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EL MESTIZAJE:

Mestizaje es el encuentro biológico y cultural de etnias diferentes, en el que estas se mezclan,


dando nacimiento a nuevas etnias y nuevos fenotipos. Se utiliza con frecuencia este término para
describir el proceso histórico sucedido en América del Sur que la llevó a su estado racial y cultural
actual. Sin embargo, puede también referirse a otros pueblos que hayan atravesado un proceso de
encuentro entre varias etnias, en lugares como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.

En la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue atravesado por numerosos factores,
como el clima, las particularidades culturales de cada comunidad, u otros aspectos que
provocaron que en diferentes regiones dentro de un mismo país, el mestizaje haya sucedido en
diferentes ritmos y grados de profundidad. El ejemplo latinoamericano es notable, puesto que
ejemplifica una mezcla étnica expandida por gran parte del territorio.

Mestizaje en África:

Se utiliza con frecuencia este término para describir el proceso histórico sucedido en Iberoamérica
que la llevó a su estado racial y cultural actual. Sin embargo, puede también referirse a otros
pueblos que hayan atravesado un proceso de encuentro entre varias etnias, en lugares como
Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos. En la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue
atravesado por numerosos factores, como el clima, las particularidades culturales de cada
comunidad, u otros aspectos que provocaron que en diferentes regiones dentro de un mismo país,
el mestizaje haya sucedido en diferentes rítmos y grados de profundidad. El ejemplo
latinoamericano es notable, puesto que ejemplifica una mezcla étnica expandida por gran parte
Las últimas décadas del siglo XIX vieron el inicio de la ocupación europea del territorio africano. El
momento histórico de la Invasión abarca propiamente el período que va de la Conferencia de
Berlín por el reparto de las Áreas de influencia comercial en África 1884-85, hasta la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945) momento que sienta las bases para la liberación africana.

El período consta de tres fases: la primera alcanza hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en
que se consolidaron los modelos de explotación, la segunda fase corresponde al período de entre
Guerras, con el auge de nuevos modelos coloniales, en la tercera fase, que puede denominarse ya
de liberación, las luchas anticoloniales y el auge del neocolonialismo marcan un período de
desigual duración dependiendo de la región.
Ahora bien, debe comprenderse, en un análisis completo, el momento que arranca con la
independencia de América del Sur a finales del XVIII y principios del XX.

Artículo principal: Mestizaje en América

Véase también: Conquista de América

La chilena Elisa Bravo cautiva de los mapuche, por Raimundo Monvoisin.

Este proceso ha sido definido como uno de transculturación, que ha definido la identidad
latinoamericana. El proceso de mestizaje en América Latina se originó con la llegada de los
europeos al continente y subsecuentemente de los esclavos africanos que vinieron con ellos. En
este encuentro de culturas surgieron varios tipos de mestizos:

Mestizo: mezcla de indígena y europeo (Principalmente español)

Morisco: mezcla de mulato y europeo

Cholo o coyote: mezcla de mestizo con indígena

Mulatos: mezcla de negro y europeo

Zambo: mezcla de negro con indígena

Castizo: mezcla de mestizo con español

Criollo: españoles nacidos en los territorios Americanos

Chino indio convertido y europeizado

El mestizaje ha sido uno de los temas fundamentales en los países americanos pero especialmente
en América Latina. Esta característica de fusiones culturales, ha sido acogida en las últimas dos
décadas para explicar el fenómeno de la pluralidad en Iberoamérica. Así mismo, esta misma
ideología le ha dado fuerza a la teoría de que detrás de la percepción de la sociedad como
producto del mestizaje existe un fenómeno enmascarado de racismo y exclusión. Este último
punto se refleja en el hecho que estudios recientes tienden a llamar la atención sobre la necesidad
de reformar el derecho para poder hacer frente a una realidad antes inexistente o ignorada: la
pluralidad de la sociedad.

La idea del mestizaje, según algunos estudiosos, ha sido utilizada por los gobiernos y las élites
latinoamericanas para ocultar indicios de discriminación racial y racismo en el continente.
Utilizando términos de Stanley Cohen, Ariel Dulitzky argumenta que existen tres tipos de formas
en que la discriminación racial y el racismo son negadas en el continente: la negación literal, la
negación interpretativa y la negación justificada. La primera de éstas se da cuando los gobiernos
niegan que cualquier tipo masivo de racismo y discriminación se dé en sus países.

Una forma clara de negación literal es mediante el uso de la idea de mestizaje. A través del
discurso de igualdad de razas en el continente, la percepción de que todos pertenecemos a una
sola etnia «mestiza» que tiene los mismos ancestros ayuda a reforzar la imagen de que no existe el
racismo puesto que ni siquiera existen razas diferentes. Esta noción ayuda a reforzar la idea de la
democracia e incluso a fomentar la consolidación de un nacionalismo que fortalece el estado, en el
período republicano la idea de la raza única mestiza era un arma de defensa contra otros
elementos que podían fragmentar los nuevos estados latinoamericanos por medio de esta se
buscaba fortalecer los países emergentes al estilo de las naciones europeas
RENACIMIENTO:
Para otros usos de este término, véase Renacimiento (desambiguació).

Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa


Occidental durante los siglos xv y xvi. Fue un período de transición entre la Edad Media y los inicios
de la Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque
también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La ciudad de
Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento, que se extendió
después por toda Europa. El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que
determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El término «renacimiento» se
utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura clásica griega y romana, y se aplicó
originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre
de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática
establecida en la Europa medieval. En esta nueva etapa se planteó una nueva forma de ver el
mundo y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política, la filosofía y
las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por el antropocentrismo.

En ese sentido, el historiador y artista Giorgio Vasari formuló una idea determinante: el nuevo
nacimiento del arte antiguo (Rinascita), que presuponía una marcada conciencia histórica
individual, fenómeno completamente nuevo. De hecho, el Renacimiento rompió,
conscientemente, con la tradición artística medieval, a la que calificó como un estilo de bárbaros,
que más tarde recibirá el calificativo de Gótico. Sin embargo, los cambios tanto estéticos como en
cuanto a la mentalidad fueron lentos y graduales. El concepto actual de renacimiento será
formulado tal y como hoy lo entendemos en el siglo xix por el historiador Jules Michelet.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una
«ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional». El
Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico: su
ámbito se limitó a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los que
las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad
Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos, los viajes transoceánicos que
pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso de la
burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por
su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.1

El Renacimiento marca el inicio de la Edad Moderna, un período histórico que por lo general se
suele establecer entre el descubrimiento de América en 1492 y la Revolución francesa en 1789, y
que, en el terreno cultural, se divide en el Renacimiento (siglos xv y xvi) y el Barroco (siglos xvii y
xviii), con subdivisiones como el manierismo, el rococó y el neoclasicismo. Otros historiadores
sitúan la fecha de inicio en 1453, caída de Constantinopla, o bien remarcan un hecho
trascendental como la invención de la imprenta (hacia 1440 aproximadamente, de la mano de
Johannes Gutenberg).

Los antecedentes históricos del Renacimiento cabe situarlos en la decadencia del mundo medieval
ocurrida a lo largo del siglo xv por diversos factores, como el declive del Sacro Imperio Romano
Germánico, el debilitamiento de la Iglesia católica a causa de los cismas y los movimientos
heréticos —que darían origen a la Reforma protestante—, la profunda crisis económica derivada
del anquilosamiento del sistema feudal, y la decadencia de las artes y las ciencias, lastradas por
una teología escolástica sumida en el escepticismo.

El término «Renacimiento» procede del italiano Rinascita y fue acuñado por el artista e historiador
Giorgio Vasari en sus Vidas (1542–1550), en alusión al renacer de la cultura clásica tras el
oscurantismo medieval. Como tal, supone un fenómeno tanto social como político y cultural que
abarcó todo el continente europeo durante los siglos xv y xvi.3 En la historiografía moderna, la
primera definición del Renacimiento procede del historiador francés Jules Michelet (La
Renaissance, 1855),6 mientras que la visión actual del mundo renacentista fue forjada por Jacob
Burckhardt en su ensayo La cultura del Renacimiento en Italia (1860).

Estética:

Ejemplo canónico para representar la cabeza humana acorde con La Divina Proporción de Luca
Pacioli.

La cultura renacentista supuso el retorno al racionalismo, al estudio de la naturaleza, la


investigación empírica, con especial influencia de la filosofía clásica grecorromana. La estética
renacentista se basó tanto en la antigüedad clásica como en la estética medieval, por lo que a
veces resultaba algo contradictoria: la belleza oscilaba entre una concepción realista de imitación
de la naturaleza y una visión ideal de perfección sobrenatural, siendo el mundo visible el camino
para ascender a una dimensión suprasensible

Durante el Renacimiento la ciencia cobró un gran auge, ligada a la nueva visión antropocéntrica
del humanismo, y favorecida por la invención de la imprenta y por los viajes y descubrimientos
geográficos ocurridos en esta era.105 Las ciencias naturales, fundamentadas en la metafísica
nominalista, se diferenciaron de los estudios anteriores —de raíz aristotélica— en dos factores
esenciales: la idea de la naturaleza y el método físico.106 La primera evoluciona desde la física
ontológica aristotélica hacia un discurrir simbólico fundamentado en las matemáticas, pasando de
analizar el «ser de las cosas» a interpretar «variaciones de fenómenos»; por tanto, se renuncia a
conocer las causas a cambio de medir los fenómenos, sentando las bases de la ciencia positiva.
ABSOLUTISMO:
Absolutismo es la denominación de un régimen político, una parte de un periodo histórico, una
ideología y una forma de gobierno o de Estado (el 'estado absoluto'), propios del llamado
Antiguo Régimen, y caracterizados por la pretensión teórica (con distintos grados de realización
en la práctica) de que el poder político del gobernante no estuviera sujeto a ninguna limitación
institucional, fuera de la ley divina.1 Es un poder único desde el punto de vista formal,
indivisible, inalienable, intrascendente y libre.

Los actos positivos del ejercicio del poder (legislación, administración y jurisdicción) se apoyaron
en la última instancia de decisión, la monarquía. Del monarca emanaban todos los poderes del
estado, no estando por encima sino por debajo del mismo;2 lo que implica la identificación de la
persona del rey absoluto con el propio Estado.

No debe confundirse con el totalitarismo, concepto propio de la Edad Contemporánea. En el


régimen del totalitarismo el poder se concentra en el Estado como organización, siendo que a su
vez dicho Estado es dominado y manejado en todos sus aspectos por un partido político; éste a
su vez impone a la comunidad una ideología muy definida que penetra en todas las actividades
sociales (el arte, las ciencias, la economía, los hábitos de conducta). En el absolutismo no hay un
"Estado" propiamente dicho (y menos aún un partido político) sino que el Estado se identifica
con un individuo que ejerce autoridad sin necesidad de ideología alguna; de hecho al
absolutismo no le interesa imponer su control e influencia sobre todos los aspectos de la vida
social sino que le basta fijar una autoridad omnímoda a quien los gobernados sólo deben
obedecer y jamás cuestionar.

El oscuro origen etimológico del término "absolutismo" incluye (además de su relación con el
verbo absolver)4 la expresión latina princeps legibus solutus est ("el príncipe no está sujeto por
la ley"), original de Ulpiano, que aparece en el Digesto, y que fue utilizado por los juristas al
servicio de Felipe IV de Francia "el Hermoso" para fortalecer el poder real en el contexto de la
recepción del derecho romano durante la Baja Edad Media. Algo más tarde, el jurisconsulto
Balde (Baldo degli Ubaldi, discípulo de Bártolo), usa la expresión poder supremo y absoluto del
príncipe en contraposición al poder ordinario de los nobles.5 La utilización del término se
generalizó en todas las monarquías, independientemente de su poder efectivo, como ocurría en
la débil monarquía castellana de Enrique IV "el Impotente", cuya cancillería emitía documentos
redactados de forma tan pretenciosos como ésta: E yo de mi propio motu é ciencia cierta é
poderío real absoluto. la época del absolutismo es la del Antiguo Régimen, aunque no puedan
identificarse totalmente como monarquías absolutas las de finales de la Edad Media y
comienzos de la Edad Moderna, para las que la historiografía utiliza el concepto de monarquía
autoritaria. El modelo más acabado de absolutismo regio fue el definido en torno a Luis XIV, rey
de Francia a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. La Ilustración del siglo XVIII convivió
con un absolutismo que fue definido como despotismo ilustrado. El absolutismo sobrevivió a las
revoluciones burguesas o revoluciones liberales de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo
XIX, hasta que la revolución de 1848 acabó con la Santa Alianza que desde el Congreso de Viena
(1814) había impuesto la continuidad de los reyes "legítimos" restaurándolos en sus tronos
incluso contra la voluntad de sus propios pueblos ("Restauración" del absolutismo). El Imperio
ruso mantuvo la autocracia zarista hasta la Revolución de febrero de 1917.
REFORMA LUTERIANA:
Se conoce como Reforma protestante, o simplemente la Reforma, al movimiento religioso
cristiano, iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia
católica para dar origen a numerosas iglesias y organizaciones agrupadas bajo la denominación de
protestantismo.

La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores y
políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y
costumbres de la Iglesia católica, además de negar la jurisdicción del papa sobre toda la
cristiandad. El movimiento recibirá posteriormente el nombre de Reforma Protestante, por su
intención inicial de reformar el catolicismo con el fin de retornar a un cristianismo primitivo, y la
importancia que tuvo la Protesta de Espira, presentada por algunos príncipes y ciudades alemanas
en 1529 contra un edicto del Emperador Carlos V tendiente a derogar la tolerancia religiosa que
había sido anteriormente concedida a los principados alemanes.

Este movimiento hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el
movimiento de la Devoción moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una piedad laica
antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la segunda generación del humanismo la siguió en
gran medida. Comenzó con la predicación del sacerdote agustino Martín Lutero, que revisó la
doctrina de la Iglesia católica según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En
particular, rechazó la teología sacramental católica, que, según Lutero, permitía y justificaba
prácticas como la "venta de indulgencias", un secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado
libremente, y no vendido.

La Reforma protestante dependió del apoyo político de algunos príncipes y monarcas para poder
formar Iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente Iglesias nacionales). Los principales
exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino.

El protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de
fieles que actualmente supera los trescientos millones. Se conoce como Reforma protestante, o
simplemente la Reforma, al movimiento religioso cristiano, iniciado en Alemania en el siglo XVI por
Martín Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia católica para dar origen a numerosas iglesias y
organizaciones agrupadas bajo la denominación de protestantismo.

La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores y
políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y
costumbres de la Iglesia católica, además de negar la jurisdicción del papa sobre toda la
cristiandad. El movimiento recibirá posteriormente el nombre de Reforma Protestante, por su
intención inicial de reformar el catolicismo con el fin de retornar a un cristianismo primitivo, y la
importancia que tuvo la Protesta de Espira, presentada por algunos príncipes y ciudades alemanas
en 1529 contra un edicto del Emperador Carlos V tendiente a derogar la tolerancia religiosa que
había sido anteriormente concedida a los principados alemanes.
Este movimiento hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el
movimiento de la Devoción moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una piedad laica
antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la segunda generación del humanismo la siguió en
gran medida. Comenzó con la predicación del sacerdote agustino Martín Lutero, que revisó la
doctrina de la Iglesia católica según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En
particular, rechazó la teología sacramental católica, que, según Lutero, permitía y justificaba
prácticas como la "venta de indulgencias", un secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado
libremente, y no vendido.

La Reforma protestante dependió del apoyo político de algunos príncipes y monarcas para poder
formar Iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente Iglesias nacionales). Los principales
exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino.

El protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de
fieles que actualmente supera los trescientos millonesEl fundador de la Reforma Protestante fue el
monje católico agustino alemán Martín Lutero, quien ingresa en 1507 en la orden religiosa de los
agustinos.

En el convento católico, Lutero prosiguió sus estudios y se convirtió en un experto en la Biblia y en


los autores cristianos medievales; llegó a ser un doctor universitario y se le contrató para dar
clases en la nueva universidad de Wittenberg, que entonces era la capital del ducado de Sajonia. A
partir de la revitalización que vivió el Sacro Imperio Romano Germánico desde que Otón I el
Grande se convirtiera en emperador germánico en el 962, los papas y emperadores se vieron
involucrados en una continua contienda por la supremacía en los asuntos espirituales y
temporales.

Este conflicto concluyó, a grandes rasgos, con la victoria del Papado, pero creó profundos
antagonismos entre Roma y el Imperio Germánico, que aumentaron durante los siglos XIV y XV.

.
BURGESIA:
A la burguesía comercial y financiera beneficiada por el mercantilismo y la expansión europea
subsiguiente a la era de los descubrimientos, sucedió el predominio de la burguesía industrial
durante la era de las revoluciones (la revolución industrial, simultánea a las revoluciones
políticas y sociales "burguesas" -revolución americana, revolución francesa, ciclos
revolucionarios de 1820, de 1830 y de 1848-).7 8 A lo largo del siglo XIX, a medida que asegura
su predominio social y accede al poder político, la burguesía pasa de ser una clase
"revolucionaria", enfrentada a los estamentos privilegiados, a ser una clase "conservadora",
enfrentada a su nuevo "enemigo de clase": el proletariado.9 La estrategia "lampedusiana" (hay
que cambiarlo todo para que todo siga igual) evidenció la proximidad de intereses entre la
burguesía y la aristocracia.

El término se usó inicialmente para identificar a la clase social compuesta por los habitantes de
los "burgos" (las partes nuevas que surgían en las ciudades bajomedievales de Europa
occidental), caracterizados por no ser señores feudales ni siervos y no pertenecer ni a los
estamentos privilegiados (nobleza y clero) ni al campesinado. Sus funciones socioeconómicas
eran las de mercaderes, artesanos o ejercientes de las denominadas profesiones liberales. La
ausencia de sujeción a la jurisdicción feudal era la clave: se decía que "el aire de la ciudad hace
libre" (Stadtluft macht frei).4 Algunos burgueses llegaron a ejercer el poder local en las ciudades
a través de un patriciado urbano en el que se mezclaban con la nobleza; lo que en las ciudades-
estado italianas (Venecia, Florencia, Génova, Pisa, Siena) implicaba en la práctica el ejercicio de
un poder cuasi-soberano (algo menos evidente en las ciudades imperiales libres alemanas),
mientras que en las monarquías autoritarias en formación (Francia, Inglaterra, reinos cristianos
de la Península Ibérica) significaba la representación estamental del denominado Tercer Estado,
pueblo llano o común. Destacadas familias de origen burgués se terminaron ennobleciendo
COLONIAlISMO:
El colonialismo es el sistema político y económico por el cual un estado extranjero domina y
explota una colonia. Por lo general se utiliza la fuerza militar ante la que el país invadido no
puede oponerse y el colonizador, invasor o conquistador impone el control militar, político,
económico y social, normalmente mediante la designación de personas originarias del país
conquistador. La colonización supone la usurpación y apropiación de la tierra, y con ella, de su
riqueza y recursos; el sometimiento de la población, que puede considerarse esclava o sin los
derechos de la metrópolí, la imposición de los intereses de la metrópolis sobre los del país
colonizado en estrategia militar, estrategia económica, derechos civiles, políticos o sociales.

El colonialismo también es la doctrina que legitima la dominación política y económica de un


territorio o de una nación por el gobierno de un estado extranjero.

El colonianismo no debe confundirse con el neocolonialismo, este último utiliza el control y la


fuerza indirecta para influir, controlar o someter a un territorio como son el mercantilismo, el
clientelismo político, la globalización empresarial, el imperialismo cultural y otros instrumentos
para influir en un país, normalmente estableciendo una elite política y económica para controlar
la población y apropiarse, como en el colonialismo tradicional, de los recursos del país.

El colonialismo lleva a cabo un control directo mediante la fuerza militar, la ocupación del país,
la imposición de gobernantes procedentes de la metrópolis invasora de la metrópolis en el
territorio sujeto a la dominación y la instauración de políticas económicas y sociales al servicio
del país colonizador. Causas tecnológicas[editar]

Si bien hacia el siglo 14 , China superaba tecnológicamente al viejo continente, la fragmentación


de Europa en pequeños estados que combatían entre sí durante de la Edad Moderna, llevó a un
perfeccionamiento de la tecnología militar. Si bien los cañones y la pólvora eran conocidas en
China, las necesidades guerreras de los europeos llevaron a perfeccionar la tecnología militar.
Por el contrario China era un imperio enorme unificado con apenas luchas internas y rodeado de
enemigos en general mucho menos poderosos militarmente. Además Europa tenía ciertos
recursos importantes como el carbón, que durante el siglo XVIII sería muy importante. Eso
permitió superar a los europeos las técnicas de fabricación de acero, ya que tradicionalmente
China había sido superior en este aspecto tecnológico. Finalmente, debe notarse que China y
Asia conjuntamente tenían una producción superior a Europa, y al encontrarse los europeos con
una ventaja tecnológica militar algunos países decidieron incursionar militarmente en Asia con
el fin de apoderarse del potencial económico de China e India. De hecho, durante la Edad
Moderna, Asia constituyó el continente económicamente más productivo.

Causas económicas:
La crisis económica de super-producción en Europa en los años 1872 y 1873, se trataba de
solucionar con medidas proteccionistas y proteger la producción nacional frente a la
competencia extranjera. Se trató de llevar a cabo poniendo aranceles aduaneros y tasas, lo cual
no funcionó y la crisis siguió empeorando. Se buscó otra solución, ahora más efectiva: llevar a
ultramar el excedente europeo, ya que las colonias eran un buen mercado por varios motivos:

Inversión: en Europa sobraba capital para invertir, pero como no había garantías de retorno, los
inversores se fueron a las colonias.

Los productos agrícolas, y las materias primas en general, son necesarios pero se encontraban
en las colonias y se vendían en Europa.

Mano de obra barata: era más rentable la mano de obra de las colonias que la europea.

Causas políticas

Las «causas políticas» abarcarían muchos motivos y situaciones. En 1871 Francia fue derrotada
por Prusia en la conocida como guerra franco-prusiana. Se dio un sentimiento de humillación y
el gobierno de la III República fomentó la expansión colonial. Algunas de las causas políticas
fueron, por tanto:

Hacerse ver como una potencia internacional desarrollando el imperialismo;

Nacionalismo: el colonialismo permite hacer pensar a los ciudadanos franceses que pertenecen
a un gran país;

Estrategia: conquistar determinados puntos estratégicos les permitió tener bases navales en
distintos puntos del planeta que en caso de guerra siempre se podrían usar.

Aunque hay que entender que estos «motivos políticos» se mezclaban con otros económicos.

Causas culturales

Los europeos usaron sus prejuicios eurocéntricos y la excusa de la evangelización de pueblos no


cristianos casi continuamente desde el descubrimiento de América hasta la colonización de
Indochina. El proselitismo religioso presente desde siempre en la cosmovisión europea ayudó a
justificar y amparar el uso de la ventaja tecnológica militar que Europa consiguió por su acceso a
recursos y la historia de guerras intestinas en el continente.

Además, por su estrecho contacto con Eurasia y África los europeos se volvieron resistentes a
ciertas pandemias, contra las que otros pueblos más aislados (indígenas americanos y
polinesios) no eran tan resistentes. Gran parte de la caída demográfica de América tras la
llegada de los primeros europeos se debió a enfermedades pandémicas a los que los pueblos
americanos no habían estado expuestos previamente.
Además el tráfico de esclavos a gran escala que los europeos, norteafricanos y musulmanes
habían practicado desde hacía siglos fue un parte del modo de producción colonial que los
europeos usaron para explotar recursos mediante mano de obra aún en regiones donde
previamente la densidad de población no habría permitido el uso intensivo, de no haber tenido
esclavos.
CONSTITUCIONALISMO:
Constitucionalismo es un concepto político que se ha definido como «un complejo de ideas,
actitudes y pautas de comportamiento que establecen el principio de que la autoridad del
gobierno deriva y está limitada por la parte principal de una ley fundamental».1 Su objetivo es
arbitrar la autoridad y consagrar los derechos de los hombres y poderes .

En un régimen o sistema constitucionalista cualquier ley debe estar fundamentada en la


constitución, por lo que todas las leyes quedan reguladas y supeditadas al articulado general de
la constitución. El Gobierno (del griego: κυβερνέιν kybernéin 'pilotar un barco' también 'dirigir,
gobernar') es el principal pilar del Estado, la autoridad que dirige, controla y administra sus
instituciones, la cual consiste en la conducción política general o ejercicio del poder ejecutivo del
Estado. En ese sentido, habitualmente se entiende por tal órgano (que puede estar formado por
un presidente o primer ministro y un número variable de ministros) al que la Constitución o la
norma fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder
político sobre una sociedad. También puede ser el órgano que dirige cualquier comunidad
política.1 Más estrechamente "Gobierno" significa al conjunto de los ministros; es decir, es
sinónimo de "gabinete". Son las definiciones formales de lo que tangiblemente es un Gobierno;
pero sustancial e intangiblemente el gobierno de un Estado comprende el conjunto de intereses
vitales que ejercita y defiende a través de los objetivos nacionales permanentes, estos son las
pautas o normas de conducta inalterables en el arte de gobernar, como la vigencia de la
integridad territorial, o la división del poder en tres ramas, para lo cual por periodos que varían
entre cuatro y seis años generalmente, se identifican cuales objetivos nacionales actuales,
conducen a la vigencia de los intereses vitales, cualquiera que sea la orientación ideológica y
filosófica del gobernante de turno.
ILUSTRACION:
La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo (especialmente en Francia,
Inglaterra y Alemania) que se desarrolló desde mediados del siglo XVIII, teniendo como
fenómeno histórico simbólico y problemático la Revolución francesa. En algunos países se
prolongó al menos durante los primeros años del siglo XIX. Se denominó de este modo por su
declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El
siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces y del asentamiento de la fe en
el progreso.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que el conocimiento humano podía combatir la


ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una
gran influencia en aspectos científicos, económicos, políticos y sociales de la época. Este tipo de
pensamiento se expandió en la burguesía y en una parte de la aristocracia, a través de nuevos
medios de publicación y difusión, así como reuniones, realizadas en casa de gente adinerada o
de aristócratas, en las que participaban intelectuales y políticos a fin de exponer y debatir acerca
de ciencia, filosofía, política o literatura. A pesar de que la mujer en estos campos no ocupaba
un lugar decisorio en la sociedad, algunas de ellas se involucraron en este movimiento.

La Ilustración (Lumières, en francés; Enlightenment, en inglés; Illuminismo, en italiano;


Aufklärung, en alemán),1 en frase de uno de sus más importantes representantes, D'Alembert,
«lo discutió, analizó y agitó todo, desde las ciencias profanas a los fundamentos de la revelación,
desde la metafísica a las materias del gusto, desde la música hasta la moral,
LIBERALISMO:
El liberalismo es una filosofía política que defiende la libertad individual, la iniciativa privada y
limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica y
cultural.1 Asimismo, se identifica como una actitud que propugna la libertad y la tolerancia en
las relaciones humanas, fundamentada en el libre albedrío (vid. Escuela de Salamanca).
Promueve, en suma, las libertades civiles y económicas y se opone al absolutismo, al despotismo
ilustrado, al conservadurismo, los sistemas autoritarios, dictatoriales y totalitarios. Constituye la
corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho como la democracia
participativa y la división de poderes.

Desde sus primeras formulaciones, el pensamiento político liberal se ha fundamentado sobre


tres grandes ideas:2

Los seres humanos son racionales y poseen derechos individuales inviolables, entre ellos, el
derecho a configurar la propia vida en la esfera privada con plena libertad, y los derechos a la
propiedad y la felicidad. Esto se basa en los tres derechos naturales de John Locke: vida, libertad
y propiedad privada.

El gobierno y, por tanto, la autoridad política deben resultar del consentimiento de las personas
libres, debiendo regular la vida pública sin interferir en la esfera privada de los ciudadanos.

El Estado de Derecho obliga a gobernantes y gobiernos. El liberalismo normalmente incluye dos


aspectos interrelacionados: el social y el económico. El liberalismo social es la aplicación de los
principios liberales en la vida política de los individuos, como por ejemplo la no intromisión del
Estado o de los colectivos en la conducta privada de los ciudadanos y en sus relaciones sociales,
existiendo plena libertad de expresión y religiosa, así como los diferentes tipos de relaciones
sociales consentidas ya sean de carácter amistoso, amoroso o sexual, así como en aspectos de
moralidad.
NACINALISMO:
El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopolítico que surgió junto con el concepto de
nación, propio de la Edad Contemporánea en las circunstancias históricas de la llamada era de
las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) desde finales
del siglo XVIII.1 También puede designar al sentimiento nacionalista y a la época del
nacionalismo.

Como ideología, el nacionalismo pone a una determinada nación como el único referente
identitario, dentro de una comunidad política; y parte de dos principios básicos con respecto a la
relación entre la nación y el Estado:

El principio de la soberanía nacional: que mantendría que la nación es la única base legítima
para el Estado.

El principio de nacionalidad: que mantendría que cada nación debe formar su propio Estado, y
que las fronteras del Estado deberían coincidir con las de la nación.

El término nacionalismo se aplica tanto a las doctrinas políticas como a los movimientos
nacionalistas: las acciones colectivas de movimientos sociales y políticos tendientes a lograr las
reclamaciones nacionalistas.

En ocasiones también se llama nacionalismo al sentimiento de pertenencia a la nación propia,


algo en principio identificable con el patriotismo, pero distinto si va más allá del sentimiento e
incorpora contenido doctrinal o acción política en un sentido concreto.5

La historiografía también usa el término nacionalismo para referirse la época del nacionalismo:
el periodo histórico de formación de las naciones y el surgimiento de la ideología y movimientos
nacionalistas, lo que ocurrió en torno al siglo XIX, coincidiendo con las revoluciones liberales o
revoluciones burguesas.6 En el siglo XX se produce una renovación del nacionalismo, en el
periodo de entreguerras vinculado al fascismo, y tras la Segunda Guerra Mundial vinculado al
proceso de descolonización y al tercermundismo, cuando surgen numerosos grupos
denominados Movimiento de Liberación Nacional.
IMPERIALSMO:

Imperialismo, es una relación entre países, generalmente en forma de un imperio, basado en


ideas de superioridad y aplicando prácticas de dominación, que implica la extensión de la
autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro. También puede ser una doctrina
política que justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre otros; habitualmente mediante
distintos tipos de colonización (de poblamiento, de explotación económica, de presencia militar
estratégica) o por la subordinación cultural (aculturación). El sociólogo estadounidense Lewis
Samuel Feuer identificó dos subtipos principales del imperialismo: el primero es el
"imperialismo regresivo" identificado con la pura conquista, la explotación inequívoca, el
exterminio o reducciones de los pueblos no deseados, y el asentamiento de los pueblos
deseados en esos territorios. El segundo tipo identificado por Feuer es "imperialismo
progresista" que se basa en una visión cosmopolita de la humanidad, que promueve la
expansión de la civilización a las sociedades supuestamente atrasadas para elevar los estándares
de vida y la cultura en los territorios conquistados, y la asignación de la gente conquistada a
asimilarse a la sociedad imperial. Aunque los términos "imperialismo" y "colonialismo" están
muy relacionados, no son sinónimos.

Los Imperios han existido a lo largo de toda la historia, desde su mismo comienzo en la Edad
Antigua, pero el uso del término "imperialismo" suele limitarse a la calificación de la expansión
europea que se inicia con la era de los descubrimientos (siglo XV) y se prolonga durante toda la
Edad Moderna y Edad Contemporánea hasta el proceso de descolonización tras la Segunda
Guerra Mundial.
INDUSTRIALISACION:
La industrialización consiste en la producción de bienes a gran escala, mediante la utilización de
máquinas accionadas por nuevas fuentes de energía. Se conoce como industrialización el
proceso por el que un Estado o comunidad social pasa de una economía basada en la agricultura
a una fundamentada en el desarrollo industrial y en el mundo que ésta podrido representa en
términos económicos el sostén fundamental del Producto Interior Bruto y en términos de
ocupación ofrece trabajo a la mayoría de la población. Supone, además, una economía de libre
cambio.

El proceso de industrialización empezó cuando se liberó mano de obra del campo, gracias a las
mejoras en productividad agrícola, obligando a la población a migrar a las ciudades. Estas
mejoras de productividad se deben al desarrollo de la industria química. El crecimiento de las
ciudades y los nuevos procesos productivos provocan cambios sociales, tales como: el paso a la
familia nuclear, la estandarización de los horarios laborales, el aumento de la importancia de las
instituciones en la regulación de la vida económica y social, el individualismo y la
competitividad, entre otros. La producción en masa de bienes deriva hacia un capitalismo
agresivo, ya que requiere un incremento de ventas y reducciones de costos, entre otros.

Las fábricas, con grandes muestras de avances tecnológicos, aumentan la productividad (y así
aumentan el capital); en realidad, ahora son fábricas, antes se desarrollaban en el espacio
doméstico de los campesinos, como pueden ser tejidos, utensilios, cerámica. Dicho de una
manera más simple: ‘dar predominio a las industrias en la economía de un país’1 o ‘desarrollo
del sistema económico y técnico necesario para transformar las materias primas en productos
adecuados para el consumo’.2 La producción en masa de bienes deriva en un capitalismo
agresivo ya que requiere un incremento de ventas enorme.

La Revolución Industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo
XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar,3 y el resto de Europa
continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas,
tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico. La industrialización
surge como consecuencia directa de la invención de la máquina de vapor, pero también influyó
decisivamente los cambios jurídicos en la propiedad, el incremento del comercio y la
competitividad entre países como Gran Bretaña, Alemania y Francia. Los motores de la
industrialización fueron la minería, la metalurgia y la química
MAXISMO:
Este artículo trata sobre la explicación de la sociedad por Marx. Para el modelo político previo al
comunismo según Marx y Engels, véase socialismo científico. karl max fredih egel

El marxismo es el modelo teórico explicativo de la realidad compuesto principalmente por el


pensamiento desarrollado en la obra de Karl Marx, economista, filósofo y periodista
revolucionario alemán de origen judío,1 quien contribuyó en campos como la sociología, la
economía, el derecho, y la historia; y así como también la serie de pensadores que
complementan o re-interpretan este modelo, tradición que va desde el coeditor de Marx,
Friedrich Engels, hasta otros pensadores como Lenin, León Trotski, Rosa Luxemburgo, Antonio
Gramsci o Georg Lukács. Por lo tanto es correcto hablar de marxismo como una corriente del
pensamiento humano.

Erradamente se asocia la palabra "marxismo" al conjunto de movimientos políticos y sociales


que surgieron durante el siglo XX, entre los que destacaron la Revolución rusa, la Revolución
china y la Revolución cubana. Para estos movimientos sociales el nombre correcto es
"comunismo" o "socialismo". Es incorrecto plantear estos movimientos como sinónimo de
"marxismo", porque ni todo su componente humano ni toda su doctrina política se basó en el
marxismo como tal.

Los componentes centrales del modelo teórico explicativo marxista son esencialmente cuatro
elementos: En primer lugar el concepto de «lucha de clases», que es formulado por primera vez
en el Manifiesto comunista y que progresivamente se va transformando en el método de
análisis de la historia humana en torno al concepto de «clase social», «contradicción» y
«división social del trabajo», este método está a la vez basado en la mecánica hegeliana
comúnmente llamada como «dialéctica» (aunque en términos estrictamente hegelianos se trata
de una «lógica ontológica», modelo que a la vez sobrepasa al concepto hegeliano

de dialéctica). Curiosamente, Marx nunca especificó en una obra en particular cuáles eran los
límites globales de este método, ni cual era el concepto que él tenía de dialéctica, sin embargo
se cita el prólogo de la Crítica de la economía política de 1859 como su formulación más precisa.
PROLETARIADO:
El proletariado (del latín proles, linaje o descendencia) es el término utilizado para designar a los
trabajadores o clase obrera que carece de propiedades y medios de producción por lo que, para
subsistir, se ve obligado a arrendar su fuerza de trabajo a la burguesía, propietaria de los medios
de producción.1 Un proletario es el miembro de la clase obrera o proletariado.

En oposición a la burguesía, el proletariado es la clase económica social baja de la edad


contemporánea que, en el modo de producción capitalista, carece de medios de producción y
solamente posee su fuerza de trabajo. La burguesía es la propietaria de los medios de
producción y constituiría la clase social alta. El lumpenproletariado o subproletariado, es el
término con el que se designa a la población situada socialmente por debajo o al margen del
proletariado y constituye el último estrato social y al que se considera que carece de conciencia
de clase.
CAPITALISMO:
El capitalismo es un orden o sistema social y económico que deriva del usufructo de la
propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, que se encuentra
mayormente constituido por relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y
obtención de beneficios, así como de relaciones laborales tanto autónomas como asalariadas
subordinadas a fines mercantiles.

En el capitalismo, los individuos, y las empresas usualmente representadas por los mismos,
llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente,
dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de
los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del trabajo
se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de
beneficio. La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan, de
acuerdo a una dinámica basada en un sistema de precios para los bienes y servicios.A su vez, los
precios se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción entre una
oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores, y estos a su vez
son necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio de
mercancías.

El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la


propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, se relaciona mayormente al
capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su
condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta o burguesa que es su corolario previo. El
origen de la palabra puede remontarse antes de 1848 pero no es hasta 1860 que llega a ser una
corriente como tal y reconocida como término, según las fuentes escritas de la época.

Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada en
una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción,
caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios del feudalismo y
otros órdenes pre-modernos. Se distingue de este y otras formas sociales por la posibilidad de
movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica, y por una
distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes
posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
SOCIALISMO:
El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la
sociedad, organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción como de las
diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en los mismos. La RAE define el término socialismo así:
Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o
estatal de los medios de producción y distribución de los bienes. El socialismo implica, por tanto,
una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica.Subsisten
sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la
administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una
sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la
colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado, así como mediante el
empleo de pequeñas unidades económicas socialistas aisladas y autosuficientes. Existen
también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o
asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones, frente a
la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.

Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre
determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las
construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se
destacan, respectivamente, el Imperio inca y la Unión Soviética.

Al parecer la palabra socialismo fue empleada por primera vez por el monje Ferdinando
Facchinei en 1766 para referirse a la doctrina de los que defendían el contrato social como el
fundamento de la organización de las sociedades humanas. Veinte años más tarde, otro autor
italiano,
POPULISMO:
El concepto de populismo deriva de pueblo y literalmente denomina a la estrategia de las
corrientes políticas que buscan el apoyo de las clases populares. Se trata de un concepto difícil
de definir con exactitud, con el que se designan realidades diferentes. El uso del calificativo
«populista» se hace habitualmente en contextos políticos y de manera peyorativa, sin que del
término se desprenda por sí mismo una evidente identificación ideológica, sino estratégica —
dentro del espectro izquierda-derecha—. También se ha aplicado en contextos religiosos para
calificar a la teología de la liberación y a la teología del pueblo, así como para referirse a la
acción política de los grupos económicos concentrados, con la expresión “populismo del capital

Es preciso mencionar la contribución de Ernesto Laclau en la forma de entender al populismo.


Tomando elementos de lingüística y psicoanálisis aborda este fenómeno complejo brindando un
esquema conceptual para comprender la constitución de la hegemonía en el populismo.

Quienes piensan que el populismo constituye una corriente política con características objetivas,
destacan aspectos como la simplificación dicotómica, el antielitismo (propuestas de igualdad
social o que pretendan favorecer a los más débiles), el predominio de los planteamientos
emocionales sobre los racionales, la movilización social, el liderazgo carismático, la
imprevisibilidad económica, el oportunismo, etc.
GLOBALISACION:
La globalización es un proceso económico, tecnológico, político ,social y cultural a escala
mundial que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países
del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La
globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por
las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal, y que han
abierto sus puertas a la revolución informática, llegando a un nivel considerable de liberalización
y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en
sus relaciones nacionales e internacionales.

Este proceso originado en la Civilización occidental y que se ha expandido alrededor del mundo
en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor
impulso con la caída de los regímenes comunistas y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo
XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía
de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran
a escala planetaria («nueva economía») cobrando mayor importancia el rol de las empresas
multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la
sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y
se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e
internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica,
además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la
cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una
cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un
fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización
depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones)
facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TIC y el Internet. En el plano
ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y
van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los
medios de comunicación clásicos, en especial la prensa escrita, pierden su influencia social
(cuarto poder) frente a la producción colaborativa de información de la Web 2.0 (quinto poder).

Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones en algunos ámbitos que
son tomados por la sociedad civil en un fenómeno que se ha denominado sociedad red, el
activismo cada vez más gira en torno a movimientos sociales y las redes sociales mientras los
partidos políticos pierden su popularidad de antaño, se ha extendido la transición a la
democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para
la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del
feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con
distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la
superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones
internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados
por la comunidad internacional.
NEOLIBERALISMO:

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