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MANUAL DE PREVENCIÓN DE ACCIDENTES BIOLÓGICOS O QUÍMICOS

FACULTAD DE FARMACIA Y BIOQUIMICA


UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

GENERALIDADES

El presente Manual de Prevención de Accidentes Biológicos o Químicos provee información


y guía para el trabajo seguro y correcto desarrollo de las tareas habituales en laboratorios, tanto de
investigación como de docencia, bioterios, como así también talleres de mantenimiento, que
impliquen manipulación de sustancias químicas, sustancias con actividad biológica, descarte de
residuos patogénicos y peligrosos, manejo seguro de implementos y normas de higiene, con el fin
de evitar accidentes humanos, teniendo en cuenta la protección de la salud, el medio ambiente y los
bienes materiales.
Este documento debe estar a disposición de todas las personas que se desempeñen en la
Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y de sus Institutos anexos.
Ha sido redactado por el Servicio de Higiene y Seguridad y actualizado en el 2010. Debe ser el
punto de partida para que los Departamentos y Cátedras elaboren las Normas de Buenas Prácticas
de Trabajo para el personal y el alumnado.
Este Manual y el Servicio de Higiene y Seguridad, tienen como fundamento la Ley Nacional
de Higiene y Seguridad en el Trabajo Nº 19.587/72, su Decreto Reglamentario Nº 351/79 y el
Decreto 1338/96.
Relacionada a esta legislación tenemos la Ley Nº 24.051/92 de Residuos Peligrosos y su
Dec. Reg. 831/93; la Ley Nº 24.557 de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) y las Leyes del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Nº 154/99 de Residuos Patogénicos con su Dec. Reg.
1886/01 y la Ley 2014/06 de Residuos Peligrosos con su Dec.Regl. 2020/07.

Este Manual se compone de las siguientes SECCIONES:

PREVENCION DEL ACCIDENTE BIOLOGICO

1º Orden, Limpieza y Desinfección generales.


2º Higiene y seguridad en trabajos con sustancias biológicas y uso correcto de los elementos
de protección personal.
3º Normas para bioterios.
4º Disposición, transporte y eliminación de Residuos Patógenos.

PREVENCION DEL ACCIDENTE QUIMICO

5º Manipulación de sustancias químicas. Disposición, transporte y eliminación de Residuos


Peligrosos.
6º Manipulación de tubos con gases comprimidos. Seguridad en equipos de
laboratorio e investigación.

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SECCION PRIMERA

Orden, Limpieza y Desinfección.

 En general, en todos los sectores, cátedras, laboratorios y talleres, debe prestarse atención al
orden y la limpieza, manteniendo los pasillos y las vías de evacuación despejados y libres de
obstáculos. Asimismo, las zonas con tableros eléctricos generales y seccionales, sectores de
bombeo de agua, sectores de medidores de gas, sala de máquina de ascensores, salas con
motores de aire acondicionado frío-calor, cocinas, almacenes, talleres y depósitos de reactivos
químicos. Primero, para favorecer las tareas de limpieza. Segundo, teniendo en cuenta las
posibles cuestiones de emergencia que en esos sectores críticos se puedan generar.

 En primer lugar debe iniciarse una campaña de persuasión de los individuos a fin de que
adquieran hábitos higiénicos y de descarte de residuos en los recipientes correspondientes.
Esta campaña debe hacerse visible y formularse por escrito mediante carteles,
fundamentalmente dirigida a la población estudiantil y al cuerpo docente y no docente que
deberá tener presente estas instrucciones.
 Hay 4 tipos de residuos a tener en cuenta: a) Residuos de tipo común o domiciliario – b)
Residuos patogénicos con potencialidad de causar contaminación biológica – c) Residuos
químicos peligrosos o con potencialidad de causar daño tóxico – d) Residuos Radioactivos
que emiten radiación.
 El plantel regular deberá conocer las instrucciones acerca de cómo proceder para mantener el
orden y cómo efectuar la limpieza y descontaminación correcta.
 Deberán existir suficientes recipientes adecuados de descarte de basura común con sus
correspondientes bolsas de residuos negras
 Los desperdicios de tipo domiciliario, como papeles y útiles de librería, restos de comestibles
y sus envases, etc., serán descartados como basura común en bolsas de polietileno de color
negro resistentes de 60 micrones de espesor con fuerte costura. Serán retirados por el personal
de Intendencia y luego por el servicio de recolección municipal.
 Por separado, los residuos patógenos serán eliminados en forma aislada en bolsas rojas de
polietileno de 120 micrones de espesor contenidas dentro de contenedores rojos con tapa.
 Deberá ponerse especial atención en la acumulación dentro de la Facultad de materiales
combustibles, solventes inflamables, aserrín, acumulación inadecuada de papel, exceso de
carteles y avisos, acopio de libros o folletos en forma incorrecta, materiales de desecho como
cartón, madera, etc. no sólo por el peligro de fuego sino porque representan un elemento de
desorden y escondite ideal para alojar plagas y que se reproduzcan.
 Debe evitarse la presencia de animales sueltos dentro del predio de esta Facultad.
 Toda persona que realice las tareas de limpieza, deberá conocer los fundamentos de las
operaciones que realice, el efecto de las sustancias que emplee y realizar las diluciones de
detergentes y desinfectantes en forma adecuada. Para ello debe consultar en caso de duda, con
el Servicio de Higiene y Seguridad quien los capacitará.
 Toda persona afectada a la limpieza en forma permanente o que por diversos motivos deba
realizarla transitoriamente, debe contar con los elementos de protección personal y los
implementos de aseo que correspondan.
 A fin de evitar el traslado de contaminantes de un sector a otro, los trapos, cepillos de mangos
largos, escobillas, secadores y demás elementos de limpieza, deberán ser de uso exclusivo
para cada sector, ya sea por medio de algún tipo de identificación o bien utilizando
implementos codificados por color.

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LAVADO CORRECTO DE LAS MANOS

El lavado correcto de manos es muy importante, pues con ello se evita la propagación de
contaminantes y enfermedades. Se realiza primero arremangándose y sacándose reloj, anillos y
pulseras. Luego, con un buen jabón, enjabonarse las manos, muñecas y antebrazos, frotándose bien.
Luego enjuagar con abundante agua. Para las uñas, debe usarse un cepillo de cerdas suaves. No
usar cepillo para la piel, porque la perjudica y remueve la flora profunda. Si se requiere mayor
desinfección, luego de secarse, puede emplearse una solución de alcohol etílico medicinal de 70º o
solución de clorhexidina o yodopovidona diluidas.
El lavado de las manos es un factor clave en la prevención de infecciones. El uso de guantes
descartables no invalida la obligatoriedad del lavado de manos antes y después de colocárselos. Las
manos deben lavarse:
Luego de las operaciones de limpieza, al terminar cada tarea y después de quitarse los guantes.
Al manipular sustancias de dudosa higiene, restos de basura o presunta patogenicidad.
Al ingreso y egreso de los baños.
Antes de comer o beber.
Al ingresar o retirarse del trabajo.
Al ingresar al hogar.

Definición de limpieza:

Se entiende por limpieza a la remoción de materiales, manchas y materia ajena al objeto que se está
limpiando, devolviéndole en lo posible su aspecto original. Se efectúa primero por vía seca, mediante
barrido con escobas o escobillones, pero mejor aún usando máquinas aspiradoras con el fin de extraer la
tierra, polvo y material sólido. Luego le sigue la vía húmeda, mediante fregado con soluciones jabonosas o
detersivas en medio acuoso, para expulsar la suciedad y la mayoría de la flora microbiana. Pero la
destrucción real de los microorganismos se consigue con la aplicación de soluciones desinfectantes posterior
a la limpieza. La secuencia lógica de las tareas es siempre: limpieza, desinfección, secado y acabado.

Limpieza de pisos de mosaico:

La limpieza por la vía húmeda, para pisos de mosaicos, se realiza mediante el uso de soluciones jabonosas
o de detergentes comunes o especialmente formulados. En esta operación debe efectuarse el fregado
mediante cepillos o máquinas de limpieza con discos giratorios de fieltros abrasivos.
Si se quisiera remover cera vieja, después del barrido o aspiración en seco, deben usarse sustancias
removedoras de cera especialmente fabricados para ese fin. Estos removedores de cera se compran en
bidones y traen las instrucciones según el fabricante, de las diluciones que hay que hacer para lograr una
buena remoción.
La suciedad de los pisos de mosaico, como de las superficies azulejadas, pueden aflojarse con detergentes
alcalinos no iónicos formulados con mezclas de solventes hidrófilos, que remueven suciedad rebelde y
antigua. Estos detergentes removedores se venden en el comercio y pueden ser usados en los dispensers de
las máquinas de limpieza con paños rotativos. Pero también pueden ser empleados en operaciones manuales.
Deben seguirse las instrucciones de uso que aconseja cada fabricante; generalmente se recomiendan
diluciones en agua en la proporción 1:20 (al 5 %) hasta diluciones más concentradas (por ejemplo 1:5 ó sea
al 20 %).
También se cargan pulverizadores o rociadores con estas disoluciones para mojar paredes azulejadas,
revestimientos de mármol, granito o ciertas pinturas resistentes.
Finalizada la limpieza, debe efectuarse el enjuague con agua directa o mediante trapeado.

Limpieza de pisos de madera:

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La limpieza de pisos de madera puede iniciarse mediante aspiradoras. Si se hace por barrido, tratar de no
levantar polvo. Si los pisos están encerados o laqueados, puede efectuarse un trapeado ligeramente húmedo
con una solución de agua lavandina diluida al 5 %.
Para una limpieza profunda recurrir a la remoción de la cera o laca mediante pulido.

Precauciones: cuando deban limpiarse sectores con cableado eléctrico en el piso tener la precaución de
cortar el suministro eléctrico o desconectar los aparatos. Ante un plan programado de limpieza, los
empleados de la oficina deben contribuir a la desconexión de los equipos y enrollamiento de los cables para
facilitar las tareas de limpieza. Cada sector debe ser solidario con a estas operaciones y verificar la eficacia
de las tareas.

Limpieza de superficies como ser mesadas, escritorios, bancos, sillas de madera o plástico:

La limpieza de estas superficies puede realizarse primero a través de la vía seca mediante el uso de cepillos
o pinceles y levantando el polvo en forma mecánica.
No conviene nunca el uso de plumeros, porque ponen el polvo en suspensión, el cual vuelve con las horas
nuevamente a depositarse, con lo cual resulta una tarea inútil. Por ello, lo ideal es la aspiración.
Para la remoción de manchas solubles en agua o sustancias grasosas, pueden emplearse soluciones
detergentes común o detergentes no-iónicos especialmente formulados, los cuales contienen solventes
miscibles en agua muy activos.
Puede emplearse la limpieza con alcohol etílico o mezclas de alcoholes con agua o mezclas de alcoholes-
agua-detergentes no-iónicos. En el mercado existe una amplia gama de estos productos industriales.

Limpieza de baños:

La limpieza de baños, especialmente de los artefactos como inodoros, retretes, mingitorios y lavatorios,
que incluye sus pisos y paredes azulejadas, debe efectuarse en medio acuoso mediante fregado y expulsión
de la suciedad, con soluciones de detergentes o jabones tal como se explicó para pisos y paredes de
mosaicos. Posterior a la expulsión de la materia orgánica, pueden emplearse polvos abrasivos con o sin
cloro.
Luego de la etapa de limpieza, le sigue en forma rigurosa la etapa de desinfección, según se indica más
abajo, mediante la acción del agua lavandina diluida, sola, sin agregados, dejando actuar 10 minutos como
mínimo. Las concentraciones de agua lavandina para baños puede llegar a ser entre un 5 % y un 10 % según
sea el grado de contaminación.

Archivos y bibliotecas: la limpieza de estos locales con gran cantidad de estanterías de madera,
con libros, expedientes y documentos en papel, conviene realizarla previamente con aspiradoras que
succionen el polvo. Luego debe procederse por la vía húmeda ligera, cuidando de no mojar para
evitar el desarrollo posterior de hongos. Se sugiere emplear una solución de alcohol medicinal al
70º que es más germicida que el alcohol de 95º. Se logra mezclando 3 volúmenes de alcohol
medicinal común con 1 volumen de agua.
El mantenimiento de los archivos y bibliotecas es una cuestión delicada y está reservada a la
inspección por los propios responsables, con miras a detectar insectos bibliófagos y elementos de
biodeterioro, quienes deberán poner en práctica un plan de limpieza mediante remoción de los
libros y expedientes, uso de aspiradoras y desinfecciones periódicas por medios secos (no acuosos)
mediante piretroides sintéticos gaseosos u otros agentes (tareas que debe ser efectuada sin la
presencia humana y por profesionales en la materia).

Detergente común (como agente de limpieza):

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El detergente común biodegradable (dodecilbenceno sulfonato de amonio) se vende líquido en
concentraciones que van desde el 10% al 30 % de materia activa por litro. Debe cumplir con las normas del
ANMAT, lo cual se verifica porque los envases traen los Números de Registro de Empresa Elaboradora
(RNE) y el Número de Registro de Producto para Uso Domisanitario (RNPUD), además de las
recomendaciones de uso y precauciones.
Según las concentraciones de partida, se hacen diluciones en agua finales de un 0,5 a un 1 % de materia
activa por litro (Ejemplo: si el detergente fuera del 10 % de materia activa, disolver 50 cm3 en 10 litros de
agua que es aproximadamente el volumen de un balde).

Definición de desinfección:

Luego de la limpieza, le sigue la desinfección. Se entiende por desinfección a la aplicación de sustancias


químicas microbicidas, diluidas en agua o en mezclas de agua y otros solventes, sobre las superficies
previamente limpiadas, a efectos de eliminar en un grado satisfactorio los microorganismos presentes. La
desinfección se realiza sobre los objetos inanimados, cosas o superficies, no sobre los seres vivos. La
desinfección actúa contra bacterias, hongos, parásitos y virus.
También pueden usarse formulaciones de desinfectantes como ser sales de amonio cuaternario, yodóforos,
glutaraldehído en medio alcalino, clorhexidina, etc.
Toda superficie contaminada por agentes biológicos debe desinfectarse inmediatamente al final el trabajo.
La desinfección debe hacerse sobre todo tipo de superficies: escritorios, mesadas, paredes, pisos, artefactos,
sillas, cocinas, baños, etc.

Agua lavandina (hipoclorito de sodio como desinfectante):

Uno de los mejores desinfectantes es el agua lavandina, que se comercializa con una concentración de 55
gramos de Cloro activo/Litro. Debe cumplir con la Disposición del ANMAT para lavandina, lo cual se
verifica porque los envases traen los Números de Registro de Empresa Elaboradora (RNE) y el Número de
Registro de Producto para Uso Domisanitario (RNPUD), además de las recomendaciones de uso y
precauciones. El vencimiento del agua lavandina es a los 4 meses. Debe contar con fecha de elaboración,
vencimiento y número de lote.
Para la desinfección común de pisos y baños posterior a la limpieza, deberá utilizarse una solución de agua
lavandina (Hipoclorito de Sodio) al 5% en agua, recién preparada. Esta lavandina se logra disolviendo ½
litro de lavandina concentrada en 10 litros de agua (50 cm3 por litro de agua). Trapear las superficies con
esta lavandina y dejar actuar como mínimo 10 minutos para que ejerza su poder desinfectante. Nunca debe
mezclarse detergente con la lavandina, porque pierden ambos su acción.
Posteriormente enjuagar con agua limpia y secar.
Para desinfectar un área contaminada con patógenos peligrosos, emplear una solución de agua lavandina al
10 % (100 cm3 de lavandina concentrada comercial por cada litro de agua).
Nota: las diluciones de agua lavandina pierden su efecto al cabo de 24 horas. Preparar las diluciones que se
necesiten recientemente.
Las soluciones de agua lavandina (hipoclorito de sodio) entre el 2 % y el 5 % son microbicidas frente a
bacterias Gram positivas y Gram negativas, hongos, levaduras y virus. Las esporas bacterianas, fúngicas y
parásitos requieren de mayores concentraciones.

Precauciones: el agua lavandina es oxidante, decolorante y cáustica (tiene soda cáustica libre). Protegerse la
vista, la cara y las manos por sobre todo. Ante salpicaduras, lavar con abundante agua.

Sales de amonio cuaternario (desinfectantes):

Se trata de productos químicos microbicidas para uso doméstico, con propiedades detersivas adicionales
que se expenden en el comercio para ser diluidos en agua, en concentraciones que cada fabricante aconseja,
que sirven para desinfectar diferentes objetos y superficies posteriormente a una limpieza previa. Suelen

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usarse en aparatos de baños, mesadas, escritorios, anaqueles, pisos de madera, mosaico o goma. Ejemplo de
ellos son el cloruro de benzalconio, que bajo diferentes marcas se expende en concentración del 10 %.
También pueden usarse diluciones de Lysoform líquido en sachets, cuya composición es una mezcla de sales
de amonio cuaternarias (composición distinta al del aerosol). Las diluciones pueden leerse en las mismas
instrucciones de uso del sachet y pueden aplicarse con atomizadores o rociadores de plástico sobre las
superficies o mediante un paño.

Desinfección del aire ambiental: al final del día luego de la salida del personal, se aconseja pulverizar el
ambiente con aerosol bactericida Lysoform que se compra en el comercio (2-fenil fenol al 0,1 %), producto
RNPUD 02550087 aprobado ANMAT.

Desinfección de teclados de computadoras, tubos de teléfono y picaportes:


Estos objetos íntimamente compartidos por diferentes personas, suelen transmitir microorganismos. Como
no pueden mojarse, se los puede limpiar y desinfectar periódicamente, mediante un paño embebido en
Lysorform líquido (con sales de amonio cuaternario) o con Lysoform en aerosol (2-fenil fenol 0,1%).

Personal de limpieza:

El personal no sólo debe estar bien capacitado, sino estar entrenado en las tareas que realiza.
Los trabajos serán realizados con personal provisto de indumentaria conformado por pantalón y chaqueta
en tela Grafa, provisto de botas o calzado de seguridad, guantes y eventualmente anteojos de seguridad o
antiparras.
El personal deberá capacitarse para conocer las operaciones que realiza, la acción de las sustancias de
limpieza, las diluciones que hay que hacer y los cuidados que hay que tener.

Productos de limpieza y utensilios:

Los productos de limpieza y desinfección, los de acabado de superficie, odorizantes, etc., deberán ser de
marcas de empresas reconocidas que cumplan con las Disposiciones del ANMAT. Se requiere que los
productos no sean riesgosos para la salud o los materiales y sean manipulados según las normas de higiene y
seguridad.

Todos los productos y elementos utilizados deben ser compatibles entre si y con las superficies a limpiar;
ser eficientes y efectivos según la naturaleza de la suciedad a eliminar, no debiendo provocar corrosión o
deterioro en las superficies a las concentraciones habituales de uso, temperatura de aplicación y tiempo de
contacto.

Los materiales de limpieza empleados deben estar diferenciados por color u otro medio a fin de evitar el
traslado de contaminantes a otras áreas. Asimismo, deben guardarse luego de su utilización, limpios y en
buenas condiciones de uso.

DESCONTAMINACIÓN DE PATÓGENOS:

Para una descontaminación enérgica ante derrames de patógenos o agentes víricos peligrosos,
sólidos o líquidos, debe emplearse directamente una dilución al 10% vol/vol de la solución
concentrada comercial (55 gramos de Cloro activo por litro) recién preparada. Para prepararla
disolver 100 cm3 por cada litro de agua. Debe tenerse la precaución de dejarla actuar 10 minutos
como mínimo en íntimo contacto con los residuos o las superficies a tratar. Proceder por último a
un buen enjuague con abundante agua ya que la solución de lavandina es cáustica, oxidante y
decolorante.

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Todo laboratorio, bioterio, sector o persona que trabaje con patógenos, los genere, los almacene
o los transporte, debe tener a mano, además de los elementos de protección personal botellas de
agua lavandina concentrada comercial, bidones para su dilución y elementos de limpieza, para
poder actuar ante cualquier derrame o contingencia.

DESINFECCION DEL AGUA: En casos de emergencia o cuando se considere prudente, o


cuando no se pueda hervirla, para desinfección del agua de consumo humano o aguas de dudosa
potabilidad, basta con agregar 1 (una) gota de agua lavandina concentrada de 55 gramos de Cloro
activo/Litro por cada Litro de agua, mezclar y dejar actuar 20 minutos. Luego se puede beber
directamente.
Para desinfección de agua almacenada en un tanque sin cloración previa, agregar 40 (cuarenta)
mililitros por cada 1000 (mil) Litros de agua (1 metro cúbico). Dejar actuar 30 minutos. Si el
agua es de red y fue clorada, ante la duda pueden emplearse 20 mililitros por cada 1.000 Litros, no
más.

DESCONTAMINACION DE INDUMENTARIA Y TOALLAS DE ASEO PERSONAL

Cuando se trabaje con contaminantes patógenos, deberán usarse prendas que protejan a la
indumentaria de calle y al individuo. Se prefiere que la indumentaria sea de color blanco para
visualizar mejor la suciedad y permitir la desinfección con agua lavandina. Esta ropa de trabajo
puede ser: guardapolvos, ambos de algodón (chaqueta y pantalón), camisolines y pantalones
descartables laminados con cubierta interior de polietileno. La indumentaria descartable, una vez
usada, se desecha dentro de bolsas rojas para residuos patógenos
La indumentaria que deba ser lavada y desinfectada, debe ser aislada en bolsas de polietileno para
su traslado. No permitir que tome contacto con otras vestimentas. Antes del lavado normal, deben
ser desinfectadas por inmersión en soluciones desinfectantes que destruyan los microorganismos
patógenos. A tal fin, si son blancas, pueden sumergirse en una solución de agua lavandina al 2 %
v/v durante 10 minutos. Luego se enjuagan bien y se procede a un lavado con jabones que
remuevan la suciedad, el tiempo que sea necesario.
En cuanto a toallas de uso personal no descartables de algodón se recomiendan que sean de color
blanco para proceder a su desinfección con agua lavandina al 2 % y posterior lavado.
Cuando el área es compartida por varias personas se recomienda el uso de toallas de papel
descartable, más aún si se trabaja con patógenos para evitar contaminaciones.

DESINFECCION DE INSTRUMENTAL METALICO:

 Para desinfectar el instrumental metálico sumergirlo en una solución alcohólica de etanol de


50º con glutaraldehído al 1 %.
 También se pueden sumergir en solución alcohólica de 70º conteniendo el 5% de solución de
yodo povidona al 10 %.
 En todos los casos dejar actuar 2 horas y luego enjuagar los instrumentos con agua
esterilizada.
 Tener presente que las soluciones de lavandina y yodopovidona son oxidantes y causan daños
a los metales, excepto que sea acero inoxidable 316 quirúrgico.

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DESINFECCION DE INSTRUMENTAL NO METALICO:

Para desinfectar instrumentos no metálicos, luego de lavados, sumergirlos como mínimo


durante 30 minutos en cualquiera de estas tres soluciones:
a) solución acuosa de glutaraldehído alcalino al 2 %.
b) mezcla de 1 vol. de solución de yodopovidona 10% + 1 vol. de agua.
c) 3 volúmenes de alcohol de 70º con 1 volumen de solución de yodopovidona al 10%.

 Para desinfectar objetos de goma, sumergirlos o frotarlos con un paño embebido en solución
jabonosa de clorhexidina diluida al 0,5 % durante 20 minutos.
 Tener presente que el cloro del agua lavandina y el yodo de la yodopovidona reaccionan con
materiales de goma, plástico o látex y los degradan.

DESINFECCION DE JAULAS DE ANIMALES:


Para desinfección de jaulas metálicas o plásticas de animales, lavarlas con detergente, luego
sumergirlas o pasarlas por una solución de agua lavandina 5 % dejando actuar 10 minutos como
mínimo. Luego enjuagar.

DESINSECTACION, DESRATIZACION Y ELIMINACION DE VECTORES:

Debe emplearse un plan de erradicación periódico y sistemático de plagas que atentan a la


higiene, a la seguridad de las personas y al patrimonio cultural. Los insectos, roedores, gatos,
pájaros, murciélagos u otros animales, no deben tener jamás contacto con desperdicios
contaminados porque serán vectores de infecciones.
 Precauciones e inspecciones: hay que poner rejillas donde se necesiten, reponer los vidrios
rotos, rejas y mallas metálicas por donde puedan entrar y salir vectores (principalmente
roedores e insectos). Estudiar que todos los accesos posibles estén cerrados al ingreso de
plagas, incluidos desagües y albañales.

SECCION SEGUNDA

HIGIENE Y SEGURIDAD EN TRABAJOS CON SUSTANCIAS BIOLOGICAS.


USO CORRECTO DE LOS ELEMENTOS DE PROTECCION PERSONAL.
PRÁCTICAS Y CONDUCTAS A SEGUIR EN LOS LABORATORIOS, CENTROS DE
INVESTIGACION, BIOTERIOS Y AULAS DE TRABAJOS PRÁCTICOS.

 Prohibido comer, beber, fumar y aplicarse cosméticos en el área de trabajo, de investigación,


prácticas docentes y aulas de clase.
 No exponer objetos de uso personal y doméstico cerca de las fuentes de contaminación,
áreas de trabajo, ni depositarlos en el suelo. Tampoco cerca de las fuentes de calor o
energía.

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 Los abrigos y atuendos personales deberán colocarse a resguardo de las contaminaciones.
 El personal deberá cubrirse la ropa de calle con guardapolvos u otra indumentaria apropiada
de protección.
 Si se trabaja con patógenos o sustancias peligrosas que puedan contaminar la indumentaria o
los elementos de seguridad, los mismos se descontaminarán siguiendo las técnicas de
descontaminación a las que se ha hecho mención.
 Usar siempre guantes resistentes, cofia para el cabello, anteojos de seguridad o antiparras
oculares, vestimenta especial para ese trabajo, calzado y cubrecalzado.
 Durante las operaciones y trabajos con los guantes puestos (y luego de concluir) no se
tocarán con ellos elementos como picaportes, teléfonos, teclados de computadoras, carpetas,
libros, escritos, vasos para beber, objetos personales y menos aún, comestibles. No tocarse
la cara ni los ojos con los guantes puestos. Descartar luego los guantes como residuos
patógenos dentro de las bolsas rojas.
 Se prohíbe el pipeteado directo con la boca, el apercibimiento por la nariz en forma directa
de olores característicos o la aproximación cercana de las muestras a la cara o las mucosas.
Deberán emplearse pipetas automáticas, propipetas de goma o micropipetas para el trasvase
o medición de líquidos o soluciones.
 Siempre que se pueda, es preferible utilizar material de laboratorio de plástico a los de
vidrio.
 Se dispondrá de recipientes de descarte cercanos al operador, tanto para residuos
patogénicos (recipientes y bolsas rojas), como para cortopunzantes (descartadores rígidos
para cortopunzantes).
 Cuando el individuo se coloque los elementos de seguridad, debe saber seleccionarlos y
porqué los usa. Pondrá especial cuidado en colocárselos correctamente. Consulte con el
área de Higiene y Seguridad que dicta cursos de capacitación.
 Los elementos de seguridad son personales y cada uno es responsable de los implementos
que se le asignaron. Si no son descartables, hay que guardarlos limpios y mantenerlos
como corresponde.
 Los elementos de seguridad poseen una vida útil. Reemplazar los elementos de seguridad
rotos o defectuosos por otros nuevos. El instituto, departamento o cátedra, debe proveer los
elementos de protección personal a los usuarios. Estos deben ser adecuados y al solicitar su
compra hay que saber especificarlos correctamente.
 Al finalizar las tareas, asearse como corresponde según el tipo de trabajo realizado.
Considerar desde el lavado de manos hasta la ducha y cambio de vestimenta, según sea
necesario.
 Las superficies de trabajo deberán descontaminarse rutinariamente y más aún, después de
cada labor, con el desinfectante adecuado y contra los agentes patógenos. Descontaminar
toda superficie o material contaminado, siguiendo las instrucciones descriptas.
 Si se trabaja con microorganismos de los Grupos II, III y IV ( ver lista de la OMS) deberán
seguirse las medidas de contención, barreras y uso de elementos de protección personal
recomendados para esos Grupos.

 MICROORGANISMOS Y AGENTES DE RIESGOS

 Agentes biológicos de Grupo 1: Agentes biológicos con poca probabilidad de causar


enfermedad al ser humano.

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 Agentes biológicos de Grupo 2: Agentes patógenos que pueden causar enfermedad al ser
humano y suponen un peligro para los trabajadores. El riesgo de propagación a la
comunidad es reducido. Existen medios profilácticos y terapéutica eficaz.
 Agentes biológicos de Grupo 3: Agentes patógenos que causan enfermedad grave al ser
humano y representen serio peligro para los trabajadores. Se tiene el riesgo de que se
propague a la comunidad. No obstante existen medios profilácticos y terapéutica.
 Agentes biológicos de Grupo 4: Agentes patógenos que causan enfermedad muy grave al
ser humano, representan un serio peligro para la comunidad; hay muchas probabilidades de
propagación a la comunidad. Desafortunadamente; no existen medios profilácticos de
prevención, ni terapéutica eficaz.
Estos niveles de riesgo condicionan las medidas preventivas tanto individuales como
colectivas, la manipulación del material biológico, los medios de contención biológica, el diseño del
laboratorio, el equipamiento y los medios disponibles de descontaminación, las medidas de
protección personal, las técnicas de laboratorio, gestión de residuos patógenos rigurosa, etc.

Normas para la vigilancia de los trabajadores que manipulan microorganismos


A las mujeres de edad fértil habrá que informarlas de manera inequívoca acerca de los riesgos que
supone para el feto la exposición a ciertos microorganismos de los Grupos II, III o IV. Como
ejemplo de Grupo II: rubeola, citomegalovirus, hepatitis, hiv. Las medidas preventivas que se
adopten para proteger al feto dependerán de los agentes microbiológicos a los cuales puedan
exponerse.
Las personas sometidas a tratamientos con inmonosupresores o inmunodeprimidas, no deben
trabajar en laboratorios con grupos de riesgo del tipo 2, 3 o 4 (OMS).

Grupo de Riesgo I
Los microorganismos de este grupo tienen pocas probabilidades de provocar enfermedades
humanas. No obstante, los trabajadores que estén más expuestos debido a sus tareas, basta con los
exámenes preocupacionales y periódicos que indica la Resolución 43/97 de la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo. Es necesario notificar las enfermedades laborales y todos los accidentes de
laboratorio.

Grupo de Riesgo II
Es indispensable el reconocimiento médico previo a la contratación o a la asignación del puesto
de trabajo según la Resolución 43/97 de la SRT. Hay que tener en cuenta los antecedentes médicos
del individuo para el puesto. El director o responsable del laboratorio debe mantener un registro de
enfermedades y ausencias laborales y comunicarlo al Servicio de Higiene y Seguridad.

Grupos de Riesgo III y IV


Los programas de vigilancia médica que se utilizan para los microorganismos del Grupo de
Riesgo II se aplican también para los de Riesgo III y IV, añadiendo las siguientes modificaciones:
 El reconocimiento médico es indispensable para todo el personal comprendiendo un exámen
clínico y físico detallados.

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 Hay que establecer una lista de los trabajadores expuestos a agentes biológicos de los grupos
3 o 4, indicando el tipo de trabajo efectuado y cuando sea posible, el agente biológico al que
hayan estado expuestos, así como registros en los que se consignen las exposiciones,
tiempos, incidentes y accidentes.
 La lista a que se refiere el apartado anterior se conservará durante un plazo mínimo de diez
años después de finalizada la exposición. En los casos de exposiciones que pudieran dar
lugar a infección persistente o latente, que se manifieste muchos años después, que de lugar
a una enfermedad con fases de recurrencia o que pueda tener secuelas importantes a largo
plazo, se conservará la lista durante un plazo más prolongado de hasta cuarenta años
después de la última exposición conocida.

CAPACITACIONES Y RECOMENDACIONES

Toda persona que deba ingresar o trabajar en laboratorios donde se desarrollan trabajos que
impliquen manipulación de microorganismos, sustancias biológicamente activas o bioterios de
animales, debe estar debidamente capacitada y entrenada.
Debe existir por Cátedra un Responsable para la capacitación del personal y en
comunicación permanente con el Servicio de Higiene y Seguridad. Debe llevarse un registro
detallado y firmado por los agentes asistentes a los cursos, de que esa capacitación fue
proporcionada y de qué forma (Registro de Capacitación).
Las capacitaciones pueden ser impartidas por quienes ejerzan en el Servicio de Higiene y
Seguridad ó por el personal responsable de las Cátedras, las que deben acreditar por escrito dichas
capacitaciones. Las capacitaciones deben ser periódicas e informar sobre actualizaciones, trabajos
especiales, advertencias novedosas y prevenciones a tomar en cuenta según los nuevos avances de
la ciencia y la técnica.
Forma parte de la capacitación primaria, la lectura y comprensión del presente Manual,
como así también su aceptación y un compromiso de cumplimiento expresado por escrito (Planillas
de Aceptación y Compromiso).
En casos de riesgo, el Responsable de la Cátedra o Laboratorio debe restringir el ingreso al
lugar de trabajo sólo a aquellas personas cuyas tareas lo justifiquen y que hayan sido capacitadas e
informadas de los riesgos a los que se exponen. Deberán indicar al personal cuáles son las medidas
y cuidados que deben adoptar los que ingresen a sus laboratorios. La nómina de estas personas
debe ser conocida y estar registrada.
Aquellos laboratorios que desarrollen actividades con microorganismos que no sean del
Grupo I, deberán advertir permanentemente o durante el tiempo que duren las tareas, del riesgo
biológico, grado o tipo, la especie con la que se trabaja y el nombre y forma de ubicar a los
responsables en caso de accidente o de duda (hacer explícito por escrito los números telefónicos de
los responsables). Colocar cartel con logo de riesgo biológico e indicar el Grupo según la OMS.
Cuando se trabaje con microorganismos patógenos, se deberá contar con un plan de
seguimiento médico acorde al mismo y de existir vacunas probadamente efectivas contra los
mismos, el personal deberá inmunizarse y verificar el nivel de anticuerpos. También deberá
establecerse por escrito el protocolo médico a seguir y la terapéutica a implementarse en caso de
accidente o contaminación.
De acuerdo a cada tipo de tarea individual, podrá redactarse el correspondiente “Plan de
acción ante accidente o emergencia” o “Plan de contingencia” respectivo, que formarán parte
de las “Normas de Buenas Prácticas de Trabajo de cada Cátedra”, e indicarán cómo proceder
frente a determinados accidentes particulares.

11
Por otro lado, es obligatorio que el personal docente y no docente, manifieste por escrito en
declaraciones juradas, las actividades que realiza, a fin de efectuarles correctamente los análisis y
chequeos médicos periódicos que establece la normativa vigente, de las ART y la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo.

Buenas Prácticas de Trabajo durante los Trabajos Prácticos

Es de suma importancia que desde las primeras clases, el personal docente y auxiliar,
perfectamente compenetrado en las instrucciones de este Manual, inculque al alumnado sobre la
importancia del cumplimiento de las Buenas Prácticas de Trabajo que implican el seguimiento de
las Normas de Seguridad, Higiene y prevención del Riesgo Biológico y Químico, pues de ello
depende el éxito en la práctica profesional, la salud propia y la general. Cada alumno en lo
inmediato y en el futuro, será un elemento multiplicador que predique mediante el buen ejemplo y
el consejo.
Los alumnos deberán ser conscientes del uso adecuado de los elementos de seguridad y de la
observancia de las buenas prácticas de trabajo. Un profesional de la salud, debe adquirir desde un
principio los fundamentos técnicos, científicos y habilidades propias que impone su arte y que
comienza con las medidas de profilaxis e higiene. Debe entender que la seguridad y la
minimización de los riesgos tiene que ver con los viejos aforismos de: “primero, no dañar” y de
que “prevenir es curar”.
Los alumnos y docentes deberán llevar durante el curso de las clases prácticas, el
guardapolvo o ambo correspondiente, limpio y abrochado y tener colocados los elementos de
protección personal adecuados en perfecto estado.

PLAN DE CONTINGENCIA

DESCONTAMINACION DE MATERIALES Y PRODUCTOS BIOLOGICOS.


DERRAMES Y LIMPIEZA DE SUPERFICIES CONTAMINADAS

La descontaminación de materiales y utensilios contaminados con productos biológicos o


con microorganismos o virus patógenos, deberá realizarse usando solución de lavandina comercial
(hipoclorito sódico) al 10% v/v y dejando actuar 10 minutos como mínimo.
La eliminación de restos sólidos patógenos se efectuará dentro de bolsas de polietileno de
color Rojo de 120 micrones de espesor, precintadas y rotuladas.
Es muy aconsejable y prudente, previo a la eliminación de cultivos microbiológicos o
víricos, tanto sólidos como líquidos, junto a los materiales que los contienen, autoclavarlos a 121º C
durante 30 minutos, para asegurar la descontaminación y eliminar su peligrosidad. Por último, si
los medios quedaran al estado líquido y estériles, se los puede descartar a través de las piletas por
dilución y mediante lavado con detergentes y/o desinfectantes.
Para evitar derrames, conviene por regla general, llevar a cabo las operaciones dentro de
bandejas de polietileno planas que contengan los derrames. No obstante, si ocurre un derrame, el
operador, con gafas, indumentaria apropiada y con guantes sanos bien colocados, deberá enjugar los
derrames con paños o papeles absorbentes descartables y colocarlos dentro de recipientes con
solución de lavandina al 10 % v/v durante 10 minutos como mínimo, escurriéndolos luego y
colocándolos en bolsas rojas de polietileno para residuos patológicos junto a materiales absorbentes

12
evitando salpicaduras. Verter repetidamente luego sobre las superficies contaminadas, una solución
de agua lavandina dilución al 10% v/v dejando actuar mínimo 10 minutos. Por último enjuagar con
abundante agua.

GENERALIDADES PARA EL TRABAJO CON RIESGO BIOLOGICO

Habida cuenta de las prácticas rutinarias, podrán redactarse las Normas de Buenas
Prácticas de Trabajo Biológico o Bioseguridad correspondiente a cada laboratorio o centro de
Investigación, que tenga en cuenta:

a) Objeto y procedimiento de trabajo. Descripción de las tareas que realiza. Enumeración de


los riesgos, precauciones y advertencias.
b) Elementos necesarios de protección personal y el fundamento de su uso.
c) Elementos de trabajo necesarios y nómina de accesorios. Precauciones de uso.
d) Peligros y contingencias que pueden presentarse en cada etapa del proceso. Cómo evitarlos.
Primeros auxilios. Protocolo médico a seguir por escrito. Terapéutica. Reporte verbal y
Registro por escrito de los accidentes mediante planilla.
e) Descarte correcto de los Residuos Patogénicos siguiendo la norma correspondiente.
f) Limpieza y descontaminación del área de trabajo y de los materiales empleados según la
técnica de la Sección Primera de este Manual.
g) Neutralización, descontaminación y eliminación correcta de los reactivos químicos y de
acción biológica utilizados para experimentación.

Bibliografía:
Manual de Bioseguridad de la OMS (Organización Mundial de la Salud), última edición
Guía de Bioseguridad en Laboratorios
Laboratory Centre for Disease Control
Helth Protection Branch; 2º Edición, 1996.

SECCION TERCERA

NORMAS PARA BIOTERIOS

1. No manipular especies animales sin los debidos conocimientos de sus características,


comportamientos y riesgos que implican.
2. Restringir el ingreso de personas que no sean las autorizadas.
3. Las personas que ingresen deberán colocarse la indumentaria descartable o esterilizada por
sobre la indumentaria de calle, usando el método adecuado.
4. Usar elementos de contención para animales y elementos adecuados de protección.
5. Usar uniformes autoclavables o vestimenta descartable.
6. No fumar, ni comer, ni beber dentro de los bioterios.

13
7. No llevar a los bioterios elementos domésticos personales.
8. Mantener el orden y la limpieza en el lugar. Se requieren áreas limpias, pisos libres de
obstáculos y no resbaladizos. La limpieza se efectuará con la solución desinfectante
adecuada para el sector y mediante un programa detallado según la Sección Primera de este
Manual.
9. Control del clima de los bioterios, ciclos de luz/oscuridad programados y aberturas cerradas.
10. Seguridad en las jaulas y control de los suministros.
11. Informar inmediatamente y confeccionar planilla acerca de: fugas de animales, extravíos,
arañazos, mordeduras o cualquier trauma físico que sufriera algún individuo.
12. El personal debe estar vacunado (Vacunas antitetánica, Hepatitis B, etc.)
13. Deberán efectuarse al personal, chequeos médicos pre laborales y chequeos médicos
periódicos, clínicos y físicos.
14. Los elementos de protección personal deberán estar siempre a mano, bien acondicionados,
en perfecto estado físico y en condiciones higiénicas.
15. Los elementos de protección personal deberán usarse aún cuando resulten incómodos.
16. Al tomar contacto directo con los animales, usar siempre la protección personal adecuada
(ejemplo: guantes apropiados, indumentaria limpia o estéril según sea, de chaqueta,
pantalón, cubrecalzado, cofia, barbijo, etc.)
17. Deberá evitarse el contacto con heces, orina, sangre, otros fluidos biológicos, polvillo y
aerosoles generados por los lechos, viruta, alimento, o durante la limpieza o lavado de
jaulas, etc. Para ello emplear cofias para el cabello, antiparras, barbijos o máscaras con
filtros apropiados, etc.
18. Contar con recipientes de plástico tronco cónico provistos de bolsas rojas de 60 micrones de
espesor para desechar los lechos de los animales. Tratar de levantar la menor cantidad de
polvillo en lo posible. Si es posible, contar con un sistema de aspiración localizado. Luego
colocar estas bolsas dentro de otras rojas de polietileno de 120 micrones de espesor que
provee la empresa recolectora en los contenedores.
19. Tener a mano una pileta de lavado cómoda para el aseo de las jaulas y para las personas.
20. Contar con toallas de papel descartables.
21. Los descartes de la viruta de las camas de los animales, se efectuará según se indica en la
sección siguiente y la de Residuos Patógenos.

PROCEDIMIENTO PARA ELIMINACION DE LAS CAMAS O LECHOS DE LOS


ANIMALES Y LIMPIEZA DE LAS JAULAS

El operador se colocará los implementos de seguridad correctamente, a saber: máscara con


paño filtrante (mejor que barbijo) o barbijo adecuado, antiparra ocular, cofia para el cabello, guantes
descartables, botas si fuese necesario y preferentemente, traje completo descartable tipo Tyvek o
ropa de trabajo que cubra toda la indumentaria de calle y el cuerpo.
Tomar la jaula y descargar mediante una pala con movimiento suave, la viruta de la cama
dentro de la bolsa roja de 100 micrones colocada en el recipiente de plástico de tronco cónico.
Realizar esta operación sin corrientes de aire y mejor aún, en presencia de una boca aspirante de
extracción localizada.
No llenar las bolsas hasta el tope sino hasta sus ¾ partes, dejando un espacio para cerrar la
bolsa con nudo o con precinto. Rotular la bolsa con el tipo de residuo y el nombre del bioterio o la
cátedra. Repetir este procedimiento hasta llenar todas las bolsas necesarias. Revisar

14
finalmente todos los precintos, que las bolsas no se hayan averiado y estén todas precintadas y
etiquetadas con indicación de Cátedra y Fecha.
Trasladar las bolsas dentro de los contenedores de plástico con ruedas. No arrastrar las
bolsas desnudas para evitar que se rompan o haya derrames. Bajarlas por el montacargas hasta el
lugar de Acopio Definitivo de Residuos Patógenos; nunca usar los ascensores comunes.
Para desinfección de jaulas de animales: lavarlas con detergente y luego sumergirlas o
pasarlas por una solución de Agua Lavandina al 5 % durante 10 minutos.

TRABAJO CON ANIMALES EN EL LABORATORIO

1. No manipular especies animales sin los debidos conocimientos de sus características,


comportamientos y riesgos que implican.
2. Usar elementos de contención y jaulas seguras para animales y elementos adecuados de
protección personal.
3. Informar inmediatamente acerca de: fugas de animales, extravíos, arañazos, mordeduras o
cualquier trauma físico.
4. El personal debe estar vacunado (Vacunas antitetánica, Hepatitis, etc.) ante cualquier
contingencia, por mordedura, corte o inoculación.
5. Deberá efectuarse al personal, chequeos médicos pre laborales y periódicos.
6. Usar vestimenta descartable o que se pueda autoclavar.
7. Mantener el orden y la limpieza en el lugar de trabajo. Se requieren áreas limpias y
cómodas, pisos libres de obstáculos y no resbaladizos. Seguir las técnicas de limpieza y
desinfección de la Sección Primera de este Manual.
8. Los elementos de protección personal deberán estar siempre a mano, bien acondicionados,
en perfecto estado físico y en condiciones higiénicas.
9. Los elementos de protección personal deberán usarse aún cuando resulten incómodos.
10. Al tomar contacto directo con los animales, usar siempre la protección personal adecuada
(ejemplo: guantes apropiados, mangas largas, piernas cubiertas, delantales, botas, etc.)
11. Deberá evitarse el contacto con heces, orina, sangre, otros fluidos biológicos.
12. No formar aerosoles en lo posible ni producir derrames ni salpicaduras. Si es posible, contar
con un sistema de aspiración localizado. O trabajar dentro de bandejas plásticas chatas de
paredes resistentes.
13. Tener a mano una pileta de lavado para el aseo inmediato del personal y el lugar. Contar con
toallas de papel descartables, jabones y soluciones antisépticas.
14. Durante las necropsias, los guantes deberán ajustarse bien sobre los dedos antes de iniciar la
incisión para evitar cortarlos, para reducir el peligro de accidentes.
15. Deberán emplearse bisturíes bien afilados y seguros para cortes suaves y precisos, agujas de
disección y de agujas huecas bien afiladas y en lo posible, tijeras de buen corte y punta roma
para reducir el peligro de pinchaduras.
16. No reencapuchar las agujas antes de tirarlas, porque esto ha traído numerosos accidentes por
pinchadura. No cambiar las hojas de bisturí durante las prácticas pues pueden producir
cortaduras. Probar antes los instrumentos o valerse de varios de ellos. Solicitar la
cooperación de un asistente.
17. Eliminar los cortopunzantes (como agujas, capilares, filos cortantes) en forma segura dentro
de los descartadores de plástico grueso. Proceder luego como se indica en Norma para
Residuos Patógenos.
18. Después de procesar cada animal, todas las gasas, algodones sucios, toallas de papel y otros
desperdicios, se colocarán en las bolsas rojas para residuos patógenos.

15
SECCION CUARTA

DISPOSICION, TRANSPORTE Y ELIMINACIÓN DE RESIDUOS PATÓGENOS

1) Son Residuos Patógenos, tanto sólidos como líquidos, los fluidos, sueros o muestras de
diagnóstico proveniente de humanos o animales; sus órganos, restos, partes o fluidos que
surgen de la investigación o de los trabajos prácticos y todos los materiales de descarte que
hayan tomado contacto con ellos. Asimismo los residuos y elementos que surgen de las
investigaciones microbiológicas.
2) Los residuos sólidos se depositarán dentro de bolsas rojas de polietileno de 120 micrones de
espesor, las cuales estarán siempre dentro de contenedores de plástico próximos a los
lugares donde éstos se generen. Las bolsas rojas pueden tener diferentes dimensiones. Las
bolsas rojas nunca deben estar sueltas, ni se las debe arrastrar. Verificar siempre que las
bolsas rojas no presenten fallas en su costura, ni roturas ni perforaciones.
3) Los residuos sólidos de animales que sean pasibles de descomposición, es necesario
guardarlos dentro de las bolsas rojas en cámara fría o freezer, para bajarlos momentos antes
del retiro por la empresa. Los restos de animales no deberán contener éter etílico por ser
altamente explosivo, ni desechar algodones con éter etílico.
4) Los residuos líquidos patógenos como muestras de sueros, orinas, fluidos de origen humano
o animal, etc., no se desecharán por las piletas. Se descartarán dentro de bidones de
polietileno de 20 Litros y cuando el bidón alcance las ¾ partes de su volumen, estos
líquidos patógenos se tratarán con 1 Litro de agua lavandina concentrada y se dejará actuar
por 2 horas (Desinfección). Luego puede desecharse el líquido por la red cloacal, siempre
que no posea restos sólidos considerables.
5) Los líquidos de cultivos microbiológicos, así como los cultivos sólidos, antes de su
eliminación, se descontaminarán mediante autoclavado a 121ºC durante 30 minutos antes de
su eliminación por razones de seguridad, más si son cultivos patógenos. Si resultan restos
sólidos, se descartarán en bolsa roja. Si resultan líquidos descontaminados, se los eliminará
por la pileta diluyendo con mucha agua. Los materiales plásticos de descarte usados en
microbiología como también los émbolos plásticos de las jeringas, podrán descartarse
directamente en bolsa roja.
6) Las agujas huecas de jeringas hipodérmicas de descarte, las agujas macizas de disección, las
hojas de bisturí, las navajas de los micrótomos, los porta o cubreobjetos de vidrio usados en
microscopía y todo aquel elemento que corte o que pinche, denominados “cortopunzantes”,
serán eliminados dentro de recipientes de plástico grueso, provistos de tapas herméticas,
ranuras y orificios especiales para el descarte de los mismos. Estos recipientes se llaman
descartadores de cortopunzantes.
7) Los descartadores de cortopunzantes se desecharán en bolsas rojas junto a los guantes de
látex usados y otros materiales de descarte de plástico, goma o papel incinerables.
8) Preferiblemente, la viruta contaminada de la cama de las jaulas de los bioterios se
depositará sola en bolsas rojas por separado.
9) Las bolsas rojas deberán llenarse parcialmente hasta sus ¾ partes. Se deberán precintar
debidamente y se las deberá etiquetar mediante etiqueta o cinta autoadhesiva. Con
marcador indeleble se escribirá el nombre de la Cátedra y la fecha. No debe haber líquido
suelto dentro de las bolsas rojas. Si los residuos pueden desprender líquidos, habrá que
colocar elementos absorbentes como algodón, viruta, papeles, etc. Se prohíbe arrastrar las
bolsas por el piso y maltratarlas y se exige que deban estar siempre dentro de contenedores
plásticos.

16
10) Las bolsas rojas, dentro de los contenedores plásticos, se bajan únicamente por el
montacargas en horas de la mañana de poco movimiento de personal hasta el Área de
Acopio de Patógenos en el subsuelo de esta Facultad, todos los días hábiles. Allí, personal
de nuestra institución reacondicionará las bolsas, las pesará y llevará un Registro de
Residuos Patógenos. Una empresa las retira diariamente.
11) Cada Cátedra contará con un Responsable no docente quien bajará las bolsas rojas
diariamente de modo que no se acumulen, menos aún los fines de semana.
12) Queda expresamente prohibido usar bolsas rojas para otros fines que no sea la eliminación
de residuos patógenos. Asimismo queda terminantemente prohibido dejar bolsas rojas y/o
contenedores con bolsas fuera de las Cátedras o en pasillos comunes a la vista del público.
Cada Cátedra destinará un lugar adecuado para el acopio transitorio de las bolsas rojas el
cual no debe acumular muchas bolsas.
13) Los restos de vidrio de grandes dimensiones contaminados con patógenos que no entren
dentro de los descartadores, serán desinfectados por inmersión dentro bateas o baldes con
agua lavandina al 10 % durante 15 minutos. Esta disolución se prepara mezclando en el
momento 10 partes de agua lavandina concentrada comercial con 90 partes de agua común
(que es lo mismo que disolver un litro de lavandina en un balde agua de 10 litros). Luego
los vidrios se embalarán dentro de cajas cerradas y se descartarán como residuos comunes
con la leyenda “cuidado, vidrios rotos”. Se aclara que los restos de botellas y aparatos
rotos de vidrio, sin contaminación biológica, corresponden a residuos comunes y se los
embala cuidadosamente para evitar cortes o roturas que perjudiquen a terceros antes de
descartarlos en bolsa negra.
14) Cada Cátedra debe contar con un Responsable de Gestión para los Residuos Patógenos y
Peligrosos Químicos por la parte docente y de otro Responsable de la Manipulación,
Etiquetado y Traslado tanto de los residuos patógenos dentro de las bolsas rojas como de los
residuos químicos, desde el interior de la Cátedra hacia el Área de Acopio de Patógenos y
Peligrosos en el Subsuelo de esta Facultad. Ambos serán responsables de la gestión
correcta de los residuos patógenos y de los peligrosos. Serán designados por los Profesores
Titulares de cada Cátedra, quienes notificarán por nota al Sr. Decano de esta Facultad y al
Servicio de Higiene y Seguridad, quienes son estos agentes, consignando nombre, número
de DNI, cargo y legajo. Cada Titular nuevo deberá efectuar las mismas notas
correspondientes para ratificar o reemplazar a los mismos.
15) Los Responsables de Cátedra, tanto por la parte docente como no docente, deberán
entrenarse a través de las capacitaciones periódicas que dicte el Servicio de Higiene y
Seguridad durante el horario de trabajo, deberán respetar las normas dictadas y deberán
efectuar las tareas asignadas con responsabilidad, haciendo uso de los elementos de
protección personal asignados.
16) Los Responsables por la parte docente, deberán velar por el cumplimiento de las normas
supervisando que toda la gestión de residuos patógenos y peligrosos se lleve a cabo
satisfactoriamente teniendo en cuenta que ello implica supervisar la generación, el
aislamiento dentro de bolsas rojas, el acopio transitorio, el traslado de contenedores por
montacargas y la desinfección de contenedores y lugares.
17) Los Responsables no docentes deberán estar capacitados para la desinfección periódica de
los recipientes contenedores, sitios de derrame y los lugares de acopio transitorio de las
bolsas, con agua lavandina al 10 %. Del mismo modo están obligados a que en caso de
derrame durante el trayecto deberán recoger los residuos patógenos debidamente dentro de
nuevas bolsas rojas y proceder a desinfectar la zona haciendo uso de una dilución de agua
lavandina al 10 % preparada en el momento, disolviendo 1 (un) Litro de Agua Lavandina
comercial en un balde de 10 Litros, dejando actuar 10 minutos como mínimo, con posterior

17
enjuague y secado. Para ello tendrán que procurarse los materiales indispensables y
tenerlos a mano para actuar en caso de emergencia.
18) La provisión de bolsas rojas, etiquetas, precintos, como materiales de limpieza y
desinfección, serán provistos por la Dirección de Intendencia o Servicios Generales o el
Servicio de Higiene y Seguridad.
19) Esta Facultad designó un Responsable no docente encargado del acondicionamiento, pesada
y control del retiro de los residuos patógenos por parte de la empresa recolectora. Pertenece
al Área de Higiene y Seguridad y posee oficina en el subsuelo de esta Facultad con el
interno telefónico 8274. Asimismo será el responsable del cuidado de la higiene y
desinfección de los contenedores y del área de acopio mediante lavandina al 10 %, haciendo
uso de los elementos de seguridad y limpieza.
20) Esta norma está basada en la Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos Peligrosos y el no
cumplimiento infringe la misma. Por la salud de la personas, la protección del medio
ambiente y por aspectos legales de esta institución se solicita sumo cuidado con el manejo
de los residuos patógenos y el respeto a esta norma. Asimismo, la eliminación por
negligencia de residuos patógenos a la vía pública o a sectores comunes de tránsito humano
representa una falta grave.

SECCION QUINTA

SEGURIDAD EN EL MANEJO DE SUSTANCIAS QUIMICAS

¿Qué es un producto químico peligroso?

Producto químico peligroso es aquel que puede representar un riesgo para la seguridad y salud de las
personas o causar daños al medio ambiente, debido a sus propiedades químicas, fisicoquímicas o
toxicológicas o a la forma en que se utilizan o se hallan presentes.

¿Cuáles son los productos químicos peligrosos?

Los que se encuadran dentro de las clasificaciones siguientes a saber:

Comburentes
Inflamables, extremadamente inflamables, etc.
Reactivos
Inestables, explosivos, etc.

Muy tóxicos. Tóxicos.


Nocivos. Irritantes.
Corrosivos, cáusticos.
Narcóticos
Neumoconióticos (tóxicos pulmonares)
Sensibilizantes o alergénicos.
Carcinogénicos
Mutagénicos.
Teratogénicos (tóxicos para la reproducción)

18
Según sus efectos sobre el medio ambiente:
Contaminantes del suelo, el agua o el aire.

Pictogramas utilizados en la Unión Europea

E O C F F+
fácilmente extremadamente
explosivo comburente corrosivo
inflamable inflamable

T T+ Xn Xi N
peligroso para el
tóxico muy tóxico nocivo irritante
medio ambiente

A medida que la industria química se fue expandiendo, fueron apareciendo en los países distintas
normativas, recomendaciones y tablas de peligrosidad, que con el tiempo se fueron estandarizando.
Legislación de la República Argentina: Ley Nacional 19.587 de Higiene y Seguridad en el
Trabajo y su Decreto Reglamentario 351/79. Ley Nacional 24.557 de Aseguradoras de Riesgos del
Trabajo y las Resoluciones de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
En forma no directamente vinculante tenemos las Normas IRAM.

Las Normas de la Comunidad Europea, que se han sido asimiladas en nuestro país, asignan a las
sustancias y preparados químicos, además de los símbolos, las frases “R” de riesgo y las frases “S”
de consejos de prudencia o seguridad, que se detallan a continuación:

ANEXO I
Ejemplo de Frases “R” de riesgo:

R1 Explosivo en estado seco.


R2 Riesgo de explosión por choque, fricción, fuego u otras fuentes de ignición.
Etc.,…

ANEXO II

Ejemplo de Frases “S” de consejos de prudencia o seguridad

S1 Consérvese bajo llave.


S2 Manténgase fuera del alcance de los niños.
S3 Consérvese en lugar fresco.
Etc.,…

ANEXO III
Lista de cancerígenos y mutagénicos

19
Referencias a Fichas de Seguridad de Productos Químicos (FDS o MSDS) internacionales:

MSDS: material safety data sheet

EINECS: European Inventory of Existing Commercial Chemical Substances (Catálogo europeo de


sustancias químicas comercializadas).

CAS: Chemical Abstract Service (Servicio de Resúmenes Químicos).

Base de Datos Químicos de la empresa internacional MERCK. Fichas FDS.


Fichas internacionales de seguridad química.
Catálogo de Sigma-Aldrich
Fichas de datos de seguridad de gases de Airliquide.
Fichas de seguridad de Scharlau.
Catálogo Index Merck.

SISTEMA DE IDENTIFICACION INTERNACIONAL DE RIESGOS


DE PRODUCTOS QUIMICOS PELIGROSOS.
Norma 704 NFPA (NATIONAL FIRE PROTECTION ASSOCIATION)

 La peligrosidad del producto usa una escala de 0 a 4


 El color AZUL indica el peligro para la salud.
 El color ROJO indica el grado de inflamabilidad.
 El color AMARILLO significa cuán reactivo es.
 El color BLANCO brinda información anexa valiosa.

 AZUL : RIESGO PARA LA SALUD

 4 FATAL
 3 EXTREMADAMENTE PELIGROSO
 2 PELIGROSO
 1 LIGERAMENTE PELIGROSO
 0 MATERIAL INOCUO O NORMAL

20
 ROJO : RIESGO DE INCENDIO

 4 EXTREMADAMENTE INFLAMABLE
 3 INFLAMABLE
 2 COMBUSTIBLE
 1 COMBUSTIBLE SI SE CALIENTA
 0 NO SE QUEMARÁ

 AMARILLO: RIESGO POR REACTIVIDAD

 4 DETONACIÓN RÁPIDA.
 3 DETONACIÓN CON FUENTE DE INICIO.
 2 CAMBIO QUÍMICO VIOLENTO.
 1 INESTABLE SI SE CALIENTA.
 0 ESTABLE.

 BLANCO: INFORMACION ADICIONAL O ESPECIAL SOBRE EL PRODUCTO

 OXY: Agente oxidante.


 W: Reactivo con agua.
 G: Gas comprimido.
 LN2: Nitrógeno líquido.
 BL: Nivel de bioseguridad Nº
 RAD: Material radioactivo.
 MAG: Cuidado con campo magnético.

La Facultad emplea para los desarrollos de sus trabajos de investigación y docencia,


numerosas sustancias químicas, puras, de grado técnico o mezcladas, en envases diversos, al estado
sólido, líquido o gaseoso. Estas sustancias pueden ser peligrosas o no, según el tipo de los
productos y la concentración.
Este Manual, en primer lugar, contempla el hecho del almacenamiento, acopio, vencimiento,
transporte, usos, características, peligrosidad y riesgos inherentes a las diferentes sustancias
químicas empleadas en esta institución. A tal efecto, las Normas de Buenas Prácticas de Trabajo
recomiendan que el personal de cada laboratorio debe conocer las propiedades físicas y químicas de
las sustancias que compra y manipula. Para ello deberá informarse a través de las “Fichas técnicas
de seguridad (FDS)” de los productos químicos que emplee, las cuales son de circulación
internacional, se encuentran en internet o bien las provee el Servicio de Higiene y Seguridad.
Asimismo esta institución cuenta con un “Plan de contingencias químicas” para accidentes
causados por agentes químicos. Con él se capacitan a los individuos sobre cómo actuar ante
derrames, fugas, inflamabilidad, hechos peligrosos, etc.
Cada Cátedra o equipo de investigación, debe contar con un Responsable en materia de
manipulación de agentes químicos en general y eliminación de residuos peligrosos, que esté en
comunicación directa con el Área de Seguridad e Higiene, a fin de difundir las recomendaciones
que se dicten en conjunto, tanto al cuerpo docente, como no docente y al alumnado.
De acuerdo a la Ley 24.051, su Dec.Regl. 831/93 y la Ley GCABA 2014 y Dec 2020 de
Residuos Peligrosos, se considera químico peligroso a todo aquél que pueda producir daño
afectando a los seres vivos, o al aire, al agua o al suelo y para ello deberá figurar dentro de las

21
corrientes de desechos sometidas a control o bien tener alguno de los constituyentes que figuran en
el Anexo I del citado decreto o bien poseer alguna de las características de peligrosidad del Anexo II
del mismo.
El manejo seguro de las sustancias químicas comienza con la decisión de la compra. Deben
conocerse las propiedades físicas, químicas y las acciones biológicas que su uso implica. Hay que
recurrir a las fichas técnicas, donde estén consignadas las características como peligrosidad,
toxicidad, correcto envasado y almacenaje, tiempo de exposición por contacto humano, absorción o
inhalación, etc.
Los principios básicos en que se fundamenta el programa de manejo de sustancias químicas
comprenden la minimización del acopio de las mismas, el empleo de envases seguros y el uso de
volúmenes pequeños; el conocimiento de las características físicoquímicas, el empleo racional
haciendo uso de los elementos de seguridad y la eliminación correcta de los mismos.
Al efectuar las compras, se necesita un control de inventario y un control de consumo, a fin de
evitar compras innecesarias y duplicadas, a fin de que los productos químicos queden sin usar,
envejeciéndose en armarios y estanterías, representando un riesgo y posterior descarte dificultoso.
Es menester efectuar un control periódico de los almacenes de reactivos, anaqueles y bajomesadas,
elaborando además un Inventario de Reactivos por tarjetas (ante la posibilidad de pérdida de
etiquetas) que remita a los envases numerados por códigos, donde se consigne además la fecha de
compra y el vencimiento. Estos datos serán de mucha utilidad a la hora que la ART u otros
organismos como el SEDRONAR requieran datos. Servirán además para aportar datos estadísticos.
Cuando por caso, se dejan de usar productos por diversos motivos y los mismos pasan a
convertirse en estorbos de los que hay que deshacerse, es muy conveniente redistribuir estos
productos, ofreciéndolos a otras áreas o cátedras que los pudieran necesitar. A este respecto, el Área
de Higiene y Seguridad puede colaborar en la tarea de difusión y ofrecimiento de los productos
químicos entre los posibles usuarios para poder “reubicar” el producto.
Cuando algún envase de producto químico esté perdiendo su etiqueta, proceder a re-
etiquetarlo como corresponde para que no se pierda su identidad. Si el envase ha perdido la
identificación, separarlo y proceder a su identificación mediante análisis químico para el descarte.
La identificación de una sustancia implica además del nombre y la fórmula, su
concentración y la fecha de preparación, fabricación y vencimiento. El origen de la sustancia y
proveedor, son dos datos importantes a tener en cuenta. Vuelva a etiquetar con materiales e
inscripciones imperecederos. Emplee papel blanco grueso y escriba con lápiz, ya que el grafito es
difícil de atacar. Recubra las etiquetas con adhesivos protectores transparentes o recúbralas con
parafina.
Si hay incertidumbre en la calidad de una sustancia, no se conoce su vencimiento o se duda
de lo que es, se procederá a descartarlo según técnica. Si se duda, consultar con el Responsable de
Higiene y Seguridad. Considerar como peligrosa toda sustancia química desconocida, degradada o
vencida. Por ello es tan importante numerar los envases, colocarles un código y poseer un Listado
o Inventario de los reactivos.
Queda prohibido el descarte de productos químicos, aún en sus envases originales, en la
basura común o abandonarlos imprudentemente en sectores destinados a residuos comunes, lugares
de tránsito habitual o en la vía pública.

En primer lugar, todo individuo debe prevenir derrames examinando bien los envases que
contienen líquidos antes de moverlos. Observe que los envases no transpiren, no sean vulnerables,
ni pierdan, ni presenten rajaduras, ni estén hinchados o visiblemente colapsados o atacados. Tenga
cuidado cuando están expuestos a cambios bruscos de temperatura o condiciones extremas de frío o
calor, dentro de equipos frigoríficos, fuentes de calor o a la intemperie.

22
No abandone los productos por meses o años en armarios, alacenas o bajomesadas. Estos
lugares se tornan corrosivos y hay que inspeccionarlos. Efectúe exámenes periódicos de los
mismos.
Cuando traslade líquidos o sólidos peligrosos, hágalo con cuidado dentro de bandejas u otros
envases seguros usando carros de transporte.
Para el trasvase de líquidos emplee métodos seguros. Nunca haga sifón empleando la boca,
ni perfore los tapones bruscamente, ni incline peligrosamente los grandes envases que no pueda
manipular o provoque salidas bruscas, salpicaduras, proyecciones por presión, etc.
Piense primero en lo que podría suceder y asegúrese. Emplee siempre bombas de succión
inertes a los líquidos que va manipular. Siempre tenga a mano los implementos para subsanar
posibles errores o imprevistos.
El investigador responsable, los empleados y estudiantes que trabajan en los laboratorios de
investigación deben tener la capacitación y el entrenamiento para saber cómo actuar en forma
segura ante una emergencia por derrame, fuga o descontrol de una reacción.
El entrenamiento de emergencia incluye también los procedimientos de evacuación del
edificio por incendio o explosión, nubes de gases tóxicos, el reconocimiento de las señales de
alarma y el seguimiento de las normas.
Los que trabajan en un laboratorio deben recibir el entrenamiento adecuado que les permita
distinguir entre las contingencias que pueden ser controlados por ellos mismos y aquellas que son
clasificados como “mayúsculas o catastróficas”. Las situaciones mayúsculas de peligro implican la
asistencia de ayuda externa, de pericia y experiencia.
Nunca acumule solventes inflamables ni líquidos que produzcan gases expansivos.
Almacénelos en lugares estancos, frescos y bien ventilados al exterior.

REGLAS GENERALES ANTE SITUACIONES DE DERRAME:

PRIMERO: dar aviso a las demás personas y aislar la zona.


SEGUNDO: colocarse los elementos de protección personal y usarlos adecuadamente.
TERCERO: contener el derrame, absorberlo con polvos inertes.
CUARTO: neutralizarlo y recogerlo en bolsa o recipiente adecuado.

Derrame de líquidos: delimite el área de derrame y conténgala mediante adsorbentes inertes para
el líquido en cuestión. Puede usar arena, bentonita, cal, papel, aserrín o polvos inertes adquiridos ex
profeso para estos fines.
Si se recurre al papel, a los trapos o a viruta de madera, recordar que estos son combustibles y
pueden actuar mejor como mecha cuando se trata de solventes combustibles.
Un derrame de ácidos se absorbe directamente con cal común en polvo para su neutralización.
Luego se eliminarán los restos en bolsas negras dobles.
Un derrame de álcalis o soluciones alcalinas, se contiene con sólidos inertes como arena o bentonita
y luego se neutralizará con ácidos débiles como acético (vinagre) u otros ácidos débiles. Recoger
los residuos sólidos en bolsas negras comunes y limpiar la zona.

Derrame de solventes: para absorber derrame de solventes puede emplearse piedras de bentonita.
Recordar que el papel, los trapos, la viruta o el aserrín de madera, van a actuar como mecha si los
solventes son combustibles. En este caso, tener mucho cuidado.

23
Si el derrame fuese mayor y el solvente combustible, tener cuidado con el peligro de incendio o
explosión: apagar toda llama o equipo generador de energía térmica o chispa. Ventilar bien, pero
sin ventiladores o motores, a menos que estos sean estancos o antiexplosivos.

Derrames de sólidos: recoja los pequeños derrames mediante barrido sin generar polvillo o nieblas
perjudiciales. No humedezca los residuos si estos reaccionan con el agua. Contemple el empleo de
solventes adecuados para esos sólidos derramados. Recoja con una pala inerte los residuos
químicos sólidos en bolsas resistentes de polietileno de buen espesor, preferentemente de color
amarillo. Mejor aún, en envases o potes de polietileno de alta densidad de ancha boca provistos con
tapa de buen cierre. Por último efectuar la limpieza del lugar.

Los trabajadores de un laboratorio deben estar calificados para contener y limpiar derrames
de productos químicos. El Servicio de Higiene y Seguridad define como derrame incidental a un
derrame que no posee un riesgo significativo para la seguridad o la salud de las personas ni tiene el
potencial de convertirse en una emergencia. Se pueden manejar los derrames incidentales porque
se supone que las personas están familiarizadas con los productos y los riesgos que ellos implican y
que usan a diario. Si el derrame excede el nivel de experiencia, entrenamiento o conocimiento del
personal, será necesario evaluar cómo solucionarlo.
La asistencia externa la provee el Servicio de Higiene y Seguridad o un organismo externo.
Los derrames que requieren la intervención de individuos externos al laboratorio son aquellos que
exceden la exposición que uno puede soportar. Los derrames de esta categoría son aquellos que
realmente se han convertido en una emergencia en la que los trabajadores del laboratorio se ven
sobrepasados en su nivel de entrenamiento.
La capacidad de respuesta esta ligada a la magnitud del incidente, al entrenamiento de las
personas y a los medios técnicos que se disponen. Las autoridades del sector, la institución o el
Servicio de Higiene y Seguridad, determinan si el tipo de emergencias involucra:

1) La necesidad de evacuar a los empleados del área.


2) La necesidad de ayuda externa al área involucrada.
3) Si la magnitud del derrame en cuanto a calidad y cantidad, es peligroso para la vida o la
salud de las personas.
4) Si el derrame o la pérdida constituye una amenaza seria de explosión o fuego.
5) Si el derrame o pérdida requiere atención inmediata debido al peligro que representa.
6) Si el derrame por su volatilidad o difusión produce niveles de exposición tóxicos.
7) Que no haya certeza de que el personal pueda manejar la gravedad del suceso aún con los
implementos de protección personal.
8) Que la situación no sea clara y haga falta asegurar datos relativos a factores importantes para
resolver correctamente el problema.

Dependiendo de las circunstancias, lo que comienza como un incidente pequeño y puntual


puede, en un dado momento, convertirse en una emergencia o tragedia mayor. Por ello, el personal
del laboratorio debe prevenirse de situaciones que imagine puedan ocurrir, estar debidamente
entrenado y contar con los medios técnicos adecuados para poder actuar. Un entrenamiento
específico sobre este tipo de riesgos debe incluir el poder evaluar situaciones diferentes.
El servicio de Higiene y Seguridad también participará o supervisará del proceso de
contención, neutralización y limpieza. Por ello se le debe informar.
Al cabo del incidente/accidente, se deberá reportar por escrito el hecho y las circunstancias
que lo produjeron.

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PRACTICAS APROPIADAS DE TRABAJO Y MANIPULACION

Las siguientes prácticas son consideradas comunes para el uso o almacenamiento de


químicos peligrosos, tóxicos, cancerígenos, irritantes o toxinas reproductivas.

A. Prácticas generales.

1. Usar protección ocular, guantes, anteojos o antiparras, calzado de seguridad, barbijos o


máscaras, calzado y vestimenta de seguridad.
2. Los elementos de protección personal deben ser del material apropiado, resistentes a los
productos químicos en cuestión.
3. El personal del laboratorio debe lavarse las manos inmediatamente después de sacarse
los guantes y antes de abandonar el laboratorio.
4. Usar los guardapolvos de laboratorio completamente abotonados y con los puños
ceñidos. Usar batas inertes para salpicaduras sobre los guardapolvos.
5. Los elementos de protección personal y la indumentaria de trabajo se usan solamente en el
laboratorio. No los lleve a comedores, bibliotecas u otras áreas inapropiadas. También evite
trasladarlos al hogar. Si lo hace, aísle las prendas y lávelas separadamente del resto.
6. Luego de una exposición química significativa a la piel o ropa, la persona debe estar
instruida para cambiarse y lavarse como corresponde.
7. Utilice medios de trasvase seguro. Evite salpicaduras, proyecciones, pipeteo, sifón o
succión con la boca.
8. Analice el estado de los envases antes de moverlos. El estado de los cierres, tapones y etiquetas.

B. Prácticas operacionales.

1. Todos los químicos peligrosos deben manejarse en pequeños volúmenes y bajo campanas
extractoras con venteo al exterior.
2. Los productos químicos se almacenan según su peligrosidad. No se almacenan por uso
cotidiano u orden alfabético. Separar los incompatibles entre sí.
3. Debe consignarse la fecha y origen de elaboración. Su fecha de vencimiento.
4. Deshacerse en forma apropiada de los químicos vencidos según las normas de descarte y la
ley de residuos peligrosos.
5. Los materiales inflamables de más de 30 litros se deben guardar en recipientes a prueba de
llamas o fuentes de combustión. Cuando trabaje con ellos asegúrese que las llamas o
fuentes de ignición no estén presentes. Recordar el prohibido fumar. Conocer de antemano
la naturaleza de los líquidos que se manipulan. Si son narcóticos, volátiles, inflamables, más
o menos densos que el aire, etc.
6. Emplear envases plásticos de polietileno de alta densidad, resistentes, en lugar de los
envases de vidrio sensibles a los golpes y roturas.
7. Almacenar bajo llave de seguridad los compuestos extremadamente tóxicos o venenosos.

C. Prácticas específicas para el uso de cancerígenos y toxinas reproductivas.

1. Las superficies del laboratorio deben recubrirse con film de polietileno, etc.

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2. Los procesos que involucran cancerígenos volátiles, polvos o aerosoles deben realizarse bajo
campanas químicas de buena extracción.
3. Si no se dispone de campanas o extractores para cancerígenos o toxinas, usar respiradores y
máscaras con filtros apropiados en lugares bien ventilados.
4. Deben establecerse áreas específicas de trabajo y almacenamiento de sustancias
cancerígenas o toxinas reproductivas. Rotular las zonas como “Cancerígenos”, “Toxinas”.
5. Si hace falta restringir el acceso de personal, colocar carteles con advertencia o determinar
los tiempos de permanencia y exposición de los operadores.
6. Se prohíbe el uso de trapos secos o lampazos si se usan cancerígenos o mutágenos como por
ejemplo: acrilamida, bromuro de etidio, antineoplásicos, etc.
7. Los contenedores para disponer de cancerígenos tienen que estar bien etiquetados con el
nombre del compuesto, concentración y cantidad. Colocar la leyenda de “Riesgo de
Cáncer”.
8. Los materiales de laboratorio e implementos de vidrio o plástico de desecho contaminados
con cancerígenos o toxinas, deben eliminarse bien embalados dentro de recipientes o cajas
seguras y embolsadas, con los rótulos de “Peligro material cortante y con riesgo de cáncer”.
Deben ser eliminados como “Residuos peligrosos”.
9. En lo posible, es conveniente destruir las moléculas cancerígenas mediante oxidación,
citando como ejemplo, la acción de una solución de Permanganato de Potasio o Hipoclorito
de Sodio concentrado comercial.

Si se ha determinado que la exposición a un cancerígeno específico está por encima del


valor límite de exposición de corto tiempo, se aplicarán algunas normas regulatorias, una de las
cuales es la supervisión médica laboral. Esta supervisión está destinada a determinar si los
empleados están experimentando efectos adversos a la salud por la exposición a los contaminantes y
se ofrecerá sin costo, en un tiempo y lugar razonable.
Las características de los exámenes médicos y de laboratorio serán determinadas por
profesionales de la salud. Por otra parte, la ART debe proveer una evaluación médica anual para
aquellos trabajadores de laboratorio interesados en tener un aviso temprano de efectos nocivos para
la salud.

NORMA DE DISPOSICION, TRASLADO Y ELIMINACIÓN


DE RESIDUOS QUIMICOS PELIGROSOS

01) Son residuos químicos peligrosos, tanto sólidos como líquidos, los compuestos químicos puros
o mezclados o residuales comprendidos en el Anexo I de la Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos
Peligrosos y cuya lista de los más significativos para esta Facultad son los siguientes:

Y-02 “Desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos”.


Y-03 “Desechos de medicamentos y productos farmacéuticos para la salud humana y animal”. Y-06
“Desechos resultantes de la producción, la preparación y la utilización de disolventes orgánicos”.
Y-08 “Desechos de aceites minerales no aptos para el uso a que estaban destinados”
Y-09 “Mezclas y emulsiones de desecho de aceite y agua o de hidrocarburos y agua”.
Y-10 “PCB o aceites o restos con PCB”
Y-16 “Líquidos de desecho del revelado de placas fotográficas”.
Y-21 “Compuestos de cromo hexavalente”
Y-33 “Cianuros inorgánicos”

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Y-34 “Soluciones ácidas o ácidos en forma sólida”
Y-35 “Soluciones básicas o bases en forma sólida”
Y-38 “Cianuros orgánicos”
Y-39 “Fenoles, compuestos fenólicos, con inclusión de clorofenoles.
Y-41 “Solventes orgánicos halogenados”
Y-42 “Disolventes orgánicos, con exclusión de los disolventes halogenados”.

02) Queda terminantemente prohibido la eliminación de productos químicos peligrosos, solventes


volátiles, inflamables o líquidos corrosivos por las piletas o desagües. Las emanaciones que se
producen, que afectan al personal y a los alumnos, representan una falta grave a la salud de las
personas. A su vez deterioran los desagües ocasionando serios trastornos.

03) Los residuos líquidos se eliminarán dentro de bidones de polietileno de alta densidad de 20
Litros de paredes gruesas, provistos de su correspondiente tapa a rosca de polietileno. Los mismos
no deben llenarse hasta el tope, sino hasta sus ¾ partes a fin de evitar derrames.

04) Los residuos sólidos se eliminarán dentro de cuñetes de plástico o potes de polietileno de alta
densidad, con boca ancha provistos de su correspondiente tapa a rosca del mismo material,
preferentemente de color blanco o amarillo, bien tapados, de modo que no haya pérdidas.
También podrán eliminarse los sólidos dentro de bolsas de polietileno de color amarillo de 120
micrones de espesor que provee la empresa transportista de estos residuos.

05) Los residuos que marca el Anexo I de la Ley del punto 1, no pueden mezclarse y se los desecha
individualmente.
Se aclara que pese a que los residuos alcalinos Y-35 pueden mezclarse porque son compatibles, los
residuos de ácidos fuertes Y-34 “no se pueden mezclar porque no son compatibles”, ya reaccionan
entre sí generando gases tóxicos que hacen estallar los bidones si están cerrados.
Por ello se recomienda la neutralización en los bidones donde se tengan que descartar ácidos
inorgánicos o residuos ácidos, con la colocación previa de unos 5 litros de solución alcalina técnica
o residual de hidróxido de sodio, potasio o cal, para la neutralización de las soluciones ácidas que se
van a ir descartando, con lo cual, no hacen falta muchos bidones sino únicamente uno. De este
modo los ácidos se irán neutralizando a medida que se los vierta en el bidón, disminuyendo la
peligrosidad, ya que las sales resultantes son compatibles.
No se recomienda la neutralización con carbonatos ni bicarbonatos, por la efervescencia que
produce el desprendimiento de dióxido de carbono, que puede hacer estallar los bidones.

06) Los residuos químicos se aíslan y se etiquetan en forma separada, por el tipo de tratamiento
posterior que se les aplicará en las plantas de procesamiento de las empresas operadoras.

07) A los desechos de productos farmacéuticos Y-3, si son formas farmacéuticas como
comprimidos, cápsulas, pomos, viales, ampollas o envases identificables, se les sacará la
identificación, se los destruirá físicamente o se los inutilizará con colorantes, antes de ser
eliminados, para impedir cualquier uso posterior indebido o accidental, aún cuando se los elimine
dentro de potes o bolsas plásticas de polietileno de color amarillo.

08) Tanto los bidones conteniendo líquidos, como los potes o bolsas amarillas conteniendo sólidos,
deberán identificarse mediante etiquetado por medio de etiquetas o papel autoadhesivos e
inscripción con marcador indeleble que consigne la “Y” correspondiente al residuo que se trata, el
nombre de la Cátedra generadora y la fecha.

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09) Tanto los bidones, como los potes o cuñetes o bolsas, tendrán que estar en un lugar apropiado
dentro de las Cátedras y no podrán estar afuera de las mismas. Los envases no presentarán averías
ni derrames.

10) Los residuos químicos peligrosos, perfectamente cerrados y etiquetados, serán bajados por el
Responsable no docente designado por esta Facultad para el retiro de los mismos, el que hará uso
del montacargas. Será el encargado de pesar los residuos y solicitar a la empresa de recolección que
proceda a su retiro una vez al mes. Su interno telefónico es el # 8274. A su vez, será el
responsable del suministro de bidones, potes, cuñetes, precintos, etiquetas, agentes de contención y
neutralizantes como arena, cal, bentonita, etc.

11) Cada Cátedra debe contar con un Responsable de Gestión para los Residuos Patógenos y
Químicos Peligrosos por la parte docente quien será responsable de que los docentes, investigadores
o personal de laboratorio, cumplan con esta Norma de Residuos Químicos Peligrosos haciendo
difusión y supervisando que todos lleven a cabo una correcta gestión de eliminación de los
productos químicos residuales separados según la clasificación impuesta por la ley, bien envasados,
en recipientes seguros, bien cerrados y etiquetados, y preparados adecuadamente para que el
Responsable no docente del Servicio de Higiene y Seguridad pase a retirarlos en forma segura y sin
riesgos.

12) Los Profesores Titulares de cada Cátedra designarán por nota al Sr. Decano y notificarán al
Área de Higiene y Seguridad, a los Responsables docentes y no docentes a cargo de la Gestión de
Residuos Patógenos y Químicos Peligrosos. Ante cambios se confeccionarán nuevas notas
designando o ratificando a los Responsables mencionados, consignando el nombre de los mismos,
DNI, cargo y legajo.

13) El Área de Higiene y Seguridad capacitará en forma periódica tanto a los Responsables
docentes y no docentes de Cátedra designados, como a todo el personal involucrado de esta
institución, en horario de trabajo, en el tema de Gestión de Residuos Químicos Peligrosos.

14) Los Responsables, tanto docentes como no docentes, deberán velar por el cumplimiento de esta
norma y resolverán cualquier tipo de derrame eventual que se produzca por rotura o pérdida de un
bidón, pote, cuñete o bolsa.

15) Ante el derrame de productos químicos sólidos, éstos serán recogidos en bolsas amarillas, potes
o cuñetes de polietileno, haciendo uso de palas plásticas y cepillos de cerdas sintéticas. Luego se
procederá a la limpieza de la zona afectada bajo la supervisión del Responsable docente o agente
con conocimientos químicos del tipo de derrame. Los agentes implicados deberán tener puestos los
elementos de protección personal asignados.

16) Ante el derrame de productos químicos líquidos, deberá contenerse el derrame con arena seca u
otro material absorbente apropiado como trapos o papel (excepto que los químicos reaccionen con
ellos). Luego se procederá a la neutralización del líquido.
Si se tratara de ácidos, se neutralizará con cal común hidratada de obra en polvo, mezclando con
pala plástica de polietileno.
Si se tratara de líquidos alcalinos cáusticos, se contendrá el derrame con arena seca u otro material
absorbente como papel o trapos, siempre que no reaccionen con ellos. Luego se neutralizará con
ácidos débiles como vinagre (ácido acético diluido) o ácidos débiles orgánicos.

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17) Todos los agentes de esta Facultad deberán conocer esta norma y las recomendaciones del
Manual de Higiene y Seguridad. En la medida que les corresponden serán responsables de los
productos químicos o reactivos que manejan, de las precauciones que deben tomar a partir de la
lectura de las Hojas de Seguridad internacionales o que son proporcionadas por los proveedores, y
de la disposición de los residuos químicos peligrosos.

18) Queda expresamente prohibido la eliminación de productos químicos en envases de vidrio,


porque están expuestos a rotura y no se los lleva la empresa transportista. Aún en el caso de que
estos envases hayan perdido su identificación y no se sepa cuál es el producto químico en cuestión.
Este inconveniente es de responsabilidad directa de cada Cátedra, quien deberá resolver el problema
de la identificación del producto y cuidar que en los depósitos de reactivos, no se deterioren las
etiquetas ni los envases.
Cada docente o investigador será responsable de la neutralización, transformación o eliminación
correcta de los residuos que produce. También del trasvase seguro de recipientes frágiles de vidrios
o otros más seguros de polietileno grueso. Asimismo de asesorar como corresponde ante un caso de
derrame o reacción imprevista de los reactivos o sustancias.

19) Los envases con reactivos químicos deben lavarse antes de ser eliminados como residuos
comunes. Asimismo deben destruirse las etiquetas originales que mencionan al producto.

20) Recomendaciones sobre procesos de tratamientos previos de los residuos y eliminación para
docentes o investigadores:

a) Neutralizar los ácidos o los álcalis, orgánicos o inorgánicos, hasta pH= 7. Si las sales resultantes
son solubles en agua e inocuas, se las puede eliminar por la pileta en forma diluida con abundante
agua. Si los productos de la neutralización fueran suspensiones o forman precipitados o geles,
serán eliminados en bidones de polietileno.
b) Las soluciones tóxicas, aún diluídas de Bromuro de Etidio, Tris, etc., serán destruidas (oxidadas)
por la acción del Agua Lavandina concentrada comercial, dentro de los mismos bidones. Luego de
dejar reaccionar convenientemente, estas soluciones pueden ser eliminadas por la pileta.
c) Las soluciones de buffer de sales inocuas pueden ser eliminadas por la pileta con mucha agua.
d) Las soluciones sulfocrómicas, al tener Cromo VI (hexavalente) corresponde a Y-21. Primero se
debe reducir el Cromo VI (de color anaranjado) a Cromo III usando un reductor apropiado dentro
de un bidón. El Cromo III ya no es cancerígeno. Luego se neutraliza el sulfúrico. Rotular el bidón
como Y-21.
e) El fenol que se ha solidificado dentro de las botellas de vidrio, deberá licuarse colocando los
envases en baño de María suave. Luego se salifica el fenol con solución de hidróxido de sodio o
potasio. Los fenatos de sodio o potasio, solubles en agua, se disponen en un bidón de polietileno
con el rótulo de Y-39, porque son contaminantes de las aguas.
f) Oxidantes: tratar con una solución reductora de la misma concentración. Pero proceder con
cuidado y en forma diluida. Dejar reaccionar. Verificar pH=7. Según si los productos formados no
son peligrosos, diluir y verter al sumidero con mucha agua.
g) Reductores: tratarlos con los oxidantes apropiados. Según si los productos formados no son
peligrosos, diluir y verter al sumidero con mucha agua.
h) Cianuros: cuando se trate de pequeñas cantidades, tratarlos con Agua Lavandina concentrada
comercial dentro de un recipiente plástico cerrado y bajo campana con buena extracción. Dejar
reaccionar unas 24 horas mínimo con lo que se oxida el cianuro a cianato. Luego verter al desagüe
en forma muy diluida con abundante agua. Puede usarse también solución de permanganato de
potasio.

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i) Hidruros: mezclar con arena seca, pulverizar con alcohol butílico, dejar reaccionar y añadir luego
agua hasta destrucción del hidruro. Neutralizar con ácido clorhídrico 3 N y decantar. Verter el
líquido al desagüe a pH=7. A la arena, lavarla y eliminarla como desecho común.
j) Peróxidos inorgánicos: diluirlos y reducirlos para evitar explosiones. Luego verterlos al desagüe
con abundante agua.

PROHIBICIONES

No eliminar por las piletas o desagües sustancias químicas, sólidas ni líquidas, puras o diluidas,
ni simples ni mezcladas, ni productos de desecho de reacción. Salvo en la excepción que sean
productos o soluciones inocuas que no dañen las cañerías de desagüe ni causen olores, gases o
emanaciones.
No eliminar por los desagües o piletas: solventes orgánicos o clorados, sean inflamables o no, ya
sean miscibles en agua o no.
No eliminar por las piletas o desagües, sustancias, mezclas o disoluciones que sean corrosivas.
No eliminar ninguna sustancia que por acción remota de otros efluentes, puedan generar gases
como halógenos (cloro, bromo, yodo), hidrácidos (como gas clorhídrico, cianhídrico, sulfhídrico,
arsina, fosfina, gas sulforoso, monóxido de carbono, etc.).
Los residuos que se consideran peligrosos deben tratarse adecuadamente, para ello el Servicio de
Higiene y Seguridad brinda asesoramiento indicando el camino a seguir en cada caso. Idem en el
caso que se quiera encarar la neutralización, destilación, recupero u otros tratamientos físico-
químicos del residuo o el producto peligroso. Así se evita la génesis de más residuos, su transporte
y eliminación costosa.

CLASIFICACION DE LOS RESIDUOS PELIGROSOS SEGUN LEY 24.051

Anexo I de la Ley 24.051


.
Y-1 “Desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en hospitales, centros médicos y
clínicas para salud humana y animal”. Esto entra en nuestra clasificación como RESIDUOS
PATOGÉNICOS O PATOLÓGICOS.

Y-2 “Desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos”.

Y-3 “Desechos de medicamentos y productos farmacéuticos para la salud humana y animal”. A


este respecto, los comprimidos, cápsulas, núcleos, grageas, tubos y potes de pomadas, y en general,
cualquiera de las formas farmacéuticas: NO DEBEN DESECHARSE COMO TAL. Es necesario
destruirlas mediante trituración, mancharlas con colorantes, destruir los envases, vaciar el
contenido, etc., de modo que se impida su uso, el fraude, una comercialización indebida, etc.

Y-4 “Desechos resultantes de la producción, la preparación y utilización de biocidas y productos


fitosanitarios”.

Y-6 “Desechos resultantes de la producción, la preparación y la utilización de disolventes


orgánicos”.

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Y-8 “Desechos de aceites minerales no aptos para el uso a que estaban destinados”

Y-9 “Mezclas y emulsiones de desecho de aceite y agua o de hidrocarburos y agua”.

Y-10 “Sustancias y artículos de desecho que contengan o estén contaminados por Bifenilos
policlorados (PCB), Trifenilos policlorados (PCT) o Bifenilos polibromados (PBB).

Y-14 “Sustancias químicas de desecho, no identificadas o nuevas, resultantes de la investigación y


el desarrollo o de las actividades de enseñanza y cuyos efectos en el ser humano o el medio
ambiente no se conozcan”.

Y-16 “Líquidos de desecho del revelado de placas fotográficas.


Y-19 “Metales carbonilos”
Y-20 “Berilio y sus compuestos”
Y-21 “Compuestos de cromo hexavalente”
Y-22 “Compuestos de cobre”
Y-23 “Compuestos de zinc”
Y-24 “Arsénico y sus compuestos”
Y-25 “Selenio y sus compuestos”
Y-26 “Cadmio y sus compuestos”
Y-27 “Antimonio y sus compuestos”
Y-28 “Teluro y sus compuestos”
Y-29 “Mercurio y sus compuestos”
Y-30 “Talio y sus compuestos”
Y-31 “Plomo y sus compuestos”
Y-32 “Compuestos inorgánicos de flúor con exclusión del Fluoruro cálcico (fluorita).
Y-33 “Cianuros inorgánicos”

Y-34 “Soluciones ácidas o ácidos en forma sólida”


Y-35 “Soluciones básicas o bases en forma sólida”

Y-37 “Compuestos orgánicos de fósforo”


Y-38 “Cianuros orgánicos”
Y-39 “Fenoles, compuestos fenólicos con inclusión de clorofenoles.
Y-40 “Eteres”
Y-41 “Solventes orgánicos halogenados”
Y-42 “Disolventes orgánicos, con exclusión de disolventes halogenados”.
Y-43 “Cualquier sustancia del grupo de los dibenzofuranos policlorados”
Y-44 “Cualquier sustancia del grupo de dibenzoparadioxinas policloradas”
Y-45 “Compuestos organohalogenados que no sean las sustancias mencionadas en el presente
anexo (por ejemplo, Y-39, Y-41, Y-42, Y-43, Y-44).

NOTA: otras Y no figuran por carecer de sentido en el presente Manual. Remitirse al texto de la
Ley 24.051 incluso para clasificaciones de otra índole en el Anexo II.

31
SECCION SEXTA

MANIPULACIÓN DE TUBOS CON GASES COMPRIMIDOS


SEGURIDAD EN EQUIPOS DE LABORATORIO E INVESTIGACION

CILINDROS DE GASES COMPRIMIDOS

Manejar tanques o cilindros con gases comprimidos es riesgoso por el peso de los mismos,
su inestabilidad y por la alta presión de almacenado. Por otro lado están las características químicas
de los gases, su reactividad, difusión, la vulnerabilidad de los manómetros, etc.
Las presiones a las que se almacenan los gases son de varias atmósferas. Cuando hay
pérdidas, según el tipo de gas, difunden causando efectos tóxicos, de asfixia, de anestesia, irritación,
quemaduras o riesgos de explosión. Algunos gases, al despresurizarse bajan bruscamente su
temperatura causando peligro de congelamiento de piel y tejidos.
Por ello se enumeran las siguientes recomendaciones:

 Los cilindros de gases comprimidos deben ser transportados en forma fija en carros con
ruedas. Los cilindros y tanques no deben ser arrastrados, ni hacerlos deslizar ni rodar por el
piso. Hasta el manipulador u operario más experimentado puede perder el control y caérsele
el cilindro con riesgo de explosión por rotura del cabezal o manómetro.
 Proteger a los cilindros y tanques de golpes y caídas. Los cabezales y robinetes deben tener
la protección de un capuchón metálico.
 El capuchón de metal del cabezal del cilindro, cuando no esté en funcionamiento o no esté
puesto el regulador, debe estar siempre colocado.
 Los cilindros y tanques deben estar, en todo momento, atados o encadenados a una pared o
soporte grande que impida su caída.
 Los tanques o cilindros no deben estar golpeados, ni oxidados, ni despintados.
 No deben colocarse en zonas de alto tránsito humano, ni en zonas a la intemperie, ni
expuestos a la lluvia o al sol.
 Colocar los cilindros preferentemente en ambientes con ventilación al exterior. Los gases
como dióxido de carbono, nitrógeno y helio, causan asfixia. El oxígeno a altas
concentraciones acarrea el problema de incendios e igniciones espontáneas (como
comburente), además de causar hiperoxia humana.
 Los cilindros y tanques deben estar siempre identificados con un cartel bien pegado y en
castellano que indique el nombre del gas que contiene.
 El cartel del cilindro deberá decir si está lleno, en uso o está vacío.
 Debe respetarse el código de color de los cilindros y tanques, según el tipo de gas
almacenado según la Norma IRAM. El color del cilindro y el rótulo deben coincidir.
 Los cilindros y tanques deben estar bien pintados, sin raspaduras, costras, grietas ni óxido.
 Es obligatorio efectuar la prueba hidráulica a los cilindros y tanques cada 5 años. A los
20 años se les debe dar de baja y cuando no cumpla con la prueba hidráulica.
 Los cilindros no deben nunca interconectarse. Ni permitir que otros gases ni el aire
refluyan al interior.
 Colocar en forma segura el regulador al cilindro y atar a éste el capuchón para evitar la
pérdida del mismo.
 Los cilindros deben ubicarse lejos de las fuentes de ignición, calor, solar, fuego, etc.
 Los cilindros se deben mantener a temperaturas cercanas a la ambiente. Los límites
peligrosos están por encima de 50º C.

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 Los gases inflamables, como hidrógeno y monóxido de carbono, se almacenan lejos de otros
gases y de otros oxidantes, en ambientes bien ventilados.
 La verificación de pérdidas o fugas “nunca deben probarse mediante una llama”. Probarlas
haciendo uso de espuma, con agua más detergente.
 No dejar jamás las válvulas abiertas cuando los cilindros estén vacíos.
 Verificar que las válvulas estén cerradas correctamente. No permitir que otros gases ni el
aire ni la humedad ambiente, penetren en los cilindros para evitar futuras contaminaciones,
oxidaciones y deterioros en el interior del cilindro.
 Los operarios que manipulen cilindros, coloquen reguladores o realicen pruebas, deben
contar con los elementos de protección personal puestos, como guantes de cuero, protección
facial y ocular, zapatos de seguridad, etc.
 Los reguladores y manómetros deben estar en perfecto estado y calibrados.
 Las presiones de salida deben chequearse para evitar explosiones y roturas de equipos.
 Si un cilindro pierde, probar con espuma y reportar el hecho inmediatamente a los
superiores o al Servicio de Higiene y Seguridad. Si no se puede evitar la pérdida, colocar
el tanque bajo campana de extracción y si es un cilindro grande, llevarlo en forma segura al
exterior (patio o terraza), haciendo uso de los elementos de seguridad y protección personal.

COMPRESORES DE AIRE

Los compresores de aire deberán purgar el agua del medio ambiente que se acumula en el
tanque por condensación, en forma diaria o semanal, según su uso. El agua de condensación
que se acumula causa oxidación del tanque debilitando a la larga la pared, lo que puede ser
motivo de una explosión. Por ello, es necesario que cada 5 años se realice una prueba hidráulica
y se proceda a la determinación del espesor de pared, tarea que efectúa un ingeniero matriculado
el cual está habilitado para extender el certificado correspondiente y efectuar las
recomendaciones del caso.
Las partes móviles de los compresores deberán estar protegidas y bien fijadas, para evitar
daños a las personas y a otros equipos.

USO DE CAMPANAS O CABINAS DE EXTRACCION

Una campana o cabina de extracción es una instalación que protege a las personas de estar
expuestas a sustancias peligrosas volátiles, tóxicas, irritantes, corrosivas, carcinógenas, etc.,
succionando hacia el exterior por medios mecánicos forzados a los contaminantes. Para las
sustancias inflamables, se emplean motores estancos o herméticos, a prueba de explosiones.
También las campanas protegen a los operadores de salpicaduras, proyecciones, aerosoles,
reacciones descontroladas, etc.
Las campanas o cabinas cuentan por lo general con una puerta guillotina, la cual debe poder
cerrarse totalmente o regularse su apertura. La extracción debe ser buena y al exterior (a los cuatro
vientos) sin que afecte a otros individuos, reteniendo a los contaminantes con filtros si fuera
necesario.
Periódicamente se las debe chequear, efectuando mediciones de extracción con un caudalímetro.

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 Verificar que la puerta guillotina, baje y suba perfectamente, sin trabarse, a mano. Si esto no
funciona bien, solicitar su reparación. La puerta debe deslizarse con facilidad.
 La puerta deberá regularse a una altura óptima de trabajo para evitar que las posibles
corrientes parásitas que circulen por el local no distorsionen la aspiración.
 Utilizar etiquetas bien visibles que indiquen que operación se está realizando bajo la
campana, con qué sustancia se está trabajando, etc.
 Revisar si el deflector de la cabina está ubicado correctamente. La máxima aspiración
corresponde a la posición de máxima apertura.
 Si se está trabajando con sustancias más pesadas que el aire, revisar especialmente que la
toma de aire inferior esté libres de obstáculos y aspirando. Esto último se puede comprobar
con cintas delgadas de papel o celofán que evidencien el movimiento.
 Mantener libre de obstáculos la boca de entrada de la cabina.
 Situar el área de trabajo a más de 20 centímetros por detrás del plano de la boca de la
campana. Esta práctica ayuda a reducir las concentraciones de vapor hasta un 90 % en la
entrada de la cabina.
 No introducir la cabeza dentro de la cabina cuando se generan contaminantes.
 No realizar maniobras bruscas durante las operaciones ya que se destruye el flujo interno de
extracción de la cabina.
 Retirar objetos que se encuentren dentro de las campanas y que no sean utilizados en el
proceso que se lleve a cabo.
 No almacene productos químicos ni aparatos en la campana. Las sustancias químicas deben
almacenarse en lugares seguros.
 Si se usa un equipo generador de calor, colóquelo en el fondo de la campana, a los efectos
de minimizar las corrientes de convección en el flujo interior.
 En el caso de utilizar dispositivos o recipientes de gran volumen, durante un experimento,
deberán ser colocados sobre una plataforma segura con patas de 5 a 7 centímetros de altura
que no obstruyan el flujo de aire de entrada.
 Para almacenar desechos volátiles bajo campana, rotule el recipiente e indique la fecha de
colocación del mismo a fin de que no permanezca por mucho tiempo. Elimine los desechos
químicos rápidamente, haciendo uso de los recipientes adecuados y siguiendo las pautas de
gestión de descarte de residuos químicos. No los abandone dentro de la campana.
 No coloque aparatos eléctricos que generen chispas u otros dispositivos con llama
(mecheros) cuando se esté trabajando con inflamables.
 Las cabinas deben estar libres por dentro y por fuera.
 Los ventiladores o equipos de aire acondicionado, no deberán incidir directamente sobre el
frente de la campana porque distorsionan el flujo de extracción.

SERVICIO DE HIGIENE Y SEGURIDAD Noviembre de 2010.-


Lic. Marcelo H. Figueroa

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