su inteligencia natural y su


R capacidad para, con frases o dichos, -quizás de su
cosecha- , comunicar algo que sirviera como ejemplo,
buenos ejemplos, o para dar respuestas de manera sor­
presiva e hilarante a una situación que le resultaba incó­
moda o para comprometerse con algo. Desde luego esta
faceta de su personalidad la exteriorizaba con su lenguaje
sencillo, directo, coloquial, del puro estilo sinaloense.

103
104 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

Estas son algunas, Frases, Dichos, Respuestas que le


gustaba repetir:
A l mundo vine “Bichi”, lo que traigo encima es ga­
nancia.
tien e más el rico cuando empobrece, que el pobre cuando
enriquece.

Respuestas cuando algún hijo o empleado le pedían


Dinero:
N o la harás con un “ Veintén"
Upale, pues que te vas a casar.
Está Gorda Antonia.

Cuando alguien no se venia competente para algún


oficio:
Se ve medio “M ariachi ” el amigo
Es medio Bartolo el Camarada.

En una ocasión temprano en la mañana estábamos


Luis, Manuel Félix y yo platicando en la Barra del bar
de la Colón, cuando llegó un cobrador y le pidió que le
pagara, le respondió:
— U yyy no hay con que, ¿Porqué crees que estamos
aquí reunidos?
Cuando el W irry fue a cobrarle en un bocho le pre­
guntó:
— ¿Y ese carro D on Wirry?, es para las vueltas de la
oficina le respondió. Que felicidad le dijo, Uds. tienen
carros para todo y uno que ni para ir al Altata hay.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 105

Algunas veces en la tienda no tenía para dar el cambio


cuando le compraban algo, por lo que decía:
— En una vuelta que se de por el mercado tu mujer
dile que pase por el cambio.
Aquí le traigo una Letra vencida Don Manuel, Ay
mijito se vence el acero
A l pedirle a una señora la firma de reconocimiento
para cambiar algún giro, ¿Ud. es Fulana de tal? N o res­
ponde.
— Es la hija de mi hermana y no puede venir porque
trabaja. Pero hombre ni por dinero puede faltar. ¿Y trae
alguna identificación de ella? ¿No? ¡¡¡¡A que Doñita!!!!
y le firmaba el giro.
Habría que recordar más porque estoy seguro faltan
muchas muy buenas.
T E S T IM O N IO D E J A IM E

L a gran a m is t a d entre
m i p a p á y el P a d r e B a r r a z a

En la familia sabemos muy poco acerca de la estrecha


amistad que mi padre tuvo con MonseñorJosé Lorenzo
Barraza Mota, quien además de haber sido un sacerdote
muy humilde y querido por todos, no podía ser de otra
manera, pues Culiacán era una ciudad muy pequeña; fue
el promotor de la construcción del templo del Carmen
en Culiacán y luego Párroco de la misma durante toda
su carrera eclesiástica.
No obstante este desconocimiento, tengo la presun­
ción de que la religiosidad de mi padre, o mejor dicho
los valores morales que en vida profesó, se deben a esta
relación amistosa entre ambos.
No tengo muchos datos sobre el trato que se dispen­
saron, pero si guardo en la memoria el hecho de que mi
padre nos inculcara la fe cristiana haciéndonos cumplir
con ir a misa los domingos, acompañándolo a él, a la
Capilla del Carmen, a escuchar la misa de doce que
oficiaba Monseñor Barraza.

106
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N

En la Navidad del año 2012, asistí a un concierto de


música navideña interpretada por el coro de la parroquia;
era una de las actividades culturales que promovía el Pa­
dre Melitón en su parroquia para deleite de los feligreses.
En esa ocasión el Padre Melitón, que por cierto también
tuvo el distintivo eclesiástico de Monseñor, como el Pa­
dre Barraza, igual que el siempre bien recordado párroco
del Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, el Padre M a­
nuel Orozco Madrigal, el famoso Padre Manuelito; me
pidió que conduj era el evento y eso me obligó a preparar
una semblanza de Barraza, entonces se me despertó la
memoria y lo que a continuación manifiesto es parte de
ese discurso, que ahora retomo:

“De inmediato afloró en mi memoria la figura, que desde


niño tengo, del Padre Barraza, este singular, emblemático
sacerdote de quien guardo gratos recuerdos y deseo com­
partirlos de nuevo, ahora con ustedes.

Recuerdo el gesto adusto, la mirada penetrante del


Padre Barraza detrás de sus características gafas; sus
manos siempre envueltas por un Rosario, su mente
elevando oraciones al Señor; se me hacía difícil percibir
sus emociones, pero algo en mi interior me decía que
ese hombre tenía un enorme corazón de niño y un alma
bienhechora.
Era costumbre de mi papá, Manuel Félix, llevarnos
todos los domingos al templo del Carmen a oír misa de
doce; lo hacía con asiduidad pues trataba de inculcarnos
su devoción y fe católica.
io 8 T e s t i m o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

* E l padre Barraza después de oficiar la boda religiosa de


Tomás Arroyo, apadrinados por M anuel Félix.

Siempre he pensado que mi padre fue un gran amigo


del Padre Barraza; estoy seguro que lo disfrutó mucho,
no solamente por la calidez de su trato, sino por todas
sus “ocurrencias y vaciladas” como calificaba el Padre
Toño Orozco a los frecuentes chascarrillos y jugarretas
que acostumbraba Monseñor con sus amigos.
Su amistad se fortaleció al calor del Rey de los D e­
portes. En la década de los años cincuentas estaba en
su apogeo la Liga de la Costa del Pacífico, el primer cir­
cuito profesional de béisbol en el noroeste de México,
donde don Manuel Félix, al lado de otros connotados
empresarios, entre los que estaba don Alfonso Zaragoza
Maytorena, don Enrique y Héctor Peña Bátiz, don Luis
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 109

Guillermo Echavarría, don Jesús Tamayo entre otros,


dirigían los destinos del Club Tacuarineros de Culiacán.
La Mesa Directiva del Club le otorgó al Padre Barraza
la concesión para vender tortas y refrescos dentro del
recién construido estadio General. Ángel Flores, activi­
dad que ejerció durante varias temporadas recaudando
fondos en beneficio de la construcción del templo del
Carmen.
Su gran afición por este deporte lo llevó a practicar­
lo y sentirlo espiritualmente. El Padre decía que en el
Béisbol se ponen en juego virtudes como la Prudencia,
la Calidad y la Fidelidad; de esta última decía que: “es
la característica de todo aficionado, de tal manera que
cuando no pueda taparse ni con un dedo, ni con toda la
mano el camino a la cola de su equipo, no sea ese motivo
de mandarlo a la porra”.
N o obstante haber nacido en Mazatlán, el Padre Ba­
rraza siempre se manifestó orgulloso de ser de Culiacán;
en el estadio, como cualquier otro fan del equipo local,
sin sotana por supuesto, vitoreaba al equipo tacuarinero
en las buenas y las malas, gritando “arriba Culiacán, no
es barba, es cariño”. La rivalidad eterna entre Mazatlecos
Patas Saladas y Culichis, el Padre la resolvió siempre
estando al lado de su equipo favorito: los Tacuarineros
de Culiacán.
El Padre Barraza fue también un gran prom otor
deportivo; quien no recuerda su empresa boxística
organizadora de peleas de box amateur y semiprofe-
sional; él organizó en Culiacán una memorable corrida
110 T e s t im o n io d e s u s h ij o s , h ij a y a m ig o s

de toros presentando a Manuel Capetillo y Antonio


Velázquez, grandes figuras de la tauromaquia nacional
en ese momento. Todos estos espectáculos, así como las
tradicionales Kermeses del domingo en el templo, fue­
ron importante fuente de recursos que el Padre Barraza
destinó para concluir y entregar a la ciudad la Iglesia del
Carmen, su gran obra a la que le dedicó buena parte de
su vida. Decía Monseñor: “por eso desde las primeras
horas del día, estoy en el timón de mi nave, en el tem­
plo, aceitando la maquinaria para echarla a andar con la
primera misa”.
El vínculo que tenía con la afición beisbolera y su
acercamiento con los beisbolistas lo convirtieron en el
sacerdote preferido oficiante de bodas religiosas que
causaron conmoción en la sociedad de esa época. Los
“peloteros” provenientes de otras entidades y del extran­
jero eran presa segura de la belleza de la mujer sinaloense,
y el Templo del Carmen y su párroco estaban siempre
listos para unirlos en matrimonio. Aquí juraron amor
eterno a sus parejas, todas pertenecientes a familias muy
reconocidas, los famosos: Guillermo Huevito Álvarez,
Héctor Chamaco Lara, Tomás PiyuyoArroyo, Alfredo
M oscón Jiménez, el M ilton Smith.
Aún conservo fotografías de esas ceremonias y obser­
vo que entre muchos y diversos personajes invariable­
mente aparecen siempre dos personas: el Padre Barraza
como sacerdote oficiante y mi papá, Manuel Félix, como
padrino o testigo.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 111

* En la iglesia del Carmen fu e la boda religiosa de Alfredo


“ el M oscón” Jiménez.

Estos dos hombres se admiraron y respetaron en


vida y a mi padre esto, sin duda, le arrimó una suerte de
paz y tranquilidad interior que siempre nos manifestó.
Es curioso, Manuel Félix nunca se manifestó como un
cristiano dogmático, sí, un hombre de fe y siempre res­
petuoso de otras creencias religiosas.
T E S T IM O N IO DE A N T O N IO
FÉLIX G AX IO LA

onviví muy poco con el, pero fue un gran ejemplo


C para mi muy trabajador y excelente persona siem­
pre te tendía la mano sin importar que lo hayas defrau­
dado seguí apoyándote, lo que recuerdo es que siempre
que le pedías algo que necesitabas te decía:
"Que no la hagas con esto (si le pedías 1000 pesos
para un libro te daba la mitad) y te obligaba a buscar la
otra parte Jajajaja desde ahí me enseñé a luchar por lo
que te importa y a no aferrarte a lo vano
Bueno era muy buena persona y un excelente padre
no tuvimos de más pero nunca nos faltó... lo extraño.

112
T E S T IM O N IO DE ROSENDO FLORES
ESQUERRA A M IG O DE L A FAMILIA

D o n M a n u e l Félix León

ombre con alto sentido de la amistad, ecuánime,


H tolerante, prudente, congruente y con un poder
natural de convocatoria rutinaria, con sus conocidos que
acudían a él para expresar sus vivencias, sus problemas
y a oír sus sabios comentarios y consejos.
El amigo más íntimo de mi padre, D on Luis Flores
Sarmiento, se reunían
los 365 días del año,
ya en la tienda o en la
“Nevería M orales”, de
D o m in g o M o rales y
Rom ualda su esposa,
todos los días a partir
de las 20:00 horas, a
platicar de todo y de
todos; se aderezaban
con la p rese n cia de
Gregorio “Goyito” Ve­
lázquez, Aurelio Agui- a Aurelio Aguirre Aguilar su
rre Aguilar, Humberto compañero de viajes.

113
V
I *

w
* En el estadio con Teodoro Mariscal.

Gastelum Sánchez, Alejandro García García, Dr. Juan


Anchondo Amezcua, por algún tiempo don Eduardo
Pascual y Mario Franco “El Pelavacas” o “El Perico”.
Con su cerebral paciencia, combinada con la hiperac-
tividad de doña Elsa Pico de Félix, su esposa, lograron
crear y consolidar una gran familia con excelentes hijos,
hombres de bien, respetuosos profesionistas, muy in­
crustados y queridos en nuestra sociedad.
Recuerdo su época de “Marco Polo“, los últimos años
de vida en compañía de D on Aurelio Aguirre Aguilar y
recorrieron casi todo el mundo; en viaje a Israel, don
Aurelio se devolvió a México y a D on Manuel, solo, lo
detuvieron las autoridades aduanales y migración, por
sospechoso; aquellos tiempos, aquellas lejanías, eran
pocos los que viajaban solitarios.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 115

D oy gracias a Dios nuestro señor, el que me haya


concedido coincidir en tiempo y espacio con gente tan
maravillosa como don Manuel y su honorable familia.
En memoria de nuestros padres, nos compromete
a todos nosotros a consolidar nuestra amistad por
siempre.
T E S T IM O N IO DE FER N A N D O
E SP IN O Z A DE LOS M ONTEROS,
A M IG O DE LA FAMILIA

J
aime, disculpa mi lentitud. En verdad mis recuerdos
en cantidad son pocos, no hice muchas cosas junto a
tu papá. Lo vi muchas veces en dos lugares solamente,
en su negocio por la Hidalgo, y lo que recuerdo es que
era una tienda con muchas cosas distintas. Había un
mostrador de cristales que daba hacia la Hidalgo, pero
también tenía entrada por el callejón que separa a las
tiendas del Mercado Municipal. Siempre estaba tu papá
ahí, y siempre que me acercaba me saludaba. Yo era un
niñito primero y luego un joven, pero no tengo otro
recuerdo que una cara sonriente, muy sonriente y una
mirada dulce, amistosa, cariñosa. M e sentía muy bien
cuando lo saludaba, me generaba confianza, amistad,
facilidad. Nunca una regañada o mirada reprobatoria.
M i papá y mi papá Rogelio, así le decíamos a Rogelio
Tena, casado con mi tía Alejandrina, hermana de mi
papá, Héctor R González, cuando iban con tu papá su­
cedía, no siempre, que yo iba. Yo creo que así fue como
tu papá me ubicaba, pero nunca lo pensé así, sino hasta
ahora que te escribo.

116
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 117

No recuerdo bien si había dulces, pero lo que un dulce


le ocasiona a un niño era lo que tu papá me ocasionaba.
Después lo veía en casa y nunca cambió en su relación
conmigo.
Bueno, Jaime, así lo recuerdo, no lo podía decir de
niño, cóm o hubiera podido si no tenía las palabras
adecuadas. D e modo que las palabras que ahora puedo
usar para decir lo que arriba dije, es que fue un hombre
generoso, amable, dulce, respetuoso que otorgaba la
dignidad humana que ahora nos hace tanta falta.
Ah, y ya que estoy en las memories, debo decirte que
te recuerdo actuando de soldado en una obra de teatro
en el t e c y que, gracias a ti, después me animé a actuar
y me apasioné tanto que quise dejar todo por el teatro.
También a ti te recuerdo con mucho cariño y a toda tu
familia que alcancé a conocer. A los cuatro mayores.
Manuel, Jaime, Luis Guillermo y, ah fregado, ya se me
olvidó al que se fue a vivir a Chihuahua. Y, curiosamente,
a todos los quise francamente y los sigo queriendo.
Un abrazo en el mismo tenor, con todo mi cariño.
Muchas gracias por permitirme recordar estas cosas
tan hermosas.

Tu amigo de antes, ahora y después.


Fernando
T E S TIM O N IO S REGISTRADOS
EN LIBROS Y MEDIOS
DE C O M U N IC A C IÓ N

U n h o m b r e qu e nació p a r a
h acer el bien: M a n u e l F é l i x L e ó n

Por Antonio Pineda Gutiérrez “Toñico”


o por fatalmente esperada ha sido menos sentida
N la muerte de Manuel Félix León.
Murió en la noche del miércoles -21:30 horas- y desde
ese momento la noticia del hecho lamentable se fue ex­
tendiendo hasta generalizarse en la ciudad. Y es que hay
hombres que por sus acciones, por su calidad humana,
su humanismo se convierte en parte misma de su ciudad.
Fue el caso de Manuel Félix.
Era un hombre que pertenecía a Culiacán. A l Culiacán
apacible de ayer y al Culiacán turbulento de ahora.
Culiacán lo hizo suyo porque fue un hombre bonda­
doso. Generoso, tal vez, hasta la irreflexión. Que yo sepa,
nunca se detuvo a medir las consecuencias de sus favores.
Los hacía porque nadie lo enseño a decir que no. Sé, me
consta, que frecuentemente se le presentaron problemas
serios por esa forma de ser suya; pero ni eso lo detuvo.
Hasta el día de su muerte fue el mismo Manuel Félix.
118
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 119

Fue un comerciante de éxito y durante más de medio


siglo se le pudo ver, en su mercería “El Fénix” -e n el
pasillo del mercado “Garmendia”- atendiendo personal­
mente a su clientela y dándose tiempo para desempeñar
otras actividades.
En los tiempos de la primera liga de la Costa del Pací­
fico -tiem pos saturados de romanticismo que involucra­
ban desde a los principales funcionarios del Gobierno,
a los hombres más distinguidos de los negocios, hasta
el más modesto trabaj ador- Manuel Félix fue presidente
del equipo “Tomateros” de Culiacán.
Con Manuel -perdón por las omisiones porque estoy
escribiendo atenido a mi memoria- cooperaban en dife­
rentes cargos el químico profesor Luis Flores Sarmiento,
el respetable comerciante don Alfonso Zaragosa, el tam­
bién químico Héctor Peña Bátiz -qu e generalmente era
quién hacía las sugerencias de los jugadores extranjeros
que convenía contratar- don José Díaz Garza, Miguel
Ángel Rico y súmele usted.
Eran años aquellos en los que vivían los equipos por
las aportaciones personales de hombres económicamen­
te solventes, que ya sabían que su dinero jamás habría
de regresar.
Pero así era aquí y en Mazatlán y en Los Mochis y en
las ciudades de Sonora que pertenecían a la liga de la
Costa del Pacífico.
El esfuerzo de quienes “hacían el Béisbol” estaba
dirigido a dos objetivos: uno, el principal, conquistar
el campeonato; otro, perder los menos que se pudiera.
120 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Era el Béisbol que no sólo no podía ser negocio,


nunca. Y no sólo eso; era una empresa que tarde que
temprano tendría que desaparecer.
Y así sucedió.
Un día, la administración municipal pretendió incre­
mentar los impuestos sin reflexionar en lo que el deporte
representaba como actividad social; y sin hacer ninguna
consulta, sin estudiar a fondo las cosas -co m o lamenta­
blemente se sigue procediendo, según parece- y ese día
pasó a mejor vida la Costa del Pacífico.
Ese fue uno de los pocos días en que vi triste a M a­
nuel Félix. M uy decepcionado de la incomprensión de
las autoridades. Y si no doy nombres es porque también
ellos ya emprendieron el viaje final.
A raíz de haberse terminado el beisbol profesional en
su primera etapa, Manuel Félix se entregó al incompa­
rable placer de viajar.
Viajó todo el mundo.
Recorrió America del Sur, el lejano Oriente, el con­
vulsivo medio Oriente; paseó por Europa; se dio una
descolgada tras la cortina de hierro y de allá regresó
con un nuevo concepto de los países comunistas. Era
evidente su admiración por la URSS.
Cuando conversaba conmigo siempre insistía en su
postura:
¡Cóm o sería conveniente para M éxico que cono­
ciéramos un poca más de Rusia y de los otros países
comunistas! Sufren muchas carencias, evidentemente;
pero sólo un tonto puede negar lo grandes logros que
están alcanzando.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 121

Y a su manera de estribillo concluía con esto:


— ¿Y sabes qué es lo mejor? Que allá todo mundo
está obligado a trabajar. N o hay zánganos.
Fue precisamente después de su último viaje que
regresó herido de muerte.
En compañía de su hijo Gustavo se dio su vueltecita
p or Australia y cuando regresaron venían casi asustados.
Se encontraron con la sorpresa de que el dólar australia­
no es más caro aún que el dólar estadounidense y hasta
por un simple desayuno hay que desembolsar 30 mil o
40 mil pesos.
— La próxima vez voy a cambiar de rumbo-, me dijo.
Quién nos hubiera dicho, entonces que el último viaje
sería hacia lo desconocido. El viaj e del que no se regresa.
No obstante su condición de hombre sencillo, ajeno
a inquietudes que alteraran su apacible ritmo de vida,
las circunstancias lo colocaron ante la posibilidad de
ser presidente municipal de Culiacán; pero lo rechazó.
Era gobernador de Sinaloa el Dr. Rigoberto Aguilar
Pico -sustituto constitucional del peta rosarense Enri­
que Pérez Arce y entre el distinguido pediatra y la fami­
lia de Manuel y de su esposa Elsa Lucila Pico de Félix
existían vínculos m uy estrechos.
— Quiero que colabores con mi administración, en
la presidencia municipal de Culiacán.
Era un regalazo; pero lo rechazó.
122 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

— No, medico; no te puedo aceptar. El político debe


reunir características muy especiales y yo no las tengo.
N o es que no crea poder desempeñar un buen papel;
pero, te insisto Rigoberto: yo no soy político: sin em­
bargo...
— Sin embargo qué-, le preguntó el mandatario si-
naloense.
Creo que hay un hombre que puede ir a la presidencia
y realizar una excelente labor.
— ¿Quién?
— El profesor Luis Flores Sarmiento-.
Y entonces el Dr. Aguilar Pico enfocó sus baterías en
Luis Flores Sarmiento hasta llevarlo a la alcadía culichi.
Y Manuel Félix no se equivocó. Esto, no es la primera vez
que lo digo: Flores Sarmiento ha sido, con el Ing. Manuel
Rivas, uno de los mejores presidentes municipales de
Culiacán. Y de ellos, considero que Luis ha sido el mej or.
Manuel Félix tenía una gran afición: la numismática.
Era dueño de una asombrosa colección de monedas
antiguas que no hace mucho fue mostrada al pueblo de
Culiacán por la Dirección de Fomento de la Cultura
Regional. Era su orgullo que la admiraran sus amigos y
el valor numismático de ese tesoro -según los enterados-
es incalculable.
En México debe haber pocas colecciones más admi­
rables que la de don Manuel.
Voy a concluir estas líneas, refiriéndome a un hecho
que conocen pocos culichis.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 123

Me refiero a los colores guinda y blanco del uniforme


del equipo de los “Tomateros” de Culiacán.
¿Por qué precisamente guinda y blanco?
Porque son los colores deportivos del Instituto Poli­
técnico Nacional.
Cuando Manuel Félix fue presidente de los “Tomate­
ros” y se buscaron los colores del uniforme, el químico
Héctor Peña Bátiz -sobrino del Ing. Juan de Dios Bátiz,
el sinaloense fundador del Politécnico Nacional- hizo la
sugerencia que se aceptó: guinda y blanco.
Y esos son los colores que lleva Culiacán.
¿Lo sabía usted, lector? ¿De verdad lo sabía?
Desde la noche del miércoles Manuel Félix ya no está
entre nosotros. Emprendió el último de sus viajes.
Al partir, estaba con él, ayer su esposa Elsa Lucila Pico
de Félix; sus hijos Manuel, Jaime, marco, Luis, Esteban,
Gustavo, Carlos, Flor y Bernardo; estaban también sus
hijos políticos y sus nietos.
Estaban sus amigos.
Estaba el dolor de Culiacán.

(Publicado en la columna del periódico E l Sol de Sinaloa,

viernes 22 de enero de 1988).


124 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M u N I C A C I ó N

L o s ca m p eo n a to s y su ap orte
a la L ig a de la C o sta del P a cífico

Por Carlos I. Silva Lozano


n el terreno de juego, los peloteros pasan a la historia
E por sus récords y estadísticas. Los bateadores, por
sus títulos de bateo. Los lanzadores, por la hazaña de un
juego “sin hit y sin carrera” o bien por eso escasos, en
donde se lanza perfecto.
Pues bien, ellos tienen esa ventaja. Los directivos no.
La afición en raras ocasiones se acuerda de ellos y hasta
hemos sido testigos en los estadios de la LMP que han
sido abucheados.
Para Don Manuel Félix León, un servidor tiene aquí
el humilde honor de aportar a su recuerdo.
La vieja Liga de la Costa del Pacífico y la afición mis­
ma mucho le deben al entusiasta promotor deportivo,
que lo mismo aportaba en el terreno amateur como en
el profesional.
El interés que siempre lo motivo fue la promoción
deportiva y el fomento a la sana convivencia social.
Don Manuel Félix León se unió al esfuerzo colectivo
de otros destacados personajes, como lo fueron don
Teodoro Mariscal, don Alfonso Zaragoza Maytorena y
Luis Flores Sarmiento, por solo citar algunos.
A través de sus libros y publicaciones, periodistas
deportivos han rendido cuentas en sus crónicas del
trabajo realizado por don Manuel Félix al frente de los
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N

Tacuarineros de Culiacán y de los campeonatos obteni­


dos al frente del club.
Así lo consignaron periodistas como don Manuel de
Jesús Sortillón Valenzuela, en su libro “Historia de la
Liga de la Costa del Pacífico”; el decano de la crónica
Don Agustín D. Valdés en su libro “Cosas del Beisbol.
Tacuarineros y Venados, hasta que la muerte los separe”;
y “Agustín D. Valdés: con el béisbol en la sangre”, autoría
del periodista e historiador Herberto Sinagawa.
Presentamos aquí copia fiel y extracto de lo citado
por cada periodista, respecto a la labor deportiva de don
Manuel Félix.
Un pequeño tributo a lo mucho que hizo por el de­
porte.

“Su afición al beisbol y pasión por los Tacuarineros”:


Así lo consiga Manuel de Jesús Sortillón Valenzuela,
en su libro H istoria de la L ig a de la C osta del Pacífico:

“Los Promotores”
Manuel Félix León: Culiacanense de cepa, nació en
1914, falleciendo en 1988, comerciante de oficio, gran
aficionado al Rey de los Deportes, promotor social y
deportivo, de carácter afable y servicial, fue uno de los
principales protagonistas de la organización de este
primer Circuito de Beisbol Profesional y sostén del
Club ''Tacuarineros de Culiacán” a lo largo de casi diez
temporadas en que estuvo al frente de la mesa directiva,
126 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

junto con otros prestigiados hombres de negocios como


don Alfonso J. Zaragoza Maytorena , don Luis Guiller­
mo Echavarría, don José Díaz Garza y don Luis Flores
Sarmiento, entre otros.
Durante las trece temporadas de vida de la Liga de la
Costa, el Club Culiacán fue el pilar principal en que des­
cansaba este circuito deportivo; Tacuarineros primero,
luego Gallitos del Humaya y otra vez Tacuarineros, fue
el único equipo que participó en todas las temporadas y
sus directivos siempre pugnaron por la permanencia de
la organización pese a las dificultades económicas por las
que atravesaban los clubes que al no poder sostenerse se
retiraban, amenazando la estabilidad de la Liga.
El 11 de noviembre de 1957, ya iniciada la XII tem­
porada, se realiza una junta en los salones de la Socie­
dad Mutualista de Occidente pues el Club Culiacán
sufre una más de sus sacudidas económicas, resultado
de la futura aplicación de un impuesto municipal que
gravaría el ingreso, producto de las entradas al parque,
lo cual desequilibraría aún más sus finanzas y desalentó
participación de la directiva para la próxima temporada.
Al término del rol oficial de juegos, en febrero de
1958, Culiacán decide retirarse y no participar en la
siguiente temporada y pese a la intervención de don
Alfonso Robinson Bours, presidente de la Liga, que
hizo todo lo posible por encontrar quien se hiciera car­
go del Club y al no haber respuesta los Tacuarineros de
Culiacán claudicaron y junto con ellos sucumbió esta
romántica y prestigiada liga profesional de Beisbol, cuya
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 127

afición mucho le debe a este hombre emprendedor que


fue don Manuel Félix.

Y en el Libro
“ C osas del Beisbol. T acuarinerosy Venados,

hasta que la m uerte los sep a re’,


Autoría del decano cronista Agustín D. Valdez se consigna
así la figura de don Manuel Félix:

...“Dedicado desde su juventud al comercio, traba­


jando en "El Fénix”, tienda general de corte popular
ubicada a un costado del Mercado Garmendia, conoció
y se relacionó con personas de todas las clases sociales,
desarrollando un círculo de amigos; al frente del Club
Atlético Humaya, promovió el deporte y reuniones de
convivencia.
Se incorporó a la mesa directiva del Club de Beisbol
Culiacán en la tercera temporada de la Liga de la Costa
del Pacífico (1947-48) como gerente junto con don
Alfonso Zaragoza Moreno que ocupaba el cargo de
tesorero. Desde entonces se convirtió al lado de don
Alfonso y otros hombres de empresa, en el sostén del
Club y un promotor entusiasta del béisbol organizado.
Participó como comisionado en distintas etapas de la
vida de la Liga y en momentos de crisis de la liga siempre
se significó como un factor de unidad.
T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Como presidente de la mesa directiva en la cuarta


temporada (1948-49) el Club Culiacán consiguió su
primer campeonato de la liga. En ese año conformó el
patronato Pro-Construcción del Estadio Angel Flores,
espacio deportivo que llenó una de las grandes necesi­
dades de la afición culichi. Sirviendo tal estadio como
elemento de desarrollo del béisbol”...

“A g u stín de Valdez:
con el beisbol en la sangre’’

Obra del periodista e historiador H erberto Sinagawa


Montoya

Los pioneros del beisbol sinaloense:


Los cuatro grandes pioneros del beisbol sinaloense
fueron, indudablemente los señores Alfonso J. Zaragoza,
Enrique Peña Bátiz, Manuel Félix León y Luis Flores
Sarmiento. Sin su cuota de tenacidad y pasión no sería
posible explicar el desarrollo de tan bello deporte.
“...(Manuel Félix León) inquieto desde muy joven,
se avecindó en Culiacán, donde fue empleado de José
"Pepe" Castaños en un negocio de mercería en el corre­
dor del mercado Gustavo Garmendia.
Fue tanta la capacidad de trabajo, aparejada a su hon­
radez, que Pepe Castaños decidió poner el negocio en
manos de su diligente empleado. Fue así como Manuel
Félix se hizo dueño de esa mercería a la que bautizó
como El Fénix.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 129

Amplió de tal manera el número de sus amigos, que


pronto fue uno de los personajes más conocidos y res­
petados de la ciudad de Culiacán.
Por su natural simpatía y por su don de armonizador
fue llamado para que presidiera el Club Atlético Huma-
ya, ubicado en las calles Obregón y Escobedo, frente al
hoy Palacio Municipal, al que colocó como el segundo
más importante, después de la Sociedad Mutualista de
Occidente.
Se incorporó a la mesa directiva del Club de Beisbol
Culiacán en la tercera temporada de la Liga de la Costa
del Pacífico, en el año de 1947-1948, actuando como
gerente.
Participó como comisionado en distintas etapas de la
vida de la Liga de la Costa del Pacífico, y en momentos
de crisis, siempre se significó como un factor de unidad”...

L a s A l a s del C a b a llo :
D o n M a n u e l F é lix

Por Ulises Cisneros, enero de 1988.


esde muy temprano, don Manuel Félix abría su
D tienda. Sus fieles empleados levantaban cortinas,
sacaban aparadores, acomodaban cajas a la par que em­
pezaban a llegar los clientes, los cuales pedían desde una
aguja hasta un metro de finos encajes de importación.
130 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

“El Fénix” era el vigilante del “Pasillo de los locos”.


Don Manuel “Fénix”, como mucha gente lo conoció
por la fácil asociación de su apellido con el nombre de
su mercería, siempre tuvo la sonrisa presta. En veinte
años que lo vi casi a diario, nunca -y aunque pueda no
creerse- tuvo don Manuel una mala cara en público.
Si de feria se tratara, si de una pieza de oro, si de des­
pachar un hilo o aquellos galonados que eran un prodigio
de tramado, don Manuel estaba listo a atender, a servir,
a su clientela, a sus conocidos, a sus amigos.
Tenía esa prodigiosa habilidad de conversar y al mis­
mo tiempo prestar atención a su negocio.
Una vista de lince que le daba tal juego a sus ojos que
pocas cosas podían pasarle desapercibidas.
No lo traté a fondo. Pero cuanta vez tuve cercanía con
él me trató con una afabilidad de abuelo generoso que
compensaba la constante lata que le di con los cambios
de moneda que le pedía para el circulante en la zapatería
de mi abuela.
Tiempos idos en los que la presencia en los mayores
fue la tabla del tres.
Porque el pasaje oriente del Garmendia o “El Pasillo”,
estaba dominado por viejos comerciantes, cuya ética y
probidad eran ejemplares.
Don Manuel fue un paradigma del buen caballero.
Enfrente de él la tienda de Castaños, también la de
Domingo Morales, al lado la de don Antonio Campaña
- fabuloso narrador de los tesoros de Guadalupe los
reyes-, más allá la centenaria doña Paula Rodríguez Vda.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 131

De Sánchez, cotidiana competidora de sus colegas en


cuanto a abrir más temprano el negocio.
A las cinco, a las seis, ya para las siete el pasillo era
una verbena.
Donde lo mismo era encontrar aJuan Pueblo que a las
personalidades del mundillo político y social de Sinaloa.
Esfera en que don Manuel brillaba con su luz inne­
gable de bonhomía.
Su tienda era lo que todo curioso o niño esculcón
podía hallar como la cúspide de sus sueños.
Juguetes, figurillas orientales, carpetas, loterías, juegos
de luces, estambres, pelotas, papeles, un universo de
artículos para todas las edades y todos los gustos.
Qué bueno que don Manuel no tuvo la idea de mo­
dernizarla para una mejor exhibición. Las estanterías
de madera, altas, polvosas, ennegrecidas por las pátinas,
así como los mostradores de recia hechura, le daban ese
toque de tienda de antes que era -al menos para mí- su
mejor encanto.
Un día -hace menos de diez años- don Manuel deci­
dió cerrar su almacén de sorpresas.
Poco a poco fue el despego, recuerdo que la víspera,
aquella señorita entrada en años que fue una de sus em­
pleadas -delgadita como un pabilo, cerúlea y con una
vocecita para la cual había que aconchar las manos en la
oreja para poder oírla- se quedó parada largo rato junto
a doña Chagua de Aguilar viendo la mercería cerrada.
Tanto tiempo metido en un negocio. Mocoso todavía,
me partió el corazón.
132 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Don Manuel ya no fue al pasillo a trabajar. Pero no


perdió la costumbre. Con Morales se echaba un café has­
ta casi medianoche, como antaño, y casi a diario también
vi pasar a los señores por la Hidalgo rumbo a sus casas
enfrascados en una plática que no tenía fin.
Después le perdí la pista. Supe que se dedicó a viajar
por medio mundo. Los camiones de carga le ocuparon
bastante tiempo, aparte.
Toñico fue el que me dio razón de él en su columna.
Ya en su agonía.
Se fue un caballero sin tacha. Me pesa. Me puede. Me
queda recordarlo para enaltecerlo.

D o n M a n u e l F é lix

Por Esteban Zamora


n personaje del viejo Culiacán se nos hamarcha-
do.
Don Manuel Félix se llevó su sonrisa, su bondad, su
simpatía, pero ha dejado la huella profunda de su paso
en el agradecimiento de todos los que recibieron sus
servicios.
Personalidad de múltiples facetas, don Manuel Félix
fue comerciante, transportista, impulsor del deporte,
pero, ante todo, hombre de bien.
Fue promotor inicial del béisbol profesional en Cu-
liacán, junto con don Alfonso Zaragosa, Luis Flores Sar­
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 133

miento, Enrique Peña Bátiz y un puñado de entusiastas


que lograron conjuntar el viejo equipo que se cubrió de
Gloria en los tiempos de la liga de la Costa del Pacífico.
En el mundo del comercio don Manuel fue toda una
institución. Vio siempre en los demás comerciantes al
colega y no al competidor y la prueba de ello es que
algunas empresas que después fueron fuertes, se funda­
ron gracias a la ayuda generosa en los siempre difíciles
primeros pasos.
Su sepelio, el día de ayer, fue una sesión plenaria
donde reunieron la amistad y la gratitud. Miles de cu-
liacanenses fuerona decirle hasta luego, mientras él nos
espera en la Casa del Padre.

Publicado en la columna “Tribuna” del periódico


E l N oroeste. (Viernes 22 de enero de 1988).

M u r i ó D o n M a n u e l F élix : E x p r e s id e n te
del C lu b To m a teros

on Manuel Félix quien fuera uno de los primeros


D presidentes que tuvo el equipo de los Tomateros
de Culiacán y que participó en la organización de la des­
aparecida liga de la Costa y en la construcción del ahora
vetusto Ángel Flores -hace 40 años-, falleció la noche
del miércoles víctima del nefasto cáncer.
134 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Una enfermedad que se le presentó en los últimos


meses y que lo llevó a la tumba. Ayer mismo fue inhu­
mado su cuerpo.
Recientemente don Manuel Félix participó activa­
mente con don Enrique Peña Bátiz en la conformación
del Salón de la Fama del Noroeste, donde el principal
objetivo era precisamente destacar la labor de todos
aquellos personajes que hicieron posible la llegada del
beisbol profesional a Culiacán.
Fue presidente del club Tomateros cuando en la
década de los 40’s fue el gran campeonísimo de la vieja
Liga de la Costa.
La enfermedad le avanzó rápidamente y ya entrada la
noche del miércoles dejo de existir.
Descanse en paz.

Publicado en la sección de deportes


del periódico E l D ia rio de Sinaloa.

(viernes 22 de enero de 1988).


M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 135

M u r i ó D o n M a n u e l F élix : F u e f u n d a d o r
del E q u ip o Tom ateros.

Por Profr. Jesús “Chuchuy” Acosta B.


e boca en boca ante el estupor general, se dio a co­
D nocer el fallecimiento de un gran hombre, amigo,
padre amoroso y amantísimo esposo, don manuel Félix
León, pilar y tronco de conocida y respetuosa familia,
una de las más queridas en Culiacán, dejando en la or­
fandad a su hoy viuda Sr. Elsa Picos de Félix, honorable
dama que junto con don Manuel procrearon 9 hijos
siendo ellosJosé Manuel, C.P. y Lic. Jaime Alberto, C.P.
Luis Guillermo, C.P. Marco Vinicio, Ing. Oceanógrafo
Esteban Fernando,Dr. Carlos, Ing. Q. Gustavo, Flor de
María Guadalupe de Tamayo y Benito que estudia ac­
tualmente. Para todos ellos nuestro más sentido pésame.

¿Quién fue y que hizo don Manuel


Félix para ser tan estimado?

Fue fundador y socio del Club Atlético Humaya que


ya desapareció y que funcionó en Alvaro Obregón
y Escobedo; allí en ese famoso club, uno de los más
famosos de todos los tiempos de esta ciudad, formó
él junto con los ex presidentes de dicho club don José
Castaños (q.e.p.d.), don Antonio Monárrez (q.e.p.d.) y
Gilberto “Pipo”Verdugo, un gran equipo de basquetbol,
impulsaron el máximo deporte de las canastas en todo
T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M u N I C A C I ó N

su esplendor, paseando la fama de dicho equipo, en


todo el Estado, traspasando fronteras de Sonora, Jalisco,
Nayarit, Nogales y Arizona, formado en aquel entonces
porJorge “Griego” Manos Pérez (el mejor basquetbolista
formado en Culiacán), Bernardo “Mike” Buelna, Balta-
zar Villaseñor (q.e.p.d.), Cruz “Cuy” Zamudio “Tracas”
Zamudio, Pablo “Grulla” Zazueta, Jesús Rodelo, Gui­
llermo “Memo” Cárdenas, Luis Medrano, Jesús Barraza,
Feliciano Félix y otros más.

Fundador presidente de Culiacán en la Liga de la


Costa del Pacífico

Fue don Manuel Félix León, fundador presidente y


secretario del equipo Tacuarineros y Guindas de Culia-
cán, en la extinta Liga de la Costa, donde hasta la fecha
se considera el máximo circuito beisbolero profesional
de todos los tiempos en el noroeste del país, junto con
don Alfonso Zaragosa, Luis Flores Sarmiento, don José
Díaz Garza, Ing. Constantino Haza (q.e.p.d.), don Mi­
guel Angel (q.e.p.d.) y otros más, los que sostuvieron
al glorioso equipo guinda con jugadores de la talla de
Alfonso “Tuza” Ramírez, Guillermo “Huevito” Álvarez,
Tomás “Piyuyo” Arroyo, Manuel “Chory” Arroyo (Má-
nager), “Chorejas” Bravo, Dick Cole, Alfredo “Moscón”
Jiménez, Héctor “Chamaco” Lara, Williams Cash, Arturo
Pennington, Manuel “Pink” Vargas, Roy Wilkmaeker,
“Pargo” Bokman, José María “Chema” castro, Hank
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 137

Aguirre, Hay Yaylan, Rudy Regalado, A. García, Luke


Caster, Homobono de la Rocha, José Favela Castaños,
“Pelón” Bueno (q.e.p.d.), “Grillo” Serrell, José Luis Fa­
vela, Gene Bearden, y otros muchos ases que escapan a
nuestra memoria.
Fue todo un caballero en extensión de la palabra, se
distinguía por su don de gente, a todos los amigos y no
amigosles tendió la mano, cuando estuvoal frente de su
mercería “El Fénix”, apreció a todo el mundo, fue un
ejemplar esposo y padre. Ayer pasó a mejor vida, entregó
su alma al creador ante el dolor de quienes lo conocimos,
tratamos, estimamos y respetamos.
Al fallecer don Manuel Félix León, dej a como heren­
cia su calidad humana “polvo eres y en polvo te conver­
tirás”. Descanse en paz y que su esposa e hijos tengan la
resignación ante Dios, por tan irreparable pérdida.

Publicado en el periódico E l D ebate.


Viernes 22 de enero de 1988.
138 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

L o s F ru tos: algo va a p a s a r

Por Jorge Medina León


a fallecido Manuel Félix León, el propietario del
H Fénix que estaba ubicado en el pasaje oriente del
mercado Garmendia. El hombre bueno que daba la
firma de conocimiento a quién se lo pedía (aunque no
lo conociera), perdiendo en ello de grandes fortunas, el
hombre de la eterna bonhomía.
Impulsor principal del béisbol profesional en Culia-
cán y fundador del Club Atlético Humaya, que llenó una
época de la capital de Sinaloa.
Con él muere algo del espíritu de esta vieja ciudad.

Publicado en El D ia rio de Sinaloa.


“Sinaloa de Frente y de Perfil”. Viernes 22 de enero 1988.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 139

S in a lo a de F ren te y de P e r f il
C lu b A t lé t ic o H u m a y a :
C o m p r e n d e r el A l m a de esta tierra

Por Jorge Medina León


os aferramos extrañamente a nuestro ayer y ello
N implica en cierta forma un rechazo al presente.
Algo del alma del sinaloense.
Dicen haber visto en las horas que procedieron al
colapso que condujo a la muerte, a Francisco Salazar
Goicoechea, dirigiendo sus pasos a la Sociedad Mutua-
lista de Occidente.
Pero al columnista lo vio también en lo que había sido
“La Sierra Mojada”, en donde dicen que rondan todavía
los espíritus de Jesús G. Andrade, Francisco “Pito” Me­
dina y el “Chacho” González.
Donde “Chicho” León apuñaló a Fernando O. Ra­
mos, el gigante que jefaturaba la redacción de “La Voz
de Sinaloa”.
Poco antes de morir, me hablaba el Dr. Humberto
Bátiz Ramos de Paco Salazar, de Rodolfo Monajaráz
Buelna y del Dr. Jesús Rodolfo Acevedo y presintiendo
el final, recordaba a la compañera de su vida y como
desde la partida de ella, había perdido la alegría de vivir.
La muerte de don Manuel Félix León, nos ha recor­
dado el Club Atlético Humaya y la certidumbre de que
pocas cosas han estado tan adentradas en el alma de esta
ciudad como ese centro que funcionó en la esquina de
Obregón y Escobedo.
140 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M u N I C A C I ó N

Hubo un día imborrable, lleno de hondas nostalgias,


celebraron el aniversario de aquel lugar donde habían
nacido sus amores y donde también muchos albergaron
sueños imposibles de realizar. Era el baile del recuerdo
y vino a mi mente entonces un episodio en el bar de
Alfredo Cayeros, en que José Blas Bastida Moreno me
presentó a un sonorense jovial, profundo y nostálgico
que me habló del amor hondo que le había profesado a
la Señorita Casino del año i9...La vida real superando
otra vez la ficción de la novela.
Cuando Roberto Pérez Alvarado erigió en el Club
Atlético Humaya, el teatro en el que se escenificarían
los programas de Radio Cadena del Pacífico, solía este
columnista reunirse con los pianistas Benjamín Félix y
Miguel Galindo en sus ensayos que eran además páginas
agregadas a sus biografías de bohemios.
Quería encontrar el espíritu del Club Atlético Hu­
maya y penetrar en los sentimientos de quienes habían
protagonizado lo que fue un canto a la vida y un com­
pendio de alegrías y esperanzas y sueños.
Porque sabía también que ello significaba penetrar en
el alma del culiacanense de entonces.
Los tiempos pasan, la ciudad cambia su fisonomía.
Llegan muchas gentes más y sin embargo, en cierta for­
ma todo parece caer tarde o temprano bajo un hechizo
extraño que configura al habitante de aquí.
No es nueva la violencia. La rebeldía parece ser eterna.
La complejidad del culiacanense no varía. El espíritu
burla burlando parece ser el signo vigente de todo.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 141

Es como si el recuerdo de Nuño Guzmán y de Diego


de Proaño lo presidieran todo.
Ángel Viderique, un músico extraordinario llega a
Culiacán y se enamora de estas tierras.
Carlos Filio, el que describió como nadie el Culiacán
entrañable de la alborada de este siglo, murió pidiendo a
los suyos que lo trajeran a Culiacán, para ver por última
vez esta tierra que lo había fascinado. Es lo mismo con
el maestro Francisco Martínez Cabrera y no hay entrega
comparable a la de don Reinaldo González, el viejo sabio
que ve morir a sus hijos Salomón y Reinaldo, a la compa­
ñera de su vida y él mismo rinde aquí su postrer aliento.
Pero ésta fue también la tierra violenta de Alfonso
Leyzaola y del “Torito” Andrade.
Y aquí se ejecutaba a los leprosos, por ser leprosos,
y aquí se fusilaba sin juicio sumario a los que cometían
delitos veniales y aquí llevaban los padres a sus hijos
para que fueran flagelados por el “hombre ejemplar”que
predicaba que la letra con sangre entra.
Pero aquí también, Enrique el “Guacho” Félix, entonó
el himno espléndido de la Inteligencia y proclamó los
fueros eternos del espíritu.
Y asistía también al Club Atlético Humaya. Para vivir
y morir en un extraño éxtasis.
142 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

“ T o m o L o p i d y m e siento bien:
un a v o z a m ig a ” .
M a ja d e r ía s en N o m b r e del A r t e

Por Antonio Pineda Gutiérrez “Toñico”


l teléfono sonó al filo de las 11.30:
E — Te llama Chuyita de Riestra-. Leí lo que es­
cribiste ayer sobre las nuevas drogas que alteran los
subtipos de colesterol y reducen el índice de ataques al
corazón. Quiero decirte que tomo el Lopid desde hace
cuatro o cinco meses y que mi colesterol se ha reducido
en un 50%. Me siento muy bien y te felicito porque sigas
escribiendo. No sabes con cuánto cariño te leemos tus
amigos.
Yo sé, cómo no, que mis amigos me leen con cariño,
aunque también sé que quienes no son mis amigos me
han de poner como palo de gallinero. Por fortuna, voy
para 50 años en esto y ustedes ya pueden suponer cuánto
se me ha endurecido el cuero. De todas formas, una voz
amiga, la voz de alguien a quien se le guarda un afecto
especial que viene desde los años universitarios, siempre
será escuchada agradablemente.
— Gracias por llamar Chuyita; pero permíteme una
pregunta: ¿esa nueva droga no te ha producido efectos
colaterales negativos?
— Hasta ahora, ninguno. Y te repito: voy para seis
meses que me la prescribió el Dr. López Chacón.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 143

— En concreto: ¿ese artículo de “The New York Ti­


mes” que reproduje, está en lo justo y ya hay más proba­
bilidades de reducir los ataques al corazón?
— Pues parece que así es y te felicito nuevamente por
ocuparte de estas cosas. Y también por el atole de pinole.
Se antoja con el frio ¿no?
— Así es; pero, se acaba el frio. Ya ayer fue poco el que
se dejó sentir en el malecón y ya reaparecieron varios de
los ausentes.
(Aclararé esto. La Lic. María deJesúsJiménez de Ries-
tra fue mi compañera en la Universidad de Sinaloa. Ella
pertenecía a un grupo de muchachas -no recuerdo que
hubiera habido una sola que no fuera una belleza- con
el que me reunía a estudiar porque tenía facilidad para
ciertas materias y porque estar entre ellas me convertía
en la envidia de todos. ¡La de moquetes que tuve que
dar y recibir!)
No era posible terminar ahí la charla y no terminó,
aunque sí tomó otro derrotero:
— Oye ¡cómo lamenté la muerte de Manuel Félix!
Hombre tan bueno, tan fino, tan dispuesto a servir. Y
además ¿te acuerdas que era el alma del Club Atlético
Humaya? ¡Qué bailes tan lindos se organizaban!
— Sí, me acuerdo de todos. De Manuel, del Chino
Niebla, del Pipo Verdugo, del Dr. Nicolás Vidales, de
Tovar el Pintor, de El Güero Sidra (Marco Antonio
Verdugo), de Toño Monárrez, del Güero Rea, del Cuy
Zamudio, del Traca Zamudio, del Güero Gutiérrez, del
Memo Cárdenas, de Carlitos López, del Griego Manos,
144 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

del Mickey Buelna. Y sí, Manuel Félix era el alma del


Atlético Humaya. Era un apasionado del deporte y creo
que son pocos los que influyeron tanto para impulsar el
basquetbol.
— Pues te repito: cómo lamenté su muerte. Con él,
creo que se fue un pedacito de Culiacán.
— Lo creo yo también.
Y ahí concluyó la agradable conversación. Empezó
bien el lunes para mí.

Publicado en el periódico E l Sol de Sinaloa.


Fecha martes 26 de enero de 1988.

E l club de los sim ples:


M a n u e l F é lix

Por Herberto Sinagawa Montoya


e he topado en mis viejos papeles con un simpáti­
M co reportaje que escribió Enrique Ruiz Alba sobre
el “Club de los Simples”, el club que admitía simples,
“pero no tontos”.
Ruiz Alba platicó con don Manuel Félix -el dueño
de aquel negocio comercial tan popular en el correo del
mercado Garmendia- y le preguntó cómo había nacido
el club y cuáles eran sus razones de existir.
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 145

Don Manuel Félix le dijo -Ese club nació en 1936 y


duró hasta el final de la Segunda Guerra. Tenía como
“edificio social” el Club Atlético Humaya, ya se locali­
zaba en el crucero de las calles Obregón y Escobedo, y
su lema fue el de “simples, pero no tontos”.
¿De quién partió la idea de ese club? Don Manuel Fé­
lix dijo que la idea había partido de un grupo de amigos
formado por Arnulfo “El Chino” Niebla, Fidencio “EL
Güero” Gutiérrez, Alfonso “Ami” Cañedo y el doctor
Nicolás Vidales Tamayo.
La cuota de inscripción era un barril de cerveza Pa­
cífico de la que expendía don Jesús López Castro, por la
Carrasco casi esquina con Hidalgo. Don Manuel Félix
contó que este club nació con la idea de contar con un
sitio que sirviera de válvula de escape a las diarias mor­
tificaciones a las que se somete todo individuo; era un
pretexto, pues, para reunirse, platicar y “comer” prójimo,
también para cantar, declamar y beber cerveza.
Cuando el barril de cerveza costaba 6.50. El barril
costaba 6 pesos 50 centavos, el club sesionaba el sábado
pero cuando había baile en el club Atlético Humaya se
difería la sesión para el domingo al mediodía o por la
noche. Si era en mediodía se ordenaba un chivo que
costaba diez pesos con todo y tortillas y salsa.
Si era por la noche se servían tamales de cochi que
valían cinco pesos el ciento.
146 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

A cada socio se le imponía una cuota de 3 pesos 50


centavos para cada reunión. Fueron memorables las
“despedidas de solteros” del “Ami” Cañedo y del doctor
Vidales Tamayo: se consumieron muchos barriles de
cerveza y tamales de puerco.
José B. Muro, genial imitador de Fred Astaire. Entre
los miembros del club sobresalía don José B. Muro por
sus excelentes cualidades de bailarín. Imitaba admira­
blemente bien a Fred Astaire, aquel bailarín que hizo
las delicias de los aficionados al cine, junto con Ginger
Rogers, en películas tan alegres comoVolando hacia Río
de Janeiro, El Sombrero de Copa, La Alegre Divorciada
y tantas otras.
Los partidarios de los alemanes y los gringos. Durante
las ruidosas parrandas del club no faltaban las discusio­
nes sobre la guerra. El “Güero” Gutiérrez era partidario
de los alemanes, mientras el “Chino” Niebla, Vidales
Tamayo y el “Ami” Cañedo se inclinaban por los gringos
y sus eternos “aliados”.
Desde luego, las discusiones no pasaban a mayores y
terminaban en cálidos brindis. En cada sesión del club
se nombraba un presidente, un secretario y un tesorero.
Existió también un tribunal que condenaba a los que co­
metían algún desaguisado en sus vidas diarias, todo con
el afán de hacer más agradables las parrandas de aquel
entonces. Los jueces que integraban aquel tribunal eran
el “Chino” Niebla, que fingía hablar, naturalmente, en
chino; Carlitos López Alvarado, que hacía de intérprete
del “Güero” Gutiérrez, que se excusaba de no expresarse
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 147

en español porque no lo dominaba, ya que sólo hablaba


en checo.
Gonzalo Rea Gándara, primer sepulturero. Gonzalo
Rea Gándara era otro miembro del Club de los Simples,
famoso porque fue el primer sepulturero que hubo en
Culiacán.
Su padre don Luis Rea, montó una funeraria en Maza-
tlán en 1901, y fue don Luis el que organizó el faustuoso
funeral del general Francisco Cañedo, gobernador del
Estado, muerto el 5 de junio de 1909.
El negocio de don Luis empezó como mueblería que
luego se trasformó en una marmolería, donde se hacían
los monumentos funerarios de aquella época lejana. Fue
célebre su marmolería porque protegió contra la corro­
sión del olvido a muchos muertos ilustres.
Don Luis impuso el uso de la carroza tirada por cuatro
hermosos caballos.Gonzalo, su hijo, llegó a Culiacán en
1929 cuando la ciudad estaba desierta por los rumores
de un combate entre los “renovadores” del general José
Gonzalo Escobar y las fuerzas adictas a los generales
sonorenses Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.
Gonzalo trajo la carroza de Mazatlán e implantó aquí
su modalidad de sepultar muertos con toda solemnidad
en aquel carruaje siniestro todo de negro, que transpor­
taba los cuerpos desde las casas de los dolientes a los dos
únicos panteones que existían: el San Juan y el Civil (o
Municipal).
148 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Leonor Bazúa, la rival de Gonzalo Rea Gándara. Por


la calle Cañedo (hoy Francisco Villa) existía la funeraria
de doña Leonor Bazúa. Al establecer el “Güero” Rea se
desató, naturalmente, una competencia. Doña Leonor
adquirió su propia carroza y su negocio se modernizó
frente a las ideas innovadoras del Güero Rea. Corres­
pondió a doña Leonor Bazúa organizar el funeral de don
Manuel Clouthier, quien fue sepultado en el panteón
San Juan.
El Güero Rea fue el primero en publicar una esquela
en el periódico local. Esa costumbre de mostrar pesar
por la muerte de alguien estimado y querido ya ha arrai­
gado y constituye hoy uno de los secretos atractivos del
periódico: ver quién se adelantó en el viaje.
No es agricultor, pero siembra cadáveres. Toñico:
El Toñico Pineda mantuvo una larga amistad con don
Manuel Félix y con el Güero Rea. Con este último era
particularmente sarcástico.
En una de sus célebres crónicas, el “Toñico” Pineda es­
cribió: “El Güero Rea no es director de pompas fúnebres,
es agricultor. Pero un agricultor que no siembra tomate,
ni garbanzo sino cadáveres. ¿Qué jugo toma el Güero
por la mañana? ¡Formol! El Güero se autoembalsamó y
nadie se ha dado cuenta.
¿Quiénes eran los miembros del Club? Ruiz Alba le
preguntó a don Manuel Félix quienes formaban parte
del simpático Club de los Simples. Contestó que eran
socios los señores Miguel Ángel Castañeda, Francisco
Portugal, Fidencio Gutiérrez, Ignacio H. Galarza, Pedro
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 149

Mario Garrido, Luis y Enrique López Castro, Manuel


Félix, Guillermo López, Gilberto “Pipo” Verdugo -el
inolvidable organizador de viajes por tren a Los Ángeles,
Ramón López, “Piñano” Páez, Vicente Pérez, Alfonso
“Ami” Cañedo Avilés, José María Escobar, Herberto
Fitch, José Robledo, Homobono de la Rocha, Antonio
Verdugo,José Castaños, Roberto Uriarte, “Keko”Aguilar
y Arnulfo “Chino” Niebla.
Pero había simpatizantesdel Club como Carlos Mon­
je, “Toño” Monárrez, Gaudencio Tovar, Jorge “El tracas”
Zamudio y su hermano “Cuy” ZamudioJorge Manus,
“Michy” Buelna, Dr. Mario Camelo y Vega, Francisco
Peraza y Francisco Peregrina. Ellos también participaban
de las tardes inolvidables del Club de los Simples.

Don Manuel Félix, el dueño de la mercería El Fénix,


en el mercado Garmendia, murió en enero de 1988.
¡Cuántos se han ido, Dios mio!

Con Sanalona todo cambió: Ruiz Alba.


Al terminar la Segunda Guerra también terminó el
Club de los Simples, aquella organización social que tan
gratos recuerdos llegó.
Fue sólo el grupo de amigos que llenó una página
de la gran bohemia culiacanense. Al cerrar sus puertas
el Club de los Simples sus miembros se desperdigaron
en otros clubes, principalmente el Atlético Humaya y la
Sociedad Mutualista de Occidente.
150 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Creció la ciudad luego de que se puso en servicio la


represa de Sanalona, sobre el río Tamazula, y la apacible
ciudad de 30 mil habitantes pronto fue la ciudad dinámi­
ca por la bonanza del tomate y el algodón y la población
se duplicó en unos cuantos años.
Surgieron otras agrupaciones sociales como el club de
Leones y el Club Rotario. Al morir el Atlético Humaya
surgieron el Club Alemán, el Club Sinaloa y el Club
Roma. Al aparecer una nueva generación de agricultores
nacieron el casino Culiacán, el Campestre Chapultepec y
el Country Club, que desplazaron a los modestos clubes
pioneros como el que describió don Manuel Félix, y
como el Country Club Danubio Azul, el Tamazula Cou­
ntry, y otros que escapan por las fisuras de la memoria.
Ruiz Alba en su memorable reportaje congeló un
momento irrepetible en la vida de nuestra ciudad. Don
Manuel Félix, además de ser el gran impulsor en la
construcción del estadio Ángel Flores, fue un ciudadano
profundamente interiorizado en las necesidades de los
vecinos colocándose a la cabeza en cuanta gestión se
iniciaba para desarticular toda la maraña que enfrentara
el desarrollo de Culiacán.
Flores sin olor, mujeres sin honor.Al doctor Emigdio
Flores Sarmiento, a quien se conocía mejor con el apodo
de El Campeón, le negaron la visa para entrar a Estados
Unidos. Alguien le preguntó la razón, y contestó -Me
negaron la visa por mi mala lengua. He dicho que Es­
tados Unidos no me gusta porque es un país donde las
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 151

flores no tienen olor, las comidas no tienen sabor, y las


mujeres no tienen honor. Por eso no me dejaron entrar.
Hallándose en la barra de la Sociedad Mutualista de
Occidente, atendida por Emilio Castañeda y el Cabe-
chas, el doctor Flores Sarmiento -a quien sus amigos
llamaban también El Chispas- vio a un parroquiano no
sentado en el taburete. Ordenó al Cabechas servirle una
cerveza. Oye tú, tómate una cerveza. El otro respondió:
-Tú, tómatela. -No, jefe, otra vez será, muchas gracias.
-Mira, si te tomas la cerveza probablemente morirás,
pero si no te la tomas te vas a morir ahora mismo.
Naturalmente que el doctor Flores Sarmiento termi­
nó a carcajadas mientras el pobre hombre no salía de su
estupor.

El Club de la Banca de la Plazuela Obregón

Otro grupo de amigos hizo historia, igual que el de los


Simples. Éste se llamó el Club de la Banca o El Club del
Pájaro Dormido. Sesionaba todas las tardes en la Plazuela
Obregón. Formaban parte del grupo los señores Juan B.
Ruiz, Francisco Peregrina, Gumersindo Loaiza Figueroa,
Gustavo D. Cañedo, Francisco Verdugo Fálquez, Tomás
López, Manuel Labrada, Francisco Malacón, Ernesto
Urtusuástegui, Alejandro Hernández Tyler, Reinaldo
González, Jr. Miguel Ángel Gastélum, Alfonso “Ami”
Cañedo Avilés y Carlos M. Dozal.
152 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Su animada plática giraba en torno a temas del día, casi


siempre relativos a la política o al adulterio. Se quitaban
el usos de la palabra unos a los otros al referirse a los
chismes más sabrosos del momento, propalados por pe­
luqueros, meseros, taxistas, boleros, y que, generalmente
porque algún político o abogado que estrenaba querida.
Mientras los chanates alborotaban en las ramas de los
árboles y la tarde iba languideciendo, anémica, palúdica
toda ella, los contertulios iban agotando las noticias del
día con su veredicto final: el político que caía al no cum­
plir con sus promesas de campaña, el comerciante que
escondía la quiebra, el agricultor que había hipotecado
la casa luego de un fracaso al plantar tomate, y al pobre
diablo que lo había dejado su mujer.
Había libertad de expresión y en aquel febril desfile de
honras mancilladas quedaba en claro que ayer como hoy
hemos tenido una gran capacidad para cambiar destinos
y para sancionar con toda crudeza al que ha infringido
las normas que nos rigen.
Y, en memoria del Club de los Simples, que recordó
don Manuel Félix, y en memoria también de los demás
grandes personajes de nuestro pequeño mundo, remato
este texto con una frase de autor desconocido: “El que
vive de recuerdos arrastra una muerte interminable”.

(Publicado en el Suplemento Cultura de E l D eb a te


“Ancla y Estrella”. Domingo 11 de mayo de 2003).
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M a n u e l F é lix L e ó n ,
C o m e r c ia n te de C e p a

*Ha recorrido el mundo, ha coleccionado


monedas y formó una ejemplar familia;
será otro galardonado

Por José Santos Torres Delgadillo


or la calle Hidalgo, donde se inicia el único pasaje
P del mercado Garmendia, un conocido comerciante
de la época, don José C. Castaños, fundó una tienda de
ropa titulada El Fénix, en el año de 1926, en aquellos días,
ese lugar no era sino un callejón de cielo abierto, con
tendejones y ramadas que veían hacia la parte oriente del
mercado. El lugar estaba destinado para terminal de las
bestias de carga y de carretones que llegaban al Garmen­
dia para alimentarlo de productos del campo, los cuales
eran distribuidos de inmediato entre los compradores
de todos los sectores sociales de Culiacán.
El establecimiento como todos los de la época, sería
un éxito porque estaba situado en el centro comercial
por excelencia junto con otras negociaciones de los
alrededores, que constituyeron lugares de mercadeo de
gran popularidad.
Apenas un año después de fundado el comercio, llegó
a la casa de don José C. Castaños, un chamaco de doce
años llamado Manuel Félix León, quién desde esa edad,
se quedó a trabajar allí y además, fue acogido como un
hijo por el fundador de El Fénix.
154 T E S T I M O N I O S R E G I S T R A D O S E N L IB R O S Y M E D IO S D E C O M U N I C A C I Ó N

Don José fue un hombre bondadoso y comedido,


transmitió a su hijo de crianza, no sólo la responsabi­
lidad y vocación del trabajo, sino su don de gentes, su
capacidad de servicio a los seres necesitados venidos de
la costa, los altos y las rancherías del Valle de Culiacán.
El Fénix era el lugar obligado de miles de consumi­
dores del medio rural y de vendedores ambulantes que
adquirían al medio mayoreo sus mercaderías en esa
tienda de ropa. La evolución comercial del lugar y de
Culiacán obligó a don José a ir cambiando de giro. Para
1940, el comercio se había transformado en una tienda
de regalos, juguetería, mercería y artículos de consumo
popular.
Corriendo el año de 1950, don Manuel Félix León
le compra al señor Castaños los derechos totales del
negocio, quien se retiró a otras actividades, falleciendo
finalmente en el año de 1974. Desde 1953, el señor Félix
contrae nupcias con la señorita Elsa Pico García. Ambos
procrearon una numerosa familia compuesta de 9 hijos.
Largos, duros años de trabajo realizaron los esposos
Félix Pico diversificando su patrimonio. El Fénix dio
nacimiento a otro negocio: La Gasolinera El Alacrán,
llamado ahora Servicio Modelo de Culiacán, situados
por el boulevard 5 de Febrero al Oriente.
El Fénix se desarrolla como un gran negocio durante
más de una década, de 1945 a 1956, operó a volumen,
con su distribución de medio mayoreo y con una planta
de 30 empleados. Su publicidad en todos los medios de
comunicación social era obligada y los mejores frutos
M A N U E L F É L I X L E Ó N . U N H O M B R E Q U E N A C IÓ P A R A H A C E R E L B I E N 155

no solo fueron la adquisición de El Alacrán, sino un


patrimonio educativo para todos sus hijos. La genera­
ción Félix-Pico, es una de las más preparadas no sólo de
Sinaloa sino de todo el noroeste de México. Veamos:
Manuel Félix Pico, con vocación para los negocios es
transportista y es presidente de ese sector en el Estado de
Sinaloa. Su flota mayor se compone ahora de 17 trailers.
Le sigueJaime, Licenciado en administración del Tecno­
lógico de Monterrey con una maestría en administración
pública de la Universidad de Bruselas, Bélgica. Hoy es
subgerente administrativo de Banfoco.
Marco es ingeniero químico con una especialidad de
administración, también del Tec. De Monterrey. Tiene
un alto puesto en Nacional Financiera. Luis Guillermo
es CP, de la misma institución educativa. Es gerente de
los Almacenes de Depósito de Banpaís.
Esteban es oceanógrafo recibido en la Escuela de
Ciencias del Mar de Ensenada, profesor de tiempo com­
pleto de una institución educativa similar de reciente
creación en La Paz.

(*Publicado en el periódico E l Sol de Sinaloa,

martes 04 de dic. de 1979)


Juventud y noviazgo
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168 G A L E R IA F O T O G R Á F IC A

Boda y luna de miel


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Los amigos
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G A L E R IA F O T O G R Á F IC A

^ M ario “Pelavacas” Franco y doña Nena con doña Elsa,


Celina y Magui.

¿ Señor José Q uiróz con Jaime.


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“Mingo Morales ”, Feliciano García y Rosendo Flores.

* Con Rosendo Flores Esquerra, licenciado Saúl Aguilar


Pico y Julio Yarnos.
G A L E R IA F O T O G R Á F IC A

aM anuel Félix León en su madurez.


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* Foto de estudio fotográfico utilizada para trámites


burocráticos (pasaportey licencias).
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IN MEMORIAN
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Recuerdo de los hijos (hermanos) que se


adelantaron en el camino a la eternidad,
dejándonos un vacío permanente
en nuestros corazones.

a Carlos Javier Félix Pico.

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