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TEORIAS DE LA COMUNICACIÓN II

UNIDAD I
GROSSBERG:
En las ultimas décadas los estudios culturales han estado presentes en la escena publica y han
adquirido importancia.
Los estudios culturales aparecen luego de la segunda guerra mundial
Que NO son los estudios culturales:
No consisten en el estudio de textos o de la textualidad. No se proponen leer la realidad social
como textos.
No son el estudio de culturas nacionales, ni populares o subalternas.
Que SI son los estudios culturales:
Se ocupan de describir e intervenir en las formas en que las practicas culturales se producen
dentro de la vida cotidiana de los seres humanos, el modo en que se insertan y operan en ella,
y la manera en la que reproducen combaten y aveces transforman las estrcuturas de poder
existentes.
Exploran las posibilidades históricas de transformar las realidades que viven las personas y las
relaciones de poder dentro de las cuales esas realidades se construyen.
Intentan entender la composición de las relaciones de poder en un momento y contexto
determinado, y entienden que este conocimiento permitirá a las personas cambiar el contexto
y por lo tanto las relaciones de poder, luchando, resistiendo, modificando.
El corazón de los estudios culturales, aquello que define su especificidad es la inserción de una
practica critica en un determinado momento institucional de un país.
Historia:
El centro de estudios culturales contemporáneos de Birmingham se funda con la intensión de
dar respuesta a los cambios sociales y culturales caracteristicos de la vida británica de posguerra.
El contexto en el que surge, esta caracterizado por el surgimiento de varias luchas políticas
interconectadas y encontradas, por los cambios culturales que estaban ocurriendo.
Hoggart creó el Centro para desarrollar su concepción particular de que la cultura ponía a
disposición un tipo de conocimiento social particular que no era accesible por otros medios ni
para quienes no estuvieran preparados. Considera que la cultura nos aporta un conocimiento
de la vida encarnada, la viva vivida en toda su complejidad, la totalidad de las experiencias
vividas, tal como es desarrollada en un contexto histórico y moral en un momento particular. o
Williams llamó a este conocimiento “estructura del sentimiento”. La producción de tal
conocimiento requiere de un examen cuidadoso de las palabras que aparecen en las páginas de
los libros, mediante un análisis crítico-literario. Williams define a los estudios culturales como:
el estudio de las relaciones entre los elementos que conforman un estilo de vida en su totalidad,
y constituyen además, el intento de descubrir la naturaleza de la organización que constituye el
complejo de esas relaciones. o Hall dio varios seminarios en dónde trataba está temática (el
análisis social mediante la método crítico-literario), la relación de la cultura y la sociedad, etc
Para el centro, la cultura era importante (el lenguaje, los simbolos) pero también era de suma
importancia el estudio intelectual.

En su primer etapa el centro se caracterizo por un periodo de incomodidad e insatisfacción con


los modos de proceder de las ciencias humanas en general que no se adaptaban a las nuevas
exigencias del mundo. A partir de estas criticas, es que se planteba la manera “correcta” de llevar
a cabo el trabajo intelectual. Los puntos de critica eran:
Rechazo a la organización disciplinaria del conocimiento, que insistia en reunir los diversos
cuerpos de experiencia y saber. De acuerdo al Centro, era necesario un estudio
interdisciplinario, ya que ningún aspecto de la vida humana, podía ser separado de cuestiones
relacionadas con la cultura ni de los efectos que esta producía.
Rechazo a la lógica que tendía a operar en términos de oposición, negación y construcciones
binarias. Dentro de estas oposiciones binarias es necesario elegir , lo cual implica la negación del
otro, de otro modo de entender, investigar en las ciencias sociales. Para el Centro, era necesario
ocupar el terreno medio, abrir posibilidades y ver multiplicidades en lugar de una simple
diferencia.
Incomodidad con el reduccionismo y simplificación en la formulación de conocimientos en las
disciplinas sociales. Según el Centro, los estudios culturales se construyen a partir del deseo de
encontrar una manera de conservar la complejidad de la realidad humana. Si el mundo es
complejo y cambiante, entonces parece que la practica del conocimiento requiere de algo mas
que descubrir lo que ya sabemos, por le contrario, requiere de encontrar cosas desconocidad,
de modificar nuestras percepciones o prejuicios.
Se oponían al universalismo, que entendía que sea donde sea, en cualquier contexto, la teoría
era universalmente aplicable. De acuerdo al Centro, era necesario reflexionar de manera
contextual.
Incomodidad frente a la idea que proponía la academia de dejar de lado las pasiones, las
simpatías, en la producción de conocimiento. Para el Centro es necesario conservar estas
pasiones, convinando rigurosidad con el compromiso social.

El Centro se caracterizo por su modestia. Nadie en el centro pensaba que era imprescindible, o
que su forma de trabajo intelectual era mejor que otras. Tampoco pensaban que todos debían
abocarse a este campo.

BARBERO
EXPERIENCIA AUDIOVISUAL Y DESORDEN CULTURAL (JESÚS MARTÍN BARBERO) 
La experiencia cultural de fin de siglo esta caracterizada por tres atmosferas culturales. Las
atmosferas son:
Tecnofascinación:
Responde a los rapidos y avasallantes avances tecnológicos de la época. Es una relación
tecnológica fuerte que nos envuelve a todos. Se traduce por un lado en una cultura del software,
que nos permite conectar la razón instrumental con la pasión personal; y por el otro, con una
multiplicidad de paradojas. Algunas de estas paradojas son: el crecimiento expoencial de la
comunicación y tecnologías frente al debilitamiento de lo publico, gran disponibilidad de
información frente al deterioro de la educación formal, gran oferta de imágenes frente al
deterioro de la experiencia.
Se crean además sociedades paralelas, la de los conectados a la infinita oferta de bienes y
saberes, y la de los excluidos.
Se produce la perdida de las tradiciones y costumbres, como así también, una fuerte erosión de
los mapas cognitivos que nos deja sin categorías de interpretación para entender los
vertiginosos cambios.
Es importante también que las personas pueden fácilmente asimilar los instrumentos
tecnológicos, pero solo lentamente pueden recomponer su sistema de valores y normas éticas.

Secularización y desencanto:
Se refiere a la reorganización de la sociedad como un mundo administrado, donde los
paradigmas que antes explicaban el mundo se encuentran en lucha y constantemente criticados.
La modernidad ha dejado sin magia y misterio al mundo, nos ha “desencantado”. Hemos
cambiado el mundo “mágico” por uno más secular, basado en la racionalidad instrumental. Ni
siquiera el sistema de valores y el “retorno de la ética” escapan del proceso de secularización,
generando que se produzca una pérdida de los valores y un incremento del individualismo.
Enfriamiento de lo político y el surgimiento de una nueva sensibilidad marcada por el abandono
de las totalizaciones ideológicas (ya no hay verdades universales).
La política ya no esta orientada a conseguir adhesiones si no a adquirir puntos de estadística de
posibles votantes. El espacio publico se transforma en espacio publicitario, se debilitan los
partidos políticos y crece el carisma como forma de conseguir adhesiones.

Desintegración del horizonte socio-cultural común:


Anteriormente, se buscaba la creación de una cultura nacional, que unificara a todos los
integrantes de una sociedad y en dónde los medios y la escuela cumplían una función primordial.
Se convertía a las masas en pueblo y al pueblo en Nación, proporcionándole a las personas una
experiencia primordial de integracion.
Con la globalización económica y tecnológica, como así también, con la conformación de los
mass media como mediadores de la heterogénea trama de imaginarios, se crea una
multiculturalidad que imposibilita la identidad social unificada. Esta multiplicidad de aspectos,
llevan al desorden cultural.
Del malestar al desorden cultural:
Periodo signado por varias características
Barbero presenta el des-orden cultural como introducido por la experiencia audiovisual,
atentando de esta forma contra la autoridad social del intelectual.
Dice que primero fue el cine, al conectar con la experiencia de la multitud le quitó la envoltura
a cada objeto y trituró su aura, como signatura de una percepción cuyo sentido para lo igual en
el mundo ha crecido tanto que, incluso por medio de la reproducción, le gana terreno a lo
irrepetible.
Esta televisión será la que más radicalmente desordenará la idea y límites del campo de la
cultura. Dice que cambia la relación con los productos masivos y los del arte elevado al reducir
o anular sus diferencias. La experiencia audiovisual, entonces, replantea de raíz la idea ilustrada
de cultura, transformando la percepción del espacio y tiempo.
Se profundizan los procesos de des-territorialización de los modos de presencia y de relación, es
decir, de las maneras de percibir lo próximo y lo lejano.
El desorden cultural introducido por la experiencia audiovisual, atenta contra la autoridad social
del intelectual.
Entra en crisis el espacio de lo nacional, debido a la globalización económica y tecnológica, los
intelectuales encuentran dificultades para reubicar su función . Desanclada del espacio nacional,
la cultura pierde su lazo orgánico con el territorio y con la lengua, que es el trabajo del
intelectual).
Se modifica la percpecion del tiempo. Los medios audiovisuales, que insertan el sensorium
audivisual (caracterizado por la simultaneidad, la instantaneidad y el flujo), debilitan la
percepción del pasado, produce una ausencia del futuro, colocando a la gente en una utopía del
presente continuo. Esta crisis produce que el pueblo reclame por lo propio, por su memoria, su
pasado y que no tenga proyecto si no proyecciones.
Se da un proceso de perdida de la memoria común, con lo cual entra en crisis lo nacional. Este
proceso es consecuencia del desvanecimiento del sentimiento histórico de fin de siglo.
Objetos nomadas y fronteras borrosas del saber sobre lo social:
El autor piensa que el rechazo de las ciencias sociales a hacerse cargo de la cultura audiovisual
se debe no sólo al déficit de legitimidad académica que padece como objeto. Como desafío
plantea el reconocimiento de que el desordenamiento de la vida urbana, el desajuste entre
comportamientos y creencias y la confusión entre realidad y simulacro pasa porque hay
transformaciones de sensibilidad que emergen en la exp audiovisual que fermentan en cambios
en el saber mismo.
Postula que las cs sociales no pueden ignorar que los nuevos modos de simbolización y
ritualización del lazo social se hallan cada vez más entrelazados a las redes comunicacionales y
a los flujos informacionales. El estallido de las

fronteras espaciales y temporales que ellos introducen en el campo cultural des- localizan los
saberes y des-legitiman sus modernas fronteras. Esto modifica el estatuto epistemológico e
institucional de las condiciones de saber y de las figuras de razón y las conecta con las nuevas
formas de sentir y de socialidad. El descentramiento cultural cuestiona el carácter
monopolíticamente transmisible del conocimiento, revaloriza las prácticas y las experiencias y
alumbra un saber mosaico hecho de objetos móviles, fronteras difusas, intertextualidades y
bricolages.
Por último, plantea que la nueva condición del saber social remite al fin de los relatos que
posibilitaban la autoconciencia iluminista del progreso material y moral inevitables(heroicos), y
su sustitución por relatos en los que se conjugue la reflexividad epistemológica con la
imaginación ética, y ambas con el espíritu de juego que relativiza neustras seguridades al
inscribirlas en los juegos del lenguaje.(irónicos).

HALL
El autor entiende que en la producción de conocimiento no hay comienzos absolutos y que se
dan pocas continuidades sin rupturas.
Hall se interesa por las rupturas significativas, donde las viejas líneas de pensamiento son
desarticuladas y se reagrupan en torno a un esquema distinto de premisas y temas.
Estos cambios de perspectiva reflejan una labor intelectual interna y también cómo los
desarrollos históricos y transformaciones reales son apropiados por el pensamiento. En esta
articulación entre pensamiento y realidad histórica se reflejan las categorías sociales del
pensamiento mismo y la dialéctica entre conocimiento y poder.
A partir de esto, entiende que hay dos libros particulares que significan una ruptura en la
continuidad de producción del conocimiento a mediados de los años 50 y que contribuyen a
delimitar un nuevo territorio intelectual. Estos son: Uses of literacy de Hoggart, Culture and
Society de Williams.
Uses of Literacy se propuso realizar una lectura de la clase trabajadora en pos de ñps valores y
significados tras sus esquemas y disposiciones. Por su parte, Culture and Society fundó una
tradición de “cultura y sociedad”, aportando una contribución moderna.
En un comienzo estos libros parecían retomar ciertas preocupaciones anteriores sumado a
algunas referencias del mundo de la pos guerra, sin embargo, luego fueron considerados como
verdaderas rupturas con las tradiciones de pensamiento en que estaban situados y abrieron una
nueva area de estudio y practica.
Sus enfoques tuvieron dirigidos por las presiones inmediatas del tiempo y la sociedad en que
fueron escritos. Tomaron la cultura en serio y resaltaron que en torno a la cultura, encontramos
grandes cambios históricos que las transformaciones en la industria, la democracia y la clase
representan, y frente a las cuales los cambios artísticos resultan respuestas estrechamente
relacionadas. Esto colocó la política del trabajo intelectual en el centro de los Estudios
Culturales.
En conclusión, los libros mencionados, en conjunto con Makink of The English Working Class
,constituyeron la base a partir de la cual emergieron los Estudios Culturales.

BAUMAN) LA MODERNIDAD:

La disolución del sistema tradicional condujo a una progresiva emancipación de la economía de


sus ataduras políticas, éticas y culturales, los lazos que limitaban la libertad individual de elegir
y actuar. Sedimentó un nuevo orden, definido primariamente en términos económicos. Uno de
los efectos más importantes de ese cambio de dirección ha sido la disolución de las fuerzas que
podrían mantener el tema del orden y del sistema dentro de la agenda política. Se da una
disolución de los vínculos entre las elecciones individuales y los proyectos y las acciones
colectivas. La modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la práctica vital
y entre sí. En la práctica, el poder se ha vuelto extraterritorial, y ya no esta atado, ni siquiera
detenido, por la resistencia del espacio. La principal técnica de poder es ahora la capacidad de
evitar cualquier confinamiento territorial (construcción y mantenimiento de un orden). Ya no se
trata de la conquista de nuevos territorios, sino la demolición de los muros que impiden el flujo
de los nuevos poderes mundiales. Cualquier trama densa de nexos sociales con base territorial
implica un obstáculo que debe ser eliminado.

El autor trabajado, Zygmunt Bauman, utiliza dos conceptos claves en su exposición teórica:
sólido y líquido. Este concepto de fluidez o líquido hace referencia a aquello que está en
constante movimiento, es decir, sufre un constante cambio de forma cuando se lo somete a
determinada tensión. A diferencia de los sólidos, los líquidos no conservan fácilmente su forma
ni tampoco se atan ni al espacio ni al tiempo.
Por su parte, los sólidos son aquellos que son rígidos, estables, conservan su forma por mucho
tiempo y son resistentes a los cambios de forma. Los sólidos se encuentran atados al espacio y
al tiempo.
Lo expuesto anteriormente evidencia que consideremos la fluidez como una metáfora
apropiada para describir las características de la fase actual de la historia de la modernidad. El
autor utiliza la concepción de “relaciones de poder” para atribuir que en la actualidad el poder
va de la mano con la noción de tiempo, dando lugar a una instantaneidad del poder. “El poder
puede moverse con la velocidad de la señal electrónica; así, el tiempo requerido para el
movimiento de sus ingredientes esenciales se ha reducido, no dejando lugar al espacio”; que se
sostiene en lo sólido. En la antigüedad, el que tenia el poder era quien poseía los medios de
transportes más rápido y a su alcance, pero con el paso de la pos modernidad, esto se fue
licuando, el espacio ya no fue atando e imponiendo resistencia. Por ello, hablamos de un fluidez
en las relaciones de poder, se corrompen se derrite lo sólido.
Con respecto a la sociedad, el paso de la modernidad a la pos modernidad, significó la disolución
de los sólidos en un sociedad que se encontraba estancada y resistente a los cambios. Los
primeros sólidos que se debían disolver eran aquella lealtades tradicionales, y los derechos y
obligaciones acostumbrados que obstaculizaban el movimiento de las personas. A
Al disolverse esos sólido, dejó el campo libre al avance de la racionalidad instrumental, en
términos de Weber, y el rol determinante de la economía, en palabras de Marx. Como
consecuencia, al orden que condujo la disolución de los antiguos sólidos fue una fuerte
emancipación de la economía y sus ataduras política, éticas y culturales (liberación del
mercado). Aunque los individuos, no se lo imaginaban, tuvieron que enfrentarse en esta nueva
etapa de la modernidad a “nuevos sólidos” tan inflexibles y rígidos como los anteriores.

(BECK) LA GLOBALIZACIÓN:

Contribuyentes virtuales: el termino “globalización” no apunta al final de la política, sino a una


salida de lo político del marco categorial del estado nacional y de los roles de lo “político” y lo
“no-político”. Busca restar poder a la política estado-nacional. El equilibrio y el pacto de la
primera modernidad quedan revocados y se traspasan a la autogestión de la actividad
económica.

Pérdida de soberanía del estado nacional: mediante la tendencia a la individualización la


sociedad pierde conciencia colectiva y, por ende, su capacidad de negociación política. La
singularidad del proceso de globalización radica actualmente en la ramificación y estabilidad de
sus recíprocas redes de relaciones regionales-globales, de su autodefinición en los medios de
comunicación y en los espacios sociales.

(DELEUZE) SOCIEDADES DE CONTROL:

Según Foucault, las sociedades disciplinarias de los siglos XVIII y XIX operaban con la
organización de grandes centros de encierro, donde el individuo pasa de un círculo a otro, cada
uno con sus leyes (la familia, la escuela, el cuartel, la fábrica). El objetivo es concentrar, repartir
en el espacio, ordenar en el tiempo, y componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva.
Las formas de control “al aire libre” reemplazan a las antiguas disciplinas que actuaban en el
periodo de los sistemas cerrados. Los encierros son moldes, mientras que los controles
constituyen una modulación, un moldeado autodeformante que cambia constantemente. En las
sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación o el servicio son estados
que coexisten en una misma modulación.
Deleuze, expone la existencia de dos tipos de sociedades: las sociedades disciplinarias y las
sociedades de control. Las primeras, se dieron en los siglo XVIII y XIX, pero su mayor apogeo fue
hasta mediados del siglo XX y entra en crisis con la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Y
las segundas, las sociedades de control, que están substituyendo a las primeras en el que la
limitación ya no tiene que ver con el encierro físico, sino “al aire libre”. Los moldeamientos de
la sociedad ya no se dan como los sistemas cerrados.
Al finalizar la 2da Guerra Mundial, entran en crisis los centros de encierro propio de las
sociedades disciplinarias (familia, ejército, cárcel, hospital, escuela) y se comienzan a gestar
otros mecanismos de control de la sociedad que, a nuestro entender, son dados por medio del
mercado, medios de comunicación, la empresa, la formación o el servicio.
No se podría definir cuál de estas sociedades es más tolerables sino que ambas son restrictivas,
porque limitan las libertades por sus medios particulares.

LA INVESTIGACIÓN DE LA COMUNICACIÓN DE MASAS. MAURO WOLF.


La perspectiva de los cultural studies.
Coloca como aspecto de fondo de la investigación comunicativa el estar expuesto a
discursos competitivos, sectoriales y corporativos, por ejemplo, el saber práctico de los
profesionales de la comunicación y el saber político de las instituciones. Los
conocimientos producidos por la communication research se han encontrado siempre
enfrentados a las restantes corrientes, que tienen fuentes independientes y sostenidas
por intereses económicos, reivindicaciones de autonomía profesional, ejercicio del
poder, sentimientos colectivos y exp cotidianas.
Dentro de la tendencia general a acentuar la atención sobre las estructuras sociales y
contexto histórico, un momento que ha marcado dicha orientación está representado
por los cultural studies. Su interés se centra en analizar una forma esp de proceso social,
correspondiente a la atribución de sentido a la realidad, al desarrollo de una cultura, de
prácticas sociales compartidas, de un área común de significados. Para Hall la cultura
pasa a través de todas las prácticas sociales y es la suma de sus interrelaciones. El
objetivo de estos cultural studies es definir el estudio de la cultura propia de la sociedad
contemporánea como un terreno de análisis conceptualmente importante. En el
concepto de cultura caben los significados y los valores que surgen y se difunden entre
la clases y grupos sociales, y las prácticas efectivamente realizadas a través de las que
se expresan valores y significados y en las que están contenidos. Una correcta sociología
de masas debe tener por objeto explicar la dialéctica que se instaura entre el sist social,
la continuidad y transformaciones del sist cultural, el control social; deben estudiarse las
estructuras y procesos a través de los que las instituciones de las com de masas
sostienen y reproducen la estabilidad social y cultural, adaptándose a las presiones,
contradicciones que emergen de la sociedad, englobándolas en el propio sist cultural.
Los cultural studies atribuyen al ámbito superestructural una especificidad y valencia
constitutiva que van más allá de la oposición entre estructura y superestructura. El
efecto ideológico general de la reproducción del sist cultural es operada a través de los
mass media y se evidencia mediante el análisis de las determinaciones que vinculan o
liberan los mensajes de los media en y a través de las prácticas productivas, de estas es
explicitada la naturaleza estandarizada, reductiva, que favorece el statu quo, pero
también contradictoria y variable. El comportamiento del público está orientado por
factores estructurales y culturales que influencian el contenido de los media por la
capacidad de adaptación y de englobamiento de estos últimos.
Los cultural studies tienden a especializarse en dos aplicaciones: los trabajos sobre la
producción de los media como sist complejo de prácticas determinantes para la
elaboración de la cultura y de la imagen de la realidad social; y los estudios sobre el
consumo de la com de masas como lugar de negociación entre prácticas comunicativas
diferenciadas. Se diferencia de esta forma de la teoría conspiradora de los media que
establece una relación entre los contenidos de los media y el objetivo de control social
perseguido por las clases dominantes. Frente a esto, los cultural studies enfatizan la
naturaleza compleja, elástica, dinámica y activa al reafirmar la centralidad de
los productos culturales colectivos como agentes de continuidad social, o sea, ponen
de manifiesto la continua dialéctica entre sist cultural, conflicto y ctrol social.

Las metamorfosis de una corriente de investigación.


Los antecedentes de lo expuesto anteriormente, los autores lo ubican en el siglo XIX,
explicando cómo el pragmatismo alérgico a esquemas teóricos de la Inglaterra industrial
pudo observar un debate sobre la cultura, entendida como instrumento de
reorganización de una sociedad trastornada por el maquinismo. La aparición de los
estudios culturales los califican de paradigma, de debate teórico coherente. Consideran
la cultura en sentido amplio, antropológico y en un enfoque de la cultura de los grupos
sociales. Consiste en comprender de qué manera la cultura de un grupo, y sobre todo
de las clases populares, funciona como rechazo del orden social o , a la inversa, como
forma de adhesión a las relaciones de poder.
En los 70 la Escuela de Birmingham explora las culturas jóvenes y obreras, los
contenidos y la recepción de los medios. En los 80 los trabajos se extienden
gradualmente a los factores culturales relativos al género, etnicidad y al conjunto de
prácticas consumistas, expansión que viene acompañada de rupturas. Aunque los EC
siguen siendo un paradigma, éste ya no es el mismo de los orígenes. A partir de la
devaluación del enfoque marxista, ponen de relieve la capacidad crítica de los
consumidores, cuestionan el papel central de la clase social como factor explicativo, con
el fin de revaluar los de la edad, el género o las identidades étnicas. Más adelante,
impulsados por la dinámica del éxito alcanzado sufrirán nuevas variaciones: expansión
de su territorio al consumo, moda, identidades sexuales, museos, turismo o literatura.

1.La crítica cultural de la sociedad burguesa.

En el siglo XIX aparece en Gran Bretaña la tradición de pensamiento Culture and


Society, difundida por el humanismo romántico. Comparten la denuncia de los estragos
de la vida mecanizada bajo los efectos de la civilización moderna. La identidad nacional
se enfrenta al triunfo de una middle class que ha descalificado el arte por considerarlo
un ornamento no rentable, la pérdida de influencia de la aristocracia hereditaria y la
irrupción de las clases populares. Hacia fines de siglo, la creencia en el poder de la
creación imaginaria para difundir los valores cívicos entre las clases emergentes
encuentra su campo de aplicación en la implantación de un ámbito de estudios sobre
literatura inglesa: Los English Studies. Las controversias sobre su contenido y el perfil de
los públicos a los que pueden dirigirse acompañarán la lenta gestación de una
concepción socio histórica de la idea de cultura que desembocará en la creación de los
Cultural Studies.

Culture and Society en la Inglaterra del siglo XIX


Carlyle: el hombre de letras como héroe e intelectual de la modernidad
Carlyle busca la categoría de hombres providenciales aptos para recrear una nueva alma
del mundo para detener la crisis de civilización precipitada por la marcha forzada hacia
una industrialización precoz. Una nación de héroes es para él la que está animada por
una religión(en el sentido de un cuerpo de creencias cotidianas para los tiempos
presentes). Los escritores de periódicos, panfletos, poemas, libros, son la real, activa,
efectiva Iglesia de un país moderno; la imprenta es el equivalente a la democracia; la
literatura, el nuevo parlamento.
Patrimonio literario y romanticismo
Las literaturas nacionales benefician los procesos de constitución y reactivación de las
identidades nacionales, el capital literario se convierte en recurso del espacio político.
El valor literario se convierte en el reto de los intercambios y de las correlaciones de
fuerza entre las culturas.
Arnold: la cultura como servicio público
Sigue las huellas de Carlyle, y razona en términos de anarquía, desorden y
desintegración de la totalidad orgánica. Al contrario de Carlyle que repudiaba la
influencia del universalismo de Francia y la supremacía de su lengua, Arnold admira los
logros de la Revolución: la participación de la intelectualidad francesa en la vida de la
ciudad y el papel central del Estado, inteligencia colectiva que trasciende las voluntades
individuales y garantiza la idea pública y nacional. Intenta demostrar la necesaria alianza
entre un Estado racional y activo y las instituciones democráticas.
Arnold es el inventor de una filosofía de la educación, sostiene que las escuelas públicas
son las únicas que pueden dar la mejor cultura de la nación. Advierte que Inglaterra
correría el riesgo de americanizarse, a falta de tal política, lo que permitiría que la
mentalidad mecanizada de la clase media impregnase el conjunto del cuerpo social.
La cultura para civilizar
A Arnold le preocupan los fascinados por la maquinaria erigida como un fin en si misma
y los propone como enemigos del universo de las ideas y del principio de intervención
del Estado, la solución está en cultivarlos, la educación literaria debería inyectas en esa
clase un espíritu cosmopolita, exponerla a las ideas y perspectivas europeas.

UNIDAD II
INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS CULTURALES. (ARNALD MATTELART)
 La aparición de los estudias culturales puede considerarse en Inglaterra como de paradigma,
de debate teórico coherente y necesario antes los cambios sociales del momento. Se trata de
considerar a la cultura en sentido amplio, antropológico, de pasar de una reflexión centrada en
el vínculo culturanación a un enfoque de la cultura de los grupos sociales. Se trataba de averiguar
de qué forma la cultura de cierto grupo social funciona como rechazo del orden social, o a la
inversa, de adhesión a las relaciones de poder. La escuela de Birmingham explora las culturas
jóvenes y obreras, los contenidos y la recepción de los medios, experimentando una ampliación
considerable (en 1980) contemplando factores culturales de género, etnicidad, prácticas
consumistas, etc. Los partidarios más radicales de estos estudios reivindicarán el estatuto de
una antidisciplina (rechazo de fraccionamientos disciplinarios y de especializaciones).  En el
transcurso del siglo XIX, hace su aparición en Gran Bretaña una tradición de conocimiento
conocida como “Culture and Society”, en donde el concepto de cultura se convierte en la base
de una filosofía política y moral. La literatura es convertida en su símbolo y transmisor. A fines
del siglo XIX aparecen los English Studies, que se enfocan más en la literatura y conforma el
antecedente directo y que da origen a los estudios culturales. Los representantes de los English
Studies son:
Carlyle: búsqueda de la categoría de hombres providenciales (héroes intelectuales) aptos para
recrear una “nueva alma del mundo” para detener la crisis de la civilización acentuada por el
capitalismo. Una nación de héroes crece y está animada por una religión, un cuerpo de creencias
cotidianas que sirven para rescatar los valores en los tiempos presentes. El capital literario
(conjunto de textos nacionales e incorporados a una historia nacional) se convierten en recurso
del espacio político y ayudan en el proceso de conformación y re-activación de identidades
nacionales. O
Arnold: es el inventor de una filosofía de la educación, donde se acentúa la concepción
voluntarista de la salvación mediante la cultura. Arnold, que sigue los pasos de Carlyle, razona
en términos de anarquía, desorden y desintegración de la totalidad orgánica. Intenta demostrar
la necesaria alianza entre un “Estado racional y activo” y las instituciones democráticas. Sostiene
que las escuelas públicas son las únicas que pueden dar la “mejor cultura de la nación” y que,
sin ella, se caería en la mentalidad mecanizada y de la privación de una inteligencia “general”.
La literatura y los hombres de cultura aparecen también en su análisis como los verdaderos
apóstoles de la igualdad. 
De estos debates del siglo XIX inglés cabe destacar tres aspectos principales: o Centralidad de
la reflexión relativa al impacto de la revolución industrial en la cultura nacional. o
Responsabilidad atribuidas a los intelectuales, productores o difusores culturales en cuanto
despertadores y educadores de una cultura nacional. o Contradicciones de esta referencia a lo
cultural y a sus retos de poder

La escuela de Birmingham posee tres generaciones. La primera generación es comprendida por


los 4 padres fundadores y se centra en temáticas como la condición obrera, lucha de clases, etc.
La segunda generación comienza con Stuart Hall que actúa como bisagra entre la primera y la
segunda; diluye la categoría de clase social presente en la 1ra generación y se centra en la
categoría de la identidad. Finalmente, la tercera generación le da importancia a los estudios de
audiencias.  Hoggart Richard: creador del Centro de Estudios Culturales Contemporáneos.
Estudia la influencia de la cultura difundida por los mass media en las clases obreras, la
resistencia al orden cultural hegemónico, los cambios de la sociedad, la cultura obrera en sí, los
medios de comunicación, la lucha y clase social, etc. Se pregunta de qué manera se puede dar
una revolución cultural en una sociedad con procesos de cambio y cómo se producen esos
cambios dentro de las clases urbanas. Le da mucha importancia al contexto histórico pasado en
sus estudios.  Raymond Williams: Estudia la sociogénesis del concepto de cultura ya que intenta
despejar la impronta de pensar la cultura como algo de pocos (las elites) para verla como algo
del pueblo, de todos. Le preocupa ver la dinámica social diaria de los obreros en el sistema
capitalista, pero no sólo referido a lo laboral-económico, sino cada aspecto que forma su
cotidianeidad. Analiza las programaciones televisivas de Inglaterra y analiza distintos aspectos
del concepto de cultura, entre ellas, la relación interacción entre la cultura y la economía,
tomando los aportes marxistas de estructura y superestructura para criticarlos y modificarlos
(no es marxista ortodoxo). Plantea que el juego de relaciones entre la consciencia y la falsa
consciencia tiene que ver con la estructura material y con el hombre situado en el mundo
(sociedad), esto se debe a que las ideas tienen un componente individual y social. Finalmente,
trabaja con el concepto de hegemonía de Gramsci, uniendo dentro de él los conceptos de cultura
e ideología.  Edward Thompson: estuvo muy vinculado con los aportes de Williams y continúa
en su misma dirección. Trabaja sobre la clase obrera, buscando ver su cotidianeidad. Pasa de la
crítica literaria tomada por Hoggarth (de Arnold Mathew) a la crítica social, donde hay
posibilidades de cambios y resistencia.  Stuart Hall: algunos de sus estudios se basaron en la
relación entre ideología y comunicación, el modelo de codificación y decodificación de la
comunicación, las cualidades de la cultura popular, etc. Su principal aporte es cómo vincula las
formas ideológicamente codificadas a estrategias de decodificación de las audiencias. Destaca
que las formas de recepción son activas (y no pasivas como se creía antes), llevando a que en
ciertas situaciones existan “ruidos en la comunicación”). Finalmente, plantea que existen 3
formas de reacción de los receptores en la situación comunicativa: negociar, resistir o apropiar
un mensaje. Los padres fundadores y los estudios culturales en sí poseen ciertos antecedentes
teóricos a partir de los cuales basaron sus teorías. Estos antecedentes planteaban que había que
volver a los valores de las tradiciones anteriores (y que se habían perdido con el capitalismo)
mediante la literatura, para poder así, salir del mecanicismo capitalista. Así, veían a la educación,
la literatura y el aprendizaje como maneras de “humanizar” nuevamente al mundo. Todos los
antecedentes, además, comparten un interrogante sobre el papel de la cultura como
herramienta de constitución de una nación frente a las fuerzas disolventes del capitalismo. Los
antecedentes son:  Carlyle Thomas (1795-1881): considera al hombre de letras como “héroes
intelectuales” de la modernidad, ya que traen al presente un cuerpo de ideas y valores que se
han perdido por culpa del capitalismo.  Arnold Mathew (1822-1896): es un fuerte crítico
literario y social, que analiza obras literarias para difundir así su análisis y opinión. Considera que
la escuela es el lugar central de aprendizaje y alguna de las temáticas que va a tratar son la
relación de la “cultura” con el “anarquismo” (por ejemplo, los inmigrantes anarquistas que
conforman en Argentina nuevas pautas culturales y nombres que se naturalizan con el paso del
tiempo).  Morris Williams (1834-1896): es el co-fundador de la Liga Socialista Rebelde frente al
arte académico. Denuncia la esclavitud de la división del trabajo mediante la literatura y el arte,
pero a diferencia de la Escuela de Frankfurt presente una alternativa o solución posible (no se
guía por una dialéctica negativa), en donde la figura de la educación aparece como liberadora.
Finalmente, plantea la división de la cultura del dinamismo económico.  Leváis Frank Raymon:
opta por una pedagogía heredera de la literatura inglesa. Funda la revista “Scrunity” que se
convierte en la historia de una cruzada (utilizando a los saberes y valores como armas) moral
contra el embrutecimiento.

WILLIAMS – las comunicaciones como ciencia cultural.

Williams dice que el estudio de las comunicaciones es un fenómeno moderno y que sea tornado
centro de investigaciones por dos motivos. El primer motivo tiene que ver con l proliferación de
las instituciones del las comunicaciones en las sociedades modernas que son de suma
importancia de acuerdo a su trascendencia en los sistemas político y social y económico. El
segundo motivo refiere a los adelantos técnicos en la comunicación que implican
transformaciones en las posibilidades de transmisión y recepción, de reproductibilidad y
reproducción.
Plantea que el estudio de la comunicacion es tan complejo y vasto que debemos abrirnos a
una diversidad de puntos de vista y disciplinas (sociólogos, ingenieros, analistas culturales,
psicólogos, lingüistas).
Por otra parte el autor denuncia un cierto atraso en los estudios en Inglaterra, y dice que en
este lugar no se puede proponer algo nuevo sin que se rechace como un error de juicio o algo
de mal gusto. Además dice que hay una resistencia, en nombre de las normas, a una cantidad
de prácticas culturales contemporáneas y esto genera que la disciplina se estreche y pierda su
contacto con la vida.

De acuerdo al autor el método de los estudios culturales tiene como practica fundamental la
comunicación. El estudio de la comunicación se encarga de diversos elementos y procesos, tales
como el lenguaje, los gestos y ademanes, la interaccion y las estructuras y convenciones
humanas. Tambien es muy importante entender que los estudios culturales se centran en la
practica, ya que la cultura misma fue originalmente una práctica. Inmediatamente, surgen
ciertas problematicas planteadas por algunos teoricos: el de las relaciones entre las diferentes
practicas y la nocion introducida de que el elemento conductor de los procesos culturales era el
espíritu o la conciencia.
Como respuesta a la primer problemática se introduce el concepto de ciencia cultural y con ello
una parte importante de la sociedad moderna. Con respecto al segundo problema estas
concepciones son refutadas por una visión marxista que se apoya sobre el supuesto de que el
elemento guía era la producción material y las relaciones sociales que implicaba.

Aparece el concepto de “sociedad de masas”, planteado por aquellos que enfocaban las
comunicaciones modernas desde lo que se llamaba “cultura superior”, provocando que el
estudio de la comunicación se deformara en “estudios de las comunicaciones de masas”. Esto
generó ciertas consecuencias en la concepción de las audiencias (masas) como, receptores
pasivos, fáciles de influir. Surgen los estudios de culturales para dejar de lado esta concepción
y estudiar la comunicación teniendo en cuenta otros factores, como es el análisis del lenguaje,
el análisis dramático, la relevancia del contexto, etc.

WILLIAMS – MARXISMO Y LITERATURA

Raymond Williams toma conceptos como el de estructura, super-estructura e ideología del


marxismo para ampliar sus teorías de la cultura. Sin embargo, al no ser un marxista ortodoxo,
critica fuertemente la concepción marxista de estos conceptos y los adapta a su teoría.

IDEOLOGÍA:
No se origina en el marxismo aunque sí fue ampliamente utilizado por él para referirse a un
sistema de creencias características de un grupo, a un sistema de falsas ideas que pueden ser
contrastadas con el conocimiento verdadero o científico, y finalmente, como un proceso general
de la producción de significados e ideas.
El concepto de ideología se opone a las explicaciones metafísicas, ya que desde el concepto de
ideología en el mundo no hay otras ideas que no sean las de los hombres.
Expresa un sistema conciente de ideas, significados y valores y creencias articulados, que
constituye la expresión o proyeccion de un particular interés de clase.

Hegemonia:
No es dominio. El dominio implica formas de coerción directa o efectiva y además es algo
explicito y visible. En la hegemonía existe un concenso, acuerdo o arreglo. . Existe un
entrelazamiento de fuerzas sociales y culturales
En relación a la cultura, el concepto de hegemonía relaciona a la cultura (proceso social total)
con las distribuciones especificas del poder y la influencia.
El concepto de hegemonía va mas alla del de ideología. El de ideología se acota al sistema
conciente de ideas y creencias, por su parte, el concepto de hegemonía hace referencia a todo
el proceso social vivido, organizado en torno a valores específicos y dominantes.
Existe entonces, cierta hegemonía cultural, en la cual hay centros y periferias. Hay una cultura
predominante y una relegada.

Estructura de sentimiento: Tiene que ver con ciertas convenciones o formas que existen en los
individuos que los orientan. Estas estructuras, vinculadas a los sentimientos, lo pasional, los
modos de entender la realidad, orientan las acciones y pensamientos de las personas. Tiene que
ver con una atmosfera, un clima cultural, en un momento dado y preciso que permiten que se
desarrollen determinados procesos, que se instalen algunas costumbres y acontecimientos y
además orienta las formas de percibir estos procesos . Es una cuestión social, compartida dentro
de las sociedades.
Un ejemplo de la actualidad podría ser el sentimiento xenofogo, el desprecio por lo ajeno y
extrajero que esta resurgiendo en algunos países centrales. Como se percibe lo empirico por el
sujeto.

HALL – CODIFICAR Y DECODIFICAR.

El aporte central de Stuart Hall fue su estudio sobre la comunicación, en donde vinculaba las
formas codificadas con las estrategias de decodificación de las audiencias. De esta forma, deja
de lado el modelo lineal y “mecanicista” de comunicación producido por Shanon. (emisor-
mensaje-receptor).
Plantea que la comunicación puede ser pensada en términos de una estructura producida y
sostenida a través de la articulación de ciertos momentos relacionados entre sí pero distintos:
Producción- Circulación- Distribución- Consumo- Reproducción. Ningún momento puede
asegurar el éxito de los otros momentos.
La producción constituye la elaboración del mensaje según los objetivos que posea el emisor,
su contexto individual, sus experiencias pasadas, el contexto social, etc. El discurso debe estar
correctamente y significativamente codificado. Luego se continua con el resto del proceso hasta
llegar a la instancia de recepción y consumo, en donde los mensajes transmitidos serán
decodificados. En el ámbito audiovisual, las instancias de circulación, distribución y consumo son
parte del proceso mismo de producción.
Los códigos de codificación y decodificación pueden no ser totalmente simétricos. Los grados
de simetría –es decir, los grados de comprensión en el intercambio comunicativo-, depende de
las relaciones de equivalencias entre el codificador-productor y el decodificador-receptor.
Tres tipos de relaciones entre la gramática de producción y la gramática de reconocimiento:
1. Que sean iguales
2. Que sean parecidas
3. Que sean totalmente distintas
Estas tres relaciones dan tres procesos de recepción distintos:
1. Si la relación es que ambas gramáticas son iguales, se da una relación de dominación,
en la que la producción guía a la recepción y la domina.Existe un control del sujeto.
2. Si la relación indica que las gramáticas son similares, se da una negociación, hay espacios
de pacto y consenso. Se acepta el mensaje en parte, no en su totalidad.
3. Si las gramáticas son diferentes, se oponen, se da un proceso de Resistencia y
alternativa. Cuando mediante la experiencia personal y la capacidad de entendimiento,
el receptor recibe información que se contradice con sus saberes previos. El receptor, al
encontrar una contradicción entre lo enunciado y lo que de acuerdo a sus saberes
realmente ocurre, se resiste, propone una alternativa. El proceso de decodificación se
da desde la resistencia, se recepta negativamente.

Hay ciertos códigos que han sido naturalizados y universalizados por la constante utilización de
estos en la práctica discursiva. Además, ciertos códigos pueden estar tan ampliamente
distribuidos en el lenguaje específico de una comunidad o cultura –y haber sido aprendidos a
tan temprana edad- que puede parecer que no están construidos (es decir, que no existe una
articulación arbitraria entre signo y referente) sino que son dados “naturalmente”. Los signos
visuales simples parecen haber adquirido una cuasi-universalidad en este sentido. Esto tiene el
efecto ideológico de ocultar las prácticas de codificación que están presentes. La articulación de
un signo arbitrario –visual o verbal- con el concepto de un referente, es el producto de la
convención de los discursos que requiere de la intervención de los códigos.

Los signos pueden ser analizados desde un nivel connotativo o denotativo, en dónde se
distingue los diferentes niveles en los cuales ideologías y discursos se interceptan. Los códigos
connotativos no son iguales entre ellos. Cualquier sociedad o cultura tiende a imponer sus
clasificaciones del mundo político, cultural y social. Estas constituyen el ORDEN CULTURAL
DOMINANTE. Decimos “dominante” porque existe un patrón de lecturas preferentes, más allá
de que se.
UNIDAD III
(MUÑOZ) SEGUNDA ESCUELA DE BIRMINGHAN:

A finales de los ´70 el papel del receptor empieza a interesar como aspecto dinámico del análisis
comunicativo. A principios de los ´80 se da un giro conservador a nivel político y una economía
globalizada con privatización y desregulación, además de la liberalización del servicio público de
las telecomunicaciones. Se trata del acceso a la adolescencia y la vida adulta de generaciones
socializadas por la TV y los recursos de las industrias culturales. En este contexto la segunda
generación de la escuela de Birminghan se dedica a lo intersubjetivo y a la investigación de la
construcción de los universos de sentido a partir de la acción de los medios de comunicación. La
primacía del tema del consumo cultural por grupos de audiencia se impone gradualmente. Las
características asignadas a la vida habitual serán:

 El papel central de los medios de comunicación en la formación de las clasificaciones de la


realidad en las diferentes subculturas (valoraciones y experiencias).
 Se articula el concepto de audiencia activa según la posición del individuo en su subcultura.
 Las comunidades de conciencia moldean a los grupos sociales, debilitando los vínculos de clase
y la conciencia adherida a esta.
 Se recompone la existencia concreta desde sus aspectos más banales. La cultura masiva
desplaza a la “alta cultura” y a la “cultura popular”.
El desplazamiento del individuo desde el modo de producción al modo de consumo suprime el
tema de la alienación y la falsa conciencia hacia el tema de la identidad. Se organizan tres ejes:

 La vida cotidiana: el ocio se configura como el horizonte supremo de la existencia, es la


experiencia elaborada industrialmente. La cotidianeidad se expresa como rutina donde el
ciudadano se identifica como receptor-consumidor, donde las expectativas de éste están
generadas por la socialización sistémica frente a la socialización grupal.
 Los medios de comunicación: la construcción social de la realidad se enfoca como
construcción mediática de la vida social. La comunicación tecnológica cotidiana se designa
como el gran ritual colectivo; la adaptación e integración de los ciudadanos se realiza en un
contexto desvinculado de las estructuras económicas y políticas, ya que la privacidad es un
lugar apartado de los procesos de dominación y poder.
 Formación de identidades: la sustitución del concepto de clase por el de etnia modifica las
posiciones estructurales por relaciones individuales. La cultura étnica sustituye a la cultura
popular, contraponiéndose la cultura racial a la cultura participativa.
La desaparición de las relaciones socioeconómicas e interaccionales de los mass-media elimina
la tensión dialéctica entre mensajes y audiencias, y entre emisores y receptores. Las
mediaciones económicas son sustituidas por una especie de antropología de las costumbres de
la vida diaria de las diversas comunidades del neocapitalismo. Esta modalidad enfoca hacia lo
particular lo que en realidad es un proceso global. La vuelta al sujeto gira en torno a una
identidad dentro de la cual ni lo territorial ni lo histórico se tienen en cuenta; el consumo y la
comunicación, en consecuencia, generarán una identidad privatizada y distorsionada.
“Las guerras de la sala de estar. Nuevas tecnologías, índices de audiencias y tácticas
en el consumo de la televisión” Ien Ang

El problema de la audiencia

Los anuncios son una intrusión inoportuna en la experiencia fílmica. Lo que evidencia el juego
de los intereses corporativos representados aquí por dos clases de consumo: un conflicto, por
un lado, entre el consumo de medios de comunicación y, por otro, el consumo de bienes
materiales, que ha de aumentar en función de la exposición ha anuncios publicitarios.

El verdadero fundamento corporativo de la televisión comercial se apoya en la idea de entregar


las audiencias a los anunciantes. Desde un punto de vista económico, la programación es ante
todo un vehículo para atraer a las audiencias a los mensajes reales que trasmite la televisión. El
negocio el principalmente una empresa de entrega del consumidor.

Esta mezcla compleja de condiciones económicas y supuestos culturales, que tiene lugar con
respecto al consumo de televisión, constituye una condición previa necesaria de la construcción
de un acuerdo institucional que establezca el valor de cambio de la <mercancía audiencia> que
se compra y se vende. El problema es a la vez estructural y cultural: tiene que ver con el hecho
de que ver la televisión es por lo general, un hábito de consumo doméstico y no responde al tipo
de comportamiento unidimensional que se presumía.

La práctica domestica cotidiana del consumo de televisión se acompañada del fomento implícito
y explícito de formas apropiadas o ideales de conducta del consumidor impulsadas, por motivos
económicos o ideológicos, e instigadas por las instituciones sociales responsables de la
producción y transmisión televisivas. Ver televisión es un hábito cotidiano que tiene a menudo
un carácter táctico, articulado en las innumerables formas de uso que eluden y escapan a las
estrategias que establece la industria para conseguir que la gente vea la televisión de la forma
correcta.

Pero es precisamente esta relativa libertad de las audiencias la que ha sido convenientemente
reprimida en las ideas que la industria tiene de los consumidores. “Ver televisión” se define así
como un acto aislable, unidimensional y puramente objetivo, para crear un mapa aerodinámico
de la audiencia televisiva en el que se puede localizar a los individuos a partir de su parecido con
un consumidor típico cuyo comportamiento puede ser calificado de modo objetivo e inequívoco.

Tecnología y medición

En la industria cultural creció con el tiempo la convicción de que la posibilidad de cambio de


canal y zapping había convertido al diario en una herramienta obsoleta. Con lo cual comenzaron
a plantearse exigencias de un método mejor de obtención de datos, en donde mejor significa,
más objetivo y menos dependiente de la fiabilidad de los espectadores de la muestra.
Con la evolución tecnológica y la llegada del video grabable, el cambio de tiempo y el zipping
amenazaban con desregular la cuidada programación de las redes, fenómeno que se ha venido
en llamar canibalizacion. Esta metáfora indica furtivamente la percepción que se tiene en los
núcleos dirigentes de las redes sobre las nuevas libertades adquirida por los usuarios a través
de los videos. Hay definitivamente algo panóptico en la dispersión conceptual de esta intrincada
tecnología de medición en el hecho de que tiene como objetivo tener a los telespectadores bajo
un constante escrutinio mediante su permanente visibilidad.

Lo que parece que en la actualidad desea la industria de la televisión es una tecnología de


medición capaz de suprimir toda ambigüedad o incertidumbre sobre la magnitud precisa de la
audiencia existente en un momento determinado para cualquier programa o anuncio
publicitario. A medida que la mirada tecnológica macroscópica de la medición de la audiencia se
hace más microscópica, se presume que el objetivo a medir se convierte en más esquivo. Cuanta
más actividad de ver televisión se pone bajo el escrutinio investigador de la nueva tecnología,
menos inequívoco es su carácter.

Si es casi imposible establecer una distinción inequívoca entre espectadores y no espectadores,


y si –como resultado de ello- los límites de la audiencia televisiva son tan borrosos, ¿Cómo se
podría medir esta? La investigación que intenta dar respuesta a esta pregunta es llamada de
fuente única: se mide la misma muestra de familias no sólo en cuanto a su actividad de ver
televisión sino también respecto a su comportamiento ante la compra de productos.

Finalmente, es importante subrayar que una práctica de investigación como la de la medición


de la audiencia está condicionada por presiones y límites institucionales estrictos. Y que además,
cabe destacar el papel estratégico, no analítico, desempeñada por la investigación en la
organización y el funcionamiento de las industrias culturales.

“Televisión, audiencias y estudios culturales” David Morley

Historia crítica de la investigación sobre las audiencias televisivas

Se podría decir que la investigación dominante estuvo gobernada por un paradigma conceptual
básico construido como respuesta a la tesis pesimista de la sociedad elaborada por la Escuela de
Frankfurt. La cultura de masas suprimía “potencialidades”, y también la conciencia de las
contradicciones del “mundo unidimensional”.

En esta idea iba implícito un modelo hipodérmico de los medios.

La migración de los principales miembros de la Escuela de Frankfurt a los EEUU, ocurrido durante
la década de 1930, provocó en las décadas posteriores el desarrollo de una escuela
específicamente norteamericana de investigación. Como reacción a la predilección manifestada
por Frankfurt hacia la teoría social crítica y el análisis cualitativo-filosófico, los investigadores
norteamericanos elaboraron lo que comenzó siendo una metodología cuantitativa y positivista
para la investigación empírica de la audiencia de radio dentro de la “sociología de la persuasión
de masas”.
Los diferentes estilos y estrategias de investigación se pueden caracterizar como una serie de
oscilaciones entre dos puntos diferentes: por un lado, los estudios basados en el mensaje que
pasaron de un análisis del contenido al de los efectos que ejercían en la audiencia; y, por el otro,
los estudios basados en la audiencia que atendían a las características sociales, al ambiente y a
las necesidades que el mensaje creaba en la audiencia.

El paradigma <normativo>

La investigación sobre las comunicaciones masivas realizada en los Estados Unidos en el período
de posguerra hizo una crítica tridimensional de la tesis pesimista de la sociedad de masas: refutó
los argumentos según los cuales la comunicación informal desempeñaba solo un papel menor
en la sociedad moderna, en tanto la audiencia era una masa, en el sentido simple de una suma
de individuos socialmente atomizados, así como la idea de que se pudiera establecer un
equivalencia directa entre el contenido y el efecto.

El <modelo hipodérmico> resultó decididamente descartado tras este redescubrimiento del


grupo primario y de su papel en la determinación de la respuesta del individuo a la
comunicación.

De los efecto a las funciones…y viceversa

La complejidad del estudio de Merton sobre Kate Smiths se eclipsó por completo en trabajos
posteriores. De manera similiar, el estudio de los efectos se hizo más cuantitativo y también más
rutinario. En este clima, Barelson y otros pronosticaron el fin del camino emprendido por la
indagación en las comunicaciones masivas.

Se propuso una variedad de nuevas perspectivas, pero las más prominentes se basaron en el
abordaje de los sistemas sociales y en su pariente cercano, el análisis funcional. El abordaje de
los usos supone que los valores de las personas modelan selectivamente lo que ven y lo que
oyen; esta rama resurgió -desde luego- en el trabajo del abordaje británico de los usos y
gratificaciones.

Estos diferentes enfoques funcionalistas se presentaron como una alternativa a la orientación


de los efectos; sin embargo, un interés por los mismos persistió. Esa preocupación se expresó
en un aluvión de estudios sociopisocologicos basados en experiencias de laboratorio. Fue este,
el enfoque que dominó la investigación de los medios masivos durante la década de 1960.

El paradigma interpretativo

En el mismo periodo empezó a incursionar en la investigación de las comunicaciones una


perspectiva sociológica revisada. Siempre se había dado por supuesta la existencia de un sistema
estable de valores compartidos por todos los miembros de la comunidad; el paradigma
<interpretativo> cuestionó precisamente esto con su acierto de que el sentido de una acción no
se podía dar por descontado, sino que se lo debía considerar problemático para los actores
participantes. Los progresos obtenidos con este paradigma se expresaron sobre todo en la
atención que se prestó al papel del lenguaje y de los símbolos, a la comunication cotidiana, a la
interpretación de la acción y al proceso de dar sentido en una interacción.

Usos, gratificaciones y sentidos

Halloran nos advirtió: “debemos abandonar el habito de pensar en lo que los medios hacen a la
gente y reemplazarlo por la idea de lo que la gente hace con los medios”. Este enfoque destacó
el importante hecho de que cada miembro de la audiencia massmediática puede usar e
interpretar cualquier programa de modo diferente.

Pero ese modelo de los usos y gratificaciones presenta fallas fundamentales en por lo menos
dos aspectos:

1- Como lo señala Hall, por sobrestimar la apertura del mensaje. No debe confundirse
polisemia con pluralismo.
2- La naturaleza insuficiente de la corriente desde el punto de vista sociológico. La
de usos y gratificaciones es una problemática esencialmente psicologista, basado en estados
mentales abstraídos de la situación social de los individuos.
Como sostiene Elliot, “los procesos intraindivduales abordados por usos y gratificaciones
pueden generalizarse y aplicarse a conjunto de individuos, pero no trasformase válidamente en
una estructura y un proceso social”. Siempre habrá lecturas individuales, pero debemos
investigar si estas se modelan en estructuras y conglomerados culturales.

Clases, códigos y correspondencias

Una de las contribuciones más significativas al debate sobre el problema de la


determinación, o la relación entre estructura de clase e ideología; fue el trabajo presentado por
Hirst y colaboradores. Sostuvieron que el intento de especificar esa determinación está
condenado a la incoherencia. Pues se establece una polarización en la cual ambos extremos son
absurdos: tanto la determinación total como la autonomía total.

Es interesante cotejar la contribución de Hirst con la de Rosen, que repudia el argumento


de que el código lingüístico pueda estar determinado simplemente por la función ocupacional
común y advierte sobre la necesidad de establecer diferencias dentro de las categorías de clases.
Bien, esta problemática se interesa por la forma en que la estructura de clase determina las
competencias, los códigos y las decodificaciones culturales y deja de lado nociones mecanicistas.

Matelard: 2 y 3 generación

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