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UBICACION
de Junio de 1982).
DURANTE EL ACCIDENTE
herbicidas.
Pasaron días antes de que se dieran cuenta de que la explosión había producido un
extraño “coctel” químico de tetraclorodibenzodioxina más conocido para un mundo
horrorizado como agente naranja.
Este agente es el ingrediente activo del defoliante usado con efecto tan devastador
Pasaron diez días completos antes de que el gobierno regional declarara el área de
Cuando la verdad salió totalmente a la luz, 11,000 habitantes del pueblo huyeron de
sus casas, abandonando 40,000 animales de granja y masco tas domésticas a la
muerte por los efectos de la nube de veneno. En el espectral silencio de la que más
tarde fue llamada Zona A (el mero corazón de Seveso) escasamente se movía una
cosa viviente.
CONSECUENCIAS
A unos meses del desastre, que todavía es conocido como el “Hiroshima de Italia”,
el número de niños que sufrían cloracné (una erupción persistente de furúnculos
dolorosos en todo el cuerpo causada por dioxina) había aumentado a 417. Cinco
trabajadores de descontaminación contrajeron una enfermedad del hígado, a pesar
de trabajar sólo jornadas de cuatro horas y de usar ropa protectora. Y, en medio
de temores de nacimientos anormales, por lo menos 400 mujeres embarazadas de
El suelo y los vegetales fueron contaminados, y para evitar que la toxina entrara en
la cadena alimenticia, se sacrificaron cerca de 80.000 animales que pudieron
Sin embargo, el tema que suscitó más conflicto fue la decisión de las autoridades
regionales de autorizar abortos terapéuticos a las mujeres embarazadas (que se
encontraban en el límite del tercer mes de gestación) residentes en la zona
contaminada; teniendo de base a los posibles efectos teratógenos de la dioxina. En
aquel tiempo, el debate sobre la despenalización del aborto estaba en el centro de
la escena política italiana. El caso de Séveso catalizó la atención de los principales
actores del conflicto, lo que hizo que fuese todavía más trágico y sufrido el dilema
para algunas mujeres de Séveso, en un ambiente que, recordemos, tenía una fuerte
componente católica (Ferrara, 1977)
CONCLUSIONES
Además de la angustia que queda, hay todavía rabia entre la gente de Seveso; rabia
no sólo por los estropicios y retrasos que siguieron a la explosión en ICMESA sino
también por el hecho de que nadie, ni siquiera los trabajadores de la planta, fueron
advertidos de los peligros potenciales de los químicos que allí se manejaban. Sin
embargo, ¿quién hubiera podido saber que una extraña reacción daría como
resultado la formación de dioxina mortífera a temperaturas quemantes de hasta 158
grados centígrados?
El furioso debate sobre lo que debe hacerse para descontaminar totalmente el área
todavía sigue. Muchos expertos creen que podría no ser posible nunca. Pero otros
han propuesto pasos radicales para librar al pueblo de su pesadilla. El profesor
Chetti, funcionario regional en jefe de salud de Seveso, dice: “Debimos quemar toda
la zona envenenada. Lo que ocurrió aquí se halla en la misma escala de Hiroshima.
Sin embargo, de la solución del profesor Ghetti se mofan otros expertos, que
alegan que arrasar las áreas contaminadas empeoraría el problema. Argumentan
que a temperaturas por debajo de 1,000 grados centígrados, la dioxina se habría
elevado hacia el aire como el humo y que, finalmente, habría bajado en algún otro
lugar.
mantiene abierto.
https://www.youtube.com/watch?v=CfYVtFs4J0U
http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/DesastresIndustriales_28729.pdf
https://historiaybiografias.com/seveso/
http://www.geologia-ambiental.cl/blog/el-escape-de-dioxinas-en-seveso/
http://www.unabrevehistoria.com/2008/05/el-desastre-de-seveso.html